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Tecnic. Psicoterap. Gpo. U2
Tecnic. Psicoterap. Gpo. U2
Competencias a desarrollar
Aplica conocimientos a la práctica de su profesión
Objetos de aprendizaje
2.1 El proceso
2.2 Intervenciones
2.2.4 Interpretaciones
2.3 La coterapia
2.3.2 Fundamentación
2.3.3 Interpretaciones
2.4.1 Definición
2.4.10 Persuasión
Desempeños esperados
Declarativos
Procedimentales
Actitudinales
Actividades de enseñanza
Explica un mapa conceptual sobre el proceso de terapia grupal, su fantasma,
modos de acoplamiento, transferencia, los objetos de transferencia, el liderazgo
y la resistencia
Realiza un cuadro comparativo sobre las intervenciones: grupales-individuales,
verbales-no verbales. Incluyendo el rol del terapeuta y la importancia de las in-
terpretaciones
Explica el tema de las terapias de apoyo, cita algunos ejemplos, el papel del tera-
peuta y sus técnicas. Se apoya en su presentación de un video de una entrevista
a un sujeto con alcoholismo sobre los doce pasos de los grupos AA.
Actividades de aprendizaje
Escribe conclusiones y comentarios de cada una de las exposiciones del cate-
drático
División de Humanidades y Ciencias Sociales Licenciatura · Modalidad Mixta
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TÉCNICAS DE PSICOTERAPIA DE GRUPO CENTRO DE ESTUDIOS UNIVERSITARIOS
Reflexiona y redacta por escrito conclusiones tanto del análisis grupal como de
la discusión guiada
2.1 El proceso
La palabra Proceso presenta origen latino, del vocablo processus, de procedere, que
viene de pro (para adelante) y cere (caer, caminar), lo cual significa progreso, avance,
marchar, ir adelante, ir hacia un fin determinado. Por ende, la palabra proceso está defin-
ida como la sucesión de actos o acciones realizados con cierto orden, que se dirigen a un
punto o finalidad, así como también al conjunto de fenómenos activos y organizados en
el tiempo. Según el diccionario de la Real Academia Española esta palabra es definida
como la acción de ir hacia adelante, al transcurso del tiempo, al conjunto de las fases
sucesivas de un fenómeno natural o de una operación artificial.
La mirada del grupo en ese contexto de respeto y confianza dinamiza el proceso de tran-
sitar el miedo a ser juzgado que pueda tener un paciente, ganando una mayor libertad
a la hora de relacionarse con los demás. De esa manera puede mostrarse tal y como es
y aprende a conectar con sus verdaderas necesidades, diferenciándolas de las de los
demás y encontrando herramientas personales para expresarlas.
El grupo invita a dar y a recibir, a apoyar y a permitirse ser sostenido, al profundo contacto
con lo interno y con lo externo, a la multiplicidad de perspectivas y también a encontrarse
con uno mismo. Además, al identificarse con las vivencias y problemáticas de las otras
personas (que hacen de espejo y a la vez de altavoz de los propios contenidos internos)
es posible encontrar que, tanto en la luz como en la sombra, nada de lo humano es ajeno.
El grupo es por naturaleza un gran amplificador, lo que permite crear grupos que inviten
a un nivel de trabajo realmente profundo e intenso. Este tipo de grupos, por un lado, fa-
cilitan el contacto y un acceso psico-corporal y emocional muy profundo; y por otro, po-
tencian el nivel de intimidad, aceptación y protección necesarias para llegar tan hondo.
Las fantasías originarias son comunes a todos los sujetos, se constituyen en el preciso
momento de la represión primaria y pertenecen al inconsciente no reprimido. Son es-
tructuras fantaseadas típicas, organizadoras de la vida fantasmática, que encuentran el
carácter común de referirse a los orígenes. Como los mitos colectivos, son adquisiciones
de la especie humana que intentan aportar explicación a los grandes enigmas con que
se encuentra todo individuo. En la escena originaria se representa el origen del sujeto, en
la fantasía de seducción el origen o surgimiento de la sexualidad, en la fantasía de cas-
tración, el origen de la diferencia de los sexos.
El proceso grupal puede verse también desde la perspectiva de las modalidades de acopla-
miento que el grupo va atravesando, desde una polaridad isomórfica hasta otra homomórfica.
Organizadores grupales
El ser humano no existe como sujeto en tanto no tiene el sentimiento de su unidad, uni-
dad de su cuerpo y unidad de su psiquismo. Wallon, Gesell y Lacan han mostrado la im-
portancia de la “fase del espejo” en la constitución de esta unidad: el niño ante el espejo
juega con imágenes especulares, no con personas reales. Cuando descubre que entre
estas imágenes una es la suya la contempla fascinado, porque le garantiza su unidad
corporal y sirve como fundamento visible al concepto de su yo. A partir de entonces el yo
se constituye como centro imaginario e ideal y es provisto de catexis de amor. Más tarde
el yo se enriquece con identificaciones sucesivas y nuevas funciones, pero el yo arcaico
subsiste como garantía de una unidad, garante imaginario y por consiguiente frágil.
