Está en la página 1de 5
La etnopsiquiatria. Nociones generales sobre su origen y desarrollo ‘Sergio Javier Villasefior Bayardo* ‘Summary ‘The author describes, na general manner, some basical concepts concerning the definition, origin and development of temnopsycnay. He also descibes the relationship between ‘mecical antnropology and ethnopsychiaty. ‘The importance of not considering ethnopsychiatry only as a calalog of twice strange facts (facis that are psychiatric troubles and origined in ther countries) Is remarked ‘Tne definition proposed for ethnopsychiary is the study ofthe relationship between psychopathological behavior ang the cultures where thase behaviors are inecribed, “The perspectives af ethonsychiatic development in Me igo ae considarad extremely vast. Resumen El autor descibe, de manera general, alguns conceptos basices reerentes a la defincion, ongen y desarolo de la einopsquiaiia, asi como las relaciones que esta uiscpina {quarda con la antropologia médica. Se sefala la importancia de no considerar a la ettopsiquiatrla como un mero catalogo de hechos dablemente extrafios (en tanto que problemas pst quiaiicas y en tanto que provenientes de otta cultura). La efinicion de etnopsiquiatria que se propone es “ei estudio Ge las relaciones ente las conductas psicopatologicas y las tcturas en las cuales éstas ulimas se inscriben” Se desta 2 que las perspectivas de desarrolo dela enopsiquitia en México Son extremadamente vastas, La psiquiatria siempre es una antropologia (15) El esfuerzo humano por comprender el psiquisma y la cultura como partes complementarias, es muy ant. uo; sin embargo, el propésito de estudiar cientifica- mente la locura de los "otros" es muy reciente. Los estudios antropologicos a fines del siglo pasado, abrieron una via de acceso a la comprensién del pen samiento llamado “primitivo" 0 “prelogico," en oposi- ion al llamado pensamiento "racional". En cierto sen tido, de acuerdo al modelo occidental, esto pudo ha- ber dado origen a la etnopsiquiatria; pero es innega- ble que desde los primeros estudios antropologicos se intenta, aunque no de manera directa, entender el mo- do de pensar, actuar y enfermar de los grupos cultura- les en estudio. Asi por ejemplo, en México, tenemos la gran obra etnografica de los frailes menores del siglo XVI, de entre quienes destaca indudablemente et llamado fundador de Ia antropologia americanista, Bernardino de Sahagun; pero volviendo a nuestro contexto cultural y médico, podemos decir que la “coe det Maules Etudes on Sconces Socials Pols 16 etnopsiquiatria tiene su origen en la antropologia mé- dica, joven rama del conocimiento que a su vez, se- gun Foster (6) tiene sus raices en 4 diferentes fuen: tes: ) la antropologia fisica b) la etnomedicina (entendida como: “aquellas cre- encias y practicas relativas a la enfermedad, que son el producto det desarrollo cultural indigena y que no se derivan explicitamente del marco con- ceptual de la medicina moderna’); } la serie de estudios llamados de “cultura y perso: nalidad” y, 4) ios estudios internacionales de salud publica 2 antropologia médica podemos entenderla, segin la defnicion de Hasan y Prasad: como la rama de la ciencia del hombre" que estudia los aspectos biolégi: cos y culturales, desde el punto de vista de la com- prension de los problemas médicos, médico-histor cos, médico-legales, médico-sociales y de salud pu- blica de los seres humanos.