Está en la página 1de 11
Uni6n de Militantes por el Socialismo Autoconvocatoria por el reagrupamiento y {a confluencia_politica_de los luchadores, fas fuerzas populares y la izquierda Documento aporte para el Seminario de debate 1. Imperialismo y Latinoamériea. Nuevos gobiernos en ef continente La base para interpretar la situacién y la dinémica del cuadro politico continental esta en la crisis del capitalismo a escala mundial, con centro en las metrépolis imperialistas, reaparecida como factor determinante en el iiltimo cuarto del siglo XX. La profundidad y magnitud de esa crisis clisica del sistema (sobreproduceién de bienes y servicios), se enmarca en un momento histérico sin precedentes, en el cual el capital tiene la iniciativa estratégica a escala mundial y la lucha interimperialista por el control de los mercados se manifiesta de manera constantemente agudizada, gravitando sobre el conjunto de contradicciones que atraviesan el planeta, a saber: # 1a pugna de los grandes centros del capital por el control de los mereados y por la succi6n de la plusvalia universal, Eventualmente esta pugna puede llevar a situaciones bélicas # confrontacién de las burguesias imperialistas con sus propios pueblos, con sus trabajadores, con ssus masas oprimidas, aplastadas, desocupadas, marginalizadas. # confrontacién de las burguesias imperialistas aliadas con las burguesias de los paises del Tercer Mundo, contra los pueblos de ese Tercer Mundo y contra sus trabajadores # choque de las burguestas imperialistas contra los paises del Tercer Mundo como tales, es decir, incluidos sectores significativos de sus clases dominantes Lejos de ser una novedad, esta situacién se ha repetido ciclicamente desde que el capitalismo se impuso a escala global pero factores nuevos se presentan sin embargo en dos tertenos: # Ia aceleracién de una revolucién permanente en ia ciencia y la tecnologia, que potencia el desarrollo de las fuerzas productivas y transforma sin pausa las formas de produccién y las relaciones individuales y sociales; # la inexistencia en la conciencia de las masas profetarias def mundo (geométricamente acrecidas precisamente por ef avance vertiginoso en la universalizacién de la ley del valor), de su propia condicién de tales y de que la respuesta a los innumerables, crecientes ¢ insoportables suftimientos ‘materiales y espirituales de Ia vida contempordnea est en la abolicién del capitalismo y la creacién de un sistema socialista mundial. La subjetividad de las masas es un factor objetivo para la revolucién, La caida de la URSS y Ia identificacién de este catactismo histérico con el definitivo fracaso del socialismo produjo un efecto letal en la conciencia de cientos de millones de obreros en {odo el mundo, clausurando para la inmensa mayorfa todo horizonte més alla del sistema capitalista, Como no podia ser de otra manera, esto redundaria en el debilitamiento de las organizaciones sociales y politicas de la clase trabajadora. Entrelazadas, estas causas y consecuencias permearian a toda la sociedad, ganando masivamente a las juventudes y la intelectualidad y estableciendo una dialéctica negativa que diezmé organizaciones, personalidades y proyectos socialistas de la mas amplia gama, La asunci6n plena y formal de los programas anticrisis del capitalismo (denominados ‘neoliberalismo’) por parte de los principales partidos socialdemécratas europeos y los movimientos nacional-populistas en América Latina, traduce la magnitud del cimbronazo histérico. El desconocimiento del impacto profundo que en las masas del mundo produjo la consumacién del fracaso de la primera revolucién socialista (un fracaso que, en rigor, habia ocurrido medio siglo antes), es una de las causas principales de los desvios de equipos y cusdros revolucionarios que sufrieron un vertiginoso distanciamiento de Ja realidad hasta llegar a la irracionalidad autoalimentada como fuerte de todo su accionar. Este es a grandes pinceladas e! boceto de la coyuntura histérica. Ahora bien, en este ciclo prolongado, los factores que inhiben la respuesta obrera no han impedido el agravamiento sistemético de la crisis del capital. El resultado es que los efectos del recrudecimiento acelerado de la crisis se han dirimido durante todo un periodo casi exclusivamente en el terreno de las clases dominantes, que disputan entre si la captacién y distribucidn de porciones cada vez mayores de la plusvalia mundial sin apenas resistencia por parte de las clases explotadas, que a escala internacional no cuentan con programa, organizacién, liderazgo ni banderas para ocupar el lugar que la crisis exige. La década de los 90 fue una etapa de contrarrevolucién a escala mundial, no hubo resistencia del proletariado. Esta apreciacién no excluye las innumerables luchas en todo el planeta; pero resistencia del proletariado significa lucha con un programa y con una direccién politica dispuesta a asumir el poder politico, Porque en medio de una crisis capitalista o se resuelven los problemas de la humanidad sobre la base de Ja toma det poder politico o se aplica el programa de salvaci6n de la burguesta, es decir, la destruccién de las masas. No es posible trazar una estrategia y elaborar un programa eficientes si no se parte de esta comprobacién. La estridente paradoja de que esto ocutra precisamente cuando la necesidad y la posibilidad objetivas de la realizacién del socialismo son mayores que nunca en la historia, no hace menos real la falta de conciencia y la desorganizacién de la clase obrera mundial. A cambio, asegura que hay fimdamentos objetivos més que suficientes para una tarea estratégica de recomposicin en todos los planos. Pero bay dos jugadores ante el tablero del ajedrez mundial: frente a las fuerzas de fa revolucién, estan las fuerzas de la contrartevolucién, Bl desenlace de la convulsiva crisis que amenaza al mundo no es fatal. La derrota no ya de las fuerzas revolucionarias, y siquiera de las clases explotadas, sino de la propia humanidad, es una posibilidad