Está en la página 1de 1
104 J. HESSEN los mismos derechos que el conocimiento racional-dis- cursivo. La raz6n tiene en este terreno la tltima pala- bra. Toda intuicién ha de legitimarse ante el tribunal de la raz6n. Cuando log adversarios del intuicionismo exigen esto, estAn en su perfecto derecho. Pero la cosa es distinta en la esfera prdctica. La intuicién tiene en ésta una significaci6n aut6noma. Como seres que sen- timos y queremos, la intuicién es para nosotros el dadero 6rgano de conocimiento. En tanto el intuicio- nismo no ensefia otra cosa que ésta, la razén esta de su parte. De lo dicho resulta que debemos rechazar la intui- cién metafisica en el sentido de Bergson. No porque no haya una intuicién metafisica. La historia de la metafisica prueba a cada paso lo contrario. Revela, en efecto, que todos los grandes sistemas metafisicos ra- dican, en ultimo término, en ciertas intuiciones. No se puede dudar, por tanto, del hecho psicolégico de una intuicién metafisica. Pero la cuestién del valor légico de la intuicién es algo muy distinto. Y, a este respecto, debemos sostener, como consecuencia de lo dicho, que la intuicién no puede ser nunca la base ultima de la validez de ningtin juicio en la esfera teérica ni, por ende, en la metafisica. La Ultima instancia en esta esfera es la raz6n, y toda intuicién ha de someterse a su examen. Como consecuencia de las afirmaciones anteriores, debemos negar también la adhesion a la intuicién esen- cial de Husserl. Prescindiendo de que esta intuicién no es un acto tan absolutamente simple y auténomo como Husserl pretende, sino que consta de una plurali- dad de actos de pensamiento, segin ha demostrado principalmente la critica de Volkelt y Geyser, tampoco puede pretender ser nunca altima instancia. Pues cuan- do hacemos teoria del conocimiento ejercitamos una actividad te6rica, como ya dice el mismo nombre, y, por tanto, debemos dejar a la razén la iltima palabra. Significaria el fin de toda filosofia cientifica que al- guien quisiera justificar, por ejemplo, el principio de causalidad —segin el cual todo proceso tiene una cau- sa— declarando: “entre los conceptos de proceso y de causa existe una conexién esencial que yo intuyo inme-

También podría gustarte