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Tema 3

Principios generales del sistema de protección del Patrimonio Histórico en


España en la actualidad
El estatuto jurídico de protección del Patrimonio Histórico en España viene establecido, de forma
fundamental, en las leyes sectoriales sobre esta materia, a saber:

 Ley 16/1985, de 25 de junio del Patrimonio Histórico Español (LPHE).

 Ley 14/2007, de 26 de noviembre, del Patrimonio Histórico de Andalucía (LPHA).


No obstante, dichas leyes son desarrollo y aplicación de los principios y preceptos
establecidos en la Constitución Española de 1978, por lo que tenemos que acudir a ella para
conocer estos fundamentos.
Existen en la Constitución Española dos tipos de mandatos que inciden de forma fundamental en
la determinación del sistema de protección que disponemos en nuestro país:

 Los referidos a la distribución de competencias entre las diferentes administraciones públicas.

 Los contenidos en el artículo 46 CE, que es donde se establece la constitucionalización del


Patrimonio Histórico y su instauración como un derecho fundamental.

1. El derecho al Patrimonio Cultural como derecho fundamental: su


caracterización y fundamentación en la Constitución Española
La Constitución Española de 1978 dedica un artículo específico, el 46 (que tiene su antecedente en el
artículo 45 de la Constitución republicana de 1931) a la tutela del Patrimonio Histórico:
“Los poderes públicos garantizarán la conservación y promoverán el enriquecimiento del
patrimonio histórico, cultural y artístico de los pueblos de España y de los bienes que lo integran,
cualquiera que sea su régimen jurídico y su titularidad. La ley penal sancionará los atentados contra
este patrimonio”. Art. 46 CE
Partiendo de este artículo, podemos extraer o derivar los principios que sustentan la
constitucionalización del Patrimonio Histórico Español. Son los siguientes:

1.1. La consideración del Patrimonio Histórico como un derecho fundamental.


Si bien no existe duda de que el derecho al Patrimonio Histórico aparece recogido en la Constitución
Española como un derecho fundamental, éste presenta una serie de características a tener en
cuenta:

 Se trata de un derecho que debemos considerar vinculado a un derecho mayor o más amplio
como es el del derecho al acceso a la cultura, el cual aparece recogido en el art. 44 de la
Constitución: “Los poderes públicos promoverán y tutelarán el acceso a la cultura, a la que
todos tienen derecho”.
- No obstante, se observa una tendencia a su consideración como derecho
singularizado o propio, tal y como podemos observar , por ejemplo, en el Estatuto de
Autonomía de Andalucía de 2007: “Todas las personas tienen derecho, en condiciones de
igualdad, al acceso a la cultura, al disfrute de los bienes patrimoniales, artísticos,
paisajísticos de Andalucía, al desarrollo de sus capacidades creativas individuales y
colectivas, así como el deber de respetar y preservar el patrimonio cultural andaluz” (Art.
33 EA).
- Esto refleja el paso de los denominados derechos de segunda generación (derechos
sociales, económicos y culturales) a los de tercera generación (de solidaridad entre
todas las personas y pueblos: protección del medio ambiente, paz, prestaciones sociales a
minorías, seguridad laboral, derechos del consumidor, igualdad de género, calidad de vida,
etc.).

 El derecho a la cultura no es un derecho subjetivo. Esto lo determina el hecho de que dentro


de la estructura de la Constitución Española aparezca en el Título I de “Derechos y deberes
fundamentales”, aunque en su Capitulo Tercero, dedicado a los “Principios rectores de la
política social y económica”. Esto significa que:
- El conjunto de las administraciones públicas tienen la obligación de poner en marcha
cuantos mecanismos e iniciativas sean necesarios para que los ciudadanos puedan
disfrutar de este derecho, aunque disponen de plena libertad para hacerlo. La
Constitución garantiza el pluralismo político y la posibilidad de poner en marcha
diferentes tipos de políticas para cumplir estos derechos.
- Los ciudadanos, si bien tenemos derecho a este disfrute, no podemos exigirlo de forma
inmediata ante los tribunales, ya que la Constitución no establece un mandato
imperativo en ese sentido.

