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El Planisferio PDF
El Planisferio PDF
EL PLANISFERIO CELESTE.
El planisferio nos permite localizar para una determinada fecha el cielo visible sobre el
horizonte. Consta de un mapa estelar en proyección esférica sobre el que hay un disco de plástico con
una ventana ovalada transparente en la que aparece el cielo visible para un determinado momento.
Con el fin de que aparezca a través de dicha ventana el cielo para el día y hora en que estemos
observando, habrá que girar el circulo horario (disco superior de plástico que en su borde tiene
marcadas las 24 horas del día) hasta hacer coincidir la hora (en Tiempo Universal T.U) con el día del
mes en que se observa según aparece en el borde del mapa celeste inferior. Haciendo coincidir las
diversas marcas tendremos la situación estelar en ese momento.
Ejemplo de Planisferio celeste. Se puede apreciar la base con el mapa celeste y la fecha en el
borde y la cubierta giratoria con la ventana transparente y las horas en su borde.
El Tiempo Universal en la península varía en verano y el resto del año. A pesar de que
nosotros estamos sobre el meridiano de Greenwich (donde coincide la hora oficial y el T.U) se toma
en invierno T.U=Hora oficial -1h. Sin embargo en verano se le añade a la hora oficial una hora más de
modo que la diferencia de tiempo es de dos horas. Así para pasar a Tiempo Universal le quitaremos
dos horas cuando estemos en el calendario de verano y sólo 1 durante el resto del año.
Vemos también que aparecen la eclíptica y las otras líneas que ya vimos que nos sirven
para localizar las estrellas como son los meridianos y paralelos celestes (son coordenadas
ecuatoriales). Las líneas radiales que parten del Polo Norte celeste y terminan en el borde del
Por último, recordar que siempre deberemos llevar a una observación una ' linterna que
proporcione luz roja tenue. Un simple celofán rojo doblado varias veces y colocado delante de la
bombilla sería en principio suficiente para conseguir atenuar la luz de nuestra linterna.
Existen extensos catálogos estelares preparados en los últimos cien años que recogen decenas
de miles de estrellas individuales, según sus coordenadas (ascensión recta y declinación para una
"época" determinada; generalmente el año 1950.00 ó 2000.00). Otros catálogos se especializan en las
estrellas brillantes, o en las estrellas situadas a menos de una determinada distancia del Sol. Por
último, existe un atlas fotográfico del cielo, llamado Palomar Sky Atlas, al que nos hemos referido ya
en ocasiones. Este trabajo consiste en una colección de fotografías a gran escala de regiones celestes
bien definidas y tomadas con el telescopio Schmidt de 48 pulgadas. Para especificar un objeto celeste,
los astrónomos utilizan a menudo una reproducción de una pequeña región de dichas fotografías;
indican simplemente la posición del objeto mediante una flecha.
También existen catálogos de nebulosas gaseosas, cúmulos y galaxias. Por regla general asignan a
tales objetos números correlativos. Mencionaremos aquí el clásico catalogo de Messier del que se
derivan los "nombres" M 31, M 33, etc., de galaxias brillantes; el posterior New General Catalogue
(NGC); y el Index Catalogue (IC). En general existen catálogos para prácticamente todo tipo
especializado de objetos. En los Atlas estelares actuales como el Sky Atlas 2000.00 o el Uranometría
2000.00 (este último ideal para observaciones con telescopio) aparecen dibujados los márgenes y
dimensiones de los objetos de cielo profundo junto con su número de NGC ó IC.
Los objetos radio están catalogados en listas como los Cambridge Catalogues. Los objetos
cuasiestelares (cuásares) y las radiogalaxias se designan por el número de la edición de tales catálogos
(3C, 4C y 5C) seguido, o bien de un número correlativo, como el conocido cuásar visible con
telescopios de amateur 3C-273. Finalmente, los pulsares se denominan según sus coordenadas,
precedidas por una letra característica de alguna lista, como por ejemplo CP o NP; la C corresponde a
Cambridge, la N a National Radio Astronomy Observatory de West Virginia, y la P se refiere a púlsar.
