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El Libro de Bolsillo Alianza Editorial ‘Madrid John B, Bury La idea del progreso "ial crigial: The idea of progress. Am inguiry into itr oriin ‘ond prow ‘Tradocore: Ellas Diary Julio Rodtlgues Aramberi cuastr, casi2a-oa © Macmilland and Company, Led, Londres © EA, care: Alan Editorial, §./A, Mactid, 1971 (alte Mita, 38; 522000085 Gbierta: Daniel Gi Depésito legal: BI- 791 - 1971 Tmpeeto por Ene. Belgas, Nits, Sr, de la Cabeza 2 Bilbao Paled Spa Fame Dedigado a la memoria de Charles Frangois Castel de Saint-Pierre, ‘Marie Jean Antoine Nicolas Caritat de Condorcet, ‘Auguste Comte, Herbert Spencer, ¥ otros optimistas smencionados en este volumen. Tantane wos generis tenuit fiducia uesti? Préloga las grandes concuslones que estén implicadas en Invenigeiiny que dcben quedat facta de’ ss yodestos Iimites. Las criticas ocasionales sobre algunas rms patclares que ba adopiado la crencia en el Progresso sobre sgunos argumentosadacos en 4 apo- Yorno doben, por supueto, entender como julios sobre Zr’ yaider general, Debo, no. obstant, hacer aga’ dos Shecracones. Las dua suacadas hace alededor de treats afos por Mr. Balfour en un escrito sayo apareido tn Glasgow no han sid, po lo que yo conozco, antes fdas todavia, Ex probable que muchos de Tor que hace seis aoe habrian coniderado como semantic a iden eta repentina decdencia y mucrte de miestea cin. {én owldentl, como resltdo no de Ia clon de fuer fas céamieas ino por In indica de 9 propio desaro Miss cl ies ase So per tamee dl os poser leque ee fbn const em Lig 0 Soil mace a a provencén dela purr, medida Gta ala que muchos aloe servidores del Progreso aban aprado,conside: dodola como wn importante aso adelante en cl camino delle Urpin a dle as aportaciones francesa al des role de ly iden del Progicso constitye una carters ca destacada de su historia. Francia que, al igual que la Sncipin Grecia, ha sido siempre bens engendradorn de eas, cs In principal responsable dela evolacin histea del concepto de progres. Si, por tanto, es al pensamiento francés al que consantemente se digit nuestra ate. tiga, noe debe n'a una abtrara referencia por pate Infa nf tampoco al olvido de lo aportado por ote pales aie Tatroducciéa Cuando decimos que las ideas gobiersan el mundo 0 ‘que ejercen un poder decisivo en la Historia, pensamos generalmente en aquellas ideas que expresan aspiraciones bbumanas y cuya realizacién dela voluntad huma- tna, como por ejemplo la libertad, la tolecancia, la igual dad de oportunidades, el socialismo. Algunas han sido realizadas en parte y no hay razén pata que cualquiera de ellas no pueda llegar a ser realizada en na sociedad 0 en el mundo, si este fin fuese el propésito comin de una sociedad o del mundo. Esas ideas son objeto de aprobacién o de rechazo, segtin se consideren buenas 0 malas, y no por ser verdaderas o falsas. Pero hay otra clase de ideas que pueden tener una gran importancia en. la determinacién y orientacién de Ie condacta hmana ¥ que, sin embargo, no dependen de la volun:ad del hombre. Son ideas referentes a los misterios de la vida, tales como al Destino, la Providencia ola inmortaidad personal. Estas ideas pueden actuar de modo importante sobre las formas de actuacién social, pero encietran una cuestin B | i “ trode oe eer i ee rem eae ee oe eee pene Vise are eae pepe ee ae ee oreo a a ee ee Sea eae eee eee ee ee eee ee eee se oe eee oe ae Saree eee ee eee eens eres eee a eee a Ba eee renee lene es ee ee ee eo Se eee ee ED eat ee ee ee ae a ea Fs ae ee ae ele eee eee Eas Soe ee os Ate ce eee Se eee eae eel Ee ee eee ee fem Soe mes see a ee nase oer febe jothane hee apc peace reer ol enna peace ea aera eae ne ee eee Rae eee een Feit en clely ere peaies pene es eae ate Bese eas a eee ears Insroduecé 1s cde hecho, tan insoluble en estos momentos como la de: Is inmorealidad | Es un probleme que ataiie a {oe misterios de fa vida. Frc Sa Ca enim ew pb qe cn Eh ce ty oa tre ireciGn deseable y que, de seguir asf legs: ipsa ea fa i nrg nad bong Jn. Pues la marcha hacia adelante podria verse detenida gga punta por un obadalo inanqpesbl, Tome foe, por ejemplo, el cato del saber. Siempre sobrenten- emot gue la eoninidad er progreso hiuro depend dee des coninuided del ceftersn mano (oop "endo cel crc human no deen). Ea rein Senne bea cn une experiencia extrtamcnte lita, tests tn sruseds iamerompidamerte