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Sa EEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE NRE RaRaEetaan ADk3- Of 27 ' Qeforade Vor BU Conocimiento desde adentro Los afrosudamericanos hablan de sus pueblos y sus historias Mein Pedro Anaavre Peat Volumen I Compiladora: Sheila S. Walker syntareane |i Nrodsipae Programa deinvestiacon = “Braokacn ls, Desannouln DEVELOPPEMENT ET PAIX “igen etlen crac pa dare ya Paz La Paz, 2010 ee Cnoxinens dene akin Le ftonidanericonce hablan de xs pueblos y sus os Ue he Fundacén Pio Andavéee Pen Avodpore | nano Catses Cansdenee para el Desarolo 7 sg 28m, ~ (Sele Invenigactnes Cortada) 1249-5 as comple | 32503 watonen B Encarta ON a ne coer ee Ler ene eeec mer | Agradestiintesnunaanensennmannanand see are erro Ineroduecisn sees eates Recolocando ls pdazos de Osro/Recomponiendoe rompecaborn i Grape Betovento is dor sana | EXRIeis ac surhigpane ations, 3 © Sheila S. Walker . | Afroepistemologia y afroepistemetédica,... : ® 2 | Jest Chucho Garcia Argentina Aportes de africanos y afrodescendientes a la identidad nacional argentina: Una visin afrogénica winn89 OB | ‘Lucia Dominga Molina y Mario Luis Lopez LS ee ay oti eed Las raices africanas en Ia historia de Bolivia...... 15.04 ee Jean Angola Naconde ae yeaa | chile in | Hee steno en ce. Marta Salgado Henriquez {mpreso en Dot 2B ogy ined Bos | tos anculospubicadas en eta compilasn ylnforacién contenid eos sno sn de er responded dea soe Los afropacificos: Herederos de un legado diaspérico / en un territorio ignoto. 2108 , Ratil Alfonso Platicdn Caicedo TANEESDADASOUSTHOS OAR apescunvn oS Autores. 351 (CONOCIMIENTO DESDE ADENTRO Agradezco también a Jorge Guerrero Veloz de Venezuela, que particip6 de manera muy activa en el proceso el Grupo Barlovento antes de ser llamado también por su pais una carrera diplomatica, como cénsul de Venezuela en Nueva Orlzans, Louisiana (EEUU), 10 que impidié que contribuyera con un ariculo al libro. Expreso mi gratitud extrema al Dr. J. Santiago Mauer, historiador ¥ especialista de la didspora africana latinoamericana, cuya ayuda como consejero en lo relacionado a los contenidos me fue absolu- tamente indispensable, Sin su colaboracin, este libro seria de una calidad bastante menor. Agradezco a Itma Bautista Nazareno y 4 sus colaboradores por ha- ber organizado el tercer encuentro del Grupo Barlovento en Ecuador. Por la organizacion del cuarto encuentro del Grupo en Bolivia y por haber negociado la publicacién de este libro, agradezco a Juan « Angola Maconde, asi como a la Fundaci6n de Afrodescendientes Pedro Andavérez Peralta (FUNDAFRO). Tembién mis sinceros agra- decimientos a las instituciones del Estado Plurinacional de Bolivia que colaboraron en el proceso: el Ministerio de Culturas y el Museo de-Etnogeafia y Folklore (MUSEF). Gracias especialmente al direc- tor del MUSEF, el Dr. Ramiro Molina, y al director de comunicacion social, Edgar Pomar Crespo. “Agradezco a la Fundacién Desarrollo y Paz, de Montreal, Canada, representada en Bolivia por la Consultcra Sinergia, por su apoyo financieto para la realizaci6n del libro. Muchisimas gracias al Programa de TnvestigaciOn Estratégica en Bolivia (PIEB), dirigido por Godofredo Sandoval, por publicar esta obra que refleja el esfuerzo del Grupo’ Barlovento por contar una nueva historia de la Sudamérica hispanohablante. Agradezco espe cialmente a Nadia Gutiérrez Aldayuz, sabdirectora del PIEB, por su paciencia y aliento, y a la editora Ana Rebeca Prada, por su colaboracién en presentar los textos de la mejor forma posible, y por transformar mi espafol anglofonico en espafiol. Para facilitar la lectura, el texto fue dividido en dos volimenes. Finalmente, mil gracias a los miembros del Grupo Barlovento por todo. Dra, Sheila S. Walker Compiladora General Directora Bjecutiva, Afrodiéspora Inc. Introducci6n Recolocando los pedazos, de Osiris/Recomponiendo el rompecabezas La diaspora africana en la América del Sur hispanohablante Sheila S. Walker Por qué debemos generar conocimiento desde adentro? Porque la bistoria de las Américas contada desde afiuera no cuenta nuestra bistoria Y¥sin nuestra bistoria, la historia de las Américas no es la bistoria de las Américas. I. DIASPORANDO AFRICA Después de vivir décadas de experiencias en la mayoria de os pafses de Africa y de la didspora africana a lo largo y ancho del mundo, llegu€ ala conclusion de que mi identidad esta definida por la dis: ora africana y de que mi pasapore de los Estados Unidos existe por la casualidad de un barco negrero. Ai igual que todos los otros descendientes de los millones de africanos arrancados durante siglos de su continente de oxigen en el vil comercio de vidas afticanas, mis antepasados no querian salir de Aftica en las horribles condiciones de la época, Tampoco escogieron su lugar de legada en las Améticas, donde su trabajo sin remuneracién enriqueci6 a sus opresores y de. saroll6 las nuevas sociedades del hemisfexo. os europeos que atravesaron el océano Antico para enriquecer- se en las Américas usaron para este fina africanos que transportaron como mercancias en infernales "barcos negreros", en la mayor migra- cin forzosa de la historia humana. En este proceso, grupos organi- 2zad0s, familias y etnias africanas fueron destrozados dispersados desde Chile hasta Canadé, de modo que no hay pais de las Américas sin poblacion y cultura de origen afrcano. CCONOCIMIENTO DESDE ADENTRO 1a palabra didspora, que quiere decir “sembrar a través", hace alu- si6n al proceso por el cual estos africanos, brutalmente desarraigados de todo lo que conocfan, echaron nuevas raices, produciendo nue- vos frutos en las tierras donde se encontraron, En todas las Américas estos. sobrevivientes, migrantes