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CCONTRATO DE TRABAJO de la NYPE, Estas cléusulas delimitan el Ambito en el que el fletador puede im- partir 6rdenes al capitin: determinacién de los viajes, los puertos y los cargamen- tos sucesivos. Asimismo podran designar agentes o consignatarios que atenderin al buque en los puertos que vaya tocan- do (agencia). El hecho de que el fletador pueda impartir ordenes al capitan no sig- nifica que éste dependa de él, La cléusula de empleo también recoge que el fletan- te tendra derecho a ser resarcido de los dafos y perjuicios que se le sigan por el cumplimiento de las 6rdenes impartidas por los fletadores. Los fletadores corre- rin con los gastos conectados al tipo de viajes 0 transportes. Segiin la cléusula 2 de la péliza Baltime, el fletador corre con el caste de combustible, gastos de puer- to, practicajes, remolques portuarios, gastos de consignacion y en general, t0- dos los de carga, estiba y descarga. Los Ii- mites al empleo del buque por el fleta- dor se refieren a dos ambitos, uno referi- do a los viajes y puertos a los que puede dirigir el buque, y otro al tipo de merean- fas. Bl primero se reflere a dreas de ries- 08 nduticos superiores a los ordinarios, ¥ las pélizas se refieren al empleo del bu- que en ‘puertos buenos y seguros, donde el buque pueda permanecer a flote” (cléusula 2 Baltime y 5 NYPE). Se Consi- deta que el fletador sélo incurre en res- ponsabilidad cuando en el momento de designar el puerto conocia o debia cono- cer su inseguridad. En cuanto a los limi- tes relativos a las mercancias, las pélizas suelen establecer que el buque serd em- pleado en tréficos legales para el trans- porte de mercancias legales, excluyendo las peligrasas (cléusula 2 Baltime). La lici- tud de las mercancias se regula en los ar ticulos 681 y 682 del Cédigo de Comer- cio, que Gabaldén/Ruiz Soroa estiman aplicables al time charter. V. LARESPONSABILIDAD POR LA CARGA Las pélizas al uso establecen Ia res- ponsabilidad del fletante por los dafios y pérdidas que sufran las mercancias du- rante su desplazamiento, aunque la limi- tan con cifusulas exonerativas para los navieros. La poliza NYPE remite al régi- ‘men establecido en las Reglas de La Ha- ya-Visby. Le péliza Baltime establece una amplia exoneracion de responsabilidad del fletante pot dafios a las mercancias, incluidas las negligencias de la doracion (cléusula 13), En el plano normativo, Ga- bald6n/Ruiz Soroa estiman aplicable el régimen de responsabilidad por culpa presunta previsto en el Cédigo para el flctamento (articulos 587, 618 y 619) VI. EXTINCION DEL CONTRATO Las pélizas suelen contener supues- tos especificos de frustracién del contra- to, por cjemplo en situaciones de con- flicto arma:o o politico que afecte a la seguridad, 9 los de pérdida del buque. Si se produce la venta del buque, y ¢! nuc- ‘vo naviero n0 quiere continuar con el fle- tamento, se plantea la duda de si resulta © no obligado por el contrato suscrito por el naviero anterior. Gabaldén/Ruiz Soroa mantienen que ha de respetarse el viaje en curso, pero el nuevo propietario no queda vinculado por el contrato que solo produce efectos entre los contratan- tes, sin peruicio de la responsabilidad en la que haya incurrido el fletante frente al fctador, ‘Numa OnzaNa Cano CONTRATO DE TRABAJO 1. CONCEPTO = Il, CONTEXTO HISTORICO = Il. REQUISITOS DEL CONTRATO: CONSENTIMENTO, OBJETO, CAUSA Y FORMA L CONCEPTO El instrumento jurfdico en el que se ‘materializa la regulacion del trabajo libre 2430 eciss CCONTRATO DE TRABAJO por cuenta ajena es el contrato de traha- jo. Lo que explica que sea “la institucién central del Derecho del Trabajo" y cons- tituya "la rafz de su origen y la razon de existencia como disciplina juridica au- tonoma" (Alonso Olea). Siendo posible definirlo como aquel "negocio juridico bilateral que tiene por finalidad la creacién de una relacién jurédico-labo- ral constituida por el cambio continua- do entre una prestacion de trabajo de- pendiente y por cuenta ajena y una ‘prestacién salarial" (Montoya Melgar). No obstante lo anterior, la doctrina ha utilizado modelos explicativos basa- dos en institutos juridicos distintos al contrato de trabajo. En este sentido cabe citar la "Yeorfa de la relacién laboral de echo". Para los autores defensores de esta teoria la regulacién jusfdica de la re- laci6n laboral no proviene exclusivamen- te del contrato, sino de fuentes regulado- ras diferentes, de aqui que, en su opi- nin, Jo que desencadena la aplicacién de la Ley de trabajo es la prestacién de abajo 0 la incorporacién del trabajador a la empresa (Hueck). En nuestro pais esta tesis fue defendida, entre otros, por Polo, en gran parte por razones ideolégi- cas, pues se consideraba que mediante la misma se superaban los esqquemas libera- les, esencialmente basados en la autono- mia de la voluntad y libertad contractual. Frente a esta teoria, la "teoria contra. ctualista’, claramente mayoritaria, sos- tiene que el contrato de trabajo es la ins- titucién central del Derecho del Trabajo, siendo posible indicar que la "teoria de la relacién laboral de hecho" se encuen- tra cn la actualidad superada. En este sentido, se afirma que en la actualidad "no se discute que el origen normal de toda relacién laboral es la celebracion de un contrato, y que las aparentes "re- laciones de hecho" fundadas en la pura incorporacion a la empresa tienen su verdadero origen en un contrato" (Montoya Melgar) El contrato de trabajo pertenece a la categoria de los contratos normados. En efecto, es pico del sistema de libertad contractual dejar que el equilibrio entre las obligaciones nacidas del contrato sea subjetivo y no objetivo, es decir, las pres- taciones nacidas del contrato son equiva- entes porque asi lo han entendido las partes. Pues bien, en el émbito laboral - también en otros sectores del ordena- miento juridico- se ha impuesto la con- viccin de que el régimen juridico o el contenido del contrato no pueden ser dejacios de forma pura a la libertad con- tractual, pues el desequilibrio real entre Jas partes de contrato -empresario y tra- bajador- se traduce en que aquel impone el contenido del contrato. Por ello el Es- tado asume la obligacign de dotar de un conten:do imperativo al contrato -contra- to normado o reglamentado- y siendo una singularidad del contrato de trabajo el que las represcntaciones de los traba- jadores tengan capacidad normativa para contribuir a fjar dicho contenido. I, CONTEXTO HISTORICO Fl contrato de trabajo surge, por lo tanto, ante la insuficiencia del modelo contractual civil para dar la adecuada co- bertura juridica aun nuevo tipo de rela- cién de trabajo, de aqui que surgiese un contrato especial, al que inicialmente se lamé "contrato de servicios" (Dientsver- trag) y mas adelante, "contrato de traba- Jo" (Arbeitsvertrag). Precisamente el he- ccho de que e! contrato surja en compe- tencia con otras figuras contractuales que no desaparecen del ordenamiento juridico plantea dificiles problemas de delimitaci6n entre esta figura y otros ti- pos contractuales. Delimitacién no siem- pre pacifica pues "el proceso de expan- sién del contralto de trabajo va acom- patado de un proceso inverso, de re- duccién, de otras figuras contractuales civiles 7 mercantiles' (Montoya Melgar). Que el contrato de trabajo se convir- tiese en el vehiculo institucional del tra- oass 2431 CCONTRATO