56 La Inves tigación sociocultural
In ves tigació n y construcción critica del conocimien to
situación de hecho que se corúorma más allá de la voluntad del
investigador. Es que el científico social no estudia hechos aislados o
estructuras limitadas. Estudia procesos de estructuración y lo hace
desde el punto de vista de quien participa en los procesos a que se dedica
y "toma progresiva conciencia de su papel social en el conjunto de la
sociedad". No aspira, por lo tanto. a una objetividad total y exclusiva-
mente teórica. Como escribimos. no aborda la Investigación desde fuera
del proceso sino que se encuentra inmerso en él.
El investigador carece de un punto de partida absoluto y oscila entre
su situación personal en el proceso y el conjunto del mismo. Esto es,
entre las partes y el todo. Así, le resulta imposible separar juicios de
verdad y juicios de valor.
Además la adecuación entre el sujeto (que nunca es individual sino
social: colectivo) y el objeto (el conjunto del proceso social) nunca es total
sino relativo, ya que le es imposible a un sujeto colectivo el conocimiento
del conjunto de la historia y de las fuerzas que en ellas se articulan. Lo
que no impide un conocimiento coyuntural de un sector del proceso
social y del papel que juega en él.
Como las teorías no son neutras sino que llevan una carga valoratlva
intrínseca, la separación de teoría y práctica resulta imposible. Pues,
además del grado (teórico) de acuerdo o desacuerdo con la realidad
social. la teoría opera como conservadora o transformadora de las
circunstancias histórico-sociales.
Según este tratadista. solamente puede alcanzarse una ciencia social
comprensiva y explicatil.XI. mediante un erúoque estructuralista y ge-
nético:
En esta perspectiva, toda descripción de una estructura
dinámica, donde (para emplear un término que Piaget parece
prefe rir hoy) cualquier descripción es un proceso de es tructuración
(que primeramente supone un proceso de desestruc turación de
las estructuras anteriormente existentes) posee u n carácter
comprensiuo en relación al objeto estudiado y un carácter ex-
plicatiuo en relación con las estructuras más limitadas que
conforman sus elementos constitutivos (L. Goldmann, 1970:21).
De tal manera cada grupo social y cada institución debe insertarse
en totalidades sociales relativamente más vastas para adquirir com-
prensibilidad. Tal inserción no debe excluir el estudio genético de estos
fenómenos.
La comprensión se da mediante la descripción de los mecanismos
internos de la estructura en su proceso de desestructuración en relación
con la estructura que la precede. Mientras que la explicación opera a
partir de las estructuras más vastas que engloban la estructura
57
estudiada, lo que permite captar su proceso de estructuración y su
evolución.
Desestructuraclón/estructuraclón constituyen la piedra de ·
toque de és te: es tructuralismo genético generalizado. 15
b. LA DICOTOMIA COMPRENSIÓN/EXPLICACIÓN EN CIENCIAS SOCIALES:
UNA FALACIA EPISIBMOLÓCICA
Tal vez Impulsado en buena medida por la decadencia del paradigma
estructuraltsta. el viejo debate acerca de la comprensión y de la
explicación como dos modos distintos de conocimiento que suponen
estrategias epistemológicas diferentes se ha renovado con vigor.
Si esta problemática trasciende el campo diSciplinario de la antropo-
logía sociocultural, nos parece que es dentro de esta "comunidad
científica" donde el despliegue de la Verstehen encuentra su mayor
aceptación en nuestros días. Ello no debe llamar la atención puesto que
el "método etnográfico clásico". desarrollado a partir del particularismo
histórico boaslano, pone especial érúasts en la reconstrucción de lo
cultural como marco contextualizador de toda observación etnográfica
cuya característica fundamental debía consistir en la comprehensión. Es
decir, en la elaboración de una interpretación inmanente de la estructura
constitutiva de las visiones del mundo culturalmente contextualizadas.
Pretendemos tratar el tema. central en la epistemología de las
ciencias sociales. con un sentido crítico y en función de un abordaje
metodológico-operativo capaz de derivar de estas reflexiones conse-
cuencias prácticas para la Investigación. La argumentación que expo-
nemos se entronca, por supuesto, en nuestra propia labor de investi-
gación y se gesta desde una aproximación histórico-crítica cuyos
principios generales explicitaremos más adelante. La idea de que los
fenómenos emergentes de la realidad hiStórico-socto-cultural pueden
ser comprehendidos mediante una operación intelectual que une a lo
cognitivo la volición y la afectividad, y que esto implica un tipo de
conocimiento particular y específico no aplicable a los fenómenos de la
naturaleza, se remonta a Giambattlsta Vico (La ciencia nueva). Pero es
con el historicismo romántico alemán, primero (Fichte y Savigny,
quienes confieren un primer plano al Wolkgeist, espíritu del pueblo), los
neokantianos de Baden (Rickert y Windelband) después y, sobre todo,
con W. Dilthey, que la exaltación de la Verstehen adquiere .una alta
sistematización epistemológica.
15. Desarrollaremos la pos tura de L. Goldmann en la unidad temática siguie n te.
 58
La Inve stigación sociocultural
En Introducción a las ciencias del espíritu. Wilhelm Dilthey (1833)
plantea que el criterio de clasificación de las ciencias no debe tomar
como refei:_encia los objetos de estudios sino los modos de abordaje: la
metodolog1a empleada. Procediendo de esta manera dlscrtmina entre
ciencias de ~a naturaleza y ciencias del espíritu. Las prtmeras se refieren
a la conex.lon objetiva de los fenómenos de la naturaleza y son esen-
cialmente explicativas. mientras que las segundas interpretan las
objetivac!ones del espíritu humano y son comprehensivas. A partir de
la empat1a Intelectual y de la intuición se configura una comprehensión
cuyas propiedades cualitativas resultan muy singulares: la Verstehen.
una suerte de autoconciencia vlvenclal capaz de establecer el sentido de
las expertenclas humanas.
