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| § ery rtes - literatura ——___ oe a eae ak a Anna M. Fernandez Poncela Cancion infantil: discurso y mensajes Anna M. Fernandez Poncela CANCION INFANTIL: DISCURSO Y MENSAJES La presente obra ha sido editada con subvencion del Instituto de la Mujer (Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales) GP onTHROPOs Canci6n infantil: Discurso y mensajes / Anna M. Fernandez Poncela. — Rubi (Barcelona) : Anthropos Editorial, 2005 158 p. ; 18. cm. — (Biblioteca A ; 53. Artes-Literatura) Bibliografia p. 151-155 ISBN 84-7658-757-0 1. Canciones infantiles - Critica, interpretacién, etc. (Espafia) 2. Canciones infantiles - Critica, interpretacién, etc. (México) I. Titulo II. Coleccién 784.67(460):39 784,67(72):39 Primera edicién: 2005 © Anna M. Fernandez Poncela, 2005 © Anthropos Editorial, 2005 Edita: Anthropos Editorial. Rubi (Barcelona) www.anthropos-editorial.com ISBN: 84-7658-757-0 Depésito legal: B.42.848 -2005 Disefio, realizacién y coordinacién: Plural, Servicios Editoriales (Narifio, S.L.), Rubf. Tel.: 93 697 22 96 / Fax: 93 587 26 61 Impresi6n: Novagrafik. Vivaldi, 5. Montcada i Reixac Impreso en Espafia - Printed in Spain ‘Todos los derechos reservados. Esta publicacién no puede ser reproducida, ni en todo ni en parte, ni registrada en, o transmitida por, un sistema de recuperacién de informacion, en ninguna forma ni por ningGn medio, sea mecanico, fotoquimico, elecirénico, magnético, electrodptico, por fotocopia, 9 cualquier otro, sin el permiso previo por escrito de la editorial. PROLOGO El folclorista catalan Joan Amades nos habla del espiritu sublime de la musica y de la maravilla de la cancién popular: «De las diversas manifestaciones del arte popular quizas es la cancién una de las mds elevadas y supremas. Confluyen en la cancién dos de los valores mds sublimes del espfritu; la poesia, la forma mas sutil de la palabra, y la musica, esencia suprema de todas las emociones, habla de los dioses y expre- sion de los genios, el tinico arte que con su intensa emocién traspasa los limites de lo humano, el tinico que practican los Angeles y el inico también que hace vibrar y que entienden los animales, el arte de las artes por excelencia que tanto hace llorar como refr, que tanto acaricia como hace vibrar. La can- cién popular es la obra maravillosa de todo el pueblo que la siente y que la canta: es de todos y no es de nadie, todo el mundo la hace suya y la altera y se la adapta a su gusto y entender, y la cambia y la matiza, porque todo el mundo es legitimo propietario y ninguno no se puede atribuir su patri- monio absoluto» (Amades, 1951: 19).! El estudioso de la musica Vicente Mendoza de Puebla reflexiona en torno al folclore infantil: «El folclore infantil candado forma un acervo de melodias, rimas y coplas que entonan los nifios desde Baja California hasta Yucatan. Una 1, Traduccién del catalan. gran parte procede de diversas provincias espafiolas, espe- cialmente de Soria. Estas rimas que son la delicia de nues- tros pequefiuelos comprenden tanto los arrullos desprendi- dos de los villancicos de Navidad, cuanto las coplillas de escolares; el siempre vivo ingenio de los chicuelos con nove- dades y aciertos imprevistos, despierta sugerencias en la mente de los adultos al recordar: Doria Blanca, San Serafin del Monte, La viudita de Santa Isabel, La murieca vestida de azul, La pdjara pinta, La vtbora de la mar y tantos otros» (Mendoza, 1962: 483). Amades y Mendoza dedicaron parte de sus vidas a inves- tigar el folclore, la cultura del pueblo. El primero abarcé des- de los refranes, cuentos y leyendas, hasta las canciones. El segundo se centré en la misica tradicional y en el corrido de forma particular. Y es que la misica y las canciones son tan antiguas como la humanidad, muchas de ellas han sobrevivido durante si- glos, algunas han surcado nuestra infancia, y varias tal vez se quedaron sumergidas en nuestro cerebro dentro