DE TRABAJO bajo dependiente y por cuenta ajena es fruto de un largo y complejo proceso his- tOrico. Este proceso tuvo una doble di- ‘mension: por una parte fue preciso mo- dificar las instituciones juridicas que pri- vaban a los sujetos de la libertad de tra- bajar; por otra, era preciso crear 0 adap- tar institutos juridicos que permitiesen desarrollar el derecho a la libertad de tra- bajar-liberalizaci6n de un cierto Derecho para obtener Ia liberacién por el Derecho (Cémara Botia)-. La institucién juridica adoptada para dar cauce a la nueva idea de libertad en el trabajo fue el contrato. En la formacién del moderno con- cepto de contrato confluyen ideas proce- dentes de! Derecho Canénico -otorgaron, un valor esencial a la voluntad como creadora de obligaciones juridicas pues "mendacium est si quis non cumpleeat quod promisit'-; del réfica mercantil - necesitados de un sistema flexible y libre de formalidades para generar obligacio- nes+ y de la Escuela de Derecho Natural racionalista -que también creen que el fundamento de las obligaciones se en- cuentra en la libre voluntad humana de Jos contratantes-. Pues bien, cuando la ideologia liberal sostuvo que el funda- mento de la libertad era la propiedad y, en consecuencia, que al ser el hombre "propietario" de su persona, debia ser li- bre también en la eleccién del trabajo, encontré en el contrato el instrumento idéneo para ejercitar dicha libertad. En efecto, si lo que se pretendia era garanti- zar la libertad en el trabajo, el instrumen- 0 juridico idéneo para ejercitar dicha li- bertad era el contrato de trabajo, institu- to que generaba la obligacién de trabajar inicamente porque con cardcter previo habia existido un acto libre y voluntario por el que el sujeto trabajador, calibran- do sus intereses, optaba por obligarse a trabajar a cambio de un precio. Este esquema inicial no ha sido aban- donado en la actualidad, sin perjuicio de que las insuficiencias de un modelo basa- do en Ia ignaldad ideal de las partes con- tratantes se hayan traducido en una serie de necesarias correcciones. En realidad, dichas comecciones, que se traducen en restricciones al principio de libertad ab- soluta en la contrataci6n, en el ambito la- boral son esencialmente dos: por una parte, el incremento de unas normas creadoras de un orden ptiblico laboral minimo fijaco por el Estadio ¢ inspiraco en cl principio de defensa de la dignidad del trabajador y del que las partes indivi- duales 0 colectivas no pueden disponer Y, por otra, la aceptacion de la negocia- cién colectiva como instrumento de creaciGn de las condiciones de trabajo a las que debe adaptarse la contratacion in- dividual. D2 este modo se da solucion a Jo que Keynes denomind el eterno pro- blema politico de la humanidad, encon- trar una sclucin adecuada que permita conjugar la 'eficacia econémica, la jus- ticia social y la libertad individual", En nuestro pats, inicialmente, el so- porte institucional del trabajo libre asala- tiado fue el contrato de arendamiento de servicios regulado en el Cédigo Civil y a normativa reguladora de los "factores, dependiene y mancebos" contenida en cl Cédigo de Comercio. El primer inten- to de regular el contrato de trabajo fue el Cédigo de Trabajo de 1926, si bien la re- gulacion era dlaramente insuficiente pues era "wna simple reforma del con- trato de arrendamiento de servicios y no una regulacion instauradora del contrato de trabajo propiamente dicho" (Martin Valverde). Sera la Ley de Contra- to de Trabajo de 1931 la primera regula- cin extensa y técnica de esta nueva figu- ra contractual -la regulaci6n se inspira en el proyecto weimariano de H. Potthoff-. ‘Tras la Guerra Civil la Ley de Contrato de Trabajo de 1944 recoge en lo esencial la regulacion de 1931, si bien la adapta a las nuevas circunstancias de ausencia de sin- dicatos libres y de negociacion colectiva 2432 eciss CCONTRATO DE TRABAJO Aspectos basicos del contrato de trabajo fucron regulados por la Ley de Relacio- nes Laborales de 1976 y el Decreto Ley de Relaciones de Trabajo de 1977, hasta llegar al actual Estatuto de los Trabajado- res, norma en la que se contiene la regu- lacién esencial del contrato de trabajo. Ill REQUISITOS DEL CONTRATO: CONSENTIMIENTO, OBJETO, CAUSA Y FORMA Son requisites del contrato los. si- guientes: el consentimiento, el objeto, la causa y, para algunos autores, la forma. Dentro de la teorfa del consenti- miento se distingue entre la capacidad para contratar y la capacidad para con- sentir. En nuestro ordenamiento jurtdico se regula especiiicamente la capacidad laboral de contratar, pues se estima que por debajo de determinada edad en nin- ‘gin caso puede celebrarse un contrato de trabajo. En efecto, nuestro sistema es- tablece la capacidad de obrar plena para los mayores de 18 afios y 16 afios eman- cipados. La capacidad de obrar limitada de los mayores de 16 afios no emancipa- dos -en estos casos se requiere autoriza- Gién de quienes ostenten la representa- Gi6n-. Denegindose capacidad de obrar y prohibiéndose la realizacion de contratos de trabajo por los menores de 16 afios, sin perjuicio de que puntualmente se les pueda autorizar a realizar una actividad laboral concreta. De este modo, y como indica el Comité Europeo de Derechos Sociales en Decisién de Fondo de 9 de septiembre de 1999 al resolver la recla- macién numero 1/1998 se protege "la sa- Jud, moralidad desarrollo y educacion" del menor. Por lo demds, en los supues- tos de incapacitacion, deberd estarse a los términos del titulo que incapacita Los extranjeros tienen capacidad en los mismos términos, sin perjuicio de que su actividad laboral deba estar autorizada y de las consecuencias juridicas de dicha falta de autorizacién, se trata, por lo tan- to, de un supuesto de prohibicién no de falta de capacidad. Respecto de la capaci- dad paca consentir se aplica la teoria ge- neral del contrato. Lo cual implica que el contrat puede estar viciado por error, violencia, intimidacién, dolo 0 simula- cién Palomeque Lopez). EI objeto del contrato es la presta- cién laboral y la prestaci6n salarial (Mon- toya Melgar). Debiendo ser posible, licito y determinado. Asi la contratacién de un trabajo imposible o para la prestacion de un servicio contrario a la ley implicaré la nuulidac del contrato; por ultimo, el cra- bajo que debe prestarse ha de estar de- terminado 0 ser suscepuble de determi- nacién sin necesidad de un nuevo con- trato, la exacta determinacién de la pres- taciGn se realiza dentro de los margenes petmitidos por la categoria 0 grupo pro- fesional y en funcidn de las necesidades dela empresa. La causa del contrato es la cesién re munerada de los frutos del trabajo, tanto en sentido objetivo -finalidad tipica o normal querida por el ardenamienta jure dico-, como subjetivo -fin real y préctico perseguido por las partes-. Cuando el contrato de trabajo tiene una causa ilicita -ya sea ausencia de causa legal 0 "forpe’, cuand se opone a la moral- no produce efecto alguno; y cuando el contrato de trabajo obedece a una causa falsa, send nulo salvo que se pruebe que esti funda- do en otra verdadera y lita, Por tiltimo y en cuanto a la forma, en el campo laboral rige el principio de li- bertad de forma. No obstante, es fre- cuente la plasmacién documental del contrato, La plasmacidn lo es con efectos ad probationen, munca ad solemnita- tem. Dentro del Ambito del documento ad probationem