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Hacia una definicion pluralista de la estructura social Francisco José Llera Ramo Separata correspondiente a la obra ak scritos de Teorta Sociolégica en Homenaje a Luis Rodeiguer Z1iiiga» cls. { Hacia una definicion pluralista de la estructura social FRANcIsco Jose LLERA AMO Universidad det Pais Vasco 1. EL, PLURALISM TEORICO R. K. Merton (197%; 398s) al plantear la crisis de la sociologia occi- dental considera el analisis esteuctural como un caso limite, en el que paradignmiticamente se puede comptobar cémo la diversidad y plu lismo de perspectivas en una disciplina tiende a ser la principal fuen- te de avance en el conocimiento sistematico, pero esta riqueza cienti- fica genera no s6lo dificultades conceptuales 0 metodel6gicas, sino también te6ricas Asi 5 como el concepto de estructura social puede referirse a ia diferenciacién social, las relaciones de producci6n, las formas de aso- ciaci6n, la integracién valorativa, la interdependencia funcional, posiciones, los papeles, las instituciones 0 combinaciones de €stos y otros factores. De otro lado, si para A. R. Radcliffe-Brown (1940) la estructura, social es explicitamente concebida como compuesta por diferentes elementos y sus interrelaciones, C. LeviStrauss (1952) la define de forma abstracta como un constructor 0 modelo teorico; la contraposi- cién_de ambas_perspectivas la ilustran perfectamente S. F. Nadel (1957: 149.51), R, Boudon (197 1a) 0 el propio C., LeviSteauss (1952: 335-42). Ademds, los estudios de/o sobre la estructura sockel van desde las discusiones puramente cualitativas sobre las cuestiones con- ceptttales hasta Ios modelos cuntitativos det andlisis estructaral basa- do en datos empiricos. Haciendo un balance de la trayectoria seguida por el anilisis estructural y sintiéndose deudor del modelo estructural-funcional de T, Parsons (1937; 1948, L951; 1960; 1967; 1969; 1971), R. K. Merton (1975:32 ss) resume algunas conclusiones sistematicas, ast: 1) El con- 635 nersen Jose Luge No cepto central de estructura social es multitineal y polimorfo como justra R. Boudon (1971b: 95). 2) Las ideas basicas del anzlisis estruc- tural tienen un prolongado antecedente intelectual en el estructura- lismo. 3) Sin embargo, el anilisis estructural en sociologia abarca la convergencia de ideas que derivan, sobre todo, de Durkheim y Marx (Merton, 1980: 183 ss), cuyo paralelismo ha sido bien estudiado por A. Giddens (1971). 4) Sin embargo, desde que la confluencia de ele- mentos de Durkheim y Marx se hace evidente en los aitos treinta ésta no fue tomada suficientemente en cuenta, tal como A. W. Gouldner (1970; 341) hace notar, indicando que es un signo mas de Ia cris que afecta, tanto a la sociologia funcionalista como a la marxista en Jos aftos sesenta. 5) Como las orientaciones teérieas en las otras cien- cias sociales, el analisis estructural tiene que abordar sucesivamente Ios niveles micro y macro de los fenémenos sociales, tal como plantea P.M, Blau (1964). 6) El nivel microsocial lo define A. Stinchcombe (1975) al indicar que el proceso central de la estructura social es la elecci6n entre alternativas estructuradas socialmente, cuya utilidad 0 reforzamiento lo es en tanto en cuanto forma parte del orden institue cional, diferenciéndose tanto de las utilidades materiales del orden ‘econémico como de los estimulos de la teorfa del aprendizaje. 7) En el nivel macrosocial las distribuciones sociales (concentracién o disper sién) de autoridad, poder, influencia y prestigio comprenden estructu- ras de control social que cambian histricamente en. parte a través de los procesos de cacumulacion de ventajas y desventajas» (Merton, 197%: 273, 416, 43959), que ubican a la poblacién en la estructura estratificacional. 