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VI. ALVARO OBREGON Y EL MOVIMIENTO AGRARIO; 1912-1920 Linpa B. HALL (‘Dentro de la Revolucién Mexicana, el papel que desempeftaron los cam- pesinos i icipaciin en Tos {ni | tos_de_Ia_sociedad_miexicana_se_ha teconocido claramente como esencial Ademés, el papel _de Alvaro Obregén fue decisive en el resultado millige c_Ia_lucha-y-en Ta reinstitucionalizacién dei Estado mexicano, Por consi guiente, es importante hacer un_examen de la dinémica de las rel ‘entre Obregén y el movimiento a xra_ como la evolucién s¢-desarroll6 asi como la direcciGn que tomé después de con- cluir_su_fase militar. Obregén era muy diferente de los otros dos grandes caudillos revolucio narios: Pancho Villa y Emiliano Zapata. Desde fuego, es importante consi- | derar hasta qué grado era un eaudillo y ebmo au veeGa te wee Papel afects Su enfoque_de la Revolucién, sus relaciones con los hombres ‘que estaban luchando bajo su mando y con otros jefes, y su idea del lugar que ocupaba en el contexto revolucionario. Por consiguiente, intey i iecién con el movi uultado que tuvo esta en Su suerte politica ¥tuilitar y en sus ideas, y también sus efectos en el movimiento agrario, Segiin la mayoria de las definiciones, el caudillo es un hombre que go- bierna por Ja fuerza, usando como instrumento de poder la intensa ealtad Personal de sus seguidores que le oftecen Ia fuerza necesaria para hacer due otros se sometan a su voluntad. Su autoridad se basa en el respeto que Ie tienen como individuo, y es reforzada con los contactos personales con Sus seguidores, y con las recompensas materiales, ya sea en forma de ropa. los © de pillaje, que Jes da a estos seguidores; y una ampliacién de estas selaciones mediante un_sistei rotector-protegido, en que sus protegi- dos se convierten en protectores de otros individuos, y_asi_apuntala.su_pro- pio Poder. Por ello, mediante un_sistema de lealtades, dle fuerza_militar, de autoridad y de proteccién, el caudilio puede mantener su poder, pero siem. pre sobre una eae personal. Teqara la definicién de caudillo se ha tomado como base Ia obra de Fric Wolt y Edward C. Hansen, “Caudill Politics: A Structurat Analysis", en Comparative 161 12 ALVARO OBREGON Esta definicién se adapta mejor al Obreg6n de la primera fase de su ca- ror militar, cuando dirigia a un grupo de indios mayos del area de Huata- bumpo, Sonora, que Juchaban contra las fuerzas de Chihuahua que se rebe- laron contra el presidente Francisco 1. Madero. En esa €poca, su relacion Personal con sus tropas era clara: habja crecido con muchos de sus solda- dos, era bilingiie, pues hablaba espanol y mayo desde su infancia, y lo hhabian clegido presidente municipal de Huatabampo, al parecer gracias @ los votos mayos, s6lo unos cuantos meses antes. Segin su informe, la mayo- ria de estos mayos eran propietarios de tierras, y todos eran agricultores, igual que &.* Sin embargo, en esta fase de su carrera actuaba casi exclusi~ vamente como militar, y su esfuerzo lo dirigia a la victoria militar. Los eles civiles 0 los subordinados que dejaba tras él tomaban las decisiones administrativas locales a medida que él avanzaba répidamente hasta con- Vertirse en el jefe de las fuerzas militates de Sonora en la época en que Huer- ta habia derrocado a Madero; era jefe del Ejército del Noroeste cuando el Primer Jefe de las Fuerzas Constitucionalistas, Venustiano Carranza, lleg6 a Sonora, y el principal jefe militar en la lucha de facciones contra Vill Por ello, nunca actué como gobernante civil y como jefe militar, ni escogid uun area de poder de la manera como Villa pudo hacerlo en Chihuahua y Zapata lo hizo en el sur. Ademés, en la época en que Carranza lo nombré jefe del Ejército del Norveste, Obregon. ya habia logrado una posicién como figura nacional, y no solo como un jefe puramente local, De hecho, Obregén nunca habia sido cl caudillo de Sonora y nunca lo seria, como muchos autores suponen. No: Uestacado en Sonora en la época en que Carranza lo elevé dandole un Fungo militar nacional ni logré la hegemonia en su propio estado, Desde luego, Sonora continué siendo un centro de lucha de facciones hasta 1916 cuando derrotaron definitivamente a los villistas, y Obregén nunca fue el Principal jefe politico en esta ‘rea, aunque estaba aliado con los jefes rea- les: Plutarco Elias Calles y Adolfo de la Huerta. El encumbramiento de Obregén en Sonora provino de su poder nacional, y no a la inversa. Stidics in Society and History, vol. IX, nim. 2, enero de 1967, pp. 168-179; Hugh N. Hamill, introduccion a ta obra Dictatorship in Spanish America, Nueva York, Alfred A. Knopf, 1965, pp. 3-25; y Richard N. Morse, “Political Theory and the Caudillo”, pp. 52-68, y Raymond E, Crist, “Geography and Caudillismo: a Case Study", pp. 72-85, en Hamill, Dictaiorship, * Alvaro Obregon, Ocho mil kilémerrot en campaiia, Fondo de Cultura Beons: mica, México, 1959, p. 8 véanse tas fotografias de as paginas 48-49. El caugillo ‘hirigis @ unos 300 hombres que inicialmente casi no tenian rifles; los mayos estaban armades con arcos y flechs. Sobre su bilinguismo, vease a Luis L. Leon, entrevista son el autor, 30 de julio de 1974. Sobre su eleceién y 10s problemas que Ia rodeator ‘we « Antonio J, Rivera, Lar Revolucién en Sonora, Imprenta Arana, México, 1969, P 247, y Congreso det Fstado ile Sonora, tomo 190, carpeta euerdo 25, ALVARO OBREGON 163 arte fx poder nacional_aument6_por dos tectores cara Pepulat ys peat bilidad para hacer alianzas con los caudillos y los caciques locales. Su apoyo popular provenia principalmente-de-sus victorias militares y de su habilidad wertirse en-defensar de las metas ideolégicas de la Revolucién. Su lad para formar alianzas fue un resultado del evidente apoyo popular que tenia (los jefes locales anhelaban unirse al vencedor); su franqueza y su accesibilidad a los individuos y a los grupos que deseaban consultarlo, y su extraordinaria memoria para los nombres le ayud6 a hacer creer a los individuos en todo el pais que eran sus amigos personales; sus retribucio- nes, en especial en forma de tietras y poder a sus partidarios; su talento para hacer convenios y mediar; y su extraordinario encanto personal.