involuntarios, después de un trauma tan enorme, tuvieron que empezar inmediatamente, en una situacién de optesiGn inimaginable, 2 inventar nuevas identidades y crear nue- vvas culturas, Las fundamentaron en los saberes que trajeron de Africa en sinegia con lo que encontraron en su nueva tierra, creaciones que ‘marcaron con su otiginalidad las sociedades de todas las Américas. El origen del uso del término “esclavo” viene de la etnia eslava, blancos de Europa central esclavizados en Iberia. En el transcurso hist6rico muchas personas de varios origenes étnicos fueron escla- vizadas en muchos lugares del mundo. Sin embargo, al contrario de otros sistemas de esclavitud, europeos y euroamericanos intentaron que reglamentaba la indemnizaci6n a los pro- Pietarios, estableciéndose el pago de 300 pesos sin distincida de edad, ni sexo, Er. la prictica, se cobré incluso por los muertos y ‘Por las Ubertos antes del decreto. El 6 de marzo de 1855, se nom- bbré en Chorrilos las comisiones que se encargaron ce repartit Jas papeletas de libertad a loc eaclavieados. Enire 1654 y 1860 $8 manumitioron 25.505 exciavizades, cuando en 1854 existian alrededor de 17,000. #! Estado indemniz6 a los amos por tn ‘monto de 7.651.530 pesos. Se comets un fraude de mis de dos millones de pesos, Para reforzar el hecho de que la preocupacion del Estado peruano no era "dar la libertac" a seres humanos —sino respeta los derechos de propiedad que representaban estos sezes humanos pata sus es. clavistas—, como tampoco reconfigurar esa propiedad humana en ciudadanos, Bilbao y Mori Julca citan ottos elementos explicios em la ley peruana de emancipacion, Estos merecen subrayarse aqul para empezar a comprender mejor esta fase importandsinaa de le petpe- tuacion de las desigualdades raciales en las Américas, fundamentadss fen sus origenes en la esclavituds Que si el Gobierno Provisorio reservara decretar la libertad de los esciavos para después que el Fjercito Libertador hubiese des- ttuido Ia tirania, em porque no zozobrase a la desconfianza la indemnizacion debida a los amos (1, GARANTIZA LA PROPIEDAD, Asegurando et justo precio que se debe 2 los amos de los esclavos ¥¥2 los patrones de los siervos libertos, sobre la base siguiente 1°. Quedara pagado su exédito en 5 aos 2. Ganaca el interés anual del 6 %, 3°. Se expedirin billetes al portador y nunca se cancelarin con los vales de consolidacin[..] 5°. Se anticiparé por el Gobierno en cuenta de pago, los montos ue los propietarios caleulen neceserio. para impulsas, bajo 6 os énfasis son del aston, {9 CCONOCIMIENTO DESDE ADENTRO la administraci6n de ellos mismos una inmigracién europea ‘apaz de reanimar la agricultura de la costa.) 7. Estd expedita la accién de los propietarios para convenis en ‘mejores términos coni el Gobierno, acerca del pago de esta ddeuda, consultindose ef monto de las rentas piiblicas, la pro- tecci6n a la agricultura y el respeto al derecho de propiedad’ “La Nueva Historia’, citado por Platicén, dice poéticamente: La ley de manumision ddej6“ibrecito” al esciavo, libre de amo y cadenas Iibre de terra y abajo, Machado dice que la ley de shanumisién en Uruguay establecié que era una “deuda de la nacién” compensar a los esclavistas con “una justa compensacin", y que las pérdidas ocasionadas por la liberacién de os esclavizados fue percibida como pérdida de su “inversién”. También hablando del valor del conacimiento del pa- sado para la acci6n en el presente, cuenta cémo los afrouruguayos estan utilizando en sus reivindicaciones el conocimiento de esta verdad escondida. Este tipo de compensacién fue comin en las Améticas y en Europa, donde el propio Estado se autoimpuso una norma que lo obliga a compensar a los duefios de esclavizados. Este es uno {de es0s hilos que han reromado las organizaciones sociales de las ‘comunidades afrouruguayas en la demanda por reparaciones all Estado unuguayo, y que a la vez permite sensibilizae y concienti- zar a los afrodescendientes sobre sus derechos y la responsabili- dad de exigitios, VI. CULTURAS DE RESISTENCIA Y¥ CONTINUIDAD (CULTURAL AFRICANA Garcia define la cultura de resistencia como “un proceso dinémico donde los elementos culturales originarios se opusieron a su desapa- ricién compulsivamente planificada por las autoridades religiosas y gubernamentales coloniales 7 Bh énfasoe de aautors [RECOLOCANDO 10S FEDAZOS DE OSIRIS/RECOMPONIENDO EL ROMPECABEZAS 1. Apellidos africanos Dos miembros del Grupo Barlovento tienen apellides africanos: José Chali de Ecuador y Juan Angola Maconde de Bolivia. José Chali del Valle de Chota-La Concepcion y Salinas en Ecuador forma parte de tuna pequefia poblacién que tiene una gran concentracion de ape- lidos afticanos: Anangon6, Lucumi, Carabali, Congo, Mina, Mind y Loango, Su esposa tiene el apellido comtin de Congo. Cuando la encontré en Chota, le saludé con la frase "Hola, prima", porque yo, atiginaria de New Jersey en el norte de los Estados Unidos, habia hecho investigaciones geneal6gicas que me revelaron que el apellido de soltera de mi bisabuela era Congo y que todavia tengo primos ke apellido Congo. Sin conocernos nos reconocimos en el proceso de reunir pedazos de Osiris —pedazos de familias destrozadas y disper- sas que se re-encuentran— Segiin Molina y Lépez, en Argentina, {lla clase blanca donfnante aplicé al méximo sus mecanismos de transculturaci6n-deculturacién como herramienta de hegemonia, y la clase dorninada de las y los alicanos y afrodescendientes se refugié en su cultura como recurso de identidad y supervivencia" José Chali —siendo Chalé el apellido de familias centroafricans ‘desde Camerin hasta Angola, esta bien indicado para decienos que Ja permanencia de la cultura africana ha sido una manera de