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Cuenta la mitología griega que una joven doncella llamada Perséfone fue raptada por

Hades, dios del Submundo.Su madre, Deméter, diosa de la Tierra, se puso muy triste y
provocó el invierno en esta.El tiempo pasó y un día Perséfone regresó con su madre, pero
como había comido seis granos de granada mientras estaba en el Submundo, debía
regresar y estar en él durante seis meses de cada año. Perséfone regresaba cada año a
casa y su madre se ponía tan feliz que la Tierra florecía.

Como ya sabemos muchas fábulas, leyendas, versos, canciones y cuentos se han escrito
en honor a la estación que muchos califican como la más bella. Primavera, verano, otoño
e invierno, estas estaciones se producen gracias a la forma de nuestro planeta y al
movimiento de traslación de la Tierra.
La estación más singular; la primavera, en ella el Sol calienta nuevamente, reverdecen y
florecen árboles y plantas y el clima templado que tenemos es muy agradable. La
primavera empieza entre los días 21 y 22 de marzo, fecha en que la duración del día y la
noche es igual, por eso se le conoce como equinoccio y termina el 21 de junio cuando se
presenta el solsticio de verano, o sea el momento en que el Sol se encuentra en el lugar
más bajo del horizonte.
Marzo claramente es un mes para celebrar, no solamente la llegada de la primavera, sino
también los 204 años de natalicio del llamado “Benemérito de las Américas”; don Benito
Pablo Juárez García, quien nos brindo libertad y proclamo a la nación como república.
Héroe entre héroes, oaxaqueño de extracción indígena, primero gobernador de su estado
y luego presidente de su nación.
En un principio expidió las leyes de reforma a favor de la independencia del estado ante el
clero y que gracias a esto fue inspirada la primera constitución en México.
Gran y admirable presidente de la república, quien se sostuvo ante conservadores y
franceses y que ante nada cedió hasta lograr un México libre e igual para todos.
Hoy los invito a celebrar juntos el

DÍA DE LA PRIMAVERA - DÍA DE LA JUVENTUD


Mar, 25/09/2012 - 09:54 | osita
Cada 23 de septiembre se celebra el inicio de la estación más mágica del año: la primavera. Y no
solo eso, también es una fecha oportuna para festejar la amistad y la juventud. La analogía no
puede ser mejor: la naturaleza renace mostrando su armonía y la juventud, llena de energía,
proyecta el mejor momento en la vida de un ser humano para realizar todo con optimismo.

También se ve a la primavera como la estación más enamoradiza del año. El amor y la amistad
son dos palabras que siempre se tienen presentes en los discursos ofrecidos por los colegios y
demás instituciones los 23 de septiembre que simboliza la renovación de la naturaleza y la
creatividad del espíritu humano.

La palabra primavera es sinónimo de vida, juventud, sol, aire y color.Asimismo, se identifica con el
tiempo en que las cosas están ensu mayor vigor, hermosura yfrescura.

El inicio de la primavera es ideal para preparar la tierra y sembrar la mayoría de los cultivos
básicos. Con ello se aprovecha la llegada próxima de las lluvias. Se plantan también una gran
variedad de árboles frutales, hortalizas y legumbres. Como es la estación que sigue al invierno,
representa un cambio de clima que se refleja en las plantas. Aparecen numerosas flores que visten
alegres y llamativos colores, acompañadas de sugestivas fragancias.
Los animales también disfrutan del buen clima. Muchos de ellos se reproducen en esta época, las
aves incuban sus huevos y hasta las abejas ponen los suyos. En las personas también se nota el
reflejo de una estación colorida y alegre. La primavera es la estación más bonita del año y la más
esperada por todos.

"No dejen que nunca, ningún tipo de sistema les diga que día tienen que festejar la
primavera, que día deben liberarse de las ataduras esas que andan flotando por allí, si existe
un día de la primavera es para nosotros, para festejar cuando queramos, donde queramos y
como queramos. Salud! Feliz día de la primavera para todos!!!" DIA DE LA
PRIMAVERA Y DE LA JUVENTUD: 23 DE
SEPTIEMBRE

