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FUNCIONES DE PRODUCCION EN LA AGRICULTURA ee EMILIO GOMEZ MANZANARES Decor egeiee Aréaom® INTRODUCCION Este trabajo se compone de dos partes. Una primera parte esta dedicada a una rapida revisién de la teoria de le produccién agricola en lo que se refiere, prineipalmente, a funeiones de pro- duecion y anélisis marginal. La segunda parte se propone aplicar algunos de los principios enumerados en Ia primera parte de este trabajo a una pequefia regién agricola I, TEORIA DE LA PRODUCCION AGRICOLA 1. Geenatipanes, La produccién agricola es el resultado de la accion progresiva © simultinea de diversos factores: la semilla sobre el suelo, las labores de cultivo, los abonos, el trabajo de la recoleccién, ete. ‘Tradicionalmente, estos factores de la produccién han venido cla- sificdndose en tres categorias principales: la tierra, el capital y el trabajo. Un cuarto factor, la organizacién, sucle considerarse actualmente como un factor mas de la produceién, independiente- mente del trabajo, témino que se aplica casi tinicamente al tra- bajo fisico. No es éste lugar de iniciar una discusién filoséfica sobre qué se entiende por tierra —éste es el término mas discu- tido de los tres—, capital y trabajo. Baste precisar que el con- cepto de tierra comprende no sélo el suelo agricola, sino también Jas construcciones y alojamientos de la explotacién, asi como las caracteristicas climatolégicas, tales como frecuencia y volumen de precipitaciones, temperatura, horas de sol, vientos dominan- tes, ete. A efectos contables suele denominérsele capital territo- rial, para distinguirlo del resto del capital, o eapital de ejercicio. Este tiltimo se compone de capital de explotacién y de capital circulante (1). Es indudable que, en general, una mayor menor dosifieacién en el empleo de los distintos factores de la produecién afecta al volumen y a la calidad de ésta. El empleo de mayor cantidad de trabajo, por ejemplo, en operaciones culturales suplementarias, pueden incrementar la produccién de un determinado producto de la explotacién. Igual puede decirse de un aumento del capital circulante, mayor empleo de abonos, por ejemplo. Ahora bien, si consideramos la produecién de una explotacién agricola, Ia pro- dluecién agricola de una regién, ete, en un tiempo determinado, un afio, por ejemplo, Io que nos interesa asociar a ella no es el capital 0 trabajo disponible, sino el realmente utilizado 0 em- pleado durante ese periodo de tiempo. Es decir, que puede de- cirse que la produccién en enestién es consecuencia directa del empleo de cantidades determinadas de los distintos factores de 1a produceién, en términos de tantas hectireas de suelo en eul- tivo, tantas horas de trabajo empleadas, tantos kilogramos de fer- tilizantes aplicados por hectarea, etc. Pues bien, la produccién de la explotacién tiene un valor que es funcién de las cantidades y de los precios de venta de cada producto, Existe, por otra parie, un coste que es a su vez funcién de las cantidades y clase de cada factor de produccién gastado en el afio y de los precios de adquisicién de estos factores. Desde el punto de vista del empresario, considerado como una persona con intereses puramente econémicos, el objetivo perseguido es el de hacer mixima la diferencia (valor de 12 produccién] — {total de gastos), siempre que se tomen en consideracién los objetivos fa largo plazo (conservacién de Ja fertilidad del suelo, de los ca- pitales, etc.). El objetivo que persigue un agricultor, jefe de ex- plotacién, no coincide siempre con el expuesto anteriormente. Tal ver esté interesado en practicar determinados cultivos 0 cuidar ONCIONES DE PRODUCCION BN 1A AORIGULTURA a determinadas clases de ganado, independientemente de su renta- bilidad relativa; tal vez pretenda ocupar plenamente la mano de obra familiar de que dispone, o bien, quiza, esté interesado en no trabajar demasiado y vivir comodamente el resto de sus dias. En efecto, el sistema de valores especifico de cada individu de- termina un objetivo que, naturalmente, diflere de unos casos a otros. En lo que sigue, por simplicidad del razonamiento, vamos a considerar lo que pudiéramos lamar la actitud «racionals desde el punto de vista econémico, es decir, aquella que persigue el mé- ximo de beneficios materiales. El coste que representa para el in- dividuo el seguir otra postura, de acuerdo con sus verdaderos intereses, podra siempre evaluarse en términos de Ja diferencia entre los beneficios que obtendria siguicndo la actitud cracional» y los que obtiene realmente. 2. FuNciones racton/pRopucro. EI caso més sencillo a considerar consiste en variar las dosis, de empleo de un factor variable, dejando constante el empleo de Jos demés, y examinar entonces los efectos que tales variaciones tienen sobre el volumen de la produccién. Por ejemplo, ;qué in- fluencia tienen sobre una hectirea sembrada de trigo sucesivas aportaciones de abonos nitrogenados en dosis de 50 kilogramos cada una? Obsérvese que en un aso como éste no es sélo la ean- tidad de abonos lo que varia, sino también el trabajo de distri- Duirlos por el terreno, ete. En realidad, no es posible, en general, aumentar 0 disminuir el empleo de un factor de la produccién sin afectar, siquiera sea ligeramente, a los demas. Pero nada nos impide considerar como un todo global cada aportacién de abonos juntamente con el trabajo que representa su distribucién en el terreno. De nuevo, para simplificar el problema, prescindimos det trabajo extra que representa Ia aportacién de una dosis mayor de abonado. Realizando experiencias de abonado sobre una serie de parcelas a las que se aplicasen diferentes dosis de abonos nitro- genados, por ejemplo, manteniendo constantes todos los demas factores, Iahores de cultivo, eantidad de semilla, riegos, ete, ob- tendriamos una serie de producefones correspondientes en cada caso a una determinada aportacién del abono en cuestién. Si re- presentamos gréfieamente estos resultados tomando como abscisas 38 1B. GONE? MANEANARES Jas dosis de abonado y como ordenadas las produccioues obtenidas, se obtendrin una serie de puntos en el plano a los cuales se podré ajustar una curva bien en forma rudimentaria, a mano, 0 por pro- cedimientos estadisticos, como mis adelante veremos. En un caso © en el otro Ia curva obtenida se asemejara a la representada en Je figura 1. Esta curva corresponde al caso mas general en el que Y Produecién Factor variable Figura 1 von una aportacién nula del factor variable considerado se obtiene una produccién nula, con dosis sucesivas de factor variable (apli- cadas siempre a los deméis factores en cantidad constante: tierra, trabajo, resto del capital, etc.) se obtienen producciones cada vez mayores, aumentando éstas al principio en forma mas que pro- poreional (concavidad hacia las ¥ positivas) y después en forma ‘menos que proporcional (concavidad hacia las ¥ negativas o con- vexidad). Si se contintian las aportaciones sucesivas y crecientes del factor variable sobre el conjunto de factores fijos considerado, Negara un momento en el que la produccién aleanza su valor méximo, para en seguida decrecer con sucesivas aportaciones. En el ejemplo expuesto, relativo al abonado, es harto posible que Ja curva obtenida no parta de O como en la figura 1, sino de un FUNCIONES DE PRODUCCION BN LA AGRIcULTURA ” punto mas o menos préximo a A o a B. La explicacién es sencill aunque no proporcionemos un solo gramo de nitrégeno necesario ala planta en forma de abono, ésta encuentra en el suelo una cierta cantidad de este elemento que Ie permite desarrollarse en cierto modo. En todo caso, cualquiera que sea el factor variable a considerar (tierra, trabajo, semillas, abonos, insecticidas, ete.), siempre nos encontraremos con una curva del tipo de la sefialada cn la figura 1, 0 al menos con una parte de ella, En realidad, no se trata sino de la constatacién de una ley de Ia naturaleza conocida desde antiguo con distintos nombres: ley de las proporeiones variables, ley de rendimientos marginales de~ crecientes, ete. Tal vez el nombre més apropiado sea el de ley de Ja produetividad marginal deereciente, como a continuacién ve- Convendri, primeramente, familiarizarse con algunos términos que es necesario emplear més adelante, La curva en cuestién co- rresponde a una sencilla efuneién de produecién> en ta que figura un solo factor (el abono, por ejemplo) y un solo producto (el tri- 40, por ejemplo). El cociente de dividir Ia produccién obtenida por la cantidad de factor variable cmpleado se llama de la produc- cién con respecto al factor variable x considerado. Corresponde, en términos simples, al poreentaje de aumento de produccién que tiene lugar al inerementar en un 1 por 100 la dosis de factor variable. La elasticidad media en el intervalo MN seria ay =e a siendo x ¢ y las coordenadas de M, de N o bien de un punto i termedio. En términos mas precisos, Ia elasticidad en un pu to M (x,y) viene dada por la formula ay Es facil ver que ot to vie dee es decir, que Ja elasticidad en un punto es igual al cociente que resulta de dividir la productividad marginal entre la producti- vidad media en el punto. La produetividad media, que es nula en el origen O, va aumen- tando de valor hasta alcanzar su valor maximo en B (recuérdese que es igual al coeficiente angular de la recia que une el punto en euestién con el origen 0), en que la recta OB es tangente a Ja curva; después va disminuyendo de valor. La produetividad marginal (0 coeficiente angular de la tan- gente a la curva en cada punto) va aumentando de valor en la primera fase de la curva, hasta alcanzar su valor méximo en A, en que tiene lugar un cambio de curvatura (punto de inflexién, derivada segunda nula, derivada primera 0 productividad margi nal maxima). A partir de A la productividad marginal es decre- ciente, se anula en C (correspondiendo a la maxima produccién, ¥, por tanto, derivada primera nula) y se hace negativa a partir de C, eoineidiendo con una produccién decreciente. En el punto B UNCIONES DE PRODUCCION BN 2A AGRICULTURA a la produetividad marginal y la productividad media tienen el mismo valor, ya que OB es iangente a la curva en B. La elasticidad es mayor que Ia unidad hasta el punto B, ya que el coeficiente angular de la tangente es siempre mayor que el de la secante que une el punto en cuestién con el origen; es decir, In productividad marginal es mayor que la productividad media. En B la clasticidad es igual a la unidad; de B a C la elas- ticidad es inferior a 1a unidad, aunque positiva (ya que la pro- duetividad marginal es siempre inferior a la produetividad media, aunque ambas son positivas). En € la elasticidad se anula, a la vex que la productividad marginal, y a partir de C se hace ne- gativa, Es evidente que no interesa detener la produccién en ningun punto antes de llegar a A, pues si interesa producir algo del pro- dueto (en este caso estamos), interesaré producir més allé de A, ya que siempre a una misma aportacién adicional de factor va- riable corresponde una cantidad suplementaria mayor de pro- duceisn (productividad marginal ereciente); es decir, el beneficio bruto (diferencia entre el valor de Ia produecién y el coste del factor variable) aumenta. A partir de A pueden entrar dudas, pero, de nuevo, sin consideramos que la elasticidad (sé de aumento de Ia produceién cuando se incrementa en un 1 por 100 la dosis de factor variable) es superior a In unidad hasta el punto B, es féeil demostrar que el beneficio bruto sigue aumentando. En efecto, si y, Py ~ 2. Ps = by representa el beneficio bruto (by). siendo py» pz los precios del producto y del factor, respectiva mente, en un punto M,, al inerementar x, en 1 por 100 tendremos, que el nuevo heneficio bruto es: b= (t+) wep, totes pe (1+ im) nese + (ggr neon (ory eee) + = bs +001 (¢ py — 9 } como e>1, queda by = be FOOL B10 by eg. Hemos visto, pues, que interesa produeir una cantidad de pro- ducto superior a BB’, 0, lo que es lo mismo, conviene emplear mas que la cantidad OB’ de factor variable. Por otra parte, no conviene producir nunca a partir de C, 2 2, COMED waNzaNanss donde se obtiene la maxima produceién, ya que a un costo cre- ciente de factor empleado eorresponde una cantidad menor de producto y, por consiguiente, un valor decreciente de la pro- duecién, Queda, por tanto, 1a zona II, rayada en Ja figura 1, como tinica sérea racional de decisiones>, que Maman los autores anglo- sajones. El punto M, correspondiente al volumen éptimo de pro- dluceién, se encontraré en esta zona, pero para determinarle no basta conocer la funcion fisiea de produccién, representada por Ja curva de Ia figura 1; es preciso disponer de otros datos eco- némicos, cuales el precio del producto y el precio de coste del factor variable. En efecto, Ia produccién convendré aumentarla siempre que «1 valor de la produccién suplementaria sea superior al coste adi- cional del factor variable empleado, puesto que de este modo vamos afiadiendo al benefiefo bruto la diferencia p,Ay — pez, que es positiva. Sin embargo, en la zona II en que nos movemos, 4y para un mismo Ax va disminuyendo de valor; es decir, el mi- nuendo de Ja diferencia considerada va disminuyendo, mientras 1 sustraendo se mantiene constante. Llegard un momento en el que py Sy — pe Ax = 0,0 sea py Ay = pe Ax. En