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Estudio 22 Jesús enfrenta la oposición 28 de Mayo 2017

TEXTO BÁSICO: Juan 7: 25-52.


VERDAD CENTRAL: Jesús enfrentó abierta oposición en el desempeño de su ministerio y, sin embargo, siguió
adelante con la firme determinación de cumplir su obra de redención.
VERSÍCULO CLAVE: “Entonces procuraban prenderle; pero ninguno le echó mano, porque aún no había llegado su
hora.” Juan 7: 30.

1. Controversia acerca de Jesús, Juan 7: 25-34.


25 Entonces algunos de Jerusalén decían: ¿No es éste al que procuran matar? 26 Y ved, habla en público y
no le dicen nada. ¿No será que en verdad los gobernantes reconocen que este es el Cristo? 27 Sin
embargo, nosotros sabemos de dónde es éste; pero cuando venga el Cristo, nadie sabrá de dónde
es. 28 Jesús entonces, mientras enseñaba en el templo, exclamó en alta voz, diciendo: Vosotros me
conocéis y sabéis de dónde soy. Yo no he venido por mi propia cuenta, pero el que me envió es
verdadero, a quien vosotros no conocéis. 29 Yo le conozco, porque procedo de El, y El me envió.
El Señor continuó acudiendo al templo y enseñando a las personas que le buscaban. Entre ellos habría algunos que tenían
auténtica hambre y sed de justicia, mientras que otros serían simplemente curiosos. En cualquier caso, aunque todos
estaban hablando sobre la persona de Jesús, ninguno lo hacía abiertamente por miedo a los judíos, porque aunque las
autoridades lo negaran, muchos sabían que estaban buscando a Jesús para matarle (Jn 7:20) y en esas circunstancias,
identificarse públicamente con él era peligroso. En aquel momento se había llegado a la coyuntura de que cualquiera que
quisiera creer en Cristo tendría que enfrentarse con los gobernantes judíos. Y esto siguió siendo así aun después de que el
Señor fuera crucificado.

Los que no creían que Jesús era el Mesías pensaban que sabían de dónde era. Creían que era de Nazaret. Conocían a Su
madre, María, y suponían que José era Su padre. Los judíos de aquellos tiempos creían que cuando llegase el Mesías, lo haría
súbita y misteriosamente. No tenían ni idea de que nacería como un Bebé y que crecería hasta llegar a ser Hombre. Debieran
haber sabido por el AT que nacería en Belén, pero parecía que eran muy ignorantes de los detalles de la venida del Mesías.

Pero mucho más importante que su origen humano era su origen celestial. Así que Jesús "alzó la voz y dijo: A mí me conocéis
y sabéis de dónde soy; y no he venido de mí mismo". El Señor no negó su origen humano; esa es una verdad que el evangelio
afirma: "Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros" (Jn 1:14). Pero si conocían su origen humano de una forma
tan incompleta, aun tendrían muchas más dificultades para comprender su origen divino. Es cierto que eran muy religiosos,
pero no conocían a Dios. Esto no quiere decir que no tuvieran ciertos conocimientos intelectuales acerca de Dios, pero otra
cosa muy diferente era que hubieran rendido su corazón a Dios, que en definitiva es el tipo de conocimiento que realmente
importa.

Y como no conocían a Dios, tampoco creyeron en su Hijo. Él moraba con Dios desde toda la eternidad y era igual a todos los
respectos con Dios Padre. Por esto, cuando el Señor dijo que procedía de Dios no quería meramente decir que había sido
enviado de parte de Dios, sino que siempre había vivido con Dios y que era igual a Él a todos los respectos. En la expresión él
me envió, el Señor declara de la manera más clara posible que Él era el Cristo de Dios, el Ungido, quien Dios había enviado al
mundo para llevar a cabo la obra de la redención.
30 Procuraban, pues, prenderle; pero nadie le echó mano porque todavía no había llegado su hora. 31 Pero
muchos de la multitud creyeron en El, y decían: Cuando el Cristo venga, ¿acaso hará más señales que las
que éste ha hecho?32 Los fariseos oyeron a la multitud murmurando estas cosas acerca de El, y los
principales sacerdotes y los fariseos enviaron alguaciles para que le prendieran. 33 Entonces Jesús
dijo: Por un poco más de tiempo estoy con vosotros; después voy al que me envió. 34 Me buscaréis y no
me hallaréis; y donde yo esté, vosotros no podéis ir.
A medida que iban entendiendo lo que Jesús afirmaba, empezaron a notarse reacciones contrapuestas. No debe
extrañarnos, esto es siempre así. De hecho, cada uno de nosotros también debemos tomar una decisión personal en relación
a quién es Jesús, pero debemos hacerlo bien, porque de ella dependerá nuestro futuro eterno.
Hostilidad y odio “Muchos de la multitud creyeron en Él”
 A los judíos les disgustó que los acusara de no  A otros, en cambio, la intuición y la lógica les llevó a
conocer a Dios, pero aún les debió irritar mucho la conclusión de que Jesús tenía que ser el Mesías

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Estudio 22 Jesús enfrenta la oposición 28 de Mayo 2017

más que afirmara que sólo él lo conocía, así que prometido. Se daban cuenta de que el Mesías no
nuevamente "procuraban prenderle". podría haber hecho más milagros que Jesús.
 El poder de Dios preservó al Señor Jesús de las
malvadas intrigas de los hombres hasta que llegó el
momento en que había de ser ofrecido como
sacrificio por el pecado.