Dada la intensa situación regresiva a que induce la interacción grupal, éste toma ciertas
características del grupo interno. Sus movimientos pueden alterar la relación de los obje-
tos internos, por lo que las primeras ansiedades ante la situación grupal están en relación
a fantasías de fragmentación, de pérdida de la identidad. En sus inicios la situación de
grupo terapéutico psicoanalítico es vivida como una amenaza para la unidad imaginaria,
como una puesta en cuestión del yo. El grupo pequeño permite que cada participante
pueda tener una percepción individualizada de los demás y, recíprocamente, cada uno
de ellos puede ser percibido por los otros. “Cada uno quiere que yo sea para él lo que él
espera y maniobra para avasallarme con su deseo”. Esta convergencia en cada sujeto
de un cúmulo de deseos diferentes es intolerable. El yo se despedaza, la maravillosa
unidad imaginaria se fragmenta: el espejo se ha roto. De esta manera es que los inicios
de un grupo de psicoterapia psicoanalítica hacen surgir los más antiguos fantasmas de
desmembramiento.
El grupo lleva a cada sujeto muy atrás, allí donde no se había constituido aún como
individuo, donde se sentía disgregado. En este momento de intensa regresión, cuando
todos los individuos del grupo se sienten amenazados en su identidad, unos se retiran a
su isla, otros se precipitan sobre el grupo intentado acapararlo, dos formas opuestas de
preservar el yo ideal individual frente a la producción de una imagen que espanta: la del
cuerpo despedazado.
consagrados a superar esta imagen y esta angustia. El grupo no tendrá existencia como
tal si no lo ha conseguido. Es éste su primer trabajo. La ilusión grupal brinda una respu-
esta al deseo de seguridad, de preservación de la unidad yoica, para ello desplaza la
amenaza dirigida al narcisismo individual y responde instaurando un narcisismo grupal.
El grupo se erige en objeto libidinal y encuentra su identidad. Se percibe un sentimiento
de euforia que se expresa en el discurso de los participantes como “somos un buen gru-
po”, “estamos bien juntos”.
La ilusión grupal proviene de la sustitución del yo ideal de cada uno por un yo ideal común.
Esto explica el clima afectuoso, cálido y de protección que se vive en este momento gru-
pal, y el sentimiento de participar de un poder soberano. En esta etapa la identificación
de cada uno con cada otro es según el modelo de la relación narcisista especular.
Con distintas variantes, puede surgir un “emparejamiento” donde dos participan, son
actores y los demás son excluidos o se integran como acompañantes de los “activos”.
El mismo fenómeno puede generarse entre dos subgrupos, o un subgrupo y la coordi-
nación, o cualquier otra variante. Lo característico es que alguien se haga cargo de la
acción con otro, real o imaginariamente, y alguien quede excluido.
Una forma de resistencia habitual en los grupos es el liderazgo, estimulado por todos,
ya que funciona inconscientemente como el representante de las resistencias grupales;
la interpretación grupal debe tender a mostrar esta alianza inconsciente. En general,
el líder es agente de resistencia, pero en la medida en que pueda ser interpretado, es
agente de progreso.
El líder cumple distintas funciones para el grupo. Desde lo real, puede tener efectos
estructurantes, sugestivos, organizadores. En el campo de lo imaginario, es soporte de
identificaciones primarias, de mitos y fantasías.
La desaparición del liderazgo como función es signo de desprendimiento. Los otros son
percibidos como semejantes y singulares, modificando también el analista, la calidad
de objeto de transferencia, pasando desde el lugar de Súper Yo sádico al de Súper Yo e
Ideal del Yo.
Actividad 2.1
2.2 Intervenciones
La intervención en psicología tiene como principal objetivo controlar “los aspectos emo-
cionales (ansiedad y depresión, principalmente), cognitivos (la percepción de la propia
eficacia, la creencia sobre la capacidad personal para sobreponerse o manejar los sín-
tomas de la Fibromialgia), conductuales (actividades ordinarias que se ven reducidas o
eliminadas como consecuencia de la Fibromialgia) y sociales (García-Bardón, 2006).
Como demuestran los estudios, los pensamientos distorsionados y las creencias irra-
cionales sobre la percepción de uno mismo y de su situación actual se relacionan di-
rectamente con el dolor y la incapacidad personal en el desarrollo de una enfermedad
crónica. Además, el significado que el individuo aporta de la situación, la manera en la
que construye y atribuye un significado a la misma, determina la percepción del dolor y
la forma en la que se presentan los síntomas. Está claro que los esquemas cognitivos,
al igual que sucede en otro tipo de patologías, juegan un papel crucial en el curso de la
patología, suponiendo un importante factor de riesgo. Se ha demostrado que la existen-
cia de cogniciones negativas acerca del dolor correlaciona con la intensidad percibida
de éste, el malestar emocional general del enfermo y la interferencia del dolor en la vida
diaria. Además, los estilos de afrontamiento que pone en marcha el sujeto predicen el
curso crónico de la enfermedad, las percepciones catastróficas sobre la misma o el te-
mor a futuros problemas o lesiones. (Mingote et al. 2002).