1.2. Marca los objetivos que debe cumplir la tutela del Patrimonio Histórico
Los objetivos previstos en el Art. 46 como finalidad a perseguir por los poderes públicos en la tutela
del Patrimonio Histórico son dos: la conservación y en el enriquecimiento. Estos objetivos deben
entenderse en el siguiente sentido:

 La conservación, la cual debe garantizarse, debe entenderse no sólo como conservación física
o material de los bienes que integran el Patrimonio Histórico sino como salvaguarda de los
valores y contenidos culturales de los mismos. Esto tiene dos implicaciones muy importantes:
- Significa que el interés general debe prevalecer sobre el interés particular, sobre todo,
el derecho de propiedad.
- Cuando concurran normas de distinta naturaleza jurídica sobre un bien cultural
(urbanismo, turismo, etc.), aunque se debe buscar la coordinación, prevalecerá la
legislación especial reguladora del Patrimonio Histórico.

 Promover el enriquecimiento, que es el objetivo establecido, debe entenderse en el siguiente


sentido:
- Garantizar el enriquecimiento personal de los ciudadanos a través del acceso a los
bienes culturales. Tiene que ver con el concepto de Constitución Cultural contenido en
nuestra Constitución.
- Superación del carácter pasivo de la tutela, introduciendo medidas activas de fomento y
dinamización patrimonial.
- También la ampliación de los bienes que integran el Patrimonio Histórico mediante la
declaración o adquisición de bienes para las administraciones públicas.

1.3. Otorga la responsabilidad de la tutela a todos los poderes públicos. Lo que


implica:
 Que son las administraciones públicas las responsables de la protección. Es consecuencia de
la consideración del Patrimonio Histórico como un derecho fundamental.

 Que estas responsabilidades deben repartirse entre todas las administraciones. En dos
sentidos:
- Debe existir una colaboración entre todas las administrativas públicas
(ayuntamientos, diputaciones, Estado, Comunidades Autónomas, Patrimonio Nacional,
Universidades, etc.)
- Ninguna administración puede disponer en exclusiva de todas las competencias
sobre Patrimonio Histórico.

1.4. Establece la caracterización y valoración del Patrimonio Histórico


Aunque podía haber optado por el concepto de Patrimonio Cultural (el más amplio y moderno según
la normativa internacional), la Constitución opta por reconocer los tres valores generales
(histórico, artístico y cultural) que han caracterizado históricamente el Patrimonio en nuestro
país.
Lo más interesante es la vinculación que hace de este patrimonio con los pueblos de España .
Esto significa que el Patrimonio Cultural de España no se vincula con la nación española (la cual
es una realidad objetiva independientemente de sus ciudadanos cuya legitimación radica en la
soberanía del pueblo español), sino con ese concepto un tanto difuso de los pueblos de
España. Esto implica:

 Que se hace un reconocimiento de la diversidad cultural y patrimonial española.

 Que se renuncia a la definición de un patrimonio unitario o propio del pueblo español,


así como a una distinción entre el Patrimonio Histórico de nacionalidades y regiones, según lo
establecido en el art. 2 CE. “La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la
Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el
derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre
todas ellas”.

1.5. Sanciona la prevalencia de los valores culturales como criterio determinante y


fundamental de la tutela
Sanciona la prevalencia de los valores culturales como criterio determinante y fundamental de la
tutela, al establecer que lo dispuesto en el artículo 46 será de aplicación a cualquier tipo de bien que
disponga de los valores reconocidos en la Constitución Española con independencia de la propiedad
o régimen jurídico del mismo.
Este principio significa que:

 La CE no reconoce regímenes de protección diferenciados en función de la propiedad


(Iglesia, corona, particulares, etc.). Éstos quedan supeditados exclusivamente al valor del
bien.

 Sanciona la prevalencia del interés general (o propiedad colectiva del bien cultural)
sobre el derecho de propiedad privado, al imponer unas exigencias de tutela iguales para
todos los bienes con independencia de su condición pública o privada.

1.6. Penaliza los atentados contra el Patrimonio Histórico.


Esto implica:

 Que otorga una gran relevancia y trascendencia a los comportamientos que pongan en peligro
o deterioren el Patrimonio Histórico.

 Obliga a las administraciones públicas a legislar para que se tipifiquen como delitos estos
atentados.

