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de «el sentido de nuestra arquitectura colonial» al sentido de nuestra arquitectura moderna Azier Calvo Albizu Cuando Carlos Rauil Villanueva en 1952 escribe «El sentido de nuestra arquitectura colonial», tuvo en mente llevar a cabo un registro y un anilisis tipolégico de los fundamentos basicos que rigieron el comportamiento de dicha arquitectura, con la intencién de fraguar las bases de una arquitectura realmente contemporanea. ‘que de la arquitectura colonial pudiesen ser todavia vélidos, sobre su adecuacién a las necesidades y posibilidades propias del hombre y la regién en la que se insertaba, su austeridad, sobriedad y Facionalidad en el empleo de materiales y tecnologias estrechamente ligados al clima y la luz que ‘en el trépico son determinantes, le llevaron a valorar ¢l rol jugado por muros,aleros, balcones y celosias, patios y corredores en la creacién de zonas de reposo y de sombra proporcionadas a la escala humana, Villanueva, como él mismo manifiesta, busca con la uitilizacién correcta de todos estos recursos llegar a tuna auténtica «ornamentacién funcionab», clara muestra de la evolucién que sufre su formacién académica y de su sensibilizacién ante la crisis que ya manifestaban los postulados canénicos de! Movimiento Moderno. Como demostracién de su particular interpretacién y puesta al dia de tales planteamientos que debian en definitiva refiejarse dentro de una idea S: consideracién sobre los elementos plisticos de del sentido de nuestra arquitectura coloniaby al sentido de nuestra arquitecuura moderna Elementos plisticos illzados en defensa contra los elementos (sol 1 lava) Croquis de Carlos Ra Villanova, La reurbanizaciin de ct Silencion, Carlos Ral Vilanueva, 1942-45, fachada urbana, | VIANUEVA, CR, seni de muestra argutzctr colonia, Cre es tempos, Caracar.Eacones Comin de Asuna Cuitrales d= CCuncicentearo ee Caras 1966, p37 2 Véare DIAS COMAS, CE. aldentidad nacional, caracterinctn arqutecéncas en AAW. Madenidody pasmademad enAmérco Latina, Bogor Eaeral Esa, 191 de ciudad, ali estén la Reurbanizacién de «El Silencio» y la Ciudad Universitaria, dos modelos que ain hoy ‘ofrecen material de sobra para una interesante discusion sobre sus repercusiones en el desarrollo de Caracas. La arquitectura moderna venezolana, deudora en gran medida de la atmésfera creada en torno a la reinterpretacién del pasado utilizando los recursos propios del presente, ofrece una amplia gama de variantes en las que se ven respondidas buena parte de las preguntas que se formul6 Villanueva en «El sentido de nuestra arquitectura colonial», y que al Unisono él mismo fue despejando en la medida que avanzaba la construccién de la Ciudad Universitaria. Si posteriormente también se le abre campo al significado de nuestra herencia indigena, africana 0 popular, no hay dudas de que las conclusiones a las que se llegan para aprovechar dichos aportes no distan mucho en lo esencial de lo valorado por Villanueva tanto en las mansiones aristocréticas como en la vivienda anénima de la colonia. ‘Transcurridos pues ya cuarenta y siete afios de tan importante momento, debemos reconocer que gracias al volumen y la calidad porcentual de lo construido durante el periodo 1941-1958, Venezuela tiene alli su principal legado patrimonial. En otras palabras, ‘Venezuela para bien para mal concentra en poco rms de treinta afios lo que para otras culturas ha tomado siglos de acumulacién paciente y respeto por el pasado. De aqui que surja la posibilidad de intentar encontrarle un sentido a la experiencia realizada por aquellos afios en la que a pesar de que se hizo mucho y se dieron muchas coincidencias, se escribié poco. Asien nuestra aproximacin analitica hacia lo que consideramos ejemplos de buena arquitectura, hemos podide detectar, en primer lugar la generacién de una actitud no premeditada, casi intuitiva que, centrada en el hacer y en la resolucién correcta y racional de los problemas que se presentaban, permitié el surgimiento de lo inesperado y lo trascendente. El funcionalismo y el profesionalismo dentro de su a veces excesivo pragmatismo abrieron, sin embargo, las puertas para la consideracion e incorporacién de varios aspectos que tratados con sensibil iad dieron pie a soluciones realmente notables. De esta manera se pueden resaltar diferentes trazos que le dan sentido al segmento que hemos estudiado. A) El