el legislador puede re- mitir a la teorfa general de la prueba, de modo que el documento puiblico o priva- do tendré cl alcance probatorio que con oass 2433 CCONTRATO DE TRABAJO cardcter general se regula en las leyes y se establece en la practica procesal; 0 bien puede establecer reglas ad proba- tionen especificas con el fin de potenciar | forma escrita y facilitar la acreditacién del contrato. Asi, el legislador establece que el contrato se documente en los su- puestos de contratos de pricticas, para la formacién, a tiempo parcial, fios-discon- tinuos, relevo, para obra o servicio deter- minado, relevo y los de los trabajadores contratados en Espafia al servicio de em- presas espaftolas cn cl extranjero, asi co- ‘mo los contratos por tiempo determina- do cuya duracién sea superior a cuatro semanas. En caso de no documentarse el contrato, se presumira, turfs zantum, in- definido y a jornada completa. La teorfa de la ineficacia contractual en el ambito laboral posce las siguientes En primer lugar es posible que se de- clare la nulidad de la totalidad del contra- to de trabajo. Conforme a la teorfa gene- ral del Derecho la nulidad total del con- trato comporta la ineficacia del contrato que carece inicial y pasteriormente de todo efecto contractual directo. De aqui que el ordenamiento juridico facilite "ia desaparicion de los efectos soctalmente productdos y la restttuctén de las cosas al sery estado que tentan antes de cele- brarse el contraio" (Diez Picazo). Conse- cuencia de lo anterior es que las partes deben restituirse las cosas materias de contrato con sus frutos y el precio con sus intereses. Las cosas deben restituitse in natura, salvo que fuese imposible la restitucion, supuesto excepcional en que deberé abonarse el valor de la cosa al tiempo de su pérdida. En suma, la regla general ¢s la reciproca restitucién de lo entregado y de no ser posible, el equiva- lente econdmico, pues solo asi se vuelve ala situaci6n juridica previa al contrato. En el dmbito laboral la solucién no es diferente. En efecto, como el. trabajo prestado no puede restituirse pues ya se ha consumado, la solucién cs abonar el ‘valor del trabajo al tiempo de producirse, siendo su valor la retribucién correspon- diente al trabajo realizado para un con- trato valida (Palomeque L6pe7). En segundo lugar, es posible que la nulidad del contrato sea parcial. Frente a Ja regla que sostiene que la nulidad de parte del contrato implica su completa nulidad "wus actus non potest pro par- ze valere, por parte non'-; en el campo laboral, en virtud del especial juego del Principio ce conservacién del negocio, se impone la regla contraria -'utile per inutile non viriatur'... Esta técnica parte de la presuncién de la escindibilidad del contrato en partes, de forma que la nuli- dad de una de ellas no implica la de las restantes, siendo posible su considera- cidn independiente (Rerti) No habré nulidad parcial cuando el vicio afecte a los elementos esenciales del contrato, de forma que sélo podrd haberla cuando alguna o alguna de las cléusulas convenidas sean contratias a lo establecida en normas imperativas. En este caso, la solucién dada por el orcena- miento juridico consiste en integrar el contrato con Io establecido en la Ley, Convenio Colectivo y usos y costumbres locales y profesionales. No obstante, si el trabajador tuviese asignadas condiciones © retribuciones especiales en virtud de contraprestaciones establecidas en la parte no valida del contrato, el 6rgano ju- risdiccional que declare la nulidad debe- i pronunciarse sobre la subsistencia o supresion en todo o en parte de dichas condiciones o retribuciones. Manunt. Feendnpe-Lomana Gaxcia 2434 eciss CONTRATO DE TRANSFERENCIA TECNOLOGICA CONTRATO DE TRANSFERENCIA TECNOLOGICA Patent contract ILINTRODUCCION « I DEFINICION « Ill TIPOS. DE CONTRATO DE TRANSFERENCIA DE TECNOLOGIA INTRODUCCION La dinémica actual de la ciencia y la tecnologia, ha llevado a que cada dia se trabaje en mayor medida de forma cola- borativa e interdisciplinar. Gomo resulta- do, el surgimiento de los nuevos conoci- mientos desborda los limites tradiciona- les en cuanto a su localizacién geogrifica © pertenencia a un sector especifico. En esta dinémica, la transferencia internacio- nal de tecnologia juega un papel de vital importancia, tanto en la generacion de los nuevos conocimientos tecnoldgicos, como en la explotacién comercial de los ya cxistentes, Esta dindmica de cooperacién y/o ex- plotacién comercial, entre agentes y geo- ‘grafias, encuentra su sustento formal y regulatorio mediante los contratos de transferencia de tecnologia, para los cua- les existe una amplia normativa a escala internacional, comunitaria y nacional. I DEFINICION Se le denomina contrato de trasfe- rencia de tecnologia a todos los acuerdos contractuales legales, mediante los cua- les se transfirieren un conjunto de cono- cimientos, patentables 0 no y protegidos por algiin sistema legal vigente de pro- picdad intelectual, secreto industrial 0 empresarial. Los contratos de transferencia tecno- logica son, en esencia, un acuerdo de ex: plotacién comercial de un conocimiento entre dos 0 més partes, el cual queda plasmaiio formalmente en un documen- to de cardcter legal. Los diferentes tipos de contratos, son herramientas importantes ya que permiten la transferencia de clementos de con>cimiento técnico, necesarios pa- ra el disefo, fabricacién y comercializa- ion de un determinado producto 0 ser- vicio. . TIPOS DE CONTRATO DE TRANSFERENCIA DE TECNOLOGIA a) Contrato de cesién de patentes: Las patentes son transmisibles y pueden ‘ser objeto de licencias y usufructos. De esta forma, la cesién de la paten- te tiene lugar cuando el titular de la patente concede los derechos de ex- plotacién y la utularidad de la misma aun tercero, de manera parcial 0 t0- tal, en razén de un tertitorio deter- minado, a cambio de una contra- prestacion econémica. A quien se le transficren los derechos usualmente se Ie denomina cestonario y quien cede estos derechos se le denomina cedente. Ia cesién se caracteriza ‘esencialmente por ser irrevocable. b) Contrato de licencia de patentes: La licencia es un contrato de arrenda- miento de propiedad intangible, en ‘el que se fijan las condiciones de uso ¥ explotacién de los derechos de propiedad industrial e intelectual que conllevan una patente. Quien adquiere la licencia, es decir, quien ‘contrata el uso del conocimiento pa- tentado, se le denomina dicenciata- rio y quien otorga la licencia se le denomina licenciante. Dado que la licencia es un contrato en el que se ‘estpulan las obligaciones, el incum- plimiento de las mismas puede dar ugar al cese del contrato de licencia oass 2435 CCONTRATO DE TRANSPORTE ya la restitucién de los derechos de explotaci6n al licenciante. Usualmen- te, la licencia incluye la obligacin de obtener resultados que debe cumplir el licenciatario, La licencia se caracte- riza por ser revocable. <) Contrato 0 licencia de know-how: El término know-how designa un con- junto de informaciones técnicas se- cretas, sustanciales ¢ identificadasde forma apropiada. Los contratos 0 li- cencias surgen para proteger la infor- macién técnica no patentada, como Io son: Jos procedimientos de fabri- cacién, las recetas, las formulas, los disefios 0 dibujos. El contrato 0 li- cencia de know-bow, establece las reglas de acceso a la informacién, co- ‘mo las reglas para la explotacién y protecci6n de la informacién 0 know-how. 1a transferencia de know-how suele ser iereversible. 