8) Fl hecho de que las estructuras sociales generan conflicto social es fundamental para el paradigma del andlisis estructu- ral, debido a la diferenciacién estratificacional, organizacional y come itaria, ya que, ademas de a realidad de su integraci6n valorativa, nos, encontramos con la potencialidad de sus propios conflictos y contra- dicciones (Merton, 1971: 796). 9) Las estructuras normativas no supo- nen un aparato normative unificado, sino que contienen una «ambiv lencia sociol6gica» en forma de expectativas incompatibles y una alter- nancia dinamica de nornias y contranormas en el seno de los papel sociales (Merton, 1978: cap. 18). 10) Lag estructuras sociales generan distintos niveles de comportamiento desviado, resultante ce forma sig- nificativa de las discrepancias socialmente pautadas entre las aspiracio- ines personales culturalmente inducidas y las diferencias en el acceso al sistema de oportunidades (Merton, 1980: 209 ss). L1) Las estructuras sociales generan a la ver cambios en la estructura y cambios de estru: ura, que se producen por la acumulacién de elecciones pautadas en el comportamiento y por el incremento de las consecuencias disfuncion: Jes resultantes de las contradieciones, conflictos y tensiones en el seno 636 de la estructura social diferenciada (Merton, 1980: 112 ss), si bien esta concepci6n cuasiluncional del cambio produce ctiticas y desacuerdo por parte de las concepciones mas radicales cel mismo (Nisbet, 1969; 1970; 194-196; 1972). 1) De acuerdo con lo anterior cada nueva situa cién estructural modifica la estructura a través de su respuesta a [as consectiencias sociales objetivas de la accién colectiva previamente organizada. 13) Por otro lado, es analiticamente init dlistinguir entre estructttras 0 funciones sociales manifiestas y latentes 0 superficiales ¥ profundas (Barbano, 1968: 55s). 14) Finalmente, como cualquier ott orientacién tedrica en sociologia, el anitlisis estructural tiene que tener la pretension ce ser capaz de dar cuenta exhaustivamente de los fend- menos culturales y sociales. Sin embargo, son grandes las diferencias de concepcién de la estructura. social, encontrandonos con elementos contradictorios entre las distintas teorizaciones que se han ido acumulando. Unos yuxtaponen estructura social y cultura (Parsons y Smelser, 1956), mientras que para otros los simbolos culturales y las ideas son Ia matriz de la estructura profunda (Weber, 1964; Berger y Luckmann, 1965). Si algunos conceptualizan la estructura como la teoria que postula patrones y que aporta sentido al margen de las observaciones empfricas (LeviStrauss, 1952; 322), habré quien considere a la estruc- tura social enclavada en la realidad empirica y constituyendo el obje- toa explicar por la teorfa, en lugar de ser ta teoria misma (Radcliffe. Brown, 1940; Nadel, 1957: 149 ss; Boudon, 1971a). Frente a quienes definen Ia estructura en términos de diferencias de posiciones con fluencia sobre las relaciones sociales (Blau, 1975: 221), no faltarén oicos que la definan en términos de patrones de relaciones sociales, a partir de tos cuales derivan distinciones entre posiciones (Marx; Pou- lantzas, 1971 y 1974). Para umos la sociologfa estructural abstrae tos aspectos puramente formales de la vida social (talla, diferenciacién, Jerarquia) ¢ ignora todos los contenidos sustantivos (Simmel, 1950), ‘en tanto que para otros la investigacion macroestructural centra su atencién en el carécter distintivo de un sistema social histérico con- creto en tiempo y lugar (Althusser, 1969; Wallerstein, 1974; Bottomo- re, 1978, 1975). Finalmente, la utilizacién de conceptos como integra- Gién, orden y consenso como atributos para definir la estructura social (Parsons, 1951 y 1971; Lensky, 1966, 1974 y 1975) se contrapo- ne a la enfatizacion de otcos como diferenciacién, contr conflicto (Coser, 1956, 1967, 1974 1975; Coleman, 1957) Lejos de juzgar la coexistencia de diversas, ya menudo, conflict vas perspectivas tedricas como un signo de la patologia. de la inves gacién sociol6gica, se la puede considerar con Merton (1981) como una muestra de vigor de la disciplina, subrayando