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7º APUNTE

DERECHO PROCESAL

PLAN INTERMEDIO

 DERECHO PROCESAL PENAL I


DEFIENDE TU GRADO

DERECHO PROCESAL PENAL

El conflicto penal, en términos generales, se origina cada vez que un sujeto ejecuta
un acto que revista caracteres de delito.
El proceso penal se presenta como la única vía de solución del conflicto penal, es de
aplicación necesaria, y la razón de ello radica en que el derecho criminal se encarga
de la represión o castigo de las conductas más desviadas o intolerables respecto
ordenamiento jurídico, no pudiendo, por consiguiente, el Estado quedar indiferente
frente a la solución del conflicto penal; por ello es que opta por monopolizar el
poder punitivo, transformándose en el único titular del derecho a castigar a los
ciudadanos.
Esta facultad punitiva del Estado no opera de manera arbitraria e irracional, por el
contrario, requiere necesariamente de una serie de actos reglados y racionales, que
constituyen el proceso penal. Igualmente, para que una persona pueda ser
sancionada, requiere de un debido proceso legal y de la garantía de la legalidad
penal. En este sentido, el proceso penal cumple una doble función:

a) Es una limitación a la potestad punitiva (ius puniendi) del Estado, en la


medida que las sanciones penales solamente pueden ser impuestas
legítimamente por una sentencia basada en un proceso previo legalmente
tramitado.

b) Es una garantía de las personas, pues asegura el respecto y la inmunidad


de ciudadanos inocentes frente a puniciones arbitrarias.

Sistemas procesales penales.

A nivel de derecho comparado es posible advertir la existencia de tres sistemas


procesales penales, a saber:
a) el sistema acusatorio
b) el sistema inquisitivo
c) sistema mixto:

a) El sistema acusatorio: El sistema acusatorio se caracteriza por imponer una


distribución de las funciones de investigar, acusar y juzgar. Podemos distinguir las
siguientes variantes:
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1) Sistema acusatorio puro: Responde a un sistema acusatorio histórico,


en donde el proceso penal era siempre entre partes.

2) Sistema acusatorio formal: Surge este sistema cuando el Estado


asume la tarea de investigar, acusar y juzgar, pero asignando éstos roles a
autoridades diversas, a saber: la autoridad de acusación, quien cumple las
dos primeras funciones, y el tribunal, que se encarga únicamente de juzgar.

Dentro del sistema acusatorio formal, encontramos un subsistema, que se


conoce con el nombre de sistema “acusatorio adversarial”, caracterizado
porque las partes del conflicto penal, esto es, el imputado y el encargado de
la persecución penal, se encuentran en igualdad de condiciones, sin que el
tribunal tome partido a favor de una de ellas, sino que únicamente se limita
a realizar su función de administrar justicia.
El juez no tiene ningún tipo de iniciativa probatoria, sino que se conforma
con los hechos tal cual se los presentan las partes en conflicto, sino que rige
el principio de aportación de parte. A este sistema responde el nuevo
proceso penal chileno.

b) El sistema inquisitivo: Este sistema, inverso al anterior, se caracteriza por


concentrar en el juez las funciones de investigar, acusar y juzgar.
Nuestro antiguo proceso penal respondía a un sistema inquisitivo puro, ya que el
juez asumía las tres funciones antes dichas. La principal crítica que se hacía a este
sistema era que involucraba la imparcialidad del juez.

c) Sistema mixto: Son aquellos en los que el procedimiento penal se divide en dos
fases bien diferenciadas: la fase de instrucción, regida por el principio inquisitivo; y
la fase de juicio oral, por el acusatorio.

PRINCIPIOS Y GARANTÍAS DEL SISTEMA PROCESAL PENAL CHILENO.

Explican los autores que las expresiones “principios” y “garantías” son


conceptualmente diferentes, pero no son opuestas, sino que se complementan.

Los principios apuntan a la organización de la persecución penal del Estado y son,


por tanto, opciones político-criminales de cada sistema. Por ejemplo, con el
principio de oficialidad y de investigación oficial o de legalidad procesal
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Las garantías constituyen instrumentos jurídicos que permiten proteger y dotar de


eficacia a los derechos fundamentales de las personas, viniendo a limitar de este
modo el ejercicio del poder punitivo. Por ejemplo, al considerar como garantía el
“derecho a un juicio oral y público” no estamos haciendo más que elevar a un rango
constitucional los principios de oralidad y publicidad.

Los principios dicen relación con las directrices que reglan la persecución penal,
mientras que las garantías se vinculan a los derechos individuales de las personas
en el proceso, y que vienen a constituir un límite al ius puniendi del Estado.

Por estas razones, no cabe afirmar que las personas tienen propiamente un
derecho al proceso penal acusatorio, o a la legalidad procesal, o a la oficialidad, por
ejemplo. Estas nociones vienen dadas por la opción político-jurídica de cada
sistema. Lo que tenemos son derechos: a la presunción de inocencia, al juicio
previo, al juez natural, al non bis in idem, por ejemplo, los que se canalizan a
través de las garantías, las que, a su turno, contribuyen a que los derechos de las
personas tengan verdadero reconocimiento y eficacia y no se conviertan en una
mera declaración de buenas intenciones1.

Clasificación.

A) PRINCIPIOS QUE INFORMAN LA PERSECUSIÓN PENAL

1. Principio de la oficialidad.

2. Principio de la investigación oficial.

3. Principio acusatorio.

4. Principio de legalidad.

B) GARANTÍAS QUE INFORMAN LA ACTIVIDAD DEL TRIBUNAL.

1. Derecho a un tribunal independiente.

2. Derecho a un tribunal imparcial.

3. Derecho a un tribunal natural.

C) GARANTÍAS QUE INFORMAN EL PROCEDIMIENTO Y EL JUICIO.

1. Garantía de un juicio previo, oral y público

2. Garantía a ser juzgado en un plazo razonable.

3. Garantía de presunción de inocencia.

1 Sin perjuicio de lo dicho, tengamos presente que el Código usa una fórmula general para aludir a ambas
esferas, bajo la denominación “principios básicos” (Título I, Libro I).
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4. Garantía de la inadmisibilidad de la persecución penal múltiple (non bis in


idem).

5. Garantía de defensa.

A) PRINCIPIOS QUE INFORMAN LA PERSECUSIÓN PENAL

1. PRINCIPIO DE LA OFICIALIDAD.

Es aquella máxima según la cual la persecución penal corresponde a órganos del


Estado, vale decir, los delitos deben ser perseguidos por el Estado de oficio, sin
consideración a la voluntad del ofendido ni de ninguna otra persona.

El principio opuesto al de oficialidad toma el nombre de “principio dispositivo”, el


cual reconoce la disponibilidad que las partes tienen sobre el interés privado, y que
le permite acudir o no al órgano jurisdiccional.

Este principio produce consecuencias en dos sentidos:


i) En cuanto al inicio del procedimiento: De acuerdo al principio de oficialidad, la
investigación de los delitos debe ser iniciado de oficio por el Estado, mientras que el
principio dispositivo predica a este respecto que la persecución penal sólo puede
iniciarse a petición de parte.

ii) En cuanto a la disponibilidad de la pretensión penal: De acuerdo al principio de


oficialidad, la pretensión penal es indisponible para las partes, es decir, no puede
terminar el proceso por renuncia, transacción o desistimiento de la acción penal
deducida y ello, porque existiría un interés público comprometido en la persecución
penal. Al contrario, el principio dispositivo plantea la libre disponibilidad de la
pretensión pena y ello, porque existiría únicamente un interés privado, de modo
que puede terminar el procedimiento por renuncia, transacción o desistimiento.
Situación en Chile: En cuanto al inicio del procedimiento, la regla general es
el principio de oficialidad, de manera que corresponde al Estado, a través del
Ministerio Público, la persecución de los delitos.

El principio de oficialidad se expresa con toda su fuerza en la idea de la acción


penal pública, cuyo ejercicio corresponde precisamente al Ministerio Público.
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Excepcionalmente tiene cabida el principio dispositivo, lo que se aprecia en la


existencia de la acción penal privada y acción penal pública previa instancia
particular o mixta.

En cuanto a la disponibilidad de la pretensión penal rige, por regla general, el


principio de la indisponibilidad de la pretensión penal, de modo que la acción
penal pública no se extingue por renuncia ni por transacción. No ocurre lo mismo,
sin embargo, con los delitos de acción penal privada, la cual se extingue por
renuncia, por desistimiento, por abandono y por transacción, y con la acción penal
mixta, que se extingue por renuncia, salvo que se trate de un delito perpetrado
contra menores de edad. Sin perjuicio de lo anterior, debemos tener presente que
la disponibilidad de la pretensión penal se ha ampliado enormemente con los
“acuerdos reparatorios”, que pueden ser celebrados directamente entre el imputado
y la víctima, cuando los hechos investigados afectan bienes jurídicos disponibles de
carácter patrimonial, consisten en lesiones menos graves o constituyen delitos
culposos. El acuerdo reparatorio, una vez aprobado, produce el efecto del
sobreseimiento definitivo, con lo cual se extingue total o parcialmente la
responsabilidad penal del imputado que lo hubiere celebrado.

2. PRINCIPIO DE INVESTIGACIÓN OFICIAL.

Es aquella máxima según la cual la investigación de los hechos constitutivos de


delito corresponde al tribunal, de modo que la actividad probatoria es una misión
estatal y no de las partes.

El principio opuesto al de la investigación oficial toma el nombre de “principio de


aportación de parte”, conforme al cual, la iniciativa probatoria y la carga de la
prueba pesa sobre las partes, sin que el tribunal esté facultado para intervenir en
ella. Se dice que el principio de investigación oficial tienden al establecimiento de la
verdad material, esto es, de los hechos efectivamente ocurridos, mientras que el
principio de aportación de parte conduce a una verdad formal, ya que el juez no
conoce de otros antecedentes que los que los propios interesados o involucrados en
el conflicto le suministran o aportan.

Situación en Chile. Rige el principio de aportación de parte, ya que existe un


órgano autónomo encargado de dirigir exclusivamente la investigación penal, que
es el Ministerio Público, y sobre él pesa la carga de producir, durante el juicio oral,
la prueba que ha de servir de base a la condena.
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3. PRINCIPIO ACUSATORIO.

Máxima según la cual las funciones de investigar y acusar corresponden a un


órgano que no ejerce jurisdicción.

En otras palabras, el principio acusatorio impone la distribución de las funciones de


investigar, acusar y juzgar, correspondiendo sólo ésta última al tribunal, y las dos
primeras al MP.

El principio opuesto al acusatorio es el principio “inquisitivo”, caracterizado por


concentrar en un mismo órgano los roles de investigación, de acusación y
juzgamiento.

Situación en Chile: Rige plenamente el principio acusatorio, recogido en los


artículos 83 Inciso 1º CPT, 1º LOMP y 3 CPP, tanto cuando se indica que las
funciones de investigar y acusar corresponden al MP, cuanto al señalarse que éste
“en caso alguno podrá ejercer funciones jurisdiccionales”.

Por su lado la función de decidir está entregada en un órgano jurisdiccional


colegiado, integrado por tres jueces, denominado TJOP, mientras que la función de
controlar el respeto a las garantías individuales durante la etapa de investigación,
ha sido encomendada a un tribunal unipersonal, llamado JG, sin perjuicio de que es
este mismo juez el que resuelve en los procedimientos especiales.

4. PRINCIPIO DE LEGALIDAD.

Máxima según el cual el MP está obligado a iniciar y sostener la persecución penal


de todo delito que llegue a su conocimiento, sin que pueda suspender, interrumpir
o hacer cesar su curso.

El principio de legalidad impone al Estado la obligación de perseguir siempre, y en


cualquier caso, todos los delitos, sin que pueda elegir cuáles de ellos persigue y
cuáles no.

El principio opuesto al de legalidad procesal es el “principio de la oportunidad”,


conforme al cual el MP puede elegir discrecionalmente, tomando en cuenta criterios
políticos-criminales, cuándo y bajo qué condiciones se endereza una persecución
penal. En otras palabras, este principio autoriza al MP para que, ante la noticia de
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un hecho punible, no inicie, interrumpa o haga cesar la persecución penal, cuando


así lo aconsejen razones político-criminales.

Dentro del principio de oportunidad se subdistingue entre una oportunidad libre y


una oportunidad reglada o normada. El principio de “oportunidad libre” se
configura cuando la ley deja a la absoluta discrecionalidad del MP decidir qué delitos
serán materia de investigación, mientras que el principio de “oportunidad reglada o
normada” tiene lugar cuando la ley establece los casos y condiciones bajo las cuales
el MP puede ejercer tal facultad.

Situación en Chile: Rige el principio de OPORTUNIDAD REGLADA, lo que


significa que hay excepciones al principio de legalidad procesal, o sea, hipótesis en
que los fiscales pueden no iniciar, suspender o interrumpir la persecución penal de
hechos constitutivos de delito, pero bajo estricto apego a las condiciones, requisitos
o limites que establece LA LEY. El CPP instituye el principio que comentamos en el
Inc. 2 del Art. 166 CPP, en los siguientes términos: “Cuando el ministerio publico
tomare conocimiento de la existencia de un hecho que revistiere carácter de delito,
con el auxilio de la policía, promoverá la persecución penal (hasta aquí, principio de
legalidad), sin que pueda suspender, interrumpir o hacer cesar su curso, SALVO EN
LOS CASOS PREVISTOS EN LA LEY” (en esta segunda parte se introduce la
oportunidad reglada). Las excepciones a que se refiere este precepto, están
representadas por los mecanismos de selección, esto es, el archivo provisional
(Art. 167 CPP); la facultad de no iniciar la investigación2 (Art. 168 CPP); y el
principio de oportunidad en sentido estricto (Art. 170 CPP); y las salidas
alternativas.

B) GARANTÍAS QUE INFORMAN LA ACTIVIDAD DEL TRIBUNAL.

1. Derecho a un tribunal independiente.


2. Derecho a un tribunal imparcial.
3. Derecho a un tribunal natural.

1.- DERECHO A UN TRIBUNAL INDEPENDIENTE


(Artículo 14.1 PIDCP y 8.1 CADH, Art. 76 CPR, Art. 12 COT, Art. 1 CPP).

2 Dejemos aquí sentada la idea de que la decisión de no perseverar en la investigación, no es, en verdad,
propiamente un mecanismo de selección. Volveremos más adelante sobre este punto.
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Es aquella máxima conforme a la cual la actividad jurisdiccional debe ser ejercida


por órganos que gocen de autonomía frente a otros poderes públicos, sea que
integren o no el poder judicial.

La independencia puede ser de dos clases: a) externa o institucional e b) interna:

i) Independencia externa o institucional: es la que pone a cubierto al poder judicial


frente a otros poderes del Estado.

ii) Independencia interna: es la que resguarda al juez de presiones al interior del


propio poder judicial.

2. DERECHO A UN TRIBUNAL IMPARCIAL (Artículo 14.1 PIDCP y 8.1 CADH,


Artículo 19 Nº 3 Inc. 5 CPR, Art. 1 CPP).

Es aquella máxima según la cual el tribunal debe ser neutro o equidistante tanto
respecto del objeto del proceso como de las partes que litigan ante él.

Tradicionalmente se distinguen dos clases de imparcialidad: a) imparcialidad


subjetiva; y b) imparcialidad objetiva.

i) Imparcialidad subjetiva: Es aquella que plantea la neutralidad, desinterés o


equidistancia del tribunal, respecto de las partes que litigan ante él.
ii) Imparcialidad objetiva: Es aquella que plantea la neutralidad, desinterés o
equidistancia del tribunal respecto objeto materia del litigio.

La imparcialidad como condición de ejercicio de la jurisdicción:

Para algunos, el elemento identificatorio del acto jurisdiccional es, precisamente, la


imparcialidad del juez. Por lo mismo, si un tribunal que carece de esta cualidad
resuelve un conflicto, su sentencia sólo produce cosa juzgada aparente, que es lo
mismo que decir que no produce cosa juzgada, de modo que en rigor tampoco
habría jurisdicción.
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Algunas manifestaciones de falta de imparcialidad en el sistema jurídico


nacional:
La imparcialidad y el principio acusatorio son incompatibles. En efecto, la mayor
crítica que se formulaba al antiguo proceso penal era que el juez veía afectada o
“contaminada” su imparcialidad, puesto que como él cumplía los tres roles de
investigar, acusar y fallar, se decía que ya en la etapa de investigación el juez
adquiría la convicción necesaria para el pronunciamiento de la sentencia. En razón
de lo anterior se adoptó el modelo actual que, como dijimos, separa las funciones
de investigación y acusación de las de juzgamiento, entregando las primeras al MP
y las segundas al TJO, al menos en lo referente al procedimiento ordinario.

Sin embargo, la doctrina menciona como eventuales hipótesis de falta de


imparcialidad que todavía sobreviven en el ordenamiento nacional actual, entre
otras, las siguientes:

i) La fuerza de la prevención: se le denomina así al acto por el cual un tribunal


emite un juicio sobre un determinado asunto dentro de un proceso jurisdiccional,
debiendo emitir un nuevo pronunciamiento sobre la misma materia, al tiempo de
resolver la cuestión de fondo, dejando de este modo un prejuicio o preconcepto
sobre la materia resuelta. Situaciones como las descritas se producen en el TJO, a
quien le corresponde resolver acerca de la libertad o prisión preventiva de los
acusados puestos a su disposición (Art. 18 COT), todo lo cual ocurre en una
audiencia previa al juicio oral, en que pueden hacerse alegaciones sobre los hechos
que luego serán materia de la sentencia definitiva, los que de ser conocidos por el
tribunal de fondo pueden condicionar la decisión final.

ii) Los testigos de contexto: son aquellos que no declaran sobre el objeto de la
acusación, sino sobre conductas delictivas pretéritas del acusado, que concordarían
de algún modo con las que son el objeto actual de la acusación. En opinión de
algunos autores, habría una infracción a la imparcialidad del tribunal en la admisión
de esta clase de testigos, ya que con su inclusión se corre el riesgo de una
“sobrevaloración de la conducta pasada del imputado”, es decir, de una sanción por
su conducta anterior que no es objeto del juicio y que podría influir
desmedidamente en el ánimo del tribunal.
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3. DERECHO A UN JUEZ NATURAL (Artículo 14.1 PIDCP y 8.1 CADH, Art. 19 nº 3


CPR y Art. 2 CPP).

Máxima según la cual nadie puede ser juzgado por comisiones especiales, sino por
el tribunal que le señalare la ley y que se hallare establecido por ésta con
anterioridad a la perpetración del hecho.

El derecho al juez natural presenta dos aspectos:

i) Derecho a no ser juzgado por comisiones especiales. Se entiende por comisión


especial aquellos órganos que no son jurisdiccionales, sino que han sido creados
por designación especial de alguno de los otros poderes del Estado.

ii) Derecho a que el tribunal competente se encuentre establecido por ley con
anterioridad de la perpetración del hecho.

C) GARANTÍAS QUE INFORMAN EL PROCEDIMIENTO Y EL JUICIO.

1. Garantía de un juicio previo, oral y público


2. Garantía a ser juzgado en un plazo razonable.
3. Garantía de presunción de inocencia.
4. Garantía de la inadmisibilidad de la persecución penal múltiple (non bis in idem).
5. Garantía de defensa.

1. GARANTÍA DE UN JUICIO PREVIO, ORAL Y PÚBLICO


(Artículo 1 inciso 1 CPP; Artículo 19 nº 3 inciso 5 CPR; Artículo 14.1 PIDCP y
Artículo 8.1 CADH).

Garantía del imputado a un juzgamiento anterior a la sentencia, desarrollado en


forma verbal y que puede ser conocido por toda la comunidad.

Según MAIER, seguido por HORVITZ/LÓPEZ, de la garantía del “juicio previo” se


derivan otras dos garantías:

1) derecho a una sentencia de condena como fundamento de la pena; y


2) derecho a un proceso previo legalmente tramitado:
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1) Derecho a una sentencia de condenada como fundamento de la pena: se


expresa en el latinazgo “nulla poena sine iuditio”, y consiste en la exigencia de una
sentencia judicial firme de condena como requisito para la imposición de la pena.
En este primer sentido, juicio es sinónimo de sentencia, de manera que ésta noción
se encuentra estrechamente vinculada con la idea de “juicio lógico”, exigencia que
se traduce en una FUNDAMENTACIÓN de las sentencias (Art. 19 nº 3 Inc. 5 CPR;
y 1 Inc. 1 CPP), lo que también constituye una garantía del imputado derivada del
derecho a juicio previo.

2) Derecho a un proceso previo legalmente tramitado: Se expresa en la frase “nulla


poena sine processu” y consiste en la exigencia de un procedimiento legal y previo
a la sentencia, que reúna las características de ser racional y justo. El DEBIDO
PROCESO LEGAL, entre nosotros, se encuentra consagrado constitucionalmente en
el Art. 19 nº 3 Inc. 5 CPR, en los términos que ya conocemos. Para algunos, se
trata de la máxima garantía del proceso, en la que se refunden todos los principios,
derechos y garantías específicas, de manera que merece un tratamiento aparte, y
no como una simple consecuencia de la garantía a juicio previo. Para otros, en
cambio, se trata de un concepto vacío, difuso y extraordinariamente vago, llegando
incluso a afirmarse que es un concepto que por sí solo no vale nada, pues es
tributario de las garantías constitucionales específicas, sin las cuales en concreto
jamás tendría aplicación.

