i bien se puede considerar la última cena que Jesucristo celebró con
los Doce Apóstoles como el origen de este ritual, la «primera comunión», como acto ceremonial y sacramental, tiene su origen en el siglo XIII, específicamente en 1215, cuando el Concilio de Letrán decidió que solo los menores que hayan alcanzado "la edad de discreción, entre doce y catorce años, podrían recibir este sacramento.1 Durante el siglo XIII y el siglo XVII la primera comunión fue un acto que pasaba desapercibido socialmente, pues los niños no eran vistos como sujetos relevantes al interior de la sociedad medieval. Solo fue después de la Contrarreforma que tomó importancia la ceremonia, como respuesta a la reforma luterana que desde sus inicios valoró mucho más a los menores y, por consiguiente, se convirtió en un evento importante en la vida de las personas.3 Durante el siglo XX la Primera Comunión se consolidó como una ceremonia muy relevante en la vida de los católicos. Un estudio realizado en 1995 entre personas católicas mayores de 50 años encontró que el 90% de los entrevistados recuerda su primera comunión como uno de los actos o momentos más importantes de su vida y el 65% de ellos aún conserva al menos una fotografía de este momento.4 El celebrar la primera comunión es un sacramento de vida cristiana, católica
San Lucas 22,19-20
"Después tomó pan y, dando gracias, lo partió y se lo dio diciendo:
«Esto es mi cuerpo, que es entregado por ustedes. (Hagan esto en memoria mía.» 20.Hizo lo mismo con la copa después de cenar, diciendo: «Esta copa es la alianza nueva sellada con mi sangre, que es derramada por ustedes»)." saber también que al recibir la comunión nos volvemos un sagrario por que recibimos a Jesús dentro de nosotros