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‘CARTAS SDURE LA EDUCACION ESTETICA QUINTA CARTA GBs eat el cardcter que encontramos en Ia época J actual, el gue reflejan los acontecimientos presentes? Dirigiré ahora mi atencién al motivo mas relevante de este amplio panorama. Es cierto que la opinién ha perdido su prestigio, que Ja arbitrariedad ha sido desenmascarada y, aunque todavia poderosa, no puede aparentar ya la mas mi nima dignidad; el hombre ha despertado de su larga indolencia y del engano en que se complacia, y exige insistentemente la restitucién de sus derechos inalie nables, Pero no los exige sin mas; se alza en todas partes para tomar por la fuerza lo que, segtin él, se Je niega injustamente. EI edificio del Estado natural se tambalea, sus frigiles cimientos ceden, y parece existir la posibilidad fisica de sentar en el trono a la ley, de honrar por fin al hombre como fin en si, v hacer de la verdadera libertad el fundamento de Ia unién politica. {Yana esperanza! Falta la posibilidad moral, y ese instante tan propicio pasa desapercibido para la ciega humanida El hombre se refleja en sus hechos, y jqué espec- 3 taculo nos ofrece el drama de nuestro tiempo! Por un lado salvajismo, por el otro apatia: jlos dos casos ex- tremos de la decadencia humana, y ambos presentes en uma misma época! En Jas clases mas bajas y numerosas de la socie- 4 dad se advierten impulsos primitivos y sin ley que, una vez deshechos los lazos del orden social, se de: encadenan y apresuran con furia indomable.a satis- ' facer sus impulsos animales. Puede que la humar dad objetiva haya tenido motives para lamentarse de la existencia del Estado; pero la subjetiva ha de honrar sus instituciones. ¢Puede censurarsele al Es- tado que olvidara la dignidad de Ja naturaleza hu mana, cuando de lo que todavia se trataba era de , Friedrich. 1990. Kallias. Cartas sobre la educacidn estética del hombre. Trad, Jaime Feijoo y Jorge Seca. Barcelona: Anthropos. (Cartas sobre la educacién estética nros. $-9.), p. 137-181 *Schil 137 BRIEF UEBER DIE ASTHETISCHE ERZIEHUNG ten chren, Darf man ihn tadeln, da8 er die Warde der menschlichen Natur aus den Augen setzte, so lange es noch galt, ihre Existenz zu vertheidigen? Daft er eilte, durch die Schwerkraft zu scheiden, und durch die Kohasionskraft zu binden, wo an die bil- dende noch nicht zu denken war? Seine Auflésung enthalt seine Rechtfertigung. Die losgebundene Ge- sellschaft, anstatt aufwarts in das organische Leben zu eilen, fallt in das Elementarreich zurtick Auf der andern Seite geben uns die civilisirten Klassen den noch widrigern Anblick der Schlaftheit und einer Depravation des Charakters, die desto mehr empért, weil die Kultur selbst ihre Quelle ist Ich erinnere mich nicht mehr, welcher alte oder neue Philosoph die Bemerkung machte, da das ed- lere in seiner Zerstorung das abscheulichere sey, aber man wird sie auch im moralischen wahr fin- den. Aus dem Natur-Sohne wird, wenn er ausschweift, ein Rasender; aus dem Zogling der Kunst ein Nichts- wardiger. Die Aufklarung des Verstandes, deren sich die verfeinerten Stande nicht ganz mit Unrecht rah- men, zeigt im Ganzen so wenig einen veredelnden Einfluf auf die Gesinnungen, dafs sie vielmehr die Verderbni8 durch Maximen befestigt. Wir verlaug- nen die Natur auf ihrem rechtmaBigen Felde, um auf dem moralischen ihre Tyranney 2u erfahren, und in- dem wir ihren Eindriicken widerstreben, nehmen wir unsre Grundsatze von ibr an. Die affektirte De- cenz unsrer Sitten verweigert ihr die verzeihliche er- ste Stimme, um ihr, in unsrer materialistischen Sit- tenlehre, die entscheidende letzte einzuraumen. Mit- ten im SchooRe der raffinirtesten Geselligkeit hat der Egoism sein System gegriindet, und ohne ein ge- selliges Herz mit heraus zu bringen, erfahren wir al- le Ansteckungen und alle Drangsale der Gesellschaft, 10. Schiller prefigura ya aqui el caracter educative de la cul: 138 CCARTAS SOBRE 1A EDUCACION ESTENICA defender Ja existencia de la propia humanidad? ¢Puede reprocharsele que se apresurara a separar mediante una fuerza disgregadora y a unir mediante tuna fuerza cohesionante, cuando atin no cra posible pensar en una fuerza formativa?"