Luisa despert con la respiracin agitada. Inmediatamente llam a las autoridades.
Luego de or risas y comentarios incrdulos ella, desalentada, cuelga el telfono. Alist
la mochila, avis a sus familiares y qued contemplando al cristo morado. Al llegar la noche Lima comenz a temblar fuertemente. Su premonicin se haba cumplido.