ese momento, en cl punto M en que esto ocurre, convendra detenerse, ya que de seguir aumentando Ia dosis de 2, el coste p,dx de una dosis su- plementaria resulta superior al valor del producto adicional py Ay y perderiamos dinero de continuar. Es decir, que el empleo éptimo de factor variable —o el volumen éptimo de la produccién- corrsponde al punto M, en el que pyiy™ pela. De aqul epee en el limite: tin Set deo El éptimo econémico de produccién y utilizacién del factor variable viene, pues, determinado por el punto en que la produc- tividad marginal resulta igual a la relacién de precios del factor y del producto. Es facil probarlo también analiticamente. Sea y = f(z) la fun- cién de produceién. Si Hamamos x al beneficio brut FONCIONES DE PRODUCCION RN 1A AGRICLLTURA 8 Pym peo para hacer x méximo anularemos su derivada primera: ce de Pe de donde ay _ pe Bae ow Se trata de un maximo y no de un minimo, ya que pues en Ta zona IT la productividad marginal es decreciente, y, por lo tanto, Para determinar el éptimo empleo del factor variable es pre- ciso conocer, por una parte, Ia funcién fisiea de produccién y, por otra parte, la relacién de precios del factor y del producto. Obsérvese que no es necesario conocer los precios de ambos, sino sélo su. cocfente. Se deduce de lo anterior que, en general, no convendri nunea aspirar a obtener la produccién maxima, ya que ésta resulta anti- econémica, a no ser que p./py= 0, lo que s6lo ocurriré cuando = 0, es decir, el factor resulte gratis (caso del aire, por ejemplo, en la produccién ganadera), o cuando py=c, es decir, cuando ¢l producto tenga un valor incaleulable. ‘Tanto mas convendré acercarse a la produceién miixima cuan- to mis barato sea el factor y mas caro —relativamente— sea el producto. Lo contrario ocurriré cuando el factor sea relativamente aro y el producto relativamente barato. Cémo determinar en un caso conereto el volumen éptimo de produccién o la cantidad dptima de factor variable a emplear? Supongamos conocida la relacién p./py, y 1a funcién de pro- duccién y= f(z), obtenida aplicando métodos estadisticos a unos experimentos agronémicos (mis adelante haremos una aplicacién ‘eonereta), “ GOMEZ MANZANANES Grificamente, bastard eon trazar el haz de reetas con coeft- jente angular ¢ = p./py» familia de reetas paralelas, y deter- minar de entre todas ellas aquella que resulte tangente a la curva representada. El punto de tangencia nos da automiticamente las dos coordenadas (2, y) que buscamos. Analiticamente, bastaré con resolver el sistema de ecuaciones @ y despejar x € y. dz hy Es facil obtener una medida grifica del beneficio bruto maxi- ‘mo; basta prolongar Ja tangente en M hasta cortar al eje de or- denadas en P, Se tendri: Fa eee Fem py eee) op: AO ACP = y MM Es decir, que OP nos da la medida del beneficio bruto maximo a determinada escala (ya que 1/py es una constante). Hasta ahora no hemos considerado mas que un caso elemen- tal, excesivamente simplificado, con objeto de exponer en forma clara y sencilla Ia teorfa. Sin embargo, aun un ejemplo tan sim- ple como el considerade —caso de un solo producto y un solo factor variable— nos ha permitido sacar algunas conclusiones de gran interés, cuales son: a) En rarisimas ocasiones convendré ear a la produccion méxima por hectirea, por animal, ete, contrariamente a una ién bastante generalizada en el medio agricola y, lo que es atin mas lamentable, en cireulos téenicos. 'b) Las recomendaciones sobre utilizacién de un determinado factor variable: abonado por heetirea, alimentos concentrados por cabeza de ganado, agua de riego por hectarea, nimero de escardas por cultivo, ete, son equivocadas si no estin basadas en eonsideraciones sobre el valor del producto en cuestin y el coste del factor variable, a la vez que Ins relaciones fisicas input/output que constituyen Ia funcién fisiea de produceién. Desgraciadamente, muchos consejos que se dan a los agricultores fa este respeeto son basados en consideraciones puramente téni- cas, con un olvido completo de su significacién econémica. ©) El menor cambio en la relacién (pz/py) de precios del fac- tor y del produeto obliga a modifienr la recomendacidn dada sobre PUNCIONES DR PRODUCCION RN LA AoRICULTURA «6 el empleo éptimo del factor variable en cuestién. De aqui lo ab- surdo de mantener viejas reeetas de abonado, de pricticas de cul- tivo, de alimentacién del ganado, etc, cuando las condiciones econémicas de la produccién han cambiado. d) Cambios no sélo tienen lugar en la relacién de precios. ‘También las funciones fisicas de produccién varian en el trans- curso del tiempo. Por ejemplo, una nueva variedad de planta cultivada obtenida por seleceién genética puede responder mejor a las aportaciones de abonado, o una variedad de una determi- nada raza ganadera puede transformar en forma mis eficiente los alimentos que se le suministran, Naturalmente que, cuando es éste el caso, Ins recomendaciones que eran oportunas para otras, variedades de plantas o de animales no son ya las mas apropindas para la nueva variedad. En relacién con Ia forma que adopta la funcién de produc- cién en los distintos casos que puedan presentarse, es interesante hacer una distincién entre lo que se entiende por y tga, enton- ces E resulta mas efleiente que C; cuando pe/py < tg, entonces C es mis eficiente que E. 3. Caso bE Dos FACTORES. Consideremos ahora una funcién de produecién que relacione las eantidades de un producto determinado conseguidas con su- cesivas aportaciones de dos factores variables aplicados sobre un conjunto de factores fijos. Por ejemplo, la produccién de trigo de una heetirea determinada de terreno como funcién del capital empleado y del trabajo. La funcién de produccién sera de la forma FUYCIONES DE PRODUCCION EN LA AGRICULTURA " y= Tene) Las condiciones éptimas de produccién se daran cuando el be- neficio bruto sea miximo; es decir, Dey pets~ pate = mix para lo cual bastaré anular 1a diferencial de 2: ae = py dy — py dey ~ pedis = 0 es decir, Ped Peds + pede como, por otra parte, difereneiando (ees) se tiene: De Ja solucién de este sistema de tres ecuaciones [las dos igualdades de arriba mis le funeién y = f(x,, z,)] con tres inedg- nitas, saldrin los valores de 2, 2, € y, que constituyen la solucién 6ptima. Es decir, se obtienen asi, simulténeamente, el volumen de produccién éptima y la éptima combinacién de los dos factores variables. Convendré a estas alturas familiarizarse con algunos concep- tos y términos de empleo frecuente en esta rama de la economia de Ia produccién. Consideremos Ia familia de curvas f(xy, 2,) = k, en las que k puede tomar los valores Ys Yi» Yo Ys --- correspondientes a di- versos niveles de produccién. Cada una de estas curvas, representadas en 1a figura 3, recibe el nombre de particular correspondiente a la produecién a coste minimo. Isoclinas son Ias curvas que unen puntos de las isocuantas con la misma tasa marginal de sustitucién, es decir, con tangentes paralelas. La ecuacién de In Tinea de expansién es facil de hallar. En efecto, diferenciando f(z,,2,) = k se tiene: af Shae + oa tt ey ys por otra parte, antes vimos que pidey + prder=0 de donde DP ecuacién en 2, £, que corresponde a la linea de expansién. Si en lugar de p, ¥ Py ponemos otros valores, a y b, por ejemplo, tales que — = tga, obtendremos Ia ecuacién de una isoclina corres- é Pondiente a las tangentes de coefciente angular = 0 sea de Angulo @ con el eje de las 2, Del examen de la teorla, tal como la hemos expuesto breve- 50 %, GowpE waNzananss ‘mente, surgen inmediatamente importantes conclusiones de gran valor prictico. Asi, por ejemplo, el error de recomendar una fér- mula rigida de alimentacién del ganado a base de una cantidad fija de piensos concentrados y otra de forraje, sin tener en cuenta Ja sustituibilidad de los mismos y los precios relatives. Otro error seria el de determinar el grado deseable de mecanizacién de una explotacién sin tener en cuenta las relaciones de sustitueién ma- quinaria/trabajo y los precios relativos de ambos factores. Los ejemplos son innumerables; dejamos al lector Ia tarea de busear por si mismo numerosas aplicaciones de la teoria a situaciones coneretas de su conocimiento. 4. Caso DE vanios Facrones. Hemos considerado anteriormente el caso de un solo producto Y dos factores variables. Un caso mas general es el de un solo pro- dueto y varios factores variables. Sean éstos 5... 2, La funcién de produceiéi ” El beneficio bruto sera: (en zn. 20) Pe (erm 24 Pet ee Pe) y seré maximo cuando dz = 0, es decir: Pedy =m dent peda... 4 pn day ¥ diferenciando y = f(ty iy... 4): Bf ge, +E dey... +2 pe Gey 3a dy de. La compatibilidad de ambas ecuaciones exige que at Bem Be om es decir, para un valor cualquiera de i(1,2,... n) se tendri: om 22 Py Es decir, el beneficio maximo se obtiene cuando la productividad FUNCIONES DB PRODUGCION EN LA AGRICULTURA st marginal de cada factor variable es igual a la relacién del precio del factor dividido por el precio del producto. Expresado de otra forma, cuando el coste marginal de cada factor iguala al producto marginal obtenido. 5. Caso pe pos PRoDUcTos. Supongamos una serie de factores fijos y un solo factor varia- ble, o un conjunto de factores que varian simulténeamente y en bloque (a los efectos se comportan como un solo factor variable). Sean y, ¢ y, las cantidades de dos productos diferentes (I y 2) que pueden obtenerse utilizando cantidades x, y x, del factor va- iable considerado aplicadas sobre el conjunto de factores fijos. Sean na hed = he) las funciones de produecién correspondientes, y sea ecbasx Ia cantidad total de factor variable a utilizar. Eliminando x, y 2; de las tres ecuaciones consideradas queda Ia funeién FlonynX)=0 que liga los dos productos en cuestidn y la ea variable empleada. Para cada valor de X tendremos una funcién que relaciona inicamente Jos dos productos 1 y 2, funeién Hamada «de trans- formaciin>, expresién analitica de la relacién producto/preducto. En la figura 4 hemos representado graficamente tres funciones de transformacién correspondientes a las cantidades X,, X, y X, de factor variable utilizadas en la produceién de eantidades 4 © yz de los productos 1 y 2, respectivamente. Las curvas dibu- jadas reeiben varios nombres: curvas de isofactor, curvas de isorecurso, de isocoste, curvas de transformacién, curvas de oportunidad, curvas de posibilidades de produceién: En lo que signe emplearemos el término de para designartas. Un punto cualquiera M en la curva de oportunidad X, signifien tidad total de factor Figura 4 1a produccién de OM, unidades de producto 2 y de OM, unidades de produeto 1 con un empleo total de factor variable igual a Xy- Para una cantidad fija de factor variable, Xs, geuil es el grado 6ptimo de empleo? 0, de otra manera, ;qué eantidad de eada pro- dueto convendra produeir? Convendré, sin duda, emplear Ia can- tidad Xz de factor variable repartida entre la produccién de 1 y 2, de tal manera que se obtenga el valor maximo de produecion. Esto equivale a hacer Pome pean = max siendo p, y p; los precios del producto 1 y 2, respectivamente. Bastaré con anular la diferencial Pedy. + pedys dye me aye pe que indica que el 6ptimo econémico de empleo del factor varia- ble, o la combinacién productiva més econémica, tiene ugar ‘cuando la iguala en valor absoluto a a relacién inversa de los precios de ambos productos. Como la etasa marginal de sustitucién> en un punto M es el coeficiente angular de Ia tangente a In curva de oportunidad en ese punto, resulta elemental determinar grificamente el punto co- rrespondiente al éptimo econémico. FONCIONES DE PRODUCCION EN LA AGRICULTURA 8 Es facil determinar las cantidades x, y x, de factor variable a emplear en la produccién de 1 y 2, respectivamente. En efecto: dvs _ fated dy, fates)day pe pero 2, b 2s X= constante, Tuego az; + des=0 y entonces fale) op Tile) Pe que con 2, +z, = Xs constituye un sistema de dos ecuaciones con dos incégnitas (x, y 2,), facil de resolver. Segin sean Ins funciones de produccién correspondientes a ¥, © Ys Tesultaré una funcién de transformacién diferente. Un caso muy sencillo, por ejemplo, es cuando las funciones de pro- duceién son lineales: webate na betes mteex que es también una funcién de transformacién lineal. Las principales relaciones existentes entre dos productos (pro- ductos competitivos, complementarios y suplementarios) vienen reflejadas en la forma que adopta la curva de oportunidad. Se dice que dos productos son cuando un aumento en la produceién de uno de ellos, con los recursos en cantided constante, resulta también en un’ aumento en la pro- duecién del otro, De otro modo, una transfereneia de recursos de un cultivo a otro cultivo aumenta el rendimiento del primero. Este tipo de relacién se da con frecuencia entre productos agri- colas. Es el caso, por ejemplo, de Ins leguminosas, que contribu- yen a aumentar Ia produccién de cereales, debido: a) al aumento de la fertilidad del suelo al fijar el nitrogeno atmosférico en sus raiees; 6) mejora de la estructura del suelo al afiadir materia orginiea; ©) medida preventiva contra la erosién del suelo, y 4) control de insectos. Lo que earacteriza a los produetos comple- mentarios es que la tasa marginal de sustitucién es positiva ‘ (>) Dos productos son esuplementarios» cuando, manteniendo tos reours consantes