que la complemen- 637 Franessco Jose LETRA RANE tariedad de perspectiva, es esencial para la comprensién de la estru tura social y que la competitividad teGrica aporta una vital contribu Gién al avance del conocimiento en este campo. Para Blau (1975: 3) la estructura social se refiere a los patrones discernibles en la vida social, a las regularidades observadas y a las configuraciones observadas, pero su reconocimiento depende de la perspectiva que cada uno adopte, ast: la diferencia de rango contras- ta, por ejemplo, entre el punto de vista macrosociolégico ¢ hist6rico dle Lensky (1966 y 1974) y el microsociolégico de la interaccién indi- vidual cotidiana de Homans (1974); entre la pretension de Parsons. de centrarse en el estudio de las interrelaciones de diferentes subsis- temas institucionales en un sistema institucional mas amplio y el punto de partida de Goleman (1957) preocupado por el comporta- miento individual en las configuraciones estructurales complejas de colectividades coneretas. Sin embargo, otros autores optan por una perspectiva de rango medio que toma en cuenta a la vez. los fenémenos micro y macroso- ciales, como es el caso de Merton (1975), Lipset (1975) y el propio Blau (1981); vista ya la concepcién del andlisis estructural de Merton, Lipset analiza en el nivel microsocial dos formas de racionalidad, ela- borando la distincién conceptual weberiana, para referirse al nivel macro de los cambios estructurales en la sociedad, mientras que Blau plantea la relacién entre la diferenciacién estructural, concebida en términos macrosociales, y el proceso de integracién social situado en el plano microsocial, Nuevas Iineas de demarcacién y de contraste aparecen si tenemos en cuenta la manera en que los autores utilizan © no los procesos hist ricos, por un lado, o la toma en consideracién 0 no de los condiciona- mientos externos a la conducta, pero no vamos a «letenernos en ellas. Para S. N. Fisenstadt (1981: 166) se pueden dlistinguir tres grandes tradiciones estructuralistas en la historia del anilisis sociolégico. La primera, conectada con la obra de Marx y mas tardiamente con Ia escuela funcionalista de la antropologia inglesa y con el estructura funcionalismo representado por Parsons; la segunda, esta representa- da por la obra de Merton y su andlisis de roles y estatus centrado en lo que se pueden denominar los principales mecanismos que organi zan las propiedades emergentes de la estructura social, influyen —a menuido de forma inesperada— en el comportamiento de los indivi- duos y determinan detalles especificos de la estructuracién de la organizacién social concreta; la tercera ha cristalizado en la escuela de la sociologia formal alemana en general y inas particularmente en ta obra de Simmel (1908) ~~ver Wolf (1950) y Eisenstadt y Curclaru (1976)—, con un desarrollo mas reciente en la obra de Blau (1964 y 638 1977) y que subraya el anilisis de las caracteristicas formales de la nteraccion social, asi como la distancia social entre individuos y pos, la estructuracién de la interaccién social en términos de jerar- quia e igualdad y los patrones de distribucién de los individuos ante las posiciones sociales. Con todo, quiza lo ms novedoso del estructuralismo reciente rest da en la brisqueda de los principios estructurates que determinan [a organizacién social y la estructura, no tanto en la esfera de la propia organizacién social, cuanto en la dimensién simbélica de las actividae des humanas Las pretensiones de los estructuralistas simbélicos pueden ser con- sideradas como parte de la critica general dirigida contra el modelo estructuralfuncionalista a partir de la mitad de la década de los sesenta y que retine, ademas de los estructuralistas propiamente dichos, eseuelas como la del conilicto —representada por Dahren- dorf (1961), Bendix (1968) y Collins (1975)—, la del intercambio —representada por Homans (1961 y 1974), Blau (977) y Coleman (1957)—, los modelos del