resist a la imposicién de la del opresor. El interpreta la pesmanencia de apellidos africanos como un acto de resistencia al dominio colonial fen un *'discurs0 ocilto" que remite 2 c6mo los afrochoteaos se auto- representaban (..] como personas de orixen africano y como sujetox historicos, sociales y culturales” ‘Angola Maconde, de un pais donde los afrodescendientes son po os, tiene un apellido doblemente africano, que representa las costs no solo atlantica, sino también indica, de Aftica, Angola fue el lugar de salida de un alto porcentaje de los 45% de los africanos que lle ron a las Américas desde Africa Centra] (Hayward 2002: 8), Maconde el nombre de una etnia del norte de Mozamhique y sur de Tanzani ‘conocida por su arte, sopprende en las Américas por hacer alusin i Ia costa oriental de Aitica, de lado del ovéano fndico y no Adlintio, del cual, por la distancia, vinieran relaivimente pricos afiennos, ‘Una idea bastante generalizada es que para quitales su culturs los afticanos, los esclavisas les quitaban sus nombres africanos para imponerles nombres europeos —lo que sf ocurri sistemiticamen- te—, Cuando los afficanos salfan del lugar conde ahors se ubiew el Museo de la Esclavatura en las afueras dle Luanda, capital de Angoki. se les bautizaba y se les imponia un nombre cat6livo, Lox apellidos [CONOCIMIENTS DESDE ADENTRO africanos que se les imponia en las Américas, como explica Garcia fen su inoducciOn teGrica, correspondien sobre todo a regiones lugares de salic de Ahica. 0 a apelativos étnicos generalizados que a veces ni cortespondian a la etnia original de Ia persona. Chala es fexcepcional por ser tin tpellido familiar en Africa hoy en dia. Pero inque no eran realmente apelidos de familias al principio, los ape- llidos afticanos impuestos representaban un apego a la memoria det inente de origen. ‘sin embargo. algunos afrodescendientes, es dec, los de la primera ‘generacién nacida en las Américas y las siguientes, cuando tenian Ia posibilidad, elegian un apellido espaftol para ceemplazar cl apellido Mfricano de sus padres. Como no tenian experiencia alricana, el nom- bre de sus padres puede no haber tendo mucho sentido para ellos. Marta Salgado Henriquez me envié informacién sobre una partida ide matrimonio de la iglesia de Pica, en el interior de la provincia de “Tarapaca en Chile, con fecha 03/09/1681, que establece lo siguiente ‘quel evidenciada la reciente adopci6r. de un apellido espafol por parte de un esclavo criollo, ali figura: ‘Lorenzo Seballos esclavo, hijo Ge Manuel Angola y Maria Congo” (Advis 2005: 20). Uno puede ima- ginar que en muchos casos, para los hijos nacidos en las Américas, fos nombres afticanos de sus padres debieron parecer un obstéculo cen el proceso de asimilacién que ellos seguramente percibjan como ‘su mejor opcién en una situacion notoriamente dificil Los apellidos africanos permenecen sobre todo en pueblos de alta cogcenttacidn aftodescendiente y que estan aislados de otras impo- Siciones culturales, como los casos del valle de Chota en Ecuador ¥ de los Yungas en Bolivia, 0 los de la regién del norte de Esmeraldas ten Ecuador y el Pacifico sur de Colombia. Asi lo demostr6 mi expe- riencia en Santander de Quilichao en la costa pacifica de Colombia ‘cuando, como coments’ Garefa en su introduecién te6rica, me en Contré ¢on la seiorita Mina, el seftor Biafara y la seftora Lucumi de Carabali, y senti la necesidad urgente de explicarles la geografia africana de sus apellidos, que desconocfan y que estaban felices de ‘conocer. Esa experiencia antecedio mi conciencia de que mi propia familia se lamaba Congo, y fue parte del estimulo para mis investi- gaciones genealégicas. 2. ;Un etnénimo afrodiaspérico? En Paraguay, parte del nombre de dos de las tres comunidades afro- descendientes, los kamba cua y los kambé kokué, ademas de su referencia indigena, sugiere posibles origenes étnicos y/o linghisticos ccentroafiicanos. La explicaci6n habitual es que en guaran, el idioma [RECOLOCANDO 10S PEDAZOS DE OSIRIS/RECOMPONIENDO EL ROMPECABEZAS indigena de ese pais bilingué, la palabra ham : , la palabra kambd quiere deci “negro, morocho 0 moreno”, El guarant también tiene otra palabra, bu, para dt color negro, que, segin Lizaro Medina, se usa de manera despec- ta para designar a los afrodescencientes Kamba también corresponde al etnéaimo con je al ctndnimo congolés kamba o bescuea Se aEe habla Garcia en su discusién del aporte de los congos ala cultura venezolana, Honoré Mobonds, linguista congolé dice de] término "kamba” como etnénimo: “ neni Ene los 50 gripes nics de la Repsbin de Congo, ays lana» batnbe, una de a es que compone rue eino del ong, Vivenen el sur del als en provincia de Bovent, ce ei, Madngo. snc en cami ele Cart que erm en Puna Nepal coo ance 5 decir, lo que hubiera sido un camino por el cual salieron muchos airicanos del interior para las Américas durante el comercio esclavis- tt, Mobonda agrega que “Kamba kud" quiere decir “los kamba estén aquf" 0"os kama v= ‘ven aqui" y, por eso, “la terra de los kamba’. El término "kamba” tiene varios significados segtn como se acenta la palabra, Puede ser el nombre de una comunidad o de una persona. De hecho, el creador de la miisica moderna congolesa se Ima Paul Kamba Entrevista; Walker 2005). En Angola, el pais vecino y parte de la misma rea cultural de la cual mucha gente salié involuntariamente hacia las Américas, y donde se ubica Mbanza Kongo, capital det antiguo teino del Congo, ssegiin la diplomatica angolefa Delfina Cordeiro do Nascimento, Ja palabra "kamba' es un término muy usado en kimbunda, kikon- 0 y umbundu, las res lenguas principales de Angola y también fen casi todas la otras lenguas nacionales. Kamba se traduce por “una gran