cierta. La victoria requiere quitarle 1a iniciativa al imperialismo y las burguesias locales, cambiar la relacién de fuerzas, recrear una conciencia de pertenencia clasista y una voluntad revolucionaria en las masas, articular en cada pais el accionar de millones y organizar la capacidad de intervencién centralizada de cientos de miles de cuadros; requiere crear y enarbolar una bandera comiin para las victimas de la crisis en todo el planeta. Suramérica como vanguardia internacional Desde fines de los afios 90 Estados Unidos perdié la injciativa en América Latina y comenz6 a retroceder. Y decir esto no implica considerar que el imperialismo sea un tigre de papel. Retrocede malherido con toda su fuerza. Y bubo hechos que cambiaron la superficie de ese pais. El primero, los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001, devastador también en términos de conciencia en un pais que no tuvo guerras en su tertitorio, en términos de pérdida de las masas de Estados Unidos, en cuanto condiciones de vida y en el régimen de garantias civiles y derechos individuales. En su lenguaje, estén perdiendo la democracia. La historia recrea siempre una premisa que no es nueva para los marxistas: el socialismo no puede vivir sin la democracia de los trabajadores, el capitalismo sobrevive a expensas de la democracia burgues EU se encuentra en una situaciéa mucho mas grave que la que tenia en los aftos 80 cuando lanza sv contraofensiva estratégica en todos los terrenos y usé como uno de sus instruments apoderarse de la bandera de la democracia (consiguié que hasta sectores revolucionarios le quitaran su contenido de clase y hablaran exclusivamente de democracia con lo cual en Cuba no hay democracia y en Estados Unidos si). Concepciones y lineas de accion Es imperativo revisar concepciones. en especiat {as que levaron a numerosas organizaciones y partidos a ver en 1990 una ofensiva victoriosa del proletariado revolucionario y no entender cuestiones fundamentales del periodo: que la reactivacién del movimiento revolucionario vendria por la fractura del imperialismo, por la brutalidad de Ia opresién imperialista sobre las burguestas regionales y que no habia organizaciones ni conducciones capaces de_afrontar esa situacién. De igual modo seria clave percibir el movimiento que se trazaba en Venezuela y el lugar del comandante Chivez como cabeza de la contra erisis, el papel contradictorio del PT en Brasil y el lugar de la Revolucién Cubana (el partido y Fidel Castro) como defensa de los principios de ts teoria y la préctica revolucionarios socialistas, a) Acerca de Cuba La virulencia de los ataques del imperialismo a Cuba no ha tenido parangén entre el poderio econdmico, politico y militar aplastantes de Estados Unidos y la gravisima situacién atravesada por Cuba en la coyuntura de los 90. La cuestién es que Cuba encama una democracia diferente y la arremetida, por encima de errores y limitaciones asumidas por Ja misma direccién (proceso de rectificacién de errores tendencias negativas a partir de 1985, dificultadas por el perfodo especial) radica en su virtud esencial, su naturaleza de clase. Los cuestionamientos a Cuba por parte de un arco de organizaciones del arco de izquierdas se han centrado en la permanencia del partido tico. Es un problema que reviste extrema gravedad porque no se puede permitir otro partido en Cuba hoy. Es bueno recordar que las ideas y conceptos no se despliegan en abstracto sino en situaciones coneretas, Hablar de multipartidismo en Cuba significa dar la palabra y fos instrumentos al enemigo. 20 que harfa el imperialismo con esa posibilidad?, EI verdadero desafio para los revolucionarios esta en descubrir cdmo se expresa y garantiza en cada circunstancia el debate y la diversidad de la sociedad, De qué manera se resuelve el funcionamiento pleno del centralismo democrético en la transicién socialista en el cuadro mundial y continental presente. Y se trata de implementar todas las correcciones necesarias. Ese papel lo ha cumplido Fidel Castro, el Partido Comunista de Cuba y la tevolucién cubana. Desde el registro intervencidn de Jas deformaciones y también sobre las consecuencias de la apertura al mercado en el periodo especial. Las palabras de Fidel Castro en 1993 al afirmar que la Revolucién atravesaba un period donde no estaba en juego avanzar en el socialismo sino defender sus conquistas era la caraeterizacién clara de la etapa en curso, En ese sentido Cuba ha mantenido la movilizacién permanente de las masas y un sistema de participacién en sus instancias electivas. Al tiempo que permitieron el ingreso de capitales, las inversiones y el veneno del turismo, en ese mismo momento fortalecieron la planificacidn de la economia y la presencia de la poblacién en las calles. b) La cooptacién del PT: El proceso de degeneracidn y muerte de los grandes movimientos nacional-populistas que dominaron el escenario politico latinoamericano durante buena parte del siglo XX abrié paso a una batalla estratégica entre tres cortientes filoséfico-politicas por la conquista de las masas’ la socialdemocracia, el socialcristianismo y el marxismo. En términos politicos, esa bataifa se limita a dos contendientes. Quienes proponen una petspectiva de reformas dentro del sistema y quienes plantean la necesidad de acabar con el sistema de expiotacién, El recorrido seguido por e! PT (que ha sido la expresin de la unidad social y politica de masas afirmado en Ja clase obrera) no puede comprenderse al margen de esta confrontacion que tuvo en fa derrota petista de 1994 un punto de inflexién. Hasta ese entonces, en la relacién de fuerzas intema, el PT no habia sido conquistado por Ja socialdemocracia, Esa situacién cambia a partir de 1995 y en el pais mas grande de ta region se consumé la victoria socialdemécrata, lo que tendria impacto sobre todas fas fuerzas del continente. Sobre el PT se lanzaron aparatos financiados desde Europa, de la socialdemocracia y el socialeristianismo, un aluvién de ONG’s con cuantiosas inversiones