® La disolucion del Estado es la mejor justificaci6n de la necesidad de su existencia. La sociedad, una vez desatados los la- 208 que la fundamentan, en lugar de progresar hacia una vida orgénica, se precipita de nuevo en el reino de Jas fuerzas elementales. Por otra parte, las clases cultas nos proporcionan la imagen todavia mas repulsiva de una postracion y de una depravacién de cardcter que indigna tanto! més cuanto gue la cultura misma es su fuente. No recuerdo ahora qué filésofo antiguo 0 moderno!’ hizo la observaci6n de que las cosas mas nobles son también las mas repugnantes cuando se descompo- nen, pero esta sentencia puede aplicarse asimismo al Ambito de lo moral. El hijo de la naturaleza se con- vierte, cuando se sobreexcede, en un loco frenético; el discipulo de la cultura, en un ser abyecto. La ilus- tracion de la que se vanaglorian, no del todo sin ra- 26n, las clases mas refinadas, tiene en general un in- flujo tan poco beneficioso para el cardcter, que no hace sino asegurar la corrupcién valiéndose de pre- ceptos. Negamos la naturaleza en su propio dominio, para acabar experimentando su tiranfa en el terreno moral, ¥ aunque nos oponemos a sus impresiones, tomamios de ella nuestros principios. La afectada de- cencia de nuestras costumbres niega a la naturaleza la primera palabra todavia excusable, para conceder- le la tiltima y decisiva sentencia en nuestra, moral materialista. El egoismo ha impuesto su sistema en el seno de la sociabilidad més refinada y, sin haber Negado a alcanzar un corazén sociable, experimenta- mos todas los contagios v veiaciones de la sociedad 11, Platon: Republica, libro VI, 491 139) I BRIEFE UEBER DIE ASTHETISCHE ERZIEHUNG. Unser freyes Urtheil unterwerfen wir ihrer despoti- schen Meinung, unser Gefuhl ihren bizarren Gebratu chen, unsern Willen ihren Verfithrungen, nur unsre Willkihr behaupten wir gegen ihre heiligen Rechte. Stolze Selbsigeniigsamkeit zieht das Herz des Welt- manns zusammen, das in dem rohen Naturmen- schen noch oft sympathetisch schlagi, und wie aus einer brennenden Stadt sucht jeder nur sein elendes Eigenthum aus der Verwiistung zu fluchten. Nur in einer vélligen Abschworung der Empfindsamkeit glaubt man gegen ihre Verirrungen Schutz 2u fin- den, und der Spott, der den Schwarmer oft heilsam xichtigt, listert mit gleich wenig Schonung das edel- ste Gefithl, Die Kultur, weit entfernt, uns in Freyheit 2u setzen, entwickelt mit jeder Kraft, die sie in uns ausbildet, nur ein neues Bedirinif, die Bande des physischen schniiren sich immer beangstigender zu, so da die Furcht, zu verlieren, selbst den feurigen Trieb nach Verbesserung erstickt, und die Maxime des leidenden Gehorsams fiir die hichste Weisheit des Lebens gilt, So sieht man den Geist der Zeit 2wi- schen Verkehrtheit und Rohigkeit, awischen Unnatur und bloffer Natur, zwischen Superstition und mora- lischem Unglauben schwanken, und es ist blo® das Gleichgewicht des Schlimmen, was ihm zuweilen noch Grenzen setzt SECHSTER BRIEF Sollte ich mit dieser Schilderung dem Zeitalter’ wohl zuviel gethan haben? ich erwarte diesen Ein- 12, Sofnniemer: el exaltade 0 ahieinado, figura o eardcter tipi cco de a literatura de ks Gpocs, que thene su Origen en ef movimien= 140 CARTAS SOBRE LA EDUCACION ESTETICA Sometemos nuestro libre juicio a su despotica opi- nidn, nuestro sentimiento a sus caprichosas costum- bres, nuestra voluntad a sus seducciones; y lo unico que afirmamos es nuestro capricho, enfrentandolo a sus derechos sagrados. Una orgullosa autosuficiencia constrife el corazén del hombre de mundo, un cora- 26n que con frecuencia late atin armoniosamente en el hombre natural, y, como si se tratara de una ciu- dad en Hamas, cada cual procura salvar de la devas- tacién sdlo su miserable propiedad. Se piensa que la Unica posibilidad de protegerse de los desvarios del sentimentalismo es renunciar por completo a él, y la burla, que con frecuencia refrena saludablemente al exaltado, difama con la misma desconsideracién al mas noble de los sentimientos. Bien lejos de procu- rarnos la libertad, la cultura genera inicamente una nueva necesidad con cada una de