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Mujeres Libres:

Anarcofeminismo y subjetividad
en la Revolución Española

Margareth Rago
Traducido por Leonardo Faryluk

¡Que el pasado se hunda en la nada!


¿Qué nos importa el ayer?
Queremos escribir de nuevo
La palabra ¡MUJER!
Himno de la Mujeres Libres,
de Lucía Sánchez Saornil, 1937.

No es novedad decir que las experiencias femeninas en la


Revolución Española, entre 1936 y 1939, fueron oscurecidas
por narrativas que no valorizan la dimensión del género.
En la tradición histórica que se constituyó en nuestro país,
por ejemplo, los estudios sobre ese importante movimien­
to revolucionario fueron marcados por una mirada que
no sólo privilegió la actuación de los hombres, como dio
mayor visibilidad a las luchas antifascistas, focalizando, la
mayoría de las veces, en grupos comunistas y trotskistas
en lucha contra los franquistas, a pesar del reconocimiento
de la participación de otros sectores políticos importantes,
como los anarquistas. De allí la gran desinformación al
respecto de las creaciones revolucionarias, en ese movi­
miento político y social, como respecto a la actuación de
las mujeres. Como observa Shirley Mangini, saliendo de
los marcos nacionales:
De los miles de artículos y libros sobre la Guerra Civil
española, pocos contienen información sobre el papel

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de las mujeres en la guerra y en histórica de esas luchas: la española


el período siguiente, excepto Federica Montseny y la escritora italiana
algunas descripciones o simples Luce Fabbri. La primera, protagonis­
referencias en nota al pie. Sin ta de los eventos revolucionarios de
embargo, (…) la oportunidad España, fue nombrada ministra de Salud
más revolucionaria para la emer­
y de Asistencia Social, en el gabinete de
gencia de las mujeres en la escena
Francisco Largo Caballero, en noviem­
intelectual y política ocurrió en
ese momento.1 bre de 1936; como tal, propuso imple­
mentar una amplia reforma en salud,
Para muchos y muchas, por lo tanto, descentralizando la atención médica,
la Revolución Española constituyó un reorganizando los hospitales, legalizan­
marco histórico fundamental, por las do el aborto, creando casas para albergar
profundas rupturas que promovió en el mujeres carenciadas4. La segunda, radi­
orden social burgués y por las posibili­ cada en Uruguay, acompañó entusias­
dades de invención de la libertad que re­ tamente cada minuto de la Revolución,
veló al mundo capitalista, especialmente movilizando diversos tipos de apoyo y
con sus experiencias autogestionarias solidaridad en su medio; produjo, ade­
en las ciudades y los campos. Muchos más de varios artículos políticos para los
militantes libertarios, entre mujeres y diarios libertarios, una antología titula­
hombres, aún hoy, se indignan con este da 19 de Julio, bajo el pseudónimo Luz D.
olvido, pues compartían el sentimiento Alba, en que reúne testimonios y otros
de haber participado de una “genuina documentos de varios combatientes,
revolución popular, como difícilmente testimoniando las creaciones colectivas
se repetirá en la Historia”, según afirmó de la Revolución, la colectivización de
uno de ellos, en una entrevista reciente2. las fábricas y los campos, la reforma
Al final, los anarquistas habían cons­ pedagógica, así como las persecuciones
truido toda una historia de resistencias y las muertes ocurridas en el proceso
y luchas, formando generaciones en político revolucionario5.
el mundo del trabajo en sus ateneos, La primera registra el evento en su
bibliotecas, escuelas modernas, centros autobiografía y reivindica su reactuali­
culturales y grupos artísticos, contando zación al presente:
con una tradición de 70 años cuando
Las semanas vividas en Madrid en
surge el Partido Comunista Español.
aquel período, aquellos meses de
Mauricio Tragtenberg, en sus memorias, noviembre y diciembre de 1936
observa: permanecen en mi memoria como
Para los anarquistas todo se refe­ los más extraordinarios de mi vida.
ría a la España de 1936, 1939, todo Ver a todo un pueblo espontá­
era ejemplificado con la España. neamente movilizado, trabajando
Sólo que había una diferencia. febrilmente para organizar su
Entre los anarquistas, muchos defensa no es un hecho histórico
participaron de la Guerra Civil en que se vea todos los días.6
España, realmente…3 Del mismo modo, Luce Fabbri se
Evoco, aún, la memoria de dos refiere a la Revolución Española como
militantes libertarias, profundamente el acontecimiento más significativo de
comprometidas con la preservación su pasado: “Fueron tres años en que