y mecanismos de cooptacién y corrupsién. Frente a esa andanada, las corrientes marxistas y revolucionarias del PT no pudieron asumir la tarea de convocar y ser parte de {a imperiosa necesidad de recomposicién de las fuerzas marxistas en Brasil y América Latina. Quedaron atrapadas en la légica electoral y en la gobernabilidad reformista en lugares que fueron sus bastiones, como Porto Alegre y Rio Grande do Sul. En la dinamica de desvios la direccién hegeménica el PT consolidé un acuerdo con el Partido Liberal y la iglesia evangélica. Qué implicé entonces el triunfo de Lula en enero de 2002? Una alianza de un partido obrero, con un partido burgués, Para llevar adelante el programa de la burguesia brasilefia gue incluye poner algiin limite al imperialismo y resistir el ALCA, usta necesidad objetiva de la burguesia latinoamericana, La victoria del PT ha sido al mismo tiempo un hecho que implica un Gristico desplazamicnto de fuerzas en detrimento del imperialismo y del gran capital, conducido por una direccién politica centrista dominada por la socialdemocracia, con base obrera, campesina y popular. o} Venezuela como vanguardia: La Revolucién Bolivariana ha asumido el papel de vanguardia en esta, nueva ofensiva continental contra Estados Unidos (dejando de lado Cuba que siempre tuvo la vanguardia desde el punto de vista tedrica, préctico y conceptual) y ha instalado nuevamente la ‘andera del socialismo como perspectiva de emancipacién de Ja humanidad. En 1995 la UMS publicé las posiciones del entonces recién liberado Hugo Chavez y vot6 el respaldo al Polo Patriético en las elecciones de diciembre de 1998, que Hevaron a Chavez a la presidencia, Caracterizamos el fendmeno como un signo del desarrollo de la lucha antiimperialista, como expresién de la declinacion irreversible de los partidos dominantes durante el siglo XX, y ‘como el inicio de una revolucién cuyo curso dependeria de lo que ocurriera en el resto de América Latina pero que en ningéin caso seguire ef derrotero “institucional” tan caro a centristas y reformistas de todo ! mundo. El impulso de radicalizacién en todos los planos parte del equipo del propio gobierno y centralmente de la figura del presidente Hugo Chavez replantea Jos problemas tedricos y politicos de Ja transicién. Y toda respuesta genuina no podra afirmarse en el esquematismo y el dogmatism. La Revolucion Bolivariana no responde al esquema clisico del doble poder. Entonces, ;los/as marxistas deben estar dentro o fuera del gobierno? Debemos ser parte. Estar en el centro de Jos problemas y decisién de los problemas. En el centro de ta conffontacién con el imperialismo y en ias pugnas intemas que, en todos los planos, dirimen el rumbo hacia la construccién de relaciones sociales no capitalistas o la restauracion. 4) La irrupeién de Bolivia: Es otro ejemplo de una realidad que recorre el continente. Evo Morales desmonté la totalidad del espectto partidario tradicional. En su victoria arrolladora est plasmada la unificaci6n social y politica de los explotados y oprimidos bolivianos, que habia comenzado a tomar forma en 1995 cuando en un Congreso de la Confederacion de Campesinos de Bolivia se creara el “Instrumento politico por la soberania de los pueblos”, nombre inicial de la fuerza ganadora en las elecciones, Vale reiterar el fendmeno que subyace. La lucha social emerge en un cuadro de desagregacién de la partidocracia tradicional (con las particularidades de cada pais) y la ausencia de formas movitnientistas de cardcter nacionalista (ya entregadas sin disimulo al imperialismo). Es asi como Jas victimas de fa crisis del sistema que multiplica la pobreza, la marginalidad y la explotacién, necesitan, reclaman y eventualmente construyen una “erramienta politica propia”, a su semejanza, heterogénea ideolégicamente, difusa y hasta contradictoria en términos programaticos, con dirigentes reales de movimientos reales. Es parte de una etapa de transicién que forja instancias organizativas de transicién. El MAS pudo congregar a la inmensa mayoria y en la sintesis de obrero, campesino e indio sumar una historia de lucha, E1 MAS no es un partido revolucionario cldsico y en rigor no és un partido. Es precisamente el instrumento politico para la marcha conjunta hacia objetivos centrados en la recuperacién de la soberania y en la lucha antiimperialista. Cuba, Venezuela, Bolivia, conforman la delantera de un movimiento que actita objetivamente en detrimento de Estados Unidos, Conclusiones del cuadro continental - Otra etapa Asistimos a un ciclo de violentas turbutencias en todo ef mundo. Se trata del agotamiento de la titima ofensiva estratégica del capitalismo imperialista, lanzada a fines de los ’70, vietoriosos en todos os planos a fines de los ‘80 y reinante sin contraparte durante los “90. En ese cuadro Suramérica ha ingresado en una fase histérica cualitativamente diferente a la que rigid su movimiento durante el cuarto de sigio precedente. Un paso que no se verifica en tal dimensién en el resto del mundo, La transformacién cualitativa se muestra hoy @ la vista de todos con Ia irrupeién de la Revolucién Bolivariana de Venezuela y el realineamiiento sistematico y creciente de los paises del érea en un bloque objetivamente contrapuesto a la voluntad estadounidense para la regién. Asi como en todo el ciclo anterior predominé el fendmeno de transformacién de las grandes fuerzas politicas de masas de naturaleza populista nacional-burguesas en ddciles y eficientes instrumentos del eapital financiero para afrontar la crisis del sistema mediante partidos con respaldo de masas (el PRI en México, el peronismo en Argentina), ahora se asiste a una rearticulacién de aquéllas y otras fuerzas sociales y politicas en tomo a un factor determinante: la necesidad de resistir a la descontrolada voracidad imperialista, obligada a su vez por la aceleracién de la crisis del capitalismo mundial. En Suramérica se asiste (con pocas excepciones) al pericdo final de la transfiguracién y desagregacién de los partidos