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Guba, E. y Lincoln, Y, “Paradigmas en competencia en la investigacion cualitativa” En Denman, C. y J.A. Haro (comps.), Por los rincones. Antologia de métodos cualitativos en la investigacién social. E| Colegio de Sonora, Hermosillo, Sonora, 2002. pp.113-145 Paradigmas en competencia en la investigaci6n cualitativa Egon G. Guba e Yonna S. Lincoln En este capitulo analizamos cuatro paradigmas que han estado compitiendo regularmente, al menos hasta tiempos muy recien- tes, para ser aceptados’ como el paradigma que se seleccione no solamente como gufa para elaborar informes, sino también como el marco que conduzca todo proceso de investigacion, especial- mente en las investiga¢iones que utilizan un enfoque cualitativo, aunque también en otras que aqui analizaremos: positivismo y sus versiones postpositivistas, teorfa critica y posturas ideol6gi- cas relacionadas y, finalmente, el constructivismo. El lector debe considerar nuestro propio compromiso con el constructivismo (que antes denominabumos “indagaci6n naturalista”!; Lincoln y Guba, 1985) y tomar en cuenta este hecho al juzgar lo apropiado y Util de nuestro anilisis, Aunque el titulo del volumen en el que se incluyé original- mente el presente capitulo, Manual de investigacidn cualitativa, sugiere que el término cwalitativo es un concepto “sombrilla” que abarca mds que el de paradigma (de hecho, esta forma de uso suele ser comin), nuestra opini6n es que se trata de un término cuyo uso debe limitarse a la descripcién de tipos de métodos. Desde nuestra perspectiva, el uso de métodos tanto cualitativos como cuantitativos puede ser apropiado para cualquier paradigma de investigacién. De hecho, las cuestiones de método son secun- darias frente a las de paradigma, que definimos como el sistema basico de creencias 0 visién del mundo que guia al investigador, ya no sdlo al elegir los.métodos, sino en formas que son ontolé- gica y epistemologicamiente fundarnentales, Araiz de la creciente insatisfaccion por el patente abuso y ex- cesivo énfasis en los métodos cuantitativos, el interés por los pa- radigmas alternativos se ha visto estimulado. A medida que se hicieron muchos esfucrzos por renovar el interés en los enfoques ll tan el aaticuly a ‘comillay se anil 3 Hite lar feetura en ¢ Fol, se empleve un mente la primera ver que parece ef én mine presion en el texto 114 2 ON. de Tos ts: La confia- bilidad se refiere a la po- sibilidad de replicar un estudio, lo cual parece poco probable debido a la naturaleza cambiante de la realidad, El criterio propone hacer explicitas las condiciones en las cuales ef estudio seria re- pheable, Cf. Y, Lincoln y E. Guba (1985), Natera- listic Inquiry, Beverly Hills. Sage POR LOS RINCONES. ANTOLOGIA DE METODOS CUALITATIVOS . cualitativos, fue haciéndose cada vez mds evidente que las supo- siciones metafisicas subyacentes a los paradigmas convenciona- les, especialmente la comtin 0 dominante (que aqui llamamos “perspectiva heredada”), deben ser sometidas a un profundo cuestionamiento. Por esto, en el presente capitulo el énfasis estri- bard en los paradigmas y en las suposiciones e implicaciones que tienen para una serie de cuestiones 0 problemas relativos a la in- vestigacién social, y no tanto en exponer la utilidad de los méto- dos cualitativos cuando se comparan con los cuantitativos. Dado que, durante gran parte de la tltima década, las discusiones so- bre paradigmas/métodos han partido de'los problemas asociados a la sobrecuantificacién, nosotros comenzaremos también por aqui, para ocuparnos posteriormente de nuestro interés predomi- nante. La distincién cuantitativa / cualitativa Hist6ricamente, la ciencia ha puesto un. gran énfasis en la cuanti- ficacion. Las mateméticas han sido consideradas como la “reina de las ciencias”, y aquellas ciencias, como la fisica y la quimica, que se prestan particularmente para la cuantificacién, han sido generalmente reconocidas como “ciencias duras”. En contraste, disciplinas menos cuantificables, como Ia biologfa (aunque ha es- tado cambiando muy répida y recientemente) y particularmente las ciencias sociales, son comtinmente referidas como “ciencias blandas”, aunque no tanto en un sentido peyorativo, sino para se- jalar su imprecisi6n (supuesta) y falta de confiabilidad.? Se cree comtinmente que la madurez cientffica surge segtin aumente el grado de cuantificacién dentro de un campo dado. Esto no es muy sorprendente. La perspectiva heredada de la ciencia (el positivismo, transformado en el curso de este siglo en postpositivismo; ver mds adelante) se coricentra en los esfuerzos para verificar (positivism) 0 comprobar la falsedad (postpositi- vismo) de hip6tesis que son planteadas a priori y que son més tiles cuando cobran la forma de una proposicién matematica (cuantitativa) 0 de proposiciones que sea facil