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pasa | EL DILEMA BASICO Kaubamoam {Los primeros afios del siglo xre presenciaron una saris de sa cudimientos como no los habla experimentado Europa desde ta Gue- he tos Wresie Saas, I Eauicesa, nego she wre de singular violencia, se {288 2 vx cavterw expan: aja el ‘© de Napolesn Bonaparte. Trascucriscon quince ss de con casi continuo, y sélo después de haberse formada coatea el ages > sor tina sucesin de .grandes costiciones, ditigides pot li Geaa Bre- tadia, Rusia y Austria, pudo una sembiucs de par volver al pertut- bado contiagnte. Que ua conflicto de tales proportiones sc haya hecho sentic en el hemisfetio occidental es apenas sorprendente. Dero, a Ia tuzdel enol orden impuesto aE. eso de Views, es un tanto des: concertante descubrir_que los colonos de lt América Latina respoxr ‘disron cial sin ser-coblestidos« lox misnai Baap meeaona me fan sido tan_celosimente reprimidos, igPot qué Fue que todos los acteos de fa legitimidad se restauriron en. BS- patia y Portugal, mientras que sus dominios de allende el Atlintico quedaton libres? ;Fueron responsables Ia distancia y un espiritu ¢ ecialmente resuelto, 0 estuvieron presences también otras fuerras tgualmente influycntes? | LA os habitantes de la América Latina, sin duda, debe acceditad en grin medida el, cambio que tuvo lugar en sus déstinos. EL ejem plo y Ia asistencia de Jos Estados Unidgs también deben sec cecordi- 3s- Pero. para comprender completamente Las. razones de esta teasfor. macion, el_investigador debe recurrir a la consideracién de Ja politica. britdnica entre 1804 y 1828}, Las politicas, por lo general, tienen origenes mis casuales de lo que voluatariamente admiten los estadistas o los historiadoves, y la politica britinica hacia la América Latina no ofrece ninguna excep- 1 a este cegla. Durant formtivos de esa politica, ta fun- a eedea cop tacdipatiene: ts gritiagte! ea dick desempend un papel menos imponente de lo que pudiera ha. beese suymestod Entie los sighes XVry X0t, Inglaterra habia establecido tnuchos contactos con la Aniérica Latina, y estos contactos hubieron de fnfluie en las meates de los ininistros responsables} — La tadiciSn, después de todo, cs siempre mis persuasiva que Ia Peto mis faecte que la tcadicisn o la légica, exa Ie presién de Ice sucesos que se o:igineban fuera de la Srbita de control beitinica. Bagje cl innprcto Donapuce, las decisiones tendian a ty agilidad de Bor sortnterse 4 las cirsuastancias de la guerma antes que a los enteceden- tes o cficulos Si, al comicnzo, (a mentalidad ordinaria del siglo -xvitt reaecio- aba con rocelo ante este desordenado estado de cosas, [a 3 LM Fomescue, Beitip Stcrermen of the Great Wer, 1793.1014 (Oxford, Grendon Press, 1911), p. 159. 4. Ibid, pp. 39-40. fructif guna pac cera Coa dad, Pitt su props ictiva pr Ls do por J se volvis gor053 ac Las 4 estribillo valentes casi desde come fied finales del rao Tinos se hy 8228 britin Nueva Ing cadores im Sener. well, con e ecbido su * habian fall te de Hen cism del mi a establecer zada. En 1 te en ha “gu mor ‘piblico en un abruy perdid con | desu fama Eloridis, sik do_menas to tarde. ‘3. Ente ella Popham, | aT Esta dofet tcteristica ca Li arena domestics. fibua a (a dongeviled gubernamentil, thmbién tends impede 1a fruatificacid de hs icleas de Pitt mis Propins del estadista. Ea nine Soca Costes a Ob esta sactlacion cue en la formacicn dee Ter. Gad, paalti®a. Habicndo levado su cteacion a ue peak: reali dad, Pitt comenz6 a preguntarse si tio habi singularizado. demasindo su propésito. En un momento se congtatulaba con el log - oil! enlecoy “ jetivo ‘Speranza ya incerta encia + la conveniencis politica kabia peobado ser una i la conveniencia con- fasci ¥ Sin embargo. temeiaso, ecb teas