darante los Goce tesdnton © cosrocento ney, bo boro dex sami blew ast olen y= mrs frac pare solaconalosy ha sieto mievor campos (SPiieesipadin Hasta ahoray el hombre de cena Po ‘ne it spade 4 deenene hw ed ke Sede ‘pan protcyuic a caminn, Boro, gposemes cat seguros de que no se encuentre algein dia con un obstécu- SFinfangulable> Une expercaca nites + un ce. ode sntvetenos ae, darats ls cite bemos ee. Sis cconoer con ito ln pure mle merical 3 la Runge, no pocde set conndcrda cov parania de ‘Wicluslons referents operaciones que haa de exten. Sete ao argo de otros cunrocenton 0 de cuatro al Si Penns en in Holgi o le estenomin m0 rerminado las pos! nuestros recursos para la investigacién se hayan agotado, porque, por ejemplo, los instrumentos cintificos hayan Ecanzado el limite de una perfeccién que se pueda demos- ‘rar insuperable o porque (en el caso de la astronomia) Tleguemos a encontrarmos con fuerzas de las que, a dife- . omen | renca de Ia grvedad, no tenemos experiencia terestre? Afirmar que no vayamos a scanear pronto un punto eh nuestro conocimiento de la naturale al cual el inthe hhumapo ‘0 stl expactado para supetar, es una super, cin indemontrable Pero justamente es esa suposicién Ia Iuz y la inspire cia de la invesgnion ceniica. Poes la soposce fo es cicta, significa que munca se puede legis ver lin que, en elcao dela fre, costo un ecnacimien, to completo del cosmos y de los proces naturals, sf or le menos un incomparablemente mayor y mis pron A saber que el que thors tenemos. Ast el progreso continuo nel conocimiento humano de su entorno, que ex tna de las princpales condiciones det Progreso general, es una hiporeds que puede set cle ta ono. sie cers, quederia an una hipctsis lterio, In de tn «perfectbilidad» moral y social del hombre, que se basa en una evidencia mucho menor. No hay nada ue pueda demostrar que el hombre no pueda llegar en i factorias y més allé del cual resultaria imposible progresar. Ello ex una ‘cuestién de hecho que ningtin vokintatismo por su parte SpImggul alters. Es algo que tate alos misteros de Creemos haber mostrado suficientemente que el Pro- ‘greso humano pertenece «ls misma categoria de ideas gue Ja Providencia o la inmortalidad personal. Es una idea verdadera o falsa y, a semejanza de aquellas otras, 10 ede probarse su verdad falsdad. Creer en ela exige La idea del Progreso humano es, pues, une teorfa que tiene una sfntesis del pasado y una previsin del fat [Jro. Se basa en una interpretacién de. Ia hist considera al hombre caminando lentamente —pedetertin ' progredientes— en wna direccién definida y deseable | oxo infiere-que este progreso continuar4 indefinidamente, Ello implica que, al ser Hl fin del problema mésimo de la Tits, se llegaré a aleanzar algin dia tna condicién de felicidad general, que justificard el proceso total de Ia cvilizacién, Bim, esa adopted no sa Ia dseable Pero hay alguna implicacién més, Ese proceso ser el resultado necesario de la naturalesa palquica y social del hombre, no debe hallarse « meiced de ninguna voluntad externa, ya que, de no set asf, no existir(a la garantia de su continuidad y de su final feliz, y la idea de Progreso se convertitfa paulatinamente en la de Provi. ddencia Dado que el tiempo es la condicién esencial para la posibilidad de Progreso, es obvio que esta idea carecerfa dde valor si tuviésemos razones convincentes para pensat que el tiempo de que dispone la humanided egari a s0 final en un futuro préximo, Si hubiese razén para pensat que la tierra se convertiné en inhabitable hacia el aio 2000 6 2100, Ia doctrina del Progreso perderia st signifi ‘acién y destpareceria autométicamente. Seria una cues tign delicada decidir sobre el minimo de tiempo que debe tener asegurado el hombre para si desarrollo futuro, de suerte que el Progreso no acabase por pesder_su valor y su influjo sobre los sentimientor humanes. La. historia documentada de Ia civilizacién ac extiende a lo largo de ‘unos seis mil afios, si tomamos ese perfod> como medida de nuestra concepcién de las distancias temporales, pode. ‘mos afirmar que si tuviésemos la certeza de disponet de tun periodo diez veces mayor, la idea del Progreso no perderia su atractivo, Sesenta mil afioe de tempo bistérico abren unos horizontes casi infnitos a la imeginacién cuan. do pensamos en lo que se ha realizado durante seis mil Sin embargo, no necesitamos solucionar esta cuestién