Está en la página 1de 10
UI HISTORIA DE GRECIA Grocrarta susrorica La Grecia septentrional, que limita con Macedo- nia, y a la que los griegos de la época clasica consi deraban una region no griega (erroneamente), co rendia Tesalia (principales ciudades: Fere, Farsalo), ¢l Epiro (santuario de Zeus en Dodona);,a través del paso de las Termépilas se entraba en la Grecia cen tal, constituida por Acarnania, Etolia, Ia Lécrida (ciudad: Naupalto), Focis (santuatio de Apolo Piti- co en Delfos), la Beocia (Tebas, Leuctra, Platea); a tavés del istmo de Corinto se legaba a la Grecia metidional 0 Peloponeso, que comprendia Acaia (Corinto, Sicién), la Elide (Olimpia), Arcadia (Man- tinea, Tegea, Megalépolis), Argolide (Argos, Mice- nas, Tirinto, Epidauro), la Micenia (Micenas) y la Laconia (Esparta), Ademés, una gran cantidad de islas EI fildsofo Platén escribia en Fedén, hablando precisamente de sus propios compatriotas: «nosotros habitamos apenas una pequefia parte de la tierra, y vivimos alrededor del Mediterraneo como hormigas yranas alrededor de un pantano». Justo la presencia condicionante del Mediterrineo hace que esta regién sea completamente distinta del Cercano Oriente, Cuyas civilizaciones antiguas hemos examinado an. tes, Es lo que observa y describe el investigador esta dunidense Moses I, Finley: «El drea mediterrinea HISTORIA DE GRECIA 6 astituye una “regiGn climtica” tinica, que se dis- gue por Huvias invernales y largas sequias en erano, por terrenos ligeros y para cultivos general~ ente estacionales, en contraste con los cultivos sigados en que estaba basada gran parte de a ec ia del Cercano Oriente antiguo. Es una region slativamente fécil de habitar, donde se puede vivir cho al aire libre. Produce en los mejores terre- os, ¢s decir en las Hanuras costeras y en los grandes, calles del interior, abundantes cereales, verduras y ‘Geatas (en particular uvas y aceitunas); ofrece exce- Jentes campos de pastoreo para pequetios animal ‘ovejas, cabras y cerdos, pero no tanto para el ganado ‘ovino, El olivo que crece por todas partes —y del ee ee mbustible para la iluminacién— es un elemente enc arate eel aera ea {erraneo. Soporta bien incluso climas de verano muy seco; si bien no necesita un trabajo intensivo, 1e- quiere atencién y sobre todo tiempo, ya que el érbol ‘no produce durante los primeros 10 0 12 afios. Es pues un simbolo de existencia sedentaria —se cele- braba su longevidad— y por lo dems el Medite- rrdneo en su conjunto no es un drea adecuada para poblaciones némadas. Por otra parte, ni el olivo ni Jos cultivos de temporal requieren, en general, la compleja organizacién social que hizo posibles las grandes civilizaciones de los valles fluviales del Nilo, 1 Tigris y el Eutrates, el Indo y el rio Amarillo, La agricultura irrigada es més productiva y mas consis- temte, y conduce con ms facilidad a una alta den: dad demogrifica. No es casual que Egipto, el prin- HISTORIA DE GRECIA cipal centro de agricultura irtigada dentro del imperio romano, tuviera en el siglo una pablacién de 7 500 000 habitantes, con exclusién de Alejandria, tuno de Los poquisimos datos demograticos de la an- tigiiedad que poseemos que tiene probabilidades de ser exacto, En cambio, los valles fluviales estaban destinados a transformarse pricticamente en desier- tos apenas cayera la administracién central, mien. tras que Tas antiguas regiones de agricultura de temporal podian reponerse con rapidez de las cala- midades naturales y de las devastaciones provocadas bor Jos hombres» (M. 1, Finley, L'economia degli antichi e dei moderné (*), wad. ital., Laterza, Bati- Roma, 1974). Kontanis (CRETA ¥ #1 DESCIFRAMIENTO DE La eSCRITURA LINEAL Bi ZCIVILIZACION MINOICA 0 MICENICA? En estos iiltimos afios, en el campo de la histori stafia, la perspectiva de los comienzos de la historia de Grecia en cuanto Hélade, es decir region hal da por Tas poblaciones euya civiizacion va de la época homérica a la gran filosofia de Sécrates, Pla- {6nyy Aristteles ha sufrido una revolucign completa Hasta hace poco, de hecho, todos estaban de aeuer, do en contraponer la civilizacion minoien (0 egea, como también se dice e indudablemente