No nos acordamos de la fecha, a pesar de que sef pidió un libro de testimonios,
pero ese milagro se tiene que contar: En Afilador, la mamá y la abuelita de Ivonn pideron al Niño Jesús; la razón: Ivonn estaba con cáncer terminal. El Primer día todos van a la novena y nadie sabía el problema, todos se enteraron en la reunión. Al segundo día le tocó a otro grupo y algo sabían al respecto. Al tercer día le tocó a la Hermana Norma Fonseca y a la Hermana Pilar; ocurrió lo siguiente: Al enterarse Norma de este cuadro tan doloroso se emocionó, se intrigó y empezó a contar: Tuve un sueño con una niñita y con cacner, pero el Divino Niño se encontraba en esa casa, pedí un algodón acto seguido le paso por la carita del Niño Jesús y también por todo su cuerpo. Después ese mismo algodón se lo paso a la niña de su sueño y al instante se sanó, al unisono todos gritaron “Hay que hacer lo que te mandó el Divino Niño”; así lo hicieron y le pasaron el algodón a Ivonn, a través del Hermano Lein, cuando se termina la novena del día. Casi siempre hay un compartir y he aquí el milagro: La niña ivonn es persona se puso a servir a todos; su mamá le decía “Hijita todavía estas mal” y respondía “Ya estoy sana; el niño me ha sanado”… Hay que entender que suceda esto, está echada en su cama, sin ganas de nada, no tenía deseos de hacer algo…. Pero en un instante su vida cambió, estaba sin pelos por la quimioterapia que recibía; hoy por hoy tiene un hermoso cabello y todos sus sombreros que tenía los ha regalado. Ella misma en algunas ocasiones ha dado su testimonio de vida, en plena misa estuvo con cáncer terminal y hoy día está completamente sana y estudia medicina para ponerse al servicio de Dios.
COMANDANTE PNP – SOBRINO EPILEPSIA 2003
Un comandante y su esposa se encontraban en misa un domingo del verano 2003; al finalizar preguntó el Padre Leonardo Buenaventura: “Alguna familia que desee llevar al Niño Jesús”; al instante una señora levantó la mano; y su esposo (El Comandante) le dijo: “¿Qué haces?”; pero ella se levantó y fue a recibir al Niño Jesús y con la bendición la llevó a su casa; la llevó con la intención de pedir al niño que su sobrino sufría de epilepsia en la ciudad de Huánuco (Una curación a larga distancia). En cada reunión, todos alegres, excepto el Comandante, un hombre desconfiado y escéptico a la vez, pasó día 1°, 2° y 3°, el jueves (4to día) este comandante tiene una experiencia en carne propia, cuya historia es como sigue: Estaban siguiendo con el patrullero a Sendero que abrió fuego sobre las calles de Tingo María; y en la persecución salieron por el cementerio y tomaron la ruta antigua que bordea el río Huallaga; estando a la altura de la Muyuna (a 10 metros de altura del río) cuando se les rompe la dirección del vehículo, acto seguido el patrullero se dirige al abismo cuyo fondo es un remolino de gran envergadura y profundo, y nada que decir de las orillas, llenas de rocas. El comandante vio que se salían pero gritó “Divino Niño Protégenos”, y el patrullero se detuvo justo al borde, todos miraron a su comandante y le preguntaron: ¿Qué dijiste? Y respondió me encomendé al Divino Niño Jesús. Llegó a su casa y llorando contó su testimonio, además llevaba un pin en su camisa del Divino Niño. Al día siguiente bien temprano la esposa orando en su cuarto por su sobrino, se le vino en la mente un ave negra que quería entrar a una casa, pero había un niñito que le espantaba con una pajita y de repente en ese momento un gallinazo con aleteos tocaba su ventana y mirándolo sintió al Divino Niño que le espantaba y volando se fue, llamó ese instante a su hermana para saber cómo estaba su sobrino y le contestaron que hace una hora ya no convulsiona y pidió que le devolviera la llamada. Dos horas después volvió a llamar y le respondieron: “¡Que ya no convulsiona¡ y le respondió: “Ya está sano, el Divino Niño lo ha curado” ¡ALELUYA¡, AMEN.