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vivimos más en España que aquí, con al escultor Balthasar Lobo, a quien se
el corazón; en realidad, todo lo demás une. Como abogada, disgustada con
había desaparecido…”7 el comportamiento de los trabajadores
No son solo las historias de expro­ en un curso que ofrecía en uno de los
piaciones de extensas propiedades de sindicatos de la CNT, en 1933, encuentra
tierra y de la autogestión efectivizada a Lucía, con quien luego pasa a discutir
por miles de personas en las fábricas la cuestión femenina en el anarquis­
y en los campos, las que conocemos mo. Amparo Poch y Gascón, nacida en
mal. Muchas experiencias sociales y Zaragoza, en 1902, se vuelve médica
culturales, como las promovidas por la pediatra y también firma como la Dra.
Agremiación anarcofeminista “Mujeres Salud Alegre. Así como las otras dos, de­
Libres”, fundada por tres activistas liber­ fiende la libertad sexual, la maternidad
tarias, también fueron silenciadas por consciente y el aborto.
varias décadas y, en verdad, emergieron, Las tres libertarias ya traían un ba­
en gran parte, por la acción de sus pro­ gaje político expresivo, tanto como mi­
pias antiguas militantes, desde el final litantes de izquierda, como con ideas
del franquismo, en 1975.8 feministas, sobre los cuales escribie­
En líneas generales, la historia de ron en los diarios Tierra y Libertad
este grupo anarcofeminista comien­ y Solidaridad Obrera, o en las revis­
za en abril de 1936, en vísperas de la tas Estudios, Generación Consciente y
eclosión de la guerra civil, cuando tres Umbral. Se rebelaban contra las difi­
combativas anarquistas, la periodista y cultades y contra la opresión sexual
poetisa Lucía Sánchez Saornil, la aboga­
da Mercedes Comaposada y la médica
Amparo Poch y Gascón se unieron
para crear el grupo “Mujeres Libres”,
dedicado a la lucha por la emancipación
femenina en el mundo del trabajo.
Lucía Sánchez Saornil, nacida en
Madrid, en 1895, trabajó en la Compañía
Telefónica de Barcelona y durante una
serie de huelgas en las que participa,
adhiere a la CNT – Confederación
Nacional del Trabajo, de orientación
anarquista. A partir de ahí, radicaliza
su participación, escribiendo en los pe­
riódicos libertarios Solidaridad Obrera
y Tierra y Libertad. A fines de 1935,
anuncia su proyecto de creación de un
gremio político dedicado a la causa de
las mujeres. Mercedes Comaposada,
hija de un activo zapatero anarquista,
nace en Barcelona, en 1901, y aprende
desde temprano a editar películas; más
Lucía Sánchez Saornil
tarde, al participar en la CNT, encuentra

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enfrentadas por las mujeres pobres, “Instituto Mujeres Libres” y de las cente­
incluso en el medio libertario, más oxi­ nas de agrupamientos locales distribui­
genado, en el que eran solicitadas e dos por el país, ellas fundan el “Casal
incentivadas a participar del espacio de la Dona Traballadora”, en Paseo de
público. Desde el último cuarto del siglo Gracia, en Barcelona, espacio cultural
xix, los anarquistas habían conseguido destinado a los cursos, conferencias y
fuerte penetración social, fundando talleres que realizaran para cerca de 600
sindicatos, creando ateneos libertarios, mujeres. En el barrio de Sans, en dicha
promoviendo innumerables actividades ciudad, crearon un “Instituto Nocturno”,
culturales por toda España. A pesar de también llamado “Mujeres Libres”.
sus críticas contundentes a las insti­ Según un anuncio publicado en el diario
tuciones sociales, como la Iglesia y la CNT, de 1937, sabemos que allí se ofre­
familia, a pesar de los ataques al casa­ cían cursos de Aritmética, Gramática,
miento, a las desigualdades sexuales, Historia de la Literatura, Geografía,
a la educación coercitiva de los niños, Historia, Contabilidad, Ciencias Natu­
en la práctica, la situación femenina r­a les, Anatomía, Idiomas, Dibujo,
continuaba fuertemente opresiva, y se cursos de Agricultura, Puericultura,
habían hecho pocas mejoras. Enfermería, formación de secretarias,
Por lo tanto, cuando el pequeño gru­ mecanografía, taquigrafía, redacción y
po se constituyó, no tardó en encontrar­ cursos de Publicidad. Además, se po­
se con otras compañeras, que también día estudiar mecánica en la escuela de
comenzaban a actuar en Barcelona, en la transporte, entre otros oficios que no
“Agrupación Cultural Femenina”, forma­ eran tradicionalmente ofrecidos a las
da por anarquistas como Pilar Grangel, mujeres, a pesar de que éstas ya ocupa­
profesora racionalista y militante de la ban un gran espacio en el mercado de
CNT y Aurea Cuadrado. Rápidamente, trabajo industrial.
fueron creados nuevos grupos locales Con todo, más que a eso, el cambio
por toda España e innumerables mujeres que esas militantes veían en cuanto
adhirieron a la organización. Muchas anarcofeministas apuntaba a la creación
son obreras analfabetas; otras autodi­ de nuevos estilos de vida, fundados en
dactas, como Lola Iturbe, o formadas una ética capaz de proponer nuevas
en los ateneos libertarios. Españolas, en formas de sociabilidad y de produ­
gran mayoría. La anarquista Etta Federn, cir subjetividades más libertarias.9 La
a su vez, venía de Alemania y también cuestión de la producción de subjeti­
opta por unirse al grupo. vidades se trató enfáticamente, sobre
Cambiar las condiciones de exis­ todo en ese contexto revolucionario,
tencia de las mujeres pobres de España, en el que las/los anarquistas lucharan
capacitándolas para el trabajo y para la no solo por destruir el poder político
vida pública, retirándolas del confina­ concentrado en el Estado y fortalecido
miento doméstico y del obscurantismo por la ayuda material de otros países,
religioso, proporcionándoles medios si no también que invirtieron fuerte­
prácticos para la participación en la vida mente en transformar radicalmente la
social, política y cultural fue una preo­ vida económica, las relaciones sociales
cupación constante en las propuestas y jerárquicas y desiguales y garantizar las
realizaciones del Grupo. Así, más allá del manifestaciones culturales populares.