politicos que rigieron el curso de Ia historia del Ultimo siglo en la regién. Y esto conlleva a una profunda crisis politica en cada uno y todos los paises de la region y a la emergencia de nuevos fenomenos. El punto de partida de la transicidn en Suramérica esta definido ante todo por lo que no es: y no es la respuesta socialista del proletariado y su vanguardia revolucionaria marxista a la crisis sin precedentes del sistema capitalista, Mas ain: no es el resultado de la movilizacién de la clase irabajadora como tal. Los cambios que han determinado el viraje del curso politico generat en [a regién, resumibles en el fracaso del Alca y Ja creacién de una balbuciente Comunidad Suramericana de Naciones, resuitan sobre todo del choque de intereses entre las burguesias regionales y el imperialismo estadounidense (con algo mas que el visto bueno de la Union Europea), en un contexto de prolongada desmovilizacién de la clase obrera industrial en toda el area, El conjunto de regimenes y gobiemos suramericanos esta atravesado por una pugna estratégica: una integracién centrada en la propuesta de anexién colonial, e| ALCA y el proyecto de integraciOn suramericana. A su vez. esta propuesta se enmarca en dos visiones diferenciadas: a) los acuerdos de intereses privados, de negocios para el capital local de cada uno de los paises, es decir los intereses de gobiemos y fracciones de las burguesias nativas acosadas or la exaccién de plusvalia por parte del imperialismo estadounidense, una perspectiva donde Ia légica del valor y el lucro, impulsa a la competencia y el enfrentamiento en desmedro de la convergencia. Es la visién del Mercosur ampliado limitado a los acuerdos econémicos. Hay que sefialer que lo opuesto al ALCA no es el Mercosur. Es la defensa de todo aquello que contribuya a instaurar una dinémica en cuyo desenlace historico esta la creacién de una Confederacién Socialista de las Américas. El Mercosur emerge como un émbito en el que se abroquelan las burguesias regionales para resistir a Estados Unidos. No obstante, un Mercosur ampliado debe ser apoyado por los sevolucionarios marxistas entendido como via de transicién hacia formas politicas (Confederacién, moneda nica) y econémicas (planificacién de grandes. emprendimientos) conjuntas. En una répida y contundente respuesta politica a Estados Unidos, Chavez, afirmé en la reunién de presidentes en Paraguay y luego en Brasilia que habja que “formatear” el Mercosur. Es decir, violentar su contenido fundante ligado al concepto de mercancia. b) Un proyecto estratégico de convergencia politica a partir de la soberania, de la organizacién y conciencia de los obreros, campesinos, jvenes, mujeres, estudiantes, de Jos movimientos de masas tras el objetivo de la Unién de Naciones Suramericana. Con un plan y un Programa de Accién continental: el ALBA (Alianza Bolivariana para las Américas) firmado ya por Cuba y Venezuela, La Casa Blanca prepara una agresién militar @ gran escala. No s6lo contra Iran, Sudamérica estd en le mira. El Pentigono tiende lineas de proyeccién bélica hacia el Sur del Rio Bravo, mientras el Departamento de Estado opera para lograr la secesin de paises clave. Logré demoler una instancia como la Comunidad Andina de Naciones (al respecto Chavez definié en esos encuentros de mandatarios de la regidrt, que “el imperio lo maté” a través de los, Tratados de Libre Comercio bilaterales firmados por Colombia y Peni y que se retiraba de esa Comunidad Andina). Busca desatticular el Mercosur, exacerbar conflictos reales y ficticios entre los paises del area. Son medidas complementarias apuntadas @ contrarrestar el movimiento convergente plasmado en la iltima reunion cumbre de las Américas y a crear conflictos que eventualmente deriven en enfrentamientos armados. Estados Unidos promueve la separacién del Estado Zulia en Venezuela; y del departamento de Santa Cruz en Bolivia. La situacién de las papeleras tiene entidad propia pero ha sido magnificado, tergiversado y puesto fuera de control. La arremetida con los TLCs es una llave maestra de esta estrategia, En definitiva, Washington promueve Ia fragmentacién en América Latina y el Caribe. El papel que en ese conjunto juega la Revolucidn Bolivariana de Venezuela agrega un factor revulsivo, que a la vez empuja y frena a fos gobiernos de la regién obligados a tomar distancia de ‘Washington: si no siguen el ejemplo de las medidas radicales que aplica Hugo Chavez en favor de Tas masas y en defensa de la soberania y el crecimiento, estarin amenazados por obreros, campesinos y juventudes embanderados con un proceso que ya ha proclamado la necesidad de transponer ei capitalismo y edificar un nuevo socialismo; si intentan emularlo mientras frenan el impetu de aquella revolucién, dia a dia mas identificada con la Revolucién Cubana, corren el riesgo de chocar con sus socios-enemigos y ser derrocados por ellos. En cl centro de este dilema, el Departamento de Estado estadounidense no disimula su estrategia: el empleo de la violencia a escala hemisférica, con punto de partida en Venezuela y Cuba y apoyo en su dispositivo militar continental. Frente antiimperialista Desde una perspectiva revolucionaria, obrera y socialista, ,qué actitud correspondia adoptar frente a la colisién entre un multiforme y apenas esbozado bioque de gobiemos suramericanos frente a Estados Unidos? ¢Cémo conquistar el corazén y la conciencia de las grandes mayorias sin patticipar en la primera fila de ese combate? Para el pensamiento revolucionario marxista aquella pregunta no deberia dar lugar a duda. s en relacién con fenémenos anélogos que la naciente Revolucin Rusa, amenazada por la guerra imperialista a escala mundial, teoriz6 en el IV° Congreso de la Internacional Comunista el concepto de Frente Antimperiatista Ahora bien, si la regién como tal esta a la vanguardia de la situacién internacional, si en ese conjunto juegan un papel fundamental los gobiernos de Cuba y Venezuela, ef generalizado y prolongado repliegue de la clase obrera, la