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a de la historia | la Histori trave 8 de IS protagor entro: a editor Fano sa Miguel de Amilibia LOS i Nt Hey — Sey Dee eee Ue ere eae uC cue cn Gee a Ja regencia de doa Maria Cristina se forja, gracias a las campanas ia mayorla de Alfonso, bajo ta Doe) eee ca Eee nei co Pree ee nC ne Senet ee ce una Serer nn a Ue ee Pe a ere a uaa eco Cee es eu acer Ce en ee uu Seige eee Sec EN Me esta) Cen Cenc! nombré al principe Juan Carlos Peeters cee meu Pegs coon eee atta elicd mas estable y democratica que Pe ees Preeti Erected es ao] raed pao) aon par Seas part ra ciel 5 Einstein Pate Pre rey a Part peor) Pewee eres 3 iter racic ca Par 3 Stain Pato arin) Pad a cas rami aot beat Eaten eect aad = bean 5 ee healt eee enn Se een Bese ttne tie tt) Rea eee Reena heey toaiy Pen ea prac tacaaed Peet eee ete ry eed es pesie ca eed ory pare [onercenkr EPS pens 1892 Nace el 4 de diciembre en El Fersol, ca beza de departamento maritimo, Francisco Franco Bahamonde, 1898 Espafia es derrotada en Ia guerra hispano- nnorteamericana. Pierde sus iltimas posesio- nes de ultramar: Cuba, Puerto Rico, las Filipinas. 1907 Después de cursar sus primeros estudios fen El Ferrol, Franco ingresa en la Aca demia de Infanteria, con sede en Toledo. 1910 Franco recibe su despacho de alférez 0 segundo teniente. Es destinado al Regi ‘miento de Zamora N® 8, de guamicién en El Ferrol. 1912 Tras pedirlo con mucha insistencia, Franco obtiene su traslado a Marruecos. 1912-16 Primer periodo “africanista” de Franco, Oficial en las tropas moras de Regulares. Es herido en el combate de Biutz. Ascien- de por méritos de guerra a capitin y co ‘mandante. 1917 Declarada en agosto una huelga general revolucionaria en Espafia, Franco, de gui nieién en Oviedo, participa en la represién el movimiento en la cuenca minera astu- 1920 | Gomienza el segundo periodo “marroqui” de Franco. Organiza con Millan Astray el ‘Tercio de Extranjeros, lamado también la Franco Miguel de Amilibia de guarnicién en Oviedo, Franco ‘matrimonio con Carmen Polo, de conocida familia ovetense. 1923.26 Ascendido a teniente coronel, Franco ini cia su tercer periodo “marroqui”, al frente del Tercio. Espaiia y Francia emprenden ‘operaciones combinadas contra Abd-el-Krim, Franco, a-las drdenes del general Sanjurjo, desembarca en Alhucemas con legionarios, regulares y tropas moras, Abd-el-Krim se entrega a los franceses y Marruecos queda “pacificado”. Franco obtiene ceensos a coronel y brigadi a Madrid, Es destinado 1927 El dictador Primo de Rivera nombra a Franco director de la Academia 1 Militar, con sede en Zaragoza, 1981 ‘Como derivacién del resultado de unas elecciones municipales, se prockima la Re- iblica en Espaiia. El rey Alfonso XII y su familia parten al destierro, Franco acata las nuevas autoridades. 1934 El “bienio negro”. Ya como general de Visién, Franco es nombrado por el ministro Gil Robles jefe del Estado Mayor Central Como tal, dirige la represién del levan- tamiento izquierdista de octubre, pa larmente cruenta en Asturias, 1936 Triunfo del Frente Popular en las elec cciones de febrero. Agitacién y conspira ciones en Espafia. Levantamiento “nacio. nalista” de julio. Franco, con destino en las Canarias como comandante general de las islas, se une a los alzados, se traslada en un avién a Marruecos y’se pone al frente de las sublevadas tropas del Protec- torado, 1936-39 Guerra civil espafiola, Franco es nombrado Jefe del Estado y Comandante en Jefe de la Espafia nacionalista, Es ya el Gee neralisin Caudillo. EI 1 de abril anuncia triunfalmente que “Ia guerra ha tee minado”, 