Foto: http://www.pbase.com/fotoopa/image/77378171

Cada 23 de septiembre se celebra el inicio de la estación más mágica del año: la primavera. Y no
solo eso, también es una fecha oportuna para festejar la amistad y la juventud. La analogía no
puede ser mejor: la naturaleza renace mostrando su armonía y la juventud, llena de energía,
proyecta el mejor momento en la vida de un ser humano para realizar todo con optimismo.
También se ve a la primavera como la estación más enamoradiza del año. El amor y la amistad
son dos palabras que siempre se tienen presentes en los discursos ofrecidos por los colegios y
demás instituciones los 23 de septiembre. Lo cierto es que no son apreciaciones subjetivas sino
más bien están ligadas con la aparición del calor y el embellecimiento de la naturaleza, dos factores
que propician la mayor relación entre las personas. ¿Quién alguna vez no ha aprovechado la
primavera para salir de la ciudad al campo? Luego de tanto invierno – al menos después de este
2008 friísimo en la costa del Perú – es rico salir de paseo aunque sea un domingo de primavera
para gozar de las flores y las mariposas, de los pajaritos que cantan más temprano, del sol que
calienta pero no quema…

Digamos que hoy el Perú es un país joven que pasa por la mejor de sus primaveras. Se sabe que
estamos en una etapa de crecimiento económico y que además la identidad nacional se está
consolidando como nunca antes. Los peruanos demostramos que el mundo puede ser nuestro si
queremos, vemos el lado optimista de las situaciones y esto nos hace “eternos seres
primaverales”, idealistas y luchadores. Sigamos dándole por el lado amigable a todo lo que se nos
presente y vamos a tener dentro de muy poco una nación sólida como las piedras en las que se
forjó el gran imperio de los Incas.

No por nada tenemos al norte del país la ciudad de la eterna primavera: Trujillo y más arribita
está Chiclayo, la capital de la amistad. Son dos pruebas más de la riqueza cultural, natural y
espiritual que Dios le ha entregado a esta gran nación.

Ahora quiero compartir con ustedes algunos videos que hablan de la primavera, tenemos para
todos los gustos…

La cantante griega Nana Mouskouri nos canta “De colores”:


http://blog.pucp.edu.pe/item/31288/dia-de-la-primavera-y-de-la-juventud-23-de-septiembre

Poema a la primavera

Los árboles están brotando,


ya llegó la primavera,
el rosal se está sumando,
y también nuestra higuera.

Ya llegan las golondrinas,


todas juntas vienen volando,
y un árbol en aquella esquina,
el aire está perfumando.

El gorjeo de un gorrión,
le canta a tu cabellera.
Un grillo canta una canción
cerca de la enredadera.

El jardín se lleno de rosas,


el sol acaricia sus pétalos.
Se posan las mariposas
en las hojas del helecho.

El viento juega en tu pelo,


a tus ojos ilumina el sol,
tu piel suave terciopelo,
avergüenza al girasol.
Escuchemos las golondrinas,
la primavera floreciente,
florecerán las clavelinas,
y serán nuestro confidente.

La primavera ha llegado,
nos sentimos enamorados.
El frío se ha acabado
somos afortunados.
Paso el frío invierno, ya se aleja.
Rosas, azucenas y jazmines,
Inundan de aroma los jardines.
Mariposas de muchos colores.
Árboles, las plantas y las flores
Verdes brotes en todas sus ramas.
Estación por todos esperada.
Renueva ilusión y fantasía,
Amor de juventud y alegrías.
Otro día domingo más, como muchos. Aunque este se ve un poco distinto. Por fin la primavera ha llegado, y con ella,
muchos cambios. Lo creamos o no, esta época del año nos cambia, nos lleva de los días grises a los colores
mágicos de la naturaleza, de la fría tempestad a un nuevo amanecer de sol radiante, cielo azul, aromas florales y
sentimientos de que las cosas estarán mejor. Es el tiempo del amor también dicen, de redescubrirse y redescubrir a
las demás personas, de coqueteos, de enamoramientos, del florecimiento de la belleza para muchos.

Otro domingo, luego de haber vivido nuestras fiestas patrias, y haber tenido momentos para compartir y pasarlo bien
con personas que habitualmente no compartimos mucho. Atrás quedan los fríos que muchas veces nos hicieron
dudar entre salir por las noches o quedarnos viendo TV, conectados a Internet o acompañados de un buen libro en
la comodidad de nuestras casas…calientitos.

Una nueva primavera siempre será mejor, con un año de experiencia más en nuestras vidas. Es hora de dejarnos
llevar por los cambios de la naturaleza, dejar también aflorar nuestros sentimientos, nuestra pasión, nuestras ganas
de vivir plena y felizmente.