La Psicoterapia de grupo dice que a diferencias de la terapia grupal que hace énfasis
en el crecimiento, desarrollo, presencia, autoconciencia y la superación de obstáculos
para el crecimiento, ésta es un proceso de reeducación incluyendo la percepción consci-
ente como inconsciente, el presente y pasado. En algunas ocasiones la psicoterapia de
grupo se plantea para corregir trastornos emocionales y conductuales que le impiden a
los miembros del grupo un buen funcionamiento personal.
1) Centrado en el paciente
2) Centrado en el líder
3) Centrado en el grupo
En los dos primeros se considera al individuo como la unidad básica del grupo y el cambio ter-
apéutico se produce cuando el paciente hace Insight sobre su dinámica intra e interpersonal.
Trabajos recientes estudian la creatividad como un proceso psíquico distinto del proceso
primario o el secundario (Fiorini y otros). De alguna manera, siguiendo una línea de pens-
amiento que iniciara Winnicott refiriéndose al juego, se describe la creatividad como otro
proceso psíquico, al que se comienza a definir como “terciario”.
De esta actitud creativa surge la posibilidad de incorporar nuevos recursos que faciliten
la labor psicoterapéutica. Existen técnicas no verbales, “la cosa nueva”, que se introduce
en el campo de la psicoterapia, impulsada fundamentalmente por “grupa-listas” de dis-
tintas escuelas. Algunas técnicas se introducen como herramientas para comprender
mecanismos del paciente que se tramitan a través de canales o códigos que no incluyen
la palabra, y a los que no estamos habituados a tomar en cuenta, otras con el objeto de
comunicar la conflictiva en juego de manera tal que el paciente pueda comprenderla,
allí donde la palabra no alcanza.
Nos referimos a una gama de recursos técnicos, “técnicas de acción”, que si bien no son
originados en el psicoanálisis, implementados con una visión psicoanalítica del proceso
grupal, lo facilitan.
El paciente que dramatiza o juega realiza asociaciones libres dramáticas análogas a las
asociaciones libres en el discurso, por lo que sus acciones brindan material para la in-
terpretación de aspectos preconscientes o inconscientes. Al finalizar cada técnica es
importante que cada paciente verbalice los sentimientos y emociones que registró. Du-
rante el desarrollo de las mismas. Este material, junto con la acción, deben ser tenidos
en cuenta para la posterior interpretación, en el sentido que muestren coherencia o con-
tradicción en los significados. La contradicción en ocasiones puede deberse a que el
paciente utilice el lenguaje verbal como defensa frente al material que emergió a través
del lenguaje dramático o lúdico.
Las dramatizaciones se desarrollan en el “como si”, los pacientes hacen “como si” fueran
padres, esposos, personajes de una escena que toma elementos de situaciones reales
o imaginarias; los afectos y las emociones no son “como si” (esto se constituirá en una
defensa), ya que pertenecen a la dimensión real de lo que sucede en el aquí y ahora del
encuadre terapéutico. Los juegos se desarrollan en la dimensión del “si”, es decir, lo que
sucede en el espacio-tiempo de la sesión es real, producto del desarrollo de la sesión.
2.2.4 Interpretaciones
Aquí es donde juega un importante papel el análisis de la contratransferencia y lo que
D. Anzieu ha dado en llamar el “análisis intertransferencial” entre los coterapeutas, que
es el análisis de las emociones que se generan en el terapeuta en resonancia con la
transferencia del paciente, que no deben “actuarse” (en el sentido de acting diferente a
acción), pero sí incluirse en intervenciones que ayuden al paciente a esclarecer su con-
Actividad 2.2
2.3 La coterapia
Nos hemos referido reiteradamente a “él o los terapeutas” de grupo. Esta distinción obe-
dece a una posibilidad que inaugura el abordaje grupal que reside en el hecho de que el
rol terapéutico pueda ser ejercido por más de una persona. Esta posibilidad no se debe
al número de pacientes en tratamiento, sino a un criterio teórico que sustenta la inclu-
sión de un equipo terapéutico que potencie la riqueza del trabajo grupal a través de un
dispositivo específico.
La presencia de dos o más personas que desempeñan algún rol terapéutico puede ser
entendida de diferentes maneras, de acuerdo al marco teórico de referencia que se pone
en juego en la elección de cada uno de los dispositivos posibles.