de alguna neurona o en un charco endocrino. Ya que todo acto de cono- cimiento es a la vez bioldgico, cerebral, espiritual, l6gico, lin- giifstico, cultural, social e hist6rico (Morin, 1999). El tema que vamos a retomar y profundizar a lo largo de estas paginas es el de los mensajes y discurso de la cancién infantil, tradicional y popular, en México y Espafia, ayer y hoy. Compartimos con los autores citados la pasi6n por el objeto de estudio. Sin embargo, intentaremos mantener cier- ta distancia, y agudizar los sentidos para comprender y expli- car? sin valorar o juzgar. Pero sf visibilizar y mostrar, llamar la atencién sobre los resultados de esta investigacién, que como tal es un viaje, una aventura de ida y vuelta, con entu- siasmo por descifrar y descubrir las regiones mas profundas de la mente humana. 2. Comprender en el sentido de lo concreto, subjetivo, por analogia y con intui- cién; y explicar desde lo abstracto, l6gico, analitico y objetivo. 8 Un dfa, caminando por la calle, mi hija de alrededor de tres afios de edad iba cantando: «Tres eran tres, las hijas de Helena, tres eran tres, y ninguna era buena», y afiadié acto seguido y por cuenta propia: «Como yo». Inmediatamente pregunté quién le habfa ensefiado esa cancién, y ella dijo: «La iaia» (su abuela materna). Otras canciones como «Arroz con leche me quiero casar, con una sefiorita que sepa lavar...» (de su abuela paterna) fueron de las primeras que entoné con alegria y desenfado. Me estremeci por el contenido de las mismas —era mala como las hijas de Helena y se querfa ya casar a tan corta edad—, me reconforté pensando que tenia otros modelos sociales a su alrededor que tal vez contrade- cfan o contrarrestaban las melodfas, y me conformé —quizas me resigné—, pues la escuela, sus amigos, todo el mundo repetia una y otra vez las mismas tonadas. Desde hace algunos afios vengo pensando en las letras y textos que transitan por la cancién infantil. Hoy, tras la reco- pilacién de materiales y algunas reflexiones puntuales, he decidido abordar el tema de forma directa. Es algo agradable y estimulante, toda vez que, en ocasiones, algo también triste y angustioso; se podria decir que: como la vida misma. PRESENTACION La musica acompafia actividades, la cancién —del latin cantio, que significa composici6n en verso que se canta (Mo- liner, 2001)— une la miisica y la poesia, de hecho hay quien considera que lenguaje y musica poseen un origen comtn. En todo caso, y mas alla de su principio, la musica y la can- ci6n acompanian nuestras vidas, desde la cuna a la sepultu- ra, en el espacio publico y en el privado, en la vida cotidiana y en los eventos especiales. Nos rodea, nos envuelve, la bus- camos y encontramos, la eludimos sin conseguirlo, ella esta siempre, querdmoslo o no, presente a lo largo de toda nues- tra existencia. La escuchamos, la entonamos, la lloramos en ocasiones, y a veces la refmos. Nos embriaga o la aborrece- mos, mas no nos deja, casi nunca, indiferentes. Y la infancia no es ajena a dicho fenémeno, al contrario, se podria decir que, por una serie de circunstancias y carac- terfsticas, es mds bien propensa como se vera mds adelante. Pero: qué cantan nuestros nifios y nifias? ¢Qué mensajes so- ciales estan contenidos en las melodias que se les ensefian desde la cuna? ¢Qué significado poseen las letras de las can- ciones que entonan en la escuela, la casa o transitan en los medios de comunicacién de ayer y de hoy, ya los cuales estan inevitablemente expuestos? Cuantas veces, al ofr los ecos de una vieja cancién infantil, nos ha parecido recuperar por unos momentos una parte 1 feliz de nuestra infancia? Muchas habran sido, sin duda, pues si en algun sitio pueden rastrearse las alegrias, ilusiones, in- quietudes y juegos de nuestra nifiez, este Ambito no es otro que el del folclore infantil [Cancionero, 1998: 7]. Sin embargo, es ahora, al acercar esas canciones a nues- tros hijos e hijas, cuando percibimos mas