amistad’. Se usa en kimbundu en las expresiones: aam- ba dia muenbo (mii amigo de la vida), Ramba dia musima (mi amigo del corazén), kamba dikanba (mi gran amigo), kamba dia ‘kid (mi amigo de verdad) (2010). Desde una perspectiva affogénica, se podria preguntar: seémo ppudo generalizarse un etnénimo afrcano 0 un término que expres ‘una gran amistad” al punto de designar a una comunidad aftodes- cendiente en las Américas? La primera posibilidad puede ser por 53 54| CONOCIMIENTO DESDE ADENTRO simple demogeafia, Puede ser que en un grupo de africanos que se encontré esclavizado en el alto Rio de la Plata, habfa una con- ‘centraci6n de personas de la etnia kamba, y que los esclavistas y/o indigenas generalizaron este nombre para designar también a los otras africanos de otras etnias, como Garcia dice que ocurrié a la salida de Aftica 1a hip6tesis linguistica sefiala a que personas de varias etnias ane golefas se encontraron juntas durante Ia espera en la costa afficana y/o en la terrible travesia ocednica que podia durar meses y, como los. seres humanos necesitan una estructura socio-cultural para onganizar sus relaciones, y como estas personas habian sido arrancadas de las estructuras que conocian, tenian que crear nuevos escenarios para sobrevivir como seres sociales, Sin los vinculos familiares y étnicos que les habian unido, tuvieron que crear nuevas formas de solidari- dad. Uno puede imaginar que un grupo de personas que habia so- brevivido colectivamente a una serie de experiencias tan traumatizan- tes escogiera una palabra que elas tenian en comin para expresar esta reorganizaci6n a partir de nuevas amistades. No podian ya decir tal o cual persona es mi madre, padce, hijo/a, abuelo/a 0 sobrino/a, porque no tenfan més estas relaciones huma. fas. Sélo podian decir, tal vez “hamba dia muacima’, “es mi mejor amigo", que también implica: “con quien sobrevivi lo inimaginable”, Estos “amigos” tuvieron que reconstruir nuevas identidades persona. les fundamentadas en crterios nuevos, en el contexto de estructuras sociales recreacias en base de memorias afvicanas del pasado y expe- iencias comunes del presente american, En cualquiera de los dos casos, 0 en ambos, porque no hay in- ‘compatibilidad, la hipétesis ¢s que la palabra “kamba” se aplica a los afroparaguayos no porque les designaron asf los indigenas guaranis con una palabra de su idioma, que ya tenia otra palabra para desig- nar el color negro que se puede aplicar a gente. La propuesta es que “kamba® fue una autodesignacién de parte de los affieanos con un ‘érmino que continta mapeando sus origenes. Como en Paraguay el nombre de lz miscara “kamba ranga” quiere decir “rostro de negro", se puede especular que la palabra “kamba” puede haber entrado en ¢l idioma guarani del nombre africano de estos “rostros negros", Es decir que en vez de imponerles a los africanos un nombre que provenia de una palabra de su propio idioma, los guaranis incorpora- ron en su idioma el nombre por et cual los africanos se llamaban entre sf como término étnico 0 para saludarse, como "Hola, Kamba/Hola amigo’, expresién que probablemente se escuchaba con frecuencia, En vez de sex una imposicién de otros, kamba represeniaria una ‘continuidad de una identidad propia. Un ejemplo comparativo que [RECOLOCANDO 10S FEDAZOS DF OSIRIS/RECOWPONIENDO EL ROMPECABEZAS apoya esta hipétesislinghistica viene de Ghana en Africa Occidental Alli la comunidad-de los descendientes de los afrobraslehos libertos que volvieron al continente de origen de sus antepasados en el siglo XIX se llama Tabon, palabra que viene cle una manera de saludar Y responder en portgués brasleRo “{8s) hom? (Esha bom? (Ver Simpson 2004: 31-32): "{Esté bien? Esta hien’ 3. Gastronomia tro elemento de cultura africana que perdurs a to largo y anche de las Américas es la gastronomia, como sugiere Garcia cuando dice que se podrian encontrar huellas de “muestrs etnogénesis” en Ja comida. Esto no debe sorprender, dada la importaneia de la co mida como expresion de la identidad cultural de un pueblo. Un alimento que se traia de Africa en barcos negreros para alimentar los cautivos durante la travesia eran los files. El frijol, que se lla ma wandu en la lengua kikongo de los que descienden del antiguo Reino del Congo en Africa central, sigue alimentando a los afrodes- cendientes y otros en las Américas y su nombre continua recordain~ do su origen, En el valle del Chota en Ecuador, donde, adem ce encontrar el apellido Congo, reconoci el sabor familiar cuando Iii invitada a almorzar, se llama guandul. Asi se lama también en | Repiblica Dominicana, en el Caribe; gandud en Puerto Rico, tai bién en el Caribe; v guandii en Panamii.en América Central. Ea un: alusién a su provenencia geogréfica, en Martinica se le llama, en ki lengua créole, pua dangol (rijol de Angola), y en Haiti, pra cone Grol del Congo). (Otro alimento cuya identidad africana permanecis en las Amévieis desde Argentina hasta México es el mondongo, que ¢s mas conocils ppor ott0s nombres como locro en Ecusdor y menudo en México eto sin perder el nombre de mondongv, Es un plato hecho con la panza bovina’, cuyo nombre viene del idioma kimbundo del reine ck Ndongo en Angola. Cuando lo comi por la primera vea, en Buenos Aires, y pregunté cul era su origen, un argentino me dijo que er “puro castellano”. Si fuera asi, zpor qué tendria un nombre kimbundo, fen vez de llamarse algo como “callos a ki maclrileisa"? ‘Molina y Lopez dan una respuesta En las comidas afroargentinas, siguiende el proyecto de iavisi- bilizacién, el aporte afro no esti reconocido, Se kis denomina 8 En Boa el mondongochogusiqucho x hace mls pan beni, so pee came de pete. y selma "a de paar, qe comesponc merlot en ats i LCONOCIMIENTO