La función del o los observadores es, en este caso, el registro lo más fiel posible de los
intercambios tanto verbales como no verbales de los integrantes del grupo con el fin de
reconstruir posteriormente cada sesión para que el equipo en su conjunto pueda repen-
sar lo ocurrido y plantear hipótesis interpretativas que se hallan pasado por alto en el
momento del trabajo grupal.
Consideramos que esta posibilidad conlleva algunos supuestos a nuestro entender erró-
neos, tales como el hecho de considerar que el observador no participante pueda no es-
tar involucrado o estarlo en menor grado en la vida grupal por el sólo hecho de no hablar;
por otra parte creemos que el hecho de guardar silencio no constituye a un observador
en “no participante”, por el contrario, su presencia desencadena en el grupo fenómenos
proyectivos de alto nivel, en general con contenidos persecutorios, que movilizan aspec-
tos transferenciales.
Una variante en relación a este modelo es la de un equipo formado por un terapeuta y uno
o más observadores participantes. Este segundo modelo contempla la inclusión del o los
Consideramos que en este sentido existe un equívoco que se traduce en una especie de
homologación entre lo tripersonal (tricorporal) y lo triangular, entre lo real y la realidad
psíquica; el hecho de que existan tres personas o tres roles no garantiza la triangularidad
a la que se accede como un logro intrapsíquico y una posición subjetiva en los vínculos
producto del atravesamiento de fantasmas de castración.
2.3.2 Fundamentación
El modelo que hemos elegido y desarrollado en nuestra práctica de psicoterapia psico-
analítica grupal corresponde a lo que Mauricio Abadi y Eduardo Pavlovsky han denomi-
nado “psico-terapia grupal con dos terapeutas” o “coterapia”. Se denomina –as- a la
psicoterapia de grupo en la cual el manejo de la situación terapéutica es realizado simul-
táneamente por dos terapeutas “en absoluta condición de igualdad, en lo que se refiere
a su importancia, funciones, operancia y jerarquía desde el punto de vista de los pacien-
tes”. “La presencia de la pareja coterapéutica en un grupo produce una acción catalítica
que determina la intensidad vivencial y expresiva del material de fantasías inconscientes
que emergen del grupo y de un proceso de facilitación a la apertura de nuevas vías de
acceso al material inconsciente del grupo” (Abadi y Pavlovsky).
Como todo grupo atravesamos en los comienzos de nuestra tarea en común, que lleva ya
varios años, fantasías de despedazamiento y aniquilación, que nos han llevado a largas
discusiones donde cada uno de nosotros mantuvo “a rajatablas” su posición. A pesar de
nuestros acuerdos fundamentales (somos analistas, creemos en lo grupal) provenimos
de diferentes orígenes y formaciones profesionales y el trabajo sobre nuestras diferen-
cias, vinculado a fantasías de castración, nos ha permitido complementarnos y sumar
nuestras experiencias para enriquecer nuestra labor cotidiana.
También hemos ahondado en diferencias que hacen a nuestros estilos (por ejemplo uno
de nosotros es más osado, el otro más cauteloso) lo que nos ha permitido mayor flexibili-
dad en el sentido de no quedar entrampados en ciertas identificaciones imaginarias (“el
osado”, “el cauteloso”) y poder ambos disponer de una más amplia red de estilos y recur-
sos. El trabajo sobre nosotros es una tarea constante, a la que dedicamos el tiempo y la
energía que creemos necesarios para comprender las cuestiones imaginarias que circu-
lan entre nosotros y poder simbolizarlas a través de una especie de autoanálisis grupal.
2.3.3 Interpretaciones
Creemos que el modelo de la coterapia presenta una amplia gama de ventajas en relación
a los modelos precedentes. Un grupo de terapeutas piensa” mejor y “se piensa” mejor. Con
un cierto grado de cohesión y entrenamiento, las visiones parciales de un mismo objeto
pueden complementarse y potenciarse; cada terapeuta, de acuerdo a su experiencia per-
sonal y profesional, aportar un enfoque diferente que enriquecer. La visión global de los
fenómenos grupales. Por otro lado, el impacto de lo transferencial es más fácilmente me-
tabolizado por un equipo de terapeutas, lo que facilita la interpretación de la misma.
En sesiones de grupo realizadas en coterapia puede suceder que alguno de los terapeu-
tas se entregue más al juego transferencial, interviniendo en discusiones, opinando, acer-
cándose más al plano de lo emocional que se genera en el clima grupal, mientras el otro
observa la escena y el interjuego dramático que se desarrolla en la sesión con una cierta
distancia que le posibilita enunciar las hipótesis interpretativas de los fenómenos en juego.
unidad funcional. En esta última hemos anticipado cierto grado de disociación que está
implícito en el encuadre a través de la rigidización de los roles (director y yo-auxiliar),
en la coterapia al desarrollarse las funciones de manera alternada se garantiza que los
fenómenos disociativos que aparecen en la transferencia son exclusivamente debidos
a la psicopatología de los pacientes en tratamiento.