la producion de ano de ellos puede sumen- terse sin que por ello se modifquc la producein del stro. Es el ceeo, por ejemple, de dos cultves, uno de stato y otro de pik mavera, con respec a la stlizacién de Ia mano a obra de la explotacién. Caracteriza a la relacién de suplementaridad el que la tasa marginal de sustitucién es nula: (ar) Para terminar, existen otras dos relaciones posibles de produe- ONCIONES DE PRODUCCION EN LA AGRICULTURA 5 tos: productos conjuntos y productos antagonistas. Los productos . Una solucién mixta, conveniente en muchas ocasiones, seria In de referir los productos a su valor de venta y expresar algunos factores en términos fisicos (por ejemplo: la tie- ra, el trabajo) y ofros en términos de costo anual (gastos anuales en maquinaria, en el ganado; gastos en semillas, inseeticidas, fer- tilizantes, ete.). De todos estos tipos de funeiones haremos abu dante uso en la segunda parte de este trabajo. FUNCIONES DE PRODUCCION EN LA AGRIOULTURA a Funciones de producciin del tipo ¥ = fly tm... 24), en la que ¥ designa el valor de la produccién total o final de una ex- plotacién, regién agricola 0 aun de todo el sector agricola de un pafs, som utilisimas para determinar el grado de desequilibrio existente en un momento dado en la utilizacién de los distintos factores de la produceidn. Por ejemplo, pueden indicarnos que la mano de obra en una regién determinada es relativamente super- abundante y el capital eseaso, y que una mayor aportacién de ca- pital y un menor empleo de mano de obra redundarian en mayo- res beneficios para los explotantes. Las aplicaciones précticas que se traducen para la politica agraria de un pais son numerosisimas. Mas adelante, en la segunda parte del trabajo, deduciremos algu- nas conelusiones de interés para una regién agricola espafiola ¥ mostraremos algunas aplicaciones inmediatas de 1a utilizacion de funciones de produccién. Nos ocuparemos también de la detern nacién estadistica de las mismas. Los economistas de la produccién se han servido de distintos tipos de ecuaciones para tratar de ajustarlas a los datos empiricos obtenidos como resultados de In investigacién agricola o de en- cuestas econémicas. He aqui algunas de las més comiinmente utilizadas: Funeién de Spillman: y= a(t— a") (1— a) en Ia que A corresponde al rendimiento maximo que puede obtenerse al aumentar progresivamente la dosis de los factores (abonos) x, y x, R, y R, son dos parémetras. — Funeién euadritica Yeatontertdaten't fant ~ Funeién en raices cuadradas: Yat b VE + 0m +d Vint ean tf Verze + — Funein Yeatoutomt Funcién de Cobb-Douglas: oe 1 GoMsZ sANZANAnES 8, Foxciones pp Cona-Doveras. Son, sin duda alguna, las mas utilizadas, sobre todo en estu- dios de porte macroeconémico, cuando se trata de caracterizar a produccién agricola de una regién 0 de un pais. Las otras funciones arriba expuestas tienen mas aplicacién en easos con- cretos de estudios de relaciones factor/producto, tales como expe- rimentos de abonado, de alimentacién del ganado, ete. ‘Veamos ewiles son las principales caracteristicas de las fun- ciones de Cobb-Douglas. Se trata, ante todo, de funciones de elasticidad constante. Ampliemos el concepto de elasticidad de la produccién tra- tado anteriormente. En una funcién de produecién del tipo Y= fltyty --. %,) ln elasticidad de Ia produccién correspon- diente al factor 2, es igual a 6, lo que es lo mismo, al cociente de dividir la productividad mar ginal del factor variable en cuestién por st productividad media. Es facil comprobar que las clasticidades correspondientes a los, istintos factores considerados son constantes en las funciones de Cobb-Douglas: eT lr aa ae (x2): = es decir, que las elasticidades con respecto a cada factor son los exponentes correspondientes a cada factor en la ecuacién. ‘Las funciones de Cobb-Douglas son, por otra parte, Ins tinicas ‘con esta propiedad. En efecto; hallemos la ecuacién general de las curvas con clasticidad constante: ae aa as 6, de otro mod ay ys atay FUNCIONES DE PRODUCCION BN 14 AGRICULTORA wo multiplicando, respectivamente, cada igualdad por dz, dz... dz, y sumando ambos miembros, tendremos: ay ayy, a y(sder , medion, aden pero el primer miembro no es sino el desarrollo de dy; Iuego AY ender ond dee « integrando: lo Y= ay ln 2, + ay Im ae + 2s. Fay Im zy + constant y tomando antilogaritmos tendremos: vera! siendo racine oad. Se Hama elast dad total de la produccién a la suma de las Veamos ta importaneia que tiene el conocer este valor en las funciones de Cobb-Douglas. En efecto, nos permite juzgar in- mediatamente si disponemos de economias de escala, de disecono- mias de escala, o bien de rendimientos de escala constantes. Pre- cisemos un poco estos conceptos. Si en una funcién de produccién, en general, Y=/(ti ty... 24) inerementamos proporeionalmente todos los factores que intervie- nen (de un mismo poreentaje), tendremos: Y= 7 QzuAey..220) Sila relacién + ¥ ay diremos, segin el caso, que existen economias de escala, que los rendimientos de escala son constantes o bien que existen diseco- nomias de escala, Expresado en otros términos, se trata simple- © 12 GOMEZ MANZANARES mente de que al aumentar proporcionalmente todos los inputs (dosis utilizadas de los distintos faetores), el output (valor de la produccién) aumenta mas que proporcionalmente, en Ia misma proporcién o en menor proporcién. Es siempre interesante de saber cual es Ja situacién en um caso concreto (determinada regién en un momento dado), para aconsejar la ampliacién 0 reduecién de Ia escala de operacién, En general, en las funciones homogéneas de produccién se da, por definieién, la propiedad siguiente: ) es funcién homogénea de grado m cuando Y= elenen Y= 4 (ie hayes dee) = 2" # (ey eme ) Y segiin que m 3 1, se tendriin los tres casos de eeonomias de es- cala, rendimientos de escala constantes 0 diseconomias de escala. Es féeil comprobar que las funciones de. Cobb-Douglas son funciones homogéneas de grado Da, (elasticidad total). En efecto: vera" ee 5 Y= rGe)™ Qe)" ... Oar) Brahe at ayn t ete teh y qd. Por Jo tanto, segin que Ea; 1, se tendrin cada uno de os casos considerados. La mayoria de los estudios realizados en la agriculture utilizando este tipo de funciones han dado valores de Ee; muy cereanos @ la unidad, unas veces mayor, otras veces menor, sin que pueda generalizarse; es preciso siempre hacer un estudio especifio de cada situacion concreta. (Otra caracteristiea de las funciones de Cobb-Douglas es que lus produetividades marginales de los distintos factores son de- recientes. En efecto: ant UNCIONES DE PRODUCCION BN LA AGRIGULTURA a ya que las clasticidades parciales (a, ay... as,.-. @,) son me- nores que la unidad. Finalmente, una caracteristica de las funciones de Cobb- Douglas, de gran importancia prietica, ya que las hace de un manejo sencillo, es que son funciones lineales en logaritmos. En efecto, tomando logaritmos tog es decir, que haciendo el cambio de variables oY 5 a tenemos nuestra ecuacién convertida en loge + as log es + ae log 24 4... + a lOg ee loge ; y= Mog ty... ¢ y= loge veataeit he taee's simple ecuacién Lineal, correspondiente a una linea de regresién féeilmente caleulable por el método de minimos cuadrados, por ejemplo. Independientemente de las ventajas que presentan Tas funcio- nes de Cobb-Douglas, y es por eso que tan gran uso se hace de elas en estudios agroceonémicos, el mejor criterio para saber si se ajustan bien © mal a los datos de que se dispone es hallar el grado de bondad del ajuste por algiin procedimiento estadistico de validez reconocida, tal como la prucha de 7%, el coeficiente de correlacién miiltiple, ete. Il, APLICACION A LAS EXPLOTACIONES AGRICOLAS DE. LA ZONA DE LA VIOLADA 1. Genenatapanes. En Ja segunda parte de este trabajo se aborda el problema de Ia determinacién préctica de las funciones de produceiin y se analizan los resultados obtenidos en un grupo de explotaciones. Con este objeto se han utilizado los datos obtenidos en 37 explo- taciones agricolas de regadio de la zona de La Violada, préxima los Monegros, explotadas por colonos instalados por el Instituto Nacional de Colonizacién. Las caracteristicas de la zona y de las explotaciones escogidas han sido descritas ya repetidas veces, por Jo que huelga aqui todo comentario (2). Baste recordar que los datos utilizados se refieren a la campaiia agricola 1959-60. e 1 cowR2 MANZANARES 2. DevERMINAGION DE IAS FUNCIONES DE PRODUCCION. Dos procedimientos principales suelen utilizarse para deter- minar funciones de produccién: Ia experimentacién agronémica y ganadera y el anilisis de los datos contables de las explotacio- nes agricolas. El primer procedimiento, In experimentacién, tiene mayor aplicacién en el estudio de relaciones factor-producto, como, por ejemplo, influencia del abonado, transformaeién de piensos y forrajes por el ganado, ete., y de relaciones factor-factor: sus- tituibilidad de los alimentos para el ganado, ete. El segundo procedimiento, es decir, el andlisis de los datos contables de las explotaciones agricolas, es el normalmente empleado para la de- terminacién de funciones globales de produecién, Se podria, al menos en teoria, determinar la funeién global de produceién correspondiente a una sola explotacién agricola. Bas- taria con utilizar los datos contables de Ia explotacién relatives a una larga serie de afios, en cuanto a los inputs 0 cantidades de los factores puestos en juego, y outputs 0 produceiones obtenidas. A Ia dificultad, empero, de encontrar datos contables de una ex- plotacién que se refieran a una larga serie de afios, se afaden las dificultades de eliminar el efecto que introducen las posibles va- riaciones de precios de los factores y productos en el perfodo con- siderado. Por ello, en In préctica, resulta preferible obtener a fun global de produccién a partir de los datos contables de una seri de explotaciones que sean suficientemente homogénens, especial- mente en Io que a caracteristieas fijas se reflere: calidad del suclo, precipitaciones, proximidad de mereados, ete. De esta forma, con Jos datos contables de una sola campatia o los medios de unas pocas campaiias es posible obtener una funcién global de pro- duccién que relacione el valor de Ia produecién obtenida con la aportacién de los diversos factores en cantidades variables. Es féeil ver cudles son las condiciones que facilitan Ia ol tencién de una funcién de produccién realmente representativa iteslonesagricoas des gaya de Ta Viotads i Beto FUNGIOVES DE PRODUCCION EN LA AGRIGULTURA 3 de una regién agricola. En efecto, contrariamente a lo que pu: diera creerse, lo que interesa es disponer de una amplia gama de variaciones en las cantidades de los factores variables puestos en. juego, lo eual sélo se consigue cuando existe suficiente diver- sidad en las explotaciones de In regién. Ahora bien, esta div sidad se refiere solamente a aquellos factores variables que fig rardn en la funeién de produceién como variables independientes. Por el contrario, los factores fijos que no figurarin en la misma en forma explicita deberdn ser lo miis homogéneos posible: ca- Jidad del suclo, clima, relieve y topografia, habilidad del explo- tante, ete. Exactamente las mismas condiciones se aplican a la obtencién de una funeién de produceién que ligue un producto determinado el trigo— a una serie de factores, abonos nitrogenados, fost cos y potisicos, por ejemplo. Si se considera una sola dosis de abonado, a hase de las tres clases de abono, se obtendri un solo punto (en un espacio de cuatro dimensiones), Haran falta muchos puntos diferentes, es decir, ensayos con diversas dosis de empleo de cada uno de los fertilizantes, para poder adaptar a ellos una funcién con un buen grado de ajuste. Por tanto, diversidad en lo que a los factores variables se reflere. Por otra parte, eonvendr’ disponer las experiencias de manera que las variaciones de Ios factores fijos (calidad y cantidad de suelo, humedad, laboreo, ete.) sean minimas en las distintas parcelas donde se realizan las ex- periencias, Para determinar funciones de produccién aplicables a una regién agricola, Ia solucién ideal es considerar la totalidad del universo a estudiar, es decir, los datos provenientes de todas las explotaciones de la regién. Este procedimiento, cuando se trata de una regién relativamente extensa con mumerosas explotacio- nes, resulta costoso en términos de dinero y de tiempo o de per- sonal. El coste se reduce notablemente, sin atentar sensiblemente 1 1a precistén, si en lugar de estudiar toda la poblacién 0 universo en cuestién se estudian s6lo los datos relativos a una muestra re- presentativa de explotaciones de In comarca. La representatividad de la muestra presenta otro tipo de problemas relaeionado con la manera eémo la muestra ha sido escogida (3). aire o 4% GOMEZ MANZANARES Una vez determinados los inputs que figuraran como variables independientes en la funcién de produccién, unos expresados en unidades fisicas (hectireas, toneladas, jornadas de trabajo, ele.) y los demas expresados en valor, se preparara un cuadro donde figurarén los valores de la produecién final agricola y las canti dades 0 valores de los factores empleados en cada caso (véanse varios cuadros de este tipo en los Anejos).. ‘Veamos cémo se determina estadisticamente una funcién de produecién, Supongamos que se trata de una funcién de Cobb- Douglas, pues éstas son las que vamos a utilizar en este trabajo. La forma general de la funcién es: YsrX XK XQh en la que ¥ representa el valor de la produceién en euestion, y Ins. variables X,,X,,... Xa son las cantidades a emplear de m fac- tores variables. Vimos en la primera parte que aya)... @u son las elasticidades parciales de cada uno de los factores; r es una constante. Pardmetros, pues, a determinar: raya, -.