2. La distribución de competencias en materia de Patrimonio Histórico en


España
La cuestión de qué administración pública (Estado, Ayuntamientos, Comunidades Autónomas, etc.)
tiene las competencias (o como se reparten entre ellas) para proteger el Patrimonio Histórico es de
gran relevancia, ya que, además de la capacidad de actuación que ello supone para esa
administración, esta cuestión está relacionada con el significado y valores que se le otorgan al
Patrimonio Histórico, en especial, los referidos a las señas de identidad.
En el caso español, esta cuestión de las competencias se hace aún más compleja si tenemos en
cuenta que la construcción del Estado de las Autonomías aún no está resuelta definitivamente.
La discusión (a partir del 2006) sobre los nuevos Estatutos de Autonomía lo pusieron de manifiesto.
El actual conflicto existente en Cataluña por la reclamación de su independencia sería la evidencia
más clara.
La distribución de competencias en materia de Patrimonio Histórico, si bien en la actualidad está
bastante clara y definida, ha seguido un proceso muy complejo desde la promulgación de la
Constitución Española de 1978 hasta el momento presente.
Para entender este proceso vamos a partir de la descripción general de la situación en la actualidad
para, a partir de aquí, hacer la reconstrucción histórica de ese proceso. Es la siguiente:

 Existe una total descentralización de la protección, siendo escasas las funciones y


competencias del Estado o gobierno central.

 Son las Comunidades Autónomas las que tienen las máximas competencias en
Patrimonio Histórico. Además, todas las CC AA disponen de las mismas competencias, por
lo que no hay diferencia entre ellas. Se ha optado por no diferenciar competencias en función
de la mayor o menor singularidad cultural de las CC.AA o en función de ser comunidad
histórica o no (es el famoso “café para todos”). Los ayuntamientos y demás entes de la
administración local apenas si tienen competencias, a pesar de su vinculación directa con los
bienes culturales.

 Se ha renunciado a un sistema general uniforme o compartido de protección para todo


el país, a pesar de que existe una ley nacional de Patrimonio Histórico competencia del
Gobierno central. Cada CC.AA dispone de su propia ley de Patrimonio Histórico, la cual
se ha convertido en el marco normativo único y casi exclusivo en esa comunidad. Estas leyes
han suplantado, por simple desplazamiento normativo, a la ley nacional. Existen, por tanto, 17
regímenes de protección del Patrimonio Histórico en España.

2.1. Proceso seguido en la distribución de competencias desde la Constitución de


1978 hasta la actualidad.

Aunque en principio la Constitución Española establece una distribución concreta de las competen-
cias (en Patrimonio Histórico y en cualquier otra cuestión) que corresponden a cada administración, la
singularidad de la construcción del Estado de las Autonomías que se ha producido en España
desde la transición democrática ha provocado que lo establecido en la Constitución haya sufrido
cambios a través de una interpretación muy flexible de la misma.
Distribución de competencias entre el Estado y las CC.AA establecida en la Constitución Española:
La distribución competencial (las de Patrimonio Histórico y todas las demás) aparece recogida en la
Constitución Española en dos artículos:
• En el artículo 148, que son las que se atribuyen a las Comunidades Autónomas, las cua-
les podrían asumirlas si así se recogían en sus respectivos estatutos de Autonomía. Hay que
pensar que todavía no existían las CC.AA, ya que son una creación de la propia Constitución.
• Y en el artículo 149, que son las asignadas al Estado, las cuales se consideran como com-
petencias exclusivas del Estado por lo que son intransferibles a las Comunidades Autónomas.
Por lo que respecta al artículo 148, las competencias establecidas para las Comunidades Autó-
nomas son:
• Artículo 148.1.- “Las Comunidades Autónomas podrán asumir competencias en las siguientes
materias:...
• 15º. Museos, bibliotecas y conservatorios de música de interés para la Comunidad Autónoma.
• 16º. Patrimonio monumental de interés para la Comunidad Autónoma.
• 17º. El fomento de la cultura, de la investigación y, en su caso, de la enseñanza de la lengua
de la Comunidad Autónoma”.
En principio se trata de competencias muy reducidas que no justifican las amplias competencias
asumidas con posterioridad por parte de las CC.AA. Incluiría sólo el patrimonio inmueble (patrimonio
monumental) más relevante y que no tuviera interés para el conjunto del Estado español (es lo que
significa “interés para la Comunidad Autónoma”)
Por lo que respecta al artículo 149, las competencias reservadas en exclusiva para el Estado son:
• Artículo 149.1.28: “Defensa del patrimonio cultural, artístico y monumental español contra la
exportación y la expoliación; museos, bibliotecas y archivos de titularidad estatal, sin perjuicio
de su gestión por parte de las CC.AA”.
• También se trata, en principio, de competencias muy reducidas que no justifica la amplia
capacidad legal desarrollada por el Estado con posterioridad, sobre todo, con la promulgación
de la LPHE de 1985.
Proceso de transferencia de las competencias establecidas en la CE. La LPHE y la Sentencia de
1991:
La construcción del Estado de las Autonomías, previsto en la CE, se empezó a materializar a
partir del momento en el que cada Comunidad Autónoma redactó su Estatuto de Autonomía, se cons-
tituyó como tal y el Estado procedió a transferirle funciones y servicios (de 1980 a1987) que hasta en-
tonces desarrollaba él.
En este proceso, todas las CC.AA incluyeron en sus Estatutos plenas competencias en materia
de Patrimonio Histórico, lo que suponía hacer una lectura muy favorable de la CE. Los argumen-
tos esgrimidos para justificar esta interpretación son:
• Entienden el criterio “de interés para la Comunidad Autónoma” como referido a todos
los bienes que existen en su territorio y no a los que no son relevantes para el conjunto del
Estado.
• Interpretan en un sentido expansivo el término patrimonio monumental, como sinónimo
de bienes culturales (incluyen incluso los archivos que ni siquiera son citados en la CE)
Estatuto de Autonomía de Castilla y León (Ejemplo primeros Estatutos)
(el último en aprobarse por Ley 4/1983, de 25 de febrero)
Art. 32.12ª. Patrimonio histórico, artístico, monumental, arqueológico, arquitectónico y científico de
interés para la Comunidad, sin perjuicio de la competencia del Estado para su defensa contra la ex-
portación y expoliación.
13ª Museos, bibliotecas, archivos y otros centros culturales y de depósito de interés para la Comuni-
dad y que no sean de titularidad estatal. En los mismos términos, conservatorios de música y danza,
centros dramáticos y otras instituciones relacionadas con el fomento y la enseñanza de las bellas ar-
tes.
14ª. Fiestas y tradiciones populares…”.