alla y somos ca- paces de discriminar ciertos mensajes de algunas letras y, la verdad, hay cosas que no nos gustan, que inconscientemen- te hemos escuchado y sin darnos cuenta tatareamos, pero que dudamos sobre las bondades de que nuestros pequefios las oigan y peor aun las introyecten. No pretendo cuestio- nar nuestra educaci6n ni nuestros recuerdos, ni la de nues- tros nifios y nifias, ni mucho menos acusar 0 censurar me- lodia alguna; inicamente es una Ilamada de atencién que pretende iniciar una reflexion en torno al discurso y mensa- jes que se transmiten a los infantes. Porque las canciones constituyen parte de nuestra socializacién primaria, formal e informal, como los cuentos, las leyendas, los libros de tex- to, las caricaturas televisivas y la saga cinematografica de Walt Disney, por poner otros ejemplos. Pero quizds éstas estén algo mas arraigadas y difundidas, por la sola razon de que se mueven en diversos espacios —casa, escuela, calle— a través de varios medios —familiares, amigos, maestros, televisi6n, radio grabadora, radio...— y de diferentes for- mas —caraa cara, en audio, como ejercicio en clase o mti- sica de fondo en la casa... De hecho, ya desde muy nifios lo primero que escuchamos son esos encantadores poemas musicados que son las can- ciones de cuna. Mas adelante, aprendemos a contar y a co- mer, a percibir nuestro propio cuerpo y nuestro entorno, por medio de las retahilas, las frases rimadas, de los soniquetes de los juegos... Seguiran las canciones de corro y comba, las de los juegos de pelota, los villancicos y las oraciones, los trabalenguas y los juegos de palabras, los romances, las can- ciones de grupo y los cuentos musicales... Detras de cada 12 una habr4 en el futuro un recuerdo alegre, una emocién nos- talgica. Y sin darnos cuenta, comenzando antes incluso de haber aprendido a leer y escribir, nos habremos nutrido cul- turalmente con esa riqueza literaria que es el folclore infantil oral [Cancionero, 1998: 7]. Partimos de dos premisas. En primer lugar, se dice que se estan perdiendo las tradiciones, sin embargo, la infancia sigue aprendiendo y reproduciendo el amplio acervo musi- cal existente. Canciones antiguas y tradicionales, conjunta- mente a nuevas letras, son utilizadas por nifios y nifias to- dos los dias. Sila television y los videojuegos ganan espacio, no por ello se deja de emplear el canto, tanto para la ins- truccién formal como en la recreacién informal, ambos, campos de reproduccién de conceptos y practicas (Puerto, 1998). Es mas, la musica es un medio educativo en el desa- rrollo psicomotriz en las formas jugadas, juegos, activida- des gimnasticas, ritmicas y expresivas, sin olvidar por su- puesto el lenguaje y la expresi6n oral, que se realiza dentro de las actividades escolares (Aquino, 2001, 2002). Cancio- nes grabadas y difundidas por la industria discografica, la radio, el cine, el teatro y la television. A pesar de la actitud pasiva y narcotizada que provocan en el nifio mexicano las historietas y la televisién, se conserva atin una gran riqueza de canciones y rondas infantiles tanto en la capital como, particularmente, en las pequefias ciudades de provincia y en los pueblos. En el Ambito escolar (jardines de nifios y primeros afios de primaria) se ensefia la docena de rondas mas conocidas, al lado de insulsas canciones hechas ex profeso para los pequefios alumnos, con contenidos mora- lizantes, didacticos y patridticos. Pero fuera de la escuela se practican, en hogares, vecindades y calles, muchos antiguos juegos en que la parte cantada es fundamental... Si bien hay sectores pesimistas al respecto: «Lamentablemente, muchos nifios mexicanos ya s6lo cantan los anuncios presentados en radio y televisi6n» [Reuter, 1994: 115, 122]. 