Está en la página 1de 33
Tercera parte SEPARACION POR TAMANOS Si bien, la produceién de un producto final que tenga un ta- ‘mafio especffico es a veces funcién de un separador por ‘tamaiios, la aplicacién més importante de éste es controlar el tamafio del material que se alimenta a otro equipo. Esto se debe a que todo equipo es capaz de manejar un tamafio 6ptimo de material en Ia forma més eficiente. Existen dos tipos bisicos de separadores por tamafios; normalmente se emplean us cribas para las separaciones mds gruesas y Jos clasificadores para las més finas, Las cti- bas se caracterizan porque hacen uso de barreras fisicas para lograr la separaci6n. Aunque hay disponible una vas ta gama de equipos, pocas innovaciones significativas han tenido lugar desde que se invent6 la primera criba basica, Una de las pocas innovaciones es la superficie curvada para tamizado, desarrollada en la década de 1950. Aunque en principio tiene ventajas que pueden hacerla una altemativa atractiva de un clasificador hiimedo, su excesiva tendencia a Ia eliminacién de agua aparentemente ha restringido su desarrollo, Por otra parte, las cribas de probabilidad, radi 193 calmente diferentes, tienen pocas desventajas: atin no han recibido el reconocimiento que merecen, a pesat de sus no- tables ventajas respecto a las cribas convencionales. ‘Aungue hay vatios tipos bisicos de clasificadores hime- dos, el hidrociclén, relativamente barato y simple, actual mente es el dispositivo que més se usa en la industria para la molienda en circuito cerrado, aun cuando la separacion obte- nida es relativamente ineficiente en la mayorfa de susaplica- ciones. En la actualidad, la clasificacion deficiente que se obtiene en la molienda en circuito cerrado, esel érea del pro- cesamiento de minerales que més urgentemente necesita ater- cin. Sin embargo, sorprendentemente, aunque estan bien establecidos los beneficios de la clasificacién més eficiente, y el costo de mejoramiento es relativamente pequefio, la cla- sificaciOn deficiente todavia es ampliamente aceptada, No existen teorfas generales del cribado ni de la clasifi- cacién. Empero, hay una cantidad creciente de literatura valiosa acerca de ambos temas, los cuales se analizan en los dos capitutos que siguen. Capitulo nueve Cribado y tamizado Ley de Clopton: “Para toda cosa que parezca no ser digna de crédito El eribado y el tamizado son separaciones mecinicas de par- ticulas basadas en el tamafio. Estas separaciones se logran utilizando una superficie perforada uniformemente que ac- tia como un calibrador miltiple de pasa-no-pasa. {deal- mente, las particulas que son més grandes que fas aberturas quedan retenidas sobre la superficie, mientras que las par- ticulas mas pequefias (en dos dimensiones por lo menos) pasan por la tela, El material retenido sobre Ja superficie es el material de soéretamaiio o sobremedida; el que pasa por Ia tela es ef material de subtamafto o infratamafo: y el material que pasa por una superficie pero que es retenido por una superficie subsecuente, es el material intermedio, El eribado y el tamizado se distinguen por el hecho de que el cribado es un proceso continuo y se usa principal mente a escala industrial, mientras que el tamizado es un proceso intermitente que se aplica casi exclusivamente para fines de pruebas. Sin embargo, ambos procesos son muy s- milares en cuanto a principio; las particulas se presentan repetidas veces a las aberturas de la superficie de cribado hasta que tiene lugar su paso 0 se termina el proceso. Am- bos procesos son también tipicos de todos los procesos de separaci6n en cuanto a que raras veces se logra una separa- cién perfecta; en particular normalmente hay en potencia algunas particulas de subtamafio en potencia que quedan en Ia fraccién de sobremedida. 9.1 ENSAYOS DE TAMIZADO A NIVEL LABORATORIO Muchas especificaciones de producto pueden indicar tama- ‘ios definidos del material en términos de un porcentaje dado que pase (0 que sea mayor que) un cierto tamaiio de * Traducei6n libre del servicio téonieo, 195 siempre habrd alguien que ta crea”. * abertura, y la verificacién de esa indicacion deberd hacer- se por medio de tamices estindar.' Estos tamices se em plean también para determinar la eficiencia del equipo de cribado y para analizar el funcionamiento del equipo de tri- turacién y molienda, Un tamiz de laboratorio consiste de ‘una superficie de tamizado, que es normalmente de alam- bre tejido, que forma aberturas cuadradas con tolerancias pequefias. Pueden obtenerse aberturas grandes con placa perforada, y aberturas muy pequeftas (20 a 90 am con tolerancia de + 2 um) utilizando metal electroformado,? La superficie de tamizado (tela) va montada en un arma- z6n cilfndrico que permite ensamblar los tamices uno sobre otro, normalmente en serie con las aberturas sucesivamente mas pequeftas de seriba hacia abajo (figura 9.1). Se emplean ademés ung tapa en la parte superior y un recipiente en el fondo para completar la serie vertical de tamices. La mues. tra por analizar se vacia sobre la tela superior y se sacude mecénicamente todo el conjunto, Después de un tiempo dado, se divide 1a muestra en fracciones de tamafto, con- teniendo cada fraccién el material que ha pasado por los tamices supetiores pero que no ha podido pasar por la tela ena que ha quedado, El hecho de que una particula pase por una abertura dada depende de varios Factores, los cuales se analizan con mayor detenimiento en la secci6n 9.6. Si el intervalo total de tamaftos de particulas es amplio en comparacién con Ja diferencia entre dos abercuras de tamiz sucesivas, las par- ‘fculas retenidas en cualquier tela pueden considerarse co- mo de un tamiafio promedio dado por la media aritmética de las aberturas de las dos telas 0 tamices que limitan la Sraccion, Debe recordarse siempre que este tamatio es pura- mente un didmetro nominal si las particulas son de forma irregular; aun entonces, tiene un significado real solamente si todas las partfculas tienen la misma forma general. Ya se consider en el capitulo 2 la conveniencia de tener ‘una progresién geométrica de los tamafios de abertura, y se 196 Figura 9.1 Principio del tamizado de Iuboratorio con un apilamiento 4e tamices. (Cortesia de Tyler Industrial Products.) introdujo un cierto ntimero de series esténdar tendientesa sa tisfacer este requisito, Estas series difieren principalmente en su relaciones entre los tamafios de la abertura y el calibre del alambre, Aunque los tamices siempre se han designado por su malla (el niimero de aberturas por pulgada lineal de teji- do), pueden entremezclarse las diferentes series porque las aberturas todavia pueden seleccionarse de manera que den ana serie geométrica aproximada. Empero, como la aber- tura es la designacién significativa, la prictica reciente con- siste en especificar el tamafio de la abertura y restar impor- tancia a las designaciones por malla, 9.1.1 Series de tamices Las series importantes de tamices se basan en los conceptos siguientes. (Las aberturas reales aparecen en el apéndice C.) Cribado y tamizado Serie de tamices US. Esta serie se basa en una tela que tie ne aberturas cuadradas de 1 mm, Las telas sucesivas tienen aberturas que varian segtin una relacion de 4/3. Los tamices se designan por el tamafio de Ia abertura, expresindose las aberturas de mas de 1 mm en milimetros, y las menores de { mm en micrémetros (micras). Los tamices tienen tam- bién una designacién alternativa por nimeros arbitrarios, Ja cual si bien es similar a la de conteo por mallas, no es n&cesariamente la misma, Serie internacional de tamices para pruebas. La Internatio: nal Standards Organization (Organizacion Internacional de Normas) ha recomendado una serie internacional estandar, y la serie U.S. corresponde a ésta, Consecuentemente, el andlisis de tamices que se destina a publicacién internacional debe indicarse en términos de las aberturas de la serie USS. Serie Tyler. Esta es una de las series de tamices originales de secuencie geométrica y todavia se usa extensamente. Difiere de la serie U.S. en que identifica las telas por una dlesignacin de malla y no de abertura, La serie esti basada en una abertura cuadrada de 0,0029 pulg (74 um) y un did metro de alambre de 0.0021 pulg (53 um). El digmetro del alambre més Ia abertura es igual a 0.0050 pulg (127 ym), de modo que la tela tiene 200 aberturas por pulgada lineal y se le conoce como la tela Tyler de 200 mallas o de ma- Ms 200. Las telas sucesivas tienen aberturas con una rele- cién de V2, aunque también se emplea una “serie doble”” con relaciones de /2. Serie briténica estndar, Estos tamices se basan en las nor- mas britinicas estindar para alambres, y estin ajustadas dentro de tolerancias para tener aberturas que son intercam- biables con Jas demas series, aunque las designaciones de rmalla son diferentes. 9.1.2 Sacudidores de tamices Existen varias miquinas para sacudir los conjuntos de tami ces, que ademas de eliminar gran parte del tedio del tamizado, dan resultados mas consistentes, En Is figura 9.2 se iustra una maquina tipica. En general, estas maquinas transmiten tun movimiento circular consistente y un movimiento verti- cal de oscilacin a las particulas; dichos movimientos no s6lo exponen repetidamente a las particulas en las abertu- ras, sino que también minimizan el “cegamiento” v obs- ‘truccién de las aberturas por particulas ligeramente mas grandes que éstas. Aun asf, generalmente, ocurre el cega- miento, y para obtener resultados exactos, la cantidad de material que queda retenido en cualquiera de los tamices al final de una prueba no debe tener un espesor mayor de tuna 0 dos particutas. (Un eéleulo demostraré que ésta es a menudo una cantidad sorprendentemente pequefia.) El logro de una alta exactitud se complica atin més por la av Cribado Figura 9.2 Sacudidor de tamices para laboratorio, (Cortesia de Tyler Industral Products.) sencia de un punto final real de una operaci6n de tamizado, Este problema se “resuelve”, por lo general, haciendo el tamizado durante un tiempo fijo que se supone suficiente, Se han desarrollado métodos para estimar los puntos fina- les reales®’* (por ejemplo, la ecuacién 9.10), pero cuando se requiere ese grado de exactitud, puede también ser con: veniente calibrar las aberturas del tamiz, en vista de que la abertura de designacién es en realidad s6lo un valor nominal que esté sujeto a tolerancias de manufactura, 9.13. Tamizado manual Cuando no se dispone de un sacudidor de tamices, tiene que recustirse al tamizado manual. Si bien el proceso es muy Iaborioso, debe aplicarse un procedimiento regular como ‘el recomendado por la American Society for Testing and Materials (ASTM) si se pretende obtener resultados repre- sentativos.> 9.1.4 Tamizado en biimedo y en seco Un problema comtin en el tamizado es la adherencia de las particulas muy finas a las partfculas més grandes o entre ellas mismas, que ocurre como resultado de Ia atracci6n electrostética 0 de la tension superficial que se origina por la presencia de pequefias cantidades de humedad. La mejor solucién para este problema consiste en hacer un tamizado inicial en himedo de una muestra llevada a la condicién de pulpa en la tela més fina que ha de usarse,utilizando el agua adicional que sea necesaria. Tanto las fracciones de so- bretamafto como las de subtamafio se recuperan y secan, y la primera se tamiza luego en la forma normal, 197 9.2 CRIBADO Comiinmente se utlizan cribas para la separacién por tama- fos en conjunto con las operaciones de trituraci6n; pero hay muchas otras aplicaciones que se describen en la tabla 9.1,° con el equipo que s¢ usa en casos tfpicos.