con mayor ertenencia), producto de un pueblo de origen ‘estirpe oscuras que alcanzé su expresin maxima en, la isla de Creta (descubierta apenas en el siglo xx: excavaciones italianas en Festo y Haghia Triada ¢ HISTORIA DE GRECIA 6 inglesas en Cnosos) a la posterior civilizacién mi- cénica de la Grecia continental (excavaciones de H. _ Schliemann en Micenas). Segiin esta concepcién, la _ civilizacién minoica de Creta pasé a las dems islas, invadi6 la parte continental misma de Grecia (se ~ discute mucho sobre la cronologia, que se ha wata- do de bajar cada vez mas; de todes modos, las fechas. més aceptadas hasta hace pocos afios eran: naci- :iento de la civilizacién minoica en la primera mi- tad del tercer milenio; culminacién entre el 2000 y el 1500; decadencia entre el 1500 y el 1100 a.c.: ¢5 una curva cronolégica que coincide en la cuenca del Egeo con la edad del bronce). Hoy, en cambio, se tiende ‘cada ver més ver a eivilizacin egea 0 minoica y la {G. Giannelli). Sila Lineal B se ha descifrado, no se puede decir lo mismo sobre la Lineal Az sobre éta, 8 HISTORIA DE GRECIA cfr. L. Godatt, «La scrittura lineare A», en La Parola del passato, cLxv1, 1976, pp. 30-47. [DE LA FASE MINOICA A LA MICENICA VAL INVASION. DE LOS DORIOS He aqui el cuadro que se daba hace medio siglo de la fociedad y el Estado minvious en Creta: construc ign de Tos grandes palacios de Gnosos y Fests, ‘como suntuosas ‘residencias reales (Evans); «pueblo pci, amante del comercio y del arte» (G. De ‘Sanctis), en cuyo arte «hay un amor por la naturale- za un gusto por destacar sus varios maties, que permanecerin ajenos al arte griego, el ‘cual perse- guird un ideal distinto y evitaré estudiar la natura- Tez para representar en cambio ta belle y la per feccién de las formas humanas» (A. Momigliano}; talasocracia, aunque es dudoso (G. De Sanctis) que la isla de Creta estuviera politicamente unificac religién carente de templos. Pero ya sobre este wt mno puto fay dadas no eran pocas: aquellos pal Comesideneias reales, gno podian ser templos? al 9 que nos recuerdan los Hamados “palacios” de Creta son mas que nada los grandes templos del Asia an- terior y sobre todo mesopotimica. También étos servian para los usos més diversas: como los de Cre- taeranala ver viviendas,sanuarios, centos.dmi- nistativos de gestion de vastos dominios, centros de manufactura y almacenes de depdésito» (P. Faure, Gque aqui sélo resume discusiones anteriores). Algu- whos estudiosos suponen que esa civilizacién cayé HISTORIA DE GRECIA @ o la presién de gigantescos trastornos eliricos egan piensan otros fue vietima de la invasion Tos helenos (nuestros griegos con nombre latino, vados adems, en un primer momento, aquees). Ttadicidn divide a esos helenos en cuatro estit~ olios, dorios, aqueos y jonios. En realidad los cos no eran una estirpe aparte, ese nombre y abrirén la Edad Media griega, ‘LA EXPANSION GRIEGA Una caracteristica del pueblo griego fue la coloniza- ‘Gin, la cual realiz6 en la cuenca del Mediterréneo y ‘que encuentra entte las civilizaciones orientales exa- minadas antes su correspondiente en la actividad analog de los fenicios. Comiinmente se distinguen dos fases en ta colonizacién: la primera anterior al 1000 a.c., la segunda del siglo vita comienzos del vi. La primera fase es la continuacién de los despla-~ zamientos étnicos que Hlevaron a los griegos a la peninsula: a través de las innumerables islas que recortan el mar Egeo, la oleada migratoria legé hasta las costas asidticas ya durante el periodo mi- cénico («Las primeras noticias acerca del estableci- miento de los griegos fuera de su peninsula las en- contramos en documentos hititas» de la época del rey Suppiluliuma, G. De Sancti). Se discute sila primera colonizaci6n fue la eolio- j6nica o la dorica: hoy se tiende a considerar la pri- ‘mera como anterior la dérica, pero la tesis opuesta conserva defensores importantes como Gactano De Sanctis. De todos mods, los eolios ocuparon la par- te septentrional de las costas del Asia Menor, dando vida a los centros de Cumas, Mirine, Esmirna y la isla de Lesbos (Metima y Mitilene). Los jonios ocu- paron la parte central, originando 