psicolégica, ya que la ciencia afitma que la estabilidad de las condiciones presentes del sistema solar estén ase- furades para varios millates de afios mis. Aungve pueda aber modificaciones graduales del clima, el planeta no By. 2 4 Intoduecn Pee se oes ee aaa eee eto caer gta Pa esa eae nar eae ear ellis SE's ot outa pes eo (See So aes 2 eee pe eee eee eae ee oa eee ee ee ee al a eee oe Be es Se eee pee ee ee ee pe ere ate ae © Soe ee Poni Teeismale ss pes Bore Doe eee payee Bete pee ae ree os here renee lean pet eee ees pr ee es Ee eee peer ioaes ie eee ee eer ier peor Be eee eee eet Soe ire are Ineodveciéa » ry Pucde parecer particulamente sorprendente que Tos ariego, tan fries en sox expeclaconesacrea dele vide fimens, no dieran con ana ements tan ia pley obvi en ms opin cn ae del rome, Bera a tratamoe de investigar sos experiencas y el earke- ter general de su pensamicnto,dejaemos de pensar por aque, La parte “de historia rrendla demasiado hacia el pasado y, en ee tiempo, no Se habia registrado ninguna serie impresionante de desc Brimientos macros que padieransaperi= Bin im scmento indefinido del saber, ‘bien un dominio cccente sobre las fuerees naturales! Dutante el petfodo en que sos cet tos ms brilantes extaban ocupados en lor pr < univero, los hombres podian mejorar is eonsruccién ‘de buqueso inventar nuevas demostraciones geometries, pero, su cienca hizo poco 9 nada pars tansformar lat Endicones de vida 0 arn abrir naeras perpectives hacia al futuro. Los giegos no conacfan hnecho sficientemente fueres como para equlibrar esa profunda veneracin por la antighiedad que parece set connaturel ala humanidad, Joe atenienses de tiempos de Pericles 0 de Plato, por ils ave fern. tay vletemente arn» en omparacién con fomero, mina tavieton oncencia dem emodemidads como ia tenemos hoy 1 Las muestras de que la civilizacién hunana coosistfa ‘en un crecimiento progresive y de que los hombres haban ppenosamente desde un estadio primitivo y sal , no podian desde luego escapar a la agida vision de los gricgos. Por ejemplo, Esquilo pinta a los hombres viviendo originalmente de forma precaria en cuevas som bias, condicién de la que Prometeo les salvé al ensefiar- les las artes de Ie vida. En Eurfpides encontramos un reconocimiento similar del ascenso de It humanidad desde tun estadio primitive de barbarie, desempefiando aqul » Tnwodvecén ‘ows dioses el papel de Prometso. En pases como ete, Se puede decir que existe la idea de que el bombre ba Proprendo; y_ pedetnoe suponer gue tanto para Exquilo Fomo pare Euripides ta a ficei6n poétien de una inter sencign sobrenavural, exstia Ta creencia en un progreso hatural, Pero estos feconocmientos de un progreso 90 ran incompatibles con Ia ceencia, ampliamente exten- Sida, en una degeneracién de la taza humana en su fnigenes, ¥ tampoco apareta usualmente como doctrine val La vig leyenda de na sedad de ore» sencilla ‘Ecde fa coal el hombre habia caldo, se aceptabe genera fmente como una verdad y los peniadores. de mis tlle In‘combinaron con la doctina de una sucesién de meio- tas socales materiales durante el perfodo subsiguente Ge decadenca, Encontramos ambas ideas combinadas as ‘emplo, en Lar Leyes de Plan y en la mos antigua oria razonada de la ciilizaci, eocrita por Dicearco, setpulo de ArisGtcles Pero la vida sencilla de aguella primera edad en la que los bombres desconocian la fatga, In guerra y la enfermedad, era considerada como el est 0 Heal en el que cl hombre serfa tremendamente afore nado, caso de que pusiese volver a é. El hombre habla onsegudo, cictaments, en un remoto tempo pasado mejorar algunas de las condiciones de gu destin, pero scubrimientos tan antiguoe como el fuego, el ard, ln navegacion o clare deTgislar no sugerian que nucvas Invendones pen vat fnaimentes condone as que la vide padiera ser mis complja pero tan fli como la sencilla del mundo acne "Aa pues, aunque pudiers admits un rlativo progre 40, le concepciin yeneral de los fldsofos griegos rt la ‘que extabenviviendo en un perfodo de inevitable dege- reracign y dedive inevitable, porque asi lo prescriba la faturaleza del Universo, Slo tenemos un’ imperfecto Cerone del nnn spel Her to, Pitigoras y TEmpédodes, pero podemos tomar el tthozo de filosota de a historia de PatGn pera oscar fas tendenciar y lor prejuicios del pensamiento.grego Intdoecin a acerca de este tema, El mundo fue creado y puesto en ‘marcha por la