¢"!" En la indus ‘ia minera raras veces se emplean las cribas para separaciones abajo de 0.2 mm, porque tienen capacidad inadecuada; sin embargo, hay en la actualidad plantas que emplean super- ficies curvas de ctibado para separaciones hasta de SO 1m, fen vista de que estos dispositivos logran separaciones mas ‘Tebla 9.1 Tipos de operaciones de cribedo, Overacién y descripcn Tipo de criba Depuracién primaria: Eetrictamente, la separacién de una pequeta cantidad ‘de material de sobretamafo de une alimentoci6n formada Gruetos: parila, Intermedios y finos: igual que lo veade pare separaciones. predaminantemente por finos ‘Tipleamente la separacién de material de sobretarnafo de una alimentacién con, aproximedamente, un maximo de 5%} de sobretamato y un minimo de 50% de tamatio medio, Separacion, gruesos: Le separacién de un tamaio a 4,75 mm y mayor. CCribas vibratories, horizontales 0 inclinados. Separscién, intarmedios: La separacién ‘de un tamato menor de 4,75 mm y mayor de 425 um. Cribs vibratoriae, de alta velocided, tamizedoras y cribas ccentrifugas, Temices cextéticos. ‘Separacibn, finos: Separacién CCribas de alta velocided, ‘de un tamafio menor de tamizadoras y 425 um, centr uges. Tamices estdticos, Eliminacion de agua: Eliminacién del agua libre de una mezcla de Sélidos-agua, Generalmente Timitada a tamaios de 4.75 mm Y mayores Cribas vibratorias horizontales, inclinadas (alrededor de 10°), y contrifusas Tamices estéticos. Separacién de bacura: Seperacién de materia extrata de un material procesado. Esencialmente una forma de operacién de depuracién. El tipo de criba depence del intervato de tamafos del material procesedo. Cribs vibrators hhorizontoles 0 inelinadas. Cribas tamizadoras y centrifugas, Tamices was aplicaciones: Deslamado, transporte, recuperscin dé medios, concentracién, Cribas vibratorias: horizontales 0 inclinadas, Cribas oscilatorias y ccentcitupas, Temices Cribado y tamizado 198 pepeoran 1 opusuen ue ww se =p a © street mpe0e0 seisndp seq 27 ota sins ey pepIIGeGDIE ow Bo ene 3p 0001-008 = a8 vane B38 peau Oo ooo even ungue op sane esomanana omunp neater |S ererereennets we ona pepmoiss ny euior us enbeas |2 & epauny va soesedes 08-09 peta e909 8019 sinyinuny — sraparoycneer [2 sustieg 0800 opauny uo uot:s outer ap vomeedst —_ssounus ‘ome va woes seo.augauon t}pcne (or6ents ‘ins 04 @09 0208 ue 0 wes Javed apand ep=utpur epauiny vs suo ede ost apa beep ensoxe 0 09 2a jreredar 1 “voneses Te epenoo 33 use popup Bf za zo 38 epeseiop vot enb us6 ents) apacyusons |S 2 oun gy eu 20 wana apewior |S 5 ejeustut ua saoineieg evevornisg erin weugoawuny | & pon 33 orcas ap sauoynit ope ode sol 9p ausojiin ou 83 |ewortioy wea uosesedo un sunuerprow win} oad opeas 2 un ieuatstuied “sent ap sive ‘a0 oy aspen rovows (55 svociunn ap upsoee) rons ap upoesedas sun ‘eat v3 so1ypos ap asniaens | 3 wa “reer eros ap eu) - cud ous setvSionp ies pepiigegoideg a. ig | BS ‘ipend #8957 5 ovus}ueoa eavert! ‘pd Pepiiaeqond ap ewes seropeiqant 399 ‘lt 1 VOR v9 (es6enoy) —ojowiatesed ey seusnges 10096 tue woeindeg levees apisedns ——_senenesip ssons0 109 Ieuoiouenuen neg ap auseens rude veanurne seerusnap A elenven suogeondy ——“peproren oxuanwon woroanossg uppoeayiers ——_seony aoe seq) ap soda sajeaioune 26 199 Cribado sernenpor 58 v8 (0088 ua ‘peq19 96 semana ated Oopeunyue"ut Sp qu epedes ofa wos me tr 2) 196199 syst “meee Trew ew sovopemast ———_suorevades se bd wrap ea one opea10 97 cpmige man reeswpmowy ——«sumureausburm 9s 0e-00) «we raz oumuNOn! -myroso voncns cavers sionap op owsiis rr ‘exuqutunum 90180 wu os le “sepues6 soyewer 9p eisey sovewern 5 nd voor vos suse wapond Es soyewer 10d voroesedat Se ww Be 0001-Sz_ S woques ap uorsevedaid wos ia Secu 2 emt oe: 06 ens 0104 sor eptenasas so oss yen eo | pean pe (635 0084) spsompocneep ang pRPINROId 006m of mt @ peu en smvocnen ea cro opens up ores sau 52 > ea cope sisuenoutd [Bo sevonein sa}, Fn sepeuyou sag wer fie snes sxpaysen pepooimn |B 3 so se esnenuis serspserewea's 0000-009 od teu amano peau op soxpoons crower “ope cumanon dS Jona eosutewe one ‘pven eatin sor ieee -wi 002 9 eae aspen e109 oe _opeic ap pus coon enon we od env ‘eve sump s2peprs80e> eunsepus ua wt O02 ww gz > eleg I I [=o ee Figura 9.3 Tipos bisicos de cribas y su claificacion. precisas que las que pueden lograrse con los clasificadores himedos. Fl equipo de cribado puede clasificarse en general (figu: 12 9.3) como estacionario 0 dinémico, dependiendo de que Ja superficie de cribado sea fija o mévil, Ambas cribas, la es- tacionaria y la dinamica, pueden subdividirse también en cribas convencionales 0 de probabilidad, dependiendo de que el paso de las partfculas sea determinado por princi- pios de restricci6n o estadisticos, Las cribas dindmicas pue- den a su vez caracterizarse atin més de acuerdo con el mo- vimiento mds significative que se imparte a la superficie de cribado. Los tipos bésicos de cribas se describen en Ia ta- bla 9.2 y la figura 9.4 muestra el intervalo de los tamafios de partfculas que cada una es capaz de tratar. Algunas de estas cribas aparecen ilustradas en Ia figura 9.5. Las cribas vibratotias son las que més se emplean actual ‘mente, y se han disefiado en una variedad tan grande que este grupo en particular puede clasificarse atin més de acuer- do con: 1, El movimiento vibratorio real de la superficie de cri bado. . Elgar en que se aplica el movimiento vibratorio, . La forma en que se genera el movimiento vibratorio. . La naturaleza de la superficie de cribado, 5. La forma en que esta sostenida la criba, pRer Los conceptos 1-3 asf como los efectos resultantes apare- cen resumidos en la tabla 9.3; las superficies de cribado se analizan con mayor detalle en Ia seccidn 9.3, Se emplean dos tipos basicos de soporte: el de bastidor y el de suspen- sidn, siendo esencial el primero para las aplicaciones de ser- vicio pesado. Cualquiera que sea el tips de soporte, debe diseftarse para minimizar la transmision de la vibracién al edificio. Esto requiere del uso de resortes o de montantes de caucho, aunque la mayoria del amortiguamiento se logra realmente por contrapesado, 9.3. SUPERFICIES DE LAS CRIBAS La superficie de una criba ese! medio que contiene las aber- turas para el paso del material de subtamafio. La seleccion Ge dicha superficie parece ser engaftosamente simple. La superficie debe ser suficientemente fuerte para soportar el peso del material que se esté cribando, y sin embargo, suficientemente flexible para ceder a las fuerzas vibratorias que s¢ le aplican, A la vez, también debe ser suficientemen- te ligera para proporcionar un porcentaje razonable de rea Figura yea samanus \pitos ue eyaian we WS pus vane oe cribas. 202 Figura 9.5 Seleccién de ctibas industriales. a) De parrilla. (Cortes de Taiple/S Dynamics, Inc.) 8) De parrilla de rodillos. (Cortesia de Jniversal Engineering Corp.)c) De tambor giratorio, (Cortesia de Bar- ber-Green Co.) d) Totalmente cerrada, inclinada de dos cubiertas (Cortesia de FMC Corp.) ¢) Vibratoriaeleeteamagnétic, con la str perficie de cribado calentada elgctsicamente, (Cortesia de Tyler Industrial Products.) f) De tres cribas arménicas en sefie, con pen- diente decreciente para mantener el espesor del lecho, (Costesia de KUD Humboldt Wedag AG.) x) De probabildad, (Cortesfa de Fi Arik Mogensen AB) #) De superficie curvads, mecanicamente re- versible, (Cortesia de Heyl & Patterson, Ine abierta para dar un tonelaje de procesamiento adecuado. E] problema se complica ain més porque las superficies de cribado se fabrican en una variedad de tipos, formas, tama- fos y materiales, a menudo con sutiles variantes que se ori- gintan por los distintos procesos de Fabricacién que son lige- ramente diferentes. En consecuencia, deben consultarse los Cribado y tamizado ‘Supatticie. cuveds Entrada de ts simentacion Boquile de Caja. simentacion x Mecanismo feinversion ccatélogos de los fabricantes de superficies de cribado pos la vvasta cantidad de informacion que contienen. Bésicamente, cada situaci6n de cribado es Gica, y la selecci6n final siem- pre se hace por tanteos. Pueden distinguirse tres tipos bésicos de superficies:” los de “placa” punzonada 0 perforada, los de “tela” tejida p18 Superficies de las eribas 204 ‘Tabla 9.4 Superticies de las cribas, Cribado y tamizado DE MALLA: Con dobleces ondulados_ DE BARRA PERFILADA: Secclones transvorsales ooo very VUVY UVUU Pisdy TITY loners ¥y los de “*barras” perfiladas. Aunque ha habido muchos ade lantos relativamente recientes en estos tres tipos, las super- ficies de tela tejida todavia representan més del 75% dé los tipos emplesdos. 9.3.1 Placa perforada La superficie de placa perforada se hace punzonando aber- ‘ras en Ja placa de acero; en la tabla 9.4 se ilustran las dis- tintas aberturas que hay disponibles. La placa perforada ge- neralmente tiene mayor duracién que la tela de alambre telido, y es mas fuerte y més rigida. Sin embargo, como es més pesada y tiene menor capacidad que la tela de alambre, generalmente se le limita a separaciones gruesas en las que Ja carga que soporta la superficie es grande, La placa perforada puede obtenerse en und variedad de materisles como aceros templados, aceros inoxidables y materiales especiales resstentes a la corrosion, como el Monel. Las superficies de caucho'S~!” ofrecen algunas ventajas potenciales respecto al metal: en particular una vida més larga, porque el caucho se deforma s6lo temporalmente ‘bajo la carga; menor cegamiento, debido a la elasticidad de la abertura (la coal puede también llevar conicidad hacia afuera desde la parte superior). disminucién considerable del tuido y protecci6n a los materiales blandos durante e! cribado, En algunos casos, la elasticidad de la superficie puede motivar una reduccién de la cantidad de oscilacién, con la consecuente mayor duracién de los cojinetes. Sus desventajas son una fesistencia limitada a altas temperatu: a8 y un menor porcentaje de drea abierta en los interval de tamafos més finos Estas superficies se hicieron origi- 16-17 Superficies de las eribas Figura 9.6 Superficies de crita multivibradora (Flipflow). (Cortesta de Krebs Engineers) nalmente uniendo caucho a la parte superior de la placa de acero, pero el procedimiento moderno consiste en usar dos capas de caucho de diferente dureza. El costo inicial del caucho puede ser de dos a cuatro veces mayor que el del acero, pero su vida potencialmente més prolongada puede resultar en un costo total significativamente mds bajo. Se emplea plistico perforado en la criba multivibradora (Flipflow), la cual puede usarse para tratar materiales abra- sivos, himedos 0 pegajosos' 9 (figura 9.6). 9.3.2. Tela de alambre tejido Es posible obtener grandes hojas de alambre metilico tej do, con innumerables especificaciones para cubrir diversas relaciones de abertura a alambre, tramas, formas de aber tura, formas de alambre, materiales del alambre y bordes. La tela puede clasificarse como preformada o plana. En el primer tipo se da forma al alambre en una méquina do- bladora para producir la ondulacién o el doblez deseados, ¥y luego se teje en forma de tela en un telar. Normalmente, este método se usa para aberturas mayores de 1.5 mm, En la tabla 9.4 se describen tres de las ondulaciones més co- munes, Para distinguir las dos direcciones del alambre, a los alambres que corren a lo largo de la riba se les Hama alambres de alma o armaz6n, y a los que corren transver- salmente a la criba se les lama alambres de trama o de relleno. Lo més comiin es que las aberturas de las telas tejidas sean cuadradas, pero a veces se usan aberturas rectangula- res. En la tabla 9.4 se describen algunas formas tipicas de aberturas. ‘Aunque la tela tejida se fabrica normalmente de alam- bre redondo, en cantidad limitada se hace de alambre de 205 seccion cuadrada, del cual se dice tiene mayor resisten- cia al desgaste. Esta tela puede ser una alternativa de la placa de acero punzonada en algunas operaciones de tra bajo pesado. Deben tomarse en cuenta tres propiedades importantes al seleccionar un material para malla: la abrasién, la fatiga y Ia corrosién, Los aceros con alto contenido de carbono dan un rendimiento satisfactorio en muchas aplicaciones, particularmente tratandose de aberturas grandes, si bien los aceros templados pueden ser necesarios para oponer resis- tencia a la alta abrasion, En algunas telas de alambre prefor- mado, el desgaste es mayor en el lado de contracorriente del alambre, y a menudo puede obtenerse una vida til mis larga volteando la superficie, extremo por extremo. En los casos de impacto severo, los aceros al manganeso son supe- riores, pero debe recordarse que estos aceros tienen que endurecerse por trabajo para obtener su rendimiento mé- ximo. Frecuentemente el acero inoxidable es preferible en medios corrosivos como el cribado himedo o el criba- do fino abajo de 850 um. En algunas situaciones puede lograrse resistencia satisfactoria = la corrosién con acero galvanizado, pero otras situaciones pueden requerir de ma- teriales mas costosos como bronce fosforado 0 Monel. Tam- bién se fabrican telas de fibras naturales y sintéticas, pero éstas normalmente son incapaces de resistir los rigores de las operaciones de procesamiento de minerales. Reciente- mente varios fabricantes han comenzado a oftecer telas sintéticas reforzadas de caucho poliuretano."