primero de dichos trazos caracteristicos conlleva la igualacién —gracias justamente al predominio de tna visién funcionalista y racionalista de la arquitectura en la que privaban el uso noble y honesto de materiales y tecnologia, y la respuesta correcta a las variables programéticas, espaciales y ambientales—, de tuna étiea de la realizacién arquitecténica con su positiva valoracién estética. La absoluta coherencia entre forma y contenido, entre planteamiento y respuesta, pasaba 2 formar parte de esta linea «realistay de comportamiento generalizada que daba por bueno cualquier edificio que respondiera a tales condiciones. Ya Villanueva habia recogido e impulsado este principio dentro de «El sentido de nuestra arquitectura colonials: «Los grandes renovadores de hoy propugnan una arquitectura funcional, es decir, aquella que sabe utilizar con légica e inteligencia los materiales de cada regién y, al mismo tiempo, hace desempefiar a cada uno de ellos un papel y una funcién perfectamente determinados en el conjunto arquitecténicon.' 8) Acompafiando a una postura tan aparentemente actual como la mostrada en el punto anterior, es posible detectar un doble comportamiento dentro de la arquitectura moderna venezolana orientado, por un lado, a buscar fa resolucién mediante tipologias novedosas de problemas tradicionales y, por el otro, a dar respuesta mediante el uso de tipologias tradicionales a problemas novedosos. De aqui que se encuentre siempre presente una preocupacién constante por el asunto de la caracterizacién que debe asumir cada edificaci6n como estrategia ligada preferentemente a programa y sitio, en la que sin embargo nunca queda del todo desplazada la utilizacién de soluciones consideradas emblematicas para el pais? Es asi como, ms allé del primer paso dado por Villanueva signado por el énfasis en lo «sustantivon © en lo tipolégicamente aprovechable de la tradici6n arquitectonica nacional, la variedad de temas y de emplazamientos donde se deben realizar innumerables ‘obras durante los afios 50 conlleva la asuncién de una ‘aracterizacién que se afinca en las propias condicionantes del proyecto. Por un lado el programa deja de ser un mero listado de requerimientos codificados pasando a convertirse en la excusa para expresar toda una serie de valores culturales (patentes aunque muchas veces no asumidos conscientemente) y, por el otro, la situacién y el terreno facilitan la toma de decisiones en cuanto al cardcter general y lineamientos compositivos que debe tener la edificacién. A la postre, aunque se enfrenten los problemas con un método similar, no seré igual proyectar un hotel en la montaria que en la playa o en la ciudad. Tampoco lo ser, bajo condiciones contextuales similares, disefiar un edificio de oficinas {que un museo, un club que una escuela. Tampoco se renunciard, segin el caso, a la posibilidad de utilizar, reinterpretados, aquellos elementos eternamente jOvenes de la arquitectura (el patio seria el ejemplo més ilustrativo) dentro de edificaciones de talante absolutamente moderno, asi como no importaré echar mano de los nuevos esquemas organizativos procedentes de la arquicectura internacional en obras de aspecto tradicional. El hecho de que —tal y como siempre sefialaba Villanueva— «la vida y el azar nos dieron un tiempo y un lugar» y que «de alli hay que partir» se convierte para muchos en la excusa que facilta, mediante la expresividad asumida dentro de lo esencial a toda obra, una real identificacién entre la €poca, el sitio y el tema donde lo contemporéneo predomina y la nostalgia tiende poco a poco a desplazarse ©) Incluso en los casos en que se recurre al uso de elementos autéetonos propics de la zona donde se realizaré la edificacién, siempre se puede encontrar en aquella arquitectura un afin por incorporar innovaciones tecnolégicas producto de un conocimiento profundo de la posibilidades que ofrece cada material. La formacién técnica que en la mayoria de los casos se poseia, enfética en cuanto al importante peso que tienen los procesos constructivos, permitié un didlogo realmente productivo entre los arquitectos y los profesionales de de cal sentido de nuestra arquitectura colonial» al sentido de nuestra arquitectura moderna Hotel Moruco, Santo Domingo, FrutoVivas, 1955-56, vita interior. Aeropuerto de San Antonio de! Téchira, Cipriano Domingues, 1943, 3. SATO. A. Arqutectra Forma y Trpicon Museo de Ares Vises Alejandro Otero. Fundacion Muteo de Argatonurs, Venewela, rguecur y wipes 1980-1992, Caracas. 