ID UD09649BPA16582
Introducción
Lo anterior, abrió paso a la teoría social, la cual sirvió como base para el
desarrollo de otras dos, la teoría de la estructuración de Anthony Giddens y la
teoría crítica de Jürgen Habermas.
Estas cifras son alarmantes, ya que no sólo tienen un impacto local entre la
gente pobre, sino que globalmente, van excluyendo a los países más pobres de
tener oportunidades de inversión, creando un círculo vicioso cada vez más cerrado
y competitivo para los países restantes. Lo que además de la exclusión
económica, trae consigo la generación de una brecha tecnológica, enorme e
indispensable, para comunicarse y sobrevivir en el mundo actual. A esta exclusión
económica y tecnológica, el autor la denomina el “Cuarto Mundo”.
Como expresa el biólogo Craig Holdrege: “Nos hablan de genes que son
cortados o pegados por enzimas, de nuevas combinaciones de ADN que son
manufacturadas e insertadas en la célula. Ésta incorpora el ADN a su propia
maquinaria, que comienza a leer la información codificada en el nuevo ADN. Esta
información es entonces expresada en la manufactura de las correspondientes
proteínas que tienen una función determinada en el organismo. Y así, como
resultado de todos esos procedimientos precisamente determinados, el organismo
transgénico incorpora nuevas características”.
Otra tarea que queda en mano de las ONG’s, consiste en formar parte de
las negociaciones para la creación de acuerdos multilaterales en los que participen
las instituciones creadas por la globalización (BM, FMI, OMC y OCDE), para
supervisar que se ajusten a la realidad y evitar la creación leyes que sobrepasen a
los países en vías de desarrollo.
La Coalición de Seattle, la cual es un grupo conformado por ONG’s que
debido a las circunstancias, emergieron como agentes políticos independientes.
Esta coalición, no se opone al comercio y a la globalización, sino que exige que
estos dos elementos contribuyan a la construcción de países y economías
saludables, respetadas y sostenibles. Proponen la desmantelación del Banco
Mundial y del Fondo Monetario Internacional y la reducción en cuanto a poder y
tamaño de la Organización Mundial del Comercio, dando pie a la creación de: el
Tribunal Internacional de Insolvencia, para supervisar la cancelación de la deuda
externa; la Organización Internacional de Finanzas, la cual reemplazaría al FMI y
trabajaría para alcanzar y mantener el equilibrio de las relaciones financieras
internacionales; y por último, la Organización para la Responsabilidad Corporativa,
para poder proporcionar a los gobiernos y al público en general información
completa y solvente sobre corporaciones, como apoyo de las negociaciones de
acuerdos bilaterales y multilaterales, la cual estaría a cargo de la ONU.