(2) De una forma mas sencilla, Weaver (20) considers que fa “antropalagia medica es la rama de la antropologia aplicada, que trata de los diversos aspectos de la salud y de la en. fermedad Para Raveau (17), esta claro que el merito de ta antropologia médica es el de servir "de lazo de unién centre las disciplinas individuales, especializadas y por ello desprovistas de la dimension holistica que el es- tudia de los fenomenos de la saiud exige." En el campo de la enfermedad mental ningun tépico ha interesado tanto a los antropdlogos como los la mados culture-bound syndrome,(8) enfermedades es- pecificas de una cultura o que se han asociado con Un grupo étnico particular. Entre las mas conocidas de estas “enfermedades” podemos citar el Pibloktog 0 histeria artica de los esquimales, que es un estado de intensa sugestion del individuo, quien no se puede resistir a las érdenes que recibe: el mito del Windigo, luna obsesién canibalistica descrta entre los algon- quinos de! Canada central; el Amok de Indonesia y Malasia, tendencia homicida exclusivamente mascu- lina, que se presenta seguida de una pérdida de la cconciencia de lo sucedido, y que representa tanto una forma de ansiedad frenética, como un acceso de exci tacién psicomotriz; el Koro de China del sur, Malasia e Indonesia, que es el temor hipocondriaco de que e! pene se retraiga hasta su desaparicién, y de que luego sobrevenga la muerte; el Latah de Indonesia, de los Ainu de Japon y de los Banti de Africa, que es ‘Salud Mental V. 17 No.2, junio de 1994 un sindrome asociado con ecolalia, ecopraxia, copto- lalia y ecomimia; el Maigd’ un sindrome ansioso inca- pacitante, caracterizado por mareos y dolor abdom nal, descrito exclusivamente en las islas Wellesley, el Sindrome de Puerto-Rico, crisis de agitacion violentas descritas entre los jévenes soldados puertorriquerios; y el denominado Susto de los pueblos latinoamerica- hos, entendido éste como el temor magico del rapto del alma, expresado mediante sintomatologia ansioso- depresiva. En México, este sindrome puede tener su corigen en el Tetonalcahualizti, que era percibido ‘como la pérdida del tonal, una de las tres entidades animmicas descritas por A. Lopez Austin (14). El Teto- rnalcahualizth perdié su sentido onginal después de la conquista, y bien valdria la pena intentar un estudio longitudinal de la evolucién conceptual de este pade- cimiento. Sin embargo, el interés de la etnopsiquialria fo se limita a establecer un repertorio o catélogo de hhechos doblemente extrarios (en tanto que se trata de problemas psiquidtricos, y que provienen de otra cul- tra), La etnopsiquiatria se constituye para responder a las diferentes situaciones en las cuales, el campo ps olégico y psicopatolégico, se encuentra con el de la cultura, Tmando en cuenta esto, Laplantine (11) pro pone la siguiente definicion: "La etnopsiquiatria es el estudio de las relaciones entre las conductas psicopa- tologicas y las culturas, en las cuales estas iltimas se inscriben", Este autor considera que se trata de una Investigacion multdisciplinaria y de una practica tera- Peutica fundada en ella, que se esfuerza por com- render la dimension cultural de los trastomas menta les y la dimensién psiquiatrica de las culturas. Para Pelicier (16), etnopsiquiatria es un termino discutible pero comodo que designa al capitulo que se ‘ocupa de la descripcién, ol andlisis y la interpretacion de las enfermedades mentales, en funcion de los gru: pos étnicos y culturales. Considera que la etnopsi- Guiatria es utile indispensable por varias razones: 1. La necesidad de adaptar los datos de la ciencia occidental a las condiciones concretas de las po- blaciones abordadas. 2. Para informacion de los médicos que deben ejercer fen un medio cultural heterageneo, 3. Dada la importancia creciente de las patologias Wi: ‘gadas a la inmigracion y a la aculturacién, 4, Desde una perspectiva teérica, el abordaje trans- cultural permite, a partir de un cuadro clinico con- ccebir lo variable y lo permanente, relativizando asi la semiologia, 5. Al mismo tiempo que la etnopsiquiatria revela dife- rencias e incluso cambios de perspectiva, también €@5 testigo de los factores y de las expresiones que pertenecen a la humanidad en su conjunto. Aeestas razones podemos agregar, siguiendo a De- vereux, que la etnopsiquiatria no se agota con el es- tudio de las patologias mentales de individuos ajenos a nuestra sociedad, sino que el centro del trabajo y de las preocupaciones etnopsiquidtricas se encuentra en el concepto de sublimacién (en el estudio de las obras de arte, de la creacién lteraria, etc) Hay que sefalar que