* ‘Ni aun las tropas que Obregén mandaba le fueron siempre personalmente leales, Como jefe del Ejército del Noroeste, mandaba a tropas de muchas partes del area costera noroeste de México, en especial de Sinaloa. Si ¢ cierto que en toda su campaia continué recibiendo el apoyo de contin- gentes de indios de Sonora, éstos en su mayoria eran yaquis, y no mayos de Su propia regién, También sabia hablar yaqui, una lengua intimamente relacionada con el mayo, y con frecuencia otros comandantes lo Hamaban para que resolviera cualquier problema que tenian con los yaquis. Sin em- bargo, étos s6lo formaban una parte del total de sus tropas, y eran direc~ tamente leales a sus propios comandantes, por lo general yaquis. Ademis, los yaquis estaban Iuchando por Ia tierra, y los que se unieron a Obregon ‘ereian que era mas probable que él se las diera que otros comandanites. “Ademés, Obregén dirigié un esfuerzo militar coordinado, muy lejos de su propio territorio, la mayor parte del tiempo entre septiembre de 1913 diciembre de 1915, y este esfuerzo estaba subordinado a un esfuerzo mi- litar mayor que dirigia cl Primer Jefe Carranza. Por ello, su actividad y su papel eran muy diferentes en su naturaleza de los de Villa, un organizador ‘de guerrillas, y de Zapata, que libraba sus propias batallas con sus hombres en el sur. De hecho, una parte importante del ejército de Obregén después de_marzo_de 1915 provenia-de-los-sindicatos de trabajadores urbanos que constituian los Batallones Rojos, y de ninguna manera del ‘campo.t De 4 Para un examen mis amplio de este punto, véase a Linda B. Hall, Obregén and the Mexican Revolution, 1912-1920: the Origins of In: zation”, tesis de doctorado inédita, Universidad de Columbia, 1975, pp. 56-131, y a Linda B. Hall, “The Mexican Revolution and the Crisis at Naco: 1914-1915”, manuscrito inédi oe + EI papel que desempefiaron los Batallones Rojos se ha discutido considerable- ‘mente, pero, segin Obfeg6n, su participacién en’ 1915 en la lucha contra Villa fue ‘muy importante, Véase Obregén, Ocho mil..., pp. 289, 319. Fl estima que unos _ 4 mil obreros lucharon en el bando constitucionalista, y ya que rara vez tenia més de 11 mil sokdados en un momento dado, esta cantidud debe considerarse muy sig- nificativa, w 164 ALVARO OBREGON cierta manera, su relacién con estas tropas era la de un caudillo, pero las @ ctns por las que Tuchaban tales tropes eran muy diferent de Ta uerea y @ (| botin tradicionates de Ia gente del campo. Salarios més altos, el derecho Je hvelga, el derecho de organizarse, etc,, eran metas més abstractas que DP ineraa-fos catipestnce, "yon OleeTGeras Gentil atlanta coe B Obrexon un compafiero de armas, y no un jefe militar generoso, , Fsto no quiere decir que las tropas campesinas no fueran importantes para BD Obresén ni aue"el incocara su iateieste Fer! otra parte, las tropas de Obre- © wn, que luchaban por é1, por Carranzapor_el constitucionalismo, y_por jefes inmediatos, parecian mucho més motivadas por una causa @ joliica que por la personalidad de Obregén, Sin embargo, los elementos @ (© SU personalidad continuaron siendo impottantes, y fue un logro de Obre- iin trasladar esta estima personal al nivel racional, 1o que en parte explicé Ds éxito posterior en desplazar a Carranza como presidents, Sin embargo, jovimiento constitucionalista iba mas llé de Ja sola lealtad a un hom. bre, y_la victoria de los constitucionalistas en Leén, después de que in fo herido y retirado del campo de batalla, contrasié mucho con la le” qued6 irreparable- ida_por_su_derrota en esa batalla. Villa nunca pudo emprender cfensiva importante contra los_constitucionalistas, ya que Ta mayorla Is tfopas se esparcieron por el campo o se al bando constity- A pesar de sus continuos problemas con Carranza, Obregén sain’) pirviendo a la causa constitucionalista después de la derrota de Villa y pos: teriormente se convirtié en secretario de Guerra, en vez de regresar a So- lora a establecerse como caudillo local. Al contrario, permanecié en la ciu- sle México, y ejercié_presién_sobre Carranza para que permitiera que ‘el Congreso Constitucional redactara un documento mucho mas radical de Bio que le habria gustado a Carranza. Sélo cuando el gobierno constitucional pis Esstablecid, Obregn_renuncié_a_su puesto y regres6 a si estado natal jin embargo, cuando hizo esto, dej6 el gobierno del estado a sus amigos ~ WAdolfo de la Huerta y Plutarco Elias Calles, y conservé su interés politico ppdscrvando Ja escena nacional. ~ indo volvié a participar en. la politica en 1919, lo hizo como candi- ito presidencial, y su campata estaba dirigida a.toda fa nacin, y no solo gi Somers. Desde 1913 se habia convertido en un jefe nacional, y Carranza Se equivocé al suponer que su fuerza era la de un caudillo y que tenia su ese cn Sonora. Al contrario, su poder descansaba en su fama en todo Mé- ‘ico como el jefe_que habia_vencido a Pancho Villa y que habia alentado Ml_Consr nstitucional_a_que redactara_un documento radical destinado roteger los derechos de los campesinos y de los trabajadores. Por ello, Mproteser los derechos de los campesinos _y_ gi 0 candidato obvio para todos los caciques locales, ya fuera que estu- reaceién de Tos villistas, cuya_fe en su jefe “invenci Dp feacclon de los alist, enya fe en ou jele “inven ALVARO OBREGON 165 Vieran desilusionados de Carranza o en abierta rebelién contra 61, y lo aceptaban como jefe potencial de cualquier movimiento, politico o de otro ipo contra el Primer Jefe. Sus relaciones con los-campesinos de Sonora se | basaban en su calidad de figura politica nacional y de_hé ionatio, Y no como un jefe militar local, Ademés, su enfoque del problema agrario| en términos generales era nacional _y no local, y lo entrelazaba con otros! problemas nacionales. Es importante comprender que Obregdn no conside- raba_en forma aislada los problemas agrarios: para él, estaban intimamente relacionados con el movimiento obrero_y con el problema general de_des- arrollo-econémico, Desde luego, en el (México de 1910-1920,)la gran mayoria del proleta- iado vivia en las areas rurqles, donde los hombres trabajaban_como_jorna- ros_en las granjas y en las grandes haciendas. En Sonora, los trabajadores Jaboraban intermitentemente en la mingrfa y In agricultura en el Jado norte- americano_de_la_frontera, aunque en general los salarios en. Sonora eran mejores que en otras partes del pais, debido a Ia escasez de mano de obra ¥ a que los trabajadores tenfan varias opciones para_ganarse la vida. Por ello, 1as_ideas de Obregén_sobre el problema agrario corrian en forma Paralela y se yuxtaponian a sus ideas sobre el trabajo, Todo el problema de « la proteccién de las clases desheredadas y de mejorar las condi que trabajaban para vivir debja considerarse en el marco del desarrollo econémico y social Obregén desde un principio habia tenido su principal apoyo en los hom- - bres que trabajaban Ja tierra, Advirtié una intima relacién entre el_aspecto industrial_y el_agrario de Ia economia: desde luego, é mismo habia usado el dinero que habia ganado en un trapiche para comprar una pequefia par- cela. Consideraba la propiedad de Ia tierra en s{ algo importante para la dignidad del individuo, y répidamente legs q_comprender_la_importancia ) del_deseo_de_tenertierras_que_motivaba la actividad revolucionaria.