Está en la página 1de 153
Cm Ceres En el presente libro, Jorge Barudy implica a las propias familias en el abordaje del malerato infantil y analiza con cada une de ellas las interacciones inductoras. En efecto, incluso cuando los abusos provocan intervenciones médico-sociales y judiciales, es necesario q ef responsable de ellos y los cémplices que favorecen esos actos violentos constituyan ialmente el objeto de un trabajo psicolégico apropiado. En este dificil campo, el pragmatismo y el sentido de la colectividad propios de las teorias y las intervenciones sistémicas centradas en ¢l nif facilitan el trabajo clinico. Tanto en el nivel del equipo como en el de la red, el enfoque global debe aplicarse uniendo los aspectos individuales, familiares, médico-sociales y judiciales. ¥ es entonces cuando el dolor que todo ello provoca en la infancia ~que ni siquieca aquellos que infligen querrian a veces ver puede examinarse, como se hace en este libro, su complejidad, desde una perspectiva rigurosa ¢ inteligente, encre la sensibilidad det humanismo y el rigor de la actividad clinica. De origen chileno, Jorge Barudy es psiquiacra y terapeuta familiar. Lleva a cabo labores formadoras cn la Facultad de Medicina de la Universidad de Lovaina y es auror de numerosos articulos sobre el tema. ISBN 84-193-1494-6 (ti IU 3049471 Paidés Terapia Familiar << 2 2 3s 2 Es 2 4a 5 2 2 35 36 2 36 ® 0 a 2. a5 Pa ps * 50. Sr 52 53 Bt 55 6 2 Es 58 0. ot e & se 8s ‘ in ra 3 n 2 n a Terapia familiar ‘Uttimos los publicados: 1B. P-Keeney vO. Sikerstein La vo terapsutica de Ola Sitverstin Allfrey mito e le psioterapia fama WH OManlon Raices profanas H.C Pshman Tratarinto de edofscentr con problemas IM Sehint Palazzolty otros Los jogos psicancos ena familia ‘T Goodrich youras Terapia famiarfomonista L Onnis=Tenepe fama de os rastornesprcesomdticos 1X Ackerman MAndollt- La creation del sitema terapetico de Shaver Claes paral soli on teapia Bove A.M Sorrentino Handicap yrhabilvacon LE Conernt La psicoterapia: gram y sintais WeHLOtanlony M Weiner Davis Ex buses de solucionss CA Whitaker y WM Bombers = Danzand cof fara F-S PitmanIll-Monntosdetsves S.Cinlov Di Blaslo Nitos maliatedos 4B Haley” Las tetcar de poder deSeoucristo IM. Bowen De fa familial ndiidu ( Wiltaker= Maditacionesnocturnas de un terapent familiar NUM: Berger «Ms fl de dobie vical IM. Walters, B Carter P Pappy. Sverscin La ved bib ‘Matteo Seivint= Cronion dena mvestgncin {©-Raush Herscovlel yL. Bay Anorexia rion y bulimia S. Rosen litsozird conga ‘A CampaniniyF Luppi Servicio social y modelo sstemico BLP Keeney La mprovsecon o pcererapa, Calle tna mae tno son iret J. Carpenter A Teacher Poblomasysoluciones en erapie familiar y de parla IM. Zapplla: Nove no ge, no hablo. El autism infant I: Navarro Géngors-Tenieasy programas tevapla amar © Madanes- Sex, amor vite Mi. Whitey D. Epon Medior narativos pare fines teapéutices W. Robert Beaversy RB Hampson Familias exioses| Sepa Sonar la eld '§ Cinllo-Eleambioen for contextos no trapéutcos 8. Minuchin La recuperate fama D.A.Bagaraziiy S.A. Anderson ites personals, matrimonials» familiares 4. Navarro Gongoray M.Bejeach -Avunces on erapla fama sites B.Cadey W.H.O Hanlon “Cula rove de teepte breve BCamdeasusyxtos = Cras famiflaesyenclanidad TL Linares dented y narrate L Boscolo P Bertrand Los tempos de empo ‘W.Santiy otros -Heramiontas para pecoterapeutas IM. Elkain = a trap falar en tasformacion FL. Frame -amtle de rig ypricoterania 4 Drocten (comp.)-Consrnendo masala de pacts yaiciones 1 Coletsy J. Linares-La nterencion sstonica en as sercios sociale ante 1a familia mliproblemaice Perrone Violence 9 abusos sexuls el familia E Barudy = El doloy esl dela foncee Jorge Barudy Labrin EI dolor invisible de la infancia Una lectura ecosistémica del maltrato infantil o PAIDOS CCubierta de Mario Eskenazi 1 edicén, 1998 Sia ei hae | © de todas ls ediciones en castellano, Ediciones Paidés Ibrica, S.A, Mariano Cubi, 92 08021 Barcelona ¥y FaitorialPaidés, SAIC, Defenss, $99 ~ Buenos Aires ISBN: 84.493.0404.6 Depésito legal 8.531998 Impreso en A SM Grific, SL, (08130 Sta. Perpetua de Mogoda (Barcelona) [Impreso en Espana — Printed in Spain Amis hijos Jorge, Gloria y Tania, ya Gloria, la ma dire de mis hijos, que con sus presencias me ayuaron @ sobrevivir ‘A mis padres, que nos dieron el amor que incluso ellos no recibieron ‘Alas ninas y mirios mértires de todos los tiempos v de todos los paises: ‘SUMARIO. Agradecimientos Prologo, Stefano Cirillo Introduccion, 1. La cleceién de un modelo ecosistémico en la ‘explicacién de Ia violencia familiar La emergencia del observador La tipologfa del maltrato basada en la «biologta del amor» 2a tipolgia de los malos trates desde una perapectva ‘ecosistemica 7 as a iter ee ce iepatocncte yen a crecimiento La familia en cuanto organizacion de origen biol6gico Laviolencia en el ciclo vital de una familia La familia en cuanto sistema cultural y slenguajeante» Los fenmenos culturales La familia como tema semantico Impregnacién, apego y cuidados parentales Apego y sentimiento de familiaridad Las perturbaciones del apego y el maltrato a influeneia del medio en la respuesta de los padres 3. Ecologia moderna de la violencia hacia los nliios La modernidad come ecologia Los factores socioculturales vinculados al modernismo La ecologéa familiar del maltrato EI maltrato como expresisn de una crisis en el cielo familiar ee 13 7 2 29 35 4a 41 45 48 53 54 60, 61 67 67 70 B El maltrato como situacién organizada de la fenomenologia familiar: las familias transgeneracionalmente perturbadas . La negligencia y el abandono de los niios La negligencia biolégica; el fracaso del proveso de apego Las fuentes de la negligencia «biolégica» Una tipologia de las madres carentes y negligentes Los factores dependientes del nitio La negligencia cultural La negligencia contextual: la pobreza y el aislamiento social como medio ambiente Las consecuencias de la negligencia en los nitios Las consecuencias de la negligencia Fisica Las consecuencias de la negligencia psicoafectiva La carrera moral de los nifios vietimas de negligencia Las consecuencias traumaiticas de la experiencia [Los mecanismos adaptativos alas situaciones carenciales Elabandono de los nitios. . La carrera moral de los nifios abandonados La violencia fisica sabre los niiios Agresividad, violencia y malteato fisico Agresividad y violencia familiar La violencia agresiva El agotamiento de los rituales como consecuencia de desdrdenes ecol6gicos El [racaso de los rituales como consecuencia de trastornos del apego La violencia ideolégica El desalio de ser madre o padre Las experieneias vitales de los padres violentos Intoxicacién idealdgica del padre maltratador La identidad del padre violento La pareja del padre o de la made maltratadores: | el rol del ercero La carrera moral del nifio golpeado Las consecuencias psicosociales del maltrato Los mecanismos de adaptacién a la violencia . Ecologia moderna del abuso sexual a los nifios La ecologia social sexualmente abusiva 120 123 125 127 130 134 140 148 150 157 158 tet 162 10. . Los abusos sexuales extra ¢ intrafa SUMARIO Creencias sociales y abuso sexual La representacién social de los abusadores Elrol dela ideologia patriarcal Lacultura pornografica ‘Los mecanismos familiares de evitacién del incesto Laclinica de los abusos sexuales: los trastornos del apego y la «intoxicaci6n ideolégica» Hares Los abusos sexuales cometidos por desconocidos Los abusos sexuales extrafamiliares: el abusador conocido de la familia Pautas para la interyenci6n psicasocial en casos de abuso sexual extrafamiliar . Elabuso sexual intrafamiliar : Laestructura de la familia sexualmente abusiva Ontogénesis del abuso sexual: el incesto como proceso . Los personajes adultos de las tragedias por abuso sexual Las experiencias vitales yla personalidad de los abusadores w Los diferentes grupos de abusadores v su personalidad La personalidad del abusador sexual El papel de la madre: complice o inocente en los casos deincesto Las dinamicas conyugales en las familias sexualmente abusivas Latriangulacion de las victimas en las dinamicas: conyugales 1. Consecuencias de los abusos sexuales para Ios nifios El comienzo de la interaccién abusiva: la ruptura del cuadro vital de la victima La carrera moral de los ninos abusados sexualmente La dinamica familiar del incesto entre hermanos Las organizaciones familiares abusivas en el caso de incesto entre padre e hija Un enfoque terapéutico y de prevencién del maltrato basado en un modelo de redes oe I-La organizacién de los sistemas profesionales u 164 169 170 171 m1 179 187 187 194 197 205 206 208 215 215 219 221 228 233 239 243 245, 250 256 259 263 267 2 EL DOLOR INVISIBLE DE LA INFANCIA 2. El programa de prevencién puesto en préctica 3. El programa de intervencion terapéutica 4. Algunos aspectos especificos de la terapia en las, consecuencias de los abusos sexuales . r Conclusion Bibliografia Pretec es ° * 272 276 295 299 300 AGRADECIMIENTOS Si bien es cierto que este libro es el resultado de mi escritura, ‘su contenido es el resultado de una experiencia colectiva. Por eso agradezco en primer lugar alas nifias, nifos y familias {que encontré en el marco de mi trabajo en el equipo «SOS Enfants- Famillen de la Universidad Catéliea de Lovaina, que me permitie- ron conocer el contenido de sus dramas, pero sobre todo de sus re- cursos y esperanzas, Me siento profundamente agradecido al profesor Frans Baro, de la Katholieke Universiteit van Leuven, que me brindé su con. fianzay su amistad y a quien debo mi formacién como psiguiatra y tuna parte de mi reconstruceién personal. Vaya mi agradecimiento también a mis colegas del equipo SOS Enfants-Familles, de la Universidad Catélica de Lovaina, 3 ‘mis companeros del equipo de Exil: Centro médico psicosocial pa- ra refugiados politicos y vietimas de la tortura, a mis colegas do- centes y formadores del Programa de formacién y de investigacién cen enfoque sistémico y terapia familiar, asi como a mis amigos y co- legas de los equipos espafoles y latinoamericanos de proteccién in- anti. Todos ellos y muchos mas son parte de mi «cuerpo social» de donde emergen mis experiencias elfnicas, mis ideas y mi compro- miso ético-profesional. Agradezco vivamente @ Ménica Hermosilla, chilena, hija de madre belga, que vivié como exiliada en Bélgica, que tradujo mis textos originales del francés al espanol, sienda vo un chileno, dle pa: dres chilenos. Por iltimo, toda mi gratitud a Maryorie Dantagnan, que dacti- lografis y corrigio mi manuscrito impregnandolo de amor — OOO sine PROLOGO* En as altimas lineas de este volumen Jorge Barudy nos dice {que su objetivo es «asociarse a las reflexiones y las luchas de los que continiian defendiendo los derechos humanos, y particularmente Jos de los nifos, en cualquier lugar del mundo, Ya que me esfuer- 20, segtin mis posibilidades, por pertenecer al grupo de éstos, me Siento muy orgulloso de participar, en el ltimo lugar, en la trayec- toria geografica, historica y cultural que este libro describe: desde Chile hasta Belgica v Espana, atravesando también Italia con este prélogo. ‘Uno de los puntos clave del trabajo de Barudy consiste en ha- cer un amamiento a la responsabilidad de los «terceros*, de {quien es testigo en silencio, inerte, de los malos tratos, de la negli gencia, del abuso, pero también de quien se compromete activa~ mente, en el nivel emotive y ético, por la prevencién, la proteccién yeleuidado. ‘Los trabajadores de los servicios sociosanitarios espaftoles, el pliblico a quien se dirige esta obra, con quienes he tenido el placer y el privilegio de encontrarme con relativa frecuencia, son, a mi pare- cer, personas profundamente motivadas para comprometerse apa- sionadamente en este frente. Ellos encontraran en Barudy @ una persona que, como realizador de una practica de redes, sabe e6mo ‘movilizarlos y organizarios de un modo eficaz y sinérgico, pero tam bien a una persona que los comprende y los respeta. En efecto, no ¢s raro encontrar en el trabajo sociosanitario so- bre los malos tratos a formadores o especialistas que, a mi juicio, se sittan de una forma ambigua frente alos colegas que hacen un tra bajo de base, de primera linea *Traduccion de Ramén Alfonso Diz rags. 16 EL DOLOR INVISIBLE DE LA INPANCIA A. veces la forma en que esas personas interpretan el concepto sistémico —shay que intervenir sobre el sistema que determina el problema»— es sutilmente culpabilizadora hacia los trabajadores de base, Parece como si dijeran que, sila familia es cronica (0 mal- tratadora 0 negligente), la culpa es del trabajador social, o del mé- dico de familia 0 del terapeuta, que no han sabido ver, que no se han situado de una forma correcta, que han respondido de un mo: do homeostatico, etestera. Mi impresién es que en estos casos nos encontramos frente a ‘un mecanismo de defensa del contacto con el profundo sufrimien- to que se anida en tuna familia y, por tanto, con la perturbadora pa- tologia que la atraviesa Esta tentacién de negar la violencia v el dolor que atormentan, ‘algunas familias no esta presente en el libro de Barudy: y es asf precisamente porque no minimiza el drama de la violencia que se puede ligar al sufrimiento de cada persona, sea victima, complice 0 perseguidor. ‘Su concepcién de una dptica sistémica, por tanto, no significa absolver a la familia de la culpa y proyectaria en la sociedad: signi- fica, en cambio, individuar en el ambito social circuitos de respon- sabilidad colectiva que constituyen la base tanto de los fenémenos violentos como de los impulsos reparadores. A mi, como italiano, me resulta particularmente interesante la diferencia semantica que Barudy propone entre perdon y «exonera- cléns.' Alice Miller ha dicho que uno de los errores mas graves de ‘muchos terapeutas familiares es el de empujar apresuradamente al paciente (hijo herido y danado de diversas formas) para que se re. coneilie con sus padres, En cambio, Barudy propone un trabajo serio y gradual (en una terapia individual sistemica que resulta muy convincente) hacia un doble reconocimiento. Por lo que respecta a la victima, euyos pro- ccesos, también los cognitivos, estan deformados por el proceso mis ‘mo de victimizacién, se trata de acompafarla en la toma de con- ciencia de la gravedad del dano sufrido y de la legitimidad de sus sentimientos de odio y de venganza. Por lo que respecta al perse guidor, se trata de guiarlo hacia el reconocimiento del dolor infligi- do a la vietima y de la existencia en él mismo de defectos estructu rales, sean de la conciencia moral o de los procesos de vineulo, defectos que no son congénitos, sino que estan ligados a las expe: 1. El autor del pogo nade gue en alana no exit a paabra ssonerasione iNeed : PROLOGO 7 riencias que ha vivido en la infancia y la adolescencia. Sélo a partir de estos procesos paralelos de toma de conciencia se podra llegar fen algtin casa a una reconciliacién que no ofenda la dignidad de la victima ni falsifique la realidad. En un articulo reciente publicado en la primera pagina del Co- sviere della Sera, un periodista atento y sensible, Gianni Riotta, se preguntaba por la posibilidad de contribuir a la recuperacion mo- ral y social de nuestro pats, apesadumbrado por misterios no re- sueltos de los anos del terrorismo, siguiendo cl ejemplo de la Comi sion sudafricana por la verdad y la reconciliacion. Esta Comision puede garantizar la amnistia a todo aquel que confiese los erimenes y las violencias cometidos en los afios del apartheid. Riotta se pre junta si el método elegido por Mandela, que pone en segundo plano €l castigo v da primacia al valor interno de la memoria, no conten- dra, escondida, una leccién para los anos de la violencia politica, tanto en Italia como en otras naciones. Me parece que el libro de Barudy consigue con éxito dar una respuesta afirmativa a esta pregunta, no sélo en el campo de la vio lencia familiar contra los nifios sine también en el de la violencia politica contra los disidentes. STEFANO CIRILLO INTRODUCCION Este libro aborda el tema de la violencia familiar bajo diferentes aspectos. A través de su lectura, el lector podré facilmente darse cuen- ta de que mi interés por el tema de la violencia familiar, y particular mente por el maltrato fisico, psicol6gico v los abusos sexuales hacia los ninos, forma parte de una necesidad vital de explicarme y de con- tribuira la desaparicién de la violencia humana en todas sus formas. ‘MI interés por comprender y actuar sobre este fenémeno s2 transform en una cuestion de supervivencia personal a partir del ‘momento en que mi compromiso social y profesional con los pabres de mi pais de origen, Chile, me confronté com la violencia organizada porla dictadura militaren septiembre de 1973. Mi experiencia de car- cel, tortura v exilio, y mi testarudez por sobrevivir, explican mi part cipacion en 1976 en Ia creaci6n en Bélgica del COLAT (Colectivo lati- noamericano de trabajo psicosocial) y mi trabajo en este programa como psiquiatra de exiliados victimas de las dictaduras militares lati= noamericanas. Mas tarde, dicho programa se amplié ofreciendo nues- tros compromisos ¥ experiencias clinicas al servicio de otras comuni- dades de exiliados a traves de la constitucion del proyecto Exil: Centro médico psicosocial belga para refugiados politicos y victimas de la tortura, animado por un equipo interdisciplinario v multicultural El contacto terapéutico con exiliados de todas partes del mun- do me sensibiliz6 respecto a dos fenémenos dramaticos. Primero, que la violencia organizada’ y la tortura son un fenémeno mundial 1. El concepto de ilencia organiza ulizado en eta introduccin correspon deal adopado porn OMS. en 1987 para referee alos actos como cde ln or om {ratamientono castigns inhumanos, at como cl encarcelamlent, I toma derehenen Tosrapos vio cualguie otra forma dlibrada de privacn de Herida compel os lo, Todo eta eertdo por grupos arganicadn que actan siguiendo esratepos mas "menos implctas que deen wun intern de rhe de contvcasy erent 20 EL DOLOR INVISIBLE DE LA INFANCIA independiente de ideologias, religiones y razas de los que la ejer- cen, Segundo, que la causa y la intensidad del sufrimiento de mu: cchos de nuestros pacientes no solo se explica por sus experiencias traumaticas de persecucion, carcel, tortura y exilio, sino que, ade- mas, de todas las situaciones, las mas dramiticas som las de muje- res que tras haber sufrido abuisos sexuales cuando niffas, luego fue ron violadas 0 torturadas sexualmente. Mi trabajo como terapeuta familiar en el marco del programa [Bxil me permiti6 constatar que algunas de las familias que nos con- sultaban funcionaban como lo que mas tarde Iamarfamos dictadu- ras familiares. Algunas de ellas siempre habian funeionado de esta manera, mientras que otras, al hacerlo de una forma relativamente sana, habjan sido «contaminadase por la violencia represiva. En este segundo caso, los comportamientos violentos podian explicarse ya fuese por la influencia del ambiente violento en que las personas habjan vivido a veces durante afios, 0 bien porque al- ‘guno de los adultos de la familia, a menudo el padre, habia sido tor- turado, por ejemplo, y se edesahogaba» inconscientemente de sus sentimientos de miedo, impotencia y agresividad centrandolos en. su esposa y/o sus hijos a través de discursos y comportamientos violentos, La vivencia de desarraigo, crisis de identidad, impotencia frente al racismo, ¥ las dificultades de adaptacion como consecuen- cla de la situacién de exilio, agravaban y favorecian en muchos ca: sos la emergencia de la violencia familiar: Mis investigaciones en relacién con este fenémeno, asi como mis intentos por elaborar un modelo general explicativo de la emer- gencia de la violencia en los sistemas humanos, se vieron facilita- dos por el hecho de que, a partir de 1984, comencé a trabajar ¥ a participar como psiquiatra en la elaboracion de un Programa tera. péutico ¥ preventivo del maltrato infantil, en el seno del equipo SOS Enfants-Famille» de la Clinica Universitaria Saint-Luc de la Facultad de Medicina de la Universidad Catélica de Lovaina. En lo que se refiere a las dinémicas relacionales, pude confir- mar que se requieren por lo menos tres grupos de personajes para producir estos fenémenos. En los dos tipos de violencia, la «organi: ada» y la familiar, encontramos los mismos ttes grupos de perso nnas, presentes en todas Jas dindmicas humanas en donde la vida es téamenazada y los derechos humanos pisoteados. En los dos casos existe un primer grupo compuesto por los represores, torturadores, abusadores, maltratadores, etc.; un segundo grupo, conformado por las victimas: hombres, mujeres y nifos perseguidos, encarcela- dos, torturados y exiliados; y un tercer grupo, constituide por los Inrropuceiéx 21 terceros, los otros, ls nsigadores los esos, los cémplices, pe: ro tambien los pasivos ov indferenten toe que no quieren saber 0 los que sabiendo no hacen nada para oponerse a estas situacioncs Yo tatardecontribuir a erer lat condiciones para un cambio Cuando se trata de volencin organizada, los ropresores direc tos son. a memo, los agentes del Eviada (miembros de servicios de seguridad, militares y policias), quienes abusan desu poder, des Tinado a proteger al conjnta dela adadania, ransiormndelo en tina fente de opresiony terror, para asi defender los inteeses del grupo tocialmente dominante. Los represores no slo eprisnen ¥ tort, sno que ademas se adhiren fanatcamone sistema oldpico dominante, que scvifcas al porseguido, a través de una sere de discursow en low qu legitima, mitfea yo niega el cardcter Abusive de esas pricticas, yen muchos easosinchiso a exatencia delas mismas, Las vietimas dela wolencia organizada a diferencia de los fos maltratados, pueden mantener (por lo menos al principio de suscxperiencia} la distancia necearia para econocerse como fe {mas de wus represores. Pero. medida gus el proceso avanea en el emp. dependiende de las técnicasulizada, on muchos cases elieprsor ica url de depenencin sea y pli on ss vietima tales técnicas son, por ejemplo, el proiuir dolor ¥ydebiltamientofsico extrem, a como la manipulacien peieolé. bea yafectiva dela victims, En diferentes trabajos, hemos demostrado que los represores torturadores buscam, ademnis de informacion para Gest ls fe des de oposicion politica y de resistencia, el anigullamiento yo alienacién de laidentdad de los sujetos que no se adhierem al sate ra dominante. Su fnalidad es, o destrurlr fiscamente (asesina> {os ydesspariciones)o «apropiarsesde sus identidades a raves de tn proceso de revocializacin secundaria conocido con el termine de clavado de cercbron vamghisencn dln malate o abu exten ens amilia ol ado torturdo ovilado por verduge pod mantener su identidad mientras pueda reconoverse como vftimn de su tora rad. Esto le permitiraguardar la distancia afectiva y picogica que le protegers del ies de eniregnle va identded, Pero, despraciaua ‘mente eto siempre ex posible debido alos niveesaltamente eo Pecializados de manipulacton psicolgca utlizados, que provocan tina confusion.en la vivencia percept de In sictima au leva in chuso.a pensar que es culpable de lo que le ocurve, En los casos ms dramalicos la victna puede legara perder su propio marco de ele. 2 EL DOLOR INVISIBLE DE LA INFANCIA rencia y dudar de sus ereencias y valores hasta adoptar los de sus perseguidores y torturadores; esto lo hemos denominado proceso de demolicion de identidad de la victima. ‘Como deciamos anteriormente, la existencia de verdugo y de vic~ timas no eaplica por sf sola Ia existencia de este fendmeno; se requie~ ren los terceros, los otr0s. En los casos de violencia organizada, siem- pre presentes como causa y consecuencia, los cémplices directos hhacionales y/o transnacionales, asi como los ¢émplices indirectos, son los que por miedo 0 comodidad apoyan a los verdugos ya sus instiga- dores. Pero afortunadamente como en todas las dindmicas humanas, ‘encontramos también cientos de personas y grupos que, a pesar del miedo y los riesgos, no hipotecan ni su dignidad ni su conciencia, re- sistiendo a través del heroismo de sus gestos cotidianos frente a sus opresores, Enel caso de la violencia familiar que constituye el contenido de este libro, los verdugos, los vietimarios, los abusadores, son los ‘miembros adultos del sistema familiar. En los casos de maltrato y abusos sexuales hacia los nifios, estos adultos malversan sus res- ponsabilidades y sus funciones biolégicas y psicosociales respect ‘a cuidarlos, protegerlos y socializarlos, utilizandolos para sus pro- bios fines, En el caso de la violencia conyugal, el abusador malver. ssa las posibilidades de encuentro biopsicosocial con el otro, para mantener su dependencia hacia un sistema de creencias patriarea: Ies y falocraticas, a menudo dominamtes en su cultura familiar yen su entorno social. En ambos casos, todo ocurre de nuevo en un contexto relacio- nal y discursive que mistifica el cardcter abusivo de estos gestos 0, ten el peor de los casos, niega st existencia. Como veremos més ade- Tante, estos adultos «son abusadores que abusan» porque crecieron cn sistemas sociales y familiares violentos y abusivos, Esto explica cl eardcter transgeneracional de estos fenémenos. El drama de estos adultos reside en que sus sulrimientos, consecuencia de la violen cia y el abuso que conocieron cuando nifios, no fueron verbaliza~ dos, escuchados y/o reconocidos. Esto conllevé que estas experien cas traumaticas «se almacenaran» en las bodegas de su conciencia, expresindose posteriormente a través de ritos analdgicos de mal trato, abandono, abuses sexuales de sus hijos y/o situaciones