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karebarro 5 TRADICION ORAL Ana Victoria Borge Medina INo te atrevas tomar fotos de Bosawas! , Querés esas fotos para ensefiar a organismos y luego pedir dinero en nombre de los Mayangna y Bosawas, verdad?- Se escuchd una vos grave y amenazante, muy cerca del grupo de jdvenes que aguardaba su tumo para subir a un tustico bote de madera a orillas de! Rio Bocay, prin- cipal via de acceso a ese mistico -y quizas- lugar sa- grado- para el imponente hombre Mayangna que retaba con su acfitud Elevando su ancho pectoral para mostrar fuerza, pare- cia dispuesto a lanzarse sobre aquel grupo de curiosos. y asuntados jévenes universitarios, avidos de conocer or dentro aquel paraiso terrenal llamado Bosawas. Los Mayangna, (‘Ma” ‘lo alto” ‘el sol” y yangna es *No- sotros” en lengua nativa) dicen ser los primero pobla- dores de Nicaragua. Aseguran tener mas de 10,000 afios de habitar estas tierras. Seres humanos tnicos, misticos y enigméticos. Pare- cieran contener en su esencia el secreto milenario que esconde aquella espesa y verde selva, que los resguar- da de las miserias urbanas de la mal llamada “civiliza~ cién’. Seguros de si mismo, enciciopedias vivientes, desde el mas viejo hasta el mas joven. inteligentes has- ta el desconcierto. Conocen cada rincén de la reserva, cada animal, arbol o especie, por mas diminuta, Navegan a ciegas en noches sin estrellas ni luna. Do- minan con maestria impresionante las embravecidas ‘aguas del Rio Bocay hasta su encuentro con el ma- Jestuoso Rio Coco. Cuentan los mas viejos, que los Mayangna construyen sus viviendas en la selva para protegerse de los malos espinitus, cuanto mas espesa es la selva, menos posibilidad existe de ser alcanzados por estos. Pudieron haber despejado todas sus dudas sobre la cultura y cosmovision Mayangna con el solo hecho de haber permanecido en ese punto de la nvera. Alli frente el cielo y el inferno. Esa frontera acuatica indémita que marca el final del mundo desastrosamente: ‘civlizado” y el apacible comienzo de la descontaminacion humana Pudieron haber evitado el tedio de un viaje leno de pe- ligros y misterios, conversandio dias y naches con aquel imponente hombre Mayangna. Para el grupo de recién llegados -ese hombre salido de la nada- se convirié de inmediato en el ‘guardian de Bosawas’. Aquel imper- tinente personaje de marcados rasgos indigenas, les, dictaba la introduccién de una historia que a partir de ese momento empezé a ser escrita Una arriesgada miembro del grupo de intrusos fue la responsable de romper el hielo; sin proponérselo, logro que el “guardién’ apaciguara su furia. Al percibirla pre- sencia de la mujer, el sujeto empezé a hablar en inglés, luego en Mayangna, y al ver su rostro relajado y recep- tivo se adentré en una conversacién interminable, cuyo objetivo principal, sin duda, era el cortejo. Para sorpresa de su interlocutora, el desconocido empe- 76 declamando algunas estrofas de la Marcha triunfal, Para cortar stibitamente con una pregunta alucinante - y wos, étenés marido?- (....) - |Estas bonital-(_...) Aquella de alld, es mi mujer -indicé- sefialando en diteccién a una mal construida choza humeante con varias mezas y bancas alrededor. Parecia un sencillo comedor popu- lar en el que apenas se apreciaba la figura regordeta de una mujer indigena. {Témame una foto con ella! -pi- did- Esta vez en tono bastante familiar. Haciendo caso omiso a las peticiones de! desconcertante ‘guardian’ la intrusa explico répidamente la razén de su visita a la re- serva, y sin ahondar en explicaciones, se alejo en direc- cién al bote. Estas bien bonital repetia el “Guardian” casi susurrandole al