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Vuestra vocación es la libertad.

(Gál 5)

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Pedro 3,12-15a.17-18
Esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva.
Salmo 89
Señor, Tú eres nuestro refugio de generación en
generación.
Marcos 12, 13-17
"Lo que es del César pagádselo al César, y lo que es
de Dios a Dios´.

Timoteo 1,1-3.6-12
Dios no nos ha dado un espíritu cobarde,
sino un espíritu de energía, amor y buen juicio.

Salmo 122
A ti, Señor, levanto mis ojos.
Marcos 12,18-27
Nuestro Dios no es un Dios de muertos sino de vivos.

Timoteo 2,8-15
La palabra de Dios no está encadenada.
Salmo 24
Señor, enséñame tus caminos.
Marcos 12, 28b-34
En aquel tiempo, un escriba se acercó a Jesús y le preguntó:
-¿Qué mandamiento es el primero de todos? Respondió Jesús:
-El primero es: Escucha,
srael, el Señor, Nuestro Dios, es el
único Señor: amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con
toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser. El segundo es
éste:Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay mandamiento
mayor que éstos.»

Timoteo 3,10-17
El que se proponga vivir piadosamente en Cristo
Jesús será perseguido.
Salmo 118
Tú tienes presentes mis caminos.
Marcos 12,35-37
La gente, que era mucha, disfrutaba escuchándolo.
II Timoteo 4,1-8
Ahora me aguarda la corona merecida, con la que el Señor, juez
justo, me premiará en aquel día; y no sólo a mí, sino a todos los que
tienen amor a su venida.
Salmo 70
Dios mío, me instruiste desde mi juventud, y hasta hoy relato tus
maravillas.
Marcos 12,38-44
En aquel tiempo, entre lo que enseñaba Jesús a la gente, dijo:
¡Cuidado con los escribas! Les encanta pasearse con amplio ropaje y
que les hagan reverencias en la plaza, buscan los asientos de honor en
las sinagogas y los primeros puestos en los banquetes.
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Gn 14, 18-20
Sal 109

Cor 11, 23-26
Lucas 9, 11b-17

Ver presentación:
   


Reyes 17, 1-6
Elías hizo lo que le mandó el Señor.
Salmo 120
El Señor te guarda a su sombra, está a tu derecha; de día el sol no te
hará daño, ni la luna de noche. R. El Señor te guarda de todo mal, él
guarda tu alma; el Señor guarda tus entradas y salidas, ahora y por
siempre.
Mateo 5, 1-12
En aquel tiempo, al ver Jesús el gentío, subió a la montaña, se sentó, y
se acercaron sus discípulos; y él se puso a hablar enseñándoles:
Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el Reino de los
cielos. Dichosos...

Reyes 17, 7-16
Respondió Elías:"No temas.
Salmo 4
Tú, Señor, has puesto en mi corazón más alegría
que si abundara en trigo y en vino.
Mateo 5, 13-16
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:
Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se
vuelve sosa, ¿con qué la salarán?

Reyes 18, 20-39
Que sepa este pueblo que tú eres el Dios verdadero, y que
tú les cambiarás el corazón.
Salmo 15
Yo digo al Señor: Tú eres mi bien.
Mateo 5, 17-19
He venido a dar plenitud.
I Reyes 18, 41-46
Salmo 64
Tú cuidas de la tierra, la riegas y la enriqueces sin
medida.
Mateo 5, 20-26
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:si cuando vas a
poner tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo de
que tu hermano tiene quejas contra ti, deja allí tu
ofrenda ante el altar y vete primero a reconciliarte con
tu hermano, y entonces vuelve a presentar tu ofrenda.
   

Ezequiel 34, 11-16


Yo mismo apacentaré mis ovejas, yo mismo las haré sestear.
Salmo 22
Tu bondad y tu misericordia me acompañan todos los días de
mi vida, y habitaré en la casa del Señor por años sin término.
Romanos 5, 5b-11
Hermanos: El amor de Dios ha sido derramado en nuestros
corazones con el Espíritu Santo que se nos ha dado.
Lucas 15, 3-7
¡Felicitadme!, he encontrado la oveja que se me había perdido.
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Isaías 61, 9-11


El Señor me hace desbordar de gozo,
y mi Dios me colma de alegría.
I Samuel 2, 1-8
Mi corazón se alegra en el Señor,
mi fuerza está en mi Dios.
Lucas 2, 41-51
Su madre guardaba todos estos recuerdos en su
corazón.
ã ing XI Tiep Ordinari

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I Reyes 21, 1-16
Salmo 5
el Señor atiende mi súplica.

Mateo 5, 38-42
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: Sabéis que está
mandado: "Ojo por ojo, diente por diente". Pues yo os digo: No
hagáis frente al que os agravia. Al contrario, si uno te abofetea
en la mejilla derecha, preséntale la otra; al que quiera ponerte
pleito para quitarte la túnica, dale también la capa; a quien te
requiera para caminar una milla, acompáñalo dos; a quien te
pide, dale; y al que te pide prestado, no lo rehuyas.
I Reyes 21, 17-29
Salmo 50
Gracias por tu bondad y tu inmensa compasión.