DESDE ADENTRO comidas trdicionales*.quitanco a las afroxrgentinas el valor de su inveneiGn y todo lo que €50 conlleva, Nosotros tomamos en cuenta que ea la époct colonial y buena parte de la republicans, as cocineras eran africanas © alrodescendlientes. a mayoria Estos elementos gastrondmicos, sobre todo en compaiiia de los ape- tidos Chala y Congo en el valle de Chota, aluden, como dice Garcia dle Venezuela, 4 una presencka importante Congo de Africa Central en ‘el mapeo afrogenico de las Américas 4.Toponimia 1a toponimia de algunos paises americanos también contintia ha- Gendo alusi6n a Africa, Me di cuenta de este fendmeno en Ia region fle Veracruz, en la costa caribefia de México, donde visité pueblos {que se liaman Matamba, un lugar en Angola, Mozambique, el pats, } Mandinga, una etnia africana occidental. Parte de la historia de jai familia Congo ocurrié en un lugar en él estado de Delaware, en las Estados Unidos, que se Hama Angola. Y en Chile se encuentra te Calera de Tango y en Arica se encontaba.el barrio afroarique- tho de Lumbanga, “el espacio donde los afrodescendientes pudieron dar tienda suelta a sus expresiones artistcas’. El la costa pacifica tde Colombia, Platic6n habla de Tad6, nombre de un lugar en Togo ton Aftiea Occidental y Chali dice que al Rio Chota le llamaban los prigieros moradores afrochotedos, Rio Goangue, aludiendo al Rio Cunngo o Kwango en la Republica Democratica del Congo y Angola cen Africa Central 5. Espiritualidad —afrocatoticismo ‘Ademés de las razones puramente econémicas para la esclavizacion Ge africanos, el teino catdlico de Espafa justificaba su trato inhuman le ottos seres humanos en el deseo de salvaries el alma a través de Ia cristianizaciOn. Los afticanos fueron obligados a adoptar practicas atdlicas —0 en algunos casos decidieron hacerlo—, y en el proceso tanformaron el catolicismo. En Perd, a mediados del siglo XVII, un lIngoteno pints en la pared de ‘a sala de Is hermandad de los angolas ‘ina imagen de Cristo, que vino a ser cansiderada milagrosa por la jpoblacin limefla, Ahora se le llama el Setor de los Milagros y es ¢l patron de Lima y del Peri, para quien hay una fiesta anual que atrae a decenas de miles de personas. En la mayoria de los casos, los africaros y afrodescendientes for- zados a ser cat6licos africanizaron e!'catolicismo que practicaban. [RECOLOCANDO (0S PEDAZOS DE OSIRIS/RECOMPONIENDO EL RONFECABEZAS Molina y Lépez dicen que el catolicismo de los esclavizados en ‘Argentina fue orieatado por los curas hacia dos santos afrcanos, San Benito de Palermo y San Baltasar, el rey mago afticano. En Uruguas Sean Michado, San Bento era venerado por afrodescendentes, ‘Angola Maconde dice que en algunos pueblos yunguetos, les afr. bolivianos tocan sus cajas balan la saya para este santo afficano. En Paraguay los kamba cud son conocidos por la festa anual en henor 2 su patrono, el Santo Rey Baltasar, a quien festejan con ritmos de tambores, cantos y bailes. Garcia, en su capitulo te6rico, sugiere que se comparen Jos elementos comunes de las eelebraciones de San Baltasar, el Rey Mago aticano, en Argentina y Paraguay, y d= Santa ESgenia, procedente de Etiopia a mediados del siglo XVI, en Venezuela, Peri y Brasil, También debemos estudiar el proceso por el cial San juan Bautista y San Antonio, santos Blancos catlics, fueron africanizados con simbologis, cantos, danas y tambores de ori ‘gen afrcano, como es evidente en ls creaivdad de! surgimiento| de San Juan Congo en Barlovento, Venezuela Debido a su papel de protectors de los africanos y afrodescen ientes en Argentina, Molina y Lépez dicen que la Virgen del Rosai, de origen meditercéneo, es llamada en Cérdoba Nuestra Sefiora de los Negros y Mulatos o Virgen Mulata, y en otros lugares la Virgen Morena, aunque sea en realidad de tez blanca. “ Garcia caracteriza como acto de "cimarronaje intelectual el nC i tual" el hecho en ol espacio religioro dominant {/] lay lo# afseanat es clavizados, al ser obligados 2 asumir la simbologia dominante, lincorporaten) elementos religiosos orginarios expresados en nombres de seres divinos,instcumentos musicales, cantes, dan- zas que escapaban al imagiaario occidental. Ast, vemos que la fiesta afrocatélica de San Benito en Venezvela empieza con ua golpe dei tambor chimbanguele lamado aj. Deidad de origen de la etna fon de Is actual Republica de Benin, af es hijo de dos deidades, Mahu y Usa, que habtan en et lago de Abomey {Aé Fue wasladado por los esclavizados fon hacia el Estado Zulia, 4 la cegion del sur del lago de Maracaibo, Entonces cuando San Benito sale de la capilla, 1s afrodescenclentes le gitan a coro “Aje-Benito-8e™ Del afro-catolicismo del Pacifico Colombiano, Platicén dice 7 ‘CONOCIMENTO DESDE ADENTRO [tos eselavizados convirtieron a los seres seificosy a las vingenes «en abogados de los hombres; os adoraron en plan de festa, inser- tendo en et sito ls dicoromia sagrado/profano, puesto que llevaron su fervor a un espacio social y piblico. En otras palabras, los baja- ron de su pedestal sagrado y les imprimieron, en su adoracién, ale- sa, jolgoco y un fuerte vinculo de unin fraternal; los sacaron de las iglesias, los llevaron por los vos, «la pues publca y hasta a sus ‘casas, Sin abandonar la parte sacra que los coloca como interven {ores entre el dios cristiano y ellos, los fueron humanizando al cele- bar de manera profana la proteccion que éstos les brindaban. [J Hay un trato amistoso y amoroso con el santo 0 la virgen, como ssucede en Quibd6 (Chocs) con San Francisco de Asis, quien es Iamado con mucho earifo “San Pacho', [J Desde tos primeros anos, la celebracion del dia patronal se con- virtis en la festividad mas grande del lugar. En un comienzo, esa celebracién tuvo un