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LAINMANENCIA ABSOLUTA LAvIDa Por una singular coincdenca, liltimo texto que Michel Foucault y Gills Deleuze publicaron antes de morirtene como «jes en ambos casos, concepto devia. Fl sentido de esta coi cidencatetamentaria (Canto en un caso como en el oto ta ‘ayn efecto, de algo semjante aun texcimento) va mucho mas alli de a solidaridadsecrera que puede existe entre dos amigos. Tnmplic la enunciacn de una herencia que conciezne de mane ra nequiocs a I filosfia que viene. Si quiere recibir esta he ren, la iloofls que viene deberé partir del concep de vida {que nos indican, con su gest slkimo, los dos Blsofo: aes a ‘menos la hipétesis dela que parte nuestra invesigacion l exo de Foucaule, publicado en la Revue de Meéaphysigne et de Morale de enerosmarao de 1985 (pero enttegado a trv ta en abil de 1984; es entonces elmo texto al cua lis fo pudo da su imprimavu. aun cuando retoma bajo una form modifiada un texto de 1978), tiene por ciclo La vie: expe rience et la siences! Lo que carateria estas piginns, que Fou 1, xe tno ot ia on Michel Foca, Di rt ls cin de Rago Evldy Daniel Df, vl, is Clinard 1% me 768777, 388 ‘ule concibié como una especie de homensje extemo su maestro Canguilhem, es una curossinversiin de perspetiva precsamente acerca dela idea de vida. Es como si Foucault, que habia comenzado en el Nacmiento del clinica por insptarse en el nuevo vitalismo de Bichaty au definiciin de vida como eon junco de las funciones que resisten ala mrt, rerminara por ver en ella mds bien el ambiente propio del error «Al limite -s- be La via [uJ eso que es eapaz de eror [a La vida acaba haciendo del hombee wn vviente que no se encuentra munca completamente en su lugar, un viviente que esté destinado a “errar y2“equivocase" [Ala limite la vie [x] est ce qui est capable dereur [.] La vie aboutie avec homme & un viva (qui ne se trouve jamais tout fai sa place, 3 un vivant qui et out a fees” ec “se romper")! Se puede ver este desplaza- micnto como un tetimonio ulterior de a crisis que aeaviesa Foucault, segin Delewe, despues de La voluntad de saber Peo or certo ay en juego algo ms que un pesimismo o una xim- ple dessin algo asf como una nueva experiencia que obliga 2 reformular ls relacionesenere verdad y seta y que, en con secuenca, conciere al dominio especfcn de I invesigacion de Foucaule Al aancat al saeco del terreno del cago y dela concienca lo radicaen el terreno dela vida; peo se eraa de una vida que, en la medida en que es esencilmenteerranci, va mis alls de lo vivido y de la intencionalidad de ls fenomenologa «zNo seré que toda I teoria del sujeto debe ser reformlads, ya {que el conccimiento, mis que abit al verdad del mundo, se atraiga en los “errores” dela vida?» [Estce que toute la toric du sujet ne doit pas ere reformulée, ds lors que la connaissan- «e, lucie de Souver 3 la vereé da monde, senracine dans les 1, dsp 774 (Dad a gran cia de ci n ngs ian, pa esa at tla hemo ede ame ass eas lengua leas, ago cam, te crchee ae tenga oral excep ocr ag (Neb 7} 389 “erreur” de la vie)! Qué puede ser un conocimiento que ne tiene ya como correlate la apertura al mundo y ala verdad sino solamente la vid y su erancia? -Y cémo pensar un sujet sino «pattie del ero El propio Badiou por cierto uno de los fs- Sofos mas ineresantes de Ia generacion que sigue inmediat mente a lade Foucault y Deleuze piensa al sujet a partir det ‘encuentro contingent con una verdad y deja de lado el vivien- te en cuanto animal de I especie humana» desinado a servit dle soporte a exte encuentro, Ahora bien: en Foucault es eviden- te que nose tata de un simple eajuste epistemoldgico, sino de tuna nueva dslcacin de storia del conocimiento que se ope- ‘an un terreno absolutamente inexplorado,Y es justamente ese terreno, que coincide con Ia apertura de la canter biopolitic, cl que le proporciona a Foucault ese sercer ej, distito tanto del saber como del poder, del ques tene, sein Deleuze, tan ‘a nocesidad en exe momento, y que el texto sobre Canguilhem efnis in imine come wana manera dstinta de aproximarse ala nacién de vid [une autre manie dapprocher la notion de vie) 2. FILOSOFIA DE LA INTERPUNCION El texto de Deleuze, del que nos ocupatemos ahora, tiene por teulooLa inmanencia: una vida.» y ha sido publicado en la revista Philaphie dos meses antes de la muerte del i6oto CContariamente al ensayo de Foucault, se trata de un fexto ot to que tiene el dacs fluid de un apunce sumario, Yael vtlon pest desu aparenca vagay cas suspendida iene una esr tur inabitual que no pede no haber sid atentamente medi- tada, Los dos concepos clave no estin de hecho unidos en u sintagma, a tampoco ligados por la partcula se (tan carat 1, id, p76, 390 ritica de los titulo dleusianos)sn embargo, cada uno de ellos ‘esd seguido por un signo de intepuncisn (primero los dos puntos luego las puntos suspensvos). La lectin de esta at Culacin absolutamente no sinters (ni hipoterca ni partic: fica sno, podria devise, aictica) po cierto noes casual Ma alli de as brevesindicacione ene ensayo adorniano, «arecemos csi por completo de cements para una flosofia de Ia interpunciin Sea padide observarya que lox sustanivos eran los dnicos en poder adguire wna dignidad terminolégica, sino que los adverbios también podian hacetlo; Puder y Liwith han subrayado la fancién particular de los adverbioseechunhl vysehomen Kanc yen Heideggee respectvamente. En cambio, menos evident seflar que los signos de incerpuncign —por

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