Bae cea nal ae ge oa S182 accisn beitdnica en 1a erica Latina,’ 2 iy eg sonsban en 1804 eran nace y persusivas, pro eu estribillo Hevaba los acentos de una letania bien Gastada. Sus equi- Yalenies podian enccvtrorse sesonando a través cee fet inglésa, casi desde aquel dia 4 de mayo de 1493 cuando el Papa Alejandto VI Sy Hawkes Magee, it AMétics Latina a tspana y Porupat Disko y_Hawkitis Nh. Skas abopado por nes en el Caribe coma TE ctor SS de Espana ca pinsles del sigio svt un breve interalo de saaue rapifia habia’ roto Fa quitiu_de Tis Indias Oceidentales ge ¢ Vigor de los isibe. Tinos se habia desvaueciio en la senectudd dhe tes Stuaits. Las ener Bias britinicas se desvisban hacia la Aimética vel Norte, donde la Nueva Inglarceea cecibia sus santos amangados ¥ la Virginia sus. pe- cadores impenitentes Generacionzs. suicesivas vieton una renovacién dlot interés, Crom: well, coa el plan de labtarse un imperio en Latinoamérica, habia con: fare BH Proyecto Ovcidental” en 1654. Pero an comandantes ie habian fallado y sw tnica premio habia sido Jamaica, el Gleimo baluse- te de Henry Morgan, En 1693. Bscocia. bahia fespondida a la tenta- cisn del monopolio espaiiol y habia despachade bon expediciéa pa- ada lesesse en Darién, peto hasta Ia tenaa Escocis baiat sido recha- zada. En 1759, sir Robere Walpole se habia aventurado ciutelosimen fe en In “guetea por la orcja de Jenkins”, en fespuesta a un gran cla- moe piblico. Lanz6 dos expediciones ais conte Panami, } luego, peckiy Sbrupto cambio de circunstancias, el conflicts ne mezels y se perdid con la Guerra de Sucssion austrisca. Pitt el Viejo, a la aftuea Poy fits, intlucuci, se habia apodersdo de Gare anil y hs =a aces nef Fe ee tarde. 9 Entre ellas estaban tas voces de lord Ae Popham. Nicholas Vansittace y, desde ta le, sit Evan Nepean, sir Home 60, la de Francisco de Miranda, 13 ©). sites dean Las voces habian altecnadamente susuriado y chillado, y sin em- barg9, peze a dos sizios de conflicia intermitente, el vasto imperio de la América Latina habla permanecido intacto. La preocupacién de - Ho espaiigl. Tan lejos, por ciento, habia progresado Ia erosion para Inglaiessa con ef equilibso del poses en Burops, y su inical concen- teacion sobre Las posesiones de Francia, habian salvado a las colonias spafiolas de la suerte dei Canadi, a pesar de la creciente dectepitud de su madre patria, gPor qué, entonces, doberia Pitt, embascindose como lo estaba en ogra gueret continental, tuber coniderado proyectos que Bebian sido de tan cstériles resultulos en el pasado? QPor qué deberia 4 haber acriesgado el éxito de 12 Tercera Coalicién por la contemplacién de propésitos especulativos 21 cizo lado de los mares? Habia, por lo me nos, dos persuasivas wzones. De un lado estaban todas las dudas y riesgos relacionados con uns estestegia continental: la dificultad de movilizar un ejétcito efectivo, la falta de confianza en los aliados, la catistrofe que significaria uaa derroiz. Haber comprometido sin ‘re sa ty Gran Breteiia en ti ectrategia, y sin an plan de altema- ubieea sido algo dificilmente en concordancia tanto con la eau ent wuwng con <1 twies’s de Inglaterra, Si-una imitada con- ct cucwigs fia intentada, y feicssara, con segu- Tidad la perspectiva de acc™in y expansion en Latincamética setla pre- oluta Cait de accion : ¢leccién ag eca distiats de la del jugedor que, vigilando et girr de Le sueda, decide dispersar sus fichas sobre cl veede tapete. Y Th tentscién de diversificac los siesgos y costar las péndidas, estaba acrecentads pox fiaexistencia_de_ interoscs. taf habia ac 5 ere i “desarioflado aun cuando 1as_comett eat América La <— tina habian sido rechazadas ff victosias jescomposiciGn interna que minaba Ia: a armadas cont el siglo xv, bia comenzado 2 traee me uc