carfcter sagrado en el sentido de conmemo- tar, recordar y homenajear al santo. [.) En la actualidad, al cardcter sagrado de esta festa se le surna uno camavalesco ..) (El bailey Ia fiesta se convierten en un medio paca reclamar mejores condiciones de vida. Aunque no conste en el capitulo sobre el pais, Peri es donde na- Gi6 el primero y nico santo afrodescenciente de las Américas (hay también cristos y virgenes afrodescendientes), San Martin de Porres (1579-1639), conocido sobre todo por ss curas milagrosas. Se le fes- teja el 3 de noviembre en la pequefia isla de Canchimalero en el norte de la provincia de Esmeraldas en Ecuador, en una fiesta mayor a la de su tietra, Los afroesmeraldefios quieren mucho a San Martin no s6lo por ser milagroso, sino también por ser afrodescendiente como ellos En esta regién de transporte por rios y mar, San Martin salv6 del naufragio @ una sefiora que inauguré la fiesta que hoy en dia atrae a miles de personas a Canchimalero, isla de s6lo algunos cientos de habitantes, La fiesta empieza con una procesin ribereita de las co- ‘munidades hacia Canchimalero de balsas adomadas, en las cuales los devotos tocan tambores, cantan y bailan para el santo. Después de tuna misa al aire libre, con musica sagrada bien animada y bailada, la hhesta se hace profana, con mtisica popular y mucha salsa Salgado Henriquez. habla de la festividad anual de la Virgen del Rosario de las Pefias —de la que la mayor parte de los afroariquefios son devotos— en Livilear, en la precordillera del valle de Azapa. Se [RECOLOCANDO 10S PEDAZOS DE OSIRIS/RECOMPONIENDO FL ROMPECABEZAS cata de una de las expresiones religiosay mss importantes del norte chileno, Unos 25.000 pesegrinos legan para cumplir con sus mandas y solictar favores. ‘Durante los tes dias de Ia festvidad, desde la madrugada hasta la medianoche, balan con energfa las cofrudias danzantes, especial- mente los llamadas bales morenos. “Los moreno” com agrupacio- nes religiosas cuya danaa se remonta a la &poca colonial del Alto Pend, actualmente Bolivia, como consecuencia de la introduecion de esclavizados afticanos. Semeja una parodia de la eschwited y su ritmo evoca el pesado compas del caminar de los esclavizados en sus largas travesias por los Andes, desde la costa hasta el altiplano. Los aftodescen- dlientes bailan el paso moreno elegantemente, sin movimientos livianos y de prefetencia en flas paralelas, con sendlas matracas fen sus manos. liscasamente rompen la sincronia, relegando # desorden y la divergencia decorativa pars los dunzantes que tie> nen 2 su cargo la percusién de tambores, La africanizacién mAs flagrante del caolicismo ocurti6 en Curiepe, cen la region afrodescendiente de Barlovento en la costa de Venezuels donde se festejaa San Juan Congo, e! santo mula filico. Gareia dice, “EL falo es una caracterstca de las imagenes congos, Ia cual creemios fue reproducida en la imagen de San Juan Congo. A este santo terre- nal de Curiepe, al igual que a San Juan Bautista se le acompaia con Ja tonada ‘malembe, malembe, malembe no mds’ ”. Malembe es wns palabra de varios idiomas bantis de Aftica Central, que se traduce por “ealma",“despacito” ‘VIII. RESCATANDO LA CULTURA, CONTANDO(SE) Y CONSIGUIENDO DERECHOS Sobre la Organizacién No Gubernamental Oro Negto de Afrodescen- dientes Chilenos dice Salgado Henriquez: entre sus principales ob jetivos estén “lograr el reconocimiento politico y social de los afc descendientes de Chile” y “rescatar y difurslr ls raices culturales de Jos afrodescendientes". Lo mismo se puede decir de los otros grapes afrodescendientes cuyos lideres eseribieron su historia en-este lib ‘Quieren rescatar y conocer mejor su cultura, quieten que sea rec focida por sus contribuciones a la naciOn, y quieren beneficirse con todos los derechos de ciudadania que merecen, Para salir de la invisibilidad, las comunidades afrodescendientes quieren llegar, en el sentido figurativo, a ser tomas en cuenta, asi ‘CONOGIMIENTO DESDE ADENTRO como en el sentido literal. Angola Maconde dice que los afroboli- vianos suffieror una “muerte estadistica” por no ser una categoria dle ciudadanos tomados en cuenta en 21 censo, Como reaccién a no ‘et tomados en cuenta, los afroparaiguayos realizaron su propio cen- so y ahora tienen una base estadistica detallada pata sustentar sus pedidos de lt inclusién en las instituciones del Estado paraguayo. El Gentro de Desarrollo Etnico, CEDET, institucién afroperuana dirigida por Oswaldo Bilbao. no creyendo que las estadisticas del gobierno representaban correctimente a los afroperuanes, organi26 su propio terso y devermind que la importancia numérica de los afroperuanos ten la nacin es mucho mayor de fo que expresa el gobierno. En el proceso de realizar el censo, los afroparaguayos también re- solvieron el problema que Garcia sedala sobre el desconocimiento aque las comunidades afrodescendientes tienen unas de las otras en et tismo pais. Los lideres kambé eu conocieron a las otras dos comuni- daules desde el principio del siglo XX1, debido 2 estar involucrados en el proceso onganizativo diaspérico que les incté a descubrir a las otras. Realizar el censo les dio la posibilidad de acercarse més para conocerse ‘mejor, de formar una comunidad mayor para realizar actividades con- juntas en beneficio de las tres comunidades, y también de representar 2 todos los afroparaguayos en sus relaciones con el Estado. ‘Una tietica que muchas comunidades afrodiasporicas estin utili zando para visibilizarse y para reforzar su sentido de identidad, es busear en su pasado elemtentes culturales que las definen y que pue- iden ayudarles 4 destacar su presencia histérica y presente. Machado fla al actor activista afronorteamericano Danny Glover, quien