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NARCOMENUDEO

Entramado social
por la institucionalización
de una actividad económica criminal
Policía Nacional de Colombia. Dirección de Inteligencia
Policial. Centro de Inteligencia Prospectiva.

Narcomenudeo: entramado social por la institucionali-


zación de una actividad económica criminal / Jefe del
Centro de Inteligencia Prospectiva Luis Ernesto García
Hernández; investigadores Yofre Luis Cortés Vargas, Ro-
dolfo Parra Cely; co-investigador John Alexander Durán
Martínez. (1a ed.) Bogotá: Policía Nacional de Colom-
bia, Dirección de Inteligencia Policial, 2012.

p. 348; 16,5 cm x 23,5 cm.


Volumen: 2500
Incluye referencias bibliográficas.
ISBN: 978-958-99675-4-6
Primera Edición, diciembre de 2012.
Bogotá D.C., Colombia

Diseño y diagramación: Mario Fernando Barrios Guerrero

Impresión: Imprenta Nacional de Colombia

1. NARCOTRÁFICO - COLOMBIA. 2. CONTROL DE DRO-


GAS Y NARCÓTICOS - COLOMBIA. 3. DELITOS CONTRA EL
ORDEN ECONÓMICO SOCIAL - COLOMBIA. 4. CONTROL
SOCIAL - COLOMBIA. 5. SERVICIOS DE INTELIGENCIA -
COLOMBIA. I. Cortés Vargas, Yofre Luis. II. Parra Cely, Ro-
dolfo. III. Durán Martínez, John Alexánder.
CONTENIDO

Presentación 11
Introducción 16

Capítulo I
Amenazas a la seguridad pública en lo urbano:
históricamente invisibles 22

Razones para visibilizar el narcomenudeo como


fenómeno que genera inseguridad ciudadana. 26
La exploración del conocimiento científico y fáctico
frente a la comercialización de estupefacientes. 28
La referenciación: una mirada fáctica de la venta de
estupefacientes. 32
Comprender la amenaza: el reto para guiar la actividad
de policía con inteligencia. 40
Un marco teórico concebido en el sistemismo para
comprender la comercialización de estupefacientes. 41
Un marco metodológico para objetivar los problemas de
la convivencia. 71

Capítulo II
Aproximación a la base teórica de la inteligencia
policial: una tipología universal 88

Atributos de una tipología de inteligencia. 89


El funcionalismo estructural: la base teórica más afín
con la inteligencia policial. 91
La inteligencia policial: una tipología universal. 97
La inteligencia criminal: complementaria para el servicio
de policía. 124

Capítulo III
Caracterización de la comercialización de
estupefacientes: el presupuesto para la predicción y
la anticipación 136

El narcotráfico: una amenaza a la convivencia. 137


CONTENIDO

Caracterización de la comercialización de
estupefacientes: el presupuesto para la predicción
y la anticipación. 146
Estructura lógica de análisis de la comercialización de
estupefacientes. 149
El mercadeo o marketing estratégico de la
comercialización de estupefacientes. 153
Objetivos estratégicos de la comercialización de
estupefacientes. 153
Sistema de cálculo del precio. 157
Análisis del mercado: la microeconomía de los 160
estupefacientes
Segmentación del mercado. 162
Canal de abastecimiento. 163
Estructura organizacional. 165
La mercadotecnia o marketing operativo de las
sustancias estupefacientes. 170
Producto. 170
El precio. 183
Promoción. 185
Punto de venta. 187
Actores y roles en el referente espacial donde se ubica
el punto de venta. 190
Monetización de los productos del narcotráfico en el
punto de venta. 198

Capítulo IV
“La Cordillera”: institucionalización de una actividad
económica criminal que genera entramado social del
crimen 205

Entramado social del crimen. 206


Cohesión social negativa como presupuesto del
entramado social del crimen. 207
Propósitos del entramado social del crimen. 210
De los factores asociados a las causas del entramado
social del crimen. 212
El narcomenudeo como forma de entramado social. 213
Actividad económica criminal: una aproximación al
concepto. 217
El narcomenudeo afecta la convivencia no solo por los
delitos. 226
La interdependencia de los fenómenos que afectan la
convivencia. 227
Fenómenos de conflicto social: la invisibilidad de las
manifestaciones visibles 228
CONTENIDO

Fenómenos de violencia: no toda violencia se constituye


en conducta penal. 229
Fenómenos de criminalidad: la base empírica de la
inseguridad pública. 230

Capítulo V
Narcomenudeo: interdependencia de
manifestaciones que amenazan la seguridad pública 232

La reconstrucción social de la afectación a la seguridad


pública. 233
Estado actual de los ámbitos de protección de la
seguridad pública. 238
Seguridad nacional. 238
Seguridad ciudadana. 242

Capítulo VI
Desterritorialización del control social estatal 251

La desterritorialización: una realidad palpable en


Pereira. 252
La incidencia en el aspecto económico local. 259
La apropiación del territorio: elemento vital para el
narcomenudeo. 263
Afectación a la inclusión social por la injerencia
del actor criminal. 265
Un nuevo orden social institucionalizado implica
manifestaciones de control social. 268
La legitimidad alcanzada por el actor criminal. 277
Percepción de legitimidad en los entornos del punto de
venta. 282
El poder como medio para el control social. 288
El reto: desterritorializar la comercialización de
estupefacientes. 291

Capítulo VII
Análisis sistémico útil para asesorar la toma de
decisiones en la planeación y prestación de la
actividad de policía 294

Análisis sistémico de los intereses entre los actores. 296


Análisis de proyectos de los actores. 300
Análisis de relación de influencias, dependencias y
fuerzas de los actores. 302
CONTENIDO / GRÁFICOS

Propuesta con enfoque prospectivo para preservar


el control social estatal. 306

Conclusiones Generales 308

El estatus epistemológico de la inteligencia policial. 308
La profesionalización de la inteligencia policial
reconocida por IALEIA. 309
El entramado social del crimen: un enfoque para
explicar la realidad social 311
El reto del Estado: la comprensión de la amenaza para
su adecuada intervención. 312
El análisis del narcotráfico fragmentado: los vacíos para
la producción de conocimiento. 318
El narcomenudeo: una amenaza a la seguridad pública
del hemisferio. 319
Limitaciones: retos de la investigación científica. 320
El uso de la investigación para transformar la realidad. 321

Epílogo 323

Referencias 329

ÍNDICE DE GRÁFICOS
Gráfico 1. El valor público que genera la Policía
Nacional. 69
Gráfico 2. Cobertura territorial realizada a través de la
aplicación de la encuesta. 81
Gráfico 3 Estadística de la población que participó en
la aplicación de la encuesta por edad. 82
Gráfico 4 Atributos de una tipología de inteligencia. 89
Gráfico 5 La seguridad pública: integrada por
la seguridad nacional y la seguridad
ciudadana. 120
Gráfico 6 Rol diferencial de la inteligencia policial y
la inteligencia criminal frente al servicio de
policía. 125
Gráfico 7 El narcotráfico: la abstracción de un sistema
socioeconómico. 138
Gráfico 8 Estructura lógica de análisis del narcotráfico
con enfoque sistémico. 145
Gráfico 9 Cadena de valor de la comercialización de
estupefacientes. 154
Gráfico 10 Estructura lógica de análisis de la
comercialización de estupefacientes. 155
Gráfico 11 Variables del sistema de cálculo del precio
de los productos del narcotráfico. 159
GRÁFICOS

Gráfico 12 Curva de la demanda en un mercado


monopolístico. 160
Gráfico 13 Canal de agente intermediario en la
comercialización de estupefacientes. 164
Gráfico 14 Estructura organizacional en cadena de
asociación. 166
Gráfico 15 Tipología de los actores en el referente
espacial donde se ubica el punto de venta. 191
Gráfico 16 Tipología para la monetización de los
productos estupefacientes. 199
Gráfico 17 Flujo de actividad de la comercialización de
estupefacientes. 203
Gráfico 18 Entramado social del crimen para la
institucionalización de actividades
económicas criminales. 209
Gráfico 19 Sistema de acumulación de capital:
institucionalización de una actividad
económica criminal. 216
Gráfico 20 Proceso de institucionalización expansiva de
un nuevo orden social. 222
Gráfico 21 Estadística de Pereira 2010 sobre hurtos,
lesiones personales y homicidios. 227
Gráfico 22 Enfoque cuantitativo de la representación
social del narcomenudeo. 234
Gráfico 23 Enfoque cuantitativo de las manifestaciones
de conflicto social asociadas al
narcomenudeo. 237
Gráfico 24 Enfoque cuantitativo de las manifestaciones
de violencia asociadas al narcomenudeo. 237
Gráfico 25 Enfoque cuantitativo de las manifestaciones
de criminalidad asociadas al narcomenudeo. 237
Gráfico 26 Actores que amenazan la seguridad pública. 246
Gráfico 27 Estadística: intención de los ciudadanos
para denunciar el punto de venta de
estupefacientes. 266
Gráfico 28 Estadística: intención de los ciudadanos
para denunciar al vendedor de
estupefacientes. 266
Gráfico 29 Reglas de control social impuestas por
el actor ilegal para favorecer la venta de
estupefacientes. 272
Gráfico 30 Ilegitimidad estatal que genera la el punto
de venta. 283
Gráfico 31 Fricción social y espacial generada por
actividades económicas criminales. 297
Gráfico 32 Análisis de convergencia y divergencia de
los actores. 304
GRÁFICOS / TABLAS

Gráfico 33 Análisis de influencia y dependencia de


los actores frente al problema público del
narcomenudeo. 305
Gráfico 34 Análisis de fuerza de los actores según el
coeficiente ri. 305
Gráfico 35 Integración del sistema de producción y
acumulación de capital para maximizar las
ganancias por parte de una organización
narcotraficante. 313

ÍNDICE DE TABLAS
Tabla 1 Cobertura político-administrativa donde se
identificaron puntos de venta de sustancias
estupefacientes. 73
Tabla 2 Grupos focales para la elaboración de la
representación social del narcomenudeo. 76
Tabla 3 Escenarios en los que se recolectó y validó
la información sobre la afectación a la
seguridad pública. 76
Tabla 4 Barrios priorizados para la aplicación
de la encuesta que permitió obtener la
representación de la comercialización de
estupefacientes. 79
Tabla 5 Discriminación de la población que participó
en la aplicación de la encuesta por sexo. 82
Tabla 6 Discriminación de la población que participó
en la aplicación de la encuesta por edad. 82
Tabla 7 Discriminación de la población que participó
en la aplicación de la encuesta por estrato
social. 83
Tabla 8 Discriminación de la población que participó
en la aplicación de la encuesta por tiempo
de residencia en la ciudad. 83
Tabla 9 Discriminación de la población que
participó en la aplicación de la encuesta por
escolaridad. 84
Tabla 10 Discriminación de la población que participó
en la aplicación de la encuesta por estado
civil. 84
Tabla 11 Comparación entre las teorías de sistema
social y de sistema de acción social. 92
TABLAS

Tabla 12 Diagramas cruzados del sistema de


Acción. 94
Tabla 13 Diagramas cruzados del sistema social. 95
Tabla 14 Comparación entre inteligencia policial e
inteligencia criminal. 124
Tabla 15 Estructura lógica de análisis de la
comercialización de estupefacientes en la
categoría de producto. 149
Tabla 16 Estructura lógica de análisis de la
comercialización de estupefacientes en la
categoría de precio. 150
Tabla 17 Estructura lógica de análisis de la
comercialización de estupefacientes en la
categoría de promoción. 151
Tabla 18 Estructura lógica de análisis de la
comercialización de estupefacientes en la
categoría de punto de venta. 151
Tabla 19 Manufacturación de una arroba de
marihuana para la venta al comprador/
consumidor final. 175
Tabla 20 Peso y precio de venta de los productos
estupefacientes en Pereira. 180
Tabla 21 Línea de productos estupefacientes, la
presentación y uso según las necesidades
del consumidor. 192
Tabla 22 Producto estupefaciente, presentación y
comisión por venta. 194
Tabla 23 Jerga empleada por los vendedores de
estupefacientes. 196
Tabla 24 Tensión generada por la divergencia de
intereses (metas y objetivos), de los actores
involucrados en el problema público del
narcomenudeo. 295
Tabla 25 Factores comunes y tensiones generadas
por los actores para el logro de sus metas. 299
Tabla 26 Matriz de Actores por Actores (MACTOR):
meta que persigue cada actor frente al
problema público del narcomenudeo versus
lo que necesita de los demás para lograrla. 301
Tabla 27 Resto estratégicos por objetivos asociados
de cada actor. 303
Tabla 28 Propuesta con enfoque prospectivo para la
recuperación del control social estatal. 306
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

“... Lo que los médicos dicen de la tisis,


que en los comienzos es fácil de curar
y difícil de conocer, pero que más tarde, si no
la discernieron en su principio, ni le aplicaron
remedio alguno, es fácil de conocer y difícil
de curar. Con las cosas del Estado sucede
lo mismo. Si se conocen anticipadamente los
males que pueden después manifestarse, lo que
no concede el cielo más que a un hombre sabio
y bien prevenido, quedan curados muy pronto.
Pero cuando, por no haberlos conocido,
se les deja tomar un incremento tal que llega
a noticia de todo el mundo, no hay ya arbitrio
que los remedie.”

Nicolás Maquiavelo
Narcomenudeo: entramado social del crimen

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POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

PRESENTACIÓN
El objetivo central de esta obra es evidenciar en términos tangibles
los avances de la Dirección de Inteligencia Policial de la Policía Na-
cional de Colombia en la comprensión de las amenazas que afectan
la convivencia. Los resultados que aquí se muestran son producto
del enfoque científico que marca la diferencia en la forma como se
aprehenden racionalmente los rasgos esenciales de un fenómeno
concreto. Pero el ejercicio es mucho más profundo: el salto cualitati-
vo está en hacer cognoscibles las relaciones ocultas que se entrete-
jen alrededor de las amenazas a la convivencia, para interpretarlas
y explicarlas de forma concordante entre el objeto de estudio y la
imagen que se ha recuperado de él.

No se quiere afirmar con esto que se trata de una visión concluyente


y paradigmática. Por el contrario, hace parte de un proceso de cons-
trucción histórico de carácter organizacional sujeto a mejoramiento
constante. Los logros no solo se materializan en la producción de
nuevo conocimiento sino en la potenciación de las capacidades, ha-
bilidades y competencias del talento humano, que como en este
caso, deja ver investigadores habilitados para acercarse científica-
mente y con visión sistémica a las realidades sociales y elucidar de
forma comprensiva las interacciones y los procesos de intercambio
objetivos en relación con la comercialización de estupefacientes. La
contrastación de esas realidades con diversas teorías científicas,
derivó en un conjunto de construcciones teóricas con grado de va-
lidez, ubicadas en un contexto novedoso fundamentado de forma
estricta en la crítica y la reflexión, que contraría proposiciones dog-
Narcomenudeo: entramado social del crimen

máticas para abrir espacios a la sana discusión.

El libro Narcomenudeo: entramado social por la institucionalización


de una actividad económica criminal es el resultado de un ejercicio
de investigación con rigurosidad científica que aborda la comercia-
lización de estupefacientes como un subsistema del narcotráfico.
Eso significa que la venta de drogas ilegales que de forma cotidiana
se realiza en diferentes referentes espaciales de los entornos ur-
banos, hacen parte del sistema socioeconómico del narcotráfico,
porque su finalidad es la monetización de los productos que permi-

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POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

ta maximizar ganancias a favor de los actores criminales que con-


trolan este modelo de mercado simplificado. Para ello, se requiere
una estructura organizacional que desarrolle de forma sistemática
procesos de marketing (mercadeo y mercadotecnia) dirigidos a sa-
tisfacer las necesidades de los consumidores en condiciones de
proximidad, seguridad, accesibilidad y disponibilidad. Si bien es
cierto, en muchos apartados del texto se hacen analogías de prácti-
cas empresariales de carácter legal, no se pretende hacer apología
al delito, solo se quiere significar la importancia de los aspectos
teóricos para hacer lecturas más aproximadas a las realidades que
afectan la convivencia.

Describir los aspectos ontológicos (componentes y funcionamiento)


de la comercialización de estupefacientes fue posible desde la pers-
pectiva de comprender inicialmente el fenómeno del narcomenu-
deo. Con este neologismo se pretende representar los hechos per-
ceptibles que se configuran en las transacciones de compra, venta y
consumo de drogas ilegales. Cuando se materializan tales vivencias
dentro de los conglomerados sociales, tienen un espectro de im-
pacto negativo al ejercicio individual y colectivo de los derechos y
libertades públicas, por la afectación que se causa a los ámbitos
de protección de la convivencia. La comercialización de sustancias
estupefacientes, por tanto, es considerada como una actividad eco-
nómica criminal, porque lleva implícita todo un conjunto de accio-
nes asociadas a un sistema económico de mercado -división del
trabajo e intercambio de bienes y servicios ilegales-, que busca ins-
titucionalizarse en el territorio como una forma de trabajo para los
ciudadanos.

Este panorama se representa de forma material en la desterritoriali-


Narcomenudeo: entramado social del crimen

zación del control social, que dentro de este contexto, es la abstrac-


ción de los mecanismos de poder que ejercita un actor criminal es-
pecializado en la comercialización de estupefacientes, para lograr
la dominación y la apropiación de un espacio geográfico local a fin
imponer y mantener el control social (instaurar normas de carácter
simbólico, cultural y comportamental, así como sanciones en caso
de ser violadas). Quiere decir que se presenta una ruptura en las
relaciones sociales históricamente construidas a partir de acciones
de coerción, violencia y criminalidad que permiten modelar los com-
portamientos colectivos acordes con las condiciones fácticas reque-

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POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

ridas para el desarrollo de la actividad económica criminal. También


significa una fractura en los procesos y herramientas de interacción
entre la ciudadanía y las autoridades político administrativas en el
plano local, que implica una disputa permanente en las relaciones
de poder dentro del territorio.

Una vez establecidos los mecanismos para la desterritorialización


del control social estatal, y como producto de estos, se configura el
entramado social del crimen, que emerge y adquiere las condicio-
nes de un medio efectivo para la protección de la actividad econó-
mica criminal. En esta instancia, algunos ciudadanos de manera
racional o por coacción disponen sus potencialidades físicas y cog-
nitivas para aportar, mediante formas de distribución del trabajo, al
mantenimiento y perfeccionamiento de las condiciones y los proce-
sos en que se ejecuta la actividad económica criminal. Los elemen-
tos de la cohesión social entonces, se transforman en un sentido
negativo y se presentan como un sistema de acción para proteger
toda la estructura impuesta por los actores criminales y diversificar
los espectros de acción ilegal. Hay por lo tanto, unas lógicas diferen-
ciales y distantes de la representatividad estatal, que se convierten
en amenazas latentes a la legitimidad e institucionalidad oficial, la
gobernabilidad local, la convivencia y del desarrollo armónico de las
comunidades.

De modo que el ejercicio investigativo y los resultados obtenidos


con rigurosidad científica sirvieron para diseñar la generalización
del subsistema de la comercialización de estupefacientes funda-
mento basal para predecir, disponer de una estructura lógica de
análisis de datos y pre-configurar la arquitectura del Sistema Inte-
grado de Información de Inteligencia (SI3), como presupuestos para
Narcomenudeo: entramado social del crimen

la producción de inteligencia policial. Los aportes hasta aquí des-


critos contribuyen a la reorientación de la inteligencia policial com-
prometida en aportar conocimiento respecto de las preocupaciones
ciudadanas y gubernamentales relacionadas con la convivencia.

En razón a lo anterior, se estructuró una metodología endógena


para la caracterización de las amenazas a la convivencia que se
constituirá en el componente medular del renovado ciclo de inte-
ligencia policial. Será un aporte más que sistemáticamente contri-
buya al diseño estructural del Centro Integrado de Información de

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POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

Inteligencia Policial para la seguridad ciudadana (CI3-24/7). Este


proyecto de largo alcance significa para la inteligencia policial esta-
blecer un modelo de gestión de conocimiento e innovación para el
cumplimiento de los procesos misionales a partir de la integración
de capacidades humanas, técnicas y tecnológicas que generen va-
lor y ofrezcan la posibilidad de incidir en las decisiones relacionadas
con la planeación y prestación del servicio en el ámbito territorial
para el tratamiento de las problemáticas de convivencia. Mediante
este conjunto de acciones se responde al imperativo señalado en la
estrategia institucional que despliega el Plan Nacional de Vigilancia
Comunitaria por Cuadrantes (PNVCC), gracias a la articulación del
Plan Nacional de Inteligencia por Cuadrantes (PNIPC).

Las dinámicas en las que evoluciona el conocimiento, la interacción


con múltiples ciencias y disciplinas y los conflictos sociales propios
de la sociedad moderna, se presentan como impulsores para con-
tribuir a la formalización de la base teórica de la inteligencia policial.
El esfuerzo se circunscribe a delimitar el objeto, límite y alcance de
la Inteligencia Policial como modalidad de un cuerpo de policía. Es
buscar la ocupación de un lugar definido en el contexto fundamen-
tal de nuestras bases, creencias y acciones que nos den identidad,
pero también que nos permitan identificar la complementariedad
con otras áreas de conocimiento. Una vez establecidos estos fines
superiores e intrincados en el saber como organización tendremos
una piedra angular para buscar teorías puras que signifiquen y vali-
den a la inteligencia policial.

En estos esfuerzos cognitivos y académicos se evidencia la misión


y el papel preponderante que desarrolla el Centro de Inteligencia
Prospectiva (CIPRO) de la Dirección de Inteligencia Policial como
Narcomenudeo: entramado social del crimen

grupo de investigación y centro de pensamiento, que se posiciona


como una estructura que asesora instancias de decisión estratégi-
ca de tipo organizacional e institucional. Igualmente, se hace visi-
ble ante los demás cuerpos de policía y la comunidad académica
del hemisferio, con una perspectiva vanguardista en la intención de
crear la red de prospectiva policial. El objetivo es integrar grupos de
trabajo de alto rendimiento que de forma conjunta, aporten en la
construcción futura de los entornos de convivencia para nuestros
Estados a partir de la comprensión territorial de los problemas y la
formulación estratégica para el tratamiento de los mismos.

14
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

Este texto persigue además, que a nivel hemisférico los integrantes


de los cuerpos de policía, la academia y entes gubernamentales,
tengan la oportunidad de conocer los resultados obtenidos. Como
producto de este intercambio se espera incentivar el debate críti-
co y la discusión juiciosa con diversos actores que tengan interés
en los temas tratados, no sin antes ofrecerles desde la Dirección
de Inteligencia Policial, a partir de la experiencia aquí demostrada
en investigación científica, la disposición para el intercambio cons-
tructivo y colaborativo con los diferentes sectores académicos, las
autoridades de gobierno -local, regional y nacional-, así como el en-
trenamiento de los cuerpos de policía mediante procesos educati-
vos y asistencia técnica como nueva oferta de valor en cooperación
nacional e internacional.

Coronel JORGE LUIS VARGAS VALENCIA


Director de Inteligencia Policial

Narcomenudeo: entramado social del crimen

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POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

INTRODUCCIÓN

Esta obra quiere presentar el acercamiento que la Dirección de Inte-


ligencia Policial (DIPOL) hace con el propósito de avanzar en la com-
prensión de las principales amenazas que afectan la convivencia.
La investigación realizada, de corte descriptiva transversal, no se
limitó a observar el fenómeno del narcomenudeo como un conjunto
de delitos, sino que orientó su esfuerzo a entender la realidad ema-
nada de las representaciones sociales de los ciudadanos, las autori-
dades político administrativas y de justicia, así como los integrantes
de la Policía Nacional de Colombia. La naturaleza disímil de los roles
que tienen esos actores, responde a un denominador común: el co-
nocimiento y la vivencia que de forma directa han experimentado en
la ciudad de Pereira frente a la comercialización de estupefacientes.

La investigación tuvo dos propósitos fundamentales: el primero,


desde el punto de vista estratégico, realizar una reconstrucción sis-
témica y teórica que permitió comprender, a partir del fenómeno del
narcomenudeo, los componentes del subsistema de la comerciali-
zación de estupefacientes luego de analizar los hechos fácticos y los
datos empíricos encontrados en Pereira. Esta actividad económica
criminal que se constituye además en problema público, evidencia
diversas manifestaciones en el territorio que tienen profundo impac-
to sobre la seguridad pública y afecta el mantenimiento del orden
social por parte de las autoridades del Estado. Todo ello debido al
Narcomenudeo: entramado social del crimen

asentamiento de un actor criminal que, por medio del ejercicio del


poder materializado en la violencia y la criminalidad, se institucio-
nalizó de forma hegemónica en la cotidianidad de la vida local e
interviene la relación entre el ciudadano y las autoridades.

El segundo propósito, consistió en asesorar la actividad de la policía


en el marco del Plan Nacional de Inteligencia Policial por Cuadran-
tes (PNIPC) desde los ámbitos estratégico, táctico y operacional,
de manera que se responda a las realidades territoriales y a las

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POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

necesidades de los ciudadanos. Esta visión con enfoque anticipati-


vo es una potencialidad puesta a disposición del servicio de policía
para contribuir de manera efectiva al desarrollo de la estrategia ins-
titucional denominada “Plan Nacional de Vigilancia Comunitaria por
Cuadrantes (PNVCC)”.

De allí la importancia de comprender la amenaza que se deriva


del fenómeno llamado narcomenudeo perceptible para los ciuda-
danos a través de las transacciones de compra, venta y consumo
de estupefacientes que se llevan a cabo en los diferentes refe-
rentes espaciales. Sin embargo, lo que no se conoce a través de
los sentidos son las actividades desarrolladas bajo una lógica de
mercado simplificado y de forma sistemática por un actor criminal
–en Pereira– que monopoliza esta actividad económica criminal.
Así las cosas, no se trata de un problema referido a lo que tradicio-
nalmente se conoce como “la olla” (antes sólo sitio de venta, hoy
lugar de almacenamiento o de venta y consumo), sino que el resul-
tado ofrecido en este texto, se enfoca en visibilizar el entramado
social del crimen que tiene por fin último, la protección del negocio
ilegal y la acumulación de capital para maximizar ganancias, por
medio de la comercialización de estupefacientes.

Una vez que la evidencia demuestra la complejidad del tema de es-


tudio, se dimensiona que el narcomenudeo es un problema público,
al que están asociadas, de manera interdependiente, múltiples ma-
nifestaciones de conflicto social, de violencia y de criminalidad. Ade-
más, algunos ciudadanos ven en el fenómeno una opción laboral
no sólo para solventar sus necesidades básicas insatisfechas sino
que de manera racional, se incorporan al crimen para acumular ca-
pital. También el actor ilegal que controla la actividad económica
Narcomenudeo: entramado social del crimen

criminal alcanzó niveles de control y apropiación territorial que en


últimas se convierte en un proceso de institucionalización, a través
de la utilización de mecanismos de regulación social, para lograr
de los ciudadanos el reconocimiento, la tolerancia y la colaboración
(legitimidad material) mediante la violencia, la criminalidad o apro-
vechando la indiferencia.

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POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

Toda esta argumentación se basa en evidencias, abstracciones de-


venidas de los fundamentos teóricos confrontados con la realidad,
rigurosidad metodológica y reflexiones juiciosas, que es la parte sus-
tantiva de esta investigación. En tal sentido, el capítulo I plantea
los elementos considerados en la formulación de la investigación,
es decir, la justificación, el estado del arte y los marcos (teórico,
conceptual y metodológico), como plataforma estructural del cono-
cimiento previo con el que se abordó la indagación.

El capítulo II está dedicado a formular un estatuto epistemológico


de la Inteligencia Policial. Este ejercicio propositivo de carácter pre-
liminar quiere sentar las bases teóricas fundamentales de los su-
puestos más generales del conocimiento que le son propios. Por
lo tanto, es un esfuerzo por deslindar el objeto de la inteligencia
policial frente a otras ciencias, disciplinas o actividades afines, pero
en el fondo, diferenciales y algunas, complementarias. Identificar
esa plataforma lógica e ideal sobre la cual se edifique la producción
de conocimiento, es una construcción organizacional permanente,
derivada de las experiencias científicas que obligan al debate y a la
reflexión.

En el capítulo III se formulan proposiciones para realizar un acer-


camiento al narcotráfico desde la óptica de una empresa criminal
que funciona como un sistema socioeconómico de carácter abierto
y abstracto integrado por los subsistemas de producción, distribu-
ción, comercialización y flujo de capitales. Esta forma de análisis se
nutrió de ejercicios académicos con integrantes de cuerpos de poli-
cía de diferentes países del hemisferio. El enfoque sistémico permi-
tió diseñar un esquema morfológico como presupuesto para saber
qué es y cómo funciona este sistema.
Narcomenudeo: entramado social del crimen

Sin embargo, esta investigación priorizó la comercialización de es-


tupefacientes como objeto de estudio y a partir de ello, se diseñó
una propuesta de estructura lógica de análisis sustentada en la
teoría del marketing. Para tal propósito, se elaboró una noción del
narcomenudeo que se convirtió en la base desde la cual, de forma
secuencial, se construyó la ontología -representación, abstracción y
generalización- de la comercialización de estupefacientes en cual-

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POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

quier entorno. Los resultados ontológicos se pueden contrastar en


otros escenarios, por poseer las propiedades universales del sub-
sistema del narcotráfico, a fin de identificar las distintas tipologías o
particularidades diferenciales.

El capítulo IV detalla analíticamente el entramado social del crimen


que se convierte en un medio, a través del cual, el actor ilegal insti-
tucionaliza la comercialización de estupefacientes como una activi-
dad económica criminal. Para cumplir este objetivo, las relaciones
sociales de las áreas donde funcionan los puntos de venta son in-
tervenidas y los propósitos de la cohesión social terminan distorsio-
nados por efectos de la violencia y la criminalidad. Así mismo, se
profundiza en los factores y las manifestaciones que se evidencian
en el territorio, para decodificar la forma como el narcomenudeo
adquiere las características de en un problema público que desterri-
torializa el control social estatal, limita la gobernabilidad y legitimi-
dad del Estado y mina la capacidad de abordaje y tratamiento de la
problemática por parte de las autoridades.

En el capítulo V se describe la representación social de afectación


generada por la comercialización de estupefacientes a la seguridad
pública. La penetración al tema es profunda al visibilizar algunas
manifestaciones que atentan contra la seguridad nacional -dimen-
sión interna- en el ámbito local, en especial, lo relacionado con la
protección institucional de la Policía Nacional, y las situaciones que
perturban las dimensiones individual y colectiva de la seguridad
ciudadana. En este sentido, se clasifican algunos fenómenos de
conflicto social, de violencia y de criminalidad asociadas al narco-
menudeo que limitan el libre ejercicio de los derechos y libertades
públicas.
Narcomenudeo: entramado social del crimen

El capítulo VI refiere de manera pormenorizada como el narcome-


nudeo es un factor para la desterritorialización del control social. La
apropiación y explotación del territorio en el marco de las relaciones
sociales sugiere relaciones de poder y hegemonía que el actor cri-
minal desarrolla, con el fin de adecuar las condiciones favorables al
objetivo de maximizar ganancias por medio de la comercialización
de estupefacientes. El control social que demanda condiciones re-

19
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

gladas como mínimos de interacción humana en los entornos urba-


nos, se convierte en una herramienta de poder que los criminales
usan para imponer normas de comportamiento que terminan sien-
do aceptadas por el ejercicio de la coacción. El territorio, entonces,
se convierte en un factor de disputa donde el Estado termina desco-
nectado de los colectivos y la representación simbólica se distorsio-
na afectando la legitimidad de las autoridades.

El capítulo VII, con base en la complejidad de la amenaza a la con-


vivencia, se da paso a la descripción en términos institucionales de
los principales aspectos, que desde la gobernabilidad de la Policía
Nacional, deben considerarse para establecer una estrategia de ac-
tuación frente a la comercialización de estupefacientes que resulta
novedosa por el alcance y naturaleza de las tareas que implica, pero
que responden a una realidad hasta ahora invisible. Las conclusio-
nes señalan los principales retos en términos de comprensión y ac-
tuación que pueden contribuir a mejorar el desempeño institucional
de cara a las multivariadas manifestaciones de la amenaza en la
sociedad.

Vale la pena precisar que el libro Narcomenudeo: entramado social


por la institucionalización de una actividad económica criminal es
una versión mejorada y adicionada de una producción anterior pu-
blicada en noviembre del año 2011. Los nuevos elementos hacen
parte de la continua tarea de los investigadores por explorar y verifi-
car científicamente nuevos hallazgos relacionados con la comercia-
lización de estupefacientes. Los trabajos de campo realizados en
diferentes ciudades de Colombia y de Latinoamérica mediante coo-
peración internacional -a través capacitaciones brindadas a otros
cuerpos de policía- fueron los vehículos para contrastar de forma
Narcomenudeo: entramado social del crimen

controlada, la relación del objeto de estudio con la imagen lograda


en el ejercicio de indagación que da solidez teórica a los intentos de
universalidad que se persiguen, como un esfuerzo que aporta en el
aspecto conceptual a la actividad de la policía.

Igualmente, se pretende ilustrar con modelos teóricos, esquemas


de análisis y leyes científicas un mejor acercamiento que permita
comprender las amenazas que afectan la convivencia. Todas las

20
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

orientaciones y propuestas se fundamentan en la misión constitu-


cional de la Policía Nacional de Colombia, los lineamientos y políti-
cas institucionales, así como en la participación de todas las moda-
lidades y especialidades del servicio de Policía. Esta es una apuesta
para producir conocimiento sistemático sobre un problema de pro-
fundas implicaciones económicas, sociales, políticas y culturales
que, dadas las connotaciones descritas en esta obra, implica una
amenaza real contra la gobernabilidad y el ejercicio de los derechos
y libertades públicas. Por supuesto que no se develan resultados
concluyentes, pues se trata de un ejercicio de aproximación estric-
tamente riguroso, que invita más bien a la crítica y al sano debate
para profundizar sobre un problema de connotaciones globales. La
expectativa es que a través de la ciencia se continúe profundizando
sobre el conocimiento del complejo submundo de la comercializa-
ción de estupefacientes.

Narcomenudeo: entramado social del crimen

21
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

CAPÍTULO I
Amenazas a la seguridad pública
en lo urbano: históricamente
invisibles

El narcotráfico es un sistema de producción de capital


que está compuesto de subsistemas, uno de los cuales
es la comercialización de estupefacientes en el que a su
vez, se identifica el fenómeno del narcomenudeo como
un problema público que afecta no sólo la seguridad
ciudadana sino la convivencia.

“La adquisición de cualquier


Narcomenudeo: entramado social del crimen

conocimiento es siempre útil al


intelecto que sabrá descartar lo malo
y conservar lo bueno”.
Leonardo da Vinci

22
AMENAZAS A LA SEGURIDAD PÚBLICA EN LO URBANO: HISTÓRICAMENTE INVISIBLES

Amenazas a la seguridad pública


en lo urbano: históricamente
invisibles

El análisis histórico de la comercialización y el consumo de sus-


tancias estupefacientes ha permitido conocer que este fenómeno
urbano en Estados Unidos, data de finales del siglo XIX. Luego se
relacionó la expansión del consumo, con hechos históricos como la
Segunda Guerra Mundial, la Guerra de Vietnam y el surgimiento del
movimiento hippie como rechazo a esta; entre otras.

En Colombia, por su parte se hallaron evidencias documentales que


permiten afirmar que en el año 1920 se aprobó la Ley 11 como una
iniciativa prohibicionista por parte del Gobierno Nacional contra la
importación, la venta y el consumo de sustancias depresoras, esti-
mulantes y alucinógenas, comportamiento que era de la mayor pre-
ocupación urbana al considerar que formaban un hábito pernicioso.
Después, hacia 1928 mediante la Ley 118 se sanciona penalmente
el tráfico de cocaína y se considera al consumidor como una perso-
na enferma.

Desde entonces, la evolución de la comercialización y el consumo


de sustancias estupefacientes han sido situaciones facilitadas en-
tre otros aspectos, por no haber concebido a la venta de estupefa-
cientes como una actividad económica criminal asociada al narco-
Narcomenudeo: entramado social del crimen

tráfico. También fueron determinantes aspectos de contexto como


la aceptación social, la institucionalización inicial del fenómeno
en sectores deprimidos, marginales y populares dirigidos por cla-
nes familiares, la vinculación del fenómeno con manifestaciones
de conflicto social, de violencia y de criminalidad; la relación de las
élites sociales tradicionales con las emergentes, vinculadas con el
crimen, y las dificultades operativas de las autoridades del Estado
para su tratamiento.

23
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

Las dificultades operativas en el tratamiento de la comercialización


y el consumo de estupefacientes entre otras causas, pudo haber-
se dado por las prioridades de seguridad del Gobierno Nacional, el
cual condicionaba el direccionamiento estratégico de las Fuerzas
Armadas a la protección del Estado contra amenazas de los grupos
armados ilegales, el narcotráfico (en los subsistemas de producción
y distribución), y de forma reciente el terrorismo y el secuestro. Sin
embargo, la comercialización y el consumo de sustancias estupe-
facientes, a pesar de no catalogarse como una amenaza directa al
Estado, sí era percibido por los ciudadanos y las autoridades muni-
cipales como una de las causas que perturbaban la convivencia y
por ende, la gobernabilidad local.

En consecuencia, y como resultado de los procesos de democrati-


zación en Latinoamérica, el fenómeno neoliberal y la nueva Carta
Política colombiana de 1991, por citar algunos aspectos, también
en los años noventa surgen varias iniciativas de política pública in-
cluidas en los planes de desarrollo de algunos Presidentes de la Re-
pública, para atender problemas públicos urbanos que atentaban
contra la seguridad de los ciudadanos, pero se superpuso nueva-
mente el enfoque de seguridad nacional.

Desde el año 2002 hasta el 2009, luego del desarrollo sostenido de


la Política Defensa y Seguridad Democrática, que logró resultados
estratégicos satisfactorios contra los grupos armados (desmoviliza-
ción de las Autodefensas Unidas de Colombia -AUC- y neutralización
de miembros del Secretariado de las Fuerzas Armadas Revoluciona-
rias de Colombia –FARC-) perturbadores del régimen constitucional
y la integridad territorial, la clase política y la sociedad civil deman-
dan del Gobierno Nacional priorizar también la seguridad de los ciu-
Narcomenudeo: entramado social del crimen

dadanos en los entornos urbanos.

Sumado a lo anterior, el año 2009 termina con la aprobación de


la reforma al artículo 49 de la Constitución Política, en donde se
prohíbe el consumo de sustancias estupefacientes; decisión que es-
taba matizada por el ambiente político debido al proceso electoral
parlamentario y presidencial. Además los candidatos incluyeron en
sus agendas programáticas y públicas, iniciativas relacionadas con
la seguridad ciudadana.

24
AMENAZAS A LA SEGURIDAD PÚBLICA EN LO URBANO: HISTÓRICAMENTE INVISIBLES

Por su parte, la Policía Nacional a través de la Directiva Operativa


Transitoria 004 del 21 de enero de 2010 direcciona la prestación
del servicio para tratar el fenómeno del microtráfico, al tiempo que
el Presidente de la República y el Ministro del Interior y de Justicia
de la época, exigían resultados tangibles contra los puntos de ven-
ta de sustancias estupefacientes, entendido esto como la principal
amenaza a la seguridad ciudadana.

Así mismo, las autoridades, la sociedad civil y los medios de comu-


nicación denominaron al fenómeno como microtráfico, el cual fue
asociado, sin argumentos verificables, con las diferentes manifesta-
ciones de inseguridad urbana (homicidio, hurto, confrontación entre
pandillas) que aún se vive en algunas ciudades. Luego de un análi-
sis conceptual se estableció que el microtráfico era una modalidad
de transporte de productos básicos del narcotráfico (alijos inferiores
a 5 kilogramos), conocida desde finales de los años noventa y que
no era pertinente asociarlo con el fenómeno urbano de comerciali-
zación y el consumo de sustancias estupefacientes; por ello se pro-
puso para esta investigación entenderlo como narcomenudeo, un
neologismo con el que se ha de denominar la compra, venta y con-
sumo de estupefacientes (producto esperado) como manifestacio-
nes concurrentes y concomitantes del fenómeno objeto de estudio.

Desde esta perspectiva la Dirección de Inteligencia Policial (DIPOL),


especialidad que asesora la toma de decisiones de la Dirección Ge-
neral de la Policía Nacional y a través de ella al Gobierno Nacional,
decide explorar un enfoque epistemológico de inteligencia policial,
diferente a la inteligencia criminal, que permita orientar la planea-
ción de la actividad de policía y la gestión territorial, en temas de
seguridad ciudadana a partir del estudio del narcomenudeo. Es de-
Narcomenudeo: entramado social del crimen

cir, un enfoque que conduzca al conocimiento de los factores que


intervienen en las relaciones sociales alrededor del narcomenudeo,
y a partir de ello poder establecer si las organizaciones criminales
dedicadas a la comercialización de sustancias estupefacientes, re-
gulan el comportamiento social y estimulan la creación de institu-
ciones ilegales y poderes paralelos, procesos a través de los cuales
se deslegitima la gobernabilidad de la seguridad ciudadana.

Frente a tal propósito, la Policía Nacional a través de la DIPOL se-


leccionó la ciudad de Pereira (Risaralda), para realizar la investiga-

25
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

ción institucional titulada “Inteligencia policial para caracterizar el


narcomenudeo: un reto estratégico en seguridad ciudadana”. Esto
debido al interés de la Policía Nacional de iniciar la aproximación
al conocimiento del fenómeno en una ciudad como esta, donde se
establece que previamente a la desmovilización del frente Héroes
y Mártires de Guática de las autodefensas en el año 2005, surge
una estructura criminal denominada “La Cordillera” que dinamizó la
venta de estupefacientes con un enfoque de mercado. Aunque no
se dispone del patrón histórico que así lo demuestre y que pese al
esfuerzo institucional y los resultados obtenidos por el Comando del
Departamento de Policía Risaralda (DERIS), para entonces, y des-
pués por la Policía Metropolitana de Pereira (MEPER), se concluye
que existen vacíos de conocimiento frente a ¿Cómo el narcomenudeo
afecta la seguridad pública? Se entiende que el fenómeno es comple-
jo, dinámico y evoluciona constantemente, muta y se desplaza sin
que pueda ser identificado de manera técnica por las autoridades,
lo que dificulta la prestación eficiente y eficaz de la actividad de po-
licía a la comunidad.

Razones para visibilizar el narcomenudeo como fenómeno


que genera inseguridad pública
El problema de conocimiento planteado, ¿Cómo el narcomenudeo
afecta la seguridad pública? sugiere varias razones para visibilizar
de forma inicial el narcomenudeo desde la perspectiva de la perti-
nencia, la conveniencia y el impacto.

Desde la perspectiva de la pertinencia, el fenómeno objeto de aná-


lisis se relaciona con los retos fijados por la política internacional
Narcomenudeo: entramado social del crimen

de los organismos multilaterales frente a la comercialización de


sustancias estupefacientes, la conveniencia está asociada con la
necesidad de conocer el fenómeno del narcomenudeo como un pro-
blema público que afecta la convivencia. Por su parte, el impacto
se determina por la posibilidad de asesorar a la Policía Nacional
en los ámbitos interno y externo de actuación, y a la Dirección de
Inteligencia Policial (DIPOL), porque permitirá la comprensión de las
amenazas que afectan la convivencia a partir de la objetivación y
caracterización de los mismos.

26
AMENAZAS A LA SEGURIDAD PÚBLICA EN LO URBANO: HISTÓRICAMENTE INVISIBLES

En ese orden de ideas, esta investigación es pertinente ya que en


el año 2010, la formulación de la política internacional contra las
drogas hizo énfasis en la obligatoriedad de los Estados -que son
parte de la ONU- de reducir la demanda con enfoque comunitario
y no sólo la oferta. Esto plantea retos para el Gobierno Nacional,
porque requiere cambios en la legislación y respuesta a las nuevas
necesidades de seguridad del Estado y de los ciudadanos, y para la
Policía Nacional por que se debe redefinir, entre otros aspectos, el
direccionamiento estratégico del servicio que se presta a la comu-
nidad frente al problema público de comercialización y consumo de
estupefacientes.

Así mismo, la conveniencia de conocer cómo el narcomenudeo


afecta la seguridad pública se determina en profundizar el estudio
conceptual del subsistema de comercialización de estupefacientes
del narcotráfico al que está ligado, porque existen vacíos de conoci-
miento. Se busca una aproximación a la comprensión morfológica
del fenómeno a partir del conocimiento de las necesidades y ex-
pectativas de seguridad de los ciudadanos. Como la inseguridad es
una construcción subjetiva, la investigación consideró el concepto
de las representaciones sociales, a través de las cuales se logró
identificar el constructo social del narcomenudeo como un fenóme-
no complejo determinado por la interacción humana.

Así, esta investigación desde la perspectiva del impacto se constitu-


yó en conocimiento para asesorar a la Policía Nacional en determi-
nados ámbitos del orden interno y externo. En el ámbito interno, le
permitió a la Policía Nacional identificar algunos retos en la presta-
ción de la actividad de policía frente a la reducción de la demanda
con un enfoque comunitario, por lo que se consideró como insumo
Narcomenudeo: entramado social del crimen

para el diseño de la estrategia institucional contra la comercializa-


ción de estupefacientes, bajo el concepto de gobernanza.

En el ámbito externo, facilitó la visibilización de los factores que des-


territorializan el control social estatal, identificó que la oferta ins-
titucional a través de la actividad de policía genera valor público
por parte de los ciudadanos, evidenció la necesidad de prevenir la
institucionalización de actores ilegales a través de actividades de
economía criminal, así como compartir experiencias con otros cuer-

27
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

pos de policía de Latinoamérica y el Caribe frente al fenómeno del


narcomenudeo.

Para la DIPOL, contribuyó a la implementación del Modelo de In-


teligencia Policial para la Seguridad Ciudadana orientado a com-
prender fenómenos complejos que amenazan la convivencia de los
ciudadanos y de esta forma, iniciar la anticipación de las manifes-
taciones mediante el seguimiento longitudinal. Así mismo, definir el
rol de inteligencia policial en el Plan Nacional de Vigilancia Comu-
nitaria por Cuadrantes (PNVCC), en procura de establecer el objeto,
el límite y alcance de la asesoría de la inteligencia policial en la
planeación y prestación del servicio de policía.

Las anteriores razones, señalan la necesidad de precisar que Pe-


reira (Risaralda) se seleccionó porque allí se poseía la capacidad
institucional para desarrollar la investigación. Aquí se encontró la
manifestación de un fenómeno en una geografía de conurbación
(área metropolitana) y en su momento se daba la separación orgá-
nica del Departamento de Policía Risaralda (DERIS) respecto de la
Policía Metropolitana de Pereira (MEPER).

La exploración del conocimiento científico y fáctico frente


a la comercialización de estupefacientes
Entendido el narcomenudeo como un problema público de afecta-
ción a la seguridad ciudadana, se realizó una exploración bibliográfi-
ca orientada a identificar estudios desarrollados al respecto no sólo
por parte de la academia, sino también por los cuerpos de policía de
Latinoamérica. Por otra parte, se realizaron actividades de referen-
Narcomenudeo: entramado social del crimen

ciación en algunas ciudades colombianas y en Río de Janeiro (Bra-


sil), en procura de comparar las generalidades del fenómeno y, por
último, pero no menos importante, se realizó en coordinación con
la CICAD-OEA cinco ejercicios académicos en el que participaron in-
tegrantes de cuerpos de policía de Centroamérica y Sudamérica,
expertos en la lucha contra las drogas, con quienes se compartie-
ron algunas dificultades en la comprensión y actuación coordina-
da frente a la comercialización de estupefacientes. Por eso resulta
pertinente exponer los hallazgos más importantes para distinguir el
modo en que los resultados obtenidos en esta investigación pueden

28
AMENAZAS A LA SEGURIDAD PÚBLICA EN LO URBANO: HISTÓRICAMENTE INVISIBLES

llegar a significar un enriquecimiento de los conocimientos existen-


tes y no una mera reiteración de estudios anteriores.

Producción Académica: la abstracción para explicar fenómenos

Entre los distintos estudios consultados se confirmó la producción


de conocimiento para guiar la actuación de los cuerpos de policía
frente a la venta de estupefacientes. Por ejemplo, en Estados Uni-
dos este abordaje se realizó desde el concepto de inteligencia crimi-
nal, es decir, desde el estudio del delito (Chakravorty, S., Ratcliffe, J.
y Rengert, G. 2005).

Desde otra perspectiva, se conocieron estudios sociológicos (Zamu-


dio, C. 2007) de los cuales se destaca cierto consenso para con-
cebir la venta de estupefacientes como un fenómeno, en el que se
evidencia una relación de mercado (Andrade, X. 1990) y que dada
su cercanía con los ciudadanos en la cotidianidad, vulnera la seguri-
dad personal y comunitaria, estos criterios deben considerarse para
el diseño de las políticas públicas.

La síntesis de los resultados se puede agrupar en tres grandes ca-


tegorías: la primera, en función de algunas tendencias del fenóme-
no en Latinoamérica; la segunda, la aproximación de los conceptos
más destacados a partir de los cuales se comprende el fenómeno
y, la tercera, algunas conclusiones asociadas a la situación actual
del fenómeno.

En ese orden de ideas, se puede citar que las principales tenden-


cias de la venta de estupefacientes son:
Narcomenudeo: entramado social del crimen

1. Incremento de la pena para quienes comercializan (venta) estu-


pefacientes.

2. Bajo impacto de los programas orientados a la reducción del uso


ilegal de estupefacientes.

3. Creciente securitización del fenómeno del narcomenudeo.

29
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

4. Incremento del apoyo político hacia la legalización del consumo


de estupefacientes.

5. Crecimiento de mercados en los colegios y escuelas para inducir


el consumo y asegurar la venta de estupefacientes.

6. Mayor instrumentalización de los menores de edad para garanti-


zar la venta de estupefacientes.

Por su parte, la relación de los conceptos que están asociados con


el estudio y comprensión de la venta de estupefacientes son: drogas
ilegales, drogas ilícitas, fenómeno, relación de mercado y consumo.
Así mismo, la venta de estupefacientes también se conoce como
narcomenudeo y microtráfico. Estos aspectos, permiten inferir que
aún falta consenso para enriquecer el vocabulario técnico del fenó-
meno objeto de estudio.

En resumen, entre los aspectos que permiten aproximarse al cono-


cimiento del estado actual de la venta de estupefacientes, se men-
cionan los siguientes:

a) El fenómeno del narcomenudeo se orienta y asienta en aquellas


comunidades ubicadas en barrios deprimidos, marginales y po-
pulares para garantizar la instrumentalización justificada en la
incapacidad de respuesta para satisfacer las demandas sociales
de los ciudadanos.

b) Las políticas públicas deben favorecer la reducción del consumo


de estupefacientes, proveer herramientas a los cuerpos de poli-
cía para la actuación preventiva, disuasiva y reactiva; así como
Narcomenudeo: entramado social del crimen

estimular la sinergia interinstitucional y comunitaria para tratar


el fenómeno.

c) El problema de la demanda sigue centrado en estudios para de-


terminar la cantidad de población consumidora y la prevalencia
del consumo, pero las políticas públicas no se orientan al trata-
miento y rehabilitación. Esto a partir del año 2010, entra a ser
demandado por la Junta Internacional de Fiscalización de Estu-

30
AMENAZAS A LA SEGURIDAD PÚBLICA EN LO URBANO: HISTÓRICAMENTE INVISIBLES

pefacientes (JIFE) y la Comisión Interamericana para el Control


del Abuso de Drogas (CICAD) a los Estados parte.

d) La comprensión del narcomenudeo se debe realizar teniendo


como fundamento los elementos constitutivos de la comercializa-
ción de estupefacientes del narcotráfico, para guiar la actuación
de la Policía Nacional, lo que además requiere la implementa-
ción de un modelo de inteligencia policial que guarde concordan-
cia con la Constitución, la ley y los reglamentos institucionales.

e) El estado del arte no mostró estudios de carácter ontológico que


permitieran conocer las propiedades universales de la comercia-
lización de estupefacientes.

f) En concordancia, tampoco se conocen investigaciones en las


que se aborde el estudio con enfoque anticipativo del fenóme-
no a partir de las distintas manifestaciones relacionadas con el
conflicto social (drogadicción), la violencia (constreñimiento) y la
criminalidad (venta de estupefacientes).

g) Se puede afirmar que los servidores públicos de los cuerpos de


policía requieren entrenamiento especializado para desarrollar
procedimientos judiciales contra la venta de estupefacientes
(además del porte, tráfico y fabricación) y realizar la actuación
contravencional contra quienes consumen estas sustancias
como dos comportamientos diferenciados que demandan una
actuación integral.

Luego del panorama ofrecido por la academia, se destacan algunos


aspectos de interés para esta investigación mediante las referen-
Narcomenudeo: entramado social del crimen

ciaciones efectuadas en algunas ciudades de Colombia, en Río de


Janeiro (Brasil) y cinco ejercicios académicos realizados con exper-
tos en lucha contra el narcotráfico adscritos a distintos cuerpos de
policía de Latinoamérica.

31
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

La referenciación: una mirada fáctica de la venta de


estupefacientes
Referenciación Nacional

ELN: un actor criminal que controla la comercialización en


Saravena

En el municipio de Saravena (Arauca) ubicado en la frontera con


Venezuela, la organización delincuencial “Los Colachos” pertene-
ciente a la Comisión Ernesto Che Guevara del Frente Domingo Laín
del Ejército de Liberación Nacional (ELN), posee el monopolio de la
venta de estupefacientes. Ese monopolio, además, es aprovechado
como un mecanismo para ejercer control territorial urbano con un
enfoque de colonización, entendido en geopolítica como establecer
la posesión sobre un área determinada.

Este referente es de vital importancia por las siguientes caracterís-


ticas particulares: los integrantes tienen doctrina e ideología comu-
nista-guevarista, se evidencia que un solo actor criminal tiene inci-
dencia en todo el sistema del narcotráfico y que además de generar
renta, aprovecha esta estructura urbana como componente de mili-
cia para el cobro de extorsiones a comerciantes y transportadores.

Desde la perspectiva de respuesta del Estado, no se visibiliza el


narcomenudeo como un fenómeno del narcotráfico de afectación a
la seguridad pública y los procedimientos judiciales no se orientan
hacia la comercialización de estupefacientes, ni contra la estructura
delincuencial, sino hacia la incautación de sustancias estupefacien-
Narcomenudeo: entramado social del crimen

tes por porte, tráfico y fabricación.

El crimen subregional: una prioridad a considerar en la


cooperación internacional

En Cúcuta (Norte de Santander), luego del proceso de desmoviliza-


ción en el año 2006, se registraron disputas entre integrantes de las
organizaciones “Las Águilas Negras” y “Los Rastrojos”, por el control
territorial de la frontera con Venezuela. Luego del asentamiento de
“Los Rastrojos”, se identifica la supervivencia de organizaciones nar-

32
AMENAZAS A LA SEGURIDAD PÚBLICA EN LO URBANO: HISTÓRICAMENTE INVISIBLES

cotraficantes como “Los Pulpos”, “Los Boyacos” y “Los Pepes”, todas


ellas con tradicional influencia en la zona de frontera.

Bajo este nuevo contexto criminal se suman unas condiciones urba-


nas históricas, que favorecieron la evolución del narcomenudeo con
un enfoque de mercado; entre ellas el fenómeno del contrabando,
la venta de estupefacientes por parte de “Los Boyacos”, la informa-
lidad de la economía, así como la relación laboral y comercial entre
las ciudades colombianas de Cúcuta, Villa del Rosario y Los Patios
(Colombia) con Ureña, San Antonio y San Cristóbal (Venezuela).

Estas condiciones favorecieron la instalación de un mercado de es-


tupefacientes donde participan varias organizaciones delincuencia-
les en el marco de un mercado oligopólico que tiene influencia en
las ciudades fronterizas de ambos países, las que perciben que no
son perseguidas por las autoridades de ninguno de los dos Estados.
Esto se da por el precario, parcializado y descontextualizado cono-
cimiento sobre las características del fenómeno desarrollado por
organizaciones criminales que tienen estructura y son financiera-
mente sólidas (Dammert, L. 2010, p. 203). Es decir, si bien los orga-
nismos de seguridad realizan operaciones contra el narcotráfico, no
se controla el mercado urbano e inter-fronterizo de estupefacientes.

Invisible simbiosis criminal: ¿para qué el control territorial?

El puerto de Buenaventura (Valle del Cauca) representa la principal


ventaja estratégica para las organizaciones criminales dedicadas al
narcotráfico. Por ello, no son percibidas, pero sí propiciadas innu-
merables alianzas inéditas para obtener participación del envío de
estupefacientes al exterior, a través del puerto marítimo y esto gene-
Narcomenudeo: entramado social del crimen

ra la necesaria distribución territorial urbana de la ciudad por parte


de organizaciones delincuenciales y narcotraficantes que favorecen
los intereses de la economía criminal de las Fuerzas Armadas Re-
volucionarias de Colombia (FARC) y la organización emergente del
narcotráfico “Los Rastrojos”.

Las alianzas se logran materializar por la convergencia de intereses


de quienes lideran las organizaciones delincuenciales (desmoviliza-
dos de las FARC) y los actuales narcotraficantes que tuvieron víncu-

33
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

los con los integrantes de los otrora denominados carteles de Cali y


el Norte del Valle del Cauca.

En el logro de estos propósitos, el narcomenudeo es para las or-


ganizaciones delincuenciales y narcotraficantes un fenómeno oligo-
pólico asociado a la comercialización de estupefacientes que les
permite generar y capturar rentas, mantener el control territorial,
subsumir a las pandillas, reclutar personas para los grupos arma-
dos al margen de la ley y asegurar rutas de acceso a la ciudad y al
puerto marítimo.

Es decir, el narcomenudeo es la parte visible de la comercialización


del narcotráfico que está asociado al control territorial y la inseguri-
dad ciudadana, cuyas manifestaciones varían de una región a otra
según las condiciones sociales, políticas, económicas y culturales
(Innerarity, D. 2002).

Referenciación Internacional

Esta actividad se desarrolló desde dos perspectivas: la primera un


trabajo de campo en Río de Janeiro y, la segunda, en el marco de
un curso antidroga desarrollado en Brasilia. El trabajo de campo se
orientó a identificar los aspectos más relevantes del fenómeno y su
impacto en la gobernabilidad. Por su parte, el ejercicio de enfoque
académico, tuvo como propósito conocer las dificultades de actua-
ción para los cuerpos de policía en diferentes regímenes de Gobier-
no. En suma, se considera que estos aspectos pueden indicar hacia
dónde avanzaría el fenómeno en Colombia.

Río de Janeiro: la venta de estupefacientes, una institución


Narcomenudeo: entramado social del crimen

ilegal

El trabajo de campo realizado en la ciudad de Río de Janeiro (Bra-


sil) tuvo dos objetivos específicos, el primero fue establecer si el
mercado de estupefacientes estaba integrado al narcotráfico, y el
segundo, identificar los aspectos más relevantes sobre cómo afecta
la gobernabilidad.

34
AMENAZAS A LA SEGURIDAD PÚBLICA EN LO URBANO: HISTÓRICAMENTE INVISIBLES

Venta de estupefacientes: ¿un subsistema del narcotráfico o


una manifestación?

El mercado de estupefacientes en las calles, es la forma efectiva


como se monetiza el producto fabricado y manufacturado por
las organizaciones narcotraficantes. Es decir, el narcomenudeo
o venta de estupefacientes sí está relacionado con el sistema del
narcotráfico. Además, se puede afirmar que el narcomenudeo es
un fenómeno (solo la manifestación percibida) del subsistema
de comercialización de estupefacientes.

El precio de los estupefacientes al menudeo ha permanecido esta-


ble y el dinero que se obtiene por sus ventas se inserta en el sector
real -la base primaria de la economía local (lavado de activos)-,
antes de ingresar al sistema financiero. Desde esta perspectiva,
el origen del dinero para la compra de estupefacientes se relacio-
na con distintas actividades legales e ilegales. Mientras el destino
de estos dineros consiste en darle apariencia legal, para ello se
reinvierte en otras prácticas ilegales como venta de comestibles,
préstamos de dinero con altas tasas de interés (gota-gota), servi-
cios de vigilancia, centros de belleza y estética, siendo estas las
oportunidades laborales que se les brinda a los ciudadanos de
la periferia; esto además, se identifica como una de las formas
de consolidar una intrincada y compleja estructura del crimen-red
bajo la lógica del poder popular (Morales, C. y Nougier, M. 2010),
o entramado social del crimen por cuanto se desconfigura y re-
configura la cohesión social como mecanismo de protección de la
actividad económica criminal.

Esto permite el tránsito hacia el control territorial como un efecto


Narcomenudeo: entramado social del crimen

propio del mercado, pero también como un mecanismo que pue-


de tener otros usos, entre ellos el control del comportamiento
electoral de los ciudadanos con fines políticos (gobernabilidad),
lo que plantea un reto para el Estado no sólo local, sino que exige
una mayor atención por parte del Gobierno Federal.

35
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

El centro y la periferia: la posibilidad de incidir en la


gobernabilidad

De acuerdo con lo anterior, bajo la teoría capitalista del centro y


la periferia (Ocampo, J. 2001) y el fenómeno de la inversión de
los recursos del narcotráfico en el sector real de la economía, se
puede aseverar que el crimen organizado implementa un modelo
económico similar, pero en la periferia y a la inversa. Es decir, los
narcotraficantes son el centro (dueños del mercado) y los habi-
tantes de las favelas: la periferia.

En este orden, los narcotraficantes consolidan en el territorio es-


tructuras de mercado del tipo oligopolio, a partir de las cuales es-
tablecen relaciones de dominación en razón a que las condicio-
nes culturales, topográficas y las crecientes demandas sociales
les favorecen en sus propósitos económicos, políticos y sociales.

Por su parte, los habitantes de las favelas o asentamientos irre-


gulares urbanos (exterior) por su ubicación periférica (alrededor
del centro), se constituyen en un subsistema que beneficia los in-
tereses del crimen organizado, pero como tienen una inocua ca-
pacidad para organizarse y auto-gestionarse, la dependencia se
mantiene alrededor de una economía criminal y, esto, en suma,
condiciona y determina el comportamiento del colectivo (instru-
mentalización). Esta puede ser una interpretación de cómo el
crimen organizado urbano le disputa la legitimidad al Estado.

El entramado social del crimen, es decir, una forma de cohesión


social adecuada en función de las actividades criminales, en
este caso del narcotráfico, indican la intención de explorar un ca-
Narcomenudeo: entramado social del crimen

mino distinto para acceder al poder local, no de manera vertical,


sino horizontal. La dependencia económica (voluntaria o cons-
treñida) de los ciudadanos en condición de periferia, garantiza
la cohesión social de comunidades en estado de exclusión por
parte de los narcotraficantes, lo cual se constituye en la base po-
pular para elegir gobernantes, con el fin de mantener y proteger
el mercado y maximizar las ganancias.

Es decir, la territorialización (Ramalho, S. 2006) de las ciudades


sería el propósito de las organizaciones criminales, por ello se

36
AMENAZAS A LA SEGURIDAD PÚBLICA EN LO URBANO: HISTÓRICAMENTE INVISIBLES

habla ya de un poder paralelo. Esto en atención a que organiza-


ciones criminales como el Primeiro Comando da Capital (PCC)
tiene una estructura mafiosa con una considerable base social
fundada en la comisión de múltiples formas de delito, y que, in-
cluso, “El PCC introduce a sus miembros en concursos para car-
gos públicos y quiere organizarse para los comicios electorales”
(Manrique, L. 2006, p. 5). Por su parte, Dirk Kruijt (2008), en un
análisis sobre actores armados y su incidencia sobre la violen-
cia en América Latina, indica que en las favelas de Brasil existen
organizaciones de la narcoeconomía, “que ejercen la función de
seguridad y de justicia local como una autoridad paralela, que
convive a la vez en simbiosis con la población común y está do-
minando la sociedad local en los barrios populares” (pp. 64-65).

La capacidad de respuesta institucional: en crisis por el


desconocimiento de la amenaza y la descoordinación

En Brasilia (Brasil) la Escuela Regional de la Comunidad de Inteligen-


cia Antidrogas de las Américas (ERCAIAD) desarrolló el “Curso Inter-
nacional de Inteligencia Estratégica y Prospectiva del Tráfico Ilícito de
Drogas” en el que participaron expertos en la lucha contra el narco-
tráfico adscritos a diez cuerpos de policía de Latinoamérica, ejercicio
académico que arrojó las siguientes conclusiones:

a) Las políticas públicas y las estrategias no responden a las reali-


dades territoriales (Morales, C. y Nougier, M. 2010), porque se des-
conocen los elementos constitutivos del narcotráfico lo que redun-
da en una inadecuada lectura de las variables, se desconocen las
tendencias y por ello, no se logra anticipar hacia dónde mutará, se
desplazará o perfeccionará el funcionamiento del fenómeno.
Narcomenudeo: entramado social del crimen

b) La coordinación interinstitucional se dificulta en los países fede-


rados por lo complejo que resulta articular esfuerzos de orden mu-
nicipal, estatal y federal. Por su parte, en los Estados con régimen
centralista y unitario la afectación se identifica en que las estrate-
gias son verticales, de aplicación indiscriminada y no responden a
las realidades territoriales. En uno u otro modelo la debilidad radica
en el bajo impacto de las estrategias en el territorio local.

37
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

c) Los mayores esfuerzos de los cuerpos de policía se orientan a


reducir la producción y distribución de sustancias estupefacientes
que tienen como destino los mercados de Estados Unidos y Euro-
pa, como una prioridad bajo la doctrina de la seguridad nacional,
pero se desatiende la comercialización de estupefacientes dentro
de cada uno de los Estados.

d) La capacitación y destinación de los recursos se orienta hacia los


grupos especializados de los cuerpos de policía que actúan contra
la producción y la distribución de sustancias estupefacientes, pero
lastimosamente no ocurre lo mismo con los servicios de policía lo-
cales, que deben proceder de manera rutinaria contra la comerciali-
zación de estupefacientes, pese a que en este ámbito tiene la mayor
incidencia en la inseguridad pública y la gobernabilidad local.

e) La investigación criminal se constituye en un factor de suprema


relevancia, en el cual existen graves problemas, tales como:

• En la estructura de los órganos judiciales se han creado unida-


des especializadas para investigar delitos relacionados con el
narcotráfico, pero no se utilizan esas capacidades especializa-
das en la judicialización de las organizaciones criminales dedi-
cadas a la venta de estupefacientes en la calle, porque de forma
equivocada, no se considera parte de ese sistema. Es decir, no
se concibe que el narcotráfico funcione como un esquema de
crimen-red que articula sistemáticamente lo trasnacional con lo
local, en el que la delincuencia común ha sido subsumida y hace
parte de la “empresa criminal”.

• Los investigadores judiciales priorizan los procesos contra los lí-


Narcomenudeo: entramado social del crimen

deres de las organizaciones criminales y la incautación de gran-


des cargamentos de sustancias estupefacientes, ante la presión
por el logro de resultados operacionales. Por ello, la investiga-
ción criminal contra los mercados internos no es una prioridad.

f) No se concibe el flujo de capitales en las diferentes etapas del


narcotráfico sino que la atención se restringe a la dimensión de la-
vado de activos. Aun así, no están establecidas las variables que
permitan un conocimiento y seguimiento estratégico, sino que por
ahora, se estudian y persiguen diferentes modus operandi de acuer-

38
AMENAZAS A LA SEGURIDAD PÚBLICA EN LO URBANO: HISTÓRICAMENTE INVISIBLES

do a la tendencia y manifestación del delito. En este punto, es ne-


cesario advertir el reto de los cuerpos de policía de Latinoamérica
por especializar la comprensión de esta fase del narcotráfico para
complementar la estructura lógica de análisis.

g) En varios Estados del hemisferio se puede identificar que la in-


formación estratégica del narcotráfico es limitada y dispersa (su
recolección, administración y gestión recae sobre diferentes insti-
tuciones gubernamentales), lo que significa dificultades para com-
prender la interdependencia de las propiedades del sistema. Ade-
más, no hay una instancia que centralice y coordine la ejecución de
la política pública ni haga seguimiento a la mutación del fenómeno.

h) El análisis del narcotráfico desde los cuerpos de policía se per-


cibe fragmentado, su esfuerzo se focaliza en los subsistemas de
producción, distribución y la dimensión del lavado de activos. Sin
embargo, no se concibe la comercialización de estupefacientes ni
el flujo de capitales como un objeto propio de su actividad, y por lo
tanto, no se logran evidenciar las relaciones causales ni la interde-
pendencia integral que tiene el sistema.

i) Los esfuerzos en relación con la demanda han priorizado la pre-


vención del consumo de sustancias estupefacientes, dejando de
lado las acciones relacionadas con la mitigación, superación y for-
talecimiento de la capacidad de respuesta. Las instituciones del
Estado fragmentan la realidad para operacionalizar las estrategias
contra el narcotráfico, en otras palabras, descomponen la oferta de
la demanda, que en la práctica tiene un impacto negativo.

j) En el hemisferio el fenómeno de venta de estupefacientes se


Narcomenudeo: entramado social del crimen

conoce con distintos nombres, por ejemplo, Argentina y Uruguay


(boca de expendio), Brasil (boca de fumo), Chile, Costa Rica y Re-
pública Dominicana (microtráfico), México (narcomenudeo), Nica-
ragua (expendio de droga), Panamá (venta callejera) y Perú (micro-
comercialización).

El narcotráfico, un sistema: la evolución glocal

El narcotráfico es un sistema glocal que afecta la seguridad públi-


ca y la estabilidad institucional desde diferentes perspectivas; esto

39
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

permite aseverar que en Colombia la comercialización de estupefa-


cientes estaría fijando tendencias de comportamiento hacia ámbi-
tos afines con las siguientes proposiciones:

• Las organizaciones transnacionales, entre ellas las Bandas Cri-


minales (BACRIM), pretenderán expandir y consolidar el mercado
ilegal de sustancias estupefacientes dentro del territorio nacio-
nal. Factores como la disminución del riesgo, la posibilidad de
eludir procesos judiciales en Estados Unidos y la alta rentabili-
dad del negocio, serían elementos que pueden potenciar esta
orientación.

• En las zonas de frontera se empezaría a evidenciar la influencia


de un crimen subregional y baja capacidad de coordinación en-
tre las autoridades judiciales de los Estados para responder a
este reto.

• El crimen organizado pretendería asentarse en las ciudades


principales e intermedias para apropiarse del territorio con el
propósito de favorecer y diversificar las actividades económicas
criminales. No se pueden perder de vista situaciones complejas
como las ocurridas en Río de Janeiro, donde existiría un interés
por consolidar fuerzas con carácter revolucionario y de liberación
(Morales, C. y Nougier, M. 2010), que se deben tener como refe-
rencia de escenarios catastróficos.

• El mercado de productos sustitutos crecería porque existe el in-


terés sistemático de los criminales por generar la dependencia
en el consumo de sustancias que generan efectos similares a los
estupefacientes.
Narcomenudeo: entramado social del crimen

Comprender la amenaza: el reto para guiar la actividad de


policía con inteligencia
De esta manera, se da paso a la caracterización de la investigación
que se desarrolló por parte de la DIPOL. Por lo tanto, se presentan
a continuación los objetivos y los marcos: teórico, conceptual y me-
todológico, que fueron empleados para la aproximación al conoci-
miento del fenómeno en Pereira.

40
AMENAZAS A LA SEGURIDAD PÚBLICA EN LO URBANO: HISTÓRICAMENTE INVISIBLES

El objetivo general de la investigación fue elaborar la ontología del


subsistema de comercialización de estupefacientes en el sistema
socioeconómico del narcotráfico mediante la implementación del
Ciclo de Inteligencia Policial para ase­sorar la planeación y presta-
ción del servicio frente a la seguridad pública.

Para lograr tal propósito, fue necesario orientar los esfuerzos hacia
los siguientes objetivos específicos, secuenciales y complementa-
rios:

1. Identificar la estructura y funcionamiento del subsistema de co-


mercialización de estupefacientes en el sistema del narcotráfico.

2. Explicar el proceso de entramado social para la institucionaliza-


ción del narcomenudeo como actividad económica criminal.

3. Describir las manifestaciones asociadas al narcomenudeo que


amenazan la seguridad pública.

4. Presentar una propuesta con enfoque prospectivo útil para ase-


sorar la toma de decisiones en la planeación y prestación del
servicio de policía.

En concordancia y en relación con la teoría fundamentada, se rea-


lizaron las consultas teóricas afines con la realidad y que además
ofrecieran los conceptos adecuados para enmarcarlos, interpretar-
los y explicarlos con los datos fácticos hallados.

Un marco teórico concebido en el sistemismo para


comprender la comercialización de estupefacientes
Narcomenudeo: entramado social del crimen

La complejidad para representar en abstracciones teóricas de la for-


ma como el narcomenudeo afecta la seguridad pública demandó la
cuidadosa selección de teorías que permitieron aproximarse a las
dimensiones reales del fenómeno y a la forma como este se apropia
del territorio. Para iniciar este estudio se abordó el fenómeno de
narcomenudeo como la manifestación asociada a la comercializa-
ción de estupefacientes percibida por los ciudadanos, con lo cual,
se logró penetrar en los componentes estructurales del narcotráfico.

41
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

En este sentido, se concibió una teoría central, que es sobre la que


se rige la comprensión, y cuatro sustantivas o complementarias,
que están en concordancia con la central y permiten profundizar
en el conocimiento específico algunos aspectos de esta realidad.
Como teoría central para el análisis se seleccionó la Teoría General
de los Sistemas, para establecer cómo el narcomenudeo se relacio-
na con el narcotráfico. Posteriormente se encuentra la necesidad
de estudiar teorías relacionadas con el marketing, las representa-
ciones sociales, la geografía humana (en especial las líneas de la
territorialidad humana y la geografía crítica del capitalismo) y con el
valor público.

En consecuencia, se hará una breve descripción de cada conteni-


do teórico y una explicación del aporte que éstos le confieren a la
comprensión del narcomenudeo para aproximarse así a la comer-
cialización de estupefacientes y lograr visibilizar la afectación a la
seguridad pública.

Teoría General de los Sistemas


Este planteamiento teórico se fundamenta en que los aconteci-
mientos parecen envolver algo más que las decisiones y acciones
individuales, y están determinados más bien por “sistemas” socio-
culturales, trátese de prejuicios, ideologías, grupos de presión, ten-
dencias sociales, el crecimiento y la decadencia de civilizaciones
y quién sabe cuánto más (Bertalanffy, L. 1946). A través de esta
teoría es posible conocer la metafísica de los fenómenos y ello tam-
bién plantea la necesidad de apoyarse en la interdisciplinariedad
para ese logro.
Narcomenudeo: entramado social del crimen

Aquí la metafísica es entendida no como lo que trasciende, sino


como la ontología, la epistemología, la axiología y la teleología de
los fenómenos. Es así como desde la identificación de los sistemas
de variables mutuamente dependientes se pretende avanzar hacia
la comprensión del fenómeno del narcomenudeo, el cual no puede
estar aislado de un sistema o suprasistema y es a partir de una
comprensión sistémica que se pretende realizar la aproximación de
cómo afecta la seguridad ciudadana.

42
AMENAZAS A LA SEGURIDAD PÚBLICA EN LO URBANO: HISTÓRICAMENTE INVISIBLES

Esta teoría clasifica los sistemas según la constitución y el nivel de


intercambio con el medio, así:

a) Los sistemas según su constitución: pueden ser físicos (com-


puestos por equipos, por maquinaria y por objetos y cosas rea-
les), abstractos (compuestos por conceptos, planes, hipótesis e
ideas) o físico-abstractos (entendidos como la combinación de lo
físico y lo abstracto).

b) Los sistemas según el nivel de intercambio con el medio: pueden


ser cerrados (son herméticos a cualquier influencia ambiental) o
abiertos (presentan relaciones de intercambio con el ambiente,
a través de entradas y salidas).

La teoría general de los sistemas tiene entre sus objetivos producir


teorías o elaborar abstracciones, crear condiciones de aplicación
en la realidad empírica y elaborar formulaciones conceptuales. Así
mismo, se distinguen algunas funciones y principios que rigen los
sistemas tales como:

Funciones

• Adaptación: lleva a cabo los cambios para sobrevivir en un medio


cambiante.

• Apoyo: provee desde el medio al sistema los elementos necesa-


rios para su transformación.

• Dirección: coordina las actividades desde los subsistemas y toma


decisiones en los momentos necesarios.
Narcomenudeo: entramado social del crimen

• Mantención: se encarga de lograr que las partes del sistema per-


manezcan dentro del sistema.

• Producción: transforma las corrientes de entrada en flujos de sa-


lida esperados.

43
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

Principios

• Sistema: orden dinámico de partes y procesos en interacción


mutua.

• Sinergia: es el principio básico de esta teoría y se refiere a que el


todo no es igual a la suma de las partes, ni puede ser deducido
a partir de algún elemento del sistema.

• Recursividad: alude a la relación suprasistema, sistema, subsiste-


ma y postula que un objeto sinergético está compuesto de partes
que son a su vez objetos sinergéticos.

• Organización: es un sistema socio técnico incluido en otro más


amplio, que es la sociedad con la que interactúa influyéndose
mutuamente. También puede ser definida como un sistema so-
cial integrado por individuos y grupos de trabajo que responden
a una determinada estructura y dentro de un contexto al que con-
trola parcialmente, para desarrollar actividades aplicando recur-
sos en procura de ciertos valores comunes.