® Gene- ralmente, consideraba que el sistema ideal de la tonencia de la tierra era la equeiia propiedad, pero era bastante flexible para observar que las comu- eee ae este sistema era tradicional. No tenia una idea tan cl rario como los_zapatistas,} y Su contacto con n de ema , aunque dificil politicamente, sin duda influyé en sus puntos de vista sobre este problema, En el centro_y en el sur del_pafs, donde las opciones de los campesinos de Sonora no existian o eran de importancia mis reducida, la cuestiGn del 5 J. A. Tamayo, El general Obregén y la guerra (inédito, sf), p. 9; Fernando Torreblanca y Luis L. Le6n, entrevista con el aulor, 8 de marzo de 1972; A Obre- 26m, El problema agrario, México, 1920, p. 5 * Su propin dotacién_sustancial de tierras a los yaqu 166 ALVARO OBREGON reparto tierras era mucho més grave que en aquel estado. Por ello, no Gra sorprendente-que-en Aguascalientes Tos zapatistas fueran los prime- ros en exponer cn forma concreta sus ideas acerca de la reforma agraria. ‘Ademés, el rompimiento entre Villa y Zapata hizo que Obregén com- prendiera que para conseguir apoyo era necesario distribuir de inmediato las tisrras. EY movimiento proletarig, aunque constituyé una fuente importante de soldades para Obregén después de Aguascalientes, nunca fue su principal fuente, ni tampoco los trabajadores urbanos fueron los favoritos de Obre- gon cuando se trataba de una campafia militar dificil. Sus primeras tropas eu la lucha contra Orozco fueron los indios mayos. Més tarde los” yaquis lucharon bajo su mando en la Division del Noroeste. Durante la campana — contra Huerta, las tropas de Sonora en su mayor parte eran de infanteria, y estaban formadas por indios yaquis y mayos junto con otros trabajadores rales _y unos cuantos contingentes_de-mineros-de-Cangnea. Los observa- Gores sefialaron que los indios de las montafas eran excelentes soldados, infatigables en Ia marcha, y tiradores de primera clase. Ademis, la_repu- tacion_de los yaquis de ser feroces se habia extendido, y a pesar de su numero relativamente pequefo, aterforizaban_a_sus enemigos? : Obregén feconocié que el principal deseo de estas tropas era tener tic- ‘ras, Algunos yaquis que Tucharon bajo su mando ya habfan luch: ‘mando de Dfaz con la esperanza de obtener tierras; y ha xyobierno central no habia cumplido sus promesas. Madero también les ha- bia p jo tierras: otra_promesa_incumplida; pero este acuerdo fue 1a base de una restitucién posterior de las tierras tribales durante la presiden- cia de Obregén.* Esta tribu estaba dividida; algunos vivian pacificamente | en las granjas y en los pueblos, trabajaban la tierra, mientras que otros, los lamados Broncos o salvajes, vivian en la sierra y atacaban a la poblacion blanca civil que-vivia-cercs Yaqui. La distincién entre estos grupos no era elara, Los broncos iban y venian de ta sierra a las éreas pobladas, y casi era imposible distinguirlos de los hombres de su tribu més pacificos. La deportacién de los yaquis de Sonora habfa impulsado a més indigenas * Ignacio Ramos Praslow, entrevista, Programa de Historia Oral, Instituio de Antropologia e Historia, México 1/35,20. Archivo que citaré en adelante como PHO. Francisco Urquizo, Origen del Ejército Constitucionalista, Biblioteca del Ins- tituto Nacional de Estudios Histéricos de la Revolucién Mexicana, México, 1964, pp. 21-22. Francisco Urquizo, Recwerdo que {...J: visiones aisladas de la Revoluciér vol. I, Ediciones Botas, México, 1934, pp. 221, 226-227. Luis L. Leén, entrevista con el autor, 30 de julio de 1974, Fernando Torreblanca, entrevista con el autor, 28 de julio de 1974. Manuel Gonzélez Ramirez, La revolucién social en México, vol. 3: El problema agrario, Fondo de Cultura Econémica, México, 1966, p. 203. Medina Lopez a Eche- verria Alvarez, sin fecha, Archivo del Departamento de Asuntos Agratios y Coloni- zaciba, expediente 276.1/3029. Archivo que en adelante citaré como DAAC. ALVARO OBREGON 167 a remontarse en la sierra, y durante la campafa contra Villa varios yaquis fueron reclutados y enviados a Yucatén, hombres que fueron repatriados a Sonora después de la fase militar de la Revolucion.” La influencia de Obre en los yaquis rebeldes puede ilustrarse con un incest gues peas Sue TSEN napa grea eRe ee Geen yaquis de la sierra empezaron a atacar a lo largo del rio Yaqui. Después de un ataque a Térim que dejé un saldo de 12 muerios y 10 heridos, el mis- mo Obregén regresé a esa Area y convocé a una reunién a todos los jefes yaguis, Fue recibido cortésmente por los yaquis, a quienes les hablé en su propia lengua. Les prometié que en lo futuro serian recibidos con honores en Trim, aunque habian sufrido hostilidad en el pasado, y que tan pronto como la Constitucién se restableciera en el pais, ies serian devueltas sus tierras. Los guerteros yaquis, satisfechos, empezarcn a abandonar el pue- blo, y dos dias mas tarde todos habian desaparecido regresando a la sierra ‘Mas tarde cumplié su_promesa de devolverles la tiera en el primer aio que ocupé Ia presidencia."” Poco tiempo después, varios yaquis que se habian ebelado se unieron a las fuerzas constitucionalistas,"' pero los merodeado- lis detrés de las lineas continuaron siendo un problema durante toda la campafia contra Huerta. Mas tarde estallé una rebelién yaqui én gran escala entre 1917 y 1918.1" La importancia del problema de la tierta para las tropas reclutadas my Ja causa constitucionalista habia impresionado vigorosamente a Obreg6n, y a su vez le presenté este problema a la consideracién del Primer Jefe. Ya en septiembre de 1914, Obregon y Villa le habian dado a conocer una de- claracién conjunta a Carranza, pidiéndole que regularizara las funciones del gobierno lo més rapidamente posible para que pudieran establecerse co- ® Juan de Dios Bojérquez, Forjadores de ta Revolucién Mexicana, Biblioteca det Instituto Nacional de Estudios Hist6ricos, México, 1960, >. 127. 19 Sobre este incidente, véase Obregin a Riveros, 3 de septiembre de 1913, serie Sinaloa, microfilm, Museo de Antropologia, expediente de Obreg6n. Series que en ‘adelante citaré como SSin, Maytorena a Obregon, 12 de agosto de 1913; Maytorena a Riveros, 14 de agosto de 1913; Patronato de ki Historia de Sonora, microfilm, Musco de Antropologia, rollo 55. Pstronalo que en adelante citaré como PHS. Obregon a Maytorena, 2 de septiembre de 1913; Hill a Maytorena, 2 de septiembre de 1913; Maylorena a Obregon, 4 de septiembre de 1913; Obregén a Maytoreni 4y 5 de sepliembre de 1913; Antonio Cruz, informe sobre los incidentes en Potam y Torim, 6 de septiembre de 1913, PHS/36. \ Alvaro Obregén, “Parte oficial de la toma de Culiacs pagina 2 informes del Departamento de Guerra sobre tas condiciones existentes 3 lo largo de ta fro 16 de noviembre de 1917 y 26 ile marzo de 1918, en el Archivo del Departamento de Estado norteamericano, 81200/21485, 21824. Acchivo. que en adelante citaré como USDS. en El Constincionalissa, 168 ALVARO OBREGON 7 D inlsiones en cada estado pata que estudiaran el problema agrario ¢ hicieran B recomendaciones a las legislaturas estatales para que lo resolvieran. Obre- y 0" no tenia recomendaciones especificas para este problema, y parece que su opinién se afiadi6 al final al resto de las proposiciones.'