Al ir pasando los fariseos entre la gente, oyeron esta conversación soterrada. La gente comentaba acerca del Salvador, y no
en sentido contrario, sino manifestando la secreta admiración que sentían por Él. Los fariseos tenían miedo que esto pudiese
ir creciendo hasta formar un gran movimiento para aceptar a Jesús, y por ello enviaron alguaciles para que le prendiesen. El
Señor Jesús no debilitó en absoluto Sus anteriores declaraciones. En todo caso, más bien las intensificó. Les recordó que
estaría con ellos un poco de tiempo, y que luego se volvería a Dios el Padre, que le envió.
“Estaré con ustedes por poco tiempo” Esta es una frase común en Juan (12:35; 13:33; 14:19; 16:16-19). Jesús sabía quién
era, lo que le iba a sucederle, y cuando (12:23; 13:1; 17:1- 5). “Regreso al que me envió…” Se refiere a los últimos eventos
de la misión de redención de Jesús: la crucifixión, la resurrección, la ascensión, y su restauración a la gloria pre-existente
(17:1-5).
Iba a llegar el día en que los fariseos le buscarían y no le hallarían. Se encontrarían en sus vidas con un tiempo en que
sentirían su necesidad de un Salvador, pero sería demasiado tarde. El Señor estaba anunciando que una vez que le
rechazaran a él, aun así seguirían esperando en vano que viniera el Mesías. En ese caso, estarían buscando a quien ya
conocían, pero al que habían descartado como el verdadero Mesías. Por lo tanto, nunca lo encontrarían. Las palabras de este
versículo son especialmente solemnes. Nos recuerdan que se puede dar la pérdida de la oportunidad. Algunos hombres
pueden tener hoy la oportunidad de ser salvos; si la rechazan, puede que nunca vuelvan a tenerla.
(Is 55:6) "Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano."

2. Disensiones a causa de Jesús, Juan 7: 35-44.


35 Decían entonces los judíos entre sí: ¿Adónde piensa irse éste que no le hallemos? ¿Será acaso que
quiere irse a la dispersión entre los griegos y enseñar a los griegos? 36 ¿Qué quiere decir esto que ha
dicho: “Me buscaréis y no me hallaréis; y donde yo esté, vosotros no podéis ir”?
Los judíos no llegaron a comprender el significado de las palabras del Señor. No se dieron cuenta de que se volvía al cielo.
Pensaron que quizá se iba a una gira de predicación, para ministrar a los judíos esparcidos entre los griegos e incluso quizá
para enseñar a los mismos griegos. Los judíos ilustran aquí la ceguera de la incredulidad. No hay corazón tan oscuro como el
que rehúsa aceptar al Señor Jesús. En nuestros propios días tenemos el refrán: «No hay peor ciego que el que no quiere
ver». Éste era precisamente el caso de ellos. No querían aceptar al Señor Jesús, y por ello no podían.
37 Yen el último día, el gran día de la fiesta, Jesús puesto en pie, exclamó en alta voz, diciendo: Si alguno
tiene sed, que venga a mí y beba. 38 El que cree en mí, como ha dicho la Escritura: “De lo más profundo
de su ser brotarán ríos de agua viva.” 39 Pero El decía esto del Espíritu, que los que habían creído en El
habían de recibir; porque el Espíritu no había sido dado todavía, pues Jesús aún no había sido
glorificado.
Una vez más el Señor emplea un elemento físico para enseñar una verdad espiritual. Todos entendemos que sin agua es
imposible la vida física, y del mismo modo, también tenemos necesidades espirituales que sólo Cristo puede satisfacer.
Los invitó a venir a Él para hallar satisfacción espiritual. Prestemos una especial atención a las palabras que emplea. Su
invitación se dirigía a todos. Su evangelio era de carácter universal. No había nadie que no pudiese ser salvo si sencillamente
acudía a Cristo. Pero observemos la condición. En la Escritura leemos: Si alguno tiene sed. «Sed» aquí se refiere a necesidad
espiritual.
«Excepto si uno sabe que es pecador, nunca querrá ser salvo. Excepto si se da cuenta de que está perdido, nunca querrá ser
hallado. Excepto si está consciente de una gran carencia espiritual en su vida, nunca querrá acudir al Señor para que le sea
suplida aquella necesidad. »

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Estudio 22 Jesús enfrenta la oposición 28 de Mayo 2017

El Salvador invitó al alma sedienta para que acudiese a Él —no a la iglesia, ni al predicador, ni a las aguas del bautismo, ni a la
mesa del Señor—. Jesús dijo: Venga a mí, y beba. Ninguna otra cosa valdrá.