interaccionismo simbélico y de la etmno- metodologia —representados por Blumer (1969), Goffman (1959), Garfinkel (1967) y Gicourel (1973)—, ei marxismo de los afios sesen tay el modelo cibernético aplicado al analisis de los sistemas sociales —epresentado por Buckley (1967) y Deutsch (1963)— Para el propio Eisenstadt (1968), la vuelta a la tesis de la Etica Pro- testante de Weber (1969), asi como a su vision comparada de las reli- giones (1950), supone encontrarse, no s6lo con una anticipacién del principio bisico de Levi-Strauss, sino también con los procesos soci les que mediatizan las influencias de este principio, cual es que tos patrones sociales tienen que ser explicados en términos de una estructura profunda integrada por cédigos, simbolos y mitos. Fisens- tadt (1981: 171) sugiere que el concepto weberiano de «wirtschafiset- hik» y, particularmente, su andlisis teGrico del papel de Ia ética calvi- nista en el desarrollo del capitalismo son la respuesta a como tanto la ética protestante como los dogmas religiosos son los cédigos simbéli- cos de tos valores sociales que gobiernan las orientaciones de la poblacién, legitiman la autoridad y, consecuentemente, afectan a la organizacién concreta de la vida social. 2. ALTERNATIVAS PARA UNA OPERACIONALIZACION PLURALISTA DE LA ESTRUCTURA SOCIAL El punto de partida de este ejercicio es poder sistematizar las rex puestas a la cuestién de cual es la matriz de los fendmenos en que se 639 | considera arraigada la estructura social o qué tipo de fenémenos determinan basicamente los rasgos caracteristicos de [as estructuras sociales. Las respuestas van a ser variadas: para unos, las raices de la estructura social pueden ser localizadas en el empaque sicol6gico de los individuos cuya conducta social y cuyas relaciones componen las estructuras; para otros, lo seran en la interdependencia de las condi- ciones sociales mismas; y habré quien 2 considere arraigada en con- dicionamientos externos que trascienden la propia vida social. Hay autores como Homas (1974) y Goleman (1957) que conside- ran a las estracturas sociales arraigadas en los procesos sicolégicos del comportamiento individual, notablemente las clecciones racionales de los individuos con vistas 4 maximizar las recompensas 0 beneficios esperaclos por sti comportamiento, que es la asuncién sicolégica basi- ca de la teoria econémica. EI punto de partida para explicar las es tructuras sociales tiene que ser, por tanto, la perspectiva microsocial del comportamiento de los individuos, en cuanto se considera ancla- do en las relaciones sociales con otros individuos y, por consiguiente, cl objetivo basico es explicar las estructuras simples de las relaciones interpersonal. La mayor parte de los autores centran su atencién en los factores sociales y toman en. cuenta ciertos rasgos estructurales, al analizar la influencias sobre ellos de otras condiciones sociales, incliidos otros ras gos estructurales, con lo que no hacen mas que seguir el camino abierto por Durkheim (1938: 110), cuando considera que Ia causa determinante de un hecho social deberia ser buscada entre los hechos sociales precedentes y no entre los estados de conciencia individuales. A pesar de las diferencias, éste seria el punto de partida de autores, como Merton (1980), Blau (1964), Lipset (1975) 0 Coser (1975). Sin embargo, un tercer grupo «le autores, entre los que destacan ejemplos como Parsons (1937), Lensky (1966) 9 Bottomore (1972), consideran la estructura social arraigada y determinada por una matriz de fenémenos, analiticamente distintos, de la vida social y que la wascienden, Para Parsons tal matriz es el sistema cultural con sus patrones de pensamiento, valores, normas, conocimiento organizado ¥ eveencias, considerand a las normas y valores institucionalizados como Ios elementos fundamentales del sistema social. De otro lado, para Lensky, en Iugar de la cultura, es el progreso téenico el que da sen- tido a los valores y, por consiguiente, determina los principales rasgos de la estructura social; en este mismo plano se mueve el esquema marxista de Bottomore, quien considera los cambios estructurales asociados a los avances tecnologicos como arraigacios en la contradic- cién fundamental entre el desarrollo de las fuerzas productivas y el de las relaciones de produecién. 