Quizás sea bueno, tratar de imitar a la naturaleza y provocar una primavera también en nuestras vidas, tratar de
estar bien con nosotros mismos e irradiar a los demás este cambio positivo. Salgamos a celebrar cada uno de estos
días llenos de múltiples colores, aromas y sentimientos. Enamorémonos una vez de más de la vida, de las personas,
de nuestros sueños y deseos. Salgamos a redescubrir nuestro país, el mundo. Saquemos a la luz las alas y volemos
lo más alto posible.

A lo mejor estas mismas palabras han sido influenciadas por la llegada del sol, quien sabe. O sólo es el deseo de
que todo esté mejor, y la necesidad de un punto de quiebre. Lo que creo que importa realmente, es tener un punto
de partida, para intentar ponerse de pie y comenzar a caminar nuevamente… ¿hacia dónde? Cada quien lo sabe, o
en realidad ninguno de nosotros lo sabe…. Simplemente para comenzar a avanzar de nuevo, a viajar por los más
recónditos lugares que nos tiene preparada la vida, y que sólo los que realmente lo quieran, podrán disfrutar.

Saludos a todos.

DIA DE LA PRIMAVERA Y DE LA JUVENTUD: 23


DE SETIEMBRE
Publicado en septiembre 21, 2010de municipioescolarjad
(Ver Video, Click Imagen)

Cada 23 de setiembre se celebra el inicio de la estación más mágica del año: la


primavera. Y no sólo eso, también es una fecha oportuna para festejar la amistad y
la juventud. La analogía no puede ser mejor: la naturaleza renace mostrando su
armonía y la juventud, llena de energía, proyecta el mejor momento en la vida de un
ser humano para realizar todo con optimismo.

También se ve a la primavera como la estación más enamoradiza del año. El amor y


la amistad son dos palabras que siempre se tienen presentes en los discursos
ofrecidos por los colegios y demás instituciones los 23 de setiembre. Lo cierto es que
no son apreciaciones subjetivas sino más bien están ligadas con la aparición del calor
y el embellecimiento de la naturaleza, dos factores que propician la mayor relación
entre las personas. ¿Quién alguna vez no ha aprovechado la primavera para salir de
la ciudad al campo? Es rico salir de paseo aunque sea un domingo de primavera para
gozar de las flores y las mariposas, de los pajaritos que cantan más temprano, del sol
que calienta pero no quema…

Digamos que hoy el Perú es un país joven que pasa por la mejor de sus primaveras.
Se sabe que estamos en una etapa de crecimiento económico y que además la
identidad nacional se está consolidando como nunca antes. Los peruanos
demostramos que el mundo puede ser nuestro si queremos, vemos el lado optimista
de las situaciones y esto nos hace “eternos seres primaverales”, idealistas y
luchadores. Sigamos dándole por el lado amigable a todo lo que se nos presente y
vamos a tener dentro de muy poco una nación sólida como las piedras en las que se
forjó el gran imperio de los Incas.
No por nada tenemos al norte del país la ciudad de la eterna primavera: Trujillo y
más arribita está Chiclayo, la capital de la amistad. Son dos pruebas más de la riqueza
cultural, natural y espiritual que Dios le ha entregado a esta gran nación.

Fuente: blog.pucp.edu.pe

El Rapto de Perséfone

Cuenta Homero que hubo un tiempo en el sureste de Europa en que reinaba la eterna
primavera. La hierba siempre era verde y espesa y las flores nunca marchitaban. No existía
el invierno, ni la tierra yerma, ni el hambre. La artífice de tanta maravilla no era otra que la
diosa de la fecundidad de los campos, Démeter (la Madre Tierra).

Démeter se convertiría en la cuarta esposa de Zeus, padre de todos los dioses, dueño y
señor del cielo. De este matrimonio nacería Core (doncella), que después recibiría el nombre
de Perséfone.

La criatura era el amor de su madre, y una joven de gran hermosura. Solía acercarse a un
campo repleto de flores a jugar. Un día pasó por allí el terrible Hades, dios de los infiernos,
con su temible carro tirado por caballos. Se encandiló de Perséfone y la raptó para llevarla
al subsuelo, a su territorio.

Démeter, al no aparecer su hija, empezó a preocuparse y fue en su busca. Para ello


encendió dos antorchas y, con una en cada mano, emprendió una peregrinación de nueve
días y nueve noches en su busca. Todo fue inutil. Al décimo día el Sol, que todo lo ve, se
atrevió a decirle quién se había llevado a su hija. Irritada por la ofensa, Démeter decidió
abandonar sus funciones y el Olimpo. Vivió y viajó por la tierra. Esta se quedó desolada y
sin ningún fruto ya que, privada de su mano fecunda, se seca y las plantas no crecen.