“Cada uno de los terapeutas sirve, de este modo, de pantalla a las dicotomías surgidas
de las múltiples disociaciones surgidas de una elaboración regresiva de las angustias.
Disociaciones como lo bueno y lo malo, lo sano y lo enfermo, lo regresivo y lo prospec-
tivo son proyectadas o depositadas sobre las dos pantallas (los dos terapeutas) previa-
mente discriminados” (Abadi y Pavlovsky).
Intervenciones
Actividad 2.3
Este tipo de psicoterapias constituyen una ayuda a los problemas emocionales, prob-
lemas en los que los amigos y/o familiares pueden ayudar a resolver, pero como sólo son
una respuesta automática, generalmente no brindan el apoyo necesario.
En los siguientes párrafos se hará una descripción y explicación más detallada de este
tema.
2.4.1 Definición
Las psicoterapias de apoyo surgen como una necesidad de brindar un apoyo rápido y
concreto a aquellas personas que por el contexto en que se encuentran es difícil propor-
cionarles un tratamiento prolongado y profundo para sus problemas.
Este tipo de psicoterapias constituyen una ayuda a los problemas emocionales, prob-
lemas en los que los amigos y/o familiares pueden ayudar a resolver; pero como sólo son
una respuesta automática, generalmente no brindan el apoyo necesario.
En los siguientes párrafos se hará una descripción y explicación más detallada de este
tema.
Los Grupos de Acogida son un tipo específico de grupo, que varía en el número de miem-
bros, puede oscilar entre dos personas hasta ocho. El tamaño no es fundamental, pero sí
la función que cumple, el objetivo básico de este tipo de grupos es promover la conten-
ción y acogida puntual en un momento de máxima crisis de los participantes que llegan
al mismo. Ante una situación de diagnóstico fatal, o anuncio de una intervención quirúr-
gica, se hace necesario amortiguar dicho impacto mediante una estrategia psicosocial,
el grupo de acogida permita contener, y acoger a las personas en dicha situación. La
ansiedad y el miedo son mayoritarios en esta situación, por lo que las funciones básicas
son escuchar, guiar y contener. (Martínez Taboada y Palacín, 1997)
Grupos de apoyo
Los Grupos de Apoyo, convocados por el profesional para crear un ambiente acoge-
dor dónde gestionar los recursos de los miembros para afrontar la situación de cambio
conflictiva o amenazante. Suelen estar compuestos por personas que comparten al-
gún tipo de problema que altera o modifica aspectos de su funcionamiento normal. La
pertenencia a estos grupos proporciona nuevos lazos y relaciones sociales a sus miem-
bros, de modo que se sustituyen los recursos naturales o compensan sus deficiencias en
provisiones psicosociales mediante la interacción con personas que tienen problemas,
carencias y/o experiencias comunes (Barrón, 1996).
Los Grupos de ayuda mutua están compuestos de personas que comparten un prob-
lema o situación, que se reúnen para hacer alguna cosa para superarlo y conseguir cam-
bios sociales y/o personales.
Los grupos de ayuda mutua enfatizan la interacción personal y la asunción individual de re-
sponsabilidades de sus miembros. Suelen proporcionar ayuda material o emocional y pro-
mueven unos valores a través de los que sus miembros pueden reforzar la propia identidad.
Hay una gran diversidad de grupos de ayuda mutua. Constituidos tanto por personas af-
ectadas de una enfermedad o problema como por sus familiares o cuidadores. Algunos
grupos de ayuda mutua se centran en una enfermedad crónica (por ejemplo, esclerosis
múltiple, insuficiencia renal, neurofibromatosis...). Otros grupos de ayuda mutua acogen
persones con un problema de comportamiento personal (abuso de alcohol o drogas,
obesidad por exceso de alimentación, anorexia), a los que les es muy difícil dar un cam-
bio de forma de vida aisladamente. Últimamente han proliferado los grupos de ayuda
mutua de personas que sufren problemas psicosociales (por ejemplo, separaciones de
parejas, duelos, pérdida de hijos, problemas creados por la vejez, recién salidos de la cár-
cel, del hospital, soledad) o un problema generado por la propia sociedad (marginación
a causa de la delincuencia, homosexuales, minorías), pero la diversidad de los grupos se
va extendiendo mucho más.
Es importante que el grupo de ayuda mutua se marque su finalidad y que sea el grupo
mismo quien decida qué quiere hacer. Las actividades fijadas en grupo dependerán de
los intereses y aspiraciones de sus componentes.
