TEORIA DEL CONOCIMIENTO 103
La primera concepcién representa evidentemente un
exclusivismo. Procede las mas de las veces de una ac-
titud alejada del mundo y de la vida, como la que suele
encontrarse justamente entre los filésofos. El filésofo,
cuya funcién propia en la vida es conocer, concluye con
demasiada facilidad “juzgando por si mismo a los de-
m4s” —como se suele decir— y concibiendo al hom-
bre, en general, como un ser predominantemente cog- -
noscitivo. Quien est4, por el contrario, en contacto con
las realidades concretas de la vida, se convence pronto
de que el verdadero centro de gravedad del ser huma-
no no reside en las fuerzas intelectuales, sino en las
emocionales y volitivas. Ve que el intelecto humano se
halla incluido, de un cabo a otro, en la totalidad de
las fuerzas del espfritu humano y que, por lo tanto, ne-
cesita y depende miltiplemente de ellas en su funcién.
No es el intelecto, sino las fuerzas emotivas y volitivas
del hombre Jas que le parecen las dominantes en ese
juego de fuerzas que llamamos la vida.
Entre los fil6sofos modernos es Dilthey quien prin-
cipalmente ha llamado la atencién sobre este hecho. En
su Introduccién a las ciencias del esptritu ataca con
energia ese racionalismo e intelectualismo segin el cual
“en las venas del sujeto cognoscente no corre verdadera
sangre, sino el humor enrarecido de la raz6n, con
derada como mera actividad intelectual”. “La ocupacién |
histérica y filoséfica con el hombre entero me ha con-
ducido —declara— a tomar a éste en la variedad de sus
fuerzas, a tomar a este ser que quiere, siente y repre-
senta también por base en la explicacién del conoci-
miento y de sus conceptos.” (Préloge.) De este modo
llega a poner al lado del conocimiento discursivo-racio-
nal otro intuitivo-racional. 2
Pero el reconocimiento de la intuicién, gno significa
el fin de todo conocimiento cientifico? 2No significa
abandonar la validez universal y la demostrabilidad,
que constituyen el alma de todo conocimiento cien-
tifico?
Frente a esta objecién debemos hacer una distincién.
Es la distincién entre la actividad teérica y la activi-
dad practica. En la esfera teérica la intuicién no puede
pretender ser un medio de conocimiento aut6nomo, con