Divinidad y, al ser obra suya, era perfecto, pero no ert inmortal y Tievaba en sf cl germen de la Secadencia. Su duracién era de setenta y dos mill afios Solares. Durante la primera mitad de este periodo, la ‘uniformided y el orden primigenio que le fueron. gra- bbados por el Creador se mantienen gracias a la direc: cién ‘de éte, pero Iuego se legeri a un punto a partir del cual ef mundo comenzard, por asi decitlo, a Gar marcha. tris. La Divinidad pietde su influencia Sobre la méquina, el orden se perturba y los limos freinta y seis mil alos es un periodo de gradual Aeclive ¥ degeneracién, Al final de este periodo, el mun- do, sbandonado a sf mismo, se disolverd en el caos, pero Ja ‘Divinidad volverd a tomar el timén, restaurard las ginales y todo el proceso comenzaré de ‘nuevo, La primera parte de este ciclo eésmico cotrespon- de a la legendatia Edad de Oro, en la que los hombres ivian feliz y sencillamente. En este momento nos encon- amos, desdichadamente, en algiin punto del perfodo de decadencia Platn aplica esta teoria del declive al estudio de las ‘comunidades politicas. Concibe su. ut6pica aistocracia| como un estado que existié en algin momento, hacia el principio del periodo de recafda edsmica, cuando !as cosas fo iban tan mal todavia y explica su gnidual deterioro a través de los sucesivos estadios de Ia timocracia, Ia ligarquta, la democracia y el despotismo, Platn explica fee deterioro como algo causado, en primer lugar, por Tn degeneracién de le raza debida a la selajacién y los cerrores en In regulacién estatal del matsimonio, lo que fcarreé el nacimiento de individuos biolégicamente infe Las teorias de Platén son sélo el més ilustre ejemplo de la tendencia, caraceristica de los filésof0s griegos, « idealizar lo inmutable como en cuanto provisto de wn valor superior a lo que varia, Esto afects todas sus espe 2 Tetrodnecin cculaciones sociales. Crefan en el ideal de un orden abso- Tuto de Ia sociedad que, una vez establecido, no podia ser alterado sino para'empeorar, Aristételes, conside- posible*. Este prejuicio en contra del cambio excluyé I posibilidad de considerar la eivlizacién como un movi- ‘miento progresivo. No se le ocurrié ni a Platén ni a ningéin otro pensar que el orden perfecto pudiera al arse a través de una larga serie de cambios y adapt ciones. Un orden semejante s6lo podria crearse por medi del acto deliberado ¢ inmediato de una raz6n_planifics dora, ya que era una encarnacién de Ia razén. Podria ser ideado por la sabidurfa del filésofo © revelado por la nidad. De abi que la salvacién de una comunidad actas, hasta donde fuera posible, las instieuciones impuestas pot el legisiador iluminado, ya ue todo cambio equivalia a corrupeidn y desastre, Estas ideas @ priori explican Ia admiracién que muchos fil6- sofos. griegos sentian por Esparta, pues se considerabe «que ésta habia mantenido intacto, durante un perfodo ex- cepcinalmente lg, el sistema ctableido por un lei inspirado, 2 El tiempo, por tanto era considerado el enemigo de Ta esseaidad vessel Piet a amnota guid mom imal des?, scl tiempo deprecia el valor del mundo», expresa el axio- ima pesimista aceptado en la mayor parte de fos sistemas de pensamiento de la Antighedad a teoria de los cilos universales era tan cortiente aque casi puede ser descrita como la teoria ortodoxa, del flempo eésmico entre los griegos, quienes la trasmitieron a Jos romanos. Segtn algunos pitagicos, cada ciclo repe- tla hasta en sus mie tninimos detalles el curso y los acontecimientos ‘de lo que precedia, Si el universo se isuelve en el caos original, ao hey ta26n, pensaban ellos, para que el segundo caos deba producir’ um mundo que difiers en Jo mis minimo del anterior. El enécimo cielo Introduccion 2 rando el tema desde una perspective préctica, sefial6 que los cambios en un sistema social exabecido ‘son poco deseables y deberian ser tan pocos y escasos como serla numéricamente distinto del primero, pero en todo Jo demés idéntico a dl y nadie podria descubrir el mime- 10 del ciclo en el que vivia, Como el proceso parecta care- cer totalmente de fn, el curso de la historia del mando ‘ontendsfa, por ejemplo, un nimero infinito de guerras de Troya y un infinito’ nimero de Platones escribirfan ‘una infinita cantidad de Repsiblicas, Virgilio usa esta idea cen Ta Egloga Cuarta, en que se refiere a la vuelta a la Edad de Oro: Alter rit tum Tiphys et altera quae