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nuevas formas de inserción social para


las mujeres pobres; centros de asistencia
médica y de educación sexual; guarde­
rías; liberatorios de la prostitución, o
sea, casas destinadas a quienes desea­
sen salir de la prostitución y también
“para que las prostitutas pudiesen tener
tratamiento médico y orientación para
mejorar sus vidas”, como afirmaba Pura
Perez11, además de espacios, como los de
la revista que lleva el nombre del Grupo,
en el que pudieran reflejar sobre sí mis­
mas y crear toda una cultura feminista
entre las militantes y simpatizantes del
anarquismo.
Lucía Sánchez y Emma Goldman La revista, de la cual existen apenas
13 números, era escrita, hecha y sub­
De hecho, la población movilizada, al vencionada sólo por mujeres, pues “sa­
bemos por experiencia que los hombres,
lado de los libertarios, transformó la lu­
por mucha buena voluntad que tengan,
cha antifascista en una revolución social,
difícilmente atinan al tono necesario”12.
como observan varios historiadores10 – y
Abordaba temas variados relativos al
olvidan otros – tratando de crear orga­
universo femenino, como la maternidad
nismos económicos autogestionarios
consciente, prostitución, puericultura e
y de incentivar formas solidarias de
infancia, moda, gimnasia, y discutía la
sociabilidad por todas partes.
constitución de una nueva moral sexual.
Tratándose la experiencia del
Revelando una preocupación estética,
“Grupo Mujeres Libres”, las cuestiones más allá de la ética, la revista divulgaba
sociales se aliaron a las luchas por la las realizaciones del grupo, propagaba
liberación femenina y, en este sentido, las ideas libertarias, llamaba a las tra­
ellas buscaron promover nuevos modos bajadoras a la reflexión y la militancia
de constitución de sí mismas, capaces anarcofeminista.
de subvertir los códigos burgueses de Vale notar que las posibilidades crea­
definición de las mujeres como esposas, das de otras formas de producción de
madres, exclusivas de la casa, o como subjetividades no se efectivizaron en un
su opuesto. Pero no de una manera marco individualista, como se podría
negativa, más bien, como formas de suponer, y aquí recurro a las conceptua­
reacción al poder, ya que esas luchado­ lizaciones de Foucault, pues buscaban
ras implementaron muchas iniciativas una intensificación de las relaciones
pioneras, como la creación de cursos de consigo mismas, pero no en el senti­
capacitación para operarias, en los cua­ do corriente de una valorización de la
les deseaban “despertar la consciencia vida privada en detrimento de la esfera
femenina para los ideales libertarios”, pública, ni tampoco de un acentuación
como afirmaban; cursos de alfabetiza­ del valor del individuo sobrepuesto en
ción y de profesiones, buscando crear relación al grupo.13 Lejos de estimular el