13 image not available image not available image not available folclérica o antropolégica también estas canciones son va- loradas como parte de las tradiciones y costumbres de una comunidad, mds alla de su difusién geografica y época ori- ginal de la misma. El conocimiento de la cultura popular va reforzando los lazos con la comunidad, conformando su idiosincrasia, ha- ciéndoles caer en el profundo saber que contienen algunos refranes, consiguiendo el afianzamiento de ciertas conduc- tas que los consejos proporcionan, con formulas que resul- tan contundentes o con simples juegos de palabras para entretenimiento y diversién. El folclore se ha reflejado en nuestra literatura hasta el punto de que muchas veces no se sabe cuando salié del pueblo para pasar a formar parte de la obra de un autor y cuando de nuevo volvié a ser retoma- do por el pueblo. Todas éstas son razones que nos obligana seguir transmitiendo el folclore a la infancia. Los nifios son los que mas lo van a disfrutar, los que lo van a lanzar con sus gritos a los cuatro vientos, los que lo van a conservar en su prodigiosa memoria, los que lo vana recrear, al fin, siem- pre que encuentren la ocasién y los que lo seguiran trans- mitiendo a las generaciones venideras. El folclore es su mejor juguete; un juguete que van a tener a mano en cual- quier momento y situacion y les va a producir sentimientos inolvidables de pertenencia a una comunidad, de reforza- miento de aquello que quieren defender, de gozo y alegria [Reviejo y Soler, 2000: 7].* Otra cuestién a destacar es c6mo aqu{ vamos a profun- dizar en los mensajes que consideramos negativos, por su- puesto hay otros positivos que resaltan los valores huma- 4. «Los resultados educativos seran bien palpables, porque el folclore es algo colectivo; el nifio o la nifia que se sientan delante de un ordenador, o de la televi- sién, se ensimisman, se afslan ante la pantalla y se hacen solitarios; pero los que se dan la mano para jugar al corro, echan a suertes para comenzar un juego o ento- nar una misma canci6n, notan que comparten un tesoro coman que les proporcio- na su lengua y sesienten participes de una misma tradicién y de una misma cultu- ra» (Reviejo y Soler, 2000: 8) 17 image not available image not available image not available que no pueda esperarse de ella otra cosa que este vano pla- cer que excita en todos los hombres? Porque no se puede negar que causa un placer ffsico que encanta sin distincion a todas las edades y a todos los caracteres. ¢O es cosa que debe averiguarse si ejerce algtin influjo en los corazones y en las almas? Para demostrar su poder moral, bastaria pro- bar que puede modificar nuestros sentimientos. Y, cierta- mente, los modifica» (pp. 148-150). Las antiguas culturas mesoamericanas también tenfan en gran estima al canto y, al igual que el filosofo griego, se inte- resaban por su cardcter educativo y de aprendizaje. El conservador tenfa cuidado de los cantos de los dioses, de todos los cantos divinos. Para que nadie errara, cuidaba con esmero de ensefiar él a la gente los cantos divinos en todos los barrios. Daba pregon para que se reuniera la gente del pueblo y aprendiera bien los cantos. Unformantes de Sahaguin. Ritos, sacerdotes y atavio de los dioses (UNAM, 1958), citado por Leén Portilla 1977: 71.] Y es que ademas del sentido estético y lidico que tiene la cancién, ésta es un elemento educativo de primer orden, tan- to desde el punto de vista lingiifstico como socio-antropolé- gico (Bassa et al., 1999). En el desarrollo y la evolucién infantiles, nifios y nifias organizan y se adaptan a las experiencias del entorno de diferentes maneras. Una serie de etapas de construccién del pensamiento y de la conducta tienen lugar en su periodo formativo, segtin las teorias psicolégicas. Por ejemplo, en las canciones de cuna «Los movimientos de interaccién tem- prana madre-hijo consolidan la presencia de vinculos inna- tos, es decir, la tendencia a establecer una sincronfa entre 21 image not available image not available image not available E] desarrollo de la percepcién auditiva, las nociones es- paciotemporales, de coordinacion, del esquema corporal