Hace ya miles de aos, cuando el Imperio Azteca estaba en su esplendor y dominaba el Valle de Mxico, como prctica comn sometan a los pueblos vecinos, requirindoles un tributo obligatorio. Fue entonces cuando mi padre cacique de los Tlaxcaltecas, acrrimos enemigos de los aztecas, cansado de esta terrible opresin, decidi luchar por la libertad de nuestro pueblo. Fue entonces cuando conoc a Popocatpetl el guerrero ms fuerte de mi padre y deposite todo mi amor en l. Antes de partir a la guerra, Popocatpetl pidi a mi padre mi mano en matrimonio. Y mi padre accedi y prometi recibirlo con una gran celebracin para darle mi mano pero solo si regresaba victorioso de la batalla. Mi valiente guerrero acept, se prepar para partir y guard en su corazn la promesa de que yo lo esperara para consumar nuestro amor. Pero al poco tiempo me llego la fatdica noticia de que mi amado haba cado en batalla. Abatida por la tristeza y sin saber que todo era mentira, la fra e inevitable muerte llego por m. Tiempo despus, Popocatpetl regres victorioso a nuestro pueblo, con la esperanza de volver a verme. A su llegada, recibi la terrible noticia sobre mi fallecimiento. Entristecido con la noticia, vag por las calles durante varios das y noches, hasta que decidi hacer algo para honrar nuestro amor y mi recuerdo. Mand construir una gran tumba ante el Sol, amontonando 10 cerros para formar una enorme montaa. Tom entre sus brazos mi cuerpo, lo llev a la cima y lo recost inerte sobre la gran montaa. Mi joven guerrero me dio un beso pstumo, tom una antorcha humeante y se arrodill frente a m, para velar el sueo eterno. Desde aquel entonces permanecemos juntos, uno frente a otro. Con el tiempo la nieve cubri nuestros cuerpos, convirtindonos en dos enormes volcanes y seguiremos as hasta el final del mundo.