¿Hasta dónde la vivencia subjetiva de Dilthey concluye en la indivi-
dualidad? La ~erstehen diltheana evoca al contexto. Reconstruye un
orden en_relaclon con un contexto histórtco-soclo-cultural dado. Trans-
pone. as1, la mera subjetividad. objetivándola en tanto reproducción
reconstructiva de un "mundo de vida". De este modo el orden sociocultural
es reco?Struldo hermenéuticamente. La comprehensión del sentido de
la accion (subjetiva) de los hombres resulta posible al encuadrarla en
"sistemas de interacción".
En su an~sis de la categoría de vivencia (Erlebnis) en Dilthey, Ha-
bermas acentua. con ac!erto. el aspecto de reciprocidad que encierra su
concepto de comprenslon al destacar la categoría de "expresión" como
mediadora entre comprensión y vivencia (Habermas. 1982: 155). Sin
embargo, sobreestima la dimensión que Dilthey le adjudica al lenguaje
como articulador social. Hasta donde lo entendemos. no es la ~alidez
intersubjetiva de los símbolos lingüísticos" lo que permite en Dilthey la
constitución de la individualidad y por lo tanto la identidad del yo y la
~el ºU.:º· Ellas emergen del contexto delimitado por el "espíritu de una
epoca en el que lo contingente. lo que cambia, no es tanto la conciencia
individual subsumida, en tanto particulartdad específica. en la inmu-
tabilidad del "espíritu humano". cuya naturaleza es universal sino el
~hortzonte vital": "los límites dentro d e los que viven los hombre~ de una
epoca en relación con sus pensamientos. sus sentimientos y su voluntad".
. Es el supuesto de la estructura universal de la razón. siempre
identlca ~ s1 mis?1ª· en todas las civilizaciones y en cada momento de
la duracion histortca. lo que le permitirá la construcción de un marco
de referencia (que utilizará como soporte epistemológico) para articular
la relación entre lo general y lo particular. Si el histortador conoce los
rasgos fundamentales de esta naturaleza humana universal y los sitúa
~entr~ del hortzonte de Inteligibilidad conformado por el "espírttu de una
epoca es posible comprender. a través de la Verstehen., los aspectos
objetivos de los procesos hlstórtcos.
Su metodología tiende a la d elimitación de una "tipología" que facilite
59
Investigación y construcción critica d el conocimiento
la comprensión de la singulartdad del "espíritu de una época".
w : Dilthey cuestiona. por supuesto. la concepción positivista que
tiende a agotar la interpretación de los fenómenos históricos y sociales
transpolando. mecánicamente. el modelo de las ciencias fislco-naturales.
Desarrollando parcialmente esta orientación Max Weber procura
conciliar. dentro de un plano cualitativamente superador. la divergencia
entre comprensión y explicación. De ahí que intente obtener u:i:ia
explicación causa-efecto de la acción social a partir de su comprenslon
interpretativa (Economía y sociedad, 1921). Sin embargo. el sostenido
esfuerzo de Weber para unificar las diferencias metodológicas de estos
enfoques se frustran por una ambivalencia que no consigue superar.
M. Weber asume que las ciencias de la cultura. y por lo tanto la
historia y la sociología. deben dar cuenta de lo particular y lo concreto.
Las generalizaciones teóricas y la creación de los modelos ope~ como
mediadores para la comprensión de lo "único". de las individualidades
contingentes construidas a lo largo de la duración histórica.
Según Weber:
a. Las ciencias no se clasifican según sus objetos sino según sus
métodos: las ciencias de la cultura aspiran a interpretar lo individual
h!stórtco. mientras que las ciencias de la naturaleza se interesan por
lo que se repite: las leyes.
b. La ciencia social debe aprehender el comportamiento de los hombres
mediante una comprehensión explicativa.
c. La ciencia es arbitrarta. Esta arbitrariedad reside en el hecho de
que es el investigador quien construye la unidad de análisis (objeto
de estudio) "mediante una selección de los aspectos individuales
del acontecer". En este nivel las valoraciones ideológicas del inves-
tigador dejan sentir su influencia y. en <l:1guna me_d~da. s~ reflejan
también en la elaboración de las categonas de análisis utilizadas.
Sin embargo:
d. Las ciencias sociales son neutras puesto que durante las sucesivas
operaciones cognitivo-interpretativas necesartas para construir una
determinada "comprehensión explicativa" resulta posible el control
de las valoraciones ideológicas subyacentes.
e. El modelo (tipo ideal) constituye un método operativo que permite el
conocimiento de lo históricamente real.
f. Historia y sociología se autoincluyen : de este modo la hi~t~ria debe
ser sociología y la sociología resulta necesariamente_ h1Storica. Se
articulan mediante la comprensión de procesos economlcos. signi-
ficaciones culturales y especificidades sociales.

60 La Investigación sociocultural
Muchos son los tratadistas que han puesto en relieve que. en algunos
estudios. Weber erúatiza exageradamente la comprensión empática
sobre la explicación lógico-causal. mientras que en otros los márgenes
de la interpretación se reducen a una mínima expresión. Por otra parte
se le critica la separación de juicio de verdad-juicio de valor. considerada
como un intento falaz de poner entre paréntesis la excesiva discrecio-
nalidad del investigador durante el proceso de análisis. La neutralidad
valorativa permitirla a Weber alcanzar una objetividad comparable a la
vigente en el modelo newtwoniano de la flSica. y el rigor inherente a las
explicaciones basadas en generalizaciones lógico-causales.