Estatuto de Autonomía para Andalucía (Ejemplo Estatutos revisados)


(Ley Orgánica 2/2007, de reforma del Estatuto de Autonomía para Andalucía)
Artículo 68. Cultura y Patrimonio
1. Corresponde a la Comunidad Autónoma la competencia exclusiva en materia de cultura, que com-
prende las actividades artísticas y culturales que se lleven a cabo en Andalucía...
Corresponde asimismo a la Comunidad Autónoma la competencia exclusiva en materia de cono-
cimiento, conservación, investigación, formación, promoción y difusión del flamenco como
elemento singular del patrimonio cultural andaluz.
2. La Comunidad Autónoma asume competencias ejecutivas sobre museos, bibliotecas, archivos y
otras colecciones de naturaleza análoga de titularidad estatal situados en nuestros territorio cuya
gestión no se reserve el Estado, lo que comprende, en todo caso, la regulación del funcionamiento,
la organización y el régimen de su personal.
3. Corresponde a la Comunidad Autónoma , salvo lo dispuesto en el apartado 2, la competencia ex-
clusiva sobre:
• Protección del patrimonio histórico, artístico, monumental, arqueológico y científico, sin
perjuicio de lo que dispone el artículo 149.1.28.ª de la Constitución.
• Archivos, museos, bibliotecas y demás colecciones de naturaleza análoga que no sean de ti-
tularidad estatal. Conservatorios de música y danza y centros dramáticos de bellas artes de
interés para la Comunidad Autónoma.