de violencia conyugal En los casos estudiados de violencia familiar, las victimas siempre son los nis y las mujeres, es decir, quienes se encuentran ‘en una posicién de desventaja en las relaciones de poder en el inte ior de la familia, Aqui el abusador utiliza y manipula la dependen INTRODUCCION 23 cla afectiva de sus vfetimas, no necesita crearla porque ya existe co- ‘mo consecuencia de la aliliacién y la interdependencia familiar. Los niftos no tienen otra alternativa, debido a la dependencia bio- psivosocial de sus padres, que aceptar esta situacién como legiti- ima; ademés, el eonjunto de comportamientos abusives, asi como sus significados, son camuflados o simplemente negados por los. discursos de los padres abusadores. Asi, por ejemplo, los golpes son presentados como educaciéns o los gestos de abusos sexuales co- ‘mo gestos de amor y/o como necesarios para la iniciacién sexual de la-victima. Al mismo tiempo, el maltratador exige de su vietima una, lealtad abyoluta, impidiéndole, entre otras cosas, la expresin del dolor y suftimiento que esta situaciéa les causa. En el momento de azotara su hijo de seis afios, una madre le decia: «No llores, no exa- eres, no es para tanto». En el caso de los padres incestuosos, el abusador intenta casi siempre convencer a su vietima de gue lo que hace es por su bien, natural, necesario o legitimo. En todo este proceso no solo hay una, ‘traumatizacin de las victimas, sino que ademas encontramos el mismo proceso de «lavado de cerebro» que describiamos en el ejemplo de la tortura. En este caso, los padres, utilizando Ia rela ci6n significativa que tienen con sus hijos, imponen sus creenelas y sus representaciones del mundo en las que esté contenida la enor- malidad» de los gestos violentos y abusivos. El contenido de este libro describe una de las formas mas mér- bidas de la relaci6n interpersonal, es decir, la situacién de doble vinculo descrita por Bateson (1977). Los nifios estan en el medio de tuna dindmica infernal comparable a las situaciones de tortura, pe- ro atin peor, porque los torturadores son sus propios padres. En Ia situacién de maltrato y abuso sexual, Ia vietima es confroniada a tun proceso de adoctrinamiento que puede resumirse de la siguien- te manera: «Te amamos, te maltratames, callate, es normal». En es- ta dindmica extrema, los hijos incorporan, a menudo y progresiva- mente, de una manera acritica los comportamientos y creencias de sus padres opresores (victimas asimismo de este proceso cuando fueron nifios). Esta situacion acarrea el riesgo, si no se introducen, cambios en el funcionamiento de estas familias, de una perpetua- cién de los comportamientos maltratadores y de las ideologias que las sustentan, que se organizan en una forma de culeura familiar ue se transmitird de generacion en generaci6n. Los terceros en el caso de violencia familiar son los demas miembros de la familia, que no estan implicados directamente, ast como los miembros del entorno social, quienes generalmente no in- 24 EL DOLOR INVISIBLE DE LA INFANCIA tervienen, a veces porque no se dan cuenta, otras veees porque no quieren saber, o por complicidad ideolégica con lo que est pasan do, 0 simplemente por temor. Entre estos terceros estén también los médicos, psicdlogos, asistentes sociales, ete., que minimizan 0 nicgan Ja existencia vio el impacto de estas experiencias traumati ‘cas en Ia etiologia de los trastornos y sufrimientos que presentan ‘sus pacientes. Prisioneros de sus modelos y roles profesionales, protegen las imagenes idealizadas de sus padres en la infancia 0 simplemente subordinan su ética a sistemas de creencias autorita- vias, patriarcales y/o adultistas. ‘Afortunadamente, mi préctica profesional me ha permitido también encontrarme con familiares, profesionales de la salud, profesores o simplemente ciudadanos que, alertados por los relatos ylo comportamientos de las victimas, hacen lo necesario para ayu- arles a introducir un cambio en sus situaciones al provocar una crisis necesaria para detener los hechos abusivos y al crear una al ternativa terapéutica para el conjunto de Ja familia, incluyendo a losadultos maltratadores. En cada capitulo de este libro se abordarén también las posibi- lidades terapéuticas de estos fenémenos, poniendo énfasis en la idea de que cl motor de la intervencién terapéutica (médica ylo psi- cosocial) es el compromiso y la opeién ética del terapeuta. En conse cuencia, todo esfuerzo para contribuir a la liberaci6n de las victi- mas de los efectos traumsticos y allenantes del terror familiar, pasa por facilitar procesos relacionales no violentos, al mismo tiempo ‘que reescribir con ellos la historia explicativa de estos aconteci- mientos. En otras palabras, el proceso terapéutico debe permitir el cambio de los comportamientos abusivos, a elaboracién del caréc- ter traumatico de estas experiencias y, ademiés, laeilitar el proceso de didlogo que permita la emergencia de pautas de comunicacién, comportamentales y de creencias no violentas, es decir, crear a ni vel micro y macrososial condiciones que permitan las victimas, a sus victimarios y a sus cémplices, en un clima de solidaridad y amor, onthrar el horror y el abuso, identificar quién es quién y cual ¢s la responsabilidad de cada uno. Pero, ademés, debe permi- tirles tomar conciencia de los mecanismos relacionales y transge- neracionales que generaron el drama. Enel caso de la victima, la terapia debera permitirle sobre to- do reconocerse como tal, facilitandole la vivencia y expresién cons- tructiva del odio, como una alternativa para liberarse del pasado y dela sumision a sus verdugos. En el caso de los victimarios, se tra- ta de olzecerles In posibilidad de rehabilitarse como seres humanos iwrropuecios 25 y como padres, avudandoles a asumir la responsabilidad de los abusos cometidos, asf como la posibilidad de reparar legal v simbé- camente los dafios ocasionados, al mismo tempo que brindarles asistencia psicoterapéutica y socioeducativa, con el propésito de acompanarles en la biisqueda de modelos alternativos de relacion. que excluyan la violencia. En este libro, insistimos que para contribuir a la emergencia de estos procesos, los terapeutas debemos renunciar a cualquier tentaci6n de «cosificar» yio recuperar el sufrimiento de las victi- mas, para fortalecer nuestro poder profesional. Si la violencia or- ganizada o familiar son producciones sociales, la terapia lo es tam- bien, pero con el signo contrario. Esto quiere decir que el proceso. terapéutico es un proceso donde el amor es el antidoto més impor- tante frente a la cultura de la violencia, y por ende, el otro, a pesar de la indignacion que sus actos despierian en nosotros, sera siem- pre respetado incondicionalmente como persona. La terapia se apoya en el reconocimiento de las posibilidades y recursos de cada sujeto, as{ como en la confianza ilimitada en que cada persona puede reencontrar, en condiciones relacionales favo- rables, un sentido a la existencia compatible con su condicién de ser vivo y humano. Para que la terapia sea realmente un antidoto contra la violencia, los trabajadores de la salucl comprometidos en lalucha por la no violencia tendremos que seguir reflexionando crf ticamente acerca de los riesgos de adherirnos a modelos verticalis- tas y profesionalizantes que medicalicen o psiquiatricen el sult miento de las victimas y los comportamientos ¢ ideologias de los victimarios. Esto implica abandonar la pretensign de ser detento- res del poder de curar o sanar a nuestros semejantes, para aceptar ser parte de procesos sociales horizontales, donde todos seamos ecuranderos de todos. En cuanto a m{ concierne, a waves de mis escritos quiero ofre- cer mis experiencias y mis modelos para contribuir ala basqueda de métodos de tratamiento y prevencion, que protegiendo y defen diendo los derechos de los ninos victimas, movilicen todos los re- ‘cursos existentes en la red social del nif. Este libro constituye un medio de organizar la observaciéne i formacién recogidas a partir de nuestros encuentros con las fami lias, las victimas, los abusadores, as{ como con los miembros del en- torno social de esas familias: profesores, trabajadores del ambito psicomedicosocial, educadores, etc. Representa a la vez la forma de {corizar mis experiencias de médico, confrontado a las familias vic~ timas y/o productoras de violencia, pero también es una manera de —-— 26 EL DOLOR INVISIBLE DE LA INPANCIA hablar de mf mismo, de mis experiencias relacionales, de mis valo- res, de mis concepciones del mundo y, sobre todo, de mis conviccio- nes éticas, Sin embargo, todo esto no proviene de un proceso pura ‘mente personal, sino que es también el resultado de una dinémica social que me ha postbilitado el didlogo con muchas otras personas, ‘que me han influido en mi trabajo. Mi transcurrir puede ser considerado como el resultado de un. proceso de conocimniento» que pertenece a lo que podriamos lla- mar «la subjetividad cientificas, Io cual quiere decir, que, en tanto Investigador de un fenémeno tan profundamente humano como es Ja violencia, no podré jamas reivindicar una pretensién de objetivi dad y neutralidad absolutas; me siento emocional y éticamente im- plicado, no sélo por el tema de la violencia, sino especialmente por Jas personas involucradas en estas tragedias. ‘Todo lo que describo en este libro, esta fuertemente influido, por la experiencia personal y clinica, pero también por el didlogo, el Intercambio, el apoyo y las aportaciones del conjunto de mis cole- gas del programa «SOS Enfants-Familles de la Universidad Catoli- ca de Lovaina, inspiradores y coautores de mis ideas, con quienes he trabajado durante once afios ayudando a cientos de nifios ya sus familias. En esta misma categoria considero a mis colegas de los. equipos «SOS Enfants-Famille~ de la region Mons y Borinage, y el de La Louviere en Belgica, que me han nutrido con sus experiencias clinicas durante nuestras sesiones de supervisién, ‘También considero inspiradores de mi escritura a los trabaja- dores sociales de la coordinacién social de la ciudad de Waremme y alos miembros del equipo clinico del movimiento Le Nid de Bruse- Jas, que desarrollan un programa de ayuda psicosocial a las prosti- utas. Por ultimo, quiero citar a mis colegas y compaheros del equi po del centro Exil, quienes por el hecho de ser mis colaboradores mis cercanos, son una fuente de experiencias, reflexién y apoyo permanente en mi compromiso con las victimas de la violencia, En la medida en que mis ideas, como toda construccién huma- 1a, son ala vez una producei6n personal y también el resultado de un proceso colectivo, me he permitido, para expresar esta alianza entre yo y los otros, escribir algunas veces en primera persona del singular, y otras en plural 1 LA ELECCION DE UN MODELO ECOSISTEMICO EN LA EXPLICACION DE LA VIOLENCIA FAMILIAR La violencia intrafamiliar traduce una disfuncion importance del sistema familiar en el cual se produce, asi como de los sistemas insti- tucionales y sociales que lo rodean, Los gestos de violencia expresan luna situacién de abuso de poder, pero también un sufrimiento en cl abusado, en Ios abusadores y en aquellas personas que les son mas Cuando la violencia se transforma en un modo crénico de comu- nicacién interpersonal y de grupo, produce una serie de fenémenos draméticos que se manifiestan dentro y fuera de las fronteras fami liares (nies maltratados, mujeres golpeadas, nifios victimas de in- cesto y de violencia sexual, toxicomantas ¥ delincuencia adolescente, padres maltratadores, prostitucién, pedofilia, etc.) ‘Cuando el sufrimiento de las victimas, resultado de esta violen- cia, no ha sido verbalizado y/o socialmente reconocido, el riesgo de ‘que se exprese a través de comportamientos violentos sobre otras personas es muy alto. Estas nuevas violencias produciran nuevas vic~ timas que podran transtormarse a su vez en nuevos victimarios. De cesta manera, padres violentos que fueron ninos maltratados sin pro- tecei6n, podrn maltratar a sus hijos haciendo de ellos futuros padres violentos. Se crea ast la posibilidad de un cielo rransgeneracional de la violencia Por otra parte, niflos y niftas maltratados y/o abusados sexual- mente, v sometidos a la ley del silencio ylo a la mistficacion de sus ex periencias, pueden desarrollar actitudes desviadas, promiscuidad se xual, problemas de comportamiento, delincuencia, prostitucién, ete ‘que, de un modo anal6gico, denuncian las situaciones de abuso de po- der de las cuales fueron vietimas. Estos ninos al llegar a adultos pueden reprodueir ecologias familiares similares a las que vivieron, en donde ‘sus hijos podirn ser también objeto de violencia y de abuso de poder 28 EL DOLOR INVISIBLE DE LA INFANCIA Nuestra investigacién clinica utiliza como campo de estudio el sistema familiar y el tejido social que lo rodea. Por lo tanto, nuestro cenfoque explicativo de la violencia familiares el ecosistémico y nues- tra finalidad pragmtica es contribuir a la preveneién y tratamiento integral de los efectos de esta violencia en los nifos. Por otra parte, mis escritos son el resultado de un proceso donde ime sitsio como observador participante, y por ende, en cuanto autor deeste libro, y ustedes, en cuanto lectores, no podemos distanciarnos de lo que vivimos yiu observamos. En consecuencia, todo lo que es- ccribo sobre el tema de la violencia es a la vez una teoria sobre mi mis- ‘mo y sobre este fendmeno, que he tenido la imperiosa necesidad de comprender. Esto me lleva astmir la idea de Maturana: «Nosotros, los cientificos, somos generadores de fenémenos» (Maturana, 1986). ‘Mi contacto con la epistemologia ecosistémica se produjo en un ‘momento importante de mi vida, Mi exilio politico en Belgica signifi- 6, entre otvas experiencias, el comienzo de un proceso de «modeli- zacién» de mis experiencias profesionales realizadas en Chile, al mis ‘mo tiempo que cl inicio de una biisqueda de nuevas alternativas para continuar mi emilitancia» en la defensa de los derechos humanos, de la justicia social y de la vida El paradigma sistémico, con su connotacién holistica, dinémica « histérica, estaba ya presente de forma implicita en nuestras practi ‘cas medicosociales en América Latina, Sin embargo, su integracién ‘cognitiva sélo fue posible gracias a la colaboracién y el didlogo con tedricos y clinicos europeos. El hecho de que en Chile me interesara por los efectos de la vio: lencia social y mas tarde por las consecuencias de la violencia organi- zada, para comprometerme luego en la terapia de los protagonistas de la violencia familiar, no es una mera coincidencia. Estas etapas ex. presan mi necesidad esencial de comprender y actuar contra la vio lencia, buscando vinculos entre sus diferentes manifestaciones. Lo gue todas estas violencias tienen en comin es que emergen cen sistemas humanos donde no s6lo existen interacciones y compor- tamientos violentos y abusivos, sino ademés un sistema de creencias ue permite, a quien abusa, justficarse o mistificar el abuso de poder y laviolencia sobre sus vietimas. ‘A menudo el sujeto abusador esté convencido de que sus percep- ciones, sus representaciones de si mismo, de su familia, de su hijo, de su historia y del mundo que lo rodea, son la realidad objetiva. La sin- gularidad del abusador no esta solamente en el comportamiento que nos perturba, sino en la constatacién de lo que éleree. En su sistema de creencias, el abuso no es abuso, sino un acto justificable vio nece- LA ELECCION DE UN MODELO ECOSISTEMICO 29 sario; as, torturador, el padre ola madre violenta y maltratadora, abusan en contextos diferentes, pero lo que les une es que todos estan convencides de que lo que hacen es legitimo y nevesario. El drama de estos abusadores es que no saben que sus lecturas, sus ereencias, que ellos consideran la realidad», no son otra cosa 4ue una imagen mental, «un mapa» que corresponde sélo de una ma- nera aproximada a la realidad, La diferencia fundamental entre ellos Y nosotros es que ellos se aferran fandticamente a sus ereencias, lo que les impide liberarse del peso de los condicionantes familiares y sociales que les eselavizan a esos comportamientos ¢ ideologias des tructoras A diferencia de ellos, os profesionales sabemes que «la casa no es el territorio» (Korzybski, citado por Bateson, 1970) A diferencia de los abusadores, hemos aceptado que nucstras percepciones no Som inmaculadas percepciones (Huneeus, 1987). LA EMERGENCIA DEL OBSERVADOR Si aceptamos que toda definicién de la realidad es una manera personal de distinguir y explicar los fenémenos que nos preacupan, te- rnemos que aceptar que de acuerdo con las adquisiciones y las perte znencias sociales y culturales de cada uno, existirin tantas definiciones dde maltrato como personas. A este respecto, las investigaciones sobre Ja biologia de la percepeién. realizadas entre otros por Humberto Ma- turana, nos enseflan que un individuo, determinado por su estructura, dificilmente podria distinguir sus llusiones de sus percepciones, si no tuviera la posibilidad de dialogar con los otros. Nuestras percepciones «son realidades» en la medida gue se consensuan como tales en el in- terior de una dindmica social (Maturana, y Varela, 1984). Por ejemplo, conoc! a un padre que ataba a su hijo de tres anos [para que se mantuviese tranquilo, calmando su propia exasperacion rente a sus comportamientos turbulentos. El habfa expuesto su lec- tura del problema y su solucién a su esposa, a miembros de su fami- lia y a su médico de cabecera, obteniendo el beneplacito explicito de su esposa y el implicito de los demas. El no percibia su comporta- miento como maltratos; crefa haber encontrado una solucién a un problema que le perturbaba, y sus interacciones con el medio am: Diente se lo confirmaban, Este ejemplo sirve para ilustrar la idea de que toda definicién de un problema depende del observador; por lo tanto, la realidad no es algo independiente del acto de observar. El mundo se consiruye 30 EL DOLOR INVISIBLE DE LA INFANCIA de acuerdo con la manera como es pereibido, 0 en otras palabras: SE] mundo, tal como lo observamos, es el mundo de los sistemas observantes en que la manera de observar modifica ya lo observa- do» (Foerster, 1981). En el caso del maltrato infantil se necesitaron muchos observa dores para que al fin este fendmeno existiera como realidad social. Porque la existencia dela infancia sin proteccién y el maltrato infan- til, en cuanto a realidad aceptada por Ia sociedad, se constata slo desde los afios sesenta, por supuesto a pesar de la previa existencia constante del fenémeno, y de que siempre han existido hombres y ‘mujeres que se han alzado en contra del abuso del poder y la brutal dad de los adultos hacia los niftos. Diversos autores que no fueron es- cuchados en su época, testimonian que historicamente la norma ha sido que los nifios no sean respetados como sujetos. Datos hist6ricos dan cuenta no solamente de miles de situacio: nes de nifios explotades y brutalizados por los adultos, sino también de que la infancia como periodo especifico en donde el nino requiere ser protegido y cuidado para asegurar su crecimiento y bienestar existe slo a partir de los trabajos de Jean Jacques Rousseau en el si- slo vu. (Martinez-Roig, y De Paul, 1993). Los historiadores estan de acuerdo en que fue s6lo a partir del si- slo xrx cuando la suerte de los ninos empez6 realmente a ser un mo: tivo de preocupacién para ciertos sectores de la sociedad. Esto origi 1n6 una reflexion sobre la naturaleza de los cuidados basicos que ‘eabia proporcionar a los nities y sobre la responsabilidad de la socie dad en la proteccién y cuidado de la infancia. Una ilustracién de esto fue la manera en que se traté el tema del ‘trabajo de los ninios, Desde comienzos de la revolucion industrial és- te fue un tema polémico hasta que, al menos en los patses industriali- zados, se obtuvo un consenso para que el trabajo infantil fuera prohi ido, en un comienzo para los nifios menores de diez aftos, luego ppara los menores de doce anos, y finalmente para los menores de ca- torce afios (De Paul, 1995). Pero aun asf, en los albores del ter lenio miles de niaos de todas las edades habitantes de los pais bbres todavia deben trabajar en condiciones inhumanas para subvenir ‘asus necesidades minimas y las de sus familias. Esta situacién es una de las muchas ilustraciones de la incompetencia del mundo adulto, ineapaz de garantizar un mundo justo y protector para todos los ni: os del planeta, a pesar de que ellos son la Unica garantia de la conti- nuidad y la supervivencia de la humanidad ‘Alo largo de Ia historia siempre existieron sectores de la sociedad y pensadores que se rebelaron contra el maltrato infantil. Ya 400 anos LA ELECCION DE UN MODELO ECOSISTEMICO 3 antes de J.C, Platda aconsejaba a los maestros de escuelas utilizar el juego para instruir a los nifios en vez de reprimirlos. Pero desgracia- damente las voces de e508 pioneros de la defensa de los derechos del nino fueron rapidamente ahogadas por las ereencias sélidamente es- tablecidas que decretaban que la educacién y los métodos educativos eran un derecho absoluto de los adultos yio de los padres (Ruth y Kempe, 1978), ‘Los primeros signos de un cambio cultural frente a la infaneia ‘maltratada fueron, por una parte, la fundacién de los «Movimientos para el bienestar del nifto», creados a partir de 1820 en los paises an- glosajones; v por otra parte, la fundacién en 1825 de la primera casa de acogida para «nifios delincuentes», creada por la Asociacién neo- yorkina para la reeducacién de delincuentes juveniles para proteger a los nifos del contacto con delincuentes adultos en las cArceles. Més tarde se crearon otros centros de acogida para nitios abandonados 0 ‘maltratados, En el campo de la medicina, transcurrieron cien afos entre la pri ‘mera publicacién cientifica que denuncié la existencia del maltrato y el momento en que el mundo médico acept6 al fin que una serie de signos, tales como heridas, fracturas y quemaduras sobre el cuerpo del nifio, podian provenir de golpes propinados por adultos. Este pe iodo se sitia entre el momento en que Ambroise Tardieu (1868), pro- fesor de medicina legal en Paris, apovdndose en resultados de autop- slas, describe 32 casos de ninos quemados 0 golpeados hasta la muerte, y la presentacién en 1961 de Henry Kempe, en la Academia [Americana de Pediatria, del «sindrome del nitio golpeados (Kempe ¥ colab., 1962). Al ano siguiente, la publicacidn de sus trabajos en The journal ofthe American Medical Association, permite al mundo médico ya otros profesionales afines plantearse al menos la existencia real del maltrato fisico, que hasta esos momentos era todavfa un fenémeno, impensable (Kempe y colab., 1962). Este cardcter «impensable» puede ser ilustrado por el hecho de gue el mismo afo en que Tardieu denunciaba en Francia la existencia, de ninos maltratados hasta la muerte, otro médico, A. Johnson (1868) del Hospital de Ninos de Londres, insistia en que la frecuencia de fracturas repetitivas en los nitios se debja mas bien a la fragilidad del tejido dseo a causa de raquitismo. Kempe (1978) sefala, respecto a estos trabajos, que la mayoria de los casos deseritos por Johnson co- rrespondian a nitios maltratados. Segun él, en los archivos de la épo- ca, de los 3.926 nintos menores de cinco aftos que murieron sacciden- talmente» o por muerte violenta, slo 200 de éstas fueron califieadas de homicidios involuntarios, 95 fueron atribuidas a faltas de cuida 2 EL DOLOR INVISIBLE DE L& INFANCIA dos y 18 al frfo reinante, Todas estas muertes, segiin Kempe, serfan hoy dfa imputadas a maltrato infantil El coraje de otros observadores e investigadores preparé la acogida masiva y favorable que tuvieron los trabajos de Kempe (1962), Ast, ya en 1946, John Caffey habfa presentado sus primeras observaciones con respecto a la asociacién inexplicada de hemato- mas subdurales y modificaciones anormales a nivel de huesos lar- os, diagnosticadas a partir de los rayos X. En 1953, Catfey y Silver man establecen, a través de los examenes radiolégicos de estos huesos, el caracter traumatico de estas fracturas, La aceptacién de la existencia de nifios maltratados y abusados por los adultos, ha sido el resultado de un largo proceso de cuestio- hamiento de las representaciones que impedian la emergencia de es- te fenémeno a la conciencia social. El proceso de reconocimiento de esta realidad ha sido el resultado de una co-construcecion mental, en cl nterior de un campo social y durante un periodo historico, Aceplar Ia existencia del maltrato, definirlo y explicarlo fue el resultado de tuna xecologia de ideas», o de construcciones mentales en el sentido empleado por Bateson (1972), es decir, el resultado del conjunto de rocesos conscientes e inconscientes con respecto a un fendmeno ¥ las actividades deseneadenadas por esos procesos que interactiian de ‘manera recurrente y recursiva con los fenémenuse, Respecto a esto, ‘Maturana y Varela (1987) precisan: «Toda actividad es eonocimiento ytodo conocimiento es actividads y Foerster: «Si quieres conocer, pa saalaaccidns (1971), El maltrato «sélo existe» desde que los observadores distinguie- ron, en el marco de sus interacciones, un fenémeno que les preocup6, lo nombraron y lo definieron verbalmente.' Para que el maltrato exis. tera, fue necesario que ese «descubrimiento» se transformara ea un fenémeno social, es decir, que fuera reconocido en el interior de lun contexto de interaccién social cada vez mas amplio, como es toda la comunidad. Kempe (1979) hacia notar que slo en las naciones donde los problemas de malnutricién y de mortalidad infantil ya estan bajo un relativo control. y en las que se espera socialmente mas que la simple supervivencia de los nifios, se desarrollan programas para prevenit considerar el maltrato infantil. En los paises mas pobres del planeta, |. Portenguaje verbo nos referimos ala signiticacion lingitica relevant on el contest, generada enlaiteraccion. El enguaje verbal es ms que tna coonlinacion de omportamientos sl atibuctn de sentido la snndinacion selon comportement LA ELECCION DE UN MODELO ECOSISTEMICO 33 son millones los nifios que sufren de malnutricién y de enfermedades resultantes de la miseria. En este contexto, querer detectar a los nit fos maltratados por sus padres sin hacer los eshuerzos necesatios pa- ra mejorar las condiciones de vida de las familias, sdlo sieve para pro- porcionar buena conciencia a aquellos que son responsables de injusticias estructurales, al mismo tiempo que mistifica los conflictos sociales que faciitan esta violencia. En esta perspectiva, existe un srran riesgo de que estos padres sean ademas los chivos expiatorios de la disfuncién social Por eso prefiero referirme a menudo a estas situaciones como si- ‘uaciones de desprotecci6n, incluyendo aqut todas las situaciones farni- Sars sobre odo sociale, donde a vide ls derechos dels mos no son respetados, Esta perspectiva permite mas facilmente que los di seats torespmnetlosda earselos tito ta ect do terminada— miembros de la familia, escuela, servicios sanitarios, ser~ vicios de proteccién, et, interactien en el discurso yen la accion para crear un sistema de significacién que sostenga una definicién del mal trato infantil inscrito en un espiritu de corresponsabilidad. Esto es también valido en el disefio de la tipologfa de las distintas formas de abuso cometido sobre los nifos. Esta tomard en cuenta la singularidad de cada tipo para ofrecer respuestas coherentes al sufrimiento infantil al mismo tlempo que establecer los vinculos entre los distintos tipos dde malos tratos, tanto en la etiologta como en los procesos de transmi- sion transgeneracional, en un enfoque ecosistémico. LA T1POLOGIA DEL MALTRATO BASADA EN LA oBIOLOGIA DEL AMOR» El proceso de construccién dela tipologfa utilizada en este libro se basa en la idea de Bateson de que el espiritu, la mente (mind), es decir, el sentido o la significacién se construye en Ia interacei6n ¥ no en la cabeza de cada individuo (Bateson, 1979), Las diferentes definiciones de maltrato que emplearemos son el resultado de multiples intercambios de ideas entre muchas personas mes, Nosotras hemos partici- que participan en diversas conversa pado, como otros clinicos, en esta dinémica de «conversacién»,?en la 2. Conversacion. en! sentido sade por Maturana(1983),deserbe el enrecrura- rien de actones,emociones lengua en alcual emergent las atv iad hi Tanas, Esto pus coresponder al noc de interacion humana, tal como la cone Cems en el enloque sitemico, ya la noc de ritual ave velzamos en micro modelo. 