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apego a la esfera privada como refugio psicosociales, en general ignoradas por


en relación al mundo competitivo de los los hombres. Evidenciadas en inversio­
negocios y la política, como defendía la nes para “enseñar a las mujeres a actuar
ideología de la domesticidad contra la políticamente, a asumir posiciones de
cual, además, ellas luchan, esa “cultura liderazgo y a desenvolver nuevas imáge­
del sí” del anarcofeminismo, si así la nes de sí como pueblo potencialmente
podemos llamar, pasaba por el estable­ autónomo (…).14 Según ella, esos temas
cimiento de nuevas relaciones consigo, escapaban a los militantes del sexo mas­
pero también con el otro, relaciones culino, que, como otros revolucionarios,
solidarias, de amistad, de compañerismo creían firmemente que el éxito de la
político, antijerárquicas, en un medio Revolución en términos económicos y
bastante sufrido como el trabajador. sociales llevaría necesariamente al fin
de la opresión sexual y la desigualdad
de género, lo que significa que muchas
mujeres continuaban enfrentando in­
mensas dificultades tanto frente a la tira­
nía de los padres, maridos y hermanos,
como por la proliferación de la prole, o
por las situaciones de abandono, ya que
eran pobres o sin dote.
De todos modos, hay que relativizar
esas afirmaciones, pues más que en
cualquier otro país, la cultura anarquis­
ta española contó con la adhesión de
médicos y psiquiatras libertarios, que
lucharon por la transformación de la
moral sexual conservadora y preconcep­
tuosa, tanto ideológicamente, a través de
libros, folletos y artículos publicados en
la prensa anarquista, como por inicia­
Campesinas ilustradas tivas prácticas. La revista Estudios, por
en revista Mujeres Libres ejemplo, poseía una sección titulada
“Consultorio Psico-Sexual”, en el que el
Buscaba, por lo tanto, fortalecer las re­ Dr. Felix Martí Ibáñez, especialista en
des de la militancia política tanto entre Psicología Sexual y en Sexología, respon­
ellas mismas, como con los compañeros día las cartas de trabajadores, buscando
relacionados a otras entidades, sobre ofrecer soluciones para sus problemas
todo en ese momento de intensa movi­ sexuales y sentimentales, o intentar
lización revolucionaria en que un nuevo aclarar al respecto de problemas físicos
mundo parecía totalmente posible. y psicológicos. 15 El Dr. Isaac Puente,
Esa cuestión no pasó desapercibida asesinado en 1937 por los franquistas,
para algunas historiadoras, como la publicaba en las revistas Generación
norteamericana Temma Kaplan, quien Consciente, La Revista Blanca, Umbral
registra la preocupación de esas acti­ y en los diarios Solidaridad Obrera,
vistas libertarias con las dimensiones CNT, Tierra y Libertad, entre otros,

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divulgando sus concepciones filosóficas tiempo que prostituían el concepto


y sociales libertarias. de libertad, como si ambos térmi­
El propio nombre escogido por el nos fuesen incompatibles.
Grupo para identificarse y ser identifi­ Mujer y derecho a libertad se asocian
cado es sorprendentemente revelador: en su discurso contestatario. El femi­
“Mujeres Libres” demarca con osadía nismo que defendían, por ello, difiere
un espacio propio, al asumirlo en el con­ mucho del feminismo liberal vigente
texto de una España católica, machista entonces. En un intento por diferen­
y ultraconservadora, en que la libertad ciarse de las liberales, que luchaban
femenina era asociada a la degeneración por el derecho al voto, por el acceso a la
moral por el discurso religioso y científi­ esfera pública, dejando incuestionados
co. En cuanto a la Iglesia bendecía a las los códigos de feminidad de la época, las
mujeres puras y santificadas, asociadas “Mujeres Libres” llegaron, a veces, a de­
a la imagen de Santa María, los médicos clarase no-feministas, ambigüedad que
burgueses, influenciadas por las teorías se expresa en los propios artículos publi­
lambrosianas de la degeneración, afir­ cados en su revista. Así, si de un lado, la
maban científicamente que ellas habían propia revista Mujeres Libres afirmaba
nacido para la maternidad y para el desear “reforzar la acción social de la
hogar. En el rol de las transgresoras, mujer, dándole una nueva visión de las
se alineaban las prostitutas, lesbianas, cosas, evitando que su sensibilidad y su
feministas, anarquistas y socialistas. cerebro se contaminen con los errores
Ese pensamiento predominaba en el masculinos. Y entendemos por errores
mundo occidental de aquel período, y masculinos todos los conceptos actuales
vale recordar que hasta los años 1970 de relación y convivencia (…)” (N° 1,
el término mujer pública era sinónimo mayo de 1936); por otro, criticaba al fe­
de prostituta. A inicios del siglo XX, minismo que, según ellas, había llevado
no era raro que costureras, floristas, a las mujeres a la guerra, “feminismo
modistas, trabajadoras de las fábricas de que buscaba su expresión fuera de lo
tejido y artistas fuesen percibidas como femenino, tratando de asimilar virtudes
prostitutas, no solo en España. Por lo y valores extraños (…)”.
tanto, las palabras de Lucía, referidas al Proponían, por lo tanto, otro femi­
respeto del nombre dado al grupo son nismo, como decían claramente: “es otro
esclarecedoras: feminismo, más sustantivo, de adentro
Pretendíamos dar al sustantivo hacia afuera, expresión de un modo, de
‘mujeres’ todo un contenido que una naturaleza, de un complejo diverso
reiteradamente se había negado, frente a lo complejo, la expresión y la
y al asociarlo al adjetivo ‘libres’, naturaleza masculina”. Está claro que
además de definirnos como total­
ellas defendían una afirmación de las
mente independientes de toda
mujeres y, por eso mismo, recusaban la
secta o grupo político, buscábamos
la reivindicación de un concepto – publicación de cualquier artículo escrito
mujer libre – que hasta el momento por hombres, en la revista, reservando
había sido completado con inter­ y preservando el espacio femenino que
pretaciones equívocas, que rebaja­ construían y querían expandir. Como
ban la condición de mujer al mismo observaran: “[la revista] quiere (…)