El motivo para incorporarse a un grupo de ayuda mutua es diferente para cada uno de
sus miembros. Los participantes del grupo de ayuda mutua tienen oportunidad no sólo
de discutir los motivos, los deseos y expectativas que los han llevado a reunirse, sino tam-
bién sus preocupaciones, angustias y contrariedades. Los motivos pueden ser diversos:
Obtener información
Por apoyo emocional entendemos saber escuchar y ver a otro que sufre un problema
parecido o más grave. Este apoyo se da durante las reuniones del grupo de ayuda mutua,
pero muchas veces también fuera del grupo, a menudo hablando por teléfono, por car-
ta... Este apoyo es permanente o bien puntual en situaciones de crisis. Este aspecto pu-
ede ser esencial del grupo de ayuda mutua, o puede añadirse a las actividades del grupo.
c) Prestación de servicios:
La prestación de servicios puede ser la finalidad del grupo, pero en alguna ocasión su-
cede que el grupo presta unos servicios determinados a sus miembros. Por ejemplo,
organización de colonias para niños diabéticos. Los servicios se los pueden ofrecer los
miembros entre sí, el grupo puede crear un centro de servicios atendido por voluntarios o
por personal retribuido.
Un grupo puede reunirse para jugar a cartas, ir a una cafetería, etc. Estas reuniones a
menudo pretenden romper el aislamiento en que se encuentran muchas persones con
enfermedades crónicas que, sin este estímulo, no saldrían de casa.
Puede ser que el objetivo del grupo sea defender sus intereses y hacer presión social. Ya
que el grupo posee unas características comunes, si no están cubiertas ciertas necesi-
dades, un grupo puede emprender acciones para darse a conocer a las autoridades y a
la opinión pública. La forma de ejercer esta presión va desde dirigir una petición formal a
la autoridad pertinente, hasta a organizar una manifestación de afectados.
El objetivo primordial de AA es alcanzar a todo aquel que sufre por su manera de beber,
por lo tanto, se abstiene como Agrupación de dar opinión en campos como la religión,
investigación, educación, medicina o psiquiatría, apoyamos, pero no nos afiliamos a
ninguna causa; sin embargo, como miembros individuales pueden participar en cual-
quiera de estos campos, sin promover o mencionar que son miembros de AA.
El grupo se inicia cuando dos o más miembros de AA deciden reunirse con el único obje-
tivo de no beber, pueden nombrarse a sí mismos un grupo. Con el fin de iniciar las activi-
dades de AA en una localidad o institución y conscientes de la magnitud de su problema
de alcoholismo, decidan ayudar a otros. En la medida que la Agrupación crece, también
aumentarán las posibilidades para lograr el objetivo primordial: alcanzar al alcohólico
que aún sufre; fortaleciendo de esta manera la propia sobriedad.
5.- Trabajando con otros: Al dejar de beber, el alcohólico necesitará de algo en qué
canalizar la energía que lleva dentro de sí, necesita dedicar el tiempo que ocupa-
ba en emborracharse en algo que le ayude en su recuperación, esto lo encuentra
a través de ayudar a otros alcohólicos de la misma manera que lo hicieron con él.
El objetivo es reforzar su sobriedad, manifestar su gratitud hacia AA.
se tiene una idea correcta de cómo funciona ni cuáles son las técnicas que pueden ser
útiles en determinados casos, por lo que a veces se aplica sin un sistema, por lo que se
resta eficacia al método que ya ha demostrado su utilidad a través del tiempo,
Puede justificarse lo anterior a las pocas investigaciones que se han realizado para dem-
ostrar su utilidad, y también a los pocos libros que se han escrito sobre este tema.
Estas técnicas son muy variadas, y entre las más importantes están las siguientes:
Liberación de sentimientos
Estimular la socialización
Enseñar a razonar
Interpretación
Sugestión
Persuasión
Consejo
El alcance en la manipulación de la vida del paciente varía de acuerdo con sus condi-
ciones y el tipo de sistema empleado. El rol que el terapeuta desempeñe debe ser el de
una autoridad completamente directiva, que disponga de un régimen programado diari-
amente y no permita tiempo para la ociosidad ni la meditación destructiva. Un día equili-
brado para la persona puede organizarse asignándole horarios para levantarse, para el
cuidado del cuerpo y para el arreglo personal, y para un plan de trabajo, así como perío-
dos de descanso, recreación y sueño, además de otras actividades, a fin de que pueda
aprovechar cada hora del día. Sin embargo, semejante control de la rutina del paciente
es raramente necesario ya que, por lo general, la conducción se dirige hacia un problema
específico que interfiere con su ajuste personal.
La guía está basada en una relación de autoridad establecida entre el terapeuta y el pa-
ciente. Uno de los problemas inherentes a este vínculo radica en que el paciente puede
sobrevalorar la capacidad de razonamiento del terapeuta, hasta el punto de anular la
propia y su derecho a criticar, e incluso pueda ser dominado por sentimientos de miedo
y temor. Bajo estas circunstancias, cualquier duda que surja relativa a la fortaleza o sa-
biduría de la autoridad provoca una fuerte inseguridad. La hostilidad y los sentimientos
de culpa, si se desarrollan como tales, deberán ser reprimidos de manera rígida ante el
miedo de incitar una contra-agresión o desaprobación. Se puede reconocer en esos pa-
trones irracionales, la misma actitud que el niño expresa hacia la omnipotencia parental.