1939 Comienza el 1° de setiembre la Segunda Guerra Mundi 1939-45 Franco proclama que Espafia es “no be: Higerante” y no oculta sus simpatias por Bje. Se entrevista con Hitler en Hen- daya y con Mussolini en Bordighera, En 1041, envia la Divisién Azul a Rusia. Se organiza el estado franquista, con la Fax lange, luego el Movimiento, como partido linico. Los veneidos de la guerra civil son sometidos “a durisima represién; la opo- sicién queda virtualmente exterminada, Son los “ails diffciles”. En 1945, Franco de- lara que Espaiia es una“democrucia or: ginica”. Condenado en Potsdam y por Jas Naciones Unidas, el régimen se refugia fen la antarquia 1946 Comienza un largo periodo de paz” 1950 Espafia comienza a salir de su autargh y su estancamiento, jerten a Espafia en alia- da de Estados Unidos. Franco accede al imiento de bases norteamericanas en suelo espaol 1959 Estabilizacién entre dos periodos de gran desarrollo econémieo, 1963 A medida que entran en la vida las nue vvas generaciones, se sxtiende en Te Tlamada “oposicién clandestina” al ré igimen de Franco. Incluye a muy diversos de la sociedad peninsular co somete a sancién plebiscitaria, en referendum muy discutido, Ia ley or- ca del Estado, aprobada antes por sus Contes de Procuradores. co reine a sus Cortes en julio y les Gouncia que, en uso de sus atribuciones no Jefe de! Estado, ha designado como “fs sucesor a Don Juan Carlos, nieto de “Alfonso XIII, En el momento oportuno, Don Juan Carlos, designado Principe de Espatia, ser proclamado rey de los es Seri una “instauracién mondrqui- GH", ajustada a las normas del régimen. sho wna restauracién isto {La “oposicién clandestina” sigue extendién- ose. Sonido proceso en Burgos contra un ‘de vascos, miembros de ETA. Es- ‘ado de sitio en toda Espafia. Actitud desa- “fiante de los procesados. Seis condenas a fewuerte. Protestas en todo el mundo, Tras Tana bien organizada concentracin de adhe- “Sin al Caudill, éste conmuta el 80 de SGiciembre as penas de muerte por otras a Tirgulsimas penas de prision. asi deereta que, en Tos casos de ausencia 0 “enfermedad del “generalisimo”, los pode- Tees de gobierno serin ejercidos por Don Jown Carlos, principe de Espatia “as72.1974 ‘extendiéndose la oposicin al regimen, 1972— de la nieta del Caudill, Geimen Martinez-Bordi Don Alfonso de Borbén y Dampierre, nieto “Be Alfonso XIII, Atentados. En uno de “lls, tomere en Madrid el almirante Luis ‘Carrer Blanco, jefe del gobierno. Es su ‘eed én este cargo por Carlos Arias Na- erro, antiguo fiscal. ETA se jacta de la Sin” del almirante. Estado de ex “cepciin ¥ tigores represivos en toca Espa. BI fin de Ix dictadura portuguesa y la Sim del Sahara erean nuevos problemas ‘eégimen. Un coigulo obliga a Franco @ 'y a ceder provisionalmente Tos ‘de gobierno a Don Juan Carls. 'y expectativa generales. El Caudillo Trepone y vuelve al mando. Signos de centre los militares. desde La Conuia, donde Franco ‘se prociama la durisima 2 muerte, Franeo entre“ protestas, hhuelgas, manifestaciones, cchoques y victimas en muchos Iugares. El ‘“generalisimo” no cede.” Ni ante Tos pedi- dos de clemencia de Su Santidad. EI 23 de setiembre, son: fusilados dos miembros de ETA y tres del FRAP. El 21 de octubre, ‘se anuneia que el Caudillo esti. enfermo. Larga y aterradora agonfa Muerte de Franco a las 4.40 del 20 de noviembre. ‘Sus restos sof sepultados en el Valle de los ‘Caidos. El 22 de’noviembre, ‘a las 12.35, Juan Carlos de Borbén y. Bor- ‘bén es proclamado rey de Espafia. Comien- 2 Ia ert posfranquista. jFranco, Franco, Franco! Cada cual —pontificé el filésofo— es uno ‘mismo y sus citeunstancias. Nadie