Los subsistemas de la organización son: el subsistema psicosocial


(compuesto por individuos y grupos en interacción), el subsistema
técnico (técnicas usadas para la transformación de insumos en pro-
ductos) y el subsistema administrativo (desarrolla planes de integra-
ción, estrategia y operación).

• Entropía: es la tendencia de los sistemas al desgaste, a la desin-


tegración, para el relajamiento de los estándares y para un au-
mento de la aleatoriedad. En la medida que la entropía aumenta,
Narcomenudeo: entramado social del crimen

los sistemas se descomponen en estados más simples.

• Homeostasis: es el equilibrio dinámico entre las partes del siste-


ma. Los sistemas desarrollan una tendencia a adaptarse con el
fin de alcanzar un equilibrio interno frente a los cambios externos
del medio ambiente.

• Isomorfismo: se refiere a la construcción de modelos de sistemas,


sobre todo de carácter matemático, de tal forma que la represen-

44
AMENAZAS A LA SEGURIDAD PÚBLICA EN LO URBANO: HISTÓRICAMENTE INVISIBLES

tación algebraica permita predecir el comportamiento del siste-


ma. El resultado del modelo coincide con la realidad.

• Teleología: define que todos los subsistemas deben tener una


relación interdependiente orientada al logro de los fines del
sistema.

• Equifinalidad: es un principio de los sistemas abiertos que señala


que existe más de un método para conseguir un objetivo. Este
principio es muy importante en la aplicación de la práctica orga-
nizacional, especialmente cuando se trata del logro de objetivos y
el diseño de estructuras.

Es decir, los sistemas no son la suma de partes en un todo. Su esen-


cia la constituye el poder identificar la estructura, es decir los tipos y
números de conexiones de los componentes (subsistemas) (Engui-
ta, M. 1998, p. 42), la interacción entre ellos (dinámica-funciona-
miento) y la interconexión o interdependencia con otros sistemas en
un gran suprasistema. Entonces, guiados por el criterio de algunos
expertos consultados, se explora si la comercialización de estupe-
facientes, como subsistema del narcotráfico, tiene un enfoque de
mercado y para ello, se consulta la teoría del marketing.

Teoría del Marketing


El término marketing es un anglicismo cuya definición según Philip
Kotler (considerado por algunos como el padre del marketing) es
“el proceso social y administrativo por el cual los grupos e indivi-
duos satisfacen sus necesidades al crear e intercambiar bienes
Narcomenudeo: entramado social del crimen

y servicios”. El marketing funciona como un subsistema de una


empresa, sistema en el que también se conoce como comerciali-
zación (Murgado, E. 2005).

Para su estudio, el marketing se considera como una disciplina que


ha desarrollado distintas teorías que se agrupan en varias escue-
las de pensamiento (Moliner, A. y Cervera, A. 2004), así: escuelas
de marketing económicas y no interactivas; escuelas de marketing
económicas e interactivas, escuelas de marketing no económicas y

45
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

no interactivas, y las escuelas de marketing no económicas e inte-


ractivas.

Analizadas las escuelas de marketing económicas e interactivas


se seleccionan dos de las teorías allí propuestas, por considerarlas
de interés en el propósito de aproximación a la comprensión de la
comercialización de estupefacientes; en tal sentido, se realiza una
síntesis del contenido de estas.

La escuela institucional: los mercados como base de


aproximación institucional

Este pensamiento tiene afinidad con la escuela de pensamiento


de la dinámica organizacional, por ser descendiente de la escue-
la institucional. Entre sus aportes al marketing se destaca que
prioriza el conocimiento en aquellas organizaciones encargadas
de transportar o recibir los productos elaborados en los centros
de producción, los procesos de transformación para llevarlo al
consumidor final. En los canales de distribución estudia el rol del
intermediario como componente del marketing moderno, anali-
za los beneficios y riesgos potenciales de la integración vertical
en el canal de distribución, introduce la influencia del entorno e
identifica la importancia de los mercados como base de la apro-
ximación institucional en los que se consideran aspectos como
el poder, la cooperación y el conflicto.

La escuela del management o dirección: el marketing mix como


integración de distintas funciones simultáneamente
Narcomenudeo: entramado social del crimen

Entre los aportes más relevantes de esta perspectiva de pensa-


miento se identifica la introducción del concepto marketing mix,
cuya filosofía se centra en la necesidad del marketing manager
para sistematizar las tareas de marketing como una mezcla o
integración de distintas funciones simultáneamente. En este
planteamiento teórico se establecen algunas preocupaciones de
enfoque sistémico entre los componentes del mix de mercado o
estrategia de las 4P´s, por la necesaria interdependencia que
debe darse entre el producto, el precio, la promoción y el punto
de venta.

46
AMENAZAS A LA SEGURIDAD PÚBLICA EN LO URBANO: HISTÓRICAMENTE INVISIBLES

Es así como esta escuela propone fijar la atención en el ciclo de


vida de los productos, la relación de éstos y el coste con el diseño
del sistema de cálculo del precio, la correspondencia que debe
existir entre las formas de distribución y promoción del producto,
así como la necesidad de promover la compra de productos a
través de la relación que se debe establecer entre el comprador
y los vendedores en el punto de venta. Es decir, las 4P´s se im-
pactan y afectan o benefician mutuamente.

Luego de conocidos los enfoques de estas escuelas del marketing,


es pertinente señalar la función, los propósitos, los elementos
constitutivos y los enfoques de este subsistema en una empresa.
En ese orden, la principal función del marketing es ejecutar todas
las acciones necesarias para que se produzca la venta definida
por la interdependencia que debe existir entre el producto, el pre-
cio, la promoción y el punto de venta, lo que se entiende como
marketing mix.

Algunos de los propósitos que cumple el marketing lo destacan


como el subsistema encargado de contactar a los productores con
los consumidores, investigar sus necesidades, diseñar los produc-
tos que satisfagan las necesidades, hacerlos llegar a los consumi-
dores y, por último, dar a conocer el producto y la empresa a esos
consumidores seleccionados.

La estructura del marketing está integrada por dos componentes,


a saber: el primero, conocido como sistema de análisis, marketing
estratégico o mercadeo, y el segundo, sistema de acción, marketing
operativo o mercadotecnia.
Narcomenudeo: entramado social del crimen

1. El mercadeo o marketing estratégico tiene entre sus responsabi-


lidades la elección de los productos, los mercados o segmentos en
los que la empresa detenta una ventaja competitiva y sobre una pre-
visión de la demanda global. Para ello, realiza el análisis y diagnósti-
co de la situación (relación con el mercado, el canal de distribución,
la competencia, los clientes, el entorno y el ambiente interno o DOFA
de la empresa), identifica los objetivos estratégicos (cualitativos y
cuantitativos) y establece estrategias (de mercado, de producto, de
segmentación y de posicionamiento).

47
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

Es decir, aquí se decide cuál es el producto que logra satisfacer las


necesidades del consumidor, y a su vez, se establecen los criterios
para maximizar las ganancias, se dispone el precio de venta, se de-
fine la estructura organizacional y la actuación de la empresa (canal
de abastecimiento y distribución), y, por último, se establece la for-
ma como se debe relacionar la fuerza de venta con el comprador.

2. La mercadotecnia o marketing operativo es el aspecto más visi-


ble de la gestión de marketing y le corresponde ejecutar acciones
en relación con el intercambio y la monetización de los productos,
para ello, se debe lograr la armonía entre los componentes del mar-
keting mix (producto, precio, promoción y punto de venta) de los
cuales se realiza la descripción de la funcionalidad para la empresa:

• El producto: es el elemento clave de la oferta para satisfacer las


necesidades de un mercado objetivo o clientes. En esta catego-
ría se manufacturan los productos según los criterios estableci-
dos por la organización como bienes (duraderos, no duraderos,
de consumo y de uso común), servicios y experiencias, conside-
rando atributos tales como los niveles de satisfacción del consu-
midor (beneficio básico, producto básico y producto esperado), la
marca (verbal, icónica, cromática, psicológica) y la existencia del
producto.

• El precio: se materializa el sistema de cálculo del precio teniendo


en cuenta que el precio de venta no genere sensibilidad en el
comprador. Para ello, se atienden variables como costos (opera-
cionales y administrativos), objetivo de lucro, características del
mercado (monopolio, oligopolio), competencia (poder de la esca-
sez), cualidades y hábitos del consumidor.
Narcomenudeo: entramado social del crimen

• La promoción: es la forma como se da a conocer la organización,


el producto y su precio, se ejecutan acciones de publicidad (co-
municación externa), relaciones públicas (estructura organiza-
cional, imagen y comunicación) y se elige la mejor forma de con-
tactarse con el comprador.

• El punto de venta (mercado): es el momento de mayor importancia


porque es cuando se visibiliza la organización, aquí se estable-
ce el contacto entre la fuerza de venta y el comprador, se da el

48
AMENAZAS A LA SEGURIDAD PÚBLICA EN LO URBANO: HISTÓRICAMENTE INVISIBLES

intercambio del producto por dinero (monetización) y el sistema


genera intercambio de materias con el medio ambiente.

Entonces se puede apreciar la articulación e interacción entre el


marketing estratégico (mercadeo) y el operativo de la empresa, por
cuanto en el primer nivel se definen los criterios y en el segundo se
ejecutan las acciones orientadas a satisfacer las necesidades del
consumidor final y maximizar las ganancias.

Lo anterior se complementa con los enfoques del subsistema de mar-


keting (Murgado, E. 2005), que en una empresa se pueden clasificar
de la siguiente forma: orientación hacia el productor, orientación ha-
cia la venta y orientación hacia el marketing.

Orientación hacia el productor

1. Óptica de la producción en masa: demanda muy superior a la


oferta, la empresa se centra en conseguir la máxima producción
al menor precio y el cliente en encontrar un producto que satisfa-
ga su necesidad a un precio asequible.

2. Óptica del producto: las necesidades, desde un punto de vista


cuantitativo, están satisfechas, la competencia empieza a tener
importancia y la organización se centra en la calidad técnica del
producto como garantía del éxito.

Orientación hacia la venta

La oferta puede atender plenamente la demanda global, siendo la


competencia relativamente intensa. Las organizaciones tratan de
Narcomenudeo: entramado social del crimen

estimular la venta de productos no considerados esenciales me-


diante la búsqueda de los circuitos y puntos de venta más eficaces
y, el desarrollo de una fuerza de venta emprendedora.

Orientación hacia el marketing

1. Óptica del consumidor: la organización debe determinar las nece-


sidades de sus mercados-meta y diseñar una oferta que permita
atenderlas de forma rentable.

49
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

2. Óptica del consumidor y el entorno: considera al individuo como


parte integrante de una sociedad, representa el interés de la co-
lectividad.

Una vez conocido el rol del subsistema de comercialización en una


empresa, se podría establecer que la venta, compra y consumo de
los estupefacientes, es lo que se conoce como narcomenudeo. Así
mismo, que el narcotráfico se puede considerar como una empresa
criminal en la que el narcomenudeo sería sólo la parte visible del
marketing o la comercialización de sustancias estupefacientes.

Teoría de las representaciones sociales


Es una formulación teórica estructurada sobre la construcción de
conocimiento a manera de hecho social para hacer inteligible la
realidad que integra un grupo (en lo físico y lo social) en la relación
de intercambios. Tiene una tradición de proposiciones organizadas
y presentadas de forma nomotética para explicar las regularidades
que pueden ser observadas de manera recurrente dentro de deter-
minados colectivos, que guardan identidades o factores comunes
que les son propios.

Hacia 1961 Serge Moscovici publica su tesis doctoral “La psycha-


nalyse, son imàge et son public” en la cual se plantean los funda-
mentos estructurales de esta teoría. El trabajo central de la obra
estaba referido a entender la naturaleza del pensamiento social.
Es aquí donde introduce el concepto de representaciones sociales,
entendidas como una modalidad particular del conocimiento, cuya
función es la elaboración de los comportamientos y la comunica-
Narcomenudeo: entramado social del crimen

ción entre los individuos. Sandra Araya Umaña (2002), indica que:

Moscovici estudió cómo las personas construyen y son construidas por


la realidad social y a partir de sus elaboraciones propuso una teoría
cuyo objeto de estudio es el conocimiento del sentido común enfocado
desde una doble vía: desde su producción en el plano social e intelec-
tual y como forma de construcción social de la realidad (Banchs, M.
1988) (p. 13).

50
AMENAZAS A LA SEGURIDAD PÚBLICA EN LO URBANO: HISTÓRICAMENTE INVISIBLES

En otras palabras se plantea todo un cuerpo conceptual en el que


las representaciones sociales son ideas o nociones generadas y ad-
quiridas de forma histórica, cubriendo el carácter pre-establecido y
estático que tenían en la visión clásica. Las representaciones, que
en el inicio definió Émile Durkheim (1994) como colectivas, pasan
a ser sociales; donde lo que cuenta son las interacciones, los pro-
cesos de intercambio a partir de los cuales se elaboran dichas re-
presentaciones confiriéndoles su carácter social haciendo posible
nombrar y clasificar sin ambigüedades los diversos aspectos del
mundo, así como la historia individual y grupal. Contextualmente
es importante porque generan una visión e interpretación colectiva
donde surge la apropiación de las realidades.

… En el sentido clásico, las representaciones colectivas son un meca-


nismo explicativo, y se refieren a una clase general de ideas o creencias
(ciencia, mito, religión, etc.), para nosotros son fenómenos que nece-
sitan ser descritos y explicados. Fenómenos específicos que se rela-
cionan con una manera particular de entender y comunicar -manera
que crea la realidad y el sentido común-. Es para enfatizar esta distin-
ción que utilizo el término “social” en vez de “colectivo”… (Moscovici,
1984, citado por Perera, M., 1999, p. 5).

Un elemento de interés para la comprensión del fenómeno narco-


menudeo es la visión que tienen los ciudadanos a partir de la com-
prensión que internalizan de la realidad social en la que desarrollan
su existencia, más aun cuando forzosamente están incorporados a
uno o varios colectivos de interacción donde directa o indirectamen-
te reciben efectos de esta problemática. Peter L. Berger y Thomas
Luckmann (1999), consideran que la construcción social de la rea-
lidad está signada por una apropiación del entorno fenomenológico
Narcomenudeo: entramado social del crimen

en el cual proponen que los procesos subjetivos vivenciados en su


devenir cotidiano, son realidades objetivas. Aunque parezcan situa-
ciones inconscientes, las personas se apropian y hacen suyo el vi-
vir habitual en forma de realidad ordenada, es decir, los individuos
perciben la realidad como independiente de su propia aprehensión,
apareciendo ante ellos objetivada, ontológicamente encuadrada y
como algo que se les impone. Valga decir que la conciencia colecti-
va trasciende a los individuos como una fuerza coactiva que direc-
ciona y se muestra convergente.

51
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

Moscovici identificaba a las representaciones sociales como un sis-


tema cognitivo con lógica y lenguaje propio, incluso discurso propio.
Por lo tanto, hay un conocimiento construido de forma colectiva don-
de la comunicación (transferencia e intercambio de información y
saberes entre pares sociales) establece valores, ideas y prácticas,
que como activo social, es extraído de las explicaciones del mismo
pensamiento social a los fenómenos que se presentan en el entor-
no, lo que termina por orientar la forma de percibir, razonar y actuar
a manera de conocimiento común. Esto obliga a que las personas
piensen y se organicen de forma más o menos homogénea en su
vida cotidiana.

Bajo esta perspectiva, la vida social se organiza a partir de elemen-


tos cognitivos, afectivos y simbólicos que son representativos, gene-
ran identidad y son colectivamente aceptados, tolerados e incluso,
defendidos. De esta manera se estructuran plataformas de organi-
zación tanto en las relaciones interpersonales como entre los gru-
pos sociales en que se desarrollan. De ahí que existan opiniones,
creencias y normas que independientemente del contenido positivo
o negativo a la luz de la estatalidad o la legalidad, tienen una orien-
tación de aplicación generalizada. Así cobran vigencia y aplicabili-
dad material formas de comunicación (códigos, símbolos), lógicas
de actuación, límites y diversidad de prácticas que en suma, cons-
truyen la conciencia colectiva, que se rige por una fuerza normativa
de aplicación inapelable en determinados contextos y espacios.

Las representaciones sociales además, se pueden catalogar como


conjunto dinámico de imágenes o formas cognitivas que reprodu-
cen comportamientos colectivos y relaciones con el medio donde se
presentan. No debe confundirse con opiniones ni imágenes sobre
Narcomenudeo: entramado social del crimen

determinado aspecto de la vida social, sino proposiciones colectivas


destinadas a interpretar y construir lo real, donde la acción cons-
truye comportamiento e interacción. Tienen por tanto, una figura
y un significado que las revisten de unas propiedades específicas
en las que combina objeto con sujeto, para llegar al resultado de
una construcción lógica de las conductas y de orientación de las
comunidades sociales (Moscovici, S., 2002). Es un intercambio en-
tre percepción y concepto a través de la imagen en cuanto que las

52
AMENAZAS A LA SEGURIDAD PÚBLICA EN LO URBANO: HISTÓRICAMENTE INVISIBLES

ideas abstractas se convierten en formas icónicas y este proceso se


materializa en formas concretas.

La teoría plantea que a partir del análisis de cuatro elementos cons-


titutivos de las representaciones sociales se puede realizar un acer-
camiento a la realidad social de un colectivo: la información, que
se relaciona con lo que “yo sé”, con lo que se entiende como típico,
general y cotidiano; la imagen que aglutina lo que “veo”, no como
meras percepciones sino cosas concretas y objetivadas que tienen
denominación y son comprensivas con patrones de conocimiento
colectivo; las opiniones, relativo a lo que “creo”, a manera de inter-
nalización y elemento común para las formas de interacción comu-
nicativa; y, las actitudes, fundadas en lo que “siento” y cuál debe ser
el comportamiento dentro de marcos generales de cumplimiento.
La representación es una acción psicológica que posee una función
simbólica, ya que implícitamente contiene un significado y éste tie-
ne que ver directamente con la situación del sujeto frente al mundo
en que vive y con el que se relaciona.

Formación de una representación social

De acuerdo con Denise Jodelet (1985), Serge Moscovici analizó los


procesos principales que explican el doble camino que transforma
un conocimiento en representación y a la vez parten de esta para
transformar lo social. Esos procesos fueron denominados objetiva-
ción y anclaje que poseen un considerable grado de interdependen-
cia para materializarse.

Tanto objetivación como anclaje son mecanismos que provienen de


la propia dinámica de las representaciones. El primero es un proce-
Narcomenudeo: entramado social del crimen

so por medio del cual se transforman conceptos abstractos extraños


en experiencias o materializaciones concretas para llegar a formar
una imagen estructurada. En él los saberes y las ideas acerca de
determinados objetos sufren una serie de transformaciones espe-
cíficas para formar luego parte de las representaciones sociales de
dichos objetos. Aquí es donde lo invisible se convierte en percepti-
ble. Moscovici lo resume afirmando que “objetivar es reabsorber un
exceso de significados materializándolos” (Lacolla, L. 2005).

53
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

En la misma producción Jodelet indica que para la objetivación se


requieren tres fases: la construcción selectiva (selección y descon-
textualización), la esquematización estructurante (formación de un
núcleo figurativo) y la naturalización (el concepto se convierte en
realidad con existencia autónoma).

Mientras tanto, el anclaje como segundo mecanismo, permite in-


tegrar información sobre la forma en que los saberes y las ideas
acerca de determinados objetos entran a formar parte de un pen-
samiento e imagen con carácter colectivo. Esto se logra por medio
de transformaciones específicas para incorporar asuntos puntuales
que modifican los esquemas de identidad. Un elemento clave de
este proceso es la pertenencia del sujeto a un determinado grupo
social, porque los efectos del enraizamiento dan soporte y objeto
a la representación. Según Pereira de Sá (1993) para Moscovici,
el principal fundamento que sigue una representación social es “la
transformación de lo no familiar en familiar”.

Una vez realizado este recorrido por la teoría de las representacio-


nes sociales, es claro que las interacciones interindividuales propias
de entornos donde se forman asentamientos de colectivos huma-
nos, implican compartir realidades sociales y marcos de referencia-
ción común con significado propio, donde son imperativos procesos
básicos como las conversaciones cotidianas. Son en esencia una
objetivación común anclada en la vida cotidiana que determina y
condiciona las actuaciones tanto individuales como colectivas.

Es este trasfondo, que representa el núcleo de la vida social y bajo


la guía de esta propuesta teórica se recuperó esa parte de la reali-
dad en la que se desarrolla el narcomenudeo no solamente como
Narcomenudeo: entramado social del crimen

medio sino como fin de actores criminales, en atención a que impac-


ta de forma directa o indirecta colectivos humanos y construye rela-
ciones sociales alrededor de las interacciones cotidianas. Además
porque tiene amplias implicaciones por los procesos de formación e
identidad que este fenómeno ha tenido durante largos años dentro
conjuntos más o menos amplios de personas que comparten simila-
res realidades. Y fueron las personas, asociadas de forma impuesta
a los colectivos sociales quienes exteriorizaron en los instrumentos
de recolección de información las manifestaciones, idealizaciones,

54
AMENAZAS A LA SEGURIDAD PÚBLICA EN LO URBANO: HISTÓRICAMENTE INVISIBLES

emociones, reglas, símbolos y códigos que son propios del submun-


do que la comercialización de estupefacientes ha establecido en
los entornos inmediatos y próximos a los puntos de venta donde
la naturaleza de la relación como objeto, es definitoria de lo social.

Hecha esta inferencia como resultado de la comprensión teórica,


es oportuno conocer bajo el enfoque sistémico de la teoría de la
geografía humana cómo el narcomenudeo se podría constituir en
un fenómeno que se territorializa para establecer un nuevo orden
social que favorezca la acumulación de capital.

Teoría de la geografía humana


Esta es interdisciplinar de la geografía, también conocida como la
antropo-geografía que tiene por objeto el estudio de los fenómenos
ocurridos en la población, la economía, el urbanismo y la política
(Jiménez, P. 2009, p. 31). Walter Alva (2005) advierte que es nece-
sario tener un contexto espacial a partir de principios geográficos
tales como la actividad, la causalidad, la comparación o analogía, la
descripción, la distribución, la evolución, la localización y la relación,
de los cuales se elabora una breve descripción:

Actividad: propuesto por Jean Brunhes, señala que todo se encuen-


tra en constante transformación, teniendo como agentes transfor-
madores al hombre o a la naturaleza.

Causalidad: formulado por Alexander von Humboldt, se orienta a


identificar el porqué de la ocurrencia de un hecho o fenómeno geo-
gráfico. Permite encontrar los factores que actúan sobre los elemen-
Narcomenudeo: entramado social del crimen

tos y sus características, así como modificarlos, lo que genera unos


resultados, unos efectos y unas consecuencias concretas.

Comparación o analogía: desarrollado por Karl von Ritter y Vidal de la


Blache, consiste en establecer semejanzas y diferencias entre el
hecho o fenómeno geográfico que se estudia con otro que se ubica
en otras latitudes del globo.

Descripción: consiste en dar a conocer las características de un he-


cho o fenómeno geográfico que se quiere estudiar.

55
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

Distribución: permite analizar el alcance del elemento y sus caracte-


rísticas, la extensión afectada, el espacio dependiente e influencia-
do, la posible magnitud y las repercusiones o efectos en el sistema,
tanto en su estructura como en su funcionalidad.

Evolución: para dar una explicación completa debe considerarse la


evolución, la historia, tanto en el caso de fenómenos físicos como
humanos. Todo está sometido a cambios y transformaciones. La
geografía estudia, por tanto, los cambios o transformaciones que
sufre un hecho o fenómeno durante su desarrollo.

Localización: elaborado por Federico Ratzel, se refiere a ubicar el


lugar exacto de un hecho o fenómeno geográfico considerando al-
gunos aspectos espaciales como latitud, longitud, altitud, límites y
superficie. Debe entenderse además en sentido relativo, es decir, la
posición que ocupa en el sistema con relación a los otros elementos
constitutivos de éste, e incluso con relación al entorno del sistema.

Relación o conexión: también formulado por Jean Brunhes, establece


que todo hecho o fenómeno geográfico debe ser estudiado en su
conjunto y no de forma aislada. Los fenómenos generan relaciones
e influencias de temporalidad entre ellos, y la geografía permite in-
dicar el espacio en donde se desarrollan y comprender las interde-
pendencias dadas en su estructura y funcionalidad en los distintos
niveles de jerarquización (pp. 11-13).

Los temas por los que se interesa la geografía humana son aquellos
relativos a la producción social del espacio y las configuraciones
territoriales, las cuales están plagadas de conflictos, y precisamen-
te su planteamiento teórico se sustenta en que no existe un orden
espacial que no sea fruto del conflicto o dinamizado por este (Peña
Narcomenudeo: entramado social del crimen

L, 2008). Entonces el argumento teórico se orientará en conocer


los conflictos que los fenómenos generan en el territorio, para este
caso, el narcomenudeo.

Según el profesor Luis Berneth Peña (2008) “los conflictos territoria-


les están presentes en muchas dinámicas sociales porque la estruc-
turación del espacio es un proceso atravesado por las relaciones
de poder y, por consiguiente, nunca acabado” (p. 91). Esto significa
que el núcleo de la comprensión de los conflictos territoriales debe
hacerse buscando los elementos que componen la territorialidad

56
AMENAZAS A LA SEGURIDAD PÚBLICA EN LO URBANO: HISTÓRICAMENTE INVISIBLES

humana. También es importante destacar que la geografía humana


considera el espacio como un geosistema que tiene al hombre como
un integrante, y de este enfoque se derivan las corrientes filosóficas
que se encargan de analizar diferentes dominios de la misma, así:

• La corriente determinista: es el continente donde se llevan a


cabo las relaciones sociedad-naturaleza.

• La corriente historicista: es el medio natural donde el hombre, de


acuerdo con sus capacidades, desarrolla una serie de acciones y
relaciones.

• La corriente crítica: es el resultado de las relaciones sociales y


económicas en múltiples combinaciones entre sujetos, prácticas
y lugares.

Conforme a las propuestas filosóficas, se hará un esfuerzo por com-


prender el conflicto territorial que genera el narcomenudeo, recu-
rriendo a la combinación de dos perspectivas de análisis como son
la territorialidad humana y la geografía crítica del capitalismo. Esta
última corresponde a la corriente historicista de las relaciones socie-
dad-espacio; para ello se recurre a su descripción, entendidas como
teorías auxiliares de la geografía humana.

La territorialidad humana
Esta teoría plantea que la territorialidad humana es una caracte-
rística especial de los seres humanos (Soja, E. 1971), un rasgo
fundamentalmente cultural de las sociedades humanas, son las
construcciones sociales que no han tenido siempre la disposición
Narcomenudeo: entramado social del crimen

y características actuales, un componente necesario de toda rela-


ción de poder, un atributo de la producción del contexto espacial a
través del cual se experimenta el mundo legal y simbólico, y es una
conducta humana que intenta influir, afectar o controlar acciones a
través del establecimiento de un control sobre un área geográfica
específica: el territorio (Sack, R. 1986).

La territorialidad humana como conducta animal tiene entre sus


propósitos: primero, excluir o admitir en los territorios así fijados a
quien ellos quieran, segundo, establecer límites, tercero, mantener

57
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

espacios individuales, y cuarto, mantener territorios fijos.


Desde la perspectiva de instinto, la territorialidad humana
se requiere para organizar, poseer y dominar políticamen-
te un área geográfica delimitada. También se concibe como
una forma de organización espacial para controlar y dirigir
los procesos claves de política, cooperación, competencia y
conflicto. Así mismo, se entiende como un prerrequisito para
satisfacer necesidades básicas tales como la seguridad y la
identidad.

Conceptos más modernos señalan que la territorialidad hu-


mana sirve para organizar el comportamiento, de manera
que reduce la necesidad de la violencia, la agresión y la do-
minación abierta. Por lo tanto, la territorialidad hacia un es-
pacio físico se asocia con el funcionamiento social y comuni-
tario, así como con el comportamiento individual (Brown, G.,
Lawrence, B. y Robinson, L. 2005).

En la noción de Estado-nación, la territorialidad humana se


refiere a la percepción de un territorio que es considerado
por un grupo de personas como el marco normal y exclusi-
vo de sus actividades, así mismo, se entiende como una
realidad de derecho, que se refiere a la vinculación jurídica
entre determinado territorio y las personas que se encuen-
tran en él, razón por la cual se definen tres usos (Cairo, H.
2001):

1. Creación de un concepto de “espacio vaciable”, es decir,


un espacio físico separado conceptualmente de los cons-
tructos sociales o económicos o de las cosas.
Narcomenudeo: entramado social del crimen

2. Creación de las burocracias modernas, cuyas actividades


tienen límites explícitamente territoriales.

3. El oscurecimiento de las fuentes del poder social.

Por otra parte, Soja y Sack se diferencian en el enfoque de la


funcionalidad básica de la territorialidad humana, por esta
razón se considera necesario plantear ambos postulados:

58
AMENAZAS A LA SEGURIDAD PÚBLICA EN LO URBANO: HISTÓRICAMENTE INVISIBLES

SOJA SACK

1. Fortalecer el control sobre el acceso


1. El sentido de la identidad espacial.
al territorio.

2. Ratificar el poder a través de su


2. El sentido de la exclusividad.
vinculación directa al territorio.

3. Desplazar la atención de la relación


3. Compartimentación de la interacción social de dominación.
humana en el espacio.
4. Actuar como contenedor espacial de
hechos y actitudes.

Uno de los rasgos más importantes de la territorialidad humana es


el concepto de hegemonía, el cual ni es estable ni es total y tiene
por objeto lograr la efectividad de un resultado objetivo en el plano
social, y presupone la construcción de un universo intersubjetivo de
creencias y valores. En ese sentido, se da una combinación en la
aplicación de estrategias para lograr la aceptación de la hegemonía
ya sea por consentimiento o coacción. Para lograr la construcción
de la hegemonía se distinguen tres procesos o lógicas que intervie-
nen (Balsa, J. 2006):

1. Alianza de clases, como un acuerdo político entre sujetos socia-


les in-modificados por dicha alianza. Esta no se considera por al-
gunos autores como del tipo hegemónico, pues no hay operación
ideológica ni transformación de los sujetos sociales que son las
operaciones claves de una hegemonía plena.

2. Difusión de un “modo de vida” que favorecería la aceptación de


la situación de dominación.
Narcomenudeo: entramado social del crimen

3. Reconocimiento de la “dirección intelectual y moral” de una cla-


se o sector social dominante.

Esta última es la propia hegemonía, para que esta exista requiere


un componente ideológico del tipo dominación y se da en dos nive-
les: “En primer lugar, una acepción más estrecha, la intelectual; es
decir la ideología como complejo de ideas, como doctrina. Y, en se-
gundo lugar, una acepción más amplia, la ideología como moral, en
tanto conjunto más amplio de valores, prácticas y representaciones
sociales ampliamente compartidas dentro de una cultura” (p.18).

59
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

Es decir, se materializa la hegemonía, porque se pasa de la ideo-


logía como “un sistema de ideas a una práctica social auténtica y
habitual que debe abarcar supuestamente las dimensiones incons-
cientes y no articuladas de la experiencia social además del funcio-
namiento de las instituciones formales” (Eagleton, T. 1997, p. 153).

Ratifica entonces Balsa en su texto:

“La lucha por la hegemonía implica una acción que, de-


rivada para la efectivización de un resultado objetivo en
el plano social, presupone la construcción de un universo
intersubjetivo de creencias y valores”. Cada orden social
tendría su “eticidad” (Coutinho, C. 1999, pp. 115-116).

Sin embargo, la hegemonía está condicionada por otro criterio fun-


damental como es la legitimidad, que en últimas es el que permi-
te discriminar el sentido ideológico. “Pues, como sintetiza Zizek
(2003: 15), la ideología siempre es funcional respecto de alguna
relación de dominación social de un modo no transparente: la lógi-
ca misma de legitimar la relación de dominación debe permanecer
oculta para ser efectiva” (p. 17). Una vez construida la hegemonía,
se requiere preservar en la práctica, y para ello, se orientan las ac-
ciones hacia el reconocimiento de aquella. Para este propósito, se
contemplan la aceptación general de la clasificación del espacio, la
creación de un sentido de apropiación subjetiva del espacio (attach-
ment) y el control de este espacio, con la ayuda de la vigilancia y el
mantenimiento del orden.

Como se puede apreciar, este es un concepto amplio, pero de inte-


Narcomenudeo: entramado social del crimen

rés para reconocer sus manifestaciones en los comportamientos


territoriales y a partir de ellos, comprender si hay algún interés por
instalar en el territorio (dimensiones físicas y de representaciones
sociales) una hegemonía a través del narcomenudeo. No obstan-
te, para complementar lo expuesto hasta aquí, se cree necesario
combinar la teoría de la territorialidad humana con la teoría de la
geografía crítica del capitalismo, la cual se analizará con el fin de
extraer los elementos más relevantes para la comprensión del nar-
comenudeo con un enfoque de acumulación de capital.

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AMENAZAS A LA SEGURIDAD PÚBLICA EN LO URBANO: HISTÓRICAMENTE INVISIBLES

La teoría de la acumulación: “Geografía Crítica


del Capitalismo”
Es una teoría relacionada con la corriente historicista de la geo-
grafía humana que se encarga del análisis de las relaciones socie-
dad-espacio, uno de cuyos exponentes es David Harvey (2001). La
geografía crítica, principalmente de carácter marxista y estructu-
ralista-marxista, se apartó de la idea de los conflictos como falta
de orden y empleó las nociones de contradicciones en la lógica de
acumulación capitalista, así como la noción de conflictos de clase
(Peña, L. 2008, p. 102).

En esta teoría el espacio ya no era considerado plano y abstracto,


sino que se califica como un producto social y, por lo tanto, puede
adquirir numerosas formas en función del comportamiento y de
las actividades humanas (Constenla, X. 2003, p. 135); así mismo,
David Harvey reivindica con fuerza la construcción de una geogra-
fía histórico-materialista como una herramienta fundamental para
comprender las dinámicas sociales de explotación y dominación
(p. 137); estos planteamientos se orientan a identificar la forma
como distintas organizaciones aprecian ventajas estratégicas en
ciertas desigualdades sociales y contribuyen a reproducirlas o, in-
cluso, a reforzarlas y a profundizarlas.

El aspecto de mayor énfasis en esta teoría es la importancia de


los procesos de producción social del espacio en las sociedades
capitalistas avanzadas, además, comprende los conflictos que se
producen y reproducen en el territorio, a partir del modelo teórico
del ciclo sistémico capitalista.
Narcomenudeo: entramado social del crimen

El propósito de las organizaciones regidas por el capitalismo es


“acumular por acumular” y para ello el modelo teórico del ciclo
sistémico capitalista se descompone en la notación Dinero-Mer-
cancía-Ganancia: D-M-D'. Este ciclo sistémico capitalista implica la
implementación de estrategias por parte de una institución u orga-
nización para mantener las ganancias; así como, para superar las
crisis y conflictos que pudieran surgir.

61
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

Al respecto, Luis Berneth Peña Reyes (2008, pp. 104-108), propone


que los principios de las estrategias espaciales desarrolladas en el
capitalismo para salir de las crisis y/o para hacer posible la repro-
ducción ampliada, sean:

Reducción de costos de producción

Recurre a la desregulación (eliminación de restricciones) en aque-


llos ámbitos que le permitan al capital ganar independencia de la
localidad donde produce. Las desregulaciones que promueven es-
tas instituciones permiten que la empresa les pertenezca a los in-
versores, no a los empleados ni a los proveedores, ni siquiera a la
localidad en la cual está situada.

Innovación tecnológica y organizacional

Produce cambios en las maneras de organización del trabajo, en


el manejo del tiempo y del espacio de la empresa, así mismo, hace
inversiones en el uso de nuevas tecnologías que contribuyan a au-
mentar la eficiencia. El esquema está caracterizado por mercados
y procesos de trabajo más flexibles, una alta movilidad geográfica y
rápidos desplazamientos en las prácticas de consumo. Estos nue-
vos espacios comerciales están constituidos sobre la base de la es-
pecialización flexible y la descentralización de la coordinación y la
gestión de la firma.

Disminución de la fricción espacial

Todas las estrategias de la acumulación capitalista están ligadas a


este principio, con el cual se busca suavizar o limar las rugosidades
Narcomenudeo: entramado social del crimen

espaciales (de carácter físico, social, cultural e institucional), ace-


lerar los procesos económicos, disminuir las distancias y producir
una compresión espacio-temporal del mundo de la producción y del
consumo.

La convergencia de los sistemas de objetos y de acciones hegemóni-


cas hace que la constitución física y política de los lugares correspon-
da a una lógica cada vez más extralocal. La glocalización es produci-
da por ideas, políticas e instituciones. Estas instituciones (legales e

62
AMENAZAS A LA SEGURIDAD PÚBLICA EN LO URBANO: HISTÓRICAMENTE INVISIBLES

ilegales) controlan las economías y los destinos de personas a través


de dispositivos tales como los ajustes estructurales (control territorial,
orden social), acompañadas de la concentración de poder.

Los efectos espaciales del funcionamiento de esas instituciones se


relacionan con la disminución de las fricciones espaciales, estas
han podido crear un espacio institucional que les da la libertad a las
corporaciones de moverse libremente. Si una empresa se traslada,
solo los inversores pueden seguir ligados a ella, porque no están su-
jetos al espacio y son los únicos que tienen la capacidad de decidir
si quieren trasladar la empresa ante la posibilidad de mejorar los
dividendos en otra localidad. Con esta libertad que tiene la empresa
para trasladarse, viene implícita la posibilidad de liberarse o huir de
las consecuencias.

Ajuste espacio-temporal o la solución infraestructural

Estas son las estrategias destinadas a dar “solución” a la crisis de


sobreacumulación en el capitalismo. Las opciones que el capital tie-
ne para contener o manejar dicha crisis son: a) la devaluación de
las mercancías, de la capacidad productiva y del dinero; b) el control
macroeconómico, y c) la absorción de la hiper-acumulación a través
del desplazamiento temporal y espacial (Constenla, X. 2003, p. 141
y Harvey, D. 1989).

Acumulación por desposesión

Este es un tipo de estrategia de expansión de las fuentes de acu-


mulación de capital, de desplazamiento espacial, pero que sirve
especialmente para explicar las expresiones más violentas de di-
Narcomenudeo: entramado social del crimen

cha expansión. La extensión de las relaciones sociales capitalistas


originalmente estuvo basada en: a) la violencia, b) el fraude, c) la
depredación, y d) la implementación de procesos orientados a la
mercantilización y la privatización de la tierra, la expulsión forzosa
de las poblaciones, recaudación de impuestos, la usura y la supre-
sión del derecho a los bienes comunes. El Estado, con su monopolio
de la violencia y sus definiciones de legalidad, desempeña un papel
crucial al respaldar y promover, o no, estos procesos.

63
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

Un nuevo orden social para la acumulación de capital

A pesar de que este aspecto no es citado por Luis Berneth Peña


Reyes, se incluye por la relevancia que tiene para la reconstrucción
teórica de la comercialización de sustancias estupefacientes desa-
rrollada por una organización narcotraficante especializada en este
subsistema del narcotráfico.

“... la acumulación por la acumulación supone, inevitablemente, la


«tendencia a producir sin tener en cuenta los límites del mercado»”.
(Harvey, D. 2001, p. 257).

En consecuencia, surge el interrogante sobre cómo construir un


plano de demanda efectiva que puede aumentar la capacidad de
absorber los productos manufacturados por una organización. Es
decir, para crear un nuevo espacio social dirigido a la acumulación
de capital se requiere uno de los siguientes aspectos o la combina-
ción de ellos: (p. 259).

1) Organizar la actividad preexistente con enfoque capitalista.

2) Crear nuevos deseos y necesidades sociales, desarrollando líneas


de producción completamente nuevas.

3) Facilitar y fomentar la expansión de la población.

4) Expandirse geográficamente hacia nuevas regiones.

Estas estrategias se pueden entender en esta investigación como


mecanismos de acumulación de capital, que en suma brindan ven-
tajas a las instituciones u organizaciones, las cuales orientan sus
Narcomenudeo: entramado social del crimen

esfuerzos hacia:

a. Hacer más provechoso y rápido el tránsito entre D y D’ (dinero y


ganancia), siendo su motivación fundamental la obtención de un
volumen creciente de ganancias en el tiempo más corto.

b. Producir y reproducir el espacio dentro de un contexto condicio-


nado por la aceleración en la obtención de la ganancia.

c. Controlar y producir un “espacio fértil” para la reproducción am-


pliada de capital.

64
AMENAZAS A LA SEGURIDAD PÚBLICA EN LO URBANO: HISTÓRICAMENTE INVISIBLES

d. Poner fin a los esquemas territoriales que impiden la reducción


del tiempo de rotación de las mercancías y la solución de las
crisis.

Este análisis teórico insinúa la necesidad de establecer si el narco-


menudeo es un problema público y sistémico, así como determinar
si genera conflicto territorial como un proceso de producción social
del espacio para implementar la territorialización (hegemonía) ne-
cesaria en el interés de una organización criminal por acumular ca-
pital. Es decir, esa territorialización implica aquí la instalación de un
fenómeno que puede ser de economía criminal, la reconfiguración
social inédita del territorio, la implementación de un nuevo orden
social aceptado (por consentimiento o coacción) por los ciudada-
nos que, en suma, modifican el orden jurídico-político del Estado,
como síntoma de crisis del modelo político-administrativo local
(Boussaguet, L., Jacquot, S. y Ravinet, P. 2006). En razón a ello, se
propone una revisión teórica para conocer la dimensiones del valor
público que pudiera generar la Policía Nacional durante la presta-
ción del servicio.

Teoría del valor público


El valor público se refiere al valor creado por el Estado a través de ser-
vicios, Leyes, regulaciones y otras acciones, que se corresponden con
las necesidades y expectativas de una colectividad. En una democracia
este valor es definido en última instancia por el público mismo. (Kelly,
G., Muers, S. y Mulgan, G. 2002, p. 4).

Desiderio López Niño (2002) da un enfoque diferencial del valor pú-


blico que genera el sector privado y aquellos bienes y servicios que
el Gobierno provee de forma colectica para satisfacer a los ciudada-
Narcomenudeo: entramado social del crimen

nos. Al respecto describe el valor público como:

… un indicador de la eficiencia operacional de las instituciones públicas


y privadas que se refleja en el bienestar de la comunidad [es una amal-
gama de muchos factores más allá de la riqueza material simple] según
sea el nivel de satisfacción de sus deseos. Existen diferentes tipos de
deseos a satisfacer. Unos se refieren a los bienes o servicios que puede
producir y distribuir el mercado. De estos se ocupa la gestión privada y
no requieren nuestra atención (Esta investigación no profundizó sobre
este enfoque). Otros se refieren a lo que producen las organizaciones
públicas y que constituyen, de manera más o menos imperfecta, el re-

65
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

flejo de los deseos que los ciudadanos expresan a través de las institu-
ciones del Gobierno representativo.

Los deseos que satisface el Gobierno son de dos tipos, el primero (de
interés para esta investigación) se refiere a los bienes colectivos que
los ciudadanos desean, porque el bien es indivisible y no se puede ven-
der al consumidor individual, como la seguridad pública; y el segundo
consiste en las aspiraciones políticas que reúnen condiciones sociales
adicionales, como por ejemplo la voluntad de economizar en el gasto
de los recursos que hacen las organizaciones públicas. Este concepto
hace referencia a aspectos importantes tales como el orden social y en
él se refiere a la legitimidad del Estado y la eficacia de los mecanismos
para mantener el control social.

Es decir, la idea de “valor” alude a la calidad de la percepción co-


lectiva frente a lo que es considerado valioso y prioritario; por tanto,
requiere necesariamente ser disfrutado y/o consumido de manera
colectiva. En el sector público el valor tiene que ver con la satisfac-
ción, el bienestar y el deleite producido en los ciudadanos. El en-
foque de valor público prioriza entonces la calidad de la respuesta
a los ciudadanos buscando mantener la confianza y la legitimidad
a través de la entrega apropiada de bienes, productos o servicios,
pues las preferencias públicas constituyen un elemento esencial en
la definición del valor público. De esta forma, la legitimidad del Es-
tado en su conjunto generalmente depende de cuánto valor genere
(Kelly, G., Muers, S. y Mulgan, G. 2002).

El valor público concibe tres elementos básicos que configuran la


definición descriptiva de Estado, a saber: el primer elemento es el
componente humano, que se denomina nación, y está compuesto
por aquellas personas que comparten algunas características en
común, una historia, un conjunto de tradiciones y comportamientos
Narcomenudeo: entramado social del crimen

colectivos, la lengua, la religión, entre otros. Un segundo elemento


es el territorio, que cumple tres funciones específicas: ser objeto,
sujeto y límite de la estructura de poder. El tercer elemento se refie-
re a la estructura de poder legítimamente constituida y reconocida
por todos los habitantes del territorio y conserva para sí el uso legí-
timo de la violencia.

El Estado también ha sido definido por otros autores como un con-


glomerado social, político y jurídicamente constituido, asentado so-
bre un territorio, sometido a una autoridad que se ejerce a través de

66
AMENAZAS A LA SEGURIDAD PÚBLICA EN LO URBANO: HISTÓRICAMENTE INVISIBLES

unos órganos y cuya soberanía es reconocida por todos los habitan-


tes del territorio, en el que ejerce su autoridad.

Siguiendo entonces los planteamientos antes expuestos, resulta


pertinente reafirmar que el Estado existe de cara a los ciudadanos, y
que estos como sujetos de derechos y deberes, tienen una relación
de reciprocidad con él. En este sentido, es válido preguntarse para
qué existe el Estado. Para esta pregunta pueden existir múltiples
respuestas, entre las que se destacan: primero, el Estado existe
para proteger a los ciudadanos y garantizarles sus derechos; segun-
do, el Estado existe para garantizar que se cumplan una serie de
reglas y Leyes que permitan generar estabilidad no sólo en relación
con la convivencia de los habitantes en el territorio, sino en el ámbi-
to de las relaciones comerciales. Tercero, el Estado existe para ga-
rantizar unos mínimos a los ciudadanos, puesto que las relaciones
del mercado no son perfectas y los Estados, indistintamente del ré-
gimen que tengan, deben encargarse de que existan unos mínimos
de equidad, igualdad y sostenibilidad para todos los ciudadanos.
No obstante las razones antes expuestas y todas aquellas que no
se enumeraron, podría decirse que la razón fundamental por la que
existe el Estado y que engloba todas las anteriores es que existe
para resolver problemas públicos y para garantizar la convivencia.

Ahora bien, los problemas públicos son todas aquellas situaciones


que afectan a determinados sectores o grupos sociales de forma ne-
gativa y ponen en muchas ocasiones en tela de juicio las garantías
que tienen los individuos como miembros de un Estado o limitando
sus derechos; por ello los afectados consideran que se requiere la
intervención de las autoridades públicas.

José Mejía Lira (2003, p. 25) y Willam N. Dunn (1994, pp. 140-141),
Narcomenudeo: entramado social del crimen

estructuran una serie de características que tienen los problemas


públicos para empezar a comprenderlos desde el punto de vista
conceptual. 1. Son interdependientes, por lo tanto, hacen parte de
sistemas abiertos y complejos, ni sus causas, ni sus manifestacio-
nes fácticas, como tampoco sus soluciones son independientes. Se
refiere entonces, a que se relacionan entre ellos, por lo tanto, no se
pueden estudiar o tratar de manera absolutamente separada por
parte de las autoridades. 2. Son subjetivos, es decir que se desarro-
llan en entornos humanos y tienen que ver de forma directa o indi-
recta con la cotidianidad de las personas, toda vez que dependen
de la forma como los ciudadanos se aproximan a ellos y los intere-

67
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

ses que median en la apropiación individual y colectiva. 3. Tienen


artificialidad, al hacerse visibles por el deseo de intervenirlos por
parte de algunos actores y están ligados a los grupos e individuos.
4. Tienen dinamismo, ni las soluciones ni las manifestaciones son
estáticas, sino que tienen permanente desplazamiento, quiere decir
que se modifican rápidamente con el paso del tiempo, debido a que
se agudizan o se disipan, o impactan a más o menos ciudadanos
dependiendo de la fase en que se encuentren o en su desarrollo
intervienen más o menos actores.

En alusión a los problemas públicos es necesario que las organi-


zaciones públicas estén preparadas para adaptarse a las nuevas
demandas de los ciudadanos y que sean innovadoras y abiertas a
la experimentación (Gutiérrez, G. y Cortázar, C. 2004). Esto implica
que los servidores públicos no sólo deben inquietarse por contar
con procesos y procedimientos eficientes en las instituciones, sino
por la capacidad que estas tienen para adaptarse a los cambios.

Esto conduce a reconocer que el Estado tiene la responsabilidad de


resolver los problemas públicos bajo los siguientes criterios básicos:

• Eficacia: que se cumplan los objetivos y metas propuestas.

• Eficiencia: que los objetivos y metas se alcancen haciendo el


mejor uso de los recursos y en los tiempos esperados.

• Oportunidad: significa la importancia de dar respuesta a los pro-


blemas en el momento adecuado, de tal forma que no se vul-
neren o limiten los derechos de los ciudadanos. Los costos de
oportunidad siempre deben ser constatados con los beneficios
que se generan a la sociedad.

• Celeridad: aunque los problemas públicos son complejos, el Es-


Narcomenudeo: entramado social del crimen

tado debe dar respuestas en el menor tiempo posible, toda vez


que ponen en juego los derechos y libertades públicas.

Pero la tarea del Estado no se limita a resolver los problemas públi-


cos bajo los criterios antes enunciados, sino que va más allá, pues
cada respuesta, indistintamente de la forma como se materializa
(normatividad, programas sociales liderados por diferentes institu-
ciones, conjunto de acciones interinstitucionales o procesos mucho
más amplios como la formulación e implementación de políticas pú-
blicas), debe generar valor público. (Ver gráfico 1).

68
VALOR PÚBLICO QUE GENERA LA POLICÍA NACIONAL

GESTIÓN PÚBLICA

GOBERNABILIDAD
C
O
M
U
N RESULTADO SERVICIO CONFIANZA
“Impacto” “PNVCC” “Reconocimiento”
I
D
A VALOR PÚBLICO
D

POLICÍA NACIONAL
AMENAZAS A LA SEGURIDAD PÚBLICA EN LO URBANO: HISTÓRICAMENTE INVISIBLES

PROBLEMA PÚBLICO

Gráfico 1. El valor público que genera la Policía Nacional.

69
Narcomenudeo: entramado social del crimen
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

Así las cosas, el valor público debe ser entendido como la capaci-
dad para responder de manera fundamental a las preferencias y
aspiraciones de los ciudadanos. El valor público es percibido por el
conjunto de la sociedad y es disfrutado de manera colectiva, surge
en el momento en que se satisfacen determinadas necesidades o
expectativas de los ciudadanos con los bienes, servicios u oportu-
nidades que están disponibles. Por ende, el Estado es el llamado a
resolver los problemas públicos generando valor público.

Entonces, ante la pregunta ¿Qué valoran los ciudadanos?, puede


responderse que estos valoran tres elementos: los servicios, los re-
sultados y la confianza, como se ve en el gráfico 1. Lo anterior, de-
bido a las diferentes percepciones y preferencias sobre los bienes
y servicios que reciben de manera individual, pero al mismo tiempo
tienen aspiraciones y deseos con relación a la forma como esperan
que funcione la sociedad en su conjunto. Esto genera que desarro-
llen más o menos confianza en las instituciones, las autoridades y
los demás ciudadanos.

De esto se desprende que los ciudadanos esperan estar satisfe-


chos con los servicios y bienes públicos que disfrutan; por este mo-
tivo conceden un valor importante a la forma como son atendidos
por las autoridades, a la calidad y oportunidad de los servicios que
reciben. De igual forma, los ciudadanos desean que las autorida-
des puedan generar resultados que trasciendan a la satisfacción
individual que tienen frente a un servicio. Por ello, siempre están
interesados en conocer los resultados obtenidos con las diferentes
intervenciones del Estado. Y, por último, los ciudadanos valoran la
confianza que pueden depositar en las instituciones que les prestan
los servicios, les garantizan el disfrute de bienes públicos y además
Narcomenudeo: entramado social del crimen

les presentan resultados positivos para el conjunto de la sociedad.

Por este motivo, Mark Moore (1998) reconoce que el valor público
tiene dos dimensiones importantes:

• El beneficio que efectivamente se genera para determinados


usuarios o consumidores.

• El beneficio que de manera global se genera para la ciudadanía


al responder a sus expectativas (pp. 59-100).

70
AMENAZAS A LA SEGURIDAD PÚBLICA EN LO URBANO: HISTÓRICAMENTE INVISIBLES

De ahí se infiere que los gerentes públicos deben preocuparse no


sólo por las aspiraciones generales de la ciudadanía, porque pue-
den perder de vista a los usuarios efectivos, sino que al mismo tiem-
po deben preocuparse por las aspiraciones de los ciudadanos como
usuarios y las expectativas de la sociedad como un todo.

Este marco teórico permitió elaborar un cúmulo sistemático de co-


nocimiento necesario para la comprensión del comportamiento fác-
tico del narcomenudeo como fenómeno, y así, aproximarse en la
identificación de los elementos que componen la comercialización
de estupefacientes como una amenaza a la seguridad pública. La
representación social de los problemas públicos: imperativo para la
prestación heterogénea de la actividad de policía

Un marco metodológico para objetivar los problemas de la


convivencia
La construcción subjetiva del fenómeno del narcomenudeo se
realizó en la ciudad de Pereira (Risaralda) bajo la teoría de las re-
presentaciones sociales, con el objetivo de caracterizar la interde-
pendencia que existe entre el narcomenudeo como manifestación
de la comercialización de estupefacientes, la gestión comunitaria
(ciudadanos e instituciones privadas), la sinergia interinstitucional
(instituciones del Estado) y el desempeño institucional regido por
los objetivos estratégicos de la Policía Nacional.

Se realizó así porque la construcción subjetiva responde a la orien-


tación establecida por la Policía Nacional en el Plan Nacional de
Vigilancia Comunitaria por Cuadrantes (PNVCC), que consiste “res-
ponder a las nuevas demandas sociales de la seguridad ciudadana
en el país” (Policía Nacional, 2010, p. 15). Para tal fin se fijó como
interés diferenciar las variables del fenómeno de aquellas relacio-
nadas con la gestión empleadas por la institución policial para la
Narcomenudeo: entramado social del crimen

intervención del narcomenudeo como fenómeno.

Esta construcción subjetiva se entiende como un sistema de valo-


res, ideas y prácticas con una doble función: primero, establecer
un orden que permita a los individuos orientarse en su mundo ma-
terial y social y dominarlo; segundo, posibilitar la comunicación en-
tre los miembros de una comunidad proporcionándoles un código
para el intercambio social y un código para nombrar y clasificar sin
ambigüedades los diversos aspectos de su mundo y de su historia
individual y grupal (Mora, M. 2002). En ese orden, es pertinente se-

71
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

ñalar que esa construcción subjetiva se corresponde con la realidad


social de la cotidianidad, elemento imperativo para la prestación he-
terogénea de la actividad de policía, que responda a las realidades
territoriales según los grupos poblacionales y la forma como se han
apropiado del territorio.

Los criterios citados son mínimos para la investigación, porque el


narcomenudeo es un fenómeno complejo, mediado por los intere-
ses y conflictos propios de la interacción humana, lo que hace que
las representaciones de la inseguridad y los indicios de alarma sean
diferentes para cada persona. Así mismo, como otro factor condicio-
nante en la aproximación al fenómeno, se dispuso la recolección de
información en traje de uniforme por parte de policías de vigilancia.
También es pertinente aclarar que si bien entre los recolectores de
información se encontraban los investigadores adscritos a la Direc-
ción de Inteligencia Policial (DIPOL), ellos actuaron en traje de civil
durante el contacto con la comunidad. Sin embargo, esto se cons-
tituyó en sí mismo en una experiencia de la investigación, útil para
asesorar la actividad de policía.

Los anteriores aspectos constituyeron las motivaciones por las cua-


les la investigación se desarrolló de manera transversal (mayo de
2010 a febrero de 2011), con enfoque descriptivo, enmarcado en
el área de servicio de policía y en la línea de seguridad de acuerdo
a los parámetros del Sistema Institucional de Ciencia y Tecnología
de la Policía Nacional. Así mismo, las personas que participaron en
la reconstrucción empírica del narcomenudeo fueron en su mayo-
ría residentes de Pereira, de ambos sexos, en edades que oscila-
ron entre los 8 y 65 años, de todos los estratos sociales (1-6), y la
distribución de la muestra se hizo por criterio (no probabilística),
utilizando técnicas cuantitativas y cualitativas en la recolección de
Narcomenudeo: entramado social del crimen

información.

Población y muestreo

Mediante procedimientos de inteligencia policial se identificaron


ciento veintinueve (129) sitios (de uso público, abiertos al público
y privados) de comercialización de productos estupefacientes (bá-
sicos y sustitutos), los cuales se ubicaron en cincuenta y seis (56)
barrios pertenecientes a diecisiete (17) comunas de la ciudad de
Pereira. Lo anterior se constituyó en el insumo para la selección de
la población.

72
AMENAZAS A LA SEGURIDAD PÚBLICA EN LO URBANO: HISTÓRICAMENTE INVISIBLES

Comuna Frecuencia Absoluta Frecuencia Relativa


Uno Villa Santana 15 11,6%
Dos Rio otún 15 11,6%
Tres Centro 18 11,4%
Cuatro Villavicencio 15 11,6%
Cinco Oriente 5 3,9%
Seis Universidad 2 1,6%
Siete Boston 9 7,0%
Nueve Cuba 6 4,7%
Diez Consota 9 7,0%
Doce Ferrocarril 10 7,8%
Trece San Joaquín 7 5,3%
Catorce Perla del Otún 1 0,8%
Quince El Oso 3 2,3%
Dieciseis San Nicolas 8 6,2%
Diecisiete el Rocío 1 0,8%
Dieciocho Comuna del Café 4 3,1%
Diecinueve El Poblado 1 0,8%
Total 129 100%
Tabla 1. Cobertura político-administrativa donde se identificaron puntos de venta
de sustancias estupefacientes.

Con base en estos criterios se utilizó un muestreo no probabilístico


denominado de juicio, selección experta o selección intencional, en
el cual los investigadores tomaron la muestra a partir de la defi-
nición de los elementos que eran representativos o típicos de la
población.
Narcomenudeo: entramado social del crimen

La muestra tuvo en cuenta la necesidad de asociar e interpretar las


variables que permitieron la construcción subjetiva de los ámbitos de
protección de la seguridad ciudadana que se afectaban por el narco-
menudeo. En razón a lo anterior, se definieron los criterios de “Pobla-
ción y Muestreo”, que se enumeran a continuación:

1. Clasificar las personas entrevistadas o encuestadas por atribu-


tos relacionados con la edad, el sexo, el estrato social y el rol que
desempeñan dentro del conglomerado social (policía, transeún-
te, estudiante, residente y comerciante).

73
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

2. Seleccionar los barrios en donde se ubicaron los sitios de comer-


cialización de sustancias estupefacientes para conocer la percep-
ción de los ciudadanos frente al fenómeno del narcomenudeo.

3. Obtener información a través de la interacción con diferentes ac-


tores sociales y estatales.

Con base en lo anterior fueron seleccionadas las técnicas de reco-


lección de información y se diseñaron los instrumentos. “El enfoque
metodológico empleado para el diseño de los instrumentos de reco-
lección es afín con la escuela clásica (metodología cualitativa -en-
trevistas y análisis de contenido-) y con énfasis en enfoque proce-
sual (pensamiento constituyente) pero no estructural (pensamiento
constitutivo). El enfoque procesual, en resumen, se distingue por ser
una aproximación cualitativa, hermenéutica, centrada en la diversi-
dad y en los aspectos significantes de la actividad representativa;
por tener un uso más frecuente de referentes teóricos procedentes
de la filosofía, la lingüística y la sociología; por un interés focalizado
sobre el objeto de estudio en sus vinculaciones socio-históricas y
culturales específicas y por una definición del objeto como institu-
yente más que instituido” (Araya, S. 2002).

Recolección de información

Se buscó describir cuantitativa y cualitativamente el fenómeno del


narcomenudeo (frecuencias absolutas y porcentajes); de la misma
forma, se hicieron las comparaciones y los análisis correspondien-
tes. Por ello, las técnicas de recolección de información seleccio-
nadas fueron el grupo focal, la observación directa, el cine-foro, la
entrevista semiestructurada, la encuesta, el simposio y la consul-
ta documental, durante los cuales se aplicaron los principios de la
administración de información y se garantizó la protección de los
derechos humanos y los datos personales de los ciudadanos que
Narcomenudeo: entramado social del crimen

participaron en la reconstrucción conceptual del narcomenudeo y


la actuación del Estado frente a este problema público.

Grupo focal: esta técnica permitió conocer y construir con la parti-


cipación de doscientas seis (206) personas las manifestaciones de
in-seguridad ciudadana generadas por el narcomenudeo mediante
cuatro modalidades de desarrollo:

Grupo focal comunitario: consistió en convocar a los ciudadanos


representantes de diferentes grupos poblacionales que tenían
establecida su residencia en sectores cercanos a los sitios de co-

74
AMENAZAS A LA SEGURIDAD PÚBLICA EN LO URBANO: HISTÓRICAMENTE INVISIBLES

mercialización de sustancias estupefacientes y, a través de la ex-


presión de su perspectiva, se realizó la construcción social de las
reglas impuestas por la organización criminal para maximizar las
ganancias, el constructo social de los elementos del narcomenu-
deo y el impacto percibido en la seguridad individual y colectiva,
además de conocer el valor que le dan al servicio que presta la
Policía Metropolitana de Pereira. Para tal fin, se combinaron las
técnicas de comunicación escrita y oral (los gráficos y el habla),
con el fin de obtener una representación más integral y detallada
de la percepción.

Grupo focal comunal: consistió en convocar representantes de


gremios tales como el gremial e industrial, el eclesiástico, los me-
dios de comunicación y la comunidad académica, para identificar
la forma como ellos interpretan el fenómeno del narcomenudeo
desde su propia la perspectiva gremial y como integrantes de la
sociedad civil. Esto permitió percibir la forma como valoran la ofer-
ta y la actuación institucional, así como la manera en que desa-
rrollan en la práctica los conceptos relacionados con la cohesión
social, como componente colectivo de la seguridad ciudadana.

Grupo focal institucional: reunión desarrollada con personal po-


licial de las diferentes modalidades y especialidades que confor-
man la Policía Metropolitana de Pereira (MEPER) para elaborar
la construcción individual y colectiva de la percepción del narco-
menudeo; identificar los riesgos, las amenazas y las vulnerabili-
dades institucionales y personales, que genera el fenómeno; por
último, y de manera autocrítica, valorar la forma como se presta
el servicio (fortalezas y debilidades en el aspecto procedimen-
tal para la aplicación de los medios de policía) a la comunidad.
Así mismo, en el grupo focal desarrollado con los integrantes del
Centro Internacional de Estudios contra el Narcotráfico (CIENA)
de la Dirección Antinarcóticos (DIRAN) se conoció el esquema
Narcomenudeo: entramado social del crimen

sistémico del narcotráfico.

Como complemento de lo anterior, se desarrolló un grupo focal


asistido por docentes del Área Comercial del Servicio Nacional
de Aprendizaje (SENA) Seccional Risaralda, para identificar las
características de una empresa legal y hacer el símil de funcio-
namiento sistémico del narcotráfico con un enfoque de empresa
criminal.

75
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

Modalidad de Número de Rol de los Número de


grupo focal eventos participantes participantes

Regional de Inteligencia Policial No. 3,


Seccional de Inteligencia Policial
Metropolitana de Policía Pereira, Seccional
de Inteligencia Policial Departamento de
Institucional 9 Policía Risaralda, Infancia y Adolescencia, 103
Policía de Vigilancia, Policía Comunitaria,
Oficiales, Suboficiales, Dirección de
Antinarcóticos, Curso Servicio Nacional
de Aprendizaje (SENA).

Comité Municipal de Prevención,


Alcaldía, Personería, Instituto Nacional
Penitenciario y Carcelario (INPEC),
Interinstitucional 2 Defensoría del Pueblo, Metropolitana 26
de Policía Pereira, Instituto Colombiano
de Bienestar Familiar (ICBF), Concejo
Municipal.

Comuna Villavicencio
Comuna Oriente
Comunitario 4 Comuna Cuba 65
Comuna Villa Santana

Representantes del Gobierno,


los gremios, sector estudiantil,
Comunal 1 comunidad diversa, clero, 12
Cámara de Comercio.

16 206

Tabla 2. Grupos focales para la elaboración de la representación social del narcomenudeo.

OBSERVACIÓN DIRECTA
No. ACTIVIDAD LUGAR
1 Lanzamiento del PNVCC. Desquebradas
2 Encuentro comunitario barrio Parque Industrial. Pereira
Narcomenudeo: entramado social del crimen

3 Encuentro comunitario barrio Málaga. Pereira

Participación Congreso Internacional de Prospectiva


4 y Planeación de CiudadesIntermedias. Pereira

Procedimiento de captura en flagrancia en la Unidad


5 de Reacción Inmediata (URI). Pereira

Comportamiento y roles de los actores en los puntos


de venta (Corocito, Santander, El Centro, Los Puentes,
6 Pereira
Parque La Libertad) Av. del Río, Restrepo, Las Churrias,
El Acuario sector La Carrilera.

Audiencia de legalización captura, imputación


7 de cargos y medida de aseguramiento. Pereira

76
Tabla 2. Grupos focales para la elaboración de la representación social del narcomenudeo.
AMENAZAS A LA SEGURIDAD PÚBLICA EN LO URBANO: HISTÓRICAMENTE INVISIBLES

No. ACTIVIDAD LUGAR


8 Observación captura vendedor de estupefacientes. Pereira

Observación captura portador-consumidor


9 de estupefacientes. Pereira

10 Sede de la Fundación Jóvenes al Rescate. Pereira


11 Evaluación implementación PNVCC Bogotá D.C.

El narcomenudeo y el narcotráfico: factores Buenaventura,


12 generadores y facilitadores. Cúcuta, Saravena,
Medellín
13 Retoma de la Favela Alemao en Rio de Janeiro Brasil
14 Municipalidad de La Victoria en Lima Perú

Tabla 3. Escenarios en los que se recolectó y validó la información sobre la afectación


a la seguridad pública.

Grupo focal interinstitucional: consistió en congregar a las autori-


dades político-administrativas de carácter local y descentralizado
del nivel nacional que prestan el servicio a la comunidad en Pe-
reira, para identificar la percepción que ellos tienen del fenómeno
del narcomenudeo desde la función que desempeñan como ser-
vidores públicos, así como identificar la oferta institucional local
y departamental incluida en las políticas públicas, proyectos, pro-
gramas y planes para el tratamiento e intervención del fenómeno.

Observación directa: procedimiento que permitió el contacto de los


investigadores con los escenarios en donde se percibieron los com-
portamientos individuales y colectivos de los actores gubernamenta-
les y no gubernamentales, según su rol, en los entornos de decisión,
participación y actuación en relación con el narcomenudeo y otros
fenómenos que afectan la convivencia.

Así mismo, esta técnica de recolección de información permitió cono-


cer la relación del narcomenudeo con otros fenómenos de conflicto
Narcomenudeo: entramado social del crimen

social, violencia y criminalidad; el desempeño institucional, la siner-


gia interinstitucional y la gestión comunitaria frente a los problemas
públicos. También se identificaron las manifestaciones de apropia-
ción del territorio con fines criminales por parte de un actor criminal,
las cuales afectan las dimensiones y propiedades de la seguridad
pública.

Cine-foro: técnica a través de la cual los investigadores observaron


seis películas y tres documentales relacionados con el narcotráfi-
co y de manera particular con la comercialización de sustancias
estupefacientes. Esta metodología de recolección de información

77
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

permitió entender la génesis y evolución del fenómeno; las repre-


sentaciones que caracterizan la realidad cotidiana de las personas
vinculadas a la organización criminal, la relación del narcomenudeo
con otras manifestaciones criminales y de violencia, así como ela-
borar la aproximación epistemológica, ontológica, axiológica y teleo-
lógica del fenómeno.

Entrevista semiestructurada: consistió en la elaboración de un ban-


co de preguntas orientadoras que permitieron conocer los aspectos
ontológicos del narcomenudeo, lo que requirió una previa selección
y ubicación de ciento veintiséis (126) personas (servidores públi-
cos, integrantes de la organización criminal y ciudadanos en gene-
ral) que tenían conocimiento empírico, pertinente, especializado,
directo o indirecto del fenómeno. De esta manera se logró compren-
der el funcionamiento del mercado de sustancias estupefacientes
y su impacto en la seguridad pública; identificar las debilidades en
la complementariedad, la coordinación y la concurrencia del Estado
para el tratamiento del narcomenudeo como un problema público y
los vacíos de conocimiento del fenómeno que se deben suplir para
lograr la anticipación de sus manifestaciones.

Encuesta: actividad desarrollada en 56 barrios de 17 comunas de


Pereira en donde fueron contactadas trescientas sesenta y una
(361) personas considerando en la distribución de la muestra los
criterios de sexo, edad, estrato social, tiempo de residencia en Pe-
reira, escolaridad, estado civil y rol del encuestado (transeúnte, po-
licía, residente, comerciante y estudiante). Adicionalmente, duran-
te el ejercicio se aplicó el instrumento a personas vinculadas de
manera directa con el narcomenudeo las cuales desempeñan roles
tales como trabajadoras sexuales, habitantes de calle, recicladores,
expendedores de sustancias estupefacientes, entre otros. (ver tablas
Narcomenudeo: entramado social del crimen

4 al 10 y gráficos 2 - 3).

Esta técnica dejó conocer la percepción de los ciudadanos respecto


de la actuación de las instituciones del Estado frente al mercado
de estupefacientes (el valor público que genera), la representación
social del narcomenudeo, la afectación a la seguridad pública y, en
términos más generales, la convivencia. Así mismo, la incidencia del
actor criminal en la desterritorialización del control social estatal,
por efectos del proceso de institucionalización del entramado social
como el medio para ejercer el control de actividades económicas
criminales.

78
AMENAZAS A LA SEGURIDAD PÚBLICA EN LO URBANO: HISTÓRICAMENTE INVISIBLES

Cantidad
Comuna Barrios
de encuestas

Intermedio 11
Las Brisas 11
Villa Santana
Tokio 10
Las Margaritas 10

San Judas 5

Peñol 5

Galán 4

Nuevo Peñol 4

Las Palmas 4
Río Otún
San Camilo 4

El Triunfo 4

Cañarte 4

Santa Helena 4

Jorge Eliécer Gaitán 4

Centro 17
Centro Parque La Libertad 17
El Porvenir 16
Narcomenudeo: entramado social del crimen

Berlín 14
Villavicencio Corocito 14
Villavicencio 14

Charco Negro 4
Santander 4
Oriente
Hernando Vélez 3
San Gregorio 3

Universidad Avenida Circunvalar 6

79
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

Cantidad
Comuna Barrios
de encuestas

Mejía Robledo 5
La Arenosa 5
Boston La Laguna 5
Travesuras 5
La Churria 5

Cuba Centro 5
Ormaza 4
Cuba
San Fernando 4
Padre Valencia 4

El Restrepo 7
El Dorado 6
Consota
La Divisa 6
Las Mercedes 6

Matecaña 6
Nacederos 6
Ferrocarril La Libertad 6
El Plumón 5
El Plumón Medio 5

Laureles ll 5
El Recreo 5
San Joaquín
La Isla 5
Crucero bajo sector La Carrilera 4

Perla del Otún Villa María 3

Jaime Pardo Leal 4


El Oso
Acuario sector La Carrilera 4
Narcomenudeo: entramado social del crimen

Nuevo México 8
San Nicolás San Nicolás 8
Los Molinos 7

El Rocío El Rocío 3

Málaga 6
Comuna del Café Parque Industrial 5

El Poblado Rocío Bajo 3

17 56 361
Tabla 4. Barrios priorizados para la aplicación de la encuesta que permitió obtener la
representación de la comercialización de estupefacientes.

80
Gráfico 2. Cobertura territorial realizada mediante la aplicación de la encuesta.
AMENAZAS A LA SEGURIDAD PÚBLICA EN LO URBANO: HISTÓRICAMENTE INVISIBLES

81
Narcomenudeo: entramado social del crimen
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

Sexo de los encuestados


El número de participantes de sexo masculino fue similar al fe-
menino; la diferencia es de tres personas. Existió un equilibrio de
sexo en las opiniones y percepciones.
Frecuencia absoluta Frecuencia relativa
Mujeres 179 49,6%
Hombres 182 50,4%
Total 361 100%

Tabla 5. Discriminación de la población que participó en la aplicación de la encuesta por sexo.

Edad de los encuestados


La mayoría (29.4%) de los participantes en el estudio tiene menos
de 20 años, según el análisis de los intervalos. Entre los 15 y 35
años se concentra el 83.1% de los participantes (300 personas),
es decir, son personas jóvenes, económicamente activas y parti-
cipan en las diferentes dinámicas de la ciudad de Pereira. En la
siguiente tabla se pueden observar estos resultados.

Intervalo Frecuencia absoluta Frecuencia relativa


15 a 20 años 106 29,4%
20,1 a 25 años 63 17,5%
25,1 a 30 años 61 16,9%
30,1 a 35 años 70 19,4%
35,1 a 40 años 21 5,8%
40,1 a 45 años 38 10,5%
N/R 2 0,6%
Total 361 100%
Tabla 6. Discriminación de la población que participó en la aplicación de la encuesta por edad.
Narcomenudeo: entramado social del crimen

106

70
63 61

38
21
29,4% 17,5% 16,9% 19,4% 5,8% 10,5% 0,6%
2

15 a 20 20,1 a 25 25,1 a 30 30,1 a 35 35,1 a 40 40,1 a 45 n/r

Gráfico 3. Estadística de la población que participó en la aplicación de la encuesta por edad.

82
AMENAZAS A LA SEGURIDAD PÚBLICA EN LO URBANO: HISTÓRICAMENTE INVISIBLES

Estrato social
En la información prevalece el número de personas del estrato
1 (42.9%). Seguidamente, la representación de los estratos 2 y
3 son similares. Esto indica que la representación del fenómeno
del narcomenudeo se elaboró en los estratos 1, 2, 3 y 4, mayo-
ritariamente.
Intervalo Frecuencia absoluta Frecuencia relativa
1 155 42,9%
2 101 28,0%
3 75 20,8%
4 22 6,1%
5 6 1,7%
6 1 0,3%
No respondio 1 0,3%
Total 361 100%
Tabla 7. Discriminación de la población que participó en la aplicación de la encuesta por estrato social.

Tiempo de residencia en Pereira


La mayoría de los encuestados lleva un tiempo de residencia de
1 a 10 años. Sin embargo, sumadas las personas que llevan en-
tre 20 y 40 años, el resultado es de 182, es decir, el 50.4%. Este
aspecto pretende demostrar el grado de conocimiento que los
encuestados tienen de la realidad urbana y del fenómeno como
problema público.
Intervalo Frecuencia absoluta Frecuencia relativa
Menos de un año 60 16,6%
1 a 10 años 107 29,6%
10,1 a 20 años 90 24,9%
20,1 a 30 años 58 16,1%
Narcomenudeo: entramado social del crimen

30,1 a 40 años 34 9,4%


más de 40 años 11 3,0%
N/R 1 0,3%
361 100%
Tabla 8. Discriminación de la población que participó en la aplicación de la encuesta por tiempo de
residencia en la ciudad.

Escolaridad
Prevalece la educación básica; la mayoría de personas sólo ha
cursado la secundaria, y el nivel de estudios técnicos y profesio-
nales se puede considerar como bajo.

83
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

Intervalo Frecuencia absoluta Frecuencia relativa


Escolaridad 213 59,00%
Primaria 85 23,55%
Técnica 41 11,36%
Pregrado 18 4,99%
No respondieron 4 1,11%
Total 361 100%
Tabla 9. Discriminación de la población que participó en la aplicación de la encuesta por escolaridad.

Estado civil
La prevalencia de las personas solteras radica en que la mayor
concentración de la muestra se dio entre los 15 y los 20 años de
edad. En concordancia, es pertinente señalar que al agrupar las
personas en unión libre con los casados representan un interva-
lo relevante para la reconstrucción empírica del narcomenudeo.

Intervalo Frecuencia absoluta Frecuencia relativa


N/R 1 0,28%
Casado 59 16,34%
Divorciado 12 3,32%
Soltero 187 51,80%
Unión libre 99 27,42%
Viuda 3 0,83%
Total 361 100%
Tabla 10. Discriminación de la población que participó en la aplicación de la encuesta por estado civil.

Simposio: metodología empleada para la recolección y el intercam-


bio de información mediante la divulgación de resultados de inves-
tigaciones que desarrollaron objetos de estudio afines con el nar-
Narcomenudeo: entramado social del crimen

comenudeo, el cual se denominó “Gobernabilidad de la Seguridad


Pública frente al Narcomenudeo”. El evento contó con la participa-
ción de académicos, investigadores sociales, servidores públicos de
distintas especialidades de la Policía Nacional, funcionarios de la
Administración municipal, estudiantes y representantes de la comu-
nidad de Pereira interesados en esta temática.