® Aunque ini- cialmente son mas costosas, los fabricantes garantizan que mediante su empleo se abaten los costos totales de ope racién, en comparacién con las telas convencionales, de- bido a su larga vida y a la reduccion de la obstruceion de las aberturas. Ademis, el ruido se reduce notable- mente, El tipo de acondicionamiento de los bordes (o tira de enganchado) que se pone en los bordes de trama de la superficie de la criba para facilitar su montaje, depende esencialmente del didmetro del alambre, Pueden surtir se telas con alambres de didmetro menor de alrededor de 2.5 mm con refuerzos metilicos en los rebordes para evi- tar dafios al tensar la tela durante su instalaci6n. Los alam- bres de didmetro mayor, entre alrededor de 2.5 y 6 mm pueden simplemente engancharse, mientras que a los de digmetro mayor (> 6 mm) se les puede soldar una barra de acero, un Angulo o un gancho al extremo recto de los alambres de trama, Las telas mds finas se mejoran mediante la aplicacién de refuerzos adicionales en la superficie inferior, ya sea en Ja forma de barras cruzadas 0 de una tela de malla abierta (Ge preferencia de alambre preformado con la parte supe- rior plana). Con cualquier superficie de cribado, es una buena practice tener la superficie dividida en secciones, de manera que s6lo una parte de la superficie tenga que ser cambiada cuando ocurra una falla. 206 9.3.3. Superficies de barras perfiladas La superficie de barras perfiladas también se conoce con las denominaciones de superficie formada semipermanente © superficie de cubierta de barras.1!~!-!9 La terminolo- gia miltiple es el resultado de que este tipo de superficie se use para cribas estéticas y dindmicas. Estas superficies se fabrican de bartas paralelas sujetas a miembros transver- sales més robustos. En la figura 9.4 se ilustran algunas de la gran variedad de superficies individuales que se oftecen para cribas dindmicas. Las superficies de barras perfiladas se caracterizan por una superficie superior lisa y por su re- sistencia al cegamiento, por lo cual, son particularmente adecuadas para tres situaciones: 1. Lavado de tamafios finos, asf como eliminacion de agua de los mismos. 2 Clasificacién por tamaftos cuando el cegamiento re- presenta un problema, 3. Tratamiento de partfculas de forma anormal, tales como astillas © pequeilas Iajas. El ejemplo clisico de este tipo de superficie, que se emplea principalmente para operaciones de depuracién primaria de tipo pesado, es la parrilla (figura 9.5a). Si bien, original mente fue s6lo una riba estética, también se construye en la actualidad como criba o parrilla vibratoria, Casi en el otro extremo de la escala esta una superficie de cribado relativa- mente reciente (dindmica) construida con alambre tipo piar no de acero de alta resistencia a la tension." La superficie curvaia de cribado (figura 9.5h) es otra criba estatica espe- cial, adecuada para separar part{culas finas que normalmer- te obstruyen la riba convencional. Sin embargo, Ia sepata- cién por tamaiios con este dispositivo la determina no tanto la abertura entre barras, sino ei desplazamiento aparentemen- te vertical de las barras, el cual ocasiona que una parte de la cortiente de pulpa se separe por sangrado (figura 9.7). (En realidad no.es esencial una superficie curvada para la opera- cin de estos dispositivos, los cuales pueden trabajat con una superficie recta ¢ inclinada,) Normalmente, el tamafio de las partfculas que pasan por la superficie es menor que Ja mitad de la abertura. Si se agregan sacudidores™ o se sim- plifican las ondulaciones* de la cara posterior de Ia super- ficie de cribado, pueden usarse estas superficies con buenos resultados para separaciones hasta de 45 ym, 9.3.4 Superticies de probabilidad Actualiente se ofrece una variedad creciente de diseftos de cribas de probabilidad a medida que se valoran las ven- tajas de este método, Aunque el equipo parece a menudo ser muy diferente en cuanto a disefio (parte IM, ilustracién de pigina completa; figura 9.5g), el mecanismo de opera cin es basicamente el mismo que el de una criba conven- Gribado y tamizado Alimentacion Ly Producto de subtarnano Producto de sobretamaiio Figura 9.7 lustracién esquemitica él principio de operacion de luna superficie curvada para tamizado, (Coctesia KHD Humboldt Wedag AG.) cional, como también lo son las superficies de cribado, es decir, tela tejida® o barras (ya sea fijas™ 0 giratorias!#:*), 9.4 CARACTERISTICAS Y EQUIPOS AUXILIARES*> Los canalones de alimentacién o tobogantes son una parte importante de toda unidad de cribado, Deben disefiarse y ajustarse de manera que el material entre @ la superficie de cribado @ lo largo de su eje longitudinal; cualquier descenso vertical debe mantenerse a un minimo absoluto. Por otra parte, el material debe entrar a is superficie de cribado dis- tribuido uniformemente a todo el ancho de la criba, Estos factores aseguran la maxima utilizacion de la superficie de eribado y su accién, El cribado “himedo” real, en el que las particulas x suumergen en agua para evitar que se peguen entre sf, es rara ver prictico porque se suprime Js accién de cribado, Las artesas de repulpeo (figura 9.82) son una alternativa; una segunda es utilizar una serie de rociadores (figura 9.85), Caracteristicas y equipos auxiliares Figura 9.8 2) Artesas de repulpoo, (Cortesfa de Tyler Industrial Pro- ducts.) b) Rociadores para Cxibado hiimedo. (Cortesfa de Pirand Qua my.) si bien este método requiere cantidades considerables de agua y puede necesitar de sistemas de recuperacién de la misma, Estas situaciones de cribado himedo en las que el agua es un auxiliar para el etibado, no deben confundirse como una operacién tal como la de la superficie curvada de cribado, en Ia que el agua es esentcil para el transporte de la pulpay la accién de separacién por tamafios, Si el polvo es un problema durante el cribado, existen dos soluciones posibles: el cribado hiimedo y las cubiertas colectoras de polvo; se utilizan éstas dtimas en donde el cribado himedo es impréctico. La mayorfa de los fabrican- tes pueden suministrar cribas totalmente encerradas, las cuales, en caso necesario pueden conectarse a sistemas de extraccién de polo (figura 9.5d). Las cribas existentes pue- 207 den modificarse para adaptarles rociadores, y hasta las sim- ples cubiertas contra polvo pueden ser efectivas para bajar los niveles de polvo: pero debe tenerse cuidado, porque cualquier peso adicional puede tener un efecto significa- tivo en el movimiento de la eriba, Un problema comin de las cribas es el “cegamiento” o “tapado” de las aberturas de la criba con partfculas que son apenas ligeramente mayores que éstas. El problema tiende a volverse més persistente al disminuir el tamafto de la aber- tura, y puede traducirse en una reduccién significativa de Ja capacidad, El cegamiento puede minimizarse a menudo dando el movimiento correcto a la criba*® utilizando un ‘material de superficie adecuado, pero puede ser necesario uti lizar métodos suplementarios en muchos casos, Si el pro blema se produce por la presencia de pequefias cantidades de humedad que vuelven pegajoso al material, pueden em- plearse telas de eribado con calefaccién eléctrica. Este mé todo puede duplicar el costo inicial de la criba; empero, los, costos de operacién pueden reducirse al prolongarse la vida de la superficie.27"%® Como alternativa, puede instalarse tuna flama de gas por debajo y paralela a Ia superficie de la criba, pero se presentan dificultades obvias con este méto- do. En las cribas con aberturas comprendidas entre 0.5 y 5.0 mm, las cubiertas de bolas (figura 9.9) son adecuadas para los casos de cegamiento severo. ‘Aunque los métodos anteriores incrementan la capaci- dad, generalmente no elevan la effciencia de separacion porque las particulas finas permanecen adheridas a las par- ticulas més grandes, oo° insta de botas, Figura 9.9 Naturaleza y operacién de una cxiba (Cortesia de FMC Corp.) 208 9.5 MEDIDA DEL RENDIMIENTO DE LAS CRIBAS Se aplican dos criterios para evaluar el rendimiento de las eribas: el de capacidad y el de eficiencia. La capacidad es fcil de definir; es simplemente la cantidad de material que se alimenta a la criba en la unidad de tiempo (estrictamente por unidad de drea de la superficie de cribado). En realidad, la “capacidad” es un parimetro que carece de significado a ‘no ser que se mencione también la eficiencia. Como es ti pico de los procesos de separacién, la capacidad y la eficien- cia son, por lo general, requisitos en conflicto. A toda eriba se le puede aumentar su capacidad, pero dicho aumento se ogra muy probablemente a expensas de la eficiencia. ‘Aunque se espera en forma intuitiva que una ctiba pro- duzea una separacién perfecta, no sucede asf (como se ex- plica con mayor detalle en la seccién 9,7). Se vuelve por tanto necesario expresar la eficiencia de una separacion por cribado, Pueden aplicarse distintos métodos, pero el mejor es el que utiliza las curvas de rendimiento que se des- criben en el capituto 3, Como las curvas de separabilidad de Jos conjuntos de sobretamafio y de subtamatio (figura 3.5) no se traslapan (lo cual puede no ser estrictamente cierto si, por ejemplo, el material es de composicién o de forme heterogénea), 1a curva de rendimiento es en esencia una medida del rendimiento de la maquina dnicamente. A di- ferencia de las curvas de rendimiento reducido de los cla sificadores y de algunos dispositivos de separaci6n por gra- vedad, las curvas de rendimiento reducido de las cribas dependen de la operacién de la maquina asf como de su disenio. Debido a que las curvas de rendimiento dependen en gran medida de las condiciones de operacién, se emplean fen la industria medidas més simples (pero mucho menos informativas) de la eficiencia, Existen dos métodos dispo- nibles, dependiendo de que se tenga interés en separar el ‘material de sobretamafio o el de subtamafto, Para este alti mo, la eficiencia ny, se define como % de masa de alimentacion que llega al producto de subtamaito fracci6n de masa del subtamafto real que hay en la alimentacién (determinado por tamizado) "ws @.) Lo mis comin es que el sobretamaito sea importante, como por ejemplo, en la trituracién en circuito cerrado, y en este caso Ia eficiencia m9, puede definirse como % de masa del sobretamaiio real que hay en la alimentaci6n (determinado por tamizado) fracci6n de masa de Ta alimentacién que queda en el producto de sobretamatio Nos = (9.2) Cribado y tamizado Estas condiciones se basan esencialmente en la cantidad de material fuera de lugar que, bajo la premisa de que la superficie de cribado no tenga roturas, debe estar formado inicamente por particulas de subtamafo, La limitacion de estas definiciones es que no dan importancia alguna al tama- fio de las patticulas mal ubicadas en relacién con el tamafio de la abertura. Esto es significative porque son las particu- las cuyo tamaio es aproximado al de la abertura (particulas cercanas a 1a malla) las que causan los problemas en el cri- bado, teniendo dificultades para pasar 0 cegando la super ficie de la criba, 9.6 FACTORES QUE AFECTAN AL CRIBADO. Son varios los factores que determinan la rapidez con la cual pasan las partfculas a través de una superficie de eri- bado, y como se ilustra en la tabla 9.5, pueden dividirse en dos grupos: los relacionados con las propiedades de las particulas y los que dependen de la méquina y su opera: cidn.2%-® En realidad, muchos de los Factores son inter- dependientes y no pueden considerarse en forma aislada. Por ejemplo, la rapidez con que pasa él material sobre la superficie de la criba es también importante, ya que de- termina el espesor dei fecho y el tiempo de residencia, De hecho, depende de las caracteristicas de 1a méquina tales, como el dngulo de inclinacion, la amplitud, Ta frecuencia y el tipo de la superficie de cribado, asi como de propieda- des de las particulas tales como la forma y la distribuci6n de tamafos en la alimentaciOn. Mucha de la informacion que se ha publicado acerca del rendimiento del tamizado y del cribado es empfrica, y aun- que los datos estan a veces en conflicto, se indica el signifi- cado relativo de la mayorfa de los parémetros, ‘Tabla 9.5 Factores que afectan el eribado Factores de! materia! Factores dele méquina Densidad global Superticie dela criba: érea porcentaje de frea abierta Forma de a curva tomato de le de distribucién de abertura tamafos forms de ls abertura espetor Forma de las partfovlas Vibracién: amplitud Humedad de ls superficie frecuencia