Espa; fe Sucesion espanom, su iter agrandado ripidamente, pucs de la Paz de Utrecht (1713) extrajo el codiciado Aziento 0 contcato para suplit esclavos a Sur Amézica. EL contrat mismo apenas habia satisfecho las especanzas. La South Sea Company, organizada para Hevar a cabo sus estipulaciones, se habia encontrado con dificultades en casa con La mal alamada inflacién de | engafiifa gle los mares del sur, y encubietta resistencia en el ex- tranjero da, parte de una Espafia celosa y poco dispuesta a cooperar. En 1750, ciertamente, luego de interminables dificultades y disputas, 2 compafiia en realidad habia renunciado al contrato por una tetri- et buci habia traba panta pafiol mecci : fa, dear s te. H no} st ines brar § tun co sginab desan xoluci plese: celana tes en maui isa | me ch en eti mds i Bretai en co poten tentad wna ir vacitac hi con N ceso d fuerza servia do, gC 6 6 A % Q Scentantmanenssias ai: r glesa. Arcicuios de algodén, 1: bucién de 100.000 libras. Pero, mientras tanto, tas de su fachada, habia surgido ua extenso, ¢ inmensamente Iuceativo comexcio de con trabando. El teifica de esclavos habia venido a servic como una mere peatalls para el chorro de manufzcturas inglesas hacia las colonias es pafiolas, y para 1736 se considera que “una participacién en el mercio Iicito” era “como conseguic ua gran premio en una Loteri Aun después que La compaitia hubo devuelto el Asiento a Espa- fia, este comercio continud sin disminucién; el hibito de contraban- dear se habia heciw congénito. Pero su curso progresaba desigualmen- te. Habia una inberente falta de estabilidad en ef comercio clandesi- no; su volumen y gananciss fluctuaban violentamente, en. vista de los ules y a6 del todo inCructursus esiuereos de Espaiia por eco brar su monopolio. {No obstante, el seftuelo del contrabando ejer un considerable hechizo durante todo el siglo xvi, y en Inglaterra ganaba terreno el seatimiento de que el mercado sudamericano podria desattollarse ain mis que el de la India 0 et de los Esiados Unidos, j Hacia 1804 el mercado rarecia volucicn taaushal ya Labia dos en cantidadas sicmpze crecion- evict? x Gales. La era de ta Telana cub, en 1370s pn teen Yorkshire y Lancashire, en Tos maquina por fin estaba en watcha y, sin embargo, con la desorganiza- cidn legada por la guerra, ol consumo se qued:ba muy ateis del enoc- me chorto de mercancias. (Mientras que el progreso productivo cre en eficiencia, 1a expansi6n'de {a influencia de Francia hacia cada vez més inaccesible el mercado continental. Econdmicamente, para la Gran Bretaia el panorama era desolador y desilentador, a menos de tomar ea consideracién, como fo hacian muchos, Jas inexploradas y elusivas potencialidades de la América Latina.* En este periodo ctitico, era muy tentadora la perspectiva de que esé vasto continente pudiera absorber a INTO op eccanttas slate para Pitt, con sus habitos de vacilacién, era algo casi cornpletaments irrsistible.\ Ita dificutead estaba en darle sustancia a ta visién. Ciertamente, con Napoleén amenazando invadic y con la Tescera Coalicién en pro- ceso dé formacion, Inglaterca podia distraer muy poca de su acopiada fuerza para entremeterse a abrir ua auevo mercado; y si el pasado secvia de indicio, Espaia de su propio acuerdo no abricfa ese merca- eee crits ponte WAGieuis pene wyG. 7 ewe 6 George H. Nelson, “Contcaband Trade under the Asiento, 1730-1739", dinericat Hissorical LE (1945), 62. 7. Quizis 1 una palabra demasiado tigers. Bt valor de las exportaciones ingiesas 2 América en 1905 (ezceptusdos los Estados Uni- dos) ers ya de 7.771418 libras. Habja de sub a 18.014.219 libras px ra 1809. Ver Ble Halévy, A Hutory of the Engle People in 1813 (Londies, T. E. Unwia, 1924), p. 274.

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