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hacer oír una voz sincera, firme y des­ excluir a la otra parte, los hombres.
interesada: la de la mujer, por tanto una Según ella – que se unió a un compañero
voz propia, la suya, la que nace de su y tuvo varios hijos y nietos – como un
naturaleza íntima (…)”. grupo revolucionario, éste luchó por
Al mismo tiempo, si por un lado la emancipación de los dos sexos. Al
el discurso del Grupo aparece muchas comparar el “Mujeres Libres” con los
veces como esencialista, al invocar una grupos feministas norteamericanos de
naturaleza femenina diferenciada de la la actualidad, delimita claramente las
masculina es, por eso mismo, capaz de diferencias:
traer nuevas formas para modelar la vida Este no es el caso de los grupos
social y cultural, por otro, se destaca feministas de América del Norte
por su crítica al modelo hegemónico de y de otras partes del mundo, los
feminidad, como aparece en varios nú­ cuales tienden a dispersar su
meros de la publicación. Así, en cuanto energía y su tiempo discutiendo
defendían la igualdad de derechos entre y escribiendo sobre la teoría de la
mujeres y hombres, también cuestio­ opresión de la ‘pobre mujer’ por el
naban la maternidad como función ‘hombre malvado’, manteniéndose
esencial de la mujer: “que la mujer cuya de este modo demasiado ocupadas
vocación no fuera doméstica y su amplia para ayudar a las mujeres perte­
realización, la maternidad, tenga las necientes a las clases sociales con
mismas facilidades que el hombre para más desventajas y menos oportu­
nidades, como son las minorías, las
buscar y obtener otras oportunidades
personas pobres y las mujeres de la
que le permitan conseguir su liberación
clase trabajadora, que necesitan de
económica” (N° 5). Además, en un artí­ ayuda práctica, educación e infor­
culo de Lucía Sánchez Saornil, quien no mación.17
quiso ser madre, en el cual critica a ciertas
organizaciones feministas, la maternidad Las concepciones de género que
aparece identificada negativamente por la orientaban las prácticas y las representa­
metáfora animal. Dice ella: ciones que esas activistas construían de sí
mismas y en relación al otro fueron bas­
recogiendo el sentido tradicional
tantes subversivas y radicales. Lejos de los
de la feminidad, (aquellas organi­
zaciones) pretendían que la eman­
ideales de feminidad y de masculinidad
cipación femenina sólo estuviese que estaban en vigor en la España de los
en el fortalecimiento de aquel sen­ años treinta, el Grupo “Mujeres Libres”
tido tradicionalista que centraba defendía el fin de las jerarquías sexuales
toda la vida y todo el derecho de y sociales, el amor libre, la maternidad
la mujer en torno a la maternidad, consciente, el derecho al aborto, además
elevando esta función animal hasta de los derechos de acceso a la cultura, al
sublimaciones incomprensibles. A trabajo y a la educación. Si no se pue­
ninguna nos satisface.16 de generalizar esas concepciones para
Según el testimonio de Sara Beren­ todas las mujeres que se involucraron
guer, dado muchas décadas después, con el Grupo, al examinar la biografía
“Mujeres Libres” fue un grupo actuante de las tres fundadoras, se observa que
dedicado a la lucha por la autonomía sólo Mercedes tuvo un compañero fijo,
femenina, pero no teniendo en vista el escritor Balthasar Lobo y dibujante