1993.5. 3 4 Quedara de esta forma abr la puerta gra una fur ivesticién ‘endiene& procs el el conporiminso dels espacio de wanton ‘eneo de arquectira moder venarolia ys desarolio posterior de lor 60 en adam las diferentes disciplinas que con él colaboraban, notindose muchas veces una osadia que conllevaba a soluciones imaginativas y a la vez posibles desde el punto de vista estructural. La entronizacién definitiva del concreto armado como base de diferentes sistemas portantes, tuvo en éste un periodo de verdadero esplendor gracias a la incorporacién y formacién de profesionales de la ingenieria que asumian su papel més como disefiadores estructurales que como simples calculistas. Es por ello que si algin sentido ha tenido la cristalizacién de nuestra arquitectura moderna ha sido gracias a esta afortunada coincidencia en la que la manifestacién de lo estructural llega a convertirse en otra oportunidad donde lo funcional se convierte en ornamento y la ética en estética. D) Orro importante aporte que ofrece la arquitectura moderna venezolana es el relacionado a la busqueda por lograr una estrecha relacién con el arte. Impulsada también de manera eficaz por Villanueva desde la Ciudad Universitaria, tal vez es aqui, como en ninguna otra obra, donde se facilta comprender una unién que se encuentra mis allé de la simple superposicién de motivos simbélicos a las edificaciones, o del encargo que se le puede hacer a un pintor o escultor para que «decore» un ambiente o una fachada. La sempiterna voluntad de la arquitectura de ser ella misma arte de lo construido, escultura habitable, cobra otra dimensién cuando se piensa en su plasticidad como parte integrante en la generacién de las formas y en el color como uno de sus mejores aliados. Bajo tales criterios se forman buena parte de los arquitectos venezolanos de los 50, quienes logran ver como el arte abstracto encuentra un lugar definitivo en cuanto su dificil relacion con el ciudadano comin cuando se aproxima a una arquitectura también gobernada por la abstracci6n. Otros pensaran que al pasar la abstracci6n a apoderarse del actuar del arquitecto le hard prescindir de su asociacién con el artista. Lo cierto es ‘que se produce en la época una intensa actividad ‘compartida entre artistas y arquitectos donde estos Uiltimos (asi come ocurrié con el caso de la cconsideracién de los aspectos constructivos), poseen las herramientas necesarias para lograr un fructifero didlogo, E) Es la generacion de un verdadero pensamiento de la sombra (quizds incipiente e intuido y no formalmente estructurado) uno de los aportes fundamentales que, revitalizado por Villanueva, ofrece buena parte de la arquitectura realizada durante aquel periodo. Tal y como evidencian muchas de las obras que hemos ‘analizado anteriormente, el clima comienza a ser descubierto en toda su extensién y se empieza fentonces a percibir la necesidad de tamizar la fuerza ‘con que el sol acta en una latitud tipicamente tropical. La lluvia y la obtencién de una confortable temperatura serén los ingredientes adicionales {ue propiciarén la proteccién y adecuacién a las inclemencias como actitud compartida jen es cierto que muchas veces la respuesta que se da a este naciente cambio de actitud ante el medio no pasa de convertirse en una simple reaccién de defensa a través de mecanismos que més bien asemejan ‘escudos, resueltos mediante el uso de abacos y complejas ecuaciones, en otras el tema llega a ser pretexto tendiente a descifrar los cautivantes secretos de la luz tamizada y su potencialidad plastica. En la arquitectura venezolana de los afios 50 se da inicio a aquello que Alberto Sato atribuye como hecho consumado en ciertas obras de los 80, es decir. a ala construccién de la sombra (como) fragmento 0 totalidad de un programa arquitectonico: un sabio juego de los volimenes bajo la luz produce sombras; ‘es desde alli donde la luz se observa con calma: los detalles de la arquitectura son apreciables y el trépico se distruta, sea desde la galeria de una casa, el atrio de tun edificio de oficinas, el claustro de un monasterio, tuna ventana recedida, un muro irregular de ladrillos, tuna reja, una pérgolas recurren al ancestro del abrigo, no del frio sino del calor». F) Como una consecuencia de lo expuesto en e! punto anterior la arquitectura que hemos repasado marca la apertura de una exploracién sobre los espacios intermedios que, deudora de la tradicin hispdnica y popular, habria que evaluar en cuanto a su verdadero alcance.