puede ser separado de su “contexto” 0, dicho en términos mateméticos, del complemento del ‘conjunto al que perténece. Como esto. es algo tan cierto que casi parece una pero- grullada, cuando se nace, fijado ya de modo irrevocable el entrelazamients. gené- tico, el 4 de diciembre de 1892, en la ciu- dad gallega de El Fervol, capital de uno de los tres departamentos. maritimos que hay en Espaiia, como hijo del contador de fo Nicolis Franco Salgado y de Pilar Jahamonde, hija del intendente de la ar- mada Ladislao Bahamonds Pardo, se lega, por los muy diversos vericuetos de la vida, 2 ser “Francisop Franco, Caudillo de Es- pata por la Gracia de Dios”. Y se termi Bien, se termina, sino fallan las proba- Dilidades, no al modo desastrado en que terminaron Hitler y Mussolini, que no fue- ton generales, sino serena y misericordio- samente en la cama, como un auténtico monarea, rodeado de compungidos e in. {quietos cortesanos, y confortado” por los ius altos y prelaticios auxilios espirituales que puede procurar ki Santa Religién. Y el embotamiento senil suficiente para \ivertir, en el ineludible tance, el atroz contraste que puede haber entre el triunfo personal en la vida y el signo nega- tivo que, en funeién del projimo y de fos valores humanos, la propia vida’ es expaz de legar a la historia La Espafia de la Restauracién Nacer en El Ferrol en 1892, como fruto de la unién de dos familias dedicadas al servicio administrative de la armada espa- fiola, no constitaia ningin privilegio espe- cial. Espafia era entonces la Espafia de Ta Restauraci6n, un “régimen de clases po- dientes y conservadoras", segin la define fl historiador Rafael Altamira, Logrado ierto equilibrio politico al cabo de las iguerras civiles dinisticas que habian des- Zarrado al pais durante el sigh XIX, se ns etait A : 1. Francisco Franco, en. Burgos, es suludado por las autoridades nacionales después de hucerse cargo del poder. vivia bajo la Constitucién de 1876, can- telosamente liberal, y la regencia de Dofia Maria Cristina, a la espera de que Alfonso XIII, hijo péstumo de Alfonso XII, alean- zara’ la mayoria de edad para reinar. El Trono, la Espada y el Altar eran los tres grandes sostenes de una vieja estructura Social con muchos restos feudales. La “Espasa eterna” era entonces una Es- pafia muy postergada. Seguia declinando. Se acercaba el desastre de 1898, que iba a dar al traste con los ‘itimos restos de Ic {que habia sido un imponente imperio co- Tonial. Se estaban gestando ya algunas re- beldias. Entre los obreros, cuyos elementos mas despiertos sban siendo ganados por Jas ideas socialstas y anarquistas. Y entre Jos intelectuales, muchos de cuyoi nentes se formaban en Ia Institu de Ensefianza fundada por Francisco Giner de los Rios ba a surgir la tan sonada “generacién del 98". No fue una generacién constructiva Se mostré muchas veces contradictoria. Se consider a si misma como una especie de aristocracia intelectual, de mis méritos {que Ja tradicional de la sangre. Pero fue ferozmente critica y expuso, con rigor in- tmisericorde, a veces con mano. maestra, a miseria politica, social y_espiritaal_ en ‘que aquella Espasa de fines y de comien- z0s de siglo se debati. En visperas del desastre, en 1897, Ramiro de Maeztu, pluma galana, que se hizo conservador y mondrquico y_terminaria siendo una de las innumerables victimas de la guerra civil, eseribia: “Arrastra Es- paia su existencia deleznable, cerrando los Ojos al caminar del tiempo, evocando en obsesién perenne glorias aflejas, figurin- dose siempre ser aquella patria que des- ibe la Historia, Este pais de obispos