direccién Angulo de inclinacién Método de olimentacin de la eri tores que afectan al cribado 9, Tamaiio relativo de particula y abertura ‘Uno de los factores més importantes en el cribado y el ta mizado es el tamafio de las particulas con relacion a la aber- tura. El hecho de que la particula pase o no a través de la abertura es primordialmente un problema estadistico. En la situacién més simple, la probabilidad de paso en un in- tento es la relaci6n del drea disponible para el paso al érea total sobre la cual puede caer la particula, Para una particu- la esférica que cae verticalmente a una abertura cuadrada, Gaudin** demostré que la probabilidad de paso p se expre- sa por = (P=) PND, ¥ Dw. (Dg, = longitud del lado de ta abertura; Dy = diémetro del alambre). Si se toma en consideracion el hecho de que las particulas pueden pasar después de la deflexién desplazeda de un alambre redondo, entonces (D4 + Dy) — (Dy * de) cos 6 (Dy + DF (9.3) (9.4) [cos 8) = el Angulo medido arriba de la horizontal al que la particula se desvia del alambre y se dirige contra el ecuador del alambre opuesto y estd expresado por 1+ Vi + 8K? 08 6) = Gg en donde _ 2D, + Dy = dy BO De = de Mogensen™ ide6 una relacién para tomar en considera- cin la inclinacién 6 de la superficie de la criba: (Dy + bDy ~ del{(Dy + Dy) cos 6 o) D, ? (D, + DwliDa + Dy) cos 6) (9.5) (6 = una funcién que disminuye al aumentar do/D, ; como aproximacién puede suponerse que es 0.2, 0.15, 0.10 y 0.05 cuando do/D, tiene un valor de 0.3, 0.4, 0.6 y 0.8, respec- tivamente). Sin embargo, aun unas relaciones tan rigurosas como éstas no abarcan otros aspectos pricticos, tales como la incapacidad de las partfculas de actuar en forma indepen: diente (secci6n 9.7) A pesar de sus limitaciones, estas ecuaciones pueden uti lizarse para ilustrar dos caracterfsticas significativas. Consi- dérese Lo que ocurre cuando la probabilidad de paso es la misma para fodos los intentos de paso y para todas las par- 209 ‘Tabla 9.6 Probobilidad de que una particula esféris pase por une sbertura cusdrada, Probebilided de paso, % en 1,000 intentos ‘20 10 intentos 40 2a 0.0 99.0 100.0 100.0 = 1000 on 975 100.0 100.0» 100.0 02 a8 999 100.0 100.0, oa 239 988 1000 ©1000 08 870 862 100.0 ©1000 og aE 430 100.0 100.0, 09 63 4s 998 100.0 09s 18 4a 343 98s 099 0 02 72 165 1.00 ° ° ° ° (segin Gauain.") ticulas. Puede sustituirse la masa total de subtamafo Mf por m en la ecuaci6n 3.3, y la fraccion de subtamafo que per manece M/M, sobre la criba después de m intentos se obtie ne mediante la ecuacion M m7 (ley 9.6) Esta ecuaci6n puede combinarse con la ecuacion 9.4 (o la ecuacién 9,3). En la tabla 9.6 se presentan algunas cifras representativas.®* Puede considerarse que el caso de 10 in- tentos tepresenta al cribado industrial, y que el de 1000 intentos representa al tamizado de pruebas. Los datos ilus tran las dos caracteristicas significativas: que en la préctica ninguna separacién tiene probabilidades de ser completa, y que la probabilidad de paso disminuye répidamente al aproximarse el tamafio de las particulas al tamano de la abertura, Se desprende que la distribucién de tamafios de particu- Jas es también significativa, ya que el nimero de la media del tamafio (dy 1) y el intervalo de tamafos determinan el niimero de particulas cercanas a la submalla, Si este ni mero es alto, se requeriré de un tiempo prolongado pare que una proporcion significativa de éstas pase a través de la su- perficie, Por tanto, una regla prictica es no intentar cribar particulas cercanas al tamafio medio. Cuando sea necesario, es aconsejable en particular tener aberturas de sobretamafio. 9.6.2 Superficie de la criba Porcentaje de érea abierta. La base para escoger un tamatio especifico de abertura es obviamente el tamaio de partfcula que necesita ser separado. Es més dificil la seleccién del di 210 metro del alambre (0 del tamafio de la barra). Mientras me- nor sea este dimetro, mayor ser4 el porcentaje de la super- ficie que esté disponible para el paso de las particulas, y en consecuencia mayor sera la capacidad por unidad de dea, Ademés, las particulas tendrin una mayor oportunidad de paso en cada presentacién, fo cual resulta en mayor eficien- cia, Por otra parte, un alambre més grueso es mas resistente a la ruptura y al estirado, y por tanto tendré una vida mas prolongada. A su vez, la mayor superficie del alambre es también mas susceptible a la acumulacién de material hi- medo y pegajoso o de finos. Esto y la malla mas rigida pue- den conducir a mayor cegamiento, con una ulterior reduc- cién en rea abierta, Nuevamente, la distribucién de tamaitos es también importante, ya gue ésta determina la proporci6n de material que es de 1a 1} veces el tamafio de la abertura, Ja causa principal del cegamiento. ‘Se desprende que Ia selecci6n de una superficie esencial mente est en funcién de la superficie que produce un pro- ducto dado al minimo costo total, En la préctica, el drea abierta puede variar de 20 a 80%. Forma de Ia abertura, Aunque las aberturas cuadradas son las més usadas por su facilidad de construccién, algunas ve- ces se justifican otras formas. Pueden obtenerse todos los tipos de superficie de cribado con aberturas rectangulares 6 ranuras, las cuales proporcionan una mayor érea de cri bado, menos susceptibilidad al cegamiento y un paso mis facil de las particulas alargadas. Ademés, la probabilidad de paso a través de una abertura rectangular es mayor. Estos beneficios conllevan la desventaja de una clasiiacion por tamafios ligeramente menos exacts. a orientacién de fas ranuras rectangulares es relevante. Las ranuras que corren paralelas al eje muestran el maximo desgaste pero aumentan al méximo la capacidad y el paso de las particulas alargadas, las cuales se orientan por si mis- mas a lo largo del eje de la criba, Por otra parte, las ranuras que corren transversalmente a la criba dan todavia una ca pacidad mayor que las aberturas cuadradas, a la vez que tra bajan con un mejor equilibrio entre la capacidad y el des gate. Con place perforada pueden usarse aberturas circulares. Estas proporcionan la clasificacion por tamafios mas exac- ta, aunque para que pase un tamafo dado de particula por una abertura circular tiene que ser de 10 a 40% mayor (li realmente) que una abertura cuadrada. A la vez que pro- porciona una oportunidad regular para el paso porque la particula no puede sostenerse sobre la barra, el escafonado de las aberturas redondas results también en una fraccién mayor de frea abierta, El concepto de aberturas escalonadas ¢s prictico y benéfico en cualquier superficie perforada, Abertura y didmetro del alambre, Puesto que la capacidad es aproximadamente proporcional a la abertura, el tamafio de separacién determina la capacidad de Ia criba. Esta re- Gribado y tamizado laci6n resulta normalmente en cribas oscilantes con aber- turas menores de G.2 mm con capacidad insuficiente para ser usadas industrialmente, aunque las cribas fijas como las superficies curvadas de cribado se emplean con todo éxito abajo de dicho tamafo, particularmente para molienda gruesa en circuito cerrado. Un mayor didmetro de alambre o espesor de barra signi- fica que las particulas tienen que pasar a través de un mayor espesor de la superficie de la criba, y esto también hace ba- Jar la capacidad, Tamaio de la superficie de cribado. La capacidad es casi di- rectamente proporcional al ancho de la criba. Una mayor longitud proporciona mayor oportunidad al paso de par ticulas, aumentando primordialmente I eficiencia pero aumentando s6lo ligeramente la capacidad,** como se ilus- tra en la figura 9.10. La experiencia demuestra que la lon- gitud de la criba debe ser de dos a tres veces su anchura, ‘aunque en situaciones especiales esto no es posible; por ejemplo, un espacio restringido. Angulo de inclinacién, A medida que se aumenta Ia incli- nacion de una ctiba, la abertura se reduce efectivamente por el coseno del angulo de inclinacién. Al mismo tiempo, 1 material se mueve a través de la cxibe con mayor rapidez, ¥ hay indieios de que la estratificacion es también mis ré- pida.® Iniciaimente, por tanto, el lecho es delgado, lo cual casiona que se eleven tanto la eficiencia como la’ capaci: dad; pero eventualmente, la abertura decreciente y el bajo tiempo de residencia se traducen en una disminuciGn de la eficiencia. La mayorfa de las eribas trabajan por tanto Op- timamente a dngulos de 12 a 18°, aunque algunas cribas estin disefadas para trabajar a ngulos muy reducidos y algunas cribas vibradas electromagnéticamente pueden te- ner inclinaciones hasta de 35° (figura 9.5e). | Taw Loagius, 1.6.0 Consitud, 0.8 Efciencia, % Fapider de slmentacién, tonsibe Figura 9.10 Efecto dela rapidez de alimentacién y dela longitud en Ia eficiencig de cribado (obtenido con la ecuacion 9,1 0 la 9.2), (Se sin Gluck.) Factores que afectan al eribado Amplitude ls vibrocisn, mm g Porcent Figure 9.11 Dependencia de la eficiencia de cribado, de la amplitud la frecuencia de vibracién, (Segin Dalla Valle? 9.6.3 Movimiento de Ia criba El propésito principal del movimiento de una eriba es pre- sentar repetidas veces las particulas alas aberturas para que pasen; pero ya sta directamente, o con ayuda de ls grave- dad, el movimiento de Ia exiba afecta también al transporte de] material a lo largo de la superficie, Las cribas pueden clasificarse, por su movimiento, en de movimiento vertical, de movimiento horizontal y de movimiento circular (figu- 1293), En las exibas de movimiento vertical hay un nimero de factores que contribuyen a la eficiencia méxima:™* las par- ticulas deben expulsarse de la superficie dela criba y regre- sar a ésta ala inclinacién méxima posible; se mueven hacia adelante de media a una abertura por vibraciOn; la abertura y la frecuencia deben ser lo suficientemente grandes para evitar el cegamiento, pero no tan grandes como para que disminuya el mimero de presentaciones y la altura ma xima de la trayectoria de la partfcula debe ocurrir evando Ja superficie de la criba esté en su punto més byjo, De esto se desprende que hay una frecuencia y una amplitud de vi bracion Optimas’® (figura 9.11), Ademés, la frecuencia de vibracién debe disminuir y lz amplitud debe aumentar a me- dida que aumenta el tamarto de la abertura (figura 9.12). EI movimien¢o y la pendiente tienen interaceién para efectuar ef transporte del material a lo largo de una criba inclinada o la capacidad de la misma. Cuando el movimien- to es lineal, existe una componente en la direeci6n descen- dente de la pendiente, y la criba puede tener una pendiente relativamente baja, En el caso de vibraciones circulares, Ia pendiente tiene que ser més fuerte, Si se efectita el movi- miento circular en contra de la rotacién, se requieren pen dientes aiin més fuertes para evitar el cegamiento, pero les particulas son retenidas durante mis tiempo sobre la criba, elevando asf la eficiencia a expensas de la capacidad. Aunque a menudo es deseable cambiar la carga, la fre- euencia 0 la amplitud de una criba vibratoria, esto tiene un an Figura 9.12 Carreras y frecuencias recomendadas paca las etibas vi bratorias efecto significative en la vida de los cojinetes, la cual es pro: porcional a (a) » (at)* * Gt) En las cribas de movimiento horizontal existe una acele raci6n relativa minima {amplitud X (frecuencia) /g} antes de que comience el movimiento relativo entre las particulas y la superficie. Un incremento ulterior en la aceleracion conduce a un répido incremento de la rapidez de cribado hasta un maximo, el cual va seguido de un descenso, A velocidades bajas la eficiencia de cribado es alta, pero el cegamiento es severo, El cegamiento disminuye a las velo- cidades altas, pero le eficiencia es baja porque las particu: Jas tienen dificultad para caer a través de las aberturas que estén en rapido movimiento.*4 Las cribas de movimiento circular muestran, hasta una velocidad limite, una capacidad mayor al aumentar la ve~ locidad de rotacién: el limite depende de D4/dd, y Dy. Mas allé de ésta, la capacidad disminuye ripidamente, debido a Ja ocurrencia del cegamiento. (9.7) 9.6.4 Espesor del lecho Aunque es dificil especificar un espesor exacto, es aparente que existe un espesor dptimo del lecho que produce la rapi- dez maxima de cribado (de paso de partfculas). Es de acep- taci6n general que existen tres regiones distintas de flujo al aumentar la carga de particulas.