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de la Revista. Lucía vivió con su amiga éste es frecuentemente el lugar del sexis­
América Barroso toda la vida, mientras mo y el racismo – un lugar que necesi­
que la doctora Amparo, que defendía tamos retrabajar política, constructiva
claramente el amor libre, no se estableció y colectivamente.”19
con ningún hombre. Ninguna tuvo hijos. Es posible sugerir que esa discusión
Los discursos y las prácticas del se encuentra en parte con las posicio­
Grupo suenan, hoy, con una impresio­ nes que, en los años treinta, formulara
nante actualidad y parecen más próxi­ Amparo Poch Gascón, en su Elogio del
mos a las preguntas formuladas por el amor libre, consciente de los efectos no­
feminismo contemporáneo que a los civos y paralizantes de la vida doméstica
de sus precursoras institucionalmente y del modelo romántico de feminidad:
reconocidas, las antiguas feministas Yo no tengo Casa. Tengo, sí, un
liberales. En un debate relativamente techo amable para resguardarte de
reciente, cuestionando las políticas afir­ la lluvia y un lecho para que des­
mativas de identidad, Elizabeth Grosz canses y me hables de amor. Pero
sustenta que el feminismo necesita re­ no tengo Casa. ¡No quiero! No
conceptualizar lo que entiende por sub­ quiero la insaciable ventosa que
jetividad, en desacuerdo con que se trata aísla el Pensamiento, absorbe la
de liberar a las mujeres, pues reconocer Voluntad, mata el Ensueño, rompe
identidades sería defender una política la dulce línea de la Paz y el Amor.
Yo no tengo Casa. Quiero amar en
servil. Según ella:
el anchuroso ‘más allá’ que no cie­
El feminismo (…) es una lucha rra ningún muro ni limita ningún
para volver más móviles, fluidos y egoísmo. (...)
transformables, los medios por los No tengo Casa, que tira de ti como
cuales el sujeto femenino es produ­ una incomprensiva e implacable
cido y representado. Es una lucha garra; ni el Derecho, que te limita
para producir un futuro, en el cual y te niega. Pero tengo, Amado, un
las fuerzas se alinean de maneras coche lleno de flores y horizonte,
fundamentalmente diferentes al donde el sol se pone cuando tú me
pasado y al presente. Esa lucha no miras…20
es una lucha de sujetos para ser
reconocidos y valorizados, para ser Si pensamos en la casa, como símbo­
vistos, para ser lo que ellos son, sino lo de domesticidad, asociado a la ideali­
una lucha para movilizar y trans­ zación romántica de la mujer como reina
formar la posición de las mujeres, del hogar, nacida para la maternidad y
el alineamiento de las fuerzas que para la esfera del mundo privado, o de
constituyen aquella ‘identidad’ y la privación, como dice Hannah Arendt,
‘posición’, aquella estratificación el discurso de Amparo suena totalmente
que se estabiliza como un lugar y radical y transgresivo, además, como lo
una identidad.18 fue su propia experiencia de vida.
Otra conocida feminista, Rosi Para Mercedes Comaposada, en tan­
Braidotti, afirma que las “configuracio­ to, “Mujeres Libres” no era una “entidad
nes de subjetividades nómades, comple­ feminista, sino más bien un centro de ca­
jas y mutantes están aquí para quedarse, pacitación de la mujer en todos los terre­
y propone abandonar el hogar, porque nos culturales, económicos, sociales…”.

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En fin, si hay varias posiciones internas (…) Habría sido posible compararnos a
en relación a la cuestión feminista, po­ una colmena de abejas, cada cual en su
líticamente se posicionaban contra el lugar desempeñaba su tarea”.21
sistema capitalista, por la abolición del Es interesante notar como ella cues­
Estado, por la dirección de la economía tiona el modo por el cual las mujeres
por los sindicatos, a favor de la im­ de entonces criaban a sus hijos, dando
plantación del “comunismo libertario”. privilegios especiales a los niños en re­
Mientras tanto, el principal objetivo del lación a las niñas. Según Liaño: “(para)
Grupo fue la cuestión específica de la nosotras, las fundadoras de MM.LL.,
mujer, creyendo que la liberación feme­ era imperativo que las mujeres com­
nina era condición sine qua non para el prendiesen que no era imposible sacudir
cambio revolucionario de la sociedad. ese condicionamiento atávico y debían
De allí, las críticas contundentes a los comenzar a modificar los esquemas a
hombres anarquistas, que, según Lucía, partir de sí mismas y de su propio hogar,
se consideraban “el ombligo del mundo”. comenzando por su descendencia filial,
En relación a la comunidad de mu­ no otorgando a los varones privilegios
jeres que crearon, todas se refieren, en sobre las niñas. ¿Por qué debían las niñas
sus memorias, a las fuertes relaciones ser empleadas de sus hermanos?”
de solidaridad establecidas entre ellas. Además, después de un año de
Según Conchita Liaño: “absolutamente existencia, el Grupo consigue realizar
todas las mujeres integrantes de MM.LL. la Primera Conferencia Nacional, en
habíamos hecho de la solidaridad en Valencia, el 22 de agosto de 1937, lo que
la mujer de España un valor esencial. revela su rápido crecimiento. Enseguida,
Todo giraba alrededor de la solidaridad, constituye una “Federación Nacional de
porque, vuelvo a decir, no había líderes. Mujeres Libres”, con bases anarquistas. La