* Sin embargo, B sus reuniones con Villa convencieron més a Obregon de la importancia de y omprender_una_accién inmediata para la reforma agraria, aunque ain no fahia formulado claremente sus~propias Wess. Ely Vill reteraon se B icmandas mas tarde," y después de 1a Convencién de Aguascalientes, Obre- gon hizo una presién directa sobre Carranza para que formulara una decla- ; racién coherente de principios sobre el problema agrario haciendo hincapié en la urgencia de distribuir las tierras." La Megada de los zapatistas a la Convencién de Aguascalientes reforz6 Vigorosamente ef deseo de Obregin de que se emprendiera una accidn in- mediata 4 Los zapatistas fueron los primeros en hacer una declaracién.coherente sobre los principios de la reforma agraria y aunque Obregén no se sin- B ‘id impresionado por uno de sus principales voceros, Antonio Diaz Soto y Gama, s¢_dio cuenta plenamente de sus ideas."* A través de la Confede- B racién Rabin coc eh pam Gea nee habian fundado B para tener una base poderosa y un grupo de presin,- mediante reuniones Y conferencias en Veracruz, y mediante el contacto personal con Carranza, P Obregin impulsé al Primer Jefe a dar a conocer una deciaracién.amplia B sobre este problema." El 6 de enero de 1915, un dia después de las vic- torias de Obregén sobre los zapatistas en Puebla, Carranza anuncié la nueva Picy que exponfa su politica agraria, Esta ley oftecta restituirles les, tierras B® las aldeas y a las comunidades que las habian perdido durante el porfi- riato, y afiadia que debia_dotarse de tierras a las comunidades que las ne- cesitaran, ya fuera que demostraran tener titulos de propiedad o no. La P iera_necesaria se conseguiria mediante expropiaciones que haria_el_go- bierno."* B_ ** Obrewsn y Villa a Carranza, 3 de septiembre de 1914, en Narciso Bussols Batalla, El pensamiento politico de Alvaro Obregén (2) ed.: México, Ediciones Caballite, 1970), p. 116. % Gonzélez Ramirez: La revolucién social. Wl, 214; Frank Tyanenbaum, The Bifexican Agrarian Revolution, Anchor Books, 1968, p. 166 yn. ** Gran parte de esta presién Ja realizé la Confederacién Revolucionaria que creé JObressn en noviembre de 1914 junto con el Doctor Atl y otros individuos p 2 Linee6n, EF problema arrario, p20 ** Obtegén a Carranza, 16 de noviembre de 1914, Luis Muro, Gufa de Tox mate- iales en el Archivo Histérico de Ia Defensa Nacional. Doctor Atl, “Obregén y el principio de renovacién social’, en Obregén: aspectos de su vida, Editorial Cultura, B México, 1935, pp. 71-73. Luis’ Séinchez Pontén, entrevista, PHO 1/20, 21. “Tey agratia, 6 de enero de 1915, Documentos de la Revoluclén Mexicana, ALVARO OBREGON 169 dicaba_principalmente a dirigir_la_campaia_militar, dej6 la aplicacién de esta ley en manos de sus subordinados que adminis. {raban los territorios que habian caido bajo el control obregonista. En este Aspecto fue notable Ta actividad del general Francisco Coss, quien se con- Virtié en gobernador y comandante militar de Puebla después de que Obre~ g6n derrot6 a los zapatistas en esta zona. A principios de febrero de 1915, apenas un mes més tarde de que(Puebla habia cafdo en manos de las fuerzas constitucionalistas de Obregén, Coss convocs a una reunién de los pre- sidentes municipales del estado y de los representantes de todos los pueblos para arreglar la devolucién inmediata de las tierras que se habian robado los hacendados y ofrecerles tierras a los campesinos que no las tuvieran, La hacienda del Cristo, ubicada cerea de Puebla, fue la primera propiedad Programada para repartirse. Les prometicron a los zapatistas que le entre- Saran sus armas a Coss 0 a cualquier otro jefe constitucionalista en el rea, y que declararan su adhesién al decreto del 6 de enero, que les darfan tie- ras y gozarfan de todos los derechos y garantias personales."® Estos esfuer- zos se hicieron en un momento importante ya que la alianza de Zapata y Villa se estaba deteriorando. De hecho, Zapaia habia dejado a Puebla antes de la batalla contra Obregén, desalentado por los informes de que Villa es- taba sosteniendo pliticas con antiguos porfiristas, huertistas y felicistas (los seguidores del sobrino de Diaz, Félix Diaz) y, lo que es atin més impor- tante, por el asesinato de Paulino Martinez, el principal delegado zapatista en la Convencién, que habia cometido un oficial villista en la ciudad de México.” Aunque muy pocos zapatistas se unieron a los constitucionalistas en esta ocasién, no volvieron a emprender una ofensiva importante para cortar las lineas de abastecimiento de Obregin a Veracruz, y parecia que cLesfuerzo de la reforma agraria en la zona de Puebla habia tenido un efecto favorable en los zapatistas. ~ Elesfuerzo en Puebla no fue el ‘nico programa de reforma agraria que realizaron los consfitucionalistas. En Veracruz, el gobernador Luis Sanchez Pontén, miembro de la Confederacién’Revolucionaria, se habfa vuelto acce- sible a los campesinos de la localidad y habia intervenido a su favor con los terratenientes. En Medellin, cerca de Veracruz, realiz6 una de las primeras distribuciones de tietras.conforme a la ley agraria del 6 de enero." En So- compilador Isidro Fabela, Fondo de Cultura Econémict (en adelante 10 citaré como DRM-nimero del volumen), 19 La Prensa, ciudad de México, 9 de febrero de 1915, 2, 3, 1915, 6. ® Un excelente examen de la desilusién que sintié Zapata hacia Villa como aliado Puede encontrarse en John Womack, Zapata and the Mexican Revolution, Alfecd A Knopf, Nueva York, 1969, pp. 221-223. [Hay ediciin en espafol.] 21 El Puchlo, 9 de febrero de 1915, 4. Sanchez Pontén, entrevista, PHO 1/20, 21 México, 1960, 1, 517-521 16 de febrero de 0 ALVARO OBREGON nora, Plutarco Elias Calles, aunque de ninguna manera tenia el control com- Pleto del estado, adopté un lema importante: “tierra y libros para todos”. El programa hacia hincapié en la distribucién de la tierra, ya que esto for- maba la “base de la riqueza nacional”, pero también subrayaba la impor- de los derechos individuales, la independencia de los municipios y Ja importancia de la educacién publica. Aunque Sonora no estaba com- pletamente pacificada, Calles inicio un programa de reparto de tierras en 1915, y hasta fundé un banco agrario y alenté 1a reparacién de algunas ‘obras de itrigacién dafadas. Las actividades de Calles de hecho tenian un asombroso parecido con el programa zapatista: hacia hineapié no sélo en la disteibucién de las tierras, sino que fijaba limites a la cantidad de tierras que podia poseer cada individuo, anunciaba el establecimiento del crédito rural, aclaraba el papel del gobierno en la irrigacién y en otros proyec- tos capitales, y le daba importancia a la educacién y a la investigacién agricolas ‘A Obregén se le uni6 en Celaya en abril de 1915 un grupo de ingenieros 4 los que les habia pedido que se encargaran de deslindar y de repartir las licrras." Aproximadamente en la misma época dio a conocer su decreto sobre el salario minimo,** que probablemente tuvo mas efecto sobre los salarioy de los trabajadores rurales que sobre los de 16s obreros. urbanos. En la medida en que pudo ayudar al esfuerzo de la reforma agraria en So- nora, lo hizo. Cuando Calles estableci6 1a Comisién Local Agraria en Sono- Namo a Juan de Dios Bojérquez, un joven ingeniero agrénomo que habia Jo intimamente vinculado con Obregén y que habia sido secretario de Lino Morales, el jefe yaqui que era comandante del Vigésimo Batallén de So- nora bajo el mando de Obregin.