cido, mientras seguia a toda prisa los pasos de la mujer. Los Mayangna estan conformados por grupos de tres Pueblos indigenas: Tuahka, Panamahkas y Ulwas, cada uno con identidades diferenciadas. Segun don Orlando Dixon's, generacién tras generacién les han contado sus antepasados que fueron los prime- ros pobladores de tierras Nicaragtienses. Mucho tiempo antes que los natives registrados en las crénicas de in- dias. ...Los frailes franciscanos trataron initilmente de cristianizarios en la selva llamada Teguzgalpa, region situada en medio de la selva existente al oriente de lo que hoy es Honduras y Nicaragua'’. Fueron llamados 186 Gobamader do la Zona Especial Mayangna Sau Bu, ‘2Aretano, Jorge Eisa'do (2009) F 37 5 ps 3 é Aid | Misquitas ‘sumos’ que significa ‘desperdicio” ‘desechable”‘cobarde” en forma despectva, Hasta nuestros dias, ningiin historiador contemporéneo ha mostrada interés en comregir esa aberracién etnolin- giistica e histérica Cada nifio Mayangna es conocedor de una historia mi lenaria, viva y maravillosa. Las Mayangna son los hijos del sol, segiin su visin del mundo. “Fueron creados de forma accidental por dos hermanos que buscaban des- canso a orillas de un rio. Encendieron fuego con olotes: de maiz para alimentarse, y una inmensa lama convir- 1, sdbitamente, a uno de ellas en el Sol. El atro herma- 1, intentando alcanzario, lo tomo de uno de los pies y se convirtié en la luna. De las chispas provocadas por e! fuego se formaron las estrellas. Paralelamente, los olotes®, que antes habjan sido tirados al suelo crearon todos los animales de la selva’® Protagonistas y sobrevivientes heroicos de una histo- ria de humillacién y saqueo de sus riquezas. Fueron vencidos y esclavizados por los misquitos, guerreros y dominadores#?, pues les superaban en niimero, y quie- nes, aliados con hordas de piratas extranjeros lograron expulsarios de sus tierras, lo que les obligo a vivir en contante biisqueda para establecer su habitat y pro- teger su forma de vida. La desconfianza mostrada por aque! “guardian” a orilas del rio Bocay, ahora empieza attener sentido. ‘si granos (Guido, Grossman.,.Op.cit p76. Idem p 68 Nada mas subir al bote, dos mujeres Mayangna obser vaban atentas cada movimiento de los intrusos. La mas Joven cargaba en brazos a un pequefio agonizante, pro- ducto de una rara enfermedad. Esa triste escena les advirtié de entrada que no todo es verde en Bosawas Todos ceniraron su atencién en el pequefio ardiendo en fiebre, sus ojitos desorbitados, desnutrido, y con una cabeza inmensa, Nacié hidrocefalico, conté la madre. {Porque le dejarian vivir? -se preguntaron enire si- co- mentando que dias antes habian leido sobre costum- bres ancestrales de los Mayangna que ’en caso de que un nifio venga al mundo con alguna deformacién, la ma- dre le da muerte inmediatamente”=? La llegada de las primeras misiones moravas en el afio 1847 significo el fin de la cultura primitiva de los pueblos autoctonos de la Costa Caribe La respuesta a esta pregunta vino casi por afiadidura Demasiado han cambiado las cosas después de 1922, afio que marcé el comienzo de la imposicién cristiana por parte de la iglesia morava a los indigenas de la Cos- ta Ailantica Sentada al lado de la joven madre viajaba apacible una sefiora Mayangna, cargando un extrafio bulto que pare- cia esconder de los intrusos. Era un objeto duro y pe- sado. El capitan del bote, a quien por honor al mento debemos llamar de esta manera, descubrié el interés de todos por el objeto que transportaba la muer y se apuro a comentar que era la imagen de San Martin de Porres, santo patrono de Amak, principal poblado de la comunidad Mayangna Sauni Bu En la comunidad de