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GOBIERNO ABIERTO

Álvaro Ramírez Alujas

El autor señala, en primer término, que a finales de los años setenta aparece

por primera vez el término “gobierno abierto” el cual se refiere a abrir las ventanas

del sector público al escrutinio de los ciudadanos. Señala, también, que a la fecha

existen numerosos países que se hallan en esta perspectiva. Esto ha venido

configurando el concepto de “gobierno 2.0” que hace alusión a introducir en el

mundo de la política los principios que sustentan la Web 2.0, lo cual supone la

supresión de intermediaros entre los políticos y los ciudadanos, así como facilitar la

cohesión de esfuerzos y movilizar recursos y personas para lograr determinados

objetivos.

Indica, además, que un gobierno verdaderamente abierto va más allá del uso

de la tecnología en la discusión de los temas públicos, tiene que ver la modificación

de los principios que sustentan la misma sociedad. Un buen gobierno se asocia a la

gobernanza, entendiendo ésta como una manera de definir una nueva relación entre

gobernantes y gobernados que se aleja de modelos verticales y autoritarios. En este

sentido, Villoria aporta una serie de aspectos que justifican la vigencia de un

gobierno abierto: los gobiernos opacos no aportan información, se apoderan de lo

público, son parciales, no rinden cuentas, no favorecen el voto independiente y

traicionan la soberanía y la igualdad política.

Explica, asimismo, que desde la perspectiva de la OCDE el gobierno abierto

debe contemplar tres dimensiones: transparencia, accesibilidad y receptividad


(capacidad de respuesta). Desde la mirada de múltiples instancias se lo considera,

también como una plataforma sustentada en tres pilares: transparencia y apertura,

participación y colaboración.

Menciona, también, que los gobiernos de la OCDE pretenden caminar hacia

un escenario donde se privilegien sólidos marcos jurídicos, que rijan el acceso a la

información, la consulta y la participación pública. Son gobiernos que tratan de hacer

que sus ciudadanos estén informados, que los impulsan a consultar y participar,

reconociendo que éstos son los pilares del buen gobierno.

El autor dice que algunos beneficios que la OCDE plantea para los gobiernos

abiertos son: el restablecimiento de la confianza en el gobierno, la garantía de

mejores resultados al menor coste, la elevación de los niveles de cumplimiento,

asegurar la equidad de acceso a la formulación de políticas públicas, entre otras.

Dice, Alujas, que las principales características que debe tener un gobierno

calificado como abierto son: la transparencia, la accesibilidad y la capacidad de

respuesta. Los retos principales de los gobiernos actuales en relación con la

apertura pueden circunscribirse a los siguientes: equilibrar la apertura con la

equidad, la eficiencia, la responsabilidad, el respeto a la intimidad y el uso del poder

y los recursos públicos; garantizar la transición entre lo público y lo privado; evitar

la perversión de las medidas tomadas para favorecer la apertura; reconciliar la

apertura con la equidad; garantizas la responsabilidad de los funcionarios; y

balancear la apertura y la confianza pública.


Por otra parte, todo buen gobierno presenta dos vertientes: la apertura de

los datos y la apertura de los medios, la primera significa que el gobierno pone de

disposición de las personas la información y la segunda quiere decir que los

ciudadanos participan. Al impulsar la apertura el gobierno puede conseguir dos

cosas: pasar de proveedor de servicios a gestor de plataformas de servicios y la

devolución de datos a los usuarios lo cual incrementa la transparencia. La apertura

de datos tiene que ver con la intención de hacer un mundo mejor mediante el uso

de un recurso único: la información.

Señala, también, que, para Don Tapscott, el nuevo modelo de la era digital

se puede sustentar en cinco principios: la colaboración, la apertura y transparencia,

la interdependencia, la propiedad intelectual compartida y la integridad, en donde la

deshonestidad no tiene cabida pues conduce al fracaso. Por su parte, Noveck ha

acuñado el término de Wikigobernment, el cual se refiere a la democracia

colaborativa que se construye entre gobierno y ciudadanos.

La principal aportación de Ramírez Alujas reside en la comparación que hace de un

buen gobierno con las Web 2.0. En la actualidad, las personas, cada vez más se

hallan imbricadas en el manejo de las redes sociales y ello genera un aprendizaje

relacionado con la participación social. Sería ideal que los gobiernos pudieran

manejarse de la misma forma que estas tecnologías. A largo plazo, el cambio es

irreversible, a pesar de las resistencias de los gobiernos, especialmente los más

autoritarios.

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