y otras actividades psicomotrices, tienen que ver con la esti- mulaci6n del ritmo y la estimulacién sensorial a través de las canciones, ademas de la cooperaci6n e interaccién gru- pales y el proceso de socializaci6n infantil. Entre las acti- vidades psicomotrices destacan las ritmicas y expresivas a través de canciones y rondas en toda la infancia y en espe- cial en la etapa preescolar (Aquino, 2001). Hay que insistir en que las canciones combinadas con los juegos son un trabajo grupal, importante en la construccién de las bases de la primera endoculturacién infantil y de la socializa- ci6n en general. Tipologia y clasificacién En general se trata de canciones cortas, breves, repetiti- vas, siendo éstas sus principales caracteristicas, adecuadas a nifios y nifias. Las hay de distintos tipos: canciones de cuna 0 arrullo, de mimo o caricias, de infantes, magicas, de trabajo, de corro, eliminativas, juegos, para pedir dinero, de fiesta (Amades, 1951). De pasarela y cadena, de comba, para ju- gar con pelota, para viajar, jugar, y hasta para dormir (Re- viejo y Soler, 2000). Por lo que atafie al aprendizaje, las canciones infantiles ofre- cen la misma variedad de un curriculo estudiantil: matema- ticas (canciones de contar y repartir); ciencias naturales (can- ciones de animales y plantas); moral (fabulas y cuentos); lenguaje (trabalenguas y canciones de burla); religién (villan- cicos); historia, etc. [Calles, 2000: 181]. kinestésicas, sensoperceptivas y emotivas, promovidas por estfmulos ritmicos, melédicos, arménicos y formales» (Nardelli, citada por Aquino, 2001: 16). 25 image not available image not available image not available Los textos constituyen un intercambio de sentido. De ahi que més alla del intercambio lingiifstico, tiene lugar una inte- racci6n social. Las canciones son un texto, son palabras y son un acto social. Sus mensajes son parte de la construcci6n del mundo y la construccién y autoconstruccién de sujetos sociales. Y es que el lenguaje produce relaciones intersubjeti- vas, siendo a la vez su producto, orienta, regula y transforma los modos de correspondencia entre los sujetos, objetiviza experiencias y crea mundos (Berger y Luckmann, 1986). Y las canciones son lenguaje, conforman textos y contienen discursos, y como los relatos, «comienzan con la historia misma de la humanidad» (Barthes. 1997: 7). 29 image not available image not available image not available Al salir de mi cuartel, con hambre de seis semanas. [Al salir de mi cuartel, cancién, Espafia.] [...] en las narices del coronel, del coronel, del capitan. [Allé en La Habana, canci6n de comba, Espafia.] En coche va una nifia, carabin hija de un capitan, carib{ ru rin, carabj ru ran, Qué hermoso pelo tiene, carabin éQuién se lo peinara?, carabf ru rin, carabi ru ran Lo peinaré una reina, carabin con mucha suavidad, carabf, ru rin, carabf ru ran con peinecito de oro, carabin y horquillas de cristal, carabf ru rin, carabi ru ran. (En coche va una nifa, cancion, Espafia.] La institucion y la autoridad militar parecen sobredimen- sionadas. Seguramente, fruto de una época, pero también producto de una imposicién-consenso entre todos los sec- tores de la sociedad. Las canciones tratan de acercar a la gente a dichas figuras, y en este caso concreto a la infancia. El efecto de familiarizacion con la institucion militar pare- ce parte de la endoculturaci6n primaria. 34 La torre en guardia la vengo a destruir. Pues yo no temo nia ti ni a tus soldados Me voy a quejar al gran rey de Borgofia... Ni rey ni principe, me arrodillo yo a tus pies Mi general... La vengo a destruir. [Za torre en guardia, canci6n, Espafia.] image not available image not available image not available Me Ilaman cantinerita nifia bonita del Regimiento, ya todos los soldados se lo consiento. Mi padre es Capitan, me ensena la instruccion y me da de comer lo que sobra en el cuartel. [Cantinerita, cancién de corro, Espaiia.] En las letras espafiolas aparece también varias veces la figura del guardia civil, siempre desde una 6ptica positi- va que no tiene mucho que ver con cierta imagen en la épo- ca de la dictadura franquista 0 con la de represién de los versos de Garcia Lorca.