Garantía de “juicio oral”:


Esta garantía trasciende a todas las fases del procedimiento, y resalta con mayor
intensidad en la audiencia de juicio oral, pues de acuerdo al Artículo 291 CPC:

a) Las alegaciones y argumentaciones de las partes son orales


b) La declaración del acusado es oral
c) la recepción de las pruebas es oral
d) Las resoluciones del tribunal son orales
e) Concluye el precepto que “el tribunal no admitirá la presentación de
argumentaciones o peticiones por escrito durante la audiencia de juicio oral”.

Excepciones a la oralidad:

a) Los que no sepan hablar pueden intervenir por escrito (Art. 291 Inc. 3 CPP).
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b) Casos que menciona el Art. 333 CPP en que se permite la lectura de


documentos, como forma de incorporarlos como prueba en la audiencia de juicio.
c) Casos que menciona el Art. 331 CPP y que permite dar lectura a los registros en
que constaran anteriores declaraciones de los testigos, peritos o imputados.
d) Caso del Art. 332 CPP, que permite dar lectura en el interrogatorio del acusado o
del testigo de las declaraciones que hubieran prestado previamente ante el fiscal o
el juez de garantía, cuando fuere necesario para ayudar la memoria del respectivo
acusado o testigo, o para demostrar o superar contradicciones o para solicitar las
aclaraciones pertinentes.

Con los mismos objetivos se podrá leer durante la declaración de un perito partes
del informe que él hubiera elaborado.

Renuncia al juicio oral: La ley permite renunciar al juicio oral, pero, en rigor, a lo
que se renuncia es a la recepción y producción de la prueba de modo oral.

Los casos en que tiene lugar esta renuncia son en el procedimiento abreviado
(artículo 406 CPP) y en el procedimiento simplificado especial (artículo 395CPP), ya
que en ambos casos lo que desaparece es la oralidad en lo que atañe a la
producción de la prueba, toda vez que el sentenciador dicta su resolución en base a
los antecedentes de la carpeta de investigación que maneja el acusador. No
desaparece la oralidad en las alegaciones de los intervinientes, ni tampoco en el
pronunciamiento de la sentencia, las cuales se vierten de modo verbal

SUBPRINCIPIOS DE LA GARANTÍA DEL JUICIO ORAL: La garantía del juicio


oral aparece íntimamente vinculada con los principios de inmediación, continuidad y
concentración.

1) El principio de inmediación.

Este principio se traduce en que el juez debe fallar de acuerdo con las impresiones
personales y directas que obtenga de los medios de prueba.

El principio de inmediación involucra dos aspectos, a saber: el de inmediación


material y el de inmediación formal:

a) Inmediación material: Se traduce en que el tribunal debe tener un contacto


directo con la fuente de prueba, sin que pueda utilizar equivalentes probatorios. Un
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ejemplo aclarará estas ideas: la fuente de la prueba puede ser un agente policial
que practica la detención flagrante, mientras que un equivalente probatorio podría
ser la declaración escrita de ese agente policial ante el fiscal investigador
reproduciendo el acto de la declaración flagrante. La inmediación material exige
que el juez oiga a la fuente, en lugar de valorar a su equivalente probatorio.

En consonancia con lo dicho el art. 334 CPP establece que: “salvo en los casos
previstos en los arts. 331 y 332 CPP, no se podrá incorporar o invocar como medios
de prueba, ni dar lectura durante el juicio oral, a los registros y demás documentos
que dieren cuenta de diligencias o actuaciones realizadas por la policía o el
ministerio público”. Del mismo modo, la ley establece que los peritos y testigos
deberán ser interrogados personalmente y que se declaración personal no podrá ser
sustituida por la lectura de los registros en que constaren anteriores declaraciones
o de otros documentos que las contuvieren, sin perjuicio de lo previsto en los arts.
331 y 332 CPP (Art. 329 CPP).

b) Inmediación formal: Consiste en que el tribunal debe haber observado


directamente y por sí mismo la producción de la prueba, estando impedido de
delegar estas funciones en subalternos. En aplicación de este aspecto el art. 284
CPP exige la presencia ininterrumpida de los jueces durante toda la audiencia de
juicio oral, todo ello bajo sanción de nulidad (motivo absoluto), conforme lo
previsto en la letra b) art. 374 CPP.

2) Principio de continuidad.

Es aquel que exige que el juicio oral se desarrolle sin interrupciones.

En aplicación de este principio, el artículo 282 CPP exige que las audiencias de
juicio oral se desarrollen en forma continua y en audiencias sucesivas. Constituirán
para estos efectos, sesiones sucesivas aquellas que tuvieren lugar en el día
siguiente o sub siguiente de funcionamiento ordinario del tribunal.

Excepciones: El principio de continuidad admite excepciones que pueden


canalizarse por dos vías: por la suspensión de la audiencia y por la suspensión del
juicio.
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a) Suspensión de la audiencia: el tribunal puede suspender la audiencia hasta por


dos veces, pero por razones de absoluta necesidad, y por el tiempo mínimo
necesario de acuerdo al motivo de la suspensión (Art. 283 Inc. 1 CPP).

b) Suspensión del juicio: el juicio se suspenderá cuando se configure alguna causa


de sobreseimiento temporal del Art. 252 CPP. Con todo, el juicio seguirá adelante
cuando la declaración de rebeldía se produjere respecto del imputado a quien se le
hubiere otorgado la posibilidad de prestar declaración en el juicio oral, siempre que
el tribunal estimare que su ulterior presencia no resulta indispensable para la
prosecución del juicio, o cuando solo faltare la dictación de la sentencia (Art. 283
Inc. 2 CPP).

En ningún caso, la suspensión de la audiencia o la interrupción del juicio oral


podrán exceder de 10 días, pues en caso contrario, el tribunal deberá decretar la
nulidad de lo obrado en él y ordenar su reinicio (Art. 283 Inc. 3 CPP)

Lo dicho precedentemente no obsta a que el tribunal interrumpa brevemente las


audiencias decretando recesos, a fin de conservar la concentración de los
intervinientes. Para todos los efectos, según quedó constancia en la historia
fidedigna de la ley, estos recesos no constituyen en ningún caso suspensión.

3) Principio de concentración.

Es aquel que exige que la mayor cantidad de actividad procesal deba realizarse en
el menor número de audiencias.

Este principio se traduce en que la discusión, prueba y sentencia en el juicio oral se


desarrollan mediante actos que tienen lugar en una misma audiencia, respetando
los límites que impone la continuidad del juicio. Prueba de lo dicho es que iniciados
los alegatos de aperturas de las partes activas y pasivas, se confiere la palabra al
imputado para que, si lo desea, haga uso de ella, tras lo cual se recibirán las
pruebas en el orden que el respectivo interviniente lo determine. Concluida la fase
probatoria el tribunal se retirará a deliberar para pronunciar el veredicto, que bien
podrá ser absolutorio o condenatorio; a lo sumo, cuando la audiencia del juicio se
hubiere prolongado por más de 2 días y la complejidad del caso no permitiere
pronunciar la decisión inmediatamente, el tribunal podrá prolongar su deliberación
hasta por 24 hrs. (art. 343 inc. 2 CPP). Ahora bien, solo en el evento en que la
decisión hubiere sido condenatoria, tendrá lugar, sin solución de continuidad, una
segunda audiencia destinada a establecer los factores relevantes para la
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determinación de la pena (oportunidad propicia para alegar atenuantes que no


digan relación con el hecho imputado) y el modo de cumplimiento de la sentencia.
De igual modo todos los incidentes del juicio serán resueltos por el tribunal de juicio
oral en la misma audiencia y de modo inmediato (art. 290, art. 343 inc. 1).

Garantía de “juicio público”: Esta garantía se satisface con el acceso público a la


sala de audiencias, lo cual solo puede restringirse en los casos del Artículo 289
CPP, esto es, ante la necesidad de proteger la intimidad, el honor o la seguridad de
cualquier persona que debiere tomar parte en el juicio, o para evitar la divulgación
de un secreto protegido por la ley, caso en el cual el TJO podrá:

a) impedir el acceso u ordenar la salida de personas determinadas de la sala de


audiencias.

b) Impedir el acceso del público en general u ordenar su salida para la práctica de


pruebas específicas y,

c) Prohibir al fiscal, a los demás intervinientes y a sus abogados que entreguen


información o formulen declaraciones a los medios de comunicación social durante
el desarrollo del juicio.

Los medios de comunicación social podrán fotografiar, filmar o transmitir alguna


parte de la audiencia que el tribunal determinare, salvo que las partes se opusieren
a ello. Si solo alguno de los intervinientes se opusiere, el tribunal resolverá.

Tengamos presente, por último, que el Art. 376 letra d) considera motivo absoluto
de nulidad al hecho de que “en el juicio oral hubieren sido violadas las
disposiciones establecidas por la ley sobre publicidad y continuidad del juicio”.

2. GARANTÍA A SER JUZGADO EN UN PLAZO RAZONABLE O SIN


DILACIONES INDEBIDAS (Artículo 7.5 y 8.1 CADH y Art. 14.3 PIDCP)

La jurisprudencia internacional ha señalado que se vulnera esta garantía cuando se


incumplen los términos y plazos preestablecidos, pero en rigor para calificar ello de
“indebido” debe tenerse en cuenta tres factores:
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a) la complejidad del asunto


b) la actividad procesal del interesado
c) la conducta de las autoridades judiciales.

En el fondo, esta garantía se complementa con la garantía de la presunción de


inocencia, lo que supone que la privación de libertad del imputado no se extienda
de manera desproporcionada; el imputado debe ser sometido a juicio lo antes
posible.

Como aplicación de este principio en nuestro sistema procesal penal, encontramos


el Art. 247 CPP, que señala que el plazo legal para cerrar la investigación es de dos
años, sin perjuicio de que puede ser reducido por resolución judicial. Por otra parte,
la ley faculta a cualquier persona que se sienta afectada por una investigación no
formalizada para solicitarle al juez de garantía que le fije al fiscal un plazo para que
la formalice (Artículo 286 CPP).

3. GARANTÍA DE PRESUNCIÓN DE INOCENCIA (Artículo 4 CPP, Artículo 14.2


PIDCP y Art. 8.2 CADH).

Es aquella máxima según la cual una persona no puede ser considerada ni tratada
como culpable, en tanto no fuere condenado por una sentencia firme dictada en un
debido proceso legal.

Cuando se habla de “presunción” de inocencia, no se utiliza la palabra “presunción”


en el sentido de un medio probatorio, vale decir, no se trata de una presunción de
aquellas a las que se arriba en función de un dato o hecho conocido para
desprender uno desconocido, pues el imputado no tiene necesidad de demostrar el
antecedente para resultar favorecido con la presunción de inocencia. Se trata de
una garantía de que goza el imputado por el solo hecho de ser tal.

Pérdida de la presunción de inocencia:


La persona a quien se le atribuye un hecho punible, cualquiera sea el grado de
verosimilitud de la imputación, conserva su garantía de presunción de inocencia, en
tanto no se dicte sentencia condenatoria firme a su respecto; sólo en este momento
dicha garantía se destruye. Al respecto, tengamos presente que el grado de
convicción exigido por la ley para condenar, corresponde al estándar de “duda
razonable”, establecido en el Artículo 340 CPP. Por consiguiente, no obsta con que
el acusador produzca prueba más “convincente” que el acusado, sino que debe
tratarse de una prueba que despeje al tribunal de toda duda; que le haga adquirir
DEFIENDE TU GRADO

un grado de certeza moral suficiente acerca de la existencia de los hechos que


configuran el delito y la participación del acusado. Duda razonable es aquella que
haría a un hombre prudente vacilar al decidir una cuestión importante.

La presunción de inocencia se proyecta en dos sentidos:

i) Como regla de juicio: este sentido la presunción de inocencia consiste en que


toda la carga de la prueba corresponde al acusador. A la inversa, al imputado no le
corresponde probar su inocencia. Luego, si el ente acusador no logra superar el
estándar probatorio exigido por la ley (más allá de una duda razonable), la decisión
del tribunal necesariamente debe ser la absolución.

ii) Como regla de trato: en este sentido la presunción de inocencia consiste en


que durante la tramitación del juicio no puede imponerse por anticipado al
imputado, consecuencias propias de la sentencia condenatoria. Sin embargo, el
principio de inocencia no excluye, de plano, la posibilidad de decretar medidas
cautelares de carácter personal durante el procedimiento. En este sentido,
instituciones como la detención o la prisión preventiva resultan legitimadas (por los
tratados internacionales y por nuestra propia CPR), siempre que no tengan por
consecuencia anticipar los efectos de la sentencia condenatoria, sino asegurar los
fines del procedimiento. Esta idea aparece muy bien expresada en el Art. 122 CPP,
que refiriéndose a las “finalidades y alcances” de las medidas cautelares
personales, señala: “las medias cautelares personales sólo será impuestas cuando
fuere absolutamente indispensables para asegurar la realización de los fines del
procedimiento y sólo durarán mientras subsistiere la necesidad de su aplicación”.

FINES DEL PROCEDIMIENTO:

1) Evitar el peligro de fuga: Esto es, asegurar que el imputado comparezca a los
actos del procedimiento y a la ejecución de la sentencia.

2) Asegurar la evidencia: vale decir, evitar que se oculte, destruye o inutilice la


prueba que existe en contra del imputado.

3) Asegurar la integridad de la víctima, de su familia o de sus bienes.

4) Evitar el peligro para la seguridad de la sociedad.


DEFIENDE TU GRADO

Tanto “el peligro para la sociedad” como el “peligro para el ofendido” (víctima, su
familia o bienes) han sido profusamente criticados por la doctrina, señalando que la
privación de libertad fundada en peligrosidad, no constituyen finalidades del
procedimiento, sino que una anticipación de la pena, a menos que se considere
la pena como pura retribución. En efecto, si se reconoce a la pena efectos
preventivos generales o especiales, resulta evidente que la evitación de peligro
para la seguridad de la sociedad o del ofendido no es sino una de las finalidades de
la pena y, por tanto, se vulneraría la garantía de inocencia en su vertiente de regla
de trato, como asimismo el derecho al juicio previo.

A esta crítica general, se agrega otra especial respecto de la prisión preventiva, que
señala que los criterios orientadores del Artículo 140 CPP han sido concebidos más
bien como un “peligro de reincidencia”, lo cual nos aproxima más a un derecho
penal de autor que de acto; y que, por otro lado, el reconocimiento de estas
causales en nuestro CPP y CPR, están en abierta contradicción con los tratados
internacionales ratificados por Chile y que se encuentran vigentes.

4. GARANTÍA DE INADMISIBILIDAD DE LA PERSECUSIÓN PENAL MÚLTIPLE


O DEL NON BIS IN IDEM
(Artículo 14.7 PIDCP, Art. 8.4 PSJ, Art. 1 Inc. 2 CPP).

Es aquella máxima en cuya virtud ninguna persona que hubiere sido condenada,
absuelta o sobreseído definitivamente por sentencia ejecutoriada, podrá ser
sometida a un nuevo procedimiento penal por el mismo hecho (artículo 1 inciso 2°
CPP).

Requisitos: Para que el imputado quede a cubierto de una nueva persecución


penal, simultánea o sucesiva por los mismos hechos, se precisa de la “doble
identidad”, que está determinada por la identidad de persona e identidad de objeto.

a) identidad de persona: debe tratarse de una identidad “física”, es decir, del


mismo imputado.

b) identidad de objeto: debe tratarse del mismo HECHO punible, por consiguiente
es indiferente la calificación jurídica que de él se haga.

HORVITZ/LÓPEZ hablan de la TRIPLE IDENTIDAD, pues exigen, además de los dos


requisitos anteriores, la “identidad de motivo”, el cual se refiere a la pretensión
punitiva, de tal manera que –en su concepto– no existirá violación del principio si la
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pretensión de uno de los procesos no es la aplicación de la sanción penal, sino una


reparación civil o una sanción disciplinaria, por ejemplo.

La mayoría de los autores, sin embargo, sólo exigen los dos primeros requisitos y
no el último, pues lo que impide el principio del non bis in idem es que se sancione
a una persona dos veces por el mismo hecho, cualquiera sea la naturaleza de esa
sanción (BINDER). La jurisprudencia en este sentido ha señalado que “las sanciones
administrativas no mudan su naturaleza de verdaderas penas por la mera
circunstancia de no haber sido establecidas por leyes exclusivamente criminales, ni
por el hecho de que su aplicación corresponda a organismos distintos de los
tribunales de justicia”; se trata de dos manifestaciones del mismo poder punitivo:
el ius puniendi del Estado es uno solo.

Por último, es pertinente decir que este derecho se manifiesta en figuras como la
cosa juzgada, la litis pendencia y la revisión de sentencias firmes. La cosa juzgada
puede invocarse cuando ha existido un procedimiento penal que ha terminado por
sentencia definitiva firme o por sobreseimiento definitivo firme. La litis pendencia
cuando existen dos o más procedimiento penales paralelos, mediando entre ellos la
doble identidad antes indicada: de imputado y hecho punible. En cuanto a la
revisión (arts. 473-480 CPP), hay que decir que es el non bis in idem el que explica
por qué en materia penal sólo es posible rever una sentencia firme en situaciones
favorables al imputado, y nunca en contra (por el carácter garantista de la
presunción de inocencia).

c) El non bis in ídem y la decisión de no perseverar en la investigación del


art. 248 letra c) del CPP: Vencido el plazo legal o judicial de investigación,
comienza a correr un plazo de 10 días, dentro del cual el fiscal podrá optar por
alguna de estas 3 cosas:

a) Solicitar el sobreseimiento definitivo o temporal de la causa.

b) Deducir acusación cuando estimare que la investigación proporciona fundamento


serio para el enjuiciamiento del imputado.

c) Comunicar la decisión de no perseverar en el procedimiento, por no haberse


reunido durante la investigación antecedentes suficientes para fundar una
acusación. Hecha la comunicación anterior, quedarán sin efecto la formalización de
la investigación, las medidas cautelares que se hubieren decretado y la
DEFIENDE TU GRADO

prescripción de la acción seguirá corriendo como si nunca se hubiere interrumpido


(lo correcto sería decir: “suspendido”).

Repárese que el inciso 2 del artículo 1 del CPP NO menciona a la decisión de no


perseverar en el procedimiento como uno de los eventos que dan lugar al
non bis in ídem. Esto permitiría, para algunos, concluir que es posible volver a
investigar al imputado por el mismo hecho, dado que a su respecto no ha recaído
una sentencia firme, sea condenatoria o absolutoria, sea un sobreseimiento, sino
que tan solo ha habido insuficiencia de antecedentes que permitan formular una
acusación en contra del imputado.
Sin embargo, otros autores se oponen a la interpretación anterior, señalando que si
el órgano persecutor no logró fundar su convicción acusadora dentro del plazo legal
o judicial, debe prevalecer la garantía del non bis in idem, la cual debe entenderse
configurada en todo caso, respaldada a la vez por la garantía a ser juzgado en un
plazo razonable.

5. GARANTÍA DE DEFENSA
(artículo 19 Nº3 incisos 1º, 2º y 5º CPR / artículo 19 Nº7 letra f) CPR/ artículo 14.3
PIDCP/ artículo 8.2 CADH / artículos 7, 8, 93, 94, 98, 102 y 103 CPP)

Es la facultad del imputado de intervenir en el procedimiento penal que se dirige en


su contra, para poner en evidencia ya sea la falta de fundamento de la pretensión
punitiva, o de cualquier circunstancia que la excluya o atenúe.

HORVITZ/LÓPEZ clasifica el derecho de defensa en:


i) garantías relativas al derecho de defensa material
ii) garantías relativas al derecho de defensa técnica.

i) Derecho de defensa material: Los autores señalados lo definen como “el


ejercicio de los derechos que la CPR y las leyes le confieren al imputado durante el
procedimiento y que, en general atingen en forma personal al imputado”.

ii) Derecho de defensa técnica: Los mismos autores lo definen como “el derecho
a ser asistido o defendido por un letrado desde la primera actuación del
procedimiento y hasta la completa ejecución de la sentencia”.
DEFIENDE TU GRADO

MECANISMOS Y PROTECCIÓN A LOS DERECHOS Y GARANTÍAS DEL


IMPUTADO.

I) Autorización judicial previa para la práctica de diligencias intrusivas.

II) Cautela de garantías.

III) Amparo ante el juez de garantía.

IV) Exclusión de pruebas por ilicitud probatoria.

V) Incidente de nulidad.

VI) Recurso de nulidad.

I) Autorización judicial previa para la práctica de diligencias intrusivas.


Artículo 9 Inciso 1 CPP.

Son aquellas que privan, restringen o perturban al imputado o a un tercero, en el


ejercicio de los derechos que la Constitución asegura.

Para la procedencia de las medidas intrusivas, se requiere de autorización


judicial previa.
En general, hacen excepción a esta regla los casos de flagrancia (no se requiere
aquí de autorización judicial previa), sin perjuicio de las excepciones particulares
que enseguida consignaremos.

En cuanto al modo de conceder las autorizaciones, la ley establece una modalidad


especial tratándose del “casos urgentes”3, en los cuales la autorización podrá ser
solicitada y otorgada por cualquier medio idóneo, tales como teléfono, fax, correo
electrónico u otro, sin perjuicio de la constancia posterior, en el registro
correspondiente.

En estos casos urgentes, la POLICÍA podrá actuar en el cumplimiento de las


órdenes que les impartan los fiscales y jueces sin requerir la autorización judicial
previa, sin perjuicio de que ésta deba exhibirse posteriormente4.