convertir en for- mulas mateméticas precisas para expresar relaciones funciona- les. La precision formulaica es de una enorme utilidad cuando el GuBA / LINCOLN objetivo de la ciencia es la prediccidn y el control de los fené- menos naturales. Ademis; existe de hecho una gran variedad de modelos mateméaticos. y estadisticos. Finalmente, existe la con- viccién muy extendida de que sdlo los datos cuantitativos son validos en tiltima instancia, 0 los Gnicos que poseen alta calidad (Sechrest, 1992). Se dice que fue John Stuart Mill (1843-1906) el primero en exhortar a los cientificos sociales a que emularan a sus primos més antiguos y “duros”, con la promesa de que si segufan su con- sejo, estos campos madurarfan rapidamente y se emanciparian de los limites filos6ficos y teolégicos que los restringian. Los cien- tificos sociales se tomaron muy en serio este consejo (a un grado que probablemente sorprenderia al mismo Mill si viviera hoy en dfa) también por otras razones. Eran los “nuevos muchachos del barrio”; si la cuantificacion podia Ilevarlos a la culminacién que prometié Mill, vendrfa acompafiada de un estatus y un poder po- litico que rendirfan grandes beneficios a los nuevos practicantes. Asi pues, la imitacién podria llevar tanto a tener una mayor acep- tacién como a un conocimiento mas valido. Criticas a la perspectiva heredada Sin embargo, en afios recientes han surgido fuertes contracorrien- tes oponiéndose a la cuantificacién. Se han dado principalmente dos formas de critica, una interna al paradigma convencional (es decir, en los mismos términos de aquellas suposiciones metafisi- cas que definen la naturaleza de la investigaci6n positivista) y una externa (es decir, en los términos de aquellas suposiciones que definen a los paradigmas alternativos), que parecen exigir no s6lo una reconsideracién de Ja utilidad de los datos cualitativos, sino que ademas ponen en entredicho a las mismas suposiciones en las que se ha basado la superioridad supuesta de la cuantifica- cién. 115. 116 N. de Ios trs.: la palabra “insight” no tiene una traduecién exacta al es paniol. Una traduccion aproximada del sentido seria algo asi como: “re flexién interiorizada re- pentina”, “exacta intui- ion expontinea” o “con- clusion interior _repenti- na”. Por facilidad de lec ura, y aplicando un crite ig: de uso cada ver mis amplio en las ciencias so- ciales y Ia psicologia, se hha decidido conservar et término en inglés POR LOS RINCONES. ANTOLOGIA DE METODOS CUALITATIVOS Criticas internas (intraparadigma) Una serie de problemas implicitos han’ surgido para desafiar el conocimiento convencional. A continuzcién desglosamos algu- nos de ellos. Separacién de contextos. Los acercamientos cuantitativos precisos, que se concentran en subserics de variables elegidas, necesariamente “separan” de sus consideraciones, mediante los controles apropiados 0 el azar, a otras variables que existen en el contexto y que, si se les permitiera ejercer su influencia, podrian alterar mucho los hallazgos. Ademés, tales disefios de exclusién, al aumentar el rigor tedrico de un estudio, le restan relevancia, es decir, su aplicabilidad o posibilidad de generalizacién, porque sus resultados s6lo pueden aplicarse apropiadamente a otras si- tuaciones similarmente truncadas o separadas de su contexto (por ejemplo, otro laboratorio). Se argumenta que los datos cua- litativos pueden compensar ese desequilibrio al proporcionar in- formaci6n contextual. . Exclusion de significado y propésito. E] comportamiento hu- mano, a diferencia de los objetos fisicos, no puede entenderse sin referencia a los significados y propésitos que los actores huma- nos le proporcionan a sus actividades. Se asevera que los datos cualitativos pueden proporcionar una valiosa percepcién aguda o “insight”3 sobre el comportamiento humano. Disyuncién de las grandes teorias en contextos locales: el di- lema etic/emic. Al darle pese un investigador a la teorfa etic (ex- terna) en una investigaci6n (0 la hipétesis.a ser probada), puede tener poco o ningiin sentido desde el punto de vista emic (inter- no) de los individuos, grupos, sociedades o culturas a estudiar. Se argumenta que los datos cualitativos son titiles para descubrir los puntos de vista emic; las teorfas, para ser vélidas, deben tener un fundamento cualitativo (Glaser y Strauss, 1967; Strauss y Corbi, 1990). Esta base es particularmente esencial si consideramos las crecientes criticas contra las ciencias sociales en el sentido de que no proporcionan una descripcién adecuada de las vidas que estén fuera de lo comiin (Ios “otros”), o bien, que no proporcionan ma- a GuBa / LINCOLN terial para una critica dé nuestra propia cultura occidental (Mar- cus y Fischer, 1986). Falta de aplicabilidad de los datos generales a casos particu- Jares. Este problema a veces es descrito como la disyuncién