Está en la página 1de 2

http://www.rmedica.

es/edicion/265/el-mindfulness-llama-a-la-puerta-de-la-sanidad

MINDFULNESS
Hasta bien entrada la década de los 2000, la mayoría de los profesionales de la salud españoles no
había oído hablar del ‘mindfulness’. Ahora es raro el especialista que lo ignore ni el hospital o
centro de salud que deje de utilizarlo. Se trata de un fenómeno que ha trascendido la barrera de
los espacios sanitarios para ocupar un lugar preferente en los estantes de las librerías
especializadas y de los grandes comercios en forma de libros, por lo que se deduce que ha
penetrado en el corazón del ciudadano y, por ende, ha venido para quedarse mucho tiempo.

Esta práctica milenaria consiste en permanecer atento al momento presente sin emitir juicios de
ningún tipo; se distingue de la meditación en que no requiere de ningún ritual ni disposición
especial para ejercitarla y fue introducida en Estados Unidos y Europa por el biólogo molecular
Jon Kabat-Zinn en 1979, año en que fundó la Clínica de Reducción del Estrés en la Facultad de
Medicina de la Universidad de Massachussets.

En España, el ‘boom’ del ‘mindfulness’ acaba de tener lugar, aunque su simiente se remonta a no
menos de una década, cuando comenzó a utilizarse en consultorios privados. Observaron una
notable mejoría de su salud justo en aquellos casos donde las terapias tradicionales, como la
cognitivo-conductual, no daban la talla. Y se lanzaron a aplicarla.

Poco a poco, el resto de médicos comenzaron a mirarla de reojo, y hoy no resulta extraño que
neurólogos, oncólogos, cardiólogos y gastroenterólogos, entre otros especialistas, deriven a sus
pacientes a cursos de ‘mindfulness’ impartidos por los servicios de Psiquiatría o por psicólogos
contratados ad hoc.

Breve historia ‘sanitaria’ de la práctica


La década de los años 90 ha sido bautizada como la de la ‘imagen cerebral’ porque los avances
en neurociencia han venido de la mano de la tomografía de emisión de positrones (TEP) y la
resonancia magnética funcional, las dos principales pruebas que visualizan cómo funciona la
actividad del tejido nervioso y que se han erigido en la prueba científica de que el
‘mindfulness’ consigue algo más que una mejoría subjetiva del paciente.

En 1997, Kabat-Zinn dio a conocer sus primeros estudios sobre la aplicación del método de
'mindfulness' MBSR en enfermos de psoriasis con sorprendentes resultados (la atención
plena combinada con el tratamiento de la enfermedad aumenta cuatro veces la probabilidad
de que las lesiones de la piel desaparezcan).

Pero el punto de inflexión llega en 2000, cuando John Teasdale y Zindel Segal descubrieron la
capacidad del ‘mindfulness’ para reducir las recaídas por depresión, patología de mucha mayor
prevalencia que las anteriores: “La publicación, ese año, de los dos primeros trabajos donde
‘mindfulness’ previene las recaídas en el depresivo fue un hito para la sanidad, pues el 50 por
ciento de las depresiones son recurrentes y se cronifican”, confirma para Revista Médica
Joaquim Soler.
Su llegada a España
Por comunidades autónomas, las pioneras en aplicarlo han sido Cataluña, Madrid, Baleares y
Aragón. Aunque existen toda clase de talleres y clases que lo imparten en el entorno sanitario de
cualquier otra autonomía, en esas tres ha sobresalido una manera sistemática de llevarlo a la
práctica en la sanidad pública, tal como han corroborado sus protagonistas a Revista Médica, que
después ha ratificado esa impresión con profesionales del sector privado.

En el caso de la primera, la Unidad de Psiquiatría del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de
Barcelona, donde trabaja el psicólogo Joaquim Soler, enseña ‘mindfulness’ desde 2000, aunque
por entonces se hablaba de “habilidades de autoconciencia” y se integraba en otra terapia más
sofisticada, la dialéctico-conductual, creada en 1993. “Lo medimos en seis casos antes y después
de la intervención con resultados muy limitados pero que reflejaban una disminución de los
parámetros de distorsión emocional”, ha contado Soler a esta publicación.

En Baleares y en 2004, el biólogo Andrés Martín Asuero desarrolló el MBSR (del inglés:
reducción del estrés basada en la atención plena) –el programa aplicado del ‘mindfulness’ original
de Kabat-Zinn– con enfermos terminales en la Unidad de Cuidados Paliativos del Hospital Joan
March de Mallorca. “Medimos el malestar previo y posterior a la práctica de los pacientes con
resultados satisfactorios y similares a los obtenidos en Estados Unidos”, asegura.

La otra gran referencia del MBSR en España corresponde a Beatriz Rodríguez, jefa de Sección de
Psiquiatría del Hospital La Paz de Madrid que, en 2009, aprovechó una beca del centro para viajar
a los dominios de su creador en Boston, donde se formó con él y regresó al año siguiente para
implantar el mismo método con enfermos y profesionales. “Rotamos cuatro grupos todos los
trimestres a razón de dos por la mañana y dos por la tarde; aparte, desde 2010, impartimos un
programa de formación en la misma disciplina dirigido a futuros terapeutas residentes de
Psiquiatría, Psicología y Enfermería no solo procedentes de La Paz, sino del resto de hospitales
de Madrid e incluso de otros de Segovia, Guadalajara o Ciudad Real”, explica.

En cuanto a Aragón, la provincia de Zaragoza resuena en los oídos de los adeptos al ‘mindfulness’
porque, en los servicios de Atención Primaria de la provincia, el psiquiatra del Hospital Miguel
Servet José Javier García Campayo lleva a cabo un estudio experimental con profesionales que
ha entrado a formar parte del Programa de Salud Mental de la estrategia nacional en este campo
asistencial.

Para todos los profesionales consultados, el ‘mindfulness’ no obedece a una moda pasajera, sino
a un recurso introducido en el campo de la salud por un prestigioso médico afincado en
Massachussets cuyo testigo han recogido muchos otros tanto en su país de origen como en Europa.
La razón de que su legado no haya traspasado las fronteras antes no solo se debe a la investigación
aplicada por los profesionales de la salud mental; también ha contribuido a ello de manera decisiva
la capacidad de la ciencia, por primera vez en la historia, de probar, con escáneres, que el ejercicio
de esta práctica no solo produce modificaciones subjetivas en la persona, sino cambios visibles
en su cerebro.

También podría gustarte