En el desarrollo de este evento académico se lograron los siguientes


resultados de interés:

84
AMENAZAS A LA SEGURIDAD PÚBLICA EN LO URBANO: HISTÓRICAMENTE INVISIBLES

a) El desconocimiento del fenómeno por parte de los investigado-


res judiciales y los fiscales incide en la impunidad que se genera,
por cuanto las investigaciones relacionadas con el narcomenu-
deo se archivan bajo el argumento de que los capturados en fla-
grancia en posesión de la dosis personal, son consumidores y no
hacen parte de la infraestructura que monopoliza el mercado de
estupefacientes en Pereira.

b) La comercialización de estupefacientes tiene unos componentes


visibles (que estructuran el narcomenudeo) y otros que generan
fuertes tensiones, pero que no se logran percibir (adquieren la
connotación de noúmenos). La política pública se enfoca sobre
los primeros, razón por la que las acciones desarrolladas permi-
ten mostrar gestión mas no incidencia en el fenómeno.

c) Dada la alta injerencia de una organización criminal en el terri-


torio, algunos sectores de la comunidad se encuentran constre-
ñidos bajo unas reglas que regulan la conducta social, lo que se
reconoce como una seria amenaza para la gobernabilidad de la
seguridad pública.

d) La forma como se interpretan los delitos desde la criminología


dificulta comprender las interacciones de los diferentes fenó-
menos de criminalidad.

e) La producción de conocimiento regulada por el sesgo político, los


prejuicios y los paradigmas, tiene a la sociedad en una condición
de sin salida frente al crimen.

f) El crimen organizado afecta la legitimidad del Estado en el terri-


Narcomenudeo: entramado social del crimen

torio y la subordinación de los ciudadanos frente a este, el cual


ha logrado hacer un uso del ocio, especialmente en la población
adolescente, en procura de vincularlos como fuerza de venta en
la comercialización de estupefacientes.

g) La información estadística oficial (objetiva) usada para la planea-


ción estratégica de la seguridad pública por parte de todas las
instituciones del Estado, no describe la realidad cotidiana de los
ciudadanos.

85
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

Consulta documental: actividad de recolección de información que


consistió en la búsqueda de bibliografía especializada, el segui-
miento a los medios de comunicación, la producción especializada
de los organismos multilaterales (ONU-OEA) y web-grafía (ensayos,
monografías, artículos) tanto para la caracterización del fenómeno
como para la identificación de los constructos que permitieron inter-
pretar los datos fácticos y elaborar la reconstrucción conceptual del
narcomenudeo.

Análisis de la información
Este aspecto se desarrolló en las fases de tratamiento e interpre-
tación de la información siguiendo los criterios establecidos por la
teoría fundamentada desde la perspectiva de Glaser y Strauss (Her-
nández, R. y Opazo, H. 2010) para el análisis inductivo, cualitativo y
sistémico de datos empíricos, mediante el uso de herramientas tec-
nológicas pertinentes para tal propósito tales como Dokeos Mind,
Visio y Atlas TI.

En ese orden, el tratamiento tuvo como propósito la reducción de


los datos para hacerlos inteligibles mediante la codificación abierta
y selectiva de estos. En tal sentido, el procedimiento consistió en
identificar las ideas, experiencias y motivaciones que las personas
tienen frente al segmento de la realidad que conocen, y se fragmen-
taron los datos para facilitar su estudio. Estos se agruparon a través
de categorías que emergieron de manera preliminar (codificación
abierta).

En consecuencia, las categorías preliminares se contrastaron con los


Narcomenudeo: entramado social del crimen

conceptos de la teoría principal y las sustantivas, a través de las cua-


les se logró realizar un segundo proceso de reducción de datos deno-
minado codificación axial o selectiva, necesaria para la elaboración
de “hiper-constructos” o dimensiones superiores, prerrequisito a su
vez, para la abstracción del funcionamiento de la comercialización de
estupefacientes. El resultado del tratamiento consistió en el diseño
de las categorías que contenían un significado o múltiples significa-
dos de la comercialización de estupefacientes y la actuación del Es-
tado frente a esta.

86
AMENAZAS A LA SEGURIDAD PÚBLICA EN LO URBANO: HISTÓRICAMENTE INVISIBLES

La codificación axial es la etapa que materializa el análisis de la in-


formación producto de la relación de datos y categorías de acuerdo
a sus propiedades, vínculos y demás relaciones que se exploren. El
fin de este proceso es identificar ideas que tengan la capacidad de
dar cuenta de algunos de los aspectos relevantes para elucidar la
pregunta problema de la investigación y los objetivos específicos.
En palabras de Claudia Andrea Ballas (2008) “La codificación axial
y selectiva da origen a los resultados analíticos relacionales y a la
construcción de modelos teóricos” (p. 35).

Posteriormente, el análisis buscó descubrir un contenido objetivo


común a través del cual se forma la representación general de la
realidad, es decir, identificar los rasgos comunes, a pesar de las
diferencias, que caracterizan la tendencia a la universalidad y una
orientación hacia la totalidad de los objetos o el conocimiento del
mundo objetivo. Seguidamente, se ubicó dentro del subsistema de
la comercialización de estupefacientes al fenómeno del narcome-
nudeo, y partir de ello, se realizó la interpretación y la construcción
conceptual a la luz de las teorías seleccionadas.

Como resultado de la interpretación, se elaboró la construcción teó-


rica tanto del subsistema de la comercialización de estupefacien-
tes como del fenómeno del narcomenudeo, el diseño de modelos
abstractos (generalizaciones de aplicación universal) que permiten
hoy representar la realidad y elaborar una hipótesis de causalidad y
desarrollo argumentativo de esta, es decir, la propuesta teórica for-
mal. Ese componente de la investigación será desarrollado de forma
detallada en el Capítulo III.

A continuación, en el Capítulo II, se hará un esbozo de los plan-


Narcomenudeo: entramado social del crimen

teamientos generales que abran el debate para la construcción del


estatus epistemológico de la Inteligencia Policial. Se trata de un es-
fuerzo para cimentar los fundamentos del conocimiento que guían
esta modalidad del servicio de policía. También servirá para ubicar
contextualmente la necesidad de trabajar en la producción de cono-
cimiento científico para apuntar al logro de la misión encomendada.

87
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

CAPÍTULO II
Aproximación a la base teórica
de la inteligencia policial: una
tipología universal

La emergencia de nuevas realidades conlleva la


necesidad de construir nuevas categorías a partir
de las cuales se pueda explicar la complejidad y
diversificación que la caracteriza.

“Generalmente, los hombres juzgan por lo que


ven y más bien, se dejan llevar por lo que les
Narcomenudeo: entramado social del crimen

entre por los ojos que por los otros sentidos, y


pudiendo ver todos, pocos comprenden bien
lo que ven”.
Nicolás Maquiavelo

88
APROXIMACIÓN A LA BASE TEÓRICA DE LA INTELIGENCIA POLICIAL

Aproximación a la base teórica


de la inteligencia policial: una
tipología universal
Atributos de una tipología de inteligencia
La inteligencia como sustantivo es una capacidad de la cual se
dispone para tomar decisiones que guíen la actuación individual o
colectiva. Es por ello importante delimitar el alcance de la activi-
dad de inteligencia y esto se logra cuando se define la tipología.
Para definir la tipología de inteligencia en una organización se debe
establecer la correlación entre los siguientes atributos: 1) ámbito
de protección, 2) capacidad, 3) amenaza y 4) seguridad (Cortés, Y.
2012, diciembre).

Ámbito de protección: es aquella “cosa” que la organización se propo-


ne proteger para lograr cumplir con la misión.
Capacidad: conjunto de recursos de los que dispone una organiza-
ción para garantizar el desarrollo de la misión.
Amenaza: es una “cosa” compuesta de hechos y acciones (Bunge, M.
2004. p. 32) que potencialmente puede causar daño a la organiza-
ción y de esta forma impide el desarrollo de la misión.
Seguridad: es un concepto polisémico que implica la correlación que
existe entre ámbito de protección, capacidad y amenaza. En función
de esta correlación se define la tipología de seguridad.
Narcomenudeo: entramado social del crimen

Gráfico 4. Atributos de una tipología de inteligencia. Elaboración propia (Cortés, Y. 2012, diciembre).

89
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

El eje central lo determina el ámbito de protección. Cada uno de


esos atributos adquiere significado dependiendo del adjetivo que
acompañe el término de inteligencia, es decir, la tipología. La tipolo-
gía demanda identificar una unidad de análisis u objeto de estudio
que delimita el alcance de la actividad de inteligencia, según la mi-
sión de la organización. Una vez es conocida la amenaza (identifica-
das las propiedades que la componen) se dispone del insumo para
predecir, anticipar y de esta forma asesorar la actuación proactiva
para evitar que el riesgo se configure.

La Dirección de Inteligencia Policial en razón a la implementación


del Plan Nacional de Vigilancia Comunitaria por Cuadrantes (PNVCC),
identifica la necesidad de producir conocimiento útil para la presta-
ción del servicio de policía desde la perspectiva de la seguridad ciu-
dadana. Como se modificó el ámbito de protección esta situación de
cambio, que se presenta como problema de conocimiento, plantea
el reto de redefinir el concepto de inteligencia policial, porque se re-
quiere un modelo organizacional que armonice el conocimiento de
las amenazas a la seguridad del Estado y de los ciudadanos. “La
emergencia de nuevas realidades conlleva la necesidad de construir
nuevas categorías a partir de las cuales se pueda explicar la comple-
jidad y diversificación que la caracteriza” (Calvillo y Favela. s/f. p. 13).
Esto hace suponer que se requiere dotar de contenido teórico a la in-
teligencia policial para orientar las transformaciones en la estructura
cultural, organizacional y probablemente, el método.

Entonces el reto consiste en definir la tipología de inteligencia poli-


cial sustentada en un enfoque teórico. Este planteamiento encuen-
tra su justificación en Sherman Kent quien planteó la trilogía de in-
teligencia como conocimiento, organización y actividad. En orden
Narcomenudeo: entramado social del crimen

secuencial y como delimitación temática, primero se debe disponer


del estatus epistemológico o la base teórica (Unión de Oficiales de
Reserva de las Fuerzas Armadas de la Nación. s.f) sobre la que des-
cansa el concepto de inteligencia policial.

Para lograr este propósito se realizó la investigación institucional en


el Área Administrativa, en la Línea Desarrollo Institucional y Organi-
zacional “Prospectiva institucional”, de fuente documental y enfo-
que descriptiva-cualitativa, titulada “Aproximación a la base teórica
de la inteligencia policial: una tipología universal”. Como resultado

90
APROXIMACIÓN A LA BASE TEÓRICA DE LA INTELIGENCIA POLICIAL

de esta se propone un concepto de inteligencia policial cuya imple-


mentación sea útil para la planeación y prestación de la actividad
de policía. En tal sentido y teniendo en cuenta el trabajo empírico
que se desarrolla en la DIPOL, primero se seleccionó el marco teó-
rico o base teórica que rige el modo adecuado y ordenado para
acceder al conocimiento, en una segunda fase se identificaron los
rasgos distintivos que hacen única y universal la tipología de inte-
ligencia policial y, finalmente, se realizó una comparación con la
inteligencia criminal en la cual se evidencia la diferencia y a su vez
la necesaria complementariedad que hay entre estas dos activida-
des para asesorar el servicio de policía.

El funcionalismo estructural: la base teórica más afín con


la inteligencia policial
La sociedad moderna se caracteriza por la interdependencia a
cambio de la dependencia, la individualidad a cambio de la colec-
tividad, la prevalencia de la informalidad sobre la formalidad, la lo-
calización del poder en distintas organizaciones legales e ilegales,
la complejidad y su relación con lo sistémico, entre otros aspectos,
pero aquí se destacan estos para afirmar que el servicio que presta
un cuerpo de policía debe garantizar el orden social bajo nuevos
paradigmas de orden.

El orden es un producto social que se reproduce a través de la


comunicación, el cual por naturaleza no coincide necesariamente,
con el orden legal que pretende establecer un Estado. En esta pro-
posición se destaca que la inteligencia policial debe disponer de
un enfoque teórico que le permita hacer aproximaciones válidas
Narcomenudeo: entramado social del crimen

a la realidad social y de esta manera, soportar la producción de


conocimiento con la cual se orienta al cuerpo de policía y, porqué
no, al Ente de policía. Esta aproximación entonces, se presenta
como una propuesta que complementa los esfuerzos anteriormen-
te hechos por la Dirección de Inteligencia Policial en procura de
encontrar la base científica de la actividad.

El enfoque teórico se exploró en los planteamientos de Émile


Durkheim y Max Weber quienes propusieron entender los fenó-
menos sociales como sistema social -mayor preocupación de la

91
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

sociología clásica- y acción social -interés de la sociología contem-


poránea-, respectivamente. En tal sentido, se presentan algunas
características de estos enfoques teóricos:

ÉMILE DURKHEIM Criterio de Comparación MAX WEBER

Cómo nace o cuál es la Explicación del Sólo aquello cuyo sentido


naturaleza. fenómeno se conoce merece que se
indique sus causas.

De las ciencias naturales. Método De las ciencias históricas


o sociales.
Lo social: colectivo/ La persona: individual/
Objetivo/Institucional Objeto de estudio Subjetivo/Personal -acción
-sistema social- social-
Existe bajo la figura de la Finalidad Existe bajo la figura del
función. sentido.
Universalismo Alcance Particularismo
Monista: mecanismo Dualista: comprender el
de funcionamiento del Visión ente como fenómeno y
sistema a partir de la noúmeno.
materia.

Tabla 11. Comparación entre las teorías de sistema social y de sistema de acción social.

Según George Ritzer (1993) en su obra la Teoría Sociológica Con-


temporánea:

“… no basta con identificar sólo la estructura y la función de una orga-


nización o grupo social, se requiere además, comprender las interac-
ciones que surgen de los procesos sociales y de los cuales emanan, de
manera natural, los conflictos sociales, que no necesariamente requie-
ren de una estructura. Desde esta perspectiva el funcionalismo estruc-
tural se clasifica en tres enfoques, según Mark Abrahmson:
Narcomenudeo: entramado social del crimen

1- Funcionalismo individualista: se ocupa de las necesidades de


los actores y de las diversas estructuras (por ejemplo, las insti-
tuciones sociales, los valores culturales) que emergen como res-
puestas funcionales a estas necesidades.

2- Funcionalismo interpersonal: este tipo se ocupa de las relacio-


nes sociales, particularmente de los mecanismos utilizados para
ajustar las tensiones que se producen en estas relaciones.

92
APROXIMACIÓN A LA BASE TEÓRICA DE LA INTELIGENCIA POLICIAL

3- Funcionalismo societal: constituye el enfoque que predomina


entre los sociólogos funcionalistas estructurales, para quienes
su mayor preocupación se centra en las grandes estructuras e
instituciones sociales de la sociedad, sus interrelaciones y su in-
fluencia constrictora sobre los actores”.

Es por ello que, según los trabajos empíricos a los que se enfrenta la
inteligencia policial, se aprecia que las teorías de manera individual
son insuficientes, pero encuentra en su complementariedad una al-
ternativa para abordar el estudio de las amenazas que atentan con-
tra la convivencia. Por lo tanto, se recurrió a Talcott Parson, quien
propone la teoría del sistema de acción social desde la corriente
sociológica del funcionalismo estructural, y a través de ella se in-
tentan armonizar los planteamientos teóricos de Durkheim y Weber.

En los años cuarenta y cincuenta, sobre todo en los Estados Unidos,


hay dos fenómenos que llaman la atención: a) el surgimiento de la teo-
ría del funcionalismo estructural (o funcionalismo del mantenimiento
de las estructuras), y b) el desarrollo peculiar sobre el sistema de la
acción que logró Talcott Parsons (Torres, J. 2002. p. 32).

Parsons, en su teoría del sistema de acción social afirma que acción


y sistema no pueden entenderse por separado.

“… la acción solo es posible bajo la forma de sistema. Detrás de esta


formulación se revela el intento de Parsons por encontrar un denomi-
nador común entre los clásicos de la disciplina sociológica: Durkheim,
Weber, Marshall, Pareto. El hallazgo esencial fue que la construcción
de estructuras sociales se realiza bajo la forma de sistema y que la
operación basal sobre la que se construye dicho sistema es la acción”
Narcomenudeo: entramado social del crimen

(p. 38).

En primer lugar, se explica el sistema de acción -el enfoque indivi-


dual- en Parsons a partir del método de los diagramas cruzados, el
cual no se puede resolver de manera deductiva y se compone de los
siguientes elementos:

93
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

SISTEMA DE ACCIÓN
INSTRUMENTAL CONSUMATORIO
Adaptación Obtención de fines
EXTERIOR (Adaptatión) (Goal attainment)
Conducta orgánica Personalidad
Mantenimiento de estructuras
Integración
latentes
INTERIOR (Integration)
(Latent pattern maintenance)
Sistema social
Cultura
Tabla 12. Diagramas cruzados del sistema de acción.

La exigencia teórica consiste en ubicar los análisis en niveles teó-


ricos adecuados, lo que Parsons llamó referencias sistémicas
(systems references). Por tanto la teoría de la acción el nivel más
abstracto y general. La pregunta que orienta a Parsons, es qué ga-
rantiza, qué condiciones son absolutamente indispensables, para
que en general se lleve a cabo una acción social.

Conducta orgánica. En el sistema de acción se considera que la


conducta del organismo es indispensable para que se lleve a
cabo la acción. Esta condición es la que orienta la acción y se
adapta para lograr el equilibrio en un entorno. Esto es que al
considerar la acción como sistema éste debe ser capaz de inte-
ractuar con otros sistemas en el exterior.

Personalidad. El sujeto es quien tiene la función de controlar las


consecuencias que se derivan de la interacción con el entorno,
las cuales se conocen primariamente a través de percepciones y
no del pensamiento.
Narcomenudeo: entramado social del crimen

Integración. El sistema social es el responsable de garantizar los


procesos de integración. La integración es el orden interno di-
rigido a la satisfacción de las necesidades. Aquí se encuentran
la acción (individual/personal/subjetivo) con el sistema social
(colectivo/institucional/objetivo) como dos dimensiones interde-
pendientes.

Cultura. (Mantenimiento de Patrones). Las pautas culturales que


integran el sistema son los agentes de mantención, cambio y re-
novación en la motivación de los individuos.

94
APROXIMACIÓN A LA BASE TEÓRICA DE LA INTELIGENCIA POLICIAL

En segundo lugar, como se puede apreciar en el diagrama de la ac-


ción social se ubica el sistema social -enfoque de sociedad o colec-
tivo-, una de las partes más desarrolladas de la teoría parsoniana, el
cual se describe a continuación por sus siglas en inglés AGIL.

SISTEMA SOCIAL
INSTRUMENTAL CONSUMATORIO
Adaptación Obtención de fines
EXTERIOR (Adaptatión) (Goal attainment)
ECONOMÍA POLÍTICA
Mantenimiento de estructuras
Integración
latentes
INTERIOR (Integration)
(Latent pattern maintenance)
SISTEMA COMUNITARIO
INSTITUCIONES CULTURALES
Tabla 13. Diagramas cruzados del sistema social.

Economía. “…en el casillero de la integración (el sistema social),


en la ventana conducente a la adaptación, se encuentra la eco-
nomía. Para Parsons, la economía es una forma de adaptación
que tiene la vista puesta en el futuro. Lo que la economía persi-
gue es una adaptación a largo plazo, que se lleva a cabo, dicho
de manera tosca, mediante la formación de capital. Gracias a
ese mecanismo monetario el sistema social está preparado para
resolver situaciones que no pueden ser previstas de antemano.
En este sentido, toda inversión de capital ésta orientada por un
tipo de finalidad que no presenta un objeto presente por alcanzar,
sino futuro. Ya se trate de una inversión de capital para producir,
para comprar, para extraer recursos del entorno… El mecanismo
del dinero (entendido como medio simbólico de comunicación)
constituye una adquisición evolutiva tal, que llevó de la mano el
Narcomenudeo: entramado social del crimen

proceso de diferenciación del sistema económico, y logró un me-


joramiento en la coordinación con el entorno, además de que ha
llevado a garantizar la continuidad y la adaptación del sistema de
la acción” (p. 48).

Política. “…está referida a la relación con el entorno y tiene por


propósito satisfacer las necesidades de la sociedad. Para Par-
sons, se trata de la función de llegar a tomar decisiones que en
el momento mismo de la decisión vinculen colectivamente. Esta
función debe ser reconocida y apoyada, ya que se sustenta en la
confianza puesta en la autoridad” (p. 49).

95
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

Sistema comunitario. “…procura integrar aspectos de la acción


que tienen repercusión en la integración de sí mismo, y no sim-
plemente en la integración de cada una de las personas, ya que
cada una de ellas preferiría quizás actuar por su propia cuenta.
El sistema social integra al sistema de la acción con respecto a
sí mismo, es decir, es el encargado de integrar las propias fun-
ciones de economía, política y cultura mediante una comunidad
que Parsons designa como la social community” (p. 50).

Instituciones culturales. “… la cultura se convierte en el fiduciario


del mantenimiento de los patrones de comportamiento, y ade-
más está encargado de la preservación de los valores sociales”
(p. 50).

Cultura. (Mantenimiento de Patrones). Las pautas culturales que


integran el sistema son los agentes de mantención, cambio y re-
novación en la motivación de los individuos.

Sin más desarrollo, intencionalmente sólo se plantea hasta aquí lo


que se cree pertinente para despertar el interés y de esta forma es-
timular la discusión; así como, contribuir a la construcción cultural
de la organización a la cual anteriormente otros aportaron.

Entonces, se opta por este planteamiento teórico en razón a su sig-


nificancia, pertinencia y afinidad con el papel empírico desarrollado
por la inteligencia policial. Además, porque según la tradición so-
ciológica de Durkheim, se entiende la sociedad moderna como “un
proceso de diferenciación” (p. 53).

Parsons parte del supuesto de que la acción es una propiedad emer-


Narcomenudeo: entramado social del crimen

gente (emergent property) de la realidad social; o con otras palabras:


para que se lleve a cabo una acción deben concurrir un determinado
número de componentes. La tarea, entonces, del análisis sociológico
sería la de identificar este tipo de componentes y de esa manera llagar
a trazar las líneas fundamentales de una teoría analítica de la acción.
Parsons entiende este análisis bajo la denominación de Realismo Ana-
lítico: Realismo en el sentido de que aunque el esfuerzo por descompo-
ner los elementos intrínsecos de la acción sea una construcción teórica
conducida por la sociología, sin embargo, el resultado consiste en po-
ner de manifiesto que gracias a esa emergencia brota la acción. Analí-

96
APROXIMACIÓN A LA BASE TEÓRICA DE LA INTELIGENCIA POLICIAL

tico, porque al identificar los componentes de la acción, descubre que,


tomados de manera aislada, ya no pueden seguir siendo designados, a
su vez, bajo la teoría de la acción (p. 39).

Este enfoque se armoniza con la producción literaria de lo que se


ha propuesto como ciencia de policía, la teoría general de los sis-
temas, las representaciones sociales y la geografía humana, que
fueron empleadas para caracterizar la comercialización de estupe-
facientes. Por lo tanto se propone, primero, considerar la teoría del
sistema de acción social como la base teórica que rige la definición
conceptual de la inteligencia policial, segundo, identificar la convi-
vencia como un sistema de acción social y, tercero, abordar la ame-
naza derivada del conflicto social como la unidad de análisis para
asesorar la actividad de policía.

La inteligencia policial: una tipología universal


Luego de esta aproximación teórica se pone en consideración la
definición de la inteligencia policial, la cual se integra de varios
constructos conceptuales de los que se elabora un desarrollo ar-
gumentativo sustentado en: la doctrina de la Policía Nacional de
Colombia para contextualizar el papel de la inteligencia policial, la
neurociencia para explicar la predicción como elemento basal del
análisis necesario para la anticipación, la teoría del riesgo para ca-
racterizar la amenaza que se deriva del conflicto social, el enfoque
socio-jurídico de la convivencia para preservar el orden social y, por
último, la teoría de la función policial (anglosajona y francesa) que
se desarrolla a través del servicio de policía.

Esta aproximación conceptual -que es un aporte con el ánimo de


Narcomenudeo: entramado social del crimen

incitar a la construcción colectiva- permite establecer el límite y a su


vez el alcance de la inteligencia policial:w

Inteligencia policial es la modalidad del cuerpo de


policía que anticipa las amenazas derivadas del
conflicto social que afectan la convivencia para
asesorar la actividad de policía.

97
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

Aquí hay varios elementos que distinguen a la inteligencia policial de


cualquier otra actividad en la práctica.

La inteligencia policial: modalidad del cuerpo de policía

Como modalidad involucra a los profesionales de un cuerpo de po-


licía que desarrollan los procesos del orden misional, gerencial y
de soporte encomendados constitucionalmente (Policía Nacional.
2009, p. 32), para la producción de conocimiento sobre la actividad
de policía. Por esta razón la inteligencia policial se constituye en un
proceso misional de la Policía Nacional de Colombia y, a su vez, la
Dirección de Inteligencia Policial (DIPOL) es el órgano rector de esta
actividad en la institución.

Esto significa que la inteligencia policial es producida de manera


exclusiva por los cuerpos de policía, y el uso de este conocimiento
es del Ente de policía.

La predicción: fundamento basal de la anticipación

Por su parte, la anticipación implica comunicar o notificar la configu-


ración de los eventos y sucesos que se constituyen en las condicio-
nes propicias para la manifestación del riesgo en un contexto, y de
esta forma, orientar la actuación proactiva del Ente de policía (go-
bierno y su cuerpo de policía) en procura de evitar que la conviven-
cia sea afectada. Para ello, se requiere disponer de un instrumento
que permita predecir.

Este instrumento -que puede ser un mapa de riesgo o sistema de


Narcomenudeo: entramado social del crimen

alertas tempranas- sólo es posible diseñarlo una vez son identifica-


das las propiedades universales -estructura y sistema- de la ame-
naza con las que se construye una representación colectiva. Esta
representación previa de la amenaza se emplea para diseñar el ins-
trumento de predicción, insumo necesario para la actividad de aná-
lisis, a su vez, elemento característico y distintivo de la inteligencia
respecto de la investigación (esta reconstruye un objeto cada vez).

La representación colectiva para la predicción se compone de con-


cepción y ejecución (Enguita. 1998, p. 64). Porque la concepción

98
APROXIMACIÓN A LA BASE TEÓRICA DE LA INTELIGENCIA POLICIAL

de la amenaza como unidad de análisis no está dada de manera


a priori para una persona –limitaciones de conocimiento- y menos
para una organización, ésta se construye. Y la ejecución consiste en
conocer la configuración de actuaciones requeridas para la conse-
cución de sus fines (en el contexto de la convivencia sería el riesgo).
Conocer los eventos (los sucesos se documentan como eventos)-
pre-configuradores de la amenaza es lo que Durkheim refiere como
mecanismo de funcionamiento del sistema, pero es justo esto lo
que Weber reclama para que tenga sentido en el individuo y por
esta vía motivar la búsqueda de las causas.

La predicción es el presupuesto base del análisis y es por ello se


toma como referencia, en analogía, el planteamiento de Rodolfo Lli-
nás (2002) respecto del funcionamiento del cerebro:

“…la predicción se formula a partir de una imagen sensomotora –de


una contextualización del mundo externo-. El marco de referencia de
la imagen interna, premotora de lo que va a suceder, se construye con
base en las propiedades del mundo externo, según nos las transmiten
los sentidos de audición, visión o tacto. El resultado de comparar el
mundo forjado internamente con la información que llega del mundo
externo genera órdenes para emprender una acción motora apropiada.
Mediante este procedimiento se da una transferencia espectacular: la
imagen interna de lo que ha de suceder “asciende” de nivel y adquiere
realidad en el mundo externo” (p. 45).

Esta descripción es vital para la inteligencia policial porque se cons-


tituye en referente para la actividad. En ella se da valor significativo
a la imagen sensomotora, como la reconstrucción sensorial de los
fenómenos sociales para aprehenderlos y objetivarlos. La imagen
Narcomenudeo: entramado social del crimen

interna, premotora de lo que va a suceder, es una representación


aproximada de la forma como se configura el fenómeno en la rea-
lidad para, a partir de un proceso de realimentación y retroalimen-
tación artificial, orientar la acción. Esto es la predicción: una repre-
sentación ontológica o universal previa, y a partir de ella, simular las
múltiples formas o tipologías como se pudiera manifestar el fenó-
meno dadas unas condiciones particulares del entorno. A diferen-
cia de la anticipación cuyo objeto es la comunicación de la imagen
artificial que indica lo que pudiera ocurrir en un entorno. Por ello
se reafirma que la predicción es el presupuesto de la anticipación.

99
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

Elaborar esta representación de la realidad implica considerar los


siguientes principios de la predicción:

1. Concurrencia: consiste en reconocer las propiedades (elementos


o componentes) de la amenaza que deben participar en la configu-
ración de un riesgo para la convivencia (acontecimiento).

2. Interdependencia: es la relación que existe entre cada una de


las propiedades de la amenaza y que permite establecer la forma
de funcionamiento de la misma para lograr los fines sociales o
individuales.

3. Coherencia: es el orden lógico y secuencial en que los eventos in-


tegrados por las propiedades universales se deben manifestar para
configurar un riesgo a la convivencia.

4. Temporalidad: se refiere al momento (frecuencia) que puede ser


sincrónico o diacrónico es requerido por las propiedades de la ame-
naza para que se logre materializar el riesgo.

5. Espacialidad: son las características del contexto necesarias para


que las propiedades de la amenaza se manifiesten ante el grupo
social o el individuo.

Una vez hecha esta aproximación conceptual de la predicción y su


interdependencia con la anticipación, ahora surge la necesidad de
establecer cuál es el objeto sobre el que se requiere desarrollar este
proceso de predicción. Entonces, aquí se propone que la unidad de
análisis de la que se requiere disponer de una representación pre-
Narcomenudeo: entramado social del crimen

via y colectiva son las amenazas que se derivan del conflicto social
y que afectan la convivencia.

La amenaza derivada del conflicto social: es la entidad o unidad de


análisis

Se requiere cambiar el paradigma tradicional de la entidad conce-


bida como organizaciones, personas, bienes y hechos, para consi-
derar la amenaza que se deriva del conflicto social como tal -factor
desintegrador de la convivencia como sistema de acción social-;

100
APROXIMACIÓN A LA BASE TEÓRICA DE LA INTELIGENCIA POLICIAL

para lograrlo es necesario objetivar o hacer cognoscible ésta, es


decir, darle forma y contenido, estructura y función, reconciliar lo
universal y lo particular, para “la reunificación del objeto y el sujeto”
(Enguita. 1998, p. 62).

La amenaza es una “cosa” o sistema compuesto por el origen, la


estructura y el fin. El origen exige conocer la fuente de donde ésta
emana y el porqué. El fin es lo que se pretende modificar o trans-
formar en la realidad social. No se entiende aquí el concepto tra-
dicional de amenaza que hoy rige la actuación institucional, ni la
interpretación constitucional.

Mientras que la estructura tiene dos dimensiones, la primera, la


realidad y la segunda, la representación. La realidad desde “la vi-
sión dualista kantiana se compone de fenómeno y noúmeno, los
reinos sensible e inteligible” (Enguita. 1998, p. 59). La representa-
ción busca identificar el mecanismo de funcionamiento mediante
la abstracción. En este sentido, mediante la aplicación del método
inductivo se elabora la ontología (partes y conexiones), se recons-
truyen las funciones (interdependencia de las partes) y a través de
la semántica se le da significado a los componentes de la amenaza.
Es de resaltar que en el postulado del funcionalismo universal todo
componente (parte-causa) de un sistema puede desempeñar una
función en éste y otra en un sistema de acción social diferente.

Objetivar la amenaza es una prioridad, sólo cuando se dispone


de ella es posible comprender y, por tanto, el resultado será una
imagen o representación colectiva -un mundo cognoscible-, funda-
mento para la predicción. Para objetivar o caracterizar la amenaza
derivada del conflicto social se diseñó una metodología -con diseño
Narcomenudeo: entramado social del crimen

curricular propio para el entrenamiento- que implica tres fases para


identificar las propiedades universales de las mismas (Cortés, Y. y
Parra, R. 2012). La primera, denominada el grafo o arquetipo, la
segunda, es la taxonomía y la tercera, la semántica.

1- El grafo o arquetipo: es una representación colectiva de la


amenaza como sistema social, que permite visualizar el orden
lógico, coherente y secuencial en que ésta se configura y mani-
fiesta a través de la acción social.

101
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

2- La taxonomía: consiste en el diseño del análisis morfológico o


estructura de la amenaza como entidad.

3- La semántica: para establecer un lenguaje natural de los datos


de acuerdo al contexto propio donde se manifiesta la amenaza.

Las amenazas asociadas al conflicto social se entienden en inteli-


gencia policial como la interdependencia que existe entre el conflic-
to social, la violencia y la criminalidad. Esta condición es imperativa
en desarrollo de la actividad, de esta manera se obtiene una lectura
integral en un contexto social que será intervenido por el cuerpo de
policía y el gobierno, en procura de preservar o restablecer el orden
social como característica de la convivencia, “porque lo social es
un orden emergente” (Torres, J. 1999. p. 11). La amenaza deriva-
da del conflicto social como unidad de análisis de la convivencia
-sistema de acción social- es afín con el funcionalismo estructural.
“Este enfoque tiene una larga tradición histórica, pero fue durante
los siglos XVII y XIX cuando alcanzó cierta coherencia teórica” (Picó,
J. y Sanchis E. 1996, p. 269). Es así que el conflicto como “elemento
constitutivo de la estructura de las relaciones sociales contribuye
al cambio y evolución de la sociedad” (p. 274). El conflicto social
es el objeto de análisis porque de él depende el cambio social, y
por eso es necesario considerar los hechos de los que se deriva la
tendencia al conflicto y el carácter funcional del conflicto, el primero
como factor desintegrador del sistema y el segundo en una función
integradora.

La perspectiva desintegradora del sistema de acción social:

Parsons observa una tendencia al conflicto derivada de los hechos si-


guientes: 1) El carácter competitivo de la estructura ocupacional, que
Narcomenudeo: entramado social del crimen

establece una jerarquía de prestigio y una desigualdad de oportuni-


dades. 2) La existencia de autoridad y disciplina en la organización,
que genera resistencia entre quienes obedecen. 3) La tendencia de los
poderosos a explotar a los más débiles. 4) La tendencia a desarrollar
distintas “culturas” por parte de quienes se encuentran situados en zo-
nas diferentes de la estructura social, lo cual dificulta la comunicación
entre los grupos y exige buscar mecanismos efectivos de integración.
5) La imposibilidad del sistema de establecer una estricta igualdad de
oportunidades. Todos estos factores generan conflictos crónicos entre
las clases y atentan contra la integración del sistema (p. 272).

102
APROXIMACIÓN A LA BASE TEÓRICA DE LA INTELIGENCIA POLICIAL

El carácter funcional del conflicto social como atributo integrador


del sistema de acción social, se caracteriza porque:

a) Los sistemas sociales no están organizados alrededor de un con-


senso sobre los valores sino que implican situaciones conflictivas en
aspectos fundamentales.
b) La existencia de tal situación tiende a crear, no una sociedad uni-
taria, sino una sociedad pluralista en la que hay diversas clases. Las
actividades de los miembros del sistema adquieren significado socioló-
gico y deben ser explicadas en referencia a los intereses de los grupos
en situación de conflicto.
c) En la mayoría de los casos la situación conflictiva estará caracte-
rizada por un desequilibrio de poderes, de modo que una de las clases
surgirá como clase dominante que tratará de obtener el reconocimiento
y la legitimidad de su posición entre los miembros de las otras clases.
d) La relación de poder entre la clase dominante y la dominada pue-
de modificarse como resultado de cambios ocurridos en una serie de
factores que aumenten la posibilidad de resistencia o revolución por
parte de esta última. Entre estos factores se encuentran el liderazgo, la
capacidad de organización y la violencia.

De esta manera el conflicto cumple una serie de funciones positivas


que ayudan a la integración, mantenimiento, cambio y renovación del
sistema social (p. 273).

Entonces, el conflicto es un producto social, es connatural a la con-


vivencia y ésta a su vez es el objeto de protección encomendado
constitucionalmente al Ente de policía, por lo que a continuación se
hará una descripción de ella, una vez se propone entenderla como
un sistema de acción social.
Narcomenudeo: entramado social del crimen

La convivencia el ámbito de protección: sistema abierto que se cons-


truye a partir de la interacción social

El conflicto es el resultado de la convivencia. En un Estado Social de


Derecho como el de Colombia, la convivencia es un valor subordi-
nado al respeto de la dignidad humana y para ello se compone de
unos subsistemas sobre los que se desarrolla el poder, la función
de policía y la actividad de policía, de manera concreta y ajustada a
la realidad territorial.

103
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

No es válido pensar y entender a la entidad constitucional de la Policía


Nacional, desde una perspectiva literalista y abstracta, sin considera-
ción a la realidad dinámica y telúrica del medio en el que ella debe fun-
cionar …es la realidad social y económica la que impone la distinción
que reconoce la ley y no ésta la que ha creado las condiciones espe-
ciales a las que se refiere la demanda [servicios de seguridad interior y
exterior del Estado]. (Corte Constitucional, 1996).

En concordancia, la convivencia se compone de los siguientes


subsistemas: la tranquilidad pública, la salubridad pública y la se-
guridad pública. Se dispuso entonces, elaborar aproximaciones
conceptuales con enfoque socio-jurídico, a partir de las cuales los
profesionales de policía logren orientar su efectiva materialización
en la cotidianidad, como oficiales de cumplimiento de la ley que son:

Tranquilidad pública: es un elemento de la convivencia, cuyo man-


tenimiento, en su aspecto realizador y operativo, corresponde, en
principio, a las autoridades administrativas de policía. (Corte Cons-
titucional, 1993). Las autoridades administrativas de policía deben
garantizar a todo miembro de la comunidad el derecho a no ser
intranquilizado sin justa causa y a que nadie lo inquiete o le cause
desasosiego, actuando contra la Ley, por fuera de lo dispuesto en
ella, o abusando de sus derechos. Las autoridades de policía, a tra-
vés de los llamados “medios de policía”, aseguran la tranquilidad
ciudadana, y en tal virtud entre sus atribuciones está la de controlar
y fiscalizar las diferentes actividades que desarrollan los particula-
res. Cuando dichas perturbaciones son anormales o extraordina-
rias, por exceder los límites de tolerancia, existirá una inaceptable
agresión al derecho de otros o un abuso en el ejercicio del propio
derecho, que demanda la intervención de la autoridad, con el fin de
Narcomenudeo: entramado social del crimen

restablecer el estado de tranquilidad (Corte Constitucional, 1994).

La idea de tranquilidad pública incluye el concepto de moralidad


pública. Los sucesos que afectan el orden moral no son en principio
motivos de policía, pero si ellos se traducen en ciertas manifestacio-
nes externas materiales, que provoquen el escándalo y el desaso-
siego moral de otras personas, entonces representarán atentados
contra la tranquilidad, no ya por su significado moral, sino porque
de él se desprenden motivos de intranquilidad (Lleras, M. 2009).
Se considera pues que todas aquellas manifestaciones del poder

104
APROXIMACIÓN A LA BASE TEÓRICA DE LA INTELIGENCIA POLICIAL

económico y la fuerza dominante de las organizaciones criminales,


en especial de la guerrilla y el narcotráfico, son verdaderos factores
que alteran la tranquilidad pública (Ibáñez, J. 2000).

Salubridad pública: es un atributo de la convivencia que se concre-


ta en la salud de cada uno de los asociados. Se trata del paso de
aquello que es formal (la salud) a lo que es real: vivir en condiciones
saludables. Puede decirse entonces que salubridad significa el acto
de ser de la salud, es decir, el acto por medio del cual el ser orgánico
ejerce normalmente todas sus funciones. No se trata, pues, de una
manifestación potencial, sino de una actual. Ahora bien, al ser la
salubridad pública una noción que implica la realización total de la
salud, supone la existencia previa de la salud individual.

En consecuencia, resulta aplicable el principio de que la lesión de la


parte afecta la del todo; asimismo, la lesión del todo (salubridad) es
necesariamente la lesión de la parte (salud individual). Si hay una vul-
neración grave e inminente de la salubridad pública, puede suponerse
que la parte que tenga un interés legítimo en restablecer un derecho
que, si bien es cierto es colectivo, también la afecta como singularidad,
única e irrepetible (Corte Constitucional, 1993).

A este respecto, Miguel Lleras Pizarro (2009), plantea que situacio-


nes fácticas tales como epidemias, enfermedades contagiosas, in-
adecuado manejo de basuras, venta de sustancias tóxicas e insalu-
bres, entre otras, son condiciones que requieren medidas de policía
con carácter preventivo y profiláctico para garantizar la salubridad
pública (p. 64).

Seguridad pública: componente de la convivencia que comprende y


Narcomenudeo: entramado social del crimen

abarca tanto la seguridad del Estado como la de todas las personas


a las cuales deben proteger las autoridades. Por ello, la función mi-
litar de defensa y la función policial de preservación, conservación y
sostenimiento de la convivencia tienen relaciones manifiestas, pues
comparten un espacio común. Su actuación no se concibe desliga-
da, pues se relacionan y complementan.

No obstante, la regulación constitucional de la fuerza pública esta-


blece una diferenciación básica entre la finalidad primordial de las
fuerzas militares y el fin primario e inmediato de la Policía Nacio-

105
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

nal. Las fuerzas militares han sido instituidas por la nación “para su
defensa”, mientras que la policía existe para preservar, conservar
y sostener “el conjunto de condiciones fácticas cuya intangibilidad
permite el desarrollo inalterado del funcionamiento de las institucio-
nes, del ejercicio pacífico de los derechos constitucionales y de la
eficaz prestación de los servicios” (Corte Constitucional, 1995). Es
decir, la Policía Nacional desarrolla actividades tendientes a garan-
tizar la seguridad pública y no sólo la seguridad ciudadana.

La finalidad básica de la seguridad pública es la defensa de la inte-


gridad nacional y la preservación de la convivencia, porque esos ele-
mentos son condiciones materiales para que las personas puedan
gozar de sus derechos y libertades. Para ello, el Estado moderno se
constituye en:

... una institución que aspira a lograr el monopolio eficaz y legítimo de


la coacción en un determinado territorio: con esto se busca evitar los
peligros que, para la convivencia social, implica la multiplicación de po-
deres armados privados” y para ello debe “mantener la convivencia
e instaurar un sistema jurídico-político estable para garantizar la pro-
tección a la vida como una de las obligaciones del gobernante sin las
cuales no es posible la continuidad de la comunidad. ...[P]ara asegurar
al individuo una esfera de libertad y protección contra la violencia a
condición de reprimir, incluso con la fuerza, aquellas actividades violen-
tas de los demás individuos que vulneran esa órbita de libertad (Corte
Constitucional, 1995).

En este mismo sentido, la seguridad pública histórica y recurrente-


mente se ha relacionado con tres acepciones a saber: la primera,
entendida como la seguridad que se debe prestar en entornos públi-
Narcomenudeo: entramado social del crimen

cos, abiertos al público o en espacios públicos cuando trascienden


a lo público; la segunda, como lo opuesto a la seguridad privada, es
decir, la seguridad a cargo del Estado y que debe ser brindada a to-
dos los ciudadanos; y la tercera, como la seguridad interior, que vela
por la protección del Estado especialmente en su gobernabilidad y
de la convivencia pacífica de los ciudadanos. Sin embargo ante las
amenazas, la evolución de éstas y su indivisible interdependencia,
se hacen esfuerzos por plantear un enfoque de seguridad pública
que tenga como propósito la protección (igual de prioritaria) del Es-
tado y los ciudadanos

106
APROXIMACIÓN A LA BASE TEÓRICA DE LA INTELIGENCIA POLICIAL

En concordancia, con el objeto de garantizar la seguridad ciudada-


na, “le corresponde al Estado prestar la actividad de policía, que
está a cargo exclusivo de las autoridades de policía administrativa,
las que para tal efecto cuentan con el apoyo del cuerpo de policía”
(Ibáñez, J. 2005).

Cuando las circunstancias que configuran la convivencia no coin-


ciden, las personas no cuentan con las garantías necesarias para
desarrollar su personalidad y proyectarse en la sociedad de la que
hacen parte. De allí que sea un deber del Estado restablecer el or-
den cuando ha sido turbado, pues hasta tanto no lo haga, es in-
cierta la realización de los derechos y la afirmación de la vida dig-
na de sus ciudadanos (Corte Constitucional, 2002). Entonces por
perturbación de la convivencia se entiende un suceso del mundo
fenomenológico, de un punto de partida empírico que inicia con la
ocurrencia de hechos concretos, perceptibles y, en consecuencia,
verificables, que objetivamente generan una alteración de las con-
diciones de tranquilidad, salubridad o seguridad pública requeridas
para el ejercicio de los derechos. Como suceso del mundo fenome-
nológico, el presupuesto fáctico es susceptible de un juicio objetivo
de existencia.

Con el objetivo de preservar o restablecer las condiciones de con-


vivencia, el Gobierno (sistema político-administrativo) dispone del
cuerpo de policía entendido como grupo social especializado para
asegurar en nombre de la colectividad, y haciendo uso eventual de
la coacción física, el respeto del orden social y de las principales
reglas que lo rigen. El cuerpo o institución de policía es responsable
de desarrollar la actividad de policía frente a aquellos fenómenos
Narcomenudeo: entramado social del crimen

que alteran o perturban la convivencia en relación sistémica con la


función policial (autoridad político-administrativa, la sociedad y el
cuerpo de policía) y para ello dispone de unos medios de policía que
son jurídicos y materiales. Su actividad se fundamenta en la educa-
ción, la prevención y como recurso eventual, la coacción.

La seguridad pública es un hiper-constructo, multívoco que, desde


la perspectiva ideal, abarca la protección del Estado y de los ciu-
dadanos -como lo exige la constitución según lo establecido en los

107
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

artículos 2, 216 y 218 de la Constitución Política de Colombia-, es


decir, integra los conceptos de seguridad nacional (sólo en su di-
mensión interna) y la seguridad ciudadana (Cortés, Y. 2012, junio).
Sin embargo, y aunque parece amplio, restringe el alcance y para
su mejor comprensión se precisan los componentes de cada una de
las categorías.

Seguridad nacional

Es aquella categoría de la seguridad pública que:

… es inmanente para garantizar la existencia, la permanencia, la con-


tinuidad y la estabilidad de la comunidad política, también entendida
como la necesaria para garantizar tanto la seguridad externa como la
seguridad institucional interna de una nación y por lo mismo la sobera-
nía, la independencia, la integridad territorial nacional, el régimen y el
orden constitucional, todo lo que comprende la seguridad del Estado,
esto es, la que le corresponde garantizar el normal funcionamiento de
las instituciones constitucional y legítimamente constituidas (Ibáñez,
J. 2005, p. 48).

En la actualidad y para efectos de operacionalizar del concepto se


puede concebir en una visión dualista -externa e interna- para pro-
curar la existencia y estabilidad del Estado, así:

La dimensión externa: está compuesta por la independencia e inte-


gridad territorial del Estado, la cual debe ser garantizada por las
Fuerzas Militares (artículo 217 de la C.P.C). Ésta no se relaciona
con el concepto de seguridad pública.
Narcomenudeo: entramado social del crimen

La dimensión interna: la componen la soberanía (capacidad de go-


bernar, administrar y representar), el régimen constitucional (los
tratados internacionales ratificados, la constitución y las leyes)
y el orden constitucional (adecuado funcionamiento de las insti-
tuciones de Estado), cuya protección fue encomendada a todos
los habitantes y a la Fuerza Pública en Colombia (artículo 26 de
la C.P.C).

Sólo la visión interna de la seguridad nacional será concebida como


componente articulado a la seguridad ciudadana del cual se deriva
la acepción de la seguridad pública.

108
APROXIMACIÓN A LA BASE TEÓRICA DE LA INTELIGENCIA POLICIAL

a) Soberanía: desde la perspectiva de la legitimidad, se constituye en


las expresiones de reconocimiento y disconformidad que al ciuda-
dano le merecen las normas del Gobierno (sistema político) como el
actor formal encargado por el colectivo de ejercer el control en la or-
ganización social. Connota la legitimidad, la aceptación y el respeto,
generalmente consentido y excepcionalmente coaccionado, de un
ordenamiento jurídico que no sólo condiciona, sino que determina
el comportamiento individual y colectivo (Bolívar, J. 2009).

La dominación legítima (de carácter racional) se apoya en “... la creen-


cia de la legalidad de ordenaciones estatuidas y de los derechos de
mando de los llamados por esas ordenaciones a ejercer la autoridad”
(Weber, M. p. 172). Pero con el fin de ejercer la dominación legítima
que conduzca a la legitimidad de los órganos estatales se requieren
mecanismos y personas que desarrollen funciones específicas “Para
llevar a cabo este tipo de dominación se desarrolla la burocracia como
cuerpo administrativo, profesional y especializado que se encarga de
mantener un orden político a través de la aplicación y el respeto de
las normas” (Ibarra, S. 2001, p. 90).

En este mismo sentido, Andrés Dávila (1995) expone que:

Habermas concibe la legitimidad como un consenso argumentativo ver-


dadero. Su conceptualización se desenvuelve en dos planos. El prime-
ro, del orden político, que se legitima y utiliza unos mecanismos para
ello; el segundo, el de los individuos que construyen, sustentan y funda-
mentan la creencia en la validez de esos órdenes. La tensión existente
entre estos dos planos del concepto lleva a una reducción y elaboración
al mismo tiempo del espectro del problema (p. 18).
Narcomenudeo: entramado social del crimen

La relevancia de los procesos de legitimación en la relación autori-


dad subordinación estriba en reconocer la validez de las acciones
en la función administrativa que permita el reconocimiento subjeti-
vo de los actores y, de esta manera, lograr diferenciarlos del carác-
ter legal de los actos. (Cruz, L. 2008).

b) Régimen constitucional: la normatividad establecida para regular


las relaciones sociales, entre otros propósitos, busca establecer
condicionamientos que permitan el desarrollo individual y colectivo
de los asociados. No en vano el artículo 4o del Código Civil Colom-

109
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

biano enuncia que “el carácter general de la Ley es mandar, prohibir,


permitir o castigar” (Congreso de la República de Colombia, 1887).

Existen tres dimensiones importantes del régimen constitucional:


1 - Que las normas expedidas por los órganos del poder son válidas.
2 - Que quien ejerce el poder de conformidad con esas normas ac-
túa justamente y dentro de la legalidad. 3 - Que una vez la norma ha
sido expedida válidamente y el funcionario ha ordenado su aplica-
ción, el sujeto pasivo debe actuar de conformidad.

Por esto el policía no debe actuar frente a la seguridad de los ciuda-


danos por motivos o creencias personales, materiales o valorativas,
sino que sus actuaciones deben ser legales, ajustadas a derecho.
Pero uno de los factores de mayor ocurrencia es que la falta de
atención a los aspectos normativos perturba la relación ciudadano-
policía-administración, basada en los aspectos materiales y funcio-
nales del ordenamiento jurídico.

En el sentido colectivo, desde el punto de vista de la seguridad ciu-


dadana, la comunidad espera que los servidores públicos de la Poli-
cía Nacional y de la Administración en general realicen su actividad
de acuerdo a lo prescrito por la norma (de lo contrario, se estaría
frente a un abuso de poder, arbitrariedad u omisión), pero que tam-
bién, en términos individuales, los ciudadanos no violen la facultad
que les concede la norma de hacer o abstenerse de hacer alguna
acción propia. La ocurrencia esporádica de estos eventos es propia
de un sistema jurídico, pero la generalización de las violaciones de
una u otra parte lo que demuestra es ineficacia o ilegitimidad.

c) Orden constitucional: proteger la estructura y el efectivo funciona-


Narcomenudeo: entramado social del crimen

miento de las instituciones del Estado Social de Derecho e impedir


que se modifique el régimen constitucional -contribuir a que los po-
deres públicos cumplan su función constitucional (Ibáñez, J. 2005,
p. 84)-, con lo cual se asegure el ejercicio del poder legal y legítimo
indispensable para la unidad de gobierno y responder a las deman-
das -prestaciones sociales y servicios básicos (Ruíz. s.f. p. 12)- de
los ciudadanos para, de esta forma, lograr el desarrollo de los fines
esenciales contemplados en el artículo 2 de la constitución. “Sin
embargo, hay que reconocer que los nuevos patrones de cambio

110
APROXIMACIÓN A LA BASE TEÓRICA DE LA INTELIGENCIA POLICIAL

regional y global están transformando el contexto de la acción polí-


tica, creando un sistema de centros de poder múltiples y esferas de
autoridad superpuestas” (p. 12).

Para lograr este fin y en contexto institucional, se dispone de la con-


trainteligencia policial como la actividad que anticipa las amenazas
y vulnerabilidades que afectan la integridad policial, la estabilidad
institucional y la seguridad operativa (Dirección de Inteligencia Po-
licial, 2011, pp. 17-34) para proteger la estructura y el adecuado
funcionamiento de la Policía Nacional.

Una vez descritas las dimensiones de la seguridad nacional, conti-


núa el análisis de la seguridad ciudadana como la segunda catego-
ría y complemento de la seguridad pública.

Seguridad ciudadana

Es una de las categorías de la seguridad pública cuyo interés de


protección se relaciona con la seguridad individual y colectiva de los
ciudadanos frente a los factores que perturban el ejercicio de los
derechos y libertades públicas, cuyas manifestaciones de afecta-
ción se constituyen en problemas públicos.

En tal sentido, y para operacionalizar el concepto, se clasificará la


seguridad ciudadana en unos ámbitos de protección agrupados en
dos categorías: la primera, entendida como la individual, compues-
ta por la vida, integridad personal y patrimonio. La segunda, que
abarca aspectos orientados a garantizar la cohesión social. Para
una mejor comprensión se elaborará una aproximación a cada di-
mensión -con sus componentes- de la seguridad ciudadana.
Narcomenudeo: entramado social del crimen

Dimensión individual

a) Vida: las autoridades de policía, como autoridades administrati-


vas, deben adoptar medidas preventivas y correctivas (perjuicios
inminentes), proporcionales, razonables y necesarias, para la pro-
tección de la vida digna de las personas, teniendo como criterio de
actuación que no se limite la realización de los proyectos de vida

111
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

individuales; que prevalezca el interés general y la preservación de


la convivencia.

... no significa la simple posibilidad de existir sin tener en cuenta las con-
diciones en que ello se haga, sino que, por el contrario, supone la garan-
tía de una existencia digna, que implica para el individuo la mayor po-
sibilidad de despliegue de sus facultades (Corte Constitucional, 1999),
pues supone además que se deben garantizar las condiciones para la
pervivencia y el desarrollo efectivo de la vida humana en sociedad.

La vida constituye la base para el ejercicio de los demás derechos,


lo que representa para el Estado dos ámbitos vinculantes: los debe-
res de respetarla y de protegerla frente a amenazas reales, concre-
tas, específicas, individualizadas y verificables. Así, las autoridades
públicas están doblemente obligadas, a abstenerse de vulnerar el
derecho a la vida y evitar que terceras personas lo afecten (Corte
Constitucional, 2002).

b) Integridad personal: es inherente a la persona en atención a su


naturaleza y consiste en gozar del derecho a la integridad física, psi-
cológica y moral. Este derecho comporta el deber de no maltratar,
no ofender, no torturar, ni comprometer la integridad física y mo-
ral de las personas, como garantía del respeto que se le tiene a la
dignidad humana, estrechamente ligada con los más altos valores
sociales que fundamentan también la protección del derecho a la
vida (Corte Constitucional, 1998).

En el aspecto físico, la integridad personal se refiere a la conser-


vación del cuerpo humano en su contexto anatómico y al equilibrio
funcional y fisiológico de sus diferentes órganos.
Narcomenudeo: entramado social del crimen

En lo concerniente al ámbito psicológico del ser humano, se refiere


a la preservación total y sin menoscabo de la psiquis de una perso-
na. Es decir, de las plenas facultades mentales propias de su activi-
dad cerebral, tales como la razón, la memoria, el entendimiento y la
voluntad, entre otras.

El normal funcionamiento físico y psíquico de una persona asegura


un despliegue de sus facultades humanas de una manera completa
y única. Perder o disminuir esas facultades por la acción u omisión

112
APROXIMACIÓN A LA BASE TEÓRICA DE LA INTELIGENCIA POLICIAL

de un tercero constituye una violación a los derechos fundamenta-


les de las personas.

En el aspecto moral, se refiere a la capacidad y a la autonomía del in-


dividuo para mantener, cambiar y desarrollar sus valores personales.

Por lo anterior, el derecho a la integridad personal “vinculado nece-


sariamente con la protección a la dignidad humana” tiene estrecha
relación con otros derechos fundamentales como el derecho a la
vida y a la salud (Huertas, O., Barona, R., Mora, D., Doncel, L., Mar-
tínez, M., y Sanabria, A. 2007).

c) Patrimonio: el patrimonio es una noción de orden esencialmente


pecuniario; los derechos que no tienen significación pecuniaria que-
dan por fuera del patrimonio; “... el patrimonio constituye un todo,
y un todo de naturaleza jurídica; es una universalidad jurídica inde-
pendiente de los elementos que la componen; el patrimonio es un
atributo, una emanación de la personalidad, y como una proyección
de dicha personalidad en el campo del derecho...” (Corte Constitu-
cional, 1993).

El patrimonio de las personas es un derecho fundamental constitu-


cional porque a falta de él, el hombre no podría cumplir su cometido
de ser social, ya que lo necesita para realizarse como tal y ha de
contar con él para atender por lo menos las exigencias económicas
de supervivencia suya y de su núcleo familiar.

Las principales características del patrimonio son, entre otras, que


solo las personas (naturales o jurídicas) son titulares de él; toda
persona posee un patrimonio, así este se encuentre conformado
Narcomenudeo: entramado social del crimen

solo por deudas, pues la mayor o menor cantidad de bienes no sig-


nifica que una persona tenga varios patrimonios; no es transmisible,
sino por causa de muerte, ya que nadie en vida puede transferir la
totalidad de los bienes que lo conforman. Se dice entonces que el
patrimonio es personalísimo, inagotable, indivisible e inalienable,
pero sí puede ser objeto de embargo y de expropiación en lo que se
refiere a la tenencia de bienes materiales, por razones de utilidad
pública o de interés social.

113
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

Dimensión colectiva

a) La cohesión social: a pesar de tener como peculiaridad que es un


concepto en construcción, producto de la ambigüedad que lo ca-
racteriza y el permanente debate académico al que ha sido someti-
do, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL),
desde el año 2007 lo considera por un lado, como el conjunto de
mecanismos de integración que existen en una sociedad y, por otro,
como las percepciones de la ciudadanía sobre la operación de di-
chos mecanismos. Estas últimas a su vez determinan el sentido
de pertenencia al colectivo social por parte de los grupos que lo
conforman (p.16). Así mismo, “se refiere no sólo a los mecanismos
instituidos de inclusión y exclusión en la sociedad, sino también a
cómo estos influyen y moldean las percepciones y conductas de los
individuos ante una sociedad o comunidad en particular” (p. 10).

Los desarrollos teóricos del concepto de forma reciente están aso-


ciados a los mecanismos de integración para el bienestar general de
la sociedad en su conjunto que estableció la Unión Europea. El Co-
mité de Ministros del Consejo de Europa (2010) la define como “la
capacidad de una sociedad para asegurar el bienestar de todos sus
miembros, minimizar las disparidades y evitar la polarización: una so-
ciedad cohesionada es una comunidad de apoyo mutuo compuesta
por individuos libres que persiguen estos objetivos comunes por me-
dios democráticos” (p. 2). El despliegue y la validez de su contenido
fueron irradiados a la visión de la política pública de Latinoamérica
que la considera fuertemente en su marco de gestión.

El profesor Carlos Barba Solano (2011) resalta elementos claves


para la cohesión social que resultan integradores para visualizar los
Narcomenudeo: entramado social del crimen

fines de la misma: pertenencia, legitimidad y confianza. Por lo tan-


to, la cohesión social hace relación a la naturaleza “de los vínculos
sociales que permiten a los individuos experimentar un sentido de
pertenencia social (en diversas escalas), confiar en los demás (con-
fianza horizontal), reconocer la legitimidad de la sociedad y confiar
en sus instituciones” (p. 71).

La cohesión social se asocia con las categorías de capital social,


integración social, inclusión social y ética social como partes estruc-
turales de la misma. Para tener una panorámica del significado de

114
APROXIMACIÓN A LA BASE TEÓRICA DE LA INTELIGENCIA POLICIAL

cada una de ellas, se hará una aproximación conceptual, guardan-


do como criterio una contextualización de sus implicaciones en la
seguridad ciudadana y por ende, en la seguridad pública.

Capital social: su marco de significancia está dado por la CEPAL


(2007a) como:

[aquel]... patrimonio simbólico de la sociedad en términos de la capa-


cidad de manejo de normas, redes y lazos sociales de confianza, que
permiten reforzar la acción colectiva y sentar bases de reciprocidad en
el trato, que se extienden progresivamente al conjunto de la sociedad.
En este sentido, el capital social da cuenta, en buena medida, de un
acervo de los agentes sociales que contribuye a una sociedad más co-
hesionada (p. 15).

Mientras el vínculo y la interacción de los actores entorno al capital


social tengan suficiente proximidad, positivismo y fortaleza “mayor
será la variedad requerida en la toma de decisiones y mayor la ca-
pacidad de aprendizaje organizacional dentro de la red” (Navarrete,
N., Piergentili, N. y Sulbrandt, J. 2007). Para la seguridad pública,
el capital social es importante de cara a la interlocución de líderes
legítimos y representativos de los colectivos organizados con las au-
toridades locales y los cuerpos de policía en un marco de confianza.
James Coleman (1988) explica que el capital social “es el valor de
los aspectos de la estructura social de los actores como los recur-
sos que pueden utilizar para lograr sus intereses” (p. 101). Por tan-
to, es una forma de vincular subjetividades recogidas y agrupadas
en dinámicas colectivas que pretenden bienestar general.

El objetivo fundamental del capital social en este contexto, es poten-


Narcomenudeo: entramado social del crimen

ciar los mecanismos de coordinación establecidos para que se ges-


tionen y asuman compromisos desde el principio de la correspon-
sabilidad frente al tratamiento e intervención de las amenazas a la
seguridad pública. En esta instancia juega un papel determinante la
gestión comunitaria como herramienta para administrar, operacio-
nalizar y mantener proyectos de en esta órbita de forma coordinada
y cooperativa en busca de beneficios comunes.

Integración social: en atención a la proposición de la CEPAL (2007a)


se entiende como “... un sistema común de esfuerzos y recompen-

115
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

sas, igualador en cuanto a oportunidades y meritocrático en térmi-


nos de retribuciones ...” (p. 16). En el año 2007, Martín Hopenhayn
(citando a Schindlmayr, Huber y Zelenev, 2006) indica que la inte-
gración social es aquella donde existen:

... dinámicas de sociedades que son estables, seguras y justas, ba-


sadas en la promoción y protección de todos los derechos humanos,
como también en la no-discriminación, la tolerancia, el respeto por la
diversidad, la igualdad de oportunidades, la solidaridad, la seguridad,
y la participación de todos, incluyendo a los grupos y persona en situa-
ción de desventaja y vulnerabilidad que considera el nivel mínimo de
bienestar compartido entre los miembros de la comunidad (p. 38).

Como elemento de interés en la seguridad ciudadana es pertinente


establecer que en la praxis colectiva, la integración social está iden-
tificada con la posibilidad de acceso a la oferta institucional (bienes,
oportunidades y recursos sociales) como sujetos activos de la ciu-
dadanía en igualdad de condiciones. De la misma forma, en las fa-
cilidades para el uso y apropiación de los bienes y servicios que los
diferentes niveles del Estado provee para satisfacer necesidades y
expectativas de los asociados para garantizar el bienestar. Significa
poseer un acumulado de elementos como plataforma de la justicia
social para que haya un “cumplimiento de las condiciones básicas
para el bienestar de las personas” (Comisión Económica para Amé-
rica Latina y el Caribe, 2007b, p. 47).

La potencialidad de acceso a las expresiones del Estado por parte


de los ciudadanos, así como sus roles de actuación dentro de los
grupos sociales a los que pertenecen, implican que se precise una
interacción de las personas, no solo con sus núcleos de pertenencia
Narcomenudeo: entramado social del crimen

directa sino con otros alternos.

La integración social ha sido mayoritariamente contemplada como


expresión de la posible conjugación de roles diversos y confluyentes
en un individuo o conjunto de individuos”. Luego entonces, el espa-
cio de comunicación e intercambio abre el espectro de acción co-
lectiva en pos de bienestar, que logra “mayor potencial de beneficio
mutuo por complementariedad en la variedad de roles y contactos
diversificados (Lozares, C., López, P., Verd, J., Martí, J. y Molina, J.
2011, p. 16).

116
APROXIMACIÓN A LA BASE TEÓRICA DE LA INTELIGENCIA POLICIAL

Inclusión social: es un proceso que abre las opciones de incorporar


los diferentes actores e individuos en los esquemas de decisión
sobre aspectos de diversa índole que les atañen como colectivo.
Siguiendo su fundamentación la CEPAL (2007a) enuncia que la in-
clusión social “no solo supone mejorar las condiciones de acceso a
canales de integración, sino también promover mayores posibilida-
des de autodeterminación de los actores en juego” (p. 16).

Si bien la inclusión social hace relación y tiene desarrollos teóricos


y prácticos para remover círculos de pobreza por la exclusión de
personas en los mecanismos de producción de riqueza, el enfoque
que aquí se quiere dar está asociado al aspecto político y del ejer-
cicio de la ciudadanía. La participación activa de los ciudadanos es
catalogada como uno de los principales activos de la democracia de
manera que se convierta en un proceso que contribuya a la gestión
y aplicación de las políticas públicas. Por eso es importante, abrir
los espacios para recoger las preocupaciones y experiencias de los
grupos sociales, de forma que ese conocimiento haga parte integral
de la planeación, ejecución y evaluación de los programas públicos.
Lo que se quiere, es precisamente un medio eficaz para evitar que
la exclusión se perpetúe y propiciar que se rompan ciclos de invisi-
bilidad y ausencia de deliberación política. Esta es una forma clave
para el cambio de percepción y mejoramiento de la legitimidad en el
seno de los grupos sociales (Hopenhayn, M. 2007, p. 39).

Los aspectos locales en el área de la seguridad pública demanda la


participación activa con enfoque cívico por parte de los ciudadanos,
en pro de la atención que el Ente de Policía preste a sus preocupa-
ciones y expectativas. Es abrir el abanico de posibilidades para la
autodeterminación de los actores sociales de manera que ingresen
Narcomenudeo: entramado social del crimen

en los círculos de decisión local.

Ética social: se considera que alude a los valores compartidos y la


solidaridad que se estructura dentro de un grupo social (Villasuso,
J. 2006). Para la CEPAL (2007a) es “la comunidad de valores, el
consenso en torno a mínimos normativos y mínimos sociales, la so-
lidaridad como valor ético y valor práctico y un principio asumido de
reciprocidad en el trato comunidad de valores y solidaridad, fomen-
to de la dignidad humana” (p. 16).

117
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

La ética social tiene relación con la identidad de normas subjetivas


que rigen las actuaciones de los individuos, de forma tal que sean
socialmente aceptadas y construidas colectiva e históricamente.
Al decir de Martín Hopenhayn (2007) la ética social es “la interio-
rización por parte de los sujetos de un “saber conducirse” en las
relaciones con los demás, donde los bienes públicos y el bienestar
general aparecen como motivaciones que guían comportamientos
de las personas” (p. 39). Es concluyente que dentro de una socie-
dad hay establecido un conjunto de normas y valores que tiene las
características de patrimonio simbólico consolidado y vigente que
ayuda a mantener una forma de control social en reciprocidad, por-
que se espera que el otro se ciña a él.

La solidaridad dentro de los grupos sociales se considera una mani-


festación de carácter ético finamente intrincada como valor, porque
según Laura Mota Díaz y Eduardo Andrés Sandoval Forero (2011)
representa una “diversidad de acciones, pensares, decires y actua-
res de las personas y colectivos involucrados en ese conjunto de
realidades y subjetividades de la experiencia humana” (p. 43). Su
importancia radica, además, en que se convierte en un medio mul-
tifacético de cooperación e identidad entre agrupaciones (dadas
las relaciones de empatía e identidad), en especial para resolver
conflictos y apoyar desinteresadamente a quienes lo requieran, rati-
ficando que se trata de un vínculo social dada la necesidad de parti-
cipación social, interacción y ayuda para con los demás (pp. 40-45).

Por otro lado, Carlos Eduardo Maldonado (2008) propone que la co-
hesión social no está garantizada dada la necesidad de reconocer
“el surgimiento, la creación o la emergencia de nuevos valores so-
ciales” (p. 12). Esta alerta anticipa escenarios problemáticos para
Narcomenudeo: entramado social del crimen

la ética social porque se pueden hacer imperantes determinados


principios sociales que varíen la interpretación de mínimos que ri-
gen una sociedad de forma moderada y respetuosa de la solidari-
dad como un bien colectivo, así como de las formalidades legales y
del interés común.

El concepto de cohesión social se refiere sobre todo a las relacio-


nes entre los distintos elementos que la componen. La articulación
armónica que surja al interior de los colectivos sociales orientará la
gestión satisfactoria de la convivencia de los individuos a partir de

118
APROXIMACIÓN A LA BASE TEÓRICA DE LA INTELIGENCIA POLICIAL

la reducción de las brechas en bienestar general y en los sentidos de


adhesión, vinculación y pertenencia a la sociedad por parte de las
personas que conforman los grupos sociales. Es decir, la cohesión
social consiste en aquellos mecanismos de asociación gestionados y
garantizados por el Estado y las percepciones de la ciudadanía sobre
la operación de los mismos; se considera, pues, como una respon-
sabilidad compartida entre los sectores sociales, la sociedad civil y
todos los niveles de gobierno que procuran la equidad y el desarrollo.
Los aspectos que componen la cohesión social tienen por propósito
prevenir la fragmentación social y la pérdida de lazos estables.

Lo que se pretende con este apartado es dejar sentadas las bases


para dimensionar la estrecha relación de integralidad que existe entre
la seguridad pública y el ámbito de la cohesión social en el contexto
de la dimensión de protección colectiva de la seguridad ciudadana. El
Plan de Vigilancia Comunitaria por Cuadrantes (PNVCC) como modelo
de prestación del servicio de policía tiene un enfoque de prevención
e interacción directa y cercana con el ciudadano y las formas de or-
ganización social que contribuye al mantenimiento y fortalecimiento
de la cohesión social. Esta variable, por tanto, se constituye en un
agregado de valor que la Policía Nacional viene protegiendo como
medio para garantizar la legitimidad, la gobernabilidad y el desarrollo
social en el ámbito local. En este sentido, Lucía Dammert (2012) en
un análisis sobre la relación seguridad y cohesión social afirma que
“Socialmente, son atributos de un orden colectivo (una sociedad co-
hesionada, una sociedad segura) que también tiene profundas con-
secuencias en términos individuales” (p. 43).

Entonces la seguridad pública es brindada de manera exclusiva por


el Estado como un objetivo de la función policial, pero se requiere
Narcomenudeo: entramado social del crimen

establecer en la interacción de las instituciones del orden político-


administrativo roles orientados a la protección integral de los ciu-
dadanos en las dimensiones individual y colectiva (Corte Consti-
tucional, 1993). El concepto aquí propuesto concibe una relación
bidireccional entre el Estado y el asociado, cuyo propósito es asumir
la responsabilidad constitucional de mantener las condiciones ne-
cesarias para la convivencia mediante la protección del individuo
y los grupos sociales, así como la preservación de la conducta y
el comportamiento (individual y colectiva) en la organización social
(Ver gráfico 5).

119
Narcomenudeo: entramado social del crimen

120
SEGURIDAD
PÚBLICA

Seguridad Seguridad
Nacional Ciudadana

Fuerzas Militares Policía Nacional

Externa Interna Individual Colectiva

Independencia Soberanía Vida Integridad Propiedad Cohesión Social


Física

Integridad Régimen
Territorial Constitucional
Capital
Anatómica Social
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

Orden
Constitucional Inclusión
Psicológica
Social

Moral Integración
Social

Ética Social

Gráfico 5. Cortés, Y. (2012, junio). La seguridad pública: un concepto socio-jurídico para el servicio de policía.
Seminario Internacional “Delitos Trasnacionales e Investigación Criminal” realizado en Manizales, Colombia.
APROXIMACIÓN A LA BASE TEÓRICA DE LA INTELIGENCIA POLICIAL

Es decir, la sociedad convive en conflicto. Sólo cuando se supera el


umbral de tolerancia la alteración se expresa mediante manifesta-
ciones de violencia y criminalidad, las cuales amenazan la convi-
vencia.

Aquí, se profundizará el desarrollo teórico de la función policial, por


ser de interés para la Dirección de Inteligencia Policial aproximarse
a la interdependencia que existe entre: a) las amenazas asociadas
al conflicto social, b) el enfoque de seguridad pública y c) las capa-
cidades -función policial-.

La función policial: la capacidad para proteger la convivencia

Este planteamiento teórico se obtiene de los resultados de la inves-


tigación desarrollada por Jean-Louis Loubet del Bayle, autor fran-
cés, quien propone que “existe función policial cuando, en el marco
de una colectividad que presenta los caracteres de una sociedad
global, algunos de los aspectos más importantes de su regulación
social interna son asegurados por una o más instituciones encar-
gadas de esa tarea, actuando en nombre del grupo y teniendo la
posibilidad de emplear como último recurso la fuerza física”. El en-
foque de policía, además, contempla tres importantes atributos en
una lógica sistémica, es decir, de relación interdependiente entre:
1- la organización político-administrativa (sistema político), 2- la so-
ciedad o entorno societario, y 3- el cuerpo de policía.

Frente a ese propósito, Loubet del Bayle orienta los esfuerzos a de-
mostrar la consustancialidad entre la autoridad político-administra-
tiva y el cuerpo de policía en el marco de un sistema político, lo que
hoy se conoce como Ente de Policía (cuerpo de policía y autoridad
Narcomenudeo: entramado social del crimen

político-administrativa): “...toda organización política comporta una


dimensión policial y la función policial aparece como consustancial
a la organización política de una sociedad” (Loubet, J. 1992, p. 13).
En ese orden expresa el autor que:

... esa consustancialidad queda además confirmada si se observa que


tanto la organización política de una sociedad, como el ejercicio de la
función policial encuentran su legitimación en la referencia a un mismo
concepto, el de orden social, ya que la finalidad de lo político, al lado
de la seguridad exterior, es la de asegurar el orden interno, la concordia

121
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

interior”, en el seno del grupo social políticamente organizado, mien-


tras que la función policial remite a los medios puestos en marcha para
alcanzar ese objetivo (p. 18).

Esta propuesta coincide con los tratados expuestos en el siglo XIX


por los expositores del Derecho Administrativo, quienes comienzan
a plantearse dos futuros perfiles de la idea de policía y su impor-
tancia para la sociedad: como función e instrumento de orden y de
paz, o como necesaria a la convivencia de los asociados (Londoño,
F. 2006).

En la realidad se evidencia la convergencia entre ambas propuestas


en dos conceptos fundamentales, el orden social -como producto
social, que no es legal- y la convivencia o la concordia interior, las
cuales se dan de manera complementaria en relación con un mis-
mo fin. El orden social plantea para la organización política la impe-
rativa preservación de este y es en razón de ello que se introduce el
concepto de control social como una de las responsabilidades de la
función policial.

El control social, por su parte, es un concepto de inspiración anglosa-


jona, extraído de la sociología entendido como: el proceso destinado a
asegurar la conformidad de las conductas a las normas establecidas,
para salvaguardar entre los miembros de una colectividad concreta el
denominador común necesario para la cohesión y el funcionamiento de
la misma (Loubet, J.1994, p. 301).

Ese denominador común y necesario se entiende como la convi-


vencia, y es esta la finalidad de la función policial, a la que le co-
rresponde mantener el equilibrio entre el orden interno y externo,
Narcomenudeo: entramado social del crimen

lo individual y lo colectivo, así como otros aspectos tales como pre-


servar o restablecer el orden cuando es perturbado por aquellos
fenómenos que se conocen como motivos de policía o en el ámbito
político como problemas públicos.

La función policial se materializa a través del servicio de policía,


concepto entendido como el servicio público que presta el Ente de
policía, a través del cual el Estado cumple el mandato constitucional
de preservar el orden social. Al respecto afirma Ibáñez Najar (2005)
“… le corresponde al Estado prestar el servicio público de policía,

122
APROXIMACIÓN A LA BASE TEÓRICA DE LA INTELIGENCIA POLICIAL

que está a cargo exclusivo de las autoridades de policía administra-


tiva, las cuales para tal efecto cuentan con el apoyo del cuerpo de
policía” (p. 86).

El servicio a cargo de la Policía Nacional, hace parte de la función


administrativa que debe cumplir la Rama Ejecutiva del Poder Públi-
co “al servicio de los intereses generales” (artículo 209 C.N.) (p. 88).
Es por ello necesario producir inteligencia policial para asesorar los
tres niveles de despliegue de la estructura del servicio de policía:
estratégico, táctico y operacional (Policía Nacional, 2009. p. 39).

Inteligencia policial estratégica: actividad que consiste en com-


prender las amenazas a la convivencia para asesorar el diseño
de la política institucional de la Policía Nacional y la formulación
de política pública del Gobierno Nacional.

Inteligencia policial táctica: actividad que consiste en identificar


las amenazas y vulnerabilidades, según la realidad territorial,
para desplegar la política institucional mediante el diseño de
planes y programas.

Inteligencia policial operacional: actividad consiste en orientar el


desarrollo de actuaciones que impidan la configuración de ries-
gos (gestión de amenazas y vulnerabilidades) mediante la acti-
vidad de policía en coordinación con las demás autoridades del
Estado.