No podemos dejar de señalar que. en nuestros días y desde el ámbito
de la filosofia. Jürgen Habermas procura trascender la dualidad com-
prensión-explicación integrándola dentro de un planteo superador: la
teoría de la acción comunicativa. Una teoria construida. o tal vez en
proceso de construcción. a partir del análisis lingüístico (análisis critico
de Chomsky. que erúatiza la capacidad creativa del habla sobre la
lengua. que tiende al establecimiento de una pragmática). la construcción
de la competencia cognitiva (apoyándose en Piaget). el psicoanálisis
freudiano (que emplea una suerte de síntesis entre la explicación lógico-
causal y la hermenéutica) y la revisión critica del marxismo.
A nuestro entender. los aspectos centrales de su postura teórtca se
nuclean. por una parte. alrededor de su aspiración de encontrar
un sustento universal a la acción comunicativa ensanchado el concepto
de racionalidad para fundamentar sobre él una teoría general de lo
social. Por otra parte. se vincula al establecimiento -mediante la
comunicación de los actores sociales- de un campo intersubjetivo.
Intersubjetividad que vincula identidades individuales que comparten
un mismo universo de significación.
En Teoría de la acción comunicativa (1971) Habermas plantea que el
universo simbólico se encuentra preestructurado; por lo que todo
investigador. más bien todo intérprete. sólo es un participante más
dentro de una situación dada. Su "cientificidad" emana de su capacidad
de reflexión acerca de la situación en la que ha participado. Por lo tanto.
la Verstehen desempeña un papel independiente. no condicionado y. a
su vez. condicionante de la reflexión lógica. Deducimos de ello que aun
Habermas no ha logrado plasmar la síntesis buscada.
Hecha esta necesaria aclaración sobre la obra de Habermas, debe-
mos indicar. ahora, que desde una perspectiva diferente a la de Max
Weber. y desarrollando su actividad científica en el dominio de la
sociología de la literatura. Lucien Goldmann se esfuerza por construir
un erúoque comprensivo y a la vez explicativo de la ciencia social. Al
interrogarse sobre el carácter de las configuraciones simbólicas Gold-
mann procura, también, elaborar una perspectiva que sintetice ambos
conceptos integrándolos en su diferencia. De modo que la distinción
61
lnvestlgación y construcción crltlca del conocimiento
entre comprensión y explicación continúa vigente en Goldmann. au~-
ue de una manera radicalmente distinta. El concepto de comprenslon
~n Goldmann está desposeído de todo aspecto volitivo ~ intuitivo,
caracteristico de la Verstehen. En él tanto la comprenslon como la
explicación se ubican del lado de la razón. Escribe:
Para un pensamiento dialéctico el problema se plantea de un
modo diferente. comprender es un proceso puramente intelectual
Oo que no quiere decir una actividad puramente teórica, en la
medida en que toda actividad teórica es al mismo tiempo teórico-
práctica): la descripción de una estructura stgnUlcativa en lo que
tiene de esencial y en lo que tiene de especUlco. Poner de manifiesto
el carácter significativo de una obra de arte. de una obra filosófica
de un proceso social. el sentido Inmanente de una estructura-
0
ción. es comprenderlode mostrando que se trata de estructuras que
tienen su propia coherencia. Elcplk:ar es situar esas estructuras
como elementos en estructuras más amplias que las engloban. La
· ltcadbn. se refiere a una estructura que engloba y supera la
:Uctura estudiada (B. Luporinl. 1986: 233).
De este modo Goldmann se sitúa dentro de la ti:adición racionalista
del iluminismo. Sin negar la Importancia de la energ1alibldinal empleada
en el comportamiento social, le quita cualquier cualidad que le confiera
un carácter cognitivo. Todo comportamiento humano y toda creación
cultural tienen un carácter significativo estrechamente vinculado a un
sujeto transindividual. a un sujeto colectivo o. con mayor precisión.:-
un sujeto intrasubjetivo: un ·sujeto constituido p~r varios Individuos .
Estos individuos se encuentran ligados entre s1 por relaciones que
hacen "de cada uno de ellos elementos parciales del verdadero sujeto de
la acción". · 1d tructura
El concepto clave de este sistema epistemologlco es e e i:s
· ¡ficativa. Todo hecho humano se inserta en cierto numero de
sigm t ras signillcativas globales cuya aclaración es lo único que
~~=t: conocer la naturaleza y la significación objetiva de dichos
hechos:
Para deslindar en la realidad un conjunto de hechos que
constituyen tal estructura significativa. y para separar en el dato
empírico bruto lo esencial de lo accidental. es indispensable
Insertar estos hechos mal conocidos todavía en otra estructura
más vasta que los abarca (por ejemplo, los escritos de Pascal Yde
Raclne en el conjunto jansenista). sin olvidar nunca, no obstante,
los conocimientos provisorios que se tienen de los hechos de
Jue de se ha partido son -en la medida precisamente en que
c~~stituyen un elemento de una estructura más vasta-:- uno d~~s
puntos de apoyo más importantes para despejar esta u 1tima. s
 62
La Investigación sociocultural
escritos de Pascal y de Raclne como punto de partida para la
hipótesis de la existencia de un janselsmo extremista y el descu-
brlmienlo de éste como medio esencial de comprender estas
obras.) (L. Goldmann, 1968: 75-76.)