igordos, de generales tontos, de politicos tusureros, enredadores y “analfabetos”, no (quiere verse en esas yermas Ianuras sin frboles, de suelo arenoso, en el que ape- nas si se destacan cabafias de barro, donde viven vida animal doce millones de gu ‘sanos, que doblan el cuerpo al surcar la es al conquistar Iberia... Muy triste, Triste el desastre que amaga..” bia elecciones en aquella Espafa de la rracin. Liberals. y conservadores se aban en el poder. Pero eran eleciones das por el “caciquismo”, conforme ual, como sefiala el historiador Antonio Oliveira, “en cada pueblo el. caci- Tocal, especie de seior de pendén y dea, er responsable ante el gobemnador fu provincia de la sumisign de Ia masa. m derechos civiles «la politica de ture”. uel de Unamuno, el vasco castllani- filbsofo que, a pesar Tos fesares, queria, no. que Espaia se opeizara, so que se pusiera empeiio ‘expaflizar a Europa, describié en 1907 Mo estas elecciones: “Aqui, en esta Gudad de Salamanca, en que excrbo, se io ayer mismo, dia Ye las elecciones, un fspecticulo noble y consolador. Tuchaba fom liberal, aunque tibio y receloso, pero beral al cabo, contra un pobrecito. far Initico. que. se ‘presenta como catélico “Este, que goza de regular fortuna, pagabs “Tos votos e iba a comprar el acta, Y aaut, Wen la civdad, que es una. ciudad Wheral, por lo que hace » ls clases populares, adical, obtuvo el iberal una gran ma- oria sobre el comprador de concie: Gbreros a quienes no Tes sobra qué comer echazaron la vergonzosa oferta. Peto él istrito. electoral no lo constituye la cin- @ sola aque apenas si legs a 30.000 bitantes—, sino que lo forman con ella mos cincuenta pueblecllos que la rodean. YF en éstos, los colonos y criados, que ce- Sian a. imposiciones de los amos, y_ los Uriserables que vendian. su voto han con do la mayoria ciudadana del can- El alkleano es codicioso jnte, Masas enteras de campesinos quis gobierns. Estin con: de que todo se obtiene por el to del cacique.” testo era el campo, las ciudades, con su ‘igida estratificacion de las clases sociales, ean “piiramos espirituales’, segin la ex- ‘empleada por Antonio Machado. sevillano castellanizado, de sensi eapaz de convertir en poesia el len- ‘mas sencillo, eseribia a Unamuno a 1913: “Esta Baeza, que Maman tandaluza, tiene ‘un Instituto, ‘Seminario, una Escuela de Artes, varios de “segunda ensefianza, y apenas Iker un 30 por ciento de li pobla- Es la comarca mis rica de Jaén esti poblada de mendigos y la ruleta, ‘nfinitamente mis lovitica que Soria y jun tomo de religiosidad. se vive en estos piramos espir ‘no se pede escribir nada nuevo, ‘necesita uno Ia indigmacién para ‘Ademés, esto es Espatia ” Como se Franco vivieron a la guerra civil que iba a en- tronizar_ a Franciseo Franco. Bahamonde ‘como Caudillo de los espafoles. Qué habja frente a esta “Espafia eter- ‘na? Oigamos a Pio Baroja, otro vasco in- corporado a la intelectualidad espattla “Enfrente de la inmoralidad, de ta chaba- caneria y de la ramploneria de los politicos —eseribia en 1924, ya bajo la dictadura militar de Primo de Rivera, padre de José ‘Antonio—, no habia en la Espana de la Regencia nada organizado, El republica- nnismo nuestro era un amaneramiento, una retérica vieja: el socialismo obrerista odin ba a los intelectuales y hasta a la inte- ligencia; el anarquismo se manifestaba mis- tico, vagoroso y_utépico; y los dos sepa ratismos. aparecides en aquella época, el catalin y el vaseo, por su egoismo y su ‘mezquindad, no tenfan atractivo mis que para gente un poco baja. Ademis, en el ‘uno habia una pedanteria y un superhom- brismo ridieulo; en el otro se vein