Por ejemplo, NP 0532 es el púlsar del Cangrejo.
Ya desde hace unos 2000 años se emplea la clasificación de las estrellas en magnitudes. Fue el
genial Hiparco de Alejandría (160-119 a.C.) el que introdujo la primera escala de magnitudes que
establecía 6 clases de estrellas desde la 1 a magnitud (las más brillantes) hasta las más débiles de 6 a
magnitud. Esta clasificación no es casual ya que se ha tomado así ya que el ojo humano tiene una
respuesta casi logarítmica al flujo de luz que le llega de un objeto celeste.
Hoy en día se ha establecido una escala casi logarítmica para seguir la tradición de nuestros
antepasados. Así el investigador Pagson (1856) estableció una relación entre magnitudes (m) y brillos
aparentes (L) imponiendo:
• Las magnitudes dependen del logaritmo del brillo.
• El factor de escala es negativo de manera que una mayor magnitud corresponde a un menor
brillo.
• Un cambio de 5 unidades en la magnitud corresponde a una variación de 100 en el brillo.
Será más correcto decir que una determinada estrella tiene cierta magnitud que "un cierto
brillo". La razón es que el concepto de brillo sólo puede emplearse para objetos extensos, como por
ejemplo, planetas, Sol y Luna.
Sin embargo, existen técnicas interferométricas útiles para medir los radios estelares,
siempre que las estrellas sean intrínsecamente brillantes y tengan radios cuya medida angular
sea mayor que el actual límite instrumental, algo menor que 0,001'' . Por ejemplo, según estos
métodos, se dedujo que el radio de Sirio es de 0,0058'', lo cual a una distancia de 2,7pc
corresponde a unos 25 radios solares. En total se han medido los radios de varias decenas de
estrellas. Aunque las técnicas interferométricas sólo proporcionan la dimensión angular de la
fotosfera estelar y únicamente pueden aplicarse a un pequeño conjunto de estrellas bastante
especiales, son muy importantes pues constituyen las únicas medidas verdaderamente directas
de los radios estelares.
Considerando que una estrella tiene una radiación similar al 'cuerpo negro' para una
determinada temperatura se puede relacionar la luminosidad L con la temperatura T y el radio
.
Y para estrellas que se encuentran en la secuencia principal la luminosidad también
está relacionada con su masa:
donde mstar y msun es la magnitud aparente de la estrella y del Sol respectivamente (sin
unidades) , Lstar y es la luminosidad visible de la estrella y del Sol respectivamente, rstar y
rsun son las distancias a la estrella y al Sol.
Dado que solo se puede medir la magnitud aparente se requiere una estimación de la
distancia para determinar la luminosidad de un objeto.
Utilizando la magnitud aparente y la distancia a la estrella (obtenida por otros medios)
podríamos determinar la Luminosidad y con ella finalmente (sea comparando con el Sol o
utilizando la Temperatura de la estrella) podremos calcular el radio de la estrella.
Las estrellas son cuerpos extremadamente calientes, cuya forma suele ser esférica. Sus
masas son mucho mayores que las masas de los planetas y poseen en su interior fuentes
propias de energía termonuclear. El brillo se expresa en magnitudes estelares aparentes. Para
comparar objetivamente la luminosidad de las estrellas, se usan sus magnitudes aparentes con
objeto de calcular la magnitud absoluta (M), es decir, aquélla que tendrían a una distancia
estándar de 32,6 años luz. Para hacer este cálculo es necesario saber la distancia a que se
encuentra la estrella.
Estrellas dobles y múltiples. Son sistemas de varias estrellas que describen órbitas
alrededor de un centro de gravedad común. Si los componentes de una estrella doble pueden
resolverse mediante un telescopio, se dice que estamos ante una doble visual.
Estrellas variables son aquéllas cuyo brillo varía a intervalos regulares o irregulares.
Un ejemplo de estas razones son los cambios de diámetro y de la temperatura de superficie, la
existencia de una compañera en órbita que las eclipsa, etc...