Está en la página 1de 6
TIEMPO EN LA CRUZ La economfa esclavista en los Estados Unidos por Romans Wittiaa Fooet y Stamey L. ENGERMAN PROLOGO Los aos de ta esclavitud negra y los de la guerra civil que scabaron con ella fteron tiempos en la crut para muestra ae ion. Si hay agin aspecto del pasado norteamerlcano que sus- tlt un sentimiento de vorgUenza es ciertamente el sistema de Ja esclavitud. Ninguna guerra en nuestra historia, incluyendo las'dos guerras mundiales, se cobrd mis vidas de amerieanos, evasté mis nuestra economia y amenazé mas muestra super: ‘Vivencla ‘nacional que la guerra cil. Es f4cll de apreciar el Interés de los investigadores por poner al descubierto las fuer- tas econdmicas, poitensy sociales que produjeron las tensfones fe Ia époce anterior la guerra e hicieron explosin en el peor holoeausto de nuestra historia, ‘Se ha acumulado una vaste literatura sobre el tema de la ‘economia esclavsta, Cientos de historindores han extminado pricticamente todos los aspectos de la institucién. Aunque los Investigadores no se han puesto de acuerdo en muchos aspec: tos, un amplio consenso fe ha ido imponiendo gradualmente, ya fucrza'de Ser repetido tan 2 menudo, habria.alearzade hacia mediados del presente siglo el status de una interpre- tacida tradicional, Esta es Ia que se ensefla_en Ia mayoria. de feseulas superiores y colegios del pais. Se trata del punto de vista aceptado por la mayoria de los leciores de este libro Xo es muy conocido el hecho de que un grupo de histo: riadores y economistas que aplican métodos cusntitaivos a fos problemas historicos haya sometido a una intensa revision frie durante cas! una década y media la interpretacion tra dicional de la esclvitud, Esta revisidn implica el procesamicnto ide grandes contidades de daios namericos, Aungue éstos esta. ban disponibles desde antes, las tdenicas requeridas pare ane Tizalos © interpretarlos sstemiticamente no fueron perfeccio- rnadas hasta después de la segunda guerra mundial, Una serie de ripidos avances en economia, estadstea 'y matemétieas faplicadas, junto s la existencia de computadores de alta elo: 2 RW, Fogel y S, L. Engerman cidad, puso la informacién guardada en orcuros archivos ‘isposicidn de una nueva generacion de investipadores. ‘Es revision basada en nuevas tenicas y fuentes hasta ahora esconocidas ha velutado muchas de las ma imporantes afr ‘maciones de Ia tradicional descripeién del sistema esclavist. La nueva ‘informacion aparocida sobre las condiciones dea csclavitud negra es tan significativa como la correccion de los frrores del pasado. A pesar de_que las Investigaciones. siguen Todavia en marcha, estan Io sulicentemente completss como ‘para darnos una imagen clara de los principales rargos del fun. lonamionta real de la economia esclavsta. La reconstrucelon ‘que de alli ha surgldo contradice tanto las ereeneias comune ¥ Sus implicaciones son tan importantes para la comprension 4e tos problemas contemperineos, que crcemos que los nuevos hallazgos no deberian quedar Testringidos las pagines de eso: tricas publicaciones erudits Tas Siguientes son algunas de las principales correcclones| que se han hecho a la tradicional defincion de Ta economia Ssclavista:, L. La exclavitud no fue un sistema irracionslmente man- tenido con vida por unos propietarios de plantaciones que no ‘comprendieron ono se preocuparon por siber cules eran sus verdaderos intereses econdmicos. La compra de un esclavo e feneralmente una inversion altamente rentable con unas tasas Ge rendimiento. comparables las mis extraordinaries por tunidades de inversion en la manutactura 2. El sistema escavista no estaba. econémicamente mori. ‘bundo en visperas de la. guerra civil, No hay pruebas de que las fueraas econmicas por s{ solas hubieran conducldo & Ia cesclavitud a su fin, sin necesidad de una guerra 9 de otro tipo de intervencién politica. Muy por el contrario, Ia escavitud ‘como sistema econdmico munca fue tam fucrte como en el mo- ‘mento previo & la. guerra civil, y se tendiaa un mayor refor