Está en la página 1de 2

EMOCIONES EN EL FÚTBOL

Quizás a muchas personas les resulta difícil entender que sea posible hablar de
emociones en este deporte, toda vez que pensarán que es algo incompatible con los
sueldos que tienen los futbolistas de élite.

La verdad es que considerando otras realidades, es cierto que cuesta imaginarse que
haya futbolistas de alto nivel que tengan emociones, especialmente de tipo negativo,
como si de humanos mortales y corrientes se trataran.

Pese a todo, es así, ellos también sufren, también se entristecen, también sienten pena,
rabia, ira, estrés, melancolía, desesperanza, incertidumbre, etc. También son
personas... humanas, como diría aquel.

Pero las emociones no son sólo propias de los máximos protagonistas, están presentes
en todos y todas los participantes que -directa o indirectamente- tienen algo que decir en
el deporte rey. Así nos referimos a los espectadores, a los directivos, a los periodistas,
a los entrenadores, a los árbitros, a los familiares, a los preparadores físicos, a los
médicos deportivos, a los psicólogos del deporte, a los podólogos…

Las emociones y los sentimientos, están presentes en todos ellos (y ellas). Cuando gana
su equipo, cuando pierde, mientras juegan, en el descanso, días antes, el mismo día, la
hora previa, la misma noche tras el partido, el día después, incluso recordando un
partido de hace tiempo; las emociones dan color al fútbol, no son los goles, ni las
camisetas, ni el propio balón- se llame como se llame- son las EMOCIONES.

Esto es el FUTMOCIONAL, la parte afectiva del fútbol, lo que sienten sus


protagonistas, la manera de VIVIRLO. Es un tema que se recogen en todos los medios
de comunicación, al que se le da una importancia relevante en el resultado final de un
encuentro, pero que no siempre se trabaja desde lo profesional y sistemático por el
experto en estas cuestiones, que no es otro que el Psicólogo del Deporte.

Es cierto que la influencia psicológica existe entre los protagonistas de este deporte,
como sucede en cualquier área de la vida; sin embargo, influir no implica hacerlo de la
manera correcta ni en la dirección y sentido adecuados. A veces se puede ejercer un
empuje que no es el que más necesita ese deportista, y entonces no es la Psicología lo
que falla, sino que es la persona no profesional quien está intentando meterse en el rol
que no le corresponde.

LA PREGUNTA DEL "MILLÓN": ¿Recuerdas alguna situación relacionada con el


fútbol en la que las emociones NO tuvieran un papel importante?

Deja tus comentarios. Serán bienvenidos desde el respeto y la libertad de expresión.

Si quieres saber más, pásate por aquí: www.cairys.es

Manuel Salgado Fernández


PSICÓLOGO CLÍNICO // Col. AN-2.455

También podría gustarte