- ‘Tomando logaritmos en la funcién considerada: log ¥ = log r+ a: log Xs + oslo Xs +... + an log Xe es decir, Foe toate teu te siendo logY=y ; log ae 5 WORX, 29 = 1,2...) Hemos convertido, pues, la funcién original en una simple fun- cién lineal de las nuevas variables, que son los logaritmos de las primitivas. Estadisticamente hablando, se trata ahora de determinar la ecuacién de una linea de regresién. El método que proporciona ‘una estimacién con verosimilitud maxima es el llamado de mini- ‘mos cuadrados. Consiste el método en determinar una funcién —en este caso, lineal— tal, que la suma de los cuadrados de las «« tancias» de los datos a Ja linea a determinar sea minima. Hallando Jos logaritmos de los valores de la produecién y fa tores a considerar, a que nos referimos anteriormente, se obtendra un nuevo cuadro que comprendera n (siendo éste el mtimero de ex- PUNCIONES DE PRODUCCION BN 1A AGRICULTURA 6 plotaciones o de observaciones) series de valores (yyy «=. 2m). La edistancia> cuadratica de un punto cualquiera (y®, 29, 1, .. za) a la linea de regresin es BA LY (00 FeO + ne He pam ta E La condicién de «minimos cuadrados> implica que minimo La condicién de minimo, a su vez, exige que se anulen las de- rivadas pareiales con respecto a ay 4, sy... da, €8 deci: au 3a (HDD [0 (et areOtaresoh Ham 20!) XEN YE Oye te eared +. pen zaOl) ame 3 = KK LD a9 [90 = (ret ei tay as + a0t09)] +00 200) Fan z0) de donde féeilmente se obtiene (simplificando el algoritmo) : nay tea) + Bera tot Ben an BY Bey e+ Bata + Bereraet... + Bee hn Rages t Reena + Bastay tot Bera an Bayne + Bes yas + Bey ejay beh Bete te Sega bate ts + Been tet sistema lineal de (m +1) ecuaciones con (m + 1) inedgnitas, del 6 GOMRE MANzANARES que directamente pueden obtenerse los valores de los pardmetros (waa... dq) que figuran en la ecuacién de la nea de re- sresién multiple. La ecuacién de Cobb-Douglas, 0 funcién de produccién bus- cada, queda asf determinada directamente, sin més que tener en cuenta que ¢, = log r, de donde r= antilog «,. INCIONES DE PRODUCCISN EN TERMINOS MONETARIOS. Una primera funeién de produccién, la més simple que puede coneebirse, consiste en relacionar Ia produccién final de la explo- tacién con el total de gastos anuales: P = /(G,). EI sistema de ecuaciones a resolver resulta ser: 31 ay + 187,266; cuya solueién da 20,7855 8452 y la funcién de produccién resultante es: 7 6.102 0 80 El coeficiente de correlacion que liga p = log P y gi = log G, resulta igual a r= 0,940, significativo al nivel de i 9. El coef ciente de determinacién correspondiente r= 0,88 muestra que tun 88 % de las variaciones de la produccin final estin explicadas por variaciones en el volumen de gastos anuales de produccié el 12 % restante se explica por otros factores no considerados, Ia habilidad y gestién del empresario fundamentalmente, y diversas causas aleatorias. La elasticidad global de Ia produceién resulta ser ¢ = 08: menor que la unidad, lo que indica la existencia de diseconomi de eseala (un aumento del 1 % en los gastos de produccién Teva consigo solamente un ineremento del 0,84% de la produccién final). Caleulemos el valor de la productividad marginal de los gas- tos de explotacién, es decir, el valor adicional de la produccién final que resultaria de un ineremento de una peseta en los gas- tos anuales: FUNCIONES DE PRODUCCION RN LA AaRICULTURA o ap Fo, 7 O852x G02 6. La produetividad marginal en la explotacién media, es decir, aquella que tiene como gastos anuales de produccién 118.895 pese- tas, resulta ser 0,84. Es decir, por cada peseta adicional de gastos se obtiene un incremento de produccién final de 0,84 pesetas. Este valor hallado indica, pues, la conveniencia de reducir los gastos anuales, ya que el nivel medio de gastos (118.895 pesetas) supone ya que se ha pasado el punto dptimo, es decir, aquel en el que la productividad marginal es igual a la unidad, correspondiente en este caso a un volumen de gastos anuales de 40.000 pesetas, con una produecién final de 47.500 pesetas. Una segunda funcién de produceién, algo més completa, re- sulta de relacionar la produccién final con los gastos de trabajo, por una parte (valoracién del trabajo del empresario y familia con arreglo a los jornales corrientemente practicados en la zona, més valor del trabajo asalariado), y con los restantes gastos anua- les de produecién: P= ((H,K). EI sistema de ecuaciones a resolver en este caso es: 37 ay + ATROOIT es + 1774278 an = 187.8491 173.9017 a5 + 618.9421 a, + 834505305 = 88,1511 1774278 as + 894.5053 a, + 851,502 5 = 838 9064 con las soluciones = c= 00782 ay = 037614 que dan como resultado Ia funcién de produecién: xem P= 1164 El coeficiente de correlaciin miiltiple que liga _p = log P, f= log Hy k= logK es igual a rps = 0,098, significativo al nivel de 1%. El coeficiente de determinacién r*,4:= 0.4877 indica que estos dos factores (valor del trabajo empleado y restantes gastos) son responsables de un 50 %, aproximadamente, de las variaciones en Ia produccién final, siendo el otro 50 % de las variaciones de- ido a otros factores no tenidos en cuenta: gestién del explotante, factores aleatorios. La elasticidad global de la produccién resulta ser « = 0,8350, menor que Ja unidad, mostrando de nucvo una situacién en la que se dan rendimientos decrecientes de escala. La elasticidad parcial con respecto al trabajo a, = 0,0736 resulta sumamente baja. Las productividades marginales de los dos factores conside- rados son: Pl P on aS OK Y en el caso de una explotacion media, con 53.304 pesetas de gastos anuales de trabajo y 65.591 pesetas de otros gastos, éstas resultan ser de 0,17 para el trabajo y de 1,40 para otros gastos. De aqui se deduce Ia conveniencia de redueir considerablemente los gastos de trabajo y aumentar Ios otros gastos anuales. Una tercera funcién de produccién relaciona la produccién final con los gastos de trabajo, los gastos relativos al capital terri- torial y los demis gastos anuales: P = ((H, T, C). El sistema de ecuaciones a resolver en este caso es: BT ay + 1739017 a + 197716 a + 176 8008 01 = 187,401 1739017 ap + 818.9601 «) 646.7977 ay + 8271398. = 881 1511 1374471695 + 646.7377 a, + 812.1244 ay + 653.6168 ay = 696.2410 1758688 as + 8271988 2, + 0586168 25 + 836,6879 ax = 801,0268, con las soluciones y= AITO ay =0,1110 ay = 0,0066 ay = 07041 y la funcién de produceién resultante: = 1450 ee El coeficiente de correlacién miiltiple que liga p = log P, f= log, t= logT’ y c= log es igual a Rete = 0,698, signifi- cativo al nivel de 1%. El coeficiente de determinacién Rpate = 04872, de interpretacién andloga al caso anterior. La elasticidad global de Ia produccién « = 0,8217 sigue mos- trando Ja existencia de diseconomias de escala; la elasticidad par- cial con respecto al trabajo sigue siendo baja, 0,1110, aunque algo mayor que en el caso anterior; la elasticidad pareial con respecto al capital territorial resulta ser enteramente insignificante. Mas adelante trataremos de explicar la razén. Las productividades marginales de los tres factores son: oP PP oie Aen aT eT EES FPP que para la explotacién media (53.304 pesetas de gastos de tra- PUNCIONES DE PRODUCCION EN LA AGRICULTURA ® bajo, 5.736 pesetas de gastos anuales del capital territorial y 59.885 pesetas de otros gastos) resultan ser de 0,25 para el traba: 0,14 para el capital territorial y 1,42 para los otros gastos. Se de- duce de tales resultados 1a conveniencia de disminuir los gastos de trabajo y de capital territorial (ya hablaremos de éste) y au- mentar el montante de los otros gastos. Una cuarta funcién de produccién relaciona la produccién final con los gastos de trabajo, los del capital territorial, los del capital de explotacién y los restantes gastos anuales: P= ((H,T.E,G). El sistema de ecuaciones a resolver en este caso 31a + 1739817 ay + I97ATIG cn + 148.4892 05 + 178.2088, 173.9017 an + 818.9421 a, + 646,7977 ay + 674.8866 ay + 814.7494 1374717 op + 642.7977 a, + S12 124405 + 539.4689 ay + 648,815, 1494882 an + 674.8408 2) + 599,4680 ay + 508.7168 ay + 672,252 1732288 0c + 814,434 a, + OASSI1B a, + 6722521 as + 6119085 167,340 siarase = 606.2410 Ta, 388 817, 6993 ‘con Ias soluciones = 15M5 0.0273 ay =0,2887 a = 04877 yt18t ae y la funeién de produccién resulta entonces: pen gem P9270 mem El coeficiente de correlacién multiple que liga p= log P logT, ¢=logE y g=logG, es igual a Rei tivo al nivel de 1%. El coeficiente de determi- nacién F’y-,14g= 0,6111 indica que mas del 60 % de las variacio- nes de 1a’ produccién final son debidas al juego de los cuatro factores considerados. La elasticidad global de la produccién « = 0,7982 menor que In unidad, y, por tanto, de nuevo rendimientos decrecientes de escala (diseconomtas de escala). La elasticidad parcial con respecto al trabajo, 0,12, sensible- mente igual que en el caso anterior; Ia elasticidad pareial con respecto al capital territorial resulta de nuevo insignificante ¥ ain negativa, Resultado tan absurdo en las circunstancias actua- Jes merece una explicacién, que daremos més adelante. Las productividades marginales de los cuatro factores son: P roe aE B * 3a o ap a P Pl? oP. = eee a que para la explotacién media (53.304 pesetas de gastos de trabajo, 0 1B, GOMEZ MANZANARES 5.736 pesetas de gastos anuales del eapital territorial, 8.764 pese- tas de gastos anuales del capital de explotacién y 51.091 de res- fantes gastos anuales) resultan ser de 0.27 para el trabajo, 0,59 para el capital territorial (2), 382 para el capital de ex- plotacién y 1,06 para los restantes gastos. Aparte el resultado absurdo obienido con relacién al capital territorial, las demés cifras indican que, en términos generales, en as explotaciones agricolas de Ia zona hay interés en disminuir considerablemente los gastos de trabajo, aumentar enormemente el capital de explotacién (maquinaria y ganado) y mantener apro- ximadamente el nivel de los otros gastos. Los resultados sorprendentes obtenidos en relacién cou los gastos anuales del capital territorial, sobre todo en las condiciones existentes en Ia zona, con explotaciones de unas 10 hectareas de superficie media, que, a primera vista, no parece excesivamente grande en relacién al trabajo disponible, inducen a dudar de la bondad de los datos utilizados. En efecto, Enrique Botella y Fuster, en el magnifico estudio analitico que ha realizado sobre los re- sultados de las explotaciones que consideramos, advierte que los datos relatives al capital territorial son dignos de poco crédito, pues tanto la valoraeién de Ia tierra como de las mejoras y cons- trucciones ha tenido que realizarse de una manera artificiosa y, desde luego, poco realista (4). 4, Foxciones og PRooUCCION MuxTAS. Consideramos a continuacién otras funciones de produecién aplicables a los datos de las explotaciones agricolas de la zona de La Violada, Hemos visto In dificultad de interpretar correcta- mente Ia influencia del capital territorial sobre la produecién final, debido a una valoracién incorrecta del mismo. Procede, por lo tanto, eliminar In influencia perturbadora de tales datos, carentes de toda confianza, Nada mejor que utilizar en su lugar datos fi- sicos de mucha mayor exactitud, cuales son las superficies de Ins explotaciones. Utilizaremos, por lo tanto, la superficie agricola itil de las explotaciones como uno de los factores que deberan figurar en la funcién de produecién. FUNCIONES DE PRODUCCION EN LA AGRICULTURA n Oto factor fécilmente expresable en términos fisicos es el tra- bajo empleado en la explotacién. Su inclusién en términos fisicos tiene, por otra parte, la ventaja de servir para analizar los resul- tados que se obtendrian en la explotacién segin diversas hipétesis de jornales a considerar. Sera, por tanto, otro factor a considerar cen las nuevas funciones de produecién, expresado en ntimero de jornadas realmente empleadas en la campafia en cuestién. Aprovecharemos, al mismo tiempo, para hacer una ventilactén diferente de los distintos gastos a considerar. Resulta cémodo y muy frecuente el clasificar los gastos con arreglo a los capitales a los que se reficren: gastos del capital territorial y gastos del ca- pital de ejercicio (es decir, gastos del capital de explotacién y gastos correspondientes al capital circulante). Sin embargo, tales clasificaciones, correctas desde el punto de vista contable, earecen con frecuencia de verdadero significado econémico, pues agrupan conceptos de naturaleza muy diferente. En las funciones de produccién que figuran en esta seceién hemos designado de la siguiente forma los distintos grupos de factores a considerar: h Jornadas de trabajo empleadas en la campafia (jomadas de adulto; las de trabajo femenino o infantil han sido propia- mente transformadas en jornadas de adulto mediante el em- pleo de apropiados coeficientes de transformacién) Superficie agricola util de la explotacién, en hectareas (com- prende regadio y secano, aunque este iltimo representa una parte insignificante del total). G = Gastos anuales del ganado (mobiliario vivo), que comprende: Piensos. Atenciones del ganado. —Amortizaeién del ganado. Seguros del ganado. —Interés del capital mobiliario vivo. Gastos anuales en maquinaria y aperos (mobiliario mecéni- €o), que comprende: — Carburantes. — Alquiler de maquinaria. — Amortizacién de la maquinaria. — Gastos de conservacién de la maquinaria, reparaciones, etc. —Seguros de la maquinaria, 2 5 GOMEZ MANZANARES —Interés del capital mobiliario mecinico. Gastos anuales del capital de explotacién (ganado y maqui- naria), que es la suma de los anterior G+ C = Otros gastos anuales del eapital circulante, que comprenden: —Adquisicién de materiales y productos (salvo los incluidos ‘en otros grupos, tales como piensos del ganado, carburan- tes, etc.). Canon de riego. ~~ Transportes. — Seguros de cosechas. —Interés del capital tomado a préstamo. —Interés del capital circulante. — Seguros del capital efreulante. — Varios. Los principales gastos que no figuran en Ia funcién de produc- cién son: —Los gastos de trabajo (éste Io hemos expresado en térmi- nos fisicos) — Valor de la tierra (ésta también figura expresada en tér- minos fisicos), ni, por consiguiente, gastos de amortizacién, conservacién, interés ni seguros del capital territorial —Electricidad (de escasa relaeién con Ia produecién, ya que se refiere casi exclusivamente a los gastos de iluminaeién de las viviendas), Remuneracién por la gestién de la explotacién, que pode- ‘mos considerar como un residuo a recompensar el traba- jo de gestién (dificil de cuantificar, por otra parte). —Contribuciones ¢ impuestos (por su escasa relacién con el proceso produetivo de la explotactén). La primera funeién a calcular relaciona la produecién final de ta explotacién con la cantidad de trabajo (2), la superficie de 1a explotacién ({), los gastos anuales del capital de explotacion (E) ¥ los otros gastos anuales del capital cireulante (C). Es decir: P= /(h,tE,0) El sistema de ecuaciones a resolver es, en este caso: 37g + 102,970 a4 + 99,2402 04 + IBALL an + 166,4476 0 102,8705 e, = 284.0179 a, + 108,8511 05 + 488,4935 ay + 460,6981 a 39,2422 a, + 1088511 a, + 42,4198 a, + 168217225 + 1768219 a W5G.A414 na + 4984895 cy + 168.2172 cg + 680,1181 a4 + 718.2018 165.4476 e, + 460,6981 a, + 1788219 e, + 715,2013 ay + 79,5852 0, FUNCIONES DE PRODUCCION EN LA AGRICULTURA 8 del que se obtienen: a= 20 yoore = = 90809 M28 ay = 0,1637 y In funcién de produecién resultante es de la forma: Peto geo possi poste cose El coeficiente de correlacién miiltiple de p= log P con res- pecto a’ =logh, t= logt, e=logE y c= logC es Rpts = = 0,7400, significative al nivel de 1%. El coeficiente de deter- minacion R, 5476 muestra que aproximadamente el 55 é de las variacfones de 1a produccién final estin explicadas por variaciones en el empleo de los factores considerados. La elasticidad global de Ia produccién resulta ser e = 0,7576, menor que Ia unidad, de donde existencia de diseconomias «lc escala, Las elasticidades parciales son, aproximadamente, 0,10 para el trabajo, 0,08 para Ia ticrra (atin notablemente baja), de 0,17 para los gastos de ganado y maquinaria, y de 0,15 para los demis gastos considerados. Calculemos las productividades marginales de cada uno de los factores: ae Poe ca 3B ak que para la explotacién media (617 jornadas de trabajo, 12.20 hee- tdreas de superficie agricola itil, 21.589 pesetas de gastos anuales relativos al ganado y maquinaria, y 38.413 pesetas de restantes gastos anuales considerados) resultan ser Productividad marginal del trabajo: 19,56 pesetas por jornada, bastante inferior al jornal medio practieado en la regién en Ia época estudiada. Productividad marginal de la tierra: 344,97 pesetas por hee- area, cifra que equivaldria, aproximadamente, a Ia renta a pagar por una hectirea de tierra de un valor de 8.625 pesetas, que dista mucho de ser el valor de una heetitea de regadio en la zona; valor hajisimo, por consiguiente, Productividad marginal de los gastos anuales de ganado y ma- quinaria: 2,72 pesetas; es decir, que tales gastos resultan suma- mente rentables (una peseta gastada da lugar a un valor adicional de 2,72 pesetas de produccién). Productividad marginal de los restantes gastos anuales consi- ™ 1B GOMEZ MANZANARES derados: 0,57 pesetas; es decir, que tales gastos no son remunera- dores, al menos al nivel de empleo de Ia explotacién media (que cemplea 33.413 pesetas al aio). Conclusiones generales que se deducen de estos resultados conveniencia de un mayor yolumen de gastos anuales en el ga- nado y maquinaria y de un menor empleo de los otros factores. Mis adelante trataremos del problema de la tierra Una segunda funcién de produccién relaciona la produceién final con el trabajo (h), Ia superficie (f), los gastos del ga- nado (G), los gastos de la maquinaria (M) y los demas gastos (C). Es decir: P = f(h,t, G,M,C). EI sistema de ecuaciones a resolver es: Say + 102,795 a, + 192402 0, + 4 6TEL + 1459810 a + 160,476. 102,8795 x9 ++ 284,0179 a; + 108,8511 25+ 405,6800 2, + 4040110 2, + 460,6981 ay 80,2422 np + 1088511 x, + 42,4199 x, +156,5118 a +156,2456 a, + 1768219 a 146.6781 as -+ 405,6800 + 155/518 a + 884,7624 + 879,0482 ay + 660.2138 a 145,9810 xo + 404,0110 0, + 155,2456 2, +579,2482 a, +577,5982 «, + 657,2006 ay 166.4476 a + 46056981 a 1768219 ay + 600,218 ae+ 657, 2008 ay “+ 749,852 20 del que resulta: y= 20285 a, = 0,1555 ay 00852 ap ODE a = ODI as = OSI y Ia ecuacién de Ia funcién de produccién queda: , 0556 Ata pees geae apain EI coeficiente de correlacién milltiple Ryx’¢gno = 0,75, en el que los subseritos se refieren a los logaritmos de la produccién y de Jos Factores considerados. La correlacién es significativa al nivel de 1 %. El eoeficiente de determinscién resulta R'pt’gne = 05625, muy semejante al obtenido anteriormente. La elasticidad global de la produecién es, en este caso, ¢= 08128, menor que la unidad. De nuevo, rendimientos decrecientes de es- cala o, en otros términos, existencia de diseconomias de escala Las elasticidades parciales son: 0,15 para el trabajo, algo superior a la obtenida anteriormente, pero aiin relativamente baja; 0,02 para Ja tierra, inferior ain que Ia obtenida anteriormente; 0,27 para Tos gastos del ganado; 0,21 para los gastos de maquinaria, y 0,15, para los otros sastos. Las productividades marginales de los factores en cuestién son: Papp Pl PLP PLP cago fou FG © nie FUNCIONES DE PRODUGCION BY LA AGRICULTURA 6 que para la explotacién media (617 jornadas de trabajo, 12,20 hee- tareas de superficie agricola Util, 11.824 pesetas de gastos en la ganaderia, 9.765 pesetas de gastos anuales en maquinaria y 38.413 pesetas de restantes gastos) resultan: Productividad marginal del trabajo: 32,42 pesetas por jornada, que sigue siendo inferior al jornal medio de un trabajador agei- cola en In zona. Productividad marginal de la tierra: 266 pesetas por hectarea, que equivaldria a la renta a pagar por una hectiirea de 6.650 pese- tas de valor; bajisimo en comparacién con el valor de una heeti- rea de regadio en In zona. Productividad marginal de los gastos anuales de ganado: 291 pesetas; elevadisima; es decir, prueba concluyente de un em- pleo insuficiente de tal factor de produecién, el ganado. Productividad marginal de los gastos en maquinaria: 2,81 pese- tas, también muy elevada, mostrando un empleo insuficiente de Ja maquinaria en las explotaciones, Productividad marginal de los dems gastos: 0,58 pesetas: baja; es decir, empleo abusivo de los mismos. Conelusiones generales: conveniencia de aumentar los efect vos de Ia ganaderia y de invertir en maquinaria agricola, dismi nuyendo el empleo de trabajo y reduciendo los demas gastos. Mas adelante trataremos del factor tierra, uy 5, DrrEatiNaciON DEL TAMANO GPTIMO DE EXPLOTAC! El coneepto de tamaiio dptimo de explotacién, © mas propia- mente el de Ia dimensién econémica de la explotacién, es un tanto impreciso y —no es necesario recordarlo— bastante manoseado. En efecto, la explotacion agricola de caracteristicas mis dese: bles, la explotactén éptima, differe notablemente en su estructura ¥ organizacién segin el punto de vista que se considere, el del empresario individual o el de Ia coleetividad. Ademis, una serie de objetivos de caricter extraeconémico pueden jugar un papel importante en la determinacién de la Hamada explotacién éptima, jotablemente objetivos de politica social. Una ver fijados los ob jetivos a perseguir, supuestas conocidas les funciones globales de produceién en eada una de las regiones agricolas de un pais, es posible, al menos en teoria, determinar las caracteristicas de las ® 1, GowRZ MANZANARES explotaciones que satisfacen tales objetivos en grado méximo, es decir, las Hamadas explotaciones éptimas. El objetivo de un empresario que puede procurarse el capital necesario, Ia tierra y el trabajo a los precios de mercado, sera la biisqueda del maximo beneficio. Si, por ejemplo, la funcién de produecién es del tipo P = j(h, t, GM, C), el objetivo a hacer ma- ximo es la funcién REP (bX ptt et G EMC) para lo cual, diferenciando d= dP —p. x dh— pdt dG —aw—ac=| AP = pan pedt-+ag + au + a0 Por otra parte, difereneiando la funcién de produceién ar ar at 4 Laos Laws Cac ¥. por consiguiente: at es ott Po AGM De estas relaciones, que dan lugar a cinco ecuaciones, y la fun- cin de produceién, podran obtenerse los valores de las seis in cégnitas (P, h, t,G, M,C) que hacen méximo el beneficio del em- presario. Obtenemos asi, no solamente la dimensién ¢ ptima de Ia explotacién en heetéreas, sino al mismo tiempo la combinacién Sptima de los factores de Ia produceién y el valor de la produc- clén final correspondiente. El objetivo a perseguir por un empresario, propietario de una explotacién agricola, con escasas posibilidades de ampliar la di- mensién de la misma, seria también hacer maximo el bencficio, que en este caso seria: x= Pa (hx pet O+MEC) siendo la funcién de produccién, en su caso particular, (h, G, M,C), pues t= superficie agricola util de la explota- Te aut po cepeeenta el Jornal meio de wn teabafedor ageesin en tn zona ex [FUNCIONES DE PRODUCCION EN LA AGMICULTURA 7 elon es para él una constante bien determinada. Claro esti que, en este caso, no hay cuestién de determinar el tamafio éptimo de Ia explotacién, que viene ya fijado de antemano. Se trata, sin embargo, de asociar a ese factor fijo los demas factores de la Produecién en cantidades éptimas. La solucién es en todo seme- jante al caso anterior. El objetivo de la colectividad raramente coincidira con el del empresario individual. Es mis probable que busque hacer mé- xima Ia eficieneia global de la produccién, medida por la relacién output (produccién final)-input (total de factores puestos en jue- g0). Es decir, suponiendo siempre la misma funcién de produe- cién, el nuevo objetivo seria PRX py tt pb O 4 MAC} ; es decir: = thre t tpt G++) AP Pip dh + pdt + ad + amt do) (hp Ftp GME OF méximo para lo cual bastara hacer dp 4 To que equivale a Cpt ip +O + M+) dP=Pip.dh + pdt + a0 + aM + ac) ¥ como Steep ai enorme ar tne Lag ins fac ae ha Bag 88 FN og ap: sustituyendo dP por su valor se tendri: avy ths than + Hav the) Linea tanto hy ww dn tinratace (ane ps teas avs ae P(padh + pat +a + aM + a0) Jo que exige que sean iguales en ambos miembros los coeficientes de dh, dt, dG, dM y de ont mttorure tary ah af (nent ores oct Pp, (mht pt ho + arto) (ht pitt OFM O) (Pik Deo +N HO) 78 5 GOMEZ MANZANARES que junto con Ia funcién de produceién P = fit, t,G,M,C) for- man un sistema de seis ecuaciones con seis incdgnitas, con solu- cién tinica ,h,t,G,M,C), que constituye 1a combinacién de factores éptima y la produccién final correspondiente. Como justificacién del objetivo que hemos sugerido en este caso podriames alegar que a la colectividad como tal, teniendo, por consiguiente, en cuenta solamente el interés general, le con- viene utilizar los recursos eseasos de que dispone (trabajo, tierra, capital) de forma que se obtenga de su utilizacion el mayor valor de produecién por unidad de recursos empleados. El problema, sin embargo, no es tan seneillo. Puede haber in- terés a utilizar una eantidad’de mano de obra superior a la que resulta conveniente desde el punto de vista tedrico, por falta de otras oportunidades de trabajo fuera de Ia agricultura; puede considerarse, por otra parte, conveniente realizar mas inversiones ‘de capital en otros sectores de la economia que se consideran més rentables © mis eriticos, ete. Consideraciones todas que afectan tanto a los objetivs que se persiguen, como a las soluciones te6- rieas, que deberin modificarse de acuerdo con las nuevas consi- deraciones. En un trabajo futuro trataremos tal vez del planteamiento tedrico de la organizacién y ordenacién de Ia agricultura en el interior de un pais y nos valdremos de otras técnieas que el ana~ lisis de las funciones de produecién, programacién lineal notable- mente. Al final de este trabajo, en las conclusiones, explicaremos cuales son, a nuestro entender, las principales limitaciones de las funeiones de produccién en cuanto a su aplicacién a la planifi- cacién agricola. En el caso que nos ocupa, el de las explotaciones agricalas de Ja Zona de La Violada, existe interés en saber si la superficie de