de- masiado el solideo del cura, Un hombre ‘un poco digmo no podia ser on este tiem- po més que un solitari.” de enlace fue el régimen bajo el que Espana ivi6 37 afios.gPudo sofar el ofendido y humillado Marruecos con un za tan cabal pe oe Porque es Marruecos el pais que procuré ae oat a Ios espa por 1 de Dios", q de Ali. Ya se sabe que los caminos que elige son ineseru: tab Hasta qué punto fue Francisco Franco Ba hamonde él mismo? ¢Hasta qué punto fue sus propias circunstancias? Hasta q unto Io habian conformado ya su he el ambiente castronse y levitico de El rol y Ia academia toledana? gCémo quien quiso ser marino y no pudo serlo resulté fan buen soldado? ¢Cémo el jovenzuelo me- tudo de bigotilo marcial adqairié tan pronto fama de valiente entre los valien tes © hizo, casi siempre en siempre en primera linea, una earrera que inspiraria respeto tanto a militares como a ? No hablemos del “dedo de Dios Aunque es posible que el mismo endiosad: Gaudio, ante el que se ha quemado tanto fncienso, se lo creyera Lo cierto es que, enand Franco llegé a Tifasar, en Marruscos, lamado por el coro: nel Riquelme, su antiguo director en la academia, tenia ya una mentalidad militar cerrada. Se presentaba dispuesto « “hacer Ta guerra’, a jugarse la vida, a distinguirse como buen oficial, a ascander ripidamente 0a morir en el empeiio. Se considerab: sin ataderos y res dia inicamente de si mismo. Lo aceptaba todo. No tenia senti- mientos. No. st ia smociones. No queri distracciones. Se concentraba en sn fun én. Obedecia sin chistar, sin ur deo, Mandaba en la misma forma, ke la fija mirada, inexpresiva Con jsta” dura, con breves intermedios en la peninsula, de 1912 a 1926. Es espectacular. Al poco tiempo de su legada, ya forma parte de ta oficialidad or, unidad de ragulares moros, Su carrera de “ de un fcomo teniente, su tinico ascenso por ese Tafén, Todos los deus serin por “méti tos de guerra”. menos, Asi suele ser ¢ Franguito” se restablece. Nuevas conde coraciones. Pero no lo ascienden, Funcio naban ya en la peninsula, en una grave nanifestacin de indiseiplina, las Juntas d Defensa militares, organizedas por wn co el Marquez, No estaban conformes con Ins ripidas carreras que se hacian en Ma- ruecds, con dafio para los que tenian qui ajostarse al escalafén, Partian del supuesto Je que todo militar espaiol 25. valiente seain consta en su hoja de servicios. A agquel que no tiene su “valor probado”, el Jor “se le supone” Pero el restablecido capitin queria subir Jo. R subir. Tenfa ya la pasién del mai i al mismo Alfonso. XIII, pr oes. No fue instil la gestién, El ascen: mandante Heg6 el 29 de junio de 1916 a Bahamonde 32 convirtié si en el comandante mis joven de to correspondiente “juicio. contradic Jogré que le otorgaran la Cruz Laureada ds San Fernando, la més preciada conde -oracion militar espaiiola, aquella que se oncede al heroismo excepeional. Tuvo que esperar a ser Caudillo par isla, En odo de “africanista”, Le esperaba ‘un 10 en Oviedo, que, como veremos, no fue muy reposado y tuvo ade més mucha influencia en su vida. Alli caz nineros. Alli conocié a su Carmen Polo. El segundo periodo marroqui de Franc ‘omienza en 1920, cuando se decide Ia creueién de un Tereio de Extranjeros, a imitacién de la Legién Extranjera_{ran- esa, ¥ Se pone al teniente coronel Millin Astray al frente de la tarea. Millin Astray llama a quien en Oviedo es apotado el ‘comandantin”. Quien habia sabido bre tan bien con los feroces moros sabria ha- cerlo jgualmente con.los “caballeros legio nnarios”, desechos humanos de Tos que iba a peditse una fer via mayor. Asi fue, en efecto, José Millin