** Calles le pregunt6 qué necesitaba para poner cn vigor las disposiciones de la ley de la reforma agraria de Carranza. Cuando Bojérquez le contest: “Ingenieros, instrumentos de medicién y material de dibujo”, Calles lo envié al sur, a la capital, para que los con- siguiera, y puso a su disposicién un tren especial, y envié a Jesis M. Garza, que habia formado parte del estado mayor de Obregén y que también era Gonzilez Ramirez, La Revoluciin, MM, 214. Plutarco Elias Calles, Tierra y libros para todos, en J. D. Ramirez Garrido, et al, La cuestiin de ta tierra, Insti- tuto Mexicano de tnvestigaciones, México, 1962 pp. 143-153. El gobernador de Sono- racheeo, 10 de enero de 1915; andnimo a Luis Leén, 30 de enero de 1915, Y. Plutarco Elias Calles, “Programa de gobierno”, 4 de ugosio de 1915; decrelo de Calles que establece la Comision Local Agraria, 1° de sepliembre de 1915, PHS/60, 14 decreto de Calles de expropiacion, 27 de enero de 1916, PHS/61, Comi sin Lo Agraria de Sonora, 3 de julio de 1919, PHS/70, BI programa zapatista se encuentra en Womack, Zapata, apéndice C, 405-611 EL Puchlo, 1S de abril de 191 + Obregin, Decreiw sobre el salurio minima. DRM-XV1, 122-123, Bojorque, Foriadores, 125-129. ALVARO OBREGON. m1 ingeniero-agronomo, para que lo acompafiara. Tenfan instrucciones de dete- nerse en Querétaro a pedirle dinero a Obregon. Este les dio dinero, y més 4jarde uniformes y hasta transporte, permitiéndoles que usaran el Gafionero “Guerrero para viajar por la costa de Sonora. A muchos miembros dela Co- misin Local de Sonora los lev Obregén en 1920 a la capital, y contribu- yeron al primer programa nacional importante de reparto de ticrras detpués de la Revolucién.* // Obregén se sintié particularmente interesado en otorgarles tierras a Jo: dos-grupos indigenas que lo habian apoyado: los mayos y los yaquis. aa ‘mayos fueron algunos de los primeros individuos en el estado que recibiers ierras de la Comision Local; fue una restitucién sustancial en la zona dé Huatabampo.” Los yaquis, que habian estado en rebelién durante grart parte del periodo 1916-1918, recibieron de Adolfo de la Huerta una enorme dotacin de tierras en 1919, después de que Carranza autoriz6 a aquél para establecer un convenio con los jefes yaquis Ignacio Mori, Luis Matus, Luis Espinoza y Juan José Gémez, A los yaquis les dieron unas 500 000 hecté- reas del norte del rio Yaqui para que las usaran como bienes comunales, concesién de tierras que Obregén confirm6 de inmediato al egar a la pre- sidencia, y también les prometié suministrarles dinero y alimentos.2* Sin embargo, Carranza se arrepintié de sus primeras autorizaciones y le negé toda ayuda material a esta tribu, que habia sido tan importante en la lucha contra Huerta. La tribu habia estado dividida durante la lucha contra Villa; algunos habfan luchado contra todas las facciones gubernamentales y revolucionarias; y en Sonora se rumored que~Carranza queria causar mas yaquis para que el estado se debititara y el gobierno cen- ra cjerccr mayor control. Si éste era su plan, fracasé, ya que los permanecieron en paz, y posteriormente se uniefon al resto del es~ tado que se puso en contra de Carranza en 1920. Durante el gobierno de Obregén, los yaquis se beneficiaron con su gia titud: recibieron obras de irrigacién, obras pablicas, escuelas, préstamos Para establecer pequefios negocios, y hasta les dieron algunos donativos ge~ s 26 Juan de Dios Bojérquez, Los agrias de Sonora en los albores de 1916, Edicio- nes Atenagro, México, 1953, pp. 3, 6-10, 13. + Luis L. Len, entrevista con el autor, 30 de julio de 1974. Aunque Leén no recordé los nombres de los pueblos afectados, parece probable que estas restituciones se hicieron en Bachoco en la zona de Hualabampo cercana al mar. Originalmente esta rea fue otorgada a los mayos en Ia época de Juirez. Véanse algunas pruebas Que apoyan esto en DAAC, expediente 276.1/580. 2 DAAC, expediente 4670 y 271.1/3029. Clodoveo Valenzuela y Amado Chave- tri Matamoros, Sonora y Carranza, Casa Editorial “Renacimiento", México, 1921 paginas 59-60. Ademés de las tierras tribales que les otorgaron, muchos yaquis re bieron individualmente tierras ejidales al sur del rfo Yaqui, por ejemplo en Cajeme (hoy Ciudad Obreg6n) y en Bécum. DAAC, expediente 4670, Bin ALVARO ORREGON ee jefes en partidas mensuales que variaban desde 15 500 pesos B hasta 208 700 pesos. En los afios en que De Ia Huerta ocupé la presidencia p interina y Obreg6n Ia presidencia, las sumas de dinero que le dieron a la tribu para comestibles se elevaron a mis de 5 millones de pesos.?” Los ya~ M «uis, a cambio, continuaron apoyando Ia causa de Obregén, ofreciéndole @ hombres para cuidar a sus oficiales importantes en los tensos afios en que Obregn ocupé Ia presidencia.® # La imagen de Obregén como defensor y protector de los campesinos y @ lc Tos principios de Ia reforma agraria se vio fortalecida enormemente pot el apoyo que les dio a los delegados radicales en la Convencién Constitw- ‘onalista, en especial en relacién con los articulos 27 y 123. El articulo 123, ) que se refiere a las relaciones laborales, se aplicaba 10 mismo a los trabaja- «lores agricolas que a los urbanos ¢ industriales. Y en las zonas, como 1a de Sonora, donde los trabajadores agricolas con frecuencia también trabajaban en las minas, la reglamentacién del trabajo result6 doblemente importante. Cuando, ante Ia represién de Carranza a los _movimientos laborales. y_su resistencia a realizar Ia reforma agraria, Obreg6n renuncié al gabinete para regresar a la vida privada, se salvo politicamente con las masas y con otros jefes de las facciones. En especial los zapatistas empezaron a_considerarlo jel jefe potencial de un movimiento, politico/militar, contra Carranza."' Sin embargo, los zapatistas, bajo el mando de Magafa, no se habrian unido a ‘Obregén si no les hubiera parecido que contaba con un amplio apoyo popu- ar que le permitirfa obtener una base politica segura. John Womack comenté la astucia politica de Gildardo Magajia, el here- dero politico de Zapata después de su asesinato, al ofrecerle su apoyo a Obre- .6n en marzo de 1920 en la campaiia contra el candidato de Carranza a Ia presidencia.*? Desde lucgo, Magafia fue astuto. Pero en realidad no tenia otra alternativa dado su deseo de pertenecer al bando de los vencedores. 