Jas explotaciones es suficiente para ocupar plenamente a los miembros actives de Ia familia del colono —incluido el colono, naturalmente—, y, sobre todo, si no existe una mejor combina- cidn de los factores de la produceién, manteniendo fija 1a cantidad de trabajo que dé lugar a mejores resultados econémicos. El ob- jetivo que podriamos fijarnos a priori en estas explotaciones es él de organizar la produccién de manera a obtener el miiximo eneflefo, contando con una cantidad fija de mano de obra (la constitufda por el colono y familia), y pudiendo variar a voluntad las dosis de empleo de los demas factores de a produccién (la FUNCIONES DE PRODUCCION BN LA AonicuLTURA ” tierra, entre ellos). El valor obtenido para ¢ en la solucién nos daria Ia dimensién éptima de Ia explotacién para cada familia Téngase en cuenta que un tal objetivo no constituye un easo par. ticular, como pudiera pensarse, tratandose de colonos establecidos Por el Instituto Nacional de Colonizacién. En efecto, una tal po. Iitica de organizar las explotaciones agricolas de manera a dar pleno empleo al agricultor y su familia, con exclusin de todo trabajo asalariado, y obtener al mismo tiempo, con esta condi i6n, los mejores resultados econémicos, est mis o menos expli- citamente en vigor en numerosos pafses. Se mezclan en ella inte. reses econdmicos (bisqueda del maximo beneficio o de la maxima éficiencia) con otros sociales (la ereacién de empresarios agricolas cultivadores directos y la supresién de meros trabajadores por cuenta ajena en Ia agricultura). Si consideramos que, en general, una explotacién familiar —y 8 éstas nos referimos en lo que sigue— cuenta eon dos unidades de trabajo como media (las explotaciones de La Violada dieron 2,06 unidades de trabajo como media), es decir, unas 600 jorna- das de trabajo disponibles, tendremos que, sustituyendo h por 600 en Ia iiltima funcién de produceién calculada P= 105,65 x e008 comes gears usin Gusne ¥ expresando el maximo del beneficio: (t+ 6+ 0) = méximo que exige, a su vez de=aP— pdt a0 —aN—ae oP = p.dt+aG + ans ac Por otra parte, difereneiando la funcién de produceién, se tiene: fay 3f ays 2h arm ane Sao + aus Lac ¢ igualando, por consiguiente, los coeficientes de dt, dG, dif y dC, se tienen las relaciones Baer tan , 12th; p Lavon tar 5 omar ee x + emai x 0 1, Gomme MANZANARES Es decir, obtenemos cada uno de los factores a emplear en fun- cin de la produceién final correspondiente a la explotacién 6 tima, Si sustituimos estos valores en Ia funcién de produccién considerada obtendremos una ecuacién en P solamente, que, d bidamente simplificada y tomando logaritmos, se convierte en 1.9047 — 0.0282 log ps 03027 og P Si hacemos p, = 3.000 pesetas, correspondiente a Ja renta relativa a una heetdrea de tierra de 75.000 pesetas de valor, resulta 71.200 pts, ; f= 908ha8, ; 0 =98989 pis. ; Mu 78950 ; C= 55.667 y un beneficio x= 125.054 pesetas, correspondiente a una remu- neracién de 208 pesetas por jornada de trabajo. El resultado obtenido parece, a primera vista, satisfactorio, excepto en lo que se reflere a la superficie éptima: 3,08 hectareas para 600 jornadas de trabajo. Por otra parte, no vemos como puede legarse, en la zona considerada, a un grado de intensidad de cultivo tal que se obtengan mas de 120,000 pesetas de produe- cién final por heetirea. Confesaremos, sin embargo, que tal resultado, en Jo que a Ia superficie de la explotacién se refiere, no nos ha sorprendido en Jo mas minimo, En efecto, hay motivos para desconfiar del coeficiente de elas- tieidad obtenido para la tierra en la funcién de produccion. Se recordaré lo que dijimos anteriormente relativo a las condiciones que favorecen la obtencién de una funcién de produccién satis- factoria: diversidad en las cantidades de empleo de los distintos Factores de Ia produecién que figuran en la funeién como variables independientes. Pues bien, las explotaciones escogidas presentan variaciones minimas en cuanto a la superficie. Todas andan muy centradas alrededor del valor medio 12,20 hectireas de superficie agricola util, y lo que agrava atin més Ia situacién es el hecho de que las variaciones de tamafio existentes son enteramente neu- tralizadas por el efecto eompensador de la calidad del suelo, pues con esta intencién han sido distribuidas a los colonos por el Ins- tituto Nacional de Colonizacién. Es, por consiguiente, de esperar que no exista ninguna relacién entre la produccién final obtenida y la superficie cultivada en tales condiciones. En efecto, para probar tal falta de relacién hemos calculado FUNGIONES DE PRODUCCION EN LA AGRICULTURA a cl coeficiente de correlacién parcial produceién final-tierra, que nos ha dado el resultado: enpme 00987 valor totalmente insignificante, menor que Q,1, y desde luego nada signifleativo (5). 6 Fon 1ES DE PRODUCCION A SUPERFICIE CONSTANTE. A la vista de los pobres resultados obtenidos cuando se consi- dera Ja superficie de las explotaciones como una variable mas en fa funcién de produceién, en el caso que nos ocupa, naturalmente, la mejor solucién nos ha parecido hacer desaparecer tal variable de la funeién de produceién. Para ello nos hemos tomado el tra- bajo de referir cada uno de los datos originales (valor de la pro- duecién final, niimero de jornadas de trabajo, gastos relativos al ganado, a la maquinaria y restantes gastos anuales) «1 una super- ficie homogénea de 10 heetareas, superficie que es, aproximada- mente, la media de la zona. Para ello, primeramente hemos con- vertido la superficie total de cada explotacién en superficie de regadio , sin més que afiadir a la superficie real de regadio un sexto de Ia superficie de secano, en cada caso. Los datos originales, que se refieren en cada explotacién a esta super- ficie homogencizada, han sido modifieados proporcionalmente, de forma que puedan referirse a una superficie de 10 heetireas. Los datos, de este modo, resultan comparables y no es preciso considerar més la superficie de Ia explotacién como una variable en Ia funcién de produecién, De esta manera se han obtenido los cuadros que figuran en el Anejo mim. 3. La funeién de produccién buscada sera ahora de la forma P = [(h,G,M,C), referida a 10 heetareas de regadio, y en la que Jas variables son las mismas que anteriormente, a excepeién de t, naturalmente, aunque los valores utilizados para Ia estimacién de os distintos parametros han sido modificados de la manera que acabamos de deseribir. Las ecuaciones 1 resolver son, en este caso: Baek ee Se 87 ag + 102.9728 4, + 147.2700 an + 146,5525 25 + 167.2968 a 10239228 + 287,9828 + 410.0287 + 407,971 a + 4658051 ay — 525.2656 147.2780 a + 410}0297 ay + 590.0868 ag + 584.9272 ay + 066,5168 am 7404854 148.5825 a + 407.9074 ay + 5848272 24 + 58,2296 ay + 6651269 a — 1451758 167,2968 2 + 4855051 = + 666,5106 = + 668,1269 ay + 7572494 ay = 850,1864 de Jas que result com 8728 187.9976 y Ia ecuacion de la funcién de produccién queda: Ap RMN gee same gum El coeficiente de correlacién milltiple que relaciona los loga- ritmos de la produecién final con los de las variables independien- tes resulta set Rpi’gue= 0,7912, significative al nivel de 19% y mayor que todos los hallados anteriormente, si exceptuamos el relativo a la primera funcién de produceién caleulada, P = (G1), demasiado global, sin embargo. El coeficiente de determinacién R’,.xyae= 0,6259 prueba que mas del 60% de las variaciones de la produccién final estan ex- plicadas por el juego de los factores considerados. Es una ver- dadera listima que no hayamos podido eliminar el efecto per- turbador de la diferente calidad de suelos, ni, al menos, tenerlo en cuenta en Ia funcién de produceién, pues, sin duda alguna, hubiéramos mejorado In funcién y el coeficiente de correlacién. En realidad, el problema no presenta ninguna dificuliad tedriea, ya que disponemos de datos relativos a rendimientos fisicos de los distintos cultivos, que nos dan un indice cuantitativo de la calidad del suelo. En lugar de haber referido los datos a las 10 heetéreas de regadio, sin correccién con arreglo a la calidad del suelo, podiamos haberla tenido en cuenta caleulando un in dice general de rendimientos, facil de establecer (6), y combi- nando la superficie con el indice de rendimientos al multiplicar Ia una por el otro. Quede, no obstante, apuntado para una oca- sign futura. La clasticidad global de Ia produceién es ¢ = 0,837, menor que Ia unidad, mostrando una vez mis rendimientos decrecientes de escala. Las elasticidades parciales son de 0,17 para el trabajo, 0.28 para los gastos de ganado, 0,20 para los gastos de maquinaria Y 0,17 para los otros gastos. ‘Las produetividades marginales de los distintos factores son: oP oP P| PLP an 2G am que dan los siguientes resultado: —Productividad marginal del trabajo: 36,50 pesetas la jor- nada, es decir, bastante inferior al jornal medio de un trabajador agricola de Ia’ zona. ~Productividad marginal de los gastos anuales en la gana- deria: 3,08 pesetas, es decir, enorme rentabilidad de los mismos ¥, Por tanto, insuficiencia de su empleo. —~ Productividad marginal de los gastos en maquinaria: 281 pe- setas, es decir, gran rentabilidad de los mismos y, por tanto, insu- ficiencia actual de su empleo. —Productividad marginal de los otros gastos: 0,69 pesetas, es decir, empleo abusivo de los mismos, ya que Ja iltima peseta gas- tada s6lo contribuye a un incremento de 0,69 pesetas en el valor de la produceién final. Conclusiones generales que se deducen de este somero andlisis: conveniencia de aumentar Ios efectivos del ganado (vacas leche- ras, notablemente, como se deduce a la vista de los resultados de las explotaciones de este tipo en Ia zona) y de invertir en maqui- naria, que, ademés, tiene la ventaja de reemplazar mano de obra de bajisima productividad marginal, por su empleo abusivo; reduccién de esta tiltima y disminucién de los demas gastos de Ja explotacién. Se deduce, ademés, que si todo esto se refiere a 10 hectareas, como es el caso, la superabundancia de la mano de obra indica, visto desde otro angulo, Ia escasez de la superficie (0 hectireas) para emplear produetivamente esta mano de obra, es decir, con una productividad marginal del trabajo equivalente, al menos, al jornal de un trabajador asalariado. 7. CoNbiciones SPTIMAS DE PRODUCCION Y RENTABILIDAD, Consideremos primeramente el caso hipotético, y desde Inego poco realista, en que la funcién de produccién hallada para una explotacién media de 10 hectireas de regadio en In Zona de La * 1B GONRE MANZANARES Violada sea vilida en un intervalo suficientemente amplio como para abarear la solucién dptima, cualquiera que ésta sea. La funeién de produccién es, como se vid anterformente: gva0e oases caste Pats 0 La funeién de beneficio a hacer méxima es: ne P= (hip +G4M+ 0) para lo cual bastari anular su diferencial: de= dP —p,dh—a0 —aM—ac de donde, teniendo en cuenta que renal neo af an+ Laas Laws ac an ag Mt a6 resulta: sa ep ova n= Ps o see Gan P= 0281 xP sen May P= O08 xP osc 0.1780 x P ae * Sustituyendo estos valores de los factores en funcién de P en la funcién de produeeién y tomando logaritmos, se obtiene, des- pués de simplificai 091688 log P= 1,8128 — 0,1604 log ps Segiin el valor que adoptemos para ps, jornal medio de un trabajador agricola asalariado, obtendremos el valor correspon- diente de P, produecién final éptima, y el cileulo de h, G, My C es inmediato, En el siguiente cuadro figuran los resultados obtenidos utili- zando diversas hipétesis sobre el jornal de trabajador asalariado a considerar: Pook @ Me = ete (min 963200 2.178 27RGWS 107.619 seas46 719.100 1218 204296 147.559 241408 67a.100 777162818 117,600 192.390 475.100 538 185.280 97.696 150827 soge00 393118815 R.4t4 198.496 966.000 30% 100885 72846 9.174 FUNCIONES DE PRODUCCION BN LA AGRICULTURA a Recordemos que un tal objetivo, el miximo del beneficio bruto del empresario, valorando la produccién y los factores (incluido el trabajo) a los precios de mereado, tiene sélo interés cuando el colono decide remunerar su trabajo y el de los miembros de su familia al nivel corriente de los jornales de trabajadores asa- lariados y que, por tanto, sélo se sirve del mismo hasta el mo- mento en que Ia productividad marginal del trabajo resulte exac- tamente igual al jornal medio. ‘uando todo él trabajo es suministrado por el colono y fa- miilia, cual es el caso corriente en las explotaciones estudiadas, la columna (x + H) designa la remuneracién total bruta del trabajo (para obtener la remuneracién neta habria que descontar el im- porte de Ja renta de Ia tierra y algunos otros gastos anuales que no se han considerado: electricidad, contribuciones ¢ impuestos, teétera). La tiltima columna indica la rentabilidad bruta del tra- bajo, es decir, la rermuneracién bruta por jornada de trabajo. Fl caso de un empresario que debert pagar un precio por cada unidad de factor utilizado en la produccién no ofrece du segiin sea el ps 0 jornal medio practicado en la zona debera ut lizar una combinacién determinada de factores y un volumen de producefén, de acuerdo con el cuadro calculado. Se observa, por ejemplo, cémo debera reducir la escala de operacién segin au- menta el jornal medio; las reduceiones consiguientes de mano de ‘obra son mucho mayores que las que corresponderian a una va- riacién inversamente proporcional del jornal, y mayores también que las reducciones en el empleo de los otros factores. Pero los resultados obtenidos no son realistas, pues hemos con- siderado la funcién de produccién como valida en un intervalo ‘que sobrepasa con mucho a los datos utilizados (téngase, por ejem- plo, en cuenta que la méxima produceién final obtenida en una explotacién de 10 hectareas de la zona no ha Hegado a las 300.000 pesetas). La funcién de produccién refleja, més o menos bien, la situacién existente en la zona, pero toda extrapolacién de la mis- ma abareando, por ejemplo, niveles de produceién superiores. a Jos datos maximos utilizados resulta peligrosa y de escase con- fianza, Por eso hemos prescindido de todos los casos hipotéticos en los que la produceién final supera el valor de 300,000 pesetas por 10 hectireas de superficie, para acomodarnos a Ins posibilidades reales de la region. 