640 Mis recientemente y asumiendo la integracién de perspectivas, algunos autores proponen modelos operatives muy tiles para ta ordenacién y andlisis de grandes masas de datos en sociedades com- plejas como la nuestra. Asi, Ch. K. Warriner (1981: 179 ss) distingue tres niveles en la esteuctura social: en primer lugat, el nivel interpersonal se refiere a la estructura de las relaciones sociales entre las personas —aqui se podrian situar los analisis de las redes sociométricas en gru- pos pequenios—; en segundo hagas, el nivel inverpasicional describe ta estructura de las relaciones entre las posiciones Sociales; finalmente, cel nivel interorganizacional representa la estructura de las relaciones entre las colectividades formalmente organizads Por su parte, Walter L. Wallace (1969) acentita la importancia de coaceptualizar la estructura como una jerarquia de sucesivos niveles estructurales, en cada uno de los cuales hay que distinguir los agrega- dos que constituyen las estructuras y los elementos que componen dichos agregados. Para él lo importante es que las diferencias en cl ito estructural pueden ser analizadas en tres dimensiones distin- tas: la talla de los agregados, la simplicidad @ complejidad del com- portamiento social y las regularidades observadas, que se cant en unas coordenadas espacio-temporates, la combinacién de los respectivos tipos dicot6micos da ugar a un modelo operativo para el aniiisis de los componentes de Ios fendmenos sociales (Wallace, 1981: 221) Con las iltimas décadas se desarrolla una forma de estudio de los sistemas sociales complejos, que proviene de la convergencia de la teoria de los sistemas, de la'sociometria y de la teorfa matematica de los grafos, iniciada al principio ce tos cineuenta por A. Rapoport (1951) y desarrollacla més tarde hasta llegar a lo que hoy se llama et anilisis de las redes sociales aplicado, entre otros, por autores como Barnes (1972), Leinhardt (1977 y 1979), Burt (1982 y 1983) 0 Magui- re (1983). Para el paradigma dle las redes sociales la idea de estructue ra social es mejor entendida en términos de un juego dinamico de relaciones entre y dentro de 4as personas ¢ las instituciones, de un lado, y de posiciones y papeles que ocupan en el sistema social, de otro. Problemas como los niveles y unidades de andlisis, las fronteras y la pertenencia a los grupos sociales, la transitividad de los vineulos y Jos efectos indlirectos, la centralidad y las estriucturas de pequeiia esca- Ja son los temas comunes sefialados por S. D. Berkowitz, para quien este paradigma transdisciptinar del mas reciente andlisis estructural puede constituit el paso definitivo hacia una ciencia de ta sociedad Uunificada (1982: 158 38). Para Blau (1981: 9) el camino denominador de la multiplicidad de perspectivas sobre la estructura social es que ésta se refiere a las propiedades de un agregado que son emergentes y que, consecnente- 641 Fynesseo JOSE LEER RAM mente, no caracterizan de forma separada a los elementos que lo componen, cuya estructura es analiticamente distinta de éste y depen- cle de las relaciones, conexiones, posiciones ¢ influencias de aqueéllos. Estas propiedades estructurales emergentes pueden ser observadas en dis- tintos niveles de agregacién, asi; si el nivel medio de instruccién no es un atributo de la estructura grupal, sino que describe la agregacion de Jos miembros del grupo, las redes sociométricas o la cohesion gru- pal constituyen propiedades emergentes de la estructura grupal ¥ no son atributos que puedan distinguir a los miembros individuales del grupo; cualquier organizacién tiene propiedades