De hecho, la necesidad de ayuda emocional del individuo neurótico se asemeja en alto
grado a la del niño inmaduro, quien busca solucionar su dependencia ante el poder de
las figuras parentales. Además, la persona neurótica recrea en el terapeuta la autoridad
original con que invistió a sus padres buscando en él un tipo de amor equivalente.
Sin descartar otros pasatiempos y recreaciones, esta técnica puede ser implementada
para desviar la atención del paciente vinculada a la tensión interna y la ansiedad. Dentro
de las terapias organizadas incluidas bajo este rubro, se encontrará a la terapia ocupa-
cional, la terapia recreacional y la musicoterapia.
Inducción a la tranquilidad
timientos de aceptación y seguridad, aun cuando éstos no puedan ser expresados con
palabras.
Cuando el terapeuta ocupa una posición omnipotente en la mente del paciente, ciertos
síntomas pueden ser disipados mediante su mandato. Los síntomas que son removidos
a través de la sugestión hipnótica desaparecen porque el paciente tiene la necesidad de
someterse a las órdenes del terapeuta. Con frecuencia la motivación para obedecer está
condicionada por un deseo de satisfacer necesidades importantes de seguridad medi-
ante mecanismos arcaicos de sumisión y de sumisión con una autoridad omnipotente.
En la medida en que esta motivación es mayor que las ganancias que el paciente ob-
tiene de la complacencia de sus síntomas, éste abandonará sus demandas de mando
y permanecerá en una posición cómoda siempre y cuando continúe teniendo fe en la
omnisciencia y en la fortaleza del terapeuta.
Algunos autores han afirmado que el efecto de la eliminación de los síntomas no es úni-
camente paliativo, ya que puede causar una reorientación general de las actitudes del
paciente; entonces, de acuerdo con lo anterior, la eliminación de un síntoma (como un
producto secundario) puede tener un efecto importante en el funcionamiento total de
la personalidad.
es utilizada de manera involuntaria por el terapeuta como resultado de las propias nece-
sidades del paciente, pues éste escoge o infiere de lo que el terapeuta dice, ciertas cosas
que él quiere escuchar y a las cuales podría responder. Por otro lado, la sugestión puede
ser usada deliberadamente por el terapeuta, a través de prohibiciones expresadas con
un énfasis autoritario para influenciar al paciente de manera calculada.
3.- Autosugestión
2.4.10 Persuasión
La persuasión es una técnica basada en la creencia de que el paciente tiene en sí mismo
el poder de modificar sus procesos emocionales patológicos, mediante mera fuerza de
voluntad o a través de la utilización del “sentido común”. En la persuasión se apela a
la razón e inteligencia del paciente con propósitos de convencerlo para que abandone
sus aspiraciones neuróticas y sus síntomas, con la intención de ayudarlo a conseguir un
respeto por sí mismo.
último, el deseo de estar bien a fin de satisfacer los placeres inherentes a su ser creativo
y sociable, recordándole de manera constante que si se considera a sí mismo como una
persona mejor, también los otros tendrán una mejor opinión de él.
Gran parte del mérito producido por la catarsis emocional reside en el hecho de que el
paciente se desensibiliza de aquellas situaciones y conflictos que le molestan, pero que
la realidad le exige soportar. La tolerancia al dolor, a la desilusión y a la frustración es
excesivamente baja en personas neuróticas, por lo que es necesario reconstruir su habi-
lidad para tratar con dificultades y experiencias dolorosas sin desfallecer.
Los métodos con los que se implementa la desensibilización durante la terapia varían
según el alcance de la represión. Los conflictos conscientes pueden ser manejados a
través de la discusión, la confesión y la ventilación; sin embargo, el material menos con-
sciente requerirá técnicas propias de las terapias reeducativas y reconstructivas. La hip-
nosis es extremadamente útil para fomentar la catarsis emocional y para producir una
desensibilización.
Entre los síndromes creados por los espasmos de la musculatura esquelética están los
severos dolores de cabeza por secciones, las molestas contracturas del cuello, las sen-
saciones de sofocamiento en la garganta, el dolor de espalda, el temblor de manos y la
tensión abdominal, pero las tensiones también se reflejan a sí mismas, en espasmos de
la musculatura lisa que por lo tanto afectan a varios órganos internos. De este modo,
las tensiones musculares pueden exagerar los problemas del paciente, al operar como
foco de nuevas ansiedades.
