Está en la página 1de 2

RECONOCER LAS SUBPERSONALIDADES

Nuestro trabajo empieza por reconocer nuestras principales subpersonalidades: esto nos ayudará
mucho para poder controlar y armonizar sus energías. Los siguientes ejercicios te introducirán en
este concepto de una manera más concreta.

1.- Fíjate en uno de tus rasgos, actitudes o características más relevantes.


2.- Con los ojos cerrados, toma plena consciencia de esta faceta. Después, deja que aparezca
una imagen que la represente. Puede ser una mujer, un hombre, un animal, un objeto, tú disfra-
zado, o cualquier otra cosa. No te esfuerces por encontrar una imagen. Deja que surja espontá-
neamente, como si la vieses en una pantalla sin saber qué es lo que va a salir en ella.
3.- Tan pronto como haya aparecido la imagen, dale la oportunidad de revelarse a ti, sin
ninguna interferencia o prejuicio por tu parte.
Deja que cambie, si tiende a hacerlo espontáneamente, y que te enseñe cualquier otro aspecto
suyo, si así lo quiere.
Entra en contacto con el sentimiento general que emana de ella.
4.- Ahora, deja que la imagen hable y se exprese. Dale espacio, por así decirlo, para que se
mueva y, sobre todo, intenta enterarte de lo que necesita. Habla con ella (aunque tu imagen sea un
objeto, puede contestarte; todo es posible en el mundo de la imaginación).
Tienes ante ti una subpersonalidad, una entidad con vida e inteligencia propias.
5.- Ahora, abre los ojos y anota en un cuaderno todo lo que ha sucedido en este tiempo.
Después, ponle un nombre a esta subpersonalidad, un nombre adecuado que te ayude a iden-
tificarla en el futuro: El Quejica, el Artista, la Perra, Santa Claus, el Escéptico, "Tiburones", el
Inseguro, el Pulpo, el Marinero Borracho, el Payaso, "Ya te lo Dije", etc.
Por último, escribe algo sobre sus rasgos, hábitos y peculiaridades.
6.- Después de que hayas identificado y descrito con todo detalle una subpersonalidad, puedes
seguir con las demás; pero tómate tu tiempo y sigue trabajando con una sola hasta que veas que
has terminado. Hay que seguir el proceso tomando unos pocos rasgos, actitudes o detalles y seguir
con cada uno de ellos los pasos del 1 al 5.

¿Qué significa haber caído prisionero de una subpersonalidad?. Significa que nos impone sus
esquemas característicos excluyendo todos los demás. Pero, si sólo puedo tomar una actitud, llega
a ser una idiosincrasia; si sólo puedo seguir un único tipo de conducta, llega a ser una coacción; si
sólo puedo tener un punto de vista, termino siendo una mente limitada.
Cuando reconocemos una subpersonalidad, podemos separarnos de ella y observarla. En
psicosíntesis llamamos a este proceso “des-identificación". Como todos tenemos tendencia a
identificamos con ser uno con, esta o aquella subpersonalidad, llegamos a creer por completo que
lo somos. La desidentificación consiste en apartarnos de esta ilusión y volver a nuestro yo. Esto está
acompañado algunas veces por una sensación de discernimiento y liberación.

Para resumir veamos los beneficios de trabajar con subpersonalidades:

1.- Aprendemos a reconocer nuestras facetas distintas y contradictorias, siguiendo así una
especie de psicoanálisis en miniatura. De este modo asumimos la maternidad o paternidad de todas
nuestras partes en vez de desterrarlas al inconsciente.
2. - Aprendemos a liberarnos del control de las fuerzas que suelen dominarnos, lanzándonos en
todas direcciones, como una pelota de ping-pong.
3.- Incrementamos nuestra integración al hacer que nuestras subpersonalidades lleguen a
ser unas con otras más sinérgicas que antagónicas.
4.- Podemos elevar a cada subpersonalidad a su potencial más alto y así descubrir que todos los
aspectos psicológicos llevan dentro la semilla de su propia transformación.
5.- Por fin, al desenmascararlas una por una, estamos cada vez más cerca de descubrir nuestra
alma subyacente, nuestro verdadero yo.

También podría gustarte