Amak, cohabitan de forma armonica y complementana tres religiones: La Catélica, mayonta- riamente practicada por los pobladores, ia Evangélica y un pequefio grupo que aun asiste a la iglesia Morava. Paradojicamente, fa legada de las primeras misiones moravas en ef afio 18472 significo el fin de la cultura primitiva de los pueblos autocionos de la Costa Canbe de Nicaragua. Con el arribo de nuevos evangelizadores: llegaban novedosos métodos de explotacion y extermi- io ala espinitualidad indigena: atropeilos, saqueo, robo de sus recursos naturales y riquezas, lo que al parecer Provocd el que fueran moldeando ese caracter rebelde Biden p 70 4Patthaat Judkelt, Barbara. En: Revista Mesoaméica, ako 48, eva domo 28, iiembro, 1904. karebarro a 2 8g 2 2 16 Peleacion erica eae eer we Los Mayangna son gente humilde y pacifica. Practican y promueven la convivencia arménica entre e! hombre y la naluraleza, razén por la cual se han establecido en terri- torios virgenes, cuidando y protegiendo sus recursos na- turales como parte inmanente de su propia subsistencia. Poco a poco el trayecto sobre el rio empez6 a despejar algunas dudas sobre las practicas religiosas y el sincre- tismo de un pueblo, que al igual que todos los pueblos aborigenes de América, camufian con el crstianismo Sus propias creencias y costumbres sagradas, ante la avasallante imposicion religiosa de los colonizadores, como especie en extincién. El dia 2 de Noviembre se celebra en Nicaragua el dia de los santos difunios. En Amak, que en lengua Ma- yangna significa “Mie! es el inicio de la celebracién a su santo patrono, San Marfin de Porres. La comunidad entera conmemora de una forma muy particular e! dia de los difuntos. Como una muestra de respeto a las creencias y costum- bres de! pueblo, el grupo de recién llegados, ademas del cansancio provocado por aquel largo, misterioso y con- movedor viaje por el rio Bocay, decidio quedarse recogi- doenelalbergue. La comunidad en tanto, se preparaba ara visitar a sus difuntos, compartiendo con ellos y con los vivos, alimentos y bebidas especialmente prepara- dos para la ocasién. Durante la madrugada, alcanzaron a escuchar los susurtos de los lugareitos dirigiéndose apresurados hacia el cementerio, en medio de la clart- dad de un crepiisculo totalmente colmado de estrellas. Entre cantos y oraciones acudian al encuentro anual con sus ancestros, en una extrafia simbiosis mistica en- tre vivos y muertos, y como reafirmacion tangible de que el respeto a sus deudos es la Unica garantia posible de preservacion de su etnia, Por la mafiana, se podia divisar cl cementerio, ubicado en el centro de! pueblo mismo, con restos aun humean- tes de velas derretidas sobre las tumbas. Habia también Fecuerdos de los difuntos, objetos personales de cuan- do permanecieron en este mundo. Tazas conteniendo bebidas tipicas de! lugar, platos conservando intactos sus alimentos preferidos, que sus parientes vivos pre- pararon especialmente para apaciguar el cansancio de 2ulico rey de os indigenes Meyanana de a Comunidad de Amak. ‘Algunos feos histircos hacen referencia a una fri de guerreros ‘Mayangna lamagos “ruskes” con Tama de ser nacelegadies arte las constantos mvasionos de los Misquitos an alanza con praise iniosos mismo infiemo. Aquella madrugada magica de reencuentro con sus. deudos, memoria viva de los Mayangnas, conversaron frente a frente con Yusku#® y sus 20 valientes guerreros, que garantizaron a punta de flecha la perpetuidad de su pueblo. El heroico y sabio rey que dio muerte a quienes pretendieron exterminar su raza, blandiendo como tini- ca arma su poderosa fiecha, cargada con pejibayes* y asegurados por una magica oracién que logré