° Auxilio, guardias civiles, civiles, civiles, que en mi casa hay un ladr6én. [Por la carretera sube, cancién de corro, Espaiia.] Viva la media naranja, viva la naranja entera, viva la guardia civil que va por la carretera. [Viva la media naranja, cancién de corro y comba, Espana.] Estos personajes también son recogidos en México por las famosas y populares canciones de Cri-Cri, autor que puede ser considerado como el creador de misica infantil mas importante de toda América. Si bien no se trata de canciones populares tradicionales en el sentido mas estricto del asunto, por un lado su popularidad —ya hay versiones 6. En México, no hay canciones infantiles sobre la policfa, aunque s{ sobre soldados, militares en general y cargos del Ejército, reproduccién muchas de ellas de las melodfas procedentes de la Peninsula Ibérica. 38 image not available image not available image not available Salieron cuatro monjitas todas vestidas de negro... me tomaron de la mano me metieron para dentro me sentaron en una silla me recortaron el pelo. [La monijita, cancién de ronda, México.’ En ocasiones, la letra contiene invocaciones religiosas que mas que canciones parecen invocaciones o plegarias, si bien van acompafiadas con musica y se entonan por laicos, no formando parte del rito eclesidstico y clerical. Todo muy lejos de, por ejemplo, la seriedad y majestad de la poesia religiosa de caracter mistico; y algo mas proximo al anticle- ricalismo de algunas composiciones musicales tradiciona- les, como es el caso de la copla, ya mencionado. Santa Barbara, doncella, que en el cielo es una estrella, Ifbranos de una centella. [Santa Barbara, cancion, Espafia.] jQue llueva, que llueva! La Virgen de la Cueva. [La Virgen de la Cueva, cancién, Espafia.] Padre nuestro que estas en los cielos, tt cuidas las vacas y yo los becerros. [Cancién, México.] Hasta la muerte esta dibujada en la canci6n infantil, la muerte del infante en concreto, rodeada de simbolos religio- sos 0 relacionada con un personaje militar. Cuesti6n ésta que llama la atenci6n por su presentaci6n con naturalidad para los mds pequefios. 7. Esta version proviene de la espafiola Monjita del monasterio. 42 image not available image not available image not available Y en tercer lugar, los reyes, y en menor medida principes y princesas, forman parte de los sujetos que protagonizan las letras de las canciones. No olvidemos que son unos de los principales personajes de cuentos y leyendas, y no tini- camente infantiles. De Cataluiia vengo de servir al rey, jay, ay!, de servir al rey, de servir al rey; con licencia absoluta de mi coronel, jay, ay!, de mi coronel, de mi coronel. [Quisiera ser tan alto como la luna, cancion de corro, Espafia.] Como vemos, la monarquia y el Ejército muestran un es- trecho vinculo, que es bendecido por la Iglesia catélica. Pero también los reyes pueden ser dulces y resultar apetitosos. Se crea asf un lazo entrafiable entre stibdito y cabeza visible del régimen monarquico. La jerarquia, distanciamiento y auto- ritarismo se difuminan, y una suerte de dulce canibalismo tiene lugar. Hubo un rey en un castillo con murallas de membrillo con sus patios de almendrita y sus torres de turr6n. [Bombén I, cancién, Cri-Cri.] En todo caso la nobleza y la monarquia, atin estando pre- sentes en algunas de las letras del folclore infantil, ni son una figura o estamento tan importante como en los cuentos se re- fleja y subraya, ni es tan numerosa y vistosa su presencia como la institucién de la Iglesia catélica y la del Ejército, como he- mos visto con anterioridad. Eso sf, el tratamiento es siempre humoristico y alegre, préximo, e incluso, entrafiable. Vino el conde y la condesa: 46 image not available image not