* Espacios intermedios que se traducen en la consideracién cuidadosa y eonstante de la transicién entre el interior y el exterior.a través de la utiliza de diversos dispositivos que trabajan a favor del descanso de una retina fatigada por el sol y que terminan muchas veces generando «lugares». En tal sentido, recursos que para fa sabia cultura popular se han convertido tradicionalmente en respuesta ante los ‘embates climaticos, aparecen ahora traspuestos y ‘generalizados en la mas diversa gama de edifcaciones no necesariamente residenciales. Segtin hemos visto, cubes, centros recreacionales, pabellones de exposiciones, hoteles, edificios de oficinas y hasta centros comerciales comienzan a hacer uso de elementos generadores de sombra (aleros, pérgolas, corredores, galerias) que,a diferencia de su comportamiento en la vivienda tradicional, se asocian también a espacios donde el movimiento y no la estadia es el ingrediente predominante. De aqui que hablar de transicién (en el sentido de trénsito) sea lo més adecuado y de aqui lo ambiguo que se torna calficar muchos de estos espacios de «lugares» partiendo de la intrinseca relacién que existe entre la nocién de lugar y las de «permanecer» y apertenecero. No obstante, el valor agregado que se aprecta en estos espacios de transicin(lleguen a ser lugares 0 10), utilzados de manera més actual e indiscriminada, creemos debe ubicarse no sélo en su condicién de fitros climéticos sino sobre todo de controladores de la escala.Temas como el del epasillo cubierto> y la «plaza cubiertay, que Villanueva erabaja con gran riqueza y sabiduria,juegan este rol tornandose @ fa vez en herederos de esta moderna pero a la vez ancestral ambigtiedad entre el permanecer y el transitar,o entre el estar afuera 0 adentro. G) También habria que considerar como un aspecto resaltante las ventajas que para gran parte de aquella arquitectura trajo el tan condenado y a la vez Permanente eclecticismo caracteristico del arquitecto venezolano, Eclecticismo que, insistimos, muchas veces se dié como libre y a la vez innovadora interpretacion de la fuente de origen Dentro del estrecho margen en el que atin se movia la, difusion de la arquitectura internacional, el aprovechar ‘en muchos casos el aporte de quienes ya tenian un buen trecho andado en el establecimiento de la relacién entre tradici6n y modernidad como es el caso de gel sentido de nuestra arquitectura colonials al sentido de nuestra arquitectura moderna (Club Chitira, Colinas del Bello Monte, Caracas, Fruto Vias, 1955. 5 EI Nuevo Ide! Nacional se constiuyé en fundamensacio ideo de Js siacura peresimensts (1952-1958). Enel so engotaten no sélo spec de Indl celapiea yma sn todo el programa polico desu {uber donra de wna vn mcionsta ya a er dears de Nenenuss que se quer construe de los brasilefios Lucio Costa y Oscar Niemeyer, del finlandés Alvar Aalto 0 del norteamericano Frank Lloyd Wright, aunados al rescate y revitalizacién de lo esencial de la arquitectura autéctona, més allé de los Visos linglisticos y formales que conllevaron, permiten descubrir excelentes traducciones insertadas dentro de un espiritu contemporéneo de clara vocacién cosmopolita. Buscar en la fuente correcta la ayuda para resolver adecuadamente el problema que se tiene entre manos, lejos de considerarse un defecto, ccreemos que en muchos casos se transformé en una Vireud que el nuevo edifcio fue capaz de evidenciar. Aeste clima considerado casi siempre como negativo por lo extranjerizante, pero altamente positivo en cuanto a sus resultados, habria que afiadir la incorporacién del importante contingente de arquitectos venezolanos formados en el exterior quienes (como ya hemos visto) demostraron en sus primeras obras realizadas al regreso una efectiva combinacién entre los postulados racionalistas «importados» y las «redescubiertas» condiciones del medio ambiente venezolano. Junto al neocolonial son quizés estos edificios los que podrian conformar un corpus regionalista no necesariamente conservador dentro de la arquitectura venezolana. Sin embargo, el predominio de la practica profesional (punto de partida del triunfo de un exacerbado «profesionalismoy), en un clima de frenética actividad