Mateo 5, 43-48
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:si amáis a los os
aman, ¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también
los publicanos? Y si saludáis sólo a vuestro hermano, ¿qué
hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los
paganos? Por tanto, sed perfectos como vuestro Padre
celestial es perfecto.
II Reyes 2, 1. 6-14
Salmo 30
Sed fuertes y valientes de corazón,
los que esperáis en el Señor.
Mateo 6, 1-6. 16-18
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: Cuidad de no
practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos
por ellos. Cuando recéis, no seáis como los hipócritas,
a quienes les gusta rezar de pie en las sinagogas y en las esquinas
de las plazas, para que los vea la gente. Cuando tú vayas a rezar,
entra en tu cuarto, cierra la puerta y reza a tu Padre.
Si 48, 1-15
Salmo 96
El Señor reina, la tierra goza
Mateo 6, 7-15
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:Cuando
recéis no uséis muchas palabras, como los paganos,
que se imaginan que por hablar mucho les harán
caso. No seáis como ellos, pues vuestro Padre sabe
lo que os hace falta antes que se lo pidáis. Vosotros
rezad así: Padre nuestro del cielo, santificado sea
tu nombre...

Reyes 11, 1-4. 9-18. 20


Salmo 131
Esta es mi mansión por siempre, aquí viviré porque la deseo.
Mateo 6, 19-23
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: No atesoréis
tesoros en la tierra, donde la polilla y la carcoma los roen.
Atesorad tesoros en le cielo, donde no hay polilla ni carcoma
que se los coman. Porque dónde está tu tesoro, allí está tu
corazón.

Crónicas 24, 17-25

Salmo 88
Mantendré eternamente mi favor.
Mateo 6, 24-34
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: no estéis
agobiados por la vida pensando qué vais a comer, ni por el
cuerpo pensando con qué vais a vestir.
12 Domingo Tiempo Ordinario

oacarías 12, 10-11; 13, 1


Salmo 62
Gálatas 3, 26-29
Lucas 9, 18-24

Mi alma está sedienta de di, Dios mío.

Ver presentación:
   

Reyes 17, 5-8. 13-15a.18

Salmo 59
Tu mano salvadora nos protege.
Mateo 7, 1-5
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:
No juzguéis y no os juzgarán.
II Reyes 19, 9b-11. 14-21. 31-35a. 36

Salmo 47
Grande es el Señor.
Mateo 7, 6. 12-14
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:
Tratad a los demás como queréis que ellos os traten.
II Reyes 22, 13; 23, 1-3

Salmo 118
Enséñame a cumplir tu voluntad y a guardarla de todo
corazón.

Mateo 7, 15-20
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: Cuidado con
los profetas falsos; se acercan con piel de oveja, pero
por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los
conoceréis.

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4a Natividad de Juan Bautista

Is 49, 1-6
Te hago luz de las naciones.
Salmo 138
Señor, tú me sondeas y me conoces.
Hch 13, 22-26
A vosotros se os ha enviado este mensaje de salvación.
Lucas 1, 57-66.80
´La madre intervino diciendo; ¡No!
Se va a llamar Juanµ.

Reyes 25, 1-12


Salmo 136
Que se me pegue la lengua la paladar, si no me acuerdo
de ti.
Mateo 8, 1-4
En aquel tiempo, al bajar Jesús del monte, lo siguió
mucha gente. En esto, se le acercó un leproso, se
arrodilló y le dijo: "Señor, si quieres, puedes
limpiarme". Extendió la mano y lo tocó diciendo:
¡Quiero, queda limpio! Y en seguida quedó limpio
de la lepra.
Lamentaciones 2, 2. 10-14. 18-19
Levanta las manos hacia el Señor.
Salmo 73
El Señor no olvida la vida de los pobres.
Mateo 7, 12-14
Vuelve a casa, que se cumpla lo que has creído
13 Domingo Tiempo Ordinario
I Reyes 19, 16b. 19-21
Salmo 15
Gálatas 5, 1. 13-18
Lucas 9, 51-62

Vuestra vocación es la libertad.

Ver presentación:
   

Amós 2, 6-10. 13-16

Salmo 49
Al que sigue buen camino le haré ver la salvación de Dios.
Mateo 8, 18-22
"Sígueme´.

Misa Vigilia de san Pedro y san Pablo


Hch 3, 1-10 // Sal 18 // Gál 1, 11-2o // Juan 21, 15-19
ëan Pedro y ëan Pablo

Hch 12, 1-11


³Date prisa, levántate. Échate el manto y sígueme´
Salmo 33
Proclamad conmigo la grandeza del ëeñor.
Contempladlo y quedaréis radiantes.
2 Tm 4, 6-8.17-18
El ëeñor seguirá librándome de todo mal,
me salvará y me llevará a su reino del cielo.
Mateo 16, 13-19
:  
    
'mós 5, 14-15. 21-24
Fluya la justicia como arroyo perenne.
Salmo 49
'l que sigue buen camino, le haré ver la salvación de
Dios.
Mateo 8, 28-34
Jesús les dijo: "Id".

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