la necesidad de articular la di- cotomia entie la enfermedad mental y la fisiea, mas como un refiejo del consenso accidental, que de la ofientacion de las sociedades llamadas tradiciona- les 0 no occidentales; en estas ullimas, ia etiologia de las enfermedades propicia la fusion en vez de la se- paracion de los estados fisicos y emocionales. Como ejemplos baste recordar el enfoque holistico propio de la medicina prehispanica en México (19) Otro elemento que hay que considerar al intentar desarrallar un trabajo etnopsiquidtrico, es que la psi Quiatria occidental te asigna una particular importancia a los factores personales que predisponen a la enfermedad mental, mientras que dentro de los siste- mas tradicionales estos factores despiertan menor interés. (7) Ademas hay que tomar en cuenta que la atencion que se le presta al individuo, a los trastomnos mentees incividuales y la nocién misma de individu, son consideraciones estrictamente occidentales. ‘También hay que aceptar que el concepto de ps Quiatria es dificil de aplicar en contextos no occidenta- les, y que esta especialidad es la resultante de una fragmentacion de las ciencias, que es propia de nuestra tradicion cultural, Tomando en cuenta estos aspectos podremos ampliar nuestro punto de vista y aceptar que existen formas diferentes -ni mejores ni peores: de aprehender el mundo. Lo anterior nos da una idea de la dificutad que re- presenta el tratar de delimitar el campo de la etnopsi- Quiatria, No hay duda de que se trata de una disci- plina médica que requiere de un saber etnologico, sociol6gico, cultural, asi como de un abordaje de las costumbres, pero también de los mites y de las cre: Mientras que el papel de la antropologia es el de celaborar los fundamentos sociales de la pareja forma- da por el encuentro entre el individuo y fa sociedad, el papel de la psicologia en la constitucién de una au- téntica etnopsiquiatria, consiste en elaborar los fun damentos psicologicos de las relaciones posibles en: tre lo social y lo individual. De esta manera, siguiendo a Laplantine (12), fa etnopsiquiatria debe considerar que los comportamientos, tanto normales como pato- logicos, lejos de ser fa resultante de un mero condi- cionamiento de la sociedad, son actos individuales, rhutridos del peso de la cultura, pero irreductibles a ella, Devereux (5) considera que es imposible disociar el estudio del psiquismo y de la cultura; ninguna puede ser considerada como derivada de la otra, ya que ambas son “coemergentes". Es imposible concebir tuna cultura que no sea vivida por un psiquismo (la primera sélo existe en la segunda). De forma reci- roca, es imposible pensar en la formacién de la per- sonalidad, es decir, los procesos de adquisicién cog- rnoscitivos y alectivos, independientemente de la cul tura, En otras palabras, los mecanismos psiquicos no son otra cosa que la cara “interna” de los procesos culturales, que desde este punto de vista pueden ser caliicados de "extenos". Lo psicolégico seria enton- ces lo “de adentro” de fa cultura, mientras que ésta seria lo "de afuera" del psiquismo. Desde este punto de vista podemos decir que lo psicologico es social, 0 17 mas exactamente cultura introyectada, mientras que la cultura no es otra cosa que el psiquismo proyec- tado (13), Esbozo histérico El interés original de los antropélogos en la enfer- medad mental, brota del campo de la etnomedicina, Se origina en la preocupacién por comprender las re- laciones entre la personalidad y las fuerzas culturales que la promueven y madelan. ‘La otganizacion de un saber etnopsiquiatrico cohe- rente es reciente, Una fecha de partida puede ser ot Viaje de Kraepelin a Java (1904) durante el cual estu did las neurosis locales, el Amok y el Latah. Si consi- deramos que la etnopsiquiatria es la practica clinica que se esfuerza por tener en cuenta las particularida des étnicas, a partir de las cuales se elaboran los di vversos procesos psicopatolégicos de un grupo social dado, y ave la psiquiatria transcultural es la extension