no- motética/idiogrdfica. Aunque las generalizaciones pueden ser significativas desde e] punto de vista estadistico, no son aplica- bles en lo individual (por ejemplo, el hecho de que el 80% de los individuos que presenten ciertos sintomas tengan cancer pulmo- nar es una evidencia incompleta, en el mejor de los casos, de que un paciente en particular que presente tales sintomas tenga c4n- cer pulmonar). Se sostiene que los datos cualitativos pueden ayu- dar a evitar este tipo de umbigiiedades. Exclusion de la dimension del descubrimiento en la investiga- cin. El énfasis convericional en la verificacién de hipétesis espe- cificas planteadas a priori apenas cubre la superficie de estas hi- potesis, a las que generalmente se llega a través del cominmente Mamado proceso de descubrimiento. En la perspectiva heredada, s6lo la investigacién empitica merece él apelativo de “‘ciencia”. De esta manera la metodologia cuantitativa normativa es privile- giada por encima de las reflexiones de pensadores creativos y di- vergentes. Se espera que el llamado a la participacién cualitativa corrija este desequilibriv. Criticas externas (extruparadigma) Los problemas intraparadigma arriba sefialados ofrecen un gran desafio a la metodologia convencional, pero pueden eliminarse, 0 al menos aminorarse, con un mayor uso de los datos cualitativos. Muchos detractores de la mirada recibida se conforman con dete- nerse en este punto; por Ju tanto, la mayoria de las recomendacio- nes sobre aportes cualitativos se han limitado a una reconciliacién s6lo a nivel de métodos, Pero los criticos que han propuesto pa- radigmas alternativos han creado un desafio ain mayor, que in- cluye no s6lo la evaluacidn de los enfoques, sino también ajustes fundamentales en las suposiciones basicas que gufan toda inves- tigacién. Su rechazo dela perspectiva heredada puede justificar- se bajo una serie de elementos bien, asentados (Bernstein, 1988; 117 118 4 Muchas de las abjeciones enumeradas auf fueron enunciadas primero por los mismos. positivistas: de hecho, podriamos ae- gumentar gue It postura postpositivista representa tun intento de transforma el positivismo en formas que toman en cuenta es {as-mismas objeciones La posicion positivista ingenua de los siglos xvi al XIX: yal no es sostenida por nadie que conorea, aun superficialmente, es- tos problemas, Aungue reconocemos que la pos- tara postpositivista, co- smo la enuncia, por ejern- plo, Denis Phillips (1987, 1990a, 1990b), represen- {@ una mejoria considera- ble sobre el positivismo ccisico, no logra romper con él por completo. Re presenta una especie de ‘contro! de daftos” mas {que una reformulacién de principion basicos. La idea de que estos proble ras requieren de ur. cam bio de paradigma foe po- €0 reconocida hasta Ia publicacién de la impor ante obra de Thomas Kuhn, The Structure of Scientific Revolutions (2962, 1970), © incluso entonces se avanz6 con lentitud, Sin embargo, tas contribuciones de los eri- ticos que preceden a Kuhn deben ser reconoct dias y aplauaidas POR LOS RINCONES. ANTOLOGIA DE METODOS CUAL [TATIVOS Guba, 1990; Hesse, 1980; Lincoln y Guba, 1985; Reason y Ro- wan, 1981), pero los principales son Ios siguientes:4 La carga tedrica de los hechos. Los acercamientos convencio- nales a la investigacién que involucran la verificacién o falsifica- cién de hipstesis, presuponen la independencia de los lenguajes teGricos y de observacién. Si una investigacién ha de ser objetiva, las hipétesis deben plantearse de manera independiente a la forma en que se retinan los datos necesarios para su comprobacién. Pero ahora parece que ha quedado establecido mds alld de cualquier ob- jeci6n que las teorfas y los hechos son bastante interdependientes, es decir, que los hechos sélo lo son dentro de algtin marco teéri- co, Esto pone en tela de juicio una suposicién fundamental de la perspectiva heredada. Si las.hipstesis y.observaciones no son in- dependientes, los “hechos” sélo pueden verse a través de una “ventana” te6rica y la objetividad queda seriamente cuestionada. La falta de determinacién de una teorta. Este problema tam- bién es conocido como el problema de Ja induccién, Los hechos no s6lo estén determinados por la ventana teérica a través de la cual se buscan, sino que, a su vez, distintas ventanas tedricas pueden estar igualmente sustentadas pot una misma serie de he- chos. Aunque podria ser posible, dada una teorfa coherente, el deducir qué hechos son los que deben existir, nunca es posible, dada una serie de hechos coherentes, |legar por induccidn a una sola teorfa ineluctable. De hecho, esta dificultad es la que llev6 a filésofos como Popper (1968) a rechazar la idea de la verifica- cién de teorfas en favor de la idea de comprobar la falsedad de una teorfa. Mientras que un millén de cisnes blancos jamas po- dran sustentar, con absoluta certeza, la teorfa de que todos