las fuerzas que for- ma en nosotros; los lazos de la materia nos oprimen cada vez més angustiosamente, de tal modo que el miedo a perder ahoga incluso nuestro vivo impulso de perfeccionamiento, y hace valer la maxima de Ja obediencia ciega como la suprema sabiduria de la vida. Vemos asi que el espiritu de la época vacila en- tre la perversi6n y la tosquedad, entre lo antinatural y Ja naturaleza pura y simple, entre la supersticion y el escepticismo moral, y tan s6lo el propio equilibrio del mal es a veces capaz de imponerle unos limites. SEXTA CARTA Pero, cacaso no habré cargado demasiado las ti tas en Ia pintura de la época? No creo que se me pue- {0 ssentimentalistar (Emipindsumket) paratelo # ta thistracién, pero cua influcncia se estionsle hasta ef romanticism iat BRIEFE UEBER DIE ASTHETISCHE ERZIEHUNG wurf nicht, eher einen andern: da& ich zuviel da- durch bewiesen habe. Dieses Gemahlde, werden Sie mir sagen, gleicht 2war der gegenwartigen Mensch- heit, aber es gleicht Uberhaupt allen Volkern, die in der Kultur begriffen sind, weil alle ohne Unterschied durch Verniinfteley von der Natur abfallen miissen, ehe sie durch Verniinft zu ihr zurickkehren konnen, Aber bey einiger Aufmerksamkeit auf den Zeit- charakter muf uns der Kontrast in Verwunderung, setzen, der zwischen der heutigen Form der Mensch- heit, und zwischen der ehemaligen, besonders der griechischen, angetroffen wird. Der Ruhm der Aus- bildung und Verfeinerung, den wir mit Recht gegen jede andre blofe Natur geltend machen, kann uns ge- gen die griechische Natur nicht zu statten kommen, die sich mit allen Reizen der Kunst und mit aller Wiirde der Weisheit vermahlte, ohne doch, wie die unsrige, das Opfer derselben zu seyn. Die Griechen beschamen uns nicht bloB durch eine Simplicitat, die unserm Zeitalter fremd ist; sie sind zugleich uns- re Nebenbuhler, ja oft unsre Muster in den nehmli- chen Vorziigen, mit denen wir uns uber die Naturwi- drigkeit unsrer Sitten zu trosten pflegen. Zugleich voll Form und voll Fulle, zugleich philosophirend und bildend, zugleich zart und energisch sehen wir sie die Jugend der Phantasie mit der Mannlichkeit der Vernunft in einer herrlichen Menschheit verei- nigen. Damals bey jenem schénen Frwachen der Ge steskrifte hatten die Sinne und der Geist noch kein strenge geschiedenes Eigenthum; denn noch hatte kein Zwiespalt sie gereizt, mit einander feindselig abzutheilen, und ihre Markung 24 bestimmen. Die Poesie hatte noch nicht mit dem Witze gebublt, und die Spekulation sich noch nicht durch Spitzfindig- keit geschiindet. Beyde konnten im Nothfall ihre Ver- richtungen tauschen, weil jedes nur auf seine eigene 142 CARTAS SOBRE LA EDUCACION ESTETICA da reprochar eso, sino algo bien distinto: que con lo dicho he demostrado demasiadas cosas. Me dit que, en verdad, esta pintura se asemeja a la humani- dad presente, pero también a todos aquellos pucblos que han tomado por el camino de la civilizacién, porque todos ellos, sin excepcién, han de alejarse al principio de la naturaleza, guidndose por razona- mientos equivocos, antes de ser capaces de regresar a ella por medio de la razén. Sin embargo, si prestamos un poco de atencién al cardcter de nuestro tiempo, nos sorprendera el contraste existente entre Ia forma actual de la huma- nidad y la forma que tuvo en épocas pasadas, espe- cialmente en la de los griegos. El prestigio de la edu- cacién y del refinamiento, que con todo derecho opo- nemos a cualquier estado meramente natural, no cuenta para nada frente a la naturaleza griega, que se alié con todos los encantos del arte y con toda la dignidad de Ja sabiduria, sin convertirse por ello, como nosotros, en su victima. Los griegos no nos avergiienzan tan s6lo por una sencillez que es ajena a nuestro tiempo; son a la vez nuestros rivales, incla- so nuestro modelo, en aquellas mismas cualidades que suelen servirnos de consuelo ante la desnaturali- zacion de nuestras costumbres. Vemos a los griegos plenos tanto de forma como de contenido, a la vez filésofos y artistas, delicados y enérgicos, reuniendo en una magnifica humanidad la juventud de la fan- tasfa con la madurez de Ia raz6n En aquel entonces, en