2 Randall George Hansis, “Alvaro Obregén, the Mexican Revolution and the PPlitics of Consolidation, 1920-1924", tesis de doctorado inédita, Universidad de ‘Nuevo México, 1971. ® Gilberto Valenzuela, entrevista con Jean Meyer y con el autor, 16 de julio ‘de 1974 @ Carlos Reyes Avilés, Cartones zapatistas, México, 1928, p. 53. El movimiento gyis708% zo varios intentos de acercarse a Obregén en 1918, diectamente y de wanera indirecta a través de Aar6n Séenz y el PLC. Véase Zapata a Obregén, 17 gc s20st0 de 1918, Archivo de Zapata, 30/20/354; archivo que citaré en adelante Pome AZ. Véase también, Ramirez. a Obreg6n, 22 de agosto de 1918, AZ 30/20/356: jrcito Libertador. Tlaltizapin a Obregén, 24 de agosto de 1918, AZ 30/20/3595 andnimo. Tlaltizapén a Aarén Séenz, 25 de agosto de 1918, AZ 30/20/360. Es posible que estas cartas no se las entregaran a Obregén, como fo sugirié Reyes Avi , pero €$ muy improbable que no se enterara de su. contenido. Sin embargo, Bherece que en esa ocasién no tas contests gw Womek, Zapata... p. 397 ALVARO OBREGON 173 Desde luego, Obregén ya habia establecido vinculos con otros jefes lo” cales, obviamente con Calles y De la Huerta en Sonora, pero también con Felipe Carrillo Puerto en Yucatén, con Angel Flores en Sinaloa, y con muchos otros. Cuando la represién de Carranza obligé a Obregn a huir de Ia ciudad de México en 1920, lo ayudaron los Figueroa en Guerrero; y muy répidamente en Morelos los zapatistas, y también las antiguas fuer- zas gubernamentales bajo el mando de Francisco Cosfo Robelo, se unieron 4 Ja rebelién de Obregén. De hecho los zapatistas se unieron al Gnico ven- cedor potencial que pudieron encontrar, y con su ayuda Obreg6n pudo con- trolar la mayor parte de México a principios de mayo. Tan pronto como su control se volvi6 evidente, otros grupos disidentes se le adhirieron, y entre éstos se encontraba el de Saturnino Cedillo en San Luis Potost.®* No sélo fue cl apoyo de los jefes locales lo que hizo posible que Obregén sobreviviera y predominara, Obregén era un jefe popular entre los campe- sinos. Los intentos carrancistas de reprimir Ia campafia presidencial de Obre- g6n, aunque vigorosos, resultaron ineficaces contra lo que esencialmente fue un movimiento de masas en un pafs en que las clases bajas se habian movi- lizado y se habjan acostumbrado a usar In violencia al servicio de las causas Politicas durante casi diez afios. Més de una vez, durante la gira electoral de Obregén, una concentracién espontinea de campesinos lo salv6 de ser arrestado 0 quizé aun asesinado por el cjército de Carranza. Ademés, la propia experiencia de Obregén como granjero préspero le dio credibilidad con los campesinos. Durante el periodo posterior a su renuncia ¥ antes de su campaia presidencial, su enfoque a Jos problemas de los cam- pesinos se orient6 a elevar la productividad, mejorar los créditos. y, sobre todo, auspiciar que los productores se organizaran_para_obtener mejores Precios de los compradores potenciales. Un ejemplo de esto fue la formacién de la Sonora y Sinaloa Sociedad Agricola Cooperativa Limitada. El mismo Obregén haba cultivado garbanzo en su quinta Chilla, y habia observado que Jos problemas del crédito eran muy graves para los productores. Si bien el garbanzo de Sonora y Sinaloa era bien conocido por su gran calidad, y Por consiguiente alcanzaba precios elevados en las regiones donde formaba Parte importante de la dieta, como en Espaia, Cuba y Puerto Rico, el precio que les pagaban a los agricultores de Sonora y de Sinaloa era relativamente bajo. Por lo general se vefan obligados a pedir a los compradores del gar- banzo que les prestaran dinero para cubrir los costos del cultivo y de la % Sobre Figueroa y Cedillo, véanse los capitulos 1v y vit de este libro. Respecto de los zapatistas, véase a Womack, Zapata, pp. 357-366, % Jorge Prieto Laurens, Cincuenta afios de politica mexicana: memorias politicas, Editora Mexicana de Periddicos, Libros y Revistas, 8. A., México, 1968, p. 86. Torre- blanca y Leén, entrevista con el autor, 8 de marzo de 1972, 14 ALVARO OBREGON cosecha, y para obtener el crédito respectivo-tenian que firmar contratos mediante los cuales se obligaban a vender toda su produccién a un precio fijo, inferior al del mercado. Este precio por lo general oscilaba entre 7 y 8 slates por 100 kilos.* Después de renunciar a la Secretaria de Guerra, Obreg6n_procedi6 a or- ganizat una cooperativa para otorgar crédito a los productores y vender su Producio. Las metas manifiestas de Ia cooperativa eran Tas de ayudar a sus miembros @ financiar sus necesidades, aumentar la produccién, vender direc lamente en los principales mercados, evitar el pago de comisiones a los intermediarios, mejorar las semillas, estudiar los sistemas de embalaje y establecer una fabrica para realizar este trabajo." Los productores se com- prometieron a venderle toda su produccién a la cooperativa, que a su vez les adelantaba el dinero que necesitaban para sembrar y cosechar. El mismo Obregén, después de entrar al negocio de la importacién y exportaci6n,.? organiz6 todas las ventas de las cosechas y recibia una comisién de 50 cen- tavos por saco de garbanzo. Casi todos los productores de garbanzo en Sinaloa y en Sonora partici- paron en la nueva organizacién, En parte debido a la guerra en Europa y en parte debido a que los productores se unieron, el precio se clevé a 15 dolares el saco, y Obregén, encargandose de toda la organizacién de las ven- tus y del embarque, le vendié toda la cosecha a W. R. Grace. Gané més de 5U mil dolares en Ia transaccién en 1918, afio en que se vendieron 112 430 sacos.™ Los productores recibieron casi el doble del precio usual, y ka pros- peridad de la posrevolucién se manifest6 brevemente en el sur de Sonora y &n él norte de Sinaloa. Desgraciadamente para Obregén, y para los pro- ductores, los precios bajaron de nuevo en 1920, y la cooperativa se endeudd ®% Fernando ‘Torreblanca, entrevista con el autor, 19 de julio de 1974. Luis L. Leén, entrevista con Jean Meyer y con el autor, 18 de julio de 1974. Torreblanca y Le6n varian levemente en las cantidades. He elegido las cuentas de Torreblanca ya que él trabajé directamente con Obregén en la cooperativa, 9 “Alvaro Obregén, Proyecto de la Fscritura Constitutive y de Jos Estatuios de 10 ‘Sonora y Sinaloa Sociedad Agricola Cooperativa Limitada", Nogales, Som, 21 de junio de 1918. PHS/67. 81 Obeegén al gobernador interino del estado de Sonora, 18 de septiembre de 1917, PHS/67 Obregén a Calles, 18 de septiembre de 1918, PHS/70. Jean Meyer, en La Revo lucidn Meiicana, Dopess, Barcelona, 1973, p. 76, afirma que Obregén gané un millén y medio de délares por comisiones en 1917 y 1918 en las exportaciones del garbanzo, as cuales, declara, tan s6lo en 1918 tuvieron un valor de 45 millones de dolates, El autor no ha encontrado buses para esta declaracién, ni tampoco Meyer ofrece una fuente. Parece muy poco probable, ys que las exportaciones totales de garbanzo de México en 1919 fueron s6lo de 482 toneladas métricas, como to cstimé el Anuario de 1922 det Departamento de Comercio de tos Estados Unidos, Imprenta del Gobierno de los Estados Unidos, Washington, 1923, p. 591. ALVARO OBREGON 175 con Grace. Obregdn asumié la responsabilidad de la deuda, y ain no la habia pagado en el momento de su muerte. Esta cooperativa fue caracteristica de los proyectos agricolas de Obregon, piiblicos y privados. Si bien es cierto que Obregdn se sentia interesado en la reforma agraria y en los cambios sociales, también sentia interés