los cisnes son blancos, basta un s6lo cisne-negro para comprobar por completo su falsedad. De este modo, la posicién histérica de que la ciencia puede, con sus métodos, converger finalmente en la realidad “real”, queda en entredicho. La carga de valor de los hechos. Asi como las teorfas y los hechos no son independientes, tampoco lo son los valo- res y los hechos. En realidad, se puede argumentar que 1as teorias son, en sf mismas, afirmaciones de valores. De esta ma- Gua / LINCOLN nera los hechos putativos son vistos no solo a través de una ven- tana te6rica, sino tambjén a través de una ventana de valores. Queda en entredicho la postura de que la perspectiva heredada est libre de valores. La naturaleza interactiva del investigador-investigado como diada. La perspectiva heredada de la ciencia imagina al investiga- dor como alguien parado detrés de un espejo de una sola vista, que observa los fenémenos naturales como suceden y los registra de un modo objetivo. Elinvestigador (cuando usa la metodologia adecuada) no tiene ninguna influencia sobre el fenémeno ni vice- versa. Pero ciertas evidencias, como el principio de incertidumbre de Heisenberg y el de complementariedad de Bohr, han destroza- do ese ideal para las ciencias duras (Lincoin y Guba, 1985); un es- cepticismo atin mayor debe existir para las ciencias sociales. De hecho, la idea de que los hallazgos son creados por la interaccién entre el investigador y el. fenémeno (que, en las ciencias socia- Jes, suelen ser personas) es una descripcién m4s aparentemente valida del proceso de investigacién que la idea de que los descu- brimientos se dan a través de la observacién objetiva “como realmente son y como realmente funcionan”. Aunque las criticas iitraparadigma exponen muchos proble- mas inherentes a la perspectiva heredada y, de hecho, proponen algunas soluciones utiles, son, sin embargo, de. menor interés (0 peso) que las criticas extraparadigma, que sefialan problemas de consecuencias tales que la perspectiva heredada queda totalmen- te cuestionada. Se han propuesto varios paradigmas alternativos, algunos de los cuales estan basados en suposiciones no conven- cionales. Por lo tanto, es «itil investigar la naturaleza de Jos para- digmas y lo que distingue a un paradigma de investigacién de otro. : La naturaleza de los paradigmas Los paradigmas como sistemas basicos de creencias basados en supuestas ontolégicas, epistemoldgicas y metodolégicas. Un paradigma puede considerarse como una serie de creen- cias bdsicas (0 una metafisica) que tiene que ver con los prinei- pios ltimos o primeros: Representa una vision del mundo que 119 5 Robert Stake (en una co- municaeién personal, 1903) nos recuerda que la visida de los paradigmas que presentamos agui no debe “excluir la ereencia de que existen mundos dentro de los mundos sin fin, cada uno con sus pro- ios paradigmnas. Los in- Phitesimales tienen propias cosmolos POR LOS RINCONES. ANTOLOGIA DE METODOS CU'\1 ITATIVOS define, para quien la sustenta, la naturaleza del “mundo”, el lu- gar del individuo en él y la extensién de las posibles relaciones con ese mundo y sus partes, como lo haven, por ejemplo, las cos- mologias y teologias.5 Las creencias son basicas en el sentido de que deben ser aceptadas tinicamente por fe (por bien argumenta- das que estén); no hay manera de establecer que sean la verdad Ultima. Si la hubiera, los debates fiswssficos sobre los cuales re- flexionamos en estas pdginas se hubieran resuelto desde hace milenios, Los paradigmas de investigacién definen para los investiga- dores qué es lo que estan haciendo y qué cae dentro y fuera de los limites de una investigacion legitima. Las creencias basicas que definen a los paradigmas de la investigacién pueden resumirse segtin las respuestas que proporcionan sus proponentes a tres pre- guntas fundamentales, relacionadas de tal manera que la respues- ta que se dé a cualquiera ‘de las tres. preguntas, formuladas en cualquier orden, limitard necesariamente la manera en que se puede responder a las otras dos. Hemos seleccionado un orden que creemos refleja una jerarqufa légica (aunque no necesaria): 1. La pregunta ontolégica. ;Cual es la forma y la naturaleza de la realidad y, por lo tanto, qué es lo que podemos conocer de ella? Por ejemplo, si suponemos Ia existencia de un mundo real, entonces lo que podemos conocer de él es cémo son y c6- mo funcionan realmente las cosas. Entonces, sélo son admisi- bles las preguntas que podamos rélacionar con asuntos que tengan una existencia real o con acciones reales; otras pregun- tas, como las que estén relacionadas con asuntos de significa- do moral o estético, caen fuera del campo de una investigacion cientifica legitima. 