3La expresión “casos urgentes” debe entenderse en el sentido que le das da el Art. 60 Inc. 2 CPC, esto es, se

estiman urgentes las actuaciones cuya dilación pueda causar grave perjuicio a los interesados, o a la buena
administración de justicia o hacer ilusoria una providencia judicial.
4 Se trataría de un caso de excepción en el cual la autorización judicial no se requiere a a priori sino que a

posteriori.
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Catálogo de medidas intrusivas:


i) Exámenes corporales y médicos
ii) Entrada y registro
iii) Retención e incautación de correspondencia e interceptación de las
comunicaciones
iv) Incautación de objetos y documentos
v) Exhumación de cadáveres.

A) Exámenes corporales y médicos.

Son aquellas medidas de investigación intrusivas que se realizan sobre el cuerpo de


las personas, y que implican un reconocimiento externo o interno del mismo.

La doctrina alemana clasifica los exámenes corporales en:


-Registro externo: en virtud de este registro se intenta encontrar objetos
escondidos en la superficie o en las cavidades naturales del cuerpo (ano, boca,
vagina).
-Registro interno: en virtud de este registro se investiga el cuerpo mismo del
imputado (su estado mental, el alcohol).

Garantías constitucionales en juego:


- Dignidad de la persona.
- Derecho integridad física y psíquica.
- Derecho a no ser sometido a tratos crueles, inhumanos y degradantes
- Derecho a la libertad personal
- Derecho a la no autoincriminación

¿Cuándo se requiere autorización judicial previa? Al respecto hay que


distinguir las siguientes hipótesis:

a) En cuanto a los exámenes corporales propiamente tales (exámenes biológicos,


muestras de sangre, etc.). Si la persona que ha de ser objeto del examen corporal
presta su consentimiento, no se requiere de autorización judicial previa, en caso
contrario, hay que recabar dicha autorización, y ésta se concederá siempre que no
importare un menoscabo para salud o dignidad del interesado.
DEFIENDE TU GRADO

b) Otros casos relacionados en que no se requiere de autorización judicial.

1.) Para la toma de huellas digitales en el control de identidad, no se requiere de


autorización judicial previa, en el evento de imposibilidad de lograr la identificación
por otros medios (Art. 85 Inc. 3 CPC). Esta caso hace surgir las mismas crítica en
cuanto a la infracción de la garantía de no autoincriminación, toda vez que se utiliza
al imputado como objeto de prueba sin que medie su consentimiento ni
autorización judicial subsidiaria.

2) Tampoco se requiere de la autorización judicial previa, en el caso del control de


identidad y de la detención, ya sea por flagrancia o en virtud de resolución judicial,
en lo que dicen relación al examen de vestimentas, equipaje o vehículo de la
persona detenida o controlada (Art. 85 en relación al 89 CPP).

B) Entrada y registro.
Es aquella diligencia de investigación intrusiva que tiene por objeto obtener fuentes
de prueba ingresando a lugares cerrados o de libre acceso público.

Garantías constitucionales en juego:


- Derecho a la intimidad (Art. 19 nº 4 CPR).
- Derecho a la inviolabilidad del hogar (Art. 19 nº 5 CPR).

Objeto de la medida:
a) Búsqueda el imputado contra quien se hubiere librado orden de
detención o se encuentre cometiendo un delito.
b) Búsqueda de huellas o rastros del hecho investigado.
c) Búsqueda de medios que sirvan para la comprobación del delito
investigado.

¿Cuánto se requiere autorización judicial previa? Hay que distinguir:


a) Tratándose de lugares de libre acceso público, no se requiere de autorización
judicial previa (Artículo 204 CPP).

b) Tratándose de lugares cerrados, en principio requieren se autorización judicial


previa, salvo tres casos:

1) si media el consentimiento del titular del derecho (Art. 205 CPP).


DEFIENDE TU GRADO

2) en caso de flagrancia, cuando “las llamadas de auxilio de las personas que se


encontraren en el interior del lugar cerrado u otros signos evidentes indicaren que
en el recinto se está cometiendo un delito. (Art. 206 CPP).
3) Cuando la policía se encontrare en la actual persecución del individuo a quien
debiere detener (Art. 129 CPP). Se ha entendido que la actual persecución a la que
alude la norma no es solo la física, que supone ir tras otro, sino también la jurídica,
que implica la vigencia de una orden de detención.

C) Retención e incautación de correspondencia e interceptación de las


comunicaciones.

La garantía constitucional que está en juego es El derecho a la intimidad (Art. 19 nº


4 y 5 CPR).

Casos en que se requiere autorización judicial previa:


a) Para proceder a la retención e incautación de correspondencia de cualquier
tipo, cuando por motivos fundados fuere previsible su utilidad para la
investigación (Art. 218 CPP).
b) Para que una empresa de comunicaciones facilite copias de las transmitidas
o recibidas por ellas (Art. 219 primera parte CPP).
c) Para interceptar comunicaciones telefónicas, cumpliéndose con los exigentes
requisitos que establece el Art. 222 CPP. Uno de ellos es que el hecho
investigado tenga asignada pena de crimen.
d) Para obtener fotografías, filmaciones y otros medios de reproducción de
imágenes y grabaciones entre presentes (incluso dentro del domicilio del
imputado). El legislador somete este caso, a las mismas exigencias de la
interceptación de comunicaciones telefónicas (Art. 222 CPP) (Art. 226 CPP).

Caso que no se requiere de autorización judicial previa: Según


HORVITZ/LÓPEZ no se requiere de autorización judicial previa cuando el fiscal
requiere copia de un programa de radio, televisión u otros medios públicos de
transmisión, en conformidad al Art. 219 segunda parte CPP. Esto es así, según los
mismos autores, porque la garantía en comento se extiende sólo a la comunicación
privada, que es aquella que tiene lugar de modo confidencial, esto es,
singularizándose el destinatario con el propósito manifiesto de excluir a terceros, lo
que no ocurre en el caso señalado, pues se trata un medio de comunicación
pública.
DEFIENDE TU GRADO

Consignemos aquí que el Código establece la prohibición de incautar ciertos objetos


o documentos que se encuentren en poder de las personas a quienes la ley
reconoce la facultad de no prestar declaración, como ciertos parientes (Art. 302
CPP) y las personas que deban abstenerse en razón de secreto profesional, como el
abogado (Art. 303 CPP), pero la limitación sólo rige respecto de las comunicaciones
y notas que se encuentran en poder de dichas personas o en las oficinas o
establecimientos en los cuales tales profesionales ejercen su actividad (Art. 220
CPP).
Asimismo, no podrán interceptarse las comunicaciones entre el imputado y su
abogado, a menos que el juez de garantía lo ordene, por sospechar fundadamente
que el abogado tiene responsabilidad penal en los hechos investigados (Art. 222
Inc. 3 CPP).

D) Incautación de objetos y documentos.

Es aquella medida intrusiva por la cual se priva a un individuo de un bien de su


propiedad.

Garantía constitucional en juego: El derecho de propiedad (Art. 19 nº 24 CPR).

Objetos de la medida.
- Asegurar los objetos y documentos que pudieran servir como medios de
prueba.
- Asegurar los efectos y documentos que puedan ser objeto de la pena de
comiso.
- Asegurar los objetos y documentos relacionados con el hecho investigado
(Art. 217 CPP).

¿Cuándo se requiere autorización judicial para proceder a la incautación?


Hay que distinguir tres situaciones:

a) Si los objetos o documentos se encuentran en poder del imputado. En ese caso


se requiere de autorización judicial.

Excepciones: No se requiere de autorización previa:


- Cuando el imputado los entrega voluntariamente.
- Cuando los objetos y documentos se encuentran en poder del detenido por
delito flagrante (Art. 187 CPP).
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b) Si los objetos o documentos se encuentran en poder de terceros. En este caso el


juez podrá apercibir al tercero para que las entregue en lugar de ordenar la
incautación o bien, efectuar primero el apercibimiento y luego ordenar la
incautación (Art. 217 Inc. 2 CPP).

c) Si los objetos o documentos se encuentran en lugares públicos o en el sitio del


suceso. En estos casos, tales cosas pueden ser incautadas sin necesidad de orden
previa (Art. 83 letra C).

d) Si los objetos o documentos se encuentran en lugares cerrados. En este caso se


aplica las reglas vistas respecto de la entrada y registro (Art. 217 inc. 3 CPP en
relación al 205 CPP).

E) Exhumación de cadáveres.
De acuerdo al Artículo 202 CPP, cuando el Fiscal considere que la exhumación de un
cadáver puede resultar útil para la investigación puede solicitar a autorización
judicial para la realización de la misma. El juez debe resolver previa citación del
cónyuge o de los parientes más cercanos del difunto.

Valores constitucionales en juego: Los autores discuten:


a) Para algunos, la necesidad de autorización judicial previa para esta medida
intrusiva, no se funda en la afección de un derecho constitucional, sino en el
sentimiento de piedad o respeto debido a la memoria de los muertos.
b) Para otros, se afectaría la garantía constitucional del honor, específicamente,
el honor familiar.

II) Cautela de garantías.

Es la obligación impuesta al juez de garantía de adoptar de oficio o a petición de


parte las medidas necesarias para permitir que el imputado ejerza los derechos que
le confieren la Constitución y las leyes, cuando se estime que está impedido de
ejercerlos (Art. 10 CPP).

En otras palabras, el juez frente a un estado de indefensión específico del


imputado, que le impida ejercer las garantías legales y constitucionales, está
obligado a comportarse como legislador del caso concreto, para con ello asegurar el
ejercicio pleno de tales garantías o derechos.
DEFIENDE TU GRADO

Según consta de las actas de la Comisión de Constitución, legislación y justicia del


Senado, esta figura tiene por objeto amparar a aquellas personas que se
encuentran en un estado intermedio entre la plena salud mental y la enajenación
mental; se trata de personas que si bien son imputables desde el punto de vista de
la persecución penal, no puede decirse que se encuentran en condiciones aptas
para ejercer plenamente los derechos que le confieren la Constitución y las leyes.

Facultades del juez en estos casos: El juez puede adoptar todas las medidas
que crea necesaria para evitar una afectación substancial de los derechos del
imputado, y si ellas no fueren suficientes, puede:
1) ordenar la suspensión del procedimiento.
2) decretar el sobreseimiento temporal del mismo (Art. 10 Inc. 2 CPP)

III) Amparo ante el juez de garantía.

El control de las condiciones de la detención puede producirse básicamente


por dos vías: a) Audiencia de control de la detención; y b) Amparo ante el juez de
garantía.

a) Audiencia de control de la detención: Se trata de la primera audiencia


judicial del detenido, que se celebra en el momento en que éste es puesto a
disposición del juez que ordenó su detención (Art. 132 CPP).

La audiencia del control de la detención debe iniciarse con la verificación de oficio


por parte del juez de garantía, de que se ha dado cumplimiento al deber de
información de derechos al detenido (Art 136 CPP) y de que se han respetado sus
derechos y garantías (Art 97CPP).

Situaciones que pueden presentarse.


a) No comparece ni el fiscal ni el abogado asistente del fiscal. En este caso, debe
procederse a la liberación del detenido (Art. 132 Inc. 1 CPP)

b) Comparece el fiscal o su abogado asistente. En este caso:


1) El fiscal o su abogado asistente puede proceder directamente a
formalizar la investigación y a solicitar las medidas cautelares que
procedieren, siempre que contaren con los antecedentes necesarios y
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que se encontrare presente el defensor del imputado5. (Art. 132 Inc. 2


CPP)
2) En caso de que no pudiera proceder de la manera indicada, el fiscal o su
abogado asistente podrán solicitar una ampliación del plazo de detención
hasta por tres días, con el solo objeto de preparar su presentación. El
juez accederá a esta petición cuando estimare que los antecedentes
justifican a medida (Art. 132 Inc. 2 CPP).

Declaración de ilegalidad de la detención.

La declaración de ilegalidad de la detención es una resolución judicial por


cuyo medio el tribunal competente establece que se han incumplido algunas de las
formalidades de la detención o bien no ocurren en la especie los supuestos de
flagrancia que autorizan la detención. Hasta antes de la ley 20.253 del 14 de Marzo
del 2008 se estimaba por algunos tribunales de garantía que la ilegalidad de la
detención traía como consecuencia la inmediata libertad del detenido, sin que
pudiera el fiscal del MP formalizar la investigación y pedir medidas cautelares
respecto del imputado cuya detención se había declarado ilegal. A esta situación
puso fin el artículo 132 Inc. 3º CPP, introducido por la ley 20.253, en cuanto
estableció que la declaración de ilegalidad de la detención no impedirá que
el fiscal o su abogado asistente pueda formalizar la investigación y solicitar
medidas cautelares, pero no podrán solicitar la ampliación de la detención,
situación que implica la posibilidad de que el imputado, aunque mal detenido, siga
privado de libertad. Además, la declaración de ilegalidad de la detención no produce
cosa juzgada en relación al debate de exclusión de pruebas que tenga lugar
ulteriormente conforme a lo previsto en el art 276 CPP. En otras palabras, si la
detención se declara ilegal por estimarse que el ingreso al domicilio supuso la
infracción de una garantía constitucional dicho antecedente no es vinculante para la
ulterior exclusión de pruebas que tenga lugar en la audiencia de preparación del
juicio oral.

b) Amparo ante el juez de garantía: Es el derecho que la ley confiere a toda


persona privada de libertad, para ser conducida sin demora ante un juez de
garantía, con el objeto de que examine la legalidad de su privación de libertad y, en
todo caso, para que examine las condiciones en que se encontrare,
constituyéndose, si fuere necesario, en el lugar que ella estuviere, a objeto de que

5La presencia del imputado y el defensor, constituye un requisito de validez de la audiencia que se pronuncia
sobre la prisión preventiva (artículo 142 CPP).
DEFIENDE TU GRADO

el juez ordene la libertad del afectado o adopte las medidas que fueran procedentes
(Art. 95 Inc. 1 CPP).

Cabe tener presente que cualquier persona a nombre del privado de libertad puede
solicitar al juez que conociere del caso o al del lugar donde aquel se encontrare,
que sea conducido a su presencia y se ejerzan las facultades antes mencionadas
(Art. 95 Inc. 2 CPP).

Con todo, si la privación de libertad hubiere sido ordenada por resolución judicial,
su legalidad sólo podrá impugnarse por los medios procesales que correspondan
ante el tribunal que la hubiera dictado, sin perjuicio de su derecho a ejercer la
acción de amparo del Art. 21 CPR.

El amparo ante el juez de garantía no difiere sustancialmente del amparo


constitucional del art. 21 CPR, ya que ambas figuras apuntan a un mismo objetivo,
que consiste en examinar la legalidad de la detención, es decir, la observancia de
las formalidades anteriores, coetáneas y posteriores que arriba se indicaron. El
amparo ante el juez de garantía comparte con el amparo constitucional la
naturaleza de acción tutelar, cautelar, y popular de la libertad, ya que ambos
pueden ser impetrados o formulados por una persona que incluso no sea el
afectado por la privación de la libertad (art 95 CPP). Sin embargo, estas figuras
tutelares de la libertad personal se diferencian entre sí en cuanto a los siguientes
aspectos:

1) El amparo ante el juez de garantía opera únicamente ante una situación de


privación de libertad, mientras que el amparo constitucional tiene lugar incluso
frente a situaciones de amenaza al derecho a la libertad personal.

2) El amparo ante el juez de garantía es procedente frente a cualquier privación de


libertad que NO tenga su origen en una resolución judicial, ya que si la detención se
practica por orden judicial la ley establece que la legalidad de dicha detención solo
puede impugnarse por los medios procesales o recursos ante el tribunal que la
hubiere dictado. Esta limitación no alcanza al amparo constitucional, ya que la
Corte de Apelaciones respectiva puede examinar la legalidad de la detención sea
que la privación de libertad tenga su causa en un simple acto material de
aprehensión o en una resolución judicial, cualquiera sea el tribunal que la dicte (art
95 inc. 3º CPP).
DEFIENDE TU GRADO

Exclusión de prueba por ilicitud probatoria.

En la audiencia de preparación de juicio oral se ventilan o desarrollan un conjunto


de actividades procesales destinadas a depurar la litis y las pruebas que se rendirán
en el juicio oral, cobrando especial relevancia la exclusión de todas aquellas
pruebas que provengan de actuaciones o diligencias declaradas nulas, o bien, que
hubieren sido obtenidas con infracción de garantías fundamentales.

Incidente de nulidad.

La ley contempla un incidente de nulidad para dejar sin efecto las


actuaciones judiciales defectuosas del procedimiento que causen o generen
indefensión, el art. 159 CPP define a la indefensión de esta manera: “cuando la
inobservancia de las formas procesales atenta contra las posibilidades de actuación
de cualquiera de los intervinientes en el procedimiento”. El incidente de nulidad
pasa a ser de este modo un mecanismo que permite al imputado reclamar contra la
actuación judicial que le prive o restrinja de sus derechos, siempre que con ello se
le cause un perjuicio, entendido como indefensión, del modo como queda definido
por el art. 159 CPP.

Recurso de nulidad.

Opera como un mecanismo de protección de garantías cuando se funda en la causal


prevista por el Art. 373 letra a) CPP, esto es, cuando, en cualquier etapa del
procedimiento o en el pronunciamiento de la sentencia, se hubieren infringido
sustancialmente derechos o garantías asegurados por la constitución o por los
tratados internacionales ratificados por Chile y que se encuentren vigentes.

ACTIVIDAD PROCESAL.
Título II del libro I CPP, arts. 14 y SS.

El artículo 52 del CPP establece que recibirán aplicación las disposiciones comunes a
todo procedimiento del Libro I CPC en todo lo que no se opusieren a lo estatuido en
el CPP o en las leyes especiales.
DEFIENDE TU GRADO

Materias tratadas:

1) Los plazos.
2) Comunicaciones entre autoridades.
3) Comunicaciones y citaciones del MP.
4) Notificaciones y citaciones judiciales.
5) Resoluciones y actuaciones judiciales.
6) Registro de actuaciones.
7) Las costas.

1. Los plazos:

a) En el proceso penal no hay días ni horas inhábiles, es decir, los plazos


son de días corridos (Art. 14 CPP). No obstante cuando un plazo de días
concedidos a los intervinientes venciere en día feriado, se considerará ampliado
hasta las 24 hrs. del día siguiente que no fuere feriado.

b) Computo del plazo de horas (Art. 15 CPP). Los plazos de horas establecidos
en el código comenzarán a correr inmediatamente después de ocurrido el hecho
que fijare su iniciación, sin interrupción.

c) Plazos fatales e improrrogables (Art. 16 CPP). Los pazos establecidos en el


CPP son fatales e improrrogables, a menos que se indique expresamente lo
contrario. Tengamos presente que el carácter FATAL de los plazos, a diferencia de
lo que sucede en materia procesa civil (Art. 64 CPC), afecta tanto a los plazos
establecidos para las actuaciones de los intervinientes como aquellos establecidos
para las actuaciones propias del tribunal. La historia de la ley es clara en este
sentido.

El carácter improrrogable de los plazos se aplica exclusivamente a los plazos


legales, mas no así a los plazos judiciales, los cuales se pueden prorrogar
cumpliéndose los dos requisitos que establece el Art. 67 CPC.

d) Nuevo plazo (Art. 17 CPP). La ley prevé la posibilidad de solicitar un nuevo


plazo, cuando, por un hecho que no le fuere imputable, por defecto en la
notificación, por fuerza mayor o caso fortuito, algún interviniente se hubiere visto
impedido e ejercer un derecho o desarrollar una actividad dentro del plazo
establecido por la ley. En este caso, la solicitud de nuevo plazo debe dirigirse a
DEFIENDE TU GRADO

tribunal dentro de los 5 días siguientes a aquel en que hubiere cesado el


impedimento.

e) Renunciabilidad del plazo (Art. 18 CPP). Los intervinientes pueden renunciar


expresamente, ya sea de forma total o parcial, a los plazos establecidos a su favor.
Si el plazo fuere común, la abreviación o la renuncia requerirán el consentimiento
de todos los intervinientes y la aprobación del tribunal.

2. Comunicaciones entre autoridades.

a) Requerimiento de información. Es un acto de comunicación común tanto al


MP como a los tribunales con competencia penal. Consiste en la solicitud e
información que el MP y los tribunales con competencia en lo penal pueden
formular a todas las autoridades y órganos del Estado, quienes están obligados por
ley a proporcionársela sin demora (Art. 19 CPP). La ley, con el objeto de
desformalizar al máximo este requerimiento, señala que la comunicación puede
realizarse por cualquier medio idóneo (Art. 21 CPP).

Ahora bien, si la información o documentos requeridos tuvieran carácter secreto, el


requerimiento debe responderse sujetándose a la ley respectiva, si la hubiere y, en
caso contrario, adoptándose las precauciones que aseguren que la información no
será divulgada (Art. 19 Inc. 2 CPP).

Si la autoridad requerida retarda o niega el envío de los antecedentes, a pretexto


de su carácter secreto o reservado, y si el fiscal estima indispensable la realización
de la actuación, debe remitir los antecedentes al fiscal nacional, quien, si
compartiere esa apreciación, solicitará a la Corte de Apelaciones que resuelva la
controversia. Si fuere el tribunal el que requiere la información, debe formular
directamente dicha solicitud a la Corte de Apelaciones (Art. 19 Inc. 3).