de este campo de investigacién de una cultura a otra (85 decir, una psiquiatria esencialmente comparativa, fentonces podemos afirmar que lo que Kraepelin inicio fue precisamente la psiquiatria transcultural La antropologia psicoandliica nace con la obra de Freud, "Totem y tabu" (1914) en donde muestra el problema del origen de toda sociedad, que él situa en la represion de las tendencias edipicas y del incesto, mediante ia practica de la exogamia. Respecto a ios aportes de Freud, Aguicre Beltran (1) retoma las pala- bras de Cazeneuve: "Freud hace a la etnoantropolo- gia una contribucion de la mayor entidad, su merito mas grande es sin duda, ademas de! descubrimiento del subconsciente... -Ia importancia de la ibido en las relaciones humanas...~ la interpretacion de los fend- menos religiosos es otra de sus contribuciones funda- mentales" La necesidad de probar si las hipdtesis de Freud ‘respecto al complejo de Edipo y a las fases del desa- rrollo tienen una relevancia universal, 0 si s6lo eran aplicables a una sociedad determinada, generé una serie de estudios entre los que destacan los de Mali: nowski (Sex & repression in savage society, 1927), uien estudié la poblacion de las islas Trobriand y Considerd que el compiejo de Edipo era un mero pro- ducto de la sociedad victoriana Contra los hallazgos de Malinowski, un psicoana- lista y etnologo del continente australiano, Géza Roheim, quien intentando acabar con la polemica so- bre la determinacién del psiquismo por la cultura (culturalismo) 0 de la cultura por el psiquismo (psi: cologismo), decide ir a la isla Normanby en Melane- sia, cuya organizacion social es idéntica a la de la so- Ciedad trobriandesa, llegando a conclusiones comple- tamente opuestas a las de Malinowski, que obviamen- te aprueban ios postulados de Freud Margaret Mead en Coming of age in Samoa (1928) refuta la tesis de la inevitablidad de la crisis de la adolescencia. De acuerda a Mead, la conducta es re- lativa, y le Sociedad puede crear desviaciones, ya sea aprobando 0 condenando ciertos patrones de con- ducta. 18 En 1934, Ruth Benedict, ciscipula de Franz Boas publica su libro Patterns of cuture en donde considera que los tipos de personalidad pueden reflejar una configuracion cultural’, dado que la gente es malea- ble y asumen los patrones de conducta esperados por Ia sociedad. Ella misma, en 1964 hace un célebre ‘estudo sobre la personalidad japonesa. Lo que se ha llamado la corriente culturalista se consagr6 al anaiisis de los modos, segin los cuales los indviduos captan su cultura. Asi, Kardiner en The individual and his society describe la personalidad de base, como la configuracion psicolégica propia de los miembros de un grupo dado que se manifiesta por un ‘esto comun que concierne tanto con las acttudes. las creencias, las relaciones y los fantasmas. Las tosis de Kardiner fueron desarroladas por Ralph Linton De estos estudios cultralistas, surge la cuestion sobre si existen 9 no sociedades que favorezcan ciertas formas de enfermedad mental con preferencia 2 otras, Seria el caso de la contioversia sobre si las sociedades superindustiaizadas que fragmentan la ‘existencia y despersonalzan las relacones humanas, propician el desarrolo de la esquizotrenia, mientras ‘que en sociedades mas tradicionales y menos occi- entales, este problema estaria casi ausente, o tam- bién puede ser el caso de la boullée délrante que Collomb (4) considera como caracterstca de la ps: quiatria africana, al encontrar una incidencia en Dakar, de alrededor del 30%, mientras que en Francia sdlo se presenta en un porcentaje muy bajo (18) Hay que considerar que estas cortelaciones no implican una relacion de causalidad automatica entre un modelo cultural y un cuadro clinico. Ninguna so- ‘edad tiene un poder directamente patbgeno: cier’a- mente la sociedad produce modelos, da ciertas indi- caciones y el sujeto puede 0 no, de manera prefe- fente, seguir ciertos procesos de descompensacion patolégica en ver de olros. Sin embargo es indudable que segun la