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fueron unos para Cuba y otros para Puerto Rico. Algunos siguie-
ron hasta Espaiia el oriflama de los castillos y los leones. Dos sella-
ron con SU sangre heroica la protesta restauradora: Filix Mota, en
1861, en el patíbulo de San Juan de la Maguana; y Eugenio Perdo-
mo, en 1863, en e1 patíbulo alzado en Santiago de los Caballeros. M.
Rodriguez Objio, Restaurador y poeta, se116 con la suya la actitud
rcvolucionaria asumida en la Lhea noroestana en contra de nuevos
planes anexionistas; y figura en el martirologio de los seis años. Ber-
nardo Delgado, proscrito volunt.irio, integr6 la primera "mano de
valientes", todos dominicanos, que con Luis Marcano, como jefe y
como guía, iueron muertos en una celada a poco de consumado el.
épico holocausto de Bayamo al iniciarse el decenio heroico.
Párome ahora, y recuerdo ....
La Republicana se fundó el día 17 de Enero de 18fi6. Ln Jzr-
zientud inaguró sus faenas sociales el 11 de Noviembre de 1868. Los
Anzigos del Pais iniciaron las suyas el 18 de Mayo de 1871. Cuando
la primera quedó constituida, a los seis meses de haber abandonado
el país las armas españolas. aun no lo habia sido la República re-
ci4n restaurada. Como un meteoro en fuga habia desaparecido e1
Protector-ado de u n Croinweii imposible; como otro meteoro, no me-
nos eliinero, iba a desaparecer el gobierno paradhjico, surgido de la
desgana de Cabra1 y de las ganas de Pimentel, fulminado por el verbo
cívico de Meriño.
Estos que digo e& seguida son los fundadores de La Republica-
w : Juan Evangelista Jiménez, Juan Bautista Zafra, Manuel Pina
Benitez, Juan Tomás Mejía, J. Clodomiro Alfonso, José Castellanos,
Wenceslao Guerrero Lezo, Francisco C. Ortea, Emiliano Martínez,
Juan Pablo Pina, Francisco Gregorio Billini, JosP Joaquín Pérez, Ig.
González Lavastida, Jos4 Fco. Pellerano, Juan Eladio Rodríguez,
Fco. Abreii Licairac. Por hallarme enfermo no asistí al acto iiiau-
gura1 del 17 de Enero; pero se me tuvo por fundador cuando me in-
corporé como socio activo. Eramos 171 En dos años subsiguientes.
no al mismo tiempo ingresaron en ella: Joaquín Volta; Cheri Moises
León, Raf. Ahreu Licairac, Abraliam de Marchena, J. José Sándiez
Giierrero, Francisco de Paula Hernández, Pedro B. Rodriguez y Ma-
teo Peinado; y cuando en 1910, quedó disuelta, 5610 figuraban en
ella como socios: M. Pina Benitez, Federico Henriquez y Carvajal,
Cheri M. León, Pedro B. Rodríguez. Eugenio E. Abreii, Jaime R.
Vidal y Enrique Heuríque~.Mejoró las condiciones de las localida.
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Reanudo el hilo del discurso con algo de lo dicho. Es algo que
marca un punto de partida en la vida intelectual y en la vida cívica
del pueblo dominicano.
"El! año 187' i, ciertanif:me, inició una nuieva era dt: libertad Y de
cultura'' Enton ces entró en el ágora y en 1a liza la tercera genera-
" ..
ción lit eraria. 1.a tusibn, fórmula transaccionista, menos real que
aparente y más consigna qiie programa, ondeó su verde enseña en
Isabel de Torres y en Diego de Ocamlm, el día 25 de Noviembre de
1873, y a poco señoreaba todo el país en júbilo. En torno suyo, con
el nuevo año herichido de promesas , se agrupl5 la juver dscri-
ta a ni1iguno de los partid'OS antes en pugna. Ahl ya v< )S co-
"-... .
lores b,anderizos al ardido campo cle la civil discordia!
,, ,
La prensa -que en lao:, naoia necno u n brillante ensayo con
La Regeneracidn y con El Patriota- rompía en febrero de 1874 toda
una década de silencio. El precursor había sido El Powenir, semana-
rio, que aun ve la luz en Puerto Plata. Es el decano del periodismo
nacional y ha podido subsistir -en un lapso que ya cuenta once liis-
tros- aunque sorteando escollos, en medio de contrarios vientos y
del repetido mar de leva de revoluciones y dictaduras que llegaron a
los limites dc la demencia (e). DUIr6 algo ni ás de u n bienio la acti-
vidad de la prerisa. En :Santiago cle los Cab:alleros co braron m ereci:
do crédito tres p eriódicos. M. de J. de Peña figuraba en Ecos de,l Ya-
. -- -. - . -.. .
que y. e n El Dommtcano; A. LLenas, e n &[ Urden.. P;I primero f u i
una revista literaria y en sus páginas bizo Peña y Reinoso u n somero
anilisis crítico de la Lira de Q ? ~ z , ~ y ~ ~ eEn
y a . 1875 aparecieron en
Puerto Plata, sucesivamente, otros dos periódios Las Dos Antillas y
Los Tres Anlillas (7). Pasaron como meteoros. Dos camagüeyanos
ilustrados, cl Dr. J. Ramón Silva y el Dr. Fco. R. <Ic Argilagos, ani-
máronlos con su espíritu y con el concurso de otras pluimas iio menos
doctas. La de Eugenio M aria de H[ostos fui. una de e
* PATRIA Ario VI-NL Im. 108, S. icptiemhre
íG).-No excluyo, sino separo, los periódicos que en io'lu y 18'11. en
la Capital, sirvieron la causa de Cuba: El Laborante, redactado por Domin-
go del Monte; El Universal. por Federico Giraudi, y E1 Dominicano, PO:
Francisco Socai~azWilson. Varios jóvenes hicieron en el último sus pri-
meras armas. Yo fui colaborador de dos de ellos.-(F. H. y C . )
(V.-Cuando este último Zué supriniido, también por una orden gu-
bernamental, reapareció bajo el nombre de Las Antillanos, que coi~ióla
misma suerte.
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llanos compiló su colección, hay que convenir que allí está lo mejor qne
hasta entonces se había escrito. Los Deligne, Bartolomé Olegario Pérez,
Altagracia Saviñón, Pabio Fiallo, Federico Bermúdez. Apolinar Perdomo,
Pel!erano Castro y otros, aparecieron y florecieron después. Además, de-
be tenerse muy presente, para aquilatar el valor y los muchos méritos de
la Lira de Quisqneya, el inqente esfuerzo del injustamente olvidado don
José Castellanos, que esa colección no solamente fué la primera antologia
poética dominicana, sino también, y esto es aun más interesante, el pri-
mer libro de versos publicado en el país.
($).-Eran tres los hermanos que lucían ese ilustre apellido domfnico-
cubano: Domingo, Casimiro y Juan del Monte. El último era el menor y
i'igiiró en La Juventud como socio activo.-(F. H. y C.)
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