34 EL DOLOR INVISIBLE DE LA INFANCIA medida en que nuestro trabajo con las familias nos ha obligado a pre cisar la especificidad de nuestro programma, La clinica nos enfrenta ala necesidad de establecer definiciones concretas de lo que se entiende por maltrato infantil, eomo tambign nos confronta con ladificultad, y sobre todo los riesgos de encerrar se eneste tipo de definiciones. Establecer una definicion de maltrato no es accesorio; por el contrario, es la base no sdlo para compren dro, sino sobre todo para cambiarlo. Toda definicién crea ua mun: do semntico alrededor del problema que alecta directa c indirecta- ‘mente a una cantidad importante de decisiones que afectardn a personas coneretas. En la medida en que laelfntea del maltrato bus 2 corregir las situaciones individuales,lamiliares y sociales quc lo producen, es fundamental que los profesionales se pongan de acuer- do en cada red, sobre qué es lo que entienden por maltrato, asi como por qué se produce. La definiciOn de maltrato y su tipologia nos eonfronta a dos pre- sguntas esenciales:cdénde situamos el limite entre lo que es ¥ no es ‘maltrato? y chasta qué punto debemos considerat las costumbres la dimensidn cultural en el momento de diagnosticarlo? Para responder 2 la primera pregunta nos parece importante llegar aun acuerdo so- bre a naturaleza de los cuidados isis, psicolégicos y soclales, alos que todo nifo tiene derecho para aseguratle un desarrollo sano. Esta nos una tareafécil, pero sefalar estos aspectos reduce en parte la variable del elativismo cultural Ta nocién de maltrato es, de esta manera, el resultado de un pro- ceso de «conversaciéns donde se sia este concepto, en oposicién a la nocién de buen tato ode buena calidad de vida de un nifo. La no- cid de maltrato, asi como la de bienestar infantil uilizada en este li- bro, se matcrializa cn las emociones, comportaimientos y discursos que constituyen a su vez «conversaciones» y redes de conversaciones, ‘Amedida que un comportamiento y/o un diseurso sobre un nio se parte mis de la «biologia del amors, més sera considerado como maltrato (Maturana, 1983). En la dindmica ereada por esta sbiologia del amore, cualquier nino con sus caracteristicas, que hacen de él un ser nico, es considerado intrinsecamente igual a todos [os demas ni- fos. Todos los nifios deben recibir los cutdados necesatios a fin de asegurarls la vida, el bienestar'y un desarrollo armonioso al mismo tiempo que sus derechos sociales, econémicos, civics y politicos son respetadios, permiliéndoles el desarollo de sus potencialidades para Que todos tengan las mismas posibilidades de vivir, ser bres y flies Seatin estos principios, toda accién u emisién cometides por in dividuos, insttuciones 0 por la sociedad en general, y toda situacion LA ELECCION DE UX MODELO ECOSISTEMICO 35 provocada por éstos que prve a los nif de cuidados, de sus dere Efos' ibertades, impisiendo sa pleno desarrollo, constitiven, nor Uctnicigm, an acto oun situscion que entra cnla categoria de logue nosotros lamaremor malos rato © negligensi, ‘Augut on este libro nos rfenmos sabre todo al maltrato ites familian insisireanos a memudo que abordamos un drama que releja ti racaso de toda la comunidad, Hemos hecho nuestra Ia fdea de Sue elestade de bionestar de un nfo no cs nunca wn regalo oe foc {dela buena o mala suere, Al contraro, es un proceso humano, hunca sd individual, ni siguicr inicamente fail sino el rex {ado deun enfuerzoconjunto dela comunidad. En esta perapectiv, hemes adopiado definiciones que conrderan lox malostratos oma tne manifestacin dela violencia humana aduta sobre ow hos e- tos clei utlzar la familia como medio para presentarlos res tados de nuestras observacioncs debido al caricer espectfico de ‘Mis que definic los malos tats, patiendo de variables tales co smo la frecuencia In ntensiad y aun sw inncionalidsd, optamos 5 defiiciones que muestrn el Gata yelsuimiento prodicide por tesiones activas y por ncesidades infantile no saitechas por los acts, como enc caso del nehigencia Nesta tipelogta del malate prctende er una herramienta de observacién, pra ajudar al profesional a vincular cleriaw manera: Gioney de sutimient infantil con el fendnieno dea violencia. Busca no sélo nombrar el contenido expectico del maltrato, sine tambien preseatarlo deal manera que si lecior no alvide jamie que, detrés de sins fendimenos, cs los indviduos qaclo prodacen cons sing Inrkdad propia, poto también implicados en contexts histGrcos thodos elaconalesespeflicosytepetitiven, por logue nevestan de tia imervencion social solidariaycoherente para cambiar La tiroLociA pr Los waLos-7RxTOS DESDE UNA PERSPECTINA ECOSISTEMICA tat ig ge en Lucene Godot campo el campo propio tal fenémency el campo del observador La primera Shane de sbrdar el desatfo de Copetrar aun tipologin comtiste en {tn as mercies yocomerecones matador cn Trientes ydiscurvos que implican el uso dela fuerza fisic, sexta vo Tricolgica, gue por inialcnsidad yecuencia provocan danos ens 36 EL DOLOR INVISIBLE DE LA INFANCEA CuapR 1 Maltrato Active Pasivo Visible Golpes, abuso sexual | __Negligencia Invisible Maltrato psicologico | __Abandono. nitos en este caso, hablaremos de maltrato activo o violencia por la decid A diferencia de est, ef maltrato pasivo se retire ala omnsion de intervenciones ytode dacursos necesarios para ascgurare bien estar de Tos nis, El maltrato pasivocomesponde las situaciones de neligenciao violencia pr omiston. Hablar de maltrato activo y pasivo nos permite dstingulr dos rmundosreacionales, que producirn cada uno una scareras dif rente para la vctma Goffman, 1961), saber un aprendlzaje cope fico impuesto por las cicunstancias dela vida El matrato activo ys ssid, Todo comportamientoy dis- curso maltratador tiene un valor comunicativor el contenido del ‘mensaje eebido por victimnadependers, entre otros, del modo de Comunlcatén, del contexto en el val ésta se realizay del estado e. tructural dea vietma en el momento del maltrato. De esta manera tm los catos de violencia fin, los mensajes malratadores son com: ticados a través de golpes ya sean propinadosdirectamerte con Tas manos los pes ola cabera del adultoocon diferentes instrumentes (palo, cinturn, cable elctrico, ste) Estos estos pueden manifon tarse tambien por quemadurss com agua 0 hieros callentes, Una Planchau otros objeto incandescentes Eat tipo de violencia sero. dice en un context a menudo imprevisible, provocando ena viet ‘ma una scartera moral ceraterizada por el aprendivaeforvado a través de error, a impotencia y la sumision Este tipa de malostratos deberia ser siempre visible para un ob- servador por as huellas que los golpes dejan sobre el cuerpo del nino (tas deberian facia la deteeion yc dlagndstico de este maltrato, por ls indcadres son directo oii. Despraiadamente {ono siempre es ai, pues no todo lo que es evidente se puede pert bir sobre odo stesto implica un acto que puede acrreat moestiasy conflito al profestonal Los abusossezusles correspond a otro tipo de maltrato activo aue lamaremos indistintamenteviolencla seul. Agul el mensaje Malratador es Wansmitido por los comportamlentos sexual del LA ELECCION DE UN MODELO ECOSISTEMICO 7 adulto. Estos mensajes constituyen un profundo y grave atentado a la integridad fisica yio psieologica de las vietimas, y los podemos com- parar con una etentativa de asesinato moral» de los nifos. Las manifestaciones de este tipo de maltrato pueden ser visibles solamente en situaciones en gue ha habido penetracién anal o vagi- nal pero, attn en estos casos, no siempre hay huellas fisicas, por la constitucién anatémica de los nifios. Desde el punto de vista de la vie sibilidad del fenémeno, la violencia sexual es sélo parcialmente visible cen la medida en que los indicadores directos estan a menudo ausen. tes y por lo tanto la deteccicn y el diagndstico deben hacerse a través de indicadores indirectos y, sobre todo, facilitando la revelacion por pparte de las victimas, De aqui Ia importancia de los programas de in- formacién destinados a los niios, que les ayudan a reconocerse pre- ‘cozmente como victimas de una situacién de abuso sexual ya atre~ ‘verse a comunicar su situacién a un adulto de conflanza (profesor, vecino, sacerdote, ec.) formado a su vez por el mismo programa pa- ra escuchar, creer y ayudar a las victimas. El malivato psicoldgieo, que no sera tratado en extenso en este li- ‘bro, comesponde al ultima tipo de maltrato activo. Aqui el nino es agre dido a través de palabras que lo humillan, lo denigran oo rechazan, 0 por un ambiente relacional caracterizado por gestos insistentes que co- ‘munican confusién, aislamiento, fusion yo corrupeién. El daho pro- vocado por la violencia psicol6gica es proporcional a su invisibilidad porque, por na parte, es muy dificil para la victima reconocerse como tal, y por otra parte, as posibilidades de deteccién son escasas debido ala ausencia de huellas directas sobre el cuerpo del nino. El maltrato pasivo o negligencia, es el resultado de situaciones en Jas que, de manera deliberada 6 por una actitud extraordinariamente nnegligente, las personas responsables de los ninios no hacen nada par ra evitarles los sufrimientos o no hacen Jo necesario para satisfacer tuna o varias de sus necesidades, juzgadas como esenciales para el de- sarrollo de las aptitudes fisicas, intelectuales y emotivas de un ser hu- ‘mano, El contexto comunicativo establecido por este tipo de compor- tamiento esté constituido por gestos de omisidn. La visibilidad y la definicién del fendmeno son, por lo tanto, mas dificiles de establecer. ‘Ademés, las posibles huellas de negligencia se manifiestan en forma Jatvada a excepeidn de situaciones dramsiticas de desnutricion y de descuidos erénicos. Esto explicarfa que esta forma de maltrato sea, segiin Trainor (1983), la mas desconocida e ignorada por los medios de comunicaci6n, por la literatura cientilica y también por los servi- cos sanitarios y de proteccién. Son muy pocos los casos detectados como situaciones de negligencia, y cuando esto sucede, permanecen 38 EL DOLOR INVISIBLE DE LA INFANCIA invariables o se deterioran en tres cuartas partes de los casos (Trat nor, 1983 y Mayer Renaud, 1985). A la invisibilidad del fendmeno se unen otros Factores; las conse- ‘uencias de! maltrato ffsico son tratadas por los médicos, mas pode- 1osos v valorados por la sociedad que los trabajadores sociales, testigos privilegiados del sufrimiento de los ninos abandonadas a si mismos, demas, el abuso lisico y aunt el abuso sexual, son mas faciles de deti- nir, mas evidentes v mucho mas sensacionalistas que la negligencia Para terminar, diriamos que la «intervencién» con respecto al abuso fisico v sexual es més gratificante y requiere un tratamiento mas con- creto con resultados mas visibles, en el que el profesional tiene mas facilmente el sentimiento de ser actor de un proceso lerapéutics, de servit para algo. En términos monetarios, los tratamientos son me- nos costosos y no necesitan poner claramente en evidencia el ral de Jos factores sociales, proporcionando buena concieneta a los respon sables politicos. Por el contrario, en la etiologia de las situaciones de negligencia se conjugan milltipes factores ligados a la pobreza y ala exclusion soctal Polansky y Chalmers (1981) expresan claramente esta situacién: 4B] abuso de los ninos es un fenémeno tan atroz.que quisiéramos no notarlo; sin embargo, la indignacién que suscita atrae forzosamente laatencién. La negligencia es tambicn suficientemente desagradable para que deseemos ignorarla, y es un fendmeno silencinso, insidioso, facil de negar... La negligencia concierne a gestas no realizados, es ‘una inaccion provocada por la indiferencia, Cuando se produce a do- micilio, la negligencia es un pecado intimo. Su presencia se traduce ‘muy raramente en forma directa sin equivocos. Se-puede descubrir a través de las huellas dejadas sobre nifios que son sus victimas, aun- que permanece a menudo invisible hasta que debamos tratar sus efectos sobre Ia personalidad de un aduleo destruide». Lacuestion de la visibilidad de los diversos tipos de maltrato nos permite comprender mejor el caracter atin impensable de estos fend- menos para muchos profesionales y para una parte del mundo adi: to. Ademas, muestra la necesidad de observadores conscientes y com. prometidos, eapaces de distinguir las sonales directas e indirectas del ‘maltrato, para brindar ayuda, cuidados y proteccion a las vietimas, al mismo tiempo que contribuir a la creaciém de nuevas «redes de con- versaciéns con la familia y el entorno social del nifio, a fin de promo. ver los cambios necesarios para mejorar las condiciones de vida de los ninos, El cardcter invisible de algunos tipos de maltrato nos ayuda tam- bién a aceptar mejor a idea de que nuestra logica elinica es y seri di LA ELECCION DE UN MODELO FcosisrEmico 39 ferente dela logiea del sistema judicial, La logica de la justicia con- slate en probar la cxistencia de los hechos porque éstos constituyen in delito, El sistema judicial debe, por lo tanto, haver apareeer 0 Fe- {onocet los malos tratos como fentgmenos verdaderos, reales y vera Ges por medio de pruebas, a menudo materiales. Comprender esta istincién puede ayudarnos a wo esperar del sistema judicial lo que ste no puede dar Esto no excluve la basqueda de una colaboracion entre estos dos mundos, pues los servicios judicales y terapéuticos han sido concebidos para una tarea fundamental, la de proteger y mantenet la vida de todos los ciudadanos, particularmente los mas Aebiles. Lo importante en esta colaboracicn es establecer canales de dlélogo, que reepetando las diferencias, permitan la colaboracién al- tededor de una finalidad comin: el respeto de los derechos del nif or otra parte, Is prictica clinica permite descubrir intercone- xiones entre los diferentes lipos de malas ratos. Estos se sitdan a dos flveles, Primero, generalmente un lipo de maltrato nunca se presen ta solo; por ejemplo, el nino no sd recibe golpes, sino que es deposi: {ario de palabras o estos hirientes y huillantes, que corresponden al malirato psicologico; la negligencia ol abandano son a la vez for- mas de maltrato psicolégicoy el abuso sexual puede fr acompatiado de violencia fisica. En segundo lugar, namerosassituaciones elinieas nos han mostrado que un nifiodesctidado, del que se abusa sexual: mente o maltratado Flsicamente, puede convertase en una madre 0 tus padre maltratader, pero produciendo un tipo diferente del maltra- to vivenciado. ‘Son numerosas la historias clinicas en las cuales el sufrimiento de un nite desculdado, del que se abusa sexuslmente, golpeado tmallratado psicoldgicamente, no se expresa con el mismo contenido Cuando es padre, Por diferentes razones que abordamos en este bro, es posible que los comportamientos maliratadores no se transmitan de una generacign a otra, produci¢ndose una verdadera «ruptura cul turale, En otros casos podemos hablar de una recorversisn del eonte- ido def maltrato, es Gecir, de «un cambio cultarals: por ejemplo, hombres que han conocido earencias y separaciones maltiples du rante su Infancia, pueden transformarse en abusadores sexuales de sus hos. En ciertos cason hemos observado la misma sreconversiOns on jévenes vitimas de golpes y humillaciones peicologicas quienes Si ser padres, uilizan su sexualidad para hacer sufriry sentirse pode. Poilemos también mencionar easos de madres abandonadas cuando eran nilfas, que expresan su sufrimiento a través de los malos tratoslsicos que fnflgen a sus hijos. Son nifias de las que se abusé 40 EL DOLOR INVISIBLE DE LA INFANCIA seaualmente, que al ser madres, no serdn capaces de proteger a sus hijas de las acciones de su marido, desatendiéndolas fisiea y psicol6- gicamente, Estas posibilidades multiples y variables introducen un elemé o ms en la complejidad del fenémeno. Al insistiren la interrelacién entre los diferentes tipos de maltrato evitamos la trampa de fragmen- tar y simplificar la realidad, protegiéndonos de esta tendencia toda- via dominante en numerosas disciplinas, Vista clinicamente, nuestra diligencia apunia a encontrar mode- Jos generales que permitan explicar las interrelaciones entre fenéme- nos particulares, Por eso tratamos de encuadrar los diferentes tipos de maltrato en un mismo fenémeno, es decir, la violencia humana, considerando que ésta praviene de las deficiencias o del fracaso de al ‘menos dos caracteristicas que definen a la condicién humana: el capegor va «palabra», 2. LA FAMILIA: UN SISTEMA BIOPSICOSOCIAL ¥ CULTURAL, DE CRECIMIENTO En la vida de una familia, los dramas de la violencia y el mal: trato de nifios emergen a partir de factores que dependen, por una parte, de su dindmica interna, y por otra, de las perturbaciones de su medio ambiente, especialmente por la resonancia entre los fac tores familiares y los del medio. La familia es un sistema complejo, ala vez viviente y humano, en interaccién permanente con st me- dio ambiente. Por lo tanto, es un sistema que pose una estructura autoorganizada y jerarquizada, y que presenta una organiza tridimensional: bioldgica, social y hablante. LLA FAMILIA EN CUANTO ORGANIZACION DE ORIGEN BIOLOGICO Desde el punto de vista de la biologfa, en cuanto «ciencia de la vidas, la familia es un sistema viviente que pose una organizaci6n sautopoiétican.’ Este sistema fabrica sus propios componentes, partiendo de elementos que le procura su medio ambiente humano; ademas, tiene la capacidad de modificar su propia estructura para adaptarse, sin perder su identidad (Maturana, 1988). La finalidad biolégica de una familia es crearse, mantenerse y reproducirse co- ‘mo un rorganismo vivientex. Por lo tanto, toda la energfa y los re: cursos familiares estan, en términos absolutes, destinados a man tener la organizacion viviente de todos Ios miembros que la componen. La nocién de organizacién que usamos aqui, hace refe: reneia a los tipos de relaci6n existentes entre las partes de un siste |. Bate concepo fe introduc por Maturana ¥ Varela pars caracterizar los se res vivoa como capaces de produces mismos.Agulaplicamos este concept asf mili om ant iste viene 42 EL DOLOR INVISIBLE DE LA INFANCIA ma viviente, que determinan au dentidad y por Io tanto la pert niencia auna clase expecifics, por ejemplo, ala clase familia ist tacion, barrio, ete. Este concepto incluye el lugar del observador de los fendmenos que cabe identificar'y comprender Asi, un sisterna se datingue de otro por su dlentidad, determi- nada por su organizacién, es deci, por el tipo de relaciones sing lares existentes entre las partes quc la componen. La observacion dle estas relaciones permite determinar por ejemplo, que un sste- mma perteneve ala clase «animales», otto la clase «humana, un tercero a la clase «familias, efc. Para que exista una organizacion, se necesitan componentes; el conjunto de lox componentes de un sistema conlituye su estructura: «La nocién de estructura, el con. trario de Inde organizacion, se refiere alos Componentes —y alas Felaciones que existen entre ellos, que realizan, en un momento ‘spectfico, una unidad concreta den ipo determinados (Matura- tna, 1989). Desde el punto de vista desu estructura, la familia es uh Conjunto de miembros que a uavés de interaccfoncs redundantes fagrupan en subsistomas. Ast, podemos ditingult los subsistemas parental, convugsl, abucos, (atria, adultos, ninos, ete. Los sste- ‘mas estin separados por fronteras simbclicas y eada uno de ellos contribuye al fincionamiento de la familia manteniende su ident dad através del ejerciio de roles, de las unciones y de Ins tareas necesatias pata la existencia del conjunto (Minuchin, 1979) Tas interacciones de los miembros de una familia se structu- ran através dl tiempo en riuales, ie mantienen el funcionatnien. to dal sistema como conjunto, procarande a la vez un sentido de coherencia y pertenencia, Nosotros preferimos el término aa en Iugarde paisones de comportannieato, para refetirnos al conjunto de comportamientos que permiten, porsu cardcier interactive re, petitive, mantener o conservar los lazos entre los miembros de una familia, con el fin de producir armonia en la accién comén. Esta aceién comin ests destinada a producis, mantener y protege la vi da de los miembros de la familia. Em la medida en que ve lenguaje Palabreantes —herramienta espectficamente humana, mantione Ia capacidad de producir los ritales ya veces ls reemplaza, pode thos considerario como un smelaritaal Estos ritualos estan destinados, por ejemplo, a acoger proteger Siar un fer a como sneer a colaboracon abitacién entre ellox. Otros se establecen para asegurar zonas de intimidad y-de diferencia. Estos iltimos affrman una jerarquia en Ia estructura familiar, garantizando la diferenciacion de los roles ¥ Jas fronteras entre las generaciones. - LA FAMILIA: UN SISTEMA BIOPSICOSOCIAL Y CULTURAL 43 Si retomamos los conceptos de organizacién y estructura, po- demos decir que tanto una familia belga, como una chilena, una ‘monoparental, una biparental, una reconstituida, etc., pertenecen todas alla «clase familia» porque todas tienen una organizacidn au. topoiética, a pesar de sus diferentes estructuras. En toda familia, la estructura debe asegurar la produccién y manutencin de sus miembros, de sus fronteras, y de la {rontera exterior que la distin ‘gue de otras familias, La singularidad de toda familia es que su or- ganizacion se centra en la sola finalidad de permanecer como tal. En este acercamiento, el ser y el hacer son inseparables (Maturana y Varela, 1984), La agresividad, la sexualidad, los modelos de crianza, la pro- piedad y la palabra Son un conjunto de recursos esenciales al servi- Cio de la vida familiar, Lamentablemente, son numerosas las fami lias donde los adultos desvirtiian estos recursos, provocando diversos tipos de violencia —de los que la mas dramética es la que atane a los nifos—, Por su cardcter destructor, estas situaciones pueden acarrear la pérdida de la organizacién familiar. Por ejem- plo, se dira que en una familia en la que el padre ha cometido in- ‘cesto con su hija, el abuso ha desvirtuado las relaciones familiares y por lo tanto esa familia ya no lo es come tal, La familia pod: Jode nuevo sélo si una intervencién terapéutica introduce los cam- dios necesarios. Para mantenerse como ua organismo viviente, la familia ha de poder modificar su estructura y, por otra parte, acoplarse a otros Sistemas (lamnilias, instituciones, terapéutica, animales, etc.). Esto implica la existencia de una «plasticidad estructural», como tam- Dign la posibilidad de «dialogar» con los componentes de su medio ambiente. Una familia que no logra adaptarse a los cambios, corre el ries- go de perecer yo provocar en su seno perturbaciones