2. La pregunta epistemoldgica. ,Cudal es la naturaleza de la re- lacién entre quien conoce o busca conocer y lo que puede ser conocido? La respuesta que se le puede dar a esta pregunta se encuentra limitada por la respuesta ya proporcionada a la pre- gunta ontol6gica; es decir, ahora es imposible postular una relacion cualquiera. As{ que, por ejemplo, si se supone la existencia de una realidad, entonces la postura de quien co- noce debe ser de distanciamiento objetivo, o libre de valores, para poder descubrir cmo son y cémo funcionan realmente las cosas. (A la inversd, el asumir una postura objetivista im- Gupa / LINCOLN plica la existencia de un mundo real acerca del cual se puede set objetivo). : 3. La pregunta metodoldgica. ;Cémo puede el investigador (el que busca conocer) arreglarselas para averiguar si lo que él 0 ella cree puede ser conocido? Nuevamente, la respuesta se en- cuentra limitada por las respuestas ya proporcionadas a las dos preguntas anteriores; es decir, no es apropiada cualquier metodologia. Por ejemplo, una realidad perseguida por un in- vestigador “objetivo” exige el control de posibles factores de confusién, sean los métodos cualitativos (digamos, de obser- vaci6n) 0 cuantitativos (digamos, andlisis de covariantes). (A la inversa, la seleccign de una metodologfa manipuladora — digamos, el experimiento— implica la capacidad de ser obje- tivo y un mundo real acerca del cual ser objetivo). La pregun- ta metodolégica no puede reducirse a una pregunta sobre los métodos; los métodos deben adecuarse a una metodologia predeterminada. Estas tres preguntas funcionan como el eje principal alrede- dor del cual podemos analizar cada uno de los cuatro paradigmas a consideraci6n. Los paradigmas como construcciones humanas ‘Ya hemos sefialado que los paradigmas, como series de creencias basicas, no estan abiertos a la comprobacién en ningtin sentido convencional; no hay furma de elevar uno por encima del otro con base en un criterio de qué es Io tiltimo o lo fundamental. (Sin embargo, debemos sefialar que esta circunstancia no nos conde- na a. una postura relativista radical; ver Guba, 1992). Segiin nues- tra opinién, cualquier paradigma dado representa simplemente el punto de vista mas informado y sofisticado al que hayan podido Megar sus proponentes, dada la manera en que hayan elegido res- ponder a las tres preguntas definitorias. También argumentamos que las series de respuestas dadas son, en todos los casos, cons- trucciones humanas; és decir, todas son invenciones de la mente humana y por fo tanto’ estén sujetas al error humano. Ninguna construccién es (0 puede ser) incontrovertiblemente cierta; los defensores de cualquier construccién en particular deberdn ba- 121 122 POR LOS RINCONES. ANTOLOGIA DE METODOS CUAL ITATIVOS sarse en el poder de persuasién y en la itilidad de su posicion, més que en pruebas tangibles, para defender la misma. Lo que es cierto sobre los paradigmas también es cierto sobre nuestros andlisis. Todo lo que diremos subsecuentemente tam- bién es una construccién humana: la nuestra. No podemos obli- gar al lector a aceptar nuestros andlisis 0 nuestros argumentos con base en una evidencia indiscutible; s6lo podemos esperar ser lo suficientemente persuasivos y poder demostrar la utilidad de nuestra posicién, digamos para el campo de la politica publica (Guba y Lincoln, 1989; House, 1977). Le pedimos al lector que suspenda su incredulidad hasta que nuestro ‘argumento esté com- pleto y pueda ser juzgado en su totalidad. Las creencias bdsicas del paradigma recibido y los paradigmas de la investigaci6n alternativa Comenzamos nuestro anélisis con descripciones de las respuestas que creemos que los proponentes de cada paradigma le darfan a las tres preguntas arriba descritas. Estas respuestas (seguin las he- mos construido) estén resumidas en el cuadro 1, que consiste en tres filas correspondientes a las preguntas ontolégica, epistemo- légica y metodolégica, y cuatro columnas ¢orrespondientes a los cuatro paradigmas a analizat, El término ‘positivismo denota la perspectiva heredada que ha dominado en el discurso formal de las ciencias fisicas y sociales durante unos 400 ajios, mientras que el postpositivismo representa los esfuerzos de las ultimas dé- cadas para responder de una manera limitada (es decir, conser- vando basicamente la misma serie de creencias basicas) a las cri- ticas mds problemiaticas hechas al positivismo. El término teoria critica es (para nosotros) un término amplio que denota una se- rie de paradigmas alternativos, incluyendo adicionalmente (pero no limitado a) el neomarxismo, el feminismo, el materialismo y la investigaci6n participativa. Ciertamente, la teorfa critica pue- de, a su vez, dividirse en tres categorias: postestructuralismo, postmodernismo y una combinacién de’ ambos. Independiente- mente de sus diferencias, tienen en comiin la innovadora suposi- cién de que la naturaleza de la investigacién esta regida por los valores: una diferencia epistemoldgica. Al agrupar