Estas estructw·as signijicatwas se articulan mediante la coherencia
interna de los elementos que en ellas se integran y representan "el
principal concepto de inteligibilidad en ciencias humanas". Pueden
establecerse en un nivel muy micro entre los elementos formales de un
texto cualquiera y estructuras macro que desbordan a un grupo
humano dado ¿para instalarse en lo más vasto del universo cultural?
Si po_r una parte Goldmann se apoya en la interpretación de Marx por
G. Lukács. por otra parte lo hace en el estructuralismo genético de
Piaget. Por ende, al referirse a cualquier proceso de estructuración
resu_lta necesario referirse a los modos en los que opera la desestructu-
racl~n de las anteriores estructuras. Así desestructuración-estructu-
raci?n representa el pivote sobre el que se desplaza este estructuralismo
genetico generalizado.
Se le ha criticado a Goldmann la falta de criterios claros para
establecer:
l. la coherencia de cada estructura signiflcati.va (en sus distintos ni-
veles);
2. la integración de estas estructuras en una totalidad social (Ricoeur).
Nuestra impresión es que Goldmann deja amplio margen a la
discrecionalidad del investigador y. contrariamente a lo que se propone
al amplio juego de la intuición. ' plantea la historia desde sus Interrogantes. toda historia es contem-
Desde un marxismo no ortodoxo se le ha objetado que existen
demasiadas ambigüedades en el "tránsito que se opera entre el nivel de
la comprensión Y el de la explicación". Si la explicación consiste en la
inserción de una estructura determinada en otra estructura más
amplia, no hay certidumbre de lo que se debe entender por ella. Si debe
entenderse que se trata de la estructura económica se abre un impor-
tante interrogante: "La estructura económica proyecta su carácter
estructural sobre la totalidad social. Pero, al decir esto, no sabemos si
los diferentes aspectos de superestructura tienen también un carácter
estru~tural. E~ un problema abierto al cual el marxismo no ha dado
todav1a solucion definitiva" (B. Luportni, 1986: 264).
Dentro del campo disciplinario configurado por la historia nos
referimos, brevemente, al pensamiento histórico-filosófico de Croce a la
idea de la historia en Colllnwood y a la postura asumida por la Esc~ela
de los Anales.
La lectura de la obra de Croce resulta muy dificil, no solamente por
Investigación y construcción critica del conocimiento 63
lo voluminoso de su producción sino también por la variedad de los
temas tratados. Y, sobre todo, porque dentro de un marco neohegellano
reelabora continuamente sus posiciones.
Croce se autovincula a Vico (lo histórico es propio del mundo de los
hombres. el arte es conocimiento) y a Hegel (la identidad de historia y
filosofia. La filosofia se despliega como desarrollo de la razón, de todas
las actividades del espíritu humano. Este desarrollo es dialéctico).
De estos supuestos Benedetto Croce construye una metodología de
la interpretación histórica.
Si el arte es conocimiento (Estética. 1902) es una clase de conoci-
miento sustentado sobre la intuición, y por lo tanto es a priori. Esta
intuición apela al sentimiento y refleja el contenido estético inherente al
espíritu humano, a la razón universal. Los acontecimientos y procesos
históricos son productos de la autocreación del espíritu humano y la
historia debe comprender. en su singularidad, el sentido de su desarrollo.
Para ello apela tanto al sentido estético del historiador como a la
estructura lógica de los conceptos. La razón humana está hecha de
percepción y de pensamiento lógico. constituye una síntesis a priori (La
historia como conocimiento y como acción, 1939).
Pero si Croce se apoya en la dialéctica hegeliana para explicar la
autocreación de lo histórico y la modalidad lógica del "espíritu humano"
sostiene. contra Hegel, que los conceptos distintos no son opuestos, sino
que se refieren mutuamente mediante una constante interrelación que
supone no la wiidad. sino unidad dentro de ID distinto (La lógica como
ciencia del concepto puro. 1905).
Por otro lado Croce plantea que, del mismo modo que el historiador
poránea (Teoría e historia de la histortografra.. 1948). Esto signlflca para
Croce que el historiador aporta desde su situación presente un nuevo
conocimiento del pasado.
También R G. Collingwood contrapone ciencias fislco-naturales a
historia, y si acepta que la historia opera con generalizaciones y admite
que posee técnicas propias para recolectar y analizar datos, afirma que
tales generalizaciones son tan sólo pertinentes a situaciones muy
particulares y concretas. Antes que establecer relaciones constantes, el
historiador debe interpretar la expresión de la dupla pensamiento-
voluntad puesta de manifiesto en todo acto humano. Detrás de cada
obra humana debe comprenderse el pensamiento que la ha gestado.
Rechazando la actitud cartesiana, exalta la figura de Vico quien,
como ya lo señalamos, supone que el sujeto del conocimiento (en este
caso el investigador) impone un sentido a lo que interpreta. Collingwood
enlaza a Vico con el empirismo inglés de Hume, quien con Locke y
Berkeley cuestiona el innatismo cartesiano.
Del mismo modo que Dilthey, y a pesar del cuestionamiento de las
64 La investigación sociocultural
ideas Innatas de Descartes. asume que la existencia humana posee una
naturaleza universal. Por lo tanto hay leyes inmutables que rtgen la
organización de la razón.
La historia, como ciencia, tiene sentido mientras sea capaz de
reconstruir una teoría de la mente (espíritu humano). El objeto de la
historia consiste en descifrar el pensamiento oculto que construye todo
acontecimiento. La intuición es la herramienta más adecuada para ello
(V. Collingwood, 1952).