destructivas, ten donde los malos tratos a los nifios son una de las consecuencias mds draméticas, He aqui un ejemplo de esta situacisn: Mohamed, casado, con tres hijos,tenfa veintiocho afos cuando la tierma de st padre, un carpesino beréber; de} de producir e alimento hnecesario, Miembros cercanos de su Familia Ie hablaron de la posibili- dad de parti a Belgica para encontrar allt trabajo; otros hombres dest fldea ya lo habfan hecho. En esa cpoca, Bélgica aim necesitaba mano de ‘bra extranjera para asegurarel bienestar social y econémico de sus cit ddadanos. La macire de Mohamed no estaba enteramente de acuerdo con Is partida desu hijo, con el cual tenla una estrecha relacion,y ademas la ‘partida de st mucra Said le dejaba sin un miembro clave para la gestién 44 EL DOLOR INVISIBLE DE LA INFANCIA se- tnipcrmeable qc permite inereambios con cl exterior, mantenien- ovsiempre un sertde de pertenencia y de cohesion (Minuchin, 1979), Eh sus relaciones eon el medio mano, la familia establece tnuliplesrelaciones con otros sistemas, por ejemplo la familia -ex- {ensae los vecinos, los companeros de trabajo, et 1 proposito dc esto ls familia tambicn encontramos «la sorprenenteactitud de is sistemas vives, de aumentar su comple jtdad bajo el ecto de las perturbacionesaleatorias que provience Jesu medio ambientes (Alan, 1972, 1999). Estas perturbaciones Gel medio sobre e sistema familiar Gonstguyen tambien recursos esgraciadamentc, «sto nosuoede sempre de foria construc tivay sana para todootos miembros dela familia ¥ ex asf porguela Capacidad del sistema para adaptarse alas perturbaciones prove- nentesdel medio dependen de la magnitud y ealidad de las pertar= bhaclones, pero sobre todo del estado del sistoma familiar en el mo mento de ser perturbudo, En clerias condiciones las familias, va tuotadas por cl sobrepeso de Muctuaciones del medio, se eneven tran enlamposibildad de modificar su estracturayenfrentadas a tina nueva perturbacion incluso minima, pueden sucumbit rem Contandseenunasitasion ats ue pono pier au reanizacion Se tata, por ejemplo, de eas fai que producer Mlolenci intfafamiliar y maltrato en un contexto deers, donde Tos recursos normales pars asegura la intearidad de tos miembros, topeciolmente a de los mas debles, e encuentran momenténea mente agotedos, Esias familias no tienen otros recUrson dlspont- bles para inteprar de manera constructivay ereadora los efectos alentorios del medio. Nos referimos a ls Familias de emigrantes, Superviventes de las guerraso dela persceucion polfica yo re glosa, pero lombign alas familias enirentadas ala pobreca, al de- empicoa le exclusion socal y las prestones del eomaumismo. Tin inversa las situaciones de maltrato pueden sera veces la conserencie del enceso de lausura.o Nermetismo de clrta fami lla Esto significa una ssorderae ound indiferencia respect ales perturbaclowes del medio, Se ta agu! de lo sisters familiares 43. EL DOLOR INVISIBLE DE LA INFANCIA, ‘que, por su funcionamiento hermético, preducen actividades en el vacfo con muy poca comunicacién con el medio, lo que conduce & una degradacién de las potencialidades creadoras y reproductoras del sistema. Esta petrificacién facilita la emergencia de sufrimien- tos, sobre todo de fenémenos que amenazan la integridad de los elementos més débiles del sistema. Estudiaremos a este tipo de fa milia en las siguientes paginas bajo la denominacién de familias abusivas y maltratadoras. Su identificacién y descripcién nos dara los elementos para aceptar una de las ideas fundamentales de nues- {10 trabajo, a saber, la necesidad de provocar una crisis, partiendo del campo social, para ayudar a este tipo de familia, Esto equivale a facilitar sus cambios estructurales a través de la produccién de per turbaciones constructivas provenientes del medio. De esta manera, las medidas de proteccién de los nifos, la intervencién judicial, yla ayuda terapéutica a las familias, pueden transformarse en sucesos significativos y reparadores en la historia familiar y en su proceso de organizacién. En nuestro modelo, este proceso corresponde alo que llamamos «la intervencién social-terapéutica [La FAMILIA EN CUANTO SISTEMA CULTURAL Y «LENGUAJEANTE® Este paseo por la «biologia» de la familia nos introduce en su. dimensién cultural y «lenguajeante». La biologia nos ensefa que, en a realizacién de su organizacién autopoiética, los scres vives, comprendidos los humanos, actian con una elatistira operacionat (Maturana y Varela, 1984). Esto significa que la identidad y la auto nomfa de los sistemas vivos, familia incluida, estén ligadas a la ca- pacidad de mantenerse gracias a operaciones producidas por ellos mismos. En otras palabras, la identidad de una familia «estd espe- cificada por su red de procesos dindmicos, cuyos efectos no salen de esa red» (Maturana y Varela, 1984). Segiin estas ideas, los cam- bios estructurales que resultan de la interaccién entre la familia y su medio son desencadenados por el agente perturbador, pero de- terminados por la estructura del sistema perturbado. Las perturba- ciones del entorno no indican jamés al ser vivo el contenido de st respuesta a esta perturbacidn: la estructura del sistema es la que determina la respuesta. Por otra parte, un sistema viviente como una familia puede ser también fuente de perturbaciones para su medio. Esto equivale a decir que nosotros, en cuanto «observado- res», s6lo podemos tratar con unidades determinadas estructural- ‘mente (Maturana y Varela, 1984), 1A FAMILIA: UN SISTEMA BIOPSICOSOCIAL ¥ CULTURAL 49 La nocién de clausura operacional es otro de los conceptos cla- ve que anima mi reflexion a proposito de las posibilidades y limites {ue tenemos de inluiren familias que no son la nuestra. La sigulen Se ficeién puede contribuira comprender mefor este concepto. ‘Si hubieve crecido en una isla desierta, sin postbilidad de edia- logar» mis experiencias con nadie, nunca hubiese tenido la con- Clencia dle mf mismo ni de mis transformaciones a través del tlem- Mi organismo, determinado por su estructura, funcionaria en tina dinamica cervada realizando su finalidad y efectuando los in- tercambios internos que determinarfan mi crecimiento y mi enve- jecimiento, al mismo tiempo que responderfa a las influenecias del medio manteniendo su capacidad eautopotética». Imaginese ahora tun observador que me hubiese visto una vez al nacer y luego veinte toss ade: El me isn dud: Oh, cm has creeds Srganismo, jamés acoplado a través del lenguaje con otro humano, Continuaria funcionando sin «comprender» dicha expresion (Ba- rudy, 1992). ‘En esta ficcién, la conciencia de mi evolucién, de m{ mismo y del mundo que me rodea, hubiera sido posible slo en el momento ‘en que mi organismo hubiese estado listo para ampliar sus posibi Tidatles, proponiendo cacoplamientos lingaisticos» a otras perso- nas capaces tambien de acoplarse a nivel del lenguaje. Pero aun si ai organismo hubiese estado anatomica y fisiolégicamente capa- ‘Sitad, entre otras cosas, para comunicar mi experiencia de crecer, Gsto no hubiese sucedido si en el momento preciso no hubiera tnistido Ia posibilidad de acoplarme lingufsticamente con otro ser Jmilar a mi. Si esto no hubiera pasado, ustedes no podrian leer es- telibro. ‘Maturana y Varela (1984) recogen el ejemplo dramatico de dos, alaas hindiies gue en 1922 fueron recuperadas de una jauria de lo- bos que las habia criado lejos de tode contacto humano. Al ser des- Cubiertas, las dos pequetias no sabian mantenerse de pie a pesar de Sus edades, ocho cinco alts respectivamente. Caminaban a cu tro patas, no sabian hablar y sus rostros eran inexpresivos. S60 co- mfan carne oruda, tenian costumbres nocturnas y rechazaban el ‘Contacto humano, prefiriendo la compat de perros yo de lobos. Lamés pequena murié poco después de haber sido descubierta. La mayor sobrevivie mas 0 menos diez aflos, A pesar de los cuidados de la familia del mistonero anglicano que la habia salvado y de tras personas que e relacienaron con ella, no lleg6a humanizarse Completamente. Aun después de haber cambiado sus costumbres Slimenticias y haber aprendido a mantenerse de pie, volvia a correr 30 EL DOLOR INVISIBLE DE LA TNPANCIA a cuatro patas cuando se ventia amenazada, Aprendié a comun- Carse usando clertan palabras, pero in foprar lar relonente, Ee teejempla, entre oro demuestra que los esfuereosserapeuticns ofrecidos por el entorno de estas dos ninas, solo pulieron modi ar parte desu ontogenesis de «hijx de labos, sf llegar «hua niearias totalmente, es deci: legar hablar, Para Maturanay Varela l eso de las nifas lobo ilustra que, a pesar dela constiticion genética Ia anntomiay la fstolopis Noses tas, el hecho de no haber conocido precormesteinraceiones hee ‘mans provocé que una ver que cron puestas en este medio colo una de cis pad sober, pero en concn de ita ob tad En una analog con la historia de ests mina hinclies, pode- mos consderarque la mayorta dels personas de las familie ose asistimos no han pode hacer yo tener comtacos de catideds oe Hidad Sutiientemente humanos, en el momento apropiade, Exes personas entran en contasto com nosotros, los terapoutan, porous presentan una serie de sintomas» que son consecuencia cess Ms, torias particulares en comtexios determinado, Pn el cts de las ni fas-lobo, los comportamienton suc ls humans quiicron lena: nizar fueron aquelon que eran cohereniesenel mundo de lo lebos en donde fueron criadas. Esto puede ser aplicad al procero tera ‘eutico de las familias incestuosas 0 violentas,en dome los tras Deutss como hicieron los miembrosdelafamitadel misioneso- Direcemos nuevos «acoplarnients esiacturales: esas feaas on l objetivo de perturba ss estructuras para provocar cables Peroa diferencia dels que trataron de hurmanizarulas nines lobo sabermos que las respuesas a muestas perturbucioncstevaptiens ino dependen de nosotros, sino de la plastiidad ectructoral de ic famiias que ayudamos, Estas consalaciones modslaron mi representacin deterapew- ta: ya no me veo como el detentr de un poder pars cambian cular ayudar o hacerme cargo de alguien, sine nis bien como una reo, ha capaz de relacionarme con otros para perturbarles, pats de imi reatvided, enel sentido de estar ss potencaldader ss posibiliades de cambio. Loe limites de mi aceton can derrsons dos por mi propia estructura y por mi refleién ica, realised on el marco de un trabajo de equipo que me permite evaluat cada momento los resgos de mis intervencionee paral ida dele pee Sonas mplicadss, as como para la mia Maturana y Varela hacen un largo e interesante recorrido ex: plicaivo para ensenarnos i emergencia del enguajeheblad ola LA FAMILIA: UN SISTEMA BIOPSICOSOCIAL ¥ CULTURAL 51 fenomenologia humana, como y en qué condiciones se produjo en Ja evolucién natural de los seres vivos. Abordar todos Tos aspectos de este proceso sobrepasa los limites de este capitulo, pero tratare- mos de dar una breve mirada a Tos aspectos que mas nos han influi- doen la reflexién que inspira nuestro modelo, Una de las posibilidades para que las familias mantengan su identidad luera de la plasticidad estructural, es su capacidad para acoplarse con otros sistemas. Este tipo de acoplamiento estructural corresponde a los acoplamientas de tercer orden, que constituyen los fendmenos sociales. La posibilidad de realizar estos acoplamientos, por ejemplo, coordinar los comportamientos para cuidar a los pe: {quefios, aparece en los animales superiores como resultado de la diferenciacién de una parte de su organismo en un sistema espe- cializado en establecer interconexiones entre sus diferentes partes, Esto corresponde a la emergencia del sistema nervioso, en tanto metasistema, Maturana y Varela demuestran que el sistema nervioso emerge cn la historia filogenética de los seres vivos como resultado de la di ferenciacion de un tejido singular de células, las neuronas, que tienen como luncién la relacién entre las zonas receplivas de los es- imulos (intra y extracorporales) con las superficies que «reaccio- nan» frente a estos estimulos, zonas secretoras vio matrices (Matus rana y Varela, 1984), Lavisin externa de un observador ude la danza de las interace ‘ciones internas de nuestro organismo corresponde a lo que llama: mos la conducta». Ast pues, los comportamientos ola conducta son los cambios de posicion de un ser vivo que un observador describe como movimientos o actos en relacién con un entorno determi nado (Maturana y Varela, 1984). BI sistema nervioso ensancha el abanico de elecciones posibles. Por su arquitectura enriquece el ca rrécter aut6nomo de los seres vivos, permitigndole, entre otros, mo- vimientos que facilitan el acoplamiento con otros indlividuos. Esto sera percibido por el observador como una conducta, La sucesion de movimientos y/o conductas —sucesidn de cambios— sera uno de los elementos que permitira al observador perelbit los cambios y Iadimension temporal del proceso, La observaci6n de acoplamientos mutuos y recurrentes entre individuos (acoplamientos de tercer orden) leva al observador a describir una coordinacion comportamental reciproca. En este nuevo enfogue, la comunicacion corresponde a la coordinacién de las conductas observadas como el resultado de un acoplamiento so- cial entre individuos diferentes. Los acoplamientos coordinados de 32 EL DOLOR INVISIBLE DE LA INFANCIA conductas (fendmenos sociales) son mailtiples en todas las especies ‘animales yen los humanos. Un ejemplo de ello son los acoplarnien- tos reproductores 0 los modelos de crianza de la progenitura, El funcionamiento general de una familia corresponde precisamente ‘esta fenomenologia. Los miembros de una familia coordinan sus ‘comportamientos para permitir comunicaciones destinadas prin- cipalmente a asegurar el bienestar de todos y la transmision de la cultura familiar, Resulte 0 no, la vida de todos los miembros de una familia depende de esta posibilidad de asociarse gracias a los aco- plamientos coordinados, Nuestra investigacién sobre el funciona- ‘iento de las farnilias maltratadoras también pretende detectar las, situaciones v los Factores que provocan el fracaso de estos procesos asociatives coordinados, provocando el maltrato y el sufrimiento infantil (Barudy, 1984, 1989) LOS FENOMENOS CULTURALES, Estos fenémenos corresponden a los acoplamientos coordina- dos de conductas o «conjunto de las interacciones comunicativas que permiten cierta continuidad en la historia del grupo, y van més all de la historia particular de los individuos que participan en ella. ‘Maturana y Varela (1984) se refieren aqut, por ejemplo, al rol esencial de Ia imitacion y de la selecci6n de los comportamientos propios de un grupo que hace posible el acoplamiento de los jove- res con los adultos, procurando el sentido de pertenencia en un ‘mismo linaje. Asi, cada familia Neva en su xequipaje» una cultura que le es propia, aunque pertenezca al mismo tiempo a una cultw ra mds vasta, El sentirse parte de una cultura es algo vital para ella tenel sentido de mantenerse y sentirse una familia. En nuestro en- Foque, utilizaremos la nocidn de cultura a dos niveles; primero, co- mmo tin conjunto de configuraciones «ce conductas que permanecen constantes a través de las generaciones, que corresponden a las, conducias culturales; segundo, como el conjunto de discursos y/o relatos que se transmiten y se mantienen de generacion en genera- cién, Esto es posible gracias a la emergencia en los hominidos del pensamiento simbolico ¥ del lenguaje verbal como resultado del pro- ‘ceso evolutivo de los seres vives. ‘Segiin los modelos tomados de Maturana, la singularidad de los seres humanos es su capacidad de verbalizar, ¢s decir, la eapaci- dad de producir descripciones semanticas de los fenomenos socia- Tes. Dice Maturana que operamos en tun dominio semantico cuando [LA FAMILIA: UN SISTEMA BIOPSICOSOCIAL ¥ CULTURAL 53. «lo que determina nuestras interacciones es la significacién que yo ‘cada uno en el lugar del observador, hemos encontrado a nuestros comportamientos» (Maturana, 1984). En la medida en que escribo para ser lefdo por otras personas que actan también en un domi- nio linguistico, mi propésito, asi como el vuestro, se inscribe como tun sistema de coordinacién de acciones que nos permite encon- tmarnos en «una practica de vida» que corresponde a la practica ‘del abservadors. «Nos tocamos el uno al otro a través del lengua je» (Maturana, 1989). La observacién de mi proceso existencial es posible Gnicamente gracias a esta posibilidad de acoplamiento se- ‘mantico con otro observador como yo. En condiciones ideales, la familia obtiene de los acoplamientos semanticos, con su tejido so- Cial, los elementos gratificantes y las confirmaciones mutuas de las dentidades individuales (imagen de s{ mismo), de la identidad fa- miliar y de las imagenes colectivas (conjunto de representaciones que constituyen la identidad social) (Mead, 1934) As{, una serie de modelos de comportamientos, imagenes, guias y representaciones, sirven de referencia a los miembros de una fa- milia en lo que concierne a sus comportamientos, roles y relaciones sociales. Esto no es siempre equitativo y las imagenes-guia domi- nantes no corresponden siempre al interés de todos los miembros del sistema. Ciertas ideologias atin dominantes en la sociedad, tales como el machismo y el adultismo, estan en la base de los comporta- mientos violentos y abusivos de los adultos en las familias, LA FAMILIA COMO TEMA SEMANTICO Las familias existen también en el lenguaje simbélico y produ- cen a su vez explicaciones y creencias que dan un sentido a los com- portamientos de todos y cada uno de sus miembros, as{ como del ‘mundo que les rodea. Para la familia, la percepci6n y expresién a tra- vvés de la palabra de sus experiencias corresponde también a una par- le de esas circunstancias. La palabra da a cada miembro de una ta milia la conciencia de su realidad familiar singular, ast como de su. proceso evolutivo, pero también lo enfrenta a la angustia ligada ala representacion de experiencias, tales como la separacidn, el envejeci= Imiento, la muerte, la violencia, el amor, la Soledad, el otro amenaza- lor, ete. Poder hablar de nuestras familias nos permite sentirnos arraigados en una historia, establecer lazos con nuestros antepasa- dos y lanzarlos al futuro con nuestros proyectos, combates, dialogos y descendientes, 54 EL DOLOR INVISIBLE DE LA INFANCIA El lenguaje verbal permite también la transmision transgene- racional de las experiencias, a través de los relatos organizados en sistemas de ideas y creencias que formaran parte de la cultura fa- miliar, Estos relatos culturales permiten no sélo dar sentido a los, sucesos, sino que proporcionan igualmente un sentido de perte neneia y de «cohesions a los diferentes miembros de un linaje fa- iiiliar, Esta cohesion facilita el trabajo colectivo para afrontar los desafios adaptativos. Por ejemplo, el solo hecho de compartir las mismas creencias en una familia procura a todos sus miembros tuna experiencia compartida que asegura la unidad familiar, pro- moviendo a la vez sentimientos de seguridad y protecci6n, garan- {a necesaria para poder hacer frente a las periurbaciones que pro- vienen del entorno, Los comportamientos y relatos se organizan cn los patrones repetitivos que corresponden a lo que hemos Ia- mado «los rituales» Compartir dentro de un grupo una misma representacidn de la familia, constituye uno de los elementos fundamentales de las cir- cunstancias vitales de cada uno de sus integrantes y de su conjunto, Esto proporciona una parte importante del sentido de pertenencia a una colectividad y a una cultura, Si la adhesion a esta cultura es impuesta por la fuerza, existira un riesgo importante de falsear la percepcion de si mismo v de los otros, como sucede en las dina cas sociales y familiares abusivas, que bloquean la creatividad indi- vidual, petrilican la capacidad reflexiva, e impiden el encuentro vel didlogo con los otros. Encontramos esta dinamica y sus consecuen= clas en las sociedades totalitarias, en las familias abusivas, maltra. tadoras, psicotizantes, etc., donde se «convences a las personas de ‘uc las creencias dominantes son verdades absolutas. Si bien es cierto que la palabra es un instrumento esencial pa: ra conocer al otro, respetarlo v asociarse por el bien comiin, siem- pre existe el riesgo de que cada familia 0 cada grupo se encierre en su mundo de representaciones, perdiendo asi las posibilidades de los intercambios y asociaciones necesarios para la adaplacién. Es: toexplica la emergencia de la violencia debida al aislamiento v ago- tamiento de los recursos internos que hemos observado en ciertas familias atendidas en nuestra programa, IMPREGNACION, APEGO Y CUIDADOS PARENTALES Las relaciones existentes entre los sujetos que componen la fa milia estén determinadas por la finalidad de existiz, mantenerse y LA FARULIA: UN SISTEMA BIOPSICOSOCIAL Y CULTURAL 55: reproducirse en cuanto sistema vivo. Una parte importante de la tener, los recursos v las interaceiones de los sujetos que compo- nen la familia, se consagrara a asegurar los cuidados y la protec- cin de la vida del conjunto, Para los nitios este proceso es vital porque necesitan cuidados durante un largo periodo. Para lograr esto, Ios diferentes miembros de una familia deben sentirse y reco- nocerse como parte de un mismo cuerpo, con objeto de que el bien= estar de cada tino sea un proceso natural generado por el «trabajo» de todos. Los vinculos deben ser de tal calidad que aseguren una vivencia emocional permanente, expresada en comportamientos y discursos que consideren a cada miembro de la familia como «un otro legitimos, en un proceso de coexistencia permanente. Estar juntos y permanecer de esa manera, caracteriza el com- portamiento familiar de las especies animales superiores y del hom= bre. Esto es posible por un apego emocional, resultado de to que los etlogos Haman el proceso de tmpregnacion. El fracaso del proceso de impregnaci6n entre el nino y los padres acarrea perturbaciones en el apego, que tendran como consecuencia la negligencia v el abandono de los ninos. Estas experlencias se originan a menudo por otros tipos de violencia, en una perspectiva transgeneracional. La madre o padre que golpea, abandona o abusa sexuaimente de sus hijos, a menudo no conoci6 una experiencia de apego suficien- emente buena con sus propios padres, por lo que dificilmente po: dra ofrecerla a sus hifos. Cada vez que un ser vivo incorpora un elemento del medio a su modo relacional, estamos en presencia de ese proceso de impreg- acidn (Heinroth, 1910; Lorenz, 1971). Konrad Lorenz, discipulo de Heinroth, ha descrito con extrema precision este fenémeno 3 partir de sus observaciones naturalistas de diversas especies de pa jaros y mamiferos. Observando el proceso de impregnacion de los patos, Lorenz pudo constatar que un patito puede apegarse a cualquier objeto jquc se mueva en su campo visual, siempre y cuando esto Se pro- duzea entze la tercera y la decimosexta hora después de su na miento. Durante este periodo, que se denomina «periodo sensi ble», cl patito se apega en un 90 % de los casos al objeto que se mueve. Sigue al objeto, se estrecha contra él para dormir, ¥ se ‘mantiene en su proximidad explorando ef mundo que le rodea s6- lo en su presencia. De esta manera, el patito construye su mundo de pato.a través de un vinculo de Familiaridad con sus objetos de apego. Si se le retiran los objetos que componen su mundo, pre sentard siznos de inquietud. 