la maravillosa aurora de las fuerzas espirituales, la sensibilidad y el espiritu no poseian atin campos de accién estrictamente dife- renciados, porque ninguna discrepancia los habfa in- citado a separarse hostilmente y a delimitar sus re pectivos territorios. La poesia no coqueteaba atin con el ingenio, y la especulacién filosofica todavia no se habia envilecido con sofismas. En caso de necesi- dad, poesia y filosofia podian intercambiar sus fun- 133 [BRIEFE UERER Dib ASTHETISCHE ERZIEHUNG. Weise, die Wahrheit ehrte. So hoch die Vernunft auch stieg, so zog sie doch immer die Materie lie- bend nach, und so fein und scharf sie auch trennte, so verstiimmelte sie doch nie. Sie zerlegte zwar die menschliche Natur und warf sie in ihrem herrlichen Gotterkreis vergréRert auseinander, aber nicht da- durch, daf sie sie in Stiicken rif, sondern dadurch, da8 sie sie verschiedentlich mischte, denn die ganze Menschheit fehlte in keinem einzelnen Gott. Wie ganz anders bey uns Neuern! Auch bey uns ist das Bild der Gattung in den Individuen vergrofert aus- einander geworfen — aber in Bruchstiicken, nicht in veranderten Mischungen, da& man von Individuum zu Individuum herumfragen mu, um die Totalitit der Gattung zusammen zu lesen. Bey uns, méchte man fast versucht werden zu behaupten, iuBern sich die Gemiithskrafte auch in der Erfahrung so ge- trennt, wie der Psychologe sie in der Vorstellung scheidet, und wir sehen nicht blof einzelne Subjekte sondern ganze Klassen von Menschen nur einen ‘Theil ibrer Anlagen entfalten, wahrend dab die tibri- gen, wie bey verkriippelten Gewachsen, kaum mit matter Spur angedeutet sind. Teh verkenne nicht die Vorztige, welche das gegen- wartige Geschlecht, als Einheit betrachtet, und auf der Waage des Verstandes, vor dem besten in der Vor- welt behaupten mag; aber in geschlossenen Gliedern_ muf es den Wettkampf beginnen, und das Ganze mit dem Ganzen sich messen. Welcher einzelne Neuere tritt heraus, Mann gegen Mann mit dem einzelnen Athenienser um den Preis der Menschheit zu streiten? Woher wohl dieses nachtheilige Verhalini8 der Individuen bey allem Vortheil der Gattung? Warum qualifizirte sich der einzelne Grieche 2um Repra- sentanten seiner Zeit, und warum darf dief der ein- zelne Neuere nicht wagen? Weil jenem die alles ver- einende Natur, diesem der alles trennende Verstand seine Formen ertheilten. 144 ‘CARTAS SOBRE LA EDUCACION ESTETICA ciones, porque ambas, cada una a su manera, hacfan honor @ la verdad. Por muy alto que se elevara la ra- zon, siempre llevaba consigo amorosamente a la ma- {cria, y por muy sutiles y penetrantes que fueran sus analisis, nunca Hlegaba a mutilarla. La raz6n separ: ba los elementos de la naturaleza humana y los pro- yectaba ampliados en su magnifico panteén de di nidades, pero no desmembrando esa naturaleza, sino combinando sus elementos de manera que ningiin dios careciera de una completa humanidad. ;Pero qué distinto todo entre nosotros, modernos! También en nuestro caso se ha proyectado, ampliada, la ima- gen de la especie en los individuos... pero en frag- mentos aislados sin posible combinacién, de manera que hemos de indagar individuo por individuo para componer la totalidad de la especie. Casi podria afir- marse que, en nosotros, las fuerzas espirituales se manifiestan, incluso en la experiencia, tan divididas como las divide el psicélogo para poder representar- selas. Vemos que no s6lo sujetos individuales, sino clases enteras de hombres, desarrollan tinicamente una parte de sus capacidades, mientras que las res- antes, como érganos atrofiados, apenas legan a ma- nifestarse Reconozco Ia superioridad que la generacién ac- tual puede afirmar con respecto a la mejor de las ge- neraciones pasadas, si se la toma globalmente y s6lo ateniéndose al entendimiento; pero el enfrentamien- to ha de tener lugar en formacion cerrada, el todo ha de medirse con el todo. Sin embargo, cqué hombre moderno se adelanta, él solo, para disputar de hom- bre a hombre al ateniense el premio de la humanidad? Y epor qué esa inferioridad de los individuos, si la especie en su conjunto es superior?

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