Se anticipa el final este capítulo con una reflexión de la necesaria


complementariedad que existe con la inteligencia criminal, esto en
razón a que el concepto de servicio de policía articula la actividad
Narcomenudeo: entramado social del crimen

de policía y la actividad de policía judicial.

La inteligencia criminal: complementaria para el servicio


de policía
En la Policía Nacional de Colombia el servicio de policía se conci-
be como un dualismo funcional entre actividad de policía (policía
administrativa preventiva) y actividad de policía judicial (investiga-
ción criminal). En tanto que en el modelo anglosajón, no. En este “el

123
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

primer objeto de una policía eficiente es la prevención del delito; el


siguiente es la investigación y castigo de los culpables, si el delito se
cometió” (Peel, R., citado por Fentanes, E. 1968. p. 84).

Entonces, se requiere la complementariedad entre la inteligencia


policial -asociada a la actividad de policía- y la inteligencia criminal
-a la actividad de policía judicial-. Para estos efectos, se entenderá
la inteligencia criminal como una actividad que anticipa amenazas
criminales contra la convivencia para asesorar la actividad de po-
licía judicial (Amaya, H y Cortés Y. 2011). No obstante, pese a la
complementariedad para asesorar la planeación del servicio de po-
licía, existen diferencias substanciales que ayudan a distinguir la
actividad de inteligencia sea una u otra.

Determinar el grado de complementariedad de estas dos tipolo-


gías de inteligencia, implica considerar un mecanismo de definición
conceptual que arroje claridad sobre el objeto, límite y alcance de
cada una de ellas. Definir algo por su esencia, según Aristóteles,
es incluirlo en su género próximo e indicar su diferencia específica.
El piso epistemológico de un área de conocimiento se determina
por su delimitación e integración al acervo comprensivo del objeto
de estudio por parte de las personas vinculadas directa o indirec-
tamente a la misma. De ahí la necesidad de plantear una serie de
proposiciones que cimenten y estructuren ese estatus de manera
que se introduzcan dentro de la doctrina corporativa.

INTELIGENCIA POLICIAL Criterios de Comparación INTELIGENCIA CRIMINAL

Modalidad de un cuerpo Organización que la Actividad de un cuerpo de


de policía produce policía u otro organismo
estatal
Amenazas derivadas del Unidad de análisis Amenazas criminales
conflicto social
Narcomenudeo: entramado social del crimen

Actividad de policía Origen primario del dato Actividad de Policía


Judicial
Tabla 14. Comparación entre inteligencia policial e inteligencia criminal. Amaya, H. y Cortés, Y. (2012).
El Fleteo: análisis de un fenómeno criminal para asesorar el servicio de policía, Programa Internacio-
nal de Asistencia y Entrenamiento en Investigación Criminal (ICITAP). Bogotá D.C., Colombia.

124
Vi
ole
nc
ia

Criminalidad
l
cia
So
o
lict
onf
C INTELIGENCIA INTELIGENCIA

NECESIDADES BÁSICAS INSATISFECHAS


POLICIAL CRIMINAL

ACTIVIDAD DE ACTIVIDAD DE
POLICÍA POLICÍA JUDICIAL
APROXIMACIÓN A LA BASE TEÓRICA DE LA INTELIGENCIA POLICIAL

SERVICIO DE POLICÍA

Gráfico 6. Rol diferencial de la inteligencia policial y la inteligencia criminal frente al servicio de policía.

125
Narcomenudeo: entramado social del crimen
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

Como se parte de dos conceptos equívocos (inteligencia policial


e inteligencia criminal), donde es notable la ausencia de una de-
finición elaborada, histórica, colectiva y aceptada mayormente por
los actores sociales involucrados en su uso, se está haciendo un
esfuerzo para delimitar su amplitud. Un inconveniente anexo que
se ha identificado tiene relación con el uso indiscriminado de esas
nociones en el lenguaje vinculado al tema de la convivencia en algu-
nos países del hemisferio, sin que tengan una connotación clara y
definida. Incluso, para algunas personas, la mención puede ser des-
conocida, sinonímica y en el peor de los casos, ligada a los arcaicos
conceptos de la inteligencia de Estado, que se le sindicó de vacilar
ante el respeto de los Derechos Humanos en el marco histórico de
la “guerra fría” y esquemas antidemocráticos superados hace ya
varias décadas.

Por ello, este componente es netamente reflexivo, y tiene por pro-


pósito fundamental invitar a al debate, al análisis y a la divergen-
cia. Lo que se busca es darle una mayor solidez y estructura a los
fundamentos epistemológicos de la propuesta. Está claro que no
se pretende dar una fundamentación cerrada, condicionada, ni ter-
minada; por el contrario, se plantea que sea el comienzo de una
construcción dialéctica que genere espacios de interacción y com-
plementación. No se persigue un fin último diferente a mejorar la
estructura epistémica que aporte al desempeño institucional de
las entidades del Estado comprometidas en la seguridad pública.
Pero se quiere contribuir a la construcción doctrinaria más allá de
proposiciones tradicionales o guiadas por los pareceres cotidianos
ligados a la experiencia.

De la complementariedad entre inteligencia policial e inteligencia


Narcomenudeo: entramado social del crimen

criminal

El primer elemento fundamental de la complementariedad es la re-


lación directa que funge entre las dos tipologías de inteligencia para
identificar nexos o terminales causales dependientes entre sí con
el propósito de comprender, desde la diferencial de cada objeto de
estudio, la interdependencia de las amenazas que afectan la convi-
vencia. En este sentido, los fenómenos y noúmenos que integran el
ser (o ente) de la amenaza, tienen distintos aspectos que los descri-

126
APROXIMACIÓN A LA BASE TEÓRICA DE LA INTELIGENCIA POLICIAL

ben, pero con esquemas igualmente esenciales de un conocimiento


perfectamente definido acerca de los objetos en cada área de do-
minio de una u otra. Esta afirmación de carácter objetivo apertura
la posibilidad de tener una visualización de acción transversal en
las ciencias y disciplinas que estudian aspectos relacionados con
la convivencia.

En segunda medida también se trata de los aportes en materia de


conocimiento que se genera en cada una de ellas. Porque se pue-
den presentar explicaciones diferentes para la interdependencia de
las amenazas a la convivencia, de acuerdo a la perspectiva que en
esencia poseen de forma disímil. Con ello, se trae desde la realidad
a la abstracción, una comprensión de elementos que en su estruc-
tura y funcionamiento pueden ser complejos y sirven para la cohe-
rente explicación de amenazas asociadas a la otra inteligencia. En
esencia, tanto la interdependencia como la complejidad, desde la
perspectiva de sistemas, para un acercamiento a la realidad son, en
lo práctico, elementos de complemento. Un tercer factor, es la selec-
tividad o enfoque que ofrece la posibilidad de definir y aproximarse
con las técnicas propias de cada una de ellas, a las amenazas que
son realmente importantes para el cumplimiento de los fines del
Estado Social de Derecho.

La complementariedad se visualiza, por otro lado, cuando se entien-


de que las entidades del Estado que, según el caso, están compro-
metidas en el desarrollo de la inteligencia policial, y que lleguen a
ejecutar formalmente la inteligencia criminal, están sometidas al or-
denamiento jurídico, que implícitamente explican principios de com-
plementariedad, coordinación y corresponsabilidad. Por lo tanto, se
alinean en orientar su acción al cumplimiento de los fines esencia-
Narcomenudeo: entramado social del crimen

les del Estado (artículo 2 de la Constitución Política Colombiana).


Es decir, que hay una conjunción de actividades que en la práctica
están ligadas a coordinaciones, compartir información, entre otras.
Esta concepción vinculada al Estado Social de Derecho implica que
en lo que respecta a la inteligencia policial, al ser ejecutada como
una modalidad del servicio de policía, se encuentra sometida al
marco normativo que establece límites y alcances definidos. Como
garantía de esta visión, día a día se democratiza la función de inte-
ligencia en Colombia y aumentan sistemáticamente los controles
para evitar desviaciones fácticas.

127
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

En la práctica, la complementariedad se da además, por la interpre-


tación simultánea de las amenazas a la convivencia desde puntos
de vista diferenciales guiados por la unidad de análisis, técnicas y
dependencias específicas. Es probable que en esas experiencias se
excluyan mutuamente por la mecánica de acercamiento a los pro-
blemas. No obstante, serán las instancias de decisión con carácter
colegiado o individual, las encargadas de recopilar los avances en la
producción de conocimiento mediante el asesoramiento e inciden-
cia en el proceso decisional. Al final, el resultado se puede percibir
en términos de visiones integrales focalizadas en el tratamiento sis-
témico de los riesgos a la convivencia.

En este sentido, no hay antagonismos ni incompatibilidad, más aún


cuando se encuentran por encima intereses superiores ligados a la
función estatal. La complementariedad es un sistema conceptual
más amplio producto de la fijación del objeto, límite y alcance de
estas tipologías de inteligencia. Tampoco se está ante una dualidad
o una sinonimia, sino ante dos elementos diferentes con propósi-
tos también diferenciales, aun así parezca que los rasgos esencia-
les estén en lo que se podría catalogar como una delgada línea de
imperceptibilidad. En estricto sentido positivo y constructivista, se
pretende avanzar en la superación de potenciales contradicciones
o confusiones conceptuales y prácticas. No es que se trate de que
una u otra es más importante o dominante; esa discusión en estric-
to sentido, no tiene asidero, gracias a la especificidad y complemen-
tariedad circunstancial en doble vía (alimentación y retroalimenta-
ción) en la que se está avanzando.

La inteligencia policial y la inteligencia criminal no son tampoco ex-


cluyentes. Sobre todo porque no se trata de entrar en el paradigma
de plantear eventuales enfrentamientos o protagonismos entre las
Narcomenudeo: entramado social del crimen

instituciones que las desarrollan. Lo importante es tener la concep-


ción de que cada una de ellas puede servir para propósitos diferen-
ciados de acuerdo a la necesidad, pero enfocadas en aportar desde
su perspectiva particular, a asesorar cursos de acción relativos a la
convivencia. Como consecuencia de lo anterior, tienen aplicaciones
diferentes en términos de planeación y prestación de la actividad
de policía para la inteligencia policial, o la formulación de la política
criminal para la inteligencia criminal.

128
APROXIMACIÓN A LA BASE TEÓRICA DE LA INTELIGENCIA POLICIAL

Además, la coherencia y correspondencia entre estas tipologías de


inteligencia, le da un valor de racionalidad a las proposiciones desa-
rrolladas. En este sentido, se dice que para producir conocimiento
desde una u otra de las tipologías en mención, se deberá acudir de
manera separada al ejercicio propio de su actividad, por la diversi-
dad de herramientas, métodos y sobre todo, la diametral diferencia
entre las unidades de análisis. La ventaja para lograr esta finalidad
es que cada una de ellas tiene su espectro de acción bien definido,
pero a su vez, ambas, producen inteligencia sea estratégica, táctica
u operacional, dirigida a asesorar temas afines con la convivencia.

La problemática se establece porque si bien, puede afirmarse que


una instancia aboque el despliegue de estas tipologías de inteligen-
cia, seguramente desde el punto de vista funcional y de misión cons-
titucional de determinadas instituciones, no tenga mecanismos vá-
lidos de interacción y capacidad de asesoramiento. Por eso, para la
futura implementación de la inteligencia criminal en el país se debe
tener la claridad que la inteligencia policial, con un objeto de estudio
definido y toda una tradición histórica, deberá continuar como una
modalidad del servicio de policía de carácter autónomo. Serán enton-
ces las ramas del poder público, las llamadas a abocar la definición
de las instancias y regulaciones jurídicas que guíen la inteligencia cri-
minal, como producto de ejercicios de análisis y consenso.

Las bondades de la diferenciación en lo local

En cuanto a la utilidad de la inteligencia policial y su punto de con-


fluencia con la inteligencia criminal, está condicionada por la de-
pendencia funcional y orgánica que se le designe a la segunda de
ellas, al interior de alguna institución del Estado relacionada proba-
Narcomenudeo: entramado social del crimen

blemente con la investigación criminal, o si se diera el caso, la crea-


ción de nueva organización estatal. Una vez sorteado este factor,
la confluencia de estas tipologías de inteligencia estará dada en
instancias de coordinación interinstitucional del nivel central o en
órbitas de gobierno, de manera que se influencie a los tomadores
de decisión en acciones dirigidas contra los factores de riesgo que
atentan contra la convivencia, es decir, comprender para actuar;
en otras palabras, prevenir que significa desplegar acciones con-
tra el factor de riesgo. Ese podría ser el eje articulador y punto de

129
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

conexión de estas tipologías de inteligencia al servicio del Estado


-Ente que tiene la responsabilidad de garantizar las condiciones de
convivencia-.

En este aspecto, es notorio que en la actualidad los Comandantes


de las unidades policiales asentadas en jurisdicciones territoriales
(estaciones y subestaciones de policía, especialmente), requieren
una considerable contribución de la inteligencia criminal en aten-
ción a las exigencias institucionales para el control y disuasión de
los delitos y las contravenciones. También por la necesidad de cum-
plir los indicadores de las políticas de convivencia de las diversas
instancias de gobierno. Por lo tanto, la inteligencia criminal de ca-
rácter operacional se convierte en un insumo para alcanzar resul-
tados tangibles y mitigar la ocurrencia de conductas punibles. No
obstante, para comprender la dinámica e interdependencia de los
conflictos sociales asociados por lo general a necesidades básicas
insatisfechas, manifestaciones de violencia y hechos de criminali-
dad, será la inteligencia policial la llamada a orientar la acción insti-
tucional. Sin embargo, ambas tiene en común que están orientadas
a contribuir a la prevención de las manifestaciones que afecten la
convivencia.

La inteligencia criminal, por tanto, deberá orientar su atención a la


comprensión de las amenazas criminales. Gracias a que el enfo-
que de las políticas integrales de seguridad del Estado durante los
últimos periodos de gobierno, se han concentrado en disminuir los
indicadores en la comisión de delitos, esta actividad se constituiría
en una herramienta de utilidad en todos los niveles de despliegue
de la Policía Nacional.
Narcomenudeo: entramado social del crimen

Necesidad de saber qué es como punto de partida

Pensar en la diferenciación entre inteligencia policial e inteligen-


cia criminal surge de la imperiosa necesidad de avanzar en una
propuesta sistemática para encontrar la esencia de lo que se es
(el qué). Deslindar los elementos que conducen a las dicotomías
y confusiones es una labor propia para delimitar y definir tanto la
naturaleza como los atributos que pertenecen a cada tipología de
inteligencia con el fin de llegar a una propuesta universal que defina
su totalidad y unicidad. En otras palabras, es definir su esencia (ha-

130
APROXIMACIÓN A LA BASE TEÓRICA DE LA INTELIGENCIA POLICIAL

llar el género) de forma necesaria y suficiente frente a un medio, con


base en proposiciones propias que le distingan de las demás. Aun-
que pareciera una discusión estéril, vale decir innecesaria, exige la
rigurosidad y lógica que se plantearon y desarrollaron en la primera
parte de este capítulo, como presupuesto para la comprensión con-
ceptual y la facilitación en la comunicación específica.

La importancia de la inteligencia policial estará determinada por la


capacidad de anticipar las amenazas derivadas del conflicto social
que atentan contra la convivencia para asesorar la actividad de po-
licía, mientras que la inteligencia criminal se encargará de antici-
par las amenazas criminales contra la convivencia para asesorar
la actividad de policía judicial. Ambas de forma integrada podrán,
entonces, darle soporte decisional al servicio de policía. Aquí se
quiere llamar la atención sobre la imperiosa necesidad de volver a
los principios doctrinales que rigen el concepto de policía tanto en
la corriente francesa como en la anglosajona de donde emanan los
desarrollos que en la materia se han hecho en Colombia; porque
desconocer la esencia teórica de los conceptos y términos que les
son propios, puede conducir a nublar la comprensión o confundir
los planteamientos expuestos.

El primer beneficio de elucidar el objeto, límite y alcance de la inteli-


gencia policial frente a la inteligencia criminal, es definir la identidad
y el marco de actuación de cara a los retos estratégicos, tácticos y
operacionales que demanda la convivencia en la era moderna del
Estado Social de Derecho. Consecuentemente, aportar al estatuto
epistemológico que lo fortalezca para ampliar la base teórica de co-
nocimiento para algo que hoy, en su esencia, tiene el carácter de-
nominativo de modalidad del servicio de policía, herramienta, pro-
Narcomenudeo: entramado social del crimen

ceso, entre otros, pero que como desafío de futuro, deberá avanzar
en métodos, metodologías y rigurosidad hasta convertirse en una
disciplina científica que coadyuve y se nutra en el conocimiento de
algunas ciencias como la sociología, la política, solo por mencionar
algunas.

En segunda instancia la objetivación de los ámbitos de acción de-


parará, como consecuencia, claridades sobre lo que se debe hacer.
Este probablemente sea el nivel de mayor utilidad práctica porque
definirá, de manera material, el tipo de planeación y acciones para

131
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

cumplir la labor de producción de conocimiento desde la modalidad


de inteligencia policial. Será entonces, la forma para salvar definitiva-
mente la recurrente confusión de roles que se presenta no solo entre
las diferentes modalidades y especialidades de policía sino con otras
tipologías de inteligencia asociadas a esta función del Estado.

En lo particular, la necesidad de redefinir la inteligencia policial res-


ponde a las nuevas realidades de la sociedad moderna, los giros
doctrinarios, los avances de política pública de convivencia y las
demandas de los ciudadanos. Ese viraje implica que las necesida-
des de convivencia se afronten por parte de los cuerpos de policía
desde una perspectiva que materialice una mejora en la planeación
y prestación de la actividad de policía dirigida a la intervención de
eventuales riesgos. La modificación de las tradicionales amenazas
a la estabilidad del Estado disminuye su potencial impacto; mien-
tras tanto, la interacción ciudadana focalizada especialmente en los
entornos urbanos, modifica la reproducción del mundo social dando
como resultado la creación de múltiples problemáticas difíciles de
identificar, comprender e intervenir.

La fluctuación de las interacciones humanas así como la evolución


de las dinámicas asociadas a la convivencia, presionan el surgi-
miento de amenazas asociadas al conflicto social, entendidas éstas
como la unidad de análisis de la inteligencia policial. Bajo esta pers-
pectiva se requiere un enfoque realista que, a partir de las capaci-
dades y oportunidades, deparen visiones vanguardistas y de prefe-
rencia no dogmáticas para instalar a la inteligencia policial como eje
de producción de conocimiento dirigido a asesorar la planeación y
prestación de la actividad de policía que desarrolla el cuerpo institu-
ción Policía Nacional, para el caso colombiano.
Narcomenudeo: entramado social del crimen

Inteligencia policial e inteligencia criminal desde la perspectiva de


la Policía Administrativa

La Policía Administrativa como poder jurídico tiene por objeto la pre-


vención. La Corte Constitucional Colombiana (1994) ha definido a
aquella como “… el conjunto de medidas coercitivas utilizables por
la administración para que el particular ajuste su actividad a un fin
de utilidad pública y lograr de esa manera la preservación del orden

132
APROXIMACIÓN A LA BASE TEÓRICA DE LA INTELIGENCIA POLICIAL

público”. Esta aclaración se justifica para entrar a delimitar, desde


el punto de vista doctrinal, las distinciones entre Policía Administra-
tiva y la función de Policía Judicial para verificar planteamientos de
distinción que se han hecho a lo largo de este ejercicio de reflexión.

Este carácter eminentemente preventivo de la policía administrati-


va la distingue de la policía judicial encargada fundamentalmente
de reprimir los atentados contra el orden público una vez que ellos
hayan ocurrido. La distinción entre ambas policías es importante
no sólo por el principio de separación entre autoridades adminis-
trativas y judiciales propiamente dichas sino porque en la práctica
numerosas acciones de policía son mixtas y su calificación se funda
algunas veces en la finalidad de la acción más que en su contenido
(Corte Constitucional, 1992, pp. 28-29).

Los fundamentos de la Policía Administrativa como plataforma doc-


trinaria de la inteligencia policial advierten que la finalidad es hacer
valer los límites y prohibiciones impuestos por la ley para garantizar
la convivencia a partir del control social. Como elemento integrador,
entonces, la inteligencia policial responde con predicción y antici-
pación a la función de Policía Administrativa que articula ese co-
nocimiento para cumplir con la indicación primaria y fundamental
de su carácter preventivo frente a la materialización de los riesgos
(acontecimientos que afectan la convivencia). Por otro lado, enten-
diendo que el crimen tiene la connotación de fenómeno social, éste
opera como separador entre la inteligencia policial, la investigación
criminal y la inteligencia criminal, siendo las dos últimas, desde la
diversidad de sus fines y medios, las que sirven de soporte a la ac-
tividad de policía judicial.
Narcomenudeo: entramado social del crimen

Se hace énfasis en que la inteligencia policial no tiene como foco


de análisis al delito por el delito, sino que más bien, se considera
que éste es la materialización de una serie de eventos ligados, por
lo general, al conflicto social y hechos de violencia (que no necesa-
riamente son punibles), susceptibles de caracterizar para su com-
prensión. Por lo tanto, el nivel de correlación de la inteligencia poli-
cial está dado directamente al servicio de la vigilancia (prevención)
“… los términos de policía y prevención son sinónimos: la policía
es únicamente preventiva” (Lleras, M., 2009, p. 196). Por lo tanto,

133
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

cuando se presenta un delito, es la investigación criminal, apoyada


en otras ciencias, la que desde el punto de vista reactivo, permita
el esclarecimiento del hecho con base en la ejecución del progra-
ma metodológico, y por el otro, mientras que la inteligencia criminal
gestiona este conocimiento para comprender la amenaza criminal
-ésta implica la comisión de más de un delito- y esta forma contri-
buir en un futuro con la anticipación de la misma para asesorar la
reducción del delito.

Desde la perspectiva de la planeación del servicio de policía surge


la exigencia de direccionar el funcionamiento de las unidades poli-
ciales para que sean eficaces de cara a los objetivos estratégicos,
tácticos y operacionales. Según O. W. Wilson (1966), define la Pla-
neación como “… la operación de formular un método o procedi-
miento o un ajuste de diversas partes con el fin de facilitar el logro
de un propósito definido”. En este sentido, la inteligencia policial
contribuye a la planeación y prestación de la actividad de policía, es
decir, aporta a la función de prevención que se materializa en el tra-
tamiento de las vulnerabilidades y amenazas a la convivencia para
disminuir la materialización de riesgos. La inteligencia criminal, por
su parte, estaría alineada a la actividad de Policía Judicial e incluso,
a la formulación de política criminal del Estado.

Una vez entran en complementariedad e interdependencia, la acti-


vidad de policía con la actividad de policía judicial, integran lo que
conceptualmente recibe la denominación de servicio de policía ca-
lificado como servicio público que está “… encaminado a mantener
y garantizar el libre ejercicio de las libertades públicas y la convi-
vencia pacífica de todos los habitantes del territorio nacional”. (Po-
licía Nacional, 2009, p. 18). Para el caso de Colombia hay que ser
Narcomenudeo: entramado social del crimen

explícitos y recurrentes en afirmar que el cuerpo institución Policía


Nacional, desarrolla de forma paralela estas dos actividades con
dependencias especializadas para cada fin.

Por otro lado, el aporte de Inteligencia Policial desde la óptica tác-


tica estaría dirigido a contribuir en el diseño los planes entendidos
como “un conjunto organizado y metódico de actividades previstas
para realizar una operación policial o adelantar un procedimiento
administrativo. Se elabora a partir de una decisión o proyecto del
mando; en él se asignan responsables, responsabilidades y se mo-

134
APROXIMACIÓN A LA BASE TEÓRICA DE LA INTELIGENCIA POLICIAL

vilizan los recursos necesarios” (p. 46). Esta orientación estratégica


y táctica parte de la comprensión de las amenazas a la convivencia
en los niveles de despliegue institucional estructurado en los Planes
Nacional y Regional de Inteligencia.

Una correcta coherencia, complementariedad e interdependencia


de la inteligencia policial y la inteligencia criminal se puede convertir
en una herramienta eficaz para la toma de decisiones significativas
y adaptativas frente a las amenazas que atentan contra la conviven-
cia. Lo que contribuirá a una mejor planeación y prestación del ser-
vicio de policía enfocado en el tratamiento de las amenazas y la su-
peración de las vulnerabilidades institucionales del Ente de policía.

Hechos estos planteamientos se invita al lector a la reflexión, al de-


bate y a revisar en forma detallada la caracterización de la comer-
cialización de estupefacientes, que bajo la denominación de ame-
naza a la convivencia, sirve como presupuesto para la predicción
y la anticipación. El siguiente capítulo de este libro es donde las
proposiciones epistemológicas de la inteligencia policial, se mate-
rializan en la práctica.

Narcomenudeo: entramado social del crimen

135
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

CAPÍTULO III
Caracterización de la
comercialización de estupefacientes:
el presupuesto para la predicción y
la anticipación

La comercialización de estupefacientes para efectos de la


presente investigación es una actividad económica criminal
que pretende satisfacer las necesidades o deseos de los
consumidores, monetizar los productos del narcotráfico y
maximizar ganancias.

La predicción se refiere al pronóstico de algo específico que puede


suceder. En este ámbito es claro que la predicción se formula a
Narcomenudeo: entramado social del crimen

partir de una imagen sensomotora – de una contextualización


del mundo externo-. El marco de referencia de la imagen interna,
premotora de lo que va a suceder, se construye con base en
las propiedades del mundo externo, según nos la trasmiten los
sentidos de audición, visión o tacto. El resultado de comparar
el mundo forjado internamente con la información que llega
del mundo externo genera órdenes para emprender una acción
motora eficiente.

Rodolfo Llinas.

136
CARACTERIZACIÓN DE LA COMERCIALIZACIÓN DE ESTUPEFACIENTES

El narcotráfico: una amenaza


a la convivencia

A continuación se plantea una estructura de comprensión, análisis y


seguimiento transversal del narcotráfico. Bajo esta perspectiva, se pro-
pone considerar al narcotráfico desde la óptica de una empresa crimi-
nal que funciona como un sistema socioeconómico, el cual se puede
clasificar según su constitución como físico-abstracto y, de acuerdo con
el nivel de intercambio con el medio, abierto (Bertalanffy, L. 1976). Tal
descripción tiene sentido porque presenta relaciones de intercambio
con el ambiente a través de entradas y salidas, y a su vez, está com-
puesto por subsistemas susceptibles de visualizarse como procesos, y
representarse de tal forma.

Entonces, el narcotráfico se puede entender como un sistema de pro-


ducción capitalista (Harvey, D. 2001) integrado por los subsistemas de
producción, distribución, comercialización y el flujo de capitales.

La evidencia que se obtuvo en procura de identificar esta estructura


lógica de análisis del narcotráfico tuvo la participación de analistas de
narcotráfico de varios cuerpos de policía del hemisferio. Esta necesi-
dad se derivó de la inexistencia de un instrumento que permitiera ela-
borar ejercicios analíticos de manera sistémica para la caracterización
de este problema. Una conclusión al respecto, es que el sistema no
es controlado en su totalidad por una sola organización criminal, sino
que por el contrario, puede haber numerosas estructuras o personas
que prestan servicios o elaboran bienes que aportan en aspectos pun-
Narcomenudeo: entramado social del crimen

tuales a determinadas actividades o procesos del narcotráfico. En este


mismo sentido, se puede afirmar que en los subsistemas de produc-
ción, distribución y comercialización se desarrolla el flujo de capitales
o efectivo. Bajo esta proposición queda claro que el lavado de activos
es un componente del flujo de capitales en la categoría de inversión y
no un subsistema, como de manera tradicional se había concebido por
organismos multilaterales y las instancias de persecución penal dentro
de los Estados.

Así las cosas, el funcionamiento del narcotráfico como sistema pudiera


ser, según se muestra en la gráfica 7 (Cortés, Y. y Parra, R. 2011),
137
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

con una coordinación, una comunicación y un control más descentra-


lizado. Bajo un enfoque sistémico se plantea una panorámica amplia
que pretende lograr un nivel de conocimiento más aproximado para la
comprensión del mismo. Eso implica entenderlo como un objeto y cues-
tionarse sobre su ser, es decir, de qué está hecho (qué es) y cómo fun-
ciona (cómo es) (Heidegger, M. 1975, p. 16), de manera que se pueda
objetivar y hacerlo comprensible. Por lo tanto, hay que pensar en darle
una orientación ontológica para abstraerlo (importarlo mediante idea-
lización) de la realidad y dominarlo por medio de constructos teóricos
que describan, más allá de los meros actores y supuestos, cuáles son
las partes fundantes del narcotráfico y cómo se desarrolla su mecanis-
mo de funcionamiento.

El sistema del narcotráfico interactúa con el suprasistema de la socie-


dad, y, por lo tanto, no basta con elaborar análisis criminológicos para
su comprensión. En el narcotráfico los subsistemas mantienen una
relación sinergética y un equilibrio dinámico que busca maximizar ga-
nancias como el fin de la empresa. Esto sugiere que, no obstante, cada
subsistema es una parte especializada del todo, el narcotráfico como
sistema abierto se apoya en el principio de equifinalidad para lograr
una exitosa articulación de sus componentes y materializar el fin. Así
mismo, requiere del establecimiento de reglas de comportamiento de
un colectivo en sociedad y unas condiciones de orden socio-espacial
que permitan su supervivencia en el medio.
Narcomenudeo: entramado social del crimen

Gráfico 7. El narcotráfico: la abstracción de un sistema socioeconómico.”Según


la cibernética, el narcotráfico se rige por la causalidad circular”.

138
CARACTERIZACIÓN DE LA COMERCIALIZACIÓN DE ESTUPEFACIENTES

El 8 de abril de 1986 el Presidente de Estados Unidos (EE.UU) Ronald


Reagan emitió la Decisión Directiva 221 de Seguridad Nacional, afir-
mando que el hemisferio occidental estaba afectado por el narco-
tráfico (Egremy, N. 2010). No significa con esto que la historia del
tráfico ilegal de drogas date de esa fecha, pues en Colombia se
registra legislación contra el fenómeno desde el año 1920, lo que
indica que el problema es anterior.

La declaratoria política del narcotráfico como amenaza a la segu-


ridad nacional por parte de EE.UU incidió en que los gobiernos lati-
noamericanos priorizaran las políticas de seguridad orientadas a la
estabilidad de las instituciones del Estado. Ese efecto se experimen-
tó de forma especial en especial en Colombia, más aun cuando se
atravesaba por una época de la vida nacional caracterizada por el
impacto de la máxima expresión del narcoterrorismo.

No obstante, en el año 2010 se marcó un hito en la historia de la lu-


cha contra el narcotráfico. El Presidente Barack Obama, en la Estra-
tegia Nacional de Control de Drogas, establece criterios importantes
como la reducción del consumo con un enfoque comunitario, la arti-
culación de las instituciones públicas y privadas del orden nacional
y local, y el respaldo a las labores de los servicios del orden público
para reducir la disponibilidad de las drogas y por informar al público
acerca de los peligros y las consecuencias jurídicas del tráfico y uso
indebido de drogas (Kerlikowske, R. 2010). La estrategia, que con-
verge con las propuestas de la ONU y la OEA, implica un enfoque en
el que se debe privilegiar la seguridad nacional y la seguridad ciu-
dadana; es decir, que el narcotráfico se percibe políticamente como
una amenaza a la seguridad pública.
Narcomenudeo: entramado social del crimen

Para el año 2012 la Estrategia del Gobierno de los Estados Uni-


dos se orienta a “un espectro de la prevención, la intervención tem-
prana, tratamiento, apoyo a la recuperación, reforma de la justicia
penal, aplicación de la ley y la cooperación internacional” (p. iii),
por considerar que el consumo de estupefacientes es una enferme-
dad crónica y progresiva. Es este sentido, se hace fuerte la Estra-
tegia Nacional de Prevención para mitigar el impacto del consumo
de drogas estupefacientes en todos los segmentos poblacionales.
En lo relacionado al trabajo integrado con los demás Estados de

139
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

Latinoamérica, se continúa brindando apoyo para reducir la partici-


pación de las organizaciones criminales en la desestabilización de
los gobiernos y la amenaza que se cierne sobre la seguridad pública
(seguridad nacional y seguridad ciudadana). Finalmente, es clara la
reorientación de la política al buscar romper el ciclo del consumo de
drogas, la delincuencia y el encarcelamiento

Estos cambios en la política internacional exigen nuevos enfoques


en el diseño de la política nacional y por supuesto en el análisis
del fenómeno. En este sentido, surge la necesidad de identificar un
esquema que permita observar la representación aproximada del
narcotráfico como amenaza a la seguridad pública y asesorar al Go-
bierno Nacional respecto de la evolución y mutación de este siste-
ma. El propósito es identificar la forma como el narcotráfico vulnera
la estabilidad de las instituciones, no sólo en el orden nacional, sino
también en el ámbito local, así como establecer la afectación a la
seguridad de los ciudadanos, es decir, un problema aún más com-
plejo por la interacción de lo local con lo global (glocalidad).

En tal sentido, se visualizó la necesidad de estudiar el sistema del


narcotráfico para ubicar dentro de este el subsistema de la comer-
cialización de estupefacientes en el que se configura el narcomenu-
deo como la venta, la compra y el consumo de estupefacientes al
detal para satisfacer las necesidades del consumidor final. Se halla-
ron diversos esquemas para el estudio del narcotráfico, pero no se
encontró concordancia en estos. Ello se puede explicar por diferen-
tes razones, especialmente del orden político; en un segundo plano,
por la baja producción literaria enfocada al análisis epistemológico
y ontológico del narcotráfico y en un tercero, por los paradigmas que
existen alrededor del tema.
Narcomenudeo: entramado social del crimen

En el primer aspecto surgen diferencias conceptuales y de análisis


por la incidencia que esto pudiera tener en la política de coopera-
ción internacional, entonces en algunos países de Latinoamérica el
esquema operacional de las agencias o instituciones antidrogas es
el que se considera para hacer seguimiento analítico a los resulta-
dos y gestión contra el narcotráfico, y a partir de estos, diagnosticar
el impacto generado por la amenaza. Por lo tanto, la comercializa-
ción de los estupefacientes, si bien es una grave problemática local,
no se reconoce por ninguna autoridad estatal como una parte es-
tructural del narcotráfico.

140
CARACTERIZACIÓN DE LA COMERCIALIZACIÓN DE ESTUPEFACIENTES

En los países productores la variable de cultivos ilícitos es objeto


de análisis y medición, mientras que en los de tránsito y destino
quizás no representa importancia superior; en razón a ello se puede
afirmar que no se comparte una estructura lógica de análisis que
permita una lectura integral del narcotráfico, con un lenguaje uni-
versal que represente una aproximación objetiva a la realidad del
problema.

En el segundo criterio, relacionado con el conocimiento epistemoló-


gico y ontológico, se identifican como problema el hecho de no cono-
cer la estructura y mecanismo de funcionamiento del narcotráfico,
que deja en evidencia confusión con las variables de gestión. Los in-
dicadores de seguimiento del fenómeno no representan la realidad,
y aunque diversos autores refieren el narcotráfico como un negocio
multinacional y a la venta de estupefacientes similar a un mercado,
los analistas económicos, de manera particular, han orientado sus
esfuerzos a determinar las ganancias que genera y el impacto en el
producto interno bruto (PIB). Así mismo, se encuentra un vacío de
conocimiento entre la distribución de estupefacientes y el flujo de
capital, es decir, se da por hecho que los productos del narcotráfico
se comercializan, pero no se conoce la forma en que se monetizan
ni se incorporan en el sector real de la economía.

En el tercer aspecto, paradigmas tales como que el producto sólo


se comercializa en el exterior (especialmente Estados Unidos y Eu-
ropa), que el mercado interno surge como respuesta a los resulta-
dos operacionales y estrategias de control por parte de la fuerza
pública; que la venta de estupefacientes no tiene directa relación
con el narcotráfico o que es un problema de persecución penal o de
adicción, sólo ayudaron a profundizar la ininteligibilidad y el desco-
Narcomenudeo: entramado social del crimen

nocimiento de la amenaza.

Considerando los aspectos anteriores, surgió la necesidad de ex-


plorar modelos conceptuales que permitieran la comprensión del
narcotráfico como sistema. En tal propósito se describen algunos
esquemas conceptuales propuestos para el análisis del mismo:

a) La Estrategia Nacional sobre Drogas 2009-2016 de España (Go-


bierno de España, Ministerio de Sanidad y Política Social, 2009)
concibe cuatro procesos: producción, distribución mayorista, dis-

141
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

tribución minorista y transformación de las ganancias obtenidas


en bienes económicamente cuantificables.

b) La cadena de valor del negocio de las drogas psicoactivas ilegales


(DPSI) en Colombia (Beltrán, I. y Salcedo, 2007) está compuesta
por cuatro (4) actividades principales: producción, transporte, dis-
tribución y lavado.

c) La cadena del narcotráfico para la Dirección Antinarcóticos


(DIRAN) de la Policía Nacional de Colombia está compuesta
por los siguientes eslabones: cultivos ilícitos, producción, dis-
tribución y demanda interna.

d) La Dirección Antidrogas (DIRANDRO) de la Policía Nacional de


Perú tiene establecido un Ciclo para el Tráfico Ilícito de Drogas
(TID), fundamentado en los siguientes procesos: cultivo (coca,
marihuana y amapola), transporte de sustancias químicas, pro-
cesamiento de drogas ilícitas, distribución de drogas ilícitas, con-
sumo, lavado de activos y reinversión de capital.

Como se aprecia, los esquemas pueden tener componentes o con-


ceptos diferentes que representan lo mismo; luego, se puede afirmar
que existe una necesidad de disponer de un modelo conceptual de la
estructura, el funcionamiento y la interacción entre los componentes
del narcotráfico. No obstante surge un interrogante: ¿Cuál de estos
modelos conceptuales representa la realidad del sistema relaciona-
da con la monetización o venta de los productos del narcotráfico?
El modelo español incorpora la distribución minorista, que significa
distribución al consumidor final de la sustancia, pero no describe los
elementos que la constituyen ni la manera como funciona.
Narcomenudeo: entramado social del crimen

En el modelo propuesto por los profesores Isaac de León Beltrán


Pacheco y Eduardo Salcedo Alabarán (2007), la actividad de distri-
bución minorista se describe como el aprovechamiento de los inmi-
grantes hacia Estados Unidos, quienes se organizan en cadenas de
distribución independientes conocidas como street gangs. Es decir,
el conocimiento de la venta de productos del narcotráfico está casi
inexplorado.

En su orden, el modelo planteado en la Estrategia de la Policía Na-


cional para la Consolidación de la Seguridad Ciudadana (2010) tie-
ne dos aspectos para destacar; el primero, que concibe los cultivos

142
CARACTERIZACIÓN DE LA COMERCIALIZACIÓN DE ESTUPEFACIENTES

ilícitos como un subsistema, y el segundo, que la comercialización


de estupefacientes no se considera como parte de la interacción en
el análisis. En resumen, después de la distribución de los productos
estupefacientes en el mercado externo, se espera el retorno del di-
nero (Pizarro, E. 2004).

Aquí se puede apreciar como aspecto de interés que el análisis del


narcotráfico está fragmentado, es decir, no existe una institución
que haga el seguimiento estratégico e integral al sistema del nar-
cotráfico; por ejemplo, la Policía Nacional, adscrita al Ministerio de
Defensa Nacional, analiza los cultivos, la producción y distribución
en coordinación con la Dirección Nacional de Estupefacientes (DNE)
del Ministerio de Interior y Justicia, mientras que la Unidad de In-
formación y Análisis Financiero (UIAF) del Ministerio de Hacienda y
Crédito Público, hace lo propio con el lavado de activos. Entonces
¿Qué institución de rango ministerial analiza la comercialización de
estupefacientes del narcotráfico?

El propósito de este análisis no es identificar necesariamente res-


ponsables, sino proponer un tema para la discusión, que requiere
mayor comprensión y que debe ser incluido en la estructura lógica
de análisis del narcotráfico. En este sentido, se propone considerar
el narcotráfico como una empresa criminal que funciona como un
sistema, el cual se puede clasificar según su constitución en físico-
abstracto y de acuerdo con el nivel de intercambio con el medio,
abierto.

El narcotráfico es un sistema abierto porque dispone de elementos


físicos para la producción, distribución, comercialización y flujo de
capitales. También se considera abierto porque presenta relaciones
de intercambio con el ambiente, a través de entradas y salidas, es
Narcomenudeo: entramado social del crimen

decir, los subsistemas deben permitir visualizarse como procesos y


representarse de tal forma.

La empresa del narcotráfico en un análisis morfológico, se puede


visualizar como un sistema de producción capitalista (Harvey, D.
2001. p. 257) integrado por los subsistemas de producción, dis-
tribución, comercialización y flujo de capitales (Cortés, Y. y Parra,
R. 2011). En ese orden se puede señalar que la producción está
integrada por los cultivos ilícitos, las sustancias químicas (precur-
sores e insumos químicos) y las infraestructuras de producción.
Por su parte, la distribución estaría integrada por centros de aco-

143
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

pio (almacenamiento), métodos de transformación y ocultamiento,


rutas y transporte; a esta categoría corresponde el fenómeno de
microtráfico. Seguidamente se ubica la comercialización de estupe-
facientes, en la que utilizando el mercadeo y la mercadotecnia se
logra la monetización de los productos del narcotráfico, lo cual se
conoce como narcomenudeo, proceso fundamental para dar inicio
al subsistema en el que se da apariencia de legalidad al dinero
producido por las empresas criminales asociadas al narcotráfico.

En todo el sistema de producción de capital del narcotráfico se vi-


sualiza de manera transversal que concurren las siguientes carac-
terísticas de una organización: a) posee individuos y grupos en inte-
racción, b) emplea técnicas para la transformación de productos, c)
diseña y ejecuta planes de integración, y d) dispone de un esquema
de operación caracterizado por una alta capacidad de adaptación.

El sistema del narcotráfico interactúa con el suprasistema de la so-


ciedad, razón por la que no basta con elaborar análisis criminológi-
cos para su comprensión. En el narcotráfico los subsistemas man-
tienen una relación sinergética y un equilibrio dinámico que busca
maximizar ganancias como el fin de la empresa. Esto significa que
no obstante, cada subsistema es una parte especializada del todo,
el narcotráfico como sistema abierto se apoya en el principio de
equifinalidad para lograr una exitosa articulación de sus componen-
tes y así materializar el fin. Así mismo, requiere del establecimiento
de reglas de comportamiento de un colectivo en la sociedad y unas
condiciones de orden socio-espacial que permitan su supervivencia
en el medio.

Luego de argumentar las razones para comprender el narcotráfico


como un sistema (empresa criminal) a través del cual se elaboren
Narcomenudeo: entramado social del crimen

análisis integrales, es de interés señalar que la idea es abrir la dis-


cusión y hacer énfasis en el subsistema de la comercialización de
estupefacientes como uno de los componentes más relevantes. Es
decir, a partir de este momento los esfuerzos se concentran en de-
tallar las categorías que integran la comercialización, su funcionali-
dad y la interdependencia que existe entre ellas. Para tal fin, se di-
señó e implementó la metodología de caracterización de amenazas,
con énfasis ontológico, en la ciudad de Pereira.

144
NARCOTRÁFICO

Producción Distribución Comercialización Flujo de Capitales

Cultivos Costos
ilícitos Acopio Producto operativos

Sustancias Transformación Precio Inversión


químicas

Infraestructura Rutas Promoción Acumulación


de producción

Punto
Transporte
de Venta
CARACTERIZACIÓN DE LA COMERCIALIZACIÓN DE ESTUPEFACIENTES

HORMIGUEO MICROTRÁFICO NARCOMENUDEO PITUFEO

FENÓMENOS

145
Narcomenudeo: entramado social del crimen
Gráfico 8. Estructura lógica de análisis del narcotráfico con enfoque sistémico.
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

Caracterización de la
comercialización de estupefacientes:
el presupuesto para la predicción
y la anticipación

Comercialización de sustancias estupefacientes


Para plantear una visión teórica de lo que se puede entender por
comercialización en términos generales se acude a lo expuesto por
Carlos Sabino (1991), en su Diccionario de Economía y Finanzas,
donde la define como:

“… los procesos necesarios para llevar los bienes del productor al con-
sumidor. Todas las grandes firmas modernas tienen departamentos
o gerencias especializadas en la comercialización de sus productos,
las cuales se hacen cargo, usualmente, de las siguientes actividades:
investigación de mercados, para conocer las necesidades de los indi-
viduos; sus hábitos de consumo y la posible aceptación de nuevos pro-
ductos; publicidad, para difundir y estimular las ventas; las ventas en
sí mismas, que usualmente se hacen a mayoristas, aunque en otras
ocasiones directamente a los minoristas o al consumidor final; las pro-
mociones de diverso tipo, que complementan y hacen más efectiva la
acción publicitaria y la distribución física de los bienes vendidos.

Las actividades de comercialización -a diferencia de lo que ocurría hace


algunas décadas- resultan fundamentales en el desarrollo de la empre-
sa moderna, pues sin ellas es casi imposible competir adecuadamente
Narcomenudeo: entramado social del crimen

en los complejos mercados de hoy. La diversidad y tecnificación de las


mismas ha hecho que, en muchos casos, diversas actividades de co-
mercialización sean desempeñadas por firmas especializadas; tal es el
caso de la publicidad, la investigación de mercados, la promoción, etc.”

En este sentido, la comercialización de estupefacientes para efec-


tos de la presente investigación es una actividad económica crimi-
nal que pretende satisfacer las necesidades o deseos de los con-
sumidores, monetizar los productos del narcotráfico y maximizar
ganancias. Tiene siete características que la particularizan:

146
CARACTERIZACIÓN DE LA COMERCIALIZACIÓN DE ESTUPEFACIENTES

1. Es un subsistema del narcotráfico del mismo nivel de cate-


goría que la producción, la distribución y el flujo de capitales que
en lo global se integran sinérgicamente como sistema.

En este sentido, se considera que es una dimensión interdepen-


diente que funciona en relación e interacción dinámica y organi-
zada con los demás subsistemas ya mencionados.

2. Como subsistema desarrolla un conjunto de actividades


de mercadeo y de mercadotecnia para facilitar la venta de los
productos del narcotráfico bajo la confluencia de la oferta y la
demanda. Para ello cuenta con cuatro elementos estructurales:
producto, precio, promoción y punto de venta.

Este proceso se materializa en las transacciones de compra y


venta de los productos del narcotráfico mediante la monetiza-
ción, dicho de otra forma, la conversión o intercambio de los pro-
ductos para una utilidad de las partes comprometidas donde se
valora bidireccionalmente (comprador/consumidor – vendedor)
la utilidad recibida.

3. Se materializa en un contexto de mercado ilegal bajo la pers-


pectiva de que “mercado ilegal es el que se presenta por fuera
de la ley” (Céspedes, A. 2008, p. 23). Así mismo, porque provie-
ne de la represión y la prohibición de ciertos bienes y servicios
ilícitos. Las drogas estupefacientes son bienes ilícitos porque su
producción, distribución y comercialización son ilícitas.

4. Cumple la función de transformar los productos esperados


del narcotráfico en un flujo de ingresos generados por las ope-
Narcomenudeo: entramado social del crimen

raciones de venta a través de diversas acciones que estimulen


la confluencia de compradores/consumidores al punto de venta
para intercambiar los estupefacientes por dinero en efectivo u
objetos de valor monetario.

5. Es una amenaza a la seguridad pública porque las mani-


festaciones que se presentan en las cotidianidades sociales,
especialmente de los entornos urbanos, afectan los ámbitos de
protección de la seguridad nacional y de la seguridad ciudadana.

147
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

6. Es un problema público, en donde el narcomenudeo como


fenómeno relativo al punto de venta por las transacciones de
compra y venta y el consumo de sustancias estupefacientes,
interactúa con otras amenazas asociadas al conflicto social, la
violencia y la criminalidad. Por la interacción con el medio la co-
mercialización de estupefacientes configura mecanismos para
estructurar el entramado social del crimen.

7. La comercialización de estupefacientes tiene su punto de


partida en la recepción que se hace de la materia prima o pro-
ducto básico recibido del subsistema de distribución y se pro-
longa hasta que el producto esperado es puesto en poder del
comprador/consumidor. En esta demanda interactúan una serie
de personas que juegan roles determinantes en cada uno de los
procesos de acuerdo a sus necesidades y capacidades.

La comercialización de estupefacientes se define como el subsiste-


ma del narcotráfico a partir del cual se desarrolla el mercadeo y la
mercadotecnia de esas sustancias. Las transacciones monetarias
que se realizan en los subsistemas anteriores a la comercialización
de estupefacientes se diferencian de este último porque aquí se
busca satisfacer las necesidades del consumidor final.

Para lograr este propósito se hizo una analogía de la teoría del mar-
keting aplicada al narcotráfico, no para legitimar esta actividad eco-
nómica criminal desarrollada por “La Cordillera”, sino en procura de
identificar las propiedades universales de la comercialización de es-
tupefacientes mediante la aproximación a la estructura y el sistema,
en un símil con una organización legal por ser el fundamento para
acudir a la homologación en los conceptos. Desde esta perspectiva,
Narcomenudeo: entramado social del crimen

la aproximación a la inteligibilidad de la comercialización de estu-


pefacientes se realizará desde dos enfoques: el primero, consiste
en citar los componentes del análisis morfológico de la comercia-
lización de estupefacientes como modelo conceptual general, y el
segundo, describir los componentes estratégicos y operativos del
marketing del narcotráfico, los cuales están concebidos en la es-
tructura lógica de análisis propuesta.

148
CARACTERIZACIÓN DE LA COMERCIALIZACIÓN DE ESTUPEFACIENTES

Estructura lógica de análisis de la comercialización de


estupefacientes

El esquema conceptual, que es una propuesta y no un dogma, asu-


me la comercialización de estupefacientes como una categoría, ade-
más, contempla aspectos como la codificación representada en una
combinación alfanumérica, la clase (amarillo), la subclase (azul) y la
variable (rosado), como la estructura con la cual es posible la adap-
tación del conocimiento de la comercialización de estupefacientes
según las realidades territoriales, es decir, los aspectos citados aquí
son la base del análisis morfológico. Este esquema orienta el pro-
ceso de recolección de la información, el tratamiento y el análisis
de inteligencia (estratégica, táctica y operacional) con énfasis en el
análisis sistémico. Los objetivos que se plantean a continuación de
cada una de las categorías de análisis pretenden orientar la utilidad
para el análisis de la comercialización de estupefacientes. Así mis-
mo, permiten estudiar las múltiples interdependencias y avizorar
formas inéditas de interacción en este subsistema del narcotráfico.

CÓDIGO COMERCIALIZACIÓN DE ESTUPEFACIENTES


I PRODUCTO
I-A PROVEEDOR
I-A-1 Guerrilla
I-A-2 Banda Criminal
I-A-3 Organización narcotraficante
I-A-4 Otro
I-B PRODUCTO BÁSICO
I-B-1 Alucinógeno
I-B-2 Estimulante
I-B-3 Depresivo
Narcomenudeo: entramado social del crimen

I-B-4 Sustituto (Farmacéutico - Industrial)


I-C PRODUCTO ESPERADO
I-C-1 Concentración de estupefaciente
I-C-2 Peso del producto
I-C-3 Presentación del producto
I-C-4 Efecto del producto
I-D BENEFICIO BÁSICO
I-D-1 Alucinógeno
I-D-2 Estimulante
I-D-3 Depresivo

149
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

CÓDIGO COMERCIALIZACIÓN DE ESTUPEFACIENTES


I PRODUCTO
I-E ATRIBUTOS DE LA MARCA
I-E-1 Elementos de la marca
I-E-2 Beneficio
I-E-3 Valor
I-F DISPONIBILIDAD DEL PRODUCTO
I-F-1 Canal de distribución
I-F-2 Esquema de almacenamiento
Tabla 15. Estructura lógica de análisis de la comercialización de estupefacientes en
la categoría de producto.

Objetivo: definir la forma como la organización narcotraficante fija


los criterios para llevar los productos estupefacientes al mercado;
identificar las nuevas necesidades y expectativas de los consumido-
res (beneficio básico) para seleccionar o elaborar los productos que
satisfagan la demanda (producto básico); manufacturar los produc-
tos según las necesidades del consumidor final (producto espera-
do), así como determinar la disponibilidad (stock) de los productos
y la marca de estos como mecanismo para delimitar la ocupación
territorial.
CÓDIGO COMERCIALIZACIÓN DE ESTUPEFACIENTES
II PRECIO
II-A MANUFACTURA
II-A-1 Concentración de estupefaciente
II-A-2 Peso del producto
II-A-3 Duración del efecto
II-B REGULACIÓN DEL MERCADO
II-B-1 Costo de producción
II-B-2 Clasificación de consumidores
Narcomenudeo: entramado social del crimen

II-B-3 Precio de venta


II-C EQUILIBRIO EN PUNTO DE VENTA
II-C-1 Disponibilidad del producto
II-C-2 Inducción al consumo
II-C-3 Fuerza laboral
II-C-4 Dirección de expansión geográfica
II-D NECESIDADES DEL CONSUMIDOR
II-D-1 Producto exigido
II-D-2 Producto adquirido
II-D-3 Frecuencia de compra

Tabla 16. Estructura lógica de análisis de la comercialización de estupefacientes en


la categoría de precio.

150
CARACTERIZACIÓN DE LA COMERCIALIZACIÓN DE ESTUPEFACIENTES

Objetivo: diseñar el sistema de cálculo de precio de los productos


estupefacientes de la organización criminal, lo que tiene directa
relación con la fijación del precio de venta para no generar sensibi-
lidad en el comprador.
CÓDIGO COMERCIALIZACIÓN DE ESTUPEFACIENTES
III PROMOCIÓN
III-A TIPO DE MERCADO
III-A-1 Monopolio
III-A-2 Oligopolio
III-B RELACIONES PÚBLICAS
III-B-1 Tipo de estructura organizacional
III-B-2 Reglas de comportamiento interno
III-B-3 Comunicación
III-B-4 Imagen organizacional
III-B-3 Comunicación
III-C PUBLICIDAD
III-C-1 Organización asociada
III-C-2 Público objetivo
III-D CONTROL DEL MERCADO
Nivel de ocupación territorial
III-D-1 (Ocupado – No ocupado – Por ocupar)
III-D-2 Reglas de comportamiento colectivo
Tabla 17. Estructura lógica de análisis de la comercialización de estupefacientes en
la categoría de promoción.

Objetivo: establecer la estructura organizacional para garantizar su


estabilidad en el funcionamiento, como presupuesto de la organiza-
ción narcotraficante para adoptar la forma de comunicación, coor-
dinación y control con el fin de apropiase del territorio, expansión
territorial e imponer las reglas para el funcionamiento interno de la
empresa criminal.
Narcomenudeo: entramado social del crimen

CÓDIGO COMERCIALIZACIÓN DE ESTUPEFACIENTES


IV PUNTO DE VENTA
IV-A SEGMENTACIÓN DE MERCADO
IV-A-1 Producto
IV-A-2 Presentación
IV-A-3 Precio de venta al público
IV-A-4 Clase de comprador
IV-A-5 Horario
IV-B TIPO DE VENTA
IV-B-1 Modalidad
IV-B-2 Espacio

151
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

CÓDIGO COMERCIALIZACIÓN DE ESTUPEFACIENTES


IV PUNTO DE VENTA
IV-C INFRAESTRUCTURA DE EXPENDIO
IV-C-1 Accesibilidad
IV-C-2 Modalidad de ingreso
IV-C-3 Cobertura
Barreras de protección (Humana - Física -
IV-C-4 Natural - Artificial - Tecnológica)
IV-D CONDICIONES DEL ENTORNO
IV-D-1 Infraestructura urbana
IV-D-2 Establecimientos comerciales
IV-D-3 Equipamiento urbano
IV-D-4 Grupos poblacionales
IV-D-5 Organización comunitaria

Tabla 18. Estructura lógica de análisis de la comercialización de estupefacientes en


la categoría de punto de venta.

Objetivo: realizar la transacción del producto esperado por dinero


en efectivo entre el vendedor y el comprador para maximizar ganan-
cias a la organización criminal y satisfacer las necesidades del con-
sumidor final, mediante la protección que se genera de la cohesión
social negativa.

Este modelo se propone como una estructura lógica de análisis


para producir inteligencia policial frente a la comercialización de
sustancias estupefacientes, no sin antes recalcar que puede me-
jorarse y que pretende contribuir en la generación y profundización
del conocimiento longitudinal (seguimiento permanente) y no solo
transversal (eventual y coyuntural) del narcotráfico desde uno de
sus subsistemas.

Dimensiones estratégica y operativa de la comercialización de


Narcomenudeo: entramado social del crimen

estupefacientes
Según la teoría del marketing, para comprender la comercialización
de sustancias estupefacientes en Pereira, se debe concebir que
este subsistema posee dos dimensiones: la estratégica, conocida
como mercadeo, y la operativa, denominada mercadotecnia, mo-
mento en el que se ejecuta la mezcla de las 4 P’s o el “mix de mer-
cado”, entiéndase, producto, precio, promoción y punto de venta.
Este planteamiento teórico coincide con la realidad y ayuda a hacer
inteligibles las relaciones sociales asociadas al subsistema de la
comercialización de estupefacientes.

152
CARACTERIZACIÓN DE LA COMERCIALIZACIÓN DE ESTUPEFACIENTES

El mercadeo o marketing estratégico de la comercialización de


estupefacientes

En esta dimensión la organización criminal fija los objetivos estraté-


gicos de la comercialización de sustancias estupefacientes; define
el tipo de mercado según su historicidad y las formas de regulación,
establece las características del sistema de cálculo del precio. Así
mismo, se elabora la segmentación del mercado, que determina
tanto el canal de distribución para acercar el producto al consumi-
dor final como el esquema organizacional de funcionamiento y ana-
liza las condiciones de entorno que favorezcan el fin de la empresa
narcotraficante, y maximizar ganancias.

Objetivos estratégicos de la comercialización de estupefacientes

Como un subsistema del narcotráfico en la comercialización de es-


tupefacientes se transforman las corrientes de entrada en flujos de
salida esperados, que implica disponer de una cadena de valor cu-
yos componentes se explican a continuación:

Los input’s o entradas: se componen de los productos básicos


elaborados en el subsistema de producción tales como cocaína,
base de cocaína, heroína y marihuana. Así mismo, se incluyen
los productos sustitutos de origen farmacéutico, industrial y de
diseño ofertados en el mercado del narcotráfico, de los cuales
algunos son empleados en la manufacturación y otros no sufren
ninguna transformación, sólo se ofrecen directamente al com-
prador final.

Los procesos de dirección: conciben en su orden los objetivos


estratégicos de la organización narcotraficante para alcanzar el
fin de maximizar ganancias. Estos objetivos estratégicos, que tie-
Narcomenudeo: entramado social del crimen

nen directa relación con el mercadeo, se pueden entender como:


primero, mantener y ampliar el mercado; segundo, promover la
venta y consumo; y tercero, favorecer y maximizar las ganancias,
fin último de la empresa criminal.

Los procesos misionales: se constituyen en los componentes de


la mercadotecnia o marketing operativo, valga decir, producto,
precio, promoción y punto de venta. Aquí se operacionaliza la es-
trategia y se manufacturan los productos básicos que se ofrecen
al comprador final en las condiciones de presentación, precio de
venta y accesibilidad.

153
Narcomenudeo: entramado social del crimen

154
CADENA DE VALOR DE LA COMERCIALIZACIÓN
DE ESTUPEFACIENTES

Mantener y Promover la Favorecer y


ampliar el mercado venta y consumo maximizar ganancias

Punto de
Producto Precio Promoción
venta
“Producto esperado”
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

MECANISMOS DE ACUMULACIÓN DE CAPITAL

Materia prima “productos básicos”


Gráfico 9. Cadena de valor de la comercialización de estupefacientes.

Gráfico 7: cadena de valor de la comercialización de estupefacientes.


CARACTERIZACIÓN DE LA COMERCIALIZACIÓN DE ESTUPEFACIENTES

Gráfico 10. Estructura lógica de


análisis de la comercialización de
estupefacientes.

Narcomenudeo: entramado social del crimen

155
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL
Narcomenudeo: entramado social del crimen

156
CARACTERIZACIÓN DE LA COMERCIALIZACIÓN DE ESTUPEFACIENTES

Los procesos de soporte: aquellos mecanismos que permiten


la acumulación de capital, es decir, la diversificación de activi-
dades de economía criminal y la institucionalización de estas, lo
cual incluye procesos de territorialización, desterritorialización
y re-territorialización mediante los cuales se produce y reprodu-
ce el espacio social, y a través de esto generar las condiciones
necesarias para favorecer el logro de los objetivos estratégicos
de la organización narcotraficante.

Los output’s o salidas: son los productos transformados y espe-


rados (en términos de presentación, precio y accesibilidad) por el
comprador. Su objetivo es satisfacer las expectativas del consu-
midor en dos aspectos fundamentales, el primero, responder a
su necesidad, que puede ser el efecto o la sensación, y segundo,
no generar sensibilidad en el precio de venta.

Una de las grandes diferencias con la comercialización de produc-


tos legales es que en el narcotráfico la calidad es relativa y condicio-
nada a los intereses de la organización narcotraficante; este es un
criterio vital en el sistema de cálculo del precio.

Sistema de cálculo del precio

Es uno de los aspectos neurálgicos y de mayor importancia para la


organización en razón a que las variables aquí consideradas tienen
directa relación con el fin de la empresa criminal: maximizar las ga-
nancias.

En consonancia con el modelo teórico del ciclo sistémico capitalista


(se descompone en la notación Dinero-Mercancía-Ganancia: D-M-
D’) la organización busca hacer más provechoso y rápido el tránsito
Narcomenudeo: entramado social del crimen

entre dinero y ganancia (D y D’), siendo su motivación fundamental


obtener un volumen creciente de ganancias en menor tiempo. (Ver
gráfico 11).

El sistema de cálculo de precio contempla la combinación de dife-


rentes categorías, clases, subclases y variables del subsistema. En
principio, se relaciona con la clase estratégica de “manufactura del
producto esperado” concebida en el esquema de análisis de la co-
mercialización de sustancias estupefacientes, fundamentalmente
en tres de sus variables como son: calidad (pureza), cantidad (peso)

157
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

y efecto (durabilidad). No obstante, también se contemplan algunas


variables del punto de venta.

En ese sentido, la organización fija entre las condiciones de cálculo


de precio. Es imperioso que éste sea constante e inalterado K y para
ello en el proceso de manufacturación disminuye la concentración
de estupefaciente c y el peso de la dosis pd.

Las organizaciones narcotraficantes disminuyen la concentración


de estupefaciente y lo reemplazan con adulterantes de origen far-
macéutico. Según concepto del Instituto Nacional de Medicina Le-
gal y Ciencias Forenses Regional Occidente: “…los adulterantes más
comunes en sustancias estupefacientes son la Lidocaína, Fenace-
tina, Aminopirina, Imidazol y Guaifenesina…” (Instituto de Medicina
Legal y Ciencias Forenses, 2010), aun cuando en los procedimien-
tos de la Policía Nacional también se ha logrado establecer el uso
de Benzodiacepinas para tal propósito. También señala Medicina
Legal que “en el 80% de muestras de cocaína y basuco estas apa-
recen adulteradas y las de heroína en un 5%...”(sic).

Así mismo, en el Laboratorio de Criminalística del Cuerpo Técnico de


Investigaciones Seccional Risaralda y de la Dirección de Investigación
Criminal e Interpol (DIJIN), afirman que no se dispone de los instru-
mentos ni los patrones ni de los protocolos que de manera técnico-
científica permitan establecer con validez los porcentajes en que las
sustancias son adulteradas. Los cronomatogramas que se practican
actualmente no responden a la realidad del fenómeno (Cuerpo Téc-
nico de Investigaciones, 2010). Entonces surgen las siguientes pre-
guntas: ¿Aumentó el consumo de cocaína en Colombia? ¿Se amplió
el mercado hacia el consumo de qué sustancia? ¿Cómo se podría
llamar a la combinación de cocaína con adulterantes, según hace re-
ferencia el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses? ¿Cómo
Narcomenudeo: entramado social del crimen

afecta esto la salubridad pública? ¿Cuáles son los protocolos para


atender a los consumidores de estas combinaciones de estupefa-
cientes? ¿Cuáles son las dimensiones de las ganancias que gene-
ra este negocio en el mercado nacional? ¿En dónde se invierten las
ganancias del narcotráfico? ¿Cuáles son las nuevas modalidades de
lavado de activos? ¿Cuál es el modelo de flujo de capitales en cada
subsistema del narcotráfico?

De acuerdo con esto, en el sistema de cálculo del precio para man-


tener la regulación del mercado A, la organización narcotraficante

158
CARACTERIZACIÓN DE LA COMERCIALIZACIÓN DE ESTUPEFACIENTES

considera aspectos como reducir costos de producción cp, aumen-


tar el número de consumidores nc, expandir el ciclo de vida del con-
sumidor cv y disminuir la sensibilidad del precio al consumidor final
sp. Estas condiciones tienen directa relación con la satisfacción de
las necesidades del consumidor final S1, desde perspectivas como
el nivel de adicción o dependencia ad, la capacidad económica de
compra ce y la necesidad generada ng. Por parte de la organización
narcotraficante, en el punto de venta se requiere mantener el equi-
librio entre disponibilidad del producto dp, expansión geográfica eg,
fuerza de venta fv y la inducción al consumo ic.

La concurrencia de las anteriores variables tiene como propósitos


disminuir la durabilidad del efecto D1, aumentar la frecuencia de
compra F1 del consumidor y mantener el equilibrio del consumidor
en el punto de venta Ep, lo cual da como resultado la maximización
de las ganancias G. Estas variables cambian dependiendo de diver-
sos factores, entre ellos el tipo de mercado establecido y las formas
de regulación y desregulación del mismo.

En el aspecto del valor de los productos esperados, los comprado-


res no son conscientes de que la organización narcotraficante “La
Cordillera” altera los atributos objetivos del producto esperado tales
como peso (disminuido), concentración de estupefacientes (adul-
terado) y el atributo subjetivo, es decir, que es la razón de la corta
duración del efecto.

ÁRBOL DE PRECEDENCIA

K = c*pd cp+nc+cv+sp + ad+ce+ng


Narcomenudeo: entramado social del crimen

A + S1 + (dp*eg*fv*ic)

D1 * F1 * E1

Gráfico 11. Variables del sistema de cálculo del precio de los productos del narcotráfico.

159
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

Análisis del mercado: la microeconomía de los estupefacientes


Los mercados se clasifican según el número de demandantes y ofe-
rentes en competencia perfecta e imperfecta; esta última se sub-
divide en monopolio, oligopolio y competencia monopolística. En
razón a ello se puede aseverar que el mercado de estupefacientes
en Pereira es una competencia imperfecta del tipo monopolio que
surgió como consecuencia de un proceso sistemático y emergente
antes del proceso de desmovilización del Frente Héroes de Guática
(FHG) orgánico del Bloque Central Bolívar (BCB) de las Autodefen-
sas Unidas de Colombia (AUC). Es decir, integrantes del FHG en el
año 2005 crearon la organización “La Cordillera” (Ortiz, D. 2007).
En consecuencia, es pertinente señalar que el monopolio se logró
por el uso de la violencia, la criminalidad, la cooptación, el constre-
ñimiento y la apropiación del territorio con fines de explotación de
actividades económicas criminales.

En Pereira el mercado monopolístico de estupefacientes por parte de


“La Cordillera”, posee unas características particulares, entre las que
se destacan las siguientes:

Grado de concentración en el mercado: es único oferente con


muchos compradores, por ello impone precios y la cantidad del
producto que se va a vender. En relación con la concentración,
vale destacar que la segmentación del mercado en Pereira se
puede identificar en relación con la disponibilidad geográfica de
los productos. Por ejemplo, no en toda la ciudad se comercializa
heroína. Dadas estas condiciones, se puede afirmar que en este
mercado particular la curva de demanda sería la siguiente:

El monopolista sabe que,


Narcomenudeo: entramado social del crimen

si quiere colocar en el mercado


Precio una cantidad Q1 superior a la que
vendía anteriormente Q0, ha de
P0 disminuir el precio (de P0 a P1).

P1 Dependiendo de la elasticidad de la
curva de demanda, la organización
monopolista tendrá distintas
posibilidades de actuación
Q0 Q1 Cantidad en el mercado.

Gráfico 12. Curva de la demanda en un mercado monopolístico.

160
CARACTERIZACIÓN DE LA COMERCIALIZACIÓN DE ESTUPEFACIENTES

La escasez de un producto del narcotráfico no genera elasticidad


en el precio. El concepto escasez se puede interpretar como: pri-
mero, el monopolio ejercido por la organización que no permite
que otro competidor venda sustancias estupefacientes, y segun-
do, la no disponibilidad del producto. Este último aspecto tiene
consecuencias negativas en la salud de los consumidores, porque
para mantener el negocio en época de escasez (no disponibilidad
del producto) ocurren como mínimo dos eventos: el primero, que
la organización incrementa la concentración de adulterante, y el
segundo, que el consumidor mezcla sustancias estupefacientes
para lograr experiencias más fuertes y duraderas.

Grado de homogeneidad del producto: en este aspecto se pue-


de interpretar que las características idénticas de los productos
tienen directa relación con criterios como la exclusividad, la mo-
vilidad y el precio.

• Exclusividad: se representa de tres formas. La primera, que


no se permite la apertura de puntos de venta sin autorización
de la organización o de quienes ocupan el territorio; la segun-
da, que se impide el ingreso de productos que no son ofertados
por la organización. En ese orden, la tercera consiste en iden-
tificar las nuevas necesidades del mercado objetivo (nuevas
sustancias o efectos que desea el consumidor final) para inter-
venir el mercado legal, obtener el producto básico y esperado,
para lograr la oferta de manera monopolística.

• Movilidad: tanto el comprador como el vendedor (jíbaro) se


encuentran en todos los referentes espaciales utilizados como
puntos de venta, con los mismos productos e iguales caracte-
Narcomenudeo: entramado social del crimen

rísticas.

• Precio: se encuentra estable y estandarizado desde el año


2005. Además, se procura controlar las fisuras comerciales
que se desarrollan tanto por vendedores (jíbaros) como por
compradores tales como rendir (cortar) el producto y los domi-
cilios (no se logra controlar quién compra para su consumo o
para el consumo de otra persona).

161
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

Barreras de entrada al mercado: para impedir el acceso al mer-


cado se identifica una deficiencia en la información transmitida a
los intervinientes del mercado (datos tecnológicos, económicos
y la estructura organizacional), es decir, no se permite conocer
las características del producto estupefaciente que se vende. Así
mismo, los costes de producción se disminuyen porque tienen
fuertes alianzas con las organizaciones narcotraficantes que pro-
veen el producto básico y por la disminución en la concentración
de estupefaciente que contiene el producto final. Los propósitos
de la organización son del orden económico, pero también bus-
can el desarrollo de objetivos sociales y políticos; de esta forma
lograron la fidelización de los compradores y han implementado
la economía de escala (los costos unitarios de producción dismi-
nuyen al aumentar la cantidad de unidades producidas).

Segmentación del mercado

Es una actividad que permite clasificar los clientes en el territorio


según: 1) necesidades de consumo; y dependiendo de ello, 2) se
acerca el producto; 3) se define la presentación del producto más
amigable para el consumidor, y 4) se conoce el precio del producto.
Según la segmentación, el marketing de mercado puede ser masi-
vo, de público objetivo o de producto variado.

En Pereira es de producto variado, porque se observa la capacidad


económica y la presentación que el consumidor necesita (abasteci-
miento o consumo inmediato como la marihuana). Esta actividad se
desarrolla de manera natural y permanente en el punto de venta y
se constituye en una alternativa de actuación para la organización
narcotraficante frente a la posibilidad de dirigirse e intentar llegar
Narcomenudeo: entramado social del crimen

de modo uniforme a todo el mercado.

En la segmentación, la organización narcotraficante considera cinco


(5) variables: la demografía (edad, sexo, lugar de compra), la socio-
económica (ocupación, estrato social y capacidad adquisitiva), la
psicografía (estilos de vida, rol social y gustos [Klainer, V. 2002]), la
conductual (expectativa del consumidor, comportamiento de com-
pra y lealtad con la marca) y la geografía (la ubicación, condiciones
topográficas de acceso). La interacción de estas variables moviliza y
orienta la sinergia de la organización criminal hacia el conocimiento

162
CARACTERIZACIÓN DE LA COMERCIALIZACIÓN DE ESTUPEFACIENTES

de sus clientes y a fijar criterios organizacionales que permitan acer-


car el producto esperado por el consumidor.

En este componente del proceso estratégico se evidencia la sinergia


con los procesos operativos y la concurrencia de las funciones en
cada nivel para la transformación de los productos básicos en pro-
ductos esperados por el consumidor final.

Canal de abastecimiento

Es una actividad desarrollada por quienes lideran la organización


criminal en la que se analiza el flujo de los productos desde el pro-
veedor (productos básicos), la manufacturación (transformación), el
vendedor (jíbaro) al detal, el comprador y el usuario final del produc-
to esperado, para aprovechar las sinergias y reducir sustancialmen-
te los costos en un sistema eficaz y eficiente. Es pertinente señalar
que no necesariamente quien compra el estupefaciente es quien
lo consume, por eso se emplea el concepto de comprador/consu-
midor, para significar que quien compra puede ser uno u otro, o
alguien que cumple con ambos criterios. En otras palabras, compra
para su propio consumo.

Existen diferentes canales de distribución, aunque los más comu-


nes son canal directo, canal detallista, canal mayorista y canal de
agente intermediario.

La organización narcotraficante “La Cordillera” con alcance trans-


nacional y especializada en la comercialización de sustancias es-
tupefacientes, emplea el canal de agente intermediario, o sea, los
actores involucrados no son visibles, pero desempeñan un papel
fundamental para que el producto se acerque al comprador o con-
Narcomenudeo: entramado social del crimen

sumidor final.

“La Cordillera” es una organización mayorista que presta servicios


completos, dado que posee músculo financiero, tiene capacidad de
transporte, almacenamiento y conservación, es el eje que articula la
zona de producción con el punto de venta, es decir, hace la interfaz
entre el productor y el comprador/consumidor.

Para el desarrollo de la interfaz, “La Cordillera” como mayorista de


servicios completos ejerce las siguientes funciones:

163
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL
Narcomenudeo: entramado social del crimen

Gráfico 13. Canal de agente intermediario


en la comercialización de estupefacientes.
164
CARACTERIZACIÓN DE LA COMERCIALIZACIÓN DE ESTUPEFACIENTES

• Incrementa la producción comercial, es decir, facilita la comunica-


ción más fluida y eficaz entre productores y mercados finales.
• Contribuye a ajustar las cantidades y surtidos de bienes produci-
dos y consumidos.
• Armoniza o cataliza las discrepancias entre lo producido y lo de-
mandado.
• Facilita la comunicación en ambos sentidos.
• Adelanta el pago de la mercancía y asume el riesgo financiero
que se produce por las incautaciones hechas por parte de la
fuerza pública o por la demora en el consumo final, debido a la
estacionalidad del producto y la fluctuación en la venta.

Estructura organizacional
“La Cordillera” es una organización narcotraficante especializada
en la comercialización de sustancias estupefacientes, con alcance
transnacional (controla actividades similares en Quito -Ecuador- y
Barcelona -España-). La estructura organizacional tiene directa re-
lación con el sistema de producción y el proceso de acumulación
de capital. En tal sentido, a diferencia de la concepción tradicional,
esta organización en particular no funciona de manera piramidal.
La estructura organizacional determina la forma de coordinación,
comunicación y control.

Según los diferentes modelos de estructura organizacional (Hub, pi-


ramidal, múltiples redes), “La Cordillera” funciona de manera simi-
lar al tipo cadena de asociación, cuya principal característica física
es que los enlaces no son lineales como en la estructura piramidal,
sino que son covalentes, es decir, comparticiones de una estructura
compacta que se dan en los extrarradios de los distintos niveles en
que se desagrega la estructura. Este modelo organizacional posee
cuatro estructuras, conocidas como primaria, secundaria, terciaria
Narcomenudeo: entramado social del crimen

y cuaternaria.

La estructura primaria: componente central donde están situa-


dos todos los constituyentes que facilitan la nucleación hetero-
génea para garantizar el crecimiento y la estabilidad de la organi-
zación criminal y el desarrollo de objetivos estratégicos. Es decir,
un cuerpo colegiado integrado por el nivel directivo, los asesores
contables, financieros y comerciales, los que no son visibles a la
comunidad. El enlace covalente con la estructura secundaria son
los jefes de zona.

165
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

CADENA DE ASOCIACIÓN

Estructura Estructura
Secundaria Terciaria

Estructura
Primaria

Estructura
Cuaternaria

Gráfico 14. Estructura organizacional en cadena de asociación.

La estructura secundaria: es una unidad compuesta por subuni-


dades, liderada por los jefes de zona. Da inicio a la conformación
de la estructura organizacional con enfoque descentralizado,
cuyo funcionamiento permite el control del nivel directivo en el
ámbito local, regional, nacional o internacional. Su extrarradio
se une a la estructura primaria y a través de ella se da el inter-
cambio entre la organización criminal y el medio ambiente, es
Narcomenudeo: entramado social del crimen

decir, se da el proceso de comunicación y retroalimentación en-


tre el marketing estratégico y operativo. Las subunidades de la
estructura secundaria representan, por un lado, la forma como
la organización se apropia del territorio (según el orden político-
administrativo) y, por el otro, señalan el esquema de producción
y reproducción del espacio. Esos jefes de zona se hacen visibles
a la comunidad porque representan la marca de la organización
criminal como medio de constreñimiento a través del cual pre-
tenden mantener el control social.