86 4 CoMBZ qANZANARES Contamos, pues, con una condicién suplementaria al caso ge- neral antes tratado: 1a limitacién de la produccién final a un cierto nivel, en ningin caso superior a 300,000 pesetas. Las condiciones de beneficio maximo serén entonces las si- guientes: at, ah 3f af of pe a0 2M” 36 en que puesto que, sea cual sea el nivel absolute de empleo de los fac- ores 0 el nivel de produccién obtenida, la igualdad de produe- tividades marginales deberé darse siempre, ya que si, por ejemplo, at. at. 20 convendra reducir gastos corrientes e invertir en la ganaderia, que resulta més rentable, y asi continuariamos hasta conseguir que at _ 30 3¢ ya que al aumentar las inversiones en ganado disminuiria la pro- ductividad marginal de las mismas, y al disminuir los gastos C aumentaria su productividad marginal, hasta que ambas legasen a igualarse. ‘Tales condiciones equivalen, por tanto, en Ia funcién de pro- duceién considerada a: tag? oF maser 2 apy do dipte 24 Paap Ema dodonte Bag Fe maane B=, da dnte ane Pein. codon Sustituyendo estos valores de h, G, M y C en Ia funcién de produccién, tomando logaritmos y simplificando, se obtiene la ecuacién 0.1688 log P = 1.8128 — 0,1684 log py ~ 08837 Tog FONCIONES DE PRODUCCION EN LA AGRICULTURA a Considerando distintos niveles de 1a produceién final, 'P = 300.000, 275.000, 250.000, 225.000, 200,000, 175.000 y 150.000 pesetas, ¥ diversas hipétesis sobre el jornal medio, py = 75, 100, 125, 150, 175 y 200 pesetas por jornada, se obtendrin los resul- tados siguientes: Poa kk +H (wt mya 588 67.613 48867 41.667 101.500 141.893 263,72 485 61.087 44085 97598 96.885 18227 479,74 43154217 30.160 33807 RGB Ba9Re 85,01 379 47703 14455 20884 BOTA 113.458 200,96 380 41474 20956 25547 7R903 103028 812,19 280 35200 25.488 21720 T1527 92852 90,54 234 29500 21997 18109 GTB BLg80 447.95 Pook hk @ Me st ostH (etme 1197762 BTL 12L 5856455 46585 128 Mk oT 41707 126 sor 50782 38.43 129 263 44005 1814 133-298 aTa8127.000 st 185 31.406 22.467 eos 192869 914,21 85523 126023 S224 spss 114980 30424 7175 105375 952.8 70708 97.008 968,85 e203 87802 992,70 sate? 71267 417,88 Ak Gm (+m 11d 887 74.763 64.000 48.053 90509 125.184 300,05, 16 S21 «BTS akg aLasT TTB 117516 386,00 118287 Gn.101 43474 37.076 TAB 0a2e 9069 ‘gt 252 52888 ERIBT S241 OSTA HOLATA 402.67 128 22546195 34306 BRASS ABA 9.9L ABIL 1gT 187 Sod 28275 ATTA GOOD BSAA 440,05 Hat 156 $2590 29496 20038 BASEL 729968 477,01 Rk Gt i tH (eth 110 908 T748L E964 47.727 7228 11R85 85,80 412-27 «6.75 OSH 42969 TO. «LITA 4098 4-248 62-908 45.00 5887767120 104520 420,84 416 219 56.105 S0.802 S844 63.200 96149 490,04, 419 19047748 34.487 29.612 59.8ES —B85S_— 485501 122 162 40752 29.434 25.102 554127712 490,05, 126 184 S91 24498 20899 GOBIs TOI 520,24 8 2 GoMRZ MANZANARES Is WRstATG WisEeN ar RPGR ORPEREEE oO = IE (= 200) 2r4 80406 111991 408,73 2s 12800 105860 43038 220 6456 ‘90.028 480,10 193 S668 22723 480 tes 49.409 84469 502.79 43 feiss Teas 544 19 340% 8825 57416 - @ Mw cog 2 Sezer som 57.116 2 S875 40893 6017 198 oe 40887 55100 173 ors Snes e521 it 3683 31350 LATS 120 3196 2A690 AIT 107 26RD 22059 4eReS Un caso relativamente realista seria el de px jornada, y P = 200,000 pesetas, valor de produccién final superado por 4 de las 37 explotaciones consideradas; por tanto, posible de obtener en las demas explotaciones. Tal explotacién de 10 hecta- reas de regadio, como Io son todas las consideradas, tnicamente ceuparia productivamente el trabajo de 263 jornadas, que con- trasta con Ias 600 jornadas disponibles en Ia mayoria de las ex- plotaciones. Prueba la existencia de paro encubierto 0, mejor atin, subempleo econdmico en las explotaciones que son objeto de este trabajo. Tal organizacién de la produceién (P = 200,000 pe- selas, h = 263, G = 44.046, M = 31814, C= 27.132) da un bene- ficio bruto del empresario de aproximadamente 7.000 pesetas por heetirea y, posiblemente, un beneficio neto de 3.000 pesetas por heetarea. La remuneracién neta del trabajo del colono y familia res (en realidad, del colono solo si slo se emplean 263 jorna- das de trabajo) resulta, aproximadamente, de 350 pesetas por jornada, Tal solucién implica, por otra parte, un aumento de las inversiones de la explotacién media en ganado y maquinaria y una ligera reduceién en los otros gastos considerados. Pero no es ésta la mayor utilidad de los cuadros que hemos calenlado, sino mas bien In determinacién del tamaiio éptimo de as explotaciones, como veremos mas adelante. Ahora vamos a centrarnos més en el caso real que nos ocupa: FUNCIONES DB PRODUCCION BN LA AGRICULTURA « Ia determinacién de la organizacién éptima de una explotacién de 10 heetireas de regadio que dispone de dos unidades de tra- bajo, 0 sea de unas 600 jornadas al aflo, con las caracteristicas medias de la Zona de La Violada (suelo, temperaturas, precipita- ciones, ete.) La funeién de produceién a considerar es: Pols x Goorse x Goste x Mma Supongamos para empezar que la funcién es vélida en un in- tervalo suficientemente amplio como para cubrir en todo caso la solueién éptima. Procediendo como hemos explicado ya en numerosas ocasiones, 1 objetivo de maximo beneficio del empresario, que en este caso suministra también el trabajo, implica que: de donde G =0281P dedonde M—02062 P de donde ¢=0,1750 que sustituidos en la ecuacién de la funcién de produceién dan como resultado: P= 506.000 pts. G = 142.902 pis. 108.216 pts 0 = $8,025 pte. pero tal solucién parece irrealista, pues tal volumen de produe- cién final rebasa con mucho el obtenido en las mejores explota ciones de Ia zona, Consideremos, por Io tanto, que la funcién de produccién es ida solamente entre ciertos limites, que estableceremos teniendo en cuenta los resultados reales obtenidos en las explotaciones de Ia zon En efecto, si limitamos la produccién a un cierto mivel, que no puede excederse, tendremos de nuevo como condiciones de heneficio maximo: de donde es facil pasar a 0.2841, 7% % 1B. GOMEZ MAMZANARES valores que sustituidos en Ia funcién de produccién, tomando lo- garitmos y simplificando, conducen a: 03857 log P = 19140 — 00648 19g y haciendo, de nuevo, las mismas hipétesis respecto al P maximo: P a @ Mw 300.000 es.s01 ait 40385 148.700 275.000 STB 41493 35386140875, 250.000 soos 3687 soso 183.088 226.000 42615 90786850 128.85, 200.000 35.136 2811 mo east 175.000 20.245, par 101s 108.17 180.000 2.160 18128 14265, 95.848 En el caso de P = 200,000 pesetas las inversiones en ganado y maquinaria deberian pricticamente doblarse y los demas gas- tos deberian reducirse a los dos tercios, aproximadamente, 8 TAaMARo 6PTIMO DE LAS EXPLOTACIONES DE La Vrorapa. Hemos visto cémo el procedimiento general para la obtencién de la superficie éptima de explotacién, a partir de la funcién de produccién, no nos servia de nada en el caso que nos ocupa, por la falta de significacin de Ia superficie de Ia explotacién en Ia funeién general de produceién hallada. No hemos, sin embargo, renuneiado a determinar tal superficie éptima. El procedimiento seguido es sencillo y racional. En efecto, si a partir de Ia funcién de produccién relativa a una superficie considerada —10 hectareas en el caso estudiado- se determina el grado dptimo de empleo de la mano de obra, por una simple regla de tres podré determinarse cual es la superficie éptima que corresponde a una determinada cantidad de trabajo disponible (600 jornadas en nuestro caso). Asi, a cada valor de ht obtenido corresponde uno de ¢ segiin Ia relacién wa © Goo de donde 10 600 * PONCIONES DE PRODUCCION BN LA AGRICULTURA os Asi, de los cuadros obtenides anteriormente, cuando limitéba- mos la produccién final a varios niveles y estableciamos diversas hipétesis relativas al jornal medio de un trabajador agricola en Ia regién, por simple aplicacién de esta formula obtenemos Ne \ 71mm rN - $0000 1154059 2420 zs000 1237158 1BOD aS en) 250000 392M 2800S ma30 zasco 983 ASAT = aaatoTo ues amon 1818s TTBS wae 175000 21483690208 aro4 051 too 2A) RTL TR seor que da los valores en hectireas de la superficie éptima de regadio en cada uno de los supuestos sobre nivel maximo de produccién ‘que podré alcanzarse y nivel de jornales. Si volvemos a considerar el caso de P = 200,000 pesetas ¥ ‘Px = 100 pesetas, encontramos ¢ = 22,81 hectireas, sensiblemente doble de Ia superficie actual de la explotacién media. Creemos razonable un objetivo tal como el propuesto, condu- cente a constituir explotaciones familiares en las que el trabajo disponible del colono y familia (la cifra de 600 jornadas podré variarse, en mas 0 en menos, segtin las disponibilidades de la fa- miilia) se emplee remuncradoramente (es decir, de tal forma que Ja productividad marginal iguale al menos el jornal medio del trabajador asalariado). Por otra parte, cuando se trata de plani- ficar una regién agricola, y es en este momento cuando surge el problema de la determinacién del tamaiio éptimo de 1a empresa, convendri tener a la vista no sélo las circunstancias del momento, sino, sobre todo, las que prevalecerdn en un futuro mas o menos préximo. Asi, por ejemplo, en el caso conereto que hemos estu- diado, si se tratase de aplicar Ios resultados obtenidos a la plani- fieaciin de In regién considerada en este momento, seria conve- niente considerar un p, que parezea razonable esperar teniendo en cuenta Ia probable evolucién de los salarios en el campo. 9. Concrusiones. A lo largo de este trabajo, y especialmente en lo que se refiere Py 2B COMBE MANZANARES Ia segunda parte, nos hemos ocupado muy poco de las funciones pareiales de produceién, que ligan In produecién de un determi- nado producto agricola (el trigo, la leche, los huevos) @ algunos factores importantes en su obtencidn (abonos, piensos). Tales fun- cones son, sin embargo, importantisimas y su conocimiento es indispensable para todos aquellos que de una manera u otra se ‘ocupan de mejorar la agricultura de un pais, sean investigadores agronémicos 0 zootécnicos, agentes de extension agricola, encat gados de aconsejar a los agricultores sobre formulas de abonado, de alimentacién del ganado, ete, 0, en general, responsables de Ia gestin y administracién de explotaciones agricolas. Si bien tales funciones de produccién son de manejo indispensable para el economista rural, es al investigador en ramas més técnicas de Ia agricultura, como Ia agronomia o Ia zootecnia, a quien corres- ponde fundamentalmente su obtencién. Nos referimos, natural- mente, a las funciones fisicas de produceién. Mas, sin un conos miento previo del tipo de funcién buscada y de su utilizacion posterior, es harto probable que las experiencias agronémicas 0 zootéenicas no den los mejores resultados. Por esta razén los in- vestigadores en las diseiplinas agricolas clisicas deben trabajar en estrecha cooperacién con los investigadores en economia agri- cola, especialmente en el disefio de las experiencias que leven a eabo, con objeto de facilitar la obtencién de funciones de pro- duceién. Aparte el interés inmediato para el agricultor que pre- senta el conocimiento de las funciones parciales de produccién, una vez que han sido debidamente traducidas en forma de reco- mendaciones coneretas, existen otras numerosas aplicaciones de tal tipo de funeiones. Citaremos una sola, como ejemplo: la de- terminacién de funciones probables de oferta. En efecto, a cada hipstesis sobre precios del producto y de los factores puestos en juego corresponde un nivel éptimo de empleo de éstos y de pro- @uceién de aquél. Por un procedimiento cualquiera de agrega~ cién se puede, por consiguiente, estimar el volumen total de pro- duceién a esperar en funcién de la relacién del precio del producto a los precios de los factores, es decir, 1a funcién de oferta. Simul- téneamente puede obtenerse la funcién de demanda de los fac tores en cuestién. Las funciones globales de produccién, de las que nos hemos ‘ccupado mis en esta segunda parte, constituyen un instrumento imo del aniilisis econémico y son de un gran valor prictico, PONCIONES DE PRODUGCION EN LA AGRICULTURA 92 pues de ellas se deducen las grandes lineas de una politica agra- ria conducente a eliminar 0, al menos, paliar los desequilibrios existentes, en un momento dado, en la utilizacién de los distintos factores de la produccién o recursos basieos de una regién o pais El conocimiento de las funciones de produccién correspondientes 8 distintos sistemas de explotacién y a distintas regiones permite determinar en cada caso la combinacién éptima de recursos