estas posicio- GuBa / LINCOLN nes en una sola categoria, estamos estableciendo un juicio; no vamos a tratar de hacerle justicia a los puntos de vista particula- res. E] término constructivismo denota un paradigma alternativo cuya suposicién novedosa es el avance del realismo ontolégico al relativismo ontolégico. Estas posturas quedardn claras en la subsecuente exposicién. Es importante hacer ‘dos advertencias. En primer lugar, aun- que nos inclinamos a créer que los paradigmas que estamos a punto de describir pueden tener algtin significado incluso en el campo de las ciencias'fisicas, no defenderemos aqui esa convic- cién. En consecuencia, se debe entender que nuestros comenta- rios subsecuentes se limitan tnicamente al campo de las ciencias sociales. En segundo lugar, sefialamos que, con la excepcién del positivismo, los paradigmas en discusién atin estén en su etapa formativa; no se ha llegado a ningtin argumento final en cuanto a sus definiciones, significados 0 implicaciones, incluso entre sus proponentes. Por lo tanto, nuestra discusién debe considerar- se como tentativa y sujeta a posteriores revisiones y reformula- ciones. : Primero, repasaremos !as columnas del cuadro 1 para ilustrar las posiciones de cada paradigma respecto a las tres preguntas, para después revisar las filas, comparar y contrastar las posicio- nes de los paradigmas.® Por limitaciones de espacio, nos es im- posible analizar nuestras aseveraciones con profundidad.7 © Es poco probable que el practicante de cualquier paradigma esté de acuer- do en que nuestros resi- menes deseriben lo que €1 o ella piensa o have. Los cientificos praet fara vez tienen el wempo © la inclinacion de valo rar lo que hacen en erm nos filoséticos. Sin em bbargo, nosotros. sosten mos que estas descrpei nies son aptas como gene- ralizaciones, aungue no siempre lo Sean a un ni vel individual Véase T. A. Schwandt, ‘Constructivist, Interpre- tivist Approaches to Hu- man Inquiry” (cap. 7). y J. Fiske, “Audiencing: Cultural Practice and Cattural Studies” ‘cap 11), en N. K. Denzine Y. Cuadro 1 Creencias basicas (metafisicas) en los paradigmas alternativos de investigacién. Tiem Positivisma Postpositivismo Teoria critica y otras Constructivisio Ontologia realismo ingenuo: realismo critico: realidad realismo hist6rico: realidad __relativismo: realidades cons- realidad aprehensible. aprehensible s6lo de manera virtual moldeada por valores _truidas Jocal/ especfficamente| imperfecta y probable. sociales, politicos, culturales, econémicos, étnicos y de género; eventualmente _ a - cristalizada, _ “Epistemologia dualista/objetivista, duajigta/objetivista modifi transaccional/subjetivista; —_transaccional/subjetivist: hallazgos reales. cada; tradici6n/comunidad _ hallazgos mediados por hallazgos son obras creadas. critica;hallargos valores. probablemente reales Metodologia experimental/manipu-experimental/manipuladora — dialégica/dialéctica hermenéutica/dialéctica latlora; verificacin de, modificada: multiplicidad . - hipotesis; énfasis en erftica: comiprobar falsedad rhétodo cuantitativo “de hipétesis; puede incluir métodos cualitativos vel SOALLYLI 119 SOGOLAW 3G VjDOTOLNY ‘SANODNPE S07 YOd GuBA / LINCOLN 125 Andlisis intraparadigmas TS Lincotn (eds) (1994, : Handbook of Qualitative cy Research, Thousand Columna 1: Positivismo : fea Towa Ontologia: realismo (comtnmente llamado “realismo ingenuo”). Se supone la existencia de una realidad aprehensible, impulsada por leyes y mecanismos naturales inmutables. El conocimiento de c6mo son las cosas quedz convencionalmente resumido en a for- ma de generalizaciones libres de temporalidad y contexto, algunas de las cuales cobran la forma de leyes causa - efecto. En principio, la investigacién puede converger en el estado real de las cosas. Se argumenta que la postura basica de} paradigma es reduccionista y determinista (Hesse, 1980). Epistemologta: dualista y objetivista. Se supone que el inves- tigador y el “objeto” investigado son entidades independientes y que el investigador es capaz de estudiar al objeto sin influenciar- lo o ser influenciado por él. Cuando se reconoce, 0 incluso se sospecha, alguna influencia en cualquiera de las dos direcciones (amenazas a la validez), se utilizan varias estrategias para redu- cir o eliminar esa influencia. La investigaci6n se lleva a cabo co- mo si fuera mediante un espejo de una sola vista. Se evita que os valores y los prejuicios tengan alguna influencia en los resul- tados, siempre y cuando se cumpla rigurosamente con los proce- dimientos prescritos. Lus hallazgos. repetibles son reales. Metodologia: experimental y manipuladora. Las preguntas y/o hipétesis son presentadas en forma de proposiciones y se sujetan a una prueba empirica para su verificacién; las condiciones que pudieran ser causa de confusion deben ser cuidadosamente con- troladas (manipuladas), para evitar que los resultados sean inapro- piadamente influenciados. Columna 2: Postpositivismo Ontologia: realismo critico. Se supone que la realidad existe, pero s6lo para ser imperfectamente comprensible, a causa de mecanismos intelectuales humanos basicamente defectuosos y (26 POR LOS RINCONES, ANTOLOGIA DE METODOS CUALITATIVOS la naturaleza fundamentalmente inexplicable de los fenémenos. La ontologia es etiquetada como realismo critico (Cook y Camp- bell, 1979) a causa de la postura de los proponentes, segtin la cual cualquier aseveracién acerca de la realidad deberd sujetarse a un examen critico lo més amplio posible para facilitar la apre- hensi6n de la realidad tan fielmente como sea posible (pero nun- ca a la perfeccién). Epistemologia: dualista/objetivista modificuda. Se abandona el dualismo, en gran parte por ser imposible de Sostener, pero la objetividad permanece como un “ideal regufador”; se hace un énfasis especial en “guardianes” externos de la objetividad, co- mo las tradiciones criticas (;"“caben” los conocimientos dentro del conocimiento preexistente?) y la comunidad critica (los edi- tores, arbitros y colegas profesionales). Los hallazgos repetidos son probablemente reales (pero siempre sujetos a ser probados como falsos). Metodologia: experimental/manipuladora modificada. Se ha- ce un énfasis en la “pluralidad critica” (una version renovada de la triangulacién) como forma de probar la falsedad (ms que ve- rificar) de las hipotesis. La metodologia busca rectificar algunos de los problemas arriba sefialados (criticas intraparadigma) al rea- lizar las investigaciones en escenarios mds naturales, reunir infor- maci6n més situacional y reintroducir el descubrimiento como un elemento de la investigacién, y, particularmente en las ciencias sociales, solicitar puntos de vista émicos para ayudar a determi- nar los significados y propésitos que la gente adjudica a sus actos, asi como contribuir a la “teorfa fundamentada”.(Glaser y Strauss, 1967; Strauss y Corbin, 1990). Todos estos objctivos se logran en gran parte a través de una mayor utilizaci6n de técnicas cualitati- vas. Columna 3; Teorta critica y otras posiciones ideolégicas relacionadas Ontologta: realismo histérico. Se supone que es comprensible una realidad que anteriormente era plastica pero a la que, a lo Gua / LINCOLN largo del tiempo, le han dado forma un cimulo de factores so- ciales, politicos, culturiiles, econémicos, étnicos y de género, pa- ra después quedar cristalizados (materializados) en una serie de estructuras que ahora se consideran (inapropiadamente) reales, es decir, naturales ¢ inmutables. En un sentido préctico, las es- tructuras son reales; conforman una realidad virtual e histérica. Epistemologta: transaccional y. subjetivista. Se supone que el investigador y el objets investigado estan vinculados interactiva- mente, y que los valores del investigador (y de los “otros” coloca- dos) inevitablemente influencian Ja investigaci6n, Por lo tanto los hallazgos estan mediados por valores. Hay que sefialar que esta postura desafia de una manera efectiva a la distincién tradicional entre la ontologia y la épistemologia; lo que puede ser conocido se encuentra inextricablémente entretejido con la interaccién entre un investigador particular y un objeto o grupo particular, La li- nea punteada que separa las filas ontolégica y epistemolégica en el cuadro 1 refleja esta fusion. Metodologia: dialégica y dialéctica. La naturaleza transac- cional de la investigacién requiere de un didlogo entre el inves- tigador y lo investigado; ese didlogo debe ser de una naturaleza dialéctica para transformar la ignorancia y los conceptos exré- neos (aceptando como inmutables a estructuras hist6ricamente mediadas) en una conciencia mds informada (al ver cémo se pueden cambiar las eytructuras y entendiendo las acciones nece- sarias para efectuar el cambio),-0, como lo expresa Giroux (1988:213), “como intelectuales transformadores...descubrir y excavar aquellas formas de conocimiento histéricas y subyuga- das que apuntan hacia experiencias de sufrimiento, conflicto y jucha colectiva;(...) vincular la idea de comprensi6n histérica con elementos de critica y esperanza”. Los investigadores trans- formacionales demuvstran un “‘liderazgo transformacional” (Burns, 1978). Para una discusién mds amplia de 1a teorfa critica, ver las contribuciones de Olesen, Stanfield, Kincheloe y McLaren 8 V. Olesen, “Feminisms and Models of Qualia ve Research” (cap. 9h J H. Stanfield §1, “Ethnic Modeling in Qualitanee Researeh” feap Hic hb 128 9 Kincheloe 5 PL. Mela sea. "Rethinking Critical Theory and Qualitative Research” (cap. 8). Cada uno de estos eapitulos es- in en N. K. Denzin ¢ ¥. S, Lincoln (eds.) (1994). Hondbook of Qualitative Research, “Thousand Oaks, Suge. A. Schwandt, “Cons- twuctivist. Interpretivist Approaches to