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Sistema Circulatorio

Se denomina sistema circulatorio al conjunto de tejidos y de órganos que se encargan de


llevar nutrientes y oxígeno a todas las células de un organismo y de extraer los desechos
generados. El sistema circulatorio se compone fundamentalmente del corazón, los vasos
sanguíneos y la sangre. Dependiendo del organismo que se trate este tipo de sistema
puede revestir diversas características. La sangre es impulsada por el corazón y durante su
recorrido pasa por los pulmones para oxigenarse y llevar este oxígeno que servirá como
medio de combustión a las células. Cualquier problema que se evidencie en el sistema
circulatorio puede llevar a la muerte como consecuencia de su delicadeza.

El corazón está presente en todos los animales y se encarga de bombear regularmente la


sangre de modo tal que esta llegue a todas las partes del cuerpo. El corazón es
básicamente un músculo que se acciona involuntariamente y bombea la sangre; este tipo
de acción involuntaria guarda relación con determinados procesos automáticos que el
sistema nervioso proporciona al organismo. El corazón se encuentra presente en el centro
del pecho con una ligera inclinación hacia la izquierda en lo seres humanos.

Los vasos pueden dividirse en venas, arterias y capilares. En el primer caso transportan el
dióxido de carbono hasta los pulmones para su expulsión; en el segundo, transportan
oxígeno desde los pulmones por último, las capilares sirven de conexión entre unas y
otras. Gracias a éstos, la sangre puede legar a todas partes sirviendo de vehículo de
distintos elementos que deben transportarse.

En cuanto a la sangre, se compone de glóbulos rojos, glóbulos blancos, plaquetas y el


denominado plasma sanguíneo. En el caso de los glóbulos rojos son los encargados del
transporte, los globulos blancos sirven de defensa contra infecciones y las plaquetas se
encargan de coagular la sangre cuando se produce alguna herida. Por último, el plasma
sanguíneo constituye l medio acuoso en donde estos se encuentran.

El sistema circulatorio es uno de los aspectos que influyen la salud que en los últimos años
ha recibido mayor atención. En efecto, la mala alimentación presente en las sociedades
occidentales tiene como consecuencia que se produzcan obstrucciones en los vasos y
acumulación de grasa que pueden poner en riesgo la vida de las personas. Es por esta
circunstancia que se recomienda cuidar los hábitos alimentarios y la práctica de ejercicio
con regularidad como forma de prevenir dificultades en este sentido, dificultades que en
ocasiones pueden ser fatales.

Las enfermedades del sistema circulatorio son un conjunto de trastornos que afectan al
corazón y a los vasos sanguineos. Entre las enfermedades del sistema circulatorio más
frecuentes se encuentran la aterosclerosis, la hipertensión, y el infarto de miocardio.

Aterosclerosis

La arteriosclerosis constituye un grupo de enfermedades caracterizadas por el


engrosamiento y pérdida de elasticidad de las paredes de las arterias. Entre estas
enfermedades se encuentra la aterosclerosis, que consiste en el depósito de sustancias
grasas, principalmente colesterol y triglicéridos, en las paredes internas de las arterias de
mediano y grueso calibre. Lo anterior provoca el endurecimiento y la disminución del
diámetro de estos vasos sanguíneos y, además, ocasiona un aumento de la presión
sanguínea. Esta acumulación de grasas forma una lesión conocida como placa
aterosclerótica o ateroma.

Arteria normal

Arteria con ateroma

El crecimiento de la placa aterosderótica obstruye parcial o totalmente el flujo sanguíneo


a través de la arteria, por lo que se suspende la circulación de sangre al tejido que esta
irriga, cuadro conocido como isquemia. Si el ateroma se forma en una arteria coronaria, el
corazón no recibirá el aporte de sangre necesario para funcionar adecuadamente,
pudiendo provocar un infarto de miocardio.

Hipertensión

La hipertensión es una enfermedad cardiovascular que se desarrolla por la elevación de la


presión arterial. Es la que se presenta y diagnostica con mayor frecuencia.
Causas del aumento de la presión arterial

Causas del aumento de la presión arterial

La presión arterial alta es causada por el estrechamiento (o vasoconstricción) de las


arterias; en este caso, como el espacio por donde circula la sangre es menor, la presión
sanguínea dentro de las arterias aumenta. De la misma forma, la circulación de un mayor
volumen de líquido a través de las arterias también provoca un aumento en la presión
sanguínea.