cuitura y el momento histerico en que este inscato ef individuo, sera el contenido delirante de los procesos psicopatolégicos. Otro punto impor- tante que debemos tomar en cuenta, es que la nor- ‘malidad psicologica no siempre va de la mano con la adaptacion sociologica. Para iustrar esto ultimo te- rnemos el caso de los pentecostales en Brasil, quienes tienen ciertas prohibiciones (no bailar. no ir a la playa, no ir al futbol, nial carnaval, no ver television, no te- rer relaciones, etc) que van contra los valores de la sociedad global En Francia, encontramos los trabajos de grandes eindlogos como Lucien Lévy-Bruht (1857-1999), Mar- cel Mauss (1872-1950), Marcel Griaule (1898-1956), Maurice Lenhardt (1878-1964) y Claude Levi-Strauss (1908), Es importante destacar los trabajos realizados despues de la Segunda Guerra Mundial por Roger Basiide (1898-1974), consagrados al Africa y sobre todo a la América del Sur, en donde las religiones atrobrasilefias generaron una corriente de interés muy vasia para la etnologia en general y para la etnopsi- quiatia en particular. Entre los trabajos etnopsiquiatricos més actuales eencontramos los de la Universidad de MacGill en Montreal (Wittkower, Murphy); en Senegal la Escuela de Dakar (Collomb, Diop); en Berkeley, EUA, los tra- bajos de Foster y de G. de Vos, en la Universidad de California los de Suarez Orozco: en la Universidad de Michigan los de Fabrega: destacan también los es- tudias de Kleinman (uno de los pocos psiquiatras con formacién antropolégica) de la Universidad de Har vara. ‘Ademas, hay que seftalar, las investigaciones de Devereux (1908-1985), psicoanalista norteamericano de origen hungaro, considerado uno de los fundado- res de la etnopsiquiatria, quien propone una aprox: macién complementarista -de un lado lo psicoldgico y de otro Io sociocultural-; las de Laplantine, seguidor de Devereux quien trabaja en el hexagono, asi como las investigaciones del grupo psicoanalitico de Na- than, y en particular, las de la Escuala de Altos Estu: dios en Ciencias Sociales (EHESS) de Paris, coor dinado por el Prof, Raveau (director del Centre Charles Richel d'étude des dysfonctions de radapta tion -CREDA- fundado en 1974), heredero de la tra dicidn etnopsiquiatrica de Bastide. Asimismo, desta can las aportaciones del prof. Y. Pelicier de la Uni: versidad de Paris, En cuanto a Ia antropologia médica, en Mexico te- nemos los trabajos pioneros de Aguirre Beltran, que tanta influencia han tenido en el desarrollo de esta rea en nuestro pais, los de Villa Rojas, Menéndez, Vargas, Viesca Trevi, Quezada y Lagarriga, En otro momento nos ocuparemos de analizar la obra rele- vante de estos y de otros mexicanos que se han preacupado por esta disciplina, Los modelos diagnésticos El juicio clinico de los profesionales es un hecho profundamente enraizado en las concepciones que tienen que ver con et sentido comin propio a su cul tural En psiquiatria se puede correr el riesgo de reducir los fundamentos del acto diagndstico a los esterecti os sociales de moda y restringir el pensamiento del Psiquiatra a los prejuicios que ha aceptado sin espiritu Critico. Pero el verdadero problema no radica en los prejuicios individuales de cada psiquiatra sino mas bien en poder comprender en qué, la tradicion psi quiatrica occidental, en su conjunto, representada por el corpus histérico de las obras de sus fundadores hasta los ultimos adelantos cientificos, lleva la marca caracteristica de la cultura occidental. Esta es la cuestion que hay que dilucidar para evitar compara- ciones transculturales simplistas que pueden conduct alla transposicién de crterios diagnésticos, Kleinman (9) previene contra el riesgo de aplicar un enfoque estandar en la investigacién transcultural y de liegar a lo que al lama category fallacy, es decir tomar una categoria diagnéstica desarollada para un grupo cultural particular y aplicarla a miembros de otra cultura para la que esta categoria carece de cohe- fencia y de validez. Es como si quisiéramos encontrar la incidencia