Las prácticas de relajación muscular para aliviar la tensión han sido usadas por muchos
años y varias de éstas están basadas en el sistema de la enfermera Annie Payson Call,
quien desde 1969 combinaba la relajación muscular, el descanso y el adiestramiento
mental, para fines de reposo. Los ejercicios modernos más conocidos son los que con-
sisten en series de actividades que capacitan al individuo para lograr un control volun-
tario sobre su tensión. La relajación muscular también es inducida con masajes, pues
éstos realzan el tono muscular a la vez que fomentan la relajación. El descanso forzado
también tiene un efecto relajante en el sistema muscular del individuo, y en parte éste
era el objetivo de la vieja cura por reposo.
Diagrama de pescado
Presentación de un tema
Mesa redonda
Mapa conceptual
Entrevista
Periódico mural
Actividad de evaluación:
Criterios
Indicadores Excelente Bueno Suficiente Insuficiente
10 9-8 7 6
Descripción clara y Descripción clara Describe el tema, Describe el tema,
sustancial del tema, del tema, uso de uso de imágenes, uso de imá-
uso de imágenes, imágenes, tablas tablas y esquemas genes, tablas y
tablas y esquemas, y esquemas. En el poco relacionados esquemas poco
claramente elabora- ambiente gráfico con el mismo. En el relacionados con
dos. En el ambiente utiliza un tema ambiente gráfico el mismo. En el
gráfico utiliza un de fondo, el color utiliza un tema de ambiente gráfico
tema de fondo, el es apropiado y fondo, el color es no utiliza un tema
color es apropiado permite la visual- apropiado y permite de fondo, el color
Presentación y permite la visual- ización de conteni- la visualización no es apropiado
ización de conteni- dos, resultando de contenidos. La y no permite la
digital dos, resultando ser ser atractivo. La calidad del diseño visualización de
atractivo. La calidad calidad del diseño es buena y usa cor- contenidos. La
del diseño es sobre- es sobresaliente y rectamente colores calidad del diseño
saliente, dinámica y usa correctamente e imágenes, el texto es mala y usa
usa correctamente colores e imágenes, es legible y presenta incorrectamente
colores e imágenes, el texto es legible y algunos errores de colores, imágenes,
el texto es legible y presenta algunos ortografía. el texto es poco
sin errores de orto- errores de orto- legible y presenta
grafía. grafía. muchos errores de
ortografía.
Toda la información La mayor parte La mayor parte de La información
presentada en la de la información la información pre- presentada en la
mesa redonda es presentada en la sentada en la mesa mesa redonda
clara, precisa y mi- mesa redonda es redonda es clara, tiene varios er-
nuciosa, todos los clara, precisa y mi- precisa, pero no rores, no fue clara,
argumentos fueron nuciosa, la mayoría siempre minuciosa, los argumentos
vinculados a una de los argumentos la mayoría de los no fueron vincu-
idea principal y orga- fueron vinculados argumentos fueron lados a una idea
nizados de manera a una idea princi- vinculados a una principal, la may-
lógica, los contra-ar- pal y organizados idea principal, pero oría de los contra-
Mesa redonda gumentos son claros, de manera lógica, la organización no argumentos no
precisos y concretos. la mayoría de los fue, ni clara ni lógi- son precisos y/o
Respeta las opin- contra-argumentos ca, la mayoría de los relevantes, no se
iones adversas sin son claros, precisos contra-argumentos pone de acuerdo
exaltarse. y concretos. Respe- son precisos, pero en su argumen-
ta las opiniones y algunos fueron tación y tiende a
tiende a exaltarse. poco convincen- exaltarse.
tes, no respeta las
opiniones y tiende a
exaltarse.
La redacción presen- La redacción pre- Se presenta una se- La redacción
ta una limpia y cor- senta una limpia cuencia que permite carece de limp-
recta ortografía, con ortografía, con una la comprensión del ieza y tiene fal-
una secuencia lógica secuencia lógica lector. Su opinión los ortográficos,
que permite la fácil que permite la personal se anexa dificultando la
comprensión del comprensión del muy poco con los comprensión lec-
lector. Sostiene su lector. Sostiene su temas principales. tora. Su opinión
opinión personal y la opinión personal Se evidencian ideas personal divaga y
Redacción de anexa con los temas y lo anexa con los relacionadas con es incompatible
textos principales. Hace temas principales. el tema. Con una con el tema prin-
evidencia de ideas Hace evidencia de estructura a lo largo cipal. Las ideas
completas relacio- ideas relacionadas del texto. son incompletas y
nadas con el tema mayormente con el no tienen relación
principal. Con una tema principal. Con con el tema trat-
jerarquía y estructura una jerarquía y es- ado. No contiene
a lo largo del texto. tructura a lo largo estructura.
del texto.
Recursos didácticos
Mapa conceptual
Investigación bibliográfica
Cuadro comparativo
Tríptico
Diagrama de pescado
Presentación de un tema
Mesa redonda
Entrevista
Periódico mural
Tríptico
Argumento de psicodrama
Video de 10 minutos
Crónica