56 EL DOLOR INVISIBLE DE LA INFANCIA La existencia de una relacién de apego, nos dice Lorenz, se puede distinguir por dos mecanismos: la «persecucin» del objeto ‘maternante para procurarse una proximidad fisica y sensorial, yla identificacion de éste por sus caracteristicas distintivas. Este doble mecanismo puede orientarse hacia la madre o hacia los dos geni- tores, segtin sea la especie y la situacién de equilibrio ecolégico, pero también puede desencadenarse hacia miembros de otras es- pecies. Lo que caracteriza al apego desde el punto de vista del obser- vador es la atracci6n de un sujeto hacia su objero de apego, que se ‘manifiesta en Ia biisqueda de aquél cuando desaparece y por el he- ‘cho de permanecer a su lado al reencontrarlo, asi como por la pro- duceién de comportamientos para obtener su proximidad (De Lan- noy y Feyereisen, 1987). La experiencia de apego constituye el fundamento mismo de la existencia de la familia humana, as{ como dela formacién de los grupos y las instituciones sociales. Los sujetos vinculados por este tipo de experiencia permanc- ccen asociadlos en el espacio, presentan cierios comportamientos que en situaciones singulares se orientan hacia las personas objeto de apego y ademas se orientan hacia una busqueda activa y un mantenimiento de una proximidad espacial y temporal (Wickler, eit. por De Lannoy; Feyereisen, 1987). La proximidad temporal puede producirse simulténeamente e incluso sustituirse por la pro- ximidad espacial y viceversa. Sin estar presente siempre en el mis- mo espacio, el apego se puede manifestar por un vinculo de fideli dad que permanece a través del tiempo, En la familia humana, este proceso corresponde a la manera en que el nifio se impregna de su madre y de los objetos que le re- cuerdan su mundo, También se impregnaré de su padre, hermanos y hermanas, etc. y se familiarizaré con su medio social y su entor- no natural. La base de la capacidad para establecer un vinculo de apego es el reconocimiento precoz de las personas familiares y el establecimiento de una comunicacién con ellas. Los lazos afectivos privilegiados que un nifo establece con un nimero reducido de personas lo empujan a buscar la proximidad y el contacto con éstas ‘através del tiempo, Segtin Félix Léper (1993), la participacién del nifio en el pro- cceso de apego se caracteriza por: 1)los esfuerzos para mantener la proximidad con las personas com las que est vinculado; 2) los eon- tactos sensoriales privilegiados sostenidos; 3) la exploracién a par. tir de la seguridad dada por la presencia de la figura de apego: y 4) Ja ansiedad frente a la separacién, que se manifiesta por una acti. [La FAMILIA: UN SISTEMA BIOPSICOSOCIAL ¥ CULTURAL 57 vacion de los esfuerzos para atraer a la figura de apego, seguidos de sentimientos de desolacion y abandono por su pérdida Encl nino los vinicuos de apego se estructuran a partir de tres componentes: las conductas de apego, los sentimientos que la acompafian y la representacién mental del apego. En el nino, el apego se obtiene y mantiene por una serie de comportamientos co- ‘mo gritos, sonrisas, agitacién motriz, etc., comportamientos de Ila- mada, tales como aferrarse, y/o actos de vigilancia, asi como por el seguimiento visual y auditivo de las figuras de apego. Generalmen- te, con estos comportamientos el nifo logra que su madre u otra persona que cumple con esta funcion se le acerque y permanezca junto a él. En condiciones ecolégicas normales, podemos notar en cl lactante una predisposicion a efectuar tales comportamientos cuando su madre se aleja, al mismo tiempo que en ella surge una predisposicidn a reaccionar a las sefiales acereandose al lactante. En relacion con los sentimientos de apego, éste es fundamen talmente una experiencia afectiva, por lo que implica sentimientos referidos tanto a la figura de apego como a si mismo. Una buena re- lacion de apego tiene como resultado sentimientos de afirmacion y seguridad, asociados a la proximidad y al contacto de la figura im- plicada, Su pérdida real o imaginaria produce angustia. Este pro- eso implica también la construccién por parte del nino de una re- presentacion mental de la relaci6n con la figura de apego. Segin Félix Lopez, los contenidos mas importantes de este modelo mental son los recuerdos de la relacién. Estas representaciones correspon= den a lo que Bowlby llamé «modelos internos de trabajo». Son una sconstruccién» de un conjunto de representaciones interactivas que tienen cierto grado de estabilidad; son también un «trabajo» en el sentido de representaciones dinamicas que cambian para adap- arse a los diferentes periodos de los ciclos vitales, especialmente cuando se producen pasajes ecoldgicos importantes: el inicio esco- Jar; el nacimiento de hermanos/as, las pérdidas de otras figuras de apego, etc.,.0 los cambios evolutivos. En una perspectiva mas amplia, la representacion mental in- las moléculas que transitan por el li guido amnidtico (Cyrulnik, 1989), La audicion tiene también un rol fundamental en la construc- clon de esta historia relacional, Esta comunicacién auditiva empie za hacia la semana vigesimoséptima, EI nifio estd inmerso en un. Universo sonoro que algunos comparan con una sala de espera de luna estacién o un aeropuerto (Naourri, 1994; Querler, Renard y co lab,, 1985), Pero en medio de todo ese Fuido el pequeno es capar de discernir la voz de su made que sobresale del ruido de la placenta. Enel titero el bebé establece una relacién privilegiada con esa voz. El corazén del bebé se acelera cuando su madre canta y cambia de postura cuando ella habla. Las ecografias nos entregan estas imé genes impactantes. Cuando la made habla, el bebé pestafiea, pue- de cambiar de postura y ponerse a chupar su pulgar o su cordén umbilical, ‘Cuando viene al mundo, el reeién nacido posee ya una historia relacional sensorial muy rica. El contenido de esta relacion influir en el proceso de apego desde el nacimiento, prolongando wna his~ toria cuyo contenido no es siempre positivo. Ciertos futuros bebés sufren ya en el vientre de su madre influencias destructivas, debi- das a factores ambientales como la pobreza, el consumo de drogas el alcohol por parte de su madre, 0 las agresiones generadas por la violeneia conyugal. El nacimiento del nifto desencadena ciertos comportamientos maternales y bloquea otros. El resultado de este proceso sera un apego madre-nino suficientemente sano o un apego deficiente. En el momento del nacimiento del nino, la madre esta sometida a un enorme flujo de experiencias y sentimientos. Sélo una parte de ellos tendra una significacion pertinente para cl apego hacia su hi jo. La madre seleccionara las informaciones provenientes de su be- bé, debienco enseguida interpretarlas de tal manera que active un sistema de respuestas que crearan cl apego. Nuestras propias experiencias familiares y la observacion del comportamiento espontaneo de los adultos, nos ensenian que Ta presencia de un lactante desencadena en un contexto sano lo que podriamos considerar como comportamientos maternales. Segiin Lorenz, el lactante posee rasgos Tisicos que provocan una impre- 60 EL DOLOR INVISIBLE DE LA INFANCTA sidn especifica en el adulto, como el de ser ealguien tiemno». Esta impresion engendraria una emociéa de ternura y un conjunto de gestos destinados a cuidar al lactante, acariciarlo, tomarlo contra si, acunarlo, ete. (Lorenz, 1970). Sus mimicas y vocalizaciones pro- ducen también las mismas emociones, APEGO ¥ SENTIMIENTO DE FAMILIARIDAD. En la familia, el proceso de apego es circular; por lo tanto, se Produce tanto desde el bebé hacia su madre, como de ella hacia él. Este proceso es la fuente del sentinniento de familiaridad que va a li- gar alos diferentes miembros de una familia en la emocion de per- tenencia. En el sentido etoldgico, esta familiasidad corresponde a luna fuerza biol6gica, una comunicaciéa material y un vinculo sen- sorial que unen a los diferentes miembros de una familia como re- sultados del proceso de apego. Esta experiencia estructura un ver dadero Srgano de coexistencia, que tiene como consecuiencia los cuidados mutuos y el respeto por la integridad de los diferentes miembros vinculados por el apego. Para el nifio, el sentimiento de familiaridad se construye primero sobre la base de una relacin ‘cuerpo a cuerpo con su madre, antes de poder nombrarla, seguido por la integracién del padre, y posteriormente por el apego de los, otros miembros de la familia: hermanos, hermanas, familia exten- sa, ete. La continuidad biolégica con la madre explica el intenso sentimiento de familiaridad experimentado con ella, mientras que larelaci6n afectiva con el padre es discontinua desde un comienzo ena cercania de la madre el nifio «pereibe» a su padre. Segtin Cy- rrulnik, cla madre es una estructura afectiva, mucho antes de ser una estructura de parentesco. Ella es pereibida, sentida, ofda antes de ser nombrada, algo que no sucede con el padre, quiien de hecho nace en la designacién y quien, por esto, ejerce el poder de separa- cin de la funcién paternal». Esto iiltimo constituye el elemento que favorece la diferenciacién del nino, porque cuando el padre es 14 presente favorece la separacién del Cuerpo a cuerpo madre-hijo (Cyrulnik, 1989), La comunicacién sensorial que los organismos individuales es- tan dispuestos a recoger, facilita y produce el encuentro entre los diferentes miembros de la familia. Estos encuentros crean un am- biente sensorial intersubjetivo, rico en informacidn bioldgica, y so- bre todo emocional, que se intercambia entre un miembro dela fa- ‘milia y otro, constituyendo asi estimulos para cada uno de ellos. La LA FAMILIA: UN SISTEMA BIOPSICOSOCIAL Y CULTURAL 61 composicion de una familia, el vinculo o el apego al otro, implica la zestiGn permanente de las emociones para garantizar el espacio y cl respeto de cada uno. LAS PERTURBACIONES DEL APEGO Y Et MALTRATO Flestablecimiemto de un vinculo de apego tiene un rol esen- cial parala vida, sin que esto signifque que la respuesta dela rade apego deba ser neceseriamente adecuada para que Un miRo Se aferre a ella. La abservacion clinica nos ha mostrado que un ni jo maltratado por sus padres puede, sin embargo, desarrllar la zon de apego hacia ellos Tn las experiencias realizadas con animales, cl apego puede exist entre un joven y su made, independientemente del hecho de {ue esta sea 0 no gratiante; en el extremo, una madre punitiva © fhente de estes podria incluso provocar un apego ms intenso que elena madre normal, Un mono rhesus, erado por una madre a tli que lelanca un corre de agua a ntervaosregulares se afe frord a esta madre ms infensamente que a un madre natural (Harlow; citado por Delannoy y Feyereisen, 1987). Para el nino los lazos de apego son sinénimo de supervivencia, y por eso seaferra al adult, iadependientemente del hecho de que Sea adecuado no eee ee ‘Segun las Consecuencias para nif, la clinica dl apegodistin- tue dos formas de apogee apego seguro ye inseguro. Ainsworth y Bell (1970) desarrollaron un procedimiento para evaluar la calidad 0 Ta seguridad del vineulo nino figura de apego, durante los dos prime- rosafos de vida. Observaron Ia manera en gue el aio organiza su Condicta en relacion coma figura materna, durante una serie deep Sodios ms 0 menos estesantes de cort durscim un situacion des Conocida, un encuentro con tna persona desconocida, yuna separa clon cont de su madre. La distinein que se ha hecho entre apego Sceuro e inseguro,luye de una parte de la eapacidad dal niBo para Ulzarla figura de apeso como base para explorr su entornoy, por bira parte, desu forma de reaccionar ante el retoro de su madre despues de una corta separacién, Los ninos que presenta un tipo de apego seguro, Hamados«ni- tos del grupo Bee alcian dela madre para explora Ia sala Tos Juguetes despucs de un corto perfodo de familiarizacim; no se in- Qhictanostensiblemente por laseparacin, pero su exploracton dis: hinuye momentancamente, Cuando la madre regresa, la reciben 62 EL DOLOR INVISIBLE DE LA INFANCIA con alegria, buscando activamente la interaceién con ella y tornan- do progresivamente a la conducta de exploracién. Para el apego inseguro, los investigadores distinguieron dos ti pos de comportamientos: 1. Un grupo present6 un apeyo ansiose o ambivalente, Estos nifios ejercen una exploracién minima de su entorno, aun antes del alejamiento de su madre; la presencia de ésta después de una corta ausencia no los calma, y manifiestan una actitud ambivalente, Pue- den reaccionar hacia Su madre con eélera, rechazando el contacto vila interaccion, y enseguida buscar ansiosamente la proximidad y la relaci6n. Dichos comportamientos caracterizan a «los nifios del grupo C» 2. Un segundo grupo, los «nidios del grupo A», presentan lazos de apego huidizos y rechazantes. Estos nifios tienden a ignorar 0 esquivar a su madre, tanto antes como después de la separacion. No muestran ninguna diferencia en sus comportamientos en pre- sencia de sus madres o de desconocidos. Aparentemente, se presen tan como indiferentes, Las observaciones clinicas de las interacciones madke-hijo per- miten distinguir grupos de madres diferentes para cada grupo de nifios. Los nifios que tienen un apego mas seguro corresponden a lay madres mas disponibles. Cuando sus hijos Toran o buscan la proximidad, cllas se muestran siempre acogedoras, ofteciendo en- seguida un contacto al nifio. Al contrario, las madres de los ninos ansiosos-ambivalentes no responden a las sefales de los nifios, pe= ro no les rechazan. Las madres de los nifios huidizos y rechazantes no sdlo son insensibles a las comunicaciones v demandas del nifio, sino que ademas impiden 0 bloquean activamente los esfuerzos de éste para acceder a elas. En las familias maltratadoras atendidas en nuestro progra ‘ma, en las que los padres golpean y rechazan psicolgicamente a sus hijos, encontramos con mds frecuencia nifios con apego de ti- po A, es decir, huidizos y rechazantes, Este apego con comport ‘mientos esquivos corresponde a menudo a una estrategia del nino para afrontar las amenazas de sus padres. Desgraciadamente, es tas reacciones no siempre lo protegen, porque son interpretadas por los padres como signos de rechazo y de agresién. Los padres responden entonces con mas violencia, establecienda de esta ma- nera una espiral tragica de consecuencias lamentables para el ni- fo. Los niios vietimas de negligencia y abandono presenian con LA FAMILIA: UN SISTEMA BIOPSICOSOCIAL Y CULTURAL 63 mas frecuencia modelos de apego inseguro, ansiosos-ambivalen- tes de tipo C. ‘Nuestra observaciones coinciden con los resultados de inves- Ligaciones que muestran que la mayoria de los nifios victimas de tmalos tratos son tambien victimas de trastornos del apego, ¥ que Ueterminados tipos de malos tratos corresponden a trastornos del apezo especiticos (Egeland y Stroufe, 1981), En los casos de violencia fisica, un porcentaje clevado de nifios manifiestan un modelo de evitacién 0 un pseudoapego de tipo A. Con respectoa la tonalidad afectiva, este grupo de nifos presenta un nivel {de agresividad hacia Ia madre més intenso que el grupo control o que un nifio vfetima de otros tipos de malas tratos. En lo que concieme al comportamiento de evitacién de su madre, George y Main (1979) hhan constatado que los nifos victimas de violencias fisicas no mues- tran diferencias en su acercamiento esponisneo ala figura materna Pero frente a las invitaciones de la madre, éstos la evitan, En los casos de iftos descuidados oabandonados, nuestras ob- servaciones confirman las realizadas por Ainsworth (1970), en el sentido en que el modelo de apego ansioso-ambivalente de tipo C testa mas presente en los nifios descuidados lisicamente, pero s6lo hasta la edad de doce meses, A partir de un ano y medio, ninguno de estos nifios se sitdia en este grupo. Algunos evolucionan hacia el pego seguro de tipo B, pero la mayoria evolucionan hacia el mo- elo de evitacién o del pseudoapeso de tipo A. El abandono es lo que provoca las mas graves consecuencias para los nitios, tanto a nivel afectivo como intelectual. A los doce meses, el 43 % de los nifios que tenian madres emocionalmente inaccesibles, presentaban un modelo caracterizado por el desapego yelalejamiento. Después de los dieciocho meses, ningiin nifio ma- nnifestaba un lazo de confianza hacia su madre, y el 86 % estaban catalogados en la categoria A. Ainsworth y Bell (1970) observaron también con sorpresa que cuando la inaccesibilidad emocional de la madre se combinaba con los golpes, las perturbaciones del afec- to eran menos graves. Esto confirma una de nuestras constatacio- nes clinicas, en el sentide de que para un nino es menos dramatico ser golpeado que la indiferencia y el abandono. En la violencia psicoldgiea, las secuelas de la agresion verbal sobre el apego fueron menos estudiadas, ya que utilizaron una muestra restringida. La observacién de los nifios sometidos a vio: lencias verbales mostré que a los dieciocho meses la mayoria de esos nifios manifestaban un apego poco seguro, desorganizado, que los auitores califiearon de tipo D. 64 EL DOLOR INVISIBLE DE LA INFANCIA LA INFLUENCIA DEL MEDIO EN LA RESPUESTA DE LOS PADRES La adecuacién de la respuesta de los padres a las necesidades de los niios no depende solo del cuerpo biolégico ni de la historia de estos altimos, sino también de las carencias del entorno. A este respecto, la observacién etolégica del proceso de apeyo madre-cria een los monos en cautividad, muestra que la presencia de los visi tantes inquieta y dispersa la atencién de la madre, que responde ‘mal a las necesidades de su cria. Poniéndose nerviosa, ésta puede interrumpir su aseo c incluso arrancarle el cardén umbilical; la pe- quena cria sangra y sufre perturbaciones digestivas, llora, se te tuerce y gime de dolor. En esas condiciones, la cria no despierta ya os comportamientos maternos. La madre la agatra por una pata, la arrastra sobre la espalda y le impide aferrarse a su vientre. Los gri- tos de la eria s6lo agravan el comportamiento de la madre, que pue~ de desinteresarse hasta dejarla morir y a veces matarla (Cyrulnik, 1989). Situaciones similares pueden presentarse también en cl mundo humano, como se ilustra en la siguiente situacién: Una enfermera social que trabaja en un consultorio de Inctantes de lun barrio de emigrantes, me pide ayuda a proposite de una joven madre dle origen turco cuyo bebe de un mes presenta signos de negligencla y ‘malos tratosfsicos. Las visitas a domicilio y las entrevistas con esta jo ven madre, ayudad por una vecina intérprete,nos permite comprender ‘comoesta madre que dice amar a su bebé ha llegado a tal estado, Co dda.con un hombre escogido por sus padres, desarraigads de su medio la ‘miliary enviada a Belgica pasa ol primer afio de caesda muy aislada, Su ‘marido trabajaba todo el dia, v después del trabajo se ausentaba dela casa para partielpar de las actividades sociales y istracciones con los hombres de su comunidad. Conforme ala tradicion, su mujer no podia salir de casa salvo con él. En su pucblo de origen todo hubiee sce dife- rente: la habrian rodeado las mujeres de Ia familia y hubiese salido de casa con ella. En Belgica todo eso desaparecié ella silo tenia asu hijo, ‘quien no podia comprender su sufrimiento y desazon y que, al contra Ho, le pedla culdados y necesitaba de ella, Otros factores ligados al parto, nos permiten comprender mejor las dificuliades de esta madre. Elio naciéen una meternidad de Br selas. El parto fue difcil y prolongado, pero lo peor era su soleded: no comprendia ni siquera lo que se hablaba a su alrededor. Al nacer el be- be, el personal de la sala de partos esperaba que la mace acogiera a ou bebé, pero ella estaba demasiado aterrada y con much suftimiento pa- ra recibirlo de manera adecuada. Al no producirse el comportamiento esperado, el personal insists descorazonando atin ms la madre. Des ‘dceste momento, se instala una espral de fracasos en el encuentro ma. LA FAMILIA: UN SISTEMA BIOPSICOSOCIAL Y CULTURAL 65 dre-bebé, La maternidad decidi¢ ingresar al nino en el servicio de neo: ‘natologia, explicande a la madre a través de gestos que podfa visitarlo. Ella tenia que Wat de hacerlo, pra cds er au all eu habit cion, regresaba inmediatamente sin llegar a su objetivo. Le provocaba panico la idea de perderse en los laberintos de ese hospital moderna ¥ tecnleamente inveprochable. Rapidamente su conducta es etiquetada por las enfermeras y médicos como negligente, Una enfermera de very lo externa es alertada para vigil la evolucién de la situacion una vez (que la madre fue dada de alta de la maternidad. La madre se volvid an. Contrar sola en easa con un bebé que ella vivenciaba como extranjer®, ¥ ‘gue le exipfa culdados lorando, sin tener en cuenta su sufrimiento. Fl ‘marido, prisionero de sus modelos culturales, fue incapaz de apoyarl, cexigiéndole ademas que se ocupara de las tareas domésticas. En ese con texto, la made no pudo vivenciar su bebé como un ser gratificamte, par te integrante de xi misma. El proceso de impregnaci6n,y porlo tanto el deapego, habia fracasado. "El acompafiamiento de Is madre en sus gestiones para logra laa imision del bebé en Ia guarderta del barrio, asi como las sesiones de tera- pia madre-bebe pata favorecer sus interacclones, realizadas a domicilio, ‘permiticron una evolucion favorable de a situacién. Thempo después, la Jntegractin de la madre en una asceiacién de mujeres inmigrantes y ‘nuestro trabajo con el padre, con la mediacién de un médicoturco, per ‘mitio «construirs un pequeno teldo social alrededor de esta familia. Es te proceso, que lamamos en nuestro model la «trbalizaciéns (Barudy, 1979), y que describiremos més adelante, permitiréa esta joven madre salirde su alslamiento y apegarse a su pequeto. Al presentar la situacién de la «madre mono: en cautividad y el caso de esta mujer joven, hemos querido ilustrar como «un desor- den ecolégico», provocado por el hombre, puede tener como conse- uencia un fracaso en el proceso bioldgico del apego, faciltando la emergencia de maltrato fisico y abandono del nifio. En el caso de Ia emadre mono», la alteracién del proceso de apego se origina por el hecho de tener que vivir en una ecologia inventada por el hom- bre: un zooldgico. En el caso de la mujer joven, no se trata de un zoologico, sino de una clinica moderna inventada también por el hombre, donde Ia tecnocracia ha reemplazado los elementos fun- damentales de las relaciones humanas. En las dos situaciones, la intervencién del hombre hizo desa~ parecer el efecto apaciguador del grupo, alterando de esta manera el proceso biologico del apego. La «civilizacién» humana transfor- méa estas dos madres en «malas madrese. ‘Un enfoque reduccionista podria interpretar el comportamien- to de estas madres como ausencia de «instinto maternal». Un enfo- 66 EL DOLOR INVISIBLE DE LA INFANCIA, que ecosistémico nos ayuda a comprender que el comportamiento negligente v agresivo de estas dos madres es el resultado de un en: tomo social deshumanizado que alter6 el encuentro biol6gico entre Tas ervas v sus madres. Sin embargo, no son solamente las perturbaciones del entor- no las que favorecen los comportamientos maltratadores; hay que considerar también la influencia de las representaciones, conse: cuencia de la capacidad slenguajeante» de la especie humana. Es- to conduce a los adultos a «construir ninos imaginarios o nifios Iamtasmaticos» que perturban el proceso biolégico del apego. Cier~ tas caracteristicas atribuidas al bebé, provocan en los adultos de terminados gestos y comportamientos de rechazo en el momento del nacimiento, El bebé puede ser rechazado por lo que representa yno por lo que es, instaléndose de esta manera una alteracién del apego natural Por otra parte, las palabras y las creencias permiten transmitir mensajes comportamentales y relatos que influyen de manera favo: rable en los encuentzos biolgicos, y que a veces incluso corrigen lo perturbado en los procesos biolégicos de impregnacion y de apego. Esto fue lo que sucedi6 con nuestra intervencién en el caso de la jo- ven madre y su bebé. El encuentro de esta familia con Ja red de pro- Fesionales que les ayud6, permitié la emergencia de nuevas repre sentaciones de a relacién madre-hijo, vinculando de nuevo a la madre, al bebé v al padre. Las «conversaciones» terapéuticas per- rmiticron a esta familia reconocerse como parte de un mismo cue po familiar que se integra lentamente en una red més vasta, creada por la solidaridad de las otras mujeres del battle y de profesionales comprometidos al lado de las lamilias desfavorecidas. 3, ECOLOGIA MODERNA DE LA VIOLENCIA HACIA LOS NINOS El analisis exhaustivo de todos los factores ligados al medio humano que impiden el encuentro entre padres y nifios y que pre disponen a la aparici6n de la violencia, es imposible en el marco de este libro, Sin embargo, nos parece importante insistir sobre su. existencia a fin de evitar el riesgo de asignar toda la responsabili- dad del origen de la violencia a la familia. En uno de nuestros pri- eros articulos habjamos intentado organizar esta complejidad, considerando los niveles detallados en el cuadro 2 de la pagina si- guiente (Barudy y Charler, 1977). Para ampliar este cuadro, mencionaremos los factores socio- econémicos y socioculturales que facilitan la violencia como resul- tado de la organizacién social que caracteriza la época contempo- rrinea ¥ que los socidlogos designan como modernidad. Fl tema de la modernidad es una preocupacién permanente en la sociologia; los diferentes investigadores lo abordan en términos bien distintos yaaa vez contradictorios. Algunos la consideran como un perfodo de gran avance y desarrollo del ser humano; otros, al contrario, co- mo la transformacién ms destructiva de la humanidad (Bruner, 1986). Consideramos la modernidad como «la ecologias el medio, humane donde emergen los fenémenos de maltrato infantil que in tentamos comprender, 1La MopERWIDAD COMO ECOLOGIA La modernidad implica, por una parte, una organizacion eco- némica que se genera con la expansién del mercado capitalista mundial (Berman, 1982, en Bravo, 1994), y por otra parte, un pro- eso cultural y social producido por todas las sociedades industria 68 FL DOLOR INVISIBLE DE LA INFANCIA Cuapko 2, Ecologia de los ninos maltratados, FACTORES SOCIOECONGMICOS ita como chive exploring fs Confit sociales Ineatalare ad \ FACTORES TACTORES SocIOCULTURALES PSICOSOCIALES | Reprsemtucin dl ako Eats intrafareia cenloscreencias yen agp Ecologia far del malta, teers pace, Hiborta peronaldeloe salon Factores vinculados al desl, Jes modernas, independientemente de las f te de las lronteras, y regulado e in- Fluide por los progresoscienifcos 9 teenoldzicos (Bruner, 1986). lamaremos roderizacion alos uspectosecondmicos,¥ moder mmo a las representaciones, valores y ereencias,. La familia, en cuanto sistema abjerto, esté on interrelacion continua con el sistema social. En la estructura y el Funcionamien to de este dltimo, existen situaciones de violencia latente 0 mani= fiesta por la existencia v el mantenimiento de desigualdades socio- econémicas. Por otra parte, la industeializacion basada en una politica de maximo beneficio es responsable de un proceso de ur- banizacién que no toma en cuenta ni las mas elementales necesida des de los ninos. Esta misma urbanizacién contribuye a la nuclea: ECOLOGIN MODERNA DE LA VIOLENCIA HACIA LOS NINOS 69 yizacion y al aislamiento de la familia, y muy a menudo es la res- ponsable de la wdesertificaciGn rural, con el desarraigo familiar ue la acompana. El modelo productive dominant, basado en una economia de mercado, aunque ha facilitado la integracién masiva de la mujer en. Chimundo laboral, no ha logrado asegurar una estabilidad de em- pico para todos. El desemplee amenaza a las familias, a lo que se Fede auvegar la presion de los estereotipes consumistas ejercidos Sobre el sistema familiat; En las sociedades capitalistas industrial zadas y basadas en los valores del consumo, los ninos pueden ser Jiidos por sus padres como una carga, o un obsticulo a las posibi- Ticiades de consume o, al contrario, como una presién para const mit. Fsto acarrea interlerencias en la calidad de los vinculos con ‘lias, porque no son investides por lo que son. Los gastos financie- Fos que representan los ninos en términos de vivienda, vestido, al mentacion, educacidn, ete,, pesan sobre el presupuesto familiar Ciertos autores hablan incluso de «odio» de los padves hacia sus hi: jos. en las sociedades basadas en el bienestar material. Los gastos Gue implica educar a un nino son un ebstaculo para que los padres fealicen los objetivos que les asigna el sistema social, el estandar econdmico, el éxito social, ete. (Cantwell, 1984), ‘A nivel social, se debe mencionar ademas la acumulacién de situaciones generadoras de tensiones y de estrés intrafamiliar, a menudo acompanadas de una insuficieneia de recursos culturales, Hnancieros, ete.. que permitan alrontar esta situacién. Las investi zaciones han padido establecer una larga lista de situaciones de es- tis, cuya combinacién crea condiciones que facilitan el maltrato, tales como el embarazo en adolescentes, la maternidad en solitatio, claislamiento, el desempleo, la pobreza, la marginacién ligada a lx cemigracion, etc ‘Si bien admitimos que la violencia ejereida sobre el nifio no ex: cluye ninguna clase social, es necesario también admitir que los mecanismos, las formas de aparicidn y el tipo de intervencion so: bre la violencia, difieren si se trata de un nifio de clase favorecida 0 no. Por ejemplo, cuando aparece la violencia en una familia pobre, Esta sera sometida mas facil y rapidamente a todo un arsenal de in= tervenciones médico-psicosociales y judiciales. Las representacio- nes, prejuieios y estereotipos dominantes eonducen a la imagen de hinos maltratados por padres agresores salidos de clases social- mente desfavorecidas, n la practica, las familias en las que la violencia es mis visible y reconoeida, provienen casi siempre de un medio social desfavore. 