Los investigadores que escriben en los Annales d'Historte Économi-
que et Sociale congelan la intuición. La cristalizan bajo la helada lógica
de sus modelos. Para ellos, la historia es una ciencia no diferenciada de
las fislco-naturales, gestada alrededor de dos aspectos metodológicos
fundamentales:
l. La tentativa de elaborar una historia total articulando una multi-
plicidad de aspectos diferentes (economía, acontecimientos sociales.
valores, desarrollo de la técnica, etcétera).
2. La construcción de modelos teóricos, inspirado en los modelos
económicos neokeynesianos de larga duración, capaz de permitir
grandes generalizaciones. Muy ligado a la elaboración de estos
modelos se encuentra el concepto de la multiplicidad de las dimen-
siones temporales: la corta duración, la duración media (coyuntura),
la larga y aun la larguísima duración.
Bloch, Febvre, Braudel. Lefebvre, entre muchos otros historiadores,
han pretendido aislar, primero, y analizar, después, las coyunturas y
estructuras sociales fusionando geografia, econonúa, sociología e his-
toria en "esta nueva historia coyuntural".
Al oponer el "tiempo factual" (tiempo corto) y el "tiempo de larguísima
duración", practican una ruptura que supone la alteración del tiempo
histórico.
En efecto, se les ha criticado que la Interpretación del "tiempo de larga
.duración" no quiebra la unilinealidad de la concepción positivista del
.tiempo; que esta "larga duración~ se presenta como ta extensión, más o
menos arbitrarla, del "tiempo corto" donde transcurre el hecho cotidiano
Y que la "larga duración" es tan sólo una yuxtaposición de una variedad
de tiempos parciales.
El tiempo y la causalidad histórica se autolmpllcan en este enfoque
de la historia, de un modo tal que la lógica mecanlcista inherente a la
causalidad determinista de la fislca media gobierna la concatenación
histórica. Por otro lado. al colocar en un mismo plano epistemológico los
modelos de "larga duración", los de "larguísima duración" y los modelos
hipo_tético-deductlvos de los matemáticos sociales. se elimina la génesis
historica y se la remplaza por una yuxtaposición de estructuras
Investigación y constrncción critica del conocimiento 65
sincrónicas sin conexión necesarias entre unas y otras. Esta contradic-
ción .Inmanente emerge como una constante en este análisis de lo
histórico (F. Braudel, 1958; L. Febvre. 1953 y M. Bloch, 1952).
En el dominio de la antropología la intuición fenomenológica capta-
dora de esencias; y la Intuición hermenéutica han desempeñado (y
desempeñan aún para muchos antropólogos) un papel dominante en el
proceso de Investigación. El funcionalismo de Malinowski procura
reducirla a su mínima expresión.
En el primer capítulo de Los argonautas del Pacifico Occidental
Malinowski expresa que "el Investigador de campo se orienta a partir de
la teoría. Desde luego. se puede ser pensador teórico e investigador al
mismo tiempo, en cuyo caso uno puede buscar en si mismo los
estímulos. Pero estas dos funciones son diferentes, y de hecho se ejercen
por separado en las investigaciones reales. tanto en el tiempo corno en
las condiciones de trabajo" (B. Malinowski. 1986: 27).
En antropología las afirmaciones teóricas se confrontan en el campo
y son los datos obtenidos en el terreno los que tienden a modificar los
principios generales de la teoría. Para que esto sea posible "la recolec-
ción de datos concretos sobre una amplia gama de hechos es uno de los
puntos esenciales del método empírico" (ídem: 31).
El método inductivo se muestra en Malinowski corno el hilo conductor
del "tratamiento científico" que el antropólogo. superando el sentido
común, debe conferir a sus Investigaciones.
En este caso, ¿cómo inciden las valoraciones ideológicas que -<:orno
hombre que vive en sociedad- vehlcullza todo Investigador? ¿Cómo se
controla la subjetividad del científico social?
Esto no representa un problema para Malinowski puesto que "tener
una buena preparación teórica y estar al tanto de los datos más
recientes no es lo mismo que estar cargado de ideas preconcebidas"
(ídem: 26). Y agrega: "Si alguien emprende una expedición, decidido a
comprobar determinadas hipótesis, y es incapaz de cambiar en cualquier
momento sus puntos de vista y desecharlos de buena gana bajo el peso
de las evidencias. no hace falta decir que su trabajo no tendrá ningún
valor. Cuanto más problemas se plantee sobre la marcha, cuanto más
se acostumbre a amoldar sus teorías. mejor equipado estará para su
trabajo. Las Ideas preconcebidas son perniciosas en todo trabajo
científico, pero las conjeturas son el don principal de un pensador
científico. y tales conjeturas le son posibles al observador sólo gracias
a sus estudios teóricos" (ídem: 26).
Para B. Malinowski, la objetividad y la neutralidad valorativa del
observador se encuentran aseguradas de antemano. Los datos obtenidos
h ablan por si mismos; "una fuente etnográfica" escribe, "tiene valor
científico siempre que podamos hacer una clara distinción entre, por
una parte, lo que son los resultados de la observación directa y las
66 La Investigación sociocultural
exposiciones e interpretaciones del indígena y. por otra parte. las
deducciones del autor basadas en su sentido común y su capacidad de
penetración psicológica" (ídem: 21).
Aislada la unidad de análisis. concebida como un todo coherente
cuyos rasgos culturales no pueden ser analizados sino en función de
esta totalidad y aplicando la observación con participación. la cientifi-
cidad de la investigación se encuentra garantizada.