166
CARACTERIZACIÓN DE LA COMERCIALIZACIÓN DE ESTUPEFACIENTES

Dado el crecimiento de la organización se conforma una estruc-


tura secundaria con sus subunidades, es decir, un jefe de comu-
na, administrador o jefe de olla y sus jíbaros.

La estructura terciaria: está compuesta por los jefes de comuna


quienes hacen las veces de enlace entre la estructura secunda-
ria y las subunidades ubicadas en la estructura cuaternaria. Tie-
nen entre sus responsabilidades acercar pedidos que contienen
dosis de todas las líneas de productos estupefacientes ofertados
por la organización narcotraficante y acopiar el dinero producido,
que debe a su vez ser entregado al jefe de zona, quien lo acerca
a la estructura primaria.

La estructura cuaternaria: está integrada por los administrado-


res o jefes de olla quienes controlan los puntos de venta y los
vendedores (jíbaros), los cuales se instalan en los barrios de la
ciudad. Aquí interactúa el jíbaro con el comprador/consumidor fi-
nal de estupefacientes para monetizar el producto estupefacien-
te. Es la manera como la organización se apropia del espacio con
interés capitalista en procura de maximizar las ganancias. Es un
nivel en el que se adoptan distintas formas de organización y co-
municación y se hacen efectivas las orientaciones estratégicas
de la organización criminal, en este caso de “La Cordillera”.

Las anteriores características de la cadena de asociación permiten


interpretar y comprender los datos empíricos que identifican al fe-
nómeno del narcomenudeo en la cotidianidad para lograr los fines
estratégicos de “La Cordillera”, la maximización de las ganancias.
Sin embargo, es pertinente señalar algunos otros atributos que fa-
cilitan las condiciones para mantener la cohesión interna de la or-
Narcomenudeo: entramado social del crimen

ganización:

• La comunicación es multinivel. La efectividad de la comercia-


lización de estupefacientes se centra en la venta directa y en
la creación de redes conocidas como Network Marketing en su
esquema. Este sistema de comercialización de productos estu-
pefacientes es muy efectivo, “ya que no sólo abre canales cons-
tantes de venta, sino que además ejerce una labor activa en la
generación de empleo a través de la incorporación de nuevos

167
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

vendedores a su red” (Marketing en redes sociales y negocios


multinivel, 2011).

• Las posibilidades de estructuración a nivel primario (nivel direc-


tivo) son prácticamente ilimitadas. La estructura primaria deter-
mina los niveles inferiores de la organización, característica que
orienta la reconstrucción deductiva de funcionamiento de “La
Cordillera”. Es importante enfatizar que en una entidad criminal
como esta, dos aspectos son celosamente ocultados: la organi-
zación estructural y no hacer visible que son legítimos ante la
comunidad.

• La estructura organizacional permite la apropiación del territorio,


de la misma forma como está definida la organización político-
administrativa de la ciudad, es decir, por comunas y barrios. En
Pereira hay dos (2) jefes de zona (uno de ellos en la comuna
Cuba y otro que cubre el resto de la ciudad de Pereira); por cada
comuna existe un jefe (en Pereira hay 19 comunas); en los ba-
rrios de las comunas donde venden hay un administrador o jefe
de olla (por cada barrio hay una sola y el barrio puede tener va-
rios puntos de venta), y en el barrio existen varios puntos de ven-
ta; los vendedores (jíbaros) se vinculan por turnos.

• La estructura organizacional fija los criterios para el desarrollo


y el control como componentes del proceso administrativo. Este
esquema de control en una empresa criminal como “La Cordille-
ra” fija normas internas tales como:

- No se despiden personas, sino que por el contrario, se cons-


triñen, se intimidan o se cometen acciones contra su integri-
Narcomenudeo: entramado social del crimen

dad personal (homicidio, lesiones personales, entre otras),


por no actuar conforme a las reglas establecidas e impuestas
de manera coactiva.

- Las actividades se ejecutan con base en la fuerza ejercida por


“La Cordillera” a través de mecanismos como los esquemas
de seguridad (oficinas de cobro).

- “La Cordillera” ejerce presión para dirigir y el nivel operativo


tiene motivaciones para actuar; esta relación se media por la

168
CARACTERIZACIÓN DE LA COMERCIALIZACIÓN DE ESTUPEFACIENTES

fuerza (violencia y criminalidad) y los intereses económicos


para acceder al poder.

- El administrador o jefe de olla tiene una relación comercial


con el jefe de comuna, es decir, tiene como regla comprar los
productos estupefacientes básicos que él le suministra.

- Entre el administrador o jefe de olla y el jíbaro, hay una relación


económica que depende de lo que este último venda. En este
sentido, si es efectivo en la venta, recibe pago y/o comisión; la
regla es mantener el precio.

- No se acepta relación entre el jíbaro y el jefe de comuna, por-


que se desconoce al administrador o jefe de olla; como tam-
poco entre el administrador o jefe de olla y el jefe de zona,
porque se desconoce al jefe de comuna.

- En caso de ser capturados por la Policía Nacional o los or-


ganismos de seguridad del Estado, no deben delatar a los
integrantes de la organización, como tampoco transmitir nin-
gún conocimiento sobre la dinámica de funcionamiento del
mercado.

- Los vendedores (jíbaros) tienen márgenes de maniobra en la


monetización y brindan seguridad al comprador/consumidor
sin que esto implique una relación de confianza.

- En la vinculación de personas a los puntos de venta se exige


que alguno de los jíbaros las recomiende; su desvinculación
no es voluntaria. Se requiere aprender la jerga, conocer y
Narcomenudeo: entramado social del crimen

aceptar la forma en que se dirimen los conflictos en la orga-


nización, superar pruebas de confianza como la participación
en actividades criminales, no necesariamente debe ser con-
sumidor; las expectativas de ascenso van hasta llegar a ser
administradores o jefes de olla.

De esta forma la organización criminal fija los objetivos estratégicos de


la comercialización de sustancias estupefacientes y la forma de actuar
en cada uno de los niveles de la mercadotecnia, para lograr que las
condiciones del entorno favorezcan el fin: maximizar ganancias.

169
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

La mercadotecnia o marketing operativo de las sustancias


estupefacientes

En esta dimensión se materializan los criterios de funcionamien-


to fijados por la organización criminal, e inicia con el ingreso y la
manufactura de los productos estupefacientes, durante los cuales
se rinde o corta la dosis de venta al comprador/consumidor para
cumplir los criterios de precio. Así mismo, se desarrollan actividades
para acercar el producto al comprador/consumidor garantizando el
control del mercado y el equilibrio de las condiciones en el punto de
venta para maximizar ganancias.

Producto

Los productos comercializados en el mercado del narcotráfico en


Pereira son tangibles, de uso no duradero y común, y según el hábi-
to de compra de especialidad (identificación marca).

El beneficio básico de los estupefacientes consiste en satisfacer una


sensación (adicción) o lograr un efecto físico (dependencia). Pero la
clasificación de los productos que son comercializados por los nar-
cotraficantes en las calles, según concepto de 2005 emitido por la
Organización Mundial de la Salud (OMS) también pueden responder
al siguiente orden: según la dependencia (duras y blandas), según
el origen (vegetales, semi-sintéticas y sintéticas), según su uso (ab-
sorbida, parenteral e ingerida) y según los efectos que genera (esti-
mulantes, alucinógenas, narcóticas, depresoras y tranquilizantes).

“Empacaderos”, bodegas de empaque o centros de manufactura


Narcomenudeo: entramado social del crimen

de marihuana”

En este apartado se realizará una descripción fáctica de los proce-


sos de manufactura y abastecimiento de marihuana. Es importante
advertir que sobre estos dos aspectos desde el punto de vista con-
ceptual, que hacen parte de la amenaza denominada comercializa-
ción de estupefacientes, pero no se consideran como fenómenos
porque son imperceptibles para el común de los ciudadanos y de
las autoridades. Bajo este criterio se afirma que hacen parte de los
noúmenos (Kant, E. 2004, p. 243), que se incorporan a la secuencia

170
CARACTERIZACIÓN DE LA COMERCIALIZACIÓN DE ESTUPEFACIENTES

lógica y sistemática de la organización criminal para mantener los


stock en los puntos de venta.

La manufactura de estupefacientes entendida como un conjunto de


procesos de transformación (que incluye máquinas, herramientas,
energía y trabajo manual) del producto básico en producto esperado,
tiene como propósito dejar las sustancias en condiciones de presen-
tación requeridas para el abastecimiento del punto de venta y su
posterior transacción de compra – venta. Mikell P. Groover (1997)
advierte que manufactura desde el punto de vista económico es “la
transformación de materiales en artículos de mayor valor a través
de una o más operaciones de ensamble”, así mismo, indica que la
importancia de estos procesos radica en que “… agrega valor al ma-
terial original, cambiando su forma o propiedades…” (p. 3). Esta des-
cripción teórica refleja las características generales que desarrolla
“La Cordillera” en lo que tiene que ver con la marihuana.

Esta manufactura es un proceso importante para el actor criminal


porque contribuye a la generación de riqueza ya que se aplican me-
canismos para reducir la inversión (costos operativos), de forma tal
que esos valores que se ganan allí se incorporen a las utilidades
finales. Se constituye además, en una forma de explotación y subor-
dinación que se aplica a los operadores, por los emolumentos que
los responsables de la manufactura les ofrecen como contrapres-
tación.

Esta actividad se realiza inmediatamente después de que la sus-


tancia es trasladada desde las zonas de producción especialmente
ubicadas en el sur del país. El alucinógeno es distribuido con mayor
énfasis por vía terrestre, siendo el de mayor uso el transporte de
Narcomenudeo: entramado social del crimen

servicio público de pasajeros y los vehículos de carga. En esta fase


el estupefaciente llega prensado en costales o paquetes que supe-
ran los 20 kilogramos de peso y son ocultados en canastas, canti-
nas de aluminio o recipientes de plástico, a la vez, se encubren con
productos perecederos o revestidos con diferentes materiales para
aislarlos de los controles viales que ejercen las autoridades.

Una vez se reporta el arribo de la sustancia la persona que lidera


esa línea de mercado, dispone las actividades estratégicas y opera-
tivas para llevar a cabo el empaque de las dosis de marihuana. En

171
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

esta instancia es donde inicia lo que dentro de “La Cordillera”, es


conocido como el “empacadero”, verbigracia el proceso de manu-
factura.

Funcionamiento y estructura de un “empacadero” de marihuana

Manufactura del producto: la sustancia contenida en bultos o pa-


quetes prensados es sometida a un procedimiento que busca po-
nerla en forma maleable. Esto se logra sacándola con las manos
para extenderla sobre el piso o una superficie de madera. Poste-
riormente, se realiza una actividad a mano para macerar, triturar o
“trillar” la marihuana que todavía se encuentre compacta y extraer
la semilla que es eliminada del contenido del producto esperado.
Así este material es llevado a una zaranda o malla de angeo que
actúa como cedazo para extraer las partes gruesas de la marihuana
(tallos y hojas). Luego, con la utilización de licuadoras industriales o
de uso doméstico, es sometida a licuado para reducirla a fragmen-
tos pequeños y polvillo. Luego se procede a empacarla en papeles
color blanco de la marca “Smoking, blond y Platinium”, por medio
de unas herramientas en aluminio diseñadas para tal fin.

En este punto se utiliza saliva para que el papel pegue y luego armar
las “bombas” o paquetes de 18 cigarrillos de marihuana en bolsas
de cierre hermético o cajetillas de cigarrillo reutilizadas. En Pereira,
durante los últimos meses se incorporó a esta fase de manufactura
el marcaje de un logotipo (caballo) que representa la marca de la
organización que lidera la comercialización. Esta acción obedece a
la necesidad de establecer un control o barrera para identificar el
acceso de este tipo de productos provenientes de organizaciones
criminales diferentes a “La Cordillera”.
Narcomenudeo: entramado social del crimen

Los “empacaderos” tienen varias características comunes entre las


que se encuentran:

1. Tipo de residencia: se prefieren casas de habitación de dos


plantas, las cuales son tomadas en arriendo por parte de la or-
ganización criminal. En la relación contractual de arrendamiento
generalmente se subvencionan con anticipación los cánones de
alquiler por varios meses (3 o más). Estas viviendas se encuen-
tran ubicadas en barrios subnormales de las ciudades y con di-

172
CARACTERIZACIÓN DE LA COMERCIALIZACIÓN DE ESTUPEFACIENTES

fíciles condiciones de acceso que ofrecen la posibilidad de no


ser identificadas con facilidad por las autoridades. Al interior no
hay ningún tipo de amueblamiento y la totalidad del espacio se
utiliza para efectos del empaque de la sustancia estupefaciente.
De esta manera, se busca reducir los costos de operación y solo
se pretende cancelar los cargos básicos de los servicios públi-
cos. En muy pocas ocasiones las organizaciones permiten que
dentro de estas casas residan personas, sin embargo, cuando
esto ocurre, obedece a que el encargado de la manufactura tie-
ne vínculos de afectividad con el jefe de la línea, y se le permite
vivir allí con su familia de manera gratuita.

2. Horario de funcionamiento: cuando los volúmenes de marihua-


na llegan a la vivienda las personas encargadas de las activida-
des de empaque en dosis inician su labor a partir de las 7 de la
noche y se prolonga hasta las 7 de la mañana del día siguiente.
Este horario es utilizado porque favorece la clandestinidad del si-
tio y el ocultamiento de las actividades que se realizan al interior
de la residencia.

3. Cantidad de personas dedicadas al empaque: los ciudadanos


que se dedican a la actividad de manufactura de la marihua-
na oscilan en una cantidad de tres (3) a veinte (20). El núme-
ro de “operadores” puede variar dependiendo del volumen de
sustancia que se encuentre disponible dentro de la residencia y
requiera ser manufacturada. Estas personas reciben como con-
traprestación la suma de $80.000 por cada semana de “traba-
jo”, los cuales son cancelados al término de ese lapso de tiempo.
Quienes se vinculan a este tipo de actividad no tienen la posibili-
dad de retirarse voluntariamente porque la organización criminal
Narcomenudeo: entramado social del crimen

exige lealtad y permanencia al servicio de la manufactura dentro


de la comercialización de estupefacientes. A pesar de ello, un
considerable segmento de la población ven este tipo de acciones
como una opción laboral para la satisfacción de sus necesidades
básicas.

4. Elementos que se requieren para la manufactura: los elementos


que deben estar disponibles para la manufactura de la marihua-
na son: sustancia alucinógena disponible para el empaque (pro-
ducto básico), bolsas de plástico con cierre hermético o cajetillas

173
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

reutilizadas de cigarrillo para empacar los cigarrillos de marihua-


na y armas las “bombas”, utensilios plásticos (baldes, tinas, en-
tre otras) para depositar la marihuana ya macerada y licuada,
malla de angeo para cernir la sustancia y extraer las partes del
tallo y las ramas (esto se conoce como bagazo), lo cual poste-
riormente es eliminado como si se tratara de basura doméstica
o por los ductos de los lavamanos o baños; maquinas para ar-
mar los cigarrillos elaboradas en aluminio y que cumplen con la
función de envolver la marihuana en el papel y darle forma de
cigarrillo, peso o báscula para calcular la cantidad de sustancia
disponible para la manufactura y a la vez, controlar el número de
cigarrillos que se deben elaborar, cajas de papel marca “Smo-
king” las cuales son adquiridas a distribuidores mayoristas o en
puntos de venta ambulantes que se encuentran en las zonas
comerciales de Pereira, en menor medida son utilizados pape-
les saborizados como Platinium y sirven para envolver el aluci-
nógenos; sillas y mesas para que los empacadores tengan un
sitio apropiado para realizar la labor, hojas de papel, cuaderno o
agenda para registrar la sustancia que ingresa y el producto que
se elabora y entrega a los abastecedores, así mismo, para llevar
la contabilidad de los recursos financieros que se requieren para
la operación del lugar; finalmente, se requieren licuadoras para
que la planta de marihuana quede reducida a pequeños trozos
o polvillo, de manera que se facilite el armado de los cigarrillos,
también para este procedimiento en ocasiones son usados raya-
dores de cocina convencionales.

Un propósito adicional es maximizar la utilización de la totalidad de la


sustancias y disminuir la cantidad de material que se deba desechar.
Además, con el ánimo de ampliar la cantidad final de ganancias, se
Narcomenudeo: entramado social del crimen

ha establecido que el volumen de marihuana tienda a ser menor a


la que espera el consumidor, de manera que se produzcan muchas
más dosis con la misma cantidad de producto básico.

Vale la pena advertir que como lógica de actuación de la organi-


zación criminal, los sitios donde se manufactura marihuana tienen
un nivel despliegue dentro de la ciudad que les dan la calidad de
descentralizados. Todo depende de la capacidad que tenga el jefe
de comuna para controlar esta fase de la comercialización y de la
cantidad de puntos de venta y consumidores que necesita proveer

174
CARACTERIZACIÓN DE LA COMERCIALIZACIÓN DE ESTUPEFACIENTES

de la sustancia. Esto muestra una marcada diferencia con los em-


pacaderos de cocaína, basuco y heroína que son centralizados y
tienen estándares de control y protección más exigentes, porque
por lo general, se reducen a una sola infraestructura por cada línea
de producto.

MANUFACTURACIÓN DE UNA ARROBA DE MARIHUANA


Se dividen en cincuenta y dos (52) unidades de
6.5 kilos 125 gramos cada uno, conocidas como "cuarto”.

Se dividen en cincuenta(50) cuartos; con cada


cuarto se elaboran cincuenta(50) dosis de
6 kilos alucinógeno para la venta, es decir, se fabrican
dos mil quinientas (2500) unidades en presentación
de “cigarrillo (bareto), moño o bolo".

Tabla
Tabla19.
16.Manufacturación
Manufacturaciónde
deuna
unaarroba
arrobade
demarihuana
marihuana para
para la
la venta
venta al
al comprador/consumidor
comprador/consumidor final.
final.

El abastecimiento para la venta de marihuana

Con base en los fundamentos teóricos de María José Escudero


(2009), el abastecimiento de marihuana se puede entender como
el conjunto de operaciones que realiza “La Cordillera” para apro-
visionar del producto final a los vendedores o jíbaros que realizan
la venta. Lo que se busca es que haya una existencia mínima del
producto final para satisfacer la demanda del comprador/consumi-
dor (de acuerdo a los ritmos de venta: ni excesivo almacenamiento
pero tampoco la pérdida de las mismas). Abarca el almacenaje que
se realiza tanto en el centro de manufactura como en las “ollas”
y en los puntos de venta. Los objetivos estratégicos para el actor
criminal en esta fase están relacionados con que el mantenimiento
Narcomenudeo: entramado social del crimen

de los stocks se haga en las mejores condiciones y con el menor


costo posible, por supuesto que también establecer controles de
los inventarios y de esos costos operativos asociados a la acción de
abastecer (pp. 6-7).

El abastecimiento incluye la racionalización del riesgo para dismi-


nuir la posibilidad de ser intervenidos en estas acciones por parte
de las autoridades. Por lo tanto, se propende porque haya un equili-
brio entre la cantidad de dosis en las “ollas”, en los puntos de venta
y en los desplazamientos que realizan los abastecedores desde el

175
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

sitio de manufactura. El riesgo es un factor determinante en este


aspecto porque condiciona las relaciones de los actores involucra-
dos, en atención a que la responsabilidad del valor monetario de
las sustancias, es asumido por cada uno de ellos, es decir, que si
por ejemplo, un abastecedor es interceptado por las autoridades e
incautada la sustancia alucinógena, este deberá no solo asumir las
consecuencias penales por el porte sino retribuir monetariamente
la pérdida causada a la organización criminal dentro de un tiempo
prudencial, so pena de ser objeto de algún tipo de “sanción” por
parte de “La Cordillera”.

De forma descriptiva se puede indicar entonces que una vez termi-


nado el proceso de manufactura, el alucinógeno es empacado en
“bombas” y esta a su vez, almacenadas bolsas de plástico. Del sitio
de manufactura son sacadas para el abastecimiento en vehículos
de servicio público o particular, motocicletas o por personas que las
ocultan a la vista de los demás. Luego inician el recorrido hacia el
sitio de ubicación del administrador de la “olla” o el punto de ven-
ta, de acuerdo a cada caso. El abastecimiento se hace durante la
mañana y la tarde que son los horarios de mayor comercialización
del producto. La cantidad llevada a cada sitio depende de las orien-
taciones que por medios de comunicación, especialmente telefonía
móvil celular, emita el encargado de la línea de producto, para lo
cual, utilizan una jerga propia a manera de código como medida de
protección.

En esta labor están comprometidas varias personas que se encar-


gan de surtir determinadas “ollas” o puntos de venta de la ciudad.
Para ello se utilizan “caletas”, compartimientos o sitios de oculta-
miento adaptados en los automotores. Cuando se trata de perso-
Narcomenudeo: entramado social del crimen

nas, es común el uso de recipientes plásticos de productos de aseo


del hogar, en las partes íntimas de las mujeres o en las prendas
de vestir; así mismo en portacomidas, loncheras u otros elementos
que faciliten el ocultamiento. Esta situación depende y varía dadas
las capacidades de innovación de los abastecedores y la apropia-
ción de naturalidad en lo que hacen, que les permita racionalmente
disminuir el riesgo y mejorar las técnicas de camuflaje del producto
final para garantizar la entrega.

176
CARACTERIZACIÓN DE LA COMERCIALIZACIÓN DE ESTUPEFACIENTES

Los conteos por unidades en el sitio de manufactura, así como en


el sitio de entrega es un mecanismo de control entre el responsable
de la manufactura, el abastecedor y el jefe de “olla” que recibe el
producto.

Es advertir que tanto el proceso de manufactura como de abaste-


cimiento son actividades que requieren entrenamiento y especiali-
zación por parte de las personas que participan en ellas. De igual
forma, demandan códigos de lealtad para con “La Cordillera” dada
la vinculación laboral que se configura para los ciudadanos que se
dedican a suplir estos procedimientos de la cadena de comerciali-
zación de estupefacientes.

En ese sentido, para lograr la presentación acorde a las necesida-


des del vendedor (jíbaro) y del consumidor, la organización se en-
carga de manufacturar las materias primas, durante las cuales se
surte el proceso de adulteración (rendir o cortar) de la sustancia
estupefaciente. Éste consiste en disminuir la concentración de estu-
pefaciente que contienen las dosis (producto final) haciendo la mez-
cla con sustancias adulterantes de origen farmacéutico o industrial.
Sin embargo, ya que se practica en distintos niveles es importante
precisar el objetivo diferencial que con esta acción se persigue en
algunos de ellos:

Nivel directivo de la organización: busca reemplazar los efectos


que desea sentir el consumidor, procurando causar el mínimo daño
en éste, es decir, garantizar el ciclo de vida del consumidor.

Vendedor (jíbaro): procura aumentar la cantidad del producto para


generar mayor rentabilidad individual. Aquí se identifican dos moda-
Narcomenudeo: entramado social del crimen

lidades de fisura comercial, una consiste en aumentar el producto


para mayor rentabilidad y la otra es la reventa, que implica un au-
mento en el precio de venta.

Las sustancias estupefacientes según la convención de las Nacio-


nes Unidas contra el tráfico de estupefacientes y sustancias sico-
trópicas (1998) son aquellas “... sustancias, naturales o sintéticas,
que figuran en la Lista I o la Lista II de la Convención Única de 1961
sobre Estupefacientes y en esa Convención enmendada por el Pro-
tocolo de 1972 de Modificación de la Convención Única de 1961

177
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

sobre Estupefacientes”. Los productos catalogados como estupefa-


cientes e identificados en el mercado ilegal del narcotráfico son mu-
chos, y tienen distintas clasificaciones, sin embargo, en este análi-
sis se agruparon según los efectos que producen en: alucinógenas,
estimulantes, depresoras y sustitutas.

Alucinógenas: son sustancias estupefacientes de origen vegetal


y semi-sintéticas que distorsionan las impresiones sensoriales
dando lugar a ilusiones y alucinaciones. Estas sustancias se cla-
sifican en canabinoides (Achís y marihuana) y hongos (L.S.D. y
mescalina).

Estimulantes: sustancias que aceleran el funcionamiento del


Sistema Nervioso Central S.N.C., por ser consideradas como
psicoactivas algunas son legales, blandas y socialmente acep-
tadas. Sin embargo, el mercado del narcotráfico se ocupa de
las ilegales por la alta rentabilidad que generan. Entre ellas se
destacan la cocaína y sus derivados (crack, basuco) y las anfe-
taminas (Efedrina).

Depresoras: sustancias estupefacientes entre las que están las


narcóticas u opiáceos, que provocan sueño o estupor y, en la ma-
yoría de los casos, inhiben la transmisión de señales nerviosas
asociadas al dolor. Entre ellas se destacan el opio, la morfina, la
heroína y la metadona.

Sustitutas: estas sustancias originalmente estuvieron relaciona-


das con el tratamiento terapéutico de personas en proceso de
desintoxicación como su principal objetivo; hoy se ha redefinido
el concepto, porque han sido incluidas en el portafolio de produc-
Narcomenudeo: entramado social del crimen

tos ofertados en el mercado del narcotráfico, este último criterio


y también su fácil disponibilidad en el mercado legal, depende de
que la sustancia sea adulterada o no. Es por ello que los efectos
que se buscan reemplazar son comúnmente alucinógenos y esti-
mulantes, aun cuando también depresoras. Así los estupefacien-
tes sustitutos se clasifican en depresoras del Sistema Nervioso
Central S.N.C. y la médula ósea (Barbitúricos), tranquilizantes
(Benzodiacepinas), químicas (inhalantes, solventes industriales
y nitritos) y de diseño (Metanfetaminas y éxtasis).

178
CARACTERIZACIÓN DE LA COMERCIALIZACIÓN DE ESTUPEFACIENTES

Los estupefacientes de diseño pueden clasificarse básicamente en


cuatro tipos: a) agentes destinados a imitar los efectos de los opiá-
ceos -China white, Tango and Cash, Goodfella, New Heroin-, b) agen-
tes diseñados para sustituir a la cocaína (Crystal caine, Coco snow,
Synth coke, cristal menth y ice –hielo- también conocida como glass
-vidrio-), c) agentes diseñados para reemplazar efectos alucinóge-
nos (Ketamina y Fenciclidina o polvo de ángel), y d) sustancias que
se podrían denominar originales debido a la novedad de sus efectos
(Love pill, éxtasis, Venus, X Files, STP) (Malpica, K. 2003).

Teniendo en cuenta lo anterior, “La Cordillera” acerca al comprador/


consumidor los productos esperados considerando las diversas ne-
cesidades del consumidor, así:

Alucinógenos: se encuentra la marihuana en dos presentaciones


la vegetal y la hidropónica. La organización distribuye una arroba
(25 libras) de marihuana para comercializar en cuartos y dosis in-
dividuales.

• Las primeras 12 libras y media (6.5 kilos) se dividen en 52


cuartos.

• Las otras 12 libras y media (6.5 kilos) se dividen en 50 cuartos,


de cada uno de ellos se sacan 50 dosis; luego salen 2.500 dosis,
que se acercan al comprador/consumidor en presentaciones ta-
les como cigarrillos, moños o bolos (ver tabla 19).

Estimulantes: se encuentran en el mercado cocaína y basuco; con


las particularidades propias de cada producto.
Narcomenudeo: entramado social del crimen

• Cocaína: conocida como “perico” se encuentran en empaques o


“bombas” que contienen 30 o 35 dosis o “bichas”.

• Basuco: empaques o “bombas” de 40 dosis o “bichas”.

Depresoras: entre estos se identifica la comercialización de heroína


y metadona.

179
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

• La heroína se comercializa en gramos y dosis, pero sólo en Dos-


quebradas (barrio Guadualito) y en Pereira (en un sector conoci-
do como “La calle tercera”).

La heroína en una nueva forma de consumo es inhalada al com-


binarse con la marihuana, es decir, no es inyectada. Para ello, “La
marihuana se desmoña o trilla, se revuelve en un papel aluminio
que contienen las cajetillas marca Pielroja y con una tarjetica se ro-
sea la heroína y se arma un cigarrillo. El papel de Pielroja se calienta
con un encendedor y se inhala, lo cual se conoce como El Balazo”
(sic). Esto fue enseñado por la organización como mecanismo para
garantizar el ciclo de vida del consumidor.

Sustitutos: Rivotril (1 y 2 mg) o clonazepam, ativan, diazepam tam-


bién conocidas como “pepas”. Estos productos se presentan en
tabletas, cada una de ellas contiene 10 pastas y se entregan al
vendedor (jíbaro) 5 tabletas. La metadona se comercializa en pre-
sentaciones 5 mg, 10 mg y 40 mg.

No obstante, los narcotraficantes están pendientes de satisfacer


las necesidades de los consumidores quienes buscan experiencias
(efectos) duras y nuevas. Por lo tanto, surge la exigencia de estar
atentos a nuevos mercados que introduzcan nuevas sustancias o
presentaciones para ser cooptados por actores criminales.

Precio de venta
PRODUCTO PESO PRECIO
Cocaína 0,6 gms $ 5.000
Basuco 0,3 gms $ 2.200
Narcomenudeo: entramado social del crimen

0,8 gms $ 1.000


Marihuana
125 gms $ 17.000
Heroína (dosis) 0,2 gms $ 10.000
Heroína 1 gm $ 27.000
Pepas "Benzodiacepinas" 1 ó 2 mg $ 2.500
5 mg $ 2.500
Metadona 10 mg $ 9.000
40 mg $ 20.000
Tabla
Tabla 20. Peso yy precio
15. Peso precio de
de venta
ventade
delos
losproductos
productosestupefacientes
estupefacientesenenPereira.
Pereira.

180
CARACTERIZACIÓN DE LA COMERCIALIZACIÓN DE ESTUPEFACIENTES

Suele confundirse en el argot popular las expresiones precio y valor.


En ese orden, el precio se entiende como la cantidad de dinero que
una persona (comprador/consumidor) está dispuesta a pagar por
un bien o servicio, para este caso, el producto esperado. Por su par-
te, el valor tiene dos aspectos a destacar: el primero denominado
objetivo, que lo constituyen los atributos del producto y el segundo
es el subjetivo, es decir, la satisfacción de la necesidad del consumi-
dor, de ello depende saber si un producto, según el precio, es caro
o barato.

Mediante observación hecha en la Unidad de Reacción Inmediata


(URI) de la Fiscalía General de la Nación en Pereira, se pudo esta-
blecer durante la práctica de la Prueba de Identificación Preliminar
Homogenizada (PIPH) que las características de peso del producto,
no son las que el comprador/consumidor espera.

En el imaginario del consumidor él paga por dosis exactas, por ejem-


plo, un gramo de cocaína (perico), un gramo de marihuana, pero en
la práctica están consumiendo menos cantidad, esto es inadvertido
ya que el precio no le genera sensibilidad, es decir, está al alcance
de su capacidad económica. Esta es una de las formas como “La
Cordillera” garantiza que se maximicen sus ganancias disminuyen-
do los costos de producción por la alteración de los atributos del
producto, en este caso el peso.

Mercado paralelo dinamizador del narcomenudeo

En la ciudad de Pereira se identificaron actividades relacionadas


con un mercado paralelo de elementos requeridos para el consumo
de sustancias estupefacientes que dinamizan la comercialización.
Narcomenudeo: entramado social del crimen

En algunas vías de la zona céntrica se encuentran varios puntos de


venta que ofrecen de forma abierta al público, una serie de obje-
tos que tienen como finalidad, facilitar la ingesta de los productos
del narcotráfico, a pesar de que originalmente, su uso se estableció
para el consumo de tabaco o cigarrillos de marcas comerciales.

Si bien las personas (vendedores ambulantes) que desarrollan esta


actividad la consideran como una forma de trabajo, son conocedo-
ras de la utilidad que los usuarios les dan a esos elementos. Este

181
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

mercado paralelo se realiza con otro tipo de objetos tales como ma-
nillas, collares, inciensos y prendas de vestir, entre otros, que com-
binan con su actividad de comercio informal para aumentar las can-
tidades de recursos económicos que reciben por ejercer esta labor.

Los consumidores de sustancias estupefacientes tienen identifica-


dos los puntos de venta de este tipo de elementos, que para el caso
específico del centro de la ciudad de Pereira, están ubicados espa-
cios de uso público (andenes, parques, etc.) en las cercanías de los
sitios de comercialización de estupefacientes. Los consumidores
adquieren allí múltiples presentaciones de pipas para el consumo
especialmente de basuco, y diferentes papeles que se utilizan como
envolturas para armar cigarrillos de marihuana. Algunas de las mar-
cas de estos productos son Smoking en diferentes colores, Snoop
Dog G, Hornet y Raw. También se encuentran papeles saborizados
tales como Platinum y Blunt Wrap.

Una de las principales amenazas frente a este mercado paralelo es


que la actividad descrita se constituya en un potencial escenario de
intervención y cooptación de la organización criminal “La Cordille-
ra”, por tratarse de materiales en su mayoría importados, que están
ingresando al país sin el cumplimiento de los requisitos aduaneros.
Tal eventualidad se daría porque este tipo de mercado tiene las ca-
racterísticas de una actividad económica que ofrece la posibilidad
de maximizar las ganancias para el actor criminal.

Se identifica que el mercadeo de elementos utilizados para el con-


sumo de sustancias estupefacientes, especialmente de marihuana,
favorece y complementa la actividad criminal de la comercialización
de estupefacientes, sin que haya un despliegue de control y super-
Narcomenudeo: entramado social del crimen

visión por parte de las autoridades hacia las personas que cotidia-
namente ofrecen estos productos en algunas zonas céntricas de la
ciudad de Pereira.

Para elaborar una apreciación de lo que ocurre en Pereira como


parte del estudio de caso, se caracterizan los aspectos de precio y
valor (objetivo y subjetivo).

182
CARACTERIZACIÓN DE LA COMERCIALIZACIÓN DE ESTUPEFACIENTES

El precio

El precio en la organización “La Cordillera” se mantiene estable


(fijo) y es homogéneo en cualquier punto de venta de Pereira. No
se modifica pese a los procedimientos de incautación, allanamien-
tos a centros de acopio o manufactura y capturas que realiza la
fuerza pública; no importa que se modifiquen los comportamientos
de venta en aspectos como horarios, formas de abastecimiento, di-
ficultades para ese abastecimiento y modalidades de venta. En la
indagación se apreció como dificultad, que no se tiene un referente
objetivo (evidencia) que permita afirmar desde cuándo el precio se
ha mantenido estable, pero según los compradores/consumidores
y vendedores (jíbaros), los precios están fijos desde el año 2005.

¿Por qué el interés de mantener fijo el precio? Para no aumentar


la sensibilidad del precio al consumidor final, no disminuir la fre-
cuencia de compra, porque están generando ganancia y como un
mecanismo de control del mercado (monopolio). El precio a mane-
ra de criterio de control se orienta a evitar el contrabando (venta
de productos estupefacientes diferentes a los que oferta “La Cor-
dillera”), impedir que los vendedores (jíbaros) aumenten el precio
al comprador/consumidor sin consentimiento de la organización y
restringir el tránsito de vendedores (jíbaros) entre los barrios como
características propias de la regulación del mercado monopolístico.

En relación con el precio se identifica como una fisura comercial


para la organización criminal, la venta a domicilio. En esta moda-
lidad de venta, el producto estupefaciente se comercializa al pre-
cio que ha fijado la organización (no se incrementa el precio del
producto); sin embargo, quien realiza el domicilio cobra un precio
Narcomenudeo: entramado social del crimen

adicional por acercar el producto al usuario (valor subjetivo) desde


dos perspectivas:

Perspectiva del consumidor: paga el precio adicional por el cos-


to de movilidad y por el riesgo que implica acercarse a un pun-
to de venta en el que quizás no lo identifican como comprador,
desconoce el sector donde se ubican los puntos de venta (ciu-
dadano foráneo), o tiene problemas con algún integrante de la
organización.

183
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

Perspectiva del mensajero: persona que realiza el domicilio y


hace parte de la fuerza de venta no organizacional de estupe-
facientes y es quien tiene contacto con el vendedor (jíbaro). El
cobro adicional del precio tiene como propósitos, percibir un be-
neficio económico individual; cobrar al consumidor el tiempo y el
desplazamiento al punto de venta, fidelizar un cliente que poten-
cialmente se relaciona con él en una actividad comercial legal,
en lo que se conoce como un bien o servicio aumentado (por
ejemplo: relación taxista y pasajero, mesero de bar y cliente) y
obtener así un beneficio pecuniario por la transacción del riesgo
que recibe del usuario/consumidor para ingresar a la zona don-
de se ubica el punto de venta.

En consideración, la entrega a domicilio no se interpreta como una


reventa, porque el precio del producto no se incrementa, lo que se
hace es un cobro adicional (mensajero) por el valor que se deriva de
este servicio, es decir, acercar el producto al consumidor final quien
asume el costo de la transacción.

Valor del producto

Esta proposición está condicionada porque depende de si el con-


sumidor es abusivo u ocasional. En Pereira, según el valor objetivo
el precio del producto puede ser caro, porque la concentración de
estupefaciente y el peso, no corresponden con lo esperado por el
consumidor. Desde la perspectiva del valor subjetivo la satisfacción
se relaciona con dos aspectos; el primero que genere el efecto de-
seado (estimulante, alucinógeno, depresor) y el segundo, la durabi-
lidad del efecto.
Narcomenudeo: entramado social del crimen

En Pereira los consumidores afirman que si bien los productos estu-


pefacientes generan los efectos deseados, la durabilidad de estos
es de menor tiempo que antes. Esta proposición no cuenta con evi-
dencia técnico-científica, pero sí visibiliza el aspecto, porque según
los consumidores han aumentado la frecuencia de compra en un
rango de tiempo relativamente corto:

“… antes uno se consumía una dosis de perico y duraba unas dos horas
el efecto, pero ahora eso casi no dura. Yo no sé si es por mi adicción

184
CARACTERIZACIÓN DE LA COMERCIALIZACIÓN DE ESTUPEFACIENTES

o porque nos están vendiendo basura, pero si así fuera en dónde más
compramos, si la cordi (“La Cordillera”) es la que vende y manda” (sic).

Esta adulteración hecha por “La Cordillera” no genera sensibilidad o


reacción en el consumidor, porque por un lado no sabe que lo están
“estafando” y, por otro, si fuera consciente de lo que ocurre, el mo-
nopolio y la capacidad de constreñimiento que ejerce la organiza-
ción criminal, no le permitiría reclamar ante ella y si lo hace no va a
incidir en el mercado. Finalmente, no denuncia ante las autoridades
legales (judiciales o administrativas), porque debido a la prohibición
del consumo, el consumidor percibe su adicción o dependencia
como una actividad ilegal con consecuencias penales (privación de
la libertad y multas).

Promoción

Se clasifica en publicidad, venta personal, promoción de ventas y


relaciones públicas.

La publicidad: como instrumento para promocionar un producto, se-


gún la teoría del marketing, se clasifica en institucional, comparativa
y de producto. En Pereira “La Cordillera” desarrolla publicidad insti-
tucional, porque pretende generar actitudes y opiniones favorables
para el monopolio del mercado, el control social y territorial. En razón
a esto, no es de interés para la organización criminal la publicidad
comparativa ni del producto.

Así mismo, el canal de comunicación de masas, realmente es no


masivo (voz a voz o “cuchicheo”) y el soporte, que es el vehículo que
lleva el mensaje, se asocia con los jíbaros (fuerza de venta), campa-
Narcomenudeo: entramado social del crimen

neros (cuidanderos/guías) y compradores/consumidores. El propó-


sito de la publicidad por parte de “La Cordillera” es difundir y anclar
la marca para que los compradores/consumidores los identifiquen,
los diferencien, los valoren (respeto por su capacidad), acepten sus
productos y reglas de comportamiento (determina y condiciona la
conducta social); y a través de esto, se favorezca el monopolio del
mercado. “La Cordillera” es una marca de denominación verbal,
cuyo elemento de mayor relevancia es el psicológico ya que es a tra-
vés de este que se facilita la consolidación de las dos dimensiones
de la estatura de la marca: el conocimiento y la estima.

185
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

Venta personal: es una relación en la que se requiere la participa-


ción imperativa del comprador/consumidor y el vendedor (jíbaro). El
mercado de Pereira se caracteriza porque en la venta personal se
reconocen el vendedor (jíbaro) y el comprador/consumidor a través
de un lenguaje y conductas particulares (códigos verbales y no ver-
bales).

Un concepto importante a considerar en este aspecto es la fuerza


de venta, la cual se clasifica en organizacional y no organizacional,
la primera está integrada por los jíbaros y los campaneros, ellos son
los responsables de hacer las ventas y de desarrollar relaciones con
los clientes, identificar los nuevos nichos de mercado y comunicar
a “La Cordillera” los comportamientos que se identifican en el mer-
cado (ingreso de contrabando). La segunda clasificación (fuerza de
venta no organizacional) se relaciona con aquellas personas que
realizan domicilios y no pertenecen a la estructura organizacional
criminal.

Algunos atributos de la relación vendedor (jíbaro) y comprador/con-


sumidor son: garantizar seguridad por parte del primero al segundo
para ingresar al sector en donde se encuentra ubicado el punto de
venta (expendio u olla), crear valor mediante la confianza recíproca,
proveer el producto que genera el efecto deseado por el consumidor
(fidelizar), así como mantener y ampliar el mercado.

Por su parte el comprador/consumidor es un actor importante en


esta relación, ya que demanda la necesidad de adquirir el producto
para su satisfacción personal o la de otro y contribuye de manera
voluntaria o constreñida a ampliar el mercado, es decir, contacta
nuevos clientes con el vendedor (jíbaro) para que se logre la tran-
sacción e identifica nuevos mercados.
Narcomenudeo: entramado social del crimen

Promoción de ventas: entendida como los incentivos a corto pla-


zo para fomentar la compra o la venta de un producto o servicio.
Inicialmente se expresa que el producto vendido pertenece a “La
Cordillera”, lo que lleva implícito una carga de intimidación y cons-
treñimiento que favorece la aceptación de estímulos, que además
se perciben como adicionales, desde la perspectiva del vendedor
(bonificación, sueldo fijo) y del comprador/consumidor (pago en es-
pecie, regalar dosis y crédito -fiado-).

186
CARACTERIZACIÓN DE LA COMERCIALIZACIÓN DE ESTUPEFACIENTES

Ofrecer dosis gratuitas es una acción asociada a la promoción de


ventas, pero también se relaciona con la venta personal, porque es
la forma como se produce la iniciación en el consumo para la am-
pliación del mercado. Esta es una práctica que se empezó a hacer
común en establecimientos educativos de todos los niveles.

Las relaciones públicas: pretenden identificar la estructura orga-


nizacional, así como la identidad y las relaciones internas que la
caracterizan, es decir, indican la forma de actuar y de comunicar.
Para tal fin, se requiere:

• Identificar la estructura organizacional (áreas, grupos y cargos,


funciones y objetivos que persiguen).

• Conocer la concepción, el esquema y la dirección de la comu-


nicación (formal e informal, programada y no programada, las
reglas internas, códigos, lenguajes).

• Analizar las manifestaciones que caracterizan la imagen: riesgos


de reputación, funcionalidad de los comunicadores y crisis insti-
tucional (disidencias, retaliaciones o delaciones).

• Establecer la naturaleza del “mando”, es decir, el modelo de di-


reccionamiento establecido por la organización.

En “La Cordillera” la estructura organizacional desde la perspectiva


de la comunicación es formal y programada, desde la naturaleza
de mando, es autoritaria porque concentra su poder de dirección en
un grupo limitado de personas. La imagen es un aspecto sensible
y se relaciona con manifestaciones como: 1. Riesgos de reputación
como el contrabando y pérdida del monopolio; 2. La crisis institucio-
Narcomenudeo: entramado social del crimen

nal (no se entiende como ente de Gobierno, sino como organización)


como la cooptación por parte de otras organizaciones criminales y
la fragmentación interna por el control de la organización y, 3. Los
integrantes del nivel directivo de la organización desempeñan el rol
de comunicadores internos.

Punto de venta

Espacio físico en el que se da la transacción de venta (producto vs.


dinero) entre el vendedor (jíbaro) y el comprador/consumidor. Es el
momento crítico de éxito para la organización, porque allí concurren

187
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

el ideal de la planeación estratégica y las acciones previas para ase-


gurar la monetización de los productos.

Ciertos productos marcas y precios vienen fijados por parámetro de


la organización narcotraficante. No se permite la incorporación de
productos, decidir sobre la cantidad de colación de los productos ni
sobre los precios de venta.

Características del punto de venta

Es quizás uno de los aspectos más importantes, porque es allí, en el


punto de venta, donde se aprovechan las condiciones ambientales,
espaciales y de comportamiento colectivo, es decir, el orden social
establecido por la organización narcotraficante para cumplir el fin
de maximizar ganancias en el menor tiempo posible. Esta responsa-
bilidad está a cargo del administrador o jefe de olla, quien además
de elaborar la lista de turnos de los vendedores (jíbaros) contribuye
a realizar el intercambio de la organización con el medio ambiente,
mediante las siguientes características:

• Entorno: las condiciones de entorno permiten obtener la georre-


ferenciación de los datos (geográficos y urbanísticos) que favore-
cen o se constituyen en infraestructura para repeler las manifes-
taciones asociadas al narcomenudeo.

• El referente espacial: lo constituyen lugares de uso público, abier-


tos al público o privados, para la venta de estupefacientes tales
como polideportivos, canchas de fútbol, vías peatonales (gradas),
esquinas concurridas y parques concurridos, billares, tiendas y ca-
sas de habitación.
Narcomenudeo: entramado social del crimen

• Accesibilidad: recorrido de ingreso y salida que debe realizar el


comprador/consumidor. Condiciones topográficas de infraestruc-
tura (vías, senderos peatonales, caminos en campos abiertos).

• Forma de ingreso: vehículo o a pie, para ello se modifica y acon-


diciona el entorno físico con el objetivo de proteger y disminuir el
costo de la transacción en términos de riesgo y tiempo.

188
CARACTERIZACIÓN DE LA COMERCIALIZACIÓN DE ESTUPEFACIENTES

• Tiempo: de transacción y recorrido, aquí se determina cuál es la


mejor forma de ofrecerle el producto al comprador/consumidor
para que sea rápida, dinámica y en posible, imperceptible.

• Cobertura: minimiza la distancia total recorrida por los clientes


potenciales para adquirir los estupefacientes. La cercanía del
punto de venta al cliente ayuda a fidelizar al comprador/consu-
midor. Aquí se determina el radio de impacto geográfico del pun-
to de venta.

• Barrera de protección: pueden humanas, físicas, naturales, ar-


tificiales o tecnológicas que buscan blindar al punto de venta o
dificultar el acceso a las autoridades.

• Modalidad de punto de venta: fijo (sitio privado y abierto al pú-


blico), móvil (sitio de uso público) y a domicilio (fuerza de trabajo
no organizacional).

• Ocupación del territorio: con base en la concentración de pun-


tos de venta puede ser no ocupado, por ocupar y ocupado.

• Existencia del producto: administración de la disponibilidad o


stock del producto en el punto de venta. Tiene dos enfoques; el
primero, se relaciona con los mecanismos de ocultamiento em-
pleados por el administrador o jefe de olla para almacenar y abas-
tecer los productos a los vendedores (jíbaros) de forma controlada.
El segundo es desarrollado por el vendedor (jíbaro), quien busca
ocultar el producto en sitios de uso público y portar sólo la dosis
que potencialmente va a vender; así lo hace hasta acabar existen-
cias y regresa o informa al administrador o jefe de olla la venta
total del producto para que se realice de nuevo el surtido (apro-
Narcomenudeo: entramado social del crimen

visionador o mula). Al finalizar la venta del producto debe hacer


entrega del dinero obtenido al recaudador y de los excedentes de
producto que no logró vender al aprovisionador o mula.

- Acopio: sitio en el que se realiza la manufactura, es decir, se


transforma la materia prima en producto final.

- Bodega: lugar al que la organización traslada los productos


estupefacientes esperados para acercarlos a los Jefes de
Olla, existe por lo menos uno por comuna.

189
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

- Olla: sitio en donde el administrador o jefe de la olla recibe los


productos en dosis excepto la marihuana. Puede existir uno
por sector o por barrio.

- Punto de venta: se da la transacción de venta (producto vs.


dinero) entre el vendedor (jíbaro) y el comprador/consumidor.

Actores y roles en el referente espacial donde se ubica el punto


de venta

En este lugar físico interactúan varias personas que desempeñan


roles diferentes pero complementarios en procura de intercambiar
el producto estupefaciente por dinero en efectivo.

• Rol del administrador o jefe de olla: persona que recibe de “La


Cordillera” y almacena los productos estupefacientes en las pre-
sentaciones esperadas por el comprador/consumidor. En este as-
pecto se identifica como excepción la marihuana, porque parte de
este alucinógeno es manufacturado por el administrador o jefe de
olla y otra parte no. El alucinógeno es entregado por “La Cordille-
ra” por arrobas y este lo manufactura de la siguiente forma:

Por otra parte, la marihuana hidropónica (cripa) y con envolturas


saborizadas ya vienen en una presentación estándar, es decir,
no es sometida a ninguna manufacturación. Se precisa que no
toda la marihuana hidropónica que se produce en Pereira es con
fines de comercialización, porque quien la cultiva lo hace con
fines de uso personal o para su círculo de amigos.

Cuando los productos ya se encuentran disponibles en la olla


(sitio de almacenamiento) el administrador o jefe de esa instan-
Narcomenudeo: entramado social del crimen

cia organiza los estupefacientes por línea de productos, como se


aprecia en la tabla No. 21.

• Rol del recaudador: luego de que los vendedores (jíbaros) co-


mercializan los estupefacientes, le entregan el dinero producto
de la venta al recaudador quien lo pone a disposición del admi-
nistrador o jefe de olla y el jíbaro asume que cumplió su respon-
sabilidad que le garantiza recibir una remuneración por su activi-
dad aportada, y es nuevamente abastecido por el aprovisionador
o mula.

190
TIPOLOGÍA DE ACTORES Y ROLES EN EL REFERENTE ESPACIAL
DONDE SE UBICA EL PUNTO DE VENTA

ORGANIZACIÓN
NARCOTRAFICANTE
“LA CORDILLERA”

Jíbaro “aprendiz” Consumidor

Administrador
o jefe de olla

“Aprovisionador o mula” Jíbaro Campanero


de “turno” “seguridad”
Recaudador
de dinero
CARACTERIZACIÓN DE LA COMERCIALIZACIÓN DE ESTUPEFACIENTES

Jíbaro Persona en condición


Jefe de Zona o “apoyo de venta” de ocio
responsable de finanzas

191
Gráfico 15. Tipología
Narcomenudeo: de los actores
entramado social del el referente espacial donde se ubica el punto de venta.
en crimen
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

Los productos sustitutos de origen farmacéutico se comercializan


en unidades o tabletas y para tal fin, constriñen a algunos propie-
tarios de droguerías para que los provean de estos productos y
no las vendan como tradicionalmente se hace a los ciudadanos,
ni siquiera con prescripción médica. Esta es una de las formas
de extensión que tiene el actor criminal para cooptar actividades
legales que representan diversidad de acción y ganancias.

Línea de Producto Presentación Uso del consumidor

Cigarrillo no saborizado Inmediato


Moño Abastecimiento
Marihuana
Bolo Abastecimiento
Cuarto Abastecimiento

Marihuana Cigarrillo saborizado (chocolatosos)


hidropónica (cripa) Cigarrillo no saborizado Inmediato

Cocaína Bolsa
Basuco Inmediato
Papeleta

Envoltura en bolsa plástica negra Inmediato


Heroína
Papeleta Abastecimiento

Tabla
Tabla21.
17.Línea
Líneade
deproductos
productosestupefacientes,
estupefacientes, la
la presentación
presentación yy uso
uso según
según las necesidades del
consumidor.
las necesidades del consumidor.

El administrador o jefe de olla también elabora la lista de ven-


dedores (jíbaros) porque hay sobreoferta de ellos, al respecto,
un individuo que desarrolla este rol advierte: “… en los últimos
tiempos ha bajado la venta individual porque hay muchas ollas,
eso también ha propiciado que se organice la venta de estupe-
faciente por turnos a la semana” (sic). En concordancia con esta
dinámica se le entrega al jíbaro sólo la línea de productos estu-
pefacientes que le autoriza el administrador o jefe de olla. Este
criterio de control tiene incidencia en varios aspectos: 1) es una
Narcomenudeo: entramado social del crimen

de las formas en que el jíbaro es reconocido por el comprador/


consumidor, 2) es un mecanismo para disminuir el riesgo de
pérdida por las incautaciones que realiza la fuerza pública y 3)
permite mantener el control de los jíbaros para que no vayan a
vender en otras zonas.

• Rol del aprovisionador o mula: es la persona encargada de reci-


bir del administrador o jefe de olla los productos estupefacientes
para abastecer a los jíbaros en el punto de venta y continuar así

192
CARACTERIZACIÓN DE LA COMERCIALIZACIÓN DE ESTUPEFACIENTES

con la actividad económica criminal, que es valorada como una


relación laboral en tanto concurren los criterios de subordina-
ción, prestación de un servicio y una remuneración económica
(comisiones) por la venta de estupefacientes. (Ver la tabla 22).

Es decir, un vendedor (jíbaro) no comercializa todos los productos y


la clasificación de los productos estupefacientes presentada aquí,
puede ser útil para la actividad de policía, porque ayuda a com-
prender la dinámica de la comercialización en los procesos de ju-
dicialización, se reconoce qué tipo de productos estupefacientes
se comercializan en un sector e interpreta qué clase de resultado
operacional se logró, entre otros aspectos.

• Rol del jíbaro y su margen de maniobra: persona que vende es-


tupefacientes e identifica las necesidades del comprador/consu-
midor. No obstante, el jíbaro se apoya en amigos del barrio para
vender más rápido los productos y para poder ausentarse en mo-
mentos como la toma de alimentos y necesidades fisiológicas. El
jíbaro puede recibir el pago en especie (elementos que vende a
reducidores o lleva a las compra-venta), pero a la organización le
debe entregar dinero en efectivo (monetizar). Implementa la mo-
dalidad de crédito, pero en el momento de transferir el dinero al
administrador o jefe de olla. Emplea a otras personas para que le
ayuden a vender el producto. Puede ser selectivo con los clientes
(no venderle a persona no conocida) y rendir el producto bajo su
riesgo y sin autorización de la organización.

En los diferentes referentes espaciales se reúnen algunos acto-


res que deben ser diferenciados de acuerdo al rol que desempe-
ñan, tales como:
Narcomenudeo: entramado social del crimen

- El “jíbaro” de turno: es quien recibe del administrador o jefe


de olla las dosis estupefacientes y ejecuta materialmente la
venta del producto esperado, según la línea de productos a la
que esté asignado.

- El “jíbaro” de apoyo: reemplaza al jíbaro de turno cuando éste


por diferentes causas se ausenta del punto de venta (es cap-

193
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

turado, necesidades fisiológicas o se enferma, entre otras). Lo


importante de esta figura es que el punto de venta de forma
permanente tenga un vendedor, independientemente de las
circunstancias que tenga el jíbaro de turno.

- El “jíbaro” aprendiz: generalmente son menores de edad y ado-


lescentes que requieren darse a conocer al comprador/consu-
midor en el referente espacial, aprehender el lenguaje verbal
y no verbal, así como comprender la dinámica necesaria para
desarrollar el papel más importante de la comercialización de
estupefacientes, monetizar el producto.

• Rol del campanero: persona (especialmente menores de edad


y mujeres) que cumple el rol de seguridad del punto de venta y
comúnmente recibe a cambio de su servicio dosis de estupefa-
cientes para su consumo. La función primordial de quien juega
este rol, es advertir la presencia de agentes externos que puedan
perturbar el funcionamiento del punto de venta. Opera como fac-
tor de protección para identificar amenazas a la infraestructura
de venta.

Comisión
Producto estupefaciente Presentación por venta

Unidad cigarrillo $300


Marihuana Paquete cigarrillo $3.000
Cuartos $2.000

Unidad $500
Pepas
Tableta $1.000
Cocaína Dosis (Bicha)
Narcomenudeo: entramado social del crimen

Dosis (Bicha) $200


Basuco
Bomba $2.000

Dosis $1.000
Heroína
Gramo $2.000

Tabla22.
Tabla 18.Producto
Productoestupefaciente,
estupefaciente,presentación
presentaciónyycomisión
comisiónpor
porventa.
venta.

194
CARACTERIZACIÓN DE LA COMERCIALIZACIÓN DE ESTUPEFACIENTES

• Rol del consumidor: persona que en oportunidades reside en


el sector donde se ubica el punto de venta y que suele consu-
mir estupefacientes ante la vista de los residentes y transeúntes.
Cabe resaltar que frente al consumo de marihuana se evidencia
un preocupante nivel de aceptación social ya sea por coacción o
por indiferencia, lo que redunda en que el consumidor ocupe un
espacio que tradicionalmente no empleaba. Distinto ocurre con
la heroína, el basuco, la cocaína y los sustitutos, porque quienes
consumen estas sustancias prefieren buscar lotes baldíos, que-
bradas de los ríos o sitios privados.

• Rol de la persona en condición de ocio: es conocida por los


jíbaros y no necesariamente por los consumidores, y su condi-
ción se da por estar vinculadas al crimen –ladrones, sicarios-,
haber sido desescolarizados, desplazados, o por no tener vin-
culación con ninguna ocupación formal. Ellos se constituyen
en potencial fuerza de trabajo disponible para actividades in-
formales o criminales paralelas al modelo delictivo que tenga
la organización. Fuerza de trabajo entendida según Karl Marx
(2006) como “... el conjunto de las condiciones físicas y espiri-
tuales que se dan en la corporeidad, en la personalidad vivien-
te de un hombre y que éste pone en acción al producir valores
de uso de cualquier clase” (p. 121).

Por esta razón, pese al rol de los actores citados con la venta de
estupefacientes, ellos no se sienten parte de la organización nar-
cotraficante, ni esta los considera o reconoce como integrantes.

Las dosis recibidas por el jíbaro de turno generalmente las dis-


tribuye en partes iguales entre los demás actores del referente
Narcomenudeo: entramado social del crimen

espacial, con el fin de que las oculten en diferentes sectores del


espacio ocupado (árboles, contadores de agua, energía eléctri-
ca, gas, entre otros). Es por ello, que cuando los servidores pú-
blicos de la Policía Nacional registran a los actores del referen-
te espacial sólo les encuentran una dosis, que es la que tienen
disponible para la venta, razón que explica el por qué cuando
los capturan y judicializan en la Unidad de Reacción Inmediata
(URI) de la Fiscalía General de la Nación, son considerados por
los Fiscales, de manera a priori como consumidores. Ello no sig-

195
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

nifica que en ocasiones ese argumento sea cierto, pero tampoco


se practica un procedimiento técnico-científico que permita es-
tablecer la condición de consumidor o vendedor (jíbaro), lo que
deja como resultado la recuperación de la libertad. Esto requiere
profundizar el conocimiento judicial mediante la investigación
criminal que demuestre este modus operandi.

De lo anterior se derivan otras percepciones ciudadanas que


contribuyen a la deslegitimación del Estado. Por ejemplo, que
entre los vendedores (jíbaros) de estupefacientes se ha genera-
do el paradigma según el cual, la organización narcotraficante
“tiene arreglados a los fiscales y que por eso no necesitan con-
tratar abogados” (sic), lo cual es falso, mientras que para los de-
más ciudadanos “los policías practican mal los procedimientos o
reciben plata a los delincuentes” (sic), lo que tampoco coincide
con la realidad dadas las implicaciones jurídicas que rodean este
tipo de casos. Es decir, la libertad concedida a los vendedores de
estupefacientes es un fenómeno que compromete la imagen de
las instituciones encargadas de administrar justicia y mantener
el control social.

Los actores vinculados a la venta de estupefacientes que fre-


cuentan estos referentes espaciales emplean un lenguaje que
caracteriza la dialéctica entre ellos y el comprador/consumidor
que allí concurre, por ejemplo, en algunos sectores de Pereira se
utiliza la siguiente jerga:

Expresión Significado

Aguas Presencia de la Policía Nacional.


Amure o amurado Ganas de consumir.
Narcomenudeo: entramado social del crimen

Inhalación de la heroína al ser calentada con fuego


Balazo en un pedazo de papel de aluminio.

Bicha Unidad o dosis de estupefaciente de basuco o cocaína.


Unidades o dosis de estupefacientes que se
Bomba les entrega a los jíbaros para la venta.

Borrado Muerto.
Carátula Personas.
Chimba Bueno.
Chirriar Consumir de todas las sustancias estupefacientes.
Grupo de “parceros” o amigos que comparten
Combo objetivos y costumbres.

196
CARACTERIZACIÓN DE LA COMERCIALIZACIÓN DE ESTUPEFACIENTES

Expresión Significado

Productos estupefacientes que no pertenecen


Contrabando
a "La Cordillera".

Dilema Problema.
Drogo Persona drogada.

Patrón, administrador o jefe de olla,


El cucho es decir, quien entrega el estupefaciente al vendedor
(jíbaro) de turno.

Papel de cigarrillo marca Pielroja u otro tipo de papel


El cuero (marcas Smoking, blond y Platinium) empleados para
armar los cigarrillos de marihuana.
El mecánico Presencia de la Policía Nacional.
El Nacional Presencia de la Policía Nacional.
Enfuetado Persona que porta un arma de fuego.
Fresiar Una persona (gomelo) que está bien vestida.
Fuete Arma de fuego.
Gurbia Hambre.
Hay vengo Presencia de la Policía Nacional.
Aroma que se genera de la combinación de
Heroma marihuana y heroína como una forma de consumo.

Jíbaro Persona que vende estupefacientes.


Lamparear Informar-vigilar
Más paradito Persona que logra tener el control de algo.
Meloniar Comer.
Montarlo Armar una dosis de estupefacientes para consumirla.
Parceros Grupo de amigos que comparten identidades y afinidades.
Parcharnos Reunión del combo.
Parcharse Reunirse.
Pase Dosis de perico.
Plones Soplos de marihuana.
Probones Verracos para delinquir.
Expresión para señalar que una persona
Que la pare deje de hacer algo.
Narcomenudeo: entramado social del crimen

Sobar la axila o Expresión no verbal para advertir la presencia


costilla de la Policía Nacional.

Voletiarse Llamar la atención.

Tabla 23. Jerga empleada por los vendedores de estupefacientes.

197
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

Monetización de los productos del narcotráfico en el punto de venta

En los distintos referentes espaciales citados por los ciudadanos y


utilizados por los vendedores (jíbaros), tales como entornos y am-
bientes de educación (escuelas, colegios, institutos, universidades),
parques, alamedas, esquinas, polideportivos y canchas de fútbol,
por citar algunos, se desarrolla el intercambio de productos entre el
vendedor (jíbaro) y el comprador/consumidor, lo que aquí se conoce
como monetización de los productos. Para “La Cordillera” es una
prioridad monetizar el producto razón por la que los administrado-
res o jefes de olla no reciben especies, sino efectivo; no obstante
se pueden identificar otras formas de transacción entre vendedor
(jíbaro) y comprador/consumidor:

1. El vendedor (jíbaro) para fidelizar al comprador/consumidor reci-


be especies las cuales monetiza en compra-ventas y a través de
reducidores.

2. El adicto o dependiente presta servicios a cambio de productos


estupefacientes dependiendo del nivel de adicción o dependen-
cia del consumidor.

3. El vendedor (jíbaro) y el consumidor pactan un crédito. Cuando


el consumidor no paga o se va a comprar a otro punto de venta,
se materializan algunos de los siguientes eventos: a) riña entre
el vendedor y el consumidor; b) el consumidor va a comprar a
otra olla, porque no posee los recursos económicos para pagar
la deuda y lo poco que tiene sólo le alcanza para una dosis. Esta
situación se interpreta como una traición por el comprador/con-
sumidor y suele producir riñas, y c) el comprador/consumidor in-
Narcomenudeo: entramado social del crimen

gresa a una zona donde no es conocido y por ello, corre el riesgo


de ser víctima de agresión física al considerársele una amenaza
para ese punto de venta.

El consumidor generalmente obtiene los productos estupefacientes


mediante la disponibilidad de efectivo como resultado de la activi-
dad laboral que desarrolla, la mendicidad, el intercambio de pren-
das con el vendedor (Jíbaro), la comisión de delitos (hurto) o la pres-
tación de servicios criminales (homicidio -sicariato-, seguridad como

198
TIPOLOGÍA PARA LA MONETIZACIÓN
DE LOS PRODUCTOS ESTUPEFACIENTES
Receptador

FUENTE DE DINERO
Objeto
Actividad económica de valor
personal (Legal)

Financiación
Intercambio de
dinero y objetos de
Mendicidad MONETIZACIÓN
valor por productos
estupefacientes
Empeño y venta Vendedor
de objetos de valor Consumidor (jíbaro)

Hurto
Dinero
Actividad económica
criminal
CARACTERIZACIÓN DE LA COMERCIALIZACIÓN DE ESTUPEFACIENTES

Administrador
o jefe de olla

Gráfico 16. Tipología para la monetización de los productos estupefacientes.

199
Narcomenudeo: entramado social del crimen
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

campanero, transporte de estupefacientes o armas de un lugar a


otro de la ciudad, entre otros). Valga la pena destacar que el dinero
producto de la comercialización de estupefacientes es ubicado en
el sistema real, no necesariamente en el financiero, porque es la
forma como se evaden los controles desarrollados por la Unidad de
Información y Análisis Financiero (UIAF) del Ministerio de Hacienda
y Crédito Público.

En el punto de venta se perciben hechos concretos y verificables


que afectan la seguridad de los ciudadanos en sus dimensiones
individual y colectiva. Es decir, no todo el proceso de comerciali-
zación es percibido por los ciudadanos. Esto significa que sólo lo
que ocurre en el punto de venta, se considera como fenómeno de
narcomenudeo (compra, venta y consumo de estupefacientes), el
cual además, es considerado como un problema público cuyas ma-
nifestaciones se constituyen en amenaza real, concreta, objetiva,
específica e individualizada para la seguridad pública y en general
para la convivencia.

Es en el punto de venta donde “La Cordillera” debe mantener el


equilibrio (E) entre la fuerza de venta (fv), la disponibilidad del pro-
ducto (dp), así como mantener y ampliar la población consumidora
(ic) y realizar la expansión geográfica (eg), como elementos básicos
que deben concurrir en una especie de estructura espacial para
que el sistema de producción se sostenga y genere acumulación de
capital.

La fuerza de venta (fv): personas dispuestas a desarrollar el oficio


criminal de venta de estupefacientes que generalmente son pobla-
ción joven y que están en condición de vulnerabilidad. La fuerza de
Narcomenudeo: entramado social del crimen

venta no es consciente de su vinculación con “La Cordillera”, no


obstante, saben que el producto que venden es de esa organiza-
ción. La fuerza de venta es un activo necesario donde las necesida-
des básicas insatisfechas, la exclusión social, la marginalidad y la
oferta de una contraprestación por la prestación de un servicio que
hace el actor criminal, juegan un papel determinante. El sentido de
los elementos de la cohesión social cambian, entonces los ciuda-
danos están dispuestos a vincularse a la venta de estupefacientes.
Valga la pena aclarar que no se quiere decir que la pobreza sea un
factor determinante para la decisión criminal.

200
CARACTERIZACIÓN DE LA COMERCIALIZACIÓN DE ESTUPEFACIENTES

Disponibilidad de productos (dp): disminuye el tiempo de circula-


ción del producto. Para ello se requieren generar las condiciones
físicas y superar los obstáculos espaciales para que se de el inter-
cambio y monetización del estupefaciente, en procura de favorecer
la acumulación y maximización de ganancias.

Ampliar la población consumidora (ic): consiste en generar nue-


vas necesidades y deseos para los consumidores de los productos
estupefacientes, además de ofrecer otros servicios criminales que
provee “La Cordillera”.

Expansión geográfica (eg): consiste en la ampliación sistemática


de la cobertura espacial por parte de la organización criminal para
establecer nuevos puntos de venta.

Esta relación interdependiente se evidencia en la siguiente ecua-


ción, en la que se representa que deben concurrir las cuatro varia-
bles para que el equilibrio se mantenga. Si alguna de ellas no existe,
es decir, si su valor fuera cero (0) el equilibrio sería cero (0).

E= fv.dp.ic.eg
Es entonces en la estructura espacial donde se da la mayor fricción
social por la confluencia de intereses no comunes, porque la fuerza
de venta y la población consumidora son los ciudadanos que el cri-
men le disputa al Estado. Por otra parte, la disponibilidad de produc-
tos estupefacientes y la ampliación de la cantidad de consumidores
Narcomenudeo: entramado social del crimen

tienen directa relación con la expansión geográfica y la proliferación


de puntos de venta.

Además de la anterior argumentación, en la categoría de Punto de


Venta se propone incorporar como un atributo los “fenómenos aso-
ciados” para que los policías y de manera intuitiva y perceptual in
situ, establezcan la relación entre la venta de estupefacientes, con
las manifestaciones de conflicto social, de violencia y de criminali-
dad; esto en razón de lo siguiente: los indicadores criminológicos

201
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

que rigen la prestación de la actividad de policía y los sistemas de


información oficial no relacionan las conductas contravencionales
ni delictivas, con las distintas manifestaciones del narcomenudeo,
que no sólo se asocian con los verbos rectores establecidos en el ar-
tículo 376 del Código Penal colombiano, y por último, contar con da-
tos que permitan correlacionar el narcomenudeo con su incidencia
en la seguridad pública, que se ve afectada además de los delitos,
por manifestaciones propias del conflicto social y de la violencia.

Hasta este momento se entiende el narcotráfico como un sistema


de producción, distribución, comercialización de sustancias estupe-
facientes y flujo de capitales. El siguiente análisis complementario a
éste, permitirá comprender un poco más las implicaciones que tie-
ne la venta de estupefacientes, cuando se interpreta como una ac-
tividad económica criminal institucionalizada para la acumulación
de capital, requisito necesario para la maximización de ganancias.

El anterior inserto, ubicado en la página 155, es una herramienta


de análisis en pensamiento sistémico que permite identificar la
asimetría de los elementos de un sistema que se alimenta con una
influencia e información recíproca al proceso de realimentación
(Senge, P. 1998, p. 92). Mientras tanto, el inserto que se presenta
a continuación es un flujo de actividades que representa el pro-
ceso de la comercialización de estupefacientes. Aquí están grafi-
cadas las operaciones y transacciones que ocurren durante toda
la operación para que se cumpla de forma completa la actividad
económica criminal.
Narcomenudeo: entramado social del crimen

202
CARACTERIZACIÓN DE LA COMERCIALIZACIÓN DE ESTUPEFACIENTES

Gráfico 17. Flujo de actividad


de la comercialización de
estupefacientes.

Narcomenudeo: entramado social del crimen

203
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL
Narcomenudeo: entramado social del crimen

204
“LA CORDILLERA”: INSTITUCIONALIZACIÓN DE UNA ACTIVIDAD ECONÓMICA CRIMINAL

CAPÍTULO IV
“La Cordillera”: institucionalización de
una actividad económica criminal que
genera entramado social del crimen

El entramado social del crimen es una forma de asociación


colectiva donde actores criminales diseñan y ejecutan
acciones dirigidas a maximizar ganancias por medio de
actividades económicas criminales de diversa índole. Para
lograr este propósito, acuden a la violencia, la coerción y
la criminalidad que permita adecuar las condiciones de
los entornos, especialmente urbanos, establecer idearios
de representación social y definir roles individuales que
contribuyan a la institucionalización de esas actividades
económicas criminales.

Narcomenudeo: entramado social del crimen

“Es la propia configuración del mundo


actual lo que no permite abandonarse
a lo visible y exige interpretaciones
más complejas”.

Daniel Innerarity

205
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

“La Cordillera”: institucionalización de


una actividad económica criminal que
genera entramado social del crimen

“La Cordillera” que también se conocerá como la organización, la


organización criminal o la organización narcotraficante, se institu-
cionaliza en aquellos territorios que favorecen el desarrollo de la
actividad económica criminal para generar y maximizar ganancias,
mediante la consolidación de un sistema de acumulación de ca-
pital (permite acumular capital proveniente de diferentes fuentes)
complementario a un sistema de producción (comercialización de
estupefacientes).

Las ganancias son fundamentales por dos razones que expone Da-
vid Harvey (1998): la primera, porque permite usar el dinero para
producir más dinero y la segunda, porque da la posibilidad de am-
pliar sus inversiones futuras. Que cualquier situación que interfiera
con las ganancias, la nueva inversión y la expansión de los merca-
dos, amenaza la sostenibilidad del mecanismo de acumulación de
capital.

Entramado social del crimen

Esta propuesta teórica pretende establecer los lineamientos de una


Narcomenudeo: entramado social del crimen

forma de asociación colectiva donde actores criminales diseñan y


ejecutan cursos de acción para maximizar ganancias por medio de
actividades económicas criminales. Para lograr este propósito de-
sarrollan actividades de violencia, coerción y criminalidad a fin de
adecuar las condiciones de los entornos especialmente urbanos,
establecer idearios de representación social y definir roles indivi-
duales que contribuyan a la institucionalización de esas actividades
económicas criminales. Estos esquemas implantados socialmente
inciden de forma directa en los elementos de la cohesión social,

206
“LA CORDILLERA”: INSTITUCIONALIZACIÓN DE UNA ACTIVIDAD ECONÓMICA CRIMINAL

que se transforman en un sentido negativo para proteger toda la


estructura de adecuación que se diseña por parte de los grupos
delincuenciales. Como se observa, hay otras lógicas de acción y vi-
vencia en los colectivos sociales que se distancian de cualquier re-
presentación del Estado, lo que en la práctica significa una pérdida
de gobernabilidad y legitimidad de las autoridades político adminis-
trativas.

Cohesión social negativa como presupuesto del entramado


social del crimen

La distorsión de los mecanismos cooperativos y de asociación de


carácter colectivo con los que cuenta la sociedad, así como la in-
tervención que de ellos hace la organización criminal, configuran
un contexto vivencial de carácter atípico. Y lo es porque establece
cambios profundos en los patrones establecidos en la organización
social; dispone así mismo, de dinámicas, nexos y cotidianidades en-
focadas a la apropiación de las formas de organización social pero
con un sentido negativo en su fundamentación y en su finalidad. A
esta realidad emergente e imperceptible, pero con toda la fuerza
imperativa, es lo que se ha denominado cohesión social negativa,
porque todos los elementos propios de la propuesta teórica de la
cohesión social que debería orientar territorialmente el Estado, son
adecuados por actores criminales para imponer modelos de com-
portamiento social desviados. A través de ellos se pretende proteger
y ampliar el espectro y posibilidad de desarrollar actividades econó-
micas criminales, por medio de una base social sometida al poder
material de la organización criminal.

Se planteó con anterioridad la complejidad conceptual de la cohe-


Narcomenudeo: entramado social del crimen

sión social. A consecuencia lógica, una calificación negativa como


la que se acaba de esbozar, puede ser objeto de cuestionamientos.
Pero sea esta la oportunidad de abstraer elementos fácticos obte-
nidos en esta investigación que de forma objetiva representan unas
nuevas lógicas de interacción humana y relaciones sociales, media-
das por agentes criminales, que bajo parámetros materiales forjan
nuevos esquemas de la vida social. En la práctica los elementos de
la cohesión social (capital, integración, inclusión y ética sociales)
se articulan con diferentes matices en los grupos sociales donde el
control de “La Cordillera” implementa mecanismos para articular

207
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

conductas y comportamientos de afinidad y pertenencia a líneas


prácticas e ideológicas de vinculación a actividades económicas cri-
minales.

Carlos Barba (2011) supone que pueden existir diversos tipos de


cohesión social porque cambian de acuerdo a la historia e incluso
al mismo tipo de sociedad (p. 76). Sin embargo, las descripciones
ofrecidas en su clasificación (universalista, liberal y conservadora),
no exponen elementos que permitan hacer analogía o asociar con la
cohesión social negativa (pp. 76-77). Esa propuesta tipológica sirve
como referencia para explorar e identificar nuevas formas de cohe-
sión social que se pueden adherir para ampliar la gama de análisis.

Así las cosas, no se trata de una forma de desintegración social


o anomia (Durkheim, É. 2007) caracterizada por tener fenómenos
sistemáticos de involucramiento social que rompen el orden, la ad-
hesión y pertenencia de los individuos a la sociedad. Es la implanta-
ción de un marco de valores y reglas compartidas que superan las
diferencias personales para gestionarlas de forma óptima, a fin de
lograr una articulación de los componentes de los colectivos en la
funcionalidad y adecuación de entornos apropiados que permitan el
desarrollo de actividades económicas criminales. La unicidad colec-
tiva que interioriza las representaciones sociales de actuación im-
pide factores de polarización, aislamiento, resistencia o divergencia
que pueden depender del uso de la coacción o la violencia.

El entramado social del crimen aprovecha las tensiones surgidas


entre las formas de organización social y la estructura estatal. Las
contradicciones a las que se hace referencia son las diferentes
manifestaciones de conflicto social, carencias, privaciones y en ge-
Narcomenudeo: entramado social del crimen

neral, todo tipo de necesidades básicas insatisfechas. Las redes


sociales intervenidas por el actor criminal están adaptadas a los en-
tornos urbanos, están territorializadas; a pesar de ello, son móviles,
dinámicas, permeables y flexibles, pero a pesar de ello, son contro-
ladas y terminan homogenizadas por los intereses que pretenden
explotarlas económicamente. Mientras tanto, los esquemas orga-
nizacionales del Estado son estables, con fuerte centralización y
paquidérmicos, que impiden respuestas acertadas y efectivas a los
problemas que de forma endémica están en la organización social.