available image not available Los chinitos en la China cuando no tienen qué hacer, tiran piedras a lo alto y dicen que va a llover. [Los chinitos, cancién de comba, Espafia.] Un chinito estampado en un gran jarr6n fue acusado de decir: Yan-tse-amo-oua-ting-i-pong-chong-ki! [Chon-Ki-Fu, Cri-Cri, cancion, Espafia.] Soy el chino Chin-Chun-Fé, que vengo de la china, na, na, na... [Cancién, Espafia.] Soy el chino capuchino mandarin, de la era, de la era del Japon, pon, pon. [Soy el chino capuchino, cancion de juego, Espafia.] En México también hay negritas que quieren ser blan- cas como los cAnones de la belleza dominante mandan; y negritos bailarines que se portan mal; y también chinitos que dicen cosas absurdas y graciosas. Los negros son sim- paticos pero perezosos e incluso malos, los chinos gracio- sos pero al parecer poco despiertos. La negrita Cucurumbé se fue a bafiar al mar para ver si las blancas olas su carita podfan blanquear. Queria ser blanca como la luna, como la espuma que tiene el mar. [Cucurumbé, cancion, Cri-Cri.]" 11. En Espafia se canta la cancién de corro ¢Quién es éste? donde aparece «Un negrito» que hace «chocolate». 50 image not available image not available image not available aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. alguno de los grupos que siguen (de adultos)» (Amades, 1951: 29).! En la calle veinticuatro, una vieja maté a un gato con la punta del zapato. [Cancién de suertes, México.] [...] el gato eché la ufia y estropeé el quesito. La pastora? enfadada lardn, laran, larito, La pastora enfadada la pastora enfadada dio muerte a su gatito. [Estaba una pastora, cancién, Espafia.] Una y dos, Marfa Tacén, taconeando pisé un ratén, le sacé las tripas y se las comi6. [Maria Tacén, cancién de comba, México.] Canciones donde se expresa la violencia intrafamiliar y entre parejas. O incluso, se trata de letras de juegos en los cuales el que pierde tiene como castigo un golpe o algo similar. La negra Simona y el negro Simén, andaban por la calle de gran conversacién. La negra le dijo, comprame un peinet6n el negro de dio vuelta y le dio un cachetén. (La negra Simona, cancién, México.) 1. Traducido del catalan. 2, Pastoras y pastores forman parte del folclore popular de raigambre rural, y aparecen con frecuencia en la cancién infantil espafiola. 56 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for 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Cémo son y deben ser clas mujeres: virtuosas 94 Cémo son los hombres de carne y hueso: viciosos 104 Letras subversivas: una excepcién ... 109 157 2 (er naee-Cee lu UM ieee em Malem CMe dtc PAC RNa ne eeu ue MbleMA uit eee lod Se mee Ceo eL CMe Ue oe Ro Pardee on Ae do poseen las letras de las canciones que entonan en la escuela, la casa, la calle o transitan en los medios de comunicacion? Las can- ciones no son algo inocuo, pueden ser fuertes decretos que nuestro inconsciente suscribe; se trata de un medio de reproduccion so- cial. Una narrativa que crea, recrea, reproduce y, a veces, cambia Dooce ee eee ee ae ee ee eR ky mers} Rear n asi como a lo largo Cerne cd Se eR ea es ee aCe ee (ee sando algunas letras de canciones tradicionales y populares infan- been arte Rs Slt mere ee Taleo ee uns CVE demos Cera oar eee ere Ree Ma ene EMU ee RC farm M Cure ech a ma M Clute eMC Mro i (dom Pw eae ne eee el eae aN rar Celele We olelaCme(1mO-ac mento de Politica y Cultura, DCSH, Universidad Autonoma Metropo- litana-Xochimilco. Doctora en Antropologia. Algunos libros recientes: eee RTM ee eR Ree ce eg ae de género en la cancion popular mexicana (2002); Estereotipos y roles de género en el refranero popular. Charlatanas, mentirosas, matvadas y peligrosas. Proveedores, maltratadores, machos y cor- MPM Rexel Oa Peuiew eae koe cr| del milenio (2003); Sexe i refranyer. Proverbis catalans: discurs i missatges sobre homes i dones (2004). www. anthropos-editorial.com

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