12. ciudades (entre ellas Mileto, Efeso, Clazomene, Colofén, etc.) HISTORIA DE GRECIA 7 ‘unidas en una federaci6n, y las istas de Samos y Quios. Tocé a los dorios, por tiltimo la parte meri- ional (Liga de seis Giudades, después de cinco,) y las islas de Chipre y Tera, Coos y Rodas. De las tres ‘organiraciones asi surgidas la mis poderosa ¢s la jénica, que termina por absorber a centros énica- ‘mente diferentes, como la eolia Esmirna y la dérica Halicamaso. Esa expansién griega tuvo una clara pausa en el curso del siglo Xt (declinacién de la ‘alasocracia egea; supremacta de los fenicios) y s6lo se reinicis en el siglo vi. Esta segunda uleada migratoria tiene un cardcter muy distinto: es una colonizacién propiamente di- cha, debida a la exuberancia demografica de la ma- dre patria, a la necesidad de ésta de abrir una vlvu- Ja de seguridad social (excesivo fraccionamiento de ja tierra, luchas intestinas, ete.) y solo mas tarde a razones de penetracién comercial (al principio las colonias griegas son de caracter agricola). Por lo tanto, se desarrolla manteniendo estrechos vinculos (Geligiosos y politicos) con la madre patria. Esta se- sgunda fase de Ia colonizacién (en que participaron no s6lo los gricgos originarios de la peninsula sino también los colonos griegos del Asia Menor) se de- sarrolla en una doble direccién: 1) el Mediterrineo uxcidental, y 2) cl norte del Egeo. La direccién al Mediterrdneo occidental la toma- ron sobre todo las cuatro madre patrias, de Calcis, Eretria (ambas en Eubea), Megara y Corinto, «Sobre todo, pocas eran las colonias de Occidente que no mantenian relacién con estas cuatro ciudades. ‘entre esas excepciones, las més notables son las co- % HISTORIA DE GRECIA onias aqueas» (G. De Sanctis), es decir, déricas,. rededor del Golfo de Tarento (entre ellas Stba Gratis, Crotona, Metaponto, Tarento, Caulonia, ec: Los calceses (cronolgicamente posteriores rio-aqueos pero anteriores a las otras tres madre ps trias) se dirigieron a Sicili (segiin la tradicién tucididiana en 735), la colons ‘griega més antigua de la isla, Leontini, Catan Zancle (que més tarde se convirtié en Mesana) prosiguieron después en el continente con Reggio: ‘Cumas, de la cual derivé Neapolis. A los caleese siguieron Ios corintios, que después de haber o pado Corcirax en 754 @)iniciaron la colonizacién de Siracusa, a la que siguiG la de Acre, Casmene y Ca- ‘marina. Obta de los megarenses fueron en Sicilia, Megara, Iblea y Selinunte, Ya'en la misma Sici (donde intervienen mas tarde otros griegos: los de Rodas en Gela y Agrigento) los griegos encuentran Ta competencia de los fenicios. Lo mismo sucede en 1 mis vasto tablero occidental, donde los focenses Hegan a Mesalia, es decir Marsella (alrededor del 600) y hasta las inmediaciones de Malaga, los grie- ‘gos de Tera a Girene y otras localidades de Libia. En direcci6n al Egeo septentrional (Macedonia, Tracia, ccostas del Mar Negro) se volvieron en particular los jonios de Asia y entre ellos los de ta ciudad de Mile- to, la cual se dice que fue la madre patria de mas de 90 colonias (siglo v1, Abidos, Quersoneso, Sinope, ‘Traperunte, Odesa, Istria, ete). Entre las ciudades ‘griewas de Ja madre patria en este sector se distin- guid solamente Megara (Calcedonia, Bizancio, He- ractea, ec.) Este desbordante movimiento de colo- HISTORIA DE GRECIA fs , cuya importancia, por la extensién y la dad, no tiene paralelo mas que en la coloni- n europea de las tierras recién descubiertas a srdel siglo xv1, culminé en la segunda mitad del ‘en la primera mitad del vi ac. y no tuvo pausa Ja segunda mitad de ese siglo, cuando en Oriente zig el imperio persa y en Occidente los etruscos y “enicios s¢ opusieron a los griegos con valor, que no siempre con éxito. Ese movimiento ha- evado a los griegos a aduefiarse de gran parte Jas costas europeas del Mediterréneo ya dominar ‘muchas partes de ese mar con suy tuavius de gue ‘y de comercio, tanto que algunas de ellas, como ‘Mar Jonico y el Mar Negro, se habian convertido, “at igual que el Egeo en lagos griegos, donde naves “ge otras naciones apenas osaban arriesgarse» (G. De Sanctis). La caracteristica constante de esta ac “Gad colonizadora ¢s que se limitaba a las costas, sin etrar en el interior, Contra este vasio mundo gtego,alkjado dea p ‘einsula originaria, surgié muy pronto una reacci6n ‘que termind por hacerle imposible toda expansion sulterior y por provocar una crisis en las propias “colonias ya existentes, En esa crisis hay factores in- ‘herentes al mundo griego (rivalidad entre las madre fpatrias, come por ejemplo la surgida entre Cal Eretria que termina por provocar la Hamada «gue- ‘ra celancia por el nombre de la Hanura de Eubea, 'y Ia decadencia ineparable de ambas ciudades; 0 entre las mismas colonias: en 511 a.