a em- plear, el tamafio deseable de explotacién, el nivel dptimo de pro- duceién, ete. y orientar asi la politica de produccién con un mayor conocimiento de causa, Permite, por otra parte, prever los efectos que las variaciones en Ia relacién de precios percibidos/precios pagados por el agricultor ejercerdn sobre la produccién y facilita, en general, el proceso de adaptacién de la agricultura al desarrollo econémico. Constituyen las funeiones globales de produccién un instrumentao flexible de andlisis y se adaptan facilmente a toda una serie de objetivos de cardcter econdmico y social, como hemos visto a lo largo de este estudio, Su mayor utilidad, no obstante, se presenta cuando las funciones de produccién se refieren, en cada caso, a una determinada regién agricola de caracteristicas econd- cas homogéneas y a un determinado sistema de produccién, consi- derdndose una ventaja el que, dindose tales circunstancias exista, por otra parte, una gran variacién en Io que a cantidad de recursos utilizados se reflere. El conocimiento de las funciones de produc- cién relativas a distintos sistemas de produccién y a distintas re- giones permite estudiar las ventajas comparativas de unas u otras egiones con respecto a determinados sistemas de produccién las ventajas relativas de unos tipos de produecién sobre otros en cada regién, de acuerdo con las caracteristicas de cada explotacién (su- perficie, jornadas de trabajo disponibles, etc.). Los prineipales inconvenientes pricticos de las funciones glo- bales de produceién son: a) Ia necesidad de disponer de una buena informacién contable de las explotaciones agricolas de la zona o zonas a estudiar; 6) la dificultad de hacer intervenir en la funeién el factor gestién, que tanta importancia tiene en los resultados de la explotacién, y c) su caracter histérico, al estar basadas en datos contables del pasado, aunque éste sea reciente, que las hace poco apropiadas para prever resultados a largo plazo (en efecto, cam- bios tecnolégicos afectan la forma de la funcién de produccién) En todo caso, constituyen un instrumento valioso del que los autores anglosajones Haman andlisis «positives, basado en datos 2, GOMES SANZANARES reales y son un buen complemento de otras técnicas enormativas», utilizadas corrientemente en la planificacién agricola (7) En Ia situacién concreta estudiada en este trabajo, relativa a las explotaciones agricolas de In Zona de La Violada, se han dado algunas caracteristicas favorables para la obtencién de funciones globales de produecién, prineipalmente la homogencidad cconé- mica de la zona y Ia escasa variacién en cuanto al sistema de pro- duceidn practicado en Jas explotaciones en euestién. Por otra parte, Jas variaciones minimas de la superficie de Ins explotaciones, hecho agravado por la eompensacién efeetuada con arreglo a la calidad del suelo, impidieron que este importantisimo factor de la produc- ién jugase un papel significativo en las funciones de produccién ealculadas, Esto nos obligé a determinar una funcién de produe- cin a superficie constante, a partir de In cual, por un procedi- miento indirecto, pudimos determinar Ia superficie éptima de las explotaciones bajo diversos supuestos. El andlisis efectuado no se hha Ievado mis lejos y tal vez hayamos mostrado excesiva pru- dencia en las conclusiones, debido a elerta desconfianza en los datos utilizados, Aun cuando el cuestionario original utilizado fué bas- tante completo y concienzudamente preparado y los encuestadores estaban sufieientemente entrenados, no pudo evitarse cierta irre- gularidad en las respuestas de los colonos, debido unas veces al desconocimiento (debe recordarse que se tuvieron que flar exclu- sivamente de In memoria, faltos de toda contabilidad), y otras, quizé, a cierta desconfianza natural en una encuesta de este tipo. cane te Fehere'a Tn progeucclin We 105"Biplooto apreciarss™* "eM ANEJO No 1 DETERMINACION DE FUNCIONES DE PRODUCCION EN TERSLINOS MONETARIOS. | { | Cuano wim, 1 Datos relativos a tas explotaciones de La Violada. Se gels So nemeierine —_Tomigme eee P (pts) T (pts,) G (pts) G, (pts.) yer 12950 soast see yA 1338 at ess a ad eae Wea wae eat wen 11388 sian ven iene saa ve Beso it we dats uA S08 Vea east Vea Bes Va tonnes vee yet een : oes 1 ae i wee < eee 5 Vea i Wea ; aa it Ben 4 a8 t aa Pi ee it sen i aon H ae ; sen i aes yea yen wen mas yea s.008 wen seine wee sas 38800 Boss spo 4ste6s 3H 197020 2T~aT22I9 26~1800872 36,= 43904 Poids = Hossam T= 5738 @esom B= 118380 Cvanno wine, 2 Logaritmos de los datos. @) © (@) © log P log E log @ log ¢ 5.0808 4.4790 4.3608 0362 8058 3155 3408, 6818 att So7t0 6869 43010 5.0086 15856 48670 5.2650 49951 0832 33170 $8835 48090 53207 8268 £8968 3028 53h 45573 5.0963 8068 ‘aoe 51562 ern aie babs 768 ages aout 45109 5743 53seo 47702 3096 BOR toa 45745 516s aeons 7942 5.3807 9635 Stoae0 Boggs 47716 9275 Bia 47953 gene 9400 5705 48300 tao 17038 7601 Soa0s 7982 3090 3.0980 aon 3268 30763 Saoee 47986 Baar $0435 489 taus 44470 43080 50st sane 43476 agar 43567 340 £8501 ps7 oat 59709 ‘tei80 47000 50030 0428 zoe s239 danas 33a 49877 41503 46738 Loo96 a073 3460 49698 toon 9452 £9590 7050 7006 a96n1 43546 40620 2 Zp 910,354 Zt 87.3431 2h Sph= 81,1511 pt = 696.2410 Zhe = 674,846 2k = 834.5053, 1374716 Ze = 143.4892 2O= 51214 Set = 85857103 te = 533.4089 Zhe = 645,737 Beg 2tg = 043,8115 hg = 814,744 2g = 1732288 Ze = 175,803 Zo = 811,0085 Ze = 836,687 Zpe = 8010253, 672.2601 2p9 2pe = 727.3887 Zhe = 27,1338 ANEJO Ne 2 DETERMINACION DE FUNCIONES DE PRODUCCIGN MIXTA Gurono wis. 1 Datos de tas explotaciones de La Violada. Ne dele explotaciéa Pipes. 122.950 1.069 ‘300 P= 4506643 2h = 22.824 P= 198.423 R 7 a 3G = 437.480 Toa 3 5303, 7308 isan are 2M = 901907 © 2E= 798787 C= 1.9502 1.824 = 9.765 B= 21.589 C= 3313 oepe'egt = gure enns'sst = 20z 9002'z99 = ure BETZ 099 = fe, tape'ets = mhz TTOVOR = Uys O6Re'S0F = OE Teoe'ees = dz vowiend = baz erze'9Lt = 208 eere'eor = 225 enone = 295 Hse'80r = avs r99'099 = oz seevecr = 9715 orea'g6r = ade oacr'ere = od sp0's0R = od yoor'sis = ds Soe = Ws eRe =z FELT ORD eerie = uz pesS= ox GLIO'TEC = AE (poeV EN Terese MEF OMT 9K HUFY'RGT ox OTE ws RL = Fz SHU'TOT =z seNerLA Oger ance were wate Sawe ast e0u6E ieee esos tase soree ise ezore S800 Sore 00's Soar een: svenre aiece Ooes't reeet cee anon Beaute Boece iets etc Lee e908 out eet coat sos Oeor's Oasy't east Tee Gaues Ls6e vee sree toes met To8c'h use gars sctoe S300 StoLt LL ane eer ad pated Tiss ary baad se cee aero eras Seca yoan'e aeret aed Eso rene sore ith aaeee sean Sor 2680 Gd bod Bot Bor () @ “somop $0) 2p sour06077 2 "px ovavag ANEJO No 3 DETERMINACION DE UNA FUNCION DE PRODUCCION A SUPERFICIE CONSTANTE Gurnee wim, 1 Datos referidos a 10 hectareas de regadio, N° dels aaguloare oxplotaotén any Ver 2.863, Beh 14200 Bers 4354 Der 0.125 vent 11865 err 11368 vers 8.987 ert 9.932 Vers 2420 Vert 1234 Vero 5970 ers 16777 Vere 8.376 aes 19234 bero 8272 bye/3 1242 Bre75, 13708 x 4 6re78 17.685 39.706 788 Bye/7 14079, 32200 1883 Vers 7785 S035 760 wes 151892 2902 ost Brel 14990 24ass 1182 Beso 13153 50.652 4024 5ye/3 8.820 50579 982 Bel 14a 26370 820 5re/8 14750 17202 10389 belt 5492 24636 19,10 ber 3.76 ‘58.001 738 Bess 10681 ase 98 Belt 8.65 82858 708 Bers 7993, 87.388 810 werk 14,100 22.53 BT ver 3.685, 50.182 980 vers 10540 br730 77 Belt 5.604 Bo.03 1b70 e/5 aR Sean 40148 est 10200 S088 786 480003 k= 23702 -2G= 470510 EM = 87229720 =.1 203.825 129.736 R= 040 12.716 H= 10.060 T= 34.968 Cvapno wine, 2 Logaritmos de los datos. wm) @ log h log @ 27128 2785 2043 2180 27897 3.0030 2aa1s Brel Zp = 187.9876 2H = 102,0728 Spt 955.6281 2h 147.2789 Em 146,5825 Be 287,8820 y= 590,0803 Em = 582.2228 Zo = 757,2404 ph = 523,2656 N= 410.0297 Spm = 584.8272 me = 65,1260 py = 749.4854 Spe = 850.1864 2H'm = 407,9971 ge = 66,5168 ANEJO Ne 4 {ULO DEL CORFICIENTE. DE CORRELACION PARCIAL PRODUCCIGN FINAL= SUPERFICIE DE LA EXPLOTACION FUNCIONES DE PRODUCCION BN ZA AGRICULTURA 2 Se trata de caleuler el coeflciente de correlacién parcial +, 1 partir de la linea de regresion: p= 210285 + 0.1565 f+ 0,0292 £ + 0,2674 9 + 0,2181 m +-0,1516 En general, el coeficiente de correlacién parcial de dos variables, de un total de a variables, viene dado por la fOrmula: ces decir, el coeficiente de correlaclén parcial es funcién de otros eoelielen- tes de correlacién parciales de un orden inferior; éstos, u su ver, pueden ‘expresarse en funcién de otros de orden inferior, y asi sucesivamente. En el caso que nos ocupa, he aqui la serie de férmulas a apliear: ys a su ver: Por otra parte, tenemos que: Vasa =n Vase — oF nz — 20 2m Vo ne (Br Vn zm zm ~ scm Vento (80" Ve am (my name Vnim?=(am)t Vn ze n3pm—Zp5m Vase Cpr Vnze— (am) vege nD Vn ENP Vn hae nxt —st 0 nee ste sr ge “ ny Vere= G0" = n390— "ee sme er Los valores 2pg, 2a”, ete.,figuran calculados en el Anejo nim. 2, eus- ro nim, 2, ¥ sustituyéndolos en las formulas Indicadas se tiene: 0.1369 toe = 4190 Pare = 00629 rem = 02700 roe = 08180 rap = 00906 Pen = 08170 FUNCIONES DE PRODUCCION BN LA AGRICULTURA 19 [A partir de estos valores hallados se determinan directamente: 0.2067 regn = 02908 « partir de los cuales se obtiene: ying 072838 Pang =OSTSE revive = 0807 rmaary 0885 oy = 04288 3570 A su ver, sustituyendo estos valores en las correspondientes formulas ob: tenemos Treen OMB 02657 ¥, finalmente: RESUMEN Comienza el autor exponiendo en forma condensada los principios importantes del andiisis marginal, haciendo Rincapié. en el andlisis fineiones de produceign ‘en ia agrieulturs del estudio examina el autor en particular las funelones del Upo Cabb- Dougias, las ‘Tads frecuentemente ulilizadas en estudios de esta, naturateza ia la segunda parte del trabajo se hace una aplieacion prictica de la lorie al caso de lar explotaciones agricolas de regadio de la zona de La Violada, en'Ia provineis de Zaragora. Tritase con el detalle-sufletente ia forma de caleular une funcion global de producelén y se determinan. dic versas funciones de este tipo aplicables 'a las explolaciones de la zona fen cuestiOn, expresando las variables de la fuaciéa bien en términas mo- hetarios en terminos {isicos y monelarios. Interprétanse los resultados Gel analisis y se Intenta determinar, a partir de lat tunelones de produc elén caleutadas, ef tamano éptimo de fas explotsciones de la sont. Ala fa de la escasa signifleacton del factor superficie de cultive en log re fullados econdmicos de las explotaciones, se suprime esia. variable de Ia faneién, calculando una nueva funcion de producelén a superilele cons tnte, So analiza esta nueva foncion. ¥, ‘por un procedimiento. sndirecto, se obtiene faciimente la dimension éptiata buscada. Tae ‘Al'final de esta ‘primera parte RESUME Liauteur expose dabord sous une forme condensée les principes essen- ties de Tanalyse marginale, en mettent Taccent sur Panalyte des fonctions Ge production en agriculture, A la fin de cette premiere partie, Tauteur Gtudie’ plus spéeialemeat les fonctions du type Cobb-Douglas, les’ plus lar pement uliliskes dans des études de cette nature. Dans Ia deuxieme partie, ces principes sont appliqués aux exploitations agrleoles irviguées de Ia zone de La Wiolada, dans la provinee de Zara 190 1B. GOMEZ MANZANARES ore. L'auteur expose en detail Ia fagon de esleuler une fonction globsle fle production. Plusteurs fonctions de ce type. sont. déterimines. pour Ies explojtations cn question, en considerant les variables de la fonction ¢x- piliges en termes monétuires, ainsi qu'en termes physiques et monétalres, Ees"résultats de Tanalyse sont interprétés, et on essale de délerminen, i partir des fonctions de production calculées, Ta. dimension optimate des exploitations de ta zone. Apres constatation de. Mialluence minime de la Superficie dans les résulists des exploitations, cette. variable est ¢liminge et on calcule une nouvelle fonction de production a superficie consiante Geite nouvelle fonction est analysce et, wune fagon indirecte, om obtient {aellement Ia dimension optimale recherche. SUMMARY ‘The author begins by stating in a condensed way the main principles ‘of marginal analysis, with a special emphasis on the analysis of production finetions in agriculture.” At the end of this frst pert of the study. the futho deals more particulrly withthe Cobb-Douak production functions, ‘wieh ‘are the most often used in studies of thls i ‘In the second part of the study a prictical application of the theory is made 10 some irrigated farms of the Violada Teaion, in the province of ragoze. The author shows with sufficient detail how to. calculate glo ‘Production function, and actually derives several functions of this type adapted to the farms of La Violada, the variables of the function being expressed. in monetary terms ax ‘weil as in both phiysieal and. monetary terms. ‘The resulls of the analysis are interpreted and an attempt is made to determine optimum ferm size in the region based on the caleulated production fanetions. Since it is found that farm size has no influence bn the economic results of the farms, the size of the farm is eliminated 88 a variable in the function, and 2 new production function Is derived ‘with the size Kept at a constant level.” This mew function is analysed and, in'an Indirect way, the desired optimum ily" found

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