1a normativa europea de su licencia- miento se recoge en el reglamento de la Comisién, 30/11/1988, N° 556/89, donde se especifica que puc- den ser: = acuerdos pros de licencia de "know-how"; son aquellos por Jos que una empresa, el licen- ciante, accede a comunicar el «know-how», con o sin la obli- gacién de revelar cualquier mejora posterior, a otra empre- sa, el licenciatario, para su ex- plotacion en el territorio conce- ido. + acuerdos mixtos de licencia de "enow-how" y de licencia de pa- tentes; son aquellos no exenios, patentados y patentados en uno (© mds estados miembros. 4) Contrato de asistencia técnica: Tiene como objetivo realizar la wasferencia de conocimientos relativa a la aplica- cin practica de una determinada tecnologia, mediante la realizacion de actividades de asesoria y capacita- cion cn la solucién de problemas de orden técnico y practicos, Suele ser complemento de los contratos de li- cencias de patentes Auganpeo Ovava Divina CONTRATO DE TRANSPORTE Carriage contract / Haulage contract |. CONCEPTO « Il, TIPOLOGIA DE TRANSPORTE. CCIVIL-MERCANTIL «Ill NATURALEZA = IV, ELEMENTOS PERSONALES DEL TRANSPORTE + Y. REGULACION LEGAL 1, Documentacién, La carta de porte 2, Responsabllidad del porteador + 13. Responsab lidad, obligaciones y derechos del ccargador 4, Consignatarios 5. Comisionistas + VI. CLASES DE TRANPORTE « Vil. TRANSPORTE MULTIMODAL L CONCEPTO El contrato de transporte ¢s aquel por el que una persona fisica o jurfdica, denominada porteador, se obliga a cam- bio de precio, a trastadar de un lugar a oro a una persona, a cosas 0 a ambos por el medio 0 medios de traslado 0 por- te previamente pactados. ll, TIPOLOGIA DE TRANSPORTE. CIVIL-MERCANTIL En la Iegislacin espafola, es doble la regulacion del contrato de transporte. De un lado, aparece regulado en el Codi- 0 Civil y, de otro, en el Codigo de Co- mercio, si bien, en la mayoria de ocasio- nes, el transporte seri mercantil, caricter que tendré todo transporte cuando tiene or objeto mercancias o cualquier efecto de comercio y también cuando siendo 2436 @ciss CONTRATO DE TRANSPORTE cualquiera su objeto, sea comerciante cl porteador o se dedique habitualmente a verificar transportes para el piiblico, con- forme dispone el articulo 349 del Cédigo de Comercio. En la habitualidad est4 im- plicita la concepcién del porteador como persona que ¢jercita una empresa espe- cialmente organizada para realizar cl transporte; e indudablemente el criterio de la empresa ¢s el tinico seguro para distinguir el transporte mercantil de! civil ya que el criterio objetivo cs enorme- mente impreciso en razn de que todas las cosas muebles pueden ser materia de ambos contratos; el transporte puede en- trar asi en la gran categoria de los contra tos de obra por empresa pues el empre- sario porteador no se compromete solar mente a prestar una actividad sino a con- seguir el resultado que busca la otra par- te, con esto se aproxima también al arrendamiento de obra pero, entre am- bos hay una serie de diferencias que no permiten identificarlos, asi, €l porteador asume directamente la custodia de las cosas, clemento éste que no aparece en cl arrendamiento de obra. Il NATURALEZA La jurisprudencia ha entendido des- de siempre que dicho negocio es, efecti- vamente, una variedad de! contrato de arrendamiento de obra y no del de servi- clos como se dice en la Exposicién de Motivos del Cédigo de Comercio, puesto que el porteador se compromete con sus recursos propios a procurar un resulta- do: el aslado de la cosa de un lugar a otro. Ello significa que no se contempla propiamente el trabajo del transportista, sino su tltima consecuencia segin lo pactado. IV. ELEMENTOS PERSONALES DEL ‘TRANSPORTE Porteador: conocido como el trans- portista, es la persona, fisica 0 juridica que lleva a cabo el transporte y locomo- cién de personas y cosas. Cargador: es la persona que hace en- trega de las mercancias para su transpor- te, pudiendo ser tanto el propietario de las mismas como un tercero. Consignatario o destinatario: es la persona encargada de recibir las mercan- cias cr destino, pudiendo ser bien cl propietario de las mismas o un tercero representante del mismo. V. REGULACION LEGAL Sin perjuicio de la especifica regula cién legal de cada una de las clases de transpcrte que luego sefialaremos, la re- gulacion general del contrato de trans- porte mercantil se contiene en el Codigo de Comercio y en esa regulacién centra- remos 2n andlisis del contenido del con- trato de transporte en general. 1. Documentacién. La carta de porte De ordinario el transporte se docu- menta en la carta de parte. Fs por ello que tarto el cargador como el porteador de mercaderias 0 efectos, pueden exigir- se mutzamente que se extienda una car- tade porte En la carta de porte se han de reco- get los siguientes datos: 1° Fl nombre, apellido y domicilio det cargador. 2° El nombre, apellido y domicilio del porteador. 3° El nombre, apellido y domicilio de la persona a quien o cuya orden va- ‘yar. dirigidos los efectos, o si han de entregarse al portador de la misma cama. 4° La designacién de los efectos, con expresién de su calidad genérica, de oass 2437 CCONTRATO DE TRANSPORTE su peso y de las marcas 0 signos ex- teriores de los bultos en que se con- tengan. 5°. El precio del transporte. 6° La fecha en que se hace la expedi- cién, 7° Ellugar de la entrega al porteador. 8° El lugar y el plazo en que habri de hacerse la entrega al consignatario. 9° La indemnizacién que haya de abo- nar al porteador en caso de retardo, si sobre este punto mediare algén pacto. En los transportes que se verifiquen por ferrocartiles u otras empresas sujetas a tarifas 0 plazos reglamentarios, basta que has cartas de porte 0 declaraciones de expedicién facilitadas por el cargador se refleran, en cuanto al precio, plazos y condiciones especiales del wansporte, a las tarifas y reglamentos cuya aplicacién solicita; y si no determinare tarifa, debe el porteador aplicar el precio de las que resulten més baratas, con las condiciones qne.a ellas sean inherentes, consignando siempre su expresidn o referencia en la carta de porte que entregue al cargador. Las cartas de porte o billetes, en los casos de transporte de viajeros, pueden ser diferentes, unos para las personas y otros para los equipajes; pero todos han de contener la indicaci6n del porteador, la fecha de la expedici6n, los puntos de salida y llegada, el precio, y, en lo tocante a los equipajes, el mimero y peso de los bultos, con las demas indicaciones que se crean necesarias para su facil identifi- caci6n, Cumplido el contrato, se ha de de- volver al porteador la carta de porte que hubiere expedido, y en virtud del canje de este titulo por el objeto porteado, se tienen por canceladas las respectivas obligaciones y acciones, salvo cuando en cel mismo acto se hicieren constar por ¢s- crito las reclamaciones que las partes quisieran reservarse. En caso de que por extravio u otra causa no pueda el consignatario devol- ver, en el acto de recibir los géneros, la carta de porte suscrita por el porteador, debe darle un recibo de los objetos en- tregados, produciendo este recibo los mismos efectos que la devolucin de la carta de porte. En defecto de carta de porte, dice el Cédigo de Comercio que se ha de estar al resultado de las pruebas juridicas que haga cada parte en apoyo de sus respec- tivas pretensiones, conforme a las dispo- siciones generales establecidas en este Cédigo para los contratos de comercio. 