En la cabecera municipal de Santa María Chimalapa se celebran cinco mayordomías dedicadas a diferentes divinidades católicas: La asunción de la Virgen María, El quince de agosto: San Fabián y San Sebastián, un domingo antes del miércoles de cenizas; El Santo Niño el seis de Enero; El Divino Rostro el ocho de mayo y San Antonio el trece de junio. En la cabecera municipal de San Miguel la fiesta del Santo Arcángel se celebra en dos ocasiones: La primera el ocho de mayo, día de su aparición y la segunda el 29 de septiembre, la fiesta más importante. Por su parte San Bernardo Abad directamente asociado con el fin de canícula, es celebrado el veinte de agosto con gran algarabía debido a que por lo general no hay lluvia. En ambos municipios los pueblos tienen festividades propias asociadas con los usos y costumbres y la deidad considerada con el santo patrón. Estas nuevas religiones han modificado las formas de organización y los usos y costumbres de los pueblos de los Chimalapas, un ejemplo de ello es la prohibición a sus seguidores de trabajar los sábados o durante todo el fin de semanas días en los que tradicionalmente se hace el tequio y las asambleas. Lo mismo sucede con las fiestas tradicionales, al no permitirles a sus fieles participar en ellas fracturando con ello una parte importante de la convivencia y socialización comunitaria.