70 EL DOLOR INVISIBLE DE LA INFANCIA ldo, Esto puede explicarse porque la mirada de los trabajadores sociales se dirige preferentemente hacia esta franja de la poblacion. Extranamente, los investigadores y clinicos se interesan poco por detectar estos problemas en las clases dominantes, Ademais, los asistentes sociales tienen un acceso privilegiado a los estilos de vi da de las familias pobres, que recurren a menudo a sus servicios por problemas financieros. Los miembros de estas familias son por lo tanto vistos, oidos ¥ acogidos mas frecuentemente por los trabajadores sociales. Esto explica que Ia mayorfa de los niios orientados por los servicios so: ciales de protecci6n a centros de acogida o a albergues infantiles, son pobres. Esto no ocurre con la misma frecuencia con los nis de clase alta, donde la violencia esté mas camuflada y sus conse- cuencias son abordadas de un modo més discreto. De esta manera, Ja violencia ejereida sobre un nino de una familia favorecida per maneceré més «protegida» por el secreto médico o en la impunidad de la srespetabilidad». Paradéjicamente, estos ninos son a veces los menos protegidos. tra razén por la cual la violencia de los pobres es detectada, ds répidamente obedece al hecho de que, desde un punto de vista dela cultura dominante, ciertas modalidades de transacciones vio- Jentas son mejor aceptadas que otras en nuestra sociedad. Asi, la violencia verbal y psicolégica que encontramos facilmente en las clases favorecidas es mejor tolerada que la violencia fisiea y la ne- sligencia, tal vez mas frecuente en las clases destavoreci ‘Los FACTORES SOCIOCULTURALES VINCULADOS AL. MODERNISMO Los factores que enunciaremos no sélo predisponen a la utili: zacién de la violencia y al abuso sexual de los ninos, sino también a tuna visidn del mundo que justifica o banaliza estas situaciones, EI paso a la modernidad de clertas sociedades, sobre todo ‘cuando transcurre de una manera répida, produce la desorganiza- de las re prosemtaciones de nosotros mismos, de los ots, del rmundo, ee. Bn este seme el lenguaje seta como una metarrepresentacion Gels realdad ten muestro enfogue, cansideramos el lenguaie natural de las familias como ef resultado de a articlacign entre ela produceisn ldvoligien de ia cultura lamliars, entendida como elsisterna de lovin el patton de interacclones yo de comportamientos, sore 78 BL DOLOR INVISIBLE DE La INFANCIA Siguiendo las ideas de Seltzer y colab. (1986), hemos centrado, puestra atencién sobre los rituales de la familia para detectar la produccién material de las familias abusadoras, y sobre los mitos y Ins creenciass de las familias en su perspectiva historica para detec lar la produccién ideolégica no observable (Seltzer y colab.. 1986) Es importante sefialar que no existe una familia maltratadora pica, sino mds bien una heterogencidad de organizaciones fami liares con producciones miticas' diferentes, que en un momento dado de su historia gencrardn el fendmena de los malos tratos. Ast pues, la manera en que cada persona implicada en una situacion de maltrato esemantiza» (es decir, explica a través de sttlenguaje na- tural) los gestos de violencia, st historia, su relacién con el nito y otros adultos, asi como su relacién conmigo como observador, constituye el hilo conductor que me ha hecho posible «construir», desde mi posicién, un mapa del mundo interactivo de las familias que maltratan a los nifios de manera crénica, Con todo, es posible distinguir vinculos entre las experiencias {traumaticas y de carencias vividas por los padres maltratadores en su historia familiar, con los comportamientos violentos que tienen. ccon sus hijos y las eexplicaciones» que dan de esos comportamien- tos. La practica clinica me ha permitido distinguir cuatro niveles de experiencias, en torno a las cuales se arganizan las interacciones abusivas y el sistema de creencias que las justifican o mitifican. 1. Carencias relacionadas con la fancién maternal Las interacciones, el compottamiento y el discurso de uno de los padres sabusadorews ode ambos me haa Hevado a postular que se trata de adultos que crecleron en un medio familiar stal po, bre en recursos maternales" Estos adultos se preseman a anes de su engl nal como sees hambventos de amor ¥ con tne enorme necesidad de ser conlirmades por los terapeutas, Como pa dres,a menudo esperan que st hijos colmen total 0 paelalmente fstas carencias del pasado El peligro de scosifieacne del nino de risa de esta experieneta, dado que se le conelbe mas como un ob 1 Elmo seen aut come forms parti del scan gc ace do ls acon ecco hd por ls pvsoancoma ete com eae Serva de at Ope 1985) 2. Caldas mteraleren leg simbco que ors tun lara sls Mo dre Tierra. En las culturas incligenas de America Latina seria la Pacha Nowe “ ECOLOGIA MODERNA DE LA VIOLENCIA HACIA LOS NINOS 79 cuapao 3. El mundo interactivo de las familias donde se cometen abuses. CCARENCIAS QUE EN EL PLANO SIMBOLICO. ‘CORRESPONBES A LOS CLIDADOS MATERNANTES TRASTORNOS EN EXAPERTURA Yaibaee De TAS FRONTERAS. ISiaay Exrea | PAMILIARES | "TRASTORNOS CORRESPONDIENTES A LA | ‘FUNCTION PATERNANTE jeto de reparaci6ne que como un nino. Aleunos de estos adultos ea- Tenciados desean evitar que los nifios vivan lo que ellos vivieron y librarles de los sufrimientos v carencias que conocieren en sus in- fancias, Pero otros esperan que sus hijos les brinden los cuidados, clamor, el respeto, la aprobacién y la disponibilidad que no pudie~ von teneren sus infanclas El hecho de que los padres quicran borrar su tragedia histérica a través de la felicidad de sus hijos puede explicar que, a veces, los ‘malos tratos no se repiten con la misma intensidad y dramatismo, pero ello no siempre evita el peligro de que el adulto pueda usurpar ‘su hijo su proyecto existencial para intentar realizarse a través de 41, En este fenémeno reparativo, en sus dos versiones, el nifio es Tizado como sobjeto transicionals o, para uulizar una metafora, ‘como oso de peluche de sus padres» (Barudy, 1989). En la situa~ cion deserita existe, pues, el peligro de que se produzcan graves trastomos en el proceso de diferenciaci6n e individuacisn psicolé- gica del nino y que el adulto se aprople del cuerpo de éste para ob- 80 FL DOLOR INVISIBLE DF Ls INFANCHA tener de él Ia ternura, el contacto emocional y la autoafirmacién {que necesita, con el riesgo en algunos casos de la erotizacion ¥ se Xualizacién de la relacién, y por ende de la emergencia de compor tamientos incestuosos (Baruidy, 1989) Otro momento critico se produce cuando el nacimiento de los nnifos y su presencia real rompe el suefio reparador de sus progeni tores. El recién nacido no se corresponde en nada al nifio que he- bian imaginado, Cuando el nino llora porque tiene hambre, fio, » sencillamen: le porque no tiene un contacto corporal adecuado, estos padres vuelven a sentir una enorme frustracién que puede expresatse por gestos violemtos como golpes, sacudidas vio comportamientos ne~ eligentes, Este escenario dramstico puede ayudarnos a expliear lo que tanto preocupa en la practica pedidtrica, es decir, que en nifios menores de un ao s produce un alo porceniaje de sitsaciones de maltrato. Nicole, fa mayor de euairo hermanos, tenfasicte ans cus -mestra noto marcas de golpes en su cara. La profesora dio parte ala di reccion de la escuela que, a su er, Se puts en contactacon nuestros set ‘etos, En a renin preparatoria que tuvo lugar con todos los operulores médico-psivosoviales que conocian a Nicole sa familia, camprobanos «que la nina asistia x In escuela con regularidad, que estaba bien cuidada, al igual que el resto de sus hermanos, yque ss padres se preocupshan ‘de que Ios hljos hicioran las areas escolares, Se encarga a una enferme: a social dela escucts que contacte con la family le ofrezca la ayuda, {erapeutica de nuestro equipo. En la primera reunion, la familia da la impresion de ser muy disciplinada, los nino permariecen sentados en sus sillas con mucha eorreccidn y los padres expresan st indigmacion Ante esta intromisién en su vida privada, Intentan convener del va Jor que tiene para ells la diseiplina en Ia eduescidn de sus hijos, 5 suestran argullosos de los excelontes resultados excalares de Estos de sus buenos modales. En la historia de los padres encontramas situacio- es qe ns hicieron pensar en carencias relacionadas con tos seuidlados ‘matemalese. El padre, primogenita de una familia ce acho hijos¥ pro ccedente de un medio social mas bien desfavorecido, habia tenido que asumit un papel parental con respecto a ss hermanos desde su mis ‘erna infancta, Sin duds, atm no habia rocibide todo lo que necesitabs feuando tuvo que empezar a acuparse de los dems. Ademas, tuvo que asumirla mision de conseguir el exito social que st pare obrero mo ha bia podido lograr: En consecuencia, exisiaa Sis propos hijos qu le die ron lasatistnceidn de sr lox mejores alums dela clase pata lo cual les sometia a autenticas sexiones de sestudio foreado. Ademas, les peta ‘que se mostraran amablesy earsBovos con él EL prubloma era que Nico ECDLOGIA MODERNA DE LA VIOLENCIA HACIA LOS NINOS St le «mostraba excesiva interés por sus companieras de clase vse negaba ‘eatudiar® Esta stuaclén sacaba a su padre de quicio, provocando es {allides de violencia que acatreaban castigos exagerados que s© repe- tian cu ls familia. La madre no podia mostrarse en desacuerdo eon su mri» tomar partido por sus hifos, aque compart la misma ieo- Toate, Bra hija nica de una madre que se habia divorciago muy pronto y habia intentado en todo momento educar bien a su hija para demos: fra su ex marido ya su entorno que era una madre ireprochable, En familia actual seguia slendo Fel alos valores de sti madre, mostran- ‘done muy exigente con sus hijos y pidigndoles que fueran muy aestuo- Sos con ela 2. Carencias relacionadas con la funcién paternal Los comportamientos y discursos de uno de los padres 0 de ambos, nos hacen pensar en personas que han sido socializadas en Siemas familiares y/o instituciones, donde los adultos no han Gfrecido a los nifios suficientes interacciones socializantes. En es tos casos, los adultos que tendrian que haber desempenado el papel Simbilico del padre no fueron capaces de garantizar una conducta cutructurante en cuanto al control del comportamiento de los nitios Va la interiorizacién de las leyes y normas que protegen los dere thos de cada uno de los miembros de una familia ‘Con frecuencia, en las familias de origen de estos padres la au toridad se ejercia de forma abusiva, a través de golpes ¥ casligos co- smo método edueativo, También nos encontramos con el caso cor Uuatio: lr ausencia de la funcién paternal por falta de competencias personales (del padre a de la madre) o por acontecimientos que los Thantuvieron alejados de la educacién de sus hijos (institucional yacidn, situacion de guetra, inmigracién, enfermedad, pobreza, Gie.), Estos problemas son la causa de profundas deficiencias en lo ‘gue concierne a la transmisidn ¢ integracion de un modelo de auto: Fidad parental y de las leyes que rigen las relaciones sociales y fa~ miiaves, ‘Como consecuencia de estas experiencias, estos padres crecie- ron con la inseguridad que da el conocimiento impreciso de sus propios limites y de los limites de los otros. Por ello, cuando son adultos ls resulta dificil definirse de forma adecuada en tanto edu Cadoresy ejercer Ia auttoridad con sus hifjos de una forma equilibra- dla y/o respetar la de las personas que la representan, Cuando se convierten en adultos-padres, adoptan con respecto a los comportamientos de sus propios hijos actitudes que oseilan 2 EL DOLOR INVISIBLE DE LA INFANCIA entre la debilidad y la indecisién, y la rigide2 y el autoritarismo, en elowo extremo, ‘Asi, nos encontramos con que dentro de estas familias coexis- ten los comportamientos negligentes con los violentos: golpes, amenazas, chantajes, presiones psicol6gicas, etc. Al principio, el ni- No podra soportar pasivamente esta violencia, pero mas tarde «ex- perimentard un sentimiento de injusticia que har erecer en él la colera y el deseo de venganza contra sus padres, pero ante la fuerza, yeel poder de éstos desplazara estos impulsos, al igual que sus pa- dres, y los dirigira contra sus iguales y sus futuros hijos. El nino: confrontado al abuso de poder de sus padres no puede traducir a defensa de si integridad en palabras, por lo tanto le hace con una serie de comportamientos violentos hacia los mas débiles, de inhi bicion ante sus padres, de fracaso escolar 0 de sumisién que consti- ‘iran mensajes que los padres vivirén como agresivos hacia ellos. En ese momento se instaura un cfrculo vicioso del que las personas implicadas no acertardn a salir» (Barudy y Charlier, 1987). A esto debemos aftadir el riesgo que existe de desviacién dela sexualidad, ya que, al carecer de modelo de autoridad, estos adultes no han in- {egrado los tabtes sociales que les protegen de abusar sexualmente de sus hijos (Barudy, 1989), Los malos tratos propios de Ia situacion deserita legan a con- vertirse en un automatismo que la familia no puede detener sin ayuda exterior, sobre todo porque los actores de este drama no son conscientes de que su guidn empezé a escribirse mucho tiempo atras, En estos contextos, el nifio se convierte en el objeto sobre el que se proyectan la célera y los sentimientos de venganza repri- midos que los padres no pudieron expresar contra sus propios pa- dres que, a su ver, los maltrataron y/o no los cuidaron adectiada- mente. Muchas veces, estas experiencias y los afectos que las acompaan no se simbolizan ni expresan, por su cariicter traumé tico, a través de la palabra v se mantienen latentes por un proceso de identificaci6n con el sistema de creencias de los padres sabu- sadoress Ladependencia biolégica, psicologica y social de los nifios y su vulhnerabilidad en las relaciones de poder con los adultos constitu. yen un contexto favorable para que los padres desplacen Ia célera y los deseos de venganza dirigidos contra sus padres hacia sus pro- pios hijos, aunque no lo deseen, El nif na es tanto el objeto real de la violencia como el medio a traveés del cual los padres «ajustan sus ‘cuentas» con sus propios padres, ECOLOGIA MODERNA DE LA VIOLENCIA HACIA LOS NINOS 83, «Tanto es asf que la emocidn, el impulso que el nifio expres delante de sus padres (cuando se manifiesta, por ejemplo, median- te negativas rabiosas o berrinches) contrariara a éstos de tal mane ra que llegan a olvidarse de estar delante de un nitto mas fragil y vulnerable que ellos, pasandolo a considerar como un rival. El que reacciona es el nino herido del pasado que sobrevive dentro del adulto actual. En la imaginacion de los padres, el nino se enfrenta a ellos casi al mismo nivel sin darse cuenta que lo dominan. Por pac radojico que patezca, la violencia resurge de este sentimiento de impotencia de los padres» (Barudy y Charlier, 1987) ‘Todo esta preparado para crear una dindmica de abuso y trans: ‘mitirla de generacion en generacién. Nadie establece limites al po- der cjercido del uno sobre el otro. Al igual que sus padres, el nifto en- lrard en la edad adulta con el cuerpo traumatizado y con una parte de su vivencia aljenada para poder seguir manteniendo una imagen idealizada de sus padres (Miller, 1986), Valérie, de rece anos, hace saber a a asstente social desu escucla ‘que su padre ha intentado varias veces realizar manoseos sexusles con ella. La asistente informa al sbunal de menorest cl caso pasa a cr ¥ este envia ala familia a hacer una terapia con nuestzo equipo «SOS En Fants-Familles través de su discurso, el padre se nox presenta como al- un irreprochable y partidario de ejercer la austoridad com Firmeza, Ast Je educé al un padre tirnicoy autoritarioque utilizaba con frecuencia tos castigos corporales las humillaciones para diseiplinar a sus hijos El padre de Valérie habia adoptado la misma ideologia que su padre. pe +0 sin poder interiorizar los valores del respeto hacia los demas porgue ‘261 nole habfan respetado, 3. Trastornos relacionados con la organicacion Jerdrquica de la familia Una familia y su entorno social pueden considerarse sanos ‘cuando, en lo que respecta a sus interacciones (Funeionamiento y finalidad) y a sus visiones del mundo (sistema de creencias), son capaces de asegurar el bienestar de todos sus miembros y su soeia- lizactén (aprendizaje de una cultura de vida). Para ello es preciso ue haya una estructura familiar y social capaz de ofrecer a sus "miembros las ayudas materiales, psicologicas y sociales que necesi- tan en cantidad y calidad suficientes, Esta distribucion de los cui~ dados en forma adecuada requiere de una organizacién capar de ‘establecer un cierto orden en el reparto de los bienes, manteniendo, 84 EL DOLOR INVISIBLE DE LA INPANCIA 2c peaa eid In prescrvacion del eco vital de todos ellos racionall “Muchos autores han puesto de manifiesto este fendmeno de parentficacién de los hijos, que se produce cuando en una familia {ino o varios hijos que va son adultos son «teaspirados» por su sis ECOLOGN MODERNA DE [A VIOLENCIA HACIA 108 NINOS 85 tema familiar de origen, con el mandato no declarado de euidar de sus padres. Esto puede llevar a que los nuevos esposos respalden lealmente con su comportamiento esta «reaspiracién» ¥ no lleguen a afirmar su necesidad de autonomia, su voluntad de vivir juntos, furdar una familia v ocuparse de sus propios hijos (Masson, 1981). Esta renuncia puede provocar en los padres scntimientos de rabia e impotencia, que se expresan mediante comportamientos violentos ‘cuya victima puede ser el hijo o nieto/a preferido de los abuelos. La nocidn de jerarquia es uno de los pilares para comprender el cardcter altamente patolégico del maltrato ¥ del abuso sexual, porque tan grave como el traumatismo que provocan es el hecho de que se producen en el marco de una estructura disfuncional que al tera todo el proceso de aprendiizaje relacional del nifio. Esto se pro luce por la desaparicién de las fronteras entre las generaciones y la cexistencia de una jerarqutfa patoldgica caracterizada a menudo por luna coalicién perversa en la cual el nino se encuentra atrapado yen donde aprende sus primeras armas para la manipulacion del otro. Al margen de las coallciones familiares mencionadas, es posl- ble tambien la existencia de otras entre profesionales de diferentes reas y del ninio contra los padres, situacion muy frecuente que me- rece un anélisis profundo cada vez que se intenta ayudar a un nit, 4. Trastornos de los intercambios entre la familia y el emtorna La supervivencia de un sistema humano ¥ ce sus miembros de- pende también de las posibilicades de regular la apertura y el eierre die las ronteras que delimitan los diversos subsistemas qui lo cons- tituyen y Ta frontera que lo separa del emtorno, A diferencia de la cé= lula, ta familia carece de una membrana visible que eumpla esa funcisn de delimitacion: lo que existe es un conjunto de interaccio- hes que regulan los intercambios intra y extrafamiliares v que de- terminan quiénes pertenecen a la familia y quignes pertenecen a si En os sistemas familiares donde se dan los malos tratos esta Lrontera simbéliea es disfuncional, bien porque cierran y abren las fronteras cuando no deberian hacerlo, o bien porque tienden a abrir el sistema cn todos los intercambios 0, rio, acerrarlo Las perturbaciones que se manifiestan a través de la tendencia un funcionamiento abierto cadtico © por la tendeneia a un fun clonamiento firmemente cerrado ¥ rigido, taducen modalidades 86 EL DOLOR INVISIBLE DE LA INFANCIA homeostaticas vinculadas a los patrones antes enunciados y conti buyen de forma circular al mantenimiento de esos patrons. ‘Las familias casticas v abiertas que funcionan prioritariamen- te con fronteras demasiado abiertas, a menudo lo hacen como ‘adaptacién a la pobreza de recursos internos y externos. En esta si- twacién, los nifos no reciben los cuidados necesarios de proteccién y seguridad, y por ende corren el riesgo de recibir abusos y malos tratos en el interior o el exterior de la familia. Por el contrario, las familias cerradas y rigidas cierran sus fronteras para protegerse de los peligros reales o imaginarios que existen en el tejido extratami- liar 0 en la dinémica inweafamiliar. En este caso los nifios quedan ‘encerrados en un mundo familiar a menudo rigido y totalitario. En rninguno de los dos casos la farnilia cuenta con las informaciones y los intercambios de «energia> necesarios para garantizar la vida de todos sus miembros. Los hijos se veran privados de la posibilidad de enriquecerse con las aportaciones del exterior y de conocer otras alternativas de socializacién, aps ‘La negligencia de los hijos esté relacionada muchas veces con necesidades homeostaticas de apertura exagerada de las fronteras, mientras que los malos lratos fisicos 0 psicoldgicos y el abuso se- xual se dan con mas frecuencia en sistemas rigidos y cerrados. 4. LANEGLIGENCIA Y EL ABANDONO DE LOS NINOS La familia negligente corresponde a un sistema donde los adul- (os, especialmente los padres, presentan de una manera permanen- te comportamientos que se expresan por una omisién o tna insufi- cciencia de cuidados a los ninos que tienen a cargo, Un contexto de pobreza y/o de aislamiento social rodea a menudo al sistema fami lias; este contexto coincide muy frecuentemente con una historia de carencias miiltiples en la biografia de los padres. Los padres ne- sligentes corresponden a adultos que, como consecuencia de las Sireunstancias ya enunciadas, no se ocupan de sus hijos y presen- {an fallos importantes a nivel de sus funciones parentales, Estos fallos pueden ser el resultado de tres dinamicas que se entremezclan: una «biol6gicas, la otra cultural y la tervera contex- ‘wal. Se trata de dinamicas diferentes a pesar de que las consecuen- clas a nivel de los nitos pueden ser idénticas. En el primer caso se lsata del trastorno del apego biologico entre el adulto y el nino, par ‘icularmente entre la madre y su hijo. Enel segundo caso el proble- ‘ma se sitda en la transmisién transgeneracional de modelos de crianza inadecuados yo peligrosos para los nifios. El tercer tipo de negligencia es la provocada por la ausencia o por la insuficien- via de recursos en el ambiente. Esta negligencia corresponde a la asociada con la pobreza y la exclusién social (véase cuadro 4), LA NEGLIGENCIA BIOLOGICA: EL FRACASO DEL PROCESO DE APEGO Aqui se trata de situaciones en las que por diversas razones no pudo establecerse el encuentro sensorial entre el adulto y el nifio; Por lo tanto, no se crea un sentimiento de familiaridad. Las padres ¥ los nitos son reciprocamente «transparentes»; a pesar de los ss EL DOLOR INVISIBLE DE La INPANCIA CurnRo 4. La dinamica familiar negligente, Tipos de negligencia [Negligeneta sbiolggieas por erastornos del apes a) Factores dependicntes de la madre: —Depresin Enfermedad mental Texcomanig¥akohliomo ~Trastarnos del apege como consecucncia de raumatismos infaniles (adres pasWas indolontes, mails activae-impulsivas) ) Factores dependientes del nif ©) Factores dependientes del pate Nealigencia cultural + Trastornos del apeao biologice por modelos de crianza inadecuados ¥ violentos | Carenetas educstivas Negligencia contextual 4) Ea pobreva coma medio ambiente: Ansencia de estructuracién expaciotemporal ~ Funcionamisnta farniliat cadtiea + predador = Trastornos de la percepcion y de la diseriminacidn sensorial (rio calor, hambre, sctedad, agresividad y violencia, ernura, 9). ») Aislamiento socal = Marginalidad, Familias monoparentales. vinculos biologicos que los unen, no se perciben mutuamente por ‘que se encuentran en la imposibilidad de sentirse. Este trastorno rave se manifiesta por la ausencia de interés v/o.un rechazo de los rhinos por parte de los padres, Se trata aqui del trastorno de los vineulos sensoriales» 0 de la afectividad interpersonal entre pa- dies ¢ hijos, como consecuencia de trastornos que se presentaron cen las relaciones precoces de apego. Este tipo de negligencia puede ser también comprendida como un trastome ¢ como un fracaso del eel adulto y su bebé, producto de una de- Ficiencia en el tratamiento reeiproco de las senales quimicas, fist eas, sonoras o visuales, que les hubieran permitido reconocerse co ‘mo pertenecientes a un mismo «cuerpo familiar encuentro biolagico Lx NEGLIGENCIA Y EL ABANDONO DE LOS NINOS. 