En este proceso de construcción del Estado de las Autonomías se promulga por parte del gobierno
central la Ley de Patrimonio Histórico Español de 1985 (Reglamento de desarrollo de 10 de enero
de 1986), la cual, además de instituir el régimen de protección de todos los bienes históricos, estable-
ce una distribución concreta de competencias y responsabilidades entre las diferentes adminis-
traciones públicas. En esta cuestión aparecen una serie de aspectos controvertidos. Destacan los
siguientes:
• La promulgación en sí de la ley suponía el reconocimiento de una capacidad por parte del
Estado para elaborar una ley general sobre Patrimonio Histórico, lo cual parecía bastante
dudoso a tenor de lo establecido en el art. 149.
• El artículo 9 de la LPHE establecía la competencias del Estado para declarar BIC. Lo hacía
por las implicaciones fiscales que suponía la declaración, cuyas competencias son estatales.
Las CC.AA se quedaban como meras instructoras del expediente de declaración de esta figu-
ra, la cual constituye la columna vertebral de todo el sistema de protección del país.
Ante esta situación, se presentará un recurso de inconstitucionalidad por parte de las CC.AA históri-
cas (Galicia, País Vasco, Cataluña y Parlamento de Cataluña). Andalucía ya tenía ese reconocimien-
to de Comunidad Histórica pero no presentará recurso por cuestiones políticas.
Este recurso será resuelto a través de la trascendental sentencia 17/1991 de 31 de enero del
Tribunal Constitucional. Los aspectos más destacados de la misma son:
• El más importante es que se reconoce la constitucionalidad de la LPHE. Los argumentos
utilizados son:
- La existencia de una conexión entre las competencias que ostenta el Estado sobre Pa-
trimonio Histórico con las asignadas al mismo en materia de cultura. Art. 149.2 “Sin per-
juicio de las competencias que podrán asumir las CC.AA, el Estado considerará el servicio de
la cultura como deber y atribución esencial y facilitará la comunicación cultural entre las
CC.AA de acuerdo con ellas”. La referencia a esta competencia significa que el TC considera
que el Patrimonio Histórico forma parte de la cultura española y que, además, el Patrimonio
Histórico de cada Comunidad Autónoma es una parte inseparable del Patrimonio Histó-
rico Español y, por tanto, de la cultura española.
- Entendimiento de manera extensiva del concepto de expolio, tal y como aparece en el
Art. 4 LPHE: “toda acción u omisión que ponga en peligro la pérdida o destrucción de todos o
algunos de los valores de los bienes que integran el Patrimonio Histórico Español o perturbe
el cumplimiento de su función social”. Con este concepto, no se trata, por tanto, simplemen-
te de evitar robos o daños en los bienes históricos (el Estado ya dispone de competencias
en materia de seguridad ciudadana) sino de garantizar el cumplimiento de la función so-
cial de los bienes culturales. Para esto, el Estado necesita instrumentos y capacidad ju-
rídica para intervenir en todas aquellas acciones que componen el sistema general de
protección (catalogación, estatuto jurídico, difusión, fomento, etc.). De ahí su capacidad para
promulgar una ley general sobre Patrimonio Histórico.
• Se declara constitucional, pero estableciendo una relectura diferente (fallo interpretativo),
la potestad del Estado para declarar BIC, asignándosela a las CC.AA.
- Se evita el carácter meramente instructor de las CC.AA, asumiendo un papel decisorio.
- El TC distingue entre catalogación de BIC (asignando las competencias a las CC.AA) y
bienes inventariados, donde incluye el IGBM, el Censo del Patrimonio Documental y el Catálo-
go Colectivo del Patrimonio Bibliográfico (las competencias son compartidas entre el Estado y
las CC.AA).
- Autoriza a las CC.AA a que puedan crear sus propias figuras y procedimientos de pro-
tección, lo que supondrá la liquidación del BIC nacional.
Situación actual de la distribución de competencias. Las asignadas al Estado:
En la actualidad todas las CC.AA tienen plenas competencias a nivel legal (promulgar leyes y re-
glamentos sobre la materia), organizativo-administrativo (gestionar el Patrimonio Histórico de su
comunidad) y ejecutivo (aplicar lo establecido en la ley y llevar a cabo los programas de actuación
que considere oportunos), a excepción simplemente de las reservadas exclusivamente al Esta-
do.
Esto significa, por poner un ejemplo, que la declaración de un bien (y todo lo que significa la contrata-
ción de equipos, gestión del proceso, decisión final sobre qué declarar, etc.), y toda la actuación so-
bre el mismo (autorizaciones de obras de restauración o colocación de carteles, sanción por el incum-
plimiento de las obligaciones legales del propietario, inspección para ver el estado de conservación,
paralización de obra ilegales, etc.) es competencia, en el caso andaluz, de la Junta de Andalucía.
Por lo tanto, para saber exactamente cuáles son las competencias de las CC.AA dada su amplitud, lo
mejor es saber cuáles son las que corresponde en exclusiva al Estado, las cuales son mucho
