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Las personas con trastorno de personalidad histriónica suelen expresar sus emociones de
manera exagerada.
Buscan continuamente a alguien que les tranquilice, que apruebe lo que hacen, y pueden
enfadarse cuando alguien no les atiende o halaga. Suelen ser impulsivos y poco tolerantes a
la frustración.
Surge en la infancia, aunque sus características principales comiencen a mostrarse con más fuerza
en la juventud. Entre las causas más frecuentes: padres indiferentes, falta de atención y cariño,
maltrato psicológico, haber sufrido desprecios o humillaciones, falta de valores en los modelos
parentales.
La autoestima baja, los complejos con el aspecto físico y sentirse inferior a los demás son
elementos mantenedores de este tipo de personalidad.
Surge en la infancia, aunque sus características principales comiencen a mostrarse con más fuerza
en la juventud. Entre las causas más frecuentes: padres indiferentes, falta de atención y cariño,
maltrato psicológico, haber sufrido desprecios o humillaciones, falta de valores en los modelos
parentales.
La autoestima baja, los complejos con el aspecto físico y sentirse inferior a los demás son
elementos mantenedores de este tipo de personalidad.
2. Poner los límites: Aceptación no significa que nos dejemos arrollar. El entender que el otro es
así, no justifica para nada su comportamiento. No perder la objetividad y expresar el derecho al
respeto. Salir de estos “numeritos” mostrando claridad, firmeza, cariño y respeto.
6. Mantener una distancia de seguridad: Podemos pasar de ser héroe a villano en un momento.
Las personalidades histriónicas tienden a idealizar y desvalorizar a las personas de su entorno.
Son de extremos. Si nos dejamos llevar excesivamente por sus halagos, puede que cuando
cambie el tercio y a sus ojos seamos miserables, nos arrastren. Esto nos puede conducir al
desconcierto, al vapuleo y la inestabilidad emocional. Por tanto, es importante relativizar lo que
recibimos de ellas: ni todo es tan perfecto, ni todo es tan miserable.
Piensan de sí mismos que no son capaces de cuidarse por sí mismos y necesitan que el otro les
cuide, así buscan ser el centro de atención para asegurarse el cuidado que necesitan
Buscan exageradamente la aprobación de los demás. Para ello se abren fácilmente a los
demás y expresan con rapidez sus sentimientos, parecen ofrecer una rápida sensación de
intimidad, se adaptan a lo que la audiencia demanda en ese momento, desde una imagen
fuerte y segura hasta una imagen cándida y amable.
Al comienzo de las relaciones son percibidos como encantadores pero según pasa el
tiempo se vuelven cada vez más exigentes y necesitados de un apoyo constante que
buscan con métodos indirectos y que si no logran pueden llegar a las amenazas, castigos,
estallidos de ira y amenazas de suicidio.
Cuando una relación exige de cierta intimidad no saben cómo hacerlo y en ocasiones se
limitan a interpretar un papel. Tiene muchos conocidos pero intimidad con ninguno
Fuerte temor a ser rechazado, cualquier indicio de abandono es devastador , incluso
aunque la otra persona no sea demasiado importante para ellas
Para conseguir la atención y el afecto de los demás manipulan sus relaciones con crisis
emocionales, provocando celos, seduciendo, negándose a tener relaciones sexuales,
sermoneando, regañando y quejándose.