208
Institucionalización de un
nuevo orden social

Entramado social Configuración de Percepción de incapacidad


de respuesta estatal Control territorial
del crimen un modelo criminal

¿Por qué la cohesión social criminal


es una vulnerabilidad para la gobernabilidad?

Imposición de Cooptación e Vinculación Instrumentalización Desarticulación


implementación de los ciudadanos de la estructura
“LA CORDILLERA”: INSTITUCIONALIZACIÓN DE UNA ACTIVIDAD ECONÓMICA CRIMINAL

normas de control de la ejecución


social y territorial de actividades a actividades del Estado en la política
por el actor criminal económicas económicas por el actor pública
criminales criminales criminal

Gráfico 18. Entramado social del crimen para la institucionalización de actividades económicas criminales.

209
Narcomenudeo: entramado social del crimen
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

Para hacer material la cohesión social negativa a la que se aludió


con anterioridad, es necesario el encajamiento de nuevos valores y
principios en la sociedad. Este proceso se surte en el marco de la
contradicción a partir de paradigmas mientras logran establecerse
tales ideales nocivos para la formalidad del Estado pero altamente
valorados por el actor criminal porque se cree que a través de estas
lógicas se alcanzan ideales personales, familiares o colectivos. La
ética social con ese contenido desviado finalmente se impone en la
contradicción porque “… los nuevos valores en construcción y emer-
gencia” al final muestran que son capaces de “garantizar condicio-
nes de vida nuevas y mejores” (Maldonado, C. 2008, p. 12). De allí
que se pueda entender la forma como la visualización de las prác-
ticas ilegales tienen aceptación social y se llevan a la cotidianidad
como una forma de vida frente a la que no existen cuestionamientos
morales. Otros planos que resultan afectados con las tendencias al
individualismo, a la falta de confianza en las instituciones y la caren-
cia de solidaridad, que en suma deslegitiman al Estado y minan los
elementos existentes de cohesión social.

Propósitos del entramado social del crimen

El entramado social que genera el crimen organizado se constituye


en una de las principales amenazas para la gobernabilidad local, la
gobernanza, la convivencia y el desarrollo armónico de las comuni-
dades. Los actores delincuenciales se instalan en el territorio con
la abierta intención de monopolizar actividades económicas crimi-
nales que entran en interdependencia con manifestaciones de con-
flictividad social, de violencia y de criminalidad. Es por esto que las
personas ven como de forma sistemática se afecta la convivencia,
producto de la reimplantación de un nuevo orden social que mina
Narcomenudeo: entramado social del crimen

la capacidad estatal de ser garante y mediador de las relaciones


sociales.

La gobernabilidad es entendida como las “condiciones que hacen


gobernable y eficiente la administración de una determinada socie-
dad y por esa vía a la evaluación de las estructuras y del funciona-
miento de las instituciones” (Launay, C. y Bolívar, I. 2010, p. 14).
Bajo esta referencia, en términos locales, la gobernabilidad se ve
afectada en razón al bajo impacto que tiene la implementación de
las políticas públicas en las zonas de asentamiento de los puntos

210
“LA CORDILLERA”: INSTITUCIONALIZACIÓN DE UNA ACTIVIDAD ECONÓMICA CRIMINAL

de venta de sustancias estupefacientes. Por supuesto que la reper-


cusión en los ciudadanos es que la administración se percibe dis-
tante de los colectivos sociales y de los problemas públicos que les
aquejan. Por eso, la capacidad de atención para cubrir integralmen-
te el territorio es catalogada como deficiente y el despliegue de las
diferentes instancias no opera de forma eficiente en algunas áreas.

Entonces la afectación corre por cuenta de una doble vía. La prime-


ra porque la estructura política tiene deficiencias en su desarrollo
que le impide equilibrar las demandas sociales con la respuesta
institucional, y la segunda, porque la organización criminal diseña
y favorece las condiciones de insatisfacción, de forma tal, que es
beneficioso aislar a los asociados de cualquier representación del
Estado, aun a pesar de su ineficiencia, pero ejerciendo la violencia
y la coerción. Es decir, que a mayor perturbación de la relación so-
ciedad-gobierno, más se aproximará un estado de ingobernabilidad
y mejor será el escenario para desarrollar actividades económicas
criminales. Francisco Rojas Arenas (2008) lo afirma de manera ta-
jante: “La violencia aumenta la ingobernabilidad, debilita la demo-
cracia, incrementa la desconfianza y genera las condiciones para
violaciones a los derechos humanos” (p. 10).

Mientras tanto, la gobernanza, entendida como “los procesos de


acción colectiva que organizan la interacción entre los actores, la
dinámica de los procesos y las reglas de juego con las cuales una
sociedad toma sus decisiones, y determina su conducta. (Taller:
“Gobernanza: Hacia un concepto”, Montevideo, 2004)” (citado por
Launay, C. y Bolívar, I. 2010, p. 14), sufre igualmente, alteraciones
porque la interacción sociopolítica no se direcciona hacia el logro de
objetivos comunes de carácter específico, dada la intervención que
Narcomenudeo: entramado social del crimen

sufre por el actor ilegal. Esta situación se denota porque al estar


fracturada la relación entre la comunidad y el gobierno local no exis-
te una acción colectiva que motive la inter-relación entre los actores
sociales. Luego entonces, la toma de decisiones políticas no consul-
ta los procesos de relacionamiento entre los asociados y el Estado
por cuenta de los efectos que causa la cohesión social negativa.

Con base en esta perspectiva, el entramado social del crimen tiene


como uno de sus principales propósitos establecer un nuevo orden
social. Para ello las organizaciones criminales requieren mantener

211
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

el control territorial en fragmentos urbanos, que a su vez, se cons-


tituye en un presupuesto necesario para la imposición material del
poder y el ejercicio de la dominación sobre los colectivos sociales. A
esto se une la percepción de incapacidad de respuesta estatal para
el tratamiento de las amenazas que generan riesgo para la convi-
vencia. Ello obedece en parte a que no hay una aproximación objeti-
va a las problemáticas locales ni un consenso con las comunidades
que defina prioridades de atención gubernamental con enfoque sis-
témico, más allá de los indicadores de desempeño de las institucio-
nes comprometidas en mantener la convivencia en el territorio.

Adicionalmente, de forma histórica y sistemática en el territorio (que


se lo apropian y explotan) se han venido configurando diferentes
modelos criminales que mutan y se perfeccionan, sin que todavía
haya una caracterización que permita identificarlos estratégicamen-
te para desarrollar planes de intervención de forma focalizada o
hacerles seguimiento longitudinal. La fundamentación en este as-
pecto por parte de las autoridades se ha basado más en identificar
estructuras e individuos que las componen, pero no en cuáles son
los mecanismos que hacen funcionar esos aparatos criminales.

De los factores asociados a las causas del entramado social del


crimen

Los actores criminales una vez están instalados y tienen control sobre
el territorio imponen mediante la fuerza normas de control social y
territorial para que las cotidianidades de las comunidades se adap-
ten al modelo de explotación criminal. Las mismas imposiciones de
los criminales hacen que el circuito de comunicación entre los ciuda-
danos y las autoridades político administrativas sufran interferencias
Narcomenudeo: entramado social del crimen

irreparables, que generan un espectro de ilegitimidad hacia las enti-


dades del Estado. Más bien los delincuentes terminan por ser acep-
tados, tolerados y reconocidos por parte de los ciudadanos como con-
secuencia del ejercicio de medidas de fuerza y coacción.

Por otro lado, la apropiación del territorio y el crecimiento exponen-


cial de la influencia de los actores criminales expanden su poten-
cialidad de control para doblegar la resistencia de organizaciones
criminales de menor capacidad a quienes terminan por cooptar por
medio de la fuerza o por alianzas que implican subordinación y su-

212
“LA CORDILLERA”: INSTITUCIONALIZACIÓN DE UNA ACTIVIDAD ECONÓMICA CRIMINAL

misión. Pero la acción no es solo contra grupos estructurados de de-


lincuentes sino que cualquiera de las actividades económicas crimi-
nales que se ejecute también es intervenida por el actor que tenga
mayor poder de confrontación. Una vez establecido este panorama
existe la posibilidad de diversificar el portafolio de actividades eco-
nómicas criminales e implementar nuevas fuentes de riqueza en los
entornos urbanos.

Nada de estas circunstancias serían efectivas en pos de la maximi-


zación de ganancias sino se contará con la decidida participación
de ciudadanos que conscientemente están dispuestos a vincularse
en cualquiera de los roles a las actividades económicas criminales.
Esta relación se da por la variada combinación de factores en el
territorio que presiona a las personas por buscar diferentes meca-
nismos que les permita tener opciones como fuentes de recursos
económicos. Se ratifica que no es una conducta que obedezca a
los considerables índices de pobreza que se vivencia en los diferen-
tes asentamientos sociales, sino que además se une la exclusión
social, la marginalidad, la falta de oportunidades, los inadecuados
modelos de desarrollo social (nacional y local), la pérdida de valores
y principios colectivos o la decisión racional de esos ciudadanos que
terminan integrando actores criminales.

Muchas de las funciones del Estado en esos territorios donde se


asientan los actores criminales, terminan siendo instrumentaliza-
das por los delincuentes que condicionan el acceso de la oferta de
bienes y servicios para el bienestar general. Acciones de regulación
y control social, así como la ejecución de políticas públicas se vicia
por la presión que se realiza sobre los funcionarios públicos. Lo pa-
radójico es que muchas de las acciones oficiales son intervenidas
Narcomenudeo: entramado social del crimen

y de forma pública el actor criminal hace creer que gracias a su


gestión se puede tener acceso a determinadas labores del Estado.

Finalmente, toda esta compleja situación se enraíza en el colectivo


social y la ejecución de la política pública en el territorio se muestra
desarticulada. A pesar de los esfuerzos sectoriales, el tratamiento
de los problemas públicos es aislado e insuficiente. Además se tie-
ne la lectura de que la responsable de esas problemáticas asocia-
das al tema de la convivencia, es la Policía Nacional pero esta labor
no se realiza de forma coordinada con el Ente de Policía.

213
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

El narcomenudeo como forma de entramado social

El narcomenudeo es un fenómeno complejo que se constituye en


un problema público por el entramado social que genera el cual
tiene por fin último, la acumulación de capital para maximizar ga-
nancias por medio de la comercialización de estupefacientes en los
entornos urbanos. Esta actividad que se manifiesta en los contextos
cercanos al punto de venta genera la concurrencia de comporta-
mientos causados por los actores involucrados en la compra – ven-
ta y consumo de drogas ilegales que propician alteraciones en la
convivencia pacífica de los habitantes de esos sectores.

El proceso de transformación del territorio desarrollado por los ac-


tores ilegales para lograr la explotación económica, implica la des-
estructuración y restructuración de la cohesión social. Para tal fin,
la organización narcotraficante, sin proponérselo quizás, logra ins-
titucionalizar un nuevo orden social, el cual cobra sentido objetivo
cuando se materializan acciones concomitantes de roles, reglas y
mediación para desarrollar una actividad económica criminal, como
es la venta de estupefacientes para este caso, pero podrían ser
otras tales como el tráfico de armas, el cobro de extorsiones, la ex-
plotación minera ilegal, entre otros.

El proceso de transformación del territorio desarrollado por “La


Cordillera” para lograr la explotación económica, implica la deses-
tructuración y reestructuración de la cohesión social. Para tal fin,
la organización narcotraficante, quizás sin proponérselo, logra ins-
titucionalizar un nuevo orden social, el cual cobra sentido objetivo
cuando se materializan acciones concomitantes de roles, reglas y
mediación para desarrollar una actividad económica criminal, como
Narcomenudeo: entramado social del crimen

es la venta de estupefacientes para este caso, pero podrían ser


otras tales como el tráfico de armas, la exigencia de extorsiones, la
explotación minera ilegal, entre otros.

Lo anterior significa que el actor criminal desarrolla una serie de pro-


cesos concurrentes, paralelos, entrelazados y en diferentes niveles
para instalarse en un territorio en relación con lo que se denomina
entramado social del crimen o cohesión social negativa. Esto se en-

214
“LA CORDILLERA”: INSTITUCIONALIZACIÓN DE UNA ACTIVIDAD ECONÓMICA CRIMINAL

tiende como la inserción en el sistema de acumulación de capital


que favorece la institucionalización con fines económicos, así:

1. Identifica una actividad económica legal o ilegal que sea suscep-


tible de ser intervenida dada la rentabilidad que ofrece.

2. Desregulariza el mercado en el que se desarrolla la actividad


económica (implementa el mercado imperfecto).

3. Establece mecanismos de control social, es decir, reglas, roles


y mediación de las relaciones sociales.

4. Subsume o coopta aquellas organizaciones que tienen inter-


venido el mercado objeto de la organización criminal (alian-
zas y confrontaciones).

5. Desestructura y reestructura la cohesión social (entramado so-


cial del crimen).

6. Incorpora nuevos valores a partir de la hegemonía impuesta,


es decir, que el actor criminal desterritorializa el control social
y se re-territorializa al establecer un nuevo orden social.

7. Involucra a la comunidad en la actividad económica capturada,


ya sea por consentimiento, constreñimiento u oferta de servi-
cios para el bienestar general para la acumulación de capital.

8. Elimina las barreras que impiden el desarrollo de la actividad


económica criminal, pero impone barreras a la competencia en
un mercado imperfecto.
Narcomenudeo: entramado social del crimen

9. Disminuye tiempo y distancia en la obtención del dinero produc-


to de la actividad económica criminal, también reduce el tiempo
en que una actividad económica criminal hace tránsito a una
legal donde el constreñimiento es aceptado socialmente.

10. Inserta el dinero de origen ilegal en el sector real.

11. Diversifica la actividad económica criminal para maximizar ga-


nancias, es decir, vuelve e inicia el ciclo.

215
Narcomenudeo: entramado social del crimen

216
MAXIMIZAR GANACIAS

SISTEMA DE ACUMULACIÓN DE CAPITAL

ORGANIZACIÓN COMUNIDAD
ACTIVIDAD ECONÓMICA
CRIMINAL
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

CONTROL SOCIAL COHESIÓN SOCIAL LEGITIMIDAD

INSTITUCIONALIZACIÓN DE UN
NUEVO ORDEN SOCIAL

Gráfico 19. Sistema de acumulación de capital: institucionalización de una actividad económica criminal.
“LA CORDILLERA”: INSTITUCIONALIZACIÓN DE UNA ACTIVIDAD ECONÓMICA CRIMINAL

El resultado final de la aplicación de los procesos enumerados ante-


riormente, donde el grueso de la sociedad no alcanza a determinar
ni identificar de manera consciente, es lo que se denomina insti-
tucionalización de una actividad económica criminal en razón a la
intervención hecha por la organización narcotraficante, para este
caso. La institucionalización se entiende como la unidad y estabi-
lidad que adquiere la organización criminal en un grupo social y el
territorio que estos ocupan.

Lo crítico del proceso de instalación y expansión de un nuevo orden


institucional con fines capitalistas, es la necesaria vinculación de la co-
munidad como actor protagónico o instrumentalizada de acuerdo al rol
necesario que puedan aportar para lograr los objetivos criminales.

En el contexto de la crisis multidimensional actual, que se refleja


en el índice del desempleo, y pérdida de cohesión social producto
de la división del trabajo en las familias y comunidades, como un
resultado necesario de la economía política que subordina a la Na-
ción a poderes económicos y políticos externos, se abren mayores
posibilidades para la organización de grupos dedicados al sistema
de la economía criminal, que han ido extendiéndose hacia amplios
sectores de la sociedad. (Montoya, A. 2010).

Actividad económica criminal: una aproximación al concepto

Parte del fundamento que se ha hecho dentro de la investigación


está relacionado con el desarrollo de actividades económicas crimi-
nales. Por ello se propondrá el desarrollo conceptual de esta expre-
sión con el propósito de dimensionar su alcance y para efectos de
comprensión.
Narcomenudeo: entramado social del crimen

Actividad económica criminal es entendida como el conjunto de ac-


ciones que ocurren en un sistema de economía simplificado en el
que se identifica la interdependencia entre los mercados de facto-
res productivos con los de bienes y servicios legales e ilegales.

Como sistema de economía simplificado se refiere a que estas acti-


vidades escapan a las regulaciones del Estado, esto es que son ce-
rradas y estacionarias, no hay intervención del gobierno a través de

217
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

políticas que afectan el sistema. Por definición, tampoco se toman


en cuenta las influencias del comercio internacional.

La interdependencia entre los mercados de factores productivos


con los de bienes y servicios implican un rasgo característico y dis-
tintivo siempre que su objetivo final se relacione con lo ilegal tras
una apariencia de legalidad. Para tal fin se identifican cuatro aspec-
tos relevantes: el primero, los bienes y servicios se ofertan en un
mercado paralelo del tipo oligopolio y monopolio (Céspedes, 2008,
pp. 3). El segundo, la captura de bienes públicos y privados, así
como la cooptación de otros mercados legales e ilegales. El tercero,
que la vinculación de las personas es racional (Teoría de la Elección
Racional) ya por aceptación social, ya por constreñimiento, no sólo
para satisfacer necesidades sino para maximizar ganancias y de
esta manera desarrollar procesos de acumulación de capital por el
cual se beneficia una organización criminal y, el cuarto, se define
como el entramado social del crimen -elemento distintivo de la so-
ciedad moderna- que tiene por objeto generar cohesión social para
proteger esta tipología de mercado.

La dificultad radica en el desconocimiento de esto, porque los ciuda-


danos que se vinculan a la actividad económica criminal, lo hacen
con el propósito de satisfacer necesidades individuales; los unos
como integrantes para generar ingresos y los otros, para no ser víc-
timas de acciones que atenten contra su integridad personal, in-
cluidos en este último grupo están quienes financian de manera
constreñida la organización mediante la entrega de cuotas extorsi-
vas. Entiéndase que los unos se vinculan por beneficio individual y
los otros por temor, pero en últimas, ambos aportan para el fin de
la organización criminal, la acumulación de capital para maximizar
Narcomenudeo: entramado social del crimen

las ganancias.

“El territorio tiene que ser fuente de capital”. Esta frase que cobra
relevancia en el argot criminal y que implica explotar los recursos
que circulan de una fracción de espacio geográfico, demanda un
sistema de acumulación de capital el cual se caracteriza por las ten-
siones existentes en tres aspectos importantes: primero, la oferta
de fuerza laboral, significa esto, personas dispuestas a vincularse
en el proyecto criminal capitalista. Aquí se percibe una intrincada
relación con el crecimiento de la población urbana por motivos de

218
“LA CORDILLERA”: INSTITUCIONALIZACIÓN DE UNA ACTIVIDAD ECONÓMICA CRIMINAL

desplazamiento, desarraigo o en condición de ocio (desescolariza-


dos, desempleados), entre otras.

Segundo, disponibilidad de los medios de producción y la infraes-


tructura necesaria que permita la instalación y expansión de la pro-
ducción. En este aspecto se observan condiciones de orden social
(comportamiento colectivo e individual), infraestructura urbana
(desarrollo urbanístico), cercanía con los centros de producción (in-
fraestructura de producción) y disponibilidad del producto básico
(cocaína, base de cocaína, marihuana, heroína), así como produc-
tos sustitutos.

Tercero y último, la estructura de demanda, lo que implica un mer-


cado que consuma los productos elaborados por la organización
narcotraficante, los cuales deben cumplir tres características funda-
mentales para el consumidor: precio estable, efecto y presentación
deseada.

En concordancia con estas características del sistema de acumula-


ción de capital y buscando obtener una mejor comprensión de este
fenómeno complejo como es el narcomenudeo, debe establecerse
una analogía entre los datos empíricos obtenidos del funcionamien-
to de “La Cordillera” y las estrategias espaciales para la reproducción
ampliada del espacio y la acumulación de capital planteadas en la
teoría de la geografía crítica del capitalismo en la que se encuentra
respuesta a los componentes que pudieran configurar el entrama-
do social del crimen. Estas estrategias contemplan la reducción de
costos de producción, la innovación organizacional, la disminución
de la fricción espacial y social y la acumulación por desposesión, de
las cuales se hará una breve descripción dada la importancia para
Narcomenudeo: entramado social del crimen

la organización criminal en su interés por maximizar las ganancias.

Reducción de costos de producción: los vendedores (jíbaros) se


identifican con “La Cordillera”, pero sólo reconocen al administrador
o jefe de olla como “el patrón”; así mismo, desconocen a los actores
de la organización ubicados en niveles superiores. Esta es una ma-
nifestación de la desregulación en la que “La Cordillera”, dispone de
tanta fuerza de venta que la debe organizar por turnos dada la so-
breoferta de mano de obra y por la que obviamente, no debe pagar

219
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

impuestos ni prestaciones sociales, como tampoco cumplir con las


demás obligaciones legales de carácter laboral vigentes.

Entonces se evidencian varios aspectos de interés, entre ellos, que


como se describió estructura de organización en cadena de aso-
ciación permite reducir costos de producción desde la perspectiva
de fuerza laboral; existe independencia de los niveles superiores
del capital, con el espacio en donde se producen las ganancias; y
se confirma que las desregulaciones promovidas en la protección
del monopolio han causado que “La Cordillera”, especializada en
la comercialización de estupefacientes con enfoque transnacional,
tenga un importante nivel de independencia de otras organizacio-
nes narcotraficantes, es decir, “pertenece a sus inversores y no a
los empleados (jefes de comuna, administradores o jefes de olla o
jíbaros) ni a los proveedores, ni siquiera a la localidad en la cual está
situada” (Harvey, D. 2001, p. 257).

Innovación organizacional: la estructura en cadena de asociación


permite una mejor apropiación del espacio para disminuir los tiem-
pos y las distancias en la circulación de los productos, vitales para
maximizar las ganancias. También se aprecia el aumento en la efi-
ciencia de la organización debido a la descentralización de la coor-
dinación, la alta movilidad geográfica, la reducción en el desplaza-
miento del comprador/consumidor, el esquema de autoprotección
que dificulta la desestabilización organizacional ante riesgos como
las delaciones y las disputas internas; también la capacidad para in-
filtrar la base de la economía local a través de la colocación y estra-
tificación del capital de origen ilegal en el sector real, para luego ini-
ciar el proceso de integración haciendo uso del sistema financiero.
Narcomenudeo: entramado social del crimen

Todo lo anterior; sumado a las prácticas empleadas para disminuir


la durabilidad del efecto y aumentar la frecuencia de compra del
consumidor, permite afirmar que existe una organización no tradi-
cional, flexible y altamente sofisticada, cuya gestión se especializa
en la comercialización de estupefacientes en el ámbito nacional e
internacional.

Disminución de la fricción espacial y social: la organización promue-


ve entre la comunidad intereses individuales en oposición a los co-

220
“LA CORDILLERA”: INSTITUCIONALIZACIÓN DE UNA ACTIVIDAD ECONÓMICA CRIMINAL

lectivos. Esto favorece dos propósitos fundamentales, uno de ellos


es impedir o condicionar la participación ciudadana en decisiones
políticas orientadas a modificar el entorno y, el otro, consiste en des-
estructurar la cohesión social para reestructurar unas nuevas redes
e imponer valores que favorezcan el desarrollo de las actividades
económicas criminales (entramado social del crimen). Esto significa
la habituación (acciones impuestas que hacen parte de la rutina y
son válidas en la interacción con otros ciudadanos), la objetivación
(los hechos sociales que son de conocimiento masivo y se transfie-
ren en procesos de aprendizaje informal en este caso) y naturaliza-
ción (la conducta individual está condicionada, pero se ha incorpo-
rado el nuevo proceder) del comportamiento determinado por “La
Cordillera”, es decir, lo impuesto se aprecia de manera natural, por
ello, se afirma que se configura el entramado social del crimen. (Ver
gráfico 20).

La disminución de la fricción consiste en evitar la confrontación en-


tre los intereses de la comunidad, con los de la organización nar-
cotraficante. No obstante, esa fricción es generada por las autori-
dades cuando tratan de materializar la oferta institucional, la cual
en derecho se opone a los medios y fines de “La Cordillera”. Pero el
resultado de esta fricción es transferida por el actor criminal a los
ciudadanos.

Lo anterior puede tener diferentes lecturas de las cuales se citan


algunas: por un lado, que “La Cordillera” para hacer reconocer su
hegemonía emplea entre los mecanismos de control social accio-
nes de violencia y criminalidad contra los ciudadanos, por el otro, la
organización criminal obstaculiza la acción del Estado por el cons-
treñimiento que ejerce sobre algunos servidores públicos o la ins-
Narcomenudeo: entramado social del crimen

trumentalización de la oferta institucional como mecanismo de acu-


mulación política, para legitimarse ante los ciudadanos. Al respecto
un profesional adscrito a un organismo descentralizado advierte:

“Yo soy servidor público y he ido a barrios complicados en donde gente


de “La Cordillera” me dice que si voy a entrar ellos me dicen dónde
debo trabajar y con qué comunidad. En otras oportunidades he llegado
con paquetes de ayuda y me dicen que la gente fue víctima de despla-
zamiento intraurbano, entonces los ciudadanos no son beneficiarios de

221
Narcomenudeo: entramado social del crimen

222
LENGUAJE

COLECTIVO INDIVIDUAL

TIPIFICACIÓN
CONCIENCIA
RUTINA OBJETIVACIÓN
INTERACCIÓN COMPORTAMIENTO

HECHOS SOCIALES GENUINOS LEGITIMACIÓN

HABITUACIÓN CONOCIMIENTO MASIVO


SOCIALIZACIÓN INTERNALIZACIÓN
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

DIALECTICA

Gráfico 20. Proceso de institucionalización expansiva de un nuevo orden social.


Adaptado de la obra ”La construcción social de la realidad” (Berger, P. y Luckmann, T. 1999).
“LA CORDILLERA”: INSTITUCIONALIZACIÓN DE UNA ACTIVIDAD ECONÓMICA CRIMINAL

la oferta del Estado. Inclusive a veces, los de “La Cordillera” le dicen a


uno que les entregue los beneficios a otras comunidades, pero eso no
se puede, porque todo ello obedece a un trabajo con comunidades. En
otras oportunidades sencillamente, le dicen a uno que no puede entrar,
porque si se les quita a ellos un consumidor por ejemplo, mediante la
Adaptado de la obra “La construcción social de la realidad” (Berger, P. y Luckmann, T. 1999).

atención terapéutica, esto se considera una afrenta” (sic).

En este aspecto se destaca la dicotomía que evidencia el ciudadano


Gráfico 16: proceso de institucionalización expansiva de un nuevo orden social.

por la presencia de los servidores públicos de la Policía Nacional.


Para contextualizar este complejo panorama, una persona consul-
tada afirmó:

“Mire las cosas aquí funcionan bien, el todo es cumplir las reglas… nos
acostamos temprano, no denunciar y no ingresar a ciertos sitios y aquí
no pasa nada. Cuando llega la policía la cosa se complica” (sic).

Esto en la práctica se interpreta como fricción social, porque el ciu-


dadano se encuentra rodeado y tensionado en su comportamiento
colectivo e individual, por las reglas impuestas de facto por “La Cor-
dillera” y el ordenamiento jurídico que hace cumplir la Policía Nacio-
nal. Se pueden realizar entonces, cuatro afirmaciones:

- La Policía Nacional es un obstáculo para los intereses de “La


Cordillera” en el territorio, lo que preocupa es la creciente acep-
tación (consentida o constreñida) de algunos sectores de la co-
munidad hacia la actividad económica criminal.

- Hoy existe una colisión de intereses entre la Policía Nacional y


los deseos de los ciudadanos en el territorio, ya que los primeros
tienen la responsabilidad de ejercer el control social estatal y
Narcomenudeo: entramado social del crimen

los segundos rechazan la actuación institucional porque dificulta


su participación en la actividad económica criminal. Lo anterior
probablemente como evidencia del comportamiento colectivo ya
institucionalizado por “La Cordillera”.

- Es la apropiación del espacio para la institucionalización de ac-


tividades económicas criminales, lo que representa el núcleo de
la fricción social y espacial.

223
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

- Cuando el nivel de fricción espacial y social es estable, evidencia-


do quizás en la disminución de los delitos, puede significar que
las condiciones son favorables para el desarrollo de la actividad
económica criminal y por ende, del sistema de acumulación de
capital de “La Cordillera”.

Acumulación por desposesión: es una estrategia que contempla


manifestaciones relacionadas con la captura de rentas, “el poder
de la escasez” y la expropiación ilegal forzosa, que busca mantener
el sistema de producción y el sistema de acumulación de capital.

La captura de rentas es una iniciativa criminal, que consiste en in-


volucrarse en negocios legítimos y legales para ofrecer servicios a
distintos sectores sociales y económicos y a través de estos, obte-
ner dinero por la exigencia de cuotas extorsivas. Un ejemplo son los
lavaderos de buses en donde los conductores acuden para el aseo
de sus vehículos y en el pago del servicio viene implícita la cuota
extorsiva. De forma similar ocurre con algunos grupos de personas
que ofrecen servicios ilegales de seguridad en los barrios, y exigen
de manera constreñida una cuota: “los ciudadanos pagamos no por
seguridad, sino para evitar ser víctimas de estos supuestos grupos
de seguridad” (sic). Pero es aquí donde se debe transitar del cons-
treñimiento a la adaptación social.

Esto es lo que Tim Harford (2006) alude como “… cobrar el dinero


de la extorsión mediante la provisión de un servicio caro, que logra
que lo pagado por «protección» resulte, finalmente, «desgravable»”.
Esto sugiere que no es la violencia como tal, sino la efectividad de
una organización, la que crea las barreras para ingresar a un mer-
cado…” (p. 39).
Narcomenudeo: entramado social del crimen

“El poder de la escasez” es una capacidad que “La Cordillera” de-


sarrolla para impedir el acceso de otras organizaciones en los te-
rritorios ocupados por ella, y esto guarda directa relación con los
controles de precios de venta, la presentación de los productos
estupefacientes y la apropiación del espacio para la venta de los
mismos. Es a través del monopolio que logra tal propósito. Esta ca-
pacidad se manifiesta en la dependencia de los ciudadanos vincu-
lados a la organización como fuerza de venta o como consumidores.

224
“LA CORDILLERA”: INSTITUCIONALIZACIÓN DE UNA ACTIVIDAD ECONÓMICA CRIMINAL

Otra modalidad empleada es, que ante la desconfianza y muchas


veces, la incapacidad de la gente para acceder al sistema finan-
ciero, esta organización aprovecha las necesidades económicas de
los ciudadanos para ofrecer préstamos de dinero a altas tasas de
interés, fenómeno conocido como “gota-gota”, que se convirtió en
una actividad económica criminal capturada por las organizaciones
narcotraficantes.

La expropiación ilegal forzosa entendida como la afectación al de-


recho de dominio sobre bienes muebles e inmuebles que de facto
realiza “La Cordillera” al ciudadano, es concomitante con el despla-
zamiento intraurbano. Esta modalidad criminal pretende acrecentar
su riqueza o disponer de propiedades para favorecer la actividad
económica criminal o se implementa como mecanismo de “san-
ción” a quienes vulneran las reglas de control social establecidas
por la organización narcotraficante.

En consecuencia, la captura de rentas, “el poder de la escasez” y


la expropiación, ilegal tienen en común que contribuyen al fin que
busca la organización criminal: maximizar las ganancias mediante
la protección que brinda el entramado social del crimen para insti-
tucionalizar las actividades económicas criminales. Esto no es de-
nunciado por los ciudadanos por las implicaciones que trae para su
integridad física individual y de su familia, además, porque según
ellos, “al Estado se le dificulta restablecer sus derechos” (sic).

“¿Dígame para qué uno denuncia? Primero es un problema para que lo


escuchen a uno, segundo, se demoran mucho y mientras tanto uno qué
hace y, tercero, acudir a la justicia es muy costoso, nada más piense
cuántas veces toca ir a la Fiscalía, cuánto valen los pasajes y fuera de
Narcomenudeo: entramado social del crimen

eso, quieren que uno vaya y les ayude a investigar en el barrio del que
uno ha sido expulsado o lo obligan a uno a involucrar otras personas. Lo
mejor es no decir nada y volver a conseguir las cositas” (sic).

Es decir, hasta este momento la conclusión que se puede compartir


es que “El poder del narcotráfico está en su sistema de producción
y de acumulación de capital” (Montoya, 2010), dos componentes
complementarios que requieren un análisis interdependiente.

225
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

Pero, ¿La organización en su funcionamiento, es así de sistemática?


El ejercicio de análisis buscó decodificar las acciones que “La Cor-
dillera” desarrolló de manera sistémica para establecer un nuevo
orden social y racionalizar la apropiación del espacio necesario para
la maximización de las ganancias, no obstante se infiere que sus
integrantes no son conscientes de la complejidad de sus acciones,
entiéndase: “Esto no quiere decir que sean en sí mismas ordenadas
o lógicas; simplemente crean las condiciones que provocan cierta
racionalización arbitraria del sistema de producción. [T]odo lo que
tiene que ocurrir para que el sistema [de acumulación] se sostenga
es que se den las condiciones adecuadas para renovar la acumula-
ción” (Harvey, D. 2001. p. 259). Sin embargo, esta apreciación esti-
mula la necesidad de conocer cómo el interés de maximizar ganan-
cias por una organización narcotraficante (“La Cordillera”) afecta la
seguridad pública a través del narcomenudeo.

El narcomenudeo afecta la convivencia no solo por los


delitos
El homicidio es la variable que por excelencia se emplea para diag-
nosticar la fricción social y espacial generada durante la institucio-
nalización de una actividad económica criminal, entendida como
sistema de acumulación de capital. En el año 2010 Pereira regis-
tró una tasa de 50 homicidios, por cada cien mil habitantes. Tradi-
cionalmente se intenta explicar la evolución del narcomenudeo a
través de cifras como estas, que no representan necesariamente
las dimensiones de afectación a la convivencia y que se deberían
considerar en la planeación y prestación de un servicio de policía
efectivo. “Una propuesta de seguridad nos exige no poner el énfa-
sis únicamente en el tema de homicidios…” (García, M. 2010, pp.
82-91).
Narcomenudeo: entramado social del crimen

Por este motivo, se plantea que no sólo los hechos criminales que
genera el narcomenudeo deben ser considerados para el análisis
de este fenómeno. El narcomenudeo como fenómeno, también tie-
ne una relación interdependiente, dinámica y subjetiva con manifes-
taciones de conflicto social y de violencia que ocurren en la realidad
cotidiana y afectan los ámbitos de protección de la seguridad públi-
ca. Ello demanda una mirada diferenciada que permita explicar las
dinámicas complejas e inéditas que se manifiestan en diferentes
contextos (García, M. 2010, pp. 82-91). En tal sentido, y recono-

226
“LA CORDILLERA”: INSTITUCIONALIZACIÓN DE UNA ACTIVIDAD ECONÓMICA CRIMINAL

2252

1250

228

Hurtos Lesiones Homicidios


personales

Gráfico 21. Estadística de Pereira 2010 sobre hurtos, lesiones personales y homicidios.

ciendo la complejidad del tema, se elabora un análisis que tiene


por propósitos: a) conceptualizar lo que se entiende por manifesta-
ciones de conflicto social, de violencia y de criminalidad (Cortés, Y.
y Mayoriano, B. 2010, p. 3-4), b) visibilizar la importancia de la ca-
racterización de los fenómenos y el rol de la inteligencia policial en
el propósito de comprender la interdependencia de las amenazas
asociadas al conflicto social y a la violencia; c) describir la recons-
trucción social de la afectación a la seguridad pública y, d) presentar
Gráfico 17: estadística de Pereira 2010 sobre hurtos, lesiones personales y homicidios.
el estado actual de afectación que genera el narcomenudeo a los
Fuente: Centro de Investigaciones Criminológicas (CIC), Metropolitana de Policía
ámbitos de(MEPER).
Pereira protección de la seguridad pública.

La interdependencia de los fenómenos que afectan la convivencia

La realidad que viven los ciudadanos en la cotidianidad, se configura


en un espacio y tiempo (Berger, P. y Luckmann, T. 1999, p. 44), a
Narcomenudeo: entramado social del crimen

partir de comportamientos que se hacen comunes a simple vista, es


decir, que se perciben por medio de los órganos de los sentidos, pero
que no se consideran manifestaciones en tránsito hacia hechos de
criminalidad. El desafío que se plantea depende de la capacidad que
se tenga para hacer cognoscibles los elementos y ambientes ocultos
tras las apariencias, que eventualmente pueden poner en riesgo y
convertirse en amenaza para la seguridad de los ciudadanos.

Desde esta perspectiva y en un esfuerzo de aproximación al rol (límite


y alcance) de la inteligencia policial frente a la actividad de policía,

227
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

se asumió el reto de anticipar las amenazas derivadas del conflicto


social que afectan la convivencia, mediante un método que implica
la reconstrucción empírica, luego conceptual y por último semántica
(Hessen, 2007: p. 10) de la seguridad pública desde la perspectiva
institucional, interinstitucional y comunitaria. En tal sentido, fue ne-
cesario clasificar los fenómenos en tres grandes grupos para permi-
tir su estudio, primero, los fenómenos asociados al conflicto social;
segundo, las manifestaciones de violencia y tercero, los hechos de
criminalidad. Sin embargo, es preciso aclarar que en la realidad,
estos se aprecian de forma interdependiente.

En ese orden de ideas, se elaboró una diferenciación conceptual de


cada uno de los grupos de fenómenos antes citados, por cuanto a
partir de ellos se configuran las percepciones de inseguridad. Lo an-
terior pretende argumentar la imperiosa necesidad de comprender
la interdependencia de los fenómenos y advertir la importancia que
esto tiene para la anticipación, así como la planeación y la presta-
ción del servicio de policía.

Fenómenos de conflicto social: la invisibilidad de las


manifestaciones visibles (Seoane, J. y Taddei, E. 2001, p. 62)

Las manifestaciones de conflicto social, entendidas como las ac-


ciones que alteran el orden colectivo, quebrando o interrumpiendo
temporalmente la reproducción de las relaciones sociales entre ac-
tores estatales y no estatales, tuvieron su punto de inflexión en la
resistencia presentada a los procesos de apertura económica en la
década de los ochenta, los cuales fueron abordados por los estados
en América Latina desde la lógica de la seguridad nacional, dada
la capacidad de desestabilización que tuvieron los movimientos so-
Narcomenudeo: entramado social del crimen

ciales. Este hito marcó el tránsito hacia la sociedad de mercado y


los mercados de masa, lo cual reconfiguró las realidades sociales y
políticas del comportamiento colectivo.

Aun hoy, luego de tres décadas en la mutación de los fenómenos de


conflicto que alteran el orden social, estos se perciben aislados, pero
en la realidad constituyen un entramado complejo de relaciones di-
fíciles de reconfigurar conceptualmente. Por lo tanto, comprender el
conflicto social demanda visibilizar las tensiones, contradicciones y
transformaciones que no sólo condicionan, sino que además, deter-

228
“LA CORDILLERA”: INSTITUCIONALIZACIÓN DE UNA ACTIVIDAD ECONÓMICA CRIMINAL

minan los patrones de comportamiento individual y colectivo, valga


decir, la conducta social.

Las manifestaciones asociadas al conflicto social no implican ne-


cesariamente violencia (Dammert, L. 2010, p. 195), y se aprecian
en el ámbito local, desde donde se articulan a redes conformadas
por imperceptibles y difusos nodos que configuran esquemas regio-
nales, nacionales, subregionales y transnacionales, a partir de los
cuales se desequilibran las relaciones del colectivo y eventualmente
desestabilizan las instituciones democráticas del Estado. Estos con-
flictos sociales hacen tránsito secuencial hacia manifestaciones de
violencia, vía por la que se resuelven las diferencias que emergen
en la cotidianidad y que hoy es un problema común en las democra-
cias de Latinoamérica.

Fenómenos de violencia: no toda violencia se constituye en


conducta penal

La Organización Mundial de la Salud (OMS) en el año 2002 definió


a la violencia como “El uso intencional de la fuerza o el poder físico,
de hecho o como amenaza, contra uno mismo, otra persona o un
grupo o comunidad, que cause o tenga muchas probabilidades de
causar lesiones, muerte, daños psicológicos, trastornos del desa-
rrollo o privaciones” (p.5). A su vez, la violencia se puede clasificar
en los siguientes tipos: autoinflingida (el individuo contra sí mismo),
violencia interpersonal (contra un grupo de personas) y violencia co-
lectiva (contra la comunidad en general) (p. 6-7). Algunas manifesta-
ciones como el suicidio, la violencia doméstica, la violencia escolar
y el linchamiento requieren la atención estatal inmediata, pero para
ello se debe comprender la interrelación existente entre las mismas.
Narcomenudeo: entramado social del crimen

Debe reconocerse que las manifestaciones de violencia se dan


en espacios públicos y privados, sin que necesariamente hagan
tránsito a comportamientos delictuales. En esta afirmación hay
dos elementos importantes: el primero, la inadecuada respues-
ta de los actores del Estado, que por el desconocimiento de los
procedimientos reglados en el derecho de policía identifican al de-
recho penal como la vía más expedita de actuación. El segundo,
es que ante la incomprensión de la violencia se hace inevitable la
inobservancia estatal para su prevención. Señala Lucía Dammert
(2010) al respecto: “…las violencias refieren a un fenómeno más

229
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

extendido y complejo que los hechos criminales, pero muchas ve-


ces son interpretadas sólo a partir de aquello considerado crimi-
nal…” (p. 195).

Entonces como los comportamientos violentos son difusos, disemina-


dos y generalizados, que se arraigan en el entramado de la cotidiani-
dad, se conciben como consustanciales al ser humano, hasta llegar
a expresiones de desesperanza por la impotencia que genera la inca-
pacidad de respuesta tanto de las víctimas como del propio Estado.
En consideración, hacer frente a las raíces de la violencia exige la
actuación especializada y coordinada de las instituciones del Es-
tado, la comunidad y los individuos, por cuanto al no constituirse
necesariamente en delito, las consecuencias pueden ser inmedia-
tas o permanecer de manera latente en el tiempo, luego de lo cual
pueden evolucionar hacia hechos de criminalidad.

Fenómenos de criminalidad: la base empírica de la inseguridad


pública

Esas manifestaciones de violencia harían tránsito a conductas tipi-


ficadas como delitos, teniendo en cuenta que por criminalidad se
entiende el volumen de infracciones cometidas sobre la Ley penal,
por individuos o una colectividad en un momento determinado y
en una zona determinada. Aquí se identifica un desconocimiento
institucional del fenómeno criminal; es bajo esta aseveración que
se argumenta la dificultad de respuesta del sistema judicial para
hacer frente a fenómenos delictuales como el desplazamiento in-
tra-urbano, el tráfico de armas ligeras (legales y artesanales) y la
instrumentalización de menores de edad y adolescentes con fines
criminales, sólo por citar algunos ejemplos.
Narcomenudeo: entramado social del crimen

Cabe señalar que la dinámica del crimen hoy, no concibe el territorio


como un referente espacial, sino como un elemento de poder en el
que las organizaciones criminales le disputan al Estado la legitimi-
dad, la cual es proporcionada por los ciudadanos asentados espe-
cialmente en sectores marginados, periféricos y populares.

230
“LA CORDILLERA”: INSTITUCIONALIZACIÓN DE UNA ACTIVIDAD ECONÓMICA CRIMINAL

Tal situación está acompañada de otras percepciones de la comu-


nidad entre las que se destacan: la desconfianza del ciudadano por
la inadecuada respuesta del Estado a sus demandas, en términos
de tiempo y eficacia; constreñimiento de las organizaciones crimi-
nales hacia la “no denuncia”; la libertad concedida a los presuntos
criminales en el marco del Sistema Penal Oral Acusatorio (SPOA) lo
que se interpreta como impunidad; así como la desarticulación de
las instituciones del Estado para la protección y resocialización del
menor infractor en el Sistema de Responsabilidad Penal para Ado-
lescentes (SIRPA).

Según los anteriores criterios, sumados al mandato constitucional y


legal de protección de los datos personales se procedió en Pereira
a realizar la reconstrucción social del narcomenudeo como un fenó-
meno que afecta la seguridad pública.

Narcomenudeo: entramado social del crimen

231
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

CAPÍTULO V
Narcomenudeo: interdependencia
de manifestaciones que amenazan
la seguridad pública

La expresión narcomenudeo, como


neologismo, hace referencia a la venta de
sustancias estupefacientes en el subsistema
de comercialización del narcotráfico. Como
fenómeno está asociado a la categoría de
“punto de venta” (referente espacial) donde se
presentan las transacciones de compra, venta
y consumo de las mismas.

“Hay que desconfiar de lo que se


Narcomenudeo: entramado social del crimen

entiende con absoluta claridad tanto


como de lo que no se entiende”.

Voltaire

232
NARCOMENUDEO: UNA AMENAZA A LA SEGURIDAD PÚBLICA

La reconstrucción social de la
afectación a la seguridad pública
Narcomenudeo

La expresión narcomenudeo como neologismo, hace referencia al


fenómeno de la venta de estupefacientes entendida como una acti-
vidad económica criminal asociada a la categoría de “punto de ven-
ta” en el subsistema de comercialización del narcotráfico. Es decir,
narcomenudeo es un concepto que agrupa los hechos concretos,
perceptibles y verificables (características de un fenómeno) que se
desarrollan durante la venta de estupefacientes (estimulantes, alu-
cinógenos, depresoras y sustitutos). Por afectar la percepción de los
ciudadanos en lugares de uso público, abiertos al público y privados
(cuando trascienden a lo público), se considera que es un problema
público que, además, tiene interdependencia con los conflictos so-
ciales, la violencia y la criminalidad.

Las características de este mercado de estupefacientes se enfocan


en tres aspectos fundamentales:

1. Punto de venta: lugar de uso público, abierto al público o priva-


do en el que se realiza la transacción comercial de pequeñas
cantidades de sustancias estupefacientes al menudeo entre el
vendedor (actor criminal) y el comprador.

2. Monetización: es el momento en el que los productos estupefa-


cientes son intercambiados por el dinero (de origen legal o ilegal)
o de manera excepcional por algunos bienes y servicios. Esta ac-
Narcomenudeo: entramado social del crimen

tividad tiene efectiva y directa relación con la categoría de costos


operativos del subsistema de flujo de capitales del narcotráfico.

3. Consumo: actividad interdependiente con el sistema del narco-


tráfico a través del componente de demanda, generalmente per-
ceptible, que se desarrolla en espacios de uso público, abiertos
al público y privados (eventualmente trascienden a lo público).
Tiene como propósito darle utilidad al “producto esperado”, del
cual el consumidor final espera el efecto para satisfacer una ne-
cesidad según el estado de adicción o dependencia.

233
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

REPRESENTACIÓN SOCIAL DEL NARCOMENUDEO

Criminalidad
151

Compra/venta de
Violencia estupefacientes
37 70

51
64

Punto de venta Consumo

Gráfico 22. Enfoque cuantitativo de la representación social del narcomenudeo.

El narcomenudeo entendido como el mercado ilegal de sustancias


estupefacientes que se manifiesta en el punto de venta, se consti-
Gráfico 19: enfoque cuantitativo de la representación social del narcomenudeo.
tuye en un fenómeno que tiene relación con el conflicto social, la
violencia y la criminalidad. Esto se confirma por los datos fácticos
recolectados en Pereira, que fueron obtenidos durante la aplicación
de encuestas y grupos focales a los ciudadanos, servidores públicos
de la Policía Nacional y de otras instituciones de carácter oficial y
privado. A continuación se presentan los datos cuantitativos que
caracterizan la representación social del narcomenudeo y su afec-
tación a la seguridad ciudadana, los cuales se contrastan con los
Narcomenudeo: entramado social del crimen

datos cualitativos que caracterizan el estado actual de los ámbitos


de protección de la seguridad pública.

Los ciudadanos asocian el narcomenudeo con el punto de venta de


estupefacientes, las transacciones de compra y venta y el consumo
de estupefacientes. Es decir, identifican estos aspectos como agen-
tes causales y generadores de manifestaciones de criminalidad y
violencia que afectan su integridad física y psicológica. No logran

234
NARCOMENUDEO: UNA AMENAZA A LA SEGURIDAD PÚBLICA

percibir el funcionamiento interno de la comercialización de estupe-


facientes, pero sí reconocen al narcomenudeo como un fenómeno
que impacta la vida cotidiana en distintos escenarios.

Por ello, en la perspectiva de los ciudadanos, el narcomenudeo tie-


ne relación con manifestaciones de conflicto social tales como la
prostitución (49%), la indigencia (44%), la deserción escolar (35%),
el desplazamiento (32%), el reciclaje (27%), los vendedores am-
bulantes (25%) y la invasión de tierras (19%). El análisis permite
destacar el enfoque de modus vivendi que personas destechadas,
desplazadas y desarraigadas, le han dado a la comercialización de
estupefacientes; para ellos, sin que se pretenda hacer apología,
esta actividad ilegal se constituye en una oportunidad para solven-
tar sus necesidades básicas insatisfechas, con la aclaración de que
la vinculación a la comercialización se hace de manera consiente.

Durante la interacción diaria de los ciudadanos que está signada por


el punto de venta, la compra, la venta y el consumo de sustancias
estupefacientes, se evidencian distintas manifestaciones de violen-
cia. En este sentido, los ciudadanos relacionan el narcomenudeo
con las riñas (45%), la violencia doméstica (44%), la agresividad
verbal (40%), el suicidio (39%), las amenazas (39%), la violencia
escolar (37%) y las asonadas (9%). Este último aspecto, el de las
asonadas, es referido únicamente por la población de funcionarios
policiales consultados.

En la cotidianidad además, se identifican manifestaciones de cons-


treñimiento al consumidor, modalidad empleada por los vendedores
de estupefacientes para asegurar la fidelidad del comprador/consu-
midor. Frente a los residentes de sectores afectados por la comer-
Narcomenudeo: entramado social del crimen

cialización de estupefacientes, la violencia se manifiesta a través


de símbolos (señas, grafitis, gestos) y representaciones lingüísticas
(expresiones como “sapo”) para constreñir la “no denuncia”. Las
agresiones verbales se evidencian entre los usuarios del espacio
público, los vendedores (jíbaros) y los consumidores de estupefa-
cientes, quienes se disputan la presencia en referentes espaciales,
tales como parques, escenarios deportivos, senderos peatonales,
entre otros.

235
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

Estas manifestaciones de violencia hacen tránsito a hechos de


criminalidad como el hurto (39%), el homicidio (35%), el tráfico de
armas (32%), las lesiones personales (31%), la extorsión (27%), el
desplazamiento intraurbano (22%) y el secuestro (21%). No obstan-
te, el factor de atención estatal lo debe representar el asentamiento
de las organizaciones criminales en el territorio, las cuales según
la percepción del ciudadano son imperceptibles, pero están allí. Es
decir, el narcomenudeo en su componente criminal que a priori de-
muestra la interdependencia de factores y actores, pero se requiere
más que una lectura unidireccional y una interpretación unívoca,
para orientar la actuación de las instituciones del Estado.

En Latinoamérica la percepción entre los integrantes de los cuer-


pos de policía es la misma, no se conoce el fenómeno. El enfoque
se refiere a desarrollar actividades de carácter operacional para in-
crementar los indicadores de incautaciones de las sustancias y las
capturas de personas asociadas al problema, que por lo general,
son consumidores. El fenómeno de impacto local, está inexplorado
desde las instituciones del Estado. Sin embargo, organizaciones no
estatales realizan estudios con orientación particular a determinar
la prevalencia del consumo y el impacto de las economías (estudios
econométricos), y a partir de ellos, se dan orientaciones políticas
a los cuerpos de policía para guiar su actuación in situ, frente a la
venta ilegal y la posesión de estupefacientes (Ratcliffe et al., 2005,
p. 15-32).

La lectura anterior, que demuestra la interdependencia de múltiples


factores con el fenómeno del narcomenudeo, se complementó con
los datos cualitativos que permitieron hacer una aproximación a la
afectación de la seguridad pública mediante la caracterización de
Narcomenudeo: entramado social del crimen

cada uno de los ámbitos de protección con los datos fácticos reco-
lectados.

236
NARCOMENUDEO: UNA AMENAZA A LA SEGURIDAD PÚBLICA

Manifestaciones de Conflicto Social

Prostitución 49%

Indigencia 44%

Deserción escolar 35%

Desplazamiento 32%

Reciclaje 27%

Vendedores ambulantes 25%

Invasión de Tierras 19%

Gráfico 23. Enfoque cuantitativo de las manifestaciones de conflicto social asociadas al narcomenudeo.

Manifestaciones de Violencia

Riñas 45%

Violencia doméstica
44%
(familiar)
Agresión Verbal 40%

Suicidio 39%

Amenazas 39%

Violencia escolar 37%

Asonadas 9%

Gráfico 24. Enfoque cuantitativo de las manifestaciones de violencia asociadas al narcomenudeo.

Manifestaciones de Criminalidad

Hurtos 39%
Narcomenudeo: entramado social del crimen

Homicidio 35%

Tráfico de armas 32%

Lesiones Personales 31%

Extorsión 27%

Desplazamiento 22%
intraurbano
Secuestro 21%

Gráfico 25. Enfoque cuantitativo de las manifestaciones de criminalidad asociadas al narcomenudeo.

237
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

Estado actual de los ámbitos de protección de la seguridad


pública
El narcomenudeo como fenómeno que afecta la seguridad pública,
estimula una diversidad de manifestaciones que son percibidas por
los ciudadanos y que perturban la convivencia. “La Cordillera” es-
tablece un nuevo orden social para maximizar ganancias utilizando
diferentes actividades de economía criminal entre ellas el narco-
menudeo; por esta razón se considera la principal amenaza para el
ejercicio de los derechos y libertades públicas en algunos sectores
de Pereira.

Con esta perspectiva, se presenta el siguiente análisis en el que se


elabora una interpretación de afectación a los ámbitos de la seguri-
dad pública y se citan textualmente algunas expresiones hechas por
los ciudadanos indagados en esta investigación.

Seguridad nacional
Dimensión Interna

Estado actual de la soberanía del Estado: el actor criminal pro-


mueve la desconfianza en las relaciones entre ciudadano-ciudada-
no, ciudadano-comunidad y ciudadano-Gobierno, como mecanismo
para desarticular los lazos y vínculos de los asociados con el Estado,
en procura de hacerse reconocer como autoridad, lo cual se logra,
además, por coacción.

Amenazas: en este aspecto se precisa que si bien los comporta-


mientos citados amenazan la legitimidad del Estado, los ciuda-
Narcomenudeo: entramado social del crimen

danos no lo consideran así y algunas expresiones citadas aquí


son de reconocimiento a “La Cordillera”. Las reglas de compor-
tamiento (horarios, fronteras imaginarias), los mecanismos de
violencia y criminalidad para mantener el orden social por parte
de la organización criminal, “La Cordillera” manda en el barrio,
imponen cuotas extorsivas a manera de tributo, cooptación de
negocios legales con enfoque monopolístico; impiden o restrin-
gen el acceso de servidores públicos a determinados barrios
(facilitan el acceso de manera condicionada), limitan el acceso
de los servidores que prestan servicios públicos (recolección de

238
NARCOMENUDEO: UNA AMENAZA A LA SEGURIDAD PÚBLICA

basuras, agua, energía eléctrica y teléfonos). “La Cordillera” cree


que tiene el control de todo, algunos ciudadanos consideran la
venta de estupefacientes como un trabajo, coacción de “La Cor-
dillera” para que no se cometan delitos cerca de los puntos de
venta y no se agreda al comprador/consumidor, impiden la de-
nuncia para evitar el ingreso y la actuación de las autoridades
del Estado en el territorio.

Estado actual del régimen constitucional: la estimulación al in-


cumplimiento de las normas del Estado por parte de “La Cordille-
ra” converge en que los ciudadanos identifiquen los actores del
Gobierno, pero no acaten su autoridad. Es decir, el actor criminal
busca la interdicción del ordenamiento jurídico para reemplazar-
lo de facto a través del establecimiento de reglas y mecanismos
que faciliten la implantación de un nuevo orden social y subvertir
el orden económico en lo local.

Amenazas contra la norma: “La Cordillera” estimula el incumpli-


miento de las reglas y normas del Estado, actúan contra la digni-
dad humana establecida en la constitución mediante la vulnera-
ción de derechos como la locomoción, la expresión y el desarrollo
de la personalidad, así como estimular a los ciudadanos para
que incumplan las reglas y las normas del Estado.

Amenazas contra la validez de la norma: no temerle a la judicializa-


ción; capacidad de corrupción, estimular las asonadas contra los
oficiales de cumplimiento de la Ley y evitar la acción policial.

Amenazas contra la legalidad de la norma: quieren igualar a la fuerza


pública, desregular el mercado para asegurar el funcionamiento
Narcomenudeo: entramado social del crimen

del negocio ilegal y se creen con la autoridad de “gobernar” un


territorio.

Estado actual del orden constitucional: tomando como referen-


cia a la Policía Nacional y a la necesidad de que su estructura
esté funcionando eficientemente se requiere de la protección
institucional para el cumplimiento de su fin constitucional. Esa
protección institucional se entiende como las condiciones sufi-
cientes para su existencia en el contexto del marco normativo
y el plano práctico para la efectividad en la prestación del ser-

239
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

vicio público de policía. El presente ámbito está integrado por


la integridad policial, la estabilidad institucional y la seguridad
operativa.

En este sentido, la ejecución de procedimientos policiales en los


entornos del punto de venta y áreas de consumo de estupefa-
cientes, se presentan situaciones que atenten contra la protec-
ción institucional. De igual forma, existe una ruptura de la re-
lación entre la Policía Nacional y la ciudadanía por efectos del
entramado social que se genera alrededor de esta problemática.
Para terminar, actualmente el depositario de la responsabilidad
para el tratamiento del problema del narcomenudeo es el policía
de la vigilancia, que en medio de ingentes esfuerzos persigue
resultados operaciones para cumplir con las exigencias de las
TAMIR (Tablas de Acciones Mínimas Requeridas).

Por otro lado, las medidas que ha tomado el Legislativo para


prohibir el porte y consumo de sustancias estupefacientes y
sentencias de la Corte Constitucional y la Sala Penal de la Corte
Suprema de Justicia, terminan por favorecer en el territorio las
actividades relacionadas con la comercialización de las mismas
y profundizan las dificultades en la atención operativa por parte
de la Policía Nacional.

Amenazas: colisión normativa entre el Acto legislativo 02 de di-


ciembre 2009 que adicionó el artículo 49 de la Constitución Na-
cional prohibiendo el consumo de sustancias estupefacientes y
la sentencia C-422 de 1992 de la Corte Constitucional que am-
para la despenalización de la dosis mínima. Decreto de libertad
dictado a portadores de estupefacientes y posterior archivo de
Narcomenudeo: entramado social del crimen

la investigación que ordenan los Fiscales soportados en que no


existe comisión de ningún delito por cuanto, para esos casos es-
pecíficos, se presenta antijuridicidad material porque no hay un
palpable principio de lesividad al bien jurídico tutelado.

Amenazas contra la Policía Nacional: apatía del ciudadano al con-


tacto con el policía, intimidan a quienes tienen contacto con la
fuerza pública, “La Cordillera” no consiente que los ciudadanos
residentes cerca del punto de venta se relacionen con los inte-
grantes de la fuerza pública.

240
NARCOMENUDEO: UNA AMENAZA A LA SEGURIDAD PÚBLICA

Estado actual de la integridad policial: la función primaria de pre-


vención y las subsidiarias de educación y sociabilidad que debe
desarrollar la policía de prevención, están relegadas por las múl-
tiples responsabilidades que deben atender las patrullas de vi-
gilancia en cuanto a resultados operacionales. Existen situacio-
nes aisladas donde se presentan desviaciones de las actitudes y
cualidades personales de los funcionarios policiales.

Amenazas: demoras en los procesos de judicialización por venta o


porte de estupefacientes que implican la desprotección del cua-
drante, pérdida de confianza y credibilidad en la prestación del
servicio de policía, ofrecimientos de dádivas por parte de las per-
sonas comprometidas en la venta de sustancias estupefacien-
tes, manifestaciones de corrupción administrativa y operativa,
uso ilegítimo de la fuerza.

Estado actual de la estabilidad institucional: la Policía Nacional es


la institución del Estado que de forma cotidiana se enfrenta a
la problemática generada por la comercialización de sustancias
estupefacientes. Se percibe ausencia de coordinación, subsidia-
ridad y complementariedad de las demás instancias de gobierno
para el tratamiento de esta amenaza a la seguridad pública.

Amenazas: ruptura de la relación entre la Policía Nacional y los


ciudadanos, asumir responsabilidades que les competen a otras
instituciones, especialmente en lo relacionado con el tratamien-
to de los consumidores (policialización); manifestaciones de vio-
lencia y criminalidad propiciados por el actor criminal, desmoti-
vación de las personas para denunciar las situaciones asociadas
a la comercialización de estupefacientes, protección de bienes
Narcomenudeo: entramado social del crimen

a los que se les ha aplicado extinción de dominio, impacto en


el Subsistema de Seguridad Social de la Policía Nacional por el
impacto del consumo de sustancias estupefacientes.

Estado actual de la seguridad operativa: existen riesgos para la exis-


tencia y conservación de los activos propios de la Policía Nacio-
nal, específicamente porque algunos funcionarios policiales son
objeto de amenazas por parte de personas dedicadas a la co-
mercialización de estupefacientes debido a los procedimientos
que realizan en su contra. Esta misma situación es sufrida por

241
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

los entornos familiares que en algunas oportunidades residen en


barrios donde existen puntos de venta de las sustancias. Por otro
lado, no se cuentan con instalaciones y medios que permitan la

Amenazas: denuncias de supuestas violaciones a los derechos


humanos, abuso o extralimitación contra los funcionarios poli-
ciales que actúan efectivamente contra las personas comprome-
tidas en el narcomenudeo, amenazas contra los policías de la vi-
gilancia o sus núcleos familiares por parte de las organizaciones
dedicadas a la comercialización de estupefacientes, asonadas
contra las patrullas que atienden motivos de policía en los pun-
tos de venta, presiones del actor criminal para que se presenten
desplazamientos intraurbanos de los uniformados, ausencia de
mecanismos y protocolos para almacenar sustancias estupefa-
cientes como resultado de los procedimientos policiales.

Seguridad ciudadana

Dimensión individual

“La Cordillera” recurre a la coacción mediante el uso de la violencia


y la criminalidad para modificar el comportamiento individual de los
ciudadanos como componente fundamental del proceso de institu-
cionalización expansivo. Entendiendo por ello, la implementación de
un nuevo orden social que favorezca la imbricación de la sociedad
en el negocio criminal para lograr la maximización de las ganancias.

La modificación del comportamiento individual se precisa desde los


ámbitos de la vida, la integridad personal y el patrimonio, que a su
Narcomenudeo: entramado social del crimen

vez cita el estado actual y las manifestaciones generadas por el nar-


comenudeo que se constituyen en amenaza para los ciudadanos.

Estado actual de vida: el ciudadano condiciona su comporta-


miento individual mediado por la intimidación que lo obliga a
asumir una actitud de autoprotección para no ser víctima de ho-
micidio o para no inducir a otro al suicidio.

Amenazas: homicidio (sicariato), suicidio.

242
NARCOMENUDEO: UNA AMENAZA A LA SEGURIDAD PÚBLICA

Estado actual de integridad personal: este ámbito que se sub-


divide en lo anatómico, lo psicológico y el aspecto moral, con-
templa la afectación desde tres perspectivas: la primera, el daño
anatómico (neurológico) causado por el consumo, la segunda,
el miedo como mecanismo de institucionalización de reglas de
comportamiento social y la tercera, el involucramiento constreñi-
do o consentido de los ciudadanos en actividades de economía
criminal.

Estado actual de lo anatómico: las agresiones contra la integridad


física se aprecian desde dos ámbitos, por un lado las acciones
de violencia interpersonal que desarrollan los integrantes de “La
Cordillera” contra los ciudadanos y por el otro, el daño que los
estupefacientes le causa a los consumidores activos (auto-inflin-
gido) y pasivos.

Amenazas: los olores de las sustancias estupefacientes, la violen-


cia interpersonal (agresión física), la drogadicción, las lesiones
personales, la inducción al consumo de sustancias estupefa-
cientes, el secuestro y el acceso carnal violento generalmente
contra las mujeres.

Estado actual de lo psicológico: los eventos asociados a la venta y


consumo de sustancias estupefacientes adquieren naturalidad
para algunos ciudadanos, pero en otros generan desasosiego y
comportamientos de autoprotección. La intranquilidad y el mie-
do por las consecuencias que genera el narcomenudeo, no sólo
produce preocupación por la protección individual, sino que se
extiende y hasta se prioriza la colectiva, entendida como familia-
res y amigos.
Narcomenudeo: entramado social del crimen

Amenazas: enfrentamientos (balaceras, balas perdidas), miedo


(al negocio ilegal, a la actitud de los integrantes de la organiza-
ción, por ser testigos -víctimas o por referencia- de los delitos, a
los lugares de venta, a que le ocurra algo a los integrantes de
la familia, a ser agredido físicamente), el consumo de estupe-
facientes, el porte de armas por los delincuentes, la violencia
simbólica y no verbal (señas, grafitis, mirada de los vendedores
y consumidores) e interpersonal (agresión física), ver episodios
de consumo o la persona bajo los efectos de sustancias estu-

243
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

pefacientes, los escándalos callejeros generados por las riñas,


baja autoestima, intranquilidad y temor a las represalias. La mar-
ca “La Cordillera” representa peligro, sensación de inseguridad,
percepción de corrupción y temor al desplazamiento intraurbano.

Estado actual de lo moral: la modificación del comportamiento indi-


vidual advierte la institucionalización (ideológica y de valores) de
un nuevo orden social por parte de “La Cordillera”. Los ciudada-
nos modifican su expectativa de desarrollo individual constreñi-
dos por las reglas impuestas por el actor criminal.

Amenazas: el constreñimiento de la organización, aceptación


consentida o coaccionada de las reglas de control territorial (ley
del silencio, no transitar en algunos sitios, cumplir horarios), mo-
dificar los comportamientos, amenaza que genera sensación de
peligro, pérdida de valores y desarrollo de antivalores (los valores
impuestos por “La Cordillera”) y favorecimiento o vinculación a la
actividad económica criminal.

Estado actual del patrimonio: la actividad económica y las pro-


piedades legales que constituyen el patrimonio de los ciudada-
nos, son explotados por la coacción como fuente de financiación
por el actor criminal. Así mismo, los ciudadanos son constreñi-
dos para que de manera directa o indirecta se involucren en la
dinamización de la actividad económica criminal.

Amenazas contra los bienes: el hurto (bajo los efectos o para finan-
ciar el consumo de sustancias estupefacientes), expropiación
ilegal forzosa de bienes, desregularización de los mercados, la
Narcomenudeo: entramado social del crimen

extorsión (exigencia de cuotas de seguridad a transportadores,


residentes y comerciantes), amenaza contra los empleados de
empresas privadas que proveen comestibles, mensajeros y taxis-
tas, obligar a alquilar predios, la invasión de terrenos, así mismo,
la presencia de los vendedores y consumidores de estupefacien-
tes afecta la llegada de los clientes a las tiendas.

Amenazas por las obligaciones: exigencia del pago de deudas, gota-


gota.

244
NARCOMENUDEO: UNA AMENAZA A LA SEGURIDAD PÚBLICA

Dimensión colectiva

La dinámica de la criminalidad generada por el narcomenudeo


está condicionada por el mayor o menor nivel de instalación de la
hegemonía de una organización criminal. Las instituciones del Es-
tado disponen de indicadores de criminalidad para leer la afecta-
ción generada por un actor criminal, pero carecen de mecanismos
o instrumentos para leer la institucionalización de las actividades
económicas criminales. Es decir, de la ilegalidad y su impacto en la
descomposición del tejido social, lo cual se identifica como el princi-
pal riesgo de afectación al ordenamiento jurídico y deslegitimación
del Estado ante sus asociados. “Estamos ante la realidad de un Es-
tado [en algunos sectores urbanos] cooptado por determinados gru-
pos vinculados al narcotráfico” (García, M. 2010, pp. 82-91).

La modificación del comportamiento colectivo está constituida por


relaciones sociales genuinas, concretas y visibles, dotadas de una
fuerza imperativa y coercitiva que no sólo condiciona, sino que de-
termina la interacción de los ciudadanos en la cotidianidad. Desde
esta perspectiva se convierten en una representación social produc-
to de la construcción social de la realidad local. Quien se oponga a
la nueva conducta social es sujeto de “sanciones” por los demás
ciudadanos o por la fuerza coactiva de “La Cordillera”. En esta di-
mensión se expone el estado actual del ordenamiento jurídico, la
legitimidad de las instituciones del Estado y la cohesión social.

Estado actual de la cohesión social: este ámbito se subdivide en


los aspectos de capital social (redes comunitarias), integridad social
(beneficio comunitario), inclusión (participación en la toma de de-
cisiones) y ética social (comportamiento social). En este ámbito se
destaca que la construcción de tejido social está en riesgo, en razón
Narcomenudeo: entramado social del crimen

a que “La Cordillera” ha estimulado la desconfianza entre los ciu-


dadanos, lo que repercute en la pérdida de identidad y pertinencia
con lo que antes se consideraba la propia comunidad, desestimula
la organización comunitaria dado que algunos habitantes del barrio
(en crecimiento exponencial) comparten intereses con esta organi-
zación narcotraficante.

Estado actual del capital social (organización comunitaria): la natura-


leza social del individuo entra en tensión por la ruptura de la per-
tinencia e identidad que el actor criminal impone al condicionar
y determinar la conducta social frente a los intereses comunes.

245
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

“La Cordillera” 35,6%

Los consumidores 23,7%

No sabe - no responde 16,9%

Los Vendedores (jíbaros) 16,9%

Las pandillas 5,1%

Otros Grupos Armados Ilegales (GAI) 1,7%

Gráfico 26. Actores que amenazan la seguridad pública.

Amenazas: control territorial impuesto por “La Cordillera” (las fron-


teras imaginarias, la fijación de reglas de comportamiento), des-
plazamiento intraurbano, violencia escolar y de género; confron-
tación entre vecinos (agresiones físicas y verbales), represalias
por parte de integrantes de “La Cordillera”, conformación de pan-
dillas, no se siente libertad, existencia de escuelas de sicarios,
el consumo de estupefacientes por algún integrante de la familia
causa la desarticulación del núcleo familiar (divorcio), temor a
que un familiar
Gráfico se inicieque
23: actores o amenazan
lo induzcan al consumo
la seguridad ciudadana. de estupefa-

cientes, desconfianza entre vecinos, amigos y familiares (precau-


ción para no ser víctima de hurto); instrumentalización criminal
de menores de edad, cooptación de las pandillas y la delincuen-
cia común por parte de “La Cordillera” y negocios fachada.

Estado actual de la integración social (protección del interés colectivo):


el narcomenudeo profundiza y agrava las manifestaciones de
Narcomenudeo: entramado social del crimen

conflicto social que inducen a la desintegración del colectivo, por


la actuación predatoria mediada por los intereses económicos,
en donde el bienestar compartido es superado por los beneficios
individuales.

Amenazas: la ocupación del espacio público (personas que no vi-


ven en el barrio, presencia de vendedores y consumidores, ha-
bitantes de calle e indigentes, ubicación de puntos de venta),
inasistencia a parques y escenarios deportivos y alquiler ilegal

246
NARCOMENUDEO: UNA AMENAZA A LA SEGURIDAD PÚBLICA

de los mismos, la violencia comunitaria (vandalismo, confron-


tación entre pandillas, riñas), el rechazo social, la intolerancia,
la violencia doméstica, la drogadicción, la deserción escolar,
los embarazos prematuros, “acepto la venta porque vivo en el
lugar de venta y no tengo para donde irme”, infundir terror en
el barrio, la degradación del narcomenudeo como problema pú-
blico, desarraigo al territorio.

Estado actual de la inclusión social (participación en decisiones que afec-


tan a los ciudadanos): desestimular la organización comunitaria y
la participación ciudadana para entorpecer la gestión política en
proyectos de interés general, a través de los cuales se afecten las
condiciones que favorecen la apropiación del territorio por parte
de “La Cordillera”. Así mismo, las manifestaciones de desorden
social se constituyen en una de las causas para que los residen-
tes de algunos sectores de Pereira, se sientan estigmatizados y
etiquetados (rechazados o excluidos) por ciudadanos de otros
barrios; esto a su vez incide en la desvalorización de los bienes
inmuebles y comerciales.

El desorden social propiciado por el narcomenudeo también im-


pacta negativamente el arraigo y la pertenencia que los residen-
tes no propietarios pudieran tener con el lugar de domicilio. Es
decir, el ciudadano al sentir miedo no participa de la vecindad,
opta por el aislamiento en razón a la desconfianza y, una vez ten-
ga la oportunidad, trasladará su lugar de domicilio, de acuerdo a
lo expresado por algunos ciudadanos.

Amenazas: señalamiento negativo hacia los habitantes del barrio


donde se ubican los puntos de venta (le dan mala reputación al
Narcomenudeo: entramado social del crimen

barrio, mala percepción de seguridad), desplazamiento y agre-


sión contra los Presidentes de las Juntas de Acción Comunal, ex-
clusión social, cooptación del presupuesto participativo, impedir
la participación en proyectos de oferta institucional del Estado.

Estado actual de la ética social: el comportamiento colectivo de los


ciudadanos está tensionado entre quienes rechazan el narco-
menudeo y los que comparten intereses con el actor criminal. Es

247
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

decir, los principios y valores insertados en la cultura tradicional


se modifican al determinar y condicionar el comportamiento co-
lectivo ante el fenómeno. Por lo tanto, se arraigan idearios que
favorecen la expansión e institucionalización del narcomenudeo
por la falta de una identidad que rechace su existencia, logrando
con ello, disminuir la intensidad de la fricción social.

Amenazas: indiferencia (no meterse en problemas, no lo afecta,


me conocen, no percibe el problema, adaptarse a la situación,
resignarse, no le interesan los consumidores), la no denuncia
(ley del silencio), lo que los niños ven, lo aprenden; ocupación
remunerada de los jóvenes, la autoprotección o percepción de
protección individual, estar de acuerdo con la venta de estupefa-
cientes (porque es vendedor de estupefacientes, porque un fa-
miliar consume, porque él consume, porque los que venden son
amigos o familiares), acepto la venta de estupefacientes porque
me beneficio (no roban y “La Cordillera” presta seguridad).

Luego de este panorama que se acaba de describir se ratifica lo


expuesto por Émile Durkheim (1994), “He aquí, un orden de hechos
que presentan caracteres muy especiales: consisten en maneras de
obrar, de pensar y de sentir, exteriores al individuo, y están dotadas
de un poder coactivo, por el cual se le imponen” (p. 18). La descrip-
ción de estos hechos sociales poseen una vitalidad imperativa para
los ciudadanos que deben vivenciarlos. Tiene carácter impositivo y
se hacen de aplicación general sobre los cuales se prefiere no dis-
cutir ni cuestionar.

Las organizaciones criminales dedicadas a la comercialización de


Narcomenudeo: entramado social del crimen

estupefacientes plantean retos al Estado en la garantía de la se-


guridad pública desde aspectos tales como la actuación judicial, la
atención a las manifestaciones de conflicto social, de violencia y de
criminalidad; así como la planeación estratégica del Estado para la
formulación de política pública frente a esta amenaza.

En el ámbito de la actuación judicial la comprensión del fenómeno


incide en aspectos relevantes para impactar de manera efectiva a
las organizaciones narcotraficantes tales como:

248
NARCOMENUDEO: UNA AMENAZA A LA SEGURIDAD PÚBLICA

- Mayor protagonismo del sistema judicial para desequilibrar la


armonía que existe en el sistema de producción de capital del
narcotráfico.

- Orientar la investigación criminal a la judicialización de las perso-


nas comprometidas en los aspectos estratégicos de la comerciali-
zación de estupefacientes donde hay estructuras organizadas y no
solo en los vendedores (jíbaros).

- Controlar el desdoblamiento de las pandillas con las cuales se


busca ampliar la cobertura en el territorio y controlar la comercia-
lización de estupefacientes.

- Intervenir la consolidación del crimen subregional a través de


organizaciones que controlan la comercialización de estupefa-
cientes en el ámbito inter-fronterizo con otros Estados.

Además las diferencias conceptuales y la desalineación del ordena-


miento jurídico en relación con la prohibición del consumo (artículo
49 de la Constitución Política de Colombia), dificultan la unidad de
criterio frente a la comprensión del fenómeno en su componente
criminal, es decir, aún falta consenso para enriquecer el vocabulario
técnico de los elementos constitutivos del narcomenudeo.

La actuación y atención del Estado con respecto a los fenómenos


de conflicto social, de violencia y de criminalidad requieren un tra-
tamiento diferencial, pero complementario, y la elaboración de un
análisis interdependiente como se manifiesta en la realidad. Esto
determina la planeación estratégica, táctica y operativa de las ins-
tituciones del Estado para garantizar la adecuada respuesta a las
Narcomenudeo: entramado social del crimen

demandas de seguridad de los ciudadanos.

Los fenómenos de conflicto social y de violencia se deben abordar


desde la actividad de policía, mientras las manifestaciones de cri-
minalidad se atienden desde la actividad de policía judicial. Por su
parte, las necesidades básicas insatisfechas (NBI), se constituyen
en factor de análisis para la comprensión de las distintas manifes-
taciones de afectación a la convivencia, pero no como elemento ex-
clusivo de perturbación.