vebat Argo as ara oe one el eaala ‘Argue teraoe cd Trotare magus mittetur Achilles. La teorfa cfclica podia ser tomada de forma que esta tante doctrina de la identidad absoluta fuese olay pet ene mache Ge os come) sgt tats ce racién infinita y monétona que era singularmente inade- ‘cuada para estimular un interés especulativo por el futu- ro, Conviene recordar que ningtin pensador tenia forma de saber lo cerca que Ia hora presente podria estar del final de su ciclo. La mas inflayente de las escuclas filos6- ficas del stim perlodo griego, los estoicos, adoptaron In teorfa cilica y su efecto psicolégico natural esta cl mente expresado por Marco Aurelio, quien frecuentemen- te reflexiona sobre ello en sus Meditaciones. «El alma racional —escribe— vaga alrededor del mundo y a través del vacfo circundante y mira hacia el tiempo infinito y considera las periddieas destrucciones y renacimientos del uuniverso y piensa que nuestra posteridad no. vers nada rmuevo y que nuestros antepasados no. vieron nada més grande que lo que nototros estamos viendo. Un hombre de cuarenta aiios que posea la més mediana inteligencia puede decir que ha visto todo lo pasado y lo futuro; ast de uniforme es el mundo.» * EE 4 Insroducin 3 Y, sin embargo, ur filésofo estoico vio claramente y deca con nfs qu se pod esperar un aumento del Saber en el futuro. Hay muchos pueblos hoy —eseribia Séneca— que ignoran lag causas de los eclipses de luna, y éstas silo hhan sido demostradas hace poco entre nosotros. Llegarsé tun dia en que el tiempo y la diigencia humana aclararén ‘muchos problemas que hoy estén oscuros, Dividimos los escasos afios de nuestra vida muy desiguaimente entre el ‘estudio y el vicio, por lo que ain se tardaré muchas gene- Faciones en explicar ‘como los cometas. Algin dla la posteridad se maravillad ance nuestra ignorancia de causes tan claras para ellos ‘»eCufntos nuevos animales hemos Nlegado a conocer por primera vez en nuestro tiempo? En el futuro, los hombres llegarén a conocer muchas cosas que 4 nosotros ros resultan desconocidas. Muchos descubrimientos estén reservados alas ededes foruras, cuando nuestro recuerdo sc haya extinguido de la memoria de los hombres. Cree- ‘mos que estamos iniciados en los secretos de la natura- lez, pero estamos tan sélo en el umbral de su templo.» ero estas prediceiones no llegan a mostrar que Séne- ca tuvieta In menor idea de una doctrina sobre el Progre- 0 dela humanidad. Los principios de su filosofia excatan totalmente una doctrina semejante al igual que su visién, profundamente pesimista, de los asuntos humans. Pucs, inmediatamente después del pasaje que he extractado, © extiende sobre los progresos del vicio. «. La astrologia no era bien vista por la Iglesia, que la consideraba una materia peligross. Bacon sin embargo, defendia su uso en interés de ls Tplesia ‘misma, Mantenfa, como Santo Tomés de Aquino, Ia influencia fisioldgica de los cuerpos celestes y considera: ba Tos planetas como signos que nos dicen lo que Dios hha decretado desde toda la eternidad, que debe suceder, ya mediante procesos naturales, ya mediante actos de Ta voluntad humana, ya mediante su buen deseo. Los nodes as diluvios, las plagas y los terzemotos podian sex previstos, de igual modo que las revoluciones politica y religiosas Se hallaban inscritas en el curso de las estellas. La exis- {eacia de seis religiones principales estaba determineda pot las combinaciones de Jipiter con los otos seis plane fas, Bacon, baséndose en la prediccién de un astrdlogo mabe, esperaba con toda seriedad la extindén de la rel- pidn mahometana antes del fin del siglo XIII ‘Unde ss encrmes ventsjas que el etodio de a ciencia asroldpica aportaria a Ia humanidad seria. que, ppor su mediaciSn, se podefa fecha de eparicién del Anticrsto y asf la Iglesia podria prepa ‘arse para afrontar las prucbas y los peligres de ese terri- ble periodo. La legada del Antcristo equivalia al fin del mundo y Bacon aceptaba Ia opinién, compartida, seein , por todos los hombres inteligentes, de que «no este ‘mos lejos de los tiempos del Anticristo». Por ello, as ‘eformas intelectuales que consideraba.necesurias, te dian el efei de prepara, nada ms, «a Cristandad para que resistiese con mayor éxito la corrapcin en Eircno del Anticrstosumisfa al mondo. «La verdad prevalecerd —con lo eval queria decir que It clencia avany Zari— aungue con difcultad, haste que aperezca