dilucién y confusién de una perspectiva socialista, la inexistencia de organizaciones revolucionarias marxistas con arraigo de masas, facilita lo que esta a Ja vista: fa imposicién de respuestas de caricter capitalista a la crisis del sistema. Pero como estas respuestas no lo son sino en términos extremadamente parciales y breves, y como el imperialismo redobla sus ataques para recuperar la inicjativa y el contra! de fa regién, resulta que Suramérica marcha a la vanguardia en una conftuntacién con el imperialismo bajo la hegemonia de fuerzas politicas que, sea por pertenencia de clase, por desvio o por franca degeneracién, representan el interés y el programa del capital, es decir, en este punto de desarrollo y crisis del sistema, encarnan una perspectiva anacrénica que en hipétesis alguna puede arribar a una victoria frente al imperialismo. He alli 1a enorme significacién politica de la actitud de Chavez, quien en los tltimos dos afios comenzé 2 plantear que no hay solucién en el marco del capitalismo y es necesatio recrear el sovialismo del siglo XXI. He alli la importancia decisiva del concepto de Frente Antimperialista, es decir, del reconocimiento de una situacidn en que urge sumar todo lo posible contra la arremetida imperial (y quitarle al enemigo tantos aliados como sea posible), sin deducir de alli que la burguesia local -necesariamente asociada y dependiente del capital financiero internacional cuando se ve obligada a controntar al proletariado- es un “enemigo secundario”. ‘No hay duda que un Frente Antiimperialista hegemonizado por gobiernos centristas, mucho mis si son parte de gobiemos oscilantes la situacién es diversa en Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay- no sera capaz de llevar delante de manera consecuente una perspectiva antiimperialista y anticapitalista. Mucho menos cuando se acelera la crisis capitalista. Para los/as_revolucionarios/as marxistas el problema es cémo desarrollar una tarea en tres planos simulténeos, inseparables interdependientes: el Frente Unico Antiimperialista, que mas que una estructura organizativa, es una politica que constantemente se articula en toro de objetivos concretos contra el imperialismo, la herramienta politica de masas con eje en los trabajadores, y la recomposicién de fuerzas marxistas. En esta coyuntura es imperativo y urgente afirmar un punto de unidad social y politica pare as masas sobre la base de un programa de frente antiimperialista. Para las masas en su estado actual: confusas, desmoralizadas, desideologizadas, disgregadas al extremo, acuciadas a cada instante por una crisis econémica devastadora en todos los drdenes. Eso es hoy una herramienta politica de masas, cuyo minimo comin denominador s6lo puede ser la identificacién de un enemigo visible por millones: el imperialismo. “Cerrar filas contra los yanquis” es Ia consigna que puede abroquelar a millones de victimas, en un marco organizative capaz de contener no s6lo esas magnitudes, sino las diferencias de todo orden que supone el actual cuadro social. En cualquier caso, para delinear y articplar su respuesta a la depresién econdmica, la opresin imperialista, la defensa de las libertades individuales y las garantias democriticas, los/as revolucionarios/as marxistas debemos salir necesariamente del marco nacional ¢ instalarnos en ¢} contexto internacional y especificamente latinoamericano. No puede haber lucha antiimperialista al margen de un programa con eje en la unidad latinoamericana, articulado mediante consignas tales como defensa incondicional de Cuba, enfrentamiento directo y militante con el Plan Colombia y la militarizaci6n de] hemisferio, repudio a la deuda externa de la regién y recuperacién de las riquezas saqueadas a través de ésta en el tiltimo cuarto de siglo, lucha contra el anexionismo implicito en el ALCA, IL. Situacién argentina, Perspectiva y politica de la izquierda, Lineamientos programaticos Determinantes generales del gobierno Kirchner Aproximarse a la naturaleza y composicién del gobierno de Kirchner requiere partir del complejo cuadro analizado en el punto precedente. El colapso general de Argentina a fines de 2001, con el estragulamiento del mecanismo econémico y la explosi6n social forma parte del nuevo panorama regional. Hay que subrayar sin embargo que ambos Yenémenos aparecieron de manera extraordinariamente tardia y acotada. La clase obrera y la sociedad en general toleraron ~y en més de un sentido apoyaron- una operacién sin precedentes de saqueo nacional. El plan de convertibilidad, que durd diez afios, no tenfa base econémica objetiva para completar el primer semesire luego de aplicado. Sélo la derrota de las grandes huelgas ferroviaria y metalirgica -en cuyo desenlace hay dirigentes y organizaciones de izquierda que no pueden eludir responsabilidades- permitié fa mantencién absolutamente artificial de un mecanismo econémico que desangraba minuto a minuto al pais ante la mirada enajenada de las victimas. Y cuando este artificio estallé, la clase obrera como tal se mantuvo absolutamente prescindente. La explosidn de fines de 2001 iniciada por Jas masas marginalizadas del Gran Buenos Aires y puntos del interior, continuada en otra escala y con otro sentido por las clases medias urbanas, tuvo como rasgo sobresaliente 1a ausencia del movimiento obrero (y especificamente del proletariado industrial) como clase, aunque los trabajadores/as participaran como individuos. Tradujo a su vez una feroz lucha interburguesa, No es posible desconacer que detrés de esa irrupcién actud el gobierno y el aparato peronista de Ja provincia de Buenos Aires, a los que se sumaron grupos de ultraderecha y Ja participacion, por accién y omisién, de la policia bonaerense. En cuanto al amplio arco de clases medias que salié a la calle, el hecho més positivo fue que lo hiciera contra el estado de sitio y contra los partidos de la burguesia. La volatilidad de las clases medias y sus vuelcos a izquierda y derecha no tardaria en mostrarse. La importancia