Si la razón invocada por la autoridad requerida para no enviar los antecedentes


fuere que su publicidad pudiere afectar la seguridad nacional, la cuestión será
resuelta por la Corte Suprema.

Solicitudes entre tribunales. Tiene lugar cuando el tribunal requirente necesite la


realización de alguna diligencia dentro del territorio jurisdiccional del tribunal
requerido, pudiendo hacerse esta comunicación por cualquier medio idóneo (Art. 21
DEFIENDE TU GRADO

CPP). Si surge alguna controversia, en cuanto a la solicitud, el tribunal requirente


puede dirigirse directamente al superior jerárquico, para que ordene, agilice o
gestione directamente la petición.

3. Comunicaciones y citaciones del MP.

Comunicaciones del MP. Constituyen la forma a través de la cual éste pone en


conocimiento de los demás intervinientes en el procedimiento alguna actuación o
decisión que, por disposición de la ley esté obligado a comunicar formalmente (Art.
22 CPP). Son, para el MP, el equivalente de los que las notificaciones son para el
tribunal.

Las comunicaciones del MP pueden efectuarse, bajo su responsabilidad, por


cualquier medio razonable que resultare eficaz, siendo, en todo caso, de cargo del
MP dejar constancia de haberse efectuado la comunicación (Art. 22 Inc. 1).

Si un interviniente probare que por la deficiencia de la comunicación se hubiere


encontrado impedido de ejercer oportunamente un derecho o desarrollar una
actividad dentro del plazo establecido por la ley, podrá solicitar un nuevo plazo, el
que le será concedido en os términos del Art. 17 CPP (Art. 22 Inc. 2).

Citaciones del MP. Son actos de comunicación que este órgano formula, cuando
en el desarrollo de su actividad de investigación necesita la comparecencia de una
persona ante sí. Puede llevarse a efecto por cualquier medio idóneo, y su
incumplimiento faculta al fiscal para recurrir ante el juez de garantía a objeto que
éste lo autorice a conducir al citado compulsivamente a su presencia (Art 23 Inc.
1).
Las personas exceptuadas de la obligación de comparecer al llamamiento
judicial están igualmente exceptuadas de comparecer al MP, de modo que si su
declaración fuere necesaria debe solicitar autorización al juez de garantía para
interrogarlas en el lugar en el ejercen sus funciones o en su domicilio.

4. Notificaciones y citaciones judiciales.

Funcionarios habilitados. Las notificaciones de las resoluciones judiciales se


harán por los funcionarios del tribunal que hubieren expedido la resolución. Por
excepción, el tribunal podrá autorizar que un ministro de fe distinto practique la
DEFIENDE TU GRADO

diligencia o, en casos calificados y por resolución fundada, por un agente de policía


(Art. 24 CPP).

Señalamiento de domicilio bajo apercibimiento. (Art. 26 CPP) En su primera


actuación del procedimiento los intervinientes deberán ser conminados por el juez,
por el MP, o por el funcionario público que practicare la primera notificación, a
indicar un domicilio dentro de los límites urbanos de la ciudad en que funcione el
tribunal respectivo y en el cual puedan practicárseles las notificaciones posteriores.
Así mismo, deberán comunicar cualquier cambio de domicilio.
En caso de omisión en el señalamiento del domicilio o de la comunicación de
sus cambios, o de cualquier inexactitud del mismo o de la inexistencia del domicilio
indicado, las resoluciones que se dictaren se notificarán por el estado diario. Para
tal efecto, los intervinientes en el procedimiento deberán ser advertidos de esta
circunstancia, lo que se hará constar en el acta respectiva.

Notificación al MP. El MP será notificado en sus oficinas (Art. 27 CPP).

Notificación a otros intervinientes. Cuando un interviniente contare con


defensor o mandatario, las notificaciones deben ser hechas solamente a éste, salvo
que la ley o el tribunal dispusiere que también se notifique a aquel (Art. 28 CPP).

Notificación al imputado privado de libertad. Deberán practicarse EN


PERSONA, en el establecimiento o recinto en que permaneciere. Excepcionalmente
y por resolución fundada, el tribunal podrá disponer que determinadas resoluciones
se notifiquen al imputado privado de libertad en el recinto en que funcione el
tribunal (Art. 29 CPP).

Notificaciones de resoluciones en audiencia. Las resoluciones pronunciadas en


audiencia se entenderán notificadas a los intervinientes del procedimiento que
hubieren asistido o DEBIDO ASISTIR., por el solo hecho de su dictación (Art. 30
CPP).

Otras formas de notificación. Cualquier interviniente en el procedimiento podrá


proponer para sí otras formas de notificación, que el tribunal podrá aceptar sí, en
su opinión, resultaren suficientemente eficaces y no causaren indefensión (Art. 31
CPP).

Normas aplicables a las notificaciones. En lo no previsto en éste párrafo, se


rigen por las normas contempladas en el Título IV del Libro III del CPC.
DEFIENDE TU GRADO

Citaciones judiciales. Es el acto de comunicación del tribunal mediante el cual se


da noticia a una persona de la orden de comparecer ante el tribunal para la
realización de un acto del procedimiento. Se cumple mediante la notificación que
ordena la comparecencia el notificado, y que debe contener las menciones e
indicaciones del Art. 33 CPP. La fatal de comparecencia injustificada producirá su
detención o que sea sometido a prisión preventiva, hasta la realización de la
actuación respectiva. Tratándose de los testigos, peritos u otras personas cuya se
requiriere podrán ser arrestados hasta la realización de la actuación por un máximo
de 24 horas e imponérseles, además, una multa de hasta 15 UTM. Si quien no
concurriere injustificadamente fuere el defensor o el fiscal, se le aplicará lo
dispuesto en el Art. 287 CPP.

5. Resoluciones judiciales.

Poder coercitivo: El tribunal en el ejercicio de sus funciones, puede ordenar


directamente la intervención de la fuerza pública y disponer todas las medidas
necesarias para el cumplimiento de las actuaciones que ordenare y la ejecución de
las resoluciones que dictare.

Nulidad de las actuaciones delegadas: La delegación de funciones en


empleados subalternos para realizar actuaciones en que las leyes requieren la
intervención del juez producirá la nulidad de las mismas (Art. 35 CPP). De aquí se
desprende que el principio de inmediación no solo rige en la audiencia de juicio
oral, sino también en cualquier etapa del procedimiento.

Fundamentación: Los tribunales están obligados a fundamentar las resoluciones


que dictare, expresando con precisión los motivos de hecho y de derecho en que se
apoyan. Excepcionalmente no requerirán de fundamentación las resoluciones que
se pronunciaren sobre cuestiones de mero trámite, la simple relación de los
documentos del procedimiento, o la mención de los medios de prueba o solicitudes
de los intervinientes no sustituirán en caso alguno la fundamentación.” (Art. 36
CPP).

Firma de las resoluciones judiciales. Las resoluciones judiciales deben ser


suscritas por el juez o por todos los miembros del tribunal que la dictaren. Si
alguno de los jueces no pudiere firmar, se dejará constancia del impedimento (Art.
37 Inc. 1). Aunque esta norma es una reiteración del Art. 16º CPC, su inclusión
tuvo por objeto enfatizar su carácter regla especial, en cuanto no se exige, como en
DEFIENDE TU GRADO

el procedimiento civil, la autorización del secretario del tribunal. Cabe recordar que
el cargo de secretario no existe en la estructura de los tribunales con competencia
penal.

Plazos generales para dictar las resoluciones. Las cuestiones debatidas en la


audiencia deben ser resueltas en ellas. Las presentaciones escritas, por su parte,
deben ser resueltas antes de las 24 horas siguientes a su recepción.

6. Registro de actuaciones judiciales.

El procedimiento civil es escrito, así lo establece el art. 29 CPC. El proceso penal no


queda exento de un registro de las actuaciones que tienen lugar dentro de él, pero
a diferencia del proceso civil dicho registro no necesariamente debe ser escrito,
puesto que, lo único que exige la ley al respecto, en el art. 41 CPP es que el
registro se haga “por cualquier medio que asegure su fidelidad, tal como audio
digital, video u otro soporte tecnológico equivalente” (Artículos 39 al 34 CPP). En la
práctica el sistema de registro que domina en las actuaciones judiciales es el
registro de audio, al que pueden acceder los intervinientes y los tribunales
superiores, cuando haya necesidad de hacer revisión de lo obrado.

7. Las costas.

La regulación de costas se contiene en los Arts. 45 a 51 CPP. De la normativa


anterior nosotros destacaremos lo siguiente:

a) Las costas serán de cargo del condenado. Art. 47. La víctima que abandonare la
acción civil soportará las costas que su intervención como parte civil haya
ocasionado. También la soportará el querellante que abandonare la querella.

b) Cuando el imputado fuere absuelto, o sobreseído definitivamente, el MP y el


querellante serán condenados en costas, Art. 48.

c) Cuando hubiere motivo plausible para litigar el tribunal podrá eximir total o
parcialmente del pago de las costas a quien debiera soportarlas, Art. 48.

d) Los fiscales, los abogados y los mandatarios de los intervinientes en el


procedimiento no podrán ser condenados personalmente al pago de las costas,
SALVO LOS CASOS DE NOTORIO DESCONOCIMIENTO DEL DERECHO o de grave
negligencia en el desempeño de sus funciones. Art. 50.
DEFIENDE TU GRADO

LA ACCIÓN PENAL Y LA ACCIÓN CIVIL EN EL PROCESO PENAL.

ACCIÓN PENAL.

Es el medio que franquea la ley para impetrar la averiguación de un hecho que


reviste caracteres de delito y sancionar, en su caso, a los que fueren responsables
del mismo, previa formulación del respectivo requerimiento en procedimiento
monitorio o simplificado, o de la correspondiente acusación, en el procedimiento
abreviado u ordinario.

El profesor Claudio Meneses distingue entre tres conceptos:


a) acción penal
b) pretensión penal
c) pretensión procesal penal.

La acción penal hay que concebirla como el poder jurídico de pedir al órgano
jurisdiccional la actuación del Derecho Penal sustantivo.
La pretensión penal cabe identificarla con la expresión ius puniendi, esto es, el
poder de punir que pertenece al Estado y se ubica en el plano del Derecho Penal
sustantivo.
La pretensión procesal penal es la específica petición fundada que formula el
Ministerio Público de dar aplicación al Derecho Penal sustantivo en un caso
concreto, relativo a un determinado hecho punible atribuido a cierta persona
(imputado). En virtud de lo anterior, podemos decir que el objeto del proceso penal
no es todo el contenido de la pretensión procesal penal, sino solamente el
fundamento de ésta: el hecho punible.

Clasificación.

La acción penal puede ser de tres clases:


a) acción penal pública
b) acción penal mixta o acción penal pública previa instancia particular
c) acción penal privada.
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a) Acción penal pública.

Es la que ejerce el Ministerio Público o el querellante en su caso, para la


persecución de todo delito que no esté sometido a regla especial (Artículo 53 Inciso
2 CPP). Constituye la regla general.

Titulares:

a) Ministerio público (que debe ejercerla de oficio)

b) Las demás personas que determine la ley (Art. 83 Inc. 2 CPR). Estas otras
personas son:

1) La víctima, en los términos del art. 108 CPP. De acuerdo a este precepto víctima,
es el ofendido por el delito, y en los casos en que el ofendido muriera a
consecuencia del delito, o no pudiera ejercer los derechos que el CPP le otorgan,
podrán ejercer la acción penal la llamadas “víctimas por asimilación”, que
contempla el Inc. 2 del mismo Artículo. En cuanto al ejercicio de la acción penal por
la víctima y las demás personas, hay que acudir a la figura de la querella (arts.
112-117 CPP).

2) Toda persona capaz de parecer en juicio, domiciliada en la provincia, respecto de


hechos punibles cometidos en la misma que constituyeren delitos terroristas, o
delitos cometidos por funcionarios públicos que afectaren derechos de las personas
garantizadas por la CPR o contra la probidad público (Art. 111 Inc. 2 CPP).

Renuncia:

a) La acción penal pública no se extingue por la renuncia del ofendido (Art. 56 Inc.
1 CPC); Y en lo tocante al MP, la ley le prohíbe renunciar a la acción (Art. 56 Inc.
final CPC).

b) Lo anterior es sin perjuicio de que, tratándose del querellante, su acción penal


está sujeta al desistimiento (Art. 118 CPP) y al abandono (Art. 120 CPP). No está
demás decir que el MP no queda expuesto jamás a esta última sanción, como lo
demuestran los arts. 287 y 269 CPP, normas que consultan el reemplazo del fiscal
que no asista a la audiencia respectiva, pero en ningún caso se sanciona con la
extinción de la acción penal, como ocurre con el abandono de la querella.
DEFIENDE TU GRADO

b) Acción penal pública previa instancia particular o acción mixta.

Es aquella que no puede ejercerse sin previa denuncia de la persona ofendida por el
delito pero que, una vez denunciado el hecho a la justicia, al MP o a la policía, se
somete a las mismas reglas de la acción pública ordinaria (Art. 54 Inc. final CPP).

Naturaleza jurídica: Se trata de una acción penal pública, que tiene ciertos
rasgos de privada. De privada tiene la necesidad de previa denuncia; y de pública,
cuenta con todo el régimen aplicable a esta última, especialmente en lo que
concierne a su extinción, es decir, no está sujeta a renuncia o abandono.

Catálogos de delitos de acción penal pública previa instancia particular


(Artículo 54 CPP).
a) las lesiones previstas en los arts. 399 y 393 nº 5 CP;
b) la violación de domicilio;
c) la violación de secretos prevista en los arts. 231 y 247 Inc. 2 CP;
d) La amenazas previstas en los arts. 296 y 297 CP;
e) Los previstos en la ley 19. 039, que establece normas aplicables a los privilegios
industriales y protección de los derechos de propiedad industrial;
f) La comunicación fraudulenta de secretos de la fábrica en que el imputado hubiere
estado o estuviere empleado; y
g) Los que otras leyes señalaren en forma expresa. En tal sentido están, por
ejemplo, los mal llamados “delitos sexuales”, contemplados en los arts. 361 a 366
quater CP, que requieren a lo menos denuncia de la persona ofendida, sus padres,
abuelos o guardadores o de quien la tuviere bajo su cuidado (Art. 369 Inc.1 CP).

¿Quiénes pueden denunciar?:

a) La propia víctima.
b) A falta de ella, podrán denunciar el hecho las personas indicadas en el Inc. 2 del
Art. 108 (víctimas por asimilación).

Casos en que no es necesaria la denuncia previa:


a) Se concede siempre acción penal pública para la persecución de los delitos
cometidos contra los menores de edad (Artículo 53 inciso 2° CPP).

b) Cuando el ofendido por el delito se encontrare imposibilitado de realizar


libremente la denuncia, o cuando quienes pudieren formularla por él se encontraren
DEFIENDE TU GRADO

imposibilitados de hacerlo, o aparecieren implicados en el hecho, el MP podrá


proceder de oficio (Artículo 54 inciso 3 CPP).

c) El artículo 166 Inciso 3 CPP establece que en los casos urgentes de investigación
o en los absolutamente necesarios para impedir o interrumpir la comisión del delito,
será posible que intervenga el MP o la policía, aun tratándose de delitos que
confieren acción penal mixta. Esta es, por así decirlo, una excepción precaria a la
acción penal mixta, porque opera para fines restringidos: actos urgentes de
investigación o impedir o interrumpir la comisión del delito.

Renuncia:

a) La renuncia de la víctima produce la extinción de la acción penal, salvo que se


trate de delitos perpetrados contra menores de edad, ya que, en estos casos, nos
encontramos en verdad ante delitos de acción penal pública (Art. 56 Inc. 3 CPP).

b) El ministerio público tiene prohibido renunciar a la acción (Art. 56 Inc. final CPP)

c) Acción penal privada.

Es aquella que concede la ley exclusivamente a la víctima, sin intervención del MP,
para la persecución de los delitos que la propia ley señala (Art. 53 Inc. 3 CPP).

Titulares: Exclusivamente la víctima (Art. 53 Inc. 3 CPP)

Catálogo de delitos de acción penal privada (Art. 55 CPP):


1) la calumnia y la injuria;
2) la falta prevista en el nº 11 del Art. 496 CP;
3) la provocación al duelo y el denuesto o descrédito público por no haberlo
aceptado, y;
4) el matrimonio del menor llevado a efecto sin el consentimiento de las
personas designadas por la ley, y celebrado de acuerdo con el funcionario
llevado a autorizarlo.

Renuncia:
La acción penal privada (y también la acción civil) se extinguen por la renuncia
(Art. 56 Inc. 2 CPP).
DEFIENDE TU GRADO

Hay un caso en que se presume la renuncia del ofendido a la acción penal privada.
El Art. 66 CPP establece que cuando sólo se ejerza la acción civil respecto de un
hecho punible de acción privada se considerará extinguida, por esta sola
circunstancia, la acción. Por otro lado, extinguida la acción civil no se entenderá
extinguida la acción penal para la persecución del hecho punible (Art. 65 CPP):

Efecto relativo general de la renuncia.


La renuncia de la acción penal sólo afectará al renunciante y a sus sucesores, y no
a otras personas a quienes también correspondiere la acción (Art. 57 CPP).

Sujeto pasivo de la acción penal.


La acción penal, fuere pública o privada, no puede entablarse sino contra las
personas responsables del delito.

La responsabilidad penal sólo puede hacerse efectiva en las personas naturales. Por
las personas jurídicas responden los que hubieran intervenido en el acto punible,
sin perjuicio de la responsabilidad civil que las afectare (Art. 58 CPP).

ACCIÓN CIVIL EN EL PROCESO PENAL.

Es aquella que se concede para la erradicar los efectos civiles provenientes de la


perpetración de un delito (artículo 59 CPP).

Clases de la acción civil: Hay tres clases de acciones civiles:


a) acción civil restitutoria
b) acción civil reparatoria
c) acción civil indemnizatoria.

a) Acción civil restitutoria:


Es aquella que tiene por finalidad recuperar las cosas que constituyen los efectos
(ej. Cosas hurtadas, robadas) o instrumentos del delito, siempre que no sean
objeto de la pena de comiso.

El artículo 59 Inciso 1 CPP señala que esta acción debe siempre interponerse
durante el procedimiento penal, de conformidad con el artículo 189 CPP,
relativo a “las tercerías o reclamaciones”, que es concebido como un procedimiento
incidental. De acuerdo a este precepto, las reclamaciones o tercerías que los
intervinientes o terceros entablen durante la investigación a fin de obtener la
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restitución de los objetos incautados se tramitarán ante el Juez de Garantía. La


resolución que la acoja se limitará a reclamar el derecho del reclamante, pero no se
efectuará la devolución sino hasta después de concluido el procedimiento, a menos
que el tribunal considere innecesaria su conservación. Excepcionalmente, las cosas
hurtadas, robadas, o estafadas, se entregarán al dueño en cualquier estado del
procedimiento, una vez comprobado su dominio por cualquier medio y establecido
su valor. En todo caso, deberá dejarse constancia mediante fotografías o por otros
medios de las especies restituidas o devueltas.

Digamos, en fin, que la razón de que las acciones restitutorias deban plantearse
necesariamente en el proceso penal, responde a una regla muy sencilla: el objeto
o los efectos de un delito tienen con frecuencia la naturaleza de evidencia o medio
probatorio del mismo y, por ende, la devolución de estas especies a la víctima o
interesado (que puede ser el titular de un derecho real sobre la cosa, el poseedor o
mero tenedor de la misma) estará siempre subordinada a la eventual función
probatoria que puedan cumplir en el proceso penal, razón por la cual el tribunal con
competencia en lo penal es el más apropiado para pronunciarse sobre la devolución
de estas cosas. Ello explica que aun tratándose de procedimientos especiales pueda
ejercerse la acción civil restitutoria y que lo propio ocurra cuando la acción se dirija
por persona distinta de la víctima o contra persona diversa del imputado.

b) Acción civil reparatoria.

Es aquella que la ley concede en ciertos casos especiales, para la obtención de


determinas prestaciones de carácter civil, normalmente de naturaleza alimenticia,
y que surgen con ocasión del hecho punible.

Ejemplos: Es el caso del Artículo 370 CP, que establece que el condenado por los
delitos que afectan a la indemnidad sexual (“delitos sexuales”, arts. 361 a 366 bis),
es obligado a dar alimentos a la víctima del mismo; también encontramos el Art.
410 CP, que señala que en los casos de homicidio y lesiones corporales obliga al
ofensor, entre otras prestaciones, a suministrar alimentos a la familia del occiso.

c) Acción civil indemnizatoria:

Es aquella que tienen por objeto resarcir los daños o perjuicios patrimoniales o
extrapatrimoniales derivados de la comisión del hecho punible.
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Sedes en que pueden plantearse las acciones civiles reparatorias e


indemnizatorias

Al respecto hay que distinguir, según si la acción la ejerce la víctima contra el


imputado, o si la acción la ejerce una persona distinta de la víctima o se dirige en
contra de una persona distinta del imputado:

1) Si la acción reparatoria o indemnizatoria la ejerce la víctima contra el


imputado. En este caso la víctima tiene un derecho de opción, pudiendo plantear
tales acciones en el mismo procedimiento penal o bien ante el tribunal civil
correspondiente. Con todo, admitida a tramitación la demanda civil en el
procedimiento penal, no se podrá deducir nuevamente ante un tribunal civil (Art. 59
Inc. 2 CPP).