en que se obtuviera una mayor produccién utilizando mejores métodos de cultivo y mejorando las variedades de semillas, y que se obtuyiera una mayor ganan- Gia de esa produccién para los productores mejorando los sistemas de venta; Ya antes habia inventado una maquinaria para el cultivo del garbanzo. Sobre todo, era un modernizador y un organizador. Después de dejar la silla pre- sidencial, cre un gran imperio en Sonora basado en la agricultura y en la i clacionada con ella, En la época de su muerte ert 1928, un infor- me del Departamento de Estado norteamericano hizo hincapié en el nota- ble desarrollo que habjan tenido los valles del Mayo y del Yaqui en la década anterior, pero en especial durante los afios posteriores a la presi dencia dé Obregdn, una vez que éste habia vuelto a Sonora. El funcionat informante atribuyé ta mayor parte de este desarrollo a “la gran ener; las ideas progresistas y al espiritu de empresa del finado general Obregon”, y 4 su prestigio y su influencia politica. La regién habia recibido ayuda espe- cial del gobierno federal mediante 1a prohibicién de todas las exportaciones de garbanzo nuevo hasta que los antiguos abastos se agotaran, ademas de 5 millones de pesos en mejoras al puesto YAvaros en el rio Mayo, obras de apoyo a la irrigaci6n y ticrras en el Valle del Yaqui, principalmente a la Compaitia Richardson, y la ampliacién de las obras de irrigacién en ambas cuencas del rio, Ademés, Obreg6n administré en Cajeme un molino arrocero, una gran fabri- ca de conservas y de jabén, un banco, una empresa comercial que vendia ma- teriales de construccién y equipo agricola, una enorme granja y una estacién experimental agricola, Tenia propiedades similares en Navojoa, Aunque al gunos autores han exagerado la riqueza que dejé Obregén al momento de su muerte, baséindose en sus declaraciones financicras, que probablemente inflaban considerablemente el valor de las propiedades reales de sus tie tras, no hay duda de que las actividades de Obregén le produjeron elevadas ganancias personales. Pero las dedicd en su mayor parte a aumentar la pro- duccidn agricola utilizando modernos y amplios crédiios agricolas, y a racio- nalizar Ta produccién mediante la integracin vertical de los pasos det cutive y el procesamiento de los alimentos."? % Bursley al secretario de Estado, 8 de agosto de 1928, USDS 812.00/Sonora/4 + Bursley al seeretario de Estado, 21 de julio de 1928 y 8 de agosto de 1928, USDS $12.00/Sonora/1 y 4. En relacién con un resultado, el gran aumento de las importaciones del garbanzo, véuse a Altaffer, informe especial, 8 de agosto de 1928, USDS ¥12.00/Sonora/6. Un fascinante panorama d2 los planes de Obregon ) 176 ALVARO OBREGON , 2 ‘Todas sus ideas sobre la modernizacién de la agricultura las formulé an- tes de ocupar la presidencia, Aunque Obregén continué expresando prefe- ncia por Ia pequefia propiedad sobre los ejidos o las tierras comunales como la meta tiltima de la agricultura mexicana, claramente consideré que Ja agricultura comercial y las haciendas mas amplias y eficaces eran la solu- cién definitiva al problema agrario.‘! En aquellos afios estaba muy interesado en el problema de cémo aumentar la produccién agricola, y por consiguiente a dividir las propiedades que atin eran. productivas. La importan- cia de alimentar a las ciudades la habfa advertido claramente por la miseria causada por Ia escasez que hubo en la ciudad de México cuando su ejército In ocupé en enero y febrero de 1915. Por esa raz6n cualquier tierra ociosa deseaba volverla productiva. La meta posterior se lograria quitindoles las tierras a los que no las sembraban y déndolas a los que las trabajaban. Los P enemigos de la Revolucién no tendrian derecho a la tierra, ya fuera que la trabajaran 0 no, are rte en a ereeettacia Oe cover eee eee y las B ventas, y crefa que la tarea del Estado era ofrecer la educacién y el crédito p necesarios para esta modernizacién. Ademés, el gobierno tenia la obligicién “3 establecer estaciones experimentales para desarrollar nuevos métodos, me- jorar las semillas, etc, En una conferencia que dio en Guadalajara, en no- pviembre de 1919, crtic6 al estado de Jaliseo por no haber establecido es ‘ciones agricolas experimentales, a las que él calificaba como la “base del a @Bciesarrollo agricola”. Sefialé que en Sonora se habia creido que gran par- p'° de la tierra era improductiva porque era de arcilla pesada, pero después de ‘dos tres afios de experimentacién se descubrié que era especialmente ade- @evada para cultivar arroz. Tres afios después de este descubrimiento las est de arroz en Sonora se habjan elevado a 6 millones de kilogramos afio, hecho que Obregén aproveché mas tarde para establecer un molino Perrocero. En segundo lugar, subrayé la importancia de elegir cultivos coi gi gran valor comercial y adecuados para exportarse, ya que las cosechas para el consumo interno sufrfan de Jas limitaciones y las oscilaciones del Brercado interno, Recomendé que se establecieran comisiones para que visi- taran los mercados extranjeros y obtuvieran regularmente informacién de la Bicmanda, los precios, los costos de embarque, etc, Adems, pidié que se di- @crsificaran los productos agricolas en beneficio de la tierra y del mercado,** acs 1s costa del noroeste de Sonora, y en especial sobre el potencial de las expor- pciones agricolas por medio del Ferrocarril Sudpactfico, puede encontrarse en Alvaro Dbresén, “Hooking Up With Mexico", Sunset Magazine, julio de 1927, pp. 22-24 Obreg6n, El problema agrario, pp. 49, 20-21, 23-25; Obreg6n, “El problema ‘agricola y agrario", conferencia pronunciada en Guadalajara, 11 de noviembre de 19, en Bassols Batalla, EI pensemiento, p. 136. © Obregsn, “El problema agricola", 135. Un observador atribuy el desarrollo, ALVARO OBREGON 7 Poco tiempo después de esa conferencia, en un intercambio piblico de car- tas con su amigo y socio Roque Estrada acerca del problema agricola en Zacatecas, de nuevo afirmé su interés en Ia idea de las granjas pequefias, Sin embargo, hizo hincapié en_que debia ser lento el proceso de reempla- zar las grandes por pequefias. De otra manera, los que no tenjan experiencia com Ta tierra empezarian a enfrentarse a muchos problemas de la produecién agricola, se sentirian desalentados y abandonarian sus esfuerzos y hasta la tierra. Afirmé que el gobierno debia adquirir tierras de riego, y después mejorarlas para redistribuirlas. Al mismo tiempo, advirtié el peligro de que los caudillos revolucionarios consideraran resuelto el problema agricola cuando Ilegaran a ser propietarios de la mayoria de las haciendas en sus regiones.** L En cuanto a la reforma agraria, suscribié la plataforma del Partido Liberal Constitucionalista que pedia la supresién de todas las leyes y los decretos destinados a impedir el reparto inmediato de las tierras. Esto fue una bofe- tada directa al decreto de Carranza del 19 de septiembre de 1916, que habia suspendido todos los repartos provisionales y las sustituia con dotaciones definitivas sobre las que el presidente tendria un control completo. Este acto disminuy6 y después virtualmente suspendid el programa de distribucién de las tierras, y produjo resentimiento contra Carranza entre los lideres locales y en la poblacién en general, lo que los impulsé a buscar otra jefatura.