** La regién I se caracteriza por la insuficiencia de particulas para formar una monocapa sobre Iz criba, Esto resulta en una rapidez de flujo baja por- que las particulas tienden a tener un movimiento ittestricto excesivo, y porque no se esté utilizando en su totalidad In superficie de eribado. En la regi6n Il, existe por lo menos una monocapa de particulas sobre la superficie y oeurre la méxima tapidez de flujo, En estas circunstancias la cerca: infa de las particulas tiende a restringir la acci6n de rebote 212 y el material con potencial de paso tiene su maxima expo- sivién a las aberturas de la eriba, La rapidez de flujo mas baja ocurre en la region Wl, es decis, cuando el lecho es excesivamente grueso y la presentacion para el paso esti severamente restringida, no s6lo porque la cantidad de ma- terial de sobretamafio sea alta, sino porque la segregacién es insuficiente, La segregaciOn o estratificaci6n es un fend- ‘meno por el cual la vibracién en particular hace que las par ticulas pequeftas busquen su desplazamiento hacia el fondo del lecho mientras las partfculas grandes se elevan a la parte superior (seoci6n 5.6). Este es un aspecto especialmente importante en e) ctado industria, en el que el movimiento de la criba debe alentarlo.*® (Uno de los principales incon. venientes de las cribas vibratorias de movimiento lento es que tienen vibsaci6n insuficiente para promover una buena estratificaciOn,) En la figura 9,13 se ilustra el desarrollo de estas regiones en una criba industrial, A manera de ind caci6n general el espesor dela alimentaci6n no debe exceder de cuatro veces el tamaito de la abertura para material que tenga una densidad global de 1600 kg/m? (100 Ib/pie?), 0 sea de 25 a 3 veces la abertura para un material con densi dad global de 800 kg/m? (SOb/pic?) Como ef cribado més eficiente ocurte en la region U,es conveniente mantener esta regién sobre la superficie tanto como sea posible. Una manera de lograr esto es disminuir la pendiente a lo largo de la superficie de la eriba® (figu- 12 9.5f), Esto reduce la rapidez de flujo a lo largo de la ori- ba, y mantiene o aun aumenta el espesor del Iecho. Este procedimiento aprovecha Ia estratificaci6n que ya haya ‘sourtido y evita la formacién de 1a regién 1 (movimiento de particulas no restringido), Se afirma que este método puede reducir las necesidades de drea hasta en wn 50%, Debido a que el espesor del lecho depende de la rapider de flujo a lo largo de la criba, es imposible calcularlo, Sin embargo, bajo un grupo de condiciones dadas, es propor- .cional a la rapidez de alimentacion, Consecuentemente, al Almentacin Towa de ff alenentacion Superticio de a crita ‘epider de jo 0 través de lo crbo cy jy (dl Longitude Figura 9.13 Las tres regiones principales que ocuzten a to largo de tuna superficie de cribado. Cribado y tamizado Ercioncia ve Rapides do aimentacon, tonsihe Figura 9.14 A) aumentar la carga sobre 1a superficie de fa criba, debe incrementarse 12 amplitud para mantenes el movimiento del lecho mis pesado: escoria de cobye sobre una criba vibratoria insinada, 1 1640 rpm, 600 wm de abertura, (Cortesfa de Triple/S Dynamics, Ine.) aumentar la rapidez de alimentacin, la carga aumenta y tal como se ilustra en la figura 9.14, debe elevarse la ampli- tud para mantener el movimiento y asf también mantener alta Ia eficiencia, Aun asf, generalmente la eficiencia dismi- nuye al aumentar la capacidad, También es conveniente mencionar que Ia eficiencia puede disminuir si la carga s0- bre Ia eriba es insuficiente, por las razones antes analizadas (igura 9.27), En el caso del tamizado, la carga de la superficie es tam- bign importante; los mecanismos analizados antes son en general aplicables, pero el cegamiento desempefta un papel mucho més significativo. 9.6.5 Humedad Los materiales completamente secos © completamente mo: jados son relativamente faciles de cribar, pero los materiales con un contenido tan bajo como de 1% de humedad super Jicial, pueden ocasionar serios problemas.°° En general, mientras més fina es la distribucién de tamafos, menos humedad se necesita para alterar la accién de cribado, y algunos materiales tales como las areillas, los fertilizantes y las sustancias gu(micas tienen tolerancias de humedad muy bajas. El comportamiento deficiente puede resultar por alguno de los dos fendmenios principales siguientes: e] cegamiento léstico ocasionado por particulas finas htimedas, como la adherencia de arcilla a los alambres de la tela que gradual- mente cubren Areas de la misma con material de fuerte adherencia, y la formacién de mautos, ocasionada por par ticulas que se unten ya sea por cementacién 0 por efectos de tensin superficial Los dispositivos mecanicos de destapado 0 decegamien- to, como las cubiertas de bolas, oftecen proteccion contea Teoria del cribado y tamizado convencionales cualquiera de los dos fenémenos, Pueden usarse calentado- res elctricos en las cribas vibratorias para controlar el cega- miento plistico, pero no son eficaces contra la formacién de mantos. Puede hacerse uso de la desecacién 0 del cribado en himedo para tratar ambos efectos, La desecacién tiene la desventaja de su alto costo, de los posibles problemas de polvo y de la posibilidad de que se cementen las particulas El eribado en himedo tiene Ia ventaja de que favorece el paso de las particulas pequefias, pero la desventaja de que los efectos de tensi6n superficial obstruyen el paso de las pattfculas de tamaio cercano al de malla, 9.7 TEORIA DEL CRIBADO Y TAMIZADO CONVENCIONALES En Ia actualidad no hay una teorfa completamente satis- factoria del tamizado y el cribado, Se han descrito en la literatura varios estudios, pero muchos de éstos son de uso limitado por el estrecho intervalo de las condiciones estu- diadas. Algunos de los estudios han demostrado que bajo ciertas circunstancias el cribado y el tamizado pueden ser epresentados por un proceso de rapidez individual, que normalmente se supone ser de primer orden.® 27-4 Sin embargo, el cribado t{pico ilustrado en ta figura 9.13 ine dica que en las situaciones précticas ocurren divers0s pro- cesos que se traslapan. A pesar de que hay una creciente cantidad de pruebas de que el cribado comercial puede a menudo describirse adecuadamente por medio de dos pro- cesos limitadores*® ** (el cribado en aglomeracién y el cribado en dispersiOn), se hace a continuacion una revisién mds amplia, 9.7.1 Tratamientos de proceso tinico En la mayorfa de los tratamientos de proceso tinico, se su: pone cinética de primer orden, es decir, la representada por Ia ecuacion 3.2 63.3, 3.2) 3.3) m = my exp(~kt) m= m(1 ~ p)" Por ejemplo, el verdadero punto final del tamizado pue- de determinarse como sigue. Suponientdo que las ecua- ciones 3.2 y 3.3 son equivalentes, exp(—Ar) = (1 - p)" (9.8) ‘nes el nimeso de presentaciones al paso. Si el ntimero por uunidad de tiempo n/t es constante, entonces (2) ma - » 9.9) 213 Durante las ltimas etapas del tamizado, las particulas que pasan son esencialmente todas las particulas del mismo te- mafto y de tamafo cereano al de malla, de manera que puede sustituirse por M y p sera constante, Ademés, la masa del material que est sobre la criba serd précticamente cons- tante, de manera que siempre que se emplee un sacudidor de tamices, puede considerarse que n/t es constante, En consecuencia, al aproximarse al punto final, k es constante, y la ecuacion 3.2 da In(M; ~ Ma) = kt + C (9.10) (M, = masa de Ia muestra retenida por la tela en el tiempo t; Ma = masa de muestra retenida en un tiempo infinito, es decir, el punto final real). Por tanto, cuando log (My — Mu) se traza contra el tiempo de tamizado, tomando valores esti- mados de M., el valor correcto de M. serd aquel que pro- duzca una linea recta, Miwa wtiliz6 la ecuacién 3,3 para desarrollar un indice de cribado Gti" Este investigador supuso que en una ctiba, el niimero de presentaciones por unidad de longitud Nz, seria constante y que podria lograrse un valor aprox mado de p por medio de la ecuacién 9.3, Substituyendo (ecuaciones 3.3, 9.3) aD (se) T abertura efectiva de la criba; L = longitud de la cri- ba). Si se toma d como el tamario en e que todavia queda sobre la criba el 50% del material (es decir, que pasa el 50%), entonces d = dso y M/M, = 0.5, de manera que la ccuacién 9.11, después de tomar logaritmos, se transfor- (1) In 0.5 = NiL In [1 - (Re=#)"] (9.12) Puesto que el término entre paréntesis de esta ecuacién debe set menor que la unidad, puede demostrarse que el tGrmino logarfimico del segundo miembro (cuando se le desarrolla en una serie a partir de la cual se elimixan todos los términos de la cuarta potencie 0 potencias superiores) es aproximadamente igual a ~(D, ~ dso)? /(D, + D,,)?, de modo que la ecuacin 9,12 se convierte en In@.5 = ~N,L (B= ee)’ es decir, 0.833(D, + Dw) dy = D, ~ et ° VEX VN, (9.13) 24 En consecuencia, una representacién gréfica de dsp con- tra IVE. procedente de datos de cribado obtenidos revolee tando las fracciones de subtamafio a diversas distancias a lo argo de una criba, y determinando dsp para longitudes su- cesivas acumulativas a lo largo de una criba, debe dar una Ifnea recta a partir de la cual pueden determinarse valores de D, y Nz. Bajo estas condiciones puede considerarse a JN, como un indice de cribado que caracteriza ala frecuen- cia y a la amplitud de vibracién, a la inclinacién de la criba ¥y a caracterfsticas del lecho tales como la rapidez de alimen tacion, D, ¢s el tamaito efectivo de la abertura, Para deter- ‘minar_estos parimettos es necesario estimar un valor para Djy. Este puede tomarse como el valor medido, o como una fraccién realista de D,. Una vez que se conocen D, y N;,, puede calcularse Ia distribucién de tamafios del producto para una alimentacién con otra distribuci6n de tamaiios por medio de la ecuaci6n 9.11, ‘Aun cuando J inelusién de la ecuaciOn 9.3 es una apro- ximaci6n, este método puede ser atil,4* “ aunque pueden ccumir valores diferentes de D, y A, en diferentes puntos a Jo largo de la eriba al cambiar las caracteristicas del lecho (secci6n 9.7.3, figura 9.17). Ejemplo 9.1. Se alimenta material a una criba vibratoria a razon de 1 t/hr, EI tamizado de laboratorio ha demostrado que el 50% de Ia alimentacién es de subtamailo en poten- cia, si bien s6lo el 45% de Ia alimentacion ocurre en el sub- tamaio procedente de la criba. Si la mitad del subtamaio en potencia est formado por partfculas de tamafto cercano a malla con una probabilidad de paso (por presentacién) de 0.05, y Ia otra mitad esta formada por partfculas finas con tuna probabilidad media de paso (por presentacién) de 0.1, jeudntas presentaciones al paso ocurten al pasar las partfcu- las a lo largo de la criba? Sise va a incrementar la recuperacién del subtamaito al 47.5% de la alimentacién, jcudl es la maxima rapidez de flujo que podrfa manejar la criba? Solucion, $i se utiliza la ecuaci6n 3.3, la recuperacion en el subtamaito de tamafio cercano a malla es [1 = (1 = 0.05)*J0.25 ‘mientras que la recuperaci6n de los finos es [1 = (1 = 0.1)"90.25 Juntas, igualan éstas ef 45% de la alimentaci6n, ¢s decir, 0.45 = 0.25{{1 — (1 — 0.05)") + [1 = (1 = 0.1)" es decir, = (0.95)" + 0.9)" Cribado y tamizado Resolviendo por tanteos, n ~ 34; es decir, el ntimero de in- tentos de paso es 34, Para obtener una recuperacion del 47,5%, se escribe: 0.475 = 0.25{{1 = (1 = 0.05)") + (1 — (1 - 0.0") lo cual requiere aproximadamente de 46.5 intentos de paso. Si se supone que la rapidez de flujo es inversamente pro- porcional al nimero de intentos de paso, 34 + T= 965%! i = 0.73 vhr 9.7.2. Tratamientos de dos procesos Varios autores han sefialado que durante el eribado las par- teulas pueden estar sujetas a dos tipos de condicién com- pletamente diferentes, en aglomeracién o individual, y esto conduce a dos procesos diferentes de rapidez.