¢. Crotona d ruye Sibaris). Pero hay también otro factor y mas porleroso: Ia violenta reaceién de las poblaciones del » HISTORIA DE GRECIA interior contra cada una de las ciudades griegas. Los epicentros de la lucha fueron; 1) la peninsula italia- na, donde fenicios y etruscos se opusieron a la pene- tracién de los griegos en la regidn del Tirreno (535 derrota naval griega en Alalia, que dejé a los etrus- ‘cos duefios de Corcega y a los cartagineses de Cerde- fia) y los cartagineses disputaron la difusién en Si lia; 2) el Asia Menor (en un primer momento opo- sicién asiria; con el siglo vil, oposicién del reino de Lidia, uiunfante con el rey Aliate, cuyo hijo Cre- so impone su vasallaje a toda Jonia). La caida de Lidia ante los persas de Ciro no pone fist la fice cién y en 458 Ciro somete a las colonias griegas © inicia una fase de desconfianza reciproca que en 499 desemboca en la gran insurreccién de los jonios con- ta los persas, iniciada bajo la guia de Aristagoras de Mileto.t Se inician ast las guerras persas, que debian mar= © 496 Avstgoras de Miletotuvo que abandonar el poder y telugiarse en Edonia, donde cayé asesinado por los belicosos Indigenas. Esrbe de lsu primer bidgrafo verdadero: xEs cierto, tno hao ao que deseneadenar eras que tasendieron con ‘cho ss persona su obra: que quiz termimaron por domi Tova él. Pero no cabe duda de que el solo hea de haberias Alsencadenado le asegura ut lugar en la historia,» Escerioquc I resultado inmodiato de fa insurreci encendida por Arsti- fgoras fur el desase: no porque alos griewos les falta las ere: sno porque low jouto celts irl ded de ka tnadre patria ya ellos mimos la concorda la tenaciad. sin Embargo. sera tan nieuo evaluat La obra de Anstagoras por el fesultado inmediato de Ia insurrecin como la obra de Marzint por el resultado inmediat de algunas delay agitacions que ‘Em realidad, de a insuneclon jonia data ese despetar timiento nacional helenio que condujo a las victorias de Maran de Salsa ydesputs sl expedicion de Alejndom (G!Saneus en Problem d storia antca. HISTORIA DE GRECIA a) car el predominio de Atenas; pero para comprender como s¢ llegé a éste es necesario volver atris en el tiempo y examinar la evolucién politica de Grecia. [DESARROLLO DELA CONSTITUGION POLITICA DELAS-POLEIS- DE GRECIA s preciso tener presente un punto clave para com- prenider correctamente la historia de Grecia: ls grie- {0 tienen conciencia de la unidad de su estirpe (que Se revela plenamente en las estas religiosas, orga- nizadas por anfictioniaso ligas de carieter religioso, +ydespués también politico), pero en la vida politica concreta su mirada no va misallé de la 7Atc, «po- lise o Estado-ciudad, De abi el insuperable fraccio~ namiento politico, con las inevitables rivalidades y contrastes entre las varias ciudades soberanas. ‘Sin embargo, por lo menos en los pericdos arcai- os, la historia de Grecia tiene constantes por las ‘avales en forma indudablemente esquematica— ppodemos razar un cuadro comin alas vafias whet Son éstas resultado de aquel proceso de disgrega cidn que tuvo lugar justo después de la invasion («es muy dificil que en la época inmediatamente postcrior a la invasién haya unidades politicas que Superen los términos geogrificos de un canién, y en 1 mismo cant6n cabe presumir que por lo comin la tunidad de la estinpe o de la horda que lo ha conquis- tado se vaya disolviendo en unidades menores», G. De Santis): pocos grupos de aldeas dispuestas alrede- dor de una ciudadela desde la cual el rey domina.

También podría gustarte