expulsar para siempre a los piratas invasores, Alli estaban todos, el bosque, Liva’”, protector de las aguas y de toda especie ue habita el rio. Alli descan- saban para siempre derrotados los malos espiritus que fueron expulsados de los cuerpos de victimas indefen- ‘sa del Girissi signy. A todos habia que alimentar, para que permanezcan alimentando la memoria inmortal de la tierra donde cohabitan en paz los vivos y los muertos: el agua, los peces, las tortugas y caimanes, los Arboles. centenarios, el danto y el jaguar, como un solo ser. 26F;uto olesainasa, abundanie en la reserva Bosawas 27En la cosmovisiin Mayangna, Uva es un Se espiivel ave gobema todas fas craturas que nabisn en bs ros = la noche, aglomerados en la rustica iglesia del pue- blo, se reunieron los nifios, unos cuantos hombres y las mujeres, para entonar cantos en lengua matema. Glo- fias, lamentos y aleluyas, rogando por la proteccién de la vida de un pueblo inmortal El grupo de intrusos asistié aténito a un momento espe- cial en la vida de los Mayangna. Los cantos religiosos. destacaban por sus tonos, entre vocecitas agudas de nifias, nifos y mujeres que no daban cabida a los es- casos tonos graves de los cuantos hombres que per manecieron en aquel sincrético ritual. Acompagiados de bailes y movimientos teatrales de un coro de angeles que ofrendé con sus voces la memoria de los ancestros y la historia viva del pueblo Mayangna. Alli los nicos ausentes fueron los restos de los invasores del pueblo de Yusku, porque fueron devorados hasta las visceras, por los discipulos de Kusma"®, cuya tropa aun celebra alborotada alrededor de sus cadaveres putrefactos, De regreso a la “frontera’, con los sonidos arménicos: 24Mijer Zopiote (Kasra Ya) Baie tedionel Mayanane. Este bale representa de la selva atin arullando sus oidos, Amak desparecia ante sus 00s, protegide por una inmensa corlina de nie- bla matutina. Ya en el pueblo de Ayapal, el sitio donde comenzé aquella historia, los jévenes buscaron afano- sos la figura imponente del celoso ‘guardian’ Grande fue e! asombro de los visitantes al darse cuenta que aquel el hombre que con tanta valentia les habia advertido la entrada a territorio sagrado, fue producto de su imaginacién. Jamas existid. Luego vinieron los rumores y las risas burlescas de los embriagados “capitanes” de los risticos botes. Ese hombre que ustedes dicen haber visto, era el rey Yusku, para advertirles que entraban a sus dominios..." Todos se miraron perplejos; mientras el Unico miembro del grupo, la mujer que logro mortalizar al guardién du- rante escasos segundos, se lamentaba una y otra vez el no haber accedido a fotografiar al personaje mistico y a su mujer, para acabar de una vez con las rizas bur- lescas de un grupo de Mayangnas que se junté a orllas del rio Bocay para celebrar la partida de aquel grupo de incautos. En tanto el resto del grupo de forasteros susu- raban entre si, “Quizds fue porque llegamos a Bosawas en la vispera del dia de los Muertos” ‘Bipllogratia citaaa ‘Arelano, Jorge Eduardo, 2009, La Cosia Caribe de Nicaragua, ‘desde sus origenes hasta Solo XXUComp. y ed, Managua ‘Acadomia do Googtafia 0 Histona do Nicaragua. 404p aL = Guido, Grossman. 1388. La Costa Ailintica de Nicaragua. £d ‘Gcanna. Ministero de Cutura, Managus- Nicaragua Potthast Judket, Barbara “El impacto de la colonizacién alemana Y de las acivdades misioneras maravas en fa Wosquita durante ‘al siglo XIX.” En: Revista Mesoaménca, aFa 15, cuaderro 28, diciembre, 1994 La celebracion de Rey Yuoku y sus quereros. Luego de haber dado muere als inasores, bailaron atededor deus cadveres ‘sesrozaaos. karebarro a

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