‘* Ademés, la plataforma del Pic estipulaba que las tierras y las aguas que se habfan concedido durante el periodo preconstitucional debian con- servarlas sus poseedores; que a los pueblos les permitieran usar las tierras que tenian provisionalmente; que la Comisién Nacional Agraria se reorga- nizara para prestar un servicio més répido y eficaz; que Jos gobiernos esta- tales y el federal procederian a indemnizar a los duefios anteriores de las ierras expropiadas; que se crearfan instituciones de crédito agricola, bancos de ahorro y préstamo, asociaciones de productores y cooperativas para la compra de maquinaria agricola y semillas; que se suministrarian fondos para ayudar al reparto de la tierra; que se construirian obras de irrigacién; que se establecerian escuelas rurales que harfan especial hincapié en el estudio de diversificado de la agricultura mexicana después de Ia Revolucién al hecho de histéricamente habia sido menos especializada que en otros paises, como Argentina, Chile y Uruguay. Véase a E. J. Hobsbawm, “Peasants and Rural Migrants in Pol tics", en The Politics of Conformity in Latin America. Compilador Claudio Véliz, Oxford University Press, Londres, Oxford y Nueva York, 1967, p. 46. Desde luego, esta diversificacién se debié en gran parte a las circunstancias historicas, pero es importante comprender que fue alentada especificamente por los dirigentes nacionales. * Obregon a Estrada, 19 de diciembre de 1919, en El Monitor Republicano, 30 diciembre de 1919, 1. Antonio Diaz Soto y Gama, La revolucién agraria del Sur y Emiliano Zapata, Policromia, México, 1960, p. 291 de 178 ALVARO OBREGON Ja agricultura y que las leyes y los reglamentos relativos al uso de los bos- ques y a la reforestacién se aplicarian estrictamente. También suscribio. los puntos de la plataforma de! Partido Laborista Mexicano, que eran casi iguales, pero no tan detallados.** Su idea de la reforma agraria, por consi guiente, era una mezcla de distribucién y restitucién de tierras, de crédito agricola y modernizacién, donde el papel del Estado seria central y esencial. Sin embargo, la reforma agraria deberia hacerse a largo plazo. La agri” cultura continuaria en muchos aspectos siendo capitalista, seria co- mercial, y, cuando fuera posible, se orientaria al mercedo lucrativo de las exportaciones, Estaba a favor de repartir los latifundios, pero slo mediante un proceso gradual en que las pequefas propiedades comenzarian a producir para cubrir la brecha, y asi se impediria que se extendieran el hambre y el deterioro econémico. El proceso de la reforma agraria seria integral: benefi- ciarfa a los habitantes del campo y a los de las ciudades, a medida que au- mentara la produccién con la expansién de la propiedad de la tierra en todo el campo, Obregén, de hecho, previé que a medida que la educacién se des- arrollara, y se extendicra la industrializacién, cada vez menos personas desearfan quedarse en las granjas, y él deseaba una reforma agraria que sir- viera a las necesidades de las ciudades y que tambien dejara satistecha la niecesidad de tierras de las masas rurales.*7 En su exposisi6n de estos puntos al Congreso Nacional en octubre de 1920, antes de ocupar el cargo de pre-" sidente, logré dar eee a los habitantes del campo-acerca de su-interés res dota ciudadde que comprendia sus Mle su_TaciOnatidad-—Asi~se-mostré~ femeae como un maestro de la politica. También mostré que comprendia la rela- cién de la-feforma agraria con otros s problemas de la iedad y la eco- nomia, La docilidad con que los zapatistas se incorporaron a su movimiento en parte fue resultado de a pitas tendenclas ieoligicar cambiantes Ye en 1918 los hi ‘importancia de aliarse con el proletariado urbano, y habjan establecido contactos con otros grupos qué se oponian a Carraiiza.** Al mismo tiempo, Obregén_advirtié Ta importancia de integrir a (odds los grupos, incluso a los indigenas, en una nat ion cara soe. mica y politicamente unida, | en un MEXICO moderno, Su Crectente Interésen nn 4° Plataforma det PLC, El Monitor Republicano, 21 de febrero de 1920, 3. “© Plataforma del PLM, ibid., 3 de enero de 1920, 1. % Obregén, El problema agrario, pp. 4-9, 20-21, 23-26, 2829. *% Véase, por ejemplo, Magafia a Zapata, 15 de diciembre de 1918, AZ 30/19/324; también andnimo, Tlaltizapin, a Obregén, 17 de agosto de 1918, AZ 30/20/354, que subraya la importancia de unir a los dos grupos realmeate revolucionatios, al fagrarismo y al radicalismo partidario del indigena con el radicalismo de los traba- jadores, para combatir a la reaccién en Ia persona de Carranza, ALVARO OBREGON 179 los problemas de los indios de México y el creciente interés de los zapatistas en los problemas de la-creciente clase trabajadora urbana los unié mas en el plano ideoldgico.(Villd, por otra parte, nunca parecié interesarse en el - proletariado urbano Af’comprendié la relacidn entre Ia ciudad y el campo. _ Esta diferencia entre Obregon y Villa, asi como sus diferencias de persona- lidad y la continuada enemistad de ambos bandos después de la lucha por el poder entre 1914 y 1916, impidid efectivamente cualquier cooperacién real entre ellos. ~ Por ello, en resumen, puede advertirse que Obregén en diltima instancia sirvié como una figura nacional alrededor de la cual, con excepcin de Villa, Pudieron unirse las fuerzas agraristas en 1920. El periodo en el que pudo legitimamente Hamarse caudillo fue de 1912 a 1913, cuando dirigié a unas tropas locales en una campafia militar. Desde septiembre de 1913 se convirtié en una figura nacional, sirviendo para vincular ciertos elementos dentro del estado de Sonora con el gobierno nacional. Después de retirarse del _gabinete de Carranza, se convirtié en un candidato aceptable a la je- fatura nacional para la mayoria de los elementos que se oponian a Carranza, incluso para los caudillos locales de regiones muy diferentes y con puntos de vista muy distintos, Posteriormente su colocé en el centro de una serie de relaciones del tipo protector-protegido, pero siempre mantuvo cuidad mente un contacto personal con sus seguidores locales, como cuando les dio la bienvenida a los grupos campesinos en el carro de su tren durante las cam- paiias de 1919-1920. Desde el inicio advirtié ta importancia de Ja tierra como una recompensa Para las tropas revolucionarias, y esta conciencia se volvié més profunda después de tener un contacto directo con Villa y con los zapatistas. Sin embargo, su principal interés en el problema agrario era aumentar la produc- cién. Fue un modernizador en el campo financiero, tecnol6gico y de la orga- Siizacién; por ello respondiG principalmente a las exigencias de la mo- \dernizacion.

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