249
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

Desde la primera perspectiva, la actividad de policía asesorada por


la inteligencia policial, en coordinación con el Gobierno se concen-
traría en la coproducción de seguridad a partir de la prevención co-
munitaria, situacional y social. Respecto de la actividad de policía
judicial se requiere la producción de inteligencia criminal y a partir
de ella, incidir en la formulación de la política criminal. Luego, se
puede concluir que la inteligencia policial y la criminal guardan es-
trecha interdependencia y complementariedad, aun cuando cum-
plen un rol diferente.

La incomprensión del fenómeno del narcomenudeo dificulta la pla-


neación estratégica del Estado para su tratamiento y por ende, des-
borda la capacidad de respuesta de las instituciones. Ello significa
que lo que estas enfrentan hoy, solo muestran la punta del iceberg.
Esta afirmación representa que el desconocimiento del narcomenu-
deo incide de manera directa en la in-gobernabilidad de la seguri-
dad pública por parte del Estado. Esto en razón a que probablemen-
te las entidades estatales no estén generando valor público (Kelly,
G., Muers, S. y Mulgan, G. 2002, p.7), lo que implica que la legitimi-
dad formal está en riesgo frente al actor criminal que se impone de
manera material.

También se puede interpretar que puede haber in-gobernabilidad


de la seguridad pública por la baja interacción y la descoordinación
de los actores estatales y no estatales, para tratar las diferentes
manifestaciones que caracterizan el narcomenudeo. No obstante,
esa situación tiene su origen, entre otros aspectos en el diseño de
la política pública, porque no se realiza bajo una concepción integral
del problema público y por ende, en la implementación se evidencia
baja coordinación interinstitucional y participación ciudadana frente
a las manifestaciones del narcomenudeo (conflicto social, violencia
Narcomenudeo: entramado social del crimen

y criminalidad) como un todo.

Al intentar una especie de colofón de este capítulo, se advierte que


este análisis no agota la discusión, sino que pretende convocar a
las autoridades político-administrativas, a la comunidad académi-
ca, a la Policía Nacional de Colombia y a los cuerpos de policía de
Latinoamérica para iniciar un debate que permita comprender me-
jor el narcomenudeo como un fenómeno del narcotráfico, que afec-
ta no sólo la seguridad, sino la convivencia de los ciudadanos que lo
sufren en toda su dimensión.

250
DESTERRITORIALIZACIÓN DEL CONTROL SOCIAL ESTATAL

CAPÍTULO VI
Desterritorialización del control
social estatal

La apropiación y explotación del territorio sugiere


relaciones de poder y hegemonía que el actor
criminal desarrolla, con el fin de adecuar las
condiciones favorables para la comercialización
de estupefacientes. El control social que demanda
condiciones regladas como mínimos de interacción
humana en los entornos urbanos, se convierte en
una herramienta de poder que los criminales usan
para imponer normas de comportamiento.

“Las prácticas sociales pueden llevar a


engendrar dominios de saber que no sólo
hacen que aparezcan nuevos objetos,
Narcomenudeo: entramado social del crimen

conceptos y técnicas sino que hacen


aparecer, además, formas totalmente nuevas
de sujetos y sujetos de conocimiento”.
Michel Foucault

251
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

Desterritorialización
del control social estatal

Es necesaria, a la luz del concepto de valor público, una alinea-


ción entre la prestación del servicio, la confianza como forma de
reconocimiento social y los resultados en términos de impacto. En
Pereira, la Policía Nacional es reconocida por los ciudadanos como
la autoridad encargada de garantizar el control social, pero el nue-
vo orden institucionalizado por el actor criminal puede influir en el
bajo impacto de los resultados que en términos de prevención bus-
can las instituciones del Estado en el tratamiento de los problemas
públicos.

Por lo tanto, la Policía Nacional por sí sola no genera valor público


frente a un problema complejo como es el narcomenudeo que de-
manda la concurrencia, coordinación y subsidiariedad de las insti-
tuciones del Estado. Esto bajo el entendido de que para remover
todas las manifestaciones que tiene el actor criminal en el territorio,
le corresponde a la generalidad del Ente de Policía actuar de acuer-
do al ámbito de responsabilidad que tiene. Además, porque no son
cosas insignificantes, sino rupturas estructurales en la concepción
de sociedad y del ejercicio material del control social como se verá
en adelante.

La desterritorialización: una realidad palpable en Pereira


Narcomenudeo: entramado social del crimen

Una vez analizado el caso de estudio en la ciudad de Pereira donde


la organización “La Cordillera” institucionalizó en el territorio y en el
colectivo la comercialización de sustancias estupefacientes como
medio para la monetización de los productos del narcotráfico, se
entrará a profundizar en los aspectos inherentes a la forma material
como esto influye en la desterritorialización del control social esta-
tal, lo que constituye la tesis principal de esta investigación.

252
DESTERRITORIALIZACIÓN DEL CONTROL SOCIAL ESTATAL

Inicia esta argumentación señalando que el hombre necesita un te-


rritorio para desarrollar su vida plenamente. La sociedad como ente
organizacional colectivo, necesita de la territorialización, proceso
de dominio económico y político, así como de apropiación en los
aspectos simbólicos y culturales vitales para los grupos humanos
(Haesbaert, R. 2007). Cada disputa por el territorio trae implícitos
complejos procesos sociales de desterritorialización por la lucha de
poderes, y por esa línea, una vez removidos los vestigios de hege-
monía, un proceso de re-territorialización, luego de establecer un
sentido propio.

Se debe pensar entonces que la territorialización, la desterritoriali-


zación y la re-territorialización a partir del accionar de “La Cordille-
ra” que lidera la comercialización de estupefacientes, son procesos
concomitantes, fundamentales para comprender las prácticas hu-
manas referidas en la ciudad de Pereira. Con este enfoque y toman-
do como guía el marco teórico, a continuación se realiza la interpre-
tación de los hechos y las percepciones sobre la que se reconstruyó
la realidad.

El fuerte anclaje que tiene el territorio en las personas, está dado


porque este no solamente es tierra, sino que allí se encuentran, ar-
ticulan y fundan las relaciones sociales históricamente construidas.
Por lo tanto, “el territorio puede ser relativo a un espacio vivido, así
como a un sistema percibido en cuyo seno un sujeto se siente en
su casa. El territorio es sinónimo de apropiación, de subjetivación
encerrada en sí misma”. (Guattari, F. y Rolnik, S. 2006, p. 372). El
anclaje descrito se encuentra fracturado por las manifestaciones de
poderío y dominación que desarrollan actores ilegales en oposición
a la institucionalidad formal.
Narcomenudeo: entramado social del crimen

La existencia del fenómeno del narcomenudeo en la ciudad de Pe-


reira es ante todo un problema público, que por su origen e impacto
multicausal se materializa en los espacios geográficos, en las inte-
racciones humanas y en las relaciones de poder y hegemonía que
impone un actor criminal. Al respecto, David Harvey (1998, p. 250)
señala que “las relaciones de poder están siempre implicadas en
prácticas espaciales y temporales”. Estas relaciones de poder pue-
den presentarse tanto de forma material como simbólica, y son el
resultado de la adecuación de un espacio que se construye diferen-

253
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

cialmente según vivencias, percepciones y concepciones particula-


res de los individuos, grupos y clases sociales que lo conforman.

Entramado social del crimen y desterritorialización del control social

En las zonas de Pereira, donde se concentran los puntos de venta


de estupefacientes, estas se han convertido en escenarios donde
la institucionalidad disputa su permanencia y hegemonía, porque
el actor ilegal por medio de acciones de violencia, coerción y cri-
minalidad, impone normas de comportamiento que terminan sien-
do aceptadas por esa coacción, e incluso por consentimiento o por
mera indiferencia, lo que se materializa en poder, y que en últimas,
hace parte de lo que aquí se ha denominado entramado social del
crimen, es decir, la des-configuración y la re-configuración de la
cohesión social para favorecer la institucionalización de proyectos
económicos y políticos con fines criminales, lo que de hecho afecta
la gobernabilidad en las ciudades.

Dicho de otra forma, cuando se aplica una serie de acciones para la


imposición de condicionamientos y normas que van en contravía de
las legalmente establecidas afectando las instituciones de la socie-
dad, con el propósito de condicionar y determinar el comportamien-
to de los ciudadanos de sectores específicos de la ciudad, estas se
convierten en un medio complementario para facilitar y potenciar la
amenaza de la comercialización de estupefacientes. Este panorama
supera las valiosas advertencias de Isaac Beltrán y Elkin Velásquez
(2012) proponen, porque no es un proceso de aprendizaje sino de
internalización:
Narcomenudeo: entramado social del crimen

... la lucha contra el crimen se convierte en una línea de acción clave


en promoción de la cohesión social. Si el control del crimen no se con-
vierte en una prioridad de los Estados entonces la democracia misma
puede estar en riesgo como consecuencia del apoyo masivo de la so-
ciedad hacia las soluciones basadas en la autoridad o, lo que es peor,
la sociedad puede aprender a convivir con las organizaciones de ban-
didos que regulan la oferta de bienes y servicios en el barrio (p. 81).

El resultado es un proceso de afectación en lo político (intervención


en los procesos de integración e inclusión social para la toma de
decisiones colectivas y el aprovechamiento del bienestar que brinda

254
DESTERRITORIALIZACIÓN DEL CONTROL SOCIAL ESTATAL

el Estado), lo económico (dineros derivados de actividades crimina-


les insertados en el sector real de la economía local, instrumenta-
lización de los ciudadanos como fuerza laboral y trabajadores), lo
territorial (expansión geográfica del fenómeno, aprovechamiento de
espacios de uso público como puntos de venta), y sobre el control
social (normas de obligatorio cumplimiento, imposición de sancio-
nes, autoridad por coacción), con componentes de apropiación sim-
bólicos y culturales de los espacios locales.

En otras palabras, las manifestaciones de poder ejercidas por el


actor criminal, como planteaba Michel Foucault (2004), están cir-
cunscritas por múltiples mecanismos y procedimientos sistemáti-
cos de imposición contra determinados colectivos. No solo se trata
de una consecución creciente y dinámica de ganancias producto
de la comercialización de sustancias estupefacientes y otras activi-
dades económicas criminales, sino que el fin es asegurar el poder
dentro del territorio y al interior de las interacciones y apropiación
que hacen las personas asentadas en las zonas donde se desarrolla
el fenómeno del narcomenudeo.

Además de la institucionalización y estructuración del entramado


social del crimen como una forma de intervenir la cohesión social
y adecuar las relaciones sociales para el desarrollo de actividades
económicas criminales.

Los procesos de territorialización del Estado, hasta hace poco se


consideraban, por encima de todo, que eran efectivos de derecho,
bajo el entendido de que el cuerpo normativo y el sometimiento al
contrato social por parte de los ciudadanos, garantizaban el control
social.
Narcomenudeo: entramado social del crimen

Adicionalmente, los procesos de hecho, se tenían por dados, tenien-


do como fundamento el carácter de validez por la respuesta exclusiva
a los referentes territoriales, que tradicionalmente se consideraban
como tal. No obstante, la evidencia demuestra que entre las autorida-
des del Estado de los diferentes órdenes la vida en sociedad en un te-
rritorio, a pesar de estar en permanente fluctuación y movimiento, no
dimensionan el impacto de los cambios. Los sistemas sociales, por
lo tanto, tienen vida propia y una lógica que por lo general los entes

255
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

del Estado desconocen. Esta constante transformación tiene como


agentes generadores y transformadores al hombre o a la naturaleza.

Así las cosas, lo que el narcomenudeo demuestra en la ciudad de


Pereira es que los referentes territoriales están determinados y mar-
cados por interrelaciones, vivencias, actores, fenómenos y procesos
complementarios que impactan el sentido de territorialidad, conlle-
vando a la alteración del orden social tradicionalmente concebido.
En este sentido, la problemática territorial que conduce a la desterri-
torialización está dada en parte, por las limitaciones de la actuación
estatal desde el plano nacional, departamental y municipal.

Por lo tanto, los integrantes de “La Cordillera” haciendo uso del po-
der que les genera el monopolio de la comercialización de estupe-
facientes en interdependencia con otras actividades económicas
criminales, inicialmente lo que ejecutan es un proceso de territo-
rialización donde juegan un papel determinante las relaciones de
poder, coacción, control y el ejercicio de la violencia como opciones
expresadas sobre las condiciones sociales que tienden a regular.
Dicho de otra forma, cuando se aplica una serie de acciones para la
imposición de condicionamientos y normas que van en contravía de
las legalmente establecidas afectando las instituciones del Estado,
dirigidas a condicionar y determinar el comportamiento de los ciu-
dadanos de sectores específicos de la ciudad, estas se convierten
en un medio complementario para facilitar y potenciar el fenóme-
no del narcomenudeo. El resultado es un proceso de afectación en
lo político, lo económico, lo territorial y sobre el control social, con
componentes de apropiación simbólicos y culturales de los espa-
cios locales.
Narcomenudeo: entramado social del crimen

Lo anterior se manifiesta en procesos de institucionalización que


no eran percibidos por el Estado como una forma para entender el
asentamiento de organizaciones criminales en determinados espa-
cios. Tales circunstancias son una derivación de limitadas acciones
proactivas que no anticiparon las realidades ni la atención integral
por medio de actividades de contención o neutralización de esos
procesos eminentemente sociales que terminaron por afectar el
control social estatal. La reflexión que se plantea está orientada a
lograr que el enfoque de la actividad estatal detecte y monitoreé los

256
DESTERRITORIALIZACIÓN DEL CONTROL SOCIAL ESTATAL

procesos de institucionalización de los grupos ilegales asociados a


las actividades económicas criminales.

A pesar de que no se trata de una posesión de facto respecto de la


institucionalidad estatal por parte de “La Cordillera”, sí hay interfe-
rencias a través de la coacción y la violencia para el ejercicio de ella
por parte de los entes y funcionarios que representan al Estado.
Por supuesto que las autoridades pueden hacer presencia en esos
lugares y de hecho, lo hacen, pero el cumplimiento y la extensión de
sus funciones sufren afectaciones. Desafortunadamente en estos
casos los ciudadanos lo que esperan, más que la presencia de los
representantes del Estado, es una gestión efectiva de sus necesida-
des y expectativas, así como el tratamiento integral de las amena-
zas a la convivencia.

En consecuencia, “La Cordillera” de forma sistemática y progresiva


ha conseguido afectar, influenciar y controlar la cotidianidad de las
personas, los fenómenos urbanos y las relaciones inherentes a la
vida social, mediante la imposición de controles en áreas geográfi-
cas delimitadas y específicas. Se percibe cómo un territorio, termina
sometido a unos códigos de comportamiento y comunicación que
delimitan fronteras reales o “invisibles”, por medio de formas de
coacción y control. Debe aclararse que no siempre ese sometimien-
to es forzado por medios violentos, ya que en no pocas ocasiones,
algunos ciudadanos, de forma consciente o inconsciente, reconocen
que terminan bajo el poder imperante de forma consentida, pero
como respuesta al temor generalizado, e incluso, por indiferencia.
Este proceso de territorialización nunca acabado, se mantiene por
medio de una vigilancia y seguimiento permanente, que profundiza
su alcance con retroalimentación constante para perfeccionar los
Narcomenudeo: entramado social del crimen

medios y mejorar los resultados.

La organización criminal “La Cordillera” a través de la ascenden-


cia de integrantes desmovilizados de las Autodefensas Unidas de
Colombia (AUC), aliados con delincuentes comunes y organizados,
recogieron el legado de criminalidad e imposición de control territo-
rial que llegaron a tener las AUC hasta antes de su desmovilización.
En el marco del conflicto colombiano es reconocida la capacidad
que tuvo esta organización para incidir en el control municipal y la
penetración en aspectos locales de tipo político, económico y social,

257
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

llegando en algunos casos, a suplantar de forma ilegal la autoridad


en algunos municipios, ya sea de forma consensuada con sectores
políticos o de facto, por medio de la fuerza o en una combinación
de ellas.

Pero la desterritorialización en el caso de la ciudad de Pereira no


sólo se da por la interferencia ilegal de la autoridad del Estado, sino
que también obedece a la falta de reconocimiento que desde el
punto de vista cultural se da a la institucionalidad legal. Es notoria
la animadversión que entre algunos sectores de la población infantil
se empieza a gestar hacia los actores que representan al Estado.

Un factor que llama la atención en Pereira es que la ubicación geo-


estratégica que tiene la ciudad respecto de las áreas del Pacífico
colombiano y la zona sur del país, la ha convertido en receptora de
población desplazada por la violencia o en calidad de migrante. Los
procesos de readaptación de estas personas, que en algunos de los
casos han sido instaladas en zonas específicas del municipio (barrio
El Remanso, por ejemplo), traen consigo un proceso de “re-territo-
rialización”. A pesar de esas nuevas realidades de vida todavía obe-
decen a los referentes territoriales de las zonas de donde provienen,
y adicionalmente, adquieren las referencias propias de la capital
de Risaralda, que terminan entremezclándose, para alcanzar unos
niveles suficientes de capacidad para subsistir en esos entornos y
bajo las condiciones de vida que se imponen. Con mayor razón si se
considera que una familia recién llegada a este nuevo hábitat, se
encuentra con múltiples dificultades que incluyen discriminación,
exclusión social e incluso, maltrato.

Para una aproximación a las dimensiones recogidas sobre los efec-


Narcomenudeo: entramado social del crimen

tos de la desterritorialización del control social estatal en Pereira por


efectos del narcomenudeo, se analizan los aspectos relacionados
con las diferentes manifestaciones que desagrega el actor criminal,
esto con el fin de buscar una comprensión práctica y dimensionar
la gravedad de la situación como presupuesto para intervenir este
problema público. Por lo tanto, se hará un recorrido por la incidencia
económica, el aspecto territorial, el impacto en la vida política y en
la alteración del control social, que argumentan la desterritorializa-
ción del control social estatal.

258
DESTERRITORIALIZACIÓN DEL CONTROL SOCIAL ESTATAL

La incidencia en el aspecto económico local


Conviene aclarar que el enfoque dado a este apartado no tiene por
objetivo conjeturar sobre aspectos econométricos relacionados con
las ganancias que genera la actividad económica criminal, ya que
ese no es el objetivo de la presente investigación, pero no se puede
pasar por alto la multiplicidad de hechos fácticos y datos empíricos
encontrados en su desarrollo, relacionados con la incidencia econó-
mica como una órbita de la desterritorialización citada.

Desde esta perspectiva en la incidencia económica, es notable que


los actores ilegales entienden que en el territorio (visto como zona
de circulación o transporte, el flujo de renta, de concurrencia para
el intercambio de mercancías y de cooperación) requiere de los es-
pacios y de procesos de territorialización por las condiciones físicas
del entorno, que finalmente son una fuente de recursos por medio
del dominio de su acceso, control, explotación o reinversión en ac-
tividades de tipo legal, además de las claramente ilegales, que son
su principal objetivo. Este aspecto es consecuente, porque como
factor de producción y una vez logrado el control territorial de deter-
minados barrios o zonas, entiéndase re-territorialización, los grupos
humanos allí situados son inmediatamente considerados como me-
dios para la producción de riqueza, ya sea legal o ilegal.

Entonces en los referentes territoriales una “nueva forma de eco-


nomía” se da por la puesta en funcionamiento de establecimientos
comerciales tales como tiendas, panaderías, ferreterías, almacenes
de abarrotes, licoreras, carnicerías, billares, salones de belleza y
asaderos de pollo, entre otros. Aunque los títulos de propiedad de
estos bienes aparecen a nombre de personas naturales, tienen la
Narcomenudeo: entramado social del crimen

inversión de recursos económicos derivados de la comercialización


de estupefacientes o la captura de otras rentas legales, ilegales o
criminales que canaliza “La Cordillera” mediante la instrumentaliza-
ción de algunos ciudadanos.

De forma consecuente, se emite la imposición para que las perso-


nas residentes en esas áreas se conviertan en “clientes” de esos
negocios como resultado de la coacción, la aceptación social o el
desconocimiento. El esquema de relación económica de entrada
significa la eliminación de la competencia por falta de clientela que

259
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

significan excelentes márgenes de ganancia, manifestaciones inter-


pretadas como la desregulación de los mercados intervenidos por
el actor criminal.

Para calcular la magnitud de la problemática territorial por efectos


económicos, basta pensar en la relación de “dependencia laboral”
que tienen algunas personas con “La Cordillera”, pues terminan
siendo vinculados (constreñidos o por consentimiento) a esos ne-
gocios que aparecen como lícitos, lo cual se acepta como empleos
informales. Entonces no sólo se ve a la comunidad instrumentaliza-
da como clientela, sino también como fuerza laboral, de allí que se
manifieste una notoria inserción de la organización narcotraficante
en los mecanismos de generación de capital adoptados con el pro-
pósito de pretender acumular riqueza. Pero también para la organi-
zación criminal es importante lograr a través de estos medios, el po-
sicionamiento y el reconocimiento por parte de los ciudadanos. En
concordancia, debe considerarse que Pereira en los últimos años,
aparece como una de las ciudades del país más afectadas por el
desempleo.

Esta nueva perspectiva del comercio en la ciudad de Pereira influen-


ciada por la organización criminal “La Cordillera” ofrece la posibili-
dad de reinvertir en la base primaria de la economía (sector real) los
recursos obtenidos de las diferentes actividades ilegales y legales
que lideran. De igual forma, garantiza que los controles del siste-
ma financiero no sean un asunto de interés porque esos capitales
no se incorporan primariamente en ese sector y, por supuesto, los
movimientos sospechosos de elevadas cantidades de dinero no son
rastreables ni detectados. A diferencia de las bandas narcotrafican-
tes que delinquen en las urbes de Brasil, esta incidencia económica
aún no muestra intensión de configurar un “poder popular”, sino
Narcomenudeo: entramado social del crimen

que su objetivo fundamental es maximizar las ganancias consoli-


dando su asentamiento y apropiación del territorio.

Por otro lado, la alta concentración de ciudadanos en condición de


riesgo de calle, habitante de calle e indigente que existe en Pereira,
se relacionan generalmente con los sitios donde se ubican esta-
blecimientos de reciclaje y chatarrerías, así como compra-ventas y
lugares dedicados a la adquisición de elementos hurtados (reduci-
dores). En este referente espacial convergen los puntos de venta
de estupefacientes (narcomenudeo) lo que permite evidenciar que
una parte de las transacciones comerciales ilegales se realicen me-

260
DESTERRITORIALIZACIÓN DEL CONTROL SOCIAL ESTATAL

diante el intercambio de bienes y servicios por sustancias estupefa-


cientes. En estas áreas es bien característico que la imposición de
reglas mantenga cánones de comportamientos suficientes ante la
multivariedad de personas que allí acuden, pero que garantizan una
aparente convivencia.

Mención aparte merece el control que la organización criminal tiene


de las áreas de tránsito, así como puntos de salida y llegada de las
rutas de servicio de transporte urbano en la ciudad de Pereira. En
esos territorios se ejecutan extorsiones a los conductores y propie-
tarios de los vehículos que desarrollan estas actividades. Igualmen-
te, los establecimientos de lavaderos de carros, talleres y monta-
llantas en los entornos próximos a los parqueaderos tienen ligazón
con los criminales. La evidencia recolectada al respecto advierte
además que algunos comerciantes formales e incluso residentes
de las zonas de asentamiento de puntos de venta, son víctimas de
extorsiones por parte de la organización “La Cordillera”.

Otro factor vinculado al aspecto económico es la posibilidad de ac-


ceder a bienes muebles e inmuebles a precios favorables o por ex-
propiación ilegal forzosa a favor de los miembros de la organización
criminal, que los obtienen por medio de la violencia o la coacción
contra sus legales propietarios, tenedores o poseedores. Esto lo que
permite es una sistemática ampliación del margen de injerencia ha-
cia nuevos sectores que se constituyen en foco para la explotación
de las actividades económicas criminales y a la vez, como medio de
control porque esos predios terminan ocupados por personas afi-
nes a la organización narcotraficante que cumplen roles específicos
para el logro de los objetivos criminales. Por lo tanto, la desterritoria-
lización va mucho más allá de los aspectos meramente reguladores
de conducta como ligeramente se pudiera pensar.
Narcomenudeo: entramado social del crimen

Es aquí entonces donde se observa otra forma diversa de genera-


ción de riqueza y procesos de re-territorialización, lo que amenaza la
capacidad del Estado para actuar como regulador de las interaccio-
nes humanas y las relaciones comerciales en específico. El control
hegemónico del territorio por parte de los actores ilegales es ante
todo un medio a través del cual se logra el fin organizacional que es
maximizar las ganancias por medio de la explotación legal o ilegal
del mismo, a través de la adaptación y la capacidad de responder
a las acciones de las autoridades estatales, lo que demuestra una

261
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

alta capacidad de mutación y sofisticación de los métodos y estra-


tegias que utilizan. No es por lo tanto arriesgado decir que lenta-
mente la organización criminal “La Cordillera” viene construyendo
escenarios donde “la sociedad y su espacio están organizados para
la producción, circulación, distribución y consumo de mercancías”
(Bustos, C. s.f., p. 9), y como se ha visto, esto puede tener origen
legal o ilegal.

En ese orden de ideas, la captura de rentas es una modalidad im-


plementada por “La Cordillera” para diversificar el flujo de capitales
de origen ilegal producto de la comisión de otros delitos o activi-
dades económicas criminales. Esta situación se estaría dando por
efectos de extensión que no demanda un importante componente
de integrantes o presiones de violencia, ya que por ejemplo, la situa-
ción basada en extorsiones de bajas cantidades de dinero terminó
siendo impuesta forzosamente contra los comerciantes formales
que se tornó en un proceso de naturalización, con la explotación
milimétrica del territorio para generar riqueza.

“La Cordillera” como organización que desarrolla el narcotráfico en


el subsistema de comercialización, aplica una lógica de diversifi-
cación criminal con fines de explotación económica para generar
riqueza. Por lo tanto, el narcotráfico genera mercados paralelos por-
que se dan formas de intercambio ilícito de bienes en sí mismo líci-
tos (Uprimny, R. 1993, p. 14). De ahí que exista una intervención en
varias actividades criminales locales, nacionales o transnacionales.

Los campos de la economía formal donde el actor criminal estaría


teniendo incidencia son la fijación de cuotas extorsivas en la comer-
cialización de cebolla en las plazas minoristas de Pereira, así como
Narcomenudeo: entramado social del crimen

el ganado en pie (para sacrificio) traído desde el departamento de


Caquetá y la comercialización de autopartes. Otra situación particu-
lar se presenta con los prestamistas de pequeñas sumas de dinero,
conocidos popularmente como “gota-gota”, quienes dependen o
actúan con el consentimiento de “La Cordillera” y, por lo tanto rin-
den cuentas de todas las transacciones de crédito informal a altos
intereses que se dan en la ciudad, en la que se invierten recursos
provenientes de las diferentes actividades criminales. La denuncia
de todos estos eventos por los medios de cobro que se aplican o por
los sobrecostos generados ante las elevadas tasas de interés, no se

262
DESTERRITORIALIZACIÓN DEL CONTROL SOCIAL ESTATAL

produce por el temor de los ciudadanos a retaliaciones por parte de


la organización criminal.

Siguiendo esta misma tendencia, también se ofertan servicios cri-


minales para la comisión de homicidios “por encargo”, presiones y
amenazas para el cobro de deudas, causar lesiones personales o
coaccionar el desplazamiento intraurbano. Las evidencias fácticas
indican que muchos de estos hechos estarían siendo cometidos por
grupos delincuenciales integrados por menores de edad al servicio
del actor criminal, gracias a lo cual reciben una remuneración eco-
nómica. Esta forma de subcontratación criminal se gesta no sólo
para la comisión de estos hechos en determinados puntos del Área
Metropolitana de Pereira o municipios circunvecinos, sino que se
ofrece la posibilidad de realizar las acciones en otras zonas del país
e incluso en el exterior.

Es importante advertir que a pesar de las ganancias generadas por


estas actividades, el principal esfuerzo de actuación de “La Cordille-
ra” se concentra en la comercialización de estupefacientes. Pero se
visualiza claramente que estas fuentes alternativas son de interés
para el sistema de acumulación de capital, posicionan su actuación
y sirven como instrumentos de control y barreras que impiden o difi-
cultan el acceso de otras organizaciones que quieren capturar estas
rentas criminales. Es otra forma de abrir la perspectiva para identi-
ficar la interdependencia de diferentes actividades económicas cri-
minales articuladas de forma homogénea por una organización con
capacidad de controlar, coordinar y establecer monopolios.

La apropiación del territorio: elemento vital para el


Narcomenudeo: entramado social del crimen

narcomenudeo
Los procesos de territorialización, desterritorialización y reterritoria-
lización, por efectos del narcomenudeo se materializan por el cam-
bio de identidad real y simbólica de los espacios geográficos con
los que las personas tienen vínculos en algunas zonas de Pereira.
Es notoria la restricción de los espacios públicos o de uso público
como los parques, las canchas, las aceras, las gradas, los parajes
arborizados y las orillas de los ríos o quebradas. Muchos de estos si-
tios están constituidos como zonas de compra, venta y consumo de

263
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

sustancias estupefacientes, en los cuales se identifican escenarios


que generan limitaciones para su uso o el mero tránsito de los ciu-
dadanos, ante el fenómeno del narcomenudeo y sus actores, con la
carga simbólica de señales que atemorizan (señas, grafitis, miradas
de los vendedores, exposición de armas) y las manifestaciones de
violencia interpersonal (agresiones físicas y verbales).

El sentido de apropiación y arraigo por esos lugares se pierde. Las


familias paulatinamente entran en un proceso de cambio compor-
tamental asociado al desapego por esos espacios al considerarlos
peligrosos, inseguros y de alto riesgo, no sólo para su seguridad in-
tegral, sino porque advierten que son propicios para la inducción al
consumo de sustancias estupefacientes, especialmente en meno-
res de edad o para la inclusión de los jóvenes en pandillas o como
fuerza laboral de “La Cordillera”. Por lo tanto, su uso se desnatura-
liza y la falta de mantenimiento de la infraestructura y el entorno
conducen a que se deterioren físicamente, lo que de fondo favorece
la expansión del narcomenudeo. Algunos ciudadanos consideran
que incluso las personas que participan del mercado ilegal de los
estupefacientes, planean y ejecutan acciones vandálicas contra los
elementos de los lugares de uso público (alumbrado, mallas, can-
chas, entre otros) para desestimular su utilización o el tránsito a
través de ellos.

Frente a lo anterior, existe la contradicción de carácter comunita-


rio por la construcción de escenarios deportivos en Pereira, porque,
pese a que se convirtió en una estrategia de asistencia y cobertura
de la administración municipal, también fue una oportunidad para
“La Cordillera” porque sobre esos sitios, entendidos como referen-
tes de poder, se iniciaron procesos de desterritorialización para fa-
Narcomenudeo: entramado social del crimen

vorecer el narcomenudeo (Callejas, M. 2008, pp. 341-343). A esto


se une que las mismas características topográficas de la ciudad
obligan a la construcción de gradas, caminos peatonales o vías pú-
blicas en zonas de ladera, en las cuales el acceso y movilidad de las
unidades de Policía se dificulta porque la disposición del servicio
está dada para una cobertura por medio de vehículos. Una configu-
ración urbana de este tipo demora los tiempos de respuesta de la
Policía Nacional, y genera aprehensión en el uso del espacio público
por parte de los ciudadanos, porque son frecuentemente explota-
dos para la compra, venta y consumo de estupefacientes.

264
DESTERRITORIALIZACIÓN DEL CONTROL SOCIAL ESTATAL

Por otra parte, las actividades de observación permitieron estable-


cer que la ubicación de los puntos de venta presentan algunos ele-
mentos comunes en lo que se refiere a la configuración del entorno
que, finalmente, son características que favorecen su actividad. En
este sentido, se puede mencionar que las fachadas de las residen-
cias del sector se encuentran en deficiente estado de preservación,
las vías públicas, en su mayoría, presentan deterioro o están sin
ningún tipo de pavimento; las redes de alcantarillado, el alumbrado
público, la conservación de jardines, la recolección de basuras y el
estado de los andenes, son precarios; así como las redes de servicio
público (energía eléctrica, teléfono, televisión por cable) son desorde-
nadas. El tránsito de personas y vehículos de servicio público (taxis y
buses) es bajo. Estos son apenas algunos de los hallazgos que segu-
ramente en una indagación de mayor profundidad, pueden ampliar
el abanico de interpretaciones al respecto.

Por otro lado, una variable del desapego y el desarraigo territorial


se orienta a la relación o el “sentido de no pertenencia” con la ciu-
dad. En el Eje Cafetero en general, y de Pereira en particular, existe
la idea generalizada entre la población, especialmente juvenil, de
“viajar afuera”, o sea, inmigrar a Estados Unidos o Europa. En este
sentido, los lugares o espacios habitados, como lugar de significan-
cia, pierden su relevancia y no se dan vínculos de apropiación o
filiación con la territorialidad local. Esta situación de alguna manera
incide en que las vivencias que suceden en el territorio próximo, no
resulten de interés para los ciudadanos que tienen por lógica de
existencia, establecer su proyecto de vida en el extranjero. Esta vi-
sión de futuro impacta de forma negativa la cohesión social porque
origina la desarticulación de las redes de cooperación colectiva e
identidad comunitaria.
Narcomenudeo: entramado social del crimen

Afectación a la inclusión social por la injerencia


del actor criminal
Las prácticas criminales a través de las cuales “La Cordillera” llega
a establecerse en procesos de re-territorialización significan apode-
rarse de la información que se utiliza para las gestiones propias
de las Juntas de Acción Comunal (JAC). Por medio de la coacción,
amenazas y violencia contra los dignatarios de las JAC, estas institu-
ciones terminan condicionadas en su capacidad de desempeño. Por
consiguiente, la participación ciudadana se desestimula por efectos

265
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

de miedo y la desazón entre los ciudadanos da como resultado que


estos prefieran “no meterse en problemas” y eluden esta posibili-
dad ciudadana de incidir en la formulación y desarrollo de proyec-
tos comunitarios liderados desde la sociedad. De fondo, la principal
afectación en este sentido se da por la instrumentalización de los
mecanismos de inclusión social.

Por su parte, las dependencias del orden municipal, descentraliza-


do o desconcentrado de la Administración Pública ven como su ca-
pacidad de cubrimiento y ejecución de las políticas propias de cada
entidad, está limitada, intervenida o bien restringida por el accionar
del actor criminal, especialmente en las zonas donde se concentra
el mayor número de puntos de venta de sustancias estupefacien-
tes. Esa interdicción en el ejercicio de la autoridad incide en la des-
articulación de las entidades administrativas del nivel local y por
ende en la ejecución de las políticas públicas. Las restricciones a
la actividad política traen como consecuencia unos grupos sociales
mucho más aislados no sólo en el aspecto meramente de distancia
entre el centro y la periferia, sino de los ámbitos de acción de las

DENUNCIA PUNTO
DE VENTA
DENUNCIA VENDEDOR
62%
(jíbaro)
63,2%

38%

36,8%
Narcomenudeo: entramado social del crimen

SI NO

Gráfico 27. Estadística: intención de los SI NO


ciudadanos para denunciar el punto de
Gráfico 28. Estadística: intención de los
venta de estupefacientes.
ciudadanos para denunciar al vendedor
de estupefacientes.

266
DESTERRITORIALIZACIÓN DEL CONTROL SOCIAL ESTATAL

autoridades estatales. Es aquí donde el logro de los fines esenciales


del Estado se ve perturbado, porque aunque existe la capacidad y
cobertura institucional, “La Cordillera” logra legitimarse y arraigarse
de esta forma en el territorio.

El imperante hegemónico de la organización criminal limita a la po-


blación la facultad de intervención en asuntos político-administrati-
vos no sólo por la distancia física con la institucionalidad, sino por
la prohibición de gestar proyectos de beneficio colectivo a través
de los mecanismos de participación democrática instituidos. Esto
afecta de manera sensible la inclusión social como forma de cohe-
sión social. Por ello, la comunidad está fragmentada y su sentido de
identidad social, minado.

Es de interés para “La Cordillera” intervenir toda forma de organi-


zación participativa para mantener los sistemas de producción y
acumulación de capital. En los procesos electorales es inminente
el riesgo por la posible injerencia de “La Cordillera” en materia de
financiación, apoyo o limitación para el ejercicio del debate político
o del uso del voto, así como para el mismo desempeño de las ins-
tituciones político-administrativas de Pereira y el Eje Cafetero. Las
prácticas criminales y de violencia en el marco del conflicto armado
han fundamentado la orientación de buscar representación política
en los entes territoriales por parte de los actores criminales para
proteger el intrincado y atomizado modelo de economía de merca-
do al margen de la ley Con esto, se quiere llamar la atención de
las potenciales amenazas contra el sistema democrático en el nivel
municipal, por efectos de la comercialización de estupefacientes.

Al respecto la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacien-


Narcomenudeo: entramado social del crimen

tes (JIFE) en su informe correspondiente al 2010 indica:

Algunas veces las organizaciones prósperas del narcotráfico han pasa-


do a ser fuerzas políticas propiamente dichas y han logrado usurpar el
poder y la autoridad de las instituciones políticas legítimas. Varias de
esas organizaciones, en connivencia con élites corruptas que procuran
obtener cierta ventaja política o establecer un monopolio político, con
lo que han logrado hacerse al control de los grandes mercados ilícitos.
La influencia política y la influencia delictiva, esferas estas que se re-
fuerzan mutuamente, en último término socavan la legitimidad de las
instituciones públicas (p. 4).

267
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

Un nuevo orden social institucionalizado implica


manifestaciones de control social
La percepción generalizada de poder que tiene la organización
narcotraficante “La Cordillera” y que se encuentra asentada en el
ideario colectivo e individual de los habitantes de Pereira, está im-
plantada por efectos asociados al temor por el rompimiento de las
reglas de control social. Es por ello que el sistema de producción de
capital a través del narcomenudeo está protegido por sentimientos
adentrados en los ciudadanos que prefieren no denunciar las con-
ductas asociadas al fenómeno que suceden en los puntos de venta
y con los vendedores (38% de los consultados). Las principales ra-
zones están ligadas al sentido de autoprotección no sólo de índole
individual, sino por salvaguardar al núcleo familiar, al considerar
que el hecho de no informar garantiza que no serán víctimas de
agresiones ni habrá consecuencias. A esto se une el vínculo que se
tiene con los bienes materiales que eventualmente también pueden
sufrir daños como forma de retaliación.

El sentimiento de miedo es altamente considerado por los ciudada-


nos consultados, pues el hecho de pensar en denunciar formalmen-
te y llegar a ser víctimas de ataques contra su propia integridad o
la de su familia por la peligrosidad del actor criminal, son motivos
fundados para evitar ir a las autoridades (36,8% de los encuestados
manifestaron su intención de no denunciar a los vendedores).

Así mismo, un margen de personas, aunque mínimo, advierte que no


denuncian porque el fenómeno no les interesa, “es problema de cada
quien”, o porque no conocen ni a los vendedores ni la ubicación de
los puntos de venta, ollas, bodegas, puntos de manufactura o centros
de acopio. Valga decir que aunque los vendedores o jíbaros no perte-
Narcomenudeo: entramado social del crimen

necen directamente a la organización, son ellos quienes ejecutan los


mecanismos ilegales de control social para presionar o actuar física-
mente contra los denunciantes y opositores.

Profundizando en el tema del miedo, los ciudadanos ofrecen res-


puestas que denotan esa reacción emocional por las realidades
que perciben en los entornos donde se desarrolla el narcomenudeo.
Otros hablan del sentimiento de ansiedad por la amenaza de los
criminales y los símbolos y manifestaciones asociados a los hechos
de criminalidad que se derivan del fenómeno (percepción de inse-

268
DESTERRITORIALIZACIÓN DEL CONTROL SOCIAL ESTATAL

guridad). Sin embargo, en lo que coinciden es que ese miedo hace


que sus componentes afectivos y comportamentales se modifiquen
a manera de mecanismos de defensa y autoprotección, y en el fon-
do, también sus estilos de vida. En las mujeres también es notable
la preocupación por los acosos sexuales y los ataques físicos, aun-
que necesariamente no implique la ocurrencia previa de estos, pero
deja en evidencia su vulnerabilidad frente a este tipo de agresión.

El miedo en alto grado generalizado entre los ciudadanos de Perei-


ra se encuentra asociado no sólo a las manifestaciones puntuales
de afectación a sus derechos y libertades públicas, sino que está
influenciado por las permanentes amenazas producidas por las
difíciles situaciones económicas, incluso la misma evolución del
conflicto armado y la influencia de los medios de comunicación en
el cubrimiento, muchas veces sensacionalista, de las situaciones
criminales locales. También se identificó que es tan sensible la insti-
tucionalización de “La Cordillera” que pese a no identificar cuál es la
real situación de miedo, la sola mención de esa marca psicológica,
ya interioriza un sentimiento de tensión individual y colectiva por
efectos del control social que ejecuta. A esto se une la imagen del
criminal que participa activamente en el narcomenudeo como un
factor de impacto interno, donde el delincuente se expone pública-
mente como detentador de poder.

Otro factor de asociación para el miedo son las vivencias y experien-


cias que tienen los ciudadanos en las inmediaciones del punto de
venta y los efectos sobre las relaciones sociales que se dan en ese
territorio. El sentimiento de temor conduce a escindir la cohesión
social por el grado de desconfianza y tensión que se padece al tener
la sola concepción de utilizar sitios o bienes públicos relacionados
Narcomenudeo: entramado social del crimen

con el narcomenudeo, pero peor aún, el uso material de estos en


asuntos tan cotidianos como transitar en cercanías a los menciona-
dos puntos de venta. Estas circunstancias hacen que las viviendas
se conviertan en zonas de protección para evitar estas vulnerabili-
dades.

Así las cosas, incentivar y propiciar los sentimientos y las referen-


cias del miedo es una forma de mantener en estado de sumisión a
las comunidades por parte de la organización narcotraficante. Eso
es lo que precisamente se podría considerar como la fuente del mie-
do a la que hacen referencia los ciudadanos, que lleva implícita la

269
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

necesidad de disminuir los tiempos entre el constreñimiento y la


captación social, y luego, el transcurso para que una actividad cri-
minal se convierta en legal. Generalizar sensaciones de inseguridad
y temor, además de contribuir para obtener la imposición hegemó-
nica de un nuevo control social, logra construir una conciencia co-
lectiva de limitaciones y prohibiciones, significa en otras palabras la
adecuación de lo que se denominado entramado social del crimen.

Por otro lado, llama la atención que algunos ciudadanos manifes-


taron identificarse con la organización criminal porque consideran
que no hacen ningún daño, ofrecen oportunidades de trabajo o les
genera algún grado de confianza. Dicha actitud dimensiona la inser-
ción e institucionalización que la organización narcotraficante tiene
en el ideario tanto individual como colectivo, así como el grado de
aceptación, reconocimiento y tolerancia de parte de algunas perso-
nas hacia el asentamiento del actor criminal, las actividades econó-
micas criminales a las que se dedican y en algunas oportunidades,
hasta los mecanismos de control social que aplican.

Sin embargo, ese sentido de indiferencia da por cierto que algunos


ciudadanos no se sienten incluidos en la problemática y, adicional-
mente, desconfían de las autoridades. A ello se suma, y de manera
notoria, que algunos ciudadanos se abstienen de denunciar por la
falta de respuesta inmediata, desconfianza hacia quienes reciben
las informaciones, falta de protección de la identidad del denun-
ciante, ausencia de garantías de seguridad, manifestaciones de
corrupción y un tratamiento inadecuado al narcomenudeo, según
la percepción expresada en las herramientas de recolección de in-
formación. Bajo estas perspectivas se dimensiona la ascendencia
que tiene el actor criminal, para condicionar el comportamiento co-
Narcomenudeo: entramado social del crimen

lectivo en algunas zonas de Pereira.

No obstante, un grupo considerable de ciudadanos manifiesta su


intención de denunciar o afirman que ya lo han hecho con anteriori-
dad (62%). Los aspectos más recurrentes por los cuales actúan en
esa dirección son: ayudar a la sociedad mejorando la convivencia,
proteger su núcleo familiar, desestimular la inducción al consumo
de estupefacientes, liberarse del control social, actuar por motiva-
ción del deber ciudadano y evitar la estigmatización de la zona. Así
mismo, porque perciben una adecuada respuesta del Estado o para
obtener una recompensa.

270
DESTERRITORIALIZACIÓN DEL CONTROL SOCIAL ESTATAL

Desde otra perspectiva, cualquier relación social está ligada a la re-


levancia que para un conjunto social tiene el territorio como zona de
apropiación a través de su historicidad. Es la forma en que a través
de diversos periodos el territorio significa “algo” para los habitantes
en ese momento histórico. Los referentes demuestran que durante
los últimos años, la población de Pereira ha sido influenciada por
la llegada de personas provenientes de otras zonas del país, y esto
ha motivado que el grado de sentimiento y arraigo por su propio
territorio varíe ostensiblemente. Las personas suelen advertir que
se mantienen en esos barrios porque es la única posibilidad, no
porque se sientan a gusto. Manifiestan que para poder sobrevivir,
se someten a las condiciones que les imponen la misma realidad de
supervivencia y el actor criminal.

Por su parte, el control social interno hace que una persona en su


acción individual esté condicionada y limitada por los grupos supe-
riores a los que pertenece, por las instituciones y por la sociedad
entera de la que es miembro, razones que permiten fundamentar
el hallazgo de mecanismos de control que se materializan mediante
los controles informales de la desviación o como conjunto de proce-
sos de influencia y de presión. Esa capacidad de la sociedad y de
las autoridades del Estado para regularse de acuerdo a los cuerpos
normativos, así como principios y valores aceptados de forma gene-
ralizada, busca regular la conducta individual y sostener la organi-
zación social. Así las cosas, se pueden analizar las diferentes mani-
festaciones a través de las cuales “La Cordillera” desterritorializa el
control social estatal en la ciudad de Pereira.

En el aspecto social, a pesar de la falta de indicadores oficiales so-


Narcomenudeo: entramado social del crimen

bre el narcomenudeo, las evidencias advierten un alto impacto por


efectos del desplazamiento intraurbano, motivado en las presiones
y amenazas de la organización narcotraficante. Bajo este concepto,
algunos ciudadanos han tenido que desplazarse de una zona a otra
dentro de la ciudad o por fuera de ella. La ausencia del registro de
este fenómeno asociado tiene dos causas fundamentales: la prime-
ra es la falta de denuncias formales ante las autoridades competen-
tes, motivada en la presión y amenaza contra los desplazados y, la
segunda, la falta de mecanismos institucionales para el seguimien-
to y el tratamiento adecuado a esta problemática.

271
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

Ley del silencio y coacción 37,5%

Ninguna 18%

Normas internas de la organización 13,8%

Proceso de legitimación 11,1%

Fronteras imaginarias 8,3%

No responde 6,9%

Establecimiento de horarios 4,1%

Gráfico 29. Reglas de control social impuestas por el actor ilegal para favorecer
la venta de estupefacientes.

En cuanto al imaginario social, la representación de “La Cordillera”


tiene una marcada influencia por la detentación del poder por me-
dio del delito y la coacción. La comisión de delitos deja huellas que
se interiorizan de forma generalizada en la conciencia de las perso-
nas, que por vivencia propia (evidencias reales) o por referencia (voz
a voz), incorporan
Gráfico 26: reglasen su psiquis
de control el temor
social impuestas por ela romper
actor lasfavorecer
ilegal para reglas esta-
blecidasla venta
paradeconservar
estupefacientes.
el control territorial. Mientras tanto, con la
coacción lo que se transmiten son mensajes “que advierten sobre la
peligrosidad o la vulnerabilidad de los sujetos ante las maneras en
que se presenta la criminalidad” (Callejas, M. 2008). Por ello, para
los ciudadanos es vinculante la mirada inquisidora, los gestos, las
palabras, las actitudes y las amenazas de los responsables del nar-
comenudeo en Pereira. Enfrentar cualquiera de estas experiencias
en los sitios públicos por parte de los ciudadanos pone en riesgo
Narcomenudeo: entramado social del crimen

su integridad personal en el ámbito psicológico por el temor a ser


objeto de retaliaciones o hechos que vulneren sus dimensiones de
protección individual o colectiva.

Así mismo, otro aspecto de gravedad es la limitación que se da para


que los ciudadanos tengan que estar al interior de sus residencias
a partir de determinadas horas en la noche. Esto obliga a que las
personas limiten su vida social y el derecho a la movilidad se vea
restringido, lo que genera que el desarrollo de la vida, en algunos

272
DESTERRITORIALIZACIÓN DEL CONTROL SOCIAL ESTATAL

barrios se afecte seriamente, porque ese tipo de normas implican


unas nuevas lógicas a considerar incluso para aceptar un empleo o
la realización de actividades urgentes a nivel personal, familiar o co-
lectivo en zonas geográficamente retiradas de los puntos de venta,
que necesariamente implican desplazarse de un sitio a otro.

Pasando a las representaciones simbólicas dentro de un marco re-


ferencial de las vivencias sociales, se habla de las “realidades figu-
radas” como producto del proceso de interdicción de la legitimidad
estatal. Esos ideales terminaron anclados en el imaginario colectivo
que se ratifican de forma constante por el influjo de la amenaza y
el sometimiento al poder hegemónico. Una de las consecuencias
perceptibles es el alto nivel de desconfianza en el par social (en
las redes sociales), cercano, conocido o desconocido; los vínculos
socio-culturales se disuelven por el sentido de temor en el “otro”,
las formas de organización colectiva se marginan y prácticamente
están en riesgo de ser instrumentalizadas. Al respecto, y para calcu-
lar el impacto en el imaginario social y simbólico, Thompson (1993)
indica que “Las formas simbólicas son constructos significativos
que son interpretados y comprendidos por los individuos que los
producen y reciben, pero también son constructos significativos que
se estructuran de maneras diferentes y se insertan en condiciones
sociales e históricas específicas” (p. 301).

Aunque parezca ominoso mencionarlo, el desplazamiento de la acti-


vidad estatal en el aspecto regulatorio de las relaciones sociales es
otro criterio de trascendencia en la territorialización del actor criminal.
La “pronta y cumplida justicia” en las zonas de concentración de pun-
tos de venta de estupefacientes es suplantada como medio disuaso-
rio por los integrantes de “La Cordillera”, quienes intervienen en la
Narcomenudeo: entramado social del crimen

resolución de problemas cotidianos entre los ciudadanos. Ese sen-


tido de “justicia” implica que las decisiones que se tomen sobre los
casos puntuales, sean vinculantes y obligatorias para el ciudadano,
que se cuida de mantener el estatus de permanencia en una zona y
le garantiza el no ser objeto de acciones en su contra o que afecten su
núcleo familiar. Es preocupante que los ciudadanos prefieren acudir
a estos medios antes que utilizar los mecanismos legales, a los que
refieren como demorados y ofertados lejos de las áreas vivenciales.
A este respecto, el sentimiento de impunidad que se percibe en las

273
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

comunidades implica que los ciudadanos prefieran no acudir a los


medios de justicia establecidos porque “no castigan a los culpables o
se demoran en hacerlo” (sic).

Por otro lado, algunos ciudadanos expresaron experiencias en las que


se señala que los narcotraficantes en los puntos de venta llegan a
desempeñar roles de “asistencia social”, al proveer bienes y servi-
cios a personas de bajos recursos o limitaciones económicas. Así, se
financian fórmulas médicas, necesidades básicas, estudio, calamida-
des personales o familiares, entre otras. Esta distorsión de la asisten-
cia social pretende cimentar una base de aceptación con respuestas
inmediatas a las necesidades, ignorando los mecanismos asistencia-
listas del Estado. Muchos ciudadanos valoran el “interés y despren-
dimiento” de los narcotraficantes vinculados con del narcomenudeo,
para atender sus necesidades básicas insatisfechas.

Por ello el mensaje que se envía a esa comunidad es que “el pode-
roso” criminal, a pesar de estar cometiendo una sistemática ilega-
lidad y de ser perverso en sus actuaciones, a la vez es portador de
“buenas acciones”. Esa calificación de maldad, es la que finalmente
prima para los intereses de los administradores o jefes de olla por-
que los empodera y hace que algunos sectores de la sociedad ter-
minen subordinados. De fondo contribuyen a establecer formas de
integración social que responden a los intereses de los criminales,
para que las condiciones en las que se desarrolla el narcomenudeo
permanezcan. Es decir, se reestructura la cohesión social a favor
del interés económico criminal.

Todas esas acciones implican además la prestación de servicios,


especialmente de seguridad. Es común escuchar que en la perife-
Narcomenudeo: entramado social del crimen

ria de las “ollas” está prohibido realizar hurtos en sus diversas mo-
dalidades, agresiones sexuales y ejecutar actos de violencia, entre
otras. De alguna manera se observa que, por lo menos, se ofrece un
escenario de seguridad aunque bajo una conceptualización diferen-
te, que en el fondo reclama lealtad para la organización y la necesi-
dad de que las patrullas policiales no tengan que acudir a estas zo-
nas a conocer los motivos de policía, ya que supondría la necesidad
de movilizar las sustancias estupefacientes, el dinero, los jíbaros,
así como los elementos que podrían configurar la comisión de un
delito, tales como las armas de fuego. Claro que el interés también

274
DESTERRITORIALIZACIÓN DEL CONTROL SOCIAL ESTATAL

se relaciona con querer ofrecer unas condiciones “apropiadas” para


que el comprador/consumidor de los estupefacientes llegue sin te-
mores al punto de venta.

Los códigos que establece “La Cordillera” restringen la posibilidad


de que los consumidores se atrevan a llegar a los puntos de venta a
pedir el suministro de sustancias estupefacientes mediante modali-
dades diferentes al pago de contado o en especie, y mucho menos,
a pretender hurtar los estupefacientes o cualquier otro tipo de ele-
mento que pertenezca al entorno.

El arraigo y apropiación del territorio cuenta también porque los


campaneros o cuidadores e incluso los mismos vendedores (jíba-
ros), ayudan en las labores cotidianas a los residentes cercanos al
punto de venta. En ese sentido hacen “mandados”, cargan elemen-
tos, colaboran en oficios domésticos, entre otras actividades. Estas
personas por lo general, gozan del aprecio de la comunidad por tra-
tarse de jóvenes que crecieron y se formaron en el vecindario; por lo
tanto, son allegados y los vínculos de filiación, parentesco o amistad
son consistentes, todo con una orientación específica de los admi-
nistradores o jefes de olla.

Algunos miembros de la comunidad donde se concentran los pun-


tos de venta ven en “La Cordillera” una posibilidad para no ser des-
pojados de los elementos materiales que tienen para sí, más aún
si las condiciones de vida en esas zonas son bajas, existe una alta
valoración objetiva y subjetiva de sus pertenencias. Es una actitud
que visualiza la forma efectiva de disminuir los riesgos de acciones
que en ese entorno afecte su integridad, vida o patrimonio, así como
de un relativo panorama de tranquilidad en la que se sostiene, lo
Narcomenudeo: entramado social del crimen

cual es valorado por esos ciudadanos con sentido de protección.

De otra parte, los hilos conductores que vinculan a los jóvenes a la


actividad del narcomenudeo se encuentran en la generalizada de-
serción del sistema educativo, la disfuncionalidad de la familia y los
niveles de desempleo en los que se encuentran estas personas, sin
contar que muchas de ellas están en esa condición por decisión e
interés propio. Entonces lo que se verifica es que se esquematizan
profundas manifestaciones de ruptura con paradigmas formales
que los lleva a rechazar cualquier forma de control social (anomia

275
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

social), diferente a la identidad que se genera en el interior del sub-


mundo del fenómeno.

Así mismo, las personas, grupos o familias que están involucradas


en la comercialización de estupefacientes derivan su sustento dia-
rio de los recursos que provienen de esa actividad económica cri-
minal. Muchos de esos ciudadanos visualizan esta práctica como
una forma de modus vivendi, y deciden racionalmente asumir los
riesgos que esto implica. Algunos aducen que a la luz de cualquier
trabajo tienen unas obligaciones, pero también unas remuneracio-
nes producto de su desempeño como “fuerza laboral” que les per-
mite solventar más que sus necesidades básicas.

En medio de este panorama, el punto de venta sirve como un es-


cenario para modelar el comportamiento de los menores de edad y
jóvenes, con sentimientos de repulsión hacia las autoridades del Es-
tado, incluso de la Policía Nacional, al argüir que la función de con-
trol que desempeñan las entidades públicas afecta la posibilidad
de satisfacer las necesidades básicas insatisfechas (fricción social).

Todo este juego de poderes limita la actividad social, porque no se


da una estructura de participación comunitaria ni organizacional
alrededor de objetivos comunes. Las virtudes de aporte colectivo
y solidario sufren restricciones serias para la conformación de or-
ganizaciones comunitarias relevantes y gestantes de acciones que
alienten la existencia de la comunidad enfocada en la gestión de
proyectos colectivos que mejoren las condiciones de vida de los ha-
bitantes de la zona.

Obviamente la solicitud de atención dirigida a las autoridades polí-


Narcomenudeo: entramado social del crimen

tico-administrativas, en respuesta a las necesidades asistenciales


que potencialmente puedan ofrecer son exiguas, y por motivos ra-
zonables, la presencia de agentes representantes de la administra-
ción es improbable. Ello explica la reducida participación de esas
comunidades en las instancias de coordinación, supervisión, audi-
toría y planeación de la Alcaldía Municipal.

Ese panorama también explica por qué la inversión en temas de


desarrollo social, inserción laboral formal y educativa, así como en
infraestructura es baja. Esta puede ser una vulnerabilidad del or-

276
DESTERRITORIALIZACIÓN DEL CONTROL SOCIAL ESTATAL

den social porque mientras el Estado hace esfuerzos por modificar


la realidad de desarrollo de algunos sectores deprimidos de Perei-
ra, a los criminales no les conviene que por intervención oficial se
modifiquen las condiciones y los entornos que facilitan la actividad
económica criminal.

Como se observa, lo que se presenta es un “nuevo control social


institucionalizado por un actor criminal” paralelo a la actividad eco-
nómica criminal que impone condiciones que vulneran el ejercicio
de los derechos y libertades públicas, presionando a las personas a
variar sus rutinas, comportamientos, cotidianidades, e incluso, las
formas urbanísticas. De esta forma, la ciudadanía termina por reco-
nocer el poder que ejerce “La Cordillera”, obteniendo un grado de
legitimidad como se explicará en adelante.

La legitimidad alcanzada por el actor criminal


Desde la teoría política, la legitimidad es convertir algo en legítimo,
en una manifestación que cumple lo impuesto por la Ley y, por lo
tanto, se considera un bien para todo el conjunto de la sociedad de
acuerdo a unos parámetros específicos. Este tipo de legitimidad a la
que se hará referencia no cuestiona el aspecto normativo (legitimi-
dad legal), simplemente se basa en el fundamento de aceptación,
tolerancia y alineación masiva con unas formas de poder propias de
los entornos en los cuales la organización criminal institucionaliza
el narcomenudeo y desarrolla su actividad ilegal, que se materializa
por medio de normas planteadas no escritas e imposiciones no le-
gales, a manera de creencias intrincadas en el tejido social. Desde
el punto de vista material esta situación se considera como una
Narcomenudeo: entramado social del crimen

legitimación “impuesta” y repercute en ilegitimidad o legitimidad


deficiente por parte de las autoridades del Estado que no tienen un
reconocimiento social positivo.

El poder que tiene “La Cordillera” implanta una “legitimación de la


dominación” que se entiende como:

... la probabilidad de encontrar obediencia dentro de un grupo determi-


nado para mandatos específicos (o para toda clase de mandatos). No
es por tanto, toda especie de probabilidad de ejercer “poder” o “influjo”
sobre otros hombres. En el caso concreto esta dominación (autoridad)

277
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

en el sentido indicado, puede descansar en los más diversos motivos


de sumisión desde la habitación inconsciente hasta lo que son consi-
deraciones puramente racionales con arreglo a fines. Un determinado
mínimo de voluntad de obediencia, o sea de interés (externo o interno)
en obedecer, es esencial en toda relación auténtica de interés (Weber,
M. 1977, p. 170).

Lo anterior por cuanto logran tal dominación a través de la fuer-


za, la coacción y las manifestaciones de violencia, que les permite
reconocimiento o aceptación por medio del ejercicio efectivo en el
cumplimiento, respeto y efectividad de las normas. Es un tipo de
legitimización de carácter general que se configura en patrones de
comportamiento y conducta con sentido de obediencia, después de
un determinado tiempo o luego de etiquetar un nombre que como
en Pereira, “La Cordillera” tiende a uniformar sus estilos de mos-
trarse y controlar el mercado ilegal de los estupefacientes. Aquí se
dan unos factores de concurrencia entre la justificación del origen,
la forma y la permanencia del actor criminal para establecer el mo-
nopolio de la comercialización de estupefacientes.

La forma de dominación que estaría desarrollándose en varios sec-


tores de la ciudad de Pereira por parte de “La Cordillera” tendría un
carácter diferencial de lo que Max Weber (1977) denominó “de ca-
rácter racional”, es decir, “que descansa en la creencia de legitimi-
dad de ordenaciones estatuidas y de los derechos de mando de los
llamados por esas ordenaciones a ejercer la autoridad (autoridad
legal)” (p. 172), esto debido a que no se trata de una legitimidad
proveniente de órganos o personas amparadas por el ordenamiento
jurídico o la aceptación carismática o tradicional. Por lo tanto, en
esta interpretación la dominación legal no está amparada para los
Narcomenudeo: entramado social del crimen

delincuentes, pero sí las formas propias de legitimidad.

Esta legitimidad expresada en el poder de coerción y dominación


de los responsables de la comercialización de estupefacientes con
base en la continuidad, duración y actualización permanente, tiene
expresamente definido un espectro de acción o referente temporo-
espacial, con delimitaciones imaginarias, pero comprensibles para
la comunidad de hasta dónde tiene capacidad de control en cuan-
to a tiempo y espacio. No obstante, es evidente que dentro de los

278
DESTERRITORIALIZACIÓN DEL CONTROL SOCIAL ESTATAL

ámbitos próximos al punto de venta, el Estado llega a ejercer su


capacidad de regulación y control, con visibles manifestaciones de
desagrado e incluso rechazo por parte de algunos sectores de la
comunidad (fricción social). Sin embargo, estas cesiones son ge-
neralmente reactivas, más que con una orientación estratégica de
recuperar el monopolio de la Ley y la legitimidad estatal.

Al respecto, suele pasar con frecuencia que el acercamiento de fun-


cionarios de la Policía Nacional a los entornos inmediatos y próxi-
mos de los sitios donde funcionan los puntos de venta, es a través
de la aplicación de los medios materiales de policía (fuerza y uso de
las armas de fuego), teniendo en cuenta las múltiples condiciones
de amenaza lo que implica el aumento considerable del riesgo de
que los ciudadanos involucrados en la comercialización de estupe-
facientes, por coacción o consentimiento o como integrantes de la
organización, sufran agresiones.

Los efectos en la operacionalización de la actividad de policía son


variados como, por ejemplo, el rechazo a asistir a espacios de par-
ticipación que cita la institución como los Encuentros Comunitarios,
definidos como:

... un espacio de reunión con al comunidad de un sector, barrio, comuna


o localidad determinada, con características y necesidades similares,
con el fin de abordar problemas de convivencia y seguridad ciudadana.
Este espacio pretende lograr cooperación y consenso en la formulación
de soluciones a través de un plan de trabajo específico y sirve para faci-
litar el trabajo de policía, permite el logro de las metas, especialmente
en términos de prevención y mejora de la relación de la institución con
Narcomenudeo: entramado social del crimen

la comunidad (Policía Nacional de Colombia, 2010, p. 299).

Igualmente, y algo que afecta en forma grave la legitimidad, son los


malos tratos de obra y palabra contra los servidores públicos de la
Policía Nacional que por actos propios del servicio, acuden a los
puntos de venta a conocer los motivos de policía. Uno de los resul-
tados de legitimarse entre la población por parte del actor criminal,
es lograr la cooperación de los ciudadanos en actividades como in-
formar la presencia de personas extrañas o miembros de la fuerza
pública en la zona.

279
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

Por otro lado, no hay una correspondencia entre las expectativas de


la comunidad con el ejercicio de la actividad policial, porque entre
los ciudadanos prima la percepción de inseguridad subjetiva. Esto
de manera indirecta contribuye a la pérdida de reconocimiento de
los ciudadanos hacia la institución policial, que a su vez son pre-
sionados por el actor criminal para que mantengan distancias con
relación a los policías.

Aquí nuevamente los ciudadanos quedan en medio de la disputa


por la legitimidad de los actores que pretenden imponer su hegemo-
nía en el territorio. De fondo, se nota una fricción social y espacial
por la instrumentalización de las personas de acuerdo a los fines
que persiguen los detentadores del poder sean legales o no. En
este sentido, el ciudadano está enfrentado no sólo a los intereses
del Estado o la organización criminal, sino también a sus propias
preocupaciones diarias de supervivencia, y como si fuera poco, a
la multiplicidad de fenómenos que afectan su seguridad y que se
manifiestan de forma directa en el territorio.

En este sentido, el cuestionamiento ideológico de los ciudadanos


frente a las normas estatales que no responden a la realidad o que
no contribuyen a solucionar sus problemas genera un descontento
casi generalizado, otra razón que argumentan para desconocer de
manera tácita, la legitimidad del Estado. Esa ilegitimidad se mani-
fiesta en la falta de creencia en la misma Ley y en el ejercicio del
poder para hacerla cumplir.

Es entendible que en muchas de las zonas donde funcionan puntos


de venta de estupefacientes, no respondieron a una lógica de legi-
timización pensada y ejecutada por el actor criminal; se trata más
Narcomenudeo: entramado social del crimen

bien, de un espacio cedido involuntariamente por el Estado, que no


interpretó adecuadamente este problema público para dar respues-
ta de forma efectiva a las demandas de seguridad de los ciudada-
nos y no se podrán solucionar estas necesidades, solo mediante la
actuación asistencial.

Por otro lado, muchas de las Leyes son consideradas por los ciuda-
danos como ilegítimas porque las personas no observan su cumpli-
miento, es decir, que a pesar de tener validez (emitida por el órgano

280
DESTERRITORIALIZACIÓN DEL CONTROL SOCIAL ESTATAL

competente), cumplir unos rangos de justicia (cumplimiento de los


fines que la sociedad considera como buenos), no son eficaces. En
otras palabras, no hay un acatamiento estricto de las mismas ni te-
mor por las eventuales sanciones que se puedan llegar a imponer.
A diferencia de las reglas impuestas por el actor criminal, estas sin
tener ninguno de los anteriores atributos de legalidad generan un
ideario de cabal cumplimiento por el grado de castigo potencial y
efectivo que se puede recibir.

Cuando una norma o un conjunto de normas se perciben como ile-


gítimas terminan siendo masivamente desobedecidas, salvo que
haya sanción o coacción para su cumplimiento. Entonces cuando
el Estado recurre a alguna de estas dos acciones el mensaje es
evidente: por un lado, ese ordenamiento es inválido o es percibido
como injusto, o por otro, es ineficaz. Claro que también puede haber
una variada combinación de la ocurrencia de las tres variables al
mismo tiempo.

Entonces de lo que se trata es de una permanente tensión en la


aplicación del régimen constitucional para regular el comportamien-
to social. Esa tensión siempre será perceptible porque el “poder sig-
nifica la probabilidad de imponer la propia voluntad, dentro de una
relación social, aún contra toda resistencia y cualquiera que sea el
fundamento de esa probabilidad” (Weber, M. 1977, p. 43), donde el
Estado aspira a mantener el poder legítimo sobre los ciudadanos.

Así mismo, es perceptible el grado de legitimidad que toman algu-


nos comportamientos dentro de un entorno social donde se desa-
rrollan actividades de comercialización de estupefacientes, en los
cuales por una interpretación distorsionada de algunas personas
Narcomenudeo: entramado social del crimen

con intereses en esos sitios, se arraigan mensajes portadores de


un contenido de legitimidad para determinadas actuaciones, pre-
cisamente contra el mismo mandato legal. Esto se da por el grado
de autoridad que por ejemplo, los miembros de una organización
dedicada a la venta de sustancias estupefacientes tienen dentro de
la población, o el arraigo del administrador de una olla, que puede
llegar a alcanzar altos niveles de incidencia social en ese entorno,
al decir de los ciudadanos “ellos mandan en el barrio” o “se creen
con la autoridad de gobernar un territorio” (sic).

281
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

Percepción de legitimidad en los entornos del punto de venta


Como se ha dicho en los entornos inmediatos de los puntos de venta
ubicados generalmente cerca de las denominadas “ollas” hoy cono-
cidos como sitios de almacenamiento, la ilegitimidad del Estado es
perceptible porque las reglas que imperan y los comportamientos
colectivos, obedecen a la lógica que implanta el actor criminal. Por
lo tanto, hay una legitimidad delictiva por los condicionamientos en
los cuales actúan y en los cuales el reconocimiento es para los de-
lincuentes por el entramado de relaciones que se terminan dando.

Las zonas grises a pesar de no estar en el área de injerencia directa


de los puntos de venta, son de alta percepción de inseguridad espe-
cialmente en lo referente a las calles adyacentes, zonas boscosas
y otras áreas públicas. El asunto es que no están en proximidad de
los puntos de venta, pero a pesar de ello, las extensiones de los
entornos de seguridad abarcan las zonas residenciales y barriales
cercanas, que ven perturbada su tranquilidad por el tránsito de con-
sumidores (consumo ambulante) y hechos delictivos de afectación
al patrimonio, en los que se atribuye la responsabilidad a los com-
pradores/consumidores. Este componente territorial visto por las
autoridades comúnmente es objeto de calificaciones que sugieren
la inexistencia de problemas graves de seguridad en razón a que
no hay denuncias formales que indiquen lo contrario. Lo que esto
puede significar en el fondo es que no ocurren delitos porque la ac-
tividad económica criminal y por ende el actor criminal, se han ins-
titucionalizado y los ciudadanos acatan las reglas del nuevo orden
social territorializado. Es decir, no se dispone de indicadores para
advertir y medir la institucionalización del crimen.
Narcomenudeo: entramado social del crimen

Ya en los perímetros externos o alejados de los puntos de venta, el


Estado de forma efectiva o en algunas ocasiones, relativa, mantiene
las condiciones de legitimidad y el monopolio de la coerción y aplica-
ción de los medios de control social.

Esa legitimidad abarca numerosos aspectos de la vida cotidiana de


una ciudad. Es como si se hablara y ya estuviera determinada la for-
ma de acoplarse a las imposiciones que ejecutan los miembros de
“La Cordillera”. Taxistas, mensajeros, empleados de las empresas

282
DESTERRITORIALIZACIÓN DEL CONTROL SOCIAL ESTATAL

de servicios públicos, familiares de las personas que habitan en


las áreas de injerencia y visitantes ocasionales, saben que existen
unas reglas que hay que respetar. La comunicación para garantizar
la vida de esas personas fluye eficientemente porque para ingresar,
deben hacerlo en compañía de los residentes tradicionales. Son có-
digos interpretados y conocidos que tienden a generalizarse.

Por otra parte cuando se presentan procesos electorales, espe-


cialmente en el ámbito local (Alcaldía, Concejo Municipal y Juntas
Administradoras Locales) el ejercicio del proselitismo político gene-
ralmente se ve limitado. Solamente algunos candidatos se arries-
gan a hacer presencia pasajera en las zonas de injerencia de los
puntos de venta con el apoyo de esquemas de seguridad policiales.
En otros, realmente pocos, los aspirantes prefieren no desarrollar
ningún tipo de actividad ante la amenaza que significa acudir a los
mismos (Solano, A. 2011, p. 13).

Entorno
inmediato
Zonas externas

Entorno próximo
Ilegitimidad
estatal

Punto
de
venta
Narcomenudeo: entramado social del crimen

Legitimidad
Zona gris
criminal

Legitimidad
estatal relativa

Gráfico 30 Ilegitimidad estatal que genera la el punto de venta.

283
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

De igual forma, la instrumentalización de menores de edad para


el control social se presenta porque los niños y adolescentes son
manipulados y durante determinados horarios son vinculados in-
directamente a la actividad de venta de estupefacientes en el es-
quema de seguridad (campaneros), por medio de comportamientos
propios de desarrollo como son las actividades deportivas o juegos
de esparcimiento. Mientras que para un ciudadano del común la
interacción de esos niños no deja de ser más que un juego, para la
estructura que lidera los puntos de venta, es un permanente flujo
de información acerca de la cotidianidad que se da en el sitio y la
presencia de agentes externos a ese entorno (que pueden ser tanto
estatales como particulares).

Adicionalmente, los administradores de las “ollas” diseñan planes


de reacción o escape donde toman partido muchos habitantes del
sector de forma voluntaria o en el peor de los casos, obligados. Ante
una voz de alerta, cada una de esas personas asume roles específi-
cos para neutralizar u obstaculizar la acción de la Policía Nacional.
El objetivo fundamental es impedir que sean incautadas las sustan-
cias estupefacientes o el dinero producto de la venta de las mismas
o la captura de alguno de los responsables y, de darse el caso, sufrir
el menor daño posible para los intereses de la organización, ante
eventuales situaciones no previsibles cuando esos sistemas son
vulnerados.

De otra parte, las condiciones propias de exclusión social, desigual-


dad y pobreza que construyen todo un entramado social complejo
cerca de los puntos de venta, hace que muchas personas validen
las actividades que realizan los integrantes de “La Cordillera” y en
determinadas ocasiones se enrolen con esas actividades y en cier-
Narcomenudeo: entramado social del crimen

tos momentos lleguen a aportar informaciones (a la propia organi-


zación) o desinformaciones (a las autoridades) como mecanismos
de protección.

Es decir, que la problemática se convierte en un elemento común


que está generando manifestaciones evidentemente contrarias a la
legitimidad del Estado, por la identificación que generan los puntos
de venta como un escenario para la satisfacción de necesidades
básicas. Existe una configuración de formas en el ejercicio del poder

284
DESTERRITORIALIZACIÓN DEL CONTROL SOCIAL ESTATAL

desconocida para las autoridades donde imperan los códigos, las


normas tácitas de miedo para evitar la denuncia, los controles, la
aplicación de justicia y la mediación de conflictos. Se presenta de
plano un “derecho” de los criminales a mandar y un cúmulo de ciu-
dadanos a “obedecer” esos mandatos establecidos claramente en
función de la pervivencia del sitio de expendio, y el mantenimiento
de las condiciones que facilitan en términos físicos, el asentamiento
de un punto de venta.

Los ciudadanos sometidos a este control terminan por interiorizar


en el plano individual las nuevas normas y se adecuan a un mode-
lo de tranquilidad establecida en unos estándares que genera la
organización que lidera la comercialización de estupefacientes. En
este sentido, terminan obligados a renunciar a manifestaciones
de resistencia, viven en una pasividad producto de la amenaza ba-
sada en el constreñimiento y la violencia, en detrimento del libre
ejercicio de sus derechos y libertades. Bajo esta perspectiva surge
la pregunta ¿Cómo estimular la denuncia del ciudadano frente al
narcomenudeo?

Finalmente, lo que se evidencia es la instauración de un nuevo or-


den social, articulado por lineamientos que se vienen dando desde
hace varios años y se convierten en norma consuetudinaria. Esa
tradición ya empieza a transferirse entre generaciones.

No es por lo tanto, que se trate de ceder los derechos individuales


para dejarse instrumentalizar por los integrantes de “La Cordillera”,
es un sometimiento en contra de su voluntad. Lo que se evidencia
es una arbitraria limitación de derechos y libertades de los habitan-
tes de las zonas perimétricas a los puntos de venta de estupefacien-
Narcomenudeo: entramado social del crimen

tes, por parte de los criminales. Esto se extiende a los actores que
tienen injerencia o desarrollan actividades en la cadena de la cual
se surten los canales de comercialización de estupefacientes.

Estas normas consuetudinarias impuestas por la fuerza terminan


siendo válidas por el cumplimiento de los ciudadanos teniendo en
cuenta que incluyen un catálogo de premios y castigos que es en-
tendido y aceptado por la comunidad. Ese es el principio que ge-
neraliza la ocurrencia de acciones de violencia y de criminalidad

285
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

que involucran a los ciudadanos del común, miembros de la misma


organización y a consumidores, entre otros. En la mayoría de las cir-
cunstancias el poder, por ejemplo de “La Cordillera”, no se percibe
efectivamente, pero es notoria la etiqueta. Aquí se da una construc-
ción de representaciones sociales de carácter colectivo.

Esto explica en parte esa “ley de silencio” que impera en las co-
munidades con presencia de puntos de venta de estupefacientes,
porque a diferencia de una legitimidad frente al ejercicio del Estado,
aquí no hay posibilidad de oposición, ni cuestionamiento a las re-
glas de conducta impuestas. Se infiere una sumisión impuesta por
la fuerza, pero el actor criminal simultáneamente ofrece asistencia
en materia de necesidades básicas lo cual influye en el reconoci-
miento del poder que el ciudadano tiene de él.

Esas formas de poder son reconocidas, acatadas y su ejercicio es


respetado. Por ello se escucha con frecuencia: “ellos son los que
mandan” (sic). En parte la apropiación de estos conceptos es tan
fuerte que los administradores o jefes de olla y vendedores (jíba-
ros), se convierten en agentes de protección territorial para evitar
el ingreso de otras organizaciones y actores válidos que pretenden
ejercer el control social alrededor del punto de venta.

Aquí si bien se cumplen unas calidades para acceder al ejercicio


del poder, lo que prima es el respaldo popular de la organización y
en la mayoría de los casos acciones de violencia y fuerza para im-
perar, lo que favorece la maximización de ganancias. La relación de
mando y obediencia es el efecto que se entreteje en esos escena-
rios donde los roles están definidos y las maneras de encausar los
comportamientos y el control social es por medio de la coacción. Es
Narcomenudeo: entramado social del crimen

aquí donde la forma de voluntad general de los sometidos, flaquea


por determinación propia o por efectos del miedo generalizado, que
conlleva a estados de alta ansiedad social. Por lo tanto, el miedo se
convierte en un instrumento para minimizar las resistencias dadas
en el campo social inmediato a los puntos de venta.