Zeus, ante el desastre que se estaba produciendo, se vio obligado a intervenir de alguna
forma. Sin embargo no le fue posible devolver a Perséfone a su adorada madre. ¿Por qué?
Porque la muchacha había probado el fruto de los infiernos (la granada) y le era imposible
regresar al mundo de los vivos y abandonar las profundidades.

Así las cosas, se pudo finalmente llegar a un compromiso. El acuerdo permitía a la joven
mantenerse al lado de su esposo durante un periodo del año (unos mitólogos dicen medio
año, otros un poco más) y volver al lado de su madre.

Cuando Perséfone regresa con su madre, Démeter muestra su alegría haciendo reverdecer
la tierra, con flores y frutos. Por el contrario, cuando la joven desciende al subterráneo, el
descontento de su madre se demuestra en la tristeza del otoño y el invierno. Así se renueva
anualmente el ciclo de las estaciones.
QUE DICE WIKIPEDIA SOBRE LA PRIMAVERA:

La primavera es una de las cuatro estaciones de las zonas templadas, la transición entre el
invierno y el verano. El término "primavera" proviene de prima (primer) y vera (verdor).
Astronómicamente, esta estación comienza con el equinoccio de primavera (entre el 20 y el
21 de marzo en el hemisferio norte, y entre el 22 y el 23 de septiembre en el hemisferio sur),
y termina con el solsticio de verano (alrededor del 21 de junio en el hemisferio norte y el 21
de diciembre en el hemisferio sur). Sin embargo, a veces es considerada como los meses
enteros de abril, mayo y junio en el hemisferio norte y septiembre, octubre, noviembre en el
hemisferio sur.

HISTORIAS DE LA PRIMAVERA
Era domingo y había en el aire un olor maravilloso de rosas, de jazmín y de muchas otras
flores, entretanto se encontraba muy solita y a su corazón le faltaba algo, un sentimiento
que no sabía explicar.

Sin más porque se acordó de un cuento que le encantaba y que su madre se lo contaba
todas las noches para que durmiera más feliz. Hablaba de un amor imposible y, siempre que
no conseguía dormir, pensaba en aquel cuento tan bonito y se acostaba tranquila.
Sentada en la hierba, los ojos muy abiertos para no perder la belleza que había a su
alrededor, cogió una pequeña flor y todo le surgió en su mente:

“Érase una vez un pequeño grano de arena que vivía en el mar y todas las noches miraba a
una bella estrella que había en el cielo y se imaginaba sueños de amor.
A él no le importaba si era verano o invierno, pero cuando llegaba la primavera todas las
noches se quedaba esperando que su bella novia apareciese en el cielo. Sí que él era un
soñador y sabía que jamás iba a encontrar su linda estrella y tampoco su amor podía
bajarse al mar.

Ellos vivían muy lejos uno del otro y sólo podían mirarse y así pasaban todas las noches,
mirándose, pensando , soñando y buscando un modo de encontrarse.
Pasaron años muchos años, ella en el cielo y él en el mar y nunca el pobrecito pudo con ella
casarse. Si hubo o si no hubo alguna cosa entre los dos, hasta hoy nadie pudo
comprobarlo. Sólo se sabe que después, mucho tiempo después apareció una estrella en el
mar.”

La chica se ahogaba entre sentimientos distintos y se hacía miles de preguntas y no


encontraba solución para sus desengaños.
¿Por qué no siempre se ama a la persona ideal?
¿Por qué se sufre por amor?
¿Por qué estamos siempre buscando el amor?

Siempre hay alguien que llora por un amor no correspondido y el dolor le consume el alma,
cambia toda su vida y nada más le interesa. Hay que sufrir bastante hasta que un día
despertará más liviano y verá que sí, que hay un sol maravilloso calentando a todos, que los
pájaros siguen cantando, que las flores todavía alegran el mundo y que todas las tardes se
puede mirar un espectáculo maravilloso y nostálgico: el atardecer.
Creía que a pesar de la nostalgia de la puesta del sol había un amor inmenso en este acto,
cuando sus colores se escondían por detrás del horizonte, porque sabía que el amanecer
iluminaría el nuevo día que se acercaba y traería alegría a todos los seres humanos.