*?"4* Cribado en aglomeracion, Este tipo de eribado ocurre cuan- do la rapidez de flujo es superior a un nivel eritico Jj, tal que el material forma un lecho tan grueso que s6lo las par- ticulas situadas en la capa inmediatamente en contacto con la criba tienen posibilidad de pasar, Mientras las capas supe- riores sean capaces de recargar la capa de contacto, la rapt dez de paso se mantendré constante y estard expresada por — oh, aL (9.14) (dz, = rapidez de flujo de masa sobre la eriba por unidad de ancho, a la distancia L medida desde el punto de alimen- tacién; k, = constante de rapidez para las condiciones de aglomeracién). En el cribado normal de la préctica ocurre una gama de tamafios de particulas, y se aplica una ecua- ci6n particular para cada tamafo i: una aproximacion ade- cuada de la ecuacién 9.14 es entonces:# = dyn) dL = key, (9.15) (mg, = fracci6n de masa de Jas partéculas contenidas en la clase de tamafio i que hay en el lecho ala distancia J. del punto de alimentaci6n). Como J y mj, son funciones de L, ésta se transforma al integrar (entre 0 y 1.) = ka ft ab (I= rapidez de flujo de masa alimentada a la criba, por uni- dad de ancho; m, = fraccién de masa de las particulas de ~ (4) (9.16) Teoria del cribado y tamizado convencionales la clase de tamaito / que hay en la alimentacion). Esto se aplica s6lo para 0. < L< Ley Siendo L yy la longitud crf- tica a la cual disminuye la rapidez de flujo abajo de la Ter necesaria para mantener el cribado en aglomeracién. Si se fija arbitrariamente la descarga inferior como la corriente de respuesta positiva, la ecuacién 9.16 puede escribirse tam bién en la forma = Ind = Mey) = bef SE (9.17) (Rean= fraccion de masa del tamaiio i que se incorpora a Ja corriente de subtamafio). La figura 9.15a muestra c6mo cambia la curva de rendimiento con la longitud de la criba y presenta los resultados producidos en una criba dividida en cuatro secciones.™ A medida que aumenta la longitud de Ja criba, aumenta la longitud acumulativa deo y tiende a acercarse al valor de la malla, Esto resulta de cada secci6n sucesiva que tiene una curva de rendimiento de mayor pen diente, debido al paso anticipado de las particulas més fins. Cribado individual. Si el flujo de material que ocurre a tra vés de la cribaes menor de Jey las particulas se comportan como si estuvieran aisladas y no interfieren unas con otras, Bajo estas condiciones, la cantidad de particulas 47 que pa- san por la criba en la longitud dZ es proporciondl ala rapi- dez Ja la que entran las particulas a dZ, y a lo dZ misma En consecuencia oh ae 7 Kee (9.18) es decir, una ecuacién de rapidez de primer orden (cf, ecua- ci6n 3,2), Nuevamente, el tratamiento de los materiales rea- les requiere que se aplique la ecuaci6n a cada clase de tama i, de manera que la ecuacién 9.18 se transforma en, (9.19) Kylumu, Al integrar entre los Himites 0 y L (o bien Lyi y L si ocurre inicialmente el cribado en aglomeracion), wn (4e) = kL 0.20 o bien = In (1 = Saw) = kal (9.21) La figura 9.155 muestra como cambia la curva de rend miento al aumentar la longitud de la criba bajo condiciones de separacién.** Si bien la curva de rendimiento de lon tud acumulativa va aumentando graduaimente de pendien- 215 ‘Acumulaiva Freceion que va 9 0 descarga inferior Fraccinn que va 2 f descarga inferior Figura 9.15 Curvas de rendimiento procedentes de pruebas en una criba vibratoria. 2) Alto ségimen de alimentacibn, que produce cr bado en aglomeracién, b) Bajo ségimen de alimentacién, que pro: duce cribado en separacién, c) Clave para las curtas de rendimiento, (Segin Ferrara y Preti*) te, la curva de cada seccién individual permanece esencial- mente constante. Constantes de rapidez. La constante de rapidez en aglome- racién k, eS una funcién de la probabilidad de paso indivi- n6 dual p de las particulas, del nimero de presentaciones por unidad de longitud N, y de la rapide de flujo critico Ley, es decir:** ker = Tee Pr (9.22) En el comportamiento de separacién, k, estd expresada por la probabilidad acumulativa de paso de una particula aisla- da, Partiendo de la ecuacién 3.3, y sustituyendo m por NL mo = (1 py” my = (E> Food = (1 pe (9.23) Ia cual, combinada con la ecuacién 9.21 da ky = —NzIn (1 ~ pd) (9.24) ‘Ambas ecuaciones, la 9.22 y la 9.24, demuestran que la constante de rapidez es una funcién de la probabilidad de paso (es decir, de la superficie de la criba) y del nimero de presentaciones por unidad de longitud (es decir, esen- cialmente de las caracteristicas de vibracién). Ferrara y Preti describieron una de las investigaciones més comple- tas de estas constantes de rapidez.** Estos investigadores encontraron que para cribado en aglomeracién, p,, puede obtenerse aproximadamente por la ecuacién 9.3. Como N, es dificil de medir, introdujeron el coeficiente reducido (9.25) (k.,ay2 = constante de rapidez para el tamafio i que corres- ponde a d/D, = 0.5), De acuerdo con la ecuacién 9.3 (9.26) es decir, que una representacidn grafica log-log de x; 1/2 contra (1 ~ d/D,) debe ser une linea recta de pendiente 2. Los datos experimentales dan gréficas de linea recta, pero de pendientes ligeramente diferentes, de manera que Xian 9.27) (n. = pendiente de las rectas). Las variaciones que ocurren cen la rapidez de alimentacion y en la direccién de vibracién dan valores de n, comprendidos en el intervalo de 1.61 a 2.18, Se desprende que los dos parémetros, k,,/2 ¥ Me, Son suficientes para definir las caracteristicas cinéticas del pro- ees0 de cribado en aglomeracién, De los dos parémetros, Ke,/q €8 €l ms significativo, ya que representa la rapidez de masa a la cual pasan las particulas que tienen la mitad de Ia abertura de la malla, a través de una unidad de area de la Cribado y tamizado Ang comeendte ete dwcson do wiracin vl super do cbs Figura 9.16 Valores de Ke, 1/2 ¥ "como funciones del ingulo com prendido entre la direccién vibratoriay la superficie dela criba. (Se- sin Feorara y Preti.) ctiba, Aunque puede obtenerse un valor aproximado de n, por el valor tebrico de 2, el valor real tiene un significado preciso: indica si las condiciones de operacién son mas fa- vorables para el paso de las particulas finas (n, alta) o de las particulas de tamafio cercano al de malla (m, baja). La figura 9.16 ilustra el efecto de una variable (el angulo com- prendido entre la direccién de vibracién y la superficie de Ia criba) en Jos dos parémetros: existe un maximo en la apidez de paso, y las inclinaciones extremas facilitan el paso de las partfculas de tamafio cercano al de malla en relacién con el de las particulas finas (pero a expensas de Ja menor velocidad de flujo total). En consecuencia, los dos parémetros pueden ser muy stiles para comparar operacio- nes de cribado. Altemativamente, combinadas con a ecua- ci6n 9.17, permiten predecir el rendimiento de cribado. 9.7.3. Tratamientos de procesos maitiples En la seccion 9,7.2 se describe el cribado en aglomeracion por medio de un proceso de rapidez dnica (de orden cero). En la realidad, el paso eventual de una particula bajo condi- ciones de aglomeracién depende de dos fendmenosestadisti- cos bien diferenciados: la probabilidad de que wna particula Iegue a la superficie de la criba y la subsecuente probabi- lidad de que pase por la superficie. La ecuacién 9.14 su- pone, en efecto, que la primera es mucho mayor que la segunda, es decir, que el lecho esta perfectamente mezcla- do, Sin embargo, la rapidez de penetracién del lecho (0 estratificacion del lecho) puede ser determinante de la ra- pidez, y de hecho, se supuso esto al estudiar la figura 9.13. En la figura 9.174 aparecen algunos datos experimentales reales* trazados de acuerdo con la ecuacién 9.13. Puede Teoria del cribado de probabilidad Cribado en aglomerecién Incremento de la rapidex de alimontacion Esuatiicacion 8 Incremento de Genie 3 Exactitud de separacién (Error probeble), wm 8 Longitud acurulotive de la crib Figura 9,17 Datos de Brereton y Dymott® a) trazados de acuerdo con la ecuaci6n 9.13 y b) mosttando como aumenta la pendiente de la curva de rendimiento al aumentar a longitud dela criba, verse que ocurren hasta tres secciones aproximadamente lineales a la mayorfa de las velocidades de flujo, de !0 cual puede concluirse que el proceso entero de cribado puede representarse por tres procesos de rapidez de primer orden (ya que Ia ecuacién 9.13 se deriva de la ecuacién 3.3). El 27 hecho de que la tercera etapa (final) del cribado sea de pri- mer orden concuerda con la ecuacién 9.9, La etapa inicial (si ovurte) puede atribuirse a que la estratificacién sea la que controle ta rapidez. Meinel y Schubert**** demostra on que la penetracion del lecho por una particula puede considerarse como una combinacién de un proceso de difu- sion y un proceso de segregacion, los cuales pueden carac- terizarse por coeficientes que pueden relacionarse con las variables del sistema, Sin embargo, los resultados de Olsen ¥ asociados™ indican que la segregaci6n (0 estratificacion) puede representarse por un proceso de rapidez de primer orden, y esto esta apoyado por el comportemiento inicial de la figura 9.17a. Resulta también interesante observar que durante el cribado inicial a regimenes de alta velocidad, los datos indican un valor de D, que es aproximadamente igual 2.0.75 Dy: caracteristica que puede interpretarse como el tamano efectivo de los poros del lecho. E] hecho de que pueda determinarse un valor aproxi- mado para la etapa intermedia de cribado por medio de un proceso de rapidez de primer orden, no elimina al cribado de rapidez constante (ecuacién 9.15). En efecto, hay dos caracteristicas que indican que el cribado en aglomeracion, como se analizé6 en Ja seccién 9.7.2, ocurte realmente. Pri- mero, el examen minucioso de la figura 9.17a muestra que a las velocidades de alimentacion mayores (cuando /, debe ser mayor que Jcyi,) la grifica es realmente curvada en el centro, como era de esperarse. Segundo, para la etapa inter- media, le curva de rendimiento de la secciOn (es decir, para el material presentado a la seccion pequefia de la criba dL) aumenta su pendiente al aumentar J. (figura 9.176), aspec- to que es caracteristico del cribado a rapidez constante (figura 9.15a). Por otra parte, durante las etapas inicial y final del cribado, las curvas de rendimiento de la seccion conservan esencialmente la misma pendiente (caracteristi a del comportamiento individual: figura 9.158). English®® demostr6 que existen en realidad tres constan- tes de rapidez significativas en el cribado de particulas de tamailo cercano al de malla: una constante de rapidez k, para el paso, una constante de rapidez ky, para la rapidez de cegamiento de la criba, y una constante de rapidez kyp para cl decegamiento o destapado Ge las aberturas. Aunque las velocidades de cegamiento y decegamiento pueden tener efectos significativos en el tamizado, normalmente estén en equilibrio durante el cribado y pueden traducirse en una re- duccién permanente del érea de criba disponible. 98 TEORIA DEL CRIBADO DE PROBABILIDAD El cribado de probabilidad o estadistico se conoce por este nombre porque la separacion se basa en la probabilidad de que pase una particula a través de la criba, y no en la res- tricci6a fisica, como ocurre en el eribado convencional (fi- 218, < cone 'Subtamano Subtamano A Sobretemato Corte Figura 9.18 Comparacién del eritado de probabllidada) y el eribado convencional 6). (Cortesia de Fredrik Mogensen AB.) gura 9,18). En esencia, el principio establece que mientras més pequema sea la partfcula, mas pronto pasari a través de una malla, porque su probabilidad de paso es mayor. Se lo gra una extension atin mayor apilando varias superficies de cribado. La obtenci6n de una separacion basada en estos concep- tos se ilustra como sigue.”*"*? Si la probabilidad de paso de una particula de tamafto dado es p, entonces una frac- cin p pasa en el primer intento y otra fraccién (1 —p) se reserva para el siguiente intento. Se desprende que la frac- cién de muestra que pasa por la abertura de orden m (aber- tura e intento pueden tratarse como la misma cosa) es Me = pa - py uw (9.28) Si se tienen NV capas de superficies de cribado, el caso gene- rales (n+N-2)1 PML = py! (9.29) M (n n La ecuaci6n 9.29 se ilustra en la figura 9.19. Como Wes fijo ara cualquier criba, la probabilidad de NV pasos en (m — N) intentos es.la fracci6n acumulativa que pasa, expresada por 248-8 = FN ey Let =La pie" ~ v = Dw (9.30) Gribado y tamizado 9) 00-098 ‘,@ ptt)" | P29 52) —~apih-p 4 at atten) | Figura 9.19 Seccién wansversal idealizada de una criba de probabil dad, (Seguin Schultz y Tippin.*”) en donde BW (m+n-m ) 2 C = DIN im) G-prr=t Puede hacerse mis claro el grado de separacién logrado representando grificamente el efecto de los parametros p y N. La figura 9.20 muestra el efecto del niimero de capas de superficies de cribado en el paso acumulativo del mate- al que tiene una probabilidad de paso de 0.1. Puede verse que al aumentar el nimero de superficies de cribado, las particulas se dispersan, y el namero de intentos (es decir, la longitud de la criba) necesarios para que pase el 50% del material es aproximadamente proporcional al nlimero de superficies En la figera 9.21 aparece la distribucién en una criba in- dividual de des tamafos de particulas con probabilidades de paso de 0.1 2.0.01. Esto ilustra la diferencia significativa entre el cribado convencional y el de probabilidad, En este liltimo, se selecciona la abertura de manera que el material é Figura 9.20 Efecto del aiimero de eribas en la distibucién: ecua- cidn 9.30, p = 0.1. (Septin Schultz y Tippin.