89 Una ilustracién de esta situacién es la historia de esta madre africana que encontramos en nuestra practica: Me robaronia mi nino, mele sacaron de mi lado después de ws nag rmiento parasanario, no me explicaron nada, on tave In posbilda de sentir a mi nino. Después de quince diss, cuando me lo trajeron, tenia ‘tre olor, ya no era mas mi nino, mi hebe, él no me queria, me rechazabe. Esto fue expresado por una madre joven de origen africano ‘que habia dado a luz en una clinica de Bruselas, con un servicio de neonatolozia con todos Jos adelantos de la medicina moderna. Sin hinguna duda, los pediatras salvaron la Vida de este bebs que pre- sent6 en el momento de nacer graves wastornos respiratorios, pero sin saberlo, de alguna manera habian danado una parte de la rela- cion de esta madre joven y su recién nacido. A los tres meses este bebé no se desarrollaba como era debido, y cada dia Ja madre se de- salentaba sinticndo que su nino no la queria: «Vea doctor eémo me rechaza, no me quieres, decia esta madre, sintigndose impotente frente a su bebe, que no paraba de Ilovar y ne queria mama: Elencuentro biologico, fundador de las primeras relaciones de apego madre-nitio, habia sido alterado por los cuidados médicos {ue habian cambiado la significacién de este hebé para su madre, Cuando la madre de nuestra historia dice: «Mi nifio no tenia mi olor», nos recuerda la importaneia que tiene el olfato en los proce- sos de apego. A través del olor la impregnacién de los dos cuerpos, el cuerpo de la madre vel cuerpo de sus bebé, puede concretarse. La intervencién médica, sin ninguna duda técnicamente acertada, har bia interrumpido el proceso relacional entre esta madre y su bebe. Lo que los pediatras habian olvidado en este caso es que esta ma dre, en tanto ser singular, vivia en un mundo mental que le era pro- pio, donde ella percibiaa su bebe « través de experiencias sensoria- les que le eran significativas s6lo para ella (Cyrulnik, 1993). Cuando, ella dice: «Me cambiaron a mi bebén, nos dice: «Me han translor- mado el bebé que yo habfa creado, percibide en mi mundo mental por lo tanto ahora no nos podemos encontrar», Si en el proceso te apéutico ella reencontré poco a poco a su bebé fue porque los in tercambios permitieron tejer una nueva historia de amor y darle un nuevo sentido a sit relacién con su hij. No siempre es posible una evolucion favorable de estos trastor- hos. A veces, en este tipo de negligencia de eardcter biologico los pa- res, particularmente la madre, permanecen totalmente indiferen tes alas necesidades y los problemas de sus hijos, y manifiestan un 90 EL DOLOR INVISIBLE DE LA INFANCIA rechazo activo que se expresa en comportamientonwolentos. Eston padres se sienten pace implicados por el bienestar de sus hijos y les Consagran el menor tiempo posible. Presentan ademas una tenden- la cronica a retirarse fisica y psicolégicamente de la relacién con sus hijos, lo que puede llevar a una situaci6n de abandono. LAS FUENTES DE LA NEGLIGENCIA «BIOLOGICA® Corresponden a trasiorns de lo padres ave les impiden ape- arse a sus hos sanamente Nuestra enfogue ecosistemico nos Suda'a Considerar que muchos de ents trastornos 0 caractrit Sie indiiduates sone] resullado de procesos relacionates familia Setenun conte de id determina tant pro pasado como Geel presente, Nos limitaremos aga a mnenctonarclevtos probe Fans detectados en las madres clertas earactersticas del nino, res ponsables de impedir un apego suificlentemente sano. No obstante To debemos olvidar el papel del padre, Ya hemos menetonado en {iferentesoportunidades su tmportancia como factor Fcitador bstaculzador de un buen proceso de apes El hecho de menclonar slo los factorcs dependientes de las madres pita retorzar la tea de qu los culdado delos nits son Tesueclusvidad. Este prejucio, demasiado comin en muestra so. Sfetad explleaquizdsla tendencia a minimizar la immportancia del padie ona crianea de los hijo. Ne hernow include los Factores I fades sl padre poraue en las familie aeligentes ue nosotros he- ror acompanaios a menu el sjfe de familion era la madre con Umpadre ausente de paso. Por To tanto él era parte del problema pero generlmente nos era inacceaiblea Ta abservacion Entre Ios problemas detectados en las madres, como fuentes de rastornos del apego biolgico, mencionaremos la depresion la enfermedad mental, la toxicomaniay Tos raumatismos, Tussmadresdeprestvas fuston derivaias «nuestro programa bien por diferentes servicios de maternidad, o por consaltas posnatales elon servicios de atencion primaria ‘En muestra practiva hemos podido distinguir un grupo de ma- dres que presentaban comportamientes negligentes como conse- ucneia de una reaccon depresiva generada por una acurmlacion Sefactoves de estes durante clembarazo, arto puerperio,y otro grupo en el ual los sintomes depresives correspondian a una des. ESmpencacion de una enfermedad sigulrica que exista antes del tmbarazo, En ets ultimo grupo Toe tastornos del apego eran mas LA NEGLIGENCIA ¥ EL ABANDONO DE LOS NINOS 9 graves v de evoluci6n erénica, Estas madres presentaban especial- mente irastornos esquizofrénicos, antes de su embarazo o bien pre. sentaron una descompensacion compatible con la descripcién de la sicosis posparto», Las manifestaciones clinicas que estas madres presentaron fueron una tendencia al aislamiento social caracteri- zada por una extrema timidez e indiferencia por todo intercambio interpersonal o bien una actitud de aislamiento activo. Esto ultimo se manifest por un rechazo a salir de su habitacién de la materni- lad o de salir de su cama, asi como de ocuparse de su bebé. Estas madres presentaban también un humor francamente depresivo en forma permanente, mostrandose totalmente indiferentes ala pre- sencia de su bebé, 0 manifestaban cambios subitos de humor inex plicables exigiendo ocuparse de st hijo excluyendo a toda otra persona y por supuesto haciéndolo de una forma totalmente inade- cuada. Ademés, presentaron comportamientos extrafos y muecas que corresponden a menudo a ideas delirantes 0 a trastornos aluici- natorios acompafiados de una ansiedad profunda, como resultado de un sentimiento de perder el contacto con la realidad, Las madres toxicomanas. Nuestra experiencia con las madres toxicémanas ¢s bastante limitada. Las familias toxic6manas que \vimos la oportunidad de acompanar fueron derivadas al programa por situaciones de negligencia yio de malos tratos a ninos en edad preescolar. No tenemos experiencias en relacién con el comporta- miento de estas madres con sus recién nacidas o con sus bebes. En los casos que nosotros seguimos, la negligencia se debia a menudo 1 la no disponibilidad de los padres hacia sus nifos a causa de sus problemas de adiccién, El estudio del Washington Center for Addictions en Boston, {que estudié 200 padres toxicémanos (92 alcohélicos y 108 heroind- manos) nos parece interesante. Este estudio se realiz6 con padres, toxicémanos que se encontraban en tratamiento (Black y Mayer, 1980, en Mayer-Renaud, 1985). El estudio evalué los cuidados pro- porcionados a sus nifios por estos padres toxicémanos. Los resulta- dos del andlisis muestran que todos los nitios de estas familias su- frian cierto grado de negligencia, y el 30,5 % de estas familias se mostraron gravemente negligentes. Todos estos padres tenian en comin que proporcionaban muy poca atencién a las necesidades de sts hijos, Los resultados de esta investigacion y de otras nos ayu- dan a considerar la toxicomania como un factor que predispone a la negligeneia infantil. A pesar del resultado de estas investigacio: nes y de las constataciones clinicas de los profesionales de la infan- la, frecuentemente los profesionales que trabajan con adultos to- 2 EL DOLOR INVISIBLE DE La INFANCIA xicémanos y aleohilicos no estan suficientemente sensibilizados sobre la necesidad de ampliar sus acciones para ocuparse también de la proteceién de los hijos de sus pacientes ‘Los traumatismos de la madre. Todas las madres negligentes detivadas a nuestro programa habfan sido vietimas de alguna de las formas de violencia abordadas en este libro. Estas mujeres habian recibido golpes ya veces abusos sexuales, pero lo que ms las habia marcado era el hecho de no haber sido amadas. «Me intcrmaron en una institucién ala edad de cuatro aos: mi maclre ni nadie me amé verdaderamente: aqul con ustedes me siento por lo menos avudacia y respetada>, afirmaba la madre de Eric y Pic- Frot durante uns Sesion de red, en la que participaban su companero, los dos nifos, los educadores del cen de acogida, una colega asisten {a soctal de nuestra equipo, y yo. Nos cruzamos con la vida de Pierrot ‘cuando tenia cuatro aflos y con Eric euando tenia dos aos, como con: sccuencia de una demanda de colaboracion por parte de una trabujado- fa social del barvio donde vivia la lamilia, que estaba inguieta por ls Giticultades que la madre presentaba para ocuparse de sus nino. Les lacompanamos durante aos através de un proceso de tribalizacton=! {gue consiste en ereat, con lat familia, un tejido psicosocial capar de aportar cuidados complementarios a los nifios, Hoy dia Pierrot tiene doce altos Erie dier 4 ala largo de estos ultimos anos han agreado a ‘ tejde familiar educadores, sieslogos ¥ trabajadares sociales de los diferentes centros donde los acogieron, asf como a nosotros mismo. Hemes realizado juntos un bello y largo recorrido con esta familia, ra landa de ofrecerles mejores condiciones de vida y reparando de esta manera la injustcia que ext madre babla conocido en su infaneia. Eric 5 veces tndavia viene a consulta porgue presenta problemas para con trolar su: agresividad: sus cificultades probablemente sean la conse: cuencla de haber side golpeado v ademas de haber sido testi, cusndo fra muy pequerh, de teribles escenas de violencia generadas por ‘omportamiento abusive de ss padre frente a su madre. El padre biol flco-de esto nits era un individuo violente y abusivo que martiizabs Sau mujer y sus hijos, La madre, bajola dependencia afectiva de este Sticto, ocults cl cardeter violento de sa maride durante ans. Fue mu: cho después, en el transcurso de la intervenciein, ewando ella pudo ree ‘conocer el haber aceplado que sus nifos fveran iagresados en una ins ‘utucién con la finalidad de ofrecertes protecetén frente a la violencia de acne nacio de los encuentron con famillasafricanas xl- Hadas dade me lmpresione mucho su cupachiad natural de Fonconas en 1d pra ha ter rent los caroncascxstenton en el eo arbisne yt para aperia Cuidado odclonsuyosen cleave de que ln fails natural a pairs hacen y skempre en ot Heiod ac nickes Sopa fe ns ii LA NPOLIGENCIA VEL ABANDONO DF LOS SIROS 93 st: marido, de lo cual ella nunca habia podide hablar porque tenia mie do de que se los qutaran para siempre, El acompaftamiente de esta familia nos permitis constatar que los comportamientos maternales de la madre estaban caracteriza- dos por una contradiecién entre sus intenciones manifiestas y lo que ella podia hacer realmente por sus ninos. Esta constatacion la he: mos hecho a menudo y correspond ala experiencia con la mayoria de la madres negligentes acompanadas en nuestro programa. Por {una parte tienen en su imaginario, en sus discursos, todas la inten= ciones de recuperara sus ninos de los centros de acogida y ocuparse de cllas en sus casas; por otra parte presentan una incapacidad de poder hacerlo realmente, Como ellas no recibieron cuidados, no tie- rien la capacidad de cuidar adecuadamente a sus hijos; por eso pue- den rivalizar con éstos para lograr la atenei6n de los profesionales que se ocupan de ellos. Por otro lado, es probable que las carencias vio los maltratos {que suftieron, provoquen una alteracién de su capacidad empatica, Io que perturbard los procesos de apego con sus hijos. Ast, estas madres traducen mal las necesidades de sus ninos porgue sus pro- pias necesidades no fueron adecuadamente satisfechas por sus pa- res, A menudo, estas madres han conocido el encierro institucio- nal durante largos periodos en diferentes instituciones desde stt ninez, Todas estas experiencias les proporeionaron el sentimiento doloraso de que sufrieron abandone y se consideraron culpables indignas del amor de sus padres. La consecuencia de estas expe- riencias es una baja autoestima que se expresa en el hecho de que cestas madres se prestan muy paca atencién y consideran que, como ellas, sus hijos no merecen mayores culdados. UNA-TIROLOGIA DE TAS MADRES CARENTES V NEGLIGENTES: Aqui presentamos tna tipologia que articula las experiencias \itales de estas madres con suis modos preferidos de relacién, espe cialmente con sus hijes, pero también con otras fuentes de afecto, Como resultado de nuestras observaciones, hemos podido distin- uirlos dos tipos de madres que presentan comporiamientos negli zgentes deseritas por Polansky (1981): las madres carenciadas pasi vas indolentes, y las madres carenciadas activo-impulsivas. Las madres earenciadas, pasivas e indolentes. Corresponden a mujeres que fueron gravemente descuidadas en su infancla y que 94 EL DOLOR INVISIBLE DE LA INFANCIA conocieron a menudo institucionalizaciones y separaciones miilt ples. La experiencia fundamental que organiza su vida es una shambruna® afectiva que las empuja continuamente a la busqueda de cuidados y nutricién afectiva. Esto explica su carécter depen- diente y su pasividad en relaci6n con todas las fuentes de reconoci- miento y cuidado. Habitualmente estas mujeres no tienen el ante- cedente de haber sido golpeadas, a diferencia del otro tipo de madres. Su modo de relacionarse se caracteriza por comporta- ‘mientos de gran apatia y una profunda conviccién de que nada va- lela pena, pero al mismo tiempo tienden a apegarse a toda persona que demuestra un poco de interés por ellas. Sin embargo, sus rela- cciones son generalmente superficiales; estas madres dificilmente se comprometen de una forma duradera y presentan gvan dificultad para expresar a través de la palabra su mundo interior. A menudo muestran sus frustraciones bajo la forma de cdlera pasiva y/o de consentimientos hostiles. El lector advertira con Facilidad la relacién que existe entre las caracteristicas de estas madres y sus dificultades con el apego y el cuidado de sus hijos. Por otra parte, como veremos en los capitulos posteriores, especialmente en el dedicado a los abusos sexuales, en contraremos a menudo este tipo de madre como esposa de un abu sador sexual violento e impulsivo, Las madres carenciadas activo-impulsivas. Son las madres que fueron no solamente descuidadas, sino ademés vietimas de violencia fisica. Parentificadas, fueron explotadas por sus padres yo obligadas 1 ocuparse de sus hermanos y hermanas menores. Animadas por un profundo sentimiento de injusticia, esperan demasiado de los demis ¥y sobre todo de sus hijos. Sus exigencias sin Iimites respecto a los de- mis se expresan por verdaderos comportamientos de «depredacién afectiva», con muy poca tolerancia a la frustracin y una ausencia to- tal de empatia para aceptar los limites del otro. Sus experiencia co- mo nifias fisicamente maltratadas y las fristraciones acurnuladas las llevan a reaccionar de forma violenta, por lo que estas madres no s6- lo descuidan a sus hijos, sino que ademas los golpean. Encontramos este tipo de madre entre las autoras de maltrato fisico @ como espo- sas de abusadores sexuales, pasivos v dependientes, LLOS FACTORES DEPENDIENTES pet. NIKO. Es dificil imaginar cémo puede favorecer un nifio los compor- tamientos negligentes de sus padres. Es mucho mas facil imaginar LANEGLIGENCIA Y EL ABANDONO DE LOS NINOS 95 que ciertas caracteristicas del nino, por ejemplo la hiperactividad, los problemas de sueno o los trastomnos de la alimentacién, aumen. an los riesgos de que pueda ser golpeado, La experiencia clinica nos muestra que existen ciertos factores que favorecen los comportamientos negligentes de los padres a pe- sar de ser difiel saber si, por ejemplo, los comporiamientos pasivas del nifo, que no hace nada para llamar la atencidn de su madre, son causa 0 consecuencia de un wastorne del apego, Ciertas obser vaciones de nuestra practica clinica coineiden con lo que ya han descrito largamente otros autores, Por ejemplo, los trastornos del apego pueden aparecer en la diada madre-nifio cuando el nino po- ‘see minusvalias particulares (Lemay, 1983). Estas dificultades se agravan a menudo por la incapacidad del personal de las materni dades de acompanar a las madres y 2 los padres que se enfrentan a esta situaciones. Por otra parte se sabe que los ninos prematuros 0 que presentan trastornos neonatales quiz4 no toleren las estimula- clones de sus madres y por lo tanto las puedan decepeionar. Estas situaciones a veces se agravan por una hospitalizacién mal maneja- da por el personal encargado de su atencion, y pueden acarrear una rmuptura del vinculo alectivo del nino con sus padres. LA NEGLIGENCIA CULTURAL En este tipo de negligencia, los padres son portadores de mode. los de crianza peligrosos pars los ninos. Algunas de las ereencias contenidas en esos modelos pueden provocar incluso la muerte del nino; otras menos peligrosas son la consecuencia de una falta de co- nocimientos vio conocimientox inadecuados sobre los cuidados ne- ccesarios para asegurar un crecimiento v un desarrollo sano al nifio ‘A menudo estos modelos de creencias son parte de la cultura de una familia vio de su comunidad: por lo tanto, tienen una fun- cin en el mantenimiento del sentido de pertenencia no solamente ‘una familia sino también a una colectividad. La idea de la existencia de patrones culturales de crianza negli- ientes nos introduce en un terreno dificil y contradictorio. Son nui- merosos los autores que insisten sobre la necesidad de respetar los componentes culturales de una comunidad en el momento de defi- nir la negligencia (Garbarino y Guilliam, 1980). Es importante considerar que no existe ninguna formula uni- versal para determinar Ios cuidados éptimos que necesita un nino, Esto es necesario para prevenir cualquier actitud «etnocentrista» 96 EL DOLOR INVISIBLE DE LA INFANCIA en donde se impongan determinados modelos culturales de erianza porgue se consideran superiores a otros. No se trata tampoco de caer en un relativismo cultural extremo, al limite con la indiferen cia, que podria impedimos proteger al nino victima de negligencia bajo el pretexto del respeto a la cultura, Una alternativa a este falso dilema es el didlogo intercultural, ces decir, la busqueda con las familias de consensos alrededor de las, nociones de bienestar, cuidados y proteccién de los nifios. Una ilus- traci6n de esta practica intercultural la realizamos en un programa de salud rural en el surde mi pais, donde intentabamos crear puen tes entre la cultura médica occidental v los métodos curativos tra dicionales de los indios mapuches en relacién con los modelos de ceuidados v de crianza de los recien nacidos. En esas comunidades indigenas, doncle tuve Ia suerte de traba- Jar-come médico rural, antes de mi exilio en Bélgica, existia en las parteras una creencia que consistia en aplicar en la region umbi Tical del recién nacido —despues de haber cortado el cordén— un ungdento que contenta, enire otras cosas, tela de arana. Como cansecuencia de esto, un niimero importante de recién nacidos presentaban una grave infeccion periumbilical que a menudo se complicaba con una septicemia, produciendo la muerte del nino. El caracter magico-religioso de esta practica era un elemento ‘cultural que se transmitia de generacion en generacién y las infec ‘clones eran también explicadas en el marco de estas creencias mas ‘como ecastigos» divinos que como infeccioney causadas por la tela de arana, Las conversaciones con los miembros de nuestro equipo que pertenecian a esas comunidades nos ayudaron a comprender lau lidad de esas practicas como vinculos sociales de estas comunida- des, Por otra parte, conclulimos rapidamente que los componentes del ungiiento no eran, en si mismos, los causantes de las infeceio- nes, sino su mezcla con barro vel hecho de que éste se aplicaba con instrumentos 0 con las manos sucias. Nuestras sconversacioness interculturales permitieron elabo- rary proponer una nueva manera de aplicar este unguento; asi, los miembros mapuches de nuestros equipos de terreno propusieron a Jas comadronas preparar cl unguento siguienda los ritos tradicio: nales; luego el unguento lo esterilizaban en el hospital, al mismo tiempo que les ensenaban la importancia de lavarse las manos v aplicarlo con espatulas estériles. El impacto de estos cambios di ‘minuyé la incidencia de infecciones perinatales sin que la funcion simbolica de la ereencia fuera alterada. LA NEGLIGENCIA Y FL ABANDONO DE LOS NINOS 7 LA NPGLIGENCIA CONTEXT¥AL: LA PomREZA Acusar a los padres de familias pobres de maltratar a sus hijos porque presentan signos exteriores de estar «mal cuidadoss, sin considerar la situacién social en la que viven, es una nueva injusti cia social que agrava la situacién de los nifos. No se puede exigir a padres que no tienen trabajo, ni vivienda adecuada y que viven con un minimo de dinero que cuiden, vistan, alimenten y eduquen a sus hijes como siesta situacidn no existiera. En lugar de designar a estos padres como tinicos responsables de la negtigencia de sus hijos, el enfoque ecosistémice avs ayuda, ‘como ya hemos senalado, a explicar estas situaciones considerando también la organizacién de nuestras sociedades que por sus estruc: turas y funcionamiento generan desigualdades sociales, discrimi nacién y exelusién social, ‘Los profesionales de programas de proteecién infantil e inves: tigadores de todo el mando estamos de acuerdo en que la pobreza y el aislamiento social acompanan casi siempre a las situaciones de negligencia (Mayer Renaud, 1985). Eso no excluye la existencia de la negligencia en familias de clase media, o alta, aunque en ellas es may comtin que la negligencia sea de tipo psicoaectiva. En la mayoria de les casos de negligencia en que hemos inter- yenido, los ninos y sus familias vivian en lo que nosotros llamamos una ecologia de supervivencia caracterizada por una situactén cré= nica de pobreza, exclusién social y marginaci6n. Si utilizamos los indicaderes elasicos para detectar las situaciones de negligencia, mas de la mitad de los niftos de los paises pobres y todos los ninios ppobres de los pafses ricos deberfan ser considerados como victimas de negligencia, Con una mirada ecolégica se hace enseguida evidente que las ccausas de Ja negligencia son miluples y se encuentran no sélo en Jos comportamientos de los padres, en las dindmicas famili cen las situaciones de injusticia social generalizada caracteris! de los paises del Tereer Mundo, sino tambien en la injusticia inter hemisérica que divide el mundo en pafses ricos y pobres. Laclinica de la negligencia infantil nos ha permitido constatar que la pobreza crea un contexto de vida para los nifios y sus fami lias que les obliga a desarrollar una serie de comportamientos ¥ de ereeneias que a menudo se transmiten de generacién en generacién ¥y que corresponden a respuestas adaptativas a esta situacién injus- tay carenciadla, 98 EL DOLOR INVISIBLE DE LA INFANCIA La ausencia erénica de componentes nutritivos, vestido, higic- ne, alojamiento adecuado, cuidados médicos y de educacién, acompana las experiencias cxistenciales de estas familias. Esta rea lidad concreta organiza, a través de generaciones, un modo de vida basado en estrategias destinadas a no sucumbir de hambre, de sed, de frfo y de falta de amor. La pobreza como contexto obliga a la familia a funcionar con un estilo que un observador podria considerar ecasticos, indiferen- ciado, predador e inestable, que a menudo esla Gnica alternativa de supervivencia en un medio ambiente pobre y marginal. Las fami lias pobres de los suburbios de Santiago de Chile, 0 de los barrios pobres de Manila ode Rio de Janeiro, asi como las familias pobres de los paises ricos, conocidas como familias «del cuarto mundo», tienen en comin las mismas estrategias de supervivencia. Estas estrategias se manifiestan por el hecho, por ejemplo, de que la vida cotidiana de los miembros de estas familias, especial- ‘mente la de los nifios, no se ordena por la funcién estructurante del tiempo ¥ del espacio. La dimension temporal puede fallar o estar ausente en la medida en que la distinci6n entre el dia y la noche quiz no exista 0 tenga un valor relativo, porque lo que estructura Ja vida cotidiana son preferentemente los acontecimientos que en la realidad o en la imaginacién son asociados con fuentes de afecto, carifo y nutricisn, Por esto, lo que marca el tiempo dela vida cotidiana no son los ritos como el «levantarse», las horas de las comidas o las horas de acostarse, etc., sino diferentes acontecimientos