dijo: “Es necesario conta la historia de los pueblos de tal manera que los nueva a la accibn’. Por eso, dice Machado, la reconstruccién de nuestra memoria colectiva ¢s necesaria para {que podamos conformar el fururo Ee nuestras comunidades con soporte fimies que permitan una lucha clara contra el racismo y 4 favor del desarvollo integral, partiendo del uso de la experiencia ‘acumulads por las poblaciones y comunidades afrodescendientes. Bilbao y Nori Julca cuentan que “fels en las tikimas décadas que el interés por los estucdios hist6ricos de los afrodescendientes se ha incrementado sustancialmente” y que un factor al cual se puede atri- buir este interés es ‘lla incidencia de las organizaciones aftoperuanas cen los espaces publicas con reivindicaciones y una probiematica specifica’. Fue asi en los Estados Unidos cuando el activismo de Jos estudiantes africano-americanos estimuld a las universidades a inciuir nvesttas realidades al interior de lo que se consideraba como RECOLOCANDO 108 FEOAZOS DE OSIRIS/RECOMPONIENDO EL ROMFECABEZES conocimiento digno de ensefar en la academia. Ahora forma perte integral del corpus intelectual. El valor imprescindible del autoconocimiento se expres: muy.bién encl ejemplo que Bilbao y Mor flea dan en too al cornea corregido de un elemento de la historia afroperuana, Dedido al acce- 50 la informacion correcta, se mocificé la perspectiva y consecuen- te acci6n de parte de los afroperuanos. Respecto a la idea Ze que los afoperuanos fueron pasivos frente a la esclavited y no lucharon para cemanciparse, explican cémo el libro Agentes de su propa libertad Aguirre 1995), cuyo titulo describe muy bien el contenido, ‘no sélo ha implicado un cambio sustancial en el enfoque de la paticipacida de fos esciavizados en el proceso abolicionist, sino ‘que ha servido de sustento a las organizaciones afrodescerdien- les en sus citicas a los paradigmas educativos, ¢ incluso en los ‘cuestionamientos a determinados fconos histéxicos, ‘Una caracteristica que las comunidades afrosudamericaaas tienen fen comiin es que estan “rescatando su cultura como alzedescendien- tes", En el deseo de asimilarse ¢ integrarse con el fin de beneficiacse de los derechos de la ciudadania, estas comunidades habian dejado de practicar tradiciones de origen africano que eran comporen:es importantes de su identidad. Hoy en dia se dan cuent: de que un elemento de su cultura que es fundamental para definie y ceflejar su idenidad es, en muchos casos, formas de musica y baile que no han lvidado sus origenes africanos, como la saya de los afrotolivianos, Ja tumbe de los afrochilenos, y el candombe de los airouruguayos, afroargentinos y afroparaguayos, cada uno con estilo propio. Como Bane cel rescate cultural, esas comunidades han esd usando su ‘isica y bailes para manifestar y visiblizar su existencia ttcidad caltral como manera de hchar para ocupa: u espace ¥ conseguir sus derechos en la,nacién El pionero cubano de las investigaciones de la aftiani pais, Pemando Ort, reconoce que 2 cil tas oa ann cn st ae le mi cs ae par algo scalmentetascendena Tee un Ge fot cles, ona sein oa green Noe ea de “divertnt a masgen dela vida colon, es precsanene Una extn vertn de toda avd en ss momento ace eles, ea que no so dice, misc que hae, para leva 1a genes por el xno del vide y no prs dsvaas de 5s funconscominanentc humana (1985 82), 62 CCONOCIMIENTO DESDE ADENTRO En Chile, la uitima vez que una comparsa afrodescendiente apare- ci6 en pilblico en Arica fue en 1530. Los bailes tipicos de los afrodes- cendientes desaparecieron de las calles y se transformaron en fiestas caseras. Citando a Wormald (1968), Salgado Henriquez. dice que “lI 08 bulliciosos bombos dieron paso a la guitarra y esporidicamente al ‘ai6n, y poco a poco, el tumbe se fue apagando hasta desaparecer’. Continua que, “Inlo obstante, el 6 de enero det afio 2002, después de décadas de silencio, el tumbe se volvi6 a escuchar por las calles de Atica, gracias a la creacién de la comparsa ‘Tumbe Carnaval’ de la ONG Oro Negio de Altodescendientes Chilenos”. Los kambé cus del Paraguay uiilizaron su cultura para visbilizarse ¥ conseguir los derechos de propiedad de su tierra, Formaron un al de musica y danza —fundamentado en su esti- in_con tambores y bailes a su santo patrono, el Rey Baltasar—, que participa en especticulos en todo el pais y en el ex: tranjero. Gracias a esta visibilidad artistica, la comunidad fue declara- a “de interés cultural” por la Direccién de Turismo, lo que estimul6 al Parlamento del pais 2 otorgaries la propiedad de una porcién de sus tierras ancestrales, que llevaban décadas intentando recuperar. ‘Ademas, utilizaron su autoconocimiento para ayudar a las otras co- ‘munidades afroparaguayas a conocer su propia historia y cultura, el papel de las expresiones musicales en la vida aftoboliviana, Angola Maconde dice. Bn los Yungas la cultura de expresiéa era la cozriente de in- tegracion més importante en la vida colectiva de las haciendas esclavistas y neoesclavistas. En las ciudades, a partir de 1988 lead a través de las cajzs y voces, Ios affobolivianas comenzaron 2 identifcar a la comunidad con si propia cultura y 2 contar su historia a la sociedad con voz propia Nuesira cultura de expresin no existe solo para mostrar las apt tudes que tenemos los afrodescencientes para el baile La gestiGn ‘que se viene realizando con ella es hacer ver que el alzodescen: dente, en cada espacio geogréfico en que ha estado inmerso en diferentes momentos hist6ricos, ha aportado al conjunto de la naci6n. La cultura de expresién es el elemento mas repsesentative que ha resistdo a los azares de Ia historia hasta hoy. Se ha con- vertdo en carta de presentacién cue nos ha permitido transitar ppor