Astray, otro. “africanista’ pico que con: taba ya con varios balazos en el cuerpo, encontré en el “comandantin’, entregado a a nueva misiGn con su concentracion y minuciosidad habituales, un magnifico ola borador La nueva fuerza quedé organizada ripida mente. Con Io peor de eada casa, sise tra taba de espaioles. Con aventuresos y cri minales de todas las procedencias, si se trataba de extranjeros auténticos. A nadie se pedia alli cuentas. Alli todos serian caballeros”, siempre que mostraran un valor a toda prueba, Como lo habian mos- trado y lo seguirian mostrando sus mandos. Arengas hiperbélicas, Escenas alucinantes Se crea un espiritu de cuerpo. El fastidio fs aue el periodo de organizaci 0 exige per- manecer en retaguardia. Cuando todos arden en deseos de batirse. No tarda, sin embargo, la ocasién de ha. cerlo, En junio de 1921, se produce el de- sastre de Annual, una verdadera cats La penetraciin en el Rif, estimulada por 1 telegrifico “jOlé, los valientes!” que Alfonso XIII envia al general Fernindez Silvestre, se convierte en una ignominiosa y cruenta derota. Muchos miles de muer tos. La comandancia militar de Melilla se Inunde y la misma plaza esté en peligro Todo el protectorado se levanta en armas En la peninsula, hay que Hamar a les reser vvas, con inclusién de los “soldados de cuota”. Se envian al alto comisario, el gene- ral Dimaso Berenguer, mis de cien mil hombres. Se multiplican las apelaciones al patriotismo, los pasodobles marciales 0 to eros. Comienza Ia “reconquista”. Muy penosa, muy lenta, En aquellos arreados reclutas; que nada tienen de volintario, falta el espicitu.combativo. No ocurre asi con los “caballeros legiona- ios’. Con Millin Astray y “Franquito” al frente, se lanzan al combate con autén. tica furia, Todo les esti permitido y, como tienen muchas bajas, todo se permiten. No dan cuartel, Violan, saquean, se’ ceban en quien cae con vida en sus manos. Pero avanzan. Para la mentalidad “africanista” es lo que importa, Por la angustiada peninsula circulaban rela tos escalofriantes. Se decia que la duquesa de Ia Victoria, presidenta de le Cruz Roja cespafiola, habia “sido recibida en Melilla por los “caballeros.legionatios” con una, gran ofvenda floral en una cesta, “;No es! —grité | acceso de frene cabezas de moros!” un decir, Pera los “c duquesa, en an patriético—, |; Quiero Era, al parecer, s6lo alleros. legionatibs” tomaron el patritico grito al pie de la Tetra. Poco después, Ia horrorizada duquesa se vio ante la macabra oftenda de una cesta lena de cabezas berberiseas No era un relato inverosimil, porque los “eaballeros legionarios” se hicieron fotogra fiar en més de una ocasién exhibiendo ccabezas de moros como ttofeos. Monstruo: sidades asi no han sido raras en Jas guerras coloniales. My Lai ha tonido muchos ante- cedentes. Pasaron los afios y, no hace mucho, fiada en Ia poea memoria de la gente, una revista de Buenos Aires publics tuna de esas horripilantes fotos con una leyenda que convertia a los legionarios en repablicanos espafoles. Denunciada y pro: ada Ia supercheria, la revista salié del ppaso diciendo que habia sido sorprendida fen su buena fe, Asi se escribe la historia En todo caso, el “comandantin” se batié como bueno al frente de aquella tropa feroz. Frio, distante, impasible, aceptindolo todo, como siempre. Durante dos afos y medio. Pero sin ningiin ascenso, Habia fentonces en Marruscos miles de oficiales de “valor probado”. Muy dolido, Francisco Franco Bahamonde regress a su regimiento Sueno y mentira de Franco. Grabudo de Picasso 1937 (fragmento,

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