fundamental de ese punto de inflexién en la realidad nacional fue confundido por numerosos partidos y corrientes como un “argentinazo” que volteaba gobiernos. Las Asambleas Populares fueron vistas como ambitos capaces de asumir un programa revolucionario. Un afio después estaban en juego dos posibilidades: saldar ef fenémeno de movilizacién en una salida politica unificadora del conjunto de los trabajadores y el pueblo, una herramienta politica de masas, © por el contrario la recuperacién politica det capital como conjunto, con un cambio de hegemonia coyuntural en el control del gobierno, Un amplio arco de las llamadas yarguardlias revolucionarias proclamaban que la marcha aniversario en diciembre de 2002 seria el segundo “argentinazo”. La consecuencia fue que el capital Jogré retomar la iniciativa politica en todos los planos. Nada de lo que seguiria puede comprenderse sin este punto de partida, Desde alli, hay que volver sobre la estrategia del capital para recomponer su control politico sobre la sociedad desarticulada y sublevada en franjas incompatibles a corto plaza: los desocupados y marginalizados y las clases medias en toda su amplitud, llegando hasta fas capas més altas, Naturaleza y caracter del gobierno Kirchner La aparicién de un elenco desconocidos para las masas, le adopcién de gestos y conductas radicalmente diferentes a las que hastiaron durante las décadas precedentes, la implementacién de cambios anhelados por millones, produjo una corriente de gran expectativa en el nuevo elenco gobemante. Sobre una profunda necesidad de creer muchos soslayaron la convivencia en el gabinete de conocidos trubanes con nombres respetables por conducta personal. Sobre esta arquitectura, fragil pero existente, las clases dominantes aleanzaron nuevos niveles de Iegitimidad ‘mediante una sucesidn de elecciones. ‘Una tenaza operd sobre las izquierdas en un sentido amplio. Hubo quienes sostuvieron que se trataba de “acumular junto a Kirchner”, o por el contrario Ja definicién fue que “Kirchner es igual a Menem”, La idea de acumular fuerzas antimperialistas y anticapitalistas desde dentro de la operacién estratégica del gran capital tiene menos sustento aun que cuando la misma operacién se intenté bajo la égida de Peron, en el primer quinquenio de 1970, A la vez, Kirchner no es igual a Menem. No lo es ante todo porque tiene tras de si otro sector de 1a burguesia local ¢ internacional; pero también porque el momento de la crisis general del capitalismo es otro, porque es diferente el continente latinoamericano al existente en 1990, porque es otra la sociedad argentina en comparacién con la de entonces, porque no cuentan de Ia misma forma el PJ, la UCR y Ja CGT. Y porque no se puede crear un nuevo Frepaso ni una nueva CTA que repitan el papel cumplido por estas organizaciones en mas de una década. La visién de que “Kirchner es igual a Menem" Ilevé a inconsistencias tebricas y politicas graves. La inversién de la realidad condujo a organizaciones y partidos (incluidos algunos de los llamados revolucionarios) 2 establecer una identidad entre el gobiemo de Kirchner y el menemismo; entre este gobiemo y Ia dictadura. Y a evaluar toda utilizacién de la fuerza del Estado como “escalada represiva”. Semejante ausencia de rigor y precisin en las caracterizaciones, impide analizar la cuestidn central: 1a naturaleza del Estado burgués. La burguesia no apela en cualquier momento de su dominio de clase a una escalada represiva ni paga ese costo politico. Tiene en sus manos el funcionamiento normal del sistema capitalista y la utilizacién legal y constitucional de su aparato represivo para defender la propiedad privada, La debacle de décadas oculta que el Estado burgués (aun aquél que permita el desempefio de Jas garantias civiles y las libertades democraticas es una dictadura del capital). Es tarea de fos marxistas llevar esta comprensién a las masas, como pasos imprescindibles para entender la lucha por el poder. Qué cardcter tiene el nuevo gobierno y cual debe ser frente a él Ia posieién de los iuchadores sociales? En la configuracién del nuevo gobierno oper una confluencia de fuerzas y sectores conformados con antelacién a la caida de la Alianza, El llamado kirchnerismo ha sido la resultante (inesperada para sus propios componentes) de tuna operacién audaz de un grupo de cuadros peronistas provenientes de la JP de los aiios 70, Ilegado a} gobierno a causa de la divisién profunda de las clases dominantes en 2001, e! fracaso relativo del plan que diera lugar al golpe de mano de diciembre de ese aito, la imposibilidad del dio Duhalde-Alfonsin de conducir segin lo previsto la transicién, en el marco del colapso de la representacién politica historica del conjunto del capital y sin posibilidad de recurrir a las fuerzas armadas para el ejercicio del poder. De tal manera, el gobierno Kirchner nacié como instrumento por descarte para la reorientacién econémica planeada por Alfonsin, Duhalde, la iglesia y un sector del capital (objetivo logrado en una primera fase a través de un mismo ministro de Economia para la transicién y el nuevo equipo gobernante). Ese instrumento circunstancial aceptado como un recurso desesperado y temporario por el ala de la burguesia integrado al capital financiero internacional. Pese a su ostensible derrota politica, este dltimo sector ubicd sin embargo algunas piezas clave en el nuevo elenco gobernante, entre otros el vicepresidente y el ya destituido ministro de Justicia, Desde su asuncidn Kirchner ensayé tres vias de accién: la “transversalidad”; el ingreso al PJ en un intento de coexistencia con Duhalde mientras buscaba la hegemonfa; la creacién de! Frente para la Victoria, Se llega al F p la V luego del fracaso de las dos tacticas previas. Ese fracaso expresa que el Kirchnerismo no logré afirmarse en ningin sector social concreto, El gobierno de K sostiene una linea de no confrontacién con el poder econémico burgués y el imperialismo, y pretende medrar entre fos pliegues de sus contradicciones. La