zamieno, ‘Los propietarios de esclavos no se hablan vuclio pesh amistas acerea del futuro de su sistema durante la déeada, que Drecedié a la guerra civil. La aparicion del movimiento sece- Sionista coincidié con una oleada de optimismo. Ea visperas de Ta guerra, los propletarios de esclavos esperaban una época fe promperidiad sin precedentes, Pe sericultura esclavista no fue ineficaz comparada con 4a agricultara bre. La economia en gran escals, el contro efectvo y la intenss uilaacion del trabajo del eapital hicieron Prtogo 3 (que la agriculture esclavsta del Sur fuers un 35 por 100 mis ciente que et sistema de explocacion familar del Norte 3. EI lipico pedn agricola esclavo no era perezoso, inepto f@ Improductive. Por lo general era mas resistente y eficaz que ot blanco. 6. EI desarrollo de la esclavitad en las cludades prueba que ésta no era incompatible con el sistema industrial y que Ios esclavos eran capaces de hacer frente a tal réginen. Los ‘quo estaban empleados ea la industria sobrepasaban en dl fgencia y eficacia a los trabejadores libres, Lejos de disminuir, In demanda de esclavos se inerements con mayor rapide eh as_dreas urbanas que en las zonas rureles, Ta creencia de que la cria de esclavos, la explotacion sexual y'la promisculdad destruyeron a la familia negra es un ‘ito. La familin fue Ia unidad basics de la organizacion socal bajo la escavitud. Econdmicamente, a los plantadores les inte. Testba feforzar la establlidad de tas familias esclaves’y la ‘mayoria do ellos lo hicieron. La mayor parte de las ventas de fsclavor afeciaron a familias enteras 0. individuos que tenfan Ia edad suficiente como para abandonar el hogar. "Las condiciones materiales (no psicoligias) de vida de los sclavos eran majdres que las de'los trabajadores Indus. ttiales bres. Esto n0 quiere decir que fuesen buenas i las ‘Somparamos con los modelos aetuales, Simplemente hacemos Inincapié em Ia dura suerte de todos los trabajedores, libres o esclavos, durante le primera mitad éel siglo xrx 9. Loe eeclavos eran explotadas en et sentido de que sus propietarios se aproplaban de parte de los ingresos que pro- fucfan. Sin embargo, cl nivel de apropiacién Fue mucho menor {elo que generalmente se supone. En el curso de su vida, el tipico pes agricola esclavo rocibia cerca del 90 por 100" de Tos Ingtesos que habla. producico. 10." Lejos" de estancarse, Ia economia del Sur previa a la fgucrra crecié muy répidamente. Entre 1840 y 1860, Ia renta per cipita auments més velormente que en cl resto del pais Hlacia 180, el Sur alcanzd un nivel de renta per cépita alto para los cfiterios de la época, ‘Un pats tan avanzado como {alla no aleanz6 el mismo nivel de renta per capita hasta Is ispera de la segunds guerra mundial Ya este resumen parcial de las ertieas nos lleva a tamnos por qué se equlvocaron tanto los defensores de la Inter pretacion tradicional del sistema esclavista. Los historiadores uyos puntos de vista estin ahora sometidos a revision eran 4 RW, Fogel y S. L. Engerman lnvestigadores consclentes y cuidadosos, sumamente intligen tes y perspicaces;intentaron descrbir la historia del Sur ante Hor’ a la guerra como realmente era. La explicacion de tales textravios no dabe busearse en sus inclinaciones personales 0 en ‘tras pecillaridades de su comportamiento —eun cuando en Slgunos cas0% las inclinaciones hayan sido un factor impor {ante—, sino eo gran medida en slgunot problemas metodo- igloos generales y en particular en el papel de las matematicas y la extadstica en el analisishistrico.Algunas de Ins revisiones Inds efectivas del nuevo trabajo dependen de euestiones mate- fndticas que, a pesar de su oscuridad, son vitales para una ‘escripeion ¢ interpretacién correctas dela economia esclavsta, ‘a eeclavisd anterior ala guerra no es el nico aspecto de la historia econémica de los Estados Unidos de América que hha sido sometide a tna revision radical como resultado de la ‘de métodos matemiticos y estadistices. La reconst deracioa de la escavitud forma parte de un esfuerzo mis