*”) Teoria de las superficies curvadas para tamizado 219 Figura 9.21 Paso pronosticado de dos particulas de tamafo diferen- : diferentes probabilidades do paso, (Segin Schultz y Tippin.*”) p¥esentado tenga una probabilidad de paso significativa, rominalmente p > 0.1. En el cribado convencional, el pro- plema se transforma en uno relacionado esencialmente con 38 particulas de tamafio cercano al de malla, 0 sea las que ‘nen poca probabilidad de paso (p < 0.1); esto requiere sfaramente de una longitud de criba mucho mayor. La figura 9.22 muestra el efecto de utilizar un apilamiento e superficies, en este caso nueve. Si se ha de lograr la sepa racion a p = 0.2 (la cual, por la ecuacién 9.3, d, ~ 0.7 D4), ronces el 50% de paso de esta probabilidad (tamatio) ocu- se an = 35, Una linea vertical que pase por este punto da la fraccién de fas otras probabilidades (tamaitos) separadas por esta longitud de eriba: en este caso el subtamatio con- sendra todo el material con p > 0.4, ~ 90% con p = 0.3 y ~3%con p = 0.1. En la préctica se logra una mejor afinacién de la sepa- raci6n mediante dos modificaciones, Primero, dando ma- yores pendientes a las superficies sucesivas hacia abajo del apilamiento, se reduce la abertura efectiva y disminuye la probabilidad de paso (ecuacién 9.5) al caer la particula a ‘ravés de la pila de superficies. La figura 9.23 ilustra la se- paraciOn mejorada que se logra entre particulas de p = 0.2 y p = 0.4 usando 5 superficies con pendientes crecientes, ‘en comparacién con 10 superficies paralelas. Segundo, a las 8 Figura 9.22 Prediccién de la separacién obtenida con una criba de rueve wubiertas. (Segin Schultz y Tippin.*7) Figura 9.23 Comparaci6n de ls dstribuciones obtenidas con cubier- tas de 10 telas paralelasy 5 telas de diferente pendiente, (Segin Mo- seenson.2) superficies sucesivamente mas bajas se les dan aberturas _menores para acentuar este fenomeno, Si bien la criba de probabilidad da eficiencias ligersmen- te mis bajas que las cribas vibratorias convencionales con poca carga, si eficiencia se mantiene relativamente constan- te al aumentar la carga.*® Consecuentemence, estas cribas pueden ser de mayor capacidad para un espacio de instala cién dado, consumir menos energia, (ener menor desgaste y producir menos ruido. 9.9 TEORIA DE LAS SUPERFICIES CURVADAS PARA TAMIZADO. La superficie curvada para tamizado est normalmente cons truida con barras que forman la criba, a la que se le alimen- ta la pulpa tangencialmente, Las capas de pulpa, que son muy delgadas, se desprenden a medida que pasa la mezcla sobre las superficies, como se ilustra esqueméticamente en 1a figura 9.7. Los parimetros de interés en la superficie curvada de ta mizado son® dso/D, y la fraccion de la corriente de ali mentaci6n que se incorpora a la corriente de subtama‘io Oggll. Wealmente, dso/D, debe tener un valor bajo para minimizar el cegamiento, mientras que OjyjT es una medida del tamafio de separacién: los valores altos de 0, implican tamafios de separacién grandes, y los valores bajos tamaiios pequefios. Segin Fontein, los factores que contrituyen al espesor de la capa que se desprende, y en consecuencia de deo/Dz ¥ Opal, son: 1, La cantidad de la cortiente que pega en Ia barra si- ‘uiente, ya que en principio viaja en linea recta trans- versalmente a la ranura (esto ocurre en superficies céncavas Gnicamente). 2, La fuerza centrifuge que presiona a la pulpa contra la superficie (fendmeno que ocurre en superficies cénca- vas ‘inicamente) 220 3. La fuerza de gravitaci6n que tira de la pulpa a través de la ranura, 4, La tensién superficial de la pulpa sobre el metal El anilisis de estos factores da las ecuaciones siguientes: dy _ Kida , Ke DR” n(Re) & , bug sen e Kya)" By ep sen , Ks oy (GP 8)” 29 Qu) _ KDAN K.D.N t Bk tnRey + “5 (3 4 Oe 2008 R CT Kso,)\'" pai) O82) (K = constantes; IV = niamero de ranuras; R = radio de cur vatura de las superficies de cribado; Re, = nimero de Rey- olds de la ranura, Dv Py/tss vy = velocidad de alimenta- ci6n; 6, = espesor de Ia capa de alimentaci6n; = éngulo del arco de la superfici tensién superficial). Ambas ecuaciones indican las tendencias que se encuentran en la préctica, La figura 9.24 hace més obvio el significado de los dos parimetros. Puede verse que siempre que la rapidez de flujo sea suficientemente alta (Re, alto), dso/D, desciende @ un valor constante de alrededor de 0.5. Ademés, esto coincide con el hecho de que la division de la pupa se nivele a un valor constante, relativamente alto. Tales caracteristicas de eliminacién de agua son tipicas de las ctibas (y son en con. secuetteia benéficas cuando se usa una criba para tal propé: sito), pero también constituyen el factor que puede hacer que las superficies curvadas de tamizado sean dificiles de usar en molienda en circuito cerrado, por ser dificil de con- trolar un equilibrio de agua cuando Ia alimentacion con. tiene grandes cantidades de sobretamafio.®° Figura 9.24 Valores de O(s/1 y dso/D, en funcin de Reg, para una superficie curvada de tamizado,(Segin Fontein.*?) Cribado y tamizado ‘Aunque no saltan a la vista en las ecuaciones 9.3) 9.32, hay otras dos caracteristicas que son importantes. La pri- mera es que la superficie curvada de tamizado tiende a conventrar al mineral mas denso en la fracciin de subta- maio,® a diferencia de tos clasificadores hhimedos, los cuales lo concentran en la fraccién de sobretamano, Con- secuentemente, dichas superficies son una alternativa atrac- tiva de los clasificadores htimedos, cuando es deseable mi nimizar la sobremolienda de un mineral denso que se ruele en circuito cerrado, La segunda caracteristica se refiere all efecto del desgaste de la criba. Como ocurre desgasie en el orde de ataque de la barra, el espesor de la capa de des- prendimiento disminuye con el tiempo, de modo que dis minuye el tamafio cortado. Este efecto es opuesto al que ccurre en el cribado convencional y debido a las condicio- nes de desgaste relativamente severas, significa que les su- perficies necesitan ser invertidas regulermente. En algunas unidades puede lograrse esto en forma automatica (figu: va 95h). 9.10 CALCULO DE LA SUPERFICIE DE CRIBADO Hay dos enfoques bésices para el célculo del tamaito de una criba: en esencia son métodos empiricos basados en datos tabulados o en graficas, y métodos basados en pruebas he- chas con el mineral real.®® 51-55 El primer grupo puede cla sificarse atendiendo al hecho de que la base del célculo sea la capacidad de material alimentado a la cribs ¥ que pase sobre ésta, 0 el que pase a través de la tela, Estos métodos son de fiabilidad limitada y los datos de los diferentes fa- bricantes dan diferentes resultados. Consecuentemente s6lo eben usarse para obtener un valor estimado inicial. Se des- cribe aqui un método para ilustrar este enfoque. Se pueden obtener valores estimados mas cenfiables de fas necesidades de la criba aplicando técnicas que aprove- chen pruebas efectuadas en muestras representativas del material real que se va a cribar.” La limitacion mas im- portante de estos métados es el equipo de prueba costoso que se requiere. 9.10.1 Método del factor empirico Una formula basica para el céleulo del area de una criba es I A= Tones Ks (A = fea de ta superficie de eribado; / de masa de la alimentaci6n; J, = capacidad unitaria; py = densidad global de la alimentaci6n; Ky, = el producto de d- versos factores de correcci6n). Las figuras 9.25, 9.26 y 9.27, asi como las tablas 9.7 y 9.8°* muestran valores tipicos de ‘aleulo de la superficie de cribado para tamizado bins oye Aberure, mm Figura 9,25 Datos tipicos de capacidad unitara para una sratoria, iba vi 4, ¥ Kz, Las diversas fuentes de informacion ponen dife- rente énfasis en algunos Factores 0 introducen otros, lo cual conduce a diferentes respuestas; en Ia mayoria de 10s.¢3808, a8 diferencias son poco significativas si se toma en cuenta la 2Xactitud limitada de estos métodos. Ejemplo 9.2, Estimar el drea de cribado necesaria para cri- 1 a 6,67 mm 400 t/hr de carbén mineral hiimedo, e! cual tiene la distribucién de tamafios ilustrada en la figura E9.2.1 La densidad global es 835 kg/m?, y el area abierta de la cri- oa es del 64%. La eficiencia requerida es 80%. ce strana, 0 satin orn aarty doe Figura 9.26 Valores tipicos de los fuctores de cribado del material de sobretamafio K's y de media abertura K. 221 Tabla 9.7 Método del factor. Capacidad unitara: (Figura 9,25) Ky Ky Ky Kg 2 Ks Ky x Ky X Kg x Ky x Kio Factor de drea abierta: (Zo de area abierta dela criba)/100, Factor de medio tamao: para hacer correcciones por e! orcentaje de alimentacién que pasa por una abertura de la mitad del tamafio de Ia abertura de 18 era ("igura 9.26) Ky = Factor de wabretamafio: un factor para hacer correcciones or el porcentaje de sobretamate an le alimentaci6n igure 9.26) Factor de eficiencia de cribado: (tigura 9.27) Factor de cubierte: para hecer correcciones por la longitud lective reducids de las cubiertasinferioras (tabla 9.8) Kg = Factor de éngulo de a cra para hacer correcciones por la inclinacién no ptima de fa crib (table 9.8) Ky = Factor de cribado en himedo: (tabla 88) Kg = Factor de forma de la abertura: (tabla 9.8) Factor de forma de a Particula:(tabia 8.8) “Tenacided o condicign de humedad de Ia supertice: (rable 9.8) Ls crive debe tener ung relacin de longitud a anchurade 1.5.0.2.0:1 El ancho efectivo de ls crbas es 150 mm menor que el ancho real Solucion, De ta figura 9.25 A a 6.67 mm = 28 m/hr _ 4% * = Too ws | 8 mi | ‘ ie ie ol | Figura 9.27 Valores tipicos del factor de eficiencia Kg. 2 a 3 s ls | Figura £9,2,1 Distribucién de tamaitos de finos de carbén mineral Ihimedo, (Cortesia de Triple/S Dynamics, nc.) De la figura 9.26: De la figura 9.26: De la figura 9.27: Kyl De la tabla 9.8: Kyo = 0.85 0.64 x 0.7 x 1.25 x 1.2 x 0.85 = 0.57 400t | hr | m* br | 28m | 0.835¢ = 30m ‘Tabla 9.8 Valores vel tector Kg: Numero de cubierta Ko: Angulo de la criba cubierta Ks Angulo de Ke Inclinaciin (grades) Superior 1.00 Horizontal 1.20 Segunda 0.90 5 115 Tercera 0.80 10 1.08 Cuarta 0.70 18 1.00 20 0.95 Cribado y tamizado Tabla 8.8 (Continuacién), K+: Critade en himedo Tomofo dels Ky apertura (mm) Tamatio dela Ky abertura (mm) 08 1.28 95 228 16 18 127 28 32 18 190 271 4.78 19 254 29 19 21 material arazonde 1 92.80. %. jan mayores de 28 mm, #1 eribedo ot elieat, Abajo de 850 um, elev. Se use Kz cuando 49 areas agve Ky: Forma de | Forme Ks Abertura cuadrada 10 Longittd de ranura, 6 0 més veces al ncho 1.60 LLongitud de ranura, 38 6 veces el ancho 140 Longitud de ranura, 2a 3 veces el ancho 110 Aberturas circulares 020 Ks: Forma de la particula Particulas Ks. Porticulos Ky ‘alargads, alorgades, %" % 6 1.00 40 078 10 09s 50 070 18 0.90 60 0.65 20 os 70 0.60 30 080 20 oss + €1 porcentaie de particulasalargndas en Ia alimentacion que tienen una felacion ae longitus a anehura mayor dea 1, y que tienen un Une y media veces ol ancho ae la misma Nota! ios factores Ky Ke son estrochamente interdepencientes. K so: Humedad Tenacidad o condicién de humedad de la Roca himede, todosa 0 pegaiosa en alguna torma; yeso, roca fostaticay similares. Material con numedad superficial, procedente de minas 0 canteras; materia de pias de almacenaje con humedad superficial mayor de 14 vol. % pero no higrascépico. Material seco de tajo; sustancias quimicss manutactuadas por trituracién, secas en terrones. Humeded superficial menor de vol. % Material secado en forma netural, no ‘eturado; meteriales que han sido secados ‘antes del cribodo; 0 materials cribados e estado caliente 125 075 as 1.00 Caleuto de la superficie de eribado Karra, conservando {a tendencia de desarrollar ecuaciones empiricas de regresiin para las separaviones, publicd ecua- ciones derivadas de una instalacién comercial de cribas vi- bratorias.