ambivalencia facilita la creacién de un espejismo, porque se insiste en que el mentado crecimiento tiene en su origen la devaluaci6n y el aumento de las exportaciones, pero las estadisticas distorsionan y ocultan la génesis histérica del proceso social que ha motorizado tal recuperacién: la expropiacién del salario. Con la consiguiente fractura profunda en la clase obrera: entre asalariados, trabajadores informales y prevarios y desocupados. Frente a este fenémeno algunos creen repetir la experiencia vivida en 1973 con Ia victoria electoral del peronismo, A diferencia de entonces ya no se trata de alcanzar el “socialismo nacional” con Cimpora, sino de recomponer el “capitalismo nacfonal” con Kirchner. Otros no van tan lejos, y se esfuerzan por contraponer al cataclismo actual un “capitalismo serio”. La idea de embarcarse en un ilusorio renacimiento capitalista con Kirchner como salvador es una utopia reaccionaria, con prescindencia de intenciones y voluntades de los involuctados en ella, Desde otro lugar, suele esgrimirse como ‘nica respuesta la consigna “socialismo ya”; proponer una insurreccién ya para imponer un “gobiemo obrero”, precisamente cuando el presidente despierta expectativas positivas en una mayoria abrumadora de la poblacién, en primer lugar de los trabajadores, A fa vez es un absurdo légico proponer frenar la intemacionalizacién de las fuerzas productivas y pretender en este cuadro lo que no logrd Perén en los 50, Frondizi en los 60 0 Alfonsin en los 80: “‘capitalismo nacional” y desarrollo suficiente para sacar al pais del atraso y la miseria Por lo demés, toda téctica ha de partir del peso material que significa que la nocién de conciliacién de clases predomine desde hace décadas -y haya vuelto a imponerse con ropajes nuevos en los uiltimos afios- no ya en la préctica sino también en la teorfa, transformando la necesaria confluencia circunstancial de fuerzas con sectores de las clases historicamente opuestas al proletariado, en una concepcién policlasistz de 1a transformacién social, de modo tal que el conjunto del activo militante se divide entre quienes frente al fenémeno hoy encamado en Kirchner proponen sumarse como flanco izquierdo y quienes rechazan toda y cualquier consideracién de biisqueda de frente tnico. IIL. Reagrupamiento continental y en Argentina Solo es posible plantearse las vias de un reagrupamiento de fuerzas desde la caracterizacién del cuadro mundial y continental y a partir de definir la relacién entre las masas y la vanguardia revolucionaria, El andlisis realizado en el Punto I es el marco del cual partimos para situar a modo de ejemplo la situacién de las corrientes revolucionarias en Brasil, Venezuela y luego Argentina. La crisis del PT, generé la convergeneia de personalidades y corrientes en el Psol, articulado ya a nivel nacional, Dominado inicialmente por posiciones izquierdistas, puede dar un cambio significativo luego del ingreso de otras tendencias provenientes de Democracia Socialista. Un arco plantea que el Psol sea la continuidad del PT inicial Jo que implicaria revertir las posturas ultraizquierdistas, con una politica de frente tinico con el PT, ef gobierno de Lula y el Movimiento sin Tierra. No hay signos sin embargo de que ta dindmica de divisién de cuadros y organismos de la izquierda se haya parado. Venezuela no ha logrado resolver la edificacién del partido de la Revolucién. Impulsado en distintas oportunidades, no se verifica al momento un punto de reagrupamiento capaz, de resolver este vacio politico. Y no es con la conformacién de la légice izquierdista que sera superada, por el contrario esta légica reiteraré la dinémica fraccional del conjunto en una divisién clasista ficticia, de aislamiento y sin intervencidn real en la Revolucién. Y con prescindencia de intenciones puede llegar a actuar en contra de la Revolucién. Argentina como espejo de desagregacién La extrema fragmentacién de Ia clase obrera y el conjunto social de las iltimas décadas traduce un periodo de transicién en el desarrollo de su conciencia, luego de haberse expresado durante décadas en el peronismo y haber articulado el combate social cotidiano desde una concepcién de conciliacién de clases. A la crisis de representatividad politica y sindical, la division de los partidos burgueses, se sumé el sectarismo y fractura demencial de las organizaciones de izquierdas. A su vez la decadencia de} modefo sindical a través de los cuales los trabajadores manifestaron sus exigencias y reivindicaciones, puso en evidencia el vacio de herramientas politicas y sindicales propias para resistir la ofensiva del capital. Entendemos que el problema central a resolver en el caso de Argentina ha estado en el combate por definir el signo ideolégico y politico de las masas para el proximo periodo. Y en esa batalla la burguesfa ha logrado la iniciativa. Dos tareas fndamentales estén inconclusas en el escenario nacional: alcanzar la unidad social y politica de los trabajadores y sectores populares en su propia hetramienta, Una hertamienta politica capaz de contener a quienes han iniciado Ia ruptura con las distintas variantes de la conciliacién de clases y se encaminan en una definicién independiente, plural, democrética, antiimperialista y en una perspectiva anticapitalista. La nocién de herramienta politica de masas implica la unidad politica de un conjunto plural que excluye por tanto la unidad ideoldgica. Inescindible de esta tarea es la necesidad de que los/as marxistas encontremos nuestra via de recomposicién teérica, politica y organizativa, que trabajemos para un comando unificado hacia la constitucién de un Partido de los Comunistas. Hubo momentos clave para avanzar en la conformacién de una herramienta politica de ‘masas y en ese marco dar paso en la recomposicién de los revolucionarios marxistas (fines de los 80 y erisis de 2001) y fueron frenados por la reiteracién de la conciliacién de clases, como rémora del peronismo enraizado en la préctica y la conciencia y su convergencia