De repente se dio cuenta de que el amor nunca abandona nuestras almas porque él es vital
y que nunca debemos olvidarnos que hay distintos tipos de amor y que todos son
inigualables. Amemos como si nunca hubiéramos amado antes y esparzamos las luces de
este amor sobre el prójimo, así como las flores en la primavera siembran sus semillas sobre
la tierra.

Los momentos de sufrimiento de un ser que ama y no es amado no es igual a nada de lo que
podemos imaginar. Sí, que se hace necesario arreglarlos dentro del alma y ver que en el
universo hay personas que sufren porque tienen hambre, otras porque perdieron sus seres
queridos, los que nunca encontraron un verdadero amor, los que sufren el terror de la
guerra, las mujeres que sufren la violencia física de sus propios maridos, sin hablar en los
millones de niños que no tienen un hogar.

El día que podamos fijarnos en el sufrimiento ajeno, veremos que los nuestros son tan
pequeños como los del grano de arena y su amada estrella.
ALGUNAS IMÁGENES DE LA PRIMAVERA:
La historia de la bella primavera
Esta historia sucedió en Pekín.
Había en la capital una prostituta joven y hermosa llamada Yu Tang Chun, quien conoció por
casualidad al hijo de un ministro de la corte. Se enamoraron profundamente entregándose a un
idilio en medio de un ambiente adverso. Al joven no le importaba la indecencia de la profesión
de su amada y juró no separarse nunca de ella. Sin embargo, como la muchacha trabajaba para
la dueña del prostíbulo, el joven tenía que pagarle todos los días para tener el derecho a la
exclusividad de la doncella. Había traído decenas de miles de monedas de plata para estudiar
en la capital, pero en menos de un año gastó todo el dinero en el prostíbulo y el día que no pudo
seguir pagando a la dueña lo echaron de la casa a patadas.

Triste y solitario, el empobrecido hijo del ministro imperial tuvo que mendigar para no morir de
hambre. La joven se sumergió en una inmensa aflicción, que se acentuaba al recordar la
felicidad de los días que había pasado al lado de su enamorado. Las lágrimas se le desprendían
como perlas transparentes y le mortificaba pensar en la penuria que acosaba a su amado.

Un día, al enterarse por casualidad del paradero de su amado, se sintió invadida por una alegría
indescriptible. Cogió todo el dinero que había ganado y se lo entregó a un mensajero junto con
un cofre de joyas, para sacarle del apuro y ayudarle a realizar sus estudios interrumpidos.

Antes de marcharse, el joven vino a despedirse de su amada y le reiteró su amor incondicional.


La hermosa joven le dijo que le esperaría hasta que volviera con los estudios realizados. Se
separaron con el corazón dolorido y las caras bañadas en lágrimas.

A partir de ese día, Primavera, que así se llamaba la joven, se encerró y nunca volvió a salir. Se
negaba a trabajar para complacer a los hombres. Pasaba los largos días y noches sumergida
en un profundo dolor. Echaba de menos a su entrañable amado, mientras que soportaba
impasiblemente la soledad, la añoranza y los recuerdos idílicos de la convivencia. Perdió el
apetito adelgazaba por el dolor y la desnutrición.

La dueña del prostíbulo se puso furiosa al ver que ella no recibía a los hombres. Para vengarse
de su inactividad, la vendió a un rico comerciante de la provincia de Shan Xi como concubina.

Resultó que la mujer de ese mercader adinerado mantenía relaciones extramatrimoniales con
un adúltero desde hacía bastante tiempo. Y para mantener sus relaciones ilícitas en secreto
mató a su marido.

Pero se lo inculpó a Primavera con una falsa acusación, sobornando además a los jueces para
que la condenaran a muerte. Los funcionarios de la justicia detuvieron enseguida a Primavera,
a la que sometieron a cruel tortura con el fin de obligarla a confesar el delito de homicidio. La
muchacha no pudo soportar el martirio de los látigos y asumió la calumnia como un hecho real,
por lo que fue condenada a muerte.

Días antes de la ejecución, llegó un inspector de la justicia enviado por el emperador, que era
precisamente el novio de la condenada. Sucedió que tras separarse de su amada, se dedicó
íntegramente al estudio durante varios años. Al final se presentó a los exámenes imperiales y
ganó un lugar prominente, lo que le valió ser nombrado inspector de justicia.

