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CANO Y CONE Armando Trasvifia Taylor Cano es un conejo que Alejandro se llama y era tierno, cordial y simpatico, mas bien conejito, porque era asi de arrapiezo, y desde que armé sus vocales, primeras letras y frases como ‘mamé, papé, tengo ambe, dame choco para llamar la atencién y provocar la pitanza, se embrollaba en la R (cerro de horrores o barrer el ferrocarril) para hacer oraciones que es un dejo metalico que esmerila y que lija, y suena como si arriaran carretas fuertemente frenadas por tuna ruta rupestre porque, sin mayores reparos a Alejandro nombran Cano, Cano només. |Cano, ven!, {Cone, siéntate!, ;Cano espera!, Cone, come! El padre y la madre que eran dos lagomorfos de orejas alpinas que alas semejaban, lo llamaron asi, Cano sin més, y aleanzaba el amor de los padres con apego y temura, Iba a la escuela primaria por la mafiana y la tarde, y nada el fin de semana, y aspiraba a tener como amiga a quien escoltara sus dias de holganza y recreo y que fuera su amiga, éptima y pura. ~iCano, qué dientes tan grandes tienes y qué hermosa risa te brotal, le decia su familia ‘cuando apenas movia los labios y comenzaba a gustar de la pasta dentifrica las tres veces al dia en forma catdlica, de lunes a lunes, Cano, iqué brincos tan altos pegas! -iCano, como eres de inquieto!, tienes tres meses apenas y deberias de atender los 10 afios que te aguardan ahora, Yas , a los dos afios y meses era todo un doncel, mejor dicho, un dulce él, un tetra- miembro bien hecho, de color pardo, grisiceo, con dos patas atris y dos manos delante si esta de pie 0 recostado, Conocié a la coneja en cierta casa del barrio, junto al bosque adyacente, y se hicieron amigos, dos magnos amigos como nunca lo fueron dos piernas que zumban y dos dientes que ensefia y se lamaba.... ¢e6mo se llamaba?... jah!, no habian bautizado por no saber donde habia una iglesia catélica, no muy eclesiasticos ellos. Conejita lamaron y Cone dijeron, Cone, sin mis, dos silabas cortas que apocopaban su garbo, su gracia y salero. Eran dos coligados como pocos habia en el patio sembrado de zanahorias y nabos en el area contigua al campo de pinos, de abetos y robles en donde conocié a una orejona de caracter amplio y abierto, de cinco estrellas o més que, pocos dias después, una vez por semana, muy a sus horas, visitaba el hogar. Y asi empez6 el congjito, unicamente los sibados, volvia y paliqueaba satisfecho y feliz. Cano acudia, de maftana y de tarde, a la escuela primaria que Hamaban “Cuniculus” para seres de cola, de patas y saltos. Desde casi al inicio, imanté Cano a Jos padres al presentarse en su hogar como un amigo y vecino, El conejo buen mozo los sedujo y atrajo, y oftecieron mas tarde, el padre y la madre, una espléndida cena con toda clase de viandas, desde hierbas y granos, hasta bulbos y tallos de sabor envidiable y como plato fuerte zanahorias con queso y refresco de césped, pero de césped briténieo que todos conocen como “pasto inglés” simplemente, Gran aprecio tenia el joven conejo entre el gremio gazapo del labio cucho y parado a quien todo el mundo agradaba, También habia refrigerios de heno y lechuga y de calabazas, incluso. Después de tardes y tardes de visitas puntuales que habia acostumbrado como ser de confianza, le propuso a su amiga salir a lugares que estuvieren lindantes y que rondaran la casa en el bosque inmediato en donde hubiera, entre otros, estadio, zooldgico, circo 0 lagunas, ferias 0 parques 0 pueblos limitrofes con signo atractivo para ver o pasear o jugar simplemente. -Cano, muchas gracias, lo haria con gusto, pero debes pedir permiso a mis padres primero, Y asi lo hizo, y el padre medroso, prudente y turbado, no muy convencido, al igual que la madre, repuso, aprensivo y sutil -Bueno, pero, solo tres horas, y cuidala mucho Cano, mira por ella, protégela, -Por supuesto, padre -Te daré una sorpresa —dijo Cano a Cone- y quedaron de verse a las cuatro puntuales el * Llegg el dia que aguardaban, y a la hora precisa, a las cuatro y minutos, como soldier sibado proximo. britinico, en una tarde calmosa