2. Responsabilidad del porteador a responsabilidad del porteador co- mienza desde el momento mismo en que recibe las mercaderias, por si 0 por medio de persona encargada al efecto, en el lugar que se indicé para recibirlas. a) Recepcién de bultos Los porteadores estan facultados pa- 1a rechazar los bultos que se presenten ‘mal acondicionados para el transporte; y si hubiere sie hacerse por ferrocarril, in- sistiendo en el envio, la empresa los por- tearé, quecando exenta de toda respon- sabilidad si hiciere constar en la carta de porte su oposicién. Si, por fundadas sospechas de false- dad en la declaracién del contenido de un bulto, cuisiera el porteador registrar- Jo, procederd a su reconocimiento ante testigos, con asistencia del remitente 0 consignatario. No concurtiendo el que de éstos hu- biere de se: citado, se hard el registro an- te Notario, que extendera un acta del re 2438 eciss CONTRATO DE TRANSPORTE sultado del reconocimiento, para. los efectos a que hubiere lugar. Si resultare cierta la declaracién del remitente, los gastos que ocasionare esta operacién y la de volver a cerrar cuidado- samente los bultos, serin de cuenta del porteador, y, en caso contrario, de cuen- tadel remitente. ) Plazo de entrega. Cumplimiento del temporal y espacial del transporte No habiendo plazo prefijado para la entrega de los efectos, tendré el portea- dor la obligacién de conducirlos en las primeras expediciones de mercaderias iguales 0 andlogas que hiciere al punto en donde deba entregarlos; y, de no ha- cerlo asi, seri de su cargo los perjuicios que se ocasionen por la demora. Si nediare paw enue el caryador y el porteador sobre el camino por donde deba hacerse el transporte, no podra cl porteador variar de ruta, a no ser por causa de fuerza mayor; y en caso de ha- cerlo sin ella, quedaré responsable de to- dos las dafos que por cnalquier otra ean- sa sobrevinieren a los géneros que trans- porta, ademas de pagar la suma que se hubiese estipulado para tal evento. Cuando se produjera una causa de fuerza mayor y el porteador hubiera teni- do que tomar otra ruta que produjere aumento de portes, le sera abonable este aumento mediante su formal justifica- cién. El porteador, sin embargo, seri res- ponsable de las pérdidas y averias si se probare en su contra que ocurrieron por su negligencia o por haber dejado de to- mar las precauciones que el uso tiene adoptadas entre personas diligentes, a ng ser que el cargador hubiese cometido cengafio en la carta de porte, suponiéndo- las de género o calidad diferente de los que realmente tuvieren, Si los efectos transportacios corrieran riesgo ie perderse, por su naturaleza 0 por accidentes inevitables, sin que hubie- ‘se tiempo para que sus dueftos dispusie- ran de ellos, el porteador podré proce- der a su venta, poniéndolos con este ob- jeto a cisposici6n de la autoridad judicial © de Ins funcionarios que determinen disposiziones especiales. ) Obligacién de entrega El porteador esta obligado a entregar los efectos cargados, en el mismo estado cen que. segiin la carta de porte, se halla- ban al tiempo de recibirlos, sin detrimen- to ni menoscabo alguno, y no haciéndo- Jo, a pagar el valor que tuvieren los no entregzdos, en el punto donde debieran serio y en la época en que corresponda hacer su entrega. St ésta fuere de una parte de los efec- tos transportados, el consignatario podri rehusar el hacerse cargo de éstos cuando justifique que no puede utilizarlos con indepeadencia de los otros. Si el efecto de las averfas fuera sélo una disminuci6n en el valor del género, se reduciri la obligacién del porteador a abonar lo que importe esa diferencia de valor, a juicio de peritos. Si, por efecto de las averias, queda- sen initiles los géneros para su venta y consumo en los objetos propios de su uso, ne estard obligado el consignatario a recibirlos, y podra dejarlos por cuenta del porteador, exigiéndolo su valor al precio corriente en aquel dia. Si entre los géneros averiados se ha- laren algunas piezas en buen estado y sin defecto alguno, ser aplicable la dis- posicién anterior con respecto a los de- teriorados, y el consignatario recibiri los que estén ilesos, haciéndose esta seyre- ‘gacion por piezas distintas y sueltas, y sin que para ello se divida un mismo objeto, oass 2439 CCONTRATO DE TRANSPORTE a menos que el consignatario pruebe la imposibilidad de utilizarlos conveniente- mente en esta forma. Lo mismo se aplica en el caso de mercaderias embaladas o envasadas, con distincién de los fardos que aparezcan ilesos. El porteador debera entregar sin de- mora ni entorpecimiento alguno al con- signatario los efectos que hubiere recibi- do, por el solo hecho de estar designado en la carta de porte para recibirlos y, de no hacerlo asf, seré responsable de los Perjuicios que por ello se ocasionen, d) Plazo de reclamacion Dentro de las veinticuatro horas si- guientes al recibo de las mercaderfas, po- dri hacerse la reclamacion contra el por- teador, por dafo 0 averfa que se encon- trase en ellas al abrir los bultos, con tal que no se conozcan por la parte exterior de éstos las sefales del dafio o averia que diere motivo ala reclamaci6n en cuyo ca 80 s6lo se admitira ésta en el acto del re- cibo. ‘Transcurridos los términos expresa- dos, 0 pagados los portes, no se admitiré reclamaci6n alguna contra el porteador sobre el estado en que entreg6 los géne- ros porteados. Si ocurrieren dudas y contestaciones entre el consignatario y el porteador so- bre el estado en que se halllen los efectos tansportados al tiempo de hacerse al primero su entrega, serin éstos recono- ides por peritos nombrados por las par- tes, y un tercero en caso de discordia, designado por la autoridad judicial, ha ciéndose constar por escrito las resultas; y si los interesados no se conformaren con el dictamen pericial y no transigieren sus diferencias, se procederi por dicha autoridad al depdsito de las mercaderias en almacén seguro, y usarén de su dere- cho como correspondiere, 3. Responsabilidad, obligaciones y de- rechos del cargador Fl cargador pod, sin variar el hugar donde debs hacerse la entrega, cambiar la consignacién de los efectos que entre- 0 al porteador, y éste cumpliré su or den, con tal que, al tiempo de prescribir- Ie la variaciSn de consignatario, le sea de- vuelta la carta de porte suscrita por el porteador, si se hubiere expedido, can- jedndola por otra en que conste la nova- cidn del contrato. Las mezcaderfas se transportan a ties go y ventura del cargador, si expresa- mente no se hubiere convenido lo con- trario. Por tanto, son a cargo y riesgo del cargador todos los dafios y menoscabos que experimenten los géneros durante el transporte, por caso fortuito, fuerza ma- yor 0 naturaleza y vicio propio de las co- sas, correspondiendo la prueba de estos accidentes al porteador. No halkindose el consignatario en el domicilio indicaco en la carta de porte, negaindose al pago de los portes y gastos, © rehusando recibir los efectos, se pro- veer su depésito por el juez municipal, donde no le hubiere de primera instan- a, a disposiciOn del cargador © remiten- te, sin perjuicio de tercero de mejor de- echo, surtiendo este depésito todos los efectos de la entrega, Habiéndose