Ese mismo interés de las personas por extender su poder, obliga a


que se generen situaciones de tensión por los intereses de ampliar
su radio de acción en la comercialización de estupefacientes. Y este

286
DESTERRITORIALIZACIÓN DEL CONTROL SOCIAL ESTATAL

factor en parte, explica los enfrentamientos entre organizaciones


delincuenciales dedicadas a la comercialización de estupefacientes
donde existe la intención de ocupar nuevos territorios. Sin embargo,
la actividad “fiscalizadora” de una organización como “La Cordille-
ra” sirve de controlador y gestor de soluciones para esos conflictos.

Por otro lado, los miembros de las organizaciones dedicadas a la


comercialización de sustancias estupefacientes, en ocasiones dan
importancia a sus integrantes por medio del otorgamiento de reco-
nocimientos que los empoderan en lo individual. Periódicamente se
les ofrece la posibilidad de participar en los procesos de adecuación
o cumplimiento de las normas en los entornos sociales en los que
ejecutan las actividades económicas criminales, como una forma
de detentación de poder. Allí se establece lo que es permitido, inde-
pendientemente de si es legal o criminal.

Esto en razón a que la calle, la esquina, el entorno cercano a los


puntos de venta trae consigo identidad, respeto y dominio de un
territorio por parte de “La Cordillera”. Las condiciones socioeco-
nómicas y de educación en las que viven los niños, adolescentes
y jóvenes forman imaginarios de cercanía hacia la organización y
fácilmente estarían siendo proclives al consumo de las sustancias
estupefacientes. Adicionalmente, el rol que desempeñan los inte-
grantes de la organización se interpreta como símbolo de poder a
emular.

Así mismo, el punto de venta es receptor de jóvenes que son exclui-


dos del seno de sus familias, por problemas relacionados con el
rechazo social por causa de la adicción a las sustancias estupefa-
cientes, donde el sentido de identidad entre pares permite que en
Narcomenudeo: entramado social del crimen

ocasiones, las residencias adyacentes a los puntos de venta termi-


nen convertidas en “inquilinatos” de consumidores alejados de sus
hogares.

Por lo tanto, en oportunidades el punto de venta y su entorno se


convierten en una forma de “hogar” y tanto la organización criminal
como las personas que controlan el negocio, adquieren la connota-
ción de familia. Es una zona donde las privaciones a los derechos
y expectativas de vida de esos jóvenes excluidos, es palpable. La

287
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

única contraprestación es la lealtad, la identidad, el silencio y el


sometimiento a los patrones de conducta y comportamiento propios
del punto de venta.

También desde el punto de venta se planean acciones delincuencia-


les en otras zonas de la ciudad por parte de los integrantes de la or-
ganización criminal, referidas especialmente a atracos y homicidios
selectivos. Como lugar de refugio los miembros del punto de venta
saben que por ningún motivo deben permitir que las autoridades
lleguen a ese sitio en su búsqueda. Romper ese código implica ser
objeto de castigos que incluso pueden significar la muerte. Bajo es-
tos paradigmas de hegemonía y dominación se pasará a describir
los mecanismos y manifestaciones a través de las cuales la organi-
zación narcotraficante “La Cordillera”, materializa sus expresiones
de poder en el territorio.

El poder como medio para el control social


El poder, al decir de Michel Foucault (1979), se manifiesta en for-
mas heterogéneas en constante transformación, donde el poder se
realiza en cuanto una práctica social. Así mismo que, hay formas de
poder diferentes a las del Estado. El poder es, por lo tanto capaci-
dad de hacer, habilidad para imponer obediencia a otro y la abro-
gación del derecho a exigir que los demás se alineen con una rela-
ción social basada en normas (pp. 80-101). Esta breve descripción
sintetiza en la práctica, el ejercicio del poder que la organización
narcotraficante “La Cordillera” desarrolla en la ciudad de Pereira
como mecanismo transversal para favorecer la comercialización de
estupefacientes.
Narcomenudeo: entramado social del crimen

La desterritorialización del control social estatal por efectos de la


comercialización de estupefacientes, es el resultado de borrar los
trazos de particularidad que tenían unas formas sociales anteriores
al asentamiento de “La Cordillera”. Luego del ejercicio del poder se
configuró la hegemonía criminal que unificó comportamientos he-
terogéneos de la comunidad. Paralelamente obtuvieron para sí el
reconocimiento y la aceptación entre los ciudadanos.

288
DESTERRITORIALIZACIÓN DEL CONTROL SOCIAL ESTATAL

Viéndolo desde otra óptica, la jurídica, el poder tiene serios cuestio-


namientos sobre su real poseedor. El Estado en su interés de man-
tener el control territorial de la ciudad considera que basado en la
fundamentación constitucional de Estado Social de Derecho, man-
tiene el control en el espectro territorial. Sin embargo, ese Estado
normativo, o Estado de derecho, no es suficiente por si solo para de-
tentar el poder material, es decir, que el poder de las normas, sufre
permanentes violaciones por acción u omisión tanto en el derecho
público como en el privado. Es así como a pesar de que las autorida-
des llegan a las diferentes zonas de Pereira con el ánimo de cumplir
su funcionalidad, se perciben acciones de desorden generalizado,
donde no prima el respeto por el régimen constitucional, como tam-
poco la observancia del mismo (entonces el régimen es ineficaz). Por
lo tanto, las normas no cumplen su función, lo que se constituye en
una vulnerabilidad para el ejercicio de la actividad de policía en su
propósito de ejercer el control social externo.

Es así como la función de coacción propia de la escuela positivista


del Derecho no es ejercida del todo por el Estado, sino que se da la
presencia de un actor criminal que media entre el ciudadano y el Es-
tado, pero posee, como se citó anteriormente, toda la capacidad de
ejercer coacción y constreñimiento para que se cumplan las normas
ilegales que ha impuesto en el territorio. El otro aspecto de dificultad
para el Estado es la ineficacia de ese régimen normativo o la incapa-
cidad de aplicarlo efectivamente, es decir, la potestad regulatoria y
sancionatoria difícilmente se ejecuta. Pero también puede suceder
que esa normatividad aplicada al aspecto propiamente local, mues-
tre una realidad social en la cual, las normas no tienen en conside-
ración las adecuaciones y variaciones que allí se presentan.
Narcomenudeo: entramado social del crimen

Entonces el mantenimiento del orden social como función de policía


(amparado en el ordenamiento jurídico), termina suplantado por los
medios aplicados por el actor criminal, mediante el ejercicio del po-
der y la fuerza como medios de coacción. Se llega finalmente, a la
desterritorialización del control social estatal, que es removido para
darle paso a unas normas de conducta e interrelaciones que termi-
nan siendo válidas, a pesar de su ilegalidad, entonces entra y se
mantiene en vigencia un nuevo orden social instalado, implantado o

289
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

institucionalizado por “La Cordillera”. Se puede afirmar que el poder


es inmanente al medio en el cual se ejerce, porque lo que requiere
es una relación de fuerza para imponerse a otro.

Una vez que se logra este nuevo orden social, la función de regula-
ción y control se perpetúa en la medida en que hay que mantener
la adecuación a través del ejercicio reiterado y continuo de los ins-
trumentos o medios que permiten llegar al control. Así las cosas, la
conquista del poder, la hegemonía y la dominación, son básicamen-
te ejercidas a través de acciones desarrolladas en el territorio sobre
los ciudadanos y se constituyen en el comienzo de un nuevo orden
social.

Para cuando se materializa el consenso (reconocimiento) en cuanto


a la legitimidad que reconoce el colectivo a ese poder reinante de
“La Cordillera”, inmediatamente se constituye en un poder legítimo.
El poder del Estado entonces está en riesgo de no ser reconocido
ni aceptado por la ciudadanía, es decir, sería ilegítimo y al decir de
Israel López Pino (2006), “deja de ser un poder; no es más que
dominación, y aún en la medida en que se debe obedecer” (p. 2).

La fuerza por su parte, puede llegar a tener diferentes niveles de


aplicación y estar en permanente latencia como medio de control y
encauzamiento. Pero suele pasar que como se evidencia en Pereira,
los mecanismos de fuerza son aplicados con mayor énfasis cuando
el actor criminal inicia el proceso sistemático de institucionalización.
Posteriormente, una vez anclados en el ideario colectivo y cuando
se empieza a regular la conducta individual por presión del colectivo
o del común de la sociedad, los medios violentos disminuyen, con el
Narcomenudeo: entramado social del crimen

fin de aparentar situaciones de convivencia suficientes.

Por ello, se dan situaciones en las que se percibe equivocadamente,


que el actor criminal se contrae o busca zonas de escape o formas
de eludir su accionar, cuando lo que realmente están haciendo es
acentuando su territorialización. No obstante, la violencia y los he-
chos de criminalidad siempre serán los mecanismos de mayor uso
para restablecer eventuales alteraciones del status quo al que han
conducido a la sociedad.

290
DESTERRITORIALIZACIÓN DEL CONTROL SOCIAL ESTATAL

Al decir de Norberto Bobbio (1964):

poder efectivo, es el poder que consigue obtener el resultado propues-


to: la norma eficaz es la norma observada o cumplida. La eficacia de la
norma depende de la efectividad del poder, así como la efectividad del
poder, depende del hecho de que las normas sean eficaces; estamos
otra vez en un círculo (p. 92).

El reto: desterritorializar la comercialización de


estupefacientes
Los procesos de territorialización, desterritorialización y re-territoria-
lización limitan, condicionan y minan el dominio y el control que el
Estado tiene en el territorio. En términos concretos, en algunas co-
munas y barrios de Pereira donde funcionan los puntos de venta de
sustancias estupefacientes, estos se enfrentan con el poderío del
Estado, aunque no se evidencie abiertamente, sí hay una disputa
con la organización criminal “La Cordillera” porque la manifestación
concreta y empírica de ese poder no es completa para la institucio-
nalidad. Retomando a Freund (1977).

Ese poderío y ese dominio, según Max Weber, sólo se tornan políticos,
cuando la voluntad se orienta significativamente en función de un agru-
pamiento territorial, con vistas a realizar un fin, que sólo tiene sentido
por la existencia de ese agrupamiento (pp. 160-161).

En este sentido, la ventaja del actor criminal es que manifiesta su


poder con actos materiales sobre los ciudadanos “El poder sólo
existe cuando se lo traduce en acción… Es un conjunto de acciones
sobre posibles acciones” (Dreyfus, H. 1990).
Narcomenudeo: entramado social del crimen

“La Cordillera” como detentadora de esa forma ilegal de poder en


algunas zonas de Pereira, no ha creado nuevos órdenes legales,
sino que por el contrario, ha despertado la creencia de que el nuevo
orden social establecido es vinculante y obligatorio para los habitan-
tes de esas áreas, so pena de hacerse acreedor a la aplicación de
mecanismos de control social soportados en el uso de la coerción.
En esto no se tiene consideración si aquel poder es “justo” o “injus-

291
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

to”, lo que realmente se necesita en la práctica, es que sea efectivo


y permita el logro del fin que se persigue a través de la comercializa-
ción de estupefacientes entendido como maximizar las ganancias.

Reafirmando lo que se dijo al comienzo de este capítulo, los proce-


sos sociales son dinámicos y cambiantes, lo que deja en evidencia
que la territorialización, la desterritorialización y la re-territorializa-
ción se presentan de múltiples formas en la ciudad de Pereira. Pue-
de pasar que esas mismas fluctuaciones y la heterogeneidad de las
realidades sociales dentro del municipio, así como la capacidad de
maniobra y actuación de “La Cordillera”, propicien escenarios en los
que, de forma paralela, se están presentando todos estos procesos.
Dependerá mucho de las vivencias diarias en una zona determina-
da, asociada a las tensiones propias por efectos de la fricción social
y espacial, los conflictos sociales y las manifestaciones de violencia
y criminalidad, determinar el grado de incidencia. Esto pone en evi-
dencia la complejidad de la situación y el desconocimiento institu-
cional para orientar la intervención estatal.

Después de esta descripción decodificadora de la realidad social,


que se presenta en Pereira por efectos de la comercialización de es-
tupefacientes y la incidencia de la organización narcotraficante “La
Cordillera” en la cotidianidad de los ciudadanos, se hará un plantea-
miento teórico de carácter abstracto para representar la desterrito-
rialización del control social estatal. Para tal fin, se confrontan las
siguientes dos variables:

V1= P: La comercialización de sustancias estupefacientes se terri-


torializa.
Narcomenudeo: entramado social del crimen

V2= Q: El control social estatal se territorializa.

Proposición: cuando V1 o V2 se territorializa, una de las dos se


desterritorializa.

Luego la hipótesis que se plantea es: “hoy la comercialización de es-


tupefacientes en Pereira se territorializa, entonces desterritorializa
el control social estatal”.

292
DESTERRITORIALIZACIÓN DEL CONTROL SOCIAL ESTATAL

Agregando la conjunción condicional “entonces”, nos da como re-


sultado la siguiente proposición matemática:

Esta propuesta de comprensión para las amenazas a la seguridad


urbana que se logró a través del estudio sistemático de la comer-
cialización de estupefacientes, pretende dejar al escrutinio y análi-
sis académico, las diferentes implicaciones que para la seguridad
pública, tiene la institucionalización de un actor al margen de la ley
dedicado a actividades económicas criminales que se valen del sis-
tema de acumulación de capital para territorializarse. Queda plan-
teado también que los problemas públicos que perturban el orden
social, requieren un tratamiento multidimensional en el que conver-
jan las autoridades estatales de todos los niveles incluyendo a la
Policía Nacional y a la comunidad, donde atendiendo la perspectiva
funcional y con base en sus capacidades, proyecciones, oportuni-
dades e intereses, formulen acciones para el abordaje integral de
los mismos, de manera que permitan un tratamiento articulado y
orientado a remover las causas, variando la mirada tradicional de
responder a las situaciones coyunturales o mediáticas que general-
mente plantean respuestas sin la adecuada planeación.
Narcomenudeo: entramado social del crimen

Atendiendo el acercamiento sistémico presentado hasta aquí para


lograr la comprensión de la comercialización de estupefacientes y
dentro de esta el narcomenudeo, se requiere diseñar una estra-
tegia que permita desde la gobernabilidad de la Policía Nacional,
intervenir el problema público a partir de la efectiva vinculación de
las demás instituciones del Estado. Para tal fin, se presenta a con-
tinuación una propuesta con enfoque prospectivo bajo la lógica del
riesgo, orientada a recuperar el control social estatal alineando el
Plan Nacional de Vigilancia Comunitaria por Cuadrantes (PNVCC)
con las políticas de gobierno.

293
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

CAPÍTULO VII
Análisis sistémico útil para
asesorar la toma de decisiones en
la planeación y prestación de la
actividad de policía

La disciplina prospectiva permitió diseñar el


escenario apuesta como el horizonte hacia donde
se debería guiar la acción de la Policía Nacional
de Colombia para intervenir de manera integral
la comercialización de estupefacientes, lo cual se
logrará sólo con la participación activa de otras
instituciones del Estado y la sociedad.

“El futuro tiene muchos nombres. Para


Narcomenudeo: entramado social del crimen

los débiles es lo inalcanzable. Para los


temerosos lo desconocido. Para los
valientes es la oportunidad”.

Víctor Hugo

294
ANÁLISIS SISTÉMICO PARA LA TOMA DE DECISIONES EN LA ACTIVIDAD DE POLICÍA

Análisis sistémico útil para


asesorar la toma de decisiones en
la planeación y prestación de la
actividad de policía
La propuesta que se describe a continuación está orientada a plan-
tear los aspectos relevantes en el diseño de una estrategia institu-
cional contra la comercialización de estupefacientes. En tal sentido,
su marco estructural está integrado por el análisis sistémico en la
interacción de los actores; el análisis de los proyectos o estrategias
de los actores; así como la relación de influencias, dependencias
y fuerzas de los actores involucrados. Con la utilización de estos
elementos se contribuye a asesorar el diseño de la estrategia insti-
tucional porque se visibilizan los intereses de los demás participan-
tes y porque permite calcular el impacto (favorable o desfavorable)
potencial que tendrían las decisiones de la Policía Nacional sobre
los demás actores que están involucrados de manera directa en la
desterritorialización del control social estatal, causada por la comer-
cialización de sustancias estupefacientes.

Variable Meta Objetivo

Mantener la institucionalización Maximizar


Actor Criminal
de la actividad económica criminal ganancias.
("La Cordillera")
mediante la cohesión social.

Ejercer la gobernabilidad a través


de la efectividad de las políticas Asegurar la
Gobierno
públicas. convivencia.
Narcomenudeo: entramado social del crimen

Reducir índices de criminalidad a


través del Plan Nacional de Vigilancia Ejercer el
Policía Nacional
Comunitaria por Cuadrantes (PNVCC). control social.

Utilizar los espacios de uso público


Gozar de
Comunidad con libertad de locomoción y
bienestar común.
seguridad personal.

Tabla 24. Tensión generada por la divergencia de intereses (metas y objetivos), de los actores
involucrados en el problema público del narcomenudeo.

295
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

Análisis sistémico de los intereses entre los actores


La comercialización de estupefacientes como problema público ge-
nera tensión entre los elementos que son comunes para el desarro-
llo de los objetivos propuestos por los actores involucrados, enten-
didos estos como: el actor criminal (A1), el Gobierno (A2), la Policía
Nacional (A3) y la comunidad (A4).

Con el fin de allanar una ruta de acción institucional se analizó a la


Policía Nacional de manera diferenciada del Gobierno, a sabiendas
de que son un solo cuerpo, es decir, Ente de Policía.

En razón al esquema anterior, cada actor espera optimizar sus re-


cursos, disminuir el impacto de las acciones del otro y aprovechar
las ventajas estratégicas que se brindan o generan.

En este sentido, es preciso señalar que las principales desventajas


para el Gobierno y la Policía Nacional son: primero, no conocer la
real dimensión de la influencia del actor criminal en el territorio;
segundo, no haber advertido de forma temprana la institucionaliza-
ción de ese actor en el territorio; tercero, que las acciones de control
no eliminan o neutralizan efectiva ni sustancialmente el sistema de
producción y acumulación de capital ilegal, y cuarto, que la gestión
pública para la protección del ciudadano y del Estado en lo local,
no responde a la amenaza generada por el actor criminal ni a las
necesidades ni las demandas del colectivo social.

Por su parte, el actor criminal aprovecha varias ventajas proporcio-


nadas por el Gobierno, la Policía Nacional y la fragilidad de la cohe-
sión social, entre ellas la aceptación colectiva de la comercializa-
Narcomenudeo: entramado social del crimen

ción de estupefacientes por coacción o consentimiento, el creciente


involucramiento de algunos ciudadanos en la actividad económica
criminal, la baja sinergia y capacidad de articulación de las insti-
tuciones del Estado. También la ineficacia de la administración de
justicia que no desestimula el creciente interés de las personas por
vincularse a las actividades económicas criminales. El resultado es
la institucionalización y estructuración del entramado social del cri-
men como una forma de intervenir la cohesión social y adecuar las
relaciones sociales a favor de las organizaciones al margen de la ley.

296
ANÁLISIS SISTÉMICO PARA LA TOMA DE DECISIONES EN LA ACTIVIDAD DE POLICÍA

Gráfico 31. Fricción social y espacial generada por actividades


económicas criminales.

El conflicto entre el actor criminal y la Policía Nacional genera fric-


ción social, porque en la búsqueda de ejercer el control social, uno
estimula y el otro reprime la transgresión del régimen constitucio-
nal. En dado caso, el destinatario (el ciudadano individualmente
concebido y la comunidad) está cercado y tensionado por poderes
que coaccionan su comportamiento social, además del interés que
tiene el actor criminal por instrumentalizarlo. En el análisis de esta
relación se requiere visibilizar la baja incidencia de la investigación
Narcomenudeo: entramado social del crimen

criminal contra la comercialización de estupefacientes, el impacto


negativo que ha generado el actor criminal al interferir la relación
de la Policía Nacional con el ciudadano, la medición del desempeño
institucional sustentada en los índices de criminalidad lo cual no
contribuye a desestabilizar la comercialización de estupefacientes,
y por último, la prestación homogénea de la actividad de policía.
Todo ello ayudó a profundizar el desconocimiento de la realidad te-
rritorial lo que se aprovechó como una ventaja estratégica por la
criminalidad.

297
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

En ese orden, la relación del actor criminal y la comunidad eviden-


cian un vínculo en el que prima el interés del primero. Así por ejem-
plo, en el punto de venta de estupefacientes se da la interacción
entre los actores citados, y es allí, en donde se requiere mantener
unas condiciones que favorezcan el funcionamiento del sistema de
acumulación de capital ilegal entre ellos, el entorno para la expan-
sión geográfica, la fuerza laboral y los consumidores para la dis-
tribución y compra de productos estupefacientes. De igual forma,
la institucionalización de un nuevo orden social para mantener el
monopolio del mercado ilegal logrando con ello desestructurar y re-
estructurar una nueva representación de cohesión social signada
por los antivalores impuestos por “La Cordillera”.

Por otro lado, la relación Gobierno y Policía Nacional tiene objetivos


comunes, pero los instrumentos para mantener el control social, re-
sultan insuficientes para enfrentar las amenazas actuales contra la
seguridad pública cuando hoy tienen enfoque de economía crimi-
nal. Además, están impactados por la capacidad de corrupción que
tiene “La Cordillera”. Se suma a lo anterior, que no se considera el
territorio como un referente de poder y de acumulación de capital.
Adicional a ello, los ciudadanos no generan valor público respecto
de la oferta institucional brindada por el Gobierno y la Policía Nacio-
nal, solo se benefician de ella.

Como se ha podido apreciar el actor criminal se constituye no sólo


en una amenaza para la seguridad ciudadana, sino también para
las instituciones del Estado en el ámbito local, es decir, “La Cordille-
ra”, en desarrollo de la comercialización de estupefacientes atenta
contra la seguridad pública.
Narcomenudeo: entramado social del crimen

Este análisis sistémico conllevó a la identificación y descomposición


de los factores que son requeridos y compartidos por cada actor
para lograr sus metas y objetivos, logrando el resultado que se ex-
pone en la tabla 25.

La identificación y descomposición de los factores, además de otras


interpretaciones que surgen de la integración de intereses entre ac-
tores, se constituye en la argumentación sólida de la existencia de

298
ACTORES ACTOR ILEGAL GOBIERNO POLICÍA NACIONAL COMUNIDAD

Sistema de producción
y acumulación de capital,
expansión geográfica,
Impedir la afectación
ACTOR ILEGAL monopolio del mercado, Des-institucionalizarlo. No ser víctima.
al desarrollo de la
regulación del mercado ilícito, gestión pública.
estructura organizacional
y crimen transnacional.

Función de policía, Oferta institucional Políticas públicas,


gobernabilidad y para fortalecer satisfacer
GOBIERNO Aceptar oferta de corrupción. la cohesión social necesidades
regulación del
mercado legal. y la cooperación básicas y tratar la
internacional. conflictividad social.

Actividad de policía,
No desarrollar relación Hacer cumplir reducir índices de
POLICÍA NACIONAL formal con el ciudadano la Ley. criminalidad, violencia Protección.
ni fricción social. y contravenciones.

Fuerza laboral, consumidores Respetar el


Cumplir la Ley
y vinculación a actividad . ordenamiento Proteger la
COMUNIDAD y generar valor
económica criminal como jurídico a la autoridad estructura social.
público.
modus vivendi. y mantener orden social.
ANÁLISIS SISTÉMICO PARA LA TOMA DE DECISIONES EN LA ACTIVIDAD DE POLICÍA

FACTORES COMUNES Control social, problemas públicos, territorio, legitimidad, cohesión social, bienestar general, participación
QUE GENERAN TENSIÓN ciudadana (autogestión), delitos, violencia y contravenciones.

Tabla 25. Factores comunes y tensiones generadas por los actores para el logro de sus metas.

299
Narcomenudeo: entramado social del crimen
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

un conflicto territorial producto de la hegemonía impuesta de facto


por el actor criminal. Por eso se afirma que la comercialización de
sustancias estupefacientes es un problema público complejo, de re-
laciones inéditas y de invisibles tensiones.

En este análisis se evidencian las tensiones generadas por unos


factores individuales y comunes que se requieren para el logro de
los objetivos de cada actor. En tal sentido, el actor citado en la co-
lumna busca que el otro (ubicado en la fila) desarrolle unas activida-
des para favorecer su actuación de manera efectiva. No obstante,
todos los actores requieren de los factores comunes y esto es lo que
pone en tensión a unos y otros para imponerse y lograr la ventaja, lo
que fácilmente permite evidenciar la posición de vulnerabilidad de
la comunidad ante la hegemonía asumida por el actor criminal, el
Gobierno y la Policía Nacional.

Análisis de proyectos de los actores


En este aspecto se desarrollaron dos ejercicios, el primero orientado
a conocer las metas de los actores y aquellas situaciones que nece-
sitan de los demás, para poder alcanzar sus propósitos, es decir, es
una carta de confrontación de proyectos. El resultado lo constituye
el cuadro de la estrategia de los actores, en el que se identifican los
factores que rigen sus comportamientos, se visualiza la interacción
de los mismos y se hacen inteligibles algunas tensiones producto de
la divergencia o convergencia de intereses que surgen del problema
público de la comercialización de estupefacientes. Con ello se pue-
den anticipar las potenciales decisiones de los demás actores, una
vez inicie la intervención estatal. (Ver tabla 26).
Narcomenudeo: entramado social del crimen

El segundo ejercicio, contiene los retos estratégicos asociados con


los objetivos que permiten tal logro.

E1. Mantener la institucionalización de la actividad económica criminal me-


diante la cohesión social: el actor criminal impuso reglas de compor-
tamiento social las cuales fueron inadvertidas por las autoridades
y, a partir de ellas, generó un nuevo orden social y las condiciones
necesarias y suficientes para el asentamiento de una actividad eco-
nómica criminal que le permite el fin, maximizar ganancias.

300
ANÁLISIS DE LA PARTICIPACIÓN

El problema: desterritorializacion del control social estatal

ACTOR ILEGAL GOBIERNO POLICÍA NACIONAL COMUNIDAD

Meta: maximizar ganancias Mantener condiciones Proteger los sistemas de


derivadas del desarrollo Disponer de fuerza
ACTOR ILEGAL del mercado y expansión producción y acumulación
de actividades económicas laboral y consumidores.
geográfica. de capital.
criminales.

Meta: asegurar la
Desarrollar la gestión Obedecer reglas
GOBIERNO convivencia a través Aplicar la Ley.
pública. del Estado.
de las políticas públicas.

Meta: garantizar la
Reducir los índices convivencia mediante
Impedir reconfiguración Mantener la
POLICÍA NACIONAL de violencia y de el control social bajo el
cooptada del Estado. cohesión social.
criminalidad. concepto de seguridad
pública.

Prestar un servicio
Meta: gozar de un
Armonizar la seguridad legítimo para ayudar a
Suplantar funciones bienestar común como
COMUNIDAD pública con intereses resolver problemas
del Estado. resultado de la gestión
políticos y económicos. públicos que amenazan
pública.
ANÁLISIS SISTÉMICO PARA LA TOMA DE DECISIONES EN LA ACTIVIDAD DE POLICÍA

la seguridad pública.

Tabla 26. Matriz de Actores por Actores (MACTOR): meta que persigue cada actor frente al problema público del
narcomenudeo versus lo que necesita de los demás para lograrla.

301
Narcomenudeo: entramado social del crimen
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

E2. Ejercer la gobernabilidad a través de la efectividad de las políticas públicas:


el Gobierno tiene entre sus objetivos políticos generar confianza inver-
sionista nacional e internacional, lo cual se rige bajo la concepción de
la protección de intereses económicos y la mejora de los índices de
seguridad pública. En este propósito a veces, se termina priorizando
la seguridad de las instituciones sobre las necesidades y expectativas
reales de los ciudadanos.

E3. Reducir índices de criminalidad a través del PNVCC: la Policía Nacio-


nal busca mejorar la efectividad e impacto del servicio de policía
con la implementación del Plan Nacional de Vigilancia Comunitaria
por Cuadrantes (PNVCC) y a través de él, fortalecer las condiciones
que permitan contrarrestar las causas y factores generadores de
criminalidad.

E4. Utilizar los espacios públicos con libertad de locomoción y seguridad


personal: la comunidad demanda ser protegida para gozar de los
bienes comunes y ejercer los derechos y libertades públicas, pero
en el fondo se debe recuperar fundamentalmente la cohesión so-
cial, es decir, las redes de vecindad, la búsqueda de objetivos colec-
tivos, la participación en las decisiones políticas y la estimulación
de la solidaridad. (Ver tabla 27).

Análisis de relación de influencias, dependencias y fuerzas


de los actores
Luego de conocidos los proyectos y a través de ello, los intereses de
los actores, se elaboró el análisis de convergencias y divergencias
como primera visualización de las tensiones que en la cotidianidad
genera la comercialización de estupefacientes. Seguidamente, se
Narcomenudeo: entramado social del crimen

evidencia la relación de influencia y dependencia de los actores, así


como la potencia o relación de fuerza, que tiene un actor sobre los
demás.

En ese orden, las convergencias y divergencias reafirman lo que de


manera fáctica se percibe en la cotidianidad, la relación de la comu-
nidad, la Policía Nacional y el Gobierno está perturbada por el actor
criminal. Se destaca en este análisis la convergencia de intereses
entre el actor criminal y la comunidad lo que debe ser contextualiza-
do para su mejor comprensión.

302
ANÁLISIS SISTÉMICO PARA LA TOMA DE DECISIONES EN LA ACTIVIDAD DE POLICÍA

ANÁLISIS DE LA PARTICIPACIÓN

El problema: desterritorializacion del control social estatal

NO. RETOS ESTRATÉGICOS OBJETIVOS ASOCIADOS

1. Maximizar ganancias.
2. Mantener el monopolio.
Mantener la
3. Proteger los sistemas de producción
institucionalización de
la actividad económica y acumulación de capital.
E-1
criminal mediante la 4. Asegurar las condiciones para la
cohesión social. ampliación del mercado ilícito (expansión
geográfica, fuerza laboral, consumidores y
disponibilidad de productos).

1. Garantizar intereses económicos y


Ejercer la gobernabilidad políticos para generar confianza inversionista.
E-2 mediante la efectividad 2. Cumplir los programas de Gobierno.
de las políticas públicas. 3. Posicionar su gestión frente a los temas
de seguridad pública.

1. Orientar la cohesión intrainstitucional para


Reducir los índices de mejorar la efectividad y el impacto del servicio
criminalidad a través de policía.
E-3 del Plan Nacional de 2. Prestar un servicio heterogéneo en respuesta
Vigilancia Comunitaria a las necesidades de los ciudadanos.
por Cuadrantes. 3. Fortalecer la coordinación interinstitucional
para el tratamiento de los problemas públicos.

Utilizar los espacios de 1. Ejercer sus derechos y libertades públicas.


uso público con libertad 2. Recuperar la confianza en la comunidad
E-4
de locomoción y favoreciendo la interacción y la solidaridad.
seguridad personal. 3. Disfrutar de los bienes públicos.

Tabla 27. Retos estratégicos por objetivos asociados de cada actor.


Narcomenudeo: entramado social del crimen

El actor criminal debe mantener en el punto de venta donde se ma-


nifiesta el narcomenudeo, un equilibrio mínimo entre cuatro aspec-
tos, dos de ellos son la fuerza laboral y los consumidores. Esto se
explica por cuanto
Tabla 23. Retos elpor
estratégicos ciudadano en condición
objetivos asociados de vulnerabilidad clau-
de cada actor.
dica ante la oferta hecha por el actor criminal, decide vincularse de
manera racional a las actividades de economía criminal, como en
este caso, la venta de sustancias estupefacientes. Los consumido-
res de sustancias estupefacientes se identifican como la otra causa
por la cual se reafirma la relación.

303
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

La divergencia entre el actor criminal con el Gobierno y la Policía


Nacional se sustenta de manera natural en que los últimos repre-
sentan al Estado y por ende la legalidad. Sin embargo, se debe lla-
mar la atención, porque se están brindando ventajas que facilitan
el logro del reto estratégico fijado por “La Cordillera”. Estas ventajas
encuentran su justificación en que al desconocer la dinámica de la
comercialización de estupefacientes, no se priorizan acciones diri-
gidas a modificar las condiciones que favorecen la actividad econó-
mica criminal.

A3
+1 +1
-1

-1 A1 +1

-1 -1
A2 A4
Gráfico 32. Análisis de convergencia y divergencia de los actores.

Por otra parte, la divergencia entre la comunidad y el actor criminal,


se sustenta en que este último representa amenazas para la vida,
la integridad personal, el patrimonio y la cohesión social (seguridad
ciudadana). Pero también para la soberanía, el régimen constitucio-
nal y el orden constitucional (seguridad nacional interna)
Narcomenudeo: entramado social del crimen

Las tensiones permiten entonces, comprender la relación de in-


fluencia que tiene el actor criminal sobre el Gobierno, la Policía Na-
cional y la comunidad. Esto significa que “La Cordillera”, como actor
de alto poder desarrolla una fuerte motricidad en el sistema, de
acuerdo a su relación de fuerza la cual, según el coeficiente ri* es
de 2,25; entiéndase como mayor influencia y menor dependencia
frente a los demás actores.

* El coeficiente ri establece las relaciones de fuerza entre los actores en las que se relaciona la
motricidad indirecta real y la relativa con la dependencia indirecta, lo que determina la preemi-
nencia de un actor sobre otro.

304
ANÁLISIS SISTÉMICO PARA LA TOMA DE DECISIONES EN LA ACTIVIDAD DE POLICÍA

De manera contraria, el Gobierno, la Policía Nacional y la comuni-


dad se ubican en una zona de poca influencia y mayor dependencia.
En su orden, ellos poseen una relación de fuerza ri* de 0,8; 0,56
y 0,38 respectivamente. Aquí se presenta un reto: ¿Cómo limitar la
capacidad de influencia del actor criminal? Es decir, se reafirma un
vez más que la relación sistémica está condicionada y determinada
por “La Cordillera”.
Análisis de influencia y dependencia

A1
Alta
Influencia

A2
A3
Baja

A4

Baja Alta
Dependencia

Gráfico 33. Análisis de influencia y dependencia de los actores frente al problema público del
narcomenudeo.

Análisis de fuerza según coeficiente ri.

Histograma de relaciones de fuerza


Narcomenudeo: entramado social del crimen

Comunidad 0,38

Policía Nacional 0,56

Gobierno 0,8

Actor Criminal 2,25

Gráfico 34. Análisis de fuerza de los actores según el coeficiente ri.

305
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

Esbozada la complejidad de la comercialización de estupefacien-


tes se debe considerar una actuación conjunta del Estado, es decir,
comunidad y Gobierno, incluida en este último la Policía Nacional.
Cerrar filas contra el actor criminal, es el reto para mantener la go-
bernabilidad de la seguridad pública y a través de ella, el control
social estatal.

Propuesta con enfoque prospectivo para preservar


el control social estatal
Considerando los objetivos de la investigación se esboza una pro-
puesta que contempla los principales elementos sobre los que se
podría guiar la intervención de los factores que caracterizan la re-
lación sistémica frente a la comercialización de estupefacientes,
sobre los que la Policía Nacional tendría gobernabilidad y que ade-
más requieren la actuación coordinada con otras instituciones del
Estado.

FIN: "El Plan Nacional de Vigilancia Comunitaria por Cuadrante (PNVCC);


servicio legítimo para el tratamiento de problemas de convivencia"

META: “Ejercer el control social estatal frente a la amenaza generada por la


comercialización de estupefacientes mediante el servicio de policía”.

RETOS
NO. OBJETIVOS ASOCIADOS
ESTRATÉGICOS

Cohesionar la actuación de las modalidades y


especialidades del servicio de la Policía Nacional
Incluir en la frente a la comercialización de estupefacientes.
planeación
estratégica Implementar una política de administración, flujo y
1 institucional uso de información para orientar el servicio de
el conocimiento policía.
de las realidades
territoriales Articular en la gestión territorial de la seguridad
pública las metas estratégicas y operativas.
Narcomenudeo: entramado social del crimen

Implementar indicadores de criminalística, criminología


y epidemiología que representen el daño social
que genera la comercialización de estupefacientes.
Desequilibrar la
interacción de los Desarrollar investigación criminal frente a la
factores que le comercialización de estupefacientes.
2 permiten al actor
criminal lograr sus Redefinir el procedimiento complementario entre la
propósitos Policía Nacional y la Fiscalía General de la Nación
frente a la comercialización, porte y consumo de
sustancias estupefacientes.

306
ANÁLISIS SISTÉMICO PARA LA TOMA DE DECISIONES EN LA ACTIVIDAD DE POLICÍA

FIN: "El Plan Nacional de Vigilancia Comunitaria por Cuadrante (PNVCC);


servicio legítimo para el tratamiento de problemas de convivencia"

META: “Ejercer el control social estatal frente a la amenaza generada por la


comercialización de estupefacientes mediante el servicio de policía”.

Evaluar la actuación proactiva hacia las fuentes


de riesgo que generan y facilitan la comercialización
de estupefacientes.

Promover las Documentar el procedimiento de actuación policial


buenas prácticas en los motivos de comercialización, porte y consumo
3 de estupefacientes.
policiales
Desarrollar un esquema de entrenamiento in situ al
policía sobre el procedimiento en los motivos de
policía relacionados con la comercialización, el porte
y el consumo de sustancias estupefacientes.

Articular los programas de institucionales con el Plan


Integral de Convivencia y Seguridad Ciudadana (PICS)
para apropiar recursos a través de los Planes de
Desarrollo Nacional, Departamental y Municipal.
Garantizar el Presentar ante la Alcaldía Municipal el proyecto de
4 ejercicio de la Plan Integral de Convivencia y Seguridad Ciudadana.
autoridad de policía
Formular proyectos de ley, donde se fije la actuación
con metas interinstitucionales, para intervenir la
comercialización de estupefacientes, orientadas
a la recuperación de la cohesión y el control social.

Tabla 28. Propuesta con enfoque prospectivo para la recuperación del control social estatal.

Narcomenudeo: entramado social del crimen

307
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

Conclusiones Generales

En cada uno de los capítulos fueron presentadas afirmaciones con-


cluyentes respecto del tema de análisis, no obstante, es pertinen-
te destacar algunas proposiciones relacionadas con los retos que
plantea la comercialización de estupefacientes y el accionar de la
organización criminal para el Estado, y enfatizar en algunas limita-
ciones y vacíos de conocimiento, que demandan el desarrollo de
investigación científica.

El estatus epistemológico de la inteligencia policial

Plantear la discusión sobre la pertinencia de definir la base teórica


de la inteligencia policial representa la urgente necesidad de apre-
hender fundamentos de conocimiento para tener claridad sobre lo
que se debe hacer de cara a la realidad. A partir de una bien estruc-
turada entidad o unidad de análisis se identifica el límite y alcance
de la inteligencia policial, por tanto, hay una contribución en clarifi-
car el enfoque de actuación para articular los aspectos teóricos con
las prácticas cotidianas, de manera que impere la coherencia entre
el deber ser y el ser. Identificar los ámbitos propios del conocimiento
con la debida rigurosidad, se constituye en una potencialidad que
facilita encontrar aspectos de complementariedad con otras mo-
Narcomenudeo: entramado social del crimen

dalidades del servicio de policía, disciplinas, ciencias y actividades


que tienen por objeto de estudio temáticas afines a la convivencia.
Una bondad adicional es evitar la interferencia o invasión (confluen-
cia de roles) en campos inherentes a áreas del saber que han avan-
zado en la formulación de sus respectivos estatus epistemológicos
y gozan de claridad en su acción.

Al respecto, es necesario elevar el nivel de la discusión sobre estos


temas. Si bien no se pretende descalificar la experiencia individual
o colectiva ni el conocimiento intuitivo sobre estas cuestiones, se

308
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

requiere un tipo de argumentación y aporte riguroso, sistemático y


objetivizado que contribuya a la construcción de un estatuto episte-
mológico consistente. De igual forma, se hace exigente una apertu-
ra discursiva para analizar desde otras perspectivas aspectos teó-
ricos y propositivos que entran en cuestionamientos válidos contra
ciertos paradigmas consuetudinarios. Se abre, por consiguiente, un
espacio para el criticismo lógico y la divergencia pero a partir de
elementos de conocimiento más elaborados producto del estudio
juicioso y el análisis detallado.

La teoría del funcionalismo estructural, como una propuesta ini-


cial de la base teórica para la inteligencia policial, gracias a sus
planteamientos, funge como el esquema sistemático de proposi-
ciones que de manera más afín identifica los fines que desarrolla
esta modalidad del servicio de policía. El grado de certeza al hacer
esa afirmación es que el ejercicio analítico de contrastación con la
práctica hasta ahora ejecutada, muestra que parte de los procesos
y acciones que realizan los funcionarios de la inteligencia policial,
en su parte empírica, encuentran elementos de sustento en las re-
flexiones formuladas por Talcott Parsons desde la perspectiva de la
estructura de la acción social.

La profesionalización de la inteligencia policial reconocida


por IALEIA

Los resultados de la investigación documental e institucional titu-


lada “Aproximación a la base teórica de la inteligencia policial: una
tipología universal” fueron presentados en desarrollo del III Semi-
nario Internacional de Inteligencia Estratégica y Prospectiva 2012
Narcomenudeo: entramado social del crimen

en la cual participaron directivos y miembros de la Asociación Inter-


nacional de Analistas de Inteligencia encargados de hacer cumplir
la Ley (IALEIA) quienes presidieron el lanzamiento del capítulo Co-
lombia de esta organización. El evento fue el escenario en el que se
plantearon reflexiones en cinco dimensiones:

La necesaria fundamentación teórica de la inteligencia policial,


porque: la inteligencia es un sustantivo y los adjetivos establecen
la tipología la cual se acompaña de base teórica, estructura y mé-
todo, de esta forma se establece su límite y alcance. El papel de

309
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

la inteligencia policial consiste en identificar las propiedades uni-


versales (variables) de la cosa objeto de análisis, insumo reque-
rido por la prospectiva, de lo contrario esta última no existe. Este
esfuerzo académico de identificar el marco analítico de la activi-
dad de inteligencia policial es un referente para los otros cuerpos
de policía y organismos de inteligencia de Latinoamérica.

El nuevo paradigma implica identificar entidades de análisis: la


unidad de análisis en inteligencia policial, la constituye la ame-
naza derivada del conflicto social (en su función desintegradora)
y el ámbito de protección será la convivencia, la cual se entien-
de como el sistema de acción social. La amenaza derivada del
conflicto social como unidad de análisis, se constituye entonces
en la entidad que rige la arquitectura del diseño de la solución
tecnológica en la inteligencia policial. La solución tecnológica
debe concebir la interdependencia entre las características de
la amenaza (indicadores de resultados), los ámbitos de protec-
ción (indicadores de impacto) y las capacidades (indicadores de
gestión), para permitir la gestión de los riesgos de la convivencia.

La caracterización de amenazas a la convivencia es una metodo-


logía afín con la corriente teórica del funcionalismo estructural y la
teoría del sistema de acción social, porque: el acervo teorético es
concordante con la producción literaria de la doctrina de policía,
de ella se obtiene como uno de los resultados la estructura lógica
de análisis instrumento vital para la definición de nuevas entida-
des de análisis y por tanto de la predicción para, de esta forma,
hacer seguimiento gerencial a la gestión de los riesgos que aten-
tan contra la convivencia. Esta metodología emplea el método in-
ductivo -sensorial y racional- para elaborar la reconstrucción de re-
Narcomenudeo: entramado social del crimen

presentaciones colectivas -a partir de las individualidades- como


imagen artificial para leer la evolución de la amenaza derivada del
conflicto social.

El resultado de la caracterización como metodología para obje-


tivar las amenazas a la convivencia tiene múltiples usos, entre
ellos: a) permite hacer una aproximación sistemática y sistémica
a la realidad social de la convivencia, b) facilita la identificación
de relaciones causales entre las diferentes amenazas a la con-
vivencia, c) fundamenta la elaboración de estructuras lógicas de

310
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

análisis de la convivencia, d) en relación con el enfoque de se-


guridad permite identificar las capacidades institucionales, para
enfrentar las amenazas a la convivencia, e) identifica nuevas en-
tidades como presupuesto para el diseño de la solución tecnoló-
gica con fines de predicción y anticipación.

La inteligencia criminal como una actividad desconocida en sus


aspectos epistemológicos, teleológicos y ontológicos, por lo que:
existe confusión al relacionar la investigación criminal con la in-
teligencia criminal, es común relacionar la inteligencia criminal
con el análisis criminal o delictual. No existe inteligencia reactiva,
por lo que la actividad de inteligencia criminal tiene por objeto
predecir, principal atributo y fundamento basal tanto de la antici-
pación, así como para diseñar la estructura y mecanismo de fun-
cionamiento -sistema- de las amenazas criminales presupuesto
de la prospectiva.

La inteligencia criminal y policial, una relación emergente en la


que se destaca que: son dos tipologías diferentes, pero comple-
mentarias para planear y prestar el servicio de policía, ellas tienen
su confluencia en la protección de la convivencia. Continúa la dis-
cusión irresuelta de establecer si la inteligencia policial y criminal
son sólo actividades o si las metodologías y la rigurosidad con que
estas se desarrollan les daría el estatus de disciplina.

El entramado social del crimen: un enfoque para explicar


la realidad social
El entramado social del crimen como denominación de una forma
Narcomenudeo: entramado social del crimen

de asociación colectiva, es una propuesta que describe situaciones


instaladas en algunos grupos sociales que se vinculan a activida-
des económicas criminales. Es una manera peculiar de interacción
que explica el contenido de lógicas observadas en algunos sectores
urbanos donde se protege la estructura de mercados ilegales y em-
presas criminales. En este escenario, la cohesión social se torna en
negativa cuando se crean representaciones sociales que imponen
adhesión y pertinencia de algunos ciudadanos con valores y princi-
pios que ignoran las formalidades y legalidades que las autoridades
del Estado buscan mantener en el territorio.

311
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

Las actividades económicas criminales, bajo el criterio de algunos


ciudadanos, han dejado de ser consideradas como situaciones
reprochables, para ser visibilizadas como medios que permiten el
sustento personal y familiar. De forma paralela, los actores crimi-
nales amplían su radio de acción y se apropian del territorio donde
ofrecen opciones de “trabajo” a los residentes de esas áreas que
intervienen, para legitimarse como fuerzas proveedoras de bienes y
servicios que ayudan a suplir las carencias y necesidades básicas.
Al generalizarse este tipo de prácticas, se adoptan actitudes que
generan pertinencia e identidad tanto con las organizaciones de-
lincuenciales como con las acciones criminales de donde obtienen
ganancias económicas.

Esta forma de ver la realidad social resulta pertinente no para ha-


cer apología a situaciones que vulneran el orden social que busca
proteger el Estado, sino para entrar, de forma más aproximada, en
el complejo mundo de la interacción humana donde el crimen se
convierte en un hilo vinculante. En este escenario también se esta-
blecen órdenes sociales sui generis que son construidos con base
en circunstancias propias de los entornos urbanos como resultado
de una construcción histórica y aceptada colectivamente, que en
muchos casos, tienen una lógica desconocida para las autoridades
estatales.

El reto del Estado: la comprensión de la amenaza para su


adecuada intervención
Una organización criminal se institucionaliza cuando logra articular
el sistema de producción, con el de acumulación de capital. Es de-
Narcomenudeo: entramado social del crimen

cir, para este caso, “La Cordillera” articuló la comercialización de


estupefacientes con otras actividades económicas criminales, tales
como la extorsión y la captura de rentas generadas por los juegos
de azar ilegales, la prostitución y la fijación de cuotas extorsivas a
algunas personas que se dedican a la comercialización de cebolla y
de ganado en pie. (Ver gráfico 35).

Entonces, la comercialización de estupefacientes es el subsistema


en el que se monetizan los productos del narcotráfico, mediado por
el desarrollo del mix de mercado, lo cual genera un fenómeno deno-

312
MAXIMIZAR GANANCIAS

SISTEMA DE PRODUCCIÓN DE CAPITAL SISTEMA DE ACUMULACIÓN DE CAPITAL

NARCOTRÁFICO
ORGANIZACIÓN ACTIVIDAD
COMUNIDAD
CRIMINAL ECONÓMICA

PRODUCCIÓN DISTRIBUCIÓN COMERCIALIZACIÓN FLUJO DE CAPITALES


Control Social Cohesión Social Legitimidad

CULTIVOS ILÍCITOS ACOPIO PRODUCTO COSTOS OPERATIVOS


INSTITUCIONALIZACIÓN DE UN
NUEVO ORDEN SOCIAL
SUSTANCIAS QUÍMICAS TRANSFORMACIÓN PRECIO INVERSIÓN

INFRAESTRUCTURAS
RUTAS PROMOCIÓN ACUMULACIÓN
DE PRODUCCIÓN

TRANSPORTE PUNTO DE VENTA


POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

Gráfico 35. Integración del sistema de producción y acumulación de capital para maximizar las ganancias por parte de una organización narcotraficante.

313
Narcomenudeo: entramado social del crimen
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

minado narcomenudeo, que fue institucionalizado por “La Cordille-


ra” como una actividad de economía criminal para la acumulación
de capital.

El narcomenudeo es un fenómeno que surge como resultado de la


aplicación de los procesos estratégicos y operativos de la comer-
cialización de sustancias estupefacientes que busca maximizar las
ganancias y es percibido por los ciudadanos como la compra, venta,
monetización y consumo de sustancias estupefacientes. Sin em-
bargo, esta representación social mediada por el temor o el miedo
generado por la marca “La Cordillera” sumado a la incomprensión
del funcionamiento del sistema por parte del Estado, permite que
la estructura de comercialización de estupefacientes permanezca
indemne, en razón a que el narcomenudeo contempla aspectos
superiores. Por un lado representa la institucionalización (estable-
cimiento de un nuevo orden social), de una actividad económica cri-
minal para la acumulación de capital; y por el otro, se constituye en
un problema público que amenaza no sólo la seguridad ciudadana,
sino la seguridad pública en tanto desterritorializa el control social
estatal.

La institucionalización de “La Cordillera” a través de una estructura


organizacional en cadena de asociación, le permite mayor flexibili-
dad en el direccionamiento, mando y control de la actividad econó-
mica criminal, facilita la apropiación del espacio, mantiene el con-
trol social y disminuye el tiempo de circulación de los productos para
maximizar ganancias.

Es por ello que el orden institucional en expansión desarrollado


por “La Cordillera” adecúa los referentes territoriales como medio
Narcomenudeo: entramado social del crimen

para generar riqueza, pero esto es imperceptible para las autori-


dades. Es decir, el orden institucional es la forma efectiva como el
crimen desterritorializa al Estado en sus funciones de asistencia,
regulación y control. Contrariamente, los ciudadanos no sólo perci-
ben en la cotidianidad la presencia del actor criminal sino que ade-
más, son conscientes que él condiciona y determina el comporta-
miento colectivo y la conducta individual; lo que se desconoce es
la dimensión de los daños que esto causa a la cohesión social,
porque las manifestaciones se conciben solo relacionadas a una
actividad criminal aislada, y no en interacción con el narcotráfico.

314
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

El narcomenudeo como un fenómeno del narcotráfico estimula nue-


vas o variadas manifestaciones de criminalidad y violencia como
el desplazamiento intraurbano, la instrumentalización criminal de
los ciudadanos (entre ellos los menores de edad), la extorsión en
pequeñas cuotas de dinero (condicionada a la denuncia), la expro-
piación forzosa de bienes muebles e inmuebles, la deserción y la
violencia escolar, la venta de estupefacientes entendida por los ciu-
dadanos como un modus vivendi y forma de satisfacer sus necesi-
dades básicas. Sobre estas manifestaciones se carece de registro
oficial por parte del Estado, pero son las que impiden a los ciudada-
nos disfrutar sin temores de los bienes públicos, así como ejercitar
los demás derechos y libertades públicas.

Todo lo anterior hace suponer que el ordenamiento jurídico, la po-


lítica criminal, los procedimientos de seguridad y de salubridad pú-
blicas, entre otros, no responden adecuadamente a los retos de in-
seguridad que emanan de la comercialización de estupefacientes.
Por esta razón, la actuación del Estado no genera impacto en el
ciudadano y como consecuencia, está en riesgo la legitimidad y no
se genera valor público a través de la oferta institucional. Quiere de-
cir entonces, que la interpretación criminológica de los problemas
de seguridad se debe complementar con análisis estructurales que
además de hacer una descripción fenomenológica, permita identifi-
car las causas estructurales e invisibles que los motivan, y de esta
forma, orientar la actuación del Ente de Policía, para modificar las
condiciones que favorecen la permanencia de estas.

Se puede afirmar que las vulnerabilidades identificadas en la actua-


ción del Estado frente al narcomenudeo, son interpretadas como
Narcomenudeo: entramado social del crimen

debilidades aprovechadas por el actor criminal o que involuntaria-


mente favorecen la pervivencia del actor y de la actividad económi-
ca criminal.

Es decir, el análisis del narcotráfico no sólo se debe concentrar en su


sistema de producción y los actores que en él intervienen, también
requiere de especial atención a los mecanismos de acumulación
de capital (diversificación de actividades económicas criminales),
que se interrelacionan con el subsistema de comercialización en la
forma como se apropian del espacio urbano para la venta de estu-

315
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

pefacientes. Así mismo, es de interés estratégico definir las señales,


indicios o indicadores para anticipar la institucionalización de una
organización criminal en el territorio y no sólo desde la perspectiva
de la presencia de un actor criminal.

Un ejemplo de ello lo constituye “La Cordillera” que de manera sis-


temática genera las condiciones para un nuevo mercado en Pereira
y algunos municipios del eje cafetero, donde se ofertan sustancias
sustitutas (farmacéuticas, industriales, de diseño y combinadas)
que generan efectos estimulantes y no necesariamente son elabo-
radas con derivados de la cocaína. Esto significaría varios retos para
la investigación criminal:

• Los reactivos empleados en el procedimiento de Prueba de


Identificación Preliminar Homogenizada (PIPH) no identifican
las nuevas sustancias que en su mayoría son de origen farma-
céutico e industrial. Esto influye en que el concepto del investi-
gador, vital para judicialización, sea limitado en razón a que el
actual protocolo no le permite establecer lo citado en el artículo
376 del Código Penal colombiano “… droga que produzca de-
pendencia…”.

• No se dispone de los protocolos ni los instrumentos tecnológicos


para el análisis químico de los productos estupefacientes que
hoy se comercializan; en razón a ello, la Dirección de Investiga-
ción Criminal e Interpol (DIJIN) de la Policía Nacional, requiere la
adquisición del cromatógrafo de gases masa-masa, el cual per-
mite perfilar estas sustancias a través de la separación, identifi-
cación y cuantificación de los componentes volátiles y semivolá-
Narcomenudeo: entramado social del crimen

tiles de las mezclas complejas que contienen. Esto es importante


en el consumo porque no se sabe con certeza qué tipo de sus-
tancias adulterantes están siendo usadas en la manufactura ni
la concentración de las mismas. Por esto mismo, se desconoce
qué es lo que realmente están consumiendo los consumidores.

• La persona capturada por la Policía Nacional por el delito de


tráfico, fabricación o porte de estupefacientes (artículo 376 del

316
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

Código Penal Colombiano) en pequeñas cantidades, recobra la


libertad por decisión del Fiscal de la Unidad de Reacción Inme-
diata (URI) de la Fiscalía General de la Nación. La decisión judi-
cial se argumenta en las sentencias 29183 de 2008 y 31531 de
2009 sobre el concepto de aprovisionamiento, promulgadas por
la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia. El
aprovisionamiento es una forma de almacenamiento de estupe-
facientes para el consumo personal, lo cual se interpreta como
antijuricidad material, es decir, no se presenta una efectiva le-
sión o al menos peligro al bien jurídico tutelado por la Ley (princi-
pio de lesividad), y por lo tanto, no se configura el delito.

La anterior jurisprudencia genera colisión con el artículo 49 de


la Constitución Política de Colombia que prohíbe el consumo de
estupefacientes. La prohibición obligaría a judicializar a todas
las personas que porten cualquier cantidad de sustancia estu-
pefaciente. Adicionalmente, ese mandato constitucional no ha
sido reglamentado, lo que dificulta operacionalizar la intención
planteada por el Legislativo y el Ejecutivo, que es desarrollada
cotidianamente por la Policía Nacional.

• La información que produce la investigación criminal, no se pro-


cesa con fines estratégicos para comprender los fenómenos de
criminalidad, solo se emplea para esclarecer los hechos y parte
de ella queda registrada en las múltiples bases de datos opera-
cionales de la rama judicial.

• Los centros de manufactura deben ser objeto de investigación


criminal para que dentro del desarrollo de los programas meto-
Narcomenudeo: entramado social del crimen

dológicos se documente la estructura y formas de funcionamien-


to. Este sería un presupuesto para la gestión de conocimiento,
que se constituya en aprendizaje institucional susceptible de ser
replicado en las unidades policiales y contribuya a la compren-
sión de la comercialización de sustancias estupefacientes, así
como a la focalización de esfuerzos en aspectos estructurales
del problema.

317
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

El análisis del narcotráfico fragmentado: los vacíos


para la producción de conocimiento

La ausencia de una estructura lógica de análisis integral para hacer


seguimiento estratégico al narcotráfico como un sistema, es lo que
limita la comprensión de los fenómenos asociados al mismo. En los
esquemas tradicionales de análisis del narcotráfico no se incluye el
seguimiento sistemático a la comercialización de estupefacientes y
en esta investigación se presenta una propuesta de análisis con en-
foque de mercado que permite racionalizarlo, explicarlo y dominar-
lo. Hoy las organizaciones narcotraficantes, a diferencia de lo que
ocurría en el pasado, no desarrollan todos los subsistemas, sino
que se especializan en algunos componentes del sistema.

Las amenazas asociadas al narcotráfico, como el narcomenudeo,


requieren ser caracterizados con enfoque ontológico y sistémico, y
a partir de esto, identificar las necesidades de actuación coordina-
da, concurrente y subsidiaria de las instituciones del Estado. Para
la Policía Nacional los problemas públicos son generadores de mo-
tivos de policía, en atención a lo cual debe y requiere disponer de
mecanismos efectivos, que le permitan ejercer el control social
mediante la prestación de un servicio heterogéneo que responda
a las realidades territoriales, y se enfoque hacia la seguridad ciu-
dadana en sus dimensiones individual y colectiva, así como a la
protección de las instituciones del Estado.

En razón a lo anterior, la Policía Nacional debe realizar un segui-


miento al sistema del narcotráfico integrado por los subsistemas de
Narcomenudeo: entramado social del crimen

producción, distribución, comercialización y flujo de capitales, y al


sistema de acumulación de capital, lo que plantea la necesidad de
adecuar los sistemas de información para tal fin.

No es pertinente considerar los fenómenos como meras manifes-


taciones criminales, ni diseñar estrategias por cada delito que de
manera mediática o por percepción, se posicionen en la opinión pú-
blica o en el discurso político; sino que se requiere identificar los
mecanismos que articulan distintas actividades criminales para in-
tervenirlas de manera integral y sistemática. En relación con ello,

318
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

se pudo confirmar que las autoridades que representan al Estado


actúan sobre las manifestaciones de afectación a la seguridad pú-
blica que se perciben y no sobre los mecanismos que las generan.

Por lo anterior, el Centro de Inteligencia Prospectiva (CIPRO), conti-


nuará desarrollando la investigación titulada “Ontología del Narco-
tráfico: la abstracción del sistema socioeconómico” la cual inició en
el año 2009, por lo que tiene caracter de itinerante en razón a los
múltiples vacíos de conocimiento que en relación con el narcotráfico
existen.

El narcomenudeo: una amenaza a la seguridad pública


del hemisferio

La generalización del subsistema de comercialización de estupefa-


cientes, en el que se percibe el narcomenudeo, una vez contrasta-
da en algunas ciudades de Colombia, México, El Salvador, Brasil,
y Perú, permite afirmar que las propiedades del fenómeno son las
mismas en estos países, lo que evidentemente cambia son los atri-
butos propios de cada realidad, debido a la diversidad cultural, polí-
tica, social, económica y geográfica, entre otros factores.

La consulta realizada con los cuerpos de policía de Latinoamérica,


deja entrever que no se dispone de una estructura lógica de análisis
del narcotráfico (estructura y funcionamiento), que incluya la comer-
cialización de estupefacientes; y que a su vez, permita realizar un
seguimiento longitudinal de este subsistema.

En este sentido, la estructura lógica de análisis se constituye en el


Narcomenudeo: entramado social del crimen

insumo vital para el diseño de soluciones tecnológicas integradas


que permitan mejorar la coordinación y el intercambio de informa-
ción estratégica en el hemisferio, la efectividad de la cooperación
internacional, la formulación de políticas públicas y la medición del
impacto de la actuación del Estado frente a la comercialización de
estupefacientes.

El gran reto para los Estados es prevenir que los ciudadanos se in-
corporen a las actividades económicas criminales. Sin embargo, la
tendencia es tipificar como delito todos aquellos comportamientos

319
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

que afectan la convivencia, como mecanismo para ejercer el control


social por parte de las autoridades, pero esto conduce a un riesgo
de magnitudes incalculables, porque se puede llegar a procesar pe-
nalmente y de forma masiva a la población que es constreñida por
parte de un actor criminal a vincularse a actividades económicas
criminales.

Limitaciones: retos de la investigación científica

• La profundización en el conocimiento de las reglas de acumula-


ción de capital es una tarea pendiente. Por ahora se plantea, que
intervenir el sistema de acumulación de capital es una necesi-
dad prioritaria, que impactaría estructuralmente el esquema de
la organización criminal.

• Este estudio carece de un análisis de entorno, demográfico y


cartográfico de los sitios donde se manifiesta el narcomenudeo,
porque no se fijó como un objetivo mismo, pero podría ser de
vital importancia para la planeación de una actividad de policía
heterogénea, con énfasis en el conocimiento de las realidades
territoriales.

• No se dispone de resultados científicos que refieran el cálculo


de las ganancias que genera la comercialización de estupefa-
cientes, ni la forma como estas se integran al sistema financiero.
Por este motivo, se requiere un estudio que permita conocer los
mecanismos a través de los cuales el capital ilegal es introduci-
do en el sector real y luego en el financiero. En este aspecto, se
demanda la coordinación con la Unidad de Información y Análisis
Financiero de (UIAF) del Ministerio de Hacienda y Crédito Público.
Narcomenudeo: entramado social del crimen

• La ausencia de un sistema de información relacional hace impo-


sible realizar un seguimiento longitudinal a la comercialización
de estupefacientes, por lo cual surge la necesidad de diseñar
una infraestructura lógica de análisis que apoyada en una solu-
ción tecnológica integrada, represente de manera aproximada la
realidad de los problemas públicos que afectan la convivencia en
la cotidianidad.

320
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

• Sería pertinente revisar los procedimientos administrativos con


los que las entidades del Estado tratan a los servidores públicos
o beneficiarios drogadictos y su impacto en el Sistema General
de Seguridad en Salud. Además, surge la inquietud respecto de
si los tratamientos terapéuticos que se administran en los pro-
cesos de rehabilitación de los consumidores, responden al con-
sumo de sustancias sustitutas o la combinación de estas con
estupefacientes.

El uso de la investigación para transformar la realidad

Los resultados de esta investigación fueron presentados el 1 de ju-


lio de 2011 en Cuernavaca (México) en el marco de la VI Cumbre de
la Comunidad Latinoamericana y del Caribe de Inteligencia Policial
(CLACIP), en donde se destacó por parte de los asistentes la simi-
litud del comportamiento del narcomenudeo con lo que ocurre en
cada uno de los Estados miembros.

La Policía Nacional de Colombia promueve la investigación con me-


todología científica para identificar las necesidades de seguridad
pública, y a partir de esto, producir conocimiento útil para planear y
prestar el servicio de policía en el marco del Plan Nacional de Vigi-
lancia Comunitaria por Cuadrantes (PNVCC).

Bajo esa visión, el enfoque analítico hacia la comprensión de los


problemas públicos que afectan la convivencia desarrollado por la
Dirección de Inteligencia Policial (DIPOL), demanda la necesaria am-
pliación de usuarios del conocimiento que se produce en el marco
del Plan Nacional de Inteligencia Policial por Cuadrantes (PNIPC).
Esto significa que la comprensión de los problemas públicos que
Narcomenudeo: entramado social del crimen

afectan la convivencia debe ser útil para orientar, además de la


planeación estratégica, la planeación y prestación del servicio de
policía, que repercuta en la actuación proactiva de los policías del
cuadrante y que, por intermedio de ellos, se pueda involucrar y edu-
car a la comunidad para disminuir los factores que facilitan la per-
turbación del orden social.

En ese sentido, es fundamental que cuando se formule una estra-


tegia institucional contra la comercialización de estupefacientes,
se dirija a impactar las variables que se constituyen en amenaza y

321
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

corregir las vulnerabilidades que obstaculizan el propósito de garan-


tizar la seguridad pública.

A manera de colofón, esta investigación es solo una aproximación


perfectible para la comprensión de un fenómeno que como el nar-
comenudeo, se constituye en un problema público de afectación, no
sólo a la seguridad ciudadana, sino también a la seguridad nacio-
nal, y por ende a la convivencia. La última palabra en términos de
producción de conocimiento no está dicha, solo se busca iniciar la
discusión en distintos ámbitos institucionales, académicos y socia-
les; así mismo, orientar la actuación de la Policía Nacional guiada
por inteligencia policial, en la que se calculen los efectos de las de-
cisiones con indicadores más acordes con la realidad que viven los
ciudadanos en la cotidianidad.

Concebir la inteligencia policial no necesariamente asociada al aná-


lisis de la criminalidad es complejo, máxime cuando la literatura la
equipara como sinónimo de la inteligencia criminal. Sin embargo,
en esta investigación se considera que ambos conceptos poseen
connotaciones distintas pero complementarias, en su función de
anticipar y asesorar los cuerpos de policía para la prestación de un
servicio orientado a ejercer el control social, garantizar la protección
de los ciudadanos y del Estado, y a través de este propósito, lograr
su fin fundamental, es decir, la convivencia.
Narcomenudeo: entramado social del crimen

322
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

EPÍLOGO
El libro Narcomenudeo: entramado social por la institucionalización
de una actividad criminal es el primer gran paso de la Dirección de
Inteligencia Policial (DIPOL) en reorientar los esfuerzos de compren-
sión de la Policía Nacional de Colombia a partir de la implementa-
ción de una metodología endógena para la caracterización de las
amenazas que afectan la convivencia de los ciudadanos. Ellos [Los
ciudadanos] están ahora más preocupados por disminuir la venta y
consumo de estupefacientes en los sitios públicos que en la captura
y extradición de los grandes capos del narcotráfico. Dicho en otras
palabras, a los ciudadanos les importa menos la neutralización de
los objetivo de alto valor en comparación con el consumo de sustan-
cias en los parques.

Y sobre estas valoraciones iniciales conviene hacer dos comenta-


rios. Primero, la comprensión es importante para la Policía Nacional
de Colombia porque no se puede controlar un fenómeno que no se
ha investigado; e investigación significa en este contexto recolec-
ción y análisis en función de un conjunto de conceptos que guían
la observación; no se puede ver o filtrar la inmensa cantidad de
datos de la realidad social si no se cuenta con los instrumentos
apropiados. Pero para hacer esto es necesario tomar una cierta dis-
tancia frente a los problemas de convivencia con el fin de construir
un modelo mental sobre el funcionamiento de un sistema social
-fundamental para la predicción- en el que se relacionan diversos
Narcomenudeo: entramado social del crimen

actores sociales, cada uno de ellos con sus intereses. Esa distancia
es la que permite luego actuar en el marco del Plan Nacional de
Vigilancia Comunitaria por Cuadrantes (PNVCC) de un modo racio-
nal y alinear las capacidades de las otras modalidades del servicio
de Policía e incluso de otras instituciones del Estado. Segundo, los
objetivos de alto valor reciben ese nombre porque el Estado colom-
biano aún tiene que enfrentar unas organizaciones que amenazan
su estabilidad. Sin embargo, el fortalecimiento de la Fuerza Pública
ha permitido que la noción de “alto valor” se pueda aplicar a otro
nivel; ahora los objetivos de alto valor pueden ser también aquellos

323
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

que la ciudadanía señala como relevantes para la paz y la conviven-


cia en el barrio, e incluso en los cuadrantes (esquema de la presta-
ción del servicio de policía). Desde este punto de vista, la DIPOL ha
sido capaz de interpretar los nuevos retos en materia de seguridad
ciudadana formulados por el Gobierno Nacional en el sentido de
que aquellos fenómenos que preocupan al ciudadano de a pie le
preocupan también a las más altas esferas del Gobierno y la Policía
Nacional.

El libro Narcomenudeo: entramado social por la institucionalización


de una actividad criminal muestra que la comercialización de estu-
pefacientes para el consumo interno requiere una compleja estruc-
tura organizacional, la cual depende de las decisiones de asignación
de recursos de esta particular empresa criminal. En esta parte de
la reflexión se adoptan algunos conceptos del Marketing para expli-
car el éxito comercial de esta actividad ilegal. Es por ello que estas
organizaciones tienen que tomar decisiones sobre: i) el producto,
teniendo en cuenta el proveedor, la calidad, y la disponibilidad, ii) el
precio, el cual depende de la frecuencia de compra del cliente pro-
medio y el punto de equilibrio de la organización, iii) la promoción, la
cual se ve afectada por la inversión en publicidad y los esfuerzos de
relaciones públicas, y, por último, iv) la administración del punto de
venta, el cual exige disponer de una infraestructura que garantice
la máxima cobertura y ciertas características de acceso. En otras
palabras, la comercialización de estupefacientes es una actividad
económica criminal en donde hay un proceso de maximización de
ganancias que depende de la gestión de una cadena de valor, es
decir, una red de actividades interdependientes en donde incluso
lo legal y lo ilegal se pueden confundir. Así, estas organizaciones
criminales no son simples, y esta investigación es el primer paso en
Narcomenudeo: entramado social del crimen

la comprensión de las dimensiones de la amenaza. Cada vez más


las autoridades se percatan de que el consumo interno de estupe-
facientes es también una fuente de riqueza criminal; ya no es sólo
la exportación de varias toneladas (distribución) lo que aumenta el
capital y la capacidad de coerción del crimen organizado.

Quizás uno de los aportes más significativos del libro Narcomenu-


deo: entramado social por la institucionalización de una actividad
criminal es la relación de las organizaciones delincuenciales con
el territorio. El control territorial es lo que les permite mantener

324
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

cautivos a sus clientes y de este modo comportarse monopólica-


mente en el nivel local. Sin embargo, el control territorial permite
también que estas organizaciones participen en la regulación de
la vida social y en ese sentido desplacen la capacidad de influen-
cia del Estado -Desterritorialización del control social estatal-.

Cuando esto pasa, las organizaciones dedicadas a la comercializa-


ción logran incluso un cierto grado de legitimidad y en ese sentido
terminan convirtiéndose en el arbitro –por no decir el juez– de la
convivencia y la seguridad en el barrio. De esta manera, el control te-
rritorial de la empresa criminal termina convertido en un instrumento
de influencia sobre las relaciones sociales lo cual termina por cons-
truir una nueva representación del orden social justo. Como en el
caso de cualquier otra empresa, la organización delincuencial busca
aceptación de la comunidad en la que opera -entramado social del
crimen-, e incluso procura tener influencia en los procesos democrá-
tico electorales, con lo cual trata de fusionar las representaciones
sociales del infractor con las representaciones de los ciudadanos. En
un contexto como este la actuación de la Policía es extremadamente
difícil porque no se percibe a la Institución legal como el “policía na-
tural” de la seguridad y la convivencia.

Esta no es una investigación que adopte un único marco teórico y


que luego, de modo consecuente, se dedique a aplicarlo tanto en la
recolección de los datos como en la contrastación de un conjunto de
hipótesis. No. En este trabajo los autores usan las teorías que con-
sideran convenientes y de este modo se induce la mezcla de múlti-
ples teorías en múltiples niveles y con variados puntos de vista, los
cuales incluyen tanto al productor como al consumidor, y también
al personal uniformado. La economía, la sociología, la geografía y el
Narcomenudeo: entramado social del crimen

marketing son algunos de los campos a los que se apela para cons-
truir una compleja visión del fenómeno de la comercialización de es-
tupefacientes. Si se mira este libro con los lentes del rigor académi-
co convencional no se podrá apreciar la riqueza de la investigación
y la multitud de discusiones y preguntas que pueden nacer después
de su lectura. Este es un trabajo que no subordina el problema de
investigación al marco teórico sino que, por el contrario, subordina
las teorías en función de su capacidad para iluminar nuevas aristas
de un fenómeno –si se quiere epifenómeno– que apenas estamos
conociendo. La Policía puede usar los protocolos académicos para

325
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

hacer su investigación, pero también tiene plena autonomía para


usar las teorías disponibles con el fin de construir su propia com-
prensión del mundo. Porque, a diferencia de los académicos, a la
Policía la evalúan por su capacidad para mejorar la convivencia y
la seguridad ciudadana. Mientras que algunos académicos están
preocupados por el número de citas en el Science Citation Index,
los autores de este libro tratan de mostrarle a los otros policías un
camino para mejorar su capacidad de análisis -estructura lógica de
análisis- al momento de planear el servicio de vigilancia. Cuando
los hallazgos de este libro sean divulgados al interior de la Policía
–y en especial en la policía de vigilancia– cambiará el modo en que
la Institución luche contra la comercialización de estupefacientes.

La investigación criminal exige trabajo empírico; ya sea que se trate


del trabajo de los operadores jurídicos o de investigación crimino-
lógica. Sin la recolección de datos la investigación criminal se con-
vierte en criminología de tablero. Y este libro recolectó información
de las más diversas fuentes, algunas de ellas de muy difícil acceso
para un investigador social adscrito a una entidad universitaria. Se
entrevistaron y se aplicaron encuestas a policías, miembros de las
organizaciones criminales, consumidores y ciudadanos afectados.

Se necesita una delicada mezcla entre teoría y datos con el fin de


explicar el comportamiento criminal. Una teoría completamente
terminada es insensible a las pequeñas variaciones del mundo cri-
minal; una completa subordinación a los datos nos empuja a estu-
diar cada caso en su unicidad, lo cual puede dificultar el hallazgo
de regularidades empíricas que luego pueden renovar la teoría. En
cualquier caso, lo cierto es que las investigaciones de la vida real
se alejan de las recomendaciones dictadas por los manuales. Sólo
Narcomenudeo: entramado social del crimen

cuando se cuenta con un campo de teorías, métodos consolidados


y compartidos por una comunidad académica se pueden seguir
las fases recomendadas por los metodólogos; pero eso sólo ocurre
en los periodos de ciencia normal, es decir, cuando hay grandes
acuerdos. Pero, cuando el campo está en proceso de construcción
quizás sea mejor alejarse de las recomendaciones escolares que
dicta la siguiente secuencia en términos generales: teoría-hipótesis-
recolección de datos-contrastación de las hipótesis. Este conjunto
de pasos sólo funciona en momentos particulares de la producción
de conocimiento; esta es una receta industrial que estandariza la

326
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

producción de artículos pero que corre el riesgo de olvidar los com-


promisos éticos y políticos del trabajo científico. Porque, y esto va
más allá de la voluntad, en la investigación social siempre hay inte-
reses, conscientes o inconscientes. Es por esa razón que la honesti-
dad intelectual exige reconocer desde donde, en términos políticos,
estamos hablando. Y, si se tiene en cuenta esto, los autores del libro
Narcomenudeo: entramado social por la institucionalización de una
actividad criminal muestran que su comprensión y sus intereses es-
tán alineados en torno a un interés superior: hacer que la Policía
Nacional de los colombianos y el Estado funcionen mejor.

El señor Coronel Jorge Luis Vargas Valencia, Director de la DIPOL,


advierte que este libro no debe ser interpretado como una apología
del delito; lo cual se explica por el tipo de lenguaje empresarial usa-
do para describir la comercialización de estupefacientes. Y frente
a eso yo agrego: este libro trasciende la comodidad de los juicios
morales y obliga a comprender la naturaleza de la amenaza a partir
de la racionalidad de la actividad criminal empresarial. Esta es la
primera vez que se revela la estructura de las actividades de una
organización infractora e innovadora. Este libro será un punto de
referencia para los investigadores del narcotráfico y del crimen or-
ganizado en Colombia y América Latina, y el primer paso para tal
vez desarrollar una nueva doctrina de inteligencia policial, según se
sugiere en el capítulo II de esta obra. Que sea esta la ocasión para
impulsar más investigaciones así de innovadoras en cabeza del Jefe
del Centro de Inteligencia Prospectiva, TC. Luis Ernesto García Her-
nández y los investigadores Yofre Luis Cortés Vargas, Rodolfo Parra
Cely y John Alexander Durán Martínez.
Narcomenudeo: entramado social del crimen

Isaac De León Beltrán Pacheco


Universidad Externado de Colombia
Fundación Ideas para la Paz

327
POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

La propuesta entonces, es
considerar a la inteligencia
policial como la modalidad del
cuerpo de policía que anticipa las
amenazas derivadas del conflicto
social que afectan la convivencia
para asesorar la actividad de
policía.
Narcomenudeo: entramado social del crimen

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POLICÍA NACIONAL - DIRECCIÓN DE INTELIGENCIA POLICIAL

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