Tengamos presente que, en opinión mayoritaria, la expresión “víctima” se refiere a


la víctima penal, esto es, la que ha sufrido daños provenientes directamente de la
lesión del bien jurídico afectado por el delito que le causa, de manera que no podría
ejercer la acción en el proceso (sino sólo en sede civil) las víctimas indirectas, salvo
en el caso de los delitos cuya consecuencia fuere la muerte del ofendido, pues
entonces se aplica la regla general especial del Art. 108 Inc. 2 CPP, que establece
las llamadas “víctimas por asimilación”, las cuales concurren en el orden allí
indicado. En el caso de los delitos contra la vida, en que se hubiere producido la
muerte del ofendido, la acción civil que emana del hecho punible es transmisible de
acuerdo a las reglas generales del CC, de modo que surge el problema de
determinar qué personas pueden en este caso constituirse como actores en el
procedimiento penal. HORVITZ/LÓPEZ son de la opinión de que priman las normas
civiles en esta materia.

2) Si la acción reparatoria o indemnizatoria la ejerce una persona distinta a


la víctima o se dirige contra una persona distinta del imputado. Se
configuraría el primer caso, por ejemplo, cuando la acción la ejerce la compañía
asegurado, al subrogarse en los derechos del asegurado. Se configura el segundo
caso la acción se dirige, por ejemplo, contra el tercero civilmente responsable. La
acción deberá plantearse necesariamente ante el tribunal civil correspondiente.
(Art. 59 Inc. final CPP).
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Extinción de la acción civil:


a) La acción civil se extingue por RENUNCIA de su titular (Art. 56 Inc. 2 CPP)
b) La victima puede DESISTIRSE de la acción civil en cualquier estado del juicio
(Art. 64 Inc. 1 CPP)
c) La acción civil también se extingue por el ABANDONO de la misma, y ello ocurre
cuando la víctima no comparece sin justificación a la audiencia de preparación de
juicio oral o a la audiencia de juicio (Art.64 Inc. 2 CPP). Recordemos que el
abandono de la acción civil en el procedimiento penal impedirá a la víctima
ejercerla nuevamente en sede civil (Art. 59 Inc. 2CPP).

Asimismo, pongamos de relieve que extinguida la acción civil no se entenderá


extinguida la acción penal para la persecución del hecho punible (Art. 65 CPP) y
que, si solo se ejerce la acción civil respecto de un hecho punible de acción privada
se considerará extinguida, por esa sola circunstancia, la acción. Para estos efectos
no constituirá ejercicio de la acción civil la solicitud de diligencias destinadas a
preparar la demanda civil o a asegurar su resultado que se formulare en el
procedimiento penal (Art. 66 CPP).

Preparación de la demanda civil y efectos. (Artículo 61 CPP).


La preparación de la demanda civil es el acto por el cual el actor civil, con
posterioridad a la formalización de la investigación, solicita la práctica de diligencias
que considerare necesarias para esclarecer los hechos que serán objeto de su
demanda.

El actor civil también podrá asegurar los resultados de la demanda civil, solicitado
alguna de las medidas cautelares reales previstas en el Art. 157 CPP.

El efecto que produce la preparación de la demanda civil es que interrumpe la


prescripción de la acción civil, que es de cuatro años, contados desde la
perpetración del acto (Art. 2332 CC). No obstante, si no se deduce demanda en la
oportunidad procesal pertinente, la prescripción deberá considerarse como no
interrumpida.

Oportunidad y formalidades (Artículo 60 CPP).


La demanda civil debe interponerse en la oportunidad prevista por el art. 261 CPP,
esto es, para que el querellante adhiera a la acusación o acuse particularmente. La
oportunidad que contempla el art. 261 es esta: “hasta 15 días antes de la fecha
fijada para la realización de la audiencia de preparación de juicio oral”.
DEFIENDE TU GRADO

Cuando sea el propio querellante quien demande civilmente, deberá hacerlo


conjuntamente con su escrito adhesión o acusación (Art. 60 CPP).

En cuanto a las formalidades, la demanda civil debe cumplir con los requisitos
exigidos por el art. 254 CPC, e indican los medios de prueba que hará valer en el
juicio, en los términos expresados en el Art. 259 CPP.

Actuaciones del demandado e incidentes relacionados con la demanda y su


contestación (Artículo 62 y 63 CPP).
El imputado deberá oponer las excepciones (dilatorias y perentorias) y contestar
la demanda en la oportunidad señalada en el Art. 263 CPP, esto es, hasta la víspera
del inicio de la audiencia de preparación del juicio oral, si es por escrito, o al inicio
de dicha audiencia, si decide hacerlo en forma verbal. Debe, al igual que en el caso
de la demanda, indicar los medios de prueba de que pensare valerse (Art. 62 CPP).

Los incidentes deben ser resueltos en la audiencia de preparación de juicio oral


(Art. 63 CPP).

Independencia de las acciones civiles y penales (Art. 67 CPP).


Si se dicta sentencia absolutoria en materia penal no impedirá que se dé lugar a la
acción civil si fuere procedente.

Divorcio de las acciones civiles y penales (Artículo 68 CPP).


No debe perderse de vista que es posible que la acción penal y civil terminen
tomando caminos diversos, lo cual ocurrirá cuando, antes de iniciarse el juicio oral,
el procedimiento penal continuare tramitándose en conformidad a las reglas del
procedimiento abreviado, o bien, cuando por cualquier causa terminare
(sobreseimiento definitivo) o se suspendiere (suspensión condicional del
procedimiento), sin decisión acerca de la acción civil, evento para el cual el
legislador, consciente del tiempo invertido por el actor civil en el proceso penal sin
obtener resultados a consecuencia de la acción ejercida, establece las siguientes
medidas que operan a modo de compensación o protección de los intereses del
actor civil:

a) La prescripción continuará interrumpida, siempre que la víctima presentare su


demanda ante el tribunal civil competente en el término de 60 días siguientes a
aquel en que, por resolución firme, se dispusiere la suspensión o terminación del
proceso penal (Art. 68 Inc. 1 CPP).
DEFIENDE TU GRADO

b) En este caso, la demanda y la resolución que recayere en ella se notificaran por


cedula y el juicio se sujetara a las reglas del procedimiento sumario (art. 68 inc. 2
CPP).

c) Si en el procedimiento penal se hubieren decretado medidas destinadas a


cautelar la demanda civil (reales), estas se mantendrán vigentes por el plazo
indicado (60 días), tras el cual quedarán sin efecto si, solicitadas oportunamente, el
tribunal civil no las mantuviere (Art. 68 Inc. 3 CPP).

LOS SUJETOS EN EL PROCESO PENAL

Intervinientes y sujetos procesales.

INTERVINIENTES “son aquellos sujetos procesales cuya posición en el proceso les


permite formular peticiones o ejercer acciones ante el tribunal destinadas a
resguardar sus derechos o intereses en el proceso penal”. Son: a) Fiscal; b)
Querellante; c) Víctima; d) Imputado; y e) Defensor (Art. 12 CPP).

SUJETOS PROCESALES “son aquellos órganos, instituciones o personas a quienes


la ley les asigna una función o rol que deben cumplir en el proceso penal”. Son: a)
El Ministerio Público (Nótese que no es el fiscal); b) Querellante; c) Víctima; d)
Imputado; e) Defensor; f) La Policía y; g) El Tribunal.

Por tanto, los intervinientes son personas que ejercen una función o un derecho o
hacen valer un interés en la causa frente a un tercero imparcial, en este caso, el
juez. Éstos están habilitados para pedir, impetrar o solicitar la satisfacción de sus
derechos o intereses, eso explica que no se incluya dentro de los intervinientes al
tribunal o a la policía, porque ellos nada piden o solicitan, a lo sumo, en el caso de
estos últimos, cumplen una función jurisdiccional o una función auxiliar a la labor
de investigación, pero no tienen ningún interés directo el conflicto penal.

LOS SUJETOS PROCESALES EN PARTICULAR.

LA POLICIA.

“Es el sujeto procesal que cumple la función de auxiliar al MP en las labores de


investigación de los delitos como también la de socorrer al tribunal en el
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cumplimiento o ejecución de las resoluciones judiciales, haciendo efectivo el


imperio que aquél detenta” (Art. 79 CPP).
a) La policía de investigaciones.
b) Carabineros de Chile
c) Gendarmería de Chile, para la investigación de los hechos constitutivos
de delito cometidos al interior de los recintos penales (Art. 79 CPP).

Funciones de la policía.

Funciones de la policía, en general, pueden agruparse en tres categorías.

a. Cumplir las órdenes impartidas por el MP o los jueces (Art. 80 CPP). En


cuanto a las órdenes que imparte el MP, éstas pueden ser particulares o generales
(Art. 87 CPP).
b. Participar como testigos o peritos en los juicios orales (Art. 291 CPP).
c. Realizar las actuaciones AUTÓNOMAS (sin orden previa) que les
encomienda la ley. Estas facultades pueden verificarse en el marco de una
investigación penal, o bien, referirse al control de identidad. Refirámonos a ellas
brevemente.

Actividades autónomas en el marco de una investigación penal.

a) Las primeras diligencias (Art. 83 CPP). Dichas diligencias son las siguientes:
- Prestar auxilio a la víctima (Art. 83 letra a)).
- Detener en caso de flagrancia (Art. 83 letra b) y 130 CPP).
- Resguardar el sitio del suceso (Art. 83 letra c)).
- Identificar a los testigos (empadronarlos) y consignar las declaraciones
que éstos presaren voluntariamente (Art. 83 letra d)).
- Recibir denuncias (Art. 83 letra e))

b) Examen de vestimenta, equipajes o vehículos (Art. 89 CPP).


c) Levantamiento del cadáver (Art. 90 CPP).
d) Recepción de declaraciones del imputado (Art. 91 CPP).
e) Incautar (Art. 187 CPP).
f) Ingresar a lugar cerrado (Art. 129 y 206 CPP).
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Actividad autónoma de control de identidad (Artículo 83 CPP).

Esta facultad presenta la particularidad de que esta actividad puede realizarse


respecto de personas que, hasta ese momento, no han sido imputados de la
comisión de un delito. Se trata de una actividad autónoma eminentemente
preventiva, de la cual, eventualmente, puede surgir una imputación.

Funcionarios habilitados para practicarla: Carabineros de Chile y PDI.

Condición de procedencia6: Debe tratarse de “casos fundados” en que, según las


circunstancias, se estimare que existen indicios de que la persona cuya identidad se
controla ha cometido o intentado cometer una falta, crimen o simple delito; de que
se dispusiere a cometerlo; de que pudiere suministrar información útil para la
indagación de un crimen, simple delito o falta; o en el caso de que la persona se
encapuche o emboce para ocultar, dificultar o disimular su identidad (Art. 85 Inc. 1
CPP).

Lugar del control de identidad:

La identificación debe realizarse en el lugar en que la persona se encuentre, a


menos que se configuren los presupuestos para ser conducida a la unidad policial
más cerca, para efectos de identificación (Art. 85 Inc. 1 y 3 CPP).

Documentos que habilitan la identificación: Cedula de identidad, Licencia de


conducir, Pasaporte, Documentos expedidos por la autoridad pública (como carnet
escolar).

El funcionario policial deberá otorgar a la persona cuya identidad se controla, las


facilidades para encontrar y exhibir estos instrumentos (Art. 85 Inc. 1 CPP).

En caso de que la persona cuya identidad se controla no tuviere los documentos


aludidos, o habiendo recibidos las facilidades del caso, no pudiere identificarse en el
lugar en que el control de identidad se produce, la policía lo conducirá a la unidad
policial más cercana para fines de identificación. En dicha unidad se le darán
facilidades para procurar una identificación satisfactoria por otros medios distintos
de los ya mencionados, dejándola en libertad en caso de obtenerse dicho resultado,
previo cotejo de la existencia de órdenes de detención que pudieren afectarle. Si

6
Cabe señalar que recientemente se ha discutido en el Parlamento sobre el cambio en la condición de
procedencia de esta figura, por lo que debemos estar atentos respecto de lo dicho.
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no resultare posible acreditar su identidad, se le tomaran huellas digitales, las que


solo podrán ser usadas con fines de identificación y cumplido dicho propósito serán
destruidas (Art. 85 Inc. 3 CPP).

Duración del control de identidad: El conjunto de estos procedimientos no podrá


exceder de 8 HORAS, transcurrido el cual la persona deberá ser dejada en libertad
(Art. 85 Inc. 5 CPP).

Si existen indicios de que ha ocultado su verdadera identidad, se niegue a hacerlo o


ha proporcionado una identidad falsa, se procederá a su detención como autor de la
falta prevista en el nº 5 del Art. 496 CP. Asimismo procederá su detención en otros
dos casos, a saber: si se sorprende que la persona cometió un delito flagrante o si
existen en contra la persona ordenes de detención pendiente El agente policial
deberá informar, de inmediato, de la detención al fiscal, quien podrá dejarla sin
efecto u ordenar que el detenido sea conducido ante el juez dentro de un plazo
máximo de 24 horas, contado desde la detención. Si el fiscal nada manifestare, la
policía deberá presentar al detenido ante la autoridad judicial en el plazo indicado
(Art. 85 Inc. 5 CPP).

Derechos de la persona sujeta al control de identidad: En cualquier caso que


hubiere sido necesario conducir a la unidad policial a la persona cuya identidad se
tratare de averiguar, el funcionario que practica el traslado deberá informarle
verbalmente de su derecho a que se comunique a su familia, o a la persona que
indicare, de su permanencia en el cuartel policial. El afectado no podrá ser
ingresado a celdas o calabozos, ni mantenido en contacto con personas detenidas
(Art. 86 CPP).

Sanción a la policía en caso de infracción al Art. 85 u 86 CPP: En caso de que la


policía en el procedimiento en estudio abuse de sus facultades, dará lugar a la
configuración del delito previsto en el Art. 255 CP, que sanciona con suspensión del
empleo en cualquiera de sus grados y multa al empleado público que
desempeñando un acto de servicio, cometiere alguna vejación injusta contra las
personas o usare de apremios ilegítimos innecesarios para el desempeño del
respectivo servicio (Art. 85 Inc. final CPP).

Tribunales con competencia en lo penal.

- Juzgado de garantía (JG)


- Tribunales de juicio oral en lo penal (TJOP)
DEFIENDE TU GRADO

- sin perjuicio de la Corte de Apelaciones (CA) y de la Corte Suprema (CS),


en cuanto superiores jerárquicos de aquéllos, y que conocen de los
recursos que se interponen en contra de las resoluciones pronunciados
por los órganos jurisdiccionales con competencia en lo penal.

Juzgado de garantía.

Es un tribunal ordinario y unipersonal, cuyas funciones principales son las de


cautelar el ejercicio de los derechos y garantías de los intervinientes y terceros en
el proceso; dirigir las audiencias que le encomienda la ley; conocer y fallar los
procedimientos abreviados, simplificados y monitorios; y ejecutar las sentencias
pronunciadas por el mismo y el TJOP.

Competencia absoluta (o competencia material)

El Artículo 14 COT detalla cada una de las materias que son de competencia del JG,
de las cuales podemos destacar las siguientes como principales:

a) Es guardián de los derechos y garantías de los intervinientes y terceros:


Esta función se cumple, fundamentalmente, a través de la autorización judicial
previa que debe conceder el JG para la práctica de alguna medida intrusiva (Art. 9
CPP y 83 CPR); en la llamada cautela de garantías (Art. 10 CPP); y en el
denominado “amparo ante el juez de garantía” (Art. 95 CPP).

b) Dirigir personalmente las audiencias que procedan de acuerdo a la ley:


En el marco del procedimiento penal, le corresponde al juez de garantía dirigir
personalmente las audiencias en la fase de investigación e intermedia, y
particularmente las siguientes: 1) Audiencia de control de la detención (Art.
132 CPP); 2) Audiencia de declaración judicial del imputado (Art. 98 CPP); 3)
Audiencia para decretar o decidir la modificación o revocación de la prisión
preventiva (Art. 142, 144 y 145 Inc. 2 CPP); 4) Audiencia de formalización de la
investigación (Art. 232 CPP); 5) Audiencia de resolución sobre solicitud de
suspensión condicional del procedimiento y acuerdos reparatorios (Art. 245 CPP);
6) Audiencia de resolución sobre solicitud de sobreseimiento definitivo, temporal o
de comunicación del fiscal de no perseverar en el procedimiento (Art. 249 CPP); 7)
Audiencia de preparación del juicio oral.

Actúa en ciertos casos como tribunal de fondo: El juez de garantía conoce y


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falla el procedimiento abreviado, simplificado y monitorio.


Aprovechemos de indicar que la cuantía en materia penal consiste en la pena que
en abstracto lleva asignado un delito, lo que permite la distinción entre faltas,
simples delitos y crímenes, debiendo tenerse en cuenta que los distintos
procedimientos especiales que contempla el CPP no están concebidos para recibir
aplicación en relación a la cuantía antes dicha, sino que en relación a la que en
concreto pida el fiscal del MP, habiendo concurrido los demás requisitos legales.

Actúa como tribunal de ejecución: Corresponde al JG hacer cumplir las


sentencias penales y las medidas de seguridad dictadas o impuestas incluso por el
tribunal de juicio oral en lo penal, lo que supone una excepción a la regla general
del Inc. 1 del Art. 113 COT.

Competencia relativa (competencia territorial).

Es competente para conocer de un delito, el tribunal en cuyo territorio se hubiere


cometido el hecho que da motivo al juicio, entendiéndose por tal el lugar en que
se hubiere dado principio a su ejecución (art. 157 COT).

La excepción se presenta en caso de que haya de practicarse actuaciones fuera del


territorio jurisdiccional del juzgado de garantía, y se tratare de diligencia
URGENTES (art. 60 CPC), la autorización judicial previa podrá ser solicitada
directamente al juez de garantía del lugar donde deban realizarse (Art. 70 Inc. final
CPP).

Conflicto de competencia.

Si se suscita un conflicto de competencia entre jueces de distintos juzgados de


garantía en relación con el conocimiento de una misma causa criminal, mientras no
se dirima la competencia de cada uno de ellos tendrá facultad para realizar las
actuaciones urgentes y otorgar las autorizaciones que, con el mismo carácter, le
solicite el MP (Art. 72 Inc. 1 CPP y 157 Inc. 4 COT). Se establece, además, que
resolverá sobre la libertad de los imputados, el juez en cuyo territorio jurisdiccional
aquéllos se encuentren (Art. 72 Inc. 2 CPP).
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Incidente de incompetencia planteado en la audiencia de preparación de juicio oral


y sus efectos.

Según el Inc. 2 Art. 74 CPP, si durante la audiencia de preparación del juicio oral se
planteare un conflicto de incompetencia, NO se suspenderá la tramitación de la
misma, pero no se pronunciará sobre el auto de apertura del juicio oral mientras no
se haya resuelto el conflicto.

Validez de las actuaciones del tribunal relativamente incompetente:

Todas las actuaciones practicadas ante los jueces que resultaren incompetentes
serán válidas, sin necesidad de ratificación, por el juez que fuere declarado
competente (Art. 73 inc. 2°) En otras palabras, la incompetencia relativa del
tribunal no tiene trascendencia en la validez de las actuaciones.

Tribunal de juicio oral en lo penal.

Es un órgano jurisdiccional ordinario y colegiado que tiene competencia para


ejercer las atribuciones que le confiere la ley, desde el momento de la dictación del
auto de apertura del juicio oral hasta el pronunciamiento de la sentencia definitiva.

Se trata del órgano jurisdiccional al que corresponde conocer el proceso penal por
excelencia, el juicio oral, que es el proceso dotado de mayores garantías. Es
colegiado y de única instancia a fin de lograr aplicar en toda su extensión el
principio-garantía de la oralidad. En efecto, la oralidad requiere de la inmediación y
concentración para su cabal y más genuina operatividad, para lo cual se hace
necesario radicar el juzgamiento fáctico ante el tribunal de base y, como
consecuencia de ello, aparece como incompatible el recurso de apelación.
Tengamos presente, que el TJOP no es superior jerárquico del JG, por lo que aquel
tribunal no está llamado a revisar las decisiones de este otro órgano. La explicación
es importante a propósito de la preparación del juicio oral, al estudiar esta fase del
procedimiento y la etapa del juicio oral, en principio el TJOP no puede modificar las
decisiones adoptadas por el JG. Como dice Tavolari: el auto de apertura del juicio
oral (art. 277) es una sentencia interlocutoria de la segunda clase que produce cosa
juzgada, y como tal debe ser íntegramente acatada por el TJOP, lo que tiene
particular relevancia en el campo de las pruebas.
DEFIENDE TU GRADO

Competencia absoluta (o material).


El Art. 18 COT señala la competencia absoluta de los TJOP, la que puede
sintetizarse de la siguiente forma:
a) Conocer y resolver la causa principal en el juicio oral, como también los
incidentes que en él se promuevan.

b) Resolver, en su caso, la libertad o prisión preventiva de los acusados puestos a


su disposición.

Competencia relativa (o territorial): Los TJOP tendrán competencia para


conocer de los delitos que se cometan en la agrupación de comunas que
constituyen su territorio jurisdiccional (Art. 21 y 157 Inc. 1 COT).

Excepción a la sedentariedad: El art 21 a) COT, permite que los TJOP se desplacen


hacia localidades situadas fuera de su lugar de asiento, constituyendo así en
“itinerantes”. El precepto referido establece que: “para facilitar la aplicación
oportuna de la justicia penal, de conformidad a criterios de distancia, acceso físico y
dificultades de traslado de quienes intervienen en el proceso, los TJOP se
constituirán y funcionarán en localidades situadas fuera de su lugar de asiento”.