fijado plazo para la en- trega de los géneros, debera hacerse dentro de 4, y, en su defecto, pagard el porteador ki indemnizacién pactada en la carta de porte, sin que el cargador ni el consignatario tengan derecho a otra co- sa. Si no hubiere indemnizacién pacta- da, y la tardanza excediere del tiempo prefijado en la carta de porte, quedaré 2440 @ciss CONTRATO DE TRANSPORTE responsable el porteador de los perjui- cios que haya podido causar la dilacion. En los casos de retraso por culpa de! porteador el consignatario podra dejar por cuenta de aquél los efectos transpor- tados, comunicéndoselo por escrito an- tes de la llegada de los mismos al punto desu destino. Cuando tuviere lugar este abandono, el porteador satisfard el total importe de los efectas como si se hubieren perdido o extraviado. No verificindose el abancono, la in- demnizacion de daftos y perjuicios por los retrasos no podra exceder del precio. cortiente que los efectos transportados tendrfan en el déa y lugar en que debian entregarse; observaindose esto mismo en todos los demés casos en que esta in- demnizacién sea debida, La valuaci6n de los efectos que el porteador deba pagar en casos de pérdi- da o extravio, se determinaré con arreglo a lo declarado en la carta de porte, sin admitir al cargador prucbas sobre que, entre el género que en ella declaro, ha- bia objetos de mayor valor y dinero me- talico. El porteador que hiciere la entrega de las mercaderias al consignatario en virtud de pactos o servicios combinados con otros porteadores, asumiré las obli- gaciones de los que Ie hayan precedido en la conduccién, salvo su derecho para repetir contra éstos, sino fuere él el res- ponsable directo de la falta que ocasione la reclamacién del cargadior 0 consignata- rio, Asumird jgualmente el porteador que hiciere la entrega, todas las acciones y derechos de los que le hubieren precedi- do en la conduccién. El remitente y consignatario tendrén expedito su derecho contra el porteador que hubiere otorgado el contrato de transporte, 0 contra los demas porteado- res que hubieren recibido sin reserva los efectos transportados. Las reservas hechas por los iiltimos no les librardn, sin embargo, de las res- ponsabilidades en que hubieren incurri- do por sus propios actos. 4. Consignatarios Los consignatarios a quienes se hu- biere hecho la remesa no podrin diferir el page de los gastos y portes de los gé- neros que recibieren, después de trans- curridas las veinticuatro horas siguientes a su entrega; y, en caso de retardo en es- te pagc, podri el porteador exigir la ven- ta judicial de los géneros que condujo, en cantidad suficiente para cubrir el pre- cio del transporte y los gastos que hubie- se suplido. Los efectos porteados estarin espe- cialmente obligados a la responsabilidad del precio del transporte y de los gastos y derechos causados por ellos durante su conduceién o hasta el momento de su entregz. Este derecho especial prescribiri a Jos ocho dias de haberse hecho la entre- A y, una vez prescrito, el porteador no tendrd otra accién que la que le corres ponda como acreedor ordinario. El porteador sera responsable de to- das las consecuencias a que pueda dar lugar su omisi6n en cumplir las formali- dades prescritas por las leyes y reglamen- tos de la Administraci6n puiblica, en todo el curso del viaje ya su legada al punto a donde fueren destinadas, salvo cuando su falta proviniese de haber sido induci- doa eror por falsedad del cargador en la declaracién de las mercaderias. Si el porteador hubiere procedido en virtud Je orden formal del cargador 0 oass 2441 CCONTRATO DE TRANSPORTE consignatario de las mercaderias, ambos incurriran en responsabilidad. 5. Comisionistas Los comisionistas de transportes ¢s- tarn obligados a llevar un registro parti- cular, con las formalidades requeridas, en el cual asentarin por orden progresi- vo de mimeros y fechas todos los efectos de cuyo transporte se encarguen, con ex- presién de las circunstancias exigidas pa- ra las respectivas cartas de porte. Los comisionistas, aun cuando no hi- cieren por si mismo el transporte de los efectos de comercio, contrataren hacerlo por medio de otros, ya sea como asentis- tas de una operacién particular y deter- minada, 0 ya como comisionistas de transportes y conducciones, estén some- tidos a las normas propias del contrato de transporte terrestre, quedando en cualquiera de los casos, subrogados en el lugar de los mismos porteadores, asi en cuanto a las obligaciones y responsabil- dades de éstos como respecto a su dere- cho. VI. CLASES DE TRANPORTE a) Transporte por carretera, nacional e internacional. Su régimen juridico, ademés de en el Cédigo de Comer- cio, se encuentra basicamente, en la Ley 16/1987, de 30 de julio de Orde- nacién de los Transportes Terrestres. Esta ley distingue entre transportes ptblicos y privados, por su objeto, entre transporte de viajeros, de mer- cancias y mixtos y por su destino, en- tre transporte nacionales © intema- cionales. b) El transporte terrestre de mercan- cias. Para cl transporte internacional, ha de tenerse en cuenta el Convenio de Ginebra sobre Transporte Inter- nacional de Mercancias por carrete- a, conocido como CMR, de 19 de mayo de 1956, y que esta, desde 1974, ratificado por Espafia. ©) El transporte terrestre de personas. Se regula por las disposiciones indi- cadas con anterioridad, 4) Transporte ferroviario. Su regulacion nacional est4 basicamente en el Co- digo de Comercio, y hoy en especial, en la Ley 39/2003, de 17 de noviem- bre, de Sector Ferroviario, cuyo Titu- lo IV sz reficre al Transporte Ferro- viario. Existen también determinadas ‘normas internacionales. e) Transporte por vias fluviales. Se re- gull por el Cédigo de Comercio. f) Transporte aéreo, de mercancias y de personas. Ademas de por la Ley 48/1960, de 21 de julio, sore Nave- gacién Aérea, se regula por una mul- tiplicidad de convenios internaciona- les y por normas de derecho curo- peo. 2) Transporte maritimo, nacional e in- ternacional. ‘Vil. TRANSPORTE MULTIMODAL El transporte multimodal tiene lugar cuando se combinan varios modos de transporte. Este transporte puede con tratarse de modo segmentado, 0 lo que ¢5 lo mismo, muluplicando los contratos Y servicios de carga, siendo responsable cada uno de los contratistas que intervie- nen. Si es propiamente multimodal, se celebra un solo contrato con un solo operador que asume la responsabilidad de su cumplimiento en calidad de por- teador. En concreto, asume la responsa- bilidad tanto de la coordinacién de toda Ja cadena entre el origen y el destino de. Ja mercancias, asi como de los siniestros que pudicran presentarse a la carga y los 2482 eciss CONTRATO DE TRANSPORTE siniestros a terceros 0 a los bienes de ter- ceros que la carga pueda ocasionar. Lars ANTONIO Sourr PASCUAL LO ESENCIAL SOBRE CONTRATO DE TRANSPORTE Documentacién Cédigo de Comercio (Real Decreto de 22 de agosto de 1885), articulos 349 ‘a 379 (contrato mercantil de trans- porte terrestre).. Ley 16/1987, de ordenacién de los transportes terrestres, de 30 de julio. Ley 27/1992, de Puertos del Estado y de la Marina Mercante, de 24 de no- viembre, articulos 75 y siguientes (régimen de las navegaciones). Real Decreto 1211/1990, por el que se aprueba el Reglamento de la Ley de cordenacién de los trensportes terres- tres, de 28 de septiembre. Reglamento (CE) n® 1371/2007 del Parlamento Europeo y del