y prevalencia del Tetonalcahualizth jen Paris! Si pretendemos hacer una etnopsiquiatiia objetiva, podriamos retomar las clasificaciones originales de los pueblos no occidentales y hacer, segin la expresion de Devereux, (5) textbooks de psiquiatria indigena: es decir, no se trata de volver a pensar las concepciones indigenas a través de nuestra psiquiatria occidental, 1 de establecer correlaciones, sino de dar su justo valor a las clasificaciones originales que los indigenas se hacen de sus problemas mentales, a su eticlogia especial y ala manera como ellos tratan y curan estos problemas, Perspectivas de la etnopsiquiatria Actualmente, para realizar estudios etnopsiquiat cos es preciso respetar cuatro reglas, 1. Abandonar todo elnocentrismo: 2, respetar las culturas tratadas; 3, interesarse por los mitos y creencias de cada grupo y 4. tener una exigencia metodolégica tanto en la re copllacién de informacion como en su interpreta Es preciso tener en cuenta que tanto los factores psicosocioculturales como los heraditarios y fisiologi- cos, tienen un papel importante en la explicacién de la enfermedad mental. EI objetivo de una investigacion etnopsiquiatica serd, el no asignarles dominancia a rninguno de estos factores, sino el de comprender sus Interrelaciones mutuas. Kleinman (10) insiste en que la mayoria de los psi quiatras estamos impresionados por la revolucién de las neurociencias y por los cambios que han produ- cido en nuestra profesién, pero pocos nos damos cuenta que también Ia antropologia médica ha sufrido grandes tansformaciones, lo que provoca que os Cuestionamientos antropolégicos sean cada vez mas pertinentes en lo que concierne a la psicopatologia, la epidemiologia y el tratamiento. La etnopsiquiatria debe ser una interdisciplina, y lo mejor es que este tipo de trabajo sea realizado en equipo. El investigador en etnopsiquiatria no debe transformarse en el portavoz de la sociedad estu: diada, ni tampoco en el idedlogo de su propia socie dad, sino que debe ser un observador critico y vigilan- te de ambas. Existe un amplisimo camoo por desarro- Nar en cuanto a la etnopsiquiatria en Mexico. 19 10. "1 12 20 REFERENCIAS. AGUIRRE BELTRAN G: Antropologia médica. CIESAS 75 Mexico, 1886. SANA AK: What is medical anthropology? p23. Ea Logan Ml, Hunt E (Eo) Health and the Human Concition (Perspectives on Medical Anthropology). Duxbury Press, Nosh Soluate, Massachusetts. P.23, 1978, BASTIDE Ri Sooologie des Malaches Mentates, Flamm aon, p18, Paris, 1965, COLLOMB_H' Les Bouftées Deltantes en Psychiatrie Acaine, Psychopathologie Aficaine, vol 2). 167-239, 1355 DEVEREUX G Essais Dethnopsychiatre Generate. 3¢ Ed. Gallmard p, 83. 1977. FOSTER GM, ANOERSON BG: Medical Anthropology. donn Wiley & Sons, p.4-9, Nueva York, 1978, FOSTER GM, ANDERSON BG: Op Cit. 88 KAPLAN Hi, SADOCK BJ. Synopsis of Psychiatry. 6th (Es), Witams & Wikins, p. 133, 1981 KLEINMAN A. Anthropology and Psychiatry British “Journal of Psychiatry. 151:482, 1987 KLEINMAN A’ Op. tp. 448. LAPLANTINE F:L’Etinopychiatne. PUF.p 6, Paris 1988 UAPLANTINE F: Op. cit p27, 13, 14 16 6 7 16 20, LAPLANTINE €. Op. ct.p. 76, LOPEZ AUSTIN A: Cuerpo humano e ideoiogia. Las Concepciones de los antiguos nahuas, 2 vol. Universidad Nacional Ausonoma de México. Mexico, 1884. Vol. 1 pp Mexico, 1984 PELLICER Y. Apport de lethnopsychiatrie, En: Koupe nik C. (Ed). Precis de Psychiatrie, Flammarion Médec ne-Scienoes. p. 337, Paris 1982 PELIGIER ¥-Op cit p 337 RAVEAU FHM: es ambiguités de Tanthropologie Imedicale. Cahiers @’Anthropoioge et Biomerie Humane PV Pans, 1983, VILLASENOR BAYARDO SJ: La elaboracion del con- cepto de la “boutfée delirante” Memoria de la Escuela de Atos Estucios en Ciencias Secisles de Paris. p. 86, Paris, dul. 1982 VILLASENOR BAYAROO SJ. Le médecine nahua a llepoque precolombienne. Une approcne ethnopsychiat- que Memoire del DEA de ia EHESS p 147, Paris, 1993 WEAVER. Citado on Foster GM, Anderson BC. Medical Anthropology. Jeha Wailey and Sons. p 8. Nueva York. 1978.

También podría gustarte