asociados con las posibilidades de recibir algo de lo que se necesita, En la constela. cién de la pobreza, la vida en el bar, el ser visitado o visitar intem- pestivamente a familiares, amigos y/o vecinos, los momentos de conflicto y querellas entre vecinos, asi como las diferentes estrate- zias para conseguir un trabajo o algo de comer, ete., son los facto. res temporales que estructuran un funcionamiento familiar por en- de adesorganizado y caético» La dimension espacial tampoco juega tn rol esteucturante, en Ja medida en que los diferentes acontecimientos de la vida cotidia- nna se suceden en espacios exiguos donde todo sirve para todo. As por ejemplo, una misma habitacién sirve a la vez de comedor y dor mitorio, donde se recibe a los invitados, se come, jucgan los nifos, Jos adultos tienen relaciones sexuales y los diferentes miembros de Ia familia se pelean o se manifiestan ternura y carino. En este con- texto sera muy diffeil que cada miembro de la familia, y especial: mente los ninos, identifiquen y distingan sus diferentes experion- LA NEGLIGENCIA Y EL ABANDONO DE LOS NINOS cias y sensaciones de frio y calor, de hambre y de saciedad, de apse Sividad y de violencia, o de ternura y de excitacién sexual Las carencias psicoafectivas existen desde siempre, y aauncs de los modos de compensacion mas frecuentes que se transmits de generacion en generaci6n son la comida, la sexualizacion de is relaciones interpersonales, y/o la sobreinvestidura de los objets materiales. [Apenas tenemos un poco de dinero compramos too lo que ple mes, aunque no lo necesitemos de inmediato, porque para el mes pri smo munca se sabe A posar de que esto puede parecer paradélio, la pobreza implica solo uns fala de dinro, sino mas bien un conjunto dc {Enttiasafecivasy sociales que as feriasintentan compensars {ines des obtencion de benes de consumo comprados sre El sllamicnto social y la marginacion acorapanan a menos ta vivencia de estas fanilia, Polanski y Chalmers (1981) ens {iiigaciones sobre diferentes grupos de madres negligent cm “Tava que el unico rasgo comam de toda ella eral profunds EG ch'ta que transcuvrio sr existeneia. Este aislamiento ci ‘SSmapre se abrava pore hecho de que estas madres frman pte {Santas monoparenaleso participa de modelos Eales ances donde la presencia dl hombre es mconsistent cx viilas: Como consecuencia de est, nisiguicraeuentan cone s- Sede um conjuge para alrontar stares famiares ‘Enuna revision billogitica, Micheline Mayer Renaud (9% det Cent de Servicios Sociales de Montreal, maestra qu bs ‘Sado de incideneia de neghigencia las familias onoparentas Sande Ta madre eva ia jln de fai estaban sobrerrepresetad TEalnucro programa, la mayorta dels Cais que son si ladas por comportamientos neyigentes corresponden a fans ‘rennparentaleo cuando no es el cao, lega a selo como cone tench dela acogida de los nino “laislamiento social de ests familias causa v conse enealue eon as miembros deer neopets noe SEAR ios problemas yconflicion de lava coldiana, Las tule oectives cxageradas os comportamientossinadecnde- SUTcandeter malliproblematico que caracteriza a estas fais Jaasden provocar el algjamiento de profesonales 0 amigos po Gules la que refucrsa su aislamiento, La sociedad no es omen 100 EL DOLOR INVISIBLE DE LA INFANCIA jena est stuacién, en la medida en que estas familias son vi. mas de un proceso de marginacién explicito o impli poral Be chro de que sexton dvds se desvan dematiad de ie nonse impuewas por as lates dominates, ualesquiera que sean las eas, sislamientoafecta profun damente ala vivenea elo inom, que se encuentran merry ups de ania, srapados entre ls normac clr ‘upervnsi deems las ea car dominate rai ‘dems el islamlento social aumenta sumenta los resgos de negligen- solos la ‘mayor parte del dia LAS CONSECUENCIAS DE LA NEGLIGENCIA PSICOAFECTIVA ste tipo de negligencia se produce en clertas familias en ausen- cia de maltrato y de negligenciafisica, Los nifios exteriormente pare- ‘con bien cuidados, pero interiormente sufren de la falta de afecto y det ‘reconocimiento de sus necesidades infantiles. Estas carencias afecti 102 EL DOLOR INVISIBLE DE La INFANCIA vas se acomparian a menudo de violencias psicol6gicas y se presentan con més frecuencia en familias pertenecientes a las clases mis favore- cidas. All los niftos son golpeadas fisicamente con menor frecuencia, estan bien vestidos y alimentados y sufren de una violencia que no de. ja huellas visibles, por lo que suclen ser menos ayudados y protegidos. Las carencias afectivas pueden tambien provocar trastornos del crecimiento fisico de las victimas. La nosologia psiquistrica ha in- corporado, en su clasificacion de criterios diagnésticos, trastornos fisicos provocados por carencias afectivas en el sindrome reactive at. tachement disorder (DSM IV}. Esto corresponde alos retrasos de cre- ‘imiento por eauisa no orgainica que se manifiestan en los bebés co mo consecuencia de estas carencias En relacion con los comportamientos que caracterizan a los pa- ddres que descuidan afectivamente a sus hijos, Cantwell (1984) pro- pone la siguiente descripeion: «Estos padres son frios, distantes y po- {co demostrativos con sus hijos. No miran casi nuinca a sus hijos, les hablan muy poco, no muestran interés por ellos v en presencia, por ejemplo, de otros adultos yio interesados por sus propias actividades, ignoran rapidamente la presencia de sus hijos. La ausencia de cari ‘Bo, empatfa y aceptacién, asi como de estimulos alectivos y cogniti- vos (mostrarles carino, hablarles, estimularles) son evidentese. LA CARRERA MORAL DE LOS NINOS VICTIMAS DE NEGLIGENCIA Los comportamientos negligentes.y los discursos que los acompafian, constituiran un contexto de vida para el nino. Debido «ala dependencia frente a sus padres, yal aislamiento social de la fa. milia, este contexto puede ser comparado al de uma institucién to- ia en el sentido enunciado por Goffman (1975) por esto también nos parece pertinente hablar del proceso existencial de los nifios victimas de la violencia como su «carrera morals. Los com- onentes mas frecuentes de esta carrera moral para los nifios ¢a- renciados son la consecuencia del caracter traumatico de la expe- riencia, por una parte, y, por otra, de los mecanismas de adaptacion ala situacién que el nino esta obligado a desarrollar. 2 vine Gottman (1975) wt! ermine sinsthucin ttatarias para hablar de {msucions vom los manicomios, lx pistons los campos de omcerrac, dose sarateraanporel hecho de ue organtzan toda a acvMades des cmb Gall ‘man denoming vearera moral al rocero qu las ictimas aprenden dente de eas Pobreza ai | Modclosde crianca inadeeuados Neopligencia fisiea Negligencia psicoafectiva | consecuencas trantaticas: Mecaniomos Meptatives | 1 Astonia baa | Penta erat thts deans 1) Modelos relacionalos de Aependencin y desconfanza 2) Tastomov de somportamiento stray ansedad crbnica a fa = Comportamientos regresivos algades ~Sfhstornos timenticios Trobe ~ Soxnainacion de las Feloconestterpersonaes —Touicomantas 3) Depresion 3) Comportamientos predadores = Abuse fisico, psicolinico y sexual de los minos = Violeneia convugal LAS CONSECUENCIAS TRAUMATICAS DE LA EXPERIENCIA Estas son evidentes en la medida en que el mensaje analdgico que el nifo falto de euidados recibe todo el tiempoes «tii no eres dig no de nuestro amor 0 té no eres lo suficientemente importante para {que nos ocupemos de ti», Las manifestaciones mas frecuentes son: trcemportamicntosepgener,rlorsor por ls palabras que kacompenam desrrollan vos poco en lasts uN se Seine Se atertoridad, una be csifna de x mismo. sen rested inadccuatony ast como titers ansidad rons {Cantnl, 1980, Garbarino, 1980) tos EL DOLOR INVISIBLE DE LA INFANCIA B. La vivencia depresiva ; — pairs espera muy poco de los demas. pose [LOS MECANISMOS ADAFTATIVOS A LAS SITUACIONES CARENCIALES. Las situaciones de negligencia pr al ‘cla provocan no sélo sulrimiento nel nifo, sino que al mismo tiempo lo obligan a invertir una parte LA NEGLIGENCIA ¥ EL ABANDONO DE LOS NINOS 105 de su energia psiquica en el desarrollo de comportamientos adap- tativos. Los comportamientos caracteristicos son: |A. Un modelo relacional de dependencia-desconfianca El modelo de relacidn interpersonal de estos nilios se caracte- riza por oscilaciones entre la dependencia y el rechazo, Debido ala jndiferencia de sus padres, el nino puede ser extremadamente de pendiente de cualquier signo de afecto de éstos y de cualquier Adulto. Por eso, trata de Hamar la atencién utilizande todos los medios posibles para procurarse un poco de earino y de cuidados. De esta manera puede abrirse hacia cualquier adulto sin discrimi nar exponiéndose a situaciones de peligro (abuso sexual } 0 de re- Chazo, En la guarderfa, la escuela maternal, ete., 0 con otros nitios, puede manifestarse muy posesivo v exigente buscando el contacto Esico, In aprobacion y el afecto de los que le rodean. Una vez Jograda la preocupacién del adulto, esta dependencia puede trans formarse en retirada, que él utiliza para protegerse del sufrimien- to suplementario que conlleva la posibilidad de una nueva frustra. Clén. Ast, estos nihos pueden dejar de buscar el afecto, congelar Sus emociones y aislarse emocionalmente, negandose a ofrecer o participar en relaciones afectivas calurosas y duraderas. Poco a poco se transforman en nifios apaticos y distantes, pudiendo llegar adultos con las caracteristicas del tipo de «madres careneiadas, pasivase indolentes». La otra posibilidad para protegerse de la frustracién es retirar: se hacia un universo de fantasia donde el nino se evade de su dolor Imaginando ser un nino todopoderoso que no necesita de nadie. ‘Como estas carencias afectivas son a menudo erénicas, el nifo ter- mina por transformar este mecanismo de defensa en una estructu: ra narcisista, egando a ser un adulto que corresponde al tipo ya escrito de la «madre carenciada, activo-impulsivax. B. Los trastonres de comportaniento El nifio descuidado presenta trastornos de comportamiento ‘como una forma de llamar la atencién sobre todas las personas que le podrian servir de fuente de cuidado. Las estrategias que puede Utilizar son multiples, por ejemplo hacer cl payaso, ridiculizarse presentar comportamientos de bebe, hacer diabluras va veces in Cluso automutilarse, De todas los problemas de comportamiento, Jos robos son los que llaman mas la atencion de educadores y pro- fesionales. Lemay (1983) nos expone una explicacién interesante cen relacion con este sintoma; habla de una «delincuencia espeeifiea de los carenciadose, Segtin este autor, el nifio, y posteriormente el 106 EL DOLOR INVISIBLE DE LA INFANCIA adulto carenciado, roba para llenar el vacio afectivo que le habita, robando sobre todo objetos simbolicos como alimentos 0 dinero. para comprar regalos y ofrecérselos a Sus amigos en un vano inten- to por ganar y mantener el carifo de éstos. Por lo tanto, roba sin apegarse 0 casi sin interés por el objeto robado: por eso, el sujeto carenciado es muy malo como delincuente, ya que lo atrapan facil- Este tipo de comportamientos no agotan todo el arsenal de re ccursos que las victimas de negligencia utilizan para sobrevivir. Ha= bria que agregar, por ejemplo, todos aquellos trastornes alimenti- ios que conducen a la obesidad, la utilizacién de drogas y de alcohol, asf como la sexualizacién de las relaciones interpersonales. €. Los comportamientos predadores Los trastornos del apego ¥ las experiencias de negligencia que hhemos descrito Hevan a las victimas a desarrollar una serie de es- trategias de supervivencia donde la predacién psicoafectiva y la sexual son unos de los componentes mas importantes. Estos com- portamientos predadores pueden alcanzar su maxima expresion ‘cuando estos nios carenciados se transforman en padres. Al no en- contrar en su medio social experiencias compensatorias para sus ccarencias, existe el riesgo de que utilicen a sus hijos como fuente de reparacion. Esto explica las interrelaciones posibles entre ncgligen- cla, maltrato fisico y maltrato psicol6gico, asi como con el abuso. sexual Las manifestaciones clfnicas de la carrera moral de estos nifios se expresan por los indicadores directos e indirectos presentados enel cuadro 6 de la pagina siguiente. Estos indicadores nos permi- ten la deteccién y el diagndstico de estas situaciones, EL ABANDONO DE Los NINOS En cl caso del abandono, afrontamos una situacién de ruptura con las figuras de apego, especialmente la madre, Aeste propdsito Bowlby (1973) utiliza la nocién de separacion para hablar de la ausencia temporal de las figuras de apego, y la nocién de perdida para referirse a la ausencia permanente de éstas, va sea por falleci iento 0 por abandono. Los conceptos de negligencia v de abando- no se aproximan al abordar dos tipos de situaciones: el abandono explicito y el abandono implicito (Turcotte, 1992), En el caso del abandono explicito, los padres rechazan clara. mente astumir el cuidado de sus hijos ¥ quieren que otros adultos LA NEGLIGENCIA VEL ABANDONO DE LOS NOS 107 CuanRo 6. Protocolo de validacién de la negligencia. c Indicadores de abandon Fico Tdicadores | || Indicadaresfisicas en comportamentales en el | elnino nino Conducta del cuidador |[TConstantemente — |_Participa enacciones |-Abusodedrogaso | Sucio, escasa higiene, | delictivas (pore) alcohol ambriento o vandalieme, “Lavida en el hogar es Inapropiadamente | prostinucion, drogas y_ | cadties vestide sleohel, et) = Muestra evidencias “Constantefaltade |" Pidea robs comida, | de apatia. supervision, ~Rarss vecesasistea | Bata mentalmente especialmente c lo |Iacseucla enfermoo tiene un CInifo esta realizando |—Sesuele quedar | bajo nivel intelectual, facciones peligrosaso |dormido en clase, | -Tiene wna dlurantelargos ““Ciega muy temprano enfermedad erénica petiodosdetiempo |alaeseuelayseva | Fue objeto de Golo o con sus mus tarde. nepligencia cn = Inermanos). “Dice que no hay nadie | infancia, | -Gansancio oapatta_ | quel cuide permanentes robimeefscos 0 | iecniddes tere | oatentiin pore), Rerdinsincware Infectadano suscncia dios culdados mnédico atnaros Escxpltado, ele face ntbajartn exces Snovaa la excusl fia No abandonado, ‘suman todas las responsabilidades y los derechos del rol parental ‘Sin embargo, los padres no tienen siempre todos los elementos pa- ra elegir libremente el abandono de sus hijos. Son numerosos los easos de madres que abandonaron a sus hijos como consecuencia {de graves problemas sociales y/o como consecuencia de presiones familiares. En mi préctica como psicoterapeuta, he constatado el ‘enorme sufrimiento de mujeres que en la adolescencia fueron obli Badas a abandonat a sus ninos para evitar el eseandalo social. Estas ‘madres llevan para siempre la huella de estas pérdidas expresada cn sentimientos de injusticia y de culpabilidad que muchas veces — 108 BL DOLOR INVISIBLE DF LA INFANCIA les impiden sentirse bien en tanto mujeres, esposas o madres de ‘ottos nifios, La vivencia de estas madres se puede comparar a lo {gue experimentan las madres que perdieron a un hijo como conse- cuencia de un accidente o una muerte sabita, Elabandono implicito es un abandono téeito que comienza ha- bitualmente por el ingreso forzado 0 voluntario en instituciones de proteccién infantil que evolucionars poco a poco hacia el abando: ho definitiva del nifio, En este caso, el nif es vietima de un aban: dono generade por camportamientos ambivalentes y difusos carac- tetizados por una mezcla de movimientos de separacién afectiva y de acercamientos. Esta situacién se describe por una alternancia de ‘comportamientos de negligencia y descuidos, y la busqueda excesi- Vade contacto, resultante de una tensa angustia de separaci6n. Los hninos qucdan prisioneros en una dinémica impredecible con mo: menos de gran proximidad que se alternan con periodos de aban. dono. ‘Un ejemplo de esta situacién corresponde a Jos niftos de la fa- rilia Valois: Los tes ninos de esta familias frecuentaban una escuela catslica. La mayor desiete ahs, Vanessa habia llamado Ia atencion de fas eligiosas por su carter ruidase y porsus actitdes de proteccion y de euidado en Telaccn con sis dos hermanos pequetios, Baudoin de cinco aos y Albett de cuatro aos Sus relrasos ¥ausencias repetidas a clase, motivaron que la escuela vontactara con nuesa programa, Para muestra sorpresa, Tas visitas a domicllo que realizamos con laasistenta social, fuimos bien ‘acogidos por ls padres, Sin embargo, estas visitas nos permitieron cons: ‘ator ripicamente mumerosos signos de nepligencia. Por ejemplo, los n- fos estaban mal alimentados, desaseados, desculdados, sin adecuada atencion medica, ya menudo se los dejaba solos sin ninguna vgllancia urantelargos periodos, Por otra parte, la nina mayor presentaba todos Tos signos de unt «aduree prematuras,consecuencia de todas las tareas {que debia asuimir en la familig, que sabrepasaban su eapacidad y su fuer Za. Apesar del acompantamiente socioeducalivo dela asistenta social, las Sesiones deterapa familar a domicilo, la presencia de una persona que Tes auido en las areas doméstieas y de un educador familiar la sitwacisn, Ade os ninos no mejoraba, Un accidente doméstico que se produjoen un ‘momen de fala de stenctin dela madre que provecs graves heridas a Albert, el menor de cuatro sios, nox condj a slictar medidas de pro- teceién al iibunal de menores de Bruselas, el cual decidi6 un acogimien= to temporal de os nios en una Institucion ¥la continuaclon del acom: palamiento terapeutieo para los padres, Después dea separscion de los nifos, seguimes tratando als fami Tia, ampllande esta ver nuestro territorio de itervencion ala institueién LA NEGLIGENCIA Y EL ABANDONO DEEOS NINOS 109 deacogida, A partir de una estrategia de red, tratamon de facihtarsan tra bao de stribalizacion en el sentido de avvar ala familia a vive la nue va situacicn como una ampliacion de su tejido social, mix que com una descalificacion de los padres. Este tipo de intervencion pudodisminuirel Sentimiento de abandono de los ninos, pero ne pad asegurar la cont ‘uidad de los contactos entre padres «hijos a la cohesién dela pareja, Asistimos ripidamente a movimientos de sbandano, como, por ejemplo, elolvide de os herarios de visita, la desaparicion de la madte,conflctos de pareja que alternaban con momentos en los que la madre intentaba reapropiarse de los ninos, que se traducian en visitas intempestivas ala Instituelgn 9 por el retraso del regreso de los ninos ala institucion des pais de las vistas a domicilio, ee Todos estos hechos fueron interpretados répidamente como una mani festacion de fa cificultad de ser padres de nos xcolocados», y de ‘mantener relaciones permanentes com ellos, Nuesteo enfogue he enton tes el de ofrecernos alos padres como »peluches+ en el hyzar de ss hi Jos, «maternandolese, lo que se expresd en cosas ta prcticas como ira bbovcar a los padres das veces cada mes a su domicili para Mevatlos de visita al centro de acogida donde se encontraian sux hijox. En cada is: twal centro de acogida se ofrecfa una metienda a la Familia v durante tuna hora los padres recibian los euidados de una parte del equipo mien: tras que los otros faciltaban interacciones ludicas y educativas entre Tos padres vos nino. Es dificil determinar el resultado 0 el impacto a largo plazo de este tipo de accién sobre el fuluro de los nities. En nuestra préctica jintentamos trabajar con este modelo cada vex que constatamos que cl sufrimiento de los padres cs lo que les leva a descuidar o aban: donar a sus hijos, Este tipo de modelo tiene el mérito, por lo menos, de ser cohe- rente con la idea de que, en los casos de carencias y de riesgo de abandono, la finalidad terapéutica es aportar cuidados dle todo tipo 2 los miembros de la familia, incluyendo también a les padres, pa- ra facilitar la emergencia de vinculos de apego entre ellos. Nuestras cvaluuaciones periddicas de los nifios, complementadas por aquellas realizadas por equipos institucionales que han participado en este tipo de proyectos, indican una evolucién favorable de los nifios, con ‘una mejor adaptaeién y tun mejor aprovechamiento por parte de és tos de los espacios institucionales, y una disminucién considerable del riesgo de abandono de hecho. Siguiendo los estudios de Moras y Eugler (1959), muchos in vestigadores han constatado que los niflos que permanecen en aco- sida institucional durante mas de un af corren un grave riesgo de perder todo contacto con sus padres bioldgicos y por lo tanto de no 110 EL DOLOR INVISIBLE DE LA INFANCIA volver a vivir con ellos (Jenkins y Norman, 1972; Magura, 1979; An gles, 1983; Costin y Rapp, 1984). ‘Todo eshucrzo para mantener el vinculo entrelos padres y los ni fos acogidos, utilizando dinémicas de red, tiene la ventaja, por una parte, de ampliar las fuentes de cuidado para los nifios y, por otra, parte, de asegurarles una relacién continua y sana con sus padres, LA CARRERA MORAL DE LOS NINOS ABANDONADOS Para el nif, la frontera entre la experiencia de la negligencia grave, el abandono de hecho v el rechazo afectivo debe ser, en sus inicios, muy diffcil de pereibit: En los casos de abandono, los pa- dres no asumen de ninguna manera Ia responsabilidad de cuidar y proteger mfnimamente a sus hijos, Por contra, la negligencia se ex presa en gestos por los cuales los padres, voluntariamente 0 no, sumen muy mal las funciones de proteger y de cuidar a sus nifos. El rechazo parental corresponde més a una forma de maltrato psi coldgico, En este caso, se asume la responsabilidad de proteccién y de cuidado minimo, pero el nido no es aceptado como sujeto ni es amado en tanto tal Los relatos de las vivencias de los nifios abandonados me han permitide acceder a la manera en que estas experiencias se organi zan en sits mundos subjetivos y relacionales, constatando que estas experiencias van a determinar una parte importante de sus mundos comportamentales y relacionales, y también de sus visiones del mundo. ‘La semejanza entre un nifio de la calle del Brasil y un nifio que vive en una institueién en Bélgica abandonado por sus padres, es ‘que ambos tienen el sentimiento de no ser mas que algo sin valor. Enun cierto momento de su desarrollo tendr4n que alrontar la im- posibilidad de contarse una historia de sf mismos enraizadaen una ‘vivencia real de pertenencia familiar, ya que no disponen de todos los elementos de su origen 0 porque como mecanismo de compen sacién del abandono se inventaron una historia tan extraordinaria inverosimil que a menudo nadie se la cree. El desafio existencial de un nifo abandonado es poder dar wn sentido a la experiencia extrema del abandono. Por lo tanto, tiene que encontrar una forma de autopercibirse entre dos experiencias. Portnlado «me abanconaron, yo soy como wn niio basta, ¥ por otto lado, «soy un nifio excepcional porque soy eapaz de arr melas solo y no necesito a nadie», Un nifio institucionalizado en LANEGLIGENCIA Y EL ABANDONO DE LOS NINOS II Belgica o un nio de la calle de Brasil construyen su personalidad a partir de una seudoidentidad en la que se ve como un personaje t0- dopoderoso para poder de esta manera controlar la angustia de su. sentimiento de desproteccién, de fragilidad y de terror Para un nifto golpeado, su supervivencia depende de su capact- dad para disminuir las situaciones amenazadoras y escapar a Ios xgolpes. Para el nifio que ha sufrido abusos sexuales, el poder esca- par ala excitacién sexual de su abusador en el peor de los casos sig nifica simular la aceptacién del abuso para poder tener tranquili- ac! lo més répidamente posible. A diferencia de estos dos casos, la supervivencia de un nino abandonado depende de su capacidad pa- ra desarrollar estrategias relacionales que le permitan obtener los culdados necesarios para sobrevivir, asi como de su capacidad para inventar una historia para poder enfrentarse a su angustia causada por la anomia y la soledad. En situaciones mas dramaticas esta obligado a desarrollar estrategias relacionales para dominar, sedu- cir o agredira sus semejantes para obtener lo que no ha recibido, Una parte de sus fuerzas estara destinada a reparar las heridas que originaron su historia, y una manera de poder realizarlo es adoptando una identidad de tedapoderoso o de gigante. El nino abandonado se transforma de esta manera répidamente en un wvie jo prematuro» con comportamientos y discursos de un gigante, pe- ro con un corazén de nifto pequefio can hambre de amor y consue- lo, El educador, el psicotcrapeuta, conoce bien este fenémeno y también que si quiere ayudarle no debe equivacarse. Si uno tiene la desgracia de hablar al nino pequefio cuando el sujeto se encuentra en position de nifio gigante, éste no nos perdonaré nuestro error: El sgigante» no podra soportar la definicion de una relacion en tanto ue nifto pequenio; por lo tanto, reaccionaré con todo su poder para cscapar a su angustia, respondiendo violentamente contra el adul= to 0 los otros nifos. En el caso contrario, si uno cree hablar al gi- zante en cl momento en que es el nino pequeno que esta desplero, provocaremos una reaceisa llena de miedo y de desamparo, El nino abandonado dificilmente puede tomar distancia de su experiencia iraumatica porque cl abandono es el origen de su his- loria, Este abandono estaré siempre presente, ya sea por los dile- romtes periodos pasados en instituciones, por las rupturas repetidas Vividas una tras otra o por la ausencia de apegos; todo esto esta ahi para recordlrselo, Para sobrevivir a esta situacién, ef nino abando- nado debe crearse un personaje, un nombre, una reputaci6n. No puede sentir que existe si no esa través de un falso yo, por medio de luna identidad «como six.

También podría gustarte