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Tema 6: La dictadura de Primo de Rivera.

Europa estaba pasando por una etapa complicada. La I Guerra Mundial estaba recién
terminada y las consecuencias de ésta fueron devastadoras para algunos países europeos.
España estaba pasando por una gran crisis, el sistema de la Restauración resultó ser un
verdadero fraude y, después del desastre de Annual hubo graves consecuencias políticas que
acabaron en un golpe de Estado que imponía una dictadura militar como única solución a la
aguda crisis del régimen. Éste, impresionado por el desastre del 98, los conflictos sociales,
los problemas con la iglesia y con los militares y su desconfianza por la política, le hicieron
creer que era la única persona que podía salvar el país.

El profundo malestar del ejército, la indecisión del gobierno y la falta de confianza del rey
Alfonso XIII en el sistema constitucional de la Restauración facilitaron que el golpe militar no
hallase prácticamente oposición. Primo de Rivera presentó la dictadura como un régimen
transitorio y se suponía que, una vez que España saliera de la crisis, volvería a la normalidad
constitucional. Asimismo, quería liberar al país de la “vieja política”, destruir el caciquismo,
etc. El rey Alfonso III le dio la posibilidad de formar un nuevo gobierno y le concedió el cargo
de presidente y de ministro único.

El Directorio Militar proclamó el estado de guerra durante dos años. En lo referente a los
cambios políticos, suspendió la Constitución de 1876 y las garantías constitucionales, disolvió
las Cortes, implantó la censura de prensa y prohibió las actividades de los partidos y de los
sindicatos. Los gobernadores civiles fueron sustituidos por gobernadores militares, además,
emprendió una reforma en la administración para acabar con el caciquismo. Sin embargo, la
aprobación del Estatuto Municipal dio paso a una nueva administración que lejos de destruir
el viejo caciquismo, lo cambió por otro diferente.

Dos años después de haber impuesto el Directorio Militar, éste fue sustituido por un gobierno
civil con la clara intención de permanecer en el poder. Primo de Rivera afirmó su voluntad de
construir un régimen inspirado en las dictaduras autoritarias y de corte corporativo de
Europa. Para mantener esta dictadura, impulsó la formación de un partido de derechas, la
Unión Patriótica, que carecía de un programa o de una ideología definida.
En lo referente a la economía, se caracterizó por el intervencionismo estatal y el nacionalismo
económico. El fomento de las obras fue uno de sus aspectos más destacados de esta etapa
pero ésta política de incremento del gasto público no fue acompañada de una reforma fiscal,
lo que supuso una constante deuda pública.

A partir de 1926, la dictadura comenzó a perder apoyos, recibieron muchas críticas, de las
cuales no se libró Alfonso XIII.
Los principales grupos que estaban en contra de la dictadura, y por tanto, de Primo de Rivera,
eran los republicanos y los partidos del turno. Asimismo, debido a la ley decretó Primo de
Rivera en 1926, que prohibía el ascenso militar por antigüedad, también un gran grupo de los
militares se volvió en su contra. En 1926, se formó la Alianza Republicana y la Derecha Liberal
Republicana, ambos partidos en contra de la dictadura. Por último, hay que añadir a todos
los intelectuales, escritores y periodistas de la época que, a pesar de la censura, se
enfrentaron al dictador.

Primo de Rivera, que ya no tenía apoyos, incluso de los militares y del rey, presentó su
dimisión en enero de 1930.
Después de la dimisión de Primo de Rivera, el rey Alfonso XIII encargó la formación del
gobierno al general Dámaso Berenguer. Sin embargo, la sociedad española había cambiado
y ya no era propensa a dejarse controlar por la maquinaria caciquil.
En agosto de 1930 los diversos partidos republicanos acordaron el llamado pacto de San
Sebastián, cuyo objetivo fundamental era proclamar una república. En octubre los socialistas
se unieron a este pacto.
En este mismo año, un grupo de intelectuales publicaron el manifiesto fundacional de una
Agrupación al Servicio de la República, en el que instaban al resto de los intelectuales a
apoyar el triunfo de la república.
En febrero de 1931 Berenguer presentó su dimisión y le sustituyó un gobierno presidido por
el almirante Aznar, que anunció la convocatoria de elecciones municipales, a las que le
seguirían otras generales con carácter constituyente.
Republicanos y socialistas decidieron concurrir coaligados a las elecciones municipales y
plantearlas como un plebiscito a favor o en contra de la monarquía. El triunfo de esta
coalición se interpretó como un rechazo a la monarquía y dio paso a la proclamación de la
república el 14 de abril.

En conclusión, en las primeras décadas del siglo XX los militares constituyeron una pieza
fundamental para el desarrollo de los distintos acontecimientos que se fueron sucediendo,
la caída de la monarquía, la dictadura y la proclamación de la república.
Podríamos decir que la monarquía fracasó por el turnismo, o por la falta de oposición del rey
Alfonso XIII a la dictadura.
Por último, las ansias de Primo de Rivera por construir y mejorar infraestructuras
desencadenaron una gran crisis debido a la gran deuda pública.

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