emergentes como la Jerarguia de autoridad, el grado de centralizacién de la toma de deci- siones o la division del trabajo aplicables @ la estructura organizada y no a sus unidades o miembros tas propiedaces emergentes tienen gue ser definidas en térmi- nos estrictamente operacionales, en fa medida en que los componentes de las estructuras sociales pueden ser conceptualizadas como perso- ‘nas, papeles, posiciones, grupos y cualquier otra subunidad de una colectividad. En los estudios maerosociologicos como el nuestro, tos componentes de Ia estructura social son colectividades con su propia estructura social, que plantean, precisamente, la necesidad de carac- terizar la estructura de su interdependencia, Son las tasas de interac- 46x social entre los miembros de los distintos grupos las que constitt- yen los indicadores de sus relaciones sociales directas ‘thupeiatidad inter-étnica, relaciones de amistad entre miembros de subculturas 0 clases sociales distintas, por ejemplo). De este modo, Blac operacionaliza cuatro tipos de propiedades emergentes: 1) La talla de una colectividad (en nuestro caso sus pro- cesos dlemogrificos y organizacionales). 2) Las relaciones sociales (inter- accién y comunicaci6n en el grupo pequeiio, representato por una red sociométrica) a nivel macrosocial afectan a las combinaciones de individuos a distintos niveles, que constituyen, sobre todo, las diferen- cias de posicién social, 3) Una tercera propiedad es la heterogencidad. interna de las colectividades, sea por las esferas institucionales, la divi- sin del trabajo, Ia complejidad urbano-industrial, las diferencias éini- cas o regionales y otras, que definen variaras formas de desigualdad. 4) Finalmente, hay que anotar dos tipos de propiedades estructurales sobre determinantes: tina consiste en las caracteristicas globales de la infraestructura de la sociedad considerada como explicativa de los patrones observables de la vida social, sea referida a las condiciones ec0- némicas objetivas 0, por él contrario, a los valores cuiturales subjetivas y la otra se refiere a las implicaciones que para las relaciones sociales y por la integraciéa colectiva tienen las diferencias sociales acumuladas en distintas dimensiones. 642 Una estructura social esté disenada por sus pardmetros, que cons- tituyen criterios implicitos en las distinciones sociales que la pobla- cin realiza en sus interacciones (edad, sexo, posicién social, origen étnico, etc.) y que afectan a Jas retaciones de sus papcles. Las estruc- turas sociales se reflejan en diversas formas de diferenciacién (Nadel, 1957: 97) entre la poblacién, cuyas posiciones sociales gobiernan tas relaciones sociales. En palabras de Blau (1975: 222), el objetivo cen- tral de una investigacion de estas caracteristicas es precisamente el esclarecimiento y caracterizacion de tal diferenciacion, las interrela- ciones entre la poblacién, las condiciones que as producen y sus implicaciones; no se trata’ de estudiar tanto el background etnico, canto la heterogeneidad étnica, 0 Ia diferenciacién politica en lugar de las opiniones politicas, ta division del trabajo en lugar del funcio- namiento ocupacional o las desigualdades econémicas en lugar de la pobreza. En general se pueden distinguir dos tipos basicos de pardmetros: amos nominates, que clasifican a la poblaci6n en subgrupos Con fronte- ras explicitas y caya pertenencia esta asociada a diferencias de posi cién (el sexo, la religién, la ientificacién racial o étnica, la ocupa- ci6n, la vecindad, entre otros constituyen ejempios); otros continuos, que implican graduacion y diferencian a la poblacién en términos te um arden de rangos de estatus, Es cierto que en este tiltimo caso la educacién, la edad, la renta, el prestigio y €l poder, que ejemplifican este tipo de parimetros, en prineipio implican una continuidad de graduacién que no supone estratos compartimentadas por fronteras entre ellos, aunque su distribucién empirica puede