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El manejo de la muerte y el duelo, por lo general sucede inevitablemente, lo cual

sorprende, incluso en los fallecimientos esperados. Debido a que desde el


nacimiento hasta inicios tempranos de madurez no se conoce a fondo la sensación
de pérdida para un ser querido, como para la propia; lo cual conlleva al doliente a

una vivencia confusa y dolorosa por un lapso de tiempo.

La muerte es un hecho biológico, pero también incluye aspectos culturales,


religiosos, psicológicos, del desarrollo, médicos y éticos. Antes que nada, la muerte
son experiencias universales por lo que solía ocurrir temprano y de manera
frecuente, pero hoy las personas viven muchos años más, por lo que la muerte es
menos notoria.

Al trasladarlo a un contexto cultural, a partir de la pérdida de un ser querido, sus


familiares afrontan la pérdida mediante rituales de duelo, los cuales difieren en
diferentes partes del mundo, de acuerdo, a su contexto cultural; pero todas estas
ayudan proporcionan alivio en la turbulencia de la perdida.

Pero si retrocedemos unos siglos atrás, podremos dimensionar que el sucedo de


muerte era algo esperado y muy frecuente, pero solo hace muy poco los avances
de la medicina y un adecuado estilo de vida permitió a la población tener una vida
más larga y prospera desde la concepción en el vientre de la madre pasando por la
niñez, la adolescencia, la adultez y culminar satisfactoriamente a la vejez. No
obstante, todas las personas no culminan este proceso debido a infinidad de

complicaciones que surgen en su proceso de desarrollo.

En conjunto lo anterior mencionado, acerca de la prolongación de mortalidad, la


muerte es algo inevitable, ya sea que llegue en la niñez o en la etapa de vejez de
manera que se debe tratar al máximo de humanizar el proceso de muerte de las
personas moribundas, acobijándolos con apoyo, estima, cuidado y honor para su
proceso de enfermedad y muerte. Y de hecho los cuidados más adecuados para la
atención de duelo son el cuidado de hospicio y el cuidad paliativo.

Otro punto esencial al conocer el manejo de la muerte, son los cambios

cognoscitivos que le preceden.

Las personas cercanas a la muerte experimentan deteriores funcionales y anímicos e

deterioro en habilidades motrices.

Elizabeth Kübler-Ross, presento un trabajo, acerca de las personas agonizantes o en


sus etapas finales. En los cuales se manifestaron cinco etapas para llegar a la
aceptación de la muerte las cuales eran: La negación, la ira, negociar por tiempo
extra, depresión y por último la aceptación. Pero este modelo no es exacto a
totalidad ya que la persona enferma no estrictamente cumplía con estas etapas

anteriormente mencionadas y solo influían en la persona otra totalmente distinta.

Para los familiares o personas cercanas, la muerte de un ser querido es una


experiencia dura, difícil y enriquecedora de sus vidas, lo que supone la ruptura de
un vínculo y por consiguiente desgarro y misterio de la vida, por esta razón, los
modelos de aflicción es una etapa crucial y dolorosa por lo cual deben transcurrir y
más aún si la perdida es de un cónyuge, de un padre, de un hijo, un aborto
espontaneo las cuales generan alteraciones en sus estados de ánimo, pérdida del

apetito y disfunción social.

Pero las actitudes de enfrentar la muerte o perdida varían de acuerdo al desarrollo

cognitivo y como estos responden anímicamente a la muerte.

En la niñez se da un acercamiento a dos puntos centrales primero, a que la muerte


es inevitable y el cuerpo humano a la hora de morir deja de ser funcional; la
manifestación de la pérdida de un ser querido es a través de la ira y la tristeza.

En la Adolescencia, las operaciones concretas juegan un papel crucial, ya que se


contextualiza la concepción de la muerte; la manifestación de pérdida de un ser

querido mayormente es la depresión.

En la adultez la idea de la muerte propia o de un ser querido genera frustración e


ira, igualmente en la adultez media, el cuerpo envía señales fundamentales de

deterioro y agobio.

En la vejez la idea de estar cerca la muerte experimentan disminuir su gusto de vivir


o contradictoriamente sea una etapa gozo y aprovechar los años de vida que aun

poseen.

En suma de las aportaciones hechas anteriormente la concepción de la muerte y en


conjunto como el sufrimiento, insatisfacción o desinterés por vivir, en ciertas
medidas llevan a las personas a no desear continuar con su ciclo de vida.
El suicidio es un método utilizado por personas desde temprana edad a través de
todo el mundo, considerando que sigue siendo un estigma para muchos, en
especial, para los familiares de las personas que lo cometen, ya que el interés es la
preservación de la vida de su ser querido. El riesgo de cometer un suicido aumente
si la persona transcurre por estas tres fases: tener un pensamiento suicida, tener

algún plan suicida y por ultimo cometer la acción del suicido.

Sin embargo a la persona transcurrir por estas fases dan señales de advertencia,
cuidadosamente ocultas como hablar de la muerte, tener cambios de personalidad
etc. Para que familiares o personas cercanas entiendan las señales de una posible
acción suicida de un ser querido es hacer preguntas de su día y estado de ánimo,

no dejar sola a la persona y consultar con un profesional.

Asimismo, la eutanasia es un método para acortar la vida de una persona, este


método es utilizado en pacientes con enfermedades terminales, las cuales en
algunos casos dolorosos e insoportables. La eutanasia se compone de dos acciones:
la primera es la eutanasia pasiva, es el acortamiento de la vida mediante la
descontinuación de medicamentos y la segunda es la eutanasia activa, es la acción
directa del corte de vida de la persona, también se le conoce como asesinato por

compasión.

Esta últimas son ilegales en la mayoría de países de todo el mundo, ya que la


privación a la vida es una violación a costumbres culturales y religiosas hasta cierto
punto pero los pacientes terminales en algunas ocasiones desean morir con
dignidad por lo cual insisten en un suicidio asistido, mediante sus médicos, pero
esto trae consigo consecuencias morales y éticas para los profesiones ya la decisión
que ellos tomen pone en tela de juicio su ética como médico. Por lo cual muchos
de estos suicidios se han realizado de manera encubierta, sin ningún tipo de
regulación.
Por último, en la culminación del ciclo vital o acercamiento temprano a la muerta
para personas terminales es crucial una recapitulación de su vida dicho de otras
maneras una remembranza sobre lo que vivió y los momentos agradables que
disfruto. Según Sherman da consuelo no solo a las personas mayores si no que

proporciona alivio a sus familiares.

Resumen extraído del Libro:


Papalia D, Feldman R, Martorell G. (2012). Desarrollo Humano, Edit. Manejo de la
muerte y el duelo (pp. 604-624).

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