La hipertensión puede ser causa de graves problemas de salud, afectando el


funcionamiento de distintos órganos, entre ellos, el corazón, los riñones y el encéfalo.
Como consecuencia de la hipertensión, el corazón aumenta su tamaño debido al mayor
esfuerzo que debe realizar para bombear sangre a través de los vasos sanguíneos. Esto
produce una mayor demanda de oxigeno por parte del músculo cardiaco que si no es
compensada, puede llegar a provocar un infarto de miocardio. La hipertensión prolongada
también puede provocar un accidente cerebrovascular, que consiste en la rotura de los
vasos sanguíneos que irrigan el cerebro causando una hemorragia cerebral. Además, el
aumento de la presión sanguínea en las arteriolas que ingresan al riñón provoca el
engrosamiento de sus paredes y con ello la disminución de su diámetro, lo cual tiene
como efecto una reducción del flujo sanguíneo hacia el riñón, y con ello la muerte de las
células.

Infarto de miocardio
El infarto de miocardio, también conocido como ataque al corazón, consiste en la
disminución del flujo sanguíneo por el circuito coronario, lo cual provoca la muerte de las
células del miocardio, debido a la reducción del aporte de oxigeno.

Enfermedades del sistema circulatorio

El infarto al miocardio puede ocurrir debido a la obstrucción de la arteria coronaria, por la


presencia de una placa aterosclerótica o de un trombo (coágulo) que actúa como un
tapón, evitando la circulación de la sangre en el interior de la arteria. El tratamiento de un
infarto, por lo general, necesita de la inyección de fármacos tromboliticos, es decir, que
disuelven coágulos y anticoagulantes, como, por ejemplo, la heparina.

Tejido cardiaco afectado por infarto

Los efectos de un infarto de miocardio dependen del área afectada y del tamaño de la
lesión, los cuales pueden ir desde una disminución de la fuerza contráctil del músculo
cardíaco hasta la muerte inmediata de una persona si es que el infarto interrumpe el
sistema de conducción eléctrica del corazón.
Arritmias

Las arritmias. corresponden a alteraciones del ritmo cardiaco provocadas por fallas en el
sistema de control de Jos latidos del corazón. Estas fallas pueden ser tanto una producción
anormal de los impulsos eléctricos como una anomalía en la conducción del impulsos a
través del corazón. Cuando las arritmias son graves pueden provocar un paro cardiaco,
que consiste en un cese de los latidos del corazón.

Las causas de las arritmias son variadas, pueden ser producidas por fallas congénitas del
corazón y también por algunos medicamentos, la cafeína, la nicotina, la ansiedad y el
alcohol.

Factores de riesgo de las enfermedades del sistema circulatorio

Las enfermedades del sistema circulatorio son la principal causa de muerte en la


población de muchos paises, incluyendo España, donde constituye un 21,7% del total de
defunciones.

Existen varios factores de riesgo asociados al desarrollo de enfermedades


cardiovasculares, entre los que se encuentran:

Tabaquismo

El monóxido de carbono que se produce al fumar causa lesiones en el endotelio de los


vasos sanguíneos las cuales predisponen para la aparición de ateromas. Además, este gas
disminuye la concentración de oxígeno transportado por la sangre y la concentración de
las lipoproteínas HDL que recolectan el exceso de colesterol. Por otro lado, la nicotina
promueve el aumento de la presión arterial y la formación de placas ateroscleróticas.

Sedentarismo

La ausencia de actividad física predispone el padecimiento de enfermedades


cardiovasculares. Diversos estudios han demostrado que, a largo plazo, existe una relación
directamente proporcional entre el sedentarismo y el riesgo de mortalidad por
enfermedades cardiovasculares.

Obesidad

El aumento de grasa corporal es uno de los factores de riesgo más severos. Se asocia a
otros factores de riesgo, como la hipertensión, el sedentarismo y la hipercolesterolemia.

Hipercolesterolemia

Corresponde a altos niveles de colesterol en la sangre, los cuales pueden deberse a un


consumo excesivo de grasas. La hipercolesterolemia favorece la formación de ateromas.
Diabetes mellitus

Las personas con esta enfermedad tienen el doble de riesgo de padecer alguna
enfermedad cardiovascular que una persona sana. Por lo general, se asocia al síndrome
metabólico. que incluye patologías tales como la obesidad, hipertensión y problemas de
coagulación.

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