De ahí que "los principios metodológicos pueden agruparse bajo tres
epígrafes principales: ante todo. el estudioso debe albergar propósitos
estrictamente científicos y conocer las normas y criterios de la etnografia
moderna. En segundo lugar. debe colocarse en buenas condiciones para
su trabajo. es decir. lo más importante de todo, no vivir con otros
blancos. sino entre los indígenas. Por último tiene que utilizar cierto
número de métodos precisos en orden a recoger. manejar y establecer:
sus pruebas" (ídem: 24).
Sin embargo, el romanticismo teórico de Malinowski ha sido puesto
claramente de manifiesto por otros investigadores tales como Firth.
Leach. Strenski y Geertz.
La publicación de su Diario de campo en Melanesia ( 1967) demuestra.
como lo explica Geertz. que la carga de su subjetividad desbordaba
constantemente las observaciones registradas. y que la intuición operaba
con una fuerza negada en su metodología (C. Geertz. 1989).
En sus explicaciones de La. vida sexual de los sa.lvq/es o en sus Es-
tudios de psicología primitiva, Malinowski se refiere, de un modo corúu-
so. a la necesidad imperiosa del investigador de remitirse al contexto
para comprender especificidades culturales muy particulares o inter-
pretar un "caos de hechos".
Si el concepto de contexto tiene en él un alcance demasiado vasto y
difuso. por otro lado introduce irreflexiVas extrapolaciones. En Replan-
teamiento de la antropología (1961). R Leach comenta cómo su actitud
como Investigador lo involucraba hasta el extremo de no distinguir "los
hechos empíricos y los propios conceptos analíticos". negándose, por
ejemplo, a aceptar las explicaciones propuestas por las creencias tobrian-
desas acerca de las relaciones entre copulación y embarazo. Prefirió
"perfeccionar su concepto de 'paternidad sociológica'. que había elaborado
para un contexto totalmente distinto, como es el caso de la organiz.ación
patrtlineal entre los aborígenes australianos" (R Leach. 1971).
De la misma manera construye un modelo universal de las funciones
mentales del "hombre primitivo" a partir de la generalización de sus
estudios sobre los tobrlandeses (ídem: 23).
Para C. Lévi-Strauss: "La concieTlCia aparece como la enemiga
secreta de las ciencias del hombre" (F Carusso, 1969). "Es necesario
comprender al ser en relación a sí mismo y no en relación a mí". expresa
en Tristes trópicos (1955: cap. 5).
Investigación y construcción crítica d el conocimiento 67
En su concepción epistemológica toda subjetividad debe ser elimina-
da y·dentro de la subjetividad también se incluye la intuición. La razón
es la única fuente de conocimiento. Esta razón es universal. las
categorías lógicas que la organizan son necesarias. permanentes y
universales. El conocimiento del mundo de la naturaleza es posible
porque "la naturaleza está hecha de tal manera que es más rentable para
el pensamiento y la acción obrar como si al sentimiento estético le
correspondiera una realidad objetiva equivalente" (ídem).
· El conocimiento de los hombres y de sus obras es posible porque
todos los hombres comparten la misma estructura universal de la razón,
que organiza los datos de la realidad en estructuras clasificatorias
binarias. formalmente idénticas a sí mismas.
Tanto el "pensamiento en estado salvaje" como el "pensamiento
domesticado" ordenan los objetos de la naturaleza. las costumbres e
instituciones sociales, todas las manifestaciones del "espíritu humano"
a partir c;le opuestos que se interrelacionan binariamente construyendo
un sistema lógico-clasificatorio.
Al introducir los modelos de análisis de la lingüística estructural (esto
es. la forma binaria rígida de los rasgos fonéticos distintivos como lo
hace RomanJakobson) Lévi-Strauss pretende alcanzar una objetividad
total en sus investigaciones. Un modelo de objetividad que tenga el
mismo grado de certeza que el imperante en la física-matemática de
Newton. Por ello declara que "las ciencias humanas pueden llegar a ser
ciencias dejando de ser humanas" (ídem).
El concepto de estructura. demasiado conocido para explicitarlo
aquí, constituye la clave de todas las investigaciones de Lévi-Strauss.
Estructura del "pensamiento en estado salvaje" y del "pensamiento
domesticado". del totemismo. de los sistemas de parentesco. de la
alimentación. del incesto de los mitos y del "espíritu humano" universal.
Estructura que se manifiesta como un código universal de reglas
capaz de contener. en sí mismo, el conjunto de las permutaciones
posibles en el seno de una. de varias o de todas las sociedades humanas.
Toda subjetividad desaparece ante la estructura y toda intuición ante
la conciencia reflexiva. Sólo se comprende explicando, de un modo
racionalmente controlado. el orden establecido por la lógica de las
transformaciones de la estructura. 16
Sin embargo, y a pesar de sí mismo y de su propio sistema episte-
mológico, la discrecionalidad y también la intuición se filtran en momentos
fundamentales de sus análisis y oscurecen la "racionalidad" de su
sistema.
En sus análisis sobre los mitos americanos procura detectar el
16. Para consultar en profundidad nuestra Interpretación sobre la epistemología estruc-
turallsta de Li::vt-Strauss ver H. Vázquez, 1982.
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contenido latente de las narraciones núticas mediante: 1) el recorte en
secuencias a partir del "contenido aparente del mito. los acontecimientos
que se suceden en el orden cronológico"; y 2) desde los esquemas
establecer un ordenamiento de las secuencias organizadas "en planos
de desigual profundidad. en función de los esquemas. superpuestos y
simultáneos" (C. Lévi-Strauss. 1972).