Preclusión de los conflictos de competencia.

Según el Art. 74 Inc. 1 CPP, transcurridos 3 días desde la notificación que fije fecha
para la realización de la audiencia del juicio oral, la incompetencia territorial del
TJOP no podrá ser declarada de oficio ni promovida por las partes. Bajo el imperio
del código de procedimiento penal, la prorroga de competencia entre tribunales del
crimen estaba prohibida (art. 9 CPP); hoy en cambio, en vista de la norma que
contempla el código procesal penal, concluimos que existe prorroga de competencia
de juicio oral relativamente incompetentes, en la medida que existe un umbral más
allá del cual no se puede alegar incompetencia territorial.

Cortes de apelaciones (CA) y Corte Suprema (CS).

Competencia en lo penal de la CA.

En primera única instancia conoce y falla:


1) Recurso de nulidad en los casos previstos por la ley (Art. 63.1. b) COT y
376 CPP).
2) La extradición activa (Art. 63.1 d) COT y arts. 431 y SS CPP).
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3) Las solicitudes que se formulen para declarar si concurren las


circunstancias que habilitan a la autoridad requerida para negarse a
proporcionar determinada información, siempre que la razón invocada no
fuere que la publicidad pudiere afectar la seguridad nacional (Art. 63. 1
COT; y Art. 19 CPP).

b) En primera instancia conoce y falla:

1) Los desafueros en los casos previstos por la CPR (Art. 63. 1 e) COT y Art.
19 CPP).
2) Los recursos de amparo (Art. 21 CPE, 95 Inc. 3 CPP y 63.2 b) COT); y
3) Las querellas de capítulos (Art. 63.2 d) COT y 424 y SS CPP).

c) En segunda instancia conoce y falla:

Las apelaciones de las resoluciones dictadas por un juez de garantía en los


casos previstos por la ley (Art. 63.3 b) COT).

Competencia en lo penal de la CS.

a) Los recursos de nulidad en los casos previstos por la ley (Art. 98.3 COT y
373 CPP);
b) Las apelaciones deducidas en contra de los recursos de amparo (Art. 21
CPR, 98.4 COT y 95 Inc. 3 CPP);
c) Las apelaciones deducidas contra las resoluciones que recaigan en las
querellas de capítulos (Art. 98.8 COT y arts. 424 CPP).
d) La revisión de las sentencias condenatorias firmes (Art. 98.5 COT y 473
CPP) y;
e) Las solicitudes que se formulen para declarar si concurren las circunstancias
que habilitan a la autoridad requerida para negarse a proporcionar
determinada información, o para oponerse a la entrada y registro de lugares
religiosos y edificios en que funcionen autoridades públicas o recintos
militares o policiales (Art. 98.9 COT y Art. 19 y 209 CPP);
f) Los recursos de apelación y nulidad interpuestas en contra de las sentencias
dictadas en causas de extradición pasiva (Art. 98.10 COT y Art. 450 CPP).
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LA VÍCTIMA.

“La víctima es la persona ofendida por el delito” (art 108 Inc. 1 CPP).

Víctimas por asimilación

En los delitos cuya consecuencia fuere la muerte del ofendido, y en los casos en
que éste estuviere impedido de ejercer los derechos que la ley procesal le
otorga, se considerará víctima, por asimilación, a las siguientes personas en
reemplazo del directamente ofendido:

a) Al cónyuge y a los hijos;


b) A los ascendientes;
c) Al conviviente;
d) A los hermanos;
e) Al adoptado y adoptante (Artículo 108 Inc. 2 CPP).

Para los efectos de su intervención en el procedimiento, la enumeración precedente


constituye un orden de prelación, de manera que la intervención de una o más
personas pertenecientes a una categoría superior, excluye a las comprendidas en
las categorías siguientes (art 108 inc. final CPP).

Ahora bien, si se produce la situación antes dicha, y ninguna de estas personas ha


intervenido en el proceso, el MP deberá informar de su derecho a hacerlo al
cónyuge del ofendido por el delito o, en su defecto, a alguno de sus hijos u otra de
esas personas (Art. 110 CPP).

Derechos de la víctima (Art. 109 CPP).


Son los siguientes:
a) Derecho a solicitar medidas de protección frente a hostigamientos,
amenazas o atentados en contra suya o de su familia, prerrogativa que
puede solicitarse al MP, a la policía o al tribunal;
b) Derecho a presentar querella;
c) Derecho a ejercer acciones civiles;
d) Derecho a ser oída por el fiscal, especialmente antes de que éste pidiere
o se resolviere la suspensión o terminación anticipada del proceso.
e) Derecho a ser oída por el tribunal;
f) Derecho a impugnar el sobreseimiento temporal o definitivo o la
sentencia absolutoria, aun cuando no hubiere intervenido en el proceso.
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EL QUERELLANTE.

Es la persona que ejerce la acción penal por medio de la querella.

¿Quiénes pueden ser querellantes?

- La víctima, su representante legal o su heredero testamentario y (Art.


111 Inc.1 CPP)
- Cualquiera persona capaz de parecer en juicio domiciliada en la
provincia, respecto de hechos punibles cometidos en la misma que
constituyeren: delitos terroristas, delitos cometidos por un funcionario
público que afectare el derecho de las personas garantizados por la CPR;
o delitos contra la probidad pública (Art. 111 Inc. 2 CPP)
- Los órganos y servicios públicos en cuyas leyes orgánicas se les otorguen
expresamente las potestades para accionar penalmente. (Art. 111 Inc. 3
CPP).

Prohibición de querella
No pueden querellarse entre sí:
a) los cónyuges, salvo que se trate de un delito que uno hubiere cometido
contra el otro o contra los hijos, o por el delito de bigamia;
b) Los consanguíneos en toda la línea recta, los colaterales y afines hasta el
segundo grado, a menos que se trate de delitos cometidos los unos
contra los otros o contra su cónyuge o hijos (Art. 116 CPP).

Oportunidad y forma. La querella debe presentarse por escrito en cualquier


momento mientras la investigación no se encuentre cerrada (Art. 112 Inc. 1 CPP),
debiendo contener los requisitos del Art. 113 CPP.

Admisibilidad o inadmisibilidad de la querella.


La querella se presenta ante el juez de garantía, quien deberá pronunciarse sobre
su admisibilidad:

1) Si la declara admisible, el juez deberá remitirla al MP (Art. 112 Inc. 2 CPP),


resolución que será inapelable (Art. 115 Inc. 2 CPP).

2) El juez declarará inadmisible la querella en los casos del Art. 114 CPP,
resolución que es apelable, pero sin que en la tramitación del recurso pueda
DEFIENDE TU GRADO

disponerse la suspensión del procedimiento (Art. 115 Inc. 1 CPP). Los casos que
enumera el Art. 114 CPP son:

a) cuando fuere presentada extemporáneamente, de acuerdo a lo


establecido en el Art. 12 CPP;
b) cuando, habiéndose otorgado por el juez de garantía un plazo de tres
días para subsanar los defectos que presentare por falta de alguno de
los requisitos señalados en el Art. 113 CPP, el querellante no realizare
las modificaciones pertinentes dentro de dicho plazo;
c) cuando los hechos expuestos en ella no fueren constitutivos de delito;
d) cuando de los antecedentes contenidos en ella apareciere de manifiesto
que la responsabilidad penal del imputado se encuentra extinguida,
debiendo, en este caso, declararse la inadmisibilidad previa citación del
MP; y
e) cuando se dedujere por persona no autorizada por la ley.

Rechazo de la querella.

Cuando se declare inadmisible la querella en que se persigue un delito de acción


pública o previa instancia particular, por aplicación de una de las causales previstas
en las letras a) y b) del Art. 114, el juez la pondrá en conocimiento del MP para ser
tenida como denuncia, siempre que no le constare que la investigación del hecho
hubiere sido iniciada de otro modo (At. 117 CPP).

Extinción de la querella.

La querella se extingue por desestimiento o abandono. Respecto del


desistimiento, el Art. 118 CPP dispone que el querellante puede desistirse de su
querella en cualquier etapa del procedimiento, evento en el que tomará a su cargo
las costas propias y quedará sujeto a la decisión general sobre costas. En todo
caso, el desistimiento de la querella deja a salvo el derecho del querellado para
ejerce, a su vez, la acción penal o civil a que dieren lugar la querella o acusación
calumniosa, y a demandar los perjuicios que le hubiere causado en su persona
bienes y las costas, salvo que el querellado hubiere expresamente aceptado del
desistimiento del querellante (Art. 119 CPP).
Por su parte, el Art. 120 CPP señala que el abandono se producirá de oficio o a
petición de parte, en tres casos:
a) cuando no adhiriere a la acusación fiscal o no acuse particularmente en
la oportunidad que corresponda;
DEFIENDE TU GRADO

b) cuando no asistiere a la audiencia de preparación del juicio oral sin causa


justificada;
c) Cuando no concurriere a la audiencia del juicio oral o se ausentare de
ella sin autorización del tribunal.

La resolución que declare el abandono de la querella será apelable, sin que la


tramitación del recurso pueda disponerse la suspensión del procedimiento. La
resolución que negare lugar al abandono será inapelable (Art. 120 Inc. final CPP).
.

EL MINISTERIO PÚBLICO.

“El MP es un organismo constitucional, autónomo y jerarquizado, cuyas funciones


son dirigir en forma exclusiva la investigación penal, ejercer -en su caso- la acción
la penal pública y adoptar las medidas tendientes a proteger a la víctima y a los
testigos”. (Art. 83 CPR, art. 3 CPP y art. 1 ley 19640 LOCMP).

Principales funciones del MP.

a) Dirigir en forma exclusiva la investigación penal


b) Ejercer, en su casa, la acción penal pública.
c) Adoptar medidas de protección a las víctimas y testigos.

EL IMPUTADO Y EL DEFENSOR.

Se define al imputado como “aquel interviniente contra quien se dirige la


pretensión punitiva del Estado”.

¿Desde y hasta cuándo se adquiere la calidad de imputado?

Conforme al Inc. 1 del Art. 7 CPP, una persona adquiere la calidad de imputado
“desde la primera actuación del procedimiento dirigido en su contra y hasta la
completa ejecución de la sentencia”, entendiéndose por “primera actuación”
cualquier diligencia o gestión, sea de investigación, de carácter cautelar o de otra
especie, que se realizare por o ante un tribunal con competencia en lo criminal, el
MP o la policía, en la que se atribuye a una persona responsabilidad de un hecho
punible”.
DEFIENDE TU GRADO

Derecho de defensa.

“Es la facultad del imputado de intervenir en el procedimiento penal que se dirige


en su contra, para poner en evidencia ya sea la falta de fundamento de la
pretensión punitiva, o de cualquier circunstancia que la excluya o atenúe”.

Derechos básicos que comprende la garantía de defensa.

El Art. 14 nº 3 PIDCP y 8 nº 2 CADH, consagran genéricamente los siguientes


derechos del imputado:
a) Derecho a ser oído.
b) Derecho a controlar y controvertir la prueba de cargo;
c) Derecho a probar los hechos que él mismo invoca para excluir o atenuar
la reacción penal;
d) Derecho a defenderse personalmente, o si esto no le fuera permitido,
elegir un defensor para que lo represente o asista.

Clasificación del derecho de defensa.

EL DERECHO DE DEFENSA MATERIAL.

Importa una serie de derechos y garantías que el imputado puede hacer valer
desde la primera actuación del procedimiento y hasta la ejecución completa de la
sentencia Art. 8 y 93 CPP. Tres grandes grupos:

a) Derecho de información.

Este derecho en el CPP se traduce en:


1) el derecho a ser informado de manera específica y clara acerca de los
hechos que se le imputaren y los derechos que le otorgan la CPR y las
leyes (Art. 93 letra a)).
2) el imputado privado de libertad tiene, además, el derecho a que se le
exprese específica y claramente el motivo de su privación de libertad y,
salvo en caso de delito flagrante, a que se le exhiba la orden que la
dispusiere (Arts. 135 y 136 CPP).
DEFIENDE TU GRADO

b) Derecho de intervención en el procedimiento o a ser oído (en el más


amplio sentido de la palabra).
Este derecho en el CPP se manifiesta en:
a) Solicitar a los fiscales diligencias de investigación destinadas a desvirtuar
las imputaciones que se le formularen (Art. 93 letra c) CPP).
b) Solicitar al juez la citación de una audiencia, para concurrir solo o con su
abogado, con el fin de prestar declaración sobre los hechos materia de
investigación (Art. 93 letra d) CPP).
c) Solicitar que se active la investigación y conocer su contenido, salvo en
los casos en que ella haya sido declarada secreta y sólo por el tiempo
que esa declaración se prolongue (Art. 93 letra e) CPP).
d) Solicitar el sobreseimiento definitivo de la causa y recurrir contra la
resolución que la rechace (Art. 93 letra f)) CPP)
e) Derecho a interrogar o a hacer interrogar a los testigos de cargo, y
obtener la comparecencia de testigos de descargos (Art. 14.3 e) PIDCP y
8.2 f) CADH).
f) Derecho a recurrir a un tribunal superior para que revise la sentencia
condenatoria que se haya dictado en su contra (“derecho al recurso”)
(Art. 14.5 PIDC y 8.2 CADH).

c) Derechos que imponen límites a la persecución penal.


Aquí se incluyen los siguientes derechos del imputado:

1. Derecho a guardar silencio o no auto incriminarse y, en caso de


consentir, a no hacerlo bajo juramento (Art. 93 letra g) CPP, 91 CPP, 194 CPP,
195 y 98 CPP): El imputado tiene derecho a no declarar (salvo respecto de su
identidad, Art. 194 Inc. 1 CPP), garantía que vale tanto respecto de los
interrogatorios policiales como los del MP, aunque puede renunciarse, pero
únicamente si el imputado tiene cabal conocimiento de que sus declaraciones pueda
ser usadas posteriormente en su contra.. La declaración del imputado está
concebida en el CPP como medio de defensa (Art. 98 CPP), de la que puede hacer
uso durante todo el procedimiento. En ningún caso la declaración del imputado
podrá recibirse bajo juramento. La razón de ello es impedir que el imputado se
encuentre conminado a decir la verdad bajo sanción de ser encausado por un nuevo
delito, el perjurio, en caso de que se compruebe que ha mentido o faltado a la
verdad.

2. Derecho a no ser sometido a tortura, ni a otros crueles, inhumanos o


degradantes (Art. 93 letra h) CPP).
DEFIENDE TU GRADO

Con esta garantía se quiere evitar cualquier forma de coacción en contra del
imputado quien ha dejado de ser un objeto del proceso penal, como por tanto
tiempo se lo tuvo bajo el imperio de los sistemas inquisitivos puros, para ser ahora
un sujeto de derechos.. Solo se admitirá la promesa de una ventaja que estuviere
expresamente prevista en la ley penal o procesal penal (por ejemplo la
configuración de una atenuante del art. 11 numero 9 o de la cooperación eficaz de
la ley 20.000).

Las prohibiciones antes indicadas rigen aun en el evento que el imputado


consintiere en la utilización de alguno de los métodos vetados (Art. 195 CPP).

La ley dispone que si el examen del imputado se prolonga por mucho tiempo o el
número de preguntas es tan considerable que han provocado su agotamiento,
deberá concederse el imputado el descanso prudente para su recuperación (Art.
196 CPP).

3) Derecho a no ser juzgado en ausencia: El fundamento de esta prohibición


descansa en el resguardo del principio del contradictorio y la efectiva defensa del
imputado, esto es, la necesidad de garantizar de que sea el mismo quien ejerza las
facultades que le confiere el ordenamiento jurídico. Este derecho se regula a través
de la institución de la REBELDÍA, cuyas causales las establece el Artículo 99 CPP.
En efecto, de acuerdo a este precepto: “el imputado será declarado rebelde:
a) cuando decretada judicialmente su detención o prisión preventiva no
fuere habido; o
b) cuando habiéndose formalizado la investigación en contra del que
estuviere en país extranjero no fuere posible obtener su extradición.

La declaración de rebeldía puede ser pronunciada por el tribunal ante el que


debiere comparecer (Art. 100 CPP).

En cuanto a sus efectos, hay que distinguir la etapa procesal en que se pronuncia
la declaración:
a) Si se declara durante la investigación: en este caso, el procedimiento
continúa hasta la audiencia de preparación de juicio oral, en la cual se
podrá decretar el sobreseimiento temporal o definitivo de la causa, de
acuerdo al mérito de lo obrado (Art. 101 Inc. 2 CPP)
b) Si se declara en el juicio oral: en este caso, se sobreseerá la causa
temporalmente, hasta que el imputado compareciere o fuere habido (Art.
101 Inc. 2 CPP).
DEFIENDE TU GRADO

Además de lo anterior, se establece lo siguiente:


- declarada la rebeldía, las resoluciones que se dictaren en el
procedimiento se tendrán por notificadas personalmente al rebele en la
misma fecha que se pronuncien (Art. 101 Inc. 1 CPP).
- El sobreseimiento afectará solo al rebele y el procedimiento continuará
con respecto a los imputados presentes (Art. 101 Inc. 3 CPP).
- El imputado que fuere habido deberá pagar las costas causadas con su
rebeldía a menos que justifique debidamente su ausencia (Art. 101 Inc.
final CPP).

4) Derecho al respeto de la congruencia procesal penal.

La congruencia procesal penal es la unidad del enjuiciamiento fáctico respecto


del imputado. Esto significa que el imputado tiene derecho a que se le informe
específica y detalladamente los hechos que son objeto de la investigación (artículo
93 a) CPP), lo que ocurre a través de la formalización de la investigación (art. 229
CPP), comunicación esta última que constituye el primer eslabón de la cadena de
enjuiciamiento fáctico y a la cual deben alinearse los restantes eslabones
constituidos por la acusación y la sentencia. En efecto, conforme al inciso Final del
art. 259 CPP la acusación solo podrá referirse a hechos y personas incluidos en la
formalización de la investigación, aunque se efectuare una distinta calificación
jurídica. Por su lado, el art. 341 CPP establece que la sentencia condenatoria no
podrá exceder el contenido de la acusación.
En consecuencia, no se podrá condenar por hechos o circunstancias no contenidos
en ella.

En el evento de producirse una desconexión en el tramo o correlación que


debe existir entre la formalización y la acusación, de suerte que esta
última exceda a la primera, la ley contempla como mecanismo de
subsanación la denominada “corrección de vicios formales en la audiencia
de preparación de juicio oral” (art. 270 CPP).

A su vez, en el evento en que fuera la sentencia la que exceda el contenido


de la acusación, la ley establece, como motivo absoluto de nulidad, que
autoriza la interposición de un recurso de nulidad a la causal contemplada en la
letra f) del artículo 374 CPP.
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5) Prohibición de la reformatio in peius o reforma en perjuicio:


La reformatio in peius consiste en una prohibición que opera en el ámbito de los
recursos. Según este principio si solo se hubiere interpuesto recurso por parte del
imputado contra la sentencia que le hubiere condenado, el tribunal superior que
conozca del recurso no puede imponer una sanción más gravosa de la que hubiere
sido impuesta por el tribunal inferior, es decir, el tribunal superior no puede
reformar lo resuelto en perjuicio del recurrente, a lo sumo, la sentencia
condenatoria se mantendrá en los términos en que fue pronunciada por el tribunal
inferior (Artículo 360 Inciso final CPP).

DERECHO A LA DEFENSA TÉCNICA.

La Constitución Política de la República establece el derecho a la defensa jurídica y


la prohibición de que ninguna autoridad o individuo impida, restrinja o perturbe la
debida intervención del letrado, si ella hubiere sido requerida. Asimismo establece
un mandato al legislador para otorgar asesoramiento y defensa jurídica a quienes
no pueden procurárselo por sí mismos (Art. 19 nº 3 Inc. 2 y 3 Constitución Política
de la República).
El Código Procesal Penal consagra el derecho del imputado a la defensa técnica
dese la primera actuación del procedimiento dirigido en su contra y hasta la
completa ejecución de la sentencia (Artículo 8, 93 d) y 102 CPP).

La auto defensa técnica.

La ley faculta al imputado para asumir su propia defensa, lo que deberá ser
autorizado por el juez de garantía, aunque con una importante limitación: que no
perjudique la eficacia de la defensa (Artículo 102 Inciso 4 CPP).

Si el juez estima que el imputado no es capaz de defenderse personalmente, el


tribunal le designará un defensor letrado, sin perjuicio del derecho del imputado a
formular planteamientos y alegaciones por sí mismo, según lo dispuesto en el art. 8
CPP (Artículo 102 Inciso 4 CPP). Esta norma es la ratificación del concepto de que al
imputado corresponde, en primer lugar, el ejercicio de sus facultades defensivas y,
a su lado, no en su lugar, actúa el defensor.
DEFIENDE TU GRADO

Facultades privativas del imputado.