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historiadora Mary Nash indica un total fundado fue ese grupo, la visión
de 153 agrupaciones locales de Mujeres que tuvieron y cómo entre todas
Libres, creadas entre 1937 y 1938. era más fácil expresarse. No olvi­
No vinculado oficialmente a nin­ demos que aún pesaban los pre­
conceptos sobre nosotras. No es en
gún organismo político y defendien­
vano que se recibe una educación
do tenazmente la autonomía política, permanente para que de repente
“Mujeres Libres” se declaraba anar­ caigan todos los tabúes.22
quista y se decía identificada con la
CNT – Confederación Nacional de los María Rodrigues Gil, también mili­
Trabajadores – y la FAI – Federación tante, establece la diferencia de su grupo
con otros del mismo período:
Anarquista Ibérica, también anarquista.
No por eso las relaciones que mantuvie­ A diferencia de los sectores feme­
ron con esos grupos políticos dejaron ninos de los partidos políticos,
de ser tensas. “Los militantes de las Mujeres Libres fue siempre una
organización completamente autó­
Juventudes Libertarias”, en especial,
noma de la CNT y del movimiento
tuvieron muchas restricciones al grupo, anarquista en general. También, la
visto como separatista, pues temían su diferencia con los sectores femeni­
competencia en la cooptación de las nos de los partidos (y de todos los
jóvenes militantes femeninas. grupos de feministas que conocí),
En sus memorias, una de las par­ en Mujeres Libres, así como en la
ticipantes del grupo, Conchita Liaño, CNT, no existía jerarquía de nin­
desconoce esa actitud, afirmando que gún tipo, siendo una organiza­
la reacción de los anarquistas al no ción verdaderamente anarquista
y democrática en su sentido más
querer reconocer políticamente al gru­
puro, sin permitir que la adhesión
po había sido muy decepcionante, pues
al poder y al control frustrase sus
hasta los comunistas habían creado una esfuerzos para ayudar a la mujer y
organización femenina, las “Mujeres a la humanidad en general.23
Antifascistas”. Mientras tanto, también
Valiéndome de algunos conceptos de
admite que eso no les impedía darles un
Foucault, creo que se puede afirmar que
importante apoyo económico.
con sus artes de la existencia, o técnicas
Otra activista, Pepita Carpena, afir­
del sí y de relación con el otro profun­
ma en sus memorias:
damente renovadas, feministas y liber­
Tampoco entiendo el porqué del tarias, las prácticas del Grupo “Mujeres
rechazo a Mujeres Libres, que nunca Libres” se conectan con nuestras preo­
los compañeros quisieran integrar cupaciones actuales y pueden, por eso
en su seno (como hicieron con la
mismo, constituirse en un importante
FIJL – Federación Ibérica de Juven­
repertorio para nuestro presente. Vale
tudes Libertarias), a pesar del apoyo
notar que, en un momento en que las
de nuestra querida Emma Goldman,
que intercedió en nuestra causa. puertas se han abierto a la participación
femenina en el mundo político, cultural
Enseguida valoriza la fundación de y social y en el que el feminismo es con­
la organización: siderado, hasta por aquellos que poco se
Cuando estuve entre las compa­ preocuparan de las cuestiones femeni­
ñeras pude comprender cuán bien nas, como la única revolución verdadera

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Revista Erosión N°6, año IV, 2016