fambicioso por reconstruir Ia historia completa del desarrollo fecondiico norteamericano sobre bases cuantitativas fiemes. ‘Alos comprometidos con esta empresa se les llama «nuevos Iistoriadores de la economia, shistoriadores. economéricos» } scliometrase, Alfred H. Conrad y John R. Meyer, entonces Jorenes protesores de Harvard, hicieron, en tn par de ensayos ‘Seeritos en 1957, ln primera formulacién categérica de la nueva fendencia. Desde Ia apariclén de estos trabajos, el ndero de esta Yarios cientos. A medida que proliferaban, lo hacfan también ‘Nis descubrimientos iconoclastas Los Ristoriadores cliometras han reducido el papel del cam bio tecnoldgico en el progreso econbmico de los Estados Unt- os; han polemizado con la pretensién de que los ferrocarris fueron newesarios para la ocupacién y explotacion del Ocste; than sostenido. que’ la prosperidad de Ta déeade de 1830 y de los primeror aflos de la siguiente fue antes consecuencia de lee acontecimientos en México y en Inglaterra que resultado de Ia politica de Andrew Jackson; y han rechazado la opinign de que la guerra civil aclerd la industralaacion del pats Eh la actuaidad, los hallaagos y métodos de la nueva histo- rin econémica se ensefan habitualmente a los graduados en Harvard, Yale, Chicago, 1a Universidad de California y otras ‘universidades importantes, las cuales producen ln mayor parte ‘de los doctores en este campo. Esto no significa que la. con- troversia acerca de Ia orientacién cliomeétrica haya legado a si. Prélogo 5 fin, Hay todavia un si ‘adores de In economia que son profundamente sceptics Frente a la utlldad de los métodos mateméticos. Pero aun los eritcos mis esedpticos de la «mania matemé- tied» han tenido que Feconocer que los clidmetras han prestado tun servicio al buscar y escudrifer sistemdticamente grandes Cnntidades de datos de una imporiancia directa para la com: Drenslon del desarrollo econdmico norteamericano. Y ‘nunca hie sido’ tan vigorosa la pasion por los numeros como en el testudio sobre Ia economia de la esclavitud Durante més de una décads, varios grupos de investigado- res se han dedicado a explorar cada posible fuente de Infor- ‘acidn sobre el funcionamiento del sistema esclavista. La bse ‘Queda los condjo a los escondrijos més profundes de los rchivos nacionales y de varios archivos estataes, en donde fstaban guardadss lot lstas manutcrites recogidas por los em pedronadores de 1880 y 1860. Estos documentos contienen {nformacign detallada sobre eada una de la plantaclones enton- ces existentes, asi come sobre los esclaves que nacieron, vivie- ron y mirieron en aquellos fos. Los cliémetras revisaron también los documentos de les sociedades historieas de varios festedos del Sur y algunos del Norte, donde estaban depositados fos papeles familiares y los registros comerciales de las mis importantes plantaciones. Los testamentos y otros documentos legates de las haclendas de los plantadores han sido particu- larmente utiles. Aparte de los precios de venta de decenas de miles de esclavos, estos registros han sido una de las prin- ‘Sales fuentes para determinar las caractristices estructurales negras. En busca de estos testimonios, 10s legaron ‘eventuslmente hasta higaree como lat ‘Sociedad Genealoglca de la Iglesia de Jesucristo de joe Santor det Ulimo Dia ha llmacenado microfilmes de regisros testamentarios recolects- ‘dor en cientor de tribunsles de condado. ‘Como resultado de esta bisqueda, los eliémetras han reunido Ja informacion mis completa sobre el funcionamiento del ss- tema eselavista que haya estado a disposicion de cualquier persona interesada en el tema tanto en el perfodo anterior a guerra como desde entonces. Esta gran cantidad de tertimo niot ha sido la fuente de muchos de los nuevos hallzgos. ‘Algunos de los descubrimientos fueron en su momento tan Increfbles para los cliémetrat como lo serdn pare los lectores de este volumen. En verdad, muchos. de los hallazgos presen- {dos en los eapitulos que siguen fueron en un principlo des-

También podría gustarte