Human Inquiry” (eap. 7)en N. K. Denzin e ¥. S. Lincoln (eds) (1994), Handbook POR LOS RINCONES. ANTOLOGIA DE METODOS CUAI.!EATIVOS Columna 4: constructivismo Ontologia: relativista. Las realidades son comprensibles en la forma de construcciones mentales multiples ¢ intangibles, basa- das social y experiencialmente, de naturaleza local y especffica (aunque con frecuencia hay elementos compartidos entre mu- chos individuos e¢ incluso entre distintas: culturas), y su forma y contenido dependen de los individuos 0 grupos que sostienen esas construcciones. Las construcciones no son més 0 menos “verdaderas” en ningtin sentido absoluto: simplemente son mas o menos informadas y/o sofisticadas. Las construcciones son al- terables, como lo son también sus realidades relacionadas. Esta posicién debe diferenciars¢ tanto de] nominalismo como del idealismo (ver Reese, 1980, para una explicacién de estas ideas). Epistemologia: transaccional y subjetivista. Se supone que el investigador y el objeto de investigacisn estén vinculados inte- ractivamente de tal forma que los “hallazgos” son literalmente creados al avanzar la investigacién. Desaparece la distincién convencional entre ontologia y episteinologia, como sucede en el caso de la teorfa critica. Nuevamente, la linea punteada del cuadro I refleja este hecho. . Metodologia: hermenéutica y dialéctica. La naturaleza varia- ble y personal (intramental) de las construcciones sociales sugie- re que las construcciones individuales pueden ser producidas y refinadas s6lo mediante la interaccién entre el investigador y quienes responden. Estas construcciories variadas se interpretan utilizando técnicas hermenéuticas convencionales, y se comparan y contrastan mediante un intercambio dialéctico. El objetivo final es destilar una construccién consensada que sea més informada y sofisticada que cualquiera de las construcciones precedentes (in- cluyendo, por supuesto, la construccisn etic del investigador). Para ms informacién sobre el constructivismo, ver Schwandt. Gupa / LINCOLN Andlisis comparativo de paradigmas (filas del cuadro 1) Habiendo sefialado brevemente las posiciones que podrian to- mar los proponentes de cada paradigma respecto a las tres pre- guntas definitorias, es util mirar las filas para comparar y con- trastar aquellas posiciones entre los varios paradigmas. Ontologia Si nos desplazamos de izquierda a derecha a través del cuadro 1, notamos el avance de 1. la posicién del positivismo de realismo ingenuo, al suponer una realidad externa objetiva sobre la cual pueden converger las investigaciones, al 2. realismo critico del ‘postpositivismo, que atin supone una rea- lidad objetiva pero que acepta que sélo se le puede compren- der imperfecta y probabilfsticamente, al 3. realismo histérico de la teorfa critica, que supone una reali- dad comprensible que consiste en estructuras hist6ricamente situadas que son, en la ausencia del “insight”, tan limitantes como si fueran reales, al 4, relativismo del constructivismo, que supone realidades socia- les multiples, comprensibles y, en ocasiones, opuestas, que son producto del intelecto humano, pero que pueden cambiar al volverse sus constrisctores mas informados y sofisticados. La posicién ontoldgica es la que mas distingue al constructi- vismo de los otros tres paradigmas. 129 of Qualitative Research, ‘Thousand Oaks, Suze. 130 POR LOS RINCONES. ANTOLOGIA DE METODOS CUALITATIVOS Epistemologia Sefialamos el avance de 1. la suposicién dualista y objetivista det positivismo que permi- te al investigador determinar cémo son y cémo funcionan Tealmente las cosas,a_ | 2. Ja suposicién dualista/objetivista moiificada del postpositivis- mo, segtin la cual es posible aproximarse a (mas nunca conocer totalmente) la realidad, a 3. la suposicin transaccional/subjetivista de la teorfa critica, se- gain la cual el conocimiento esté mediado por valores y por lo tanto depende de ellos, a 4. la suposicién transaccional subjetivista, similar pero més am- plia, del constructivismo, que considera que el conocimiento. se crea en la interaccién entre el investigador y quienes le res- ponden. La teorfa critica y el constructivismo se distinguen mds de los otros dos paradigmas en sus posiciones epistemolégicas. Metodologia Sefialamos el avance de 1, 1a metodologia experimental/manipuladora del positivismo, que se concentra en la verificacion dé hipétesis, a 2. la metodologia experimental/manipuladora del postpositivis- mo colocada en la pluralidad critica y concentrada en la com- probacién de la falsedad de hipstesis, a 3. la metodologia dialégica/dialéctica de’la teoria critica cuyo objetivo es la reconstruccién de cofistrucciones previas, a 4, Ja metodologia hermenéutica/dialéctica del constructivismo, cuyo objetivo es la reconstruccién de construcciones previas,

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