** Efectivamente éstas son formas matematicas de expresién de los datos tabulares o grificos antes descritos. Una contribucién particularmente valiosa es Is presentacion de una correlacin para do. Sin embargo, en su trabajo pre- senta también una curva de tendimiento reducido para el sistema estudiado. Este concepto puede ser adecuado para predecir los resultados de variaciones ligeras en las condicio- nes de operacién, pero tales curvas deben usarse con mucha precaucién, porque en teoria no puede reducirse la curva de rendimiento de una criba. Esto es asi primordialmente porque la curva esta restringida en el tamailo yoo por la abertura, 9.10.2 Método de las caracteristicas de cribado E] segundo método para calcular las dimensiones de una cri- bba® implica el uso de wn tamiz de Laboratorio para deter- rminar las caracteristicas durante el cribado del material en cuesti6n, Se efectia una sola prueba en ciclo cerrado en una equa criba industrial para generar un factor de aumento progresivo y explicar asf las dos diferentes acciones de cri- bado. EL trabajo inicial de prueba abarca la determinacion de la densidad global del material y un andlisis completo para que las eficiencias de cribado puedan calcularse por medio de la ecuacién 9.2. Este anélisis de tamaito es también dtil para dar una indicacién inicial de la dificultad del problema de cribado, Enseguida se realiza una serie de pruebas con un solo tamiz usando diferentes cargas (es decir, espesores inicia- les del lecho). Estas pruebas deben efectuarse con s6lo un tamafio de abertura, ¢l que ha de usarse en la préctica. Al Etileno de ta riba, % & Tiempo, Seoundos Figura 9.28 Caractesisticas de respuesta al eribado a espesor cons tante de los finas de carbén mineral himedo. (Cortesia de Triple/S Dynamis, Ine.) 223 Eticioncia 08a ero, por este Altura det lecho, mm Figura 9.29 Cazacteristicas de respuesta al cibado a tiempo constar te de los finos de earbén mineral himedo, (Conesia de Triple/$ Dy- namics, Inc.) hacer funcionar el tamiz en un sacudidor durante diversos tiempos, fa creciente acumulacién de subtamatio en el rect piente permite obtener grificas de la eficiencia contra el espesor incial del lecho. Las figuras 9.28 y 9.29 coatienen resultados ilustrativos; estos conjuntos de curvas represen: tan las caracteristicas de cribado del material sometido a prueba. La prueba en ciclo cerrado debe conducitse en una pe- quefia maquina industrial del tipo que ha de usarse en la prictica, usando nuevamente el mista tamafio de abertu: ra, Tal prueba produce un solo valor de eficiencia para ese tipo de maquina para un espesor de lecho dado y una rapi- dez de flujo a través de la criba, Pueden utilizarse entonces las carateristicas de cribado para corregir la eficiencia en esta méquina a Ja requerida en la préctica. La mecénica real del método se ilustra més {écilmente por medio del ejemplo siguiente. Ejemplo 9.3. Recalcular el ejemplo 9.2, usando las carac- terfsticas de respuesta al cribado ilustradas en las figuras 9.28 y 9.29, Una prueba en ciclo cerrado con una criba de 0.6 m X 1.2 m del tipo tecomendado dio 74% de eficien- cia a 18.3 t/hs. La rapidez promedio de recorrido sobre la criba fue de 15.2 m/min, Solucién, Es necesario determinar primero el espesor del echo y el tiempo de residencia de la prueba en ciclo cerra- do, El espesor del lecho puede obtenerse por la formula: ° 3-— 8 (693.1) 224 ( = rapidez de recorrido alo largo de la eriba; 6 inicial del lecho; B = ancho de la criba). 5, <183t|_m*_| min | _hr 10° mm ~ 8h 10.835 t115.2 ml60 minl0.6 mim 40 mm El tiempo de residencia, r, en la criba de prueba en ciclo ce- rado de 1.2 m de longitud, es 12m | min_| 60 sa 47 15.2m “8 min Es decir, la prueba en ciclo cerrado da el 74% de eficiencia con 8, = 40 mm y r= 4.7 seg. La figura9.28 muestra que cl punto de referencia equivalente (8, = 40 mm, r = 4.7 seg) para los tamices de prueba produce el 84% de eficiencia, Asi, para obtener el 80% de eficiencia en una criba indus- trial, la eficiencia correspondiente en un tamiz de prueba es soe = 90.8% 54% x 84% = 90.8% ‘Aunque hay varias condiciones que pueden producir este resultado, el examen de la figura 9.29 muestra que los espe- sores de lecho comprendidos entre 20 y 40 mm tienen poco efecto en Is eficiencia. En consecuencia, seleccionese un es- pesor de lecho de 40 mm, y para obtener una eficiencia de 90.8, tomada de la figura 9.28, 7 = 8.8 seg. Si se considera una velocidad de recortido de 15.2:m/min, entonces yp - 8888 {152m | min _ 4 95, min | 60 seg puede decirse que una criba de 2,44 metros es satisfactoria, El ancho total de la criba, aplicando la ecuacién E9.3.1, es 400t| m*_| min | br 10° mm br 10.835 1115.2 m160 min! 40 mm! m = B.Lm A= 13.1 x 2.23 = 29.2 m? Pueden utilizarse nueve cribas de 1.5 m X 2.4 m, Esto puede lograrse con tres cribas de triple cubierta o con al: ‘una otra combinacion adecuada, Como alternativa, usando un espesor de lecho de 50 mm, 15 seg 11S seg {15.2 m{_min L ‘min 160 seg = 7° ™ Cribado y tamizado 400 t| m?_| min {hr 10” mm B= "he T0835 0115.2 m160 min) 50 mm! —-m = 10.5 m = seis cribas de 1.8 m A= 10.5 mX 2.9m =30,5 m? Ja cual es similar a la que se calcul6 antes. Sin embargo, este ctibado podria satisfacerse con seis cribas de 2,9 X 10.5 m en una sola cubierta, la cual serfa una solucién més econd- mica. Una nota de advertencia: el hecho de que los dos méto- dos den Ja misma solucién a este problema no debe tomar- se como una justificacién del primer método. La divergen- cia substancial es mucho més probable. Debe recordarse que la dificultad principal en el cribado es el paso de las particulas cercanas al tamaito de submalla En muchos casos, y en particular en aquellos que tienen una proporcién significativa del subtamafio en el tamaiio cercano al de malla, pueden lograrse reducciones signifi- cativas en las necesidades de area de cribado (para una efi- cieneia dada) utilizando aberturas de criba mas grandes que el punto de corte deseado, Bajo estas condiciones, la pérdi- da de la calidad del producto o de recuperacién puede ser muy pequefta en comparacién con una reduccién signifi cativa en la inversi6n inicial de capital BIBLIOGRAFIA 1, Anon,, Testing Sieves and Their Uses, Handbook 53, W. S. Ty ler, Mentor (1973) 2. T. Allen, Particle Size Measurement, 2, ed, capitulo 5, Chap ‘man & Hall (1974), 3. BLM, Kaye, “Investigation into the Possibilities of Developing a Rate Method for Sieve Analysis,” Powder Metall, §, 199-217 (1962), 4. K. T, Whitby, “The Mechanies of Fine Sieving,” Symp, Part cle Size Measurement, ASTM Spec, Tech, Publ No, 234, pigs. 3-23 (1958) 5. ANSI/ASTM E11-70 (aprobado 1977), “Standard Specitica- tion for Wire Cloth Sieves for Testing Purposes,” en Annual Book of ASTM Standards, Parte 41, ASTM (publicacién anuab, 6. C.W, Matthews, “What You Should Know About Serecning,’ Rock Prod., 72, 4-51 (agosto de 1969). 7. CW, Matthews, “Buyers’ Guide to Sereens, 172, 53-65 (diciembre de 1971), 8. C.W, Matthews, “Special Sercens Solve a Wide Variety of ‘Sersening Problems,” Rock Prod. 72, 61-70, 99-101 (octw’re Eng, Min, J de 1969), 9. Anor., “Screens,” Coal Min, Process, 10, 40-46 (octubxe de 1973) 10, D. J. Bevan y T. Martyn, “The Dry Screening Centrifuge, ‘Mine Quarry, 1, $7-63 (mayo-junio de 1972), Bibliografia 1. M. P, Amstrong y colaboradores, “The Dry Extraction of Small Coal and Fines trom Moist Raw Coal,” Mine Quarry, 2, 41-57 (junio de 1973). 2. CW. Matthews, “The Screening Media Dilemma: Perforated Plate, Wire Cloth, ox Profile Wire,” Rock Prod., 72, 90:96, 114- 115 (noviembre de 1969), 8. CW, Matthows, “The Now Look in Seresning Media, , 75-82, 90 (Febrero de 1970). "The Screening Surfuce: Which is the Right Ono?” Coal Min, Process. 10,-46-51 (octubre de 1973). 8. Anon., “Screening Developments,” Min, Miner. Eng., 4, 35-40 {agosto de 1968). 6. BL. A, Dehlen, “Rubber in Vibrating Sereens An Etficient Weapon Against Wea, Noise and Dust,” Screening and Grading of Bulk Materials, pies. 5-12, Institution of Mechanical Engi- neers, Londres (1975). 17. UL J. Ephithite, “The Applications of Rubber in the Sereening ‘of Bulk Materials," Screening and Grading of Bulk Material, Rock pigs, 13-21, Institution of Mechanical Pngincess, Londres srs), 8, Anon,, “New Wear-Resistant Surface from U.S, Company,” Min, J, 288, 2914 de enezo de 1977), 19, 0, Jones y R. F. Swift, “The Application of the Loose Rod Deck in the Mining Industry,” Aine and Quarry, 1,25 qulio @ 1972) J. H. Healy y colaboradores, “Erie Mining Co. Patents New Method for Soreening, Ores in Very Fine Size Ranges,” Min Eng, 19, 65-70 (abs de 1967. RO. Burt, “Tine Sizing of Minerals.” Min, Mag, 128, 463- 465 Ganio de 1973). 22, F: Mogensen, “A” New Method of Serconing Granular Mate- rials.” Quarry Managers'J., 49, 809-414 (octubse de 1965), 2A LA Adorn, “Mineral Processing,” Min, Anu, Rev., 233: 268 (1978), 24. L. A Adotiin, "Mineral Processing." Min, Annu, Rev, 233- 269.1975) CW, Mathews, “Screen Installations to Meet Maintenance and Fnvitonmental Requisements,” Rock Prod., 73, 82-84, 87 abril de 1970), J. 1, Bandholz, “Horizontal Sereen Blinding Cause and Cur 183," Rock Prod., 72, 96-97 (febrero de 1969). M. Jean, “Use ‘of Heated Scroens in the SarGo-et-Moselle Group of the Houillézes du Bassin de Lorraine,” 3rd Int, Cal Prep. Cones, Paper C6, pigs. 354-360, Ann, Mines Bel 1958). 28. F Burstein, “Some Advances in Direct Screening of Moist Mar texas,” fon Goal Trades Res, 178, 791-798 (3 de absi de 1959). 29. S. Fr Gluck, “Some Technological Factors Affecting the Feo nomics of Screening,” J Mer.. 18, 373-377 (marzo de 1966) 30, J. F. Sullivan, Sereening Technology Handbook, Triple/S Dy- ramics Ine (1975). 31, A.M. Gaudin, Principles of Mineral Dressing, MeGraw-tIill 1939), 32, S. E, Gluck, “Vibrating Sereem US de febrero de 1968), 33, J. C. Wiliams y G. Shields, *The Seeregation of Granules in Vibrated Bed," Powder Techno. 1 134-142 (1967) 34, MLL, Jansen' J. R, Glastonbury, “The Size Separation of Pa ticles by Sereening,” Powder Technol, 1, 334-343 (1967- 1968). Chem, Eng, 75, 151-168 35. 36, at. 38, 39. 40, al, 2 46, 4, 48, 49, 50. 51 52. 83. sa, 58. 1G, Ferrara y U. Pret 28 JM, Dalla Valle, Mieromerities, (1948), Anon, “High Efficiency: Iron Ox Scxeening Plant.” Min, Mas. 129, 529-535 (aiciombse de 1973), R. Feller y A. Hous, "Ser tion Fitects on Sizing Utficiency. 347-383 (1976). 1. English, "A New Approach to the They of the Mechanies of Sieving and Sereenin 198-203 (1974), HF, Rose, “Mechanles of Seving and Screening,” Frans, MAE (©, 86,CLOL C114 Gepriombee de 1977), la) J. L, Olsen y FG. Rippie, “Sestexation Kineties of Pare tivulate Solid Systems, Pazte 1." J. Pharm, Sei, $3, 147 150 (leber0 de 1964). (b) LG. Rippie, J. L Olen y M, D, Paiman Kinetics of Particulate Solid Systems. Parte 1 Sel, $3, 13601 1363 (noviembre de 1963). W. J. Whiten, “The Simulation of Ceushing Plants with Models Developed Using Multiple Spline Regzession,” JS. A, EMAL 287-264 (mayo de 1972). (a) S. Miva, "Proposal of a Now Index for Expressing the Performance of Sereens,”” Chem. Eng. Japan), 24, 180: 158 (1960). (b)_ C. Orr, Particulate Feefmology, Macmillan (1966, T. Bresoton y K. R. Dyiott, “Some Factors Which Influence Seroen Performanes,” Proc, J0dh Int, Miner. Process. Comer, London, 1973, pigs, 181-194, IMM (1974. A Contsibution to Scrvening Kinetics, Proc, Ith Int, Sfiner, Process, Come, Cagharl, 1975, pis 183-217, Universiti di Casliani (19755. |A, Neinsl y H, Schubert, “Uber einige zusammenhiings Zs chen der Fineelkozndynamik und der stochastischen sich Thee: Fie boi der Khssierung auf Sebsselsehwingsicb-maschlinen,” Aufhereitunes- Techn, 7, 408-416 (972). AA. Meinel y If, Sobubert, “Zu den Grundlagen der Veinse- bung," Afbereitungs- Techn. 3, 128-133 (197). CW, Schultz y R. B. Tippin, “Fundamentals of Statistical Screening,” Trans, AIME/SME, 247, 314-319 (diviembre de 1970). GW, Hottiman y W. R. Llinken, “Probability: Sizing — Prin ples, Problems and Development in the Mining Industry,” Trans, AIME/SME, 244, 149-183 (junio do 1969). PJ. Fontein, “Some Variables Inflacncing Sieve-tend Mex formance,” AICHE-Inst, Chem, Eng, Somp. Ser, No, J, Lom dies, pigs. 11231130 (1965), L. B, Keller. “Hine Sercening: The Current State of the Ast." AIMEJSME Preprint T1-8-25, AIME (197D). “Product Facts,” Bulletin No, 2100,0601, (1968) “Selection of Vibrating Machin Chalmeys (1963). “Nordberg Process Machinery No. 415, Rexrort (1976). S. E, Gluck, “Vibrating Sewens: Surface Selection and Cap city Caleulations," Cltem, ng,, 72,179 184 (1S de marzo de 1965). V. K. Kara, “Development of a Model for Predicting the Seroening Performance of a Vibrating Screen,” C/A Bull, 72, 167-171 (abril de 1979). Pitovan Publishing Corp, ing Dusation and Size Distitne J Awe. bug, Res, 2, ical Treatment Bile, Sep. My ‘Sear 4. Phar, Hewitt-Robins Bulletin No, PM 1.1, lis Rofezence Momus.”

También podría gustarte