revelar disconti nuidades que reflejan fronteras jer en los grupos creados por los. param relaciones entre papeles y a la interacci6n social en fa que dichas rela- ciones encuentran expresi6n; en el caso de los parimetros nomina- Jes, la sociabilidad se espera que prevalezca més en el interior de los grupos que emtre personas de grupos diferentes, mientras que en el de los parametros continuos se ta peevé inversamente relacionada con la distancia de estatus entre las personas. Asi pucs, el anilisis de la diferenciacién estructural en téminos de parametros tiene en cuenta los procesos de interaccién social. Una distinction fundamental en la forma genética de diferencia cin es entre heterogeneidad, que no supone diferencias jerarquicas, y desigualdad de estatus, que si las implica (Blau, 1977). De este modo, los parametros nominales, que producen heterogeneidad o diferen Jacion horizontal, gradiian ésta en funcidn del ntimero de subgru pos en que se divide la poblacién y de ta distribucion de ésta entre 643 | ] \ HHaNEISCO O56 LLFRA RAO ellos; mientras que los parimetros continuos, que producen diferen- ciacién vertical 0 desigualdad, fo hacen de dos maneras: por un lado, la concentracién de riqueza, poder u otros atributos de estatus en manos de una pequefia élite y la consecuente distancia entre st pos cién y la de la mayoria y, por otto lado, la diversidad de posiciones entre la gente que genera una auténtica pirdmide estratificacional. La siguiente cuestion, en Iinea con la tradicién de autores tan dis- tintos como Simmel, Durkheim o Marx, es expiicar las formas y gra- dos de la diferenciacién social y sus implicaciones para la integracién social y el eambio social, que suponen variaciones para las caracteristi- is macroesircturales de las sociedades y que tienen que tomar en nia las condiciones sociales que provienen tanto de la infraestruc- tura tecnolégica como de la superestructura de las orientaciones de valor. En este sentido, tres son las areas a investigar: En primer tugar, la conexién entre la diferenciacién estructural ¥ e) proceso de inte- gracion social; en segundo lugar, clarificar fas distinciones entre for mas de diferenciacién, analizar fas condiciones de las que dependen ¢ investigar sus relaciones (por ejemplo, las distintas formas de div si6n del trabajo, sus condiciones y sus relaciones con las diferencias de estatus); en tercer lugar, el estudio de como las combinactones de distintas formas de diferenciacién afectan a las dindmicas del cambio estructural (la consolidacion de estructuras de estatus tiene impor tantes implicaciones, por ejemplo, para el proceso de integracion 0 dle movilidad social, para la naturaleza fel cambio social y por la pro- fundizacion de las desigualdades sociales) La Clarificacién de las relaciones entre diferenciacién en integracién supone centrar la atencién en tres niveles: las implicaciones de la heterogeneidad, su realidad multiforme y la desigualdad de estatus. El estudio de la divisién del trabajo exige, cuando menos, la consi deracién de ottos dos planos: [a relacion entre rutinizacién y especia lizaci6n, la organizacion formal del trabajo y sus implicaciones para las desigualdades sociales. Finalmente, el anatisis y caracterizacion de la cristalizacién de desi gualdades exige Ia toma en consideracién de las dindmicas de movili- dad y conflicto, asi como la consolidacién de la piramide estratifica- cional. 644 3. BIBLIoGRAMA, AtrnusstR, Louis (1969): Lire le Capital, 2 vols. Paris, Maspéro. Bawsano, Filippo (1968): Social Structures and Social Functions: The Emancipa tion of Structural Anadysis in Soriology Inquiry, nim. 11: 40-84, Bares, James A. (1072): Social networks Reading. Mass, Addison-Wesley, Beno, Reinaeel (1968): State and Society. Boston, Little Brown. BerceR, Peter L., and Lucamans, Thomas (1966): The Social Construction of Reality, New York, Doubleday. BunkOwn7, S. 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