el Anti: isto sus precursorese, J, segtin su propia conviccién l intetvalo habia de ser probablemente coro, ‘La frecuencia con que’ Bacon recurre 3 este tema y l énfasis que pone en muestzan que la aparicién del “Anticrsto constiufa un punto fijo en su horizonte’men- tal. Cuando miraba hacia el futuro, se lo representaba perapectiva desde donde tenemos, que valorar sus ober- vvaciones respecto del progreso del saber. «Es nuestro deber —escribe— completar lo que los anviguos dejaron incompleto porque hemos entrado en sus tareas, ls cuales, | menos que.seamos unos asnos, pueden estimlarnos para conseguit mejores resultados.» Aristteles corrgié % crores de los primeros pensadores. ‘Hoes coigleron au ver Aristteles en muchos puntos Te atudieron muchos conas nicvas,y at serd asta el fa iel mundo. Bacon cite lgunos pussies de las Does 1 Fbias Ge, Séncca, fin de mosraros ve fe rdguisiign del saber es gradual. Ya hemos lado la ttenelen sobre eso pastes, al tempo que hemos seal {i asta que punto er eaulvocado basar sobre ellos a fden'de que Stnece fuera sn maestto del teorla del Progreso. Pare Bacon se ha reclamado un honor seme: jam con mayor seguridad adn, pero ello no deja de er tina equivocectgn. La idea del Brogreso cp evidentemente incongroente con so concepcin del mundo, Si se hubise feptado su program para revocionar Ia ensefianza ince ave fe ebandonado de igual modo que mis esc tos quedaron olvidados durante: muchos afos— babria Sido autor de una reforma progresiva, per deuintosrefor Indore no bu abi antes y esp de Bacon en cuyes ‘mentes nunca spareié Is iden de Progreso? ‘ ‘Ast puc, les wore baconianas de efor ln, Ico G2 ctw eipcion dela Ket Ge Propo, oon ane god pot or impoabe gee esas exyepcedene Oy iad Main, Todo al eptite de ie CGRlesad meer exe, La concep reper {5 el fences de la rovteoia dvi a ee. Bae ane ere ene miei ee ere oe eee Mier eee re ore cite (emcee eae age eer eee eee ets oc erate eee ee eh eee i are eae eee ae eestor tone Bett eee ape eee a eer aera ioe es tacts ele eae arate neroduecin ” Ja imaginaci6n, hacfa aia menos probable la posbilidad de especular acerca del destino del hombre sobre la a 1 1Los paites civlizados de Europa emplearon unos tres cet st gat el in eg dl No le mundo moderno. Es0s si ‘uno de Tos perfodos mds claramente progresivos de la histori, pero {ts condiciones tampoco fueron favorables para la‘apat. Fe, dunn iden del Progr, singe = ertabe pepe ando el miliew intelectual propicio’ para cl naciiento sega ie ae ste perfodo progresivo, que adecuadmente se he denominado Renacimiento, duré desde el siglo XIV hasta 1 XVIL Los mayores resultados significativos para nues. tro presente propésito, alos que lead la mente humana en este estadio de su evolucién fueron dou. Se restaut6 in confanza ee rani. huma ye recnoié ue Ia vida en este planeta posela un valor independiente. de fualguier temor 0 esperanza relacionados con une vida tltraterene, ‘Pero para abandonat Ia mafvetéy la supestcién medic. vales, para asumir una actitud mas libre respecte, de la autorided teoldgica y para desarrollar un nuevo concepto del valor dela personalidad individea, los bombres rec. ‘ieron a la gula de los pensadores griepos y romance y resucitaron el espiritu del mundo antiguo pars exorcist fos fantasmas de las edades oscuras y triste, Se valve. ron asf hacia ‘una civilscién,paseda que entronizaron oro ele doe oot mos decent yen su reaccifn antimedieval, con lo que aparecié una ‘nueva fuente de autoridad: Te autorided de los escitores de la Antgiedad. En general, los pensadore del Renach Imiento siguieron las tendencis y adoptaron muchos de » Intinia los prejuicos de la llomta greg. A pesr de gue en Gee perfodo tuviefon heat grandes descubrimientos de Sencencias evoloiostin «largo. plzo, In mayor parte de av intligenciasacivas se ocupron redex Er labora, caftcare imitar Jo anuguo. Hasta Tos ldzos ation del Renacimionto, la especulcin no empens 1 buses el camino bac neewor punts de parts, Slo fntoncesspecelé una reaccgn scria contra las ms pro- fandas influenias dl pensamiento medieval. 