Si bien el defensor es un interviniente en el proceso penal que asume la defensa y


representación del imputado durante el proceso, al punto que hasta incluso las
notificaciones deberán hacérsele solamente a este último, salvo que la ley o el
tribunal dispusiere lo contrario (artículo 28 CPP), mas no por ello puede sostenerse
que el defensor suple y desplaza al imputado en toda clase de cosas o ámbitos. Si
bien, en principio el defensor tiene las mismas facultades que el imputado, existen
ciertos actos personalísimos que solo pueden emanar del imputado y no de su
defensor, de los que podemos mencionar a vía ejemplar los siguientes:

a) La renuncia al derecho a guardar silencio (Artículo 98 Inciso 1 CPP)


b) La aceptación de los antecedentes de la investigación que permite la
aplicación del procedimiento abreviado (Artículo 406 inciso 2 CPP)
c) La aceptación de responsabilidad que conduce a la aplicación del
procedimiento simplificado especial del Artículo 395 CPP.

En caso de no tener un defensor corresponde al propio tribunal tomar la iniciativa


para que se le designe uno.
Si el imputado se encontrase privado de libertad cualquier persona podrá proponer
para aquél un defensor determinado o bien solicitar que se le nombre uno.
Conocerá de dicha petición el juez de garantía competente o aquel que
correspondiere al lugar al que el imputado se encontrare.

Oportunidad para la designación del defensor. Artículo 8 inciso 1.

La designación del abogado la efectuará el juez antes de que tenga lugar la primera
actuación judicial del procedimiento que requiera la presencia de dicho imputado.

Ello es sin perjuicio, lógicamente, de facultad que tiene el imputado para designar
voluntariamente a un defensor de su confianza, desde a primera actuación del
procedimiento.

Efectos de la ausencia del defensor.

La ley resguarda el ejercicio del derecho a la defensa técnica, sancionando con


nulidad las actuaciones procesales que se llevaren a efecto en ausencia del
defensor en aquellos casos en que la ley exige expresamente su participación o su
presencia (Artículo 103 CPP)
DEFIENDE TU GRADO

Algunas de las audiencias en que la ley exige la presencia del defensor, bajo
sanción de nulidad son:
a) La audiencia de juicio oral (Artículo 286 CPP)
b) La audiencia de preparación de juicio oral (Artículo 269 CPP)
c) La audiencia en que se resuelva la suspensión condicional del procedimiento
(Artículo 237 Inciso 4 CPP).
d) La audiencia en que se discuta y resuelva la prisión preventiva (Artículo 142
Inciso 3 CPP).

Renuncia y abandono de la defensa.

La ley permite que opere la renuncia del defensor, sin embargo, el art. 106 CPP
establece que la abdicación de la defensa no libera al defensor de su deber de
realizar todos los actos inmediatos y urgentes que fueren necesarios para impedir
la indefensión del imputado.

En cuanto al abandono de la defensa, podemos decir que este se traduce en un


acto que consiste en la simple inasistencia del defensor a las audiencias o
actuaciones del proceso penal, evento en el cual el tribunal competente, junto con
declarar el abandono de la defensa, procederá a la designación de un nuevo
defensor, o el imputado designa uno de su confianza.

LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO PENAL

“Son aquellas resoluciones motivadas del órgano jurisdiccional que pueden


adoptarse contra el imputado, por las que se limita provisionalmente su libertad
ambulatoria o la libre disposición y/o administración de sus bienes, con el fin de
garantizar los efectos penales y civiles de la sentencia”.

Clasificación.

Atendiendo a su objeto, las medidas cautelares se clasifican en:


a) medidas cautelares personales
b) medidas cautelares reales.

a) Medidas cautelares personales: Son aquellas que importan la restricción o


privación de la libertad personal o ambulatoria del imputado, y que tienen por
objeto asegurar los fines del procedimiento.
DEFIENDE TU GRADO

Las medidas cautelares personales están destinadas a asegurar la persona del


imputado.

b) Medidas cautelares reales: son aquellas que importan una restricción o


privación a la libertad de disposición y/o administración de los bienes del imputado,
y que tienen por objeto asegurar el pago de una indemnización de carácter civil o
de una multa de índole penal a hubiera sido condenado, o bien, las costas del
juicio. Las medidas cautelares reales están destinadas a asegurar los bienes del
imputado.

MEDIDAS CAUTELARES PERSONALES.

“Son aquellas que importan una restricción o privación a la libertad personal del
imputado, y que tienen por objeto asegurar los fines del procedimiento”.

Los fines del procedimiento son los siguientes:

1) Evitar el peligro de fuga: Esto se traduce en dos cosas: i) Asegurar que


el imputado comparezca a los actos del procedimiento; ii) Asegurar la
ejecución de la sentencia.
2) Asegurar la integridad de la prueba: vale decir, evitar que se oculte,
destruye o inutilice la evidencia que existe en contra del imputado.
3) Asegurar la integridad de la víctima, de su familia o de sus bienes.
4) Evitar el peligro para la seguridad de la sociedad.

Tanto “el peligro para la sociedad” como el “peligro para el ofendido” (víctima, su
familia o bienes) han sido profusamente criticados por la doctrina, señalando que la
privación de libertad fundada en peligrosidad, no constituyen finalidades del
procedimiento, sino que una anticipación de la pena, a menos que se considere la
pena como pura retribución. En efecto, si se reconoce a la pena efectos preventivos
generales o especiales, resulta evidente que la evitación de peligro para la
seguridad de la sociedad o del ofendido no es sino una de las finalidades de la pena
y, por tanto, se vulneraría la garantía de inocencia en su vertiente de regla de
trato, como asimismo el derecho al juicio previo.

A esta crítica general, se agrega otra especial a propósito de la prisión preventiva,


que señala que los criterios orientadores del Art. 140 CPP han sido concebidos más
DEFIENDE TU GRADO

bien como un “peligro de reincidencia”, lo cual nos aproxima más a un derecho


penal de autor que de acto; y que, por otro lado, el reconocimiento de estas
causales en nuestro CPP y CPR, están en abierta contradicción con los tratados
internacionales ratificados por Chile y que se encuentran vigentes.

Derecho fundamental afectado.: Es la libertad personal entendida como libertad


ambulatoria (Artículo 19 nº 7 CPR; Art. 9.1 PIDCP; Art. 7 CADH; Art. 5 CPP).

Principios que las rigen.

a) Principio de legalidad.
b) Principio de jurisdiccionalidad.
c) Principio de excepcionalidad e instrumentalidad.
d) Principio de provisionalidad.
e) Principio de proporcionalidad.

a) Principio de legalidad: Máxima en virtud de la cual no es posible adoptar


medidas cautelares personales, sino en los casos y en la forma previstos por la
Constitución Política de la República y las leyes. Está consagrado expresamente en
el Artículo 19 nº 7 letra b); Artículo 5 Código Procesal Penal.

b) Principio de jurisdiccionalidad: Máxima en virtud de la cual las medidas


cautelares personas sólo pueden ser impuesta por orden de tribunal competente.
En ese sentido, el Artículo 122 inciso 2 señala que “estas medidas serán siempre
decretadas por medio de resolución judicial fundada”, es decir, deben ser
adoptadas por un órgano jurisdiccional, no pudiendo ser adoptadas directamente
por el Ministerio Público.

Sin embargo, este principio cede, principalmente, en los casos de flagrancia, casos
en los cuales se faculta a la policía e incluso a los particulares para detener sin
orden previa del tribunal (Artículo 129 CPP).

c) Principio de excepcionalidad e instrumentalidad:


El principio de excepcionalidad se traduce en que las medidas cautelares
personales tienen un carácter “eventual”; deben decretarse sólo cuando resulten
absolutamente indispensables.
DEFIENDE TU GRADO

El principio de instrumentalidad, por su parte, señala que las medidas


cautelares personales no constituyen un fin en sí mismas, sino que están destinada
a asegurar los fines de un procedimiento principal al que acceden (Artículo 122
CPP), fines que ya tuvimos oportunidad de comentar en otra parte de este trabajo.
Dado el carácter excepcional de las medidas cautelares, las normas que las
contemplan deben ser interpretadas restrictivamente sin que quepa la analogía
(artículo 5º CPP).

d) Principio de provisionalidad: Máxima conforme a la cual, las medidas


cautelares personales deben mantenerse sólo mientras subsiste la necesidad de su
aplicación y permanezca pendiente el procedimiento penal al que
instrumentalmente le sirven. La aplicación de este principio significa que las
medidas cautelares personales están sometidas a la regla rebus sic stantibus,
según la cual sólo han de permanecer en tanto subsistan las consideraciones que
les sirvieron de fundamento.

En atención a lo dicho las medidas cautelares personales son esencialmente


revocables, prueba de lo cual es que el artículo 144 CPP, permita abrir debate
acerca de ellas en cualquier estado del procedimiento. En el mismo sentido cabe
señalar el artículo 152 CPP, el cual expresamente establece que “el tribunal, de
oficio o a petición de cualquiera de los intervinientes, decretará la terminación de la
prisión preventiva cuando no subsistieren los motivos que la hubieren justificado”;
y el Artículo 122 CPP, prescribe que “las medidas durarán mientras subsistiere la
necesidad de su aplicación”.

e) Principio de proporcionalidad: Máxima conforme a la cual, las medidas


cautelares deben ser idóneas, es decir, deben ser acordes a la pena probable a
imponer y a la naturaleza o necesidad cautelar. En otras palabras, la medida
cautelar debe guardar respecto a la pretensión punitiva una relación cuantitativa y
cualitativa.

Expresiones de este principio pueden encontrarse en el art 141 Inc. 1º CPP que
impone ciertos límites a la prisión preventiva, o bien, en el art 124 CPP que
establece la citación como única medida cautelar susceptible de aplicar en caso de
faltas y de delitos que la ley no sancionare con pena privativas ni restrictivas de
libertad.
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Presupuestos y requisitos de las medidas cautelares.

Las medidas cautelares personales requieren para ser decretadas de la


concurrencia de ciertos presupuestos y de ciertos requisitos.

Llamaremos presupuestos a aquellas condiciones sin las cuales no es posible, bajo


ninguna circunstancia, decretar medidas cautelares aunque se den los requisitos
particulares que las hacen procedentes.

a) La formalización de la investigación: De acuerdo al Artículo 140, 155 Inciso


final y 156 bis CPP, la formalización de la investigación es un presupuesto necesario
para la procedencia de la prisión preventiva; de las “otras” medidas cautelares
personales del Artículo 155 CPP y de las medidas cautelares especiales.

Tratándose de la citación o la detención, la formalización de la investigación no es


un presupuesto necesario.

b) La presencia del abogado defensor: Conforme a lo establecido en el art 142


inc. 3º CPP e Inc. final del Art. 155 CPP, la presencia del defensor en la audiencia
en que se discuta la prisión preventiva constituye un requisito de validez de la
misma, exigencia que es aplicable a las otras medidas cautelares personales del
Art. 155 CPP.
Luego, tratándose de la citación, de la detención y de las medidas cautelares
especiales, la presencia del abogado defensor NO es un presupuesto necesario.

La presencia del imputado también es necesaria, ya que el art 142 inc. 3º CPP
también exige o contempla la presencia del imputado como requisito de validez de
la audiencia en que se discuta la prisión preventiva y por extensión de aquellas en
que se decreten las medidas cautelares del art 155 CPP.

Requisitos comunes a las medidas cautelares personales.

La procedencia de toda medida cautelar requiere de la concurrencia de dos


requisitos:

a) Fomus boni iuris o apariencia (“humo”) de buen derecho: En materia


procesal penal, la apariencia de buen derecho se traduce en que los antecedentes
deben permitir formular un juicio de probabilidad en torno a la existencia del delito
que se investiga y al grado de participación que le corresponda al imputado.
DEFIENDE TU GRADO

b) Periculum in mora o peligro en la demora o retardo (necesidad


cautelar): En materia procesal penal, se asocia al temor de que el cumplimiento
de los fines del procedimiento pudieran hacerse ilusorios de no adoptarse una
medida cautelar, fines a que ya tanto hechos hecho referencia.

Enumeración de las medidas cautelares personales.

1) La citación.
2) La detención.
3) La prisión preventiva.
4) Las medidas cautelares generales o del Art. 155 CPP.
5) Las medidas cautelares especiales del Art. 156 bis CPP.

1) LA CITACIÓN.

“Es la orden de comparecencia que emite un tribunal con competencia en lo


penal, y que se dirige en contra del imputado, por ser necesaria su presencia para
la realización de una actuación ante el órgano jurisdiccional, bajo apercibimiento de
disponerse una medida privativa de libertad”.

El objeto de la presencia del imputado ante el órgano jurisdiccional puede ser para
prestar declaración ante el tribunal (Artículo 98 CPP), para llevar a cabo la
audiencia de preparación del juicio oral (Artículo 260 CPP), o para que asista al
juicio oral. (Artículo 281 inciso final y 285 CPP).

a) La citación realizada por el ministerio público consiste en una orden de


comparecencia que emite el ministerio público respecto de cualquier persona con el
objeto de obtener información para su actividad investigativa

b) la citación judicial, consiste en una orden de comparecencia que emite un


tribunal con competencia en lo penal respecto de cualquier persona, con el objeto
de que se realice una actuación ante el tribunal.

c) La citación como medida cautelar personal, responde al concepto señalado


más arriba. A modo de paralelo entre estas tres clases de citación, es posible
señalar lo siguiente:
DEFIENDE TU GRADO

- La citación como medida cautelar proviene del tribunal, al igual que la


citación judicial, pero a diferencia de la citación del MP.
- La citación como medida cautelar se dirige necesariamente en contra del
imputado, a diferencia de la citación judicial y del MP, que pueden dirigirse
contra cualquier persona (incluido el imputado).
- La citación como medida cautelar y como citación judicial, en cuanto a su
forma, se rigen por las mismas disposiciones: son órdenes de
comparecencia que se practican en la forma prevista por el Art. 33 CPP (Art.
123 CPP), en cambio, la citación del MP no está sujeta a ninguna formalidad.

Naturaleza jurídica.

La ley califica expresamente a la citación como una medida cautelar personal


(Artículo 123 CPP). Sin embargo, desde un punto de vista doctrinario, su naturaleza
se discute. Horvitz/López señalan que la citación no es una medida cautelar
personal, pues no está destinada a garantizar los fines del procedimiento; además,
desde otro punto de vista, vendría a constituir una limitación no para el imputado,
sino que para el tribunal, en el sentido de que tratándose de faltas y de delitos
bagatelarios (que no tengan asignada una pena privativa o restrictiva de libertad)
éste sólo puede imponer como medida cautelar la citación y no otras medidas
cautelares personales, salvas las excepciones legales.

Condiciones de procedencia.

1. Cuando fuere necesaria la presencia del imputado ante el tribunal (Artículo 123
CPP).

2. Cuando la imputación se refiera a cualquier clase de infracción penal, desde las


faltas hasta los crímenes. Cosa distinta es que, de acuerdo al Artículo 124 Inciso 1
CPP, cuando se trata de faltas, o delitos que la ley no sancionare con penas
privativas ni restrictivas de libertad, únicamente procede la citación, excluyéndose
en estos casos cualquier otra medida cautelar personal, regla que encuentra su
justificación en el principio de proporcionalidad.

Con todo, excepcionalmente en estos casos es posible imponer directamente una


medida cautelar personal distinta de la citación, y ello ocurre en los dos supuestos
que menciona el Inciso 2 del Artículo 124 CPP:
DEFIENDE TU GRADO

a) en caso de falta de incomparecencia a la citación (desobediencia al llamamiento


judicial), la ley faculta para que se decrete la detención (arresto) o la prisión
preventiva respecto del imputado desobediente.

b) en los casos de flagrancia del Inciso 4 del Artículo 134 CPP (ciertas faltas) como
por ejemplo, si una persona amenaza a otra con arma blanca o arma de fuego
(Artículo 494 nº 4 CP); en el caso de lesiones leves (Art. 494 nº 5 CP), casos en los
cuales procede directamente la detención.

2) LA DETENCIÓN.

“Es aquella por la cual se priva de libertad al imputado por un breve lapso de
tiempo, con el sólo propósito de ponerlo a disposición del tribunal, con el objeto de
asegurar su comparecencia a algún acto del procedimiento”.

Condiciones de procedencia.

Del Art. 125 CPP se desprende que, en general, la detención procede en dos casos:

I) Detención por previa orden de autoridad competente.


II) Detención en caso de flagrancia.

I) DETENCIÓN PREVIA ORDEN DE AUTORIDAD COMPETENTE.

Al respecto podemos hacer las siguientes distinciones:


A) Detención previa orden del juez de garantía (detención judicial). Aquí
podemos subdistinguir entre:
a.1) Detención judicial sin citación previa.
a.2) Detención por incomparecencia o arresto (con citación previa).

B) Detención previa orden de otros funcionarios públicos (que sólo tiene


importancia histórica)

A) DETENCIÓN JUDICIAL: Es la detención que encuentra su antecedentes en una


resolución judicial del juez de garantía.
a.1) DETENCIÓN JUDICIAL SIN CITACIÓN PREVIA: Es aquella que ha
sido decretada por el juez, a solicitud del MP, y sin citación previa, cuando de otra
DEFIENDE TU GRADO

manera la comparecencia del imputado pudiere verse demorada o dificultada (Art.


127 Inc. 1 CPP).

Supuesto de aplicación: Cuando la comparecencia del imputado resulte demorada o


dificultada. Los autores critican esta tipo de detención, ya que el sólo hecho de que
la comparecencia del imputado pudiera verse demorada o dificultada, no justifica
suficientemente la restricción de libertad de una personal, pues faltaría una de los
presupuestos de toda medida cautelar, a saber, el “humo del buen derecho”. Por
ello Horvitz/López señalan que, en virtud del principio de proporcionalidad, no
cualquier demora o dificultad en la comparecencia permite justificar una orden de
detención, sino que sólo aquella que crea un riesgo serio para que el procedimiento
cumpla sus fines.

Procedimiento: Podemos advertir en esta materia tres etapas:


I) Formalidades previas a la detención:
i) Que el MP solicite al juzgado de garantía que despache la orden de
detención.
i) Que se despache la orden de detención: Dicha orden será expedida
por escrito, y contendrá las menciones del Art. 154 CPP, esto es,
resumidamente: a) la individualización del que debe ser detenido o
las circunstancias que permitan individualizarlo; b) el motivo de la
detención; y c) la indicación del lugar a que debe ser conducido
(tribunal, establecimiento penitenciarios, etc., según corresponda).
Excepcionalmente, tratándose de casos urgentes, la orden podrá
solicitarse y otorgarse verbalmente, por cualquier medio idóneo, por
ejemplo, por teléfono (Art. 9 Inc. 3 CPP).
ii) Que la orden de tención se intime en forma legal: Esto significa que,
antes de practicar la detención, el funcionario policial encargado de la
misma debe comunicarle al detenido el hecho de que se ha despacho
una orden de detención en su contra (Art. 125 CPP), tendiendo el
imputado, a su vez, el derecho a que dicha orden le sea exhibida y a
obtener una copia de la misma (Art. 94 letra a) CPP y Art. 19 nº 7
letra d) Inc. 3 CPR).

II) Formalidades coetáneas a la detención: En el acto de la detención, el


funcionario policial debe informar al imputado del motivo de su detención, y dar
lectura de los derechos y garantías a que se refiere el artículo 135 CPP, esto es, los
relativos a las letras a), b), g) del Art. 93 CPP y 94 letra f) y g) del Art. 94 CPP.
DEFIENDE TU GRADO

Con todo, si por las circunstancias que rodearen la detención, no fuere posible
proporcionar al detenido inmediatamente esta información, ella le será entregada
por el encargado de la unidad policial a la que fuere conducido. Esta información
puede efectuarse verbalmente o bien por escrito, si el detenido manifestare saber
leer y encontrarse en condiciones de hacerlo (Art. 135 Inc. 2 y 3 CPP).

III) Formalidades posteriores a la detención: El detenido debe ser conducido


inmediatamente ante el juez que despachó la orden. Si ello no fuere posible por no
se hora de despacho, la ley permite hacer permanecer al detenido en el recinto
policial o de detención hasta el momento de la primera audiencia judicial, por un
periodo que en caso alguno puede exceder de 24 horas (Art. 131 Inc. 1 CPP).
a.2) DETENCIÓN JUDICIAL POR INCOMPARECENCIA O ARRESTO: es
aquella que ha sido decreta por el juez de garantía, de oficio o a petición del MP,
como consecuencia del incumplimiento injustificado por parte del imputado, de la
citación que le ha sido previamente despachada, y con el objeto de asegurar su
comparecencia a la actuación respectiva (Art. 33 Inc. 3; 124; 127 y 193 CPP).

B) DETENCIÓN PREVIA ORDEN DE OTROS FUNCIONARIOS PÚBLICOS: Se


definía como la detención ordenada por funcionario público diferente del juez, pero
autorizado expresamente por la ley, con el mismo objeto que la detención judicial y
sujeta a sus mismos supuestos de aplicación y procedimiento.
Este tipo de detención sólo tiene importancia histórica. En efecto, el Art. 13 –hoy
derogado– de la ley 18.314 sobre conductas terroristas, facultaba al Ministro del
Interior, a los Intendentes Regionales, a los Gobernadores Provinciales y a los
Comandantes de Guarnición, para despachar órdenes de detención, pero sólo
cuando recabar previamente la orden judicial pudiera frustrar el éxito de la
diligencia.

II) DETENCIÓN EN CASO DE FLAGRANCIA.

Al respecto es posible distinguir dos tipos detención por flagrancia:


1) Detención particular o policial en caso de flagrancia
2) Situación especial de la flagrancia en sala de despacho.
DEFIENDE TU GRADO

1) DETENCIÓN PARTICULAR O POLICIAL EN CASO DE FLAGRANCIA:

Es aquella que practica la policía o cualquier persona que sorprendiere a otra en


delito flagrante, sin necesidad de orden previa, para el solo objeto de ser conducida
ante la autoridad que correspondiere (Art. 125 parte final CPP).