del siglo xx, también causa polémica la


emergencia de subjetividades ambicio­ NOTAS
sas, autoritarias e incluso bélicas, que 1. Shirley Mangini. Memories of resistance:
contrarían las propuestas libertarias del Female Activists of the Spanish Civil War.
feminismo. Al final, la apuesta mayor Chicago, University of Chicago Press/Signs,
del feminismo en la importancia de la 1991, p.171.
2. Me refiero a la entrevista realizada en Bar­
liberación de las mujeres, en la conquista
celona, en agosto de 2001, con el anarquista
de su derecho a la ciudadanía se vincula español Heleno Iturbe, hijo de la militante
a la creencia de que las mujeres habían anarquista Lola Iturbe, del Grupo “Mujeres
pasado por experiencias muy diferentes Libres”, ya fallecida.
a las masculinas, lo que las aproximaba 3. Mauricio Tragtenberg. Memórias de um
más a los valores positivos de la cons­ autodidata no Brasil. São Paulo, Ed. Unesp/
trucción social. Escuta/Fapesp, 1999, p. 57.
Finalmente, como propone Gaddis, 4. Patricia Greene. “Federica Montseny:
una manera de valorizar la historia es Chronicler of an Anarco-feminist
Genealogy”en Letras Peninsulares. USA,
mostrar sus valiosas contribuciones de
Davidson College, otoño 1997.
acuerdo a su capacidad para ofrecer 5. Luz D´Alba (pseudónimo de Luce Fabbri).
mapas, un poco como los geógrafos, Antologia de la Revolucion Espagnola.
transmitiendo experiencias del pasado, Montevideo, Colección Esfuerzo, 1937.
“único banco de datos que poseemos”24, 6. Federica Montseny. Mis Primeros Cua-
teniendo entonces sentido oír atenta­ renta Años. Barcelona, Plaza e Janes Ed. S.A.,
mente lo que las “Mujeres Libres” tienen 1987, p. 107.
para contarnos, por lo que podemos 7. Margareth Rago. Entre a História e a Liber-
dade. Luce Fabbri e o Anarquismo contem-
enriquecernos y aumentar nuestra ca­
porâneo. São Paulo, Editora da UNESP, 2001,
pacidad de crítica y de invención ética. p. 188.
8. Es de 1991 el principal estudio sobre las
“Mujeres Libres”, escrito por la historiadora
norteamericana Martha Ackelsberg, y tradu­
cido al español recién en 1999.
9. Edson Passetti. Éticas dos Amigos. São
Paulo, Editora Imaginário, 2003.
10. Murray Bookchin. Los anarquistas espa-
ñoles en los heroicos 1868-1936. Valencia,
Numa Ediciones, 2000.
11. Testimonio de Pura Perez, em 1993, in
Mujeres Libres: luchadoras libertarias. Madrid,
Fundación Anselmo Lorenzo, 1999, p. 65.
12. Carta de Mujeres Libres a Hernandez
Domenech, 27 de mayo de1936, apud Nash,
1981, p. 86.
13. Michel Foucault. História da sexualidade
III. O cuidado de si. Rio de Janeiro, Graal,
1985, cap.II.
14. Temma Kaplan. “Other scenarios:
Women and Spanish Anarchism”. In Renate
Comunismo libertario es abundancia Bridenthal; Claudia Koonz. Becoming Visi­
ble. Women in European History. Atlanta,

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Margareth Rago — Mujeres Libres: Anarcofeminismo y subjetividad en la Revolución Española

Houghton Miffling Company, 1977, p. 418. 19. Rosi Bradotti. “Diferença, Diversidade
15. Margareth Rago. “Es que no es digna la e Subjetividade Nômade”, in Labrys, estudos
satisfacción de los instintos sexuales? Amor, feministas, nos.1-2, jul-dez, 2002, p. 14.
sexo e anarquia na Revolução Espanhola”, in 20. Amparo Poch y Gascón, Mujeres Libres,
Carmen L. Soares (org.). Corpo e História. no.3, julio 1936, in Antonina Rodrigo, op. cit.,
Campinas, Editora Autores Associados, 2001, p. 95-101.
pp. 145-161. 21. Conchita Liaño Gil, 1994, en Mujeres
16. Lucía Sánchez Saornil, CNT, 1937, en Muje- Libres: luchadoras libertarias, op. cit. p. 60.
res Libres: luchadoras libertarias. op.cit, p. 41. 22. Idem, p. 76.
17. Idem, p. 101. 23. Ibidem, p. 102.
18. Elizabeth Grosz. “Futuro feminista ou o 24. John Lewis Gaddis. Paisagens da Histó-
futuro do pensamento”, in Labrys, estudos ria. Rio de Janeiro, Ed. Campus, 2003, p. 23.
feministas, nos.1-2, jul-dez.2002.

MUJERES LIBRES
se declara por una vida libre y digna,
donde cada hombre –empleamos esta palabra
en sentido genérico– pueda ser el señor de sí mismo.
MUJERES LIBRES afirma que para descubrir nuevos horizontes es pre-
ciso descubrir atalayas nuevas. Nos repugna la política, porque no entiende
de problemas humanos, sino de intereses de secta o de clase. Los intereses
de los pueblos no son nunca los intereses de la política. Esta es la incubadora
permanente de la guerra. La política lleva siempre, siempre, en sus entrañas
el germen del imperialismo. En la política no hay rectas. Podría representarse
por el cero mordiéndose eternamente la cola.
MUJERES LIBRES busca la recta infinita de la acción directa y libre de
las multitudes y de los individuos. Hay que edificar la vida nueva por proce-
dimientos nuevos.
Estamos ciertas que miles de mujeres reconocerán aquí su propia voz, y
pronto tendremos junto a nosotras toda una juventud femenina que se agita
desorientada en fábricas, campos y universidades, buscando afanosamente la
manera de encauzar en fórmulas de acción sus inquietudes.

Editorial de revista Mujeres Libres, Núm. 1, Madrid, mayo 1936,


ejemplar disponible para consulta en: www.grupogomezrojas.org

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