Para esto Lévi-Strauss procede a una búsqueda constante de
oposiciones binarias. Surge aquí la primera duda. ¿Esta construcción
por parejas de oposiciones se encuentra realmente en el mito o las pone
el investigador? ¿Por qué debe el investigador elegir ciertas oposiciones
binarias y no otras? El contexto narrativo permite varias oposiciones
posibles. Además. la constante búsqueda de núcleos r ecitativos seme-
jantes y de otros diferentes dentro de cada versión particular y la
comparación de versiones diferentes también admiten diferentes op-
ciones. ¿Cuál es el criterio de selección?
Y aun más, el mismo recorte en secuencias y esquemas no está exento
de cierta arbitrariedad manifiesta durante el proceso de su realización.
Aquí la actitud de Lévi-Strauss resulta excesivamente críptica y guiada
sobre todo por la intuición antes que por explícitos criterios metodo-
lógicos. Su análisis estructur allsta del mito muestra un razonamiento
fundamentalmente analógico.
Como lo ha demostrado R. Leach. aunque con matices diferenciales
importantes. la misma estrategia metodológica se aplica a otros
aspectos de la obra de Lévi-Strauss. como sus análisis del parentesco
(R. Leach. 197 1).
Fiel a su postura hermenéutica, C. Geertz procura comprender el
sentido de la antropología en tanto conocimiento organizado. Esto es:
entender la naturaleza del análisis antropológico como forma de
conocimiento. Para ello parte del quehacer de los antropólogos.
Según Geertz lo que hacen los antropólogos es. en última instancia.
analizar estructuras de significación inscribiéndolas en un texto
mediante un acto narrativo que parte de la observación del "hecho
objetivo" (descripción final para acceder a una interpretación de
complejas estucturas de significación (descripción densa). Por lo que
"hacer etnografía" es como tratar de leer (en el sentido de Interpretar
un texto) un manuscrito extranjero, borroso, plagado de elipsis, de
Incoherencias, de sospechosas enmiendas y además escrito no en las
grafías convencionales de representación sonora. sino en los ejemplos
volátiles de la conducta modelada (C. Geertz. 1987: 24).
Esta actitud no es arbitrarla, se desprende de su modo de abordar
el domini.o de la cultura: el análisis de las significaciones simbólicas.
Porque si Geertz concibe la antropología como una semiología y el
análisis cultural como un "conjeturar significaciones". también con-
cibe toda dimensión simbólica de la conducta social como un discurso
Investigación y construcción critica del conoclnliento 69
que d ebe ser interpretado, como un texto narrativo que debe ser
comprehendido a partir de su propio contexto.
De este modo. la Interpretación de lo cultural no es separable de
lo inmediatamente dado. Toda interpretación de las significaciones
simbólicas depende excesivamente del contexto. Geertz admite esto:
"la primera característica de la interpretación cultural es la necesi-
dad de que la teoría pem1anezca más cer cana del terreno estudiado
de lo que permanece en el caso de creencias más capaces d e
entr egarse a la abstracción imaginarla. En antropología. sólo bre-
ves vuelos de raciocinio suelen ser efectivos, vuelos más prolongados
van a pasar a sueños lógicos y confusiones académicas con sime-
tría formal" (ídem: 24).
Al poner en primer plano la necesidad teórica de captar el sentido
de la significación simbólica inherente a toda actividad humana
encarada en la cotldianeldad, y al hacerlo de un modo tal que excluya
toda mediación de un aparato conceptual que la preceda, la estrategi<'.
metodológica de Geertz tiene muchos aspectos similares con la feno-
menología. 17
Geertz no explica cómo realizar la descripció11 densa, ni tampoco los
criterios que deben utilizarse para construir un marco de inteligibili-
dad que facilite el desentrañamiento del (o de los) sentido(s) de las
configuraciones simbólicas. Se limita a enunciar que "uno no puede
escribir una teoria general de la interpretación cultural. Es decir, uno
puede hacerlo. sólo que no se ve gran ventaja en ello porque la tarea
esencial en la elaboración de una teoría es no codificar regularidades
abstractas. sino hacer pos ible la descripción densa, no generalizar a
través de casos particulares sino generalizar dentro de éstos" (ídem:
52). Es decir, establecer diagnósticos o, como él prefier e escribir.
construir "inferencias clínicas".
De estas aseveraciones no podemos sino deducir que Geertz realiza
una valoración exagerada de la intuición como recurso metodológico.
unida al correspondiente menosprecio por la crítica.
Uno. de los problemas epistemológicos claves que no resuelve la
aproximación de Geertz es el de la imposibilidad de conferir un minimo
de garantías capaz de asegurar una interpretación controlada. relati-
vamente desembarazada de juicios previos. En él toda reconstrucción
resulta arbitrariamente sesgada y vehiculiza una carga de significación
17. Como lo ha señalado Habermas. los etnometodólogos (Garfinkcl y colaboradores) se
apegan demasiado a la descripción fenomenológtca. La Intuición establecedora del sentido
re&-.lta la subjetividad del Investigador. que de pende excesivamen te del contexto en el que
Interactúe. Además. el enfoque fe nomenológico exalta el análisis de la percepción que los
actores sociales tienen de las estructuras sociales y s imbólicas. reduciendo, de esta
manera. la realidad social a la s ubjetividad de la conciencia perceptiva. E l sentido común
reemplaza a los cr1lcrio5 científicos. Y se deja de lado la nc<.-esldad de: producir teoría .