más reducidas.
Podemos dividir las competencias que tiene el Estado en competencias normativas (capacidad de
legislar) y ejecutivas (el ejercicio de esas competencias). Son las siguientes:
• Competencias normativas del Estado.
- Regulación del Patrimonio Histórico Español en lo referido, por un lado, al tratamiento ge-
neral del mismo y, por otro lado, a las competencias exclusivas o reservadas al Estado: expor-
tación y expoliación, Museos, Archivos y Bibliotecas de titularidad estatal y Patrimonio Nacio-
nal.
- Regulación del acceso a la cultura, especialmente en lo relativo a la conservación y enri-
quecimiento del Patrimonio Histórico Español, estableciendo las medidas de fomento y las
ayudas y subvenciones que estimen oportunas con cargo a los Presupuestos Generales del
Estado.
• Competencias ejecutivas del Estado.
- Defensa y protección del Patrimonio Histórico Español contra la exportación y expolia-
ción, incluyendo las acciones para recuperar bienes exportados ilegalmente.
- Realización, en colaboración con las CC.AA, del Inventario General de Bienes Muebles, Re-
gistro General de BIC, Censo del Patrimonio Documental y Catálogo Colectivo del Patrimonio
Bibliográfico.
- Declaración de BIC de bienes adscritos a servicios públicos gestionados por la Admi-
nistración del Estado o que formen parte del Patrimonio Nacional (RENFE, FEVE, AENA,
Correos, RTVE, Banco de España, Congreso de los Diputados, Poder judicial, Reales Acade-
mias, Museo Estatales, Patrimonio Nacional, fincas y propiedades del Ministerio de Defensa o
del Ministerio de Agricultura, Puertos del Estado, etc.). También la acción patrimonial sobre
este tipo de bienes: excavaciones, restauraciones, etc.
- Atribución concreta de beneficios fiscales en los tributos estatales y ayudas y subvenciones
con cargo a los Presupuestos Generales del Estado destinados al fomento, conservación y en-
riquecimiento del Patrimonio Histórico.
- Interlocución ante la UNESCO en materia de Patrimonio Mundial. La UNESCO no reco-
noce a las CC.AA como interlocutoras en materia de Patrimonio Mundial, sólo al Estado espa-
ñol (ocurre igual en el resto de países), por lo que la situación en España es ciertamente sin-
gular, al no tener el Estado competencias en materia de Patrimonio Histórico. En este sentido,
el papel que le corresponde al Estado español en esta materia es la siguiente:
•Es el responsable de presentar ante la UNESCO las candidaturas para su de-
claración. Estas candidaturas las proponen las CC.AA y las elige el Consejo de
Patrimonio Histórico, que es un órgano en el que están representado el Estado y
todas las CC.AA.
•Es el responsable ante la UNESCO de la situación de los sitios declarados
Patrimonio Mundial.
- Difusión internacional del Patrimonio Histórico Español.
- Gestión de Museos, Archivos y Bibliotecas de titularidad estatal que no transfiera la
gestión a las CC.AA. Se discuten dos cuestiones: Si se puede o no transferir la titularidad del
bien, como reclaman las CC.AA y determinar con precisión el alcance del concepto gestión (se
excluyen intervenciones sobre el edificio que no sean de mantenimiento). Museos estatales no
transferida su gestión a las CC.AA.: M. Arqueológico Nacional, M.N. de Altamira, M.N. de Ar-
queología Subacuática, M. del Traje, M. N. de Artes Decorativas, M.N. De Cerámica y Artes
Suntuarias, M.N. De Escultura, M. del Greco, M. Casa de Cervantes...
• Competencias asignadas a los ayuntamientos
- La Constitución española no establece competencias específicas para los ayuntamientos (o
entidades locales) por lo que tenemos que acudir a la legislación específica que regula es-
tas administraciones (Ley 7/1985, de 2 de abril, de Bases del Régimen Local) y, sobre todo,
a la legislación de Patrimonio Histórico. Si bien, por la ley de Bases de Régimen Local, los
ayuntamientos podrían tener competencias diversas en “Patrimonio Histórico-artístico”, la con-
creción de éstas dependen de lo establecido en la legislación de Patrimonio Histórico. En esta
legislación de Patrimonio Histórico el papel de los ayuntamientos queda establecido de la si-
guiente manera:
- Su función primordial es la de colaboración y cooperación con la administración compe-
tente en relación al Patrimonio Histórico que se sitúe dentro de su término municipal, lo
cual excluye, por tanto, cualquier responsabilidad ejecutiva o de gestión. Competencia general
y difusa contenida en el art. 7 LPHE.
- Competencias amplias, aunque tuteladas por la administración cultural competente, en ma-
teria de planeamiento o protección de bienes inmuebles de conjunto, en especial Conjun-
tos Históricos. Elaboración, aprobación y ejecución de los Planes Especiales de Protección.
- Asunción de competencias sobre aquellas acciones tutelares en torno a las cuales
existe vacío o indefinición legal, en especial las relacionadas con la difusión, puesta en va-
lor, interpretación, turismo, etc.

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