Al leer los expedientes, se sorprendió enormemente al encontrar el nombre de su novia


condenada a muerte. Se quitó el uniforme oficial y se disfrazó de un ciudadano común y empezó
a investigar el extraño caso. Al cabo de dos días pudo aclarar todos los detalles de la calumnia.
Convocó una nueva sesión para aclarar el caso. Estaba seguro de que podría revocar el falso
veredicto y salvar a su amada.
Sin embargo, cuando vio a su entrañable amada, se emocionó tanto que perdió la serenidad y
el control de sí mismo. Ante el inminente fracaso de los esfuerzos por absolver a su amada, los
dos ayudantes del inspector controlaron, afortunadamente, la situación adversa y declararon
inocente a la hermosa muchacha.

Tras el juicio, los novios se encontraron con gran emoción fundiéndose en lágrimas de alegría
y felicidad.

Una historia de primavera:


el rapto de Perséfone

Desde los tiempos más remotos, el hombre,


cuando no puede comprender el mundo
externo que lo rodea, crea representaciones
míticas. Así, la humanidad ha llegado ha
mitificar desde la salida y la puesta del sol
hasta los fenómenos atmosféricos, el
crecimiento de las plantas, el nacimiento y la
muerte. La primavera es la estación del
renacimiento... así lo entendieron la gran
mayoría de las religiones antiguas y, a partir
de ello, levantaron muchos de sus mitos. En
este contexto, la primavera es vista como lo
muerto que renace. Una vez más ocurre el
milagro: de los arboles deshojados renacen
nuevos brotes y, una vez más, hay cosecha,
es decir, vida.

Mahoma decía: "No hay gota en los mares, ni fruto en los árboles, ni planta en la
tierra que no tenga en cada semilla un ángel que cuide de ella". La naturaleza está
entonces ligada a lo sagrado y protegida por los guardianes de dios para que al
hombre no le falte el sustento. Para algunos pueblos eslavos y escandinavos, por
ejemplo, los templos consagrados a sus dioses eran bosques, lagos y árboles
sagrados, pero todos celebraban festivales que podían durar semanas porque para
todos los pueblos la primavera siempre era algo festivo.

Las diosas Démeter(1) y Perséfone(2) representaban para los pueblos de la


antigüedad los poderes de la naturaleza, su transformación y la emergencia cíclica.
En la antigua Grecia, el primer día de la primavera era el día en que Perséfone(2),
prisionera bajo tierra durante seis meses, volvía al regazo de Deméter(1), su
madre.

Cuenta Homero que en el sureste de Europa hubo un tiempo en el que reinaba la


eterna primavera. La hierba siempre era verde y espesa y las flores nunca
marchitaban. No existía el invierno, ni la tierra yerma, ni el hambre. La artífice de
tanta maravilla eraDémeter(1), la cuarta esposa de Zeus(3). De este matrimonio
nació Core, luego llamadaPerséfone(2). Se trataba de una hermosa joven adorada
por su madre que solía acercarse a un campo repleto de flores a jugar. Un día, pasó
por allí el terrible Hades(4)con su temible carro tirado por caballos. Se encandiló
con Perséfone(2) y la raptó para llevarla al subsuelo, su territorio. Deméter(1), al
no encontrar a su hija y con una antorchas en cada mano, emprendió una
peregrinación de nueve días y nueve noches. Al décimo día el Sol, que todo lo ve, se
atrevió a confesarle quién se había llevado a su hija. Irritada por la
ofensa, Démeter(1) decidió abandonar sus funciones y el Olimpo. Vivió y viajó por la
tierra. Esta se quedó desolada y sin ningún fruto ya que, privada de su mano
fecunda, se seca y las plantas no crecen. Ante este desastre Zeus(3) se vio obligado
a intervenir pero no pudo devolverle la hija a su madre. Es que Perséfone(2) ya
había probado el fruto de los infiernos (la granada) y por eso le era imposible
abandonar las profundidades y regresar al mundo de los vivos. Sin embargo, se
pudo llegar a un acuerdo: una parte del año Perséfone(2) lo pasaría con su esposo
y, la otra parte, con su madre.

Lo que este mito indica es que cuando Perséfone(2) regresa con su


madre, Démeter(1)muestra su alegría haciendo reverdecer la tierra, con flores y
frutos. Por el contrario, cuando la joven desciende al subterráneo, el descontento de
su madre se demuestra en la tristeza del otoño y el invierno. Así se renueva
anualmente el ciclo de las estaciones y así explicaban los griegos la sucesión de
ellas: el otoño y el invierno son tristes y oscuros como el corazón de Deméter(1) al
estar separada de su hija. La alegría y la serenidad retornan cuando vuelve con ella,
es decir, cuando comienza la primavera.

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