 La Investigación sociocultural
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determinada que la somete. en exceso, a la situación histórica. social,
cultural e ideológica del investigador.
En su texto Paradigmas y estrategias en antropología simbólica
( 1987). Carlos Reynoso expresa, entre otros juicios criticos sobre el
enfoque de Geertz. que resulta del todo imposible la refutación de los
significados de la interpretación, su contrastación critica. dado que "el
repliegue de su etnografia a un espacio interpretativo (que él se las
ingenia para pintar como no relacionado con la subjetividad) torna
superíluos e inactuantes los procedimientos de verificación. que des-
pués de todo son un subproducto de las ciencias exactas".
A la no posibilidad de comprobar los ·grados" de certeza de la
interpretación realizada. debe agregarse la incertidumbre que supone
para el investigador su afirmación de que "el análisis cultural es
intrinsecamente incompleto. Y, lo que es peor, cuando más profunda-
mente se lo realiza, menos completo es" (C. Geertz, 1987: 39).
La interpretación resulta, entonces. siempre abierta y, por lo tanto.
ha de rectualizarse constantemente al variar el intérprete o los esque-
mas interpretativos del investigador.
De manera que un conjunto de significaciones simbólicas permite
una multiplicidad diferente de sentidos. Subrayamos. una vez más, que
Geertz no discrimina cómo seleccionar Ja interpretación más adecuada
entre varias interpretaciones posibles.
Es que para Geertz la antropología es arte. Arte narrativo. El
antropólogo se limita a escribir y reescribir textos. Evoca, describe y
seduce para convencer a la comunidad científica (y al público en
general) de la exactitud y veracidad de sus puntos de vista (C. Geertz.
1989). 18
La fuerte contradicción existente entre el rigor objetivista del método
y la búsqueda subjetiva del sentido a través de la Verstehen no ha sido
suficientemente superada por la sociología comprensiva weberiana. En
los análisis de L. Goldmann como en los de C. Lévi-Strauss se filtra la
arbitrariedad y la intuición al momento de seleccionar los rasgos claves
de las significaciones simbólicas. Algo muy semejante sucede en B.
Malinowski.
La concepción de B. Croce y de C. Geertz vincula el dominio de lo
histórico-socio-cultural al arte antes que a Ja ciencia. Reemplazando la
implementación de criterios epiStémicos por criterios estéticos ligados
18 . Cardoso de O livelra vincula, con acierto. el origen de una antropología interpretativa
a l movimiento de los filósofos posmodernos. Reconoce la relativa importancia de la
persp ectiva hermeneutlca en tanto critica de un posible dogmatismo científico. pero
advie rte los peligros d el anarquismo teórico subyacente en ella. En efecto. las posturas
s ustentadas po r Rabinow. Marcus y Fischer. entre otros. lleva al extremo el subjetivismo
intc rprctativista de Geerlz (R. Cardo¡;<> d e Olivelra, 1987).
Inves tigación y construcción critica del conocimiento
71
a ficciones heuristicas, e introduciendo angustiantes incertidumbres
epistemológicas que tienden a paralizar la investigación y a diluir la
especificidad del conocimiento científico. Conocimiento que no es
Inmutable, que deviene constantemente y que se construye mediante
una multiplicidad de dominios disciplinarios que operan sobre los
diversos aspectos de la realidad.
Por otro lado, no resulta ya posible en nuestros días derivar del
supuesto de una "naturaleza humana" universal la identidad de los
procesos psíquicos y racionales comunes a todas las sociedades en cada
momento del devenir histórico. Ni por lo tanto. reconstruir el sentido de
las significaciones simbólicas a partir de una teoria general de la mente
("espíritu humano").
La idea de una "naturaleza humana" común al hombre como
ho_mbre es_ una violación de la especificidad social e histórtca que
l?'Jge el cwdadoso trabajo en los estudios humanos; por lo menos
es una abstracción que los investigadores sociales no tienen
derechos a hacer (Wrtght Milis, 1961).
Nosotros mismos hemos planteado el desarrollo evolutivo histórica,
social y psicolingüístlco de las sistematizaciones racionales vinculado a
la construcción, la ruptura y la reconstrucción, en un plano cualitativo
diferente, de las estructuras socio-cogrutivas, ligado a lagénesiS dialéctica
de las significaciones simbólicas.
¿Qué actitud metodológica adoptar ante este cuadro de situación?
Si, como lo advierte J . Habermas, y nosotros mismos lo pensamos.
~¡as teorías son esquemas de orientación que construimos a voluntad en
un marco sintácticamente vinculante. Tales esquemas resultan útiles
para un ámbito especial de objetos cuando la diversidad de Jo real se
ajusta efectivamente a ellos"; entonces "una teoría dialéctica de la
sociedad no tiene más remedio que hacerse culpable de inmodestia.
Pone en tela de juicio que la ciencia. en relación con el mundo creado por
los hombres. pueda proceder con Ja mlsma indiferencia con que con
tanto éxito lo han hecho las ciencias n aturales exactas" (J. Habermas,
1988: 22-23).
De ahí que en las ciencias sociales las teorias constituyen para el
investigador, y por Jo tanto para cualquier antropólogo, un marco
referencial general en el que epistemológicamente se apoya, solamente
útil para guiar la investigación.
Si el proceso de investigación no puede prescindir, en nuestros días,
del trabajo en equipo y de una convergencia interdisciplinaria que
permita la elaboración de un denominador teórico común, ni de la
necesaria relación de interdependencia entre teoria e investigación,
tampoco puede prescindir -como lo veremos más adelante-- de Ja