Cristo es la fuente El origen de esta Sed de perdón Una invitación Hay que ir a la
que calma la sed sed universal a todos fuente y beber
los que tienen sed
Cristo es la verdadera La sed a la que el En el fondo de toda Lo importante del Por muy obvio que
fuente de la vida y el Señor se refiere aquí está cuestión está la anuncio que el Señor parezca, hay que
único que puede tiene que ver necesidad de disfrutar hizo, es que nadie recordar que quien
proveer para todas las principalmente con la del perdón de Dios y será rechazado. tiene sed debe ir a
necesidades del sed espiritual. comenzar una nueva donde está el agua y
Esta es la gracia de
hombre. Sólo en él relación con él. beberla. Y aplicado a
Aunque el hombre Dios que se ofrece por
puede encontrar alivio las palabras de Jesús,
moderno haya Por esta razón el igual a todos los
el corazón oprimido nos recuerda la
descartado de su vida Señor hizo su hombres
por el peso de sus necesidad de ir a él,
la fe en Dios, el llamamiento a
pecados. (Sal 42:1) "Como el de creer en él, de
hombre conserva en aquellos que todavía
ciervo brama por las seguirle a él.
(Jer 2:13) "Porque dos el fondo de su corazón no creían en él y que
corrientes de las
males ha hecho mi profundas por otro lado estaban El agua de vida que el
aguas, así clama por
pueblo: me dejaron a necesidades dispuestos a Señor ofrece no se
ti, oh Dios, el alma
mí, fuente de agua espirituales, y es reconocer que en lo encuentra en ninguna
mía"
viva, y cavaron para sí precisamente por el íntimo de sus religión o iglesia, sino
cisternas, cisternas hecho de reprimirlas e corazones estaban únicamente en su
rotas que no retienen ignorarlas, por lo que sedientos. Persona.
agua." nunca llega a llenar su
vacío.

Se dice claramente que la expresión «agua de vida» hace referencia al Espíritu Santo. El versículo 39 es de gran importancia
porque enseña que todos los que reciben al Señor Jesucristo reciben asimismo al Espíritu de Dios. Este versículo declara de
una manera clara y concreta que todos los que creen en Cristo reciben el Espíritu. Cuando el Señor Jesús dijo estas palabras,
aún no se había dado el Espíritu Santo. No fue sino hasta que el Señor Jesús volvió al cielo y fue glorificado que el Espíritu
Santo descendió en el día de Pentecostés. Desde aquel momento, cada verdadero creyente ha sido habitado por el Espíritu
Santo.
(Is 44:3) "Porque yo derramaré aguas sobre el sequedal, y ríos sobre la tierra árida; mi Espíritu derramaré sobre tu
generación y mi bendición sobre tus renuevos".

40 Entonces algunos de la multitud, cuando oyeron estas palabras, decían: Verdaderamente este es el
Profeta. 41 Otros decían: Este es el Cristo. Pero otros decían: ¿Acaso el Cristo ha de venir de
Galilea? 42 ¿No ha dicho la Escritura que el Cristo viene de la descendencia de David, y de Belén, la aldea
de donde era David? 43 Así que se suscitó una división entre la multitud por causa de El. 44 Y algunos de
ellos querían prenderle, pero nadie le echó mano.
Muchos de los que escuchaban quedaron ahora convencidos de que el Señor Jesús era el profeta al que se había referido
Moisés en Deuteronomio 18:15, 18. Otros estaban incluso dispuestos a reconocer que Jesús era el Cristo, el Mesías. Pero
algunos pensaban que esto era imposible. Creían que Jesús procedía de Nazaret en Galilea, y no había ninguna profecía en el
AT de que el Cristo había de venir de Galilea. A causa de aquellas opiniones divergentes, y a causa de su general ignorancia,
había, pues, disensión entre la gente a causa de Cristo. Y así sigue sucediendo. La gentesigue dividida acerca de la cuestión
de Jesucristo. Algunos dicen que fue sencillamente un hombre como todos nosotros. Otros están dispuestos a admitir que
fue el más grande hombre que jamás vivió. Pero los que creen la Palabra de Dios saben que «Cristo…es Dios sobre todas las
cosas, bendito por los siglos» (Ro. 9:5).

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