La verdadera reconciliación es con el pueblo

En su desesperación por justificar la canallada del indulto canjeado, el

régimen está impulsando ardorosamente el concepto "reconciliación";
así, han anunciado que su próximo Gabinete será el de la
"reconciliación", e incluso han nombrado al 2018, como el año de la
"reconciliación". Este acto sistemático de propaganda que vacía y
desfigura en su contenido a tan bella palabra sólo puede presagiar más
y mayores pagos de favores y acomodos a aquellos que con sus votos
salvaron a Kuczynski de ser vacado por sus consabidas fechorías. No es
pues reconciliación, es una cobertura rimbombante para la impunidad
que se obsequiaron mutuamente Kenya y PPK. ¿Qué reconciliación
puede existir entre los Albertistas y el Gobierno, si están en mejores migas
que nunca? ¿Qué reconciliación existe cuando el APRA, Fuerza Popular,
El Frente Amplio, han anunciado que no van a participar del mentado
gabinete?. ¿Qué reconciliación puede existir si sus antiguos escuderos y
aliados como los Villaranistas-Mendocistas de Nuevo Perú, ahora
deslizan pedir la vacancia que ayer cínicamente rechazaron?. No existe
por ningún ángulo la reconciliación de la que tanto hablan los pocos
defensores que le quedan al Gobierno.

Lo que estos días aciagos -en los que sufrimos el ser representados por
un Presidente ausente, cobarde, sin liderazgo y claramente inmoral- no
nos permiten apreciar en su real magnitud y menos impulsar en la
agenda pública nacional con la fuerza que merecerían los grandes
temas de las mayorías nacionales, del peruano que ve como el empleo
no crece ni la economía se dinamiza. La riña política no deja que nos
centraremos en lo trascendente y lo fundamental. Esto sin duda
favorece a los que hoy detentan el Gobierno ya que no tienen ningún
plan serio para lo que les queda de su administración.

La auténtica reconciliación es con el pueblo, con los miles de jóvenes

sin empleo ni posibilidad de educación técnica ni universitaria, con los
agricultores a los que este Gobierno ha engañado en más de una
ocasión, con los emprendedores para los cuales no ha existido en estos
17 meses ninguna política clara de estímulo ni capacitación de parte
del ejecutivo. La reconciliación debe ser con los trabajadores, con los
pequeños mineros que quieren formalizarse, con las comunidades que
no ven las ganancias de la minería, con las clases medias que viven
asfixiadas por intereses abusivos del crédito financiero. Es con el pueblo
Sr. Kuczynski! No con sus cómplices!

Enrique Valderrama