cconstructiva, terminé ocultando un cierto anafabetismo funcional, un temor o indiferencia al compromiso ideoldgico y una escasez de reflexién ‘erica, paliados por una habilidosa capacidad para resolver problemas con rapidez y mucho sentido comin, Consecuencia de esa falta de cultivo y actualizacién de la reflexi6n sobre arquitectura ser, una vez pasado el furor constructivo y de intercambio que se propicié durante los 50, la poco significativa cobra de muchos de aquellos arquitectos en periodos posteriores. Asi, se podria decir que la tradicionalmente escasa aptitud discursiva del arquitecto venezolano, aunque no se fragua, si se consolida en aquel momento viéndose compensada temporalmente por el volumen de la obra realizada por muchos de ellos, la cual consideramos que para bien © para mal tiene la capacidad suficiente de hablar por si sola y de permicir una amplia gama de lecturas H) Curiosamente la reflexidn sobre lo nacional, muy en boga para aquél momento, tiene unas muy variadas repercusiones sobre la arquitectura. Tras lo nacional tdende a englobarse —en este caso desde el poder bajo los postulados del Nuevo Ideal NacionalS— todo aquello que apunte al logro del bien comtn y que colabore al progreso de la patria. Las puertas del pais, por tanto, estaban abiertas a cualquier influjo que cooperase positivamente en tal sentido y, por ende, se ve con buenos ojos lo que emule las realizaciones provenientes de quienes gozan del privilegio del desarrolle. Por otro lado, la cultura ofcial impulsa el rescate de tradiciones institucionaliza el folklore. Este doble mensaje le facilita a ‘a arquitectura,a su vez, un doble comportamiento. Por tun lado lo nacional (y con ello la identidad) es visto ‘como un proceso en permanente construccién, dinémico y a veces confundido con un desapego que se ‘raduce en una permanente destruccién de vestigios del pasado. Por el otro lleva a profundizar y amplar fa basqueda de los valores propios de lo vernacular. Nacional para unos sera todo lo que se vaya haciendo con responsabilidad, sentido del lugar y consideracién de las variables fisico-amblentales, sin complacencias historicistas 0 folkléricas y denero de la més abscluta, Hipédrome Nacional «La rinconaday, Caracas, Arthur Frohelih, 1387 de «el sentido de nuestra arquitectura coloniab> al sentido de nuestra arquitectura moderna ‘Centro Profesional del Este, Sabana Grande, Caracas Jorge Romero ‘Guriérrer, Pedra Neuberger y Dirk Bornhorst 1952 (Casa Monagas, Las Acacias, Caracas Vegas & Gala, 1954, 6 RIVADENEYRA Jos Meni eso proyeionSuplement Colum. 1S31, Usa Noweas Caras. 21-997 ‘contemporaneidad, Para otros conllevars necesariamente la preservacion y recodificacién de nuestra herencia. Llevando a sus tkimas consecuencias estos argumentos, la arquitectura nacional puede, ‘entonces, conformarse bien por simple acumulacién © bien por estricta seleccién COROLARIO Reconocido el importante y variado acervo patrimonial que justamente aquel perfodo ha dejado: {Qué de lo realizado entre 1941 y 1958 pasaria a ‘engrosar «nuestra herencian? seria la pregunta a responderse hoy. ;Se trataria de dar cabida a todo lo realizado 0 de escoger aquello que haya demostrado tuna particular capacidad de adaptacion a las condiciones locales? ¥ de las condiciones locales a cuéles referirse ja las cambiantes 0 a las constantes? Es asi como, impelidos por las particulares circunstancias {que imperan en un pais como Venezuela (joven, llano, impaciente y poco asentado) se hace necesario dotar a las ideas de herencia e identidad de un dinamismo y flexibilidad poco frecuentes en ellas. En consecuencia, para la determinacién de una arquitectura nacional bastaria con dejar abierta la puerta a aquellas obras ‘que resuelvan con correccién y calidad su adecuacién 4 las variables tematicas, contextuales y culturales, bajo el convencimiento de que «... identidad no es lo que jamés cambia sino aquello que hay que aleanzar una y ‘otra vez: tanto mas que autenticidad, en sentido estricto, quiere decir reconocer que no se es ni se puede ser siempre el mismo» Azier Calvo es arguitecto. El presente ensayo ha sido extraido del capitulo titulado eTrazos de la identidad arquitectonica| \venezblana» que forma parte de la Tesis Doctoral: Venezuela y 1 problema desu identidad arguitecténicy, lefda el pasado 18 de fenero en la ETSAB por su autor.

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