en donde el sol atizaba y crepitaba cual brasas del astro alld arriba, arribé como guardia, Estuvo en casa de Cone, frente a la fronda, a esa hora, y la puerta tocé, jtoc, toc!, con nudillos Buenas tardes, papas, saludé Cano a los padres con sendas frases de aliento, Santiguaron ‘a.Cone que ignoraba el lugar a donde iba ese par, la distancia y sendero que tanto aguardaban, ~Dénde sera? — decia Cone enredada Al marchar Cano y su amiga por primera vez en la vida, menudearon los besos de los padres a ella y como si el vidrio limpiaran, se despidieron de ambos ondeando las manos por vez primera de casa. Salieron al fin a la calle y en autobus enfilaron. Cano dijo que iban hacia el centro del pueblo y al llegar al entomo, un sembrado de luces y milpas de miisica advirtieron la zona. Llegaron los dos en minutos a una feria que estaba a un par de manzanas en el ambito urbano que la gente apifiaba ¢ hipnotizaba de pronto como extrafios posesos. -No, la sorpresa no es esa, dijo Cano, es otra Llegaron, finalmente, y advirtieron que, como toda feria que valga, atin siendo de hechizo, sean chicas o grandes, son imén para nifios y jalén para padres, y para no tan chiquillos, quienes ya se olvidaron de esa etapa florida que forma en la vida una mente gloriosa. Treparon, en todo lo que vieron y hallaron y abordaron intrépidos los famosos tio vivo y otros tantos, vaivenes que le encantaron: el tren, los aviones, las géndolas, el volantin, las torres de ascenso, encailonaron los blancos con disparos de salva y engancharon los peces con anillos al lomo y ala rueda de... de... no, esa no, porque es {juego de azar?... mejor enseguida, y a lo que tanto temian y evitaban con dudas, tampoco subieron: a la montaiia rusa que, por ser asi, de cierta altura y rusa, ademas, se amedrentaron. Pero, faltaba uno, Cone -dijo Cano- cubre los ojos con las manos y no las separes. Yo te guio. Caminaron, qué, diez metros 0 quince por una calle curveada y de gente pletérica hasta llegar apreciar la presencia de algo que a sus pasos se abria y sentencié Cano gozoso: -Puedes abrirlos, Y ahi estaba el Bosque de los Cien Acres, junto al portén entreabierto con la fila de niiios con los ojos de azoro que estaban firmes, estaticos, buscando al héroe entre todos que cada quien preferia y en el fondo aguardaba: ahi estaba Winnie the Pooh con su pomo de miel, Piglet, Rito, Cangu, Biiho y el burro Igor, y mas alla esta Tigger, Topo, Lumpy y Christopher Robin y joh!, jahiestal, jes el mismol, jes él, miralo, miralol, jes el Conejo, mi estrellal,salt6 Cone. Al trasponer la compuerta y saludar con la mano al par jubiloso, Winnie, el osito, se veia preso en el arbol y un letrero que anunciaba: Sanders. Se sentaron los dos a la mesa bajo el arbol-vivienda y, minutos después se encontraron con los diez moradores de ese bosque, y Conejo, su etemo titin, cortés como siempre, obsequioso y cordial, entregaba a la chica una pastel de zanahorias que estaba jhumm!, exquisito, y un beso que dio en sus pardas mejillas. Ella, con la mirada ida, aturdida, sélo aleanz6 a balbucear, a media voz y con pena, y con bochorno: Muchas gracias. -Gracias las que tienes, chiquilla ~dijo Conejo. Diciendo adiés con a mano se fueron ambos risuefios, euféricos y avidos, mientras Tiger botaba su pelota ruidosa por la estrecha vereda Cone, como una perdiz, estaba feliz, no esperaba tanto, tanto de aquello. Al regresar a casa con los padres inquietos, hizo Cone la entrega del pastel a su madre que estaba ya recelosa... jy qué no comentaron!.... estaba ella sofiada Invito Cone a la tarta, rica, con vida, y resefié a sus papds lo que tanto vivieron,... jqué de cosas! -/Ras, ras, ras...! Escuché de pronto las uiias que rascaban el vidrio de mi casa situada al nivel de la calle que ha sido por siempre, el paladar de mis sueitos, mi salén de lectura, mi estudio y taller, mi aalimento y mi alcoba y, ¢sabes qué?, mi holgazaneria por hoy. Me levanté y abri la ventana y pasaron dos patas, dos alas y un pico mas que aguzado -tiene fama- que ademés de expresivo,

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