2 ara ilustear Jas Timitaciones de este periodo, tome- mos a Maquiavelo, uno de los mds originales escritores {Que Italia haya producido nunca En la base de la ciencia politica de Maquiavelo hay determinados principios, que él, con su peculiar estilo tsistemético, indies de pasada pero que son esenciales para la comprensiOn de sus doctrinas, El primero es que Ll mundo de lor seres humanos ha sido siempre idéntico, faungue varfe de un pafs a otro, y que presenta siempre €l mismo aspecto: unas sociedades que avanzan hacia la prosperidad y otras que decien. Las que estén ascendien- 6, llegarén a un punto que no podrin superar. Tampoco permanecerén para siempre en ese nivel sino que comen- ‘arin a declina, ya que las cosas humanas estén en perpe- tuo movimiento y deben ir, por tanto, hacia arriba 0 hhacia abajo. De igual modo, los estados en declive Has rin finalmente a tocar fondo y comenzari entonces so fscensiSn. Ast pues, ana buena constitucién u organiza: ién social s6lo. puede durar poco tiempo. TEs obvio que Maquiavelo fue ilustrado e inspirado por los antiguos en su concepcién de Ia historia. De sus premises se segufa que el estudio del pasado era del mis- fo valor porque petmitia al hombre que viese lo porve nr, pues todos lot acontecimientos sociales de una época se corresponden con otros de épocas pasadas. «Pues los fcontecimientos son obra de los hombres, los cuales tienen ntodvecéa » xy han tenido siempre las mismas pasiones, por lo tanto Jus efector deben ser neceseiamente los tismnos.» Maguiavelo se inspire tambign en sus macstros de la Antigiedad al dar por sentado. que um buena orga nizacign de Ia sociedad sélo puede ser fru del desgnio ‘elberado de un sabi legislador. Las formes de gobierno, fst como las teligiones sen creaciones personales de una intcligencia individual, y la nia posibilidad de que una ‘buena constiucién o una rliggn se mantergan por alin tiempo, consate en la represién constane de cualquier tenga nage de fw designion niles desu "Es evidente que ambos principios ests Kigicamente conectador, El legislador construye sobre Ia inmutabil {iad de Ia nataraeza humana fo que es bueno para una generaci6n debe serlo para la siguiente, Par Maguiavelo, {gual que para Platén, cambio equivaldea a corrupcién. ‘Ast pcs, a teorfa fundamental excuta cualquier concep. Gi6n de que un orden social satstactoro pad szadualmente del trabajo impersonal de generac Sivas que adaptasen sus instituciones asus propias¥ cam: biantes necesidades y aspitacones. Es cacterstico de Maguiavelo, y otra de sus semjanza con ls pensadores antiguos, que buseate el estado ideal en el pasado: a Roma republicana Este dct, a Meda de ents hamana y Ia omnipotenca’ del egislador, no. dejdban resqucio Alguno para una teorla del Progreso. Se ha salad con aan que estas ideas te encuentran en la base de algunat de las més famosas especulaciones del sigle XVIII, aun tstando.no en Ta forma rotunda en que Naguiavelo presents 3 Gop en pe ete Se ee ce eee ea i eee Fa Ineoducciso ampliamente extendida, de que el hombre habia degene- ado en el curso de los dltimos mil quinientos aos. Esta ra la deduccidn facil y natural de la exaltacién de Ia peers eriega y romana @ una Cae ge sett tidad inalcanzable, especialmente en el campo del cono. cimiento. Si los griegos eran autoridad en filosofia y en tencias, si eran inigualables en arte y literatura, ‘Repiblica romane, como crefa Maquiavelo, era el estado ideal, habia que concluir que los poderes de Ja Natura leas habian declinado y que ésta ya no podia producit cerebros de In misma calidad. Es evidente que ls idea del Progreso. no podia aparecer hasta que n0 desspareciese cesta paralizante teorfa. "Aaut y alld, a To Tatgo del siglo XVI, si bien timida yy esporidicamente, los hombres empezaron a rebelarse Contes la titania de la Antgaedad 0, mejor, © prepacar fl camino hacia una rebelidn abierta que se producirfa fen el sigle XVIT, Pronto empezaron mostrarse bre- chas en la orgullosa acr6polis del saber antiguo. Copémnico ming la autoridad de Tolomeo y_ sus predecesores, las invest ‘anatémicas de Vesalio danaron el prestigio de Galeno, Aristteles fue stacado en diferentes puntos por Telesio, Cardan, Ramus y Bruno. En algunas ramas dde la. ciencia comenzé una innovaciin que sirvié de hheraldo para una revolucién radical en el estudio dé los fenémenos naturales, aunque el significado general de las perspectives que abrian efas investigaciones era tan sélo vvagamente atisbado en aquellos tiempos. Los pensadores yy los hombres de ciencia vivian un crepésculo intelectual. Era el ereptsculo del amanocer. Por un lado, tenemos el misticiimo que culminé en las especulaciones de Bruno y. Campanella; por otro, el escepticismo