Viernes 18
Sábado 19
Domingo 20
El domingo 20 el virrey Cisneros reunió a los jefes militares y les pidió su
apoyo ante una posible rebelión, pero todos se rehusaron a brindárselo. Por la
noche, Castelli y Martín Rodríguez insistieron ante el virrey con el pedido de
cabildo abierto. El virrey dijo que era una insolencia y un atrevimiento y quiso
improvisar un discurso pero Rodríguez le advirtió que tenía cinco minutos para
decidir. Cisneros le contestó "Ya que el pueblo no me quiere y el ejército me
abandona, hagan ustedes lo que quieran" y convocó al Cabildo para el día 22
de Mayo. En el "Café de los Catalanes y en "La Fonda de las Naciones", los
criollos discutían sobre las mejores estrategias para pasar a la acción
Lunes 21
A las nueve de la mañana se reunió el Cabildo como todos los días para
tratar los temas de la ciudad. Pero a los pocos minutos los cabildantes tuvieron
que interrumpir sus labores. La Plaza de la Victoria estaba ocupada por unos
600 hombres armados de pistolas y puñales que llevaban en sus sombreros el
retrato de Fernando VII y en sus solapas una cinta blanca, símbolo de la unidad
criollo-española desde la defensa de Buenos Aires. Este grupo de
revolucionarios, encabezados por Domingo French y Antonio Luis Beruti, se
agrupaban bajo el nombre de la "Legión Infernal" y pedía a los gritos que se
concrete la convocatoria al Cabildo Abierto. Los cabildantes acceden al pedido
de la multitud. El síndico Leiva sale al balcón y anuncia formalmente el ansiado
Cabildo Abierto para el día siguiente. Pero los "infernales" no se calman, piden
a gritos que el virrey sea suspendido. Debe intervenir el Jefe del regimiento de
Patricios, Cornelio Saavedra quien logra calmarlos garantizándoles el apoyo
militar a sus reclamos.
Martes 22
"Modales"
Miércoles 23
Por la mañana se reunió el Cabildo para contar los votos emitidos el día
anterior y elaboró un documento: "hecha la regulación con el más prolijo
examen resulta de ella que el Excmo. Señor Virrey debe cesar en el mando y
recae éste provisoriamente en el Excmo. Cabildo (...) hasta la erección de una
Junta que ha de formar el mismo Excmo. Cabildo, en la manera que estime
conveniente”.
Jueves 24
El 25 de mayo de 1810
Aún antes de que el balbuceo infantil los abandone por completo. Aún
antes de que puedan escribir sus nombres. Antes de que puedan leer "uno"
donde está el número 1. Antes de todo eso, primero, pequeños argentinos y
argentinas de no más de metro de altura un día se disfrazan de mazamorreras,
de damas antiguas, de belgranos y de sanmartines y escuchan el Himno
Nacional, el Himno a Sarmiento y la Marcha de San Lorenzo, que resuena sin
sentido en sus cabezas.
Así se fijan los primeros sentidos del pasado entre los chicos de primaria
a la hora de aprender las lecciones de historia dentro de la escuela, que de
primer a tercer grado se organizan en tornos a las efemérides no ya sólo sobre
el escenario sino también dentro del aula. Emotividad, adscripción acrítica e
imprecisiones fijadas como si fueran certezas permean en toda la historia
curricular de los años iniciales de la escolarización.
Al menos éstas son algunas de las quince habilidades en las que T. Mills
Kelly, especialista en enseñanza y aprendizaje de la historia, sintetiza las
diversas posiciones de destacados historiadores acerca de las particularidades
del pensamiento histórico. La síntesis pertenece a su libro Teaching History in
the Digital Age ("Enseñando historia en la era digital"), publicado el año pasado
por la Universidad de Michigan.
Metahistoria en el secundario
SIMBOLOS PATRIOS
Desde niños a los argentinos, a través de la escuela y la tradición
popular, se les enseña que Manuel Belgrano se inspiró en los colores del cielo
al crear la bandera argentina; del blanco de las nubes y del azul del
firmamento. Si bien esto no es totalmente cierto, algo de realidad hay en ello,
ya que el diseño final de la bandera proviene de una serie de factores y
acontecimientos históricos que se fueron sucediendo uno tras otro a lo largo de
un par de siglos, por los que indirectamente se puede llegar a encontrar el
origen del diseño de la enseña patria efectivamente en los colores del
firmamento.
El dogma católico de la Inmaculada Concepción de María tuvo un largo linaje
de devotos entre los reyes hispanos desde el medioevo; incluso algunos de
ellos portaban su estandarte durante las campañas militares. Fue tal la
devoción por parte de los españoles y pobladores de las colonias, que en el
año 1644 fue declarada patrona y protectora de España así como de todo el
Imperio Español. De hecho durante el siglo XVII (años 1600s) varios artistas
realizaron pinturas que representan a la Inmaculada Concepción vistiendo una
túnica blanca y un manto azul, habiendo sido elegidos esos colores como
representación en sentido figurado de la Virgen María que de acuerdo con el
catolicismo se considera la reina de los cielos; de ahí que los colores utilizados
en esas obras pictóricas sean el azul del cielo y el blanco de las nubes que lo
atraviesan. Las obras que más se destacan son la de José de Ribera del año
1630 y casi una veintena de obras pictóricas de Bartolomé Esteban Murillo,
siendo la principal de este último la Inmaculada Concepción del Escorial,
realizada entre 1660 y 1665.
DECRETO
Elevadas las Provincias Unidas en Sud-América al rango de una Nacion,
después de la declaratoria solemne de su independencia, será su peculiar
distintivo la bandera celeste y blanca que se ha usado hasta el presente, y se
usará en lo sucesivo exclusivamente en los exércitos, buques y fortalezas, en
clase de bandera menor, ínterin, decrétada al término de las presentes
discusiones la forma de gobierno mas conveniente al territorio, se fixen
conforme á ella los geroglíficos de la bandera nacional mayor. Comuníquese a
quienes corresponda para su publicación.
ESCUDO NACIONAL
La escarapela de Moldes[editar]
El subdelegado de la Real Hacienda y comandante de armas de la
ciudad de Mendoza, el realista Faustino Ansay, refirió en sus Memorias escritas
en 1822 que cuando Manuel Corvalán llegó a Mendoza el 6 de junio de 1810
con la comunicación de la instalación de la Primera Junta, llevaba una
escarapela azul y blanca. Refirió también Ansay que los partidarios locales de
la Junta usaron cintas blancas en sus vestimentas.9
Manuel Belgrano.
Tras la caída de Saavedra y la asunción del Primer Triunvirato dominado
por sus opositores, mediante una nota del 13 de febrero de 1812 Belgrano
solicitó que se estableciera el uso de una escarapela nacional. Se fundaba en
que había cuerpos del ejército que usaban escarapelas de distinto color a la
roja oficial, y que era necesario uniformarlos a todos, puesto que defendían la
misma causa, además de que el color rojo era el mismo que usaban los
ejércitos realistas en sus cucardas:13
Excmo. Señor,
Parece llegado el caso de que Vuestra Excelencia se sirva declarar la
escarapela nacional que debemos usar, para que no se equivoque con la de
nuestros enemigos, y no haya ocasiones que puedan sernos de perjuicio; y
como por otra parte observo que hay cuerpos del ejército que la llevan
diferente, de modo que casi sea una señal de división, cuyo nombre, si es
posible, debe alejarse, como Vuestra Excelencia sabe, me tomo la libertad de
exigir de Vuestra Excelencia la declaratoria que antes expuse. Dios guarde, etc.
Rosario, 13 de febrero de 1812.