los cortedores del espacio sovial y realizar gestiones en el 2007 en Sucre en as 21 comisiones de la Asamblea Constiuyente, Como resultado de la gestin, estamos representados en los af ‘clos 3, 32, 100 y 395 de la Nueva Constitucion Politica del 7 de febrero de 2009. [RECOLOCANDO 10S PEDAZOS DE. OSIRIS/RESOMPONIENDO BL ROMPECABEZAS IX. CONOCIMIENTO AFROGENICO ¥ ACCION LIBERTARIA Una expresi6n brasilefia dice: “conversa de branco, negro nao entra” La historia panamericana ha sido una "conversacién de blancos" en Ia cual los afrodescendientes s6lo entraron como objetos de uso, no ‘como protagonistas. E] Grupo Barlovento esta invadiendo esa conver- sacién de blancos sabre los negros, reubicando la posici6n epistemo- ogica de los afrodescendientes de objeto a sujetos; Garcia dice: ‘Cuando proponemos la necesidad de construir una afroepistemo- Jogi, esto significa una ruptara con ese conocimiento estructura {do sobre nosols, ya que es un eonocimiento cuestionado que ‘oculté el potencial de nuestras conuibuciones a la aklea planeta fia, no sélo a las Américas, sino a toda la humanidad, Ese cono- cimiento manipulado que buscé por tos los medios denigré® las inteligencias histénicas de las diversas civiizaciones afficanas secuestradas y tasladadas a dliferenies Iuyzses de América por la via de la trata negrera, Hay un enfoque epistemoldgico occidental _que nos pasea por diferentes auiores europeos desde que ellos se autonombraron productores vialicies de los conocimientos “un versales", Esas mismas que argomentaron “cientificamente” que nuestros ancestros afrosubsaharianos no tenian flosolia, eligin, técnicas de ingenieria, convivencia ni dominio con la naturileza, un sistema religioso que diera sentido a la vida y a la muerte Bs0s mismos definieron lo que es y n0 es conocimlento, lo que &s no es ciencia y quién posee y no pose conocimiento y cient Platicén afirma desde la perspectiva de su “territorio ignoto”, que Mos afropactficos, duetos de una memoria colectiva histGrica ‘caracterizada por la resistencia ¢ insumisién de sus gentes, n0 puede ni debe doblegarse ante quienes fa han banalizado, Bl Pacifico Colombiano no ha de seguir siendo un tesitorio igno%o, debe por el contrario volcarse a mikar los demtis aciores ela sociedad con horizontalidad, sin inermeciaciones que tery sen su cosmovisién. Por tal motivo, comenzar a persarnos clesle dentro n0s.ha de llevar a edificar ua ssber propia superindo los paradigmas esencialistas, las resresentaciones vurocéntn las asignaciones de identidad por parte uel otro y. sobte todo, deconstruir las'estructuras opresivas que se internalizaron en Inuestras mentes ¥ que por aos nos impidieron dejar aflonur nnuestras subjerividades. os 64 ‘CONOCIMIENTO DESDE ADENTRO José Chi la siguiente manera: ‘Ubies occidente en su: memento histérico a la “raz6n" en un pe- desta, con funciones totalizantes, Esa concepcién reduccionista facili’ el ateopello de las culturas no-cecidentales, invisibilizin- dolas, ovulténdolas en nomare de la "raz6n y la ciencia"; ocul- indo a los llamados “sin-raz6n, a los “otros”. Entonces, desde la “afroepistemologia’,entablaremos un didlogo abiesto de la raz6n, ‘con la razén y el conocimiento. Desde este escenatio, por fin, mi- rémonos entre iguales y conversemos con nuestra propia voz, elt sinando esa odiosa prictica de acci6n “ventflocua” en la que los ‘que se autoinvistieron con la "razén" hablan y actdan en nombre de los “sin-razén’, profundizande el imespeto y las inequidades, teproduciende la colonizacisa y el racismo. Expresa ademas Entonces, desde ls “alroepistemologia", le contestamos a occiden- te: el llamado no-conocimiento es conocimniento que ha posibilita: do la convivencia integral y aménice de los seres humanos, entre cellos y con la naturileza. El generar conocimientos desde nuestro contexts sociocultural y etnahistrico con vision critica nos pos- 4+ bila confrontar esa “ra26n sccidentalocéntrica-totaitaia’ Y afirnma a su vez que Somos nosotros, los alrodescendientes, quienes debemos validar y legrimar nuestros conocimientos ancestrales ¥ contemporineos Y vivir plenamente nuestras pricticas socio-culturales, cimentan- do nuestras identiddes multiples, restableciendo y legitimando socialmente nuestro see afrodiaspérico —el conocer, el hacer y el saber hacer— descle nuestias rezerentes historicos, simibélicos y mitcos, determinados en la praxis socal Chala ve en este aprendizaje un motivo para la accién [all reapropiamas de nuestros conocimientos, hablaremos con voz propia. Eso sobre la hase de la revitalizacion de nuestra memoria hisérica colectiva mediada por nues:0s cuentos, mito, creencias, nisicas, prcticas religiosas y ritales, expresiones corporales de \é tambign reconoce que otros se han autodeterminado duenos del conocimiento con el derecho de definir la realidad y con- tar la historia de todos, y contesta a esta perspectiva eurocéntrica de [RECOLOCANDO 108 FEDAZOS DE OSIKIS/RECOMPONIENDO EL ROMFECABEZAS 4a danza [..J. Bs decir que nos estamos encontrando con nuestras hherencias culturales ancestrales, las que dan sentido a nuestras Vidas en el presente, con proyeccin al fuaso préximo ¥ lejano, ‘Machado también afirma que la sabiduria tradicional representa da en lo que Chala llama los “discursos ocultos", puede brindar un conocimiento y servir de guia para motivar al accién en el presente. ‘Alla vex sostenemos que las comunidades han ocultado valores fundamentales que constituyeron los insumos de un sistema de resistencia, que permitieron la sobrevivencia en un proceso com- tinvo, profundo, productivo y autogenerativo que atin hoy hace ue los afroamericanos construyan nuevas alternativas para in-

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