de Montaigne, Charton y Sfncher, La desorientacién que suftia el saber ‘se muestta en el hecho de que, mientras Bruno y Cam- ppanella aceptaban la astronomfa de Copérnico, ese mismo Histema era rechazado por un hombre que, en otros mu- cchos aspectos, puede pretender que se le reconozca como tun moderno:” Francis: Bacon, nuodeecia a Pero I tendencia creciente « desafiat la autoridad de los antiguos no separe 2 este perfodo de! espiritu total {que informé al Renacimiento, ya que estaba subordinada Srera incidental en relacién con un interés més general ce-importante. Rehabilitar al hombre natural, proclamar ‘que deberia ser el duefio de sa propio destino, afiemar au libra onl cpo de a ieratrey del are foe In tarea del primer Renacimiento. Fl problema del Rens- ento tardio consistia en completar esa emancipacién ane tereno del penamieno lsc, La weve mete fsica de Bruno, la cual habsfa de expiar en le hoguera, ‘ofrecié la solucién menos ortodoxa y més completa. La Aeificacién de la Naturaleza y del hombr> como parte de aquélla implicaba la liberacién de Ia humenidad de Sualquier autoridad externa, Pero otros pensadores de la Goce, si bien menos audaces, estuvieron igualmente ins pizados por la idea de interrogar libremente a le natu raleza y se dedicaron de leno a realizar el programa del Renacimiento: Ia reivindieacién de este mundo como poseedor de un valor humang independiente de sus rela- ciones con cualquier esfera ultraterrena. Los arebatos de Giordano Bruno y Ia sobriedad de Francis Bacon se hallan aqui sobre una base comtin. Todo el movimiento era el preludio necesario para una nueva era en aque Ia ciencia teria soberana Conviene sefialar que habla un sentimiento genera! de complacencia con respecto a la necesidad de aprender a los objetivos intelectuales. Rabelais expresa este opti: ‘mismo. Gargantéa, en una carta a Pantagracl, que est diaba en Paris, comenta a su hijo las grandes mejoras en el conocimiento y en la educacién que, dice él, acaba. ban de producirse. «EI mundo esta’ lleno de ‘sabios, maestros cultivados, amplias bibliotecas y pienso que ni fen tiempos de Platén, de Cicerdn 0 de Papiniano hubo tantas facilidades para el estudio como en Ii actualidad.» Indudablemente 2 To que Gargantia se refiere en una educacién liberal humanistica es al estudio de las lengua y literaturas de la Antigiedad, pero su satisfccién ante 2 Tatadccén la presente difusién del saber junto con In sugerencia de ea oe to, wu contemporcns een eta fobre los antiguos, et el punto significaivo. Esta satis Fecién brila tambign ea la observacién de Ramus de ‘que wen un siglo hemos visto mayores progresos en los Fomires y en el saber que cuanto pudieron ver nuestos Antepasidos en el curso total de los eatorce silos ante- En esta lkima fase del Renacimiento, que incluye l primer carto dl siglo XVI, se estaba preparando el terreno en el cual germinata ia idea del’ Progreso. Y nesta historia de sus origenes comienza cone tabejo ‘que pertenecen a este tiempo: Bodino, ‘spenas conocida més gue por los especialistas en clencias 7 Bacon, conocido. de todos. Ambos suvieon mplia comprensién de la sgnificacién de su propia época que cualguiera’de sus contemporioeos.y fungue ninguno de los'dos expuso ube teorla del Pro- ares, ambos contribuyeron a a elaboracién de'un pense Iiento que colaboré directamente eo st apaiiéa sub- siguiente | 1. Algunas interpretaciones de la Historia Universal: | | | Bodino y Le Roy. a Hay wn gran desnivel entre el genio de Maquiavelo y el historiador francés Juan Bodino, el eval publied su Jntroduccién a los estuidiot histéricos! unot curenta afios después de la muerte de aquél. Sus opiniones y su método difieren en gran medida de los del gran pionero, al que ataca. Sus lectores no fueron atrados por sus sorprendentes innovaciones o su doctrine innoral. Bodino es canto e insfpido. Pero los pensamientos de Bodino abarcaban wn campo mucho mis amplio que los de Maquiavelo, concentrado por completo en Ia teoria politica, y su importancia para osotros 90 estriba en las especulaciones.politcas por medio de las cuales trat6 de probar que Ia monarqula ce la mejor forma de gobierno, sino en sv tentativa de sustituir con una nueva teorfa de la histori universal Ia teoria prevaleciente en la Edad Media. Badino rechaz6 Ia concepcién popular de una Edad de Oro y de la sul *

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