ideolégica con el frentepopulismo stalinista; el frentismo de izquierda como combinacién de siglas sin arraigo de masas, producto de la desagregacién sin freno y del estallido de formas de construccién sectarias. Como parte de la devaluacién tedrica y politica el fin del siglo XX tuvo la reaparicién de manifestaciones neoanarquistas y de corrientes autonomistas que {legaron a propiciar que no hay que luchar por el poder. Vale detenerse en la nocién de unidad de la izquierda, porque ha atravesado los intentos de construccién de todo el periodo, Se trata de una categoria que tiene por un lado la ambigiiedad de su propio término. Ha conducido muchas veces al oportunismo (son de izquierda tanto aquetlas organizaciones que proponen que Fidel Castro no es revolucionario, como otras que se han incorporado al Frepaso, Alianza y versiones actualizadas como el Grupo Rosario) y otras ha llevado al sectarismo suicida (todos son de derecha menos expresiones cada vez mas infimas, animadas por las urgencias de aparato y una escalada fraccional inédita y esterilizante). Esta utilizacién de la categoria izquierda hace imposible tanto la diferenciacién como la unidad. Esta Jigica Mevado por ejemplo a construir agrupaciones o tendencias clasistas que, timitadas al Ambito sindical remiten la accién politica a un supuesto partido revolucionario (que ademés coincide con el de pertenencia de cada activista), con lo cuat ja inmensa mayoria de los trabajadores queda fuera de la posibilidad de unificarse pofiticamente como clase. Subyace en esta mirada la idea de que el desarrollo de le conciencia de clase queda reducida a los sectores de vanguardia de la lucha social, quienes, mediante su prestigio, arrastraran al conjunto. Una perspectiva que desemboca en el vanguardismo y el espontaneismo en el proceso de constitucin de los trabajadores como clase. Otro angulo que completa esta concepcién es la premisa de que fas masas obreras son revolucionarias en esencia; y si no avanzan es por la traicién de sus dirigentes. Se trataria entonces de conformar una direceién pero como cada uno de los agrupamientos que sustenta estas posiciones se considera a si misma la direccién, el desenlace es la acusacién a todos los dems de pequefio- burgueses © contranevolucionarios, con la subsiguiente division a cada paso. La préctica de construccién se reduce a tomar a Ja clase obrera como base instrumental y al partido como aparato. Estas deformaciones se han expresado en practicas y conductas. Pretender que en cada conflicto sindical, social, politico que hace a los enfrentamientos, formas de resistencia y luchas miiltiples de las masas en la sociedad capitalista se imponga el programa de la organizacién, lleva a la pardlisis y al aislamiento, a Ja fragmentacién continua del movimiento de masas en cada actividad. Este accionar se ha reiterado en huelgas y conflictos sindicales, en las Asambleas Populares, empresas recuperadas, movimiento feminista y de mujeres y acciones unitarias de diverso cardcter (desde fechas reivindicadas por ¢] conjunto en la historia nacional, latinoamericana y mundial a diferentes autoconvocatorias contra el ALCA, contra Ja guerra entre tantas). Existe entre un arco muy amplio de las fuerzas revolucionarias acuerdos en términos programiticos, Entre ellos: # Trabajo para todos. Que nadie trabaje mas de 8 horas. Distribucién de las horas de trabajo entre todos los hombres y mujeres en edad laboral sin reduccién del salario; Salario minimo ai nivel de la canasta familiar. # Ni un peso para la deuda extema mientras haya un trabajadora sin trabajo, sin escuela y atencién sanitarla piblica gratuita, sin vivienda. # Recuperacién del patrimonio nacional, reestatizacién del petréleo y de las empresas privatizadas. # Reforma agraria. # Ni un procesado/a, ni preso/a por reclamar derechos y reivindicaciones. # Juicio y castigo a todos los responsables de ayer y de hoy- por secuestros, torturas, asesinatos y yejaciones a nuestro pueblo. Carcel a los genocidas. # Educacién sexual, anticoncepcién y aborto legal como politica de salud publica, # Contra la guerra y el intervencionismo. Defensa de la soberania. Unidad latinoamericana, oposicién al ALCA y al Plan Colombia y a cualquier otra forma de golpismo ¢ intervencionismo imperiatista. No a las bases militares y a las maniobras conjuntas en nuestro tervitorio. Inmediato regreso de las tropas de Haiti, Solidaridad con todos los gobiernos enfrentados en cualquier parte del globo -y especialmente en América Latina y el Caribe- con los centros del poder mundial, Pero no alcanzan los acuerdos programsticos. Un programa no garantiza nada si no existen los acuerdos refativos a caracterizacién general de la etapa y demarcacién de las tareas a realizar. Las resumimos de la siguiente manera: 1, unidad social y politica de los trabajadores/as y el conjunto de sus aliados (apoyado en la recuperacién de la historia de luca, organizacién y desarrollo politico de Ia clase obrera y el movimiento estudiantil, Los programas de La Falda y Huerta Grande constituyen un punto de partida unificador desde ¢l cual proponerse superar la fragmentacién del movimiento obrero, recuperar las estructuras sindicales de 1a clase, fas instancias gremiales de los estudiantes y 12 expresién politica unitaria de las mayor 2. freate antiimperialista (de manera diferenciada a escala nacional, latinoamericana y mundial) 3. comando unificado de quienes reivindican ambos objetivos desde Ja perspectiva de la revolucién socialista 4, abrir de manera orginica partir de un comando unificado un periodo de elaboracién, debate y organizacién, apuntando a la realizacién de un Congreso Fundacional de un pattido revolucionario marxista de los trabajadores, los estudiantes y el pueblo. La reflexion y el debate estén planteados, BI desafio es estar a la altura de una coyuntura historica para cambiar de raiz la cultura politica y resolver el encuentro de las masas con las ideas del socialismo y la Revolucion.

También podría gustarte