Pueden practicar una detención en caso de flagrancia los particulares y la policía.


Para los particulares, constituye una facultad. Para los agentes policiales, en
cambio, una obligación (Artículo 129 CPP).

De acuerdo al artículo 130 CPP, se entenderá que se halla en situación de


flagrancia:
a) El que actualmente se encontrare cometiendo el delito;
b) El que acabare de cometerlo;
c) El que huyere del lugar de comisión del delito y fuere designado por el
ofendido u otra persona como autor o cómplice;
d) El que, en un tiempo inmediato a la perpetración de un delito, fuere
encontrado con objetos procedentes de aquél o con señales, en sí mismo
o en sus vestidos, que permitieren sospechar su participación en él, o
con las armas o instrumentos que hubieren sido empleados para
cometerlo; y
e) El que las víctimas de un delito que reclamen auxilio o testigos
presenciales, señalaren como autor o cómplice de un delito que se
hubiere cometido en un tiempo inmediato.

Cabe tener presente que, para los efectos de las letras d) y e), se entiende por
tiempo inmediato “todo aquel que transcurra entre la comisión del hecho y la
captura del imputado siempre que no hubieren transcurrido más de 12 horas”

Ilícitos penales respecto de los cuales procede la detención por flagrancia:


Por regla general, sólo procede respecto de los delitos de acción penal pública y,
excepcionalmente, respecto de los delitos previa instancia particular, únicamente
respecto de los mal llamados “delitos sexuales” previstos en los artículos 361 a
366 quater CP (Art. 129 Inc. 3 CPP).

En consecuencia, tratándose de los demás delitos de acción penal mixta y de los


delitos de acción penal privada, la detención no se encuentra autorizada, así como
tampoco procede respecto de las faltas ni delitos que no están sancionados con
DEFIENDE TU GRADO

pena privativa o restrictiva de la libertad, que sólo admiten citación, salvo el caso
de renuencia del citado a comparecer (art 124 Inc. 2 CPP) o de las faltas respecto
de las cuales expresamente se permite detener (art 134 Inc. 4 CPP).

SITUACIÓN ESPECIAL DE LA FLAGRANCIA EN SALA DE DESPACHO:


Se refiere a esta situación el artículo 128 CPP, y puede definirse como “aquella que
puede decretar todo tribunal, aunque no ejerza jurisdicción en lo criminal, contra
las personas que, dentro de la sala de su despacho, cometieren algún crimen o
simple delito”.

Las particularidades de esta figura son tres: Puede ser decretada por todo tribunal,
aunque no ejerza jurisdicción en lo criminal; se despacha de oficio; y no procede
respecto de falta.

CONTROL DE LA DETENCIÓN.

Las condiciones del control de detención puede producirse básicamente por dos
vías:
a) Audiencia de control de la detención (Art. 132 CPP);
b) Amparo ante el juez de garantía (Art. 95 CPP).
Ya tuvimos la oportunidad de referirnos a ellas, y a la parte que corresponde
nos remitimos.

OTRAS MODALIDADES QUE PUEDE ASUMIR LA DETENCIÓN.

a) La detención como medida ejecutiva: La detención como medida ejecutiva


es aquella que tiene por objeto asegurar el cumplimiento de un proceso de
ejecución ya iniciado o que debió iniciarse, y al cual se ha sustraído el condenado.
Se trata de medidas de detención que no están destinadas a garantizar una
ejecución futura, sino a imponer la ejecución actual de una sentencia condenatoria.
Asume dos modalidades:

1) La detención decretada por el tribunal contra el imputado en liberad, para que


proceda a la ejecución de la sentencia que lo ha condenado a una pena privativa de
la libertad, en el establecimiento penitenciario correspondiente (Art. 468 CPP);
DEFIENDE TU GRADO

2) La detención que debe practicar la policía, sin necesidad de orden judicial previa,
respecto del sentenciado a penas privativas de libertad que hubiere quebrantado su
condena, del que se fugare estando detenido; del que tuviere orden de detención
pendiente; del que fuere sorprendido en violación flagrante de las medidas
cautelares personales que se le hubieren impuesto, y del que violare la condición
del Art. 238 CPP letra b), que le hubiere sido impuesta para la protección de otras
personas (Art. 129 In. 4 CPP).

b) La detención como medida tendiente a garantizar el cumplimiento de


obligaciones legales: Estas medidas no tienen naturaleza cautelar, ya sea porque
no se dirigen contra el imputado, ya sea porque no tienen por finalidad asegurar los
fines del procedimiento. Asume también dos modalidades:

a) La detención judicial por incomparecencia o arresto que se dirige en contra del


los testigos o peritos, como consecuencia del incumplimiento injustificado, por parte
de éstos, de la citación que se ha despachado previamente, y con el objeto de
asegurar su comparecencia a la actuación respectiva (Art. 33 Inc. 3 y 193 CPP).

b) La detención que puede tener lugar en el contexto de un control de identidad


(Artículo 85 CPP).

LA PRISIÓN PREVENTIVA.

“Es aquella medida cautelar que consiste en la privación temporal de libertad del
imputado, respecto del cual se ha formalizado la investigación, y cuando las demás
medidas cautelares personales fueren insuficientes para asegurar las finalidades del
procedimiento”.

La prisión preventiva es una medida cautelar personal de carácter excepcional,


pues solo procede cuando las demás medidas cautelares personales fueren
estimadas por el juez como insuficientes para asegurar las finalidades del
procedimiento, la seguridad del ofendido o de la sociedad (Art. 139 Inc. 2 CPP).

Doctrinas en torno a la prisión preventiva.

a) Doctrina a favor de la prisión preventiva: Sostiene que el principio de inocencia


es un absurdo conceptual. Manzini, fundador de esta doctrina, resume su
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planteamiento en la siguiente interrogante: si se presume la inocencia del


imputado, pregunta el buen sentido: ¿por qué entonces proceder contra él?

b) Doctrina en contra de la prisión preventiva: Ferrajoli plantea que la prisión


preventiva no tiene ninguna legitimidad, hasta el punto de echar por tierra todas
las garantías penales y procesales, agregando que un Estado de derecho que se
reconozca como tal, debe preferir correr el riesgo de entorpecimiento del proceso,
antes de privar de libertad a un no condenado.

c) Doctrina ecléctica: La opinión mayoritaria analiza esta discusión centrándose en


los fines de la prisión preventiva, sosteniendo que la garantía de inocencia sería
respetada en la misma medida en que la prisión preventiva sólo tuviere por
propósito asegurar fines es estrictamente procesales (evitar el peligro de fuga y
asegurar la evidencia) y no de derecho penal material, pues esto último importaría
una anticipación de la pena.

Anticipemos, en todo caso, que en Chile la prisión preventiva no sólo se admite


para garantizar fines estrictamente procesales, sino que también para resguardar la
seguridad del ofendido o de la sociedad (Artículo 139 Inciso 2 CPP).

Condiciones de procedencia.

a) Que se haya formalizado la investigación, Art. 140 Inc. 1CPP.


b) Que la audiencia se haya realizado con la presencia del defensor del
imputado (Art. 142 Inc. 3 CPP)
c) Que la audiencia se haya realizado con la presencia del imputado, salvo
el caso del Artículo 141 Inciso final CPP. Esta disposición contempla la
posibilidad de decretar excepcionalmente la prisión preventiva respecto
del imputado que no asistiere a la audiencia de juicio oral.

Requisitos.

Los requisitos generales de la prisión preventiva pueden estudiarse en relación con


los requisitos de toda medida cautelar personal, que son, como ya vimos, los
siguientes:

1. Fumus boni iuris (o también llamados requisitos materiales de la prisión


preventiva, Art. 140 CPP Inc. 1 letras a) y b) CPP):
DEFIENDE TU GRADO

a) Que existan antecedentes que justifiquen la existencia del delito que se


investiga; y
b) Que existan antecedentes que permitan presumir fundadamente que el imputado
ha tenido participación en el delito como autor, cómplice o encubridor.

2. Periculum in mora: Que existan antecedentes calificados que permitan al


tribunal considerar:
i) Que la prisión preventiva es indispensable para el éxito de las
diligencias precisas y determinadas de la investigación; o
ii) Que exista peligro de que el imputado se dé a la fuga; o
iii) Que la libertad del imputado es peligrosa para la seguridad de la
sociedad; o
iv) Que la libertad del imputado es peligrosa para el ofendido.

i) Que la prisión preventiva sea indispensable para el éxito de las


diligencias precisas y determinadas de la investigación. Este requisito apunta
a asegurar la integridad de la prueba, vale decir, evitar que se oculte, destruya
o inutilice la evidencia que existe contra el imputado.

ii) Que exista peligro de que el imputado se dé a la fuga (evitar el peligro


de fuga). Este requisito se traduce en dos cosas:
- Asegurar que el imputado comparezca a los actos del procedimiento;
- Asegurar la ejecución de la sentencia.

iii) Que la libertad del imputado sea peligrosa para la seguridad de la


sociedad (evitar el peligro para la seguridad de la sociedad). El Inciso 3 y 4
del Artículo 140 CPP entrega al juez criterios para establecer esta causal: “para
estimar si la libertad del imputado resulta o no peligrosa para la seguridad de la
sociedad, el tribunal deberá considerar especialmente alguna de las siguientes
circunstancias:

- La gravedad de la pena asignada al delito;


- El número de delitos que se le imputaren y el carácter de los mismos;
- La existencia de procesos pendientes;
- El hecho de haber actuado en grupo o pandilla” (Art. 140 Inc. 3).

“Se entenderá especialmente que la libertad del imputado constituye un peligro


para la libertad de la sociedad:
DEFIENDE TU GRADO

- Cuando los delitos imputados tengan asignada pena de crimen.


- Cuando el imputado hubiere sido condenado con anterioridad por delito al
que la ley señale igual o mayor pena, sea que la hubiere cumplido
efectivamente o no;
- Cuando se encontrare sujeto a una medida cautelar personal, en libertad
condicional o gozando de alguno de los beneficios alternativos a la ejecución
de las penas privativas o restrictivas de la libertad”.

iv) Que la libertad del imputado es peligrosa para el ofendido. De acuerdo al


Inciso final del Artículo 140 CPP “se entenderá que la seguridad del ofendido se
encuentra en peligro por la libertad del imputado cuando existieren antecedentes
calificados que permitieren presumir que éste realizará atentados en contra de
aquel, o en contra de su familia, o de sus bienes”.

La doctrina señala que la aplicación de esta causal debe ser extremadamente


excepcional, toda vez que la víctima tiene la posibilidad de impetrar la medida
cautelar general del Art. 155 Inc. 1 letra g) CPP, esto es, la prohibición de
acercarse al ofendido o su familia y, en su caso, la obligación de abandonar el
hogar que compartiere con aquél.

Improcedencia de la prisión preventiva.

El legislador teniendo a la vista el principio de proporcionalidad, establece en el


Artículo 141 CPP que no se podrá ordenar la prisión preventiva en los siguientes
casos:

a) Cuando el delito imputado estuviere sancionado únicamente con penas


pecuniarias o privativas de derechos. Al respecto cabe recordar que cuando se
trata de faltas o delitos que la ley no sancionare con penas privativas o restrictivas
de la libertad, sólo procederá la citación, a menos que se refiera a los casos del Art.
134 Inc. 4 CPP o cuando procediere el arresto por falta de comparecencia, la
detención o prisión preventiva de acuerdo a lo dispuesto en el Art. 33 (Art. 124
CPP).

b) Cuando se tratare de delitos de acción privada; y

c) Cuando el imputado se encontrare cumpliendo efectivamente una pena


privativa de libertad. Ahora bien, si por cualquier motivo fuere a cesar el
DEFIENDE TU GRADO

cumplimiento efectivo de la pena y el fiscal o el querellante estimaren necesaria la


prisión preventiva o alguna de las medidas previstas en el art 155 CPP, se podrán
solicitar anticipadamente para que se apliquen en cuanto cese el cumplimiento
efectivo de la pena, sin solución de continuidad.

Excepciones.

Podrá decretarse la prisión preventiva en los eventos señalados anteriormente, en


dos casos:
a) Cuando el imputado hubiere incumplido alguna de las medidas cautelares del
artículo 155 CPP.
b) Cuando el tribunal considerare que el imputado puede incumplir su obligación de
permanecer en el lugar del juicio y presentarse a los actos del procedimiento y a la
ejecución de la sentencia.
c) Cuando imputado no comparece a la audiencia de juicio oral (caso en el cual es
el propio Tribunal de Juicio Oral en lo Penal quien la impone) (Art. 141 Inc. final
CPP).

Tramitación de la solicitud de prisión preventiva:

a) Pueden solicitarla el Ministerio Público o el querellante (artículo 140 Inciso 1


CPP).
b) Puede plantearse verbalmente en la audiencia de formalización de la
investigación; en la audiencia de preparación del juicio oral; y en la audiencia del
juicio oral. También puede solicitarse por escrito en cualquier etapa de la
investigación, después de formalizada la investigación, caso en el cual el juez debe
citar a los intervinientes a una audiencia para la resolución de la solicitud (Art. 142
CPP).
c) A concluir la audiencia, el tribunal se pronunciará sobre la prisión preventiva por
medio de resolución fundada, expresando claramente los antecedentes que
justifican la decisión; la exigencia de fundamentación corre tanto para la resolución
que decreta como la que rechaza la prisión preventiva.

Duración.

La prisión preventiva no tiene un plazo o un límite temporal de duración, sino que


la ley ha establecido hipótesis en que debe revisarse la subsistencia de los
presupuestos o requisitos que llevaron a su dictación. En efecto el tribunal deberá
DEFIENDE TU GRADO

citar de oficio a una audiencia para con el fin de considerar su cesación o


prolongación, en dos casos:

a) Cuando transcurran 6 meses contados desde el último debate oral en que ella
hubiere sido decretada (Artículo 145 Inc. 2 CPP)

b) Cuando la prisión preventiva hubiese alcanzado la mitad de la pena privativa de


la libertad que se pudiere esperar en el evento de dictarse sentencia condenatoria,
o de la que se hubiere impuesto existiendo recursos pendientes (Artículo 152 inc. 2
CPP).

Modificación y revocación de la resolución sobre prisión preventiva.

La resolución que ordena o rechaza la prisión preventiva puede ser modificada de


oficio o a petición de cualquiera de los intervinientes en cualquier estado del
proceso, cuando subsistieren los motivos que la hubieren justificado, o si hubieren
nuevos antecedentes que la hicieren procedente, respectivamente (Art. 144 Inc. 1
CPP).

López/Horvitz estiman que la facultad oficiosa que le confiere la ley al tribunal en


estos casos, debe entenderse referida únicamente a la posibilidad de dejar sin
efecto la prisión preventiva ya de decretada, mas no imponer de oficio una que
antes había sido rechazada, y ello, porque, por un lado, la máxima misión del juez
de garantía es velar por los derechos del imputado y, por otro, debido a que la
necesidad de prisión preventiva es una decisión de persecución penal pública, cuya
iniciativa corresponde necesariamente al fiscal, a quien corresponde proporcionar al
tribunal los “otros antecedentes”, exigidos por el Art. 144 Inc. final.

Cuando el imputado solicitare le revocación de la prisión preventiva, el tribunal


podrá rechazarla de plano, o bien citar a todos los intervinientes a una audiencia,
con el fin de abrir de debate sobre la subsistencia de los requisitos que autorizan la
medida(Artículo 144 Inc. 2 CPP).

Sustitución de la prisión preventiva.

En cualquier momento del procedimiento el tribunal de oficio o a petición de parte


podrá sustituir la prisión preventiva por alguna de las medidas contempladas en el
Art. 155 CPP (Art. 145 Inc. 1 CPP).
DEFIENDE TU GRADO

Reemplazo de la prisión preventiva por una caución económica suficiente.

Procede en aquél caso en que la prisión preventiva fue impuesta sólo para
garantizar la comparecencia del imputado al juicio y a la eventual ejecución de la
pena (peligro de fuga), caso en el cual el tribunal puede autorizar su reemplazo
por una caución económica suficiente, cuyo monto será fijado do por él (artículo
146 Inc. 1 CPP).
La caución podrá consistir en el depósito de dinero o valores, constitución de
prendas o hipotecas, ya sea parte del imputado o de un tercero, etc. (Art. 146 Inc.
2 CPP).

Término de la prisión preventiva.

Ya sabemos que la prisión preventiva puede terminar por la revocación cuando


cesan las circunstancias que la motivaron; pero, además, el tribunal debe ponerle
término cuando dictare sentencia absolutoria, y cuando decretare sobreseimiento
definitivo o temporal, aunque dichas resoluciones no se encontraren ejecutoriadas.

MEDIDAS CAUTELARES PERSONALES DE CARÁCTER GENERAL


(O SIMPLEMENTE, “MEDIDAS CAUTELARES DE ARTÍCULO 155 CÓDIGO
PROCESAL PENAL”).

“Son aquellas que importan una privación o restricción de la libertad ambulatoria


del imputado, de aplicación preferente a la prisión preventiva, y que tienen por
objeto asegurar los fines del procedimiento”.

Régimen legal aplicable.

En lo relativo a los requisitos de procedencia, duración, impugnación y ejecución


de estas medidas, se rigen por las disposiciones aplicables a la prisión preventiva
(Art. 155 Inc. 3 CPP).

De acuerdo al Artículo 155 Código Procesal Penal, “después de formalizada la


investigación, y con el fin de garantizar el éxito de las diligencias de este tipo, o la
seguridad de la sociedad o proteger al ofendido o asegurar la comparecencia del
imputado a las actuaciones del procedimiento o ejecución de la sentencia, a
petición del fiscal, del querellante o la víctima, el juez podrá imponer al imputado
una o más de las siguientes medidas:
DEFIENDE TU GRADO

a) Privación de libertad total o parcial en la casa del imputado o en la que este


último señalare, si aquella se encontrare fuera de la ciudad de asiento del
tribunal;
b) La sujeción a la vigilancia de una persona o institución determinada;
c) La obligación de presentarse periódicamente ante el juez o ante la autoridad
que el designare;
d) La prohibición de salir del país, de la localidad en la cual residiere o del ámbito
territorial que fijare el tribunal;
e) La prohibición de asistir a determinadas reuniones, recintos o espectáculos
públicos, o de visitar determinados lugares;
f) La prohibición de comunicarse con personas determinadas siempre que no se
afectare el derecho a defensa;
g) La prohibición de acercase al ofendido o su familia y, en su caso, la obligación
de abandonar el hogar que compartiere con aquél.

MEDIDAS CAUTELARES ESPECIALES (ARTÍCULO 156 BIS CPP).

La ley 20.585 de mayo de 2012, incorporó en el Art. 156 bis CPP esta medida
cautelar especial, aplicable en el caso de investigaciones que versen sobre el
otorgamiento de licencias médicas fraudulentas.

MEDIDAS CAUTELARES REALES (ART. 157 CPP).

“Son aquellas que importan una restricción o privación a la libertad de disposición


y/o administración de los bienes del imputado, y que tienen por objeto asegurar el
pago de una indemnización de carácter civil o de una multa de índole penal a que
hubiera sido condenado, o bien, las costas del juicio”.

Enumeración.

Equivalente exactamente a las medidas precautorias del título V del libro II CPC
(Art. 290 y SS), vale decir:
- El secuestro que la cosa que es objeto de la demanda (Art. 290 nº 1 CPC);
- El nombramiento de uno o más interventores (Art. 290 nº 2 CPC);
- La retención de bienes determinados (Art. 290 nº 3 CPC);
- La prohibición de celebrar actos o contratos sobre bienes determinados (Art.
290 nº 4 CPC); y
DEFIENDE TU GRADO

- Otras medidas que no están expresamente autorizadas por la ley (Art. 298
CPC).

Legitimación activa y pasiva, tiempo y forma para solicitarlas.

El Ministerio Público o la víctima pueden solicitar estas medidas por escrito al juez
de garantía, sólo respecto del imputado, durante la etapa de investigación.
Lógicamente el Ministerio Público sólo podrá impetrar una medida cautelar real para
asegurar el pago de las costas y las multas, por cuanto no se encuentra facultado
para ejercer demandas civiles de ninguna naturaleza
En lo que concierte a la víctima, ésta puede solicitarlas, además, al momento de
presentar su demanda civil.
En cuanto a los requisitos de procedencia, como ya dijimos, se ajustan a los
establecidos para las medidas cautelares del Código de Procedimiento Civil.
Apuntemos por último que, igual que en el caso del Artículo 155 Código Procesal
Penal, el juez puede decretar una o más de dichas medidas.

Régimen aplicable.

Las medias cautelares se substanciarán y regirán de acuerdo a lo establecido para


las medidas prejudiciales del Código Procedimiento Civil. La única normal especial
existente en el Código Procesal Penal, dice relación con el plazo para la
presentación de la demanda civil, que conforme al Artículo 280 Código Procesal
Penal es, en principio, de 30 días. El Código Procesal Penal establece que, una vez
concedida la medida cautelar real, el plazo para presentar la demanda se extenderá
hasta la oportunidad prevista en el Artículo 60 Código Procesal Penal (demanda
civil), esto es, hasta 15 días antes de la audiencia de preparación de juicio oral,
como regla general, o conjuntamente con su escrito de adhesión o acusación, si la
demanda civil la presenta el querellante.

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