Consejo, sobre [as derechos y las de los viajeros de ferrocarril, de 23 de octubre de 2007. ‘Acuerdo de aéreo, hecho en Bruselas el 25 de abril de 2007 y Washington el 30 de abril de 2007. Aplicacién provisional. Instrumento de Ratificacién del Con- venio para la unificacién de ciertas reglas para el transporte aéreo inter- nacional, hecho en Montreal el 28 de mayo de 1999. Decisi6n 2002/917/CE del Consejo, ‘elativa a la celebracién del Acuerdo Interbus sobre el transporte discrecio- rnal internacional de viajeros en auto- car y autobds, de 3 de octubre de 2002. Convenio de Bera de 9 de mayo de 1980, relativo a los Transportes Inter- nacionales por Ferrocarril (COTIF), Protocolo sobre Privilegios e Inmuni- dades de la Organizacién Interguber- namental para los Transportes Inter- nracionales por Ferrocarril y Anejos. Protocolo establecido por la Confe- rencia Diplomética reunida al efecto de poner en vigor el convenio con- cemniente a los transportes interna- cionales ferroviarios (COTIF), hecho ‘en Berna el 17 de febrero de 1984, Protocolo relativo al texto auténtico trilingtie del Convenio sobre Aviacién Civil Internacional, firmado en Buenos Ales el dia 24 de septiembre de 1968. Instrumento de Ratificacién de 18 de marzo de 1969. Instrumento de adhesin de Espafia al Cnvenio relativa al contrato de ‘trensporte internacional de mercan- cles por carretera (CMR), hecho en Ginebra el 19 de mayo de 1956. Jurisprudencia Transporte marttimo de mercancias: pérdida de la carga por (a averia del ‘sistema de produccién del frlo en el interior del contenedor que taban los alimentos, durante la reali- zaci6n del . Sentencia de la Sala 1* del Tribunal Supremo de 17 de diciembre de 2007, recurso num. 4042/2000, LA LEY 216826/2007. Modificacién de la jurisprudencia en ‘materia de responsabilidad del con- signatario de transporte martimo. Sentencia de la Sala 1* del Tribunal Supremo de 26 de noviembre de 2007, recurso num. 1127/2000, LA LEY 193579/2007. ‘Cembinado terrestre adicional a otras marttimos de mercanclas: reclama- cién del importe de los portes. Sen- tencia de la Sala 1* del Tribunal Su- premo de 2 de octubre de 2006, re- curso num. 4774/1999, LA LEY 110203/2006. oass 2443, CONTRATO DE TRANSPORTE + Incumplimiento de cantrato por falta de entrega de las mercanclas e in- demnizacién de daftos y perjuicios por inegligencia contractual: las bases pa- 11 fijarlos no pueden dejarse para la fase de ejecucién de sentencia. Sen- tencia de la Sala 1* del Tribunal Su- premo de 31 de enero de 2001, re- curso nim, 444/1996, LA LEY 2625/2001. Libros + Concercdn Rovaicuz, Jost Lus (Dik) ¥ Sanco Gascauio, Lonacio (oTR0s). El contrato de transporte. Editorial CGP}, 2003. + Lorez Rusoa, Francisco Cantos. Elrégi- ‘men juridico de la carga y descarga en cl transporte de mercanclas. Editorial Servicio central de publicaciones del Gobierno Vasco, 2005. + Lorez Rusoa, Francisco Cantos. Elrégi- ‘men juridico del transporte multimo- dal, Editorial LA LEY, 2000. + Meuenoez Metre, Apout0 (Dir. ‘otros). Régimen juridico del transpor- te aéreo. Editorial Civitas, 2005. + Pert Lavau, M? Vicrom. La responsa- bilidad por dafios en el transporte aé- reo internacional de mercanclas. Edi- torial Comares, 2007. + Recatne Casraus, JUAN Anoxés y Empa- ranza Sosgiano, Auserro. El contrato de transporte internacional de mer- ccanclas por ferrocarril. Editorial Civi- tas, 2008. + Rooklcuez Sinciez, Sonia. Las juntas Arbitrales del Transporte: Constitu- cién y funciones (en especial, como depositarias de las mercanclas). Edi- torial Tirant Lo Blanch, 2005. + Sknciez-Gamsorino, Francsco Jost. El contrato de transporte intemacional ‘CMR. Editorial Tecnos, 1998, Articulos de opinién Garcia Atvanez, Beutn. La responsabi- lidad del consignatario (a propésito de fa Sentencia del Tribunal Supremo de 22 de marzo de 2006). Diario La Ley, nim, 6687, Afio XXVIII, 5 Abr. 2007, Ref. D-83, Editorial LA LEY. Gonniz Lovez, Cantos. La responsabili- dad en el contrato de transporte de ‘mercanclas (carretera, ferrocartil, aé- 0, marltimo y multimodal). Diario La Ley, 2001, Ref. D-184, Tomo 5, Editorial LA LEY. PANTALON PaieTo, FeRNANoo. Responsa- bilidad extracontractual y contra- tual (contrato de transporte): Pres- cripcién de ta accién; plazo e inte- mupcién. Culpa y caso fortuito. Cuan- tla del dafio. Responsabilidad por he- chos de los dependientes: relacin de dependencia. Cuadernos Civitas de Jurisprudencia Civil (Civitas), nim. 5, 1984, Pérez-Uroaga Jovénez, Nicouis, El contrato de transporte aéreo: revisién doctrinal y jurisprudencial. Revista General de Derecho (Ediciones Re- vista General de Derecho) nim. 667, 2000. Rurz Soros, Jost M. La responsabili- dad del porteador y el seguro en el transporte terreste. Revista de Dere- cho Mercantil nim, 242, 2001, Webgrafia wwwfomento.es (Portal del Ministe- rio de Fomento). wwwaaceta.es (web de ACETA, Aso- ciacién de Compaiitas Espafiolas de Transporte Aéreo). www.europa.eu.int (Pagina de la Co- misién Europea dedicada al trans- porte agreo) www.jataorg (Portal de IATA, Aso- ciacién Internacional de Trasportis- tas Aéreos). 2444 eciss CCONTRATO DE TRANSPORTE DE MERCANCIAS EN REGIMEN DE... + wwwimo.org (web de la OMI, Orga- nizacién Maritima Internacional). + www.infopuerto.com (Portal mun- dial del transporte de mercancias por via maritima). + www.cargaaereanet (Portal mundial del transporte de mercanclas por via aérea), CONTRATO DE TRANSPORTE DE MERCANCIAS EN REGIMEN DE CONOCIMIENTO Contract of international carriage ILINTRODUCCION Y REGULACION LEGAL LAS REGLAS DE LA HAYA VISBY « I, LOS PROTOCOLOS DE BRUSELAS DE 1968 Y DE LONDRES DE 1979 Il, APLICACION DEL. CONVENIO DE BRUSELAS + IV. ELEMENTOS DEL. CONTRATO DE TRANSPORTE « V. LAS DEMISE CLAUSE © CLAUSULAS DE IDENTIDAD DEL PORTEADOR MARITIMO. PROBLEMAS DE VALDEZ Y EFICACIA » VI. OTROS ELEMENTOS PERSONALES DEL COMERCIO MARITIMO + Vil, CONTENIDO DEL CONTRATO 1. Obligaciones del porteador 2. Régimen de responsabilidad del porteador 3. Extensién de la responsabilidad 4. Plazo para el ejercicio de la accién de responsabilidad 5, Causas de exoneracién de responsabilidad |. INTRODUCCION Y REGULACION LEGAL. LAS REGLAS DE LA HAYA visBy El transporte de mercancfas se hace de ordinario bajo la modalidad de fleta- mento de buque por el que se obliga cl porteador, a cambio del pago de un flete, a transportar por mar mercancias y cn- tregarlas al destinatario en el puerto o lu- gar de destino, Pues bien, cuando el fletamento se refiere a mercancias determinadas por su peso, medida o clase permitiendo que el transporte se haga en un buque que per- mite una multiplicidad de cargamentos, estamos ante un transporte de mercan- cfas en régimen de conacimiento de em- barque caracterizado porque las condi- ciones del contrato han de figurar en el conocimiento de embarque u otro docu- mento distinto a la poliza de fletamento. La regulaci6n legal del transporte maritimo de mercancias en régimen de conocimiento de embarque constituye un régimen especial frente al general del Cédigo de comercio de 1885 que regula el fletamento. Este régimen especial surge con la aprobacién del Convenio de Bruselas de 1924, de unificacién de ciertas reglas en materi de conocimiento de embarque. El comenio de Bruselas de 1924, conoci- do también como "reglas de La Haya’ se incorporé a nuestro Derecho por me- dio de la Ley de Transporte Maritimo de 22 de diciembre de 1949, ley que el Tri bunal Supremo atirma que esta vigente. Il, LOS PROTOCOLOS DE BRUSELAS DE 1968 Y DE LONDRES DE 1979 Las reglas de la Haya han sufrido dos modificaciones. La primera, a través del Protocolo de Bruselas de 1968, que afec- 16 a las reglas de responsabilidad de! por- teador, y su Ambito de aplicacién. En cuanto al mbito de aplicacién, sobre la base del criterio de las reglas de la Haya (que ¢l conocimiento se hubiese exten- dido en un Estado miembro), afiade dos criterios mas: que la carga se localice en el puerto de un Estado miembro, y la re~ mision voluntaria de las partes a través de la cliusula Paramount. Por su parte, el Protocolo de Londres de 1979 sustituye ¢l patron oro para establecer el limite de responsabilidad por una moneda de oass 2445, CCONTRATO DE TRANSPORTE DE MERCANCIAS EN REGIMEN DE... cuenta, el derecho especial de giro. Espa- fia firmé y ratificé mas tarde el protocolo de 1979, que fue publicado en el Boletin Oficial del Estado de 11 de febrero de 1984, y por aplicacién del articulo VI.2 de este segundo protocolo, pasaba a incor: porarse también a nuestro Derecho el primer protocolo de 1968 Ill, APLICACION DEL CONVENIO DE BRUSELAS. Segiin la nueva redaccién del articulo 10 del Convenio de Bruselas, modificada por el Protocolo de 1968, estas reglas de La Haya-Visby se aplicarin a todo contra to de transporte de mercancias entre dos puertos diferentes cuando: @) Fl conocimiento sea formalizado en un Estado Contratante; b) o el transporte tenga lugar desde un puerto de un Estado contratante; ©) 0 cuando el conocimiento estipule que el contrato se regiré por las dis- posiciones del Convenio o de la nor- mativa del Estado que las aplique o les den efecto, cualquiera que sea la nacionalidad del buque, del portea- dor, del cargador, del consignatario 0 de cualquier otro interesado. La in- sercion en el contrato de esta clausu- 1a, tradicionalmente denominada Pa- ramount, conllevaré la aplicacién de la Ley de Transporte Maritimo modi- ficada por los protocolos de 1968 y 1979 (las reglas de La Haya-Visby), y con ello las normas de ius cogens previstas para el regimen de respon- sabilidad, por encima de cualquier otra cléusula contraria 0 incompati- ble con este régimen IV. ELEMENTOS DEL CONTRATO DE TRANSPORTE El conocimiento de embarque- El conocimiento de embarque constituye el requisito esencial para la aplicacién de la Ley de Transporte Maritimo y de las reg- las de la Haya. Esto no obstante, el que no se docamente el conocimiento, no determina la nulidad del contrato de transporte de mercancias bajo esta mo- dalidad, siro la inaplicacién del régimen juridico de las reglas de la Haya. El conocimiento de embarque es un documento extendido por el capitan del buque o quien concierta el transporte de Ja mercancia, en el que se reconoce ha- ber recibido a bordo determinados bien- 5 y se compromete 2 transportarios al lugar de destino y entregarios al titular legitimo del titulo. Funciones del conocimiento de em- barque.- Fl conocimiento de embarque cumple una pluralidad de fanciones: es un documento que hace prueba de un contrato de transporte maritimo y acredi- ta que el porteador ha tomado a su cargo © cargado las mercancias y en virtud del cual, se compromete a entregarlas contra la disposicion del documento. Constitu- ye tal compromiso la disposicion incluida en el documento segdn la cual las mer cancias han de entregarse a la orden de una persona determinada, a la orden, 0 al portador, Elemertos personales. Los sujetos que interviznen en el contrato de wans- porte en 1égimen de conocimiento de embarque son fundamentalmente tres: cargador, porteador y consignatario. Cargador-Es quien contrata el trans- porte, ya sea directamente 0 a través de un comisionista, y como tal cargador aparece en el documento de conoci- miento de embarque. Si acta a través de otro, el propietario del cargamento ten- dri la cordicion de cargador siempre que estemos ante una representacion di- recta y por lo tanto el comisionista con- trate en nombre y por cuenta ajena, apa- reciendo en el contrato el nombre del 2486 eciss CCONTRATO DE TRANSPORTE DE MERCANCIAS EN REGIMEN DE... propietario de la carga. Pero si el com- sionista actéa en nombre propio, aunque lo haga por cuenta de otro, apareceri co- mo cargador en el contrato. La concertacién del transporte supo- ne que se han de poner a disposicion del porteador las mercancias, debiendo cl porteador extender el conocimiento de embarque que contiene la presuncién, salvo prueba en contrario, de la recep- cién por el porteador de las mercancias, en la forma en que aparezcan descritas. El cangador, por el hecho de serlo, le otorga la legitimacién para reclamar con- tra cl porteador en caso de incumpli- miento contractual. Destinatario 0 consignatario.- Es la persona autorizada para recibir las mer- cancias. En el caso de conocimiento de eaibarque, esta legiimacion detivaré de la posesién del titulo. Porteador.- Es la persona que realiza el wansporte en virtud de la obligacién contraida en el contrato de transporte, que es de resultado y que supone el tras- lado de la mercancia al lugar convenido. El articulo 2 de la Ley de Transporte Ma- ritimo define al porteador como "el na- viero, armador o fletador comprometi- do en un contrat de transporte con el cargador". Se distingue también entre porte dor efectivo y porteador contractual, asignado a ambos la responsabilidad soli- daria del cumplimiento de la prestacién de transporte. V. LAS DEMISE CLAUSE O CLAUSULAS DE IDENTIDAD DEL PORTEADOR MARITIMO. PROBLEMAS DE VALIDEZ Y EFICACIA A principios del siglo XX empez6 a difundirse la inclusién en los conoci- mientos de embarque de las lamadas de- ‘muse clauses, también conocidas como cléusulas de identidad del porteador. Con elas se libera de una posible res- ponsabilidad a personas, distintas del na- viero 0 el arrendatario de un buque, que hayan realizado un contrato de trasporte con un cargador, por ejemplo, un fleta- dor. Son cléusulas que identifican como porteador tinicamente al naviero o arren- datario al entender que éstos acttian co- mo si fueran el principal de un contrato de agencia y, como tales, deben asumir la responsabilidad. En tales casos, el fle- tador que hubiera contratado un trans- porte, estaria actuando como agente de dicho principal, y por lo tanto, no res- ponderia. Lo cierto es que estas cliusulas de identificacion crean incertidumbre al car- gador o destinatario en caso de reclama- cién por no saber exactamente la perso- na cortra quien reclamar, las demise clauses han planteado delicados proble- mas de validez y eficacia en los tribunales nacionales. Asi, Gran Bretafia suele reconocertas como vilidas, porque permiten clarificar el estatus del naviero y el fletador y, de este modo, cuando el capitan firma un conocimiento de embarque se entiende que sigue siendo dependiente del navie- ro, aunque éste este haya fletado el bu- que y, 20r lo tanto, queda vinculado, no el fletador, por la firma del capitén, En otros paises como Alemania, Es- pafia o Canada, parecen